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MAZAHUAS Historia del pueblo Mazahua La palabra mazahua es un vocablo nahua que significa "gente del venado". Las raíces del pueblo Mazahua provienen de la fusión racial y cultural de los asentamientos tolteca - chichimecas. Ubicación geográfica El pueblo Mazahua o jñatjo es el más numeroso de la entidad, al haber registrado en el II Conteo Intercensal de Población y Vivienda 2005 a 95,411 personas hablantes de su lengua. Se encuentran asentados en la región noroccidental y centro-occidental del estado, mayoritariamente en 13 municipios rurales que son: Villa Victoria, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Villa de Allende, Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca, Temascalcingo, El Oro, Jocotitlán, Atlacomulco y Valle de Bravo. Desde principios del siglo XVI, los Mazahuas han ocupado esta zona, que está integrada por una serie de montañas, lomas y valles en los que predomina el clima frío. De los municipios donde se asienta el pueblo Mazahua, nueve tienen un alto grado de marginación: Villa Victoria, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Villa de Allende, Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca y Temascalcingo; dos, un grado medio: El Oro y Jocotitlán; y dos un grado bajo de marginación: Atlacomulco y Valle de Bravo, lo que significa que se trata de una región y un pueblo con grandes necesidades sociales y económicas. Algunos de estos municipios (San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Villa Victoria y Villa de Allende), tienen población predominantemente Mazahua. En los trece municipios citados se localizan 427 comunidades con diez y más hablantes, de cinco años y más, de la lengua Mazahua. Actividad económica La economía de las comunidades Mazahuas se basa en la agricultura de bajo rendimiento, particularmente de maíz, cuyo cultivo constituye su actividad económica fundamental, la cual se complementa con los ingresos obtenidos por la elaboración de artesanías, así como los que consigue la población migrante, en actividades de los sectores secundario y terciario en las ciudades. La falta de empleos, el bajo rendimiento de la parcela agrícola y la presión demográfica, son causa de la migración tanto temporal como permanente, de hombres y mujeres mazahuas hacia los centros urbanos, principalmente a las zonas metropolitanas de las ciudades de Toluca y México. Vestimenta tradicional del pueblo Mazahua El vestido de la mujer mazahua, que constituye una preservación cultural, está compuesto de falda de manta blanca que remata con bordados de motivos zoomórficos o florales. Sobre esa falda, usa otra de satín, de colores fuertes, como el amarillo, el rosa mexicano, el morado, el verde, el lila y el azul rey. La mujer mazahua también utiliza una faja de lana muy larga, hecha a mano, que alcanza para darle varias vueltas a su cintura. La blusa es del mismo material y color que


los de la falda. El vestido se adorna con un collar de cuentas de papelillo, de numerosos hilos, cuyo color contrasta con el de aquél. El adorno se complementa con grandes arracadas de filigrana y con cintas que utiliza en sus trenzas, que pueden ser de color rojo, verde o guinda. Usos y costumbres del pueblo Mazahua El pueblo Mazahua ha conservado sus expresiones culturales mediante la lengua, la tradición oral, la música, la danza y las artesanías; su forma de vestir, su visión del mundo y sus prácticas rituales y religiosas, las cuales han sido transmitidas de una generación a otra, y más recientemente en su Centro Ceremonial. La lengua materna constituye el principal vínculo de comunicación e identidad dentro de la familia y la comunidad. Sin embargo, cada vez son más frecuentes los casos de niños que ya no aprenden o que ya no hablan su lengua materna. En la organización social tradicional de las comunidades mazahuas, destacan las figuras vinculadas a sus prácticas religiosas, como los mayordomos, fiscales y mayordomitos, que son elegidos de acuerdo a sus costumbres y con la periodicidad que marca el cargo. Sus funciones, por lo general se refieren a la organización de sus ritos y festividades. Otra característica importante lo constituye la “faena” que es una forma de organización para realizar trabajos o acciones comunitarias. La unidad social entre los mazahuas la constituye la familia, que puede ser nuclear o extensa. Entre ellos un compromiso de matrimonio requiere de por lo menos tres visitas previas a la casa de la novia, por parte de la familia del novio. Fuente: Consejo estatal para el desarrollo integral de los pueblos indígenas del Estado de México, CEDIPIEM.

