UR arquitectura #02 CONVERSAR. Nov 2007

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UR ARQUITECTURA SUMARIO / SUMMARY UR #02 CONVERSAR / CONVERSING noviembre de 2007

Editores / Editors Florencia Alvarez Pacheco Ariel Jacubovich Sofía Picozzi Diseño Gráfico / Graphic Designer Juan Marcos Ventura Montaje de Tapa / Cover Illustration Pablo Bernard Traducción / Translation Jane Brodie Colaboradores / Contributors a77, Pablo Bernard, Club de Arquitectura, Mauricio Corbalán, Gustavo Diéguez, Claudio Docampo, Andrés Jaque, m7red, Julia Masvernat, Natalia Muñoa, Juan Pablo Vacas. Edición Web / Web Editor Lucas Ferrari Muchas gracias a Agustín Schang por su consejo editorial, Mauricio Corbalán, Julia Masvernat, Pío Torroja, Natalia Muñoa, Rosario Talevi, Ana Vogelfang, Ana Rascovsky, Milagros Velasco, Karina Kreth, Julia Converti, Inés Huergo, Matilde Sánchez, Graciela Speranza, Florencia Rodríguez, Ariadna Cantis, Gustavo Alvarez, Hernán Glatsman, Martín Auzmendi, Abalén Najle, Ariel Nahón, Tamara Kostianovsky, Enrique Aguerre, Carla Rivas, Bruno Latour y a todos los que participaron de algún modo en esta revista.

El logo de UR fue diseñado a partir de la inscripción de la entrada a la Feria de Urkupiña (La Salada, Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires).

Distribución LIBRERÍA TÉCNICA CP67 Florida 683 - Local 18 C1005AAM Buenos aires República Argentina Tel (5411) 4314-6063 cp67@cp67.com / www.cp67.com Registro de la Propiedad Intelectual: ISSN 1851-4642 © UR arquitectura y los autores 2007 El material no puede ser reproducido sin la autorización de los autores. UR ARQUITECTURA OPERA EDICIONES Aguirre 560 C1414ASL Buenos Aires República Argentina redaccion@ur-arquitectura.com.ar www.ur-arquitectura.com.ar

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UR ARQUITECTURA SUMARIO / SUMMARY UR #02 CONVERSAR / CONVERSING noviembre de 2007

Editores / Editors Florencia Alvarez Pacheco Ariel Jacubovich Sofía Picozzi Diseño Gráfico / Graphic Designer Juan Marcos Ventura Montaje de Tapa / Cover Illustration Pablo Bernard Traducción / Translation Jane Brodie Colaboradores / Contributors a77, Pablo Bernard, Club de Arquitectura, Mauricio Corbalán, Gustavo Diéguez, Claudio Docampo, Andrés Jaque, m7red, Julia Masvernat, Natalia Muñoa, Juan Pablo Vacas. Edición Web / Web Editor Lucas Ferrari Muchas gracias a Agustín Schang por su consejo editorial, Mauricio Corbalán, Julia Masvernat, Pío Torroja, Natalia Muñoa, Rosario Talevi, Ana Vogelfang, Ana Rascovsky, Milagros Velasco, Karina Kreth, Julia Converti, Inés Huergo, Matilde Sánchez, Graciela Speranza, Florencia Rodríguez, Ariadna Cantis, Gustavo Alvarez, Hernán Glatsman, Martín Auzmendi, Abalén Najle, Ariel Nahón, Tamara Kostianovsky, Enrique Aguerre, Carla Rivas, Bruno Latour y a todos los que participaron de algún modo en esta revista.

El logo de UR fue diseñado a partir de la inscripción de la entrada a la Feria de Urkupiña (La Salada, Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires).

Distribución LIBRERÍA TÉCNICA CP67 Florida 683 - Local 18 C1005AAM Buenos aires República Argentina Tel (5411) 4314-6063 cp67@cp67.com / www.cp67.com Registro de la Propiedad Intelectual: ISSN 1851-4642 © UR arquitectura y los autores 2007 El material no puede ser reproducido sin la autorización de los autores. UR ARQUITECTURA OPERA EDICIONES Aguirre 560 C1414ASL Buenos Aires República Argentina redaccion@ur-arquitectura.com.ar www.ur-arquitectura.com.ar

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Andrés dice: …la ciudad es un parlamento de representaciones y su transformación un objeto de controversia. Claudio dice: Un arquitecto y un representante parlamentario que quieran dar forma y palabra a esa visión, ¿pueden trabajar juntos tras una geometría ambiental o discurso social fundamentalmente democráticos? Club dice: Al definir el juego estratégico de fuerzas (sociales), sólo entre actores que tienen el poder sobre la toma de decisiones o del espacio de propaganda, se deja afuera a una parte importante de las interacciones que ocurren en lo urbano. Claudio dice: Cuando los reglamentos parlamentarios o los protocolos conversacionales o las convenciones arquitectónicas fracasan, re-aparece el cuerpo: se alza la voz, hay rebelión, hay accidente, etc. Juan dice: [A fines del 2001] hordas de clientes manifestándose ruidosamente por las calles de la city de Buenos Aires involuntariamente la reconocieron nuevamente como el resultado de la superposición de procesos económicos y flujos de capital. Julia dice: Es un recorrido que cruza algunos materiales encontrados sobre la ciudad y los pone a dialogar. Mauricio dice: La historia de Hong Kong puede ser vista como un proceso continuo e ininterrumpido de reuniones, negociaciones secretas y conversaciones a puertas cerradas entre los diversos representantes de los poderes soberanos que tomaron a este enclave como objeto de disputa. m7red dice: Muchos describen este espacio “público” como un juego pero, nos parece ahora, un juego con reglas que no han sido necesariamente acordadas por sus participantes. Esto es, en parte, por la naturaleza misma de la representación que además pierde actualidad día a día.

SUMARIO / SUMMARY UR #02 CONVERSAR / CONVERSING

10

Editorial | Editor´s letter

14

Siempre es mediodía en Brasilia | It’s always Midday in Brasília | Editado por Julia Masvernat

30

La palabra “Urbanidad” | The word “Urbanity” | Club de Arquitectura

Natalia dice: La estrategia es concebir al espacio urbano como parte de los servicios públicos: un nuevo servicio que no estará indexado en las facturas a fin de mes.

44

La densidad de la city porteña | The density of the Buenos Aires City | Juan Pablo Vacas

m7red dice: Pero esta idea del espacio público tan utilizada necesita repensarse.

62

Las escenas temidas de la participación | The dreaded scenes of participation | Gustavo Diéguez

Gustavo dice: Participación es el argumento que ha tomado mayor protagonismo como herramienta de la planificación urbana y el urbanismo.

76

Polémica en el Parlamento, conversación en ausencia | Polemic in the parliament, a Conversation in Absence | Claudio Docampo

Club dice: La palabra urbanidad abre una posibilidad: podemos imaginar un tipo de juego social o contrato mucho más débil y difuso del que propone la palabra ciudadanía, con sus derechos y deberes.

92

Post resilencia | Post Resilience | m7red

104

Canopus golpea de vuelta | Canopus strikes back | Pablo Bernard

122

12 acciones para transparentar la Ciudad de la Cultura de Peter Einsenman | 12 actions to make transparent Peter Eisenman’s City of Culture | Andrés Jaque

140

Incumbencias o lo contrario al soplido del lobo | Incumbencies or against the wolf’s huffing and puffing | a77

Julia dice: En los intersticios de esta conversación se construyen los sentidos…

150

La rehabilitación de Medellín | The rehabilitation of Medellín | Natalia Muñoa

Canopus dice: La ostentación de un fuerte punto de vista es un aliciente en tiempos de relecturas menos provocadoras.

160

Pioneros de la democracia en Hong Kong | Pioneers of democracy in Hong Kong | Mauricio Corbalán

a77 dice: La palabra incumbencia (...) responde a una ecuación que articula el ejercicio del placer con las disponibilidades que surgen de los mismos materiales. m7red dice: [Las] operatorias [de las agrupaciones piqueteras] reemplazan la idea del espacio público como algo referido “a un lugar” por una dinámica de conexiones y desconexiones, desde el corte de una calle y una ruta hasta la operatoria arquitectónica de un conjunto de viviendas. Esta dinámica va en contra de un concepto central del espacio público: la idea de que éste se sostiene en consensos regulados por el Estado.

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Andrés dice: …la ciudad es un parlamento de representaciones y su transformación un objeto de controversia. Claudio dice: Un arquitecto y un representante parlamentario que quieran dar forma y palabra a esa visión, ¿pueden trabajar juntos tras una geometría ambiental o discurso social fundamentalmente democráticos? Club dice: Al definir el juego estratégico de fuerzas (sociales), sólo entre actores que tienen el poder sobre la toma de decisiones o del espacio de propaganda, se deja afuera a una parte importante de las interacciones que ocurren en lo urbano. Claudio dice: Cuando los reglamentos parlamentarios o los protocolos conversacionales o las convenciones arquitectónicas fracasan, re-aparece el cuerpo: se alza la voz, hay rebelión, hay accidente, etc. Juan dice: [A fines del 2001] hordas de clientes manifestándose ruidosamente por las calles de la city de Buenos Aires involuntariamente la reconocieron nuevamente como el resultado de la superposición de procesos económicos y flujos de capital. Julia dice: Es un recorrido que cruza algunos materiales encontrados sobre la ciudad y los pone a dialogar. Mauricio dice: La historia de Hong Kong puede ser vista como un proceso continuo e ininterrumpido de reuniones, negociaciones secretas y conversaciones a puertas cerradas entre los diversos representantes de los poderes soberanos que tomaron a este enclave como objeto de disputa. m7red dice: Muchos describen este espacio “público” como un juego pero, nos parece ahora, un juego con reglas que no han sido necesariamente acordadas por sus participantes. Esto es, en parte, por la naturaleza misma de la representación que además pierde actualidad día a día.

SUMARIO / SUMMARY UR #02 CONVERSAR / CONVERSING

10

Editorial | Editor´s letter

14

Siempre es mediodía en Brasilia | It’s always Midday in Brasília | Editado por Julia Masvernat

30

La palabra “Urbanidad” | The word “Urbanity” | Club de Arquitectura

Natalia dice: La estrategia es concebir al espacio urbano como parte de los servicios públicos: un nuevo servicio que no estará indexado en las facturas a fin de mes.

44

La densidad de la city porteña | The density of the Buenos Aires City | Juan Pablo Vacas

m7red dice: Pero esta idea del espacio público tan utilizada necesita repensarse.

62

Las escenas temidas de la participación | The dreaded scenes of participation | Gustavo Diéguez

Gustavo dice: Participación es el argumento que ha tomado mayor protagonismo como herramienta de la planificación urbana y el urbanismo.

76

Polémica en el Parlamento, conversación en ausencia | Polemic in the parliament, a Conversation in Absence | Claudio Docampo

Club dice: La palabra urbanidad abre una posibilidad: podemos imaginar un tipo de juego social o contrato mucho más débil y difuso del que propone la palabra ciudadanía, con sus derechos y deberes.

92

Post resilencia | Post Resilience | m7red

104

Canopus golpea de vuelta | Canopus strikes back | Pablo Bernard

122

12 acciones para transparentar la Ciudad de la Cultura de Peter Einsenman | 12 actions to make transparent Peter Eisenman’s City of Culture | Andrés Jaque

140

Incumbencias o lo contrario al soplido del lobo | Incumbencies or against the wolf’s huffing and puffing | a77

Julia dice: En los intersticios de esta conversación se construyen los sentidos…

150

La rehabilitación de Medellín | The rehabilitation of Medellín | Natalia Muñoa

Canopus dice: La ostentación de un fuerte punto de vista es un aliciente en tiempos de relecturas menos provocadoras.

160

Pioneros de la democracia en Hong Kong | Pioneers of democracy in Hong Kong | Mauricio Corbalán

a77 dice: La palabra incumbencia (...) responde a una ecuación que articula el ejercicio del placer con las disponibilidades que surgen de los mismos materiales. m7red dice: [Las] operatorias [de las agrupaciones piqueteras] reemplazan la idea del espacio público como algo referido “a un lugar” por una dinámica de conexiones y desconexiones, desde el corte de una calle y una ruta hasta la operatoria arquitectónica de un conjunto de viviendas. Esta dinámica va en contra de un concepto central del espacio público: la idea de que éste se sostiene en consensos regulados por el Estado.

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E D I T O R I AL

Conversar anuncia el contenido de este número, captando una forma de relación entre diferentes agentes basada en el reconocimiento mutuo que puede servir como un modelo para actuar en la ciudad. La arquitectura y el urbanismo ya no son sólo tema de conversaciones cerradas entre profesionales, cada vez más sus espacios de deliberación se abren a otros actores y disciplinas. Las reflexiones sobre problemáticas urbanas se expresan en nuevos canales de debate y de acción promovidos por sectores con diferentes intereses (agrupaciones civiles autoorganizadas, medios de comunicación, organismos estatales, etc.). En el desarrollo de este segundo número hemos utilizado ciertas palabras para pensar sobre la conversación en relación a la arquitectura, que a la vez nos han servido para entender los trabajos y conectarlos entre sí. Un primer término es Foro, referido a los espacios de reunión y de conversación, de opinión y de debate, y también lugares de sociabilidad. ¿Qué ámbitos propiciaban esto en el pasado, y cuáles lo hacen en la actualidad? ¿Cuáles son los protocolos de estas conversaciones? ¿Qué arquitecturas corresponden a estos protocolos? Bajo el nombre de Asambleas podríamos describir las nuevas formas de conexión entre agentes que abren espacios de conversación de forma espontánea. Tiene que ver con la articulación de redes a partir de procesos de conversación, la generación de grupos a través de prácticas deliberativas; normalmente con intereses ligados a la transformación de estados de cosas locales. Los procesos de discusión en estas asambleas constituyen al mismo tiempo los vínculos entre sus miembros. El vocablo parlamento, en el sentido de hablar o de emitir un discurso, se aplica extensivamente al término con que se designa la reunión de los representantes populares, donde un número limitado de voces idealmente representa a la diversidad de posturas individuales a fin de discutir y resolver los asuntos públicos. Parlamentos articula la conversación con los sistemas de toma de decisiones, con la representación política y también con los propios edificios parlamentarios. Nos interesa pensar cómo esta forma de representación de las democracias modernas ha desarrollado su arquitectura, y cuáles son sus tecnologías para representar la multiplicidad de opiniones. Pero también focalizando sobre los procesos en arquitectura y qué formas se usan para que aparezca representada la diversidad de objetos y situaciones. En medio de estos procesos de debate, un nuevo rol que tiende a emerger para los arquitectos es el del Intérprete o Mediador. El arquitecto en este rol ya no ocupa una posición jerárquica relacionada al dominio de la técnica, sino que se presenta como un facilitador que posibilita un diálogo generando traducciones de códigos específicos de una disciplina determinada, interviniendo en la relación entre diferentes actores y entre diferentes disciplinas. Un mediador también con intereses propios, como los otros actores, y por lo mismo con capacidad de incidir en la tendencia del proceso. Estas palabras nos sirven para trazar un mapa preliminar de una arquitectura de la conversación. La cuestión es cómo las ideas son representadas y de qué forma articular un diálogo fructífero entre estas expresiones; es decir, qué tecnologías son capaces de incorporar la variedad de discursos en los procesos de decisión sobre las cuestiones de la ciudad. Pareciera que el modelo actual de representación política estatal no es capaz de captar la multiplicidad de posiciones. Proliferan las organizaciones con sus propios espacios de diálogo internos (aunque no necesariamente con interés en tener representación en la arena política tradicional); estos nuevos foros se han multiplicado a una velocidad que supera la evolución de las técnicas de representación política. Entonces, ¿cómo incorporar estas prácticas dentro de las estructuras democráticas actuales? No se trata sólo de generar cohesión, sino también de lidiar con el disenso. Por eso, nos parece importante repensar el vocabulario, las formas y los lugares para una posible conversación. Conversar, además, nos resulta una buena manera de entender qué es la revista UR. La tarea editorial, pensamos, pasa por socializar experiencias y reflexiones con otros contextos, y a la vez, por poner en relación a los artículos entre sí. A fin de cuentas, propiciar los momentos en los que la conversación fluye en las reflexiones, preguntas, controversias, discusiones, digresiones. De eso se trata...

The name of this issue, Conversar (Conversing), captures a way that different actors can relate on the basis of mutual recognition; this way of relating might serve as a model for acting in the city. Architecture and urbanism are no longer a topic of closed conversation between professionals; the spaces in which their concerns are deliberated are increasingly open to other actors and disciplines. Reflections on urban problematics are expressed in new channels of debate and action, channels instigated by sectors with an array of interests (self-organized civic organizations, mass media, state organisms, etc.). In working on this issue, we have used certain words to think about conversation in relation to architecture, and these words have also helped us to understand the articles and the connections between them. A first term is Forum, understood as spaces for meeting and conversation, for opinion and debate, as well as places of sociability. Which environments encouraged such spaces in the past, and which do now? What are the protocols for these conversations? What architectures are appropriate for those protocols? The word Assemblies can describe the new forms of connection between agents who spontaneously open up spaces for conversation. This term is connected with the building of networks on the basis of conversations and the generation of groups through deliberative practices, often with an interest in transforming the state of things locally. The debates that take place in these assemblies also constitute the link between their members. The word parliament, in the sense of to speak or to emit a speech, is commonly used to designate the meeting of the representatives of the people where a limited number of voices ideally represents an array of individual positions in order to debate and resolve political concerns. Parliament entails conversation with systems for decision making, with political representation and even with parliamentary buildings. We are interested in how this mode of representation employed by modern democracies has developed its architecture, and what technologies it uses to represent the multiplicity of opinions. We also interrogate the nature of the technologies used to represent the sum of objects and situations involved in architecture’s project and processes. In the midst of these debates, one of the emerging roles of the architect is that of Interpreter or Mediator. The architect no longer holds a hierarchical position on the basis of mastering a given technique, but is, rather, a facilitator who enables a dialogue by translating the specific codes of a determined discipline, intervening in the relationship between different actors and different disciplines. Like the other actors, the architect is a mediator with specific interests, and hence capable of affecting the course of a process. These words allow us to draw a preliminary map of an architecture of conversation. The question is how ideas are represented and what makes it possible to articulate a fruitful dialogue between them. Which technologies are capable of incorporating the variety of discourses involved in the process of making decisions about the city? It would seem that the current representational model is not capable of capturing the multiplicity of positions. There are more and more organizations with their own spaces for internal dialogue (though they are not necessarily interested in being represented in the traditional political sphere). These new forums have multiplied much faster than techniques for political representation. So the question is how to incorporate these practices into current democratic structures. This does not only entail creating cohesion, but handling dissent. For this reason, we believe it pertinent to rethink the vocabularies, forms and places for possible conversations. Furthermore, the word converse is, in our view, a good way to understand what this magazine is really about. We believe our editorial task entails relating experiences and reflections with other contexts, as well as connecting the articles in the magazine with each other. In short, fostering moments when conversation leads to reflections, questions, controversies, debates, digressions. That’s our task...

N.d.E. Assembly y Parliament son términos utilizados en el catálogo de Making Things Public – Atmospheres of Democracy, MIT Press 2005 (editado por Bruno Latour & Peter Weibel).

E.N. Assembly and Parliament are terms taken from the catalogue of Making Things Public – Atmospheres of Democracy, MIT Press 2005 (edited by Bruno Latour & Peter Weibel).

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EDITOR’S LETTER

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E D I T O R I AL

Conversar anuncia el contenido de este número, captando una forma de relación entre diferentes agentes basada en el reconocimiento mutuo que puede servir como un modelo para actuar en la ciudad. La arquitectura y el urbanismo ya no son sólo tema de conversaciones cerradas entre profesionales, cada vez más sus espacios de deliberación se abren a otros actores y disciplinas. Las reflexiones sobre problemáticas urbanas se expresan en nuevos canales de debate y de acción promovidos por sectores con diferentes intereses (agrupaciones civiles autoorganizadas, medios de comunicación, organismos estatales, etc.). En el desarrollo de este segundo número hemos utilizado ciertas palabras para pensar sobre la conversación en relación a la arquitectura, que a la vez nos han servido para entender los trabajos y conectarlos entre sí. Un primer término es Foro, referido a los espacios de reunión y de conversación, de opinión y de debate, y también lugares de sociabilidad. ¿Qué ámbitos propiciaban esto en el pasado, y cuáles lo hacen en la actualidad? ¿Cuáles son los protocolos de estas conversaciones? ¿Qué arquitecturas corresponden a estos protocolos? Bajo el nombre de Asambleas podríamos describir las nuevas formas de conexión entre agentes que abren espacios de conversación de forma espontánea. Tiene que ver con la articulación de redes a partir de procesos de conversación, la generación de grupos a través de prácticas deliberativas; normalmente con intereses ligados a la transformación de estados de cosas locales. Los procesos de discusión en estas asambleas constituyen al mismo tiempo los vínculos entre sus miembros. El vocablo parlamento, en el sentido de hablar o de emitir un discurso, se aplica extensivamente al término con que se designa la reunión de los representantes populares, donde un número limitado de voces idealmente representa a la diversidad de posturas individuales a fin de discutir y resolver los asuntos públicos. Parlamentos articula la conversación con los sistemas de toma de decisiones, con la representación política y también con los propios edificios parlamentarios. Nos interesa pensar cómo esta forma de representación de las democracias modernas ha desarrollado su arquitectura, y cuáles son sus tecnologías para representar la multiplicidad de opiniones. Pero también focalizando sobre los procesos en arquitectura y qué formas se usan para que aparezca representada la diversidad de objetos y situaciones. En medio de estos procesos de debate, un nuevo rol que tiende a emerger para los arquitectos es el del Intérprete o Mediador. El arquitecto en este rol ya no ocupa una posición jerárquica relacionada al dominio de la técnica, sino que se presenta como un facilitador que posibilita un diálogo generando traducciones de códigos específicos de una disciplina determinada, interviniendo en la relación entre diferentes actores y entre diferentes disciplinas. Un mediador también con intereses propios, como los otros actores, y por lo mismo con capacidad de incidir en la tendencia del proceso. Estas palabras nos sirven para trazar un mapa preliminar de una arquitectura de la conversación. La cuestión es cómo las ideas son representadas y de qué forma articular un diálogo fructífero entre estas expresiones; es decir, qué tecnologías son capaces de incorporar la variedad de discursos en los procesos de decisión sobre las cuestiones de la ciudad. Pareciera que el modelo actual de representación política estatal no es capaz de captar la multiplicidad de posiciones. Proliferan las organizaciones con sus propios espacios de diálogo internos (aunque no necesariamente con interés en tener representación en la arena política tradicional); estos nuevos foros se han multiplicado a una velocidad que supera la evolución de las técnicas de representación política. Entonces, ¿cómo incorporar estas prácticas dentro de las estructuras democráticas actuales? No se trata sólo de generar cohesión, sino también de lidiar con el disenso. Por eso, nos parece importante repensar el vocabulario, las formas y los lugares para una posible conversación. Conversar, además, nos resulta una buena manera de entender qué es la revista UR. La tarea editorial, pensamos, pasa por socializar experiencias y reflexiones con otros contextos, y a la vez, por poner en relación a los artículos entre sí. A fin de cuentas, propiciar los momentos en los que la conversación fluye en las reflexiones, preguntas, controversias, discusiones, digresiones. De eso se trata...

