5 minute read
AGENDA OCIO Y CULTURA
Jueves 23
Noches De Comedia: “Antonio Reguera”
Advertisement
Sixties
Algeciras
21:00 h.
Sábado 25
X Certamen Internacional de Tunas Ciudad de Algeciras
Algeciras
Pasacalles
Plaza Alta
12:00 h.
Concurso
Teatro Florida
18:00 h.
Viernes 24
X Certamen Internacional de Tunas Ciudad de Algeciras. Reunión de tunas y concurso de Rondas
Plaza Alta
Algeciras
Desde las 16:00 h.
Jueves 30
Cineclub 4 en letra. Alcultura Cinema. Campus
Bahía de Algeciras: “Aftersun”
Escuela Técnica Superior de Ingeniería
Algeciras
19:00 h.
Viernes 31
Concierto: “Grupo musical La Canalla con Antonio Romera, El Chipi”
Teatro Florida
Algeciras
22:00 h.
Selección bibliográfica: “Sobre... Teatro”
Biblioteca P.M. José Riquelme
La Línea
Autovia
Agenda Bienestar
Domingo 26
Biodanza y meditación en plena naturaleza. Ruta y Almuerzo
Algeciras
Inscripciones:
Herbolario Jadra
856 124 646
Lunes y miércoles
Kundalini Yoga
Herbolario Jadra
Algeciras
856 124 646 / 629 273 194
De 09:30 a 11:00 h. y de 18:00 a 19:30 h.
Martes y Jueves Lunes a jueves
Masajes
Cita previa
Herbolario Jadra
Algeciras
856 124 646
Martes
Control de peso semanal
Mañanas y tardes
Herbolario Jadra
Algeciras
856 124 646
+ Expansión
Herbolario Jadra
Algeciras
19:30 a 20:30 h.
856 124 646 / 627 527 998
Jueves
Terapia personal Biocéntrica “Movimiento es vida”
Cita previa
Herbolario Jadra
Algeciras
856 124 646 / 627 527 998
Viernes
Naturópata
Cita previa
Herbolario Jadra
Algeciras
856 124 646
SaludableMente Memoria y ejercicio
Memoria Y Ejercicio
Leyendo a Javier Marías -si me permiten ustedes, uno de los grandes en nuestra lengua- me llama la atención su reflexión sobre la infancia: afirma que solo nos importa en dos momentos de nuestra vida, cuando estamos en ella y es nuestro presente continuo y al llegar a la vejez; en esta última fase ocupa nuestra memoria con frecuencia, es evocada y se vuelve a hacer otra vez presente, quizá de forma recreativa, tal vez nostálgica o a lo mejor, revivida con nitidez.
Personalmente creo que la memoria es nuestra imaginación más poderosa y es demasiado sensible a las emociones. Es más que un enorme trastero. Es una fábrica de productos delicados que atiende las demandas del momento. Con los años, como todo, pierde elasticidad y ha tenido que elegir -quién sabe de qué manera- lo que guarda para no sobrepasar sus límites.
Es práctica y realista, pero también quiere preservar nuestra imagen y tiende a la mitificación delante de un espejo o de unos ojos que importan.
¿QUÉ ES?
Es una de las funciones superiores de nuestro cerebro. Nos capacita para guardar y recordar lo que aprendemos. En el proceso intermedio ha codificado y organizado la información. Especialmente útil en nuestra vida diaria se sirve de una serie de facultades que se suelen denominar como distintos tipos de memoria.
Tipos
Nuestros sentidos registran información continuamente y la utilizan al instante; por ejemplo, para seguir una película o una conversación, o para cocinar o caminar. Es la memoria sensorial. Recibe el nombre del sentido implicado: visual, auditiva, olfativa, háptica o táctil, en los ejemplos que hemos puesto. Facilita la buena realización de lo que estamos haciendo. Es muy breve, dura pocos segundos.
No hay que confundirla con la evocación posterior de sensaciones que nos afectaron emocionalmente. En este caso, el hecho y la sensación pueden recordarse toda la vida.