MAYOS

Características: Se autodenominan "Yoreme" (el que respeta). Los primeros pobladores de la región se dedicaron inicialmente a la cacería, a la pesca y a la recolección. Paulatinamente desarrollaron una técnica agrícola que les permitió asentarse en una amplia zona en diversas comunidades. A la llegada de los Españoles a los hoy estados de Sonora y Sinaloa, los mayos formaban parte de una confederación india constituida por apaches, papagos,


pimas y yaquis, cuya finalidad era la defensa conjunta de la invasión de otros grupos, el respeto mutuo de sus respectivos territorios y asegurar el intercambio cultural.

Localización: La etnia Mayo se asienta al Sur de Sonora en Alamos, Navojoa, Etchojoa y Huatabampo. En Sonora habitan, principalmente en las fértiles riberas del Río Mayo en alrededor de 242 localidades, se estima una población indígena de 72,000 habitantes, la cual representa el 25% de la población total de la región y poco menos del 4% del Estado.

Lengua: El índice de mono lingüístico Uto-azteca, de la familia Taracahitiana, de la subfamilia Cahita. Difiere muy poco del yaqui, siendo posible el mutuo entendimiento, con algunas dificultades por diferencias en el vocabulario. Es una lengua más o menos homogénea, no existiendo variedad dialectales de importancia entre los mayos de Sonora y los de Sinaloa. A pesar de su alto grado de aculturación y bilingüismo, se conserva celosamente la lengua, la que es utilizada en el seno de la familia y entre los miembros del grupo.

Tradiciones: La indumentaria tradicional ha desaparecido por completo desde hace muchos años. El vestido tanto del hombre como de la mujer, no permite distinguir a los mayos de los otros pobladores de la región. La unidad social la constituye la familia nuclear en la que la autoridad del padre es indiscutible. A la muerte de éste asume su lugar el hijo mayor. Sin embargo, quien administra el dinero obtenido es la mujer. Es frecuente que en la familia vivan uno o más parientes de edad avanzada, que no tienen otras personas que los cuiden. Predomina la monogamia y el matrimonio endogámico dentro del grupo, aunque debido a la convivencia con el mestizo y las posibilidades económicas de algunos mayos, cada vez son más frecuentes los matrimonios exogámicos. También son numerosos los casos de unión libre. Se acostumbra tanto el rapto de la novia como la petición de ésta por los padres del novio. En las comunidades más tradicionales se conserva aún el cargo de "gobernador", que es la primera autoridad dentro de la misma. Su elección se realiza anualmente, por medio de un plebiscito en el que votan todos los miembros adultos de la comunidad. El "gobernador" tiene, en lengua mayo, el nombre de Cabanahua, que significa "cabeza de pueblo". Sus ayudantes son conocidos como "chicoteros" y su función es la de aplicar los castigos que decretan los "gobernadores", de acuerdo a la magnitud de la falta cometida. Estos ayudantes tienen que ser jóvenes y fuertes. Ellos se consideran católicos pero sus festividades están fuertemente marcadas por las religiones politeístas del pasado. Sus fiestas más sobresalientes son la semana santa, San Juan, Virgen de Guadalupe. Durante muchas de las festividades son coronadas con las danzas del venado y la pascola.


Cocina: La alimentación, sin embargo, es variada ya que se complementa el producto de la pesca y la caza. El platillo tradicional es la machaca, carne de res seca y aplanada, la que se cocina con huevos, en una especies de puchero denominado huacavoque. La pesca, de tipo costero, además de diversificar y complementar la alimentación, los excedentes se venden a las compañías empacadoras locales.

