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ÁMBITO ECLESIAL

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DOCUMENTOS

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“Esta Red cuenta con aproximadamente 40 integrantes y tiene presencia en Oficinas Centrales y Delegaciones Regionales del Instituto, llevando a cabo reuniones mensuales para dar seguimiento a los acuerdos y nuevos proyectos”, indicó en un comunicado. (jornada.com.mx) 1805/2020

36.Los dirigentes de las iglesias noruegas instan a la protección de los pueblos de la Amazonia durante la pandemia de

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COVID-19 Las iglesias de Noruega han sumado su voz a la alarma por los pueblos de la Amazonia ante la creciente propagación del coronavirus. En una carta a la embajada de Brasil, la Iglesia de Noruega y la Iglesia Católica Romana en Noruega expresaron conjuntamente su solidaridad con el pueblo brasileño. “En calidad de iglesias noruegas, mantenemos un estrecho contacto con nuestras hermanas y hermanos de fe en Brasil, y estamos al día sobre sus esfuerzos para prestar servicio a sus comunidades en estos tiempos de crisis”, dice la misiva. “Estamos verdaderamente preocupados por la propagación incontrolada de la COVID-19 en la Amazonia, y el consiguiente colapso de los sistemas sanitarios”, afirma la carta, enviada el 12 de mayo, y firmada por el obispo presidente de la Iglesia de Noruega, Olav Fykse Tveit, y el obispo de la Diócesis Católica de Oslo, Can. Reg. Bernt Ivar Eidsvig. El 4 de mayo, la Conferencia Nacional Católica Romana de los Obispos de Brasil (Comisión Epsicopal para la Amazonia) publicó una declaración que afirma que la realización de pruebas no es suficiente para conocer la expansión real del virus. “Muchas personas con claros síntomas de la enfermedad mueren en sus casas, sin asistencia médica ni acceso a un hospital”, dice el documento. “Ante esta situación de pandemia, corresponde a las autoridades públicas aplicar estrategias responsables para atender a los sectores más vulnerables de la población”. Los pueblos indígenas y comunidades tradicionales –al igual que muchos otros grupos–están en grave peligro, prosigue la declaración. “Aparte de los pueblos de la selva, también la población urbana, sobre todo en las periferias, se exponen a una mayor degradación de sus condiciones de vida, debido a la ausencia de servicios sanitarios básicos, viviendas dignas, alimentos y empleo”, dice el texto. “Son migrantes, refugiados, población indígena urbana, trabajadores industriales, empleados del hogar; personas que viven del trabajo informal y que piden la protección de su salud”. La minería del oro, las actividades extractivas y la deforestación han agravado aún más la vulnerabilidad, destaca el mensaje: “Cuanta más devastación haya en la Amazonia, más pandemias se sucederán, y serán peores que la que vivimos hoy”, advierte la carta. (oikoumene.org) 18/05/2020

37.Teología para Millennials: “Y que el CO

VID los una” Ciudad de México. Como cada lunes, el padre Mario Arroyo Martínez Fabre, bajo el lema “Teología para Millennials” analiza en zenit un tema de actualidad en la Iglesia. Esta semana, el sacerdote parte de la premisa de que “la humanidad forma una unidad, una gran familia”, y que, “por encima de los egoísmos e individualismos, aletea un espíritu de comunión”, para comparar dos visiones aparentemente opuestas, pero con la misma conclusión: la del Papa Francisco y la del intelectual ateo Yuval Noah Harari El presbítero es licenciado en Filosofía por la Universidad Panamericana, Ciudad de México. Además, tiene un doctorado en Filosofía por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Roma. Actualmente vive en México y es profesor de Teología en la Universidad Panamericana.

“Y que el COVID los una”

En medio de la vorágine de la pandemia, hemos podido palpar una vez más, algo que parecía olvidado, incluso superado: que la humanidad forma una unidad, una gran familia, y que, por encima de los egoísmos e individualismos, aletea un espíritu de comunión. La desgracia nos ha unido, reuniendo a quienes antaño eran antagonistas. El dolor ha tenido la virtualidad de suturar las fracturas de nuestra civilización doliente. Uno de los ámbitos donde gozosamente esto se ha hecho patente, es en el marco religioso, donde por una vez creyentes en Dios y ateos beligerantes vamos de la mano en busca de un fin común, ofreciendo la misma medicina para paliar el colosal problema que juntos enfrentamos, y que solamente unidos podremos superar.

No deja de sorprender, en este sentido que el Papa Francisco, portavoz de quienes creemos en Dios, y Yuval Noah Harari, adalid de quienes niegan su existencia, ofrezcan el mismo consejo, la misma receta, para hacer frente a la pandemia. Dejemos que sean ellos los que lo digan. Como “la edad va antes que la belleza”, escuchemos primero a Francisco, que nos habla del tema en las dos bendiciones “Urbi et Orbi”, la extraordinaria del 27 de marzo y la pascual del 12 de abril.

En la primera dice: “Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos. Como esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: „perecemos‟ también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino sólo juntos”.

En la segunda fue más enfático: “Este no es el tiempo de la indiferencia, porque el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido para afrontar la pandemia… Que estos hermanos y hermanas más débiles, que habitan en las ciudades y periferias de cada rincón del mundo, no se sientan solos… Este no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos nos une a todos y no hace acepción de personas… Es muy urgente, sobre todo en las circunstancias actuales… que todos se reconozcan parte de una única familia y se sostengan mutuamente… Este no es tiempo de la división…Las palabras que realmente queremos escuchar en este tiempo no son indiferencia, egoísmo, división y olvido. ¡Queremos suprimirlas para siempre!”. Por su parte, Yuval Noah Harari, quizá el intelectual ateo más relevante en la actualidad, una vez que Stephen Hawking ha muerto, afirma en una entrevista reciente: “El mayor peligro son las personas, no el virus. Si colaboramos a nivel nacional e internacional, saldremos adelante sin ninguna duda. Pero el problema de verdad es la falta de unidad global… Necesitamos colaboración e intercambio con otros países, pero lo que está ocurriendo en estos momentos es terrible. En lugar de una producción conjunta de test, ropa de protección y respiradores y de un reparto coordinado entre todos los países, lo que estamos viendo es que los más ricos tratan de hacerse con todo. Cada uno va a lo suyo. Los estados tendrían que tenderse la mano en vez de dejar de lado a las víctimas. Deberían compartir información honesta y veraz y no pensar solo en su economía. Pero eso exigiría un elevado nivel de confianza internacional… El remedio contra el coronavirus no es separarse, sino mantenerse unidos”. El creyente y el ateo, el Papa y el intelectual, claman por la unidad. Uno en plan positivo, el otro en negativo, el primero pone el énfasis en lo que deberíamos hacer, el segundo en lo que no hemos hecho, pero el diagnóstico es el mismo: solo unidos saldremos adelante, solo unidos hay futuro, solo unidos superaremos la pandemia. Y al hacerlo, ateos y creyentes dan un bello ejemplo de unidad, poniendo el acento más en lo que tenemos en común: nuestra común condición humana; que no en las creencias que nos dividen, pues mientras unos creemos en Dios, otros creen que no existe. Ambos insisten, también, en aprovechar la pandemia para reflexionar y corregir lo que no va bien en nuestra civilización, ¿no es curioso como la espiritualidad cristiana y la atea pueden ofrecer el mismo diagnóstico descubriendo la misma oportunidad? (es.zenit.org) 18/05/2020