The name of this issue, Conversar (Conversing), captures a way that different actors can relate on the basis of mutual recognition; this way of relating might serve as a model for acting in the city. Architecture and urbanism are no longer a topic of closed conversation between professionals; the spaces in which their concerns are deliberated are increasingly open to other actors and disciplines. Reflections on urban problematics are expressed in new channels of debate and action, channels instigated by sectors with an array of interests (self-organized civic organizations, mass media, state organisms, etc.). In working on this issue, we have used certain words to think about conversation in relation to architecture, and these words have also helped us to understand the articles and the connections between them. A first term is Forum, understood as spaces for meeting and conversation, for opinion and debate, as well as places of sociability. Which environments encouraged such spaces in the past, and which do now? What are the protocols for these conversations? What architectures are appropriate for those protocols? The word Assemblies can describe the new forms of connection between agents who spontaneously open up spaces for conversation. This term is connected with the building of networks on the basis of conversations and the generation of groups through deliberative practices, often with an interest in transforming the state of things locally. The debates that take place in these assemblies also constitute the link between their members. The word parliament, in the sense of to speak or to emit a speech, is commonly used to designate the meeting of the representatives of the people where a limited number of voices ideally represents an array of individual positions in order to debate and resolve political concerns. Parliament entails conversation with systems for decision making, with political representation and even with parliamentary buildings. We are interested in how this mode of representation employed by modern democracies has developed its architecture, and what technologies it uses to represent the multiplicity of opinions. We also interrogate the nature of the technologies used to represent the sum of objects and situations involved in architecture’s project and processes. In the midst of these debates, one of the emerging roles of the architect is that of Interpreter or Mediator. The architect no longer holds a hierarchical position on the basis of mastering a given technique, but is, rather, a facilitator who enables a dialogue by translating the specific codes of a determined discipline, intervening in the relationship between different actors and different disciplines. Like the other actors, the architect is a mediator with specific interests, and hence capable of affecting the course of a process. These words allow us to draw a preliminary map of an architecture of conversation. The question is how ideas are represented and what makes it possible to articulate a fruitful dialogue between them. Which technologies are capable of incorporating the variety of discourses involved in the process of making decisions about the city? It would seem that the current representational model is not capable of capturing the multiplicity of positions. There are more and more organizations with their own spaces for internal dialogue (though they are not necessarily interested in being represented in the traditional political sphere). These new forums have multiplied much faster than techniques for political representation. So the question is how to incorporate these practices into current democratic structures. This does not only entail creating cohesion, but handling dissent. For this reason, we believe it pertinent to rethink the vocabularies, forms and places for possible conversations. Furthermore, the word converse is, in our view, a good way to understand what this magazine is really about. We believe our editorial task entails relating experiences and reflections with other contexts, as well as connecting the articles in the magazine with each other. In short, fostering moments when conversation leads to reflections, questions, controversies, debates, digressions. That’s our task...

N.d.E. Assembly y Parliament son términos utilizados en el catálogo de Making Things Public – Atmospheres of Democracy, MIT Press 2005 (editado por Bruno Latour & Peter Weibel).

E.N. Assembly and Parliament are terms taken from the catalogue of Making Things Public – Atmospheres of Democracy, MIT Press 2005 (edited by Bruno Latour & Peter Weibel).

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Colaboradores

a77 Gustavo Diéguez y Lucas Gilardi son arquitectos (Universidad de Buenos Aires). Integraron el colectivo m777 hasta el año 2004, donde realizaron proyectos de arquitectura y experiencias de urbanismo en diferentes países como Holanda, España, Alemania y los Estados Unidos. En la actualidad con el nombre de a77 desarrollan trabajos de vivienda experimental y diseño a través del concepto Plug and live system e integran los proyectos colectivos Charlas de Gasolinería y Rally Conurbano, referidos al área metropolitana de Buenos Aires. Ambos son profesores de Urbanismo y Proyecto Arquitectónico en las universidades de Palermo y de Buenos Aires respectivamente. Gustavo Diéguez and Lucas Gilardi are architects (Universidad de Buenos Aires). Until 2004, they formed part of the m777 collective, where they worked on projects involving architecture and urban experiences in a number of countries including Holland, Spain, Germany and the United States. Currently, as a77, they develop experimental residential and design projects using the Plug and Live System. They form part of the collective projects Charlas de Gasolinería and Rally Conurbano, both of which deal with the Buenos Aires metropolitan area. Both are professors of architecture at the Universidad de Palermo and the Universidad de Buenos Aires. http://plugandlivesystem.blogspot.com

Pablo Bernard Bajo los seudónimos Pablo Canopus y Paul Morgue, Pablo Bernard ha intentado demostrar que en la relación entre Arquitectura y Moda, no siempre conviene que exista un acuerdo. Histeria editorial, Cinismo Crítico; sus dos proyectos editoriales, Canopus y Morgue, han cuestionado la supuesta hermandad entre las distintas disciplinas del diseño. Under the pseudonyms Pablo Canopus and Paul Morgue, Pablo Bernard attempts to show that agreement is not always desirable in the relationship between architecture and fashion. Editorial hysteria, critical cynicism. His two publishing projects, Canopus and M o r g u e, have questioned the supposed affinity between different design disciplines.

Club de Arquitectura Es una sociedad de debate que propicia discusiones sobre la arquitectura y el urbanismo a partir de la visión de los que actúan autónomamente en la esfera pública. Sus miembros son Pablo Bernard, Mauricio Corbalán, Martín di Peco, Sofía Picozzi, Pío Torroja y Marina Zuccon. The Architecture Club is a society that promotes discussions about architecture and emerging urbanism from the perspective of somebody who interacts in his or her own community. The members of the Club are Pablo Bernard, Mauricio Corbalán, Martín di Peco, Sofía Picozzi, Pío Torroja y Marina Zuccon. http://clubdearquitectura.blogspot.com/

Claudio Alejandro Docampo Arquitecto, Universidad de Buenos Aires 1991-92, postgrado en Städelschule, Frankfurt am Main. Fue docente de Arquitectura y Teoría de la Arquitectura en las Universidades de Buenos Aires y Palermo, y miembro del Consejo Editorial de Pasajes (U.B.A.). Autor de influyentes notas sobre arquitectura; sus trabajos formaron parte de muestras colectivas en Buenos Aires, Viena y Rotterdam. Architect, Universidad de Buenos Aires 1991-92, post-graduate degree from Städelschule, Frankfurt am Main. He has taught architecture and architectural theory at the Universidad de Buenos Aires and the Universidad de Palermo. He was a member of the editorial board of Pasajes (U.B.A.). He has written influential articles on architecture, and his work has formed part of group shows in Buenos Aires, Vienna and Rotterdam. http://www.boladenieve.org.ar/?q=node/384

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Andrés Jaque Es arquitecto y dirige en Madrid desde el año 2000 la oficina Andrés Jaque Arquitectos, y desde el 2003 la Oficina de Innovación Política. Su trabajo ha sido premiado en numerosos concursos y publicado en revistas internacionales. Ha expuesto en el Schweizerisches Architektur Museum de Basilea, La Casa Encendida de Madrid y en diversas salas y muestras en Europa y América. He is an architect. Since the year 2000, he has directed, from Madrid, the Andrés Jaque Arquitectos studio and, since 2003, the Oficina de Innovación Política. His work has won many awards and been published in international magazines. He has exhibited at the Schweizerisches Architektur Museum in Basel, La Casa Encendida in Madrid, and other venues in Europe and America. http://www.andresjaque.net | http://www.oficinadeinnovacionpolitica.blogspot.com

m7red Es un grupo iniciado por Mauricio Corbalán y Pío Torroja, y una red de grupos interesados en la exploración de lo público y en la elaboración de situaciones de conversación sobre temas urbanos. En los últimos años, han estado convocando a un amplio rango de expertos y no expertos, para analizar, discutir y configurar propuestas sobre situaciones político-urbanas emergentes. m7 red actúa entre los límites de una ONG, una consultora, un “think tank” y un forum estratégico. Su campo de acción está constituido por la exploración de procesos de intercambio y la producción de imaginación política entre actores diversos. m7red is a group started by Mauricio Corbalán and Pío Torroja, and is a network of groups interested in exploring the public domain and in formulating conversational situations on urban concerns. In recent years, m7red has brought together a wide range of experts and non-experts to analyze, debate and develop proposals in relation to emerging political-urban situations. m7red operates somewhat like an NGO, a consulting firm, a think tank and a strategic forum. Its field of action consists of exploring processes of exchange and the production of political imagination between various actors. http://www.m7red.com.ar

Julia Masvernat De formación artista plástica y diseñadora gráfica, sus trabajos vinculan diferentes medios y entornos sociales. Desarrolló plataformas web para comunidades de artistas, periodistas y movimientos sociales, juegos interactivos sonoros visuales, obra gráfica y objetual. Actualmente se encuentra trabajando en La Rebelión de los Artefactos, un teatro itinerante de sombras. Trained as a visual artist and graphic designer, her work is connected to different media and social environments. She has developed internet platforms for communities of artists, journalists and social movements; sound-vision interactive games, graphic and object work. She is currently working on La rebelión de los Artefactos, a traveling shadow theater. http://terrazared.com.ar/taller_julia/

Natalia Muñoa Nacida en Buenos Aires, es arquitecta egresada de la Universidad de Buenos Aires donde ejerce la docencia desde el año 2000. Formó parte de la organización del ciclo Desayunando Lecturas (2000-2001). Viajó por Europa y recorrió Latinoamérica en varias oportunidades. Vivió en África entre el 2006 y 2007. Es cocinera amateur. Born in Buenos Aires, she has a degree in architecture from the Universidad de Buenos Aires, where she has also taught since 2000. With others, she organized the Desayunando Lecturas series (2000-2001). She has traveled widely in Europe and Latin America. She lived in Africa in 2006 and 2007. She is an amateur cook.

Juan Pablo Vacas (Buenos Aires, 1978) Ha contribuido con diferentes publicaciones de arquitectura. En sus trabajos para UNESCO y la Secretaría de Cultura de la Ciudad, así como en su labor docente en la Universidad de Buenos Aires, se destaca la voluntad de fomentar un nuevo interés sobre la arquitectura argentina desde una mirada más provocadora. (Buenos Aires, 1978) He has contributed to several architecture publications. His work for the UNESCO and the Secretaría de Cultura de la Ciudad, as well as his teaching at the Universidad de Buenos Aires, is marked by the intention to generate a new, more provocative vision of Argentine architecture.

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Colaboradores

a77 Gustavo Diéguez y Lucas Gilardi son arquitectos (Universidad de Buenos Aires). Integraron el colectivo m777 hasta el año 2004, donde realizaron proyectos de arquitectura y experiencias de urbanismo en diferentes países como Holanda, España, Alemania y los Estados Unidos. En la actualidad con el nombre de a77 desarrollan trabajos de vivienda experimental y diseño a través del concepto Plug and live system e integran los proyectos colectivos Charlas de Gasolinería y Rally Conurbano, referidos al área metropolitana de Buenos Aires. Ambos son profesores de Urbanismo y Proyecto Arquitectónico en las universidades de Palermo y de Buenos Aires respectivamente. Gustavo Diéguez and Lucas Gilardi are architects (Universidad de Buenos Aires). Until 2004, they formed part of the m777 collective, where they worked on projects involving architecture and urban experiences in a number of countries including Holland, Spain, Germany and the United States. Currently, as a77, they develop experimental residential and design projects using the Plug and Live System. They form part of the collective projects Charlas de Gasolinería and Rally Conurbano, both of which deal with the Buenos Aires metropolitan area. Both are professors of architecture at the Universidad de Palermo and the Universidad de Buenos Aires. http://plugandlivesystem.blogspot.com

Pablo Bernard Bajo los seudónimos Pablo Canopus y Paul Morgue, Pablo Bernard ha intentado demostrar que en la relación entre Arquitectura y Moda, no siempre conviene que exista un acuerdo. Histeria editorial, Cinismo Crítico; sus dos proyectos editoriales, Canopus y Morgue, han cuestionado la supuesta hermandad entre las distintas disciplinas del diseño. Under the pseudonyms Pablo Canopus and Paul Morgue, Pablo Bernard attempts to show that agreement is not always desirable in the relationship between architecture and fashion. Editorial hysteria, critical cynicism. His two publishing projects, Canopus and M o r g u e, have questioned the supposed affinity between different design disciplines.

Club de Arquitectura Es una sociedad de debate que propicia discusiones sobre la arquitectura y el urbanismo a partir de la visión de los que actúan autónomamente en la esfera pública. Sus miembros son Pablo Bernard, Mauricio Corbalán, Martín di Peco, Sofía Picozzi, Pío Torroja y Marina Zuccon. The Architecture Club is a society that promotes discussions about architecture and emerging urbanism from the perspective of somebody who interacts in his or her own community. The members of the Club are Pablo Bernard, Mauricio Corbalán, Martín di Peco, Sofía Picozzi, Pío Torroja y Marina Zuccon. http://clubdearquitectura.blogspot.com/

Claudio Alejandro Docampo Arquitecto, Universidad de Buenos Aires 1991-92, postgrado en Städelschule, Frankfurt am Main. Fue docente de Arquitectura y Teoría de la Arquitectura en las Universidades de Buenos Aires y Palermo, y miembro del Consejo Editorial de Pasajes (U.B.A.). Autor de influyentes notas sobre arquitectura; sus trabajos formaron parte de muestras colectivas en Buenos Aires, Viena y Rotterdam. Architect, Universidad de Buenos Aires 1991-92, post-graduate degree from Städelschule, Frankfurt am Main. He has taught architecture and architectural theory at the Universidad de Buenos Aires and the Universidad de Palermo. He was a member of the editorial board of Pasajes (U.B.A.). He has written influential articles on architecture, and his work has formed part of group shows in Buenos Aires, Vienna and Rotterdam. http://www.boladenieve.org.ar/?q=node/384

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Andrés Jaque Es arquitecto y dirige en Madrid desde el año 2000 la oficina Andrés Jaque Arquitectos, y desde el 2003 la Oficina de Innovación Política. Su trabajo ha sido premiado en numerosos concursos y publicado en revistas internacionales. Ha expuesto en el Schweizerisches Architektur Museum de Basilea, La Casa Encendida de Madrid y en diversas salas y muestras en Europa y América. He is an architect. Since the year 2000, he has directed, from Madrid, the Andrés Jaque Arquitectos studio and, since 2003, the Oficina de Innovación Política. His work has won many awards and been published in international magazines. He has exhibited at the Schweizerisches Architektur Museum in Basel, La Casa Encendida in Madrid, and other venues in Europe and America. http://www.andresjaque.net | http://www.oficinadeinnovacionpolitica.blogspot.com

m7red Es un grupo iniciado por Mauricio Corbalán y Pío Torroja, y una red de grupos interesados en la exploración de lo público y en la elaboración de situaciones de conversación sobre temas urbanos. En los últimos años, han estado convocando a un amplio rango de expertos y no expertos, para analizar, discutir y configurar propuestas sobre situaciones político-urbanas emergentes. m7 red actúa entre los límites de una ONG, una consultora, un “think tank” y un forum estratégico. Su campo de acción está constituido por la exploración de procesos de intercambio y la producción de imaginación política entre actores diversos. m7red is a group started by Mauricio Corbalán and Pío Torroja, and is a network of groups interested in exploring the public domain and in formulating conversational situations on urban concerns. In recent years, m7red has brought together a wide range of experts and non-experts to analyze, debate and develop proposals in relation to emerging political-urban situations. m7red operates somewhat like an NGO, a consulting firm, a think tank and a strategic forum. Its field of action consists of exploring processes of exchange and the production of political imagination between various actors. http://www.m7red.com.ar

Julia Masvernat De formación artista plástica y diseñadora gráfica, sus trabajos vinculan diferentes medios y entornos sociales. Desarrolló plataformas web para comunidades de artistas, periodistas y movimientos sociales, juegos interactivos sonoros visuales, obra gráfica y objetual. Actualmente se encuentra trabajando en La Rebelión de los Artefactos, un teatro itinerante de sombras. Trained as a visual artist and graphic designer, her work is connected to different media and social environments. She has developed internet platforms for communities of artists, journalists and social movements; sound-vision interactive games, graphic and object work. She is currently working on La rebelión de los Artefactos, a traveling shadow theater. http://terrazared.com.ar/taller_julia/

Natalia Muñoa Nacida en Buenos Aires, es arquitecta egresada de la Universidad de Buenos Aires donde ejerce la docencia desde el año 2000. Formó parte de la organización del ciclo Desayunando Lecturas (2000-2001). Viajó por Europa y recorrió Latinoamérica en varias oportunidades. Vivió en África entre el 2006 y 2007. Es cocinera amateur. Born in Buenos Aires, she has a degree in architecture from the Universidad de Buenos Aires, where she has also taught since 2000. With others, she organized the Desayunando Lecturas series (2000-2001). She has traveled widely in Europe and Latin America. She lived in Africa in 2006 and 2007. She is an amateur cook.

Juan Pablo Vacas (Buenos Aires, 1978) Ha contribuido con diferentes publicaciones de arquitectura. En sus trabajos para UNESCO y la Secretaría de Cultura de la Ciudad, así como en su labor docente en la Universidad de Buenos Aires, se destaca la voluntad de fomentar un nuevo interés sobre la arquitectura argentina desde una mirada más provocadora. (Buenos Aires, 1978) He has contributed to several architecture publications. His work for the UNESCO and the Secretaría de Cultura de la Ciudad, as well as his teaching at the Universidad de Buenos Aires, is marked by the intention to generate a new, more provocative vision of Argentine architecture.

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SIEMPRE ES MEDIODÍA EN BRASILIA Edición de

Julia Masvernat

Brasilia fue el experimento construido por el laboratorio de la modernidad a escala de una ciudad. Julia Masvernat nos propone un recorrido que amplía la mirada, con un enfoque que abarca las contradicciones. Todo ocurre en el medio, entre proyectos políticos, edificios lisos, espacios vacíos y también sujetos, sueños y tensiones. Lo formal y lo informal conviviendo en un mismo espacio.

Brasilia como una excusa para hablar de otras cosas. Inevitablemente toneladas de arquitectura se sienten en el cuerpo. Fantasía omnipotente, sueño nacionalista. El “ritmo Brasilia” no es un ritmo musical, se llamó así al intenso ritmo de trabajo llevado en la construcción de la ciudad, que en cuatro años estuvo terminada. Este artículo es una invitación a un recorrido que cruza algunos materiales encontrados sobre la ciudad y los pone a dialogar. En los intersticios de esta conversación se construyen los sentidos. Comienza con un texto, embriagado de sordidez y belleza, que Clarice Lispector escribió en 1970 sobre su sensación cuando estuvo en Brasilia, la imagen del insomnio. ( 1 ) El siguiente punto del recorrido es a través de un libro escrito, también durante la década del ‘70, por el antropólogo brasilero Gustavo Lins Ribeiro titulado El capi tal de la esperanza, la experiencia de los trabajadores en la construcción de Brasilia (2). Donde hago foco en un breve relato sobre los conflictos en relación al tema de la vivienda de los trabajadores. Y la última estación: “Empossamento”. Es una serie de fotografías que Mauro Restiffe hizo en una Brasilia llena de gente trepada a los edificios, que habitualmente son un desierto. Momento extraño, situación poco común. Son fotos tomadas el día de la asunción de Lula a la presidencia, a la primer presidencia, donde reinaba la felicidad de una fiesta llena de optimismo. ( 3 ) Estos tres relatos hablan de una misma ciudad, ubican la mirada donde más me interesa, en lo que sucede entre las personas que la habitan y construyen. Atraviesan la superficie de sus edificios que no es tan lisa como parece, explorando sus contradicciones y conflictos. (1) Del libro Revelación de un mundo (Ed. Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2005). Una recopilación deliciosa, hecha por Amalia Sato de las crónicas que Clarice Lispector publicó, entre 1967 y 1973, cada sábado en Jornal do Brasil. (2) Ed. Antropofagia, Buenos Aires, 2006. (3) Empossar, empossar-se: nombrar, investir, tomar posesión, instalar – posesionar, apoderar apoderarse. Dice el autor: “Hice este trabajo por iniciativa propia con la intención de retratar ese momento histórico brasilero y para archivarlas y poder acceder a esas imágenes en el futuro. Mientras tanto, el material fotográfico que tomé ya presentaba un tono nostálgico, atemporal, que hizo que utilizara estas imágenes de inmediato. Hay una intención de mostrar Brasilia no en su visión estereotipada de ciudad vacía, sino tomada por las masas en un acceso de euforia.”

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SIEMPRE ES MEDIODÍA EN BRASILIA Edición de

Julia Masvernat

Brasilia fue el experimento construido por el laboratorio de la modernidad a escala de una ciudad. Julia Masvernat nos propone un recorrido que amplía la mirada, con un enfoque que abarca las contradicciones. Todo ocurre en el medio, entre proyectos políticos, edificios lisos, espacios vacíos y también sujetos, sueños y tensiones. Lo formal y lo informal conviviendo en un mismo espacio.

Brasilia como una excusa para hablar de otras cosas. Inevitablemente toneladas de arquitectura se sienten en el cuerpo. Fantasía omnipotente, sueño nacionalista. El “ritmo Brasilia” no es un ritmo musical, se llamó así al intenso ritmo de trabajo llevado en la construcción de la ciudad, que en cuatro años estuvo terminada. Este artículo es una invitación a un recorrido que cruza algunos materiales encontrados sobre la ciudad y los pone a dialogar. En los intersticios de esta conversación se construyen los sentidos. Comienza con un texto, embriagado de sordidez y belleza, que Clarice Lispector escribió en 1970 sobre su sensación cuando estuvo en Brasilia, la imagen del insomnio. ( 1 ) El siguiente punto del recorrido es a través de un libro escrito, también durante la década del ‘70, por el antropólogo brasilero Gustavo Lins Ribeiro titulado El capi tal de la esperanza, la experiencia de los trabajadores en la construcción de Brasilia (2). Donde hago foco en un breve relato sobre los conflictos en relación al tema de la vivienda de los trabajadores. Y la última estación: “Empossamento”. Es una serie de fotografías que Mauro Restiffe hizo en una Brasilia llena de gente trepada a los edificios, que habitualmente son un desierto. Momento extraño, situación poco común. Son fotos tomadas el día de la asunción de Lula a la presidencia, a la primer presidencia, donde reinaba la felicidad de una fiesta llena de optimismo. ( 3 ) Estos tres relatos hablan de una misma ciudad, ubican la mirada donde más me interesa, en lo que sucede entre las personas que la habitan y construyen. Atraviesan la superficie de sus edificios que no es tan lisa como parece, explorando sus contradicciones y conflictos. (1) Del libro Revelación de un mundo (Ed. Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2005). Una recopilación deliciosa, hecha por Amalia Sato de las crónicas que Clarice Lispector publicó, entre 1967 y 1973, cada sábado en Jornal do Brasil. (2) Ed. Antropofagia, Buenos Aires, 2006. (3) Empossar, empossar-se: nombrar, investir, tomar posesión, instalar – posesionar, apoderar apoderarse. Dice el autor: “Hice este trabajo por iniciativa propia con la intención de retratar ese momento histórico brasilero y para archivarlas y poder acceder a esas imágenes en el futuro. Mientras tanto, el material fotográfico que tomé ya presentaba un tono nostálgico, atemporal, que hizo que utilizara estas imágenes de inmediato. Hay una intención de mostrar Brasilia no en su visión estereotipada de ciudad vacía, sino tomada por las masas en un acceso de euforia.”