Economía: La principal actividad mayo es la agricultura. Los ejidos producen cártamo, maíz, trigo, frijol, soya entre otros hasta dos veces por año. Coexisten en la región la tenencia de la tierra ejidal, comunal y la pequeña propiedad, con predominio de la primera, particularmente en los distritos de riego, en los que el promedio de la parcela es de 3 hectáreas, con una alta productividad. En esta zona de riego se cuenta con una tecnología avanzada que va desde la preparación de suelos con maquinaria, empleo de fertilizantes y control de plagas. En ocasiones, sin embargo, por falta de créditos oportunos y suficientes, los indígenas se ven obligados a rentar sus parcelas en cantidades muy inferiores a los rendimientos que producen las mismas. La mecanización ha dado lugar al desplazamiento de la mano de obra agrícola y, consecuentemente, a la emigración temporal o permanente de buen número de los habitantes de la zona.

TARAHUMARAS Del nombre Los tarahumaras se llaman a sí mismos Rarámuri, que significa corredores a pie; proviene de las raíces: rara (pie) y muri (correr). Para ellos es sinónimo de las personas o los humanos. A los mestizos en general se les designa con el


término chabochi, que significa los que tienen barbas, y a los que conviven con ellos y comparten su cultura, les llaman napurega rarámuri. Localización Habitan la parte de la Sierra Madre Occidental que atraviesa el estado de Chihuahua y el suroeste de Durango y Sonora. Comparten este territorio con los tepehuanes, pimas, guarojíos y mestizos. De los grupos originarios de la región es el más numeroso y habita un espacio más amplio que los demás, por lo que a su territorio también se le denomina sierra Tarahumara. La sierra Tarahumara está formada por elevadas montañas que alcanzan de 2 000 a 3 000 msnm y profundas barrancas. Se le ha dividido geográficamente en Alta y Baja Tarahumara. Este grupo vive de manera dispersa en rancherías y pueblos en los municipios de Guadalupe y Calvo, Morelos, Balleza, Guachochi, Batopilas, Urique, Guazaparez, Moris, Uruachi, Chínipas, Maguarichi, Bocoyna, Nonoava, Carichí, Ocampo, Guerrero y Temósachi. Lengua La lengua tarahumara forma parte de la familia yuto-azteca, que se extiende desde Utah en los Estados Unidos hasta Centroamérica y está considerada junto con el concho y el guarojío dentro del subgrupo cahíta-ópata-tarahumara, emparentado con el subgrupo pima-tepehuano y el cora-huichol. La diversidad de lenguas yuto-aztecas que se hablan en el noroeste de México puede ser indicativa de que los hablantes de estas lenguas han ocupado el territorio por miles de años. Existen diferencias dialectales en la lengua tarahumara que, sin llegar a ser muy profundas, provocan una cierta inteligibilidad entre todos los hablantes de tarahumara Vivienda Los tarahumaras habitan en ranchos; su vivienda consiste en una casa-habitación, un granero y un corral de madera. Las casas se construyen con madera, adobe, cantera o piedra, dependiendo del material que haya en la región. Lo más común es encontrar viviendas hechas de troncos de pino dispuestos de manera horizontal, uno sobre otro, con techo de canoa o de vigas de dos aguas; los troncos son ensamblados en las esquinas y las rendijas son tapadas con una mezcla de lodo. Generalmente la vivienda consta de un solo cuarto pero también las hay de dos o más. El mobiliario consiste en una estufa o calentón hecho de lámina, el metate, utensilios de cocina, una estructura de madera que sirve de cama y cobijas. La vivienda se utiliza para guarecerse del frío o la lluvia, pero es muy común que la gente duerma y cocine a la intemperie. Para construir una casa generalmente se organiza una tesgüinada. Actividades económicas Los tarahumaras fabrican objetos para satisfacer las necesidades de la familia, tanto para el uso cotidiano como para las ceremonias y rituales. La producción de estos objetos está dirigida primeramente al autoconsumo y el excedente se comercializa. Las mujeres hacen ollas de barro, cajetes, platos, vasos, tazas y jarros; en algunos lugares también usan la palma y palmilla para tejer canastas de diversos tamaños. Los hombres fabrican violines, bolas, arcos y tambores, bateas, cucharas y tallan figuras con madera. Unos y otros tejen cobijas y fajas de lana con figuras geométricas. La artesanía producida se vende en Creel, Carichí, Batopilas, Guachochi y Bocoyna. Algunos forasteros se acercan a los pueblos para comprar artesanía y exportarla Para los tarahumaras la principal actividad para su subsistencia es el cultivo del maíz. Alrededor de él se organiza la mayor parte de su vida cotidiana y ceremonial. Las tierras de cultivo se hallan dispersas en pequeñas mesetas y laderas, lo que influye en la dispersión de los asentamientos que se organizan en rancherías. La fragilidad del suelo sólo permite el trabajo agrícola con instrumentos manuales y de tracción animal. Se utiliza el estiércol de ganado caprino y vacuno para la fertilización de los campos, aunque en algunos lugares se depende de los fertilizantes químicos. Aunque existe un rango de variabilidad, se calcula que la siembra de diez litros de maíz son suficientes para cubrir los requerimientos de una familia. Ésta es la encargada de realizar las labores agrícolas y en caso necesario es apoyada por familias de las rancherías vecinas que son invitadas a una tesgüinada donde se bebe tesgüino, que se prepara con maíz fermentado y se ofrece a quienes ayudan en el trabajo. Las tesgüinadas son ocasiones de convivencia social y a través de ellas se crean y reproducen lazos de reciprocidad. El trabajo agrícola no es sólo una actividad estrictamente económica, sino que involucra también a la organización y a la religiosidad tarahumara. La cría y el cuidado del ganado es también una actividad importante sobre todo en los municipios de Balleza, Carichí y Nonoava. Para el tarahumara la posesión de animales: vacas, caballos, cabras, borregos o gallinas, es un símbolo de