38.Juan Pablo II sus claroscuros: Bernardo

Barranco A cien años de su nacimiento, México no puede ser indiferente ante el Papa Juan Pablo II (1920-2005) quien tuvo una particular predilección por nuestro país. Sus cinco visitas así lo muestran. El pueblo se le entregó en las diferentes etapas. Como el joven y apuesto “Atleta de Dios” (1979) hasta el anciano patriarca (2002). Se recuerda su despedida: Me voy, pero no me voy. Resuenan las declaraciones de Mijaíl Gorbachov, líder de la desaparecida URSS, revela: “ahora se puede decir que ninguno de los acontecimientos políticos de Europa del Este habría podido ocurrir jamás sin la actividad política de este papa”. Wojtyla fue determinante en el derrumbe socialista y el fin de la guerra fría. Karol Wojtyla fue canonizado en 2014 como el último héroe de la fe de un catolicismo que hoy se tambalea. Su carisma fue portentoso, su largo pontificado fue glorioso y en cierto sentido provocó la ilusión de una Iglesia sólida, segura, portadora de orientaciones civilizatorias definitivas. Una Iglesia planetaria y viajera con capacidad de convocatoria, contundencia mediática sustentada en la innegable personalidad de Juan Pablo II. Sin embargo, su pontificado fue conservador, clericalista, autoritario e inhibió el poderoso catolicismo latinoamericano bajo la sospecha de la infiltración marxista. Juan Pablo restauró con firmeza el mando de la silla de Pedro, afirmó la centralidad de una curia romana co-

rrupta. Impuso disciplinas realineando iniciativas Concilio. El Papa Juan Pablo II preservó la identidad religiosa frente a una realidad secular que demandaba cambios. Mi maestro, Emile Poulat lo definía un Papa Polaco: mesiánico, con vocación popular, ortodoxo doctrinalmente y antimarxista. Su pontificado está lleno de paradojas. Confirma el Vaticano II sin embargo lo neutraliza. Utilizó las técnicas más modernas de comunicación para manifestar posturas conservadoras. Fue defensor de los derechos humanos, pero rechazó las reivindicaciones de las mujeres y combatió con severidad a los teólogos disidentes. Sus múltiples viajes se decían pastorales, pero en realidad resultan muy políticos. Un Papa intelectual en sus encíclicas de lenguaje inaccesible para las mayorías se presenta ante las masas del Tercer Mundo como un líder con ciertos rasgos populistas que conmueve las emociones de muchedumbres. Un pontífice muy abierto en lo social, sensible ante la pobreza e injusticias, pero reacio a que los laicos católicos asumieran compromisos con los pobres sin la supervisión clerical de la doctrina. Finalmente, el mayor reproche que los mexicanos le hacemos fue haber solapado la pederastia y protegido al depravado Marcial Maciel y sus corrompidos Legionarios de Cristo. https://www.milenio.com/opinion/bernardobarranco/posteando/juan-pablo-ii-susclaroscuros?fbclid=IwAR3- _4gXVRV2RMqv4uMWGVjE8rMAAeOWvhXLNRjdYdRr S8LyG_u64Bavck0 (milenio.com) 18/05/2020

39.Empañan centenario de Juan Pablo II con documental de pedofilia Varsovia. El centenario del nacimiento del papa Juan Pablo II, celebrado solemnemente en Polonia este fin de semana, se vio empañado por la difusión el sábado de un documental sobre actos pedófilos en el seno de la Iglesia Católica, encubiertos por un obispo local citado por su nombre. Inmediatamente después de la difusión de la proyección "El juego del escondite", seguida en directo en Youtube por unas 80.000 personas, el primado de Polonia, el arzobispo Wojciech Polak, pidió a la Santa Sede que "abra procedimientos" sobre los casos citados. El documental, segundo de su tipo, realizado por el periodista independiente Tomasz Sekielski, evoca en detalle la historia de dos hermanos, víctimas de abusos sexuales cometidos por un sacerdote que goza de la protección tácita pero evidente de Edward Janiak, hoy obispo titular de Kalisz (centro). "La proyección que acabo de ver muestra que no se respetaron las normas de protección de los niños y los adolescentes vigentes en la Iglesia", reaccionó el primado de Polonia, en un mensaje de video difundido por la agencia católica KAI. "En mi calidad de delegado del Episcopado para la protección de los niños y de los adolescentes, pido a la Santa Sede, a través de su nunciatura, que inicie un procedimiento en virtud del motu proprio (una carta apostólica) del papa Francisco sobre la omisión de una reacción legalmente obligatoria", insistió. El documental anterior de Sekielski, titulado "No se lo digas a nadie", publicado hace un año, fue visto casi 23,5 millones de veces en Youtube. En ese momento provocó gran conmoción y una serie de reacciones al más alto nivel de la jerarquía eclesiástica y el poder, pero desde entonces desapareció prácticamente del espacio público. Las dos películas plantean la cuestión de la responsabilidad de la jerarquía católica, sin profundizar la de la falta de reacción durante el largo pontificado de Juan Pablo II, siempre venerado en Polonia. Sekielski ya anunció un nuevo documental sobre "el papel de Juan Pablo II en el encubrimiento de crímenes cometidos por sacerdotes". Una serie de manifestaciones, misas, conciertos difundidos en internet, en la radio y en la televisión, están previstos para celebrar la memoria siempre viva de San Juan Pablo II, nacido el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, en el sur de Polonia. (jornada.com.mx) 16/05/2020

36 40.Martini, sobre Wojtyla: "Era un hombre de Dios, pero no es necesario hacerlo santo" Tamayo: "Los dos comportamientos más perversos del último siglo en la Iglesia católica fueron el silencio del Pío XII ante el Holocausto, y el silencio y la complicidad del Vaticano, y de amplios sectores de todo el mundo, en relación con la pederastia" Los 'perdedores del Concilio' entre los que se encontraban Wojtyla y Ratzinger, consiguieron encumbrar las tesis más conservadoras, y acabar con las esperanzas de renovación de la Iglesia católica. Al menos hasta ahora Este lunes se cumple el centenario del nacimiento de Karol Wojtyla, hoy san Juan Pablo II. El Papa polaco, el tercer pontífice más longevo en la historia de la Iglesia y el más influyente en los últimos siglos.

Obsesionado con el comunismo, el Papa polaco fue clave en el final de la Guerra Fría, pero también en la restauración de un modelo de Iglesia ortodoxa y rígida, frente a los vientos de reforma surgidos tras el Concilio Vaticano II. Y es que, a lo largo de tres décadas, Juan Pablo II –con la inestimable ayuda de su mano derecha y sucesor, Joseph Ratzinger–se dedicó a fondo a dinamitar esa Iglesia 'en salida' que hoy trata de reivindicar el Papa Francisco, entre crecientes dificultades por los grupos más ultraconservadores. Los 'perdedores del Concilio' entre los que se encontraban Wojtyla y Ratzinger, consiguieron encumbrar las tesis más conservadoras, y acabar con las esperanzas de renovación de la Iglesia católica. Al menos hasta ahora.

