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REAL FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE BALONMANO PRIMERA DIVISIÓN ESTATAL MASCULINA
LIGA REGULAR - GRUPO F
Domingo 5 Sábado 11
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BM Ciudad de Algeciras vs BM Bolaños
Polideportivo Dr. Juan
Carlos Mateo
Algeciras
12:00 h.
Safa - Madrid vs BM Ciudad de Algeciras
Polideportivo Colegio
Sagrada Familia (Centro Fitness - Safa)
Madrid
18:00 h.
Sábado 18 Sábado 25
BM Ciudad de Algeciras vs BM Sanse
Polideportivo Dr. Juan
Carlos Mateo
Algeciras
18:00 h.
ARS Naranjas de Palma del Río vs BM Ciudad de Algeciras
P.M. Palma del Río El Pandero
Palma del Río, Córdoba
18:00 h.
ALGECIRAS. PRINCIPIOS DEL XIX.
Para un viajero imaginario que llegase a la ciudad por mar la toma de contacto en tierra se hacía obligatoriamente por La Marina. Algeciras no había desarrollado en los primeros años de la centuria recién inaugurada ninguna estructura portuaria sólida salvo, quizás, un pequeño pantalán de madera, inseguro y débil, al que, casi todos los años, los embates de los temporales del sudeste y levante convertían en un montón inutilizable de astillas. De ahí que los viajeros desembarcaran, desde los paquebotes y navíos, fondeados en aguas algo más alejadas de la costa, y, a bordo de falúas, místicos o lanchas alcanzaban las blancas arenas de la playa que entonces constituía el desembarcadero de La Marina junto a la desembocadura natural del río de La Miel. Allí contemplarían sus ojos numerosas embarcaciones menores, como jábegas, barquillas o botes, dedicados a la pesca, el pequeño transporte o el contrabando acostados en la arena mientras, algo más arriba de la línea de la marea alta, divisarían las primeras viviendas de la ciudad: almacenes de aparejos y repuestos, figones, edificios del Resguardo de Costas, pequeños comercios, instalaciones militares, negocios especializados en el abasto de las embarcaciones a vela y la pescadería, en la plaza del Mar, lugar en el que se podían contemplar y adquirir, las abundantes piezas de pescado fresco con las que a diario las fértiles entonces aguas de la bahía abastecían a los aún escasos habitantes de la ciudad. En fecha tan temprana como 1824 ya aparecen documentos en los que se denuncia el estado de abandono, próximo a la ruina, del edificio de La Pescadería.
En sus proximidades encontraría el viajero el espacio dedicado al intercambio y la compraventa de mercancías: la Plaza Baja, en la actualidad plaza de Nuestra Señora de la Palma. Como lugar de mercadeo venía funcionando desde el siglo XVIII. Allí se compraron y vendieron, por ejemplo, esclavos y esclavas procedentes del asedio de Ceuta, en los tiempos de Muley Ismail. Allí se celebraron subastas de mercancías procedentes de los apresamientos de los corsarios españoles en el Estrecho y productos venidos tanto de las tierras próximas como de lugares lejanos. Allí, desde 1819, se localizaba el nuevo mercado municipal que acababa de sustituir a otro anterior, llamado popularmente “de las Verduras” que había caído en desuso. La plaza de la Palma estuvo adoquinada y dotada de un sistema de fuentes y cañerías, imprescindibles para el mantenimiento de la higiene pública, en una época tan propensa a los contagios epidémicos. En ella se abastecían los algecireños de los productos procedentes de las huertas que flanqueaban las orillas del río de La Miel y que eran básicamente verduras, frutos y miel y de la carne que llegaba desde los cortijos situados al interior. Este último abasto era arrendado por el Ayuntamiento a particulares. En 1824 la subasta del “... ramo de tripería o menudo de estas carnicerías...” se remató en don Miguel Danglada por 25.000 r.v. En 1827 el montante de la subasta recayó en don José González Mallén por 30.000 r.v. Los precios, también en aquellos tiempos, no dejaban de subir.