riqueza. Complementan su economía con la venta de artesanías a turistas, el empleo asalariado en los aserraderos o centros de población más cercanos, así como la migración en busca de empleo a los estados de Sonora, Sinaloa y Durango. Fiestas El calendario festivo está estrechamente relacionado con el ciclo agrícola. Las fiestas más importantes son el día de La Candelaria, Semana Santa, la fiesta del patrón de la iglesia, la Purísima Concepción, la Virgen de Guadalupe, la navidad, el fin de año y la Epifanía. En las ceremonias se llevan a cabo las danzas de Matachines y Yúmari -excepto en Semana Santa en que se baila Fariseos y Pascola- y se ofrece tesgüino y comida a Onóruame, que se comparte con los asistentes a la celebración

PURÉPECHAS Del nombre Este pueblo indígena de las regiones lacustre y montañosa, del centro de Michoacán, se llama a sí mismo P'urhépecha, y cada uno de sus integrantes es un p'urhé o p'uré que significa gente o persona; esto implica una autoafirmación como seres humanos y pueblo en general. Desde la Conquista y hasta hace unos cuantos años, este pueblo era conocido como tarasco; sin embargo, esta denominación es externa y les fue impuesta por los conquistadores. Localización El actual área p'urhé se extiende a lo largo de 6 000 km2 de los 60 000 que tiene el estado de Michoacán, en la región norcentral de la entidad. Esta área se ubica entre los 1 600 y 2 600 msnm y se le denomina P'orhépecheo o Purhépecherhu, que significa "lugar donde viven los p'urhé". El área se ha subdividido tradicionalmente en cuatro regiones: Japóndarhu (lugar del lago), Eráxamani (Cañada de los once pueblos), Juátarisi (Meseta), la ciénega de Zacapu y antiguamente se agregaba otra región: Jurhío (lugar de la tierra caliente). La población p'urhépecha se concentra sobre todo en 22 municipios: Coeneo, Charapan, Cherán, Chilchota, Erongarícuaro, Los Reyes, Nahuatzen, Nuevo Parangaricutiro, Paracho, Pátzcuaro, Periban, Quiroga, Tancítaro, Tangamandapio, Tangancícuaro, Tingambato, Tinguindín, Tocumbo, Tzintzuntzan, Uruapan, Zacapu y Ziracuaretiro; sin embargo, los hablantes de la lengua p'urhé se distribuyen en 95 de los 113 municipios del estado. Las localidades indígenas se caracterizan por tener un asentamiento de tipo compacto; hay municipios y poblados que tienen anexos, esto es, localidades periféricas con unas cuantas viviendas, por lo que en tal caso, se puede hablar de asentamientos mixtos. La población mestiza vive sobre todo en los centros urbanos que rodean el área