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El texto que sigue es un fragmento de

En los inicios de Brasilia de Clarice Lispector,

20 de junio de 1970

Brasilia está construida en la línea del horizonte –Brasilia es artificial. Tan artificial como ha de haber sido el mundo cuando fue creado. Cuando el mundo fue creado, fue necesario crear un hombre especialmente para aquel mundo. Nosotros estamos todos deformados por la adaptación a la libertad de Dios. No sabemos cómo seríamos si hubiésemos sido creados en primer lugar, y después el mundo deformado según nuestras necesidades. Brasilia todavía no tiene al hombre de Brasilia. –Si yo dijera que Brasilia es linda, percibirían de inmediato que me gustó la ciudad. Pero si digo que Brasilia es la imagen de mi insomnio, ven en esto una acusación; pero mi insomnio soy, es vívido, es mi espanto. Los dos arquitectos no pensaron en construir belleza, sería fácil; ellos levantaron su espanto, y dejaron inexplicado el espanto. La creación no es comprensión, es un nuevo misterio. –Morí, un día abrí los ojos y era Brasilia. Estaba sola en el mundo. Había un taxi parado. Sin chofer. –Lucio Costa y Oscar Niemeyer, dos hombres solitarios. –Veo a Brasilia como veo a Roma: Brasilia empezó con una simplificación final de ruinas. La hiedra todavía no creció. –Además del viento hay otra cosa que sopla. Sólo se reconoce la crispación sobrenatural del lago. –En cualquier lugar donde se está de pie, un niño se puede caer, y quedar fuera del mundo. Brasilia queda en la orilla. –Si yo viviera aquí, dejaría que mis cabellos crecieran hasta el piso. –Brasilia es de un pasado esplendoroso que ya no existe más. Hace milenios desapareció ese tipo de civilización. En el siglo IV a.C. estaba habitada por hombres y mujeres rubios y altísimos, que no eran americanos ni suecos, y que brillaban al sol. Eran todos ciegos. Es por eso que en Brasilia no se corre el riesgo de tropezar. Los brasiliarios se vestían con oro blanco. La raza se extinguió porque nacían pocos hijos. Cuanto más bellos los brasiliarios, más ciegos y más puros y más centelleantes, y menos hijos. No había nada en nombre de lo cual morir. Milenios después fue descubierta por una banda de forajidos que en ningún otro lugar serían recibidos; ellos no tenían nada que perder. Allí encendieron fuego, armaron tiendas, poco a poco excavaron las arenas que cubrían la ciudad. Eran hombres y mujeres más pequeños y morenos, de ojos esquivos e inquietos, y que, por ser fugitivos y estar desesperados, tenían en nombre de qué vivir y morir. Habitaron las casas en ruinas, se multiplicaron, y construyeron una raza humana muy contemplativa. –Esperé por la noche, como quien espera por las sombras para poder escabullirse. Cuando llegó la noche, me di cuenta con horror de que era inútil: donde estuviera, me verían. Lo que me 16 / (Conversar) UR

aterroriza es: ¿quién? (…) Aquí tengo miedo –Este gran silencio visual que yo amo. También mi insomnio habría creado esta paz del nunca. (…) No lloré ni una vez en Brasilia. No había motivo. –Es una playa sin mar. –En Brasilia no hay por dónde entrar, ni hay por dónde salir. (…) Una prisión al aire libre. De cualquier manera, no habría dónde escapar. Pues quien huye se dirigiría probablemente a Brasilia. Me atraparon en libertad. Pero libertad es sólo lo que se conquista. Cuando me la conceden, me están ordenando ser libre. (…) Nunca vi nada igual en el mundo. Pero reconozco esta ciudad en lo más profundo de mi sueño. Lo más profundo de mi sueño es una lucidez. –Pues como iba diciendo, Flash Gordon… -Si me retrataran de pie en Brasilia, cuando revelaran la fotografía sólo saldría el paisaje. -¿Dónde están las jirafas de Brasilia? (…) Es urgente. Si no la pueblan, o mejor superpueblan, otra cosa va a habitarla. Y si eso sucede, será demasiado tarde: no habrá lugar para las personas. Se sentirán tácitamente expulsadas. –El alma aquí no hace sombras en el piso. –Los primeros dos días estuve sin hambre. Me parecía que todo sería comida de avión. –De noche extendí mi rostro hacia el silencio. Sé que hay una hora desconocida en que el maná baja y humedece las tierras de Brasilia. –Por más cerca que se esté, todo aquí se ve de lejos. No encontré un modo de tocar. Pero por lo menos esta ventaja a mi favor: antes de llegar aquí, ya sabía cómo tocar de lejos. Nunca me desesperé demasiado: de lejos, yo tocaba. (…) La ciudad de Brasilia queda fuera de la ciudad. (…) Esa belleza que asusta, esa ciudad trazada en el aire. –Por ahora no puede nacer el samba en Brasilia. –Brasilia no me permite cansarme. Persigue un poco. Bien dispuesta, bien dispuesta, bien dispuesta, me siento bien. Y finalmente siempre cultivé mi cansancio, como mi más rica pasividad. –Todo eso es hoy. Sólo Dios sabe lo que pasará con Brasilia. Es que el azar aquí es abrupto. –Brasilia es fantasmal. Es el perfil inmóvil de una cosa. –De mi insomnio miro por la ventana del hotel a las tres de la madrugada. Brasilia es el paisaje del insomnio. Nunca duerme. –Aquí el ser orgánico no se deteriora. Se petrifica. (…) La erosión va a desnudar a Brasilia hasta el hueso. –El aire religioso que sentí desde el primer instante, y que negué. Esta ciudad se obtuvo mediante el rezo. Dos hombres beatificados por la soledad me crearon aquí de pie, inquieta, sola, al viento. (…) Sé lo que los dos quisieron: la lentitud y el silencio, que también es la idea que me hago de la eternidad. Ambos crearon el retrato de una ciudad eterna. –Hay algo aquí que me da miedo. Cuando descubra lo que me asusta, sabré también qué amo aquí. El miedo siempre me guió hacia lo que yo quiero; y, porque quiero, temo. Muchas veces fue el miedo el que me tomó de la mano y me condujo. El miedo me lleva al peligro. Y todo lo que yo amo es riesgoso. –En Brasilia están los cráteres de la Luna. –La belleza de Brasilia son sus estatuas invisibles.

Fotografías pertenecientes al Archivo Público del Distrito Federal, Brasil. Tomadas entre 1956 y 1960

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El texto que sigue es un fragmento de

En los inicios de Brasilia de Clarice Lispector,

20 de junio de 1970

Brasilia está construida en la línea del horizonte –Brasilia es artificial. Tan artificial como ha de haber sido el mundo cuando fue creado. Cuando el mundo fue creado, fue necesario crear un hombre especialmente para aquel mundo. Nosotros estamos todos deformados por la adaptación a la libertad de Dios. No sabemos cómo seríamos si hubiésemos sido creados en primer lugar, y después el mundo deformado según nuestras necesidades. Brasilia todavía no tiene al hombre de Brasilia. –Si yo dijera que Brasilia es linda, percibirían de inmediato que me gustó la ciudad. Pero si digo que Brasilia es la imagen de mi insomnio, ven en esto una acusación; pero mi insomnio soy, es vívido, es mi espanto. Los dos arquitectos no pensaron en construir belleza, sería fácil; ellos levantaron su espanto, y dejaron inexplicado el espanto. La creación no es comprensión, es un nuevo misterio. –Morí, un día abrí los ojos y era Brasilia. Estaba sola en el mundo. Había un taxi parado. Sin chofer. –Lucio Costa y Oscar Niemeyer, dos hombres solitarios. –Veo a Brasilia como veo a Roma: Brasilia empezó con una simplificación final de ruinas. La hiedra todavía no creció. –Además del viento hay otra cosa que sopla. Sólo se reconoce la crispación sobrenatural del lago. –En cualquier lugar donde se está de pie, un niño se puede caer, y quedar fuera del mundo. Brasilia queda en la orilla. –Si yo viviera aquí, dejaría que mis cabellos crecieran hasta el piso. –Brasilia es de un pasado esplendoroso que ya no existe más. Hace milenios desapareció ese tipo de civilización. En el siglo IV a.C. estaba habitada por hombres y mujeres rubios y altísimos, que no eran americanos ni suecos, y que brillaban al sol. Eran todos ciegos. Es por eso que en Brasilia no se corre el riesgo de tropezar. Los brasiliarios se vestían con oro blanco. La raza se extinguió porque nacían pocos hijos. Cuanto más bellos los brasiliarios, más ciegos y más puros y más centelleantes, y menos hijos. No había nada en nombre de lo cual morir. Milenios después fue descubierta por una banda de forajidos que en ningún otro lugar serían recibidos; ellos no tenían nada que perder. Allí encendieron fuego, armaron tiendas, poco a poco excavaron las arenas que cubrían la ciudad. Eran hombres y mujeres más pequeños y morenos, de ojos esquivos e inquietos, y que, por ser fugitivos y estar desesperados, tenían en nombre de qué vivir y morir. Habitaron las casas en ruinas, se multiplicaron, y construyeron una raza humana muy contemplativa. –Esperé por la noche, como quien espera por las sombras para poder escabullirse. Cuando llegó la noche, me di cuenta con horror de que era inútil: donde estuviera, me verían. Lo que me 16 / (Conversar) UR

aterroriza es: ¿quién? (…) Aquí tengo miedo –Este gran silencio visual que yo amo. También mi insomnio habría creado esta paz del nunca. (…) No lloré ni una vez en Brasilia. No había motivo. –Es una playa sin mar. –En Brasilia no hay por dónde entrar, ni hay por dónde salir. (…) Una prisión al aire libre. De cualquier manera, no habría dónde escapar. Pues quien huye se dirigiría probablemente a Brasilia. Me atraparon en libertad. Pero libertad es sólo lo que se conquista. Cuando me la conceden, me están ordenando ser libre. (…) Nunca vi nada igual en el mundo. Pero reconozco esta ciudad en lo más profundo de mi sueño. Lo más profundo de mi sueño es una lucidez. –Pues como iba diciendo, Flash Gordon… -Si me retrataran de pie en Brasilia, cuando revelaran la fotografía sólo saldría el paisaje. -¿Dónde están las jirafas de Brasilia? (…) Es urgente. Si no la pueblan, o mejor superpueblan, otra cosa va a habitarla. Y si eso sucede, será demasiado tarde: no habrá lugar para las personas. Se sentirán tácitamente expulsadas. –El alma aquí no hace sombras en el piso. –Los primeros dos días estuve sin hambre. Me parecía que todo sería comida de avión. –De noche extendí mi rostro hacia el silencio. Sé que hay una hora desconocida en que el maná baja y humedece las tierras de Brasilia. –Por más cerca que se esté, todo aquí se ve de lejos. No encontré un modo de tocar. Pero por lo menos esta ventaja a mi favor: antes de llegar aquí, ya sabía cómo tocar de lejos. Nunca me desesperé demasiado: de lejos, yo tocaba. (…) La ciudad de Brasilia queda fuera de la ciudad. (…) Esa belleza que asusta, esa ciudad trazada en el aire. –Por ahora no puede nacer el samba en Brasilia. –Brasilia no me permite cansarme. Persigue un poco. Bien dispuesta, bien dispuesta, bien dispuesta, me siento bien. Y finalmente siempre cultivé mi cansancio, como mi más rica pasividad. –Todo eso es hoy. Sólo Dios sabe lo que pasará con Brasilia. Es que el azar aquí es abrupto. –Brasilia es fantasmal. Es el perfil inmóvil de una cosa. –De mi insomnio miro por la ventana del hotel a las tres de la madrugada. Brasilia es el paisaje del insomnio. Nunca duerme. –Aquí el ser orgánico no se deteriora. Se petrifica. (…) La erosión va a desnudar a Brasilia hasta el hueso. –El aire religioso que sentí desde el primer instante, y que negué. Esta ciudad se obtuvo mediante el rezo. Dos hombres beatificados por la soledad me crearon aquí de pie, inquieta, sola, al viento. (…) Sé lo que los dos quisieron: la lentitud y el silencio, que también es la idea que me hago de la eternidad. Ambos crearon el retrato de una ciudad eterna. –Hay algo aquí que me da miedo. Cuando descubra lo que me asusta, sabré también qué amo aquí. El miedo siempre me guió hacia lo que yo quiero; y, porque quiero, temo. Muchas veces fue el miedo el que me tomó de la mano y me condujo. El miedo me lleva al peligro. Y todo lo que yo amo es riesgoso. –En Brasilia están los cráteres de la Luna. –La belleza de Brasilia son sus estatuas invisibles.

Fotografías pertenecientes al Archivo Público del Distrito Federal, Brasil. Tomadas entre 1956 y 1960

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De la serie “Empossamento�, Mauro Restiffe, 2003.

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De la serie “Empossamento�, Mauro Restiffe, 2003.

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El texto que sigue es un fragmento de

El capital de la esperanza de Gustavo Lins Ribeiro

En casos como este es donde la forma de explotación de los trabajadores de la construcción civil ocurre de manera exacerbada. En “la obra del siglo” se trabajaba las 24 horas del día. La mayoría de los obreros llegaron atraídos por la posibilidad de cobrar un gran número de horas extra (…) Los conflictos no pasaban por la cuestión del salario, se vinculaban, básicamente a las condiciones de vida a que estaban sujetos los trabajadores. Las ciudades satélites fueron surgiendo a partir de la retirada de asentamientos o campamentos espontáneos marcados por el déficit habitacional en el territorio de la construcción. No se contempló en el proyecto que los trabajadores que construyeron la ciudad, fueran a habitarla. El espacio urbano se diseñó para alojar exclusivamente a la burguesía ligada a la administración gubernamental federal. Justamente, cada vez que una compañía terminaba su servicio, que tenía que demoler su campamento porque precisaba el área libre, entonces surgían las invasiones. Y de aquella época para acá hubo muchos conflictos, con el Gobierno y con los trabajadores. Porque los trabajadores precisaban vivir en algún lugar, porque no estaban en condicio nes de volver para sus ciudades de origen y no tenían dónde quedarse. Entonces ellos tenían que buscar una solución y la solución era la invasión. Pero siempre esa invasión era contestada como siempre. (Comerciante del Núcleo Bandeirante) De la misma manera que en la Ciudad Libre (4), la construcción de las casillas en asentamientos pasó a ser una alternativa viable de trabajo para algunos, sobre todo para los carpinteros. Las invasiones aparecían, crecían, desaparecían y reaparecían a pesar de la represión policial y de la tentativa de ocultarlas. Véase lo que la prensa publicaba: En el último censo de Brasilia, la Inspección Regional de Estadística de Goiânia cons tató la existencia de favelas en el área destinada a nuestra capital. Sin embargo, dejó de registrarlas en sus boletines a pedido del señor Juscelino Kubitschek (5), que rece la una ola de protestas de los diputados y senadores de la oposición. A pesar de eso, el señor Israel Pinheiro (6), en un telegrama cuyo texto se ha mantenido en secreto, pidió al Instituto Nacional de Inmigración y Colonización que tome medidas en el sentido de evitar el traslado de nordestinos en busca de trabajo a la región de Brasilia, teniendo en cuenta la saturación de mano de obra. Ese pedido completó las informaciones recogi das por la Inspección Regional de Estadística de Goiânia, según las cuales numerosas familias estaban acampando en los alrededores del área de la nueva capital. En su tele grama al INIC, el señor Israel Pinheiro se confesó ‘asustado por el nacimiento de fave las incluso antes que Brasilia.’ (Tribuna da Imprensa, 16 de mayo de 1958, en Colección NOVACAP) En junio de 1958, el territorio de la construcción recibió una leva enorme de retirantes nordestinos que se instalaron al lado de la Ciudad Libre, en el lado derecho de la carretera Brasília / Goiânia. Con la intención de atenuar la probable represión que sufrirían, denominaron ese nuevo asentamiento Vila Sara Kubitschek, el nombre de la esposa del presidente. Para allá fue también una gran cantidad de personas que se encontraba a la espera de una residencia. 20 / (Conversar) UR

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El texto que sigue es un fragmento de

El capital de la esperanza de Gustavo Lins Ribeiro

En casos como este es donde la forma de explotación de los trabajadores de la construcción civil ocurre de manera exacerbada. En “la obra del siglo” se trabajaba las 24 horas del día. La mayoría de los obreros llegaron atraídos por la posibilidad de cobrar un gran número de horas extra (…) Los conflictos no pasaban por la cuestión del salario, se vinculaban, básicamente a las condiciones de vida a que estaban sujetos los trabajadores. Las ciudades satélites fueron surgiendo a partir de la retirada de asentamientos o campamentos espontáneos marcados por el déficit habitacional en el territorio de la construcción. No se contempló en el proyecto que los trabajadores que construyeron la ciudad, fueran a habitarla. El espacio urbano se diseñó para alojar exclusivamente a la burguesía ligada a la administración gubernamental federal. Justamente, cada vez que una compañía terminaba su servicio, que tenía que demoler su campamento porque precisaba el área libre, entonces surgían las invasiones. Y de aquella época para acá hubo muchos conflictos, con el Gobierno y con los trabajadores. Porque los trabajadores precisaban vivir en algún lugar, porque no estaban en condicio nes de volver para sus ciudades de origen y no tenían dónde quedarse. Entonces ellos tenían que buscar una solución y la solución era la invasión. Pero siempre esa invasión era contestada como siempre. (Comerciante del Núcleo Bandeirante) De la misma manera que en la Ciudad Libre (4), la construcción de las casillas en asentamientos pasó a ser una alternativa viable de trabajo para algunos, sobre todo para los carpinteros. Las invasiones aparecían, crecían, desaparecían y reaparecían a pesar de la represión policial y de la tentativa de ocultarlas. Véase lo que la prensa publicaba: En el último censo de Brasilia, la Inspección Regional de Estadística de Goiânia cons tató la existencia de favelas en el área destinada a nuestra capital. Sin embargo, dejó de registrarlas en sus boletines a pedido del señor Juscelino Kubitschek (5), que rece la una ola de protestas de los diputados y senadores de la oposición. A pesar de eso, el señor Israel Pinheiro (6), en un telegrama cuyo texto se ha mantenido en secreto, pidió al Instituto Nacional de Inmigración y Colonización que tome medidas en el sentido de evitar el traslado de nordestinos en busca de trabajo a la región de Brasilia, teniendo en cuenta la saturación de mano de obra. Ese pedido completó las informaciones recogi das por la Inspección Regional de Estadística de Goiânia, según las cuales numerosas familias estaban acampando en los alrededores del área de la nueva capital. En su tele grama al INIC, el señor Israel Pinheiro se confesó ‘asustado por el nacimiento de fave las incluso antes que Brasilia.’ (Tribuna da Imprensa, 16 de mayo de 1958, en Colección NOVACAP) En junio de 1958, el territorio de la construcción recibió una leva enorme de retirantes nordestinos que se instalaron al lado de la Ciudad Libre, en el lado derecho de la carretera Brasília / Goiânia. Con la intención de atenuar la probable represión que sufrirían, denominaron ese nuevo asentamiento Vila Sara Kubitschek, el nombre de la esposa del presidente. Para allá fue también una gran cantidad de personas que se encontraba a la espera de una residencia. 20 / (Conversar) UR

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De la Vila Sara Kubitschek surgió Taguatinga, la primer ciudad satélite de Brasilia: Entonces no entró más gente acá en el Núcleo Bandeirante, ahí hicieron una invasión de allá, del lado de la calle de ahí. Hicieron una invasión allá (la Vila Sara Kubitschek). Inclusive yo vivía en la 4ta. avenida ahí, en el lote de un compañero, y pedí una lona a un tío mío. Dije: voy a recibir un lote también en Taguatinga. Ahí armé la lona allá (en el asentamiento). Entonces coloqué la lona allá, puse unas ollas, unos estantes y puse a mi mujer abajo. Muy bien. Y ellos vinieron. Vino la policía, uno del ejército. Ahí el ejér cito tomó nota de cada persona: ¿Cómo se llama? ¿Mujer de quién es? ¿Quién es su marido? Y así. Y tomaba nota. Dio el nombre y todo. Es casado. Entonces tal día los vamos a llevar a Taguatinga. Bien. Yo me quedé esperando. Vino el camión. Sacaban las casillas y las llevaban. Fueron llevando a la gente para Taguatinga, ahí en aquella orilla del riacho. Llegaron, me tiraron en un lugar, y yo tiré mi lona. Y ellos recibieron... unos recibieron lote, los que no tenían casilla, porque los que tenían casilla iban a un lugar en particular. Pero como yo no tenía casilla, ellos estaban en la duda de darme. Porque tenía una lona. (Carpintero) Ante la importancia de este momento, así como de la existencia de la efímera Vila, para la futura configuración urbana del Distrito Federal, reproduciré una extensa descripción publicada en la época que indica la existencia de un movimiento por viviendas que llevó a la creación de Taguatinga: Hace pocos días los ‘candangos’ (7) probaron una nueva táctica de invasión. No hay duda de que esta vez tenían un grupo organizado en el comando, tratando de conseguir lotes. De un día para otro, una gran extensión de tierra al lado de la autopista Anápolis-Brasilia, para lelamente a la Avenida Central, y a una cuadra de distancia (por lo tanto, bien en el centro) apareció cubierta de fajas: ‘¡Salve la Vila Sara Kubitschek!’ ‘¡Viva doña Sara!’ Cuando se difundió la noticia de la existencia de la ‘Vila Sara’, y cuando corrió el rumor de que sólo había que marcar un terreno para tener derecho de posesión sobre el mismo, ‘por orden de doña Sara Kubitschek’, fue una ayuda de Dios, pues quien no creía mucho en eso, decidió creer, ante la posibilidad de ganar un terrenito; millares de personas llegaron allá con tablas debajo del brazo y un serrucho y clavos en la mano. En esa ocasión, agravando más la situa ción, llegaban algunos camiones que traían nordestinos. Prácticamente la vida se paró en la ciudad dominada por la sensación del momento, ganar un terreno en la invasión. Surgieron negociantes de todo tipo: gente que marcaba uno o dos terrenos, bien cerca de la carretera, y que se quedaba esperando, sin construir nada, sólo cuidando para que otros no construyeran en sus ‘marcas’. Los que llegaban atrasados y que, a esa altura sólo podrí an marcar un terreno muy lejos, a dos o tres kilómetros de distancia, aceptaban las propues tas de venta de los oportunistas, comprando los terrenos ‘marcados’ a diez, quince o vein te mil cruzeiros. Durante algunos días, la ‘Vila Sara’ fue plenamente victoriosa. Los dirigen tes de la NOVACAP (8) y la prefectura parecían ignorar su existencia y no tomaron ningu na medida contra ella. Eso le dio un aire de existencia legal y, acostumbrados a huir siem pre, a los invasores les parecía que la policía no se atrevía a meterse con ellos. O tal vez, las autoridades tuvieran recelo de que el lugar hubiese sido realmente autorizado por Sara Kubitschek, y era eso lo que el comando de la invasión quería dar a entender con aquellas pancartas falsas... Era tal el tamaño del asentamiento, que ya parecía imposible sacar de ahí a tanta gente sin grandes conflictos. Almacenes improvisados, ‘bares’ de lona, cientos de familias, gente pobre en extremo, que lo único que tenían era hijos, hijos y más hijos. 22 / (Conversar) UR

Terrenos donde ya había pilas de materiales para la construcción a la venta, como planchas de zinc, maderas, clavos -¡y casi cinco mil invasores! Al final, la prefectura se metió y vino la orden de la NOVACAP para la evacuación y demolición del asentamiento. La policía fue reforzada, se les dio un plazo a los invasores y al mismo tiempo se enfrentó el problema de la falta de viviendas. La NOVACAP puso a la venta lotes en la Vila Taguatinga, que fue cre ada expresamente para ese fin y situada a doce kilómetros de distancia del Núcleo, en men sualidades de Cr$ 200,00. (Correio do Povo, Porto Alegre, 17 de agosto de 1958)

(4) En la época de la construcción de Brasilia el Núcleo Bandeirante era llamado Ciudad Libre. Este lugar era donde se encontraba la mayor aglomeración de población. (5) Juscelino Kubitschek: Presidente de la República en ese momento. (6) Israel Pinheiro: Presidente de NOVACAP (Compañía Urbanizadora de la Nueva Capital de Brasil). (7) Candangos: así se llamaba a los trabajadores que construyeron Brasilia. (8) NOVACAP (Companhia Urbanizadora da Nova Capital) fue una empresa creada con el objetivo de construir la nueva capital federal de Brasil. La empresa fue creada por la ley nº 2874, sancionada por el entonces Presidente de la República Juscelino Kubitschek el 19 de septiembre de 1956. La NOVACAP fue la encargada de realizar las obras de construcción de la ciudad de Brasilia, y también fue el nombre del proyecto de Brasilia durante su construcción.