El 'legado' de Wojtyla

¿Cuál es el legado, hoy, del Papa viajero? En opinión del teólogo Juan José Tamayo, "Juan Pablo II, con el asesoramiento ideológico del cardenal Ratzinger, convirtió la primavera teológica del Vaticano II en un largo invierno. Condenó las tendencias más creativas de la teología: teología de la liberación, teología feminista, teología del pluralismo religioso, impuso censura a los libros de estas teología, retiró de la cátedra a nuestros libros, nos retiró de las cátedras". Junto a ello, Wojtyla entregó el poder de la Iglesia a los movimientos más conservadores, desde el Opus Dei al Camino Neocatecumenal, pasando por Comunión y Liberación o los Legionarios de Cristo, a cuyo líder, el pederasta Marcial Maciel, el Papa polaco llegó a considerar 'apóstol de la juventud', haciendo oídos sordos a las crecientes acusaciones de abuso sexual contra el religioso mexicano. Porque, además de perseguir a los teólogos progresistas, la otra gran herencia de Juan Pablo II fue el silencio ante el drama de la pederastia en la Iglesia. Durante décadas, la jerarquía eclesiástica minusvaloró y ocultó los abusos a menores por parte de clérigos en todo el mundo, y protegió a los abusadores. El de Maciel fue el caso más paradigmático, pero la lista de depredadores que salieron indemnes durante los años de pontificado de Juan Pablo II (1978-2005) resulta innumerable. Su pontificado estuvo marcado por la lucha de bloques: comunismo-capitalismo, conservadores-progresistas, recta ortodoxia-teología de la Liberación. Juan Pablo II fue un Papa recto, duro, con las ideas muy claras. "¡No tengáis miedo!", proclamaba al comienzo de su Papado. Pero hubo muchos que acabaron temiendo, y mucho, a Wojtyla.

Eliminar la disidencia

Ambos, Wojtyla y Ratzinger, se volcaron en eliminar toda disidencia, especialmente en Latinoamérica, donde la Teología de la Liberación se había convertido en un peligro para los vientos que, entonces, soplaban en Roma. Famosas fueron sus 'broncas' con el arzobispo Óscar Romero –justo antes de su asesinato, en El Salvador–o con el recientemente fallecido Ernesto Cardenal por formar parte del Gobierno sandinista en Nicaragua, o su falta de reacción ante los asesinatos de Ellacuría y compañeros jesuitas en la UCA en 1989. Juan Pablo II fallecía el 2 de abril de 2005, después de varios meses de intenso sufrimiento. Tras su muerte, la proclamación como 'santo súbito', su pronta beatificación y posterior canonización lo convertían en un ser mítico. La elección de Ratzinger como su sucesor parecía suponer que todo estaba atado y bien atado en la Iglesia, pero la histórica renuncia de Benedicto XVI posibilitó un cambio en la Capilla Sixtina. Francisco es, probablemente a su pesar, una suerte de 'revancha' de la Historia de la Iglesia, que está volviendo, medio siglo después (los tiempos de la institución son un misterio) a ese Concilio que quedó congelado durante las décadas de poder de Wojtyla. Paralelamente, la imagen de un Papa santo se ha visto opacada por el drama de los abusos sexuales, y la sensación –cada vez más, la certeza–, de que Roma sabía y que no quiso hacer nada al respecto más que lavar los trapos sucios. El ejemplo del depredador Marcial Maciel, amigo y colaborador del Papa Wojtyla es el más evidente de una lista de casos que, hoy lo sabemos, contaron con el cerrojazo del Vaticano. Nadie investigó, nadie quiso saber. ¿De verdad Juan Pablo II no supo nada?, se preguntan las víctimas, que han llegado a exigir que se revoque su declaración de santidad, algo imposible (e impensable) en la Iglesia católica.

¿Merece ser santo?

El domingo Francisco celebró su misa matutina –la última en ser transmitida online, pues las iglesias italianas y vaticanas vuelven a abrir este lunes–en el altar de su santo antecesor. Pero, ¿merece seguir siendo considerado santo? El sacerdote Celso Alcaina fue funcionario del Vaticano en la década de los 70. Encargado, entre otras cuestiones, de las causas de beatificación romanas, opina que "no se ha tenido en cuenta la repulsa de muchos fieles hacia Juan Pablo II, particularmente –pero no sólo–por la involución operada respecto al Concilio Vaticano II.

También por su conocida desidia o complacencia en el tratamiento de eclesiásticos pederastas". "Era un hombre de Dios, pero no es necesario hacerlo santo", llegó a decir el cardenal jesuita Carlo María Martini, el único contrapeso con cierto nivel que, durante décadas, tuvo el tándem Wojytla-Ratzinger en Italia. El arzobispo de Milán fue uno de los 114 testigos llamados a prestar declaración durante el proceso de canonización de Juan Pablo II y, tal y como revela el historiador Andrea Riccardi, observaba con recelo el que Juan Pablo II fuera a ser proclamado santo. El propio Bergoglio, que finalmente fue quien firmó el decreto de canonización de Wojytla, prestó en su día testimonio en el proceso de canonización y admitió no compartir muchas cosas del Papa polaco. Con su canonización, pareciera que se bendecía todo un pontificado, marcado por la represión de los teólogos progresistas, la restauración del modelo anterior al Concilio y el surgimiento de una Iglesia de la condena en lugar de la propuesta. Para Tamayo, la canonización de Juan Pablo II "no le libera de esos gravísimos errores que tuvo a lo largo de sus 27 años de pontificado". "Los dos comportamientos más perversos del último siglo en la Iglesia católica fueron el silencio del Pío XII ante el Holocausto, y el silencio y la complicidad del Vaticano, y de amplios sectores de todo el mundo, en relación con la pederastia". Para el teólogo, "los abusos fueron un cáncer con metástasis que empezó en la década de los 40 y que nunca se llegó a extirpar. Ambos comportamientos reflejan una falta de misericordia y de compasión con las víctimas que necesitan una condena de la historia". (religiondigital.org) 18/05/2020