Lengua El idioma p'urhé no tiene parentesco lingüístico cercano con ninguna de las lenguas originales que se hablan en México. Se reconocen tres variantes dialectales: la de la región lacustre, central y serrana. En el registro de los censos se puede apreciar la sensible disminución de los hablantes de la lengua p'urhé a lo largo del tiempo; sin embargo, a partir de 1980 ha dado inicio un movimiento de apoyo a través de la Academia de la lengua purhé y el trabajo del Centro de Investigaciones de la Cultura p'urhépecha, para el fortalecimiento de esta lengua con el establecimiento de su abecedario Economía La economía del pueblo p'urhé ha estado sustentada en actividades primarias tales como la agricultura, la pesca, la recolección y la cacería. En el sector secundario son importantes la producción de artesanías y el comercio. Mención especial merece el intercambio entre la tierra fría y la tierra caliente de la costa, de las materias primas fundamentales. Las unidades familiares realizan una gran cantidad de actividades para la reproducción social y la obtención de ingresos, por ejemplo, un autor señala como actividades distintivas la agricultura, el tejido de tule, la pesca, el comercio, el trabajo asalariado en la agricultura o la producción artesanal de madera y la migración temporal. Actualmente las familias p'urhé practican una economía ya muy diversificada, en relación con la introducción en la región de relaciones mercantiles y de apertura del área al turismo nacional e internacional. A la agricultura, la pesca, la caza, la explotación forestal, las artesanías y el comercio, debemos agregar la ganadería iniciada hacia el siglo XVI y la incipiente industria textil, forestal y de carne vacuna cuyos comienzos se remontan hacia finales del siglo XIX, así como al procesamiento de carne de pescado y textiles iniciado hacia la década de los setenta del siglo XX. El Lago de Pátzcuaro tiene un relativamente conservado hábitat a pesar de presentarse procesos de deforestación y erosión del suelo; la contaminación es moderada y sólo tiende a ser crítica en la parte cercana a la ciudad de Pátzcuaro. Esto se debe fundamentalmente a que las comunidades indígenas de la región del lago han estructurado un manejo colectivo de conocimientos y actitudes que han favorecido el uso sustentable y conservacionista de la naturaleza. En este manejo colectivo destaca el que la apropiación indígena de los recursos naturales se basa en el principio de la diversidad de recursos, por encima de la especialización y en un conocimiento global del entorno que tiene que ver con el conjunto de actividades productivas Fiestas De acuerdo con datos proporcionados por un censo levantado por una institución estatal, en Michoacán había 520 danzas y otras 156 en desuso. Las danzas del ciclo de la cosecha (otoño-invierno) son las de los Viejitos, los Huacaleros, los Jóvenes y los Negritos, además de Dos bailadores, la danza del Pescado (en la región del Lago) y las de Pastores y Vaqueras. El ciclo se cierra con las danzas del carnaval. Las danzas del ciclo primavera-verano comienzan con el Corpus, donde los gremios bailan y se hace una gran fiesta para todo el pueblo. Se trata de la gran fiesta del trabajo, pues en ella destaca el gremio preponderante de cada comunidad. En la sierra es importante el oficio de panalero; en las poblaciones del Lago, el gremio de los pescadores sobresale en la fastuosidad de la fiesta; los agricultores, que toman parte en la fiesta de todas las comunidades, tienen también un espacio de representación en esta fiesta.


