Cristo, centro de la Catequesis 1. JESÚS, EL CRISTO “Para las personas religiosas, el nombre de Jesús es un nombre que nos alimenta, un nombre que nos transporta. Su nombre es capaz de hacer levantar a los muertos y hacer que los vivos sean bellos…” (John Henry Newman) Jesús de Nazaret ha sido la figura más controversial de la historia humana: Su vida y su obra han sido atacadas, valoradas e imitadas desde hace más de dos mil años. Él ha logrado lo que jamás nadie pudiera aspirar a lograr: Muchas personas se han cuestionado seriamente acerca de su existencia, y se confrontan después de haber leído o escuchado sus palabras. Hay quienes han cambiado su vida, radicalmente, y lo han puesto como el “director” de sus actos. Jesús no escribió nada y, sin embargo, miles y miles de libros se siguen editando año con año, teniendo como inspiración su persona y su mensaje. La Biblia, sobretodo el Nuevo Testamento, recoge el testimonio de su voz y lo profundo de sus pensamientos… Creyentes y no creyentes acuden de vez en cuando a sus frases, las repiten y éstas han generado serios cuestionamientos… La Iglesia, a lo largo de los siglos, se ha preocupado por conocerlo más y mejor, y se ha empeñado en preguntarse acerca de quién es Él y qué es lo que realmente nos quiso decir… A Jesús le llamamos el “Cristo”, y por eso es que también nosotros, sus seguidores, nos llamamos “cristianos”. Pues bien, el estudio de la maravillosa persona de Jesús como “el Cristo”, recibe el nombre de “Cristología”, y eso es lo que vamos a tratar de desarrollar durante los presentes temas. JESÚS DE NAZARET “¿A quién buscan? Ellos contestaron: A Jesús de Nazaret. Jesús les dijo: Yo soy…” (Ver Jn 18, 4 - 5) Cuando una persona solicita trabajo, o cuando se quieren dar “referencias” de su vida y obra, se suele presentar un “currículum vitae”. Son dos palabras latinas, podrían traducirse como: “carrera de la vida”, tratando de describir brevemente con ello lo que a lo largo de la existencia se ha vivido… Pues bien, parafraseando algunos textos evangélicos, y conjuntando la información que “sabemos” acerca de Nuestro Señor, vamos a tratar de redactarlo.
1
Oscar Esaú Villafuerte López