41.El vicario, teoría de silencio de la Iglesia Cuando El Vicario se escenificó en Berlín en 1963, desató la indignación de la jerarquía de la Iglesia católica. Su maquinaria propagandística trató de desmontar la tesis que despliega en esa obra Rolf Hochhuth, intelectual y dramaturgo alemán fallecido el pasado 13 de mayo: la complicidad y el silencio que guardó la cúpula vaticana, encabezada por el papa Pío XII, con los regímenes nazi y fascista, en Italia. Luego de estrenarse en otras ciudades europeas, de prohibirse en varios países y de vender más de 2 millones de ejemplares, surgieron más datos de ese comportamiento nada cristiano gracias a historiadores e intelectuales. La escritora Susan Sontag, por ejemplo, publicó un demoledor artículo incluido en su libro Contra la interpretación. Todos coincidieron en que el Vaticano abandonó a su suerte a los perseguidos por el régimen hitleriano y el de Mussolini: judíos, homosexuales, militantes de izquierda, comunistas, minorías raciales, como los gitanos. Y que sus conventos en Italia no fueron refugio para los perseguidos. Sí para proteger criminales una vez terminada la guerra. En El Vicario y en la polémica que sucedió en su entorno, el escritor alemán aclara que muchos cristianos, a título individual, ayudaron a salvar víctimas potenciales del régimen nazi y del fascismo arriesgando sus propias vidas. El papa Juan Pablo II intentó beatificar a Pío XII, pero un nuevo golpe derribó esa intención: la espléndida película de Costa Gavras Amén, (2002), inspirada en la obra de Hochhuth. También Benedicto XVI quiso hacerlo santo en 2009, pero sepultaron la iniciativa la avalancha de protestas de las organizaciones que resguardan la memoria de las víctimas del nazismo y el fascismo. En marzo pasado, Francisco abrió para consulta de los expertos el voluminoso archivo sobre Pío XII. Incluye su papel como delegado pontificio en Alemania (firmó con Hitler un concordato en 1933), y su pontificado (1937- 1958). Ojalá lleguemos a saber más del apoyo que la Iglesia dio al dictador español Francisco Franco, al que proclamó grande por la gracia de Dios. (jornada.com.mx/penultimatum) 22/05/2020

42.El Papa: la misión es un don gratuito del

Espíritu, no el resultado de estrategias Mensaje de Francisco a las Obras Misionales Pontificias: evitar la auto-promoción y la celebración publicitaria de las propias iniciativas. Ser misioneros es el reflejo de la gratitud por lo recibido. El anuncio del Evangelio es "otra cosa con respecto a cualquier proselitismo político o cultural, psicológico o religioso". La misión es un don gratuito del Espíritu y no puede confiarse a "cursos de capacitación dedicados" ni puede confiarse a esos "sistemas eclesiásticos" que "parecen ser absorbidos por la obsesión de promocionarse a sí mismos y sus propias iniciativas", tal vez "en publicidad". Francisco vuelve a reflexionar sobre los fundamentos de la misión cristiana con un mensaje a las Obras Misionales Pontificias (OMP), que deberían haberse reunido en Roma para la asamblea general anual, pospuesta debido a la pandemia.

Fundamentos de la misión

Francisco recuerda que el "rasgo genético más íntimo" de la misión de la Iglesia es "ser obra del Espíritu Santo

y no una consecuencia de nuestras reflexiones e intenciones". Recibir la alegría del Espíritu "es una gracia" y es "la única fuerza que podemos tener para predicar el Evangelio". La salvación "no es la consecuencia de nuestras iniciativas misioneras, ni de nuestros discursos sobre la encarnación de la Palabra" sino que "solo puede suceder a través de la mirada del encuentro con él, que nos llama" y, por lo tanto, puede ser la consecuencia y la reverberación de Alegría y gratitud. Anuncia el Evangelio quien da testimonio de la obra de Otro.

Rasgos distintivos

Tomándolos de la exhortación Evangelii gaudium, Francisco describe los rasgos distintivos de la misión. En primer lugar, el atractivo: la Iglesia crece en el mundo por atracción y no por proselitismo, y "si se sigue a Jesús feliz de sentirse atraído por él, los otros lo notarán". Y pueden sorprenderse". Otras características son la gratitud y la gratuidad, porque "el fervor misionero nunca se puede obtener como resultado del razonamiento o el cálculo", o porque hay una obligación en este sentido, pero es "un reflejo de la gratitud". Luego está la humildad, porque si la felicidad y la salvación "no son nuestra posesión" o una meta alcanzada por nuestros méritos, el Evangelio "solo puede anunciarse con humildad", sin arrogancia. Aún así, existe la característica de facilitar, no complicar: la misión auténtica no agrega "cargas inútiles" a las vidas ya fatigadas de las personas, ni impone "caminos de entrenamiento sofisticados y laboriosos para disfrutar lo que el Señor dona con facilidad". Otras dos características distintivas son la proximidad a la vida "en acción", porque la misión llega a las personas "allí donde están y como están"; el "sensus fidei" del pueblo de Dios y la preferencia por los pequeños y los pobres, que "no es una opción opcional para la Iglesia".

Talentos para desarrollar

Mirando hacia el futuro, Francisco recuerda que las Obras Misionales Pontificias "nacieron espontáneamente, del fervor misionero expresado por la fe de los bautizados" y están vinculadas al sensus fidei del Pueblo de Dios. Avanzaron en los dos caminos de oración y caridad; siempre han sido estimados por la Iglesia de Roma, y su vocación nunca ha sido vista como un "camino alternativo", una afiliación "externa" respecto a las formas de vida ordinarias de las Iglesias particulares. Se han convertido en una red generalizada en todos los continentes: una pluralidad que debe protegerse de las "aprobaciones ideológicas".

Errores a evitar

Luego, el Papa enumera algunas patologías que se ciernen en el camino de las Obras Misionales Pontificias. La primera es la autorreferencia, con el riesgo de prestar atención a la auto-promoción y celebrar las propias iniciativas en clave publicitaria". Luego está la ansiedad de mando, es decir, el reclamo de ejercer funciones de control hacia las comunidades a las que estos cuerpos deberían servir. Aún así, existe la patología del elitismo, la idea tácita de creer que pertenece a "una clase alta de especialistas". Está el aislamiento del pueblo, visto como "una masa inerte, que siempre necesita ser revivida y movilizada", como si "la certeza de la fe fuera la consecuencia de un discurso persuasivo o métodos de entrenamiento". Otros escollos están representados por la abstracción y el funcionalismo, porque todo se centra "en la imitación de modelos de eficiencia mundanos".

Consejos para el camino

Francisco sugiere a las Obras Misionales Pontificias que preserven o redescubran su inserción "dentro del Pueblo de Dios", sumergiéndose en la vida real de las personas y entrelazándose con la red eclesial de diócesis, parroquias, comunidades y grupos. También las pide que permanezcan atadas a las prácticas de oración y a la recolección de recursos para la misión, también buscando nuevas formas, pero sin "complicar lo que es simple". Las Obras Misionales Pontificias "son y deben ser vividas como un instrumento de servicio a la misión en Iglesias particulares": no hay necesidad de súper estrategas o "gerentes centrales" de la misión, a quienes debe delegarse la tarea de despertar el espíritu misionero. Deben operar en contacto con todas las realidades, sin esterilizarse nunca en una dimensión exclusivamente burocrática-profesional. Francisco pide mirar afuera, no mirar en el espejo, aligerando las estructuras en lugar de hacerlas más pesadas.

Donaciones

El Papa pide no transformar las Obras Misionales Pontificias en una ONG dedicada por completo a recaudar fondos. Si en algunas áreas falla la recolección de donaciones generalizadas, uno no debe verse tentado a cubrir el problema simplemente yendo en busca de grandes donantes. Es bueno que la solicitud de ofertas para las misiones "continúe dirigida principalmente a toda la multitud de bautizados", centrándose también de una nueva manera en la colecta en las iglesias de todos los países en octubre, con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones.