ZAPOTECOS Del nombre El término zapoteco proviene del vocablo náhuatl Tzapotécatl, que significa "pueblo del Zapote". La denominación les fue impuesta por los mexicas debido a la profusión de árboles de zapote en los territorios de los Ben'Zaa o "gentes de las nubes", término en zapoteco con que se identifican entre ellos. Los zapotecos no constituyen un grupo cultural homogéneo; la etnografía los agrupa en cuatro ramas: zapotecos de Valles Centrales, del Istmo de Tehuantepec, de la Sierra Norte o Juárez y zapotecos del Sur. Al interior de cada una existen, a su vez, diferencias culturales, históricas y lingüísticas específicas. Esta monografía se refiere a los zapotecos de Valles Centrales. Localización Los Valles Centrales de Oaxaca se ubican en la parte centro del estado. La región es una de las ocho en que se divide geográfica y administrativamente la entidad. Limitan al oeste con la región de la Mixteca, al noroeste con la Cañada, al norte con la Sierra de Juárez, al este con el Istmo de Tehuantepec y al sur con la Sierra del Sur. En conjunto abarcan 89 municipios en los distritos de Ejutla, Etla, Ocotlán, Tlacolula, Zaachila, Zimatlán y Centro; con una extensión total de 4 873.65 km2. Las alturas oscilan entre los 1 318 msnm en su punto más bajo en el municipio de Santa María Zoquitlán; llegando a 2 050 msnm en San Miguel Peras, Zaachila Lengua El zapoteco pertenece a la familia lingüística zapotecana del grupo otomangue. Es un idioma tonal, del cual existen diversas variantes en la entidad. En Valles Centrales hay diferencias subregionales que hacen difícil la comunicación entre hablantes de los distintos distritos y, como acontece en el distrito de Tlacolula, entre poblados de la misma jurisdicción administrativa, donde las comunidades aledañas a la sierra están influidas por las variantes zapotecas serranas. En términos generales se puede afirmar que el zapoteco de Valles Centrales se subdivide a su vez en las variantes de Etla, Zaachila, Tlacolula, Ejutla y Ocotlán Vivienda En los poblados alternan indistintamente casas de bajareque con techo de zacate, construcciones de adobe con tejas o edificadas con cemento, ladrillo y techo colado o lámina de asbesto. Esta situación muestra las diferencias económicas existentes al interior de cada comunidad. Con excepción de los poblados grandes, cuya calle principal está relativamente pavimentada, la mayor parte de los pueblos presenta calles en que prevalecen la piedra y la tierra apisonada. Artesanías


La especialización artesanal de las comunidades se remonta al periodo prehispánico y constituye el motor fundamental de la compleja red de mercados regionales. Se puede afirmar que las artesanías zapotecas de los Valles Centrales presentan grandes áreas de especialización, entre las que destacan la producción de barro, el tejido de fibras duras y los textiles de lana y algodón, así como el trabajo de la piedra, la madera, la fabricación de mezcal y el curtido y trabajo de pieles. En mayor o menor medida estas actividades están ya determinadas por los requerimientos de un mercado externo no zapoteca, que controla y establece los precios de venta, impone cuotas de producción e influye poderosamente en la paulatina transformación de los sistemas de trabajo tradicionales. Hoy en día, la producción de textiles, de objetos de barro y otros se hace, en muchos casos, a destajo, por encargo de compradores a través de los talleres o de la unidad familiar, lo que implica también la pérdida de técnicas tradicionales y el manejo irracional de los recursos naturales Fiestas Existen diversos tipos de festejos: los de carácter familiar que incluyen bautizos, bodas, matrimonios y ritos funerarios. En estas fiestas existe una amplia gama de padrinazgos que cubren los gastos de las diferentes etapas de las ceremonias; para los padrinos esto implica un alto gasto económico. Donde persiste la división en barrios es frecuente la presencia de festividades alusivas a los patrones de los mismos. A nivel comunitario, cada poblado festeja, por lo menos, la fiesta del santo patrón, donde se mezclan danzas tradicionales con grupos tropicales y norteños. También es frecuente la presencia de ferias con juegos mecánicos, puestos de comida y juegos electrónicos. La organización de estos festejos está a cargo de comités electos por las autoridades. Destacan las celebraciones de la Cruz de Mitla el 1 de enero, La Candelaria, el Carnaval y la Virgen de la Soledad, patrona de la ciudad de Oaxaca