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De la Vila Sara Kubitschek surgió Taguatinga, la primer ciudad satélite de Brasilia: Entonces no entró más gente acá en el Núcleo Bandeirante, ahí hicieron una invasión de allá, del lado de la calle de ahí. Hicieron una invasión allá (la Vila Sara Kubitschek). Inclusive yo vivía en la 4ta. avenida ahí, en el lote de un compañero, y pedí una lona a un tío mío. Dije: voy a recibir un lote también en Taguatinga. Ahí armé la lona allá (en el asentamiento). Entonces coloqué la lona allá, puse unas ollas, unos estantes y puse a mi mujer abajo. Muy bien. Y ellos vinieron. Vino la policía, uno del ejército. Ahí el ejér cito tomó nota de cada persona: ¿Cómo se llama? ¿Mujer de quién es? ¿Quién es su marido? Y así. Y tomaba nota. Dio el nombre y todo. Es casado. Entonces tal día los vamos a llevar a Taguatinga. Bien. Yo me quedé esperando. Vino el camión. Sacaban las casillas y las llevaban. Fueron llevando a la gente para Taguatinga, ahí en aquella orilla del riacho. Llegaron, me tiraron en un lugar, y yo tiré mi lona. Y ellos recibieron... unos recibieron lote, los que no tenían casilla, porque los que tenían casilla iban a un lugar en particular. Pero como yo no tenía casilla, ellos estaban en la duda de darme. Porque tenía una lona. (Carpintero) Ante la importancia de este momento, así como de la existencia de la efímera Vila, para la futura configuración urbana del Distrito Federal, reproduciré una extensa descripción publicada en la época que indica la existencia de un movimiento por viviendas que llevó a la creación de Taguatinga: Hace pocos días los ‘candangos’ (7) probaron una nueva táctica de invasión. No hay duda de que esta vez tenían un grupo organizado en el comando, tratando de conseguir lotes. De un día para otro, una gran extensión de tierra al lado de la autopista Anápolis-Brasilia, para lelamente a la Avenida Central, y a una cuadra de distancia (por lo tanto, bien en el centro) apareció cubierta de fajas: ‘¡Salve la Vila Sara Kubitschek!’ ‘¡Viva doña Sara!’ Cuando se difundió la noticia de la existencia de la ‘Vila Sara’, y cuando corrió el rumor de que sólo había que marcar un terreno para tener derecho de posesión sobre el mismo, ‘por orden de doña Sara Kubitschek’, fue una ayuda de Dios, pues quien no creía mucho en eso, decidió creer, ante la posibilidad de ganar un terrenito; millares de personas llegaron allá con tablas debajo del brazo y un serrucho y clavos en la mano. En esa ocasión, agravando más la situa ción, llegaban algunos camiones que traían nordestinos. Prácticamente la vida se paró en la ciudad dominada por la sensación del momento, ganar un terreno en la invasión. Surgieron negociantes de todo tipo: gente que marcaba uno o dos terrenos, bien cerca de la carretera, y que se quedaba esperando, sin construir nada, sólo cuidando para que otros no construyeran en sus ‘marcas’. Los que llegaban atrasados y que, a esa altura sólo podrí an marcar un terreno muy lejos, a dos o tres kilómetros de distancia, aceptaban las propues tas de venta de los oportunistas, comprando los terrenos ‘marcados’ a diez, quince o vein te mil cruzeiros. Durante algunos días, la ‘Vila Sara’ fue plenamente victoriosa. Los dirigen tes de la NOVACAP (8) y la prefectura parecían ignorar su existencia y no tomaron ningu na medida contra ella. Eso le dio un aire de existencia legal y, acostumbrados a huir siem pre, a los invasores les parecía que la policía no se atrevía a meterse con ellos. O tal vez, las autoridades tuvieran recelo de que el lugar hubiese sido realmente autorizado por Sara Kubitschek, y era eso lo que el comando de la invasión quería dar a entender con aquellas pancartas falsas... Era tal el tamaño del asentamiento, que ya parecía imposible sacar de ahí a tanta gente sin grandes conflictos. Almacenes improvisados, ‘bares’ de lona, cientos de familias, gente pobre en extremo, que lo único que tenían era hijos, hijos y más hijos. 22 / (Conversar) UR

Terrenos donde ya había pilas de materiales para la construcción a la venta, como planchas de zinc, maderas, clavos -¡y casi cinco mil invasores! Al final, la prefectura se metió y vino la orden de la NOVACAP para la evacuación y demolición del asentamiento. La policía fue reforzada, se les dio un plazo a los invasores y al mismo tiempo se enfrentó el problema de la falta de viviendas. La NOVACAP puso a la venta lotes en la Vila Taguatinga, que fue cre ada expresamente para ese fin y situada a doce kilómetros de distancia del Núcleo, en men sualidades de Cr$ 200,00. (Correio do Povo, Porto Alegre, 17 de agosto de 1958)

(4) En la época de la construcción de Brasilia el Núcleo Bandeirante era llamado Ciudad Libre. Este lugar era donde se encontraba la mayor aglomeración de población. (5) Juscelino Kubitschek: Presidente de la República en ese momento. (6) Israel Pinheiro: Presidente de NOVACAP (Compañía Urbanizadora de la Nueva Capital de Brasil). (7) Candangos: así se llamaba a los trabajadores que construyeron Brasilia. (8) NOVACAP (Companhia Urbanizadora da Nova Capital) fue una empresa creada con el objetivo de construir la nueva capital federal de Brasil. La empresa fue creada por la ley nº 2874, sancionada por el entonces Presidente de la República Juscelino Kubitschek el 19 de septiembre de 1956. La NOVACAP fue la encargada de realizar las obras de construcción de la ciudad de Brasilia, y también fue el nombre del proyecto de Brasilia durante su construcción.

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IT’S ALWAYS MIDDAY IN BRASÍLIA Edited by Julia Masvernat On the scale of a city, Brasilia was the experiment constructed by the laboratory of modernity, so to speak. Julia Masvernat proposes an exploration of the city that broadens our vision to include the project’s contradictions. Everything happens in the midst of fear, in between political projects, smooth buildings, empty spaces as well as subjects and tensions. The formal and informal in a single space. Brasília as an excuse to speak of other things. Inevitably, the weight of tons of architecture is felt in the body. All powerful fantasy, nationalist dream. The “Brasília rhythm” is not a kind of music, but rather the intense pace of construction in the city, which was built in just four years. This article is an invitati on to undertake an ex24 / (Conversar) UR

ploration of the city, in which found materials are intersected and made to dialogue. Meaning is built in the cervices of this conversation. It begins with a text steeped in sordidness and beauty that Clarice Lispector wrote in 1970 about her sensation while in Brasília, which she describes as the image of insomnia. (1)

The next stop is the book, also written in the 70s, by the Brazilian anthropologist Gustavo Lins Ribeiro entitled “El capital de la esperanza, La experiencia de los trabajadores en la construcción de Brasilia” (The Capital of Hope, The Experience of Workers in the Construction of Brasília). (2) Here, I focus on a brief account of the conflicts surrounding housing for the workers. The last stop is “Empossamento.” This is a series of photographs that Mauro Restiffe took in Brasília when crowds of people were climbing the

usually deserted buildings. Strange moment, uncommon situation. These photographs were taken the day that Lula first took office. Happiness reigned in a celebration full of optimism. (3) These three stories speak of the same city; they focus on what interests me most: what happens between the people who inhabit the city and those who construct it. These stories pierce the buildings’ surface, which is not as smooth as it appears, to explore contradictions and conflicts.

(1) From the book Discovering the world (Carcanet Press, London, 1992). This is a delicious compilation of the chronicles that Clarice Lispector published every Saturday from 1967 to 1973 in the Jornal do Brasil. (2) Ed. Antropofagia, Buenos Aires, 2006. (3) Empossar, empossar-se: to name, to invest, to take possession, to install– to seize, to empower. The author says: “I undertook this project at my own initiative. I intended to portray that historic moment in Brazil and to create an archive of those images in order to have access to them in the future. The photographs that I took were somewhat nostalgia, timeless, which caused me to use them immediately. There is an attempt to show Brasília not as it is usually seen, as an empty city, but rather overrun with euphoric crowds.”

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IT’S ALWAYS MIDDAY IN BRASÍLIA Edited by Julia Masvernat On the scale of a city, Brasilia was the experiment constructed by the laboratory of modernity, so to speak. Julia Masvernat proposes an exploration of the city that broadens our vision to include the project’s contradictions. Everything happens in the midst of fear, in between political projects, smooth buildings, empty spaces as well as subjects and tensions. The formal and informal in a single space. Brasília as an excuse to speak of other things. Inevitably, the weight of tons of architecture is felt in the body. All powerful fantasy, nationalist dream. The “Brasília rhythm” is not a kind of music, but rather the intense pace of construction in the city, which was built in just four years. This article is an invitati on to undertake an ex24 / (Conversar) UR

ploration of the city, in which found materials are intersected and made to dialogue. Meaning is built in the cervices of this conversation. It begins with a text steeped in sordidness and beauty that Clarice Lispector wrote in 1970 about her sensation while in Brasília, which she describes as the image of insomnia. (1)

The next stop is the book, also written in the 70s, by the Brazilian anthropologist Gustavo Lins Ribeiro entitled “El capital de la esperanza, La experiencia de los trabajadores en la construcción de Brasilia” (The Capital of Hope, The Experience of Workers in the Construction of Brasília). (2) Here, I focus on a brief account of the conflicts surrounding housing for the workers. The last stop is “Empossamento.” This is a series of photographs that Mauro Restiffe took in Brasília when crowds of people were climbing the

usually deserted buildings. Strange moment, uncommon situation. These photographs were taken the day that Lula first took office. Happiness reigned in a celebration full of optimism. (3) These three stories speak of the same city; they focus on what interests me most: what happens between the people who inhabit the city and those who construct it. These stories pierce the buildings’ surface, which is not as smooth as it appears, to explore contradictions and conflicts.

(1) From the book Discovering the world (Carcanet Press, London, 1992). This is a delicious compilation of the chronicles that Clarice Lispector published every Saturday from 1967 to 1973 in the Jornal do Brasil. (2) Ed. Antropofagia, Buenos Aires, 2006. (3) Empossar, empossar-se: to name, to invest, to take possession, to install– to seize, to empower. The author says: “I undertook this project at my own initiative. I intended to portray that historic moment in Brazil and to create an archive of those images in order to have access to them in the future. The photographs that I took were somewhat nostalgia, timeless, which caused me to use them immediately. There is an attempt to show Brasília not as it is usually seen, as an empty city, but rather overrun with euphoric crowds.”

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These are fragments taken from Creating Brasilia, by Clarice Lispector Translated by Giovanni Pontiero Brasília is built on the line of the horizon. –Brasília is artificial. As artificial as the world must have been when it was created. When the world was created, it was necessary to create a human being especially for that world. We are all deformed through adapting to God’s freedom. We cannot say how we might have turned out if we have been created first, and the world deformed afterwards to meet our needs. Brasília has no inhabitants as yet who are typical of Brasília. –If I were to say that Brasília is pleasant, you would realize immediately that I like the city. But If I were to say that Brasília is the image of my insomnia, you would see this as a criticism: but my insomnia is neither pleasant nor awful –my insomnia is me, it is lived, it is my terror. The two architects who planned Brasília were not interested in creating something beautiful. That would be too simple; they created their own terror, and left that terror unexplained. Creation is not an understanding, it is a new mystery. –When I died, I opened my eyes one day and there was Brasília. I found myself alone in the world. There was a taxi standing there. No sign of the driver. –Lúcio Costa and Oscar Niemeyer are two solitary men. –I look at Brasília the way I look at Rome: Brasília began with the starkest of ruins. The ivy had not yet grown. –Besides the wind there is another thing that blows. It can only be recognized in the supernatural rippling of the lake. –Wherever you stand, you have the impression of being on the edge of a dangerous precipice. Brasília stands on the margin. –Were I to live here, I should let my hair grow down to my feet. –Brasília belongs to a glorious past which no longer exists. That type of civilization disappeared thousand of years ago. In the 4th century BC, Brasília was inhabited by men and women who were fair and very tall, who were neither American nor Scandinavian, and who shone brightly in the sun. They were all blind. That explains why there is nothing to collide with in Brasília. The inhabitants of Brasília used to dress in white gold. The race became extinct because few children were born. The more beautiful the natives of Brasília, the blinder, purer, and more radiant they became, and the fewer children they produced. The natives of Brasília lived for nearly three hundred years. There was no one in whose name they could die. 26 / (Conversar) UR

Thousands of years later, the location was discovered by a band of fugitives who would not be accepted in any other place; they had nothing to lose. There they lit a bonfire, set up their tents, and gradually began excavating the sands which buried the city. Those men and women were short and dark-skinned, with shifty, restless eyes, and because they were fugitives and desperate, they had something to live and die for. They occupied the houses, which were in ruins, and multiplied, thus forming a human race which was much given to contemplation. –I waited for night, like someone waiting for shadows in order to steal away unobserved. When night came, I perceived with horror that it was hopeless: wherever I went, I would be seen. The thought terrified me: seen by whom? (…) –This place frightens me. –The construction of Brasília: that of a totalitarian state. This great visual silence which I adore. Even my insomnia might have created this peace of never–never–land. (…) –I did not shed a single tear in Brasília. –There was no place for tears. –It is a shore without any sea. In Brasília there is no place where one may enter, no place where one may leave. (…) –A prison in the open air. In any case, there would be nowhere to escape to. For anyone escaping would probable find himself heading for Brasília. They captured me in freedom. But freedom is simple what one achieves. When they beat me, they are ordering me to be free. (…) –I have never seen anything like it in the world. But I recognize this city in the depths of my dream. In those depths there is lucidity. –For as I was saying, Flash Gordon… –If they were to photograph me standing in Brasília, when they came to develop the film only the landscape would appear. –Where are the giraffes of Brasília? (…) –It is urgent. Where Brasília not populated, or rather, over-populated, it would be inhabited in some other way. And should that happen, it would be much too late: there would be no place for people. They would sense they were being quietly expelled. –Here the soul casts no shadow on the ground. –During the first two days I had no appetite. Everything had the appearance of the food they serve on board airplanes. –At night, I confronted silence. I know that there is a secret hour when manna falls and moistens the lands of Brasília. –However close one may be, everything here is seen from afar. I could find no way of touching. But at least there is one thing in my favor: before arriving here, I already know how to touch things from afar. I never became too desperate: from afar, I was able to touch things. (…)

–The city of Brasília is situated outside the city. –Such astonishing beauty, this city traced out in mid-air. –Meantime, no samba is likely to be born in Brasília. –Brasília does not permit me to feel weary. It almost hounds me. I feel fine. I feel fine. I feel fine. I feel just fine. Besides, I have always cultivated my weariness as my most precious passiveness. –All this is but today. Only God knows what will happen to Brasília. Here the fortuitous takes one by surprise –Brasília is haunted. It is the motionless outline of something. –Unable to sleep. I look out of my hotel window at three o’clock in the morning. Brasília is a landscape of insomnia. It never sleeps. –Here the organic being does not deteriorate. It becomes petrified. (…) –Erosion will strip Brasília to the bone. –The religious atmosphere which I sensed from the outset, and denied. This city was achieved through prayer. Two men beatified by solitude created me here, on foot, restless, exposed to the wind. (…) –I know what those two men wanted: that slowness and silence which are also my idea of eternity. Those two men created the image of an eternal city. –There is something here which frightens me. When I discover what it is, I shall also discover what I like about this place. Fear has always guided me to the things I love; and because I love, I become afraid. It was often fear which took me by th e hand and led me. Fear leads me to danger. And everything I love has an element of risk. –In Brasília you find the craters of the moon. –And the beauty of Brasília is to be found in those invisible statues.

These are fragments taken from The Capital of hope by Gustavo Lins Ribeiro It is in cases like this where the exploitation of construction workers is exacerbated. People worked on “the construction site of the century” 24 hours a day. Most of the workers were drawn by the possibility of getting a lot of overtime (…) By and large, the conflicts did not involve the question of pay, but rather the living conditions to which the workers were subject. Satellite cities emerged from the dislocation of the settlements and camps that grew due to a lack of living spaces in the territory being constructed. The project never considered the possibility that the workers who built the city might inhabit it. The urban space was designed to house exclusively the bourgeoisie connected to the federal government. Every time a company finished its work and had to take down its camp because more open space was needed, there were ‘invasions.’(i) And from that time on there have been many conflicts between the Government and the workers because the workers needed to live somewhere, because they couldn’t commute to their cities and they didn’t have anywhere to stay. So they had to come up with a solution, and the solution was the ‘invasion.’ But, as always, that invasion was contested. (Shop owner from Núcleo Bandeirante) Just as in Cidade Livre ( 4 ), the construction of huts in settlements became a viable source of employment for some, especially for carpenters. The settlements appeared, grew, disappeared and reappeared despite political repression and attempts to hide them. Here is what the press had to say: In the last census in Brasília, the Statistics Department of Goiânia verified the existence of shantytowns in the area intended to be the capi tal city. Yet, it stopped registering them in its re ports at the request of Mr. Juscelino Kubitschek ( 5 ), who feared widespread protest from opposi tion congressmen and senators. Nonetheless, in a secret telegram, Israel Pinheiro (6) requested that the Instituto Nacional de Inmigração e Colonização (INIC) take measures to keep people from the North East of Brazil from moving to the Brasília region in search of work, since there are no more jobs available. This request backs up the UR (Conversar) / 27


These are fragments taken from Creating Brasilia, by Clarice Lispector Translated by Giovanni Pontiero Brasília is built on the line of the horizon. –Brasília is artificial. As artificial as the world must have been when it was created. When the world was created, it was necessary to create a human being especially for that world. We are all deformed through adapting to God’s freedom. We cannot say how we might have turned out if we have been created first, and the world deformed afterwards to meet our needs. Brasília has no inhabitants as yet who are typical of Brasília. –If I were to say that Brasília is pleasant, you would realize immediately that I like the city. But If I were to say that Brasília is the image of my insomnia, you would see this as a criticism: but my insomnia is neither pleasant nor awful –my insomnia is me, it is lived, it is my terror. The two architects who planned Brasília were not interested in creating something beautiful. That would be too simple; they created their own terror, and left that terror unexplained. Creation is not an understanding, it is a new mystery. –When I died, I opened my eyes one day and there was Brasília. I found myself alone in the world. There was a taxi standing there. No sign of the driver. –Lúcio Costa and Oscar Niemeyer are two solitary men. –I look at Brasília the way I look at Rome: Brasília began with the starkest of ruins. The ivy had not yet grown. –Besides the wind there is another thing that blows. It can only be recognized in the supernatural rippling of the lake. –Wherever you stand, you have the impression of being on the edge of a dangerous precipice. Brasília stands on the margin. –Were I to live here, I should let my hair grow down to my feet. –Brasília belongs to a glorious past which no longer exists. That type of civilization disappeared thousand of years ago. In the 4th century BC, Brasília was inhabited by men and women who were fair and very tall, who were neither American nor Scandinavian, and who shone brightly in the sun. They were all blind. That explains why there is nothing to collide with in Brasília. The inhabitants of Brasília used to dress in white gold. The race became extinct because few children were born. The more beautiful the natives of Brasília, the blinder, purer, and more radiant they became, and the fewer children they produced. The natives of Brasília lived for nearly three hundred years. There was no one in whose name they could die. 26 / (Conversar) UR

Thousands of years later, the location was discovered by a band of fugitives who would not be accepted in any other place; they had nothing to lose. There they lit a bonfire, set up their tents, and gradually began excavating the sands which buried the city. Those men and women were short and dark-skinned, with shifty, restless eyes, and because they were fugitives and desperate, they had something to live and die for. They occupied the houses, which were in ruins, and multiplied, thus forming a human race which was much given to contemplation. –I waited for night, like someone waiting for shadows in order to steal away unobserved. When night came, I perceived with horror that it was hopeless: wherever I went, I would be seen. The thought terrified me: seen by whom? (…) –This place frightens me. –The construction of Brasília: that of a totalitarian state. This great visual silence which I adore. Even my insomnia might have created this peace of never–never–land. (…) –I did not shed a single tear in Brasília. –There was no place for tears. –It is a shore without any sea. In Brasília there is no place where one may enter, no place where one may leave. (…) –A prison in the open air. In any case, there would be nowhere to escape to. For anyone escaping would probable find himself heading for Brasília. They captured me in freedom. But freedom is simple what one achieves. When they beat me, they are ordering me to be free. (…) –I have never seen anything like it in the world. But I recognize this city in the depths of my dream. In those depths there is lucidity. –For as I was saying, Flash Gordon… –If they were to photograph me standing in Brasília, when they came to develop the film only the landscape would appear. –Where are the giraffes of Brasília? (…) –It is urgent. Where Brasília not populated, or rather, over-populated, it would be inhabited in some other way. And should that happen, it would be much too late: there would be no place for people. They would sense they were being quietly expelled. –Here the soul casts no shadow on the ground. –During the first two days I had no appetite. Everything had the appearance of the food they serve on board airplanes. –At night, I confronted silence. I know that there is a secret hour when manna falls and moistens the lands of Brasília. –However close one may be, everything here is seen from afar. I could find no way of touching. But at least there is one thing in my favor: before arriving here, I already know how to touch things from afar. I never became too desperate: from afar, I was able to touch things. (…)

–The city of Brasília is situated outside the city. –Such astonishing beauty, this city traced out in mid-air. –Meantime, no samba is likely to be born in Brasília. –Brasília does not permit me to feel weary. It almost hounds me. I feel fine. I feel fine. I feel fine. I feel just fine. Besides, I have always cultivated my weariness as my most precious passiveness. –All this is but today. Only God knows what will happen to Brasília. Here the fortuitous takes one by surprise –Brasília is haunted. It is the motionless outline of something. –Unable to sleep. I look out of my hotel window at three o’clock in the morning. Brasília is a landscape of insomnia. It never sleeps. –Here the organic being does not deteriorate. It becomes petrified. (…) –Erosion will strip Brasília to the bone. –The religious atmosphere which I sensed from the outset, and denied. This city was achieved through prayer. Two men beatified by solitude created me here, on foot, restless, exposed to the wind. (…) –I know what those two men wanted: that slowness and silence which are also my idea of eternity. Those two men created the image of an eternal city. –There is something here which frightens me. When I discover what it is, I shall also discover what I like about this place. Fear has always guided me to the things I love; and because I love, I become afraid. It was often fear which took me by th e hand and led me. Fear leads me to danger. And everything I love has an element of risk. –In Brasília you find the craters of the moon. –And the beauty of Brasília is to be found in those invisible statues.