En el uso de los fondos recaudados, es necesario tener en cuenta las necesidades primarias de las comunidades, evitando formas de bienestar que corran el riesgo de alimentar fenómenos de "patrocinio parasitario" en la Iglesia también. Y no debemos olvidar a los pobres. Las OMP, con su red, refleja un pueblo con mil rostros y, por lo tanto, no debe imponer una forma cultural específica junto con la propuesta del Evangelio: "el reclamo de estandarizar la forma del anuncio también puede" eclipsar la universalidad de la fe cristiana. Francisco recuerda que las Obras Misionales Pontificias no son una entidad por derecho propio y entre sus especificidades está el vínculo con el Papa. Francisco cierra su mensaje recordando las palabras de San Ignacio, pidiéndole a OMP que haga lo mejor que pueda su trabajo "como si todo dependiera de ustedes, sabiendo que en realidad todo depende de Dios". (vaticannews.va) 21/05/2020

43.Luis José Rueda: “Soy el más pequeño de los obispos de Colombia” El 25 de abril el papa Francisco nombró a Luis José Rueda Aparicio como nuevo arzobispo metropolitano de Bogotá. Sucederá al cardenal Rubén Salazar Gómez, a quién le fue aceptada su renuncia por edad tras casi una década en el gobierno pastoral de la capital de Colombia.

Gratitud, fe y sorpresa PREGUNTA.- ¿Cómo recibe la nueva misión que le encomienda el papa Francisco de pastorear la arquidiócesis de Bogotá?

RESPUESTA.- Con gratitud, con fe y con mucha sorpresa. Y arranco por lo último. Con una sorpresa enorme porque es saber que hay una responsabilidad muy grande con la ciudad de Bogotá, con la Iglesia colombiana, y sorprendido porque el papa Francisco en su misericordia y como instrumento de la misericordia de Dios, se ha fijado en el más pequeño de los obispos de Colombia. Estaba contento peregrinando en el Cauca, sirviendo a la comunidad, pero ahora [en la Arquidiócesis de Bogotá] estaré contento, con fe y disponible para seguir sirviendo con el clero, con los obispos auxiliares, y con todo el episcopado colombiano, viviendo esta experiencia sinodal al servicio del país y de la humanidad.

Iglesia en camino P.- ¿Esta experiencia sinodal está transformando la vida y la misión de la Iglesia?

R.- Lo que está haciendo el papa Francisco con esta dimensión sinodal de la Iglesia, en todos los niveles: universal, nacional, locales y parroquial, es retomar el espíritu comunitario y misionero de la Lumen Gentium y del Concilio Vaticano II, ese segundo Pentecostés inspirado por el Espíritu, donde la Iglesia redescubrió la dimensión del Pueblo de Dios. La Iglesia es el Pueblo de Dios y todos nosotros hacemos parte de ese caminar, de esa marcha permanente. Pero, además, es volver a los orígenes, volver a los Hechos de los Apóstoles, a la Iglesia fundada por el Señor, guiada por el Espíritu Santo, que no tenía las respuestas todas dadas, sino que las iba buscando. Entonces, esa sinodalidad que vivió la primera comunidad de cristianos está siendo retomada por el Papa y eso refresca, pone en camino y nos lleva a las fuentes, a lo original del nacimiento de la Iglesia.

P.- Lo hemos vivido en el Sínodo para la región Panamazónica…

R.- El tema de la sinodalidad ha venido desde el postconcilio. Recuerde que hemos tenido permanentemente sínodos. La Iglesia es sinodal cuando se reúne a reflexionar, a discernir y a buscar la mejor manera de servirle a la humanidad, siguiendo lo que decía el papa Juan XXIII cuando convocó el Concilio: es necesario el aggiornamento. Y ese aggiornamento gradual y permanente que viene del posconcilio ha llevado a distintos temas y escenarios sinodales. En este momento lo que el Papa quiere es que con todo el Pueblo de Dios trabajemos una espiritualidad sinodal, donde nos escuchemos y compartamos desde la fe la riqueza que cada uno tiene, sabiendo que el aporte de todos fortalece la comunión y la misión evangelizadora al servicio de la humanidad. Se trata de ser signos e instrumento de la comunión entre nosotros y de nosotros con Dios.

Sanar las enfermedades de la Iglesia P.- ¿La sinodalidad podría ser la cura a las enfermedades que aquejan a la Iglesia?

R.- Desde luego, por ahí va la sanación para males como el clericalismo, la apariencia, la vanidad, hacer carrera [dentro de la Iglesia] o ejercer la autoridad como un mando y no como un servicio. Es volver a la persona de Jesús de Nazaret. Jesús vive esa sinodalidad con los discípulos, siendo el Hijo de Dios nos enseña qué es el abajamiento, la kénosis: con humildad se pone a caminar con ellos. Y los textos pascuales que estamos celebrando por estos días nos muestra a un Jesús que se pone en camino, que se interesa por lo que van conversando los discípulos tristes que regresan a la aldea de Emaús, les

abre el corazón y lo hace arder con las Escrituras, entra en la casa, comparte el pan. Entonces la Eucaristía, los sacramentos, la Palabra de Dios y toda la evangelización, tienen ese toque sinodal y esa espiritualidad que nos libra del clericalismo, de la autosuficiencia, de la autorreferencialidad y de la apariencia.

P.- ¿Ha tenido algún contacto reciente con el papa Francisco?

R.- Con el Papa hemos tenido distintos encuentros. La primera vez que lo vi fue en un retiro espiritual en Roma. Allá pude dialogar con él, concelebrar, escucharlo, saludarlo y conversar así fuera 30 segundos. Después, cuando vino a Colombia, tuve la oportunidad de estar muy cerca de él en distintos momentos y de escucharlo atentamente. Y tuvimos un pequeño diálogo en Cartagena, cuando se iba, un diálogo más bien anecdótico, fraterno, cercano, no trascendente, no con temas pastorales ni teológicos, sino más en la relación humana que él genera en torno a las personas. Y luego lo vi cuando recibí el palio como arzobispo en Roma, también pudimos hablar muy brevemente. Pero el resto es la comunicación espiritual que tenemos con él, como Iglesia. Estoy atento a sus predicaciones y las siento como un diálogo conmigo y con toda la humanidad. Él va a lo profundo de la vida y nos anima. Como que todos los días uno se siente hablando con él, que busca hablarnos al corazón, busca hablar a la humanidad; lo hace en nombre de Cristo pero con un lenguaje comprensible, de tal manera que todos nos sentimos en diálogo permanente con el sucesor de Pedro.

Comunicar vida nueva P.- Usted, como el Papa, hace uso de las redes sociales, ¿cómo comunica la Iglesia en este tiempo?