TEPEHUANES Del nombre El nombre de tepehuanes, tepehuanos o tepehuán es sin duda de origen náhuatl, derivado de tépetl, cerro y huan, partícula posesiva; es decir, "dueño de cerros". Otra interpretación señala que el término tepehuani significa "conquistador o vencedor en batalla". Los tepehuanes se llaman a sí mismos o'dam, "los que habitan". Se les nombra tepehuanes del sur para distinguirlos de los tepehuanes del norte que viven en el estado de Chihuahua, quienes están más emparentados en muchos sentidos con los tarahumaras. Localización Los o'dam habitan principalmente en el extremo sur del estado de Durango, región que forma una media luna que alcanza a tocar los estados de Nayarit y Zacatecas. Sus asentamientos se ubican entre los 2000 msnm en la montaña,


hasta los 400 m sobre el nivel del mar, en las barrancas; se encuentran dispersos y en número no exceden los mil habitantes. La mayoría de los tepehuanes forman parte de siete comunidades ancestrales que administran la tierra bajo el régimen de propiedad comunal: San Bernardino Milpillas Chico y San Francisco de Lajas en Pueblo Nuevo, Durango, María Magdalena Taxicaringa, Santiago Teneraca, San Francisco Ocotán y Santa María Ocotán en Mezquital, Durango, San Andrés Milpillas Grande en Huajícori, Nayarit Lengua El idioma de los o'dam pertenece al tronco yuto-azteca en su rama primaria. Dentro de la misma lengua tepehuana hay diferencias dialectales (de fonética y léxico) entre los que viven en el Mezquital y Pueblo Nuevo, lo que no impide la mutua inteligibilidad. Es frecuente encontrar casos de trilingüismo, sobre todo en las zonas interétnicas donde algunos aprenden otra lengua indígena, ya sea por el trato frecuente o por la unión matrimonial de hablantes de diferentes lenguas Vivienda Los tepehuanes llegan a tener dos o más casas. La principal se construye en una ranchería cercana a la familia del hombre. La misma familia puede tener también una casa en la comunidad para asistir a fiestas o asambleas. Otro tipo de residencia es la que instala una pareja junto con sus hijos en el lugar donde trabajan la milpa. Alternan, pues, la convivencia de varias familias con el aislamiento en sus rancherías dispersas; esto obedece a sus necesidades productivas y de participación ritual. Es un patrón regular que cada pareja tenga su cuarto y comparta una cocina común aparte. Acompañan a esta distribución ancestral un carretón o troje, y corrales o chiqueros para los animales. Los materiales de construcción son diversos. Predominan las casas de madera (tablas o troncos); siguen las de adobe, las de piedra con lodo y, en los pueblos, las construcciones de concreto. Los techos de lámina y cartón son más comunes que los cada vez más escasos de bajareque y paja. Los techos son de dos aguas. Como característica particular puede observarse que las habitaciones se levantan a medio metro del piso y se limpia su contorno para impedir la entrada de alacranes y otros animales. Artesanías Los artículos de mayor demanda en el exterior, por su rica decoración, son los morrales de estambre (de telar o punto de cruz) y las redes (de ixtle o cordón plástico). Otros productos solicitados son los sombreros de soyate decorados también con estambre, los equipales y bancos, las pipas de carrizo y las ollas, comales y platos de barro crudo sin decoración. Hacen muñecos y animalitos rústicos con barro para jugar, además de carritos de madera de hasta un metro de largo. Se hace una que otra máscara de madera sin pintar para las fiestas. Sin embargo, no se ha dado una comercialización sistemática de estos productos. Territorio, ecología y reproducción social El territorio de las siete comunidades tepehuanas abarca oficialmente 9 379 km2. Se ubica en las inmediaciones de la Sierra Madre Occidental, en una zona templada subhúmeda de superficie abrupta. Los suelos son de diversos tipos, predominan los arcilloso-arenosos. El clima va de templado a frío en las partes más altas (caen heladas y nevadas en invierno) y es cálido a todo lo largo de la barranca del río San Pedro. La estación de lluvias dura de junio a octubre con una precipitación promedio de 500 mm. La fauna es muy variada; hay tigrillo, venado, puma, armadillo, zorrillo y jabalí; guajolote silvestre, codorniz, urraca, perico y guacamaya; coralillo, cascabel, chirrionera, tilcuate, alicante, tortuga y según algunos, caimanes en el río San Pedro. De éste se obtiene camarón de río, acamayas y huachinango para autoconsumo. La flora predominante en las barrancas son los huisaches, guamúchiles, capomos, y los árboles frutales como el guayabo, el mango, el ciruelo, el plátano, el limón, el naranjo, el arrayán, el aguacate y el zapote. En época de lluvias abundan las enredaderas y los pastos. En la montaña, los recursos principales son los bosques de coníferas y los pastizales. Se estima que más del 75% de la región está cubierta de árboles perennes y que la mitad de ellos son pinos y cedros maderables. La explotación de este producto es la mayor fuente de riqueza y el vinculo indiscutible con la vida nacional. Las compañías madereras iniciaron la explotación mediante concesiones, a cambio de dinero por millar de árbol talado. Con el paso del tiempo se instalaron aserraderos que hacen más eficaz la explotación del bosque y de los comuneros, que a veces trabajan como peones para las compañías taladoras; sin embargo, es frecuente que suspendan la jornada por fallas mecánicas o por falta de diesel. La actividad ganadera es la más relevante, pues participan en ella todos los comuneros, crían de preferencia el ganado vacuno, caprino y en menor escala el ovino y porcino. No existen buenos pastizales, por lo que se practica la ganadería extensiva. No se produce maíz suficiente, ni siquiera para el autoconsumo, pues éste se cultiva en las laderas, con muy bajo rendimiento, con el palo sembrador o coa. Para complementarse, las familias deben comprar maíz en las tiendas Conasupo.