These are fragments taken from The Capital of hope by Gustavo Lins Ribeiro It is in cases like this where the exploitation of construction workers is exacerbated. People worked on “the construction site of the century” 24 hours a day. Most of the workers were drawn by the possibility of getting a lot of overtime (…) By and large, the conflicts did not involve the question of pay, but rather the living conditions to which the workers were subject. Satellite cities emerged from the dislocation of the settlements and camps that grew due to a lack of living spaces in the territory being constructed. The project never considered the possibility that the workers who built the city might inhabit it. The urban space was designed to house exclusively the bourgeoisie connected to the federal government. Every time a company finished its work and had to take down its camp because more open space was needed, there were ‘invasions.’(i) And from that time on there have been many conflicts between the Government and the workers because the workers needed to live somewhere, because they couldn’t commute to their cities and they didn’t have anywhere to stay. So they had to come up with a solution, and the solution was the ‘invasion.’ But, as always, that invasion was contested. (Shop owner from Núcleo Bandeirante) Just as in Cidade Livre ( 4 ), the construction of huts in settlements became a viable source of employment for some, especially for carpenters. The settlements appeared, grew, disappeared and reappeared despite political repression and attempts to hide them. Here is what the press had to say: In the last census in Brasília, the Statistics Department of Goiânia verified the existence of shantytowns in the area intended to be the capi tal city. Yet, it stopped registering them in its re ports at the request of Mr. Juscelino Kubitschek ( 5 ), who feared widespread protest from opposi tion congressmen and senators. Nonetheless, in a secret telegram, Israel Pinheiro (6) requested that the Instituto Nacional de Inmigração e Colonização (INIC) take measures to keep people from the North East of Brazil from moving to the Brasília region in search of work, since there are no more jobs available. This request backs up the UR (Conversar) / 27


information gathered by the Statistics Department of Goiânia, according to which numerous fami lies are camping in the areas surrounding the new capital. In his telegram to the INIC, Israel Pinheiro confessed that he was ‘frightened by the growth of shantytowns even before Brasília has been com pleted.’ (Tribuna da Imprensa, May 16, 1958, in the NOVACAP collection) In June of 1958, the construction area was flooded by migrants from the North East who had settled on the outskirts of Cidade Livre, to the right side of the Brasília-Goiânia highway. In the hopes of attenuating the repression they were likely to suffer, they called the new settlement “Vila Sara Kubitschek,” the name of the first lady. A great many people went there in hopes of finding somewhere to live. Out of Vila Sara Kubitschek grew Taguatinga, the first satellite city of Brasília: So no more people could fit in Núcleo Bandeirante, so they ‘invaded’ over there, next to the street there. They made an ‘invasion´ there (the Vila Sara Kubitschek). I even lived on 4th Avenue over there, in the lot of a co-worker, and I asked an uncle of mine for a tarp. I said, ´I’m going to get a lot in Taguatinga as well.’ And I put the tarp up there (in the settlement). So I set the tarp up there, I put some pots and some shelves in, and I put my wife downstairs. Very good. And they came. The police, from the army, came. And the army wrote down every one’s name, whose wife they were, who their husbands were, like that. They wrote it down. They wrote it everything, name and marital sta tus, etc. So such and such a day we are going to take you to Taguatinga. Fine. I was waiting. The truck came. They took the huts away and moved them... The people were taken to Taguatinga, to the banks of the stream. They arrived, they plopped me down somewhere and I put down my tarp. And the people got... some got a lot, the ones that didn’t have a hut, because the ones that had a hut were going somewhere special. But since I didn’t have a hut, they didn’t know what to give me. Because I had a tarp. (Carpenter) Given the importance of this moment to the future urban configuration of the Federal District, and the fleeting existence of the Vila, I will reproduce an extensive description published at the 28 / (Conversar) UR

time. It indicates the existence of a grassroots movement for housing that led to the creation of Taguatinga: A few day s ago, the ‘ca ndangos’ ( 7 ) tested out a new ‘invasion’ strategy. There is no doubt that this time there was an organized group leading them, trying to get lots. From one day to the next, a long stretch of land next to the Anápolis-Brasília highway, parallel to Central Avenue and just one black away from it (and hence, in the downtown area) was covered with banners that read ‘Save Vila Sara Kubitschek!’ ‘Long Live Sara!’ When news of the existence of ‘Vila Sara’ spread, and when the rumor cir culated that all you had to do was mark out a territory and you would be granted permission to possess it, ‘at the order of Sara Kubitschek,’ even those who didn’t put much stake in all that decided to believe it, since they might get a little piece of land; thousands arrived, car rying boards under their arms, and hammer and nail in their hands. To make matters worse, at that time some trucks carry ing North Easterns arrived. Seized by the feeling that you could get a lot in the ‘invasion,’ life in the city practically came to a halt. All sorts of wheelers and dealers surfaced: people who marked out one or two lots near the highway, and just waited, without building anything, making sure that others didn’t build between their ‘marks.’ The latecomers who, by then, could only mark out a lot two or three kilome ters away accepted the deals offered by op portunists, who would buy ‘marked’ lots at ten, fifteen or twenty thou sand thousand cruze iros. For a few days, ‘Vila Sara’ was a great success. The leaders of the NOVACAP ( 8 ) and the re gional authorities seemed to ignore the Vila, and did nothing to stop it. That gave it an air of legality and, used to constantly fleeing, ‘the invaders’ thought that the police didn’t dare get mixed up wit h them. Or maybe the aut hor ities feared that the place had really been au thorized by Sara Kubitschek, and that that was what the leaders of the ‘invasion’ wanted to say with their lying signs... T he settlement was so big that it now seemed impossible to take so many people away without giving rise to major conflicts. Makeshift grocery stores, tarp ‘bars’, hundred of families, extremely poor peo ple, who had only children, children and more children. Lots where there were already piles of construction materials, like sheets of zinc,

wood and nails, for sale. And almost five thou sand ‘invaders!’ In the end, the authorities went in and NOVACAP ordered the evacuation and demolition of the settlement. The police were reinforced; the ‘invaders’ were given a period in which to leave and the housi ng prob lem was confronted. NOVACAP put the lots in

Vila Taguatinga on the market for monthly pay ments of two hundred cruzeiros. Located twelve kilometers from the Núcleo, Vila Taguatinga had been conceived to solve the housing problem by removing the ‘invaders’ from the downtown area. (Correio do Povo, Porto Alegre, August 17, 1958)

(i) T.N. “The term “invasion” (invasion) and its derivatives (invaders, etc) is used to refer to the movements of squatters who occupy empty terrains by building makeshift housing in them. (4) At the time Brasília was being constructed, the Núcleo Bandeirante area was called Cidade Livre (in English: Free Town). This area was the site of the largest population concentration. (5) Juscelino Kubitschek: President of Brazil at the time. (6) Israel Pinheiro: President of NOVACAP (Department to Urbanize the New Capital of Brazil). (7) Candangos: the name given to the workers that built Brasília. (8) NOVACAP (Companhia Urbanizadora da Nova Capital) was a department created to build the new capital of Brazil. It was created by law nº 2874 on September 19, 1956, sanctioned by the President at that time, Juscelino Kubitschek. NOVACAP was in charge of the construction work done to build the city of Brasilia, and was also the name of the Brasília project during its construction phase.

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information gathered by the Statistics Department of Goiânia, according to which numerous fami lies are camping in the areas surrounding the new capital. In his telegram to the INIC, Israel Pinheiro confessed that he was ‘frightened by the growth of shantytowns even before Brasília has been com pleted.’ (Tribuna da Imprensa, May 16, 1958, in the NOVACAP collection) In June of 1958, the construction area was flooded by migrants from the North East who had settled on the outskirts of Cidade Livre, to the right side of the Brasília-Goiânia highway. In the hopes of attenuating the repression they were likely to suffer, they called the new settlement “Vila Sara Kubitschek,” the name of the first lady. A great many people went there in hopes of finding somewhere to live. Out of Vila Sara Kubitschek grew Taguatinga, the first satellite city of Brasília: So no more people could fit in Núcleo Bandeirante, so they ‘invaded’ over there, next to the street there. They made an ‘invasion´ there (the Vila Sara Kubitschek). I even lived on 4th Avenue over there, in the lot of a co-worker, and I asked an uncle of mine for a tarp. I said, ´I’m going to get a lot in Taguatinga as well.’ And I put the tarp up there (in the settlement). So I set the tarp up there, I put some pots and some shelves in, and I put my wife downstairs. Very good. And they came. The police, from the army, came. And the army wrote down every one’s name, whose wife they were, who their husbands were, like that. They wrote it down. They wrote it everything, name and marital sta tus, etc. So such and such a day we are going to take you to Taguatinga. Fine. I was waiting. The truck came. They took the huts away and moved them... The people were taken to Taguatinga, to the banks of the stream. They arrived, they plopped me down somewhere and I put down my tarp. And the people got... some got a lot, the ones that didn’t have a hut, because the ones that had a hut were going somewhere special. But since I didn’t have a hut, they didn’t know what to give me. Because I had a tarp. (Carpenter) Given the importance of this moment to the future urban configuration of the Federal District, and the fleeting existence of the Vila, I will reproduce an extensive description published at the 28 / (Conversar) UR

time. It indicates the existence of a grassroots movement for housing that led to the creation of Taguatinga: A few day s ago, the ‘ca ndangos’ ( 7 ) tested out a new ‘invasion’ strategy. There is no doubt that this time there was an organized group leading them, trying to get lots. From one day to the next, a long stretch of land next to the Anápolis-Brasília highway, parallel to Central Avenue and just one black away from it (and hence, in the downtown area) was covered with banners that read ‘Save Vila Sara Kubitschek!’ ‘Long Live Sara!’ When news of the existence of ‘Vila Sara’ spread, and when the rumor cir culated that all you had to do was mark out a territory and you would be granted permission to possess it, ‘at the order of Sara Kubitschek,’ even those who didn’t put much stake in all that decided to believe it, since they might get a little piece of land; thousands arrived, car rying boards under their arms, and hammer and nail in their hands. To make matters worse, at that time some trucks carry ing North Easterns arrived. Seized by the feeling that you could get a lot in the ‘invasion,’ life in the city practically came to a halt. All sorts of wheelers and dealers surfaced: people who marked out one or two lots near the highway, and just waited, without building anything, making sure that others didn’t build between their ‘marks.’ The latecomers who, by then, could only mark out a lot two or three kilome ters away accepted the deals offered by op portunists, who would buy ‘marked’ lots at ten, fifteen or twenty thou sand thousand cruze iros. For a few days, ‘Vila Sara’ was a great success. The leaders of the NOVACAP ( 8 ) and the re gional authorities seemed to ignore the Vila, and did nothing to stop it. That gave it an air of legality and, used to constantly fleeing, ‘the invaders’ thought that the police didn’t dare get mixed up wit h them. Or maybe the aut hor ities feared that the place had really been au thorized by Sara Kubitschek, and that that was what the leaders of the ‘invasion’ wanted to say with their lying signs... T he settlement was so big that it now seemed impossible to take so many people away without giving rise to major conflicts. Makeshift grocery stores, tarp ‘bars’, hundred of families, extremely poor peo ple, who had only children, children and more children. Lots where there were already piles of construction materials, like sheets of zinc,

wood and nails, for sale. And almost five thou sand ‘invaders!’ In the end, the authorities went in and NOVACAP ordered the evacuation and demolition of the settlement. The police were reinforced; the ‘invaders’ were given a period in which to leave and the housi ng prob lem was confronted. NOVACAP put the lots in

Vila Taguatinga on the market for monthly pay ments of two hundred cruzeiros. Located twelve kilometers from the Núcleo, Vila Taguatinga had been conceived to solve the housing problem by removing the ‘invaders’ from the downtown area. (Correio do Povo, Porto Alegre, August 17, 1958)

(i) T.N. “The term “invasion” (invasion) and its derivatives (invaders, etc) is used to refer to the movements of squatters who occupy empty terrains by building makeshift housing in them. (4) At the time Brasília was being constructed, the Núcleo Bandeirante area was called Cidade Livre (in English: Free Town). This area was the site of the largest population concentration. (5) Juscelino Kubitschek: President of Brazil at the time. (6) Israel Pinheiro: President of NOVACAP (Department to Urbanize the New Capital of Brazil). (7) Candangos: the name given to the workers that built Brasília. (8) NOVACAP (Companhia Urbanizadora da Nova Capital) was a department created to build the new capital of Brazil. It was created by law nº 2874 on September 19, 1956, sanctioned by the President at that time, Juscelino Kubitschek. NOVACAP was in charge of the construction work done to build the city of Brasilia, and was also the name of the Brasília project during its construction phase.

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LA PALABRA “URBANIDAD” Club de Arquitectura ¿Bajo qué términos de sociabilidad se producen las interacciones entre personas en la ciudad? El Club de Arquitectura se propuso generar una terminología que permita precisar y ampliar a la vez, los conceptos y herramientas de los que dispone una urbanidad localizada. Buenos Aires y Berlín dialogan a través del Glosario, que se presenta como un sistema de palabras encadenadas donde la cercanía entre el orador y el discurso se vuelve constitutiva.

Un glosario es la suma de palabras y definiciones de un campo temático restringido. En este caso el recorte tiene que ver con los intereses que nos presenta la palabra “urbanidad”, para la que no existe una jerga por su aparente falta de especificidad. Esto nos lleva a una primera palabra, que mencionaremos permanentemente y a la que nos vamos a acercar siempre por sus afluentes. Cuestión inicial entonces, por qué “urbanidad”. La palabra urbanidad (refiriéndose, aún, confusamente a algún tipo de interacción entre personas en un medio público) puede abrir una posibilidad: podemos imaginar un tipo de juego social o contrato (¿entre qué?, ¿entre quiénes?) mucho más débil y difuso que el que propone la palabra ciudadanía, con sus derechos y deberes. En esta debilidad podemos encontrar una estrategia de apertura del campo para nuevos actores y acciones. Urbanidad es lo que podría tener un extranjero para con un local, o un ciudadano para con un extraño, o dos ciudadanos que no se saben como tales. Al hablar de urbanidad estamos hablando de política, pero la palabra política presenta actualmente algunos problemas. Al definir el juego estratégico de fuerzas (sociales), sólo entre actores que tienen el poder sobre la toma de decisiones o del espacio de propaganda, se deja afuera a una parte importante de las interaccio30 / (Conversar) UR

nes que ocurren en lo urbano. Un hecho evidente es que la política puede ser vista cada vez más como una profesión específica. Los antiguos manuales de urbanidad, con su acento puesto en los modales comunes a mujeres y hombres, en momentos en que éstas no eran ciudadanas, dan una pista para un tipo de protocolo o espacio “inferior” para la interacción pública; por tanto, más extensible e igualador. Todo esto sin dejar de tener en cuenta el carácter de dispositivo de control de los mismos. Pero quizá allí, apostando a su condición de articulador social, reside una clave de un futuro uso no previsto. En la medida en que el espacio público se informatiza, se dispersa, se propaga, podemos hablar actualmente de un espacio público extendido. Para explorar un espacio tal, difuso y con límites cambiantes precisamos instrumentos flexibles o usos desarticulados de viejas herramientas. Aquí puede aparecer la vieja palabra urbanidad… Podríamos jugar a llamar urbanidad a estas acciones-situaciones en la medida en que circunscriben espacios o acuerdos entre actores que se reconocen entre sí pero no necesariamente determinan alguna soberanía o derecho. Son interacciones entre actores que se reconocen provisoria o débilmente, por lo menos en principio. Urbanidad define un campo de juego abierto, débil y provisorio.

La inquietud del Glosario pasa por detectar cuáles son las palabras en las que deberíamos detenernos, las palabras trilladas, las que no se dicen, palabras nuevas, o banales... Frente a la discusión centrada en la buena “construcción” del término urbanidad, nos encontramos frente a ciertas palabras que necesitan una “nueva” definición; más acorde sería decir que necesitamos una “nueva” interpretación contextualizada (por no decir, parcial y subjetivada) de estos términos. De este modo el Club delinea la siguiente estrategia editorial: 1) reúne a ciertos personajes, de trascendencia en el campo de lo público y con un evidente interés por la ciudad, de los cuales conoce sus ideasdiscursos sobre el campo de lo público y privado, a través de sus actividades relacionadas con la actualidad urbana. 2) en una reunión abierta a todo público, cada uno de estos invitados interpreta una “nueva” definición de tres palabras otorgadas por el Club -recibiendo un término en común con el invitado anterior, que obviamente queda afectado por dos interpretaciones consecutivas. El Glosario se inaugura en octubre del 2005,

y una primera etapa dura hasta el 2006. Las palabras que se dijeron en esos encuentros reflejan claramente una percepción del estado de la ciudad pos crisis del 2001. El tono de las palabras está dado por el trasfondo de un estado de ánimo, y en las definiciones se ensayaron interpretaciones de cómo se había vivido, reacciones ante la situación de crisis en la ciudad e ideas de cómo plantarse frente a ese panorama concreto. Al verlo con cierta distancia se percibe una visión oscura y un poco pesimista en la aparición de palabras como miedo, catástrofe, paternalismo, aburrimiento... Negatividad que el propio Club notaba, a pesar suyo, en el momento de proponerlas. Pero es igualmente significativa la tendencia hacia la acción que se nota en las definiciones de estas y el resto de las palabras, evitando la parálisis. Es así como en muchas de las charlas se describen nuevas formas de organización y experimentos sociales. Finalmente, la pregunta obligada: ¿cuáles serían las palabras de hoy? Tentativamente: conurbano, territorio, participación, laboratorio, folksonomía…

Glosario de Urbanidad (Buenos Aires y Berlín)

(1)

En una serie de charlas se abordan palabras que tienen que ver con la vida de la ciudad. Cada invitado recibe tres palabras y desarrolla su definición en un encuentro público. Una de esas palabras se conserva para el invitado de la siguiente reunión, que además recibe dos nuevas (creando un diálogo entre las aproximaciones de dos autores al mismo término). El Glosario de Urbanidad se va completando paulatinamente con el aporte de estas definiciones.

MIEDO Roberto Jacoby (Buenos Aires, octubre 2005) Frente al miedo hay una cantidad limitada de cosas que podés hacer. Una es la fuga, la otra

es el combate, elegir entre la fuga y el combate es muy importante. O huís, o te quedás, lo jodido es quedarte en una situación en que estás aprisionado por algo y no te

enfrentás con ello y tampoco te vas; entrás en una situación de autodestrucción, de parálisis. Trabajar sobre el estado de ánimo, es fundamental. Por UR (Conversar) / 31


LA PALABRA “URBANIDAD” Club de Arquitectura ¿Bajo qué términos de sociabilidad se producen las interacciones entre personas en la ciudad? El Club de Arquitectura se propuso generar una terminología que permita precisar y ampliar a la vez, los conceptos y herramientas de los que dispone una urbanidad localizada. Buenos Aires y Berlín dialogan a través del Glosario, que se presenta como un sistema de palabras encadenadas donde la cercanía entre el orador y el discurso se vuelve constitutiva.

Un glosario es la suma de palabras y definiciones de un campo temático restringido. En este caso el recorte tiene que ver con los intereses que nos presenta la palabra “urbanidad”, para la que no existe una jerga por su aparente falta de especificidad. Esto nos lleva a una primera palabra, que mencionaremos permanentemente y a la que nos vamos a acercar siempre por sus afluentes. Cuestión inicial entonces, por qué “urbanidad”. La palabra urbanidad (refiriéndose, aún, confusamente a algún tipo de interacción entre personas en un medio público) puede abrir una posibilidad: podemos imaginar un tipo de juego social o contrato (¿entre qué?, ¿entre quiénes?) mucho más débil y difuso que el que propone la palabra ciudadanía, con sus derechos y deberes. En esta debilidad podemos encontrar una estrategia de apertura del campo para nuevos actores y acciones. Urbanidad es lo que podría tener un extranjero para con un local, o un ciudadano para con un extraño, o dos ciudadanos que no se saben como tales. Al hablar de urbanidad estamos hablando de política, pero la palabra política presenta actualmente algunos problemas. Al definir el juego estratégico de fuerzas (sociales), sólo entre actores que tienen el poder sobre la toma de decisiones o del espacio de propaganda, se deja afuera a una parte importante de las interaccio30 / (Conversar) UR

nes que ocurren en lo urbano. Un hecho evidente es que la política puede ser vista cada vez más como una profesión específica. Los antiguos manuales de urbanidad, con su acento puesto en los modales comunes a mujeres y hombres, en momentos en que éstas no eran ciudadanas, dan una pista para un tipo de protocolo o espacio “inferior” para la interacción pública; por tanto, más extensible e igualador. Todo esto sin dejar de tener en cuenta el carácter de dispositivo de control de los mismos. Pero quizá allí, apostando a su condición de articulador social, reside una clave de un futuro uso no previsto. En la medida en que el espacio público se informatiza, se dispersa, se propaga, podemos hablar actualmente de un espacio público extendido. Para explorar un espacio tal, difuso y con límites cambiantes precisamos instrumentos flexibles o usos desarticulados de viejas herramientas. Aquí puede aparecer la vieja palabra urbanidad… Podríamos jugar a llamar urbanidad a estas acciones-situaciones en la medida en que circunscriben espacios o acuerdos entre actores que se reconocen entre sí pero no necesariamente determinan alguna soberanía o derecho. Son interacciones entre actores que se reconocen provisoria o débilmente, por lo menos en principio. Urbanidad define un campo de juego abierto, débil y provisorio.