R.- El Papa siempre nos ha dado un mensaje muy claro y es fruto de la contemplación, de la meditación que hace de la Palabra. Yo pienso que él le dedica mucho tiempo a la Palabra –más de una hora todos los días, tal vez–para luego compartirnos en cinco minutos el fruto. Esa contemplación de la Palabra hace que Jesús, el verbo encarnado, se vuelva vida y se ponga a caminar con nosotros. Es preguntarnos qué le dice Jesús a la humanidad en este tiempo. El papa Francisco es un hombre contemplativo, silencioso, con los pies en la tierra, pero con la mente, la conciencia y el corazón puesto en Jesús de Nazaret. De allí brota la posibilidad de comunicar vida nueva –como el nombre de la revista–, vida nueva en Cristo Jesús, con la gracia del Espíritu Santo. Y el maestro de todo es Jesús, porque es el gran comunicador que a partir de lo cotidiano hace una parábola, un mensaje trascendental que sigue siendo vivo, que sigue siendo un mensaje resucitado, caminante y peregrino en nuestra vida, porque supo combinar la trascendencia del Dios Padre misericordioso con la sencillez del granito de mostaza.

P.- Usted ha dicho recientemente que es un cura de pueblo, que proviene de la ruralidad. ¿Se considera un obispo con „olor a oveja‟?

R.- A mí me ha formado el pueblo de Dios. Soy de una familia numerosa, somos once hermanos. La comida era para varios y nunca andábamos por caminos individuales. Cuando escucho este término que usa el Papa, recuerdo a los sacerdotes de mi pueblo, allá en Santander, en la Diócesis de Socorro y San Gil, donde crecí: huelen a oveja, a pueblo, a tierra, a maíz, a millo, a fique, huelen a los caminos de nuestra tierra, sudan con nuestro pueblo. Soy fruto de un estilo presbiteral que se vive en Santander, en mi tierra, donde el sacerdote está muy cercano a todos los acontecimientos. Termina uno oliendo a pueblo, incluso oliendo al pecado del pecado, pero oliendo en medio del pecado la misericordia que Dios tiene para tendernos la mano y hacernos caminar como pueblo. Creo que si dejáramos de ser pueblo, dejaríamos de ser la Iglesia que Cristo fundó.

“El gran desafío es que seamos pueblo” P.- ¿Qué retos pastorales vislumbra de cara a la nueva responsabilidad que asume al frente de la Arquidiócesis de Bogotá?

R.- Bogotá es la ciudad más importante de Colombia, y allí está la síntesis del sufrimiento, pero también de los logros, de las luchas, de los procesos en todos los órdenes: en la economía, la política, la cultura, la ciencia, el deporte… y también en la fe. Y pienso que ese gran desafío no lo puedo asumir personalmente; si lo hiciera en primera persona del singular sería un iluso, alguien que pretende grandezas que superan mi capacidad, como dice el Salmo. Yo lo asumo en primera persona del plural: nosotros, y cuando digo nosotros pienso en los laicos, tantos laicos hombre y mujeres bautizados que en cada una de las parroquias son el rostro de la Iglesia, pienso en los grupos apostólicos, en la ministerialidad de la Iglesia en cada una de las parroquias, en los párrocos, en los vicarios parroquiales, en la vida consagrada masculina y femenina, en los obispos auxiliares y metropolitanos, y pienso en el episcopado colombiano, en comunión con la sede de Pedro.

El gran desafío es que logremos ser pueblo, que logremos caminar, como lo hizo en el Éxodo el pueblo de Israel, guiados por una nube de día y por una columna de fuego en la noche. Sentir que vamos caminando y que la historia la realiza el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, de donde brota el estilo comunional y misionero permanente. Entonces, el gran desafío es que seamos pueblo, y eso nos hace dialogar, escucharnos, acompañarnos y servir.

P.- En el suroccidente y en el Pacífico usted ha sido testigo de la dramática situación de violencia que azota a esta región. ¿A qué está dispuesto con relación a la paz?

R.- El Señor Jesús dice: “la paz les dejo, la paz les doy”, y el saludo pascual a los discípulos es “shalom”, paz. El señor nos hace instrumentos de paz a todos los bautizados. El pacífico y el suroccidente colombiano, como las periferias de nuestro país, como las periferias de nuestras ciudades, de Bogotá, son zonas donde hay hombres y mujeres luchando, enfrentándose a distintos conflictos. Debemos reconciliarnos; un país reconciliado es capaz de lograr el progreso integral, haciendo crecer las familias, las organizaciones sociales. Nosotros tenemos unos flagelos muy grandes en Colombia y que llevan muchos años: la violencia, la corrupción, la minería ilegal, el narcotráfico, y esas son cadenas de muerte, caminos de oscuridad, de esclavitud, de autodestrucción. Siempre tenemos que optar por la reconciliación. Pero, no podemos pretender una paz de unos, sino de una paz donde nos comprometamos todos. Una paz que tiene su fundamento en Dios y en la dignidad de hombres y mujeres que son capaces de optar por senderos de diálogo para la resolución de los problemas, no por las vías de la destrucción del que piensa distinto, o la eliminación del que no piensa como yo pienso. Debemos tener la valentía de sentarnos, escucharnos y ver que cada uno tiene una partecita de la verdad para encontrar la verdad plena.

A los violentos: “La misericordia puede transformar sus vidas” P.- ¿Cómo salir del fango en que nos encontramos frente a la escalada de grupos armados ilegales y narcotraficantes que cada día cobran más vidas, incluyendo la de los líderes sociales y defensores de derechos humanos que diariamente son asesinados en Colombia?

R.- En días pasados los obispos del Pacífico colombiano hicimos un comunicado, y tomando un pasaje de la Misericordiae Vultus, del papa Francisco, con la cual convocó el Año de la Misericordia, le decimos a todos aquellos que están por caminos delictivos, por caminos de guerra, de narcotráfico, que se han dedicado a la empresa de la muerte y a las mafias: déjense amar por Dios, son seres humanos, tienen familia, tienen papá, mamá, hijos, nietos… déjense perdonar; la misericordia puede transformar sus vidas. O sea, no les mandamos un mensaje de maldición ni de anatema, como expulsándolos de Colombia y del mundo, sino diciéndoles: tienen un puesto en la historia, pero si se dejan amar por el amor misericordioso, gratuito y transformador de Dios. Los hemos invitado a tomar las rutas de vida y dejar las rutas de muerte, a valorar más la vida que la economía, a cambiar las armas en instrumentos de trabajo, salud, deporte y progreso. Y a los líderes sociales y a todos los que optan por servir a la comunidad les decimos que el martirio es un camino que nosotros debemos tenerlo siempre en la mente y en el corazón. Hemos tenido muchos mártires en la historia, pero han muerto por una causa válida, y es hermoso que cuando llegue el momento final de nuestra vida podamos decir: entrego lo que soy, lo que he vivido, termino mi caminar, pero lo termino amando y sirviendo. Si es necesario, morir por las causas de la vida, de la paz, de la reconciliación, por el Evangelio, por el Reino de Dios. Siempre hemos tenido mártires y ellos son semillas de nuevos cristianos comprometidos por la vida.

P.- ¿Qué lo ilusiona en esta etapa de su vida?