En algunas zonas se destila mezcal para vender en la región, y en las recónditas quebradas de San Francisco se han sembrado a veces amapola y marihuana; estas actividades sólo han dejado problemas a las comunidades. Si bien desde hace años los tepehuanes bajan a la costa de Nayarit para contratarse en las plantaciones de tabaco y plátano, con el recrudecimiento de las condiciones económicas, la migración ha aumentado al grado de que todos los años van a trabajar al valle de Culiacán y a Canatlán, Durango. La migración a Estados Unidos es mínima. El dinero que obtienen se utiliza para patrocinar fiestas o comprar maíz y pagar créditos agrícolas Fiestas Cada comunidad cuenta con un ciclo distinto de fiestas, introducidas a raíz de la evangelización colonial, que son patrocinadas por los mayordomos, elegidos con un año de anticipación, para que reúnan los fondos necesarios para pagar los adornos y la res que se sacrifica en ofrenda al santo conmemorado. La ceremonia se inicia en la víspera con la colocación de velas y con el rezo, mientras los músicos tocan varias canciones con guitarra y violín. Al día siguiente, las autoridades entregan sus varas y ceden el poder al santo. Los mayordomos encabezan la procesión para llevar al santo a una capilla cercana. Allí se le entregan las ofrendas, se presenta la Danza de matachines y se reparte comida a los asistentes. Se hace el cambio de mayordomos y se lleva de nuevo el santo a la iglesia. A veces la ofrenda dura otros cuatro fines de semana. Las fiestas de mayor importancia son las de Semana Santa, ligadas a los tiempos de sequía y la de San Miguel y San Francisco, relacionadas con los elotes. Comparada con el mitote, la fiesta es un evento más profano. FUENTE:

http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=1387&Itemid=24 Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas


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