La inquietud del Glosario pasa por detectar cuáles son las palabras en las que deberíamos detenernos, las palabras trilladas, las que no se dicen, palabras nuevas, o banales... Frente a la discusión centrada en la buena “construcción” del término urbanidad, nos encontramos frente a ciertas palabras que necesitan una “nueva” definición; más acorde sería decir que necesitamos una “nueva” interpretación contextualizada (por no decir, parcial y subjetivada) de estos términos. De este modo el Club delinea la siguiente estrategia editorial: 1) reúne a ciertos personajes, de trascendencia en el campo de lo público y con un evidente interés por la ciudad, de los cuales conoce sus ideasdiscursos sobre el campo de lo público y privado, a través de sus actividades relacionadas con la actualidad urbana. 2) en una reunión abierta a todo público, cada uno de estos invitados interpreta una “nueva” definición de tres palabras otorgadas por el Club -recibiendo un término en común con el invitado anterior, que obviamente queda afectado por dos interpretaciones consecutivas. El Glosario se inaugura en octubre del 2005,

y una primera etapa dura hasta el 2006. Las palabras que se dijeron en esos encuentros reflejan claramente una percepción del estado de la ciudad pos crisis del 2001. El tono de las palabras está dado por el trasfondo de un estado de ánimo, y en las definiciones se ensayaron interpretaciones de cómo se había vivido, reacciones ante la situación de crisis en la ciudad e ideas de cómo plantarse frente a ese panorama concreto. Al verlo con cierta distancia se percibe una visión oscura y un poco pesimista en la aparición de palabras como miedo, catástrofe, paternalismo, aburrimiento... Negatividad que el propio Club notaba, a pesar suyo, en el momento de proponerlas. Pero es igualmente significativa la tendencia hacia la acción que se nota en las definiciones de estas y el resto de las palabras, evitando la parálisis. Es así como en muchas de las charlas se describen nuevas formas de organización y experimentos sociales. Finalmente, la pregunta obligada: ¿cuáles serían las palabras de hoy? Tentativamente: conurbano, territorio, participación, laboratorio, folksonomía…

Glosario de Urbanidad (Buenos Aires y Berlín)

(1)

En una serie de charlas se abordan palabras que tienen que ver con la vida de la ciudad. Cada invitado recibe tres palabras y desarrolla su definición en un encuentro público. Una de esas palabras se conserva para el invitado de la siguiente reunión, que además recibe dos nuevas (creando un diálogo entre las aproximaciones de dos autores al mismo término). El Glosario de Urbanidad se va completando paulatinamente con el aporte de estas definiciones.

MIEDO Roberto Jacoby (Buenos Aires, octubre 2005) Frente al miedo hay una cantidad limitada de cosas que podés hacer. Una es la fuga, la otra

es el combate, elegir entre la fuga y el combate es muy importante. O huís, o te quedás, lo jodido es quedarte en una situación en que estás aprisionado por algo y no te

enfrentás con ello y tampoco te vas; entrás en una situación de autodestrucción, de parálisis. Trabajar sobre el estado de ánimo, es fundamental. Por UR (Conversar) / 31


ejemplo, cuando se pierde la guerra, ¿qué se infunde? Miedo ¿para qué? Para destruir el estado de ánimo. Clausewitz explica eso. Contra lo que mucha gente cree, que piensa que Clausewitz era un teórico de la aniquilación física, no es así. Lo que dice él es que hay que destruir la voluntad de lucha del enemigo, no el cuerpo del enemigo, y para destruir la voluntad de lucha hay que incidir sobre el estado de ánimo. El mecanismo es el miedo. En el 2001, en Argentina se vivió una situación de catástrofe, pero eso mismo generaba una solidaridad y un estado de igualdad, como cuando hay una inundación. Fue algo que superaba a todos. La amenaza no fue individualizada, abarcaba a todos por igual. Es distinta que la amenaza de la policía en la época de la dictadura, cuando todas eran víctimas virtuales, pero solamente una era real. En cambio en el 2001 todos eran reales. Julián Reboratti: Ta m b i é n hay que ver qué tipo de Estado es. R. J.: ... Claro, el Estado estaba muy descalificado, no tenía autoridad. Yo creo que el miedo era inferior a la situación de libertad que se vivió. Uno tendría que darse cuenta de las estrategias del miedo y trabajar sobre las estrategias de la alegría. Daniel Weztel y Helgard Haug (Berlín, abril 2007) Hablando de monumentos, es interesante que la ciudad quiere recordar y que está agotada de ha-

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cerlo: tenés el muro, los monumentos y la gran discusión sobre el holocausto, o el monumento de la RDA... También en el frente de casas privadas hay pequeñas placas de oro donde se menciona quién vivió allí. Es diferente a cualquier ciudad porque acá la presencia del terror fue muy grande. Hay áreas cercanas a MartinGropius-Bau, la topografía del terror, donde estaba el edificio de la Gestapo, no sé cual es la situación ahora, pero deben seguir esperando. Tiene que ver con el miedo de hacer una falsificación de la memoria, ya que tiene que ser el memorial correcto. Esto fue conducido por el miedo, primero de cometer un error, y luego el miedo de no poder deshacerse del vacío.

ESTRATEGIA DE LA ALEGRÍA Roberto Jacoby (Buenos Aires, octubre 2005)

ENERGÍA Roberto Jacoby (Buenos Aires, octubre 2005) / Marcelo Corti ( B uenos Aires, octubre 2005) Anne Huffschmid (Berlín, abril 2007) En Berlín hay una racionalización de los flujos energéticos. La noción de ahorrar energía es una noción ecologista. Creo que hay incluso un manejo de la energía como un recurso escaso. Si lo pienso en el imaginario de un alemán, yo creo que la energía se maneja un poco como el tiempo, pero más bien como tiempo

escaso. Piensas dónde inviertes y dónde no, no se puede desperdiciar la energía… La energía no es algo que se genera en el acto sino algo que tiene que manejarse muy bien, se tiene que cuidar. Es la cuestión de posguerra, en la medida en que el enfrentamiento de posguerra es la base para todo el pensamiento ecológico de los años ‘70. No es casual que Alemania sea el primer país del mundo en el que haya habido una difusión y una aceptación tal del pensamiento ecológico. Y en el sentido de que los recursos son escasos y son limitados, los alemanes pensamos que vamos a tener que ver muy bien cómo administrarlos.

CATÁSTROFE Marcelo Corti (Buenos Aires, octubre 2005) Aldo Rossi se basó en un análisis de un economista que estudiaba el tema de las expropiaciones y su influencia en las ciudades y tomó el caso de un barrio de su ciudad, Milán, donde había habido bombardeos durante la guerra. Llegó a la conclusión de que los bombardeos no habían generado algo nuevo que no se hubiera producido de otra forma, sino que lo que hacen estas catástrofes es acelerar procesos que normalmente se dan a lo largo de muchos años por suplantaciones parciales. En un lapso de 50 años una ciudad se renueva completamente. En realidad la catástrofe no induce una nueva forma de actuación sobre la ciudad, sino que posibilita

que se desarrollen procesos que igualmente se hubieran producido. Rafael Spregelburd (Buenos Aires, noviembre 2005) La tragedia es un modelo, tecnológico, de representación de una época determinada del teatro. Se basa en la siguiente regla loca: en la tragedia el héroe marcha hacia su propia destrucción merced a una falencia inherente a su constitución, es decir: estamos en presencia de una tragedia cuando Macbeth -por ejemploes ambicioso, no lo puede evitar, y es la ambición lo que lo lleva a terminar como termina. Es decir: muerto. La tragedia termina siempre con la destrucción del protagonista que lleva adelante la voluntad de cambio. Ahora, si Macbeth fuera a ver un partido de pelota y le pegaran con la pelota en la cabeza y muriera de un golpe de pelota y no por la ambición de él y su señora, pues no estaríamos en presencia de una tragedia, sino de una catástrofe. Murió por accidente. Es decir: él era un poco ambicioso, sí, pero murió por otra cosa. A mí me encanta eso.

que tiene la clase media baja argentina para seguir agarrada del mundo. Hay miles de historias individuales, el que perdió el trabajo y no tiene más la computadora de la oficina se conecta en los cybercafés, todo a 1$ por hora, la gente que tiene un pariente en Europa. Entonces, me parece que comparte cosas como el almacén de ramos generales, la lechería, el prostíbulo, el comité, un encuentro casual de individualidades que no llegan a mancomunarse en una sociedad, pero que crean una especie de espacio público. Cumple a mi juicio el rol de bisagra entre lo público y lo privado, es un lugar no del todo privado y que no llega tampoco a ser del todo público. Judith Villamayor (Buenos Aires, noviembre 2005)

Marcelo Corti (Buenos Aires, octubre 2005) Lugares para conectarse a Internet hay en todas las ciudades del mundo, pero en Buenos Aires no es algo turístico sólo del centro, es algo que se da en los barrios, en todo el gran Buenos Aires. Es uno de los recursos

Frauke Hehl (Berlín, abril 2007)

PATERNALISMO Judith Villamayor (Buenos Aires, noviembre 2005) / Rafael Spregelburd (Buenos Aires, noviembre 2005)

REPRESENTACIÓN

Folke Köbberling (Berlín, abril 2007)

LOCUTORIO

se muere por tener un espacio para crear, y este no estaba siendo usado. Eran 12 invitados, podían usar las instalaciones cuando querían, y la página web es exactamente igual que la original. Tiene que ver con el troyano, meter un programa dentro de otro.

OCUPACIÓN Judith Villamayor (Buenos Aires, noviembre 2005) La beca Kuitca empezó en el 2003. En enero estaba totalmente desierta. Así que hice el subprograma Social Wo r m s, que funcionó durante un mes y medio con el mismo planteo que la beca. Cualquier artista

Rafael Spregelburd (Buenos Aires, noviembre 2005) Se supone que el teatro es representación. Muchas artes lo son, pero el teatro es un arte básicamente representativo. Lo que hace es poner en escena lo más parecido posible a las reglas de lo vivo. Y lo que hace que esta ciudad tenga un teatro muy rico es cuán conflictiva se ha vuelto nuestra relación con las actitudes representativas, es decir, con la democracia, con las formas de representación en lo macro. Nosotros no creemos en ningún sistema que se diga repre-

UR (Conversar) / 33


ejemplo, cuando se pierde la guerra, ¿qué se infunde? Miedo ¿para qué? Para destruir el estado de ánimo. Clausewitz explica eso. Contra lo que mucha gente cree, que piensa que Clausewitz era un teórico de la aniquilación física, no es así. Lo que dice él es que hay que destruir la voluntad de lucha del enemigo, no el cuerpo del enemigo, y para destruir la voluntad de lucha hay que incidir sobre el estado de ánimo. El mecanismo es el miedo. En el 2001, en Argentina se vivió una situación de catástrofe, pero eso mismo generaba una solidaridad y un estado de igualdad, como cuando hay una inundación. Fue algo que superaba a todos. La amenaza no fue individualizada, abarcaba a todos por igual. Es distinta que la amenaza de la policía en la época de la dictadura, cuando todas eran víctimas virtuales, pero solamente una era real. En cambio en el 2001 todos eran reales. Julián Reboratti: Ta m b i é n hay que ver qué tipo de Estado es. R. J.: ... Claro, el Estado estaba muy descalificado, no tenía autoridad. Yo creo que el miedo era inferior a la situación de libertad que se vivió. Uno tendría que darse cuenta de las estrategias del miedo y trabajar sobre las estrategias de la alegría. Daniel Weztel y Helgard Haug (Berlín, abril 2007) Hablando de monumentos, es interesante que la ciudad quiere recordar y que está agotada de ha-

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cerlo: tenés el muro, los monumentos y la gran discusión sobre el holocausto, o el monumento de la RDA... También en el frente de casas privadas hay pequeñas placas de oro donde se menciona quién vivió allí. Es diferente a cualquier ciudad porque acá la presencia del terror fue muy grande. Hay áreas cercanas a MartinGropius-Bau, la topografía del terror, donde estaba el edificio de la Gestapo, no sé cual es la situación ahora, pero deben seguir esperando. Tiene que ver con el miedo de hacer una falsificación de la memoria, ya que tiene que ser el memorial correcto. Esto fue conducido por el miedo, primero de cometer un error, y luego el miedo de no poder deshacerse del vacío.

ESTRATEGIA DE LA ALEGRÍA Roberto Jacoby (Buenos Aires, octubre 2005)

ENERGÍA Roberto Jacoby (Buenos Aires, octubre 2005) / Marcelo Corti ( B uenos Aires, octubre 2005) Anne Huffschmid (Berlín, abril 2007) En Berlín hay una racionalización de los flujos energéticos. La noción de ahorrar energía es una noción ecologista. Creo que hay incluso un manejo de la energía como un recurso escaso. Si lo pienso en el imaginario de un alemán, yo creo que la energía se maneja un poco como el tiempo, pero más bien como tiempo

escaso. Piensas dónde inviertes y dónde no, no se puede desperdiciar la energía… La energía no es algo que se genera en el acto sino algo que tiene que manejarse muy bien, se tiene que cuidar. Es la cuestión de posguerra, en la medida en que el enfrentamiento de posguerra es la base para todo el pensamiento ecológico de los años ‘70. No es casual que Alemania sea el primer país del mundo en el que haya habido una difusión y una aceptación tal del pensamiento ecológico. Y en el sentido de que los recursos son escasos y son limitados, los alemanes pensamos que vamos a tener que ver muy bien cómo administrarlos.

CATÁSTROFE Marcelo Corti (Buenos Aires, octubre 2005) Aldo Rossi se basó en un análisis de un economista que estudiaba el tema de las expropiaciones y su influencia en las ciudades y tomó el caso de un barrio de su ciudad, Milán, donde había habido bombardeos durante la guerra. Llegó a la conclusión de que los bombardeos no habían generado algo nuevo que no se hubiera producido de otra forma, sino que lo que hacen estas catástrofes es acelerar procesos que normalmente se dan a lo largo de muchos años por suplantaciones parciales. En un lapso de 50 años una ciudad se renueva completamente. En realidad la catástrofe no induce una nueva forma de actuación sobre la ciudad, sino que posibilita

que se desarrollen procesos que igualmente se hubieran producido. Rafael Spregelburd (Buenos Aires, noviembre 2005) La tragedia es un modelo, tecnológico, de representación de una época determinada del teatro. Se basa en la siguiente regla loca: en la tragedia el héroe marcha hacia su propia destrucción merced a una falencia inherente a su constitución, es decir: estamos en presencia de una tragedia cuando Macbeth -por ejemploes ambicioso, no lo puede evitar, y es la ambición lo que lo lleva a terminar como termina. Es decir: muerto. La tragedia termina siempre con la destrucción del protagonista que lleva adelante la voluntad de cambio. Ahora, si Macbeth fuera a ver un partido de pelota y le pegaran con la pelota en la cabeza y muriera de un golpe de pelota y no por la ambición de él y su señora, pues no estaríamos en presencia de una tragedia, sino de una catástrofe. Murió por accidente. Es decir: él era un poco ambicioso, sí, pero murió por otra cosa. A mí me encanta eso.

que tiene la clase media baja argentina para seguir agarrada del mundo. Hay miles de historias individuales, el que perdió el trabajo y no tiene más la computadora de la oficina se conecta en los cybercafés, todo a 1$ por hora, la gente que tiene un pariente en Europa. Entonces, me parece que comparte cosas como el almacén de ramos generales, la lechería, el prostíbulo, el comité, un encuentro casual de individualidades que no llegan a mancomunarse en una sociedad, pero que crean una especie de espacio público. Cumple a mi juicio el rol de bisagra entre lo público y lo privado, es un lugar no del todo privado y que no llega tampoco a ser del todo público. Judith Villamayor (Buenos Aires, noviembre 2005)

Marcelo Corti (Buenos Aires, octubre 2005) Lugares para conectarse a Internet hay en todas las ciudades del mundo, pero en Buenos Aires no es algo turístico sólo del centro, es algo que se da en los barrios, en todo el gran Buenos Aires. Es uno de los recursos

Frauke Hehl (Berlín, abril 2007)

PATERNALISMO Judith Villamayor (Buenos Aires, noviembre 2005) / Rafael Spregelburd (Buenos Aires, noviembre 2005)

REPRESENTACIÓN

Folke Köbberling (Berlín, abril 2007)

LOCUTORIO

se muere por tener un espacio para crear, y este no estaba siendo usado. Eran 12 invitados, podían usar las instalaciones cuando querían, y la página web es exactamente igual que la original. Tiene que ver con el troyano, meter un programa dentro de otro.

OCUPACIÓN Judith Villamayor (Buenos Aires, noviembre 2005) La beca Kuitca empezó en el 2003. En enero estaba totalmente desierta. Así que hice el subprograma Social Wo r m s, que funcionó durante un mes y medio con el mismo planteo que la beca. Cualquier artista

Rafael Spregelburd (Buenos Aires, noviembre 2005) Se supone que el teatro es representación. Muchas artes lo son, pero el teatro es un arte básicamente representativo. Lo que hace es poner en escena lo más parecido posible a las reglas de lo vivo. Y lo que hace que esta ciudad tenga un teatro muy rico es cuán conflictiva se ha vuelto nuestra relación con las actitudes representativas, es decir, con la democracia, con las formas de representación en lo macro. Nosotros no creemos en ningún sistema que se diga repre-

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sentativo. Nuestros años de dictadura y de posterior democracia sólo nos han mostrado las desventajas de la democracia y nunca ninguna de sus verdaderas ventajas. Nosotros tendemos a creer que toda actitud que diga “yo represento a los intereses de un montón que vienen atrás mío y que me han validado mediante el voto, o mediante lo que quieran”, implica una vinculación tácita con el Mal. Que toda actitud representativa está ligada a una idea del Mal. Y también, por otro lado, cuál es el grado de l i c i t u d,si es que existe la palabra, de ese sistema de representación. En determinadas tiranías, donde uno sabe que los gobernantes no están representando a nadie, esta confusión no existe, y no existía aquí durante la dictadura, y por eso durante la dictadura se generó otro tipo de teatro, muy distinto del de ahora. El sistema representativo no era bien visto, porque estaba usurpado, pero qué pasa cuando Menem gana, y gana las re-elecciones, y uno empieza a pensar que el vecino es el enemigo, porque nadie lo votó o nadie dice haberlo votado públicamente. ¡Y al-

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gunos ni siquiera fueron votados y nos dio exactamente lo mismo! ¡Duhalde! ¿Cuánto tiempo estuvo después de que se fue el otro? Las preguntas no pasaban por ahí, ¿es lícito que el presidente del Senado ejerza el rol del presidente cuando al presidente le pasó lo que le pasó? Y me parece que esta pregunta por la raíz de lo representativo, lo que dice estar en lugar de otra cosa, es lo que ha generado aquí un teatro muy especial.

José Fernández Vega (Buenos Aires, agosto 2006) Representación es una palabra enorme, es como el secreto de la modernidad. Uno puede decir es toda la modernidad porque está la representación en tanto arte, la representación en tanto política y la representación en tanto religión. En esa representación, en ese hacer presente, paradójicamente se pierde presencia porque hay como una especie de desrealización del mundo, hay algo que se interpone entre nosotros y el mundo. Transportado a la política, esto significa que entre la acción y la voluntad se interpone el sistema polí-

tico representativo, donde no hay identidad, sino hay representación. Según Benjamin, en la selección de líderes políticos que se da en el parlamento, el líder seleccionado es el mejor per former. Y el mejor performer es el tipo que mejor da en cámara, porque es tan representativo, que está representando también en el sentido teatral del término. El discurso del líder se dirige a un auditorio ilimitado, ubicado fuera del recinto parlamentario. Él habla para la televisión. El resultado, dice Benjamin, es que los parlamentos quedan desiertos, así como los teatros. Porque el representante no habla para los otros parlamentarios, él habla para los que no están ahí. Georg Springer (Berlín, mayo 2007) Yo creo que sobre el concepto de la representación en Berlín hay un código especial, como en cualquier lado. Este código es una especie de código sarcástico. Lo que quiero decir es que la representación, en el sentido clásico, agranda las cosas más de lo que son. Acá la gente trata de ocultarlo, por ejemplo en una representación como es la moda. La moda de Berlín es tratar de ocultar cuánto tiempo tardaste en encontrar exactamente las ropas adecuadas.

ABURRIMIENTO Rafael Spregelburd (Buenos Aires, noviembre 2005) / Elke Knöss (Berlín, abril 2007)

ESTRATEGIA José Fernández Vega (Buenos Aires, agosto 2006) Jesko Fezer (Berlín, abril 2007) Estrategia es una palabra interesante y, tal vez, en los últimos años fue muy utilizada en el contexto de un nuevo concepto de arquitectura y urbanismo, porque parece señalar una situación donde hay cierto arreglo de intereses y de poder. Cierto campo de fuerzas donde diseñadores y planificadores quieren intervenir. Pero no estoy seguro de que un análisis teórico sea una buena manera de tratar el problema de cambiar una situación implementando cierta estrategia. ¿Por qué? Porque la estrategia tiene que ver con un tipo de masterplan, una especie de concepto fijo…

MOVIMIENTO Daniel Weztel y Helgard Haug (Berlín, abril 2007) / Frauke Hehl (Berlín, abril 2007)

José Fernández Vega (Buenos Aires, agosto 2006) / Matthias Rick (Berlín, abril 2007)

FICCIÓN Daniel Weztel y Helgard Haug (Berlín, abril 2007)

Georg Springer (Berlín, mayo 2007)

CONFUSIÓN ANTICONVENCIONAL Frauke Hehl (Berlín, abril 2007)

Georg Springer (Berlín, mayo 2007)

DOMESTICIDAD VACÍO Matthias Rick (Berlín, abril 2007) Hay espacios como este en cualquier lugar, donde no es posible completar la ciudad. Berlín es especial en este sentido porque fue creada a través del vacío, a través de los problemas de identidad. Es una ciudad esquizofrénica, está construida a partir de dos ciudades diferentes. Entonces tenemos diferentes imaginarios sobre qué es la ciudad y visiones tan diferentes sobre cómo vivir...

Elke Knöss (Berlín, abril 2007)

PATIO Elke Knöss (Berlín, abril 2007)

OCIO Anne Huffschmid (Berlín, abril 2007)

RESISTENCIA Anne Huffschmid (Berlín, abril 2007)

LÍMITES Jesko Fezer (Berlín, abril 2007)

PROCESO CASILLERO

FELICIDAD PÚBLICA

Matthias Rick (Berlín, abril 2007)

LABORATORIO

CONTRADICCIÓN Jesko Fezer (Berlín, abril 2007)

Folke Köbberling (Berlín, abril 2007)

BASURA Folke Köbberling (Berlín, abril 2007)

(1) N.d.E.: Por razones de formato se ha hecho una selección y edición de las palabras definidas. El material completo se encuentra en el blog del Glosario de Urbanidad. http://glosariodeurbanidad.blogspot.com/

links: Café de las Ciudades http://www.cafedelasciudades.com.ar/ Judith Villamayor http://villamayor.com.ar/ Rafael Spregelburd http://www.spregelburd.com.ar/web/ An Architektur http://www.anarchitektur.com/ Peanutz Architekten http://www.peanutz-architekten.de/ Club Real http://www.clubreal.de/ Folke Köbberling http://www.folkekoebberling.de/ Raumlabor_berlin http://www.raumlabor-berlin.de/ Workstation http://www.workstation-berlin.org/ Rimini Protokoll http://www.rimini-protokoll.de

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sentativo. Nuestros años de dictadura y de posterior democracia sólo nos han mostrado las desventajas de la democracia y nunca ninguna de sus verdaderas ventajas. Nosotros tendemos a creer que toda actitud que diga “yo represento a los intereses de un montón que vienen atrás mío y que me han validado mediante el voto, o mediante lo que quieran”, implica una vinculación tácita con el Mal. Que toda actitud representativa está ligada a una idea del Mal. Y también, por otro lado, cuál es el grado de l i c i t u d,si es que existe la palabra, de ese sistema de representación. En determinadas tiranías, donde uno sabe que los gobernantes no están representando a nadie, esta confusión no existe, y no existía aquí durante la dictadura, y por eso durante la dictadura se generó otro tipo de teatro, muy distinto del de ahora. El sistema representativo no era bien visto, porque estaba usurpado, pero qué pasa cuando Menem gana, y gana las re-elecciones, y uno empieza a pensar que el vecino es el enemigo, porque nadie lo votó o nadie dice haberlo votado públicamente. ¡Y al-

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gunos ni siquiera fueron votados y nos dio exactamente lo mismo! ¡Duhalde! ¿Cuánto tiempo estuvo después de que se fue el otro? Las preguntas no pasaban por ahí, ¿es lícito que el presidente del Senado ejerza el rol del presidente cuando al presidente le pasó lo que le pasó? Y me parece que esta pregunta por la raíz de lo representativo, lo que dice estar en lugar de otra cosa, es lo que ha generado aquí un teatro muy especial.