R.- Poder servir en medio de la amenaza de la salud que tiene la humanidad. Primero agradeciendo el don de la salud que tengo todavía y pensando en que unidos, con muchos estamentos de la Iglesia y de fuera de la Iglesia, podemos entender la vida de los más frágiles, de los que no tienen atención médica. Hay zonas del país donde he estado en misión y que conozco con claridad, donde hay un médico debe atender 5.000 personas. Esto es una desproporción muy grande, así como hay zonas donde hay un párroco para 25.000 o 30.000 personas. Entonces, yo pienso que las ciencias humanas, al servicio de la vida, deben “ponerse de moda”, por decirlo así; deben ser opción en los proyectos de vida, y creo que van a cambiar los proyectos de vida de las familias, de las naciones, de los gobernantes, de la economía, de nuestras comunidades rurales y urbanas, de nuestros barrios donde se juega la vida; deben cambiar en la axiología, los valores de la vida, la fraternidad, la solidaridad, el medio ambiente y la espiritualidad, que deben estar en primer lugar.

Estamos en una época de cambio, en los dolores de un parto, pero vivo con la esperanza y sueño con que el nacimiento de una nueva humanidad que esté contagiada de todo lo que Jesús de Nazaret y la buena nueva del Evangelio nos da.

Los párrocos viejos P.- ¿Quién es su modelo, su inspiración como sacerdote?

R.- Los párrocos viejos, silenciosos, que están en las veredas, que todos los días salen a buscar a las personas, que van con la camándula en la mano, que llevan el santo óleo para los enfermos, que se sientan a confesar, que preparan la predicación, que comparten la fiesta, que organizan a la comunidad. Tengo como modelo a muchos párrocos anónimos, esos que nunca salen en las noticias ni serán entrevistados, que nunca estarán en los medios ni serán famosos. Obviamente que tenemos grandes figuras, muy conocidas en América Latina: obispos, misioneros, hombres que han entregado con amor su vida. Han hecho parte de la historia de la evangelización en el continente. Vaya uno a pensar, por ejemplo, en un san Pedro Claver, que no era obispo pero era un gran misionero, o en un san Luis Beltrán. Y pienso también en mujeres, como la madre Laura [Montoya], como tantas personas que han hecho opción por el Reino radicalmente y han entregado toda su vida: los mártires, los conocidos y los anónimos, se convierten en una motivación permanente para mí. Publicado en: https://www.vidanuevadigital.com/2020/05/01/luis-joserueda-soy-el-mas-pequeno-de-los-obispos-de-colombia/ (amerindiaenlared.org) 19/05/2020

44.España: Los fieles, llamados a sostener a la Iglesia con donaciones El vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia episcopal española (CEE), Fernando Giménez Barriocanal, señaló que la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de COVID- 19 ha afectado notablemente al balance económico de la Iglesia. Esta advertencia fue realizada ayer, 19 de mayo de 2020, durante la rueda de prensa virtual convocada para informar sobre el dinero recaudado en la Declaración de la Renta de 2019.

Compromiso constante de la feligresía

El responsable de Asuntos Económicos explicó que la Iglesia española recaudaba mensualmente una media de 20 millones de euros de las colectas ordinarias en las parroquias. En los dos meses desde el comienzo de la pandemia, con la suspensión de la Misa pública, la Iglesia ha dejado de percibir cerca de 38 millones y medio de euros. A pesar de haber creado la iniciativa del portal, www.donoamiiglesia.es, un “cepillo virtual” para realizar las aportaciones, las donaciones hasta el mes de abril alcanzaron solo 1,6 millones de euros. Así, durante la rueda de prensa, Giménez llamó a los católicos a asumir un compromiso constante en sus aportaciones periódicas tal y como se hace actualmente con las subscripciones a plataformas de cine y series o de música y no solo en tiempos de pandemia como el actual.

Importancia de las parroquias

En este sentido, explicó que “la principal fuente de financiación de las parroquias tienen que ser las aportaciones de los fieles. Los fieles tienen que pagar el sueldo al cura y tienen que pagar las instalaciones, tienen que colaborar con su esfuerzo y también económicamente. Esa cultura la tenemos que plantear”.

Es por ello que subrayó la relevancia de “hacer saber lo que representa para un barrio la presencia de una parroquia y la importancia de cada una de las actividades que realiza en pro de la convivencia y desarrollo social”. La idea del episcopado español es continuar también con la progresión en la contribución de los españoles a la Iglesia por medio de la recaudación de los impuestos sobre la Renta.

Contribuyentes

En un comunicado, la CEE informa que, según los datos aportados por la Secretaría de Estado de Hacienda a la Iglesia, el resultado definitivo del IRPF 2018, que corresponde a la recaudación de 2019, la cantidad asignada por los contribuyentes fue de 285.225.797. Esta cifra supone un 6,37% más que año anterior. El número de declaraciones a favor de la Iglesia fue de 7.192.002. No obstante, si se tienen en cuenta las declaraciones conjuntas, son más de 8,5 millones de ciudadanos los que destinan el 0,7% de sus impuestos a la Iglesia.

Memoria de actividades

El episcopado ofreció también la memoria de actividades realizada en 2018, cuando la cantidad obtenida en la declaración de la renta alcanzó 256,54 millones de euros. Conforme a lo presupuestado a lo largo de ese año, es decir 252,78 millones de euros, la mayor parte, 202,09 millones, fue adjudicada a las diócesis; 18,39 millones se utilizaron pagos de la Seguridad Social del

Clero y 2,32 millones se consignaron al sueldo de los obispos. Cerca de 30 millones constituyen la aportación extraordinaria a Cáritas diocesanas, centros de formación, campañas de comunicación, ayudas a proyectos de rehabilitación y construcción de templos, actividades pastorales nacionales e internacionales, instituciones de la Santa Sede, entre otros.

Sostenimiento de las diócesis

Por otro lado, la nota describe que el dinero para el sostenimiento de las diócesis no tiene una finalidad específica, se integra en el presupuesto global de cada diócesis y cada una de ellas lo incorpora a sus fondos propios y lo distribuye según sus necesidades con criterios propios, pues su organización es autónoma. El informe revela que en 2018 las diócesis contaron 974,31 millones de euros de ingresos, obtenidos –además de la asignación tributaria –de las aportaciones directas de fieles, los ingresos de patrimonio y otras actividades económicas, otros ingresos corrientes e ingresos extraordinarios. (es.zenit.org) 19/05/2020

45.Cuba: La Iglesia alienta con esperanza ante la “prueba dura” del coronavirus De acuerdo a la revista Palabra Nueva de la arquidiócesis de La Habana, el Papa Francisco y los obispos cubanos llamaron a la esperanza en medio de la pandemia mundial de coronavirus, y la calificaron como “una prueba dura”. “Miramos a través de los ojos de Jesús, el autor de la esperanza. Hagámoslo, creyentes o no, personas simples, soberano. La dignidad y la libertad valen oraciones con todas nuestras fuerzas”, concluye el texto, según informa la agencia Fides a través de una nota.