La memoria de corto plazo, también llamada de trabajo, dura más o menos un minuto y nos permite revisar y analizar lo que estamos haciendo o experimentando. Es bastante automática, pero para fijar más tiempo lo aprendido hay que hacer un esfuerzo de repaso y asociación. Esa es la base de la memoria a largo plazo, que es la que nos permite almacenar recuerdos semanas, meses o años.
Otra clasificación útil de los tipos de memoria tiene en cuenta si se recuerda con esfuerzo consciente -memoria explícita o declarativa, típica en un examen- o de manera inconsciente -memoria implícita, la usaríamos si sabemos nadar y nos caemos al agua-.
En otros sistemas llegan a distinguirse muchos más tipos de memoria, lo cual prueba la complejidad del tema. Nos lleva a una pregunta pertinente: ¿en qué parte del cerebro se almacenan los recuerdos?
La respuesta no es nada fácil. De hecho, no se dispone de ella. Solo una certeza: no hay un lugar, ni un sistema, únicos para eso. Participa todo el encéfalo; a saber, la corteza cerebral, las estructuras medias como el hipocampo o la amígdala, también los ganglios basales e, incluso, el cerebelo que memoriza nuestro aprendizaje motor y parte de nuestro equilibrio. Todos se comunican entre sí, a través de variados circuitos. Los distintos tipos de memoria que antes hemos mencionado se asientan en algunos de ellos, pero la interacción es continua.
Quizá sea más ilustrador hablar del concepto de plasticidad sináptica. Fue descrito por Glanzman y se trata del mecanismo universal que subyace a la formación de los sistemas generales de memoria de largo plazo. Es la capacidad de las conexiones sinápticas para fortalecerse o debilitarse en respuesta al incremento o la disminución de estimulación en un contexto de aprendizaje. Ejemplos comprobados son el aumento de conexiones entre neuronas o la formación de espinas en sus dendritas tras esfuerzos de aprendizaje. Estos cambios pueden desaparecer prontamente o consolidarse y ser así los responsables de la conversión de la memoria a corto en recuerdos a largo plazo.
Ejercicio
Está comprobado, el ejercicio mejora la memoria. A partir de ahí, dos preguntas: ¿Cómo? Y ¿Qué tipo de ejercicio?
Cuando hacemos ejercicio activamos nuestra circulación y nuestra respiración de forma que aumenta la cantidad de oxígeno que llega a nuestro cerebro. Se ha comprobado en varios estudios que, el hipocampo, situado en nuestro cerebro medio y actor clave en nuestra memoria, aumenta su tamaño al cabo de un año de programas de ejercicio con incrementos progresivos de intensidad y duración. Los estudios muestran que, el ejercicio, impulsa la creación de nuevas neuronas en el hipocampo y luego ayuda a esas células a sobrevivir, madurar e integrarse en la red neuronal del cerebro.
Al hacer deporte, los músculos producen una hormona -llamada irisina, en honor de la diosa griega Iris, encargada de llevar los mensajes de los dioses a los humanos- capaz de traspasar la barrera hematoencefálica y aumentar la expresión de factores de crecimiento cerebral. Los animales incapaces de producirla no mejoran su aprendizaje con el ejercicio. Esta hormona está ausente en el cerebro de las personas con Alzheimer.
Otro mecanismo comprobado se relaciona con el lactato. Es una sustancia que producen los músculos al hacer un ejercicio intenso. También es capaz de llegar al tejido cerebral y estimular al factor de crecimiento neurológico BDNF.
Los resultados producidos en el aprendizaje también varían según la intensidad del ejercicio y el momento en que se hace. Un resumen de lo que conocemos sería este: Si se practican sesiones más intensas, la memorización es más eficaz cuando se realiza cuatro horas después de ellas. Mejor que si se hace inmediatamente después.
Los episodios agudos de ejercicio, por lo que sabemos, pueden ser muy apropiados para mejorar la retención de fragmentos específicos de información. Por eso tienen importantes aplicaciones en la rehabilitación, en los deportes y en la educación.
El ejercicio a largo plazo, por el contrario, tiene poco efecto directo en la memoria, pero proporciona los estímulos necesarios para mantener activos los mecanismos moleculares responsables de su procesamiento. De esa forma, la combinación de intervenciones agudas y a largo plazo maximiza los efectos.
“Los recuerdos son espíritus que viajan hasta el corazón” Aristóteles.