José Fernández Vega (Buenos Aires, agosto 2006) Representación es una palabra enorme, es como el secreto de la modernidad. Uno puede decir es toda la modernidad porque está la representación en tanto arte, la representación en tanto política y la representación en tanto religión. En esa representación, en ese hacer presente, paradójicamente se pierde presencia porque hay como una especie de desrealización del mundo, hay algo que se interpone entre nosotros y el mundo. Transportado a la política, esto significa que entre la acción y la voluntad se interpone el sistema polí-

tico representativo, donde no hay identidad, sino hay representación. Según Benjamin, en la selección de líderes políticos que se da en el parlamento, el líder seleccionado es el mejor per former. Y el mejor performer es el tipo que mejor da en cámara, porque es tan representativo, que está representando también en el sentido teatral del término. El discurso del líder se dirige a un auditorio ilimitado, ubicado fuera del recinto parlamentario. Él habla para la televisión. El resultado, dice Benjamin, es que los parlamentos quedan desiertos, así como los teatros. Porque el representante no habla para los otros parlamentarios, él habla para los que no están ahí. Georg Springer (Berlín, mayo 2007) Yo creo que sobre el concepto de la representación en Berlín hay un código especial, como en cualquier lado. Este código es una especie de código sarcástico. Lo que quiero decir es que la representación, en el sentido clásico, agranda las cosas más de lo que son. Acá la gente trata de ocultarlo, por ejemplo en una representación como es la moda. La moda de Berlín es tratar de ocultar cuánto tiempo tardaste en encontrar exactamente las ropas adecuadas.

ABURRIMIENTO Rafael Spregelburd (Buenos Aires, noviembre 2005) / Elke Knöss (Berlín, abril 2007)

ESTRATEGIA José Fernández Vega (Buenos Aires, agosto 2006) Jesko Fezer (Berlín, abril 2007) Estrategia es una palabra interesante y, tal vez, en los últimos años fue muy utilizada en el contexto de un nuevo concepto de arquitectura y urbanismo, porque parece señalar una situación donde hay cierto arreglo de intereses y de poder. Cierto campo de fuerzas donde diseñadores y planificadores quieren intervenir. Pero no estoy seguro de que un análisis teórico sea una buena manera de tratar el problema de cambiar una situación implementando cierta estrategia. ¿Por qué? Porque la estrategia tiene que ver con un tipo de masterplan, una especie de concepto fijo…

MOVIMIENTO Daniel Weztel y Helgard Haug (Berlín, abril 2007) / Frauke Hehl (Berlín, abril 2007)

José Fernández Vega (Buenos Aires, agosto 2006) / Matthias Rick (Berlín, abril 2007)

FICCIÓN Daniel Weztel y Helgard Haug (Berlín, abril 2007)

Georg Springer (Berlín, mayo 2007)

CONFUSIÓN ANTICONVENCIONAL Frauke Hehl (Berlín, abril 2007)

Georg Springer (Berlín, mayo 2007)

DOMESTICIDAD VACÍO Matthias Rick (Berlín, abril 2007) Hay espacios como este en cualquier lugar, donde no es posible completar la ciudad. Berlín es especial en este sentido porque fue creada a través del vacío, a través de los problemas de identidad. Es una ciudad esquizofrénica, está construida a partir de dos ciudades diferentes. Entonces tenemos diferentes imaginarios sobre qué es la ciudad y visiones tan diferentes sobre cómo vivir...

Elke Knöss (Berlín, abril 2007)

PATIO Elke Knöss (Berlín, abril 2007)

OCIO Anne Huffschmid (Berlín, abril 2007)

RESISTENCIA Anne Huffschmid (Berlín, abril 2007)

LÍMITES Jesko Fezer (Berlín, abril 2007)

PROCESO CASILLERO

FELICIDAD PÚBLICA

Matthias Rick (Berlín, abril 2007)

LABORATORIO

CONTRADICCIÓN Jesko Fezer (Berlín, abril 2007)

Folke Köbberling (Berlín, abril 2007)

BASURA Folke Köbberling (Berlín, abril 2007)

(1) N.d.E.: Por razones de formato se ha hecho una selección y edición de las palabras definidas. El material completo se encuentra en el blog del Glosario de Urbanidad. http://glosariodeurbanidad.blogspot.com/

links: Café de las Ciudades http://www.cafedelasciudades.com.ar/ Judith Villamayor http://villamayor.com.ar/ Rafael Spregelburd http://www.spregelburd.com.ar/web/ An Architektur http://www.anarchitektur.com/ Peanutz Architekten http://www.peanutz-architekten.de/ Club Real http://www.clubreal.de/ Folke Köbberling http://www.folkekoebberling.de/ Raumlabor_berlin http://www.raumlabor-berlin.de/ Workstation http://www.workstation-berlin.org/ Rimini Protokoll http://www.rimini-protokoll.de

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La experiencia berlinesa Marina Zuccon La experiencia del Glosario de Urbanidad en Berlín consistió en trasladar un formato y un protocolo de conversación a un terreno donde lo privado y lo público están establecidos por reglas desconocidas. El Glosario es una forma de conversación que permite pensar situaciones, escenas, relaciones y momentos urbanos. Es una experiencia de la ciudad descripta a través de una selección de palabras y de sus implicaciones subjetivas. ¿Cómo se habla de ciertas palabras utilizadas en el Glosario de Buenos Aires en Berlín? ¿Cuáles otras son utilizadas en esa ciudad? Esta mudanza del Glosario implica un ejercicio de traducción. Pero lo que se traduce es un contexto, un paisaje, un territorio. De la misma manera en que las conversaciones se encadenaban a través de un término, ¿es posible que dos ciudades se piensen una a la otra a través de las mismas palabras? Cada entrevistado habló de la ciudad a través de tres palabras. La primera era una palabra ya utilizada en el Glosario de Buenos Aires, recibiendo ésta una nueva definición para Berlín. La segunda era una palabra propuesta que podía relacionar el trabajo u obra del entrevistado con la ciudad. La tercera quedaba a elección del entrevistado.

Berlín (fragmentos) (21 DE ABRIL 2007) Llegué a Berlín, precisamente a Kreuzberg, a la casa de Benni (Benjamin Foerster-Baldenius) quien me hospedó. Cuando me mostró la casa, me señaló una pintura que tenía en la cocina, esa imagen de una mujer amantando a su padre preso. Benni me explicó la alegoría relacionando la comida, la cocina y la generosidad. El tema de Berlín en estos días no apareció en el glosario: Knut. Un retoño de oso polar que nació y sobrevivió milagrosamente en el Zoo de Berlín. (26 DE ABRIL 2007) Fui conociendo Berlín a través de un mapa social (ver mapa). Cada punto es un entrevistado, uniendo los puntos me fui encontrando con los edificios y los lugares. Primera entrevista: Daniel Weztel y Helgard Haug, de Rimini Protokoll. Miedo, ficción, movimiento. Tuvimos una interesante charla de tres horas. Hablamos entre otras cosas sobre los espacios domésticos como lugares donde paradójicamente comienza lo público… “Lo público tiene que ver con un espacio privado…” “¿Si estoy en casa, estoy sólo? Si estoy en 36 / (Conversar) UR

casa seguramente voy a interactuar aún más con el exterior…” (27 DE ABRIL 2007) Segunda entrevista: Frauke Hehl, de Workstation. Ocupación, movimiento, anticonvencional. Workstation es una alternativa al european way of life. Su propuesta es vivir una vida con pequeñas aspiraciones económicas y pensar la posibilidad de vivir sin dinero. “Hacer realidad la buena vida que la gente tiene en mente, que por supuesto no está relacionada sólo con el dinero…” (28 DE ABRIL 2007) Tercera entrevista: Matthias Rick, de Raumlabor. Casillero (clasificación), vacío, proceso. Un día, Matthias me llevó de paseo en bicicleta por Kreuzberg. El habló sobre el vacío de Berlín y cómo se identificaba con eso. “Necesito del vacío para saber cómo me gustaría actuar en la ciudad. Necesito el vacío para experimentarlo…”

(1 DE MAYO 2007) Comencé cada entrevista introduciendo el Glosario. Esta presentación tuvo algunas variaciones, el Glosario fue explicado como un protocolo, como un juego de conversación o como un salvoconducto para abordar un extraño y pedirle parte de su tiempo, un recurso escaso… “En Berlín hay una racionalización de los flujos energéticos, hay una cosa de que si te invitan a... siempre hay una duda: ¿yo qué tengo que dejar de hacer? ¿qué gano con esto?...” (Anne Huffschmid) Cuarta entrevista: Folke Köbberling. Catástrofe, laboratorio, basura. Con Folke hablamos sobre Berlín como un laboratorio para experiencias, a diversas escalas, desde el urbanismo y la arquitectura hasta experiencias personales de autoconocimiento. Esa dinámica de ensayo produce un movimiento, y crea un estado en constaste proceso. “Berlín es un lugar donde la gente crea experiencia… Nosotros vemos a la ciudad como un laboratorio donde además podemos ofrecer algo nuevo (nueva arquitectura y espacios públicos) a través de nuestro trabajo en la sociedad.”

(2 DE MAYO 2007) Quinta entrevista: Georg Springer, de Club Real. Representación, felicidad pública, confusión. Un tema inevitable fue la reconstrucción de Berlín, y el paradigmático caso del Palast der Republik, su fracasada demolición y la delirante intención de reconstruir la fachada del antiguo palacio prusiano. “El problema con la representación es que ni siquiera es la fachada, es el concepto de fachada…” (8 DE MAYO 2007) Sexta entrevista: Elke Knöss, de Peanutz Architekten. Aburrimiento, domesticidad, patio. Peanutz propone la resemantización de espacios y objetos que se vuelven aburridos, a través del t u n n i n g. Elke definió a Berlín como un gran espacio de esparcimiento. (11 DE MAYO 2007) Séptima entrevista: Anne Huffschmid. Energía, ocio, resistencia. Los berlineses parecen tener, paradójicamente, una gran incertidumbre ante el cambio, aunque la transformación es propia de la ciudad. UR (Conversar) / 37


La experiencia berlinesa Marina Zuccon La experiencia del Glosario de Urbanidad en Berlín consistió en trasladar un formato y un protocolo de conversación a un terreno donde lo privado y lo público están establecidos por reglas desconocidas. El Glosario es una forma de conversación que permite pensar situaciones, escenas, relaciones y momentos urbanos. Es una experiencia de la ciudad descripta a través de una selección de palabras y de sus implicaciones subjetivas. ¿Cómo se habla de ciertas palabras utilizadas en el Glosario de Buenos Aires en Berlín? ¿Cuáles otras son utilizadas en esa ciudad? Esta mudanza del Glosario implica un ejercicio de traducción. Pero lo que se traduce es un contexto, un paisaje, un territorio. De la misma manera en que las conversaciones se encadenaban a través de un término, ¿es posible que dos ciudades se piensen una a la otra a través de las mismas palabras? Cada entrevistado habló de la ciudad a través de tres palabras. La primera era una palabra ya utilizada en el Glosario de Buenos Aires, recibiendo ésta una nueva definición para Berlín. La segunda era una palabra propuesta que podía relacionar el trabajo u obra del entrevistado con la ciudad. La tercera quedaba a elección del entrevistado.

Berlín (fragmentos) (21 DE ABRIL 2007) Llegué a Berlín, precisamente a Kreuzberg, a la casa de Benni (Benjamin Foerster-Baldenius) quien me hospedó. Cuando me mostró la casa, me señaló una pintura que tenía en la cocina, esa imagen de una mujer amantando a su padre preso. Benni me explicó la alegoría relacionando la comida, la cocina y la generosidad. El tema de Berlín en estos días no apareció en el glosario: Knut. Un retoño de oso polar que nació y sobrevivió milagrosamente en el Zoo de Berlín. (26 DE ABRIL 2007) Fui conociendo Berlín a través de un mapa social (ver mapa). Cada punto es un entrevistado, uniendo los puntos me fui encontrando con los edificios y los lugares. Primera entrevista: Daniel Weztel y Helgard Haug, de Rimini Protokoll. Miedo, ficción, movimiento. Tuvimos una interesante charla de tres horas. Hablamos entre otras cosas sobre los espacios domésticos como lugares donde paradójicamente comienza lo público… “Lo público tiene que ver con un espacio privado…” “¿Si estoy en casa, estoy sólo? Si estoy en 36 / (Conversar) UR

casa seguramente voy a interactuar aún más con el exterior…” (27 DE ABRIL 2007) Segunda entrevista: Frauke Hehl, de Workstation. Ocupación, movimiento, anticonvencional. Workstation es una alternativa al european way of life. Su propuesta es vivir una vida con pequeñas aspiraciones económicas y pensar la posibilidad de vivir sin dinero. “Hacer realidad la buena vida que la gente tiene en mente, que por supuesto no está relacionada sólo con el dinero…” (28 DE ABRIL 2007) Tercera entrevista: Matthias Rick, de Raumlabor. Casillero (clasificación), vacío, proceso. Un día, Matthias me llevó de paseo en bicicleta por Kreuzberg. El habló sobre el vacío de Berlín y cómo se identificaba con eso. “Necesito del vacío para saber cómo me gustaría actuar en la ciudad. Necesito el vacío para experimentarlo…”

(1 DE MAYO 2007) Comencé cada entrevista introduciendo el Glosario. Esta presentación tuvo algunas variaciones, el Glosario fue explicado como un protocolo, como un juego de conversación o como un salvoconducto para abordar un extraño y pedirle parte de su tiempo, un recurso escaso… “En Berlín hay una racionalización de los flujos energéticos, hay una cosa de que si te invitan a... siempre hay una duda: ¿yo qué tengo que dejar de hacer? ¿qué gano con esto?...” (Anne Huffschmid) Cuarta entrevista: Folke Köbberling. Catástrofe, laboratorio, basura. Con Folke hablamos sobre Berlín como un laboratorio para experiencias, a diversas escalas, desde el urbanismo y la arquitectura hasta experiencias personales de autoconocimiento. Esa dinámica de ensayo produce un movimiento, y crea un estado en constaste proceso. “Berlín es un lugar donde la gente crea experiencia… Nosotros vemos a la ciudad como un laboratorio donde además podemos ofrecer algo nuevo (nueva arquitectura y espacios públicos) a través de nuestro trabajo en la sociedad.”

(2 DE MAYO 2007) Quinta entrevista: Georg Springer, de Club Real. Representación, felicidad pública, confusión. Un tema inevitable fue la reconstrucción de Berlín, y el paradigmático caso del Palast der Republik, su fracasada demolición y la delirante intención de reconstruir la fachada del antiguo palacio prusiano. “El problema con la representación es que ni siquiera es la fachada, es el concepto de fachada…” (8 DE MAYO 2007) Sexta entrevista: Elke Knöss, de Peanutz Architekten. Aburrimiento, domesticidad, patio. Peanutz propone la resemantización de espacios y objetos que se vuelven aburridos, a través del t u n n i n g. Elke definió a Berlín como un gran espacio de esparcimiento. (11 DE MAYO 2007) Séptima entrevista: Anne Huffschmid. Energía, ocio, resistencia. Los berlineses parecen tener, paradójicamente, una gran incertidumbre ante el cambio, aunque la transformación es propia de la ciudad. UR (Conversar) / 37


Anne habló de la resistencia al cambio de los lugares y de los alemanes. “En el ‘89 cuando cayó el mundo (lapsus y risas), cuando abrieron el muro, no es que haya caído, a mi me tocó estar en Kreuzberg, me tocó ver todo desde afuera… Había en Kreuzberg un cierto rechazo a todo lo nuevo, había una noción de invasión, de que estaban invadiendo el mundo que estábamos construyendo, el de los espacios propios, los espacios autogestionados, todo eso se iba a perder porque esa gente iba a venir. Hubo

un impulso muy conservador. Y los círculos más de izquierda tenían la idea de conservar.” (14 DE MAYO 2007) Octava entrevista: Jesko Fezer, de An Architektur. Estrategia, límites, contradicción. “Insisto, Berlín cambia muy dramáticamente, y eso no es tan visible porque no está completamente construida de nuevo. Pero acá cada lugar ha cambiado de ocupantes, de materiales, se ha renovado completamente”

THE WORD “URBANITY” Club de Arquitectura Through what terms of sociability do people and the city interact? The Club de Arquitectura (Architecture Club) set out to generate a terminology to both specify and broaden the concepts and tools available to a local urbanity. Buenos Aires and Berlin dialogue through this Glossary, which presents a system of linked words where the proximity of speaker and discourse is crucial. A glossary is a set of words and definitions pertinent to a restricted field. Here, the selection has to do with our interest in the word “urbanity,” for which there is no jargon due to its apparent lack of specificity. This brings us to a first word, which we will mention time and again and which we will always approach indirectly. The first question, then, is why “urbanity.” The word urbanity (to refer, if confusedly, to a type of interaction between persons in a public medium) might open up a possibility: we can imagine a type of social back-and-forth or contract (between what parties?) much weaker and more diffuse than the one proposed by the word citizenship, with its attendant rights and obligations. In this weakness we find a strategy to open up the field to new actors and actions. Urbanity is what might exist between a foreigner and a local, a citizen and stranger, or two citizens who don’t know each other as such. When we speak of urbanity, we are speaking of politics, but the word politics presents certain problems at present. By limiting the definition of the strategic backand-forth between (social) forces to those actors who have power to make decisions or to act in the space of propaganda, the word politics does not include many of the interactions that take place within the urban. The fact that politics can be increasingly seen as a specific professional field evidences this fact. 38 / (Conversar) UR

The old urbanity manuals, with their emphasis on the modalities of men and women at a time when women were not citizens, suggest a protocol or “inferior” space for public interaction. Though these manuals and their protocols were both extensive and equalizing, they also served as a means of social control and binding. But perhaps in that function lies a hint about an unforeseen future use for such manuals. Insofar as the public space grows more informed, more diffuse and more extensive, we can speak of an extended public space. To explore such a shifting space, we need flexible or dislocated uses of old tools. This is where the old word urbanity might come into play… We might venture to use that word to name actions-situations that circumscribe space or agreements between actors who recognize each other but do not necessarily possess sovereignty or exercise rights. These are interactions between actors who, at least at first, recognize each other temporarily or tenuously, and hence urbanity defines an open –and te nuous and temporary- field. This Glossary is concerned with identifying which words should be examined, the hackneyed words, the ones unspoken, new, or banal,.. In a discussion focused on an apt “construction” of the term urbanity, we are faced with certain words that require a “new” definition. Or, perhaps more accu-

rately, we need a “new” contextualized (and perhaps partial and subjective) interpretat ion of these terms. Hence, the Club has defined the following editorial strategy: 1) we bring together players with a certain transcendence in the public sphere or an evident interest in the city. We know these players’ ideas and/or discourses about the public and private spheres due to their activities in relation to the current urban reality. 2) in a meeting open to the public, each one of the guests speaks of a “new” definition of the three words we give t hem. One of these words has already been discussed by the previous guest, and is obviously affected by the two recent interpretations. The public encounters called by this Glossary started in October of 2005, and the first phase lasted until 2006. The words spoken in these encounters clearly reflect a perception of the state of the city in the aftermath of the 2001 crisis. The tone of the words is influenced by a certain mood, and the definitions contain interpretations of experiences lived during the crisis, reactions to that situation in the city and ideas about what stance to assume in that specific scene. When seen from a certain distance, one notices a somewhat dark and pessimistic vision in the use of words like fear, catastrophe, paternalism, boredom... A negativity that the Club itself noticed, but could not avoid, at the time these words were proposed. Yet, the tendency to action in the definition of these words and the others is equally significant, thus avoiding paralysis. Many of the conversations describe new forms of organization and social experimentation. Lastly, the inevitable question: what would today’s words be? Tentatively: the outskirts of the city, territory, participation, laboratory, folksonomy…

Glossary of Urbanity (Buenos Aires and Berlín) (1) In a series of meetings, we discussed some words related to life in the city. Every guest receives three words and develops his definition. One of these words is kept for the following guest, who in addition receives two new ones. Thus, a dialogue is created from a similar word defined by two speakers. The Glossary of Urbanity is completed gradually by the contribution of definitions given by successive guests.