“Solo Dios protege a este pueblo”

Cuba vive momentos duros ante la emergencia sanitaria. Según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Salud de Cuba, del 17 de mayo, se han registrado alrededor 1.881 casos confirmados de COVID-19 con 79 muertes y 1.505 recuperados. La población, aunque está informada de la necesidad de cumplir las medidas de distanciamiento social para evitar los contagios de coronavirus, no ha cesado la actividad comercial y las reuniones grupales en muchos lugares. “Al observar las repetidas aglomeraciones de miles de cubanos que luchan por tener „nuestro pan de cada día‟, alguien dijo hace unos días: „No hay duda, solo Dios protege a este pueblo‟”, indica la publicación oficial de la Iglesia Católica de la isla en referencia a las enormes colas que se ven en todo el país a pesar del COVID-19.

Mensaje a los jóvenes

Igualmente, el arzobispo de La Habana, el cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, se dirigió a los jóvenes cubanos hace dos días: “Ustedes son nuestra esperanza, miren cuántas personas mayores hay, siempre son muchos más. Estén atentos a esta nueva situación”, subrayó. Después, los instó a imitar el ejemplo de los ancianos que han permanecido fieles a la Iglesia durante los años difíciles. “Traten de no decepcionar a Jesús, quien es y siempre será nuestro punto de referencia”, apuntó en un mensaje de video a través del perfil de Facebook de la arquidiócesis. Ante la emergencia sanitaria, tras la decisión de la Conferencia Episcopal de suspender todas las celebraciones religiosas públicas, un gesto sin precedentes, el gobierno cubano autorizó el acceso de la Iglesia Católica a la radio y televisión oficiales para transmitir las liturgias, ya que la población está sujeta a aislamiento. (es.zenit.org) 19/05/2020

44 46.Nicaragua: Coronavirus, la diócesis de

León entrega ayudas a personas vulnerables Managua. Frente a un panorama lleno de desesperanza por la falta de información real en medio de la pandemia de coronavirus, la diócesis de León, en Nicaragua, se muestra cercana y solidaria y entrega ayudas a personas vulnerables. Monseñor René Sándigo, obispo de León, ha expresado que desea una “Iglesia cercana a los fieles, de puertas abiertas y en salida frente a las crisis que se vive en el país”. De este modo, la diócesis aporta paquetes alimenticios y equipos de protección que se reparten entre las familias necesitadas de 20 parroquias del occidente de Nicaragua. Para el padre Daniel Ibarra, responsable de la zona central de esta diócesis, “el señor obispo, preocupado por la situación, ha querido compartir la cercanía de pastor y de la iglesia con los más necesitados” y “también nos anima y alienta a seguir adelante y hacerle frente con esperanza a la crisis que estamos viviendo”. “Este gesto nos hace sentirnos cercanos al Dios providente, que no nos abandona, ni nos deja solos en nuestra historia”, recalcó el clérigo.

Iniciativas pastorales

La parroquia El Rosario comparte, con los jóvenes en riesgo social de la zona del basurero municipal de Chi-

nandega, el almuerzo, un paquete de granos básicos y mascarillas de tela recubierta para reducir el riesgo de contagio de la COVID-19, contó el padre Douglas Guevara, quien presta su servicio en esta comunidad parroquial. Otra iniciativa que muestra el quehacer pastoral es Cáritas Diocesana, que hace entrega de medicamentos y materiales de protección a diferentes centros asistenciales que llegan a diferentes zonas de esta diócesis en el país centroamericano.

Piden respetar derecho a la salud

Hasta la semana pasada, el Ministerio de Salud de Nicaragua acumulaba 25 casos confirmados de coronavirus. “Durante la presente semana, que comprende del 12 al 19 de mayo, hemos atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso a 254 nicaragüenses con COVID-19 confirmados o probables por clínicas”, dijo la ministra de Salud, Martha Reyes, al leer el informe. La cifra oficial creció por primera vez en más de un dígito desde la confirmación del primer caso positivo, el 18 de marzo. Sin embargo, sigue muy por debajo del conteo independiente del Observatorio Ciudadano COVID19, basado en denuncias de la población y valoraciones de especialistas independientes, que registra 1594 casos.

Garantizar el derecho a la salud

El Gobierno de Nicaragua ha sido criticado por sus actuaciones durante la pandemia, como establecer restricciones y aplicar medidas tímidas y tardías de prevención, así como promover actividades con aglomeraciones de personas, a las que asisten sandinistas, quienes luego son enviados a visitar casa por casa. Tanto la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han pedido al presidente Ortega que garantice el derecho a la salud. Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) han manifestado su preocupación por el caso de Nicaragua. (es.zenit.org) 21/05/2020

47.Nicaragua: Religiosos convocan rezo a la Inmaculada por el fin de la pandemia La Conferencia de Religiosos y Religiosas de Nicaragua (CONFER) han iniciado una jornada de oración dedicada a la Inmaculada Concepción de María patrona del país centroamericano del 16 al 29 de mayo donde piden su intercesión por el fin de la pandemia de la COVID-19. Lucrecia Martínez, presidenta de la CONFER y hermanita de la Inmaculada Concepción de María, dijo que “ante esta realidad difícil que vive el mundo y nuestro país les invitamos a que nos unamos a la novena en honor a la Inmaculada Concepción, para que pidamos la protección de nuestro Señor, ya que la oración es la fuerza mas grande en esta situación difícil que vivimos”. El rezo del Santo Rosario lo realizan desde los conventos de las diferentes comunidades religiosas y lo transmiten a través de sus redes sociales de la Conferencia de Religiosos de Nicaragua en Facebook.

Sacerdote de Managua, posible contagiado

El sacerdote Juan Pastor Lozano Conde, miembro de la arquidiócesis de Managua, informó que fue diagnosticado como caso sospechoso del coronavirus. A través de su cuenta en Facebook, el religioso que preside las eucaristías de los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, reveló que al presentar problemas de salud acudió a una unidad médica donde le confirmaron que presenta síntomas presuntivos de coronavirus. “No puedo callarlo, especialmente a todos ustedes (fieles), porque sé, están en oración”, se lee en parte del mensaje que el sacerdote mantiene público en su perfil en la red social, sin brindar detalles sobre dónde podría haberse contagiado.

Incertidumbre social

Según la información oficial, Nicaragua todavía no entra a la fase de transmisión comunitaria de coronavirus, el Ministerio de Salud (Minsa) reportó que existen “brotes” de contactos plenamente identificados. Sin embargo, cada día aumentan las denuncias de casos no reportados y de diagnósticos de casos indeterminados en pacientes con claros síntomas de la enfermedad. Hasta la fecha, el Minsa mantiene que Nicaragua registra 25 positivos, 8 fallecimientos y al menos 9 recuperaciones. Datos que son cuestionados por las Organizaciones de Sociedad Civil, como el Observatorio Ciudadano COVID-19, que en su reciente actualización reporta un acumulado de 1.270 personas afectadas por el nuevo virus, que incluye 25 casos confirmados por Minsa y 1.245 casos sospechosos verificados. Entre el 7 y 13 de mayo los especialistas reportan un incremento de contagios del coronavirus de 62%, en 74 municipios de Nicaragua, siendo Managua, con 648; Chinandega, con 106 y Masaya, con 102, los focos de la pandemia en el territorio Nacional.

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