FEAR Roberto Jacoby (Buenos Aires, October, 2005) There are a limited number of things you can do in the face of fear. One is flee, another is fight, choosing whether to flee or fight is very important. Either you get away or you stay. The problem is staying in a situation in which you are prisoner to something that you neither confront nor leave; a self-destructive situation, a situation of paralysis. Working on your inner state is crucial. When a war is lost, for example, what is instilled? Fear. What for? To destroy an inner state. Clausewitz explains this. Though many people think that Clausewitz was a theorist of physical annihilation, that wasn’t the case. What he says is that one must destroy the enemy’s will to fight, not his or her body, and to destroy that will one must act on his or her inner state. And the mechanism to do this is fear. In Argentine in 2001, a situation of catastrophe generated solidarity and a state of equality, like when there is a flood. It was beyond everyone. At that time, the threat affected everyone equally; it was not individualized as it had been at the time of the dictatorship, when everyone was a virtual victim but only certain individuals were truly victims. In 2001, though, all the victims were real. Julián Reboratti: What sort of State there is also matters. R. J: The State was widely discredited and had lost its authority. Fear seemed to have been eliminated or, at least, it seemed less important than the feeling of freedom. One must realize fear’s strategies and work with strategies of joy. N.B. In 2001, in the face of the massive flight of capital, the government froze bank deposits, a decision which culminated in a wide-reaching social crisis and the resignation of the president on December 20: a true political and social emergency. Daniel Weztel and Helgard Haug (Berlin, April, 2007) In terms of monuments, it is interesting that the city wants to remember, and yet is exhausted by remembering: you have the wall, all these monuments and the major discussion about holocaust, or the monument to East Germany... And you have little gold plaques in front of private houses telling who used to live there. It is different from other cities because the presence of Nazi terror was very important here, and in some of the areas, like those close to the MartinUR (Conversar) / 39


Anne habló de la resistencia al cambio de los lugares y de los alemanes. “En el ‘89 cuando cayó el mundo (lapsus y risas), cuando abrieron el muro, no es que haya caído, a mi me tocó estar en Kreuzberg, me tocó ver todo desde afuera… Había en Kreuzberg un cierto rechazo a todo lo nuevo, había una noción de invasión, de que estaban invadiendo el mundo que estábamos construyendo, el de los espacios propios, los espacios autogestionados, todo eso se iba a perder porque esa gente iba a venir. Hubo

un impulso muy conservador. Y los círculos más de izquierda tenían la idea de conservar.” (14 DE MAYO 2007) Octava entrevista: Jesko Fezer, de An Architektur. Estrategia, límites, contradicción. “Insisto, Berlín cambia muy dramáticamente, y eso no es tan visible porque no está completamente construida de nuevo. Pero acá cada lugar ha cambiado de ocupantes, de materiales, se ha renovado completamente”

THE WORD “URBANITY” Club de Arquitectura Through what terms of sociability do people and the city interact? The Club de Arquitectura (Architecture Club) set out to generate a terminology to both specify and broaden the concepts and tools available to a local urbanity. Buenos Aires and Berlin dialogue through this Glossary, which presents a system of linked words where the proximity of speaker and discourse is crucial. A glossary is a set of words and definitions pertinent to a restricted field. Here, the selection has to do with our interest in the word “urbanity,” for which there is no jargon due to its apparent lack of specificity. This brings us to a first word, which we will mention time and again and which we will always approach indirectly. The first question, then, is why “urbanity.” The word urbanity (to refer, if confusedly, to a type of interaction between persons in a public medium) might open up a possibility: we can imagine a type of social back-and-forth or contract (between what parties?) much weaker and more diffuse than the one proposed by the word citizenship, with its attendant rights and obligations. In this weakness we find a strategy to open up the field to new actors and actions. Urbanity is what might exist between a foreigner and a local, a citizen and stranger, or two citizens who don’t know each other as such. When we speak of urbanity, we are speaking of politics, but the word politics presents certain problems at present. By limiting the definition of the strategic backand-forth between (social) forces to those actors who have power to make decisions or to act in the space of propaganda, the word politics does not include many of the interactions that take place within the urban. The fact that politics can be increasingly seen as a specific professional field evidences this fact. 38 / (Conversar) UR

The old urbanity manuals, with their emphasis on the modalities of men and women at a time when women were not citizens, suggest a protocol or “inferior” space for public interaction. Though these manuals and their protocols were both extensive and equalizing, they also served as a means of social control and binding. But perhaps in that function lies a hint about an unforeseen future use for such manuals. Insofar as the public space grows more informed, more diffuse and more extensive, we can speak of an extended public space. To explore such a shifting space, we need flexible or dislocated uses of old tools. This is where the old word urbanity might come into play… We might venture to use that word to name actions-situations that circumscribe space or agreements between actors who recognize each other but do not necessarily possess sovereignty or exercise rights. These are interactions between actors who, at least at first, recognize each other temporarily or tenuously, and hence urbanity defines an open –and te nuous and temporary- field. This Glossary is concerned with identifying which words should be examined, the hackneyed words, the ones unspoken, new, or banal,.. In a discussion focused on an apt “construction” of the term urbanity, we are faced with certain words that require a “new” definition. Or, perhaps more accu-

rately, we need a “new” contextualized (and perhaps partial and subjective) interpretat ion of these terms. Hence, the Club has defined the following editorial strategy: 1) we bring together players with a certain transcendence in the public sphere or an evident interest in the city. We know these players’ ideas and/or discourses about the public and private spheres due to their activities in relation to the current urban reality. 2) in a meeting open to the public, each one of the guests speaks of a “new” definition of the three words we give t hem. One of these words has already been discussed by the previous guest, and is obviously affected by the two recent interpretations. The public encounters called by this Glossary started in October of 2005, and the first phase lasted until 2006. The words spoken in these encounters clearly reflect a perception of the state of the city in the aftermath of the 2001 crisis. The tone of the words is influenced by a certain mood, and the definitions contain interpretations of experiences lived during the crisis, reactions to that situation in the city and ideas about what stance to assume in that specific scene. When seen from a certain distance, one notices a somewhat dark and pessimistic vision in the use of words like fear, catastrophe, paternalism, boredom... A negativity that the Club itself noticed, but could not avoid, at the time these words were proposed. Yet, the tendency to action in the definition of these words and the others is equally significant, thus avoiding paralysis. Many of the conversations describe new forms of organization and social experimentation. Lastly, the inevitable question: what would today’s words be? Tentatively: the outskirts of the city, territory, participation, laboratory, folksonomy…

Glossary of Urbanity (Buenos Aires and Berlín) (1) In a series of meetings, we discussed some words related to life in the city. Every guest receives three words and develops his definition. One of these words is kept for the following guest, who in addition receives two new ones. Thus, a dialogue is created from a similar word defined by two speakers. The Glossary of Urbanity is completed gradually by the contribution of definitions given by successive guests.

FEAR Roberto Jacoby (Buenos Aires, October, 2005) There are a limited number of things you can do in the face of fear. One is flee, another is fight, choosing whether to flee or fight is very important. Either you get away or you stay. The problem is staying in a situation in which you are prisoner to something that you neither confront nor leave; a self-destructive situation, a situation of paralysis. Working on your inner state is crucial. When a war is lost, for example, what is instilled? Fear. What for? To destroy an inner state. Clausewitz explains this. Though many people think that Clausewitz was a theorist of physical annihilation, that wasn’t the case. What he says is that one must destroy the enemy’s will to fight, not his or her body, and to destroy that will one must act on his or her inner state. And the mechanism to do this is fear. In Argentine in 2001, a situation of catastrophe generated solidarity and a state of equality, like when there is a flood. It was beyond everyone. At that time, the threat affected everyone equally; it was not individualized as it had been at the time of the dictatorship, when everyone was a virtual victim but only certain individuals were truly victims. In 2001, though, all the victims were real. Julián Reboratti: What sort of State there is also matters. R. J: The State was widely discredited and had lost its authority. Fear seemed to have been eliminated or, at least, it seemed less important than the feeling of freedom. One must realize fear’s strategies and work with strategies of joy. N.B. In 2001, in the face of the massive flight of capital, the government froze bank deposits, a decision which culminated in a wide-reaching social crisis and the resignation of the president on December 20: a true political and social emergency. Daniel Weztel and Helgard Haug (Berlin, April, 2007) In terms of monuments, it is interesting that the city wants to remember, and yet is exhausted by remembering: you have the wall, all these monuments and the major discussion about holocaust, or the monument to East Germany... And you have little gold plaques in front of private houses telling who used to live there. It is different from other cities because the presence of Nazi terror was very important here, and in some of the areas, like those close to the MartinUR (Conversar) / 39


Gropius-Bau, the Gestapo’s topography of terror is untouched. I don’t know what the situation is at the moment. They must be still waiting. It has to do with the fear of fake memorializing, also, because it has to be the right memorial. This lack of memorials was driven first by the fear of making a fake memorial and, on the other hand, the fear of not being able to get rid of the blank space. STRATEGIES OF JOY Roberto Jacoby (Buenos Aires, October, 2005) ENERGY Roberto Jacoby (Buenos Aires, October, 2005) / Marcelo Corti (Buenos Aires, October, 2005) Anne Huffschmid (Berlin, April, 2007) In Berlin there is a sort of rationalization of energy flows, which are not abundant. The notion of saving energy is an ecological one. I believe that energy is sometimes handled like a scarce resource. If I think of it from a German’s imaginary, I think that energy is treated like time, but more like scarce time when you think about where to invest it and where not to. Energy must not be wasted … Energy is not something that is produced on the spot, but something you must manage well, that must be taken care of. This is the question of the post-War period, insofar as the post-Wa r confrontation is the basis for all ecological thinking from the 70s. It’s not a coincidence that Germany was the first country in the world to have such wide spread acceptance of ecological thinking. And, in that the resources are scarce and limited, Germans think that we are going to have to examine very closely how to manage them. CATASTROPHE Marcelo Corti (Buenos Aires, October, 2005) Based on the analysis of an economist who studied the issue of expropriation and its influence on cities, architect Aldo Rossi studied his own city, Milan, which had been bombed during the war. And he came to the conclusion that the bombings did not cause anything new that would not have happened anyway; instead, these catastrophes accelerated processes that normally take many years. In a period of 50 years a city renews itself completely. In fact, catastrophe does not bring about a new way of acting on the city, but makes processes become possible, processes that would take place anyway. 40 / (Conversar) UR

Rafael Spregelburd (Buenos Aires, November, 2005) Tragedy is a representational model, a technological one, from a certain period in the history of theater. It is based on the following insane rule: in tragedy, the hero moves towards his or her own destruction due to an inherent flaw. It is a tragedy, then, when Macbeth, for example, who is ambitious –he can’t help it- is led by ambition to end up the way he does, mainly dead. Tragedy always ends in the destruction of the protagonist who carries out a will to change. If, however, Macbeth went to see a ballgame and the ball hit him on the head and he died from the blow, and not from his -and his wife’s- ambition, it would not be a tragedy, but a catastrophe. He would have died in an accident. That is, he may have been a bit ambitious, but he died for another reason. I love that. Folke Köbberling (Berlín, April, 2007) PHONE CENTER Marcelo Corti (Buenos Aires, October, 2005) There are places to connect to the Internet in every city in the world, but in Buenos Aires these places are not just downtown and for tourists; they are in every neighborhood in the city, and in greater Buenos Aires as well. It is one of the Argentine lower middle class’s resources to stay closely to the world. There are thousands of individual stories: the guy who lost his job and no longer has the office PC connects to the internet at the phone center for just 1 peso, people with relatives in Europe, etc. I think it is sort of like the general store, the dairy, the brothel, local party office, a chance encounter of individualities that don’t form a society, but do create a sort of public space. I believe they are like a hinge between the public and the private, a place not enti rely private nor wholly public. Judith Villamayor (Buenos Aires, November, 2005) OCCUPATION Judith Villamayor (Buenos Aires, November, 2005) This edition of the Kuitca scholarship began in 2003, but during the summer most of the participants were away, so I formed a subprogram, Social worms, which was active for one and a half months, and had the same basis as the scholarship. Any artist would die to have a place to cre-

ate, and this space was not being used. Twelve guests could use the facilities whenever they wanted, and the webpage for this project was exactly like the original one. It’s a Trojan horse kind of idea, putting a program inside another. N.B. Kuitca Scolarship was organized by the artist Guillermo Kuitca from 2003 to 2005. It’s a studio program for young artists. Frauke Hehl (Berlin, April, 2007) PATERNALISM Judith Villamayor (Buenos Aires, November, 2005) / Rafael Spregelburd (Buenos Aires, November, 2005) REPRESENTATION Rafael Spregelburd (Buenos Aires, November, 2005) Theater is thought to be representation. Many art forms are, but theater is fundamentally representative. What it does is to stage using rules as close to reality as possible. And the reason that this city has such a rich theater scene is how conflictive our relationship with representativeness, that is, with democracy and macro-forms of representati on, has become; we don’t believe in any system that claims to be representative. Our years of dictatorship and the later democracy have only served to show us the disadvantages that democracy entails and never its real advantages. We tend to believe that any position that states “I represent the interests of a ton of people behind me and who have validated me through their votes or whatever” implies a tacit connection to Evil. That is, that any representative stance is connected to an idea of Evil. And, on the other hand, to what extent is this system of representation licit, if that word exists. In certain tyrannies, where one knows that those who govern don’t represent anyone, this confusion does not exist; it didn’t exist here during the dictatorship, and that’s why during that time there was a very different type of theater. The representative system was not looked upon favorably, because it had been usurped. But when Menem was elected, and then re-elected, and you started thinking that your neighbor was the enemy, because no one voted for him or, at least, no one says they did so publicly. And some, like Duhalde, were not even elected and we couldn’t have cared less! How long was he around after the other guy

left? Those were not the concerns. People didn’t ask “is it licit that the president of the Senate performs the role of the president considering what had happened to the president of the country?” And I think that this doubt at the root of representation -tha t is, what claims to be in the place of something else- is what has led to a very special sort of theater here . José Fernández Vega (Buenos Aires, August, 2006) Representation is an enormous word, it is like the secret to modernity. One could say it is modernity, since there is representation as art, representation as politics and representation as religion. In representation, in that rendering present, presence is, paradoxically, lost because it entails a sort of un-making the world; something stands between the world and us. In terms of politics, this means that the representative political system –where there is no identity, but rather representation- stands between action and will. According to Walter Benjamin, the leaders’ selection of the parliament does not consist of choosing who can best represent the people but of choosing the best performer. And the best performer is the one who does best before the camera, because the parliament is a representative space in the theatrical sense of the term. The leader speaks for the television. The result, says Benjamin, is that parliament, like the theatre, is deserted because politicians do not speak for other members of parliament. Georg Springer (Berlin, May, 2007) In Berlin, like everywhere else, there is a particular code in relation to the concept of representation. This code is sort of understated. I mean, representation is classically something that makes things bigger than they are. Here, though, people try to hide it. For instance, the representation of fashion: in Berlin, fashion is more trying to hide how much time you spent looking for exactly the right clothes. BOREDOM Rafael Spregelburd (Buenos Aires, November, 2005) / Elke Knöss (Berlin, April, 2007) STRATEGY José Fernández Vega (Buenos Aires, August, 2006) Jesko Fezer (Berlin, April, 2007) Strategy is an interesting word and, in recent years, it has often been used in relation to a new conce pt of UR (Conversar) / 41


Gropius-Bau, the Gestapo’s topography of terror is untouched. I don’t know what the situation is at the moment. They must be still waiting. It has to do with the fear of fake memorializing, also, because it has to be the right memorial. This lack of memorials was driven first by the fear of making a fake memorial and, on the other hand, the fear of not being able to get rid of the blank space. STRATEGIES OF JOY Roberto Jacoby (Buenos Aires, October, 2005) ENERGY Roberto Jacoby (Buenos Aires, October, 2005) / Marcelo Corti (Buenos Aires, October, 2005) Anne Huffschmid (Berlin, April, 2007) In Berlin there is a sort of rationalization of energy flows, which are not abundant. The notion of saving energy is an ecological one. I believe that energy is sometimes handled like a scarce resource. If I think of it from a German’s imaginary, I think that energy is treated like time, but more like scarce time when you think about where to invest it and where not to. Energy must not be wasted … Energy is not something that is produced on the spot, but something you must manage well, that must be taken care of. This is the question of the post-War period, insofar as the post-Wa r confrontation is the basis for all ecological thinking from the 70s. It’s not a coincidence that Germany was the first country in the world to have such wide spread acceptance of ecological thinking. And, in that the resources are scarce and limited, Germans think that we are going to have to examine very closely how to manage them. CATASTROPHE Marcelo Corti (Buenos Aires, October, 2005) Based on the analysis of an economist who studied the issue of expropriation and its influence on cities, architect Aldo Rossi studied his own city, Milan, which had been bombed during the war. And he came to the conclusion that the bombings did not cause anything new that would not have happened anyway; instead, these catastrophes accelerated processes that normally take many years. In a period of 50 years a city renews itself completely. In fact, catastrophe does not bring about a new way of acting on the city, but makes processes become possible, processes that would take place anyway. 40 / (Conversar) UR

Rafael Spregelburd (Buenos Aires, November, 2005) Tragedy is a representational model, a technological one, from a certain period in the history of theater. It is based on the following insane rule: in tragedy, the hero moves towards his or her own destruction due to an inherent flaw. It is a tragedy, then, when Macbeth, for example, who is ambitious –he can’t help it- is led by ambition to end up the way he does, mainly dead. Tragedy always ends in the destruction of the protagonist who carries out a will to change. If, however, Macbeth went to see a ballgame and the ball hit him on the head and he died from the blow, and not from his -and his wife’s- ambition, it would not be a tragedy, but a catastrophe. He would have died in an accident. That is, he may have been a bit ambitious, but he died for another reason. I love that. Folke Köbberling (Berlín, April, 2007) PHONE CENTER Marcelo Corti (Buenos Aires, October, 2005) There are places to connect to the Internet in every city in the world, but in Buenos Aires these places are not just downtown and for tourists; they are in every neighborhood in the city, and in greater Buenos Aires as well. It is one of the Argentine lower middle class’s resources to stay closely to the world. There are thousands of individual stories: the guy who lost his job and no longer has the office PC connects to the internet at the phone center for just 1 peso, people with relatives in Europe, etc. I think it is sort of like the general store, the dairy, the brothel, local party office, a chance encounter of individualities that don’t form a society, but do create a sort of public space. I believe they are like a hinge between the public and the private, a place not enti rely private nor wholly public. Judith Villamayor (Buenos Aires, November, 2005) OCCUPATION Judith Villamayor (Buenos Aires, November, 2005) This edition of the Kuitca scholarship began in 2003, but during the summer most of the participants were away, so I formed a subprogram, Social worms, which was active for one and a half months, and had the same basis as the scholarship. Any artist would die to have a place to cre-

ate, and this space was not being used. Twelve guests could use the facilities whenever they wanted, and the webpage for this project was exactly like the original one. It’s a Trojan horse kind of idea, putting a program inside another. N.B. Kuitca Scolarship was organized by the artist Guillermo Kuitca from 2003 to 2005. It’s a studio program for young artists. Frauke Hehl (Berlin, April, 2007) PATERNALISM Judith Villamayor (Buenos Aires, November, 2005) / Rafael Spregelburd (Buenos Aires, November, 2005) REPRESENTATION Rafael Spregelburd (Buenos Aires, November, 2005) Theater is thought to be representation. Many art forms are, but theater is fundamentally representative. What it does is to stage using rules as close to reality as possible. And the reason that this city has such a rich theater scene is how conflictive our relationship with representativeness, that is, with democracy and macro-forms of representati on, has become; we don’t believe in any system that claims to be representative. Our years of dictatorship and the later democracy have only served to show us the disadvantages that democracy entails and never its real advantages. We tend to believe that any position that states “I represent the interests of a ton of people behind me and who have validated me through their votes or whatever” implies a tacit connection to Evil. That is, that any representative stance is connected to an idea of Evil. And, on the other hand, to what extent is this system of representation licit, if that word exists. In certain tyrannies, where one knows that those who govern don’t represent anyone, this confusion does not exist; it didn’t exist here during the dictatorship, and that’s why during that time there was a very different type of theater. The representative system was not looked upon favorably, because it had been usurped. But when Menem was elected, and then re-elected, and you started thinking that your neighbor was the enemy, because no one voted for him or, at least, no one says they did so publicly. And some, like Duhalde, were not even elected and we couldn’t have cared less! How long was he around after the other guy

left? Those were not the concerns. People didn’t ask “is it licit that the president of the Senate performs the role of the president considering what had happened to the president of the country?” And I think that this doubt at the root of representation -tha t is, what claims to be in the place of something else- is what has led to a very special sort of theater here . José Fernández Vega (Buenos Aires, August, 2006) Representation is an enormous word, it is like the secret to modernity. One could say it is modernity, since there is representation as art, representation as politics and representation as religion. In representation, in that rendering present, presence is, paradoxically, lost because it entails a sort of un-making the world; something stands between the world and us. In terms of politics, this means that the representative political system –where there is no identity, but rather representation- stands between action and will. According to Walter Benjamin, the leaders’ selection of the parliament does not consist of choosing who can best represent the people but of choosing the best performer. And the best performer is the one who does best before the camera, because the parliament is a representative space in the theatrical sense of the term. The leader speaks for the television. The result, says Benjamin, is that parliament, like the theatre, is deserted because politicians do not speak for other members of parliament. Georg Springer (Berlin, May, 2007) In Berlin, like everywhere else, there is a particular code in relation to the concept of representation. This code is sort of understated. I mean, representation is classically something that makes things bigger than they are. Here, though, people try to hide it. For instance, the representation of fashion: in Berlin, fashion is more trying to hide how much time you spent looking for exactly the right clothes. BOREDOM Rafael Spregelburd (Buenos Aires, November, 2005) / Elke Knöss (Berlin, April, 2007) STRATEGY José Fernández Vega (Buenos Aires, August, 2006) Jesko Fezer (Berlin, April, 2007) Strategy is an interesting word and, in recent years, it has often been used in relation to a new conce pt of UR (Conversar) / 41


architecture and urbanism because it seems to point to a situation where there is a certain arrangement of interest and power. Certain power fields where designers and planners want to intervene. But I am not sure that theoretical analysis is a good way of dealing with the problems of changing the situation by implementing a certain strategy… Why? Because strategy has to do with kind of a master plan, a kind of set concept…. PIGEONHOLE José Fernández Vega (Buenos Aires, August, 2006) / Matthias Rick (Berlin, April, 2007) FICTION Daniel Weztel and Helgard Haug (Berlin, April, 2007) MOVEMENT Daniel Weztel and Helgard Haug (Berlin, April, 2007) / Frauke Hehl (Berlin, April, 2007) NON-CONVENTIONAL Frauke Hehl (Berlin, April, 2007) EMPTINESS Matthias Rick (Berlin, April, 2007) In every city you have places that are not possible to fill up, and Berlin is a special city in this respect because it was created out of this emptiness and out of problems of identity. It is a schizophrenic city. It was built from two different cities. There are different imaginations of what city it is, and different visions of how to live. PROCESS Matthias Rick (Berlin, April, 2007) LABORATORY Folke Köbberling (Berlin, April, 2007) TRASH Folke Köbberling (Berlin, April, 2007) PUBLIC HAPPINESS Georg Springer (Berlin, May, 2007) CONFUSION Georg Springer (Berlin, May, 2007) DOMESTICITY Elke Knöss (Berlin, April, 2007)

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COURTYARD Elke Knöss (Berlin, April, 2007)

polar bear cub who was born and miraculously survived in the Berlin Zoo.

LEISURE Anne Huffschmid (Berlin, April, 2007)

(April 26, 2007) I got to know Berlin through a social map (see map). Each dot is the place of an interview, and in connecting them I came across the buildings and places.

RESISTANCE Anne Huffschmid (Berlin, April, 2007) LIMITS Jesko Fezer (Berlin, April, 2007) CONTRADICTION Jesko Fezer (Berlin, April, 2007)

The Berlin Experience

First interview: Daniel Weztel and Helgard Haug, from Rimini Protokoll. Fear, fiction, movement. We had an interesting conversati on that lasted for three hours. We spoke, among other things, of domestic spaces as places where, paradoxically, the public begins… “Publicness has to do with a private place.” “If I am at home, am I alone? There, I interact even more with the outside world…”

Marina Zuccon The experience of the Urbanity Glossary in Berlin entailed moving a format and protocol for conversation to a terrain where the private and public are established according to unknown rules. The Glossary is a form of conversation that makes it possible to think about urban situations, scenes, relations and moments. It is an experience of the city that is described through a selection of words and their subjective implications. How would certain words used in the Buenos Aires glossary be spoken of in Berlin? What other words are used in that city? The Glossary’s move implied an exercise in translation. But what is translated is a context, a passage, a territory. Just as the conversations were linked through a term, is it possible that two cities think of each other through the same words? Each person interviewed spoke of the city through three words. The first one was a word taken from the Buenos Aires glossary that was then redefined for Berlin. The second was a word that we thought related the work of the person interviewed with the city. The third was chosen by the person interviewed.

Berlin (fragments) (April 21, 2007) I arrived in Berlin, more precisely to Kreuzberg, to the house of Benni (Benjamin Foerster-Baldenius), who put me up. When he showed me the house, he pointed out a painting he had in the kitchen, an image of a woman breastfeeding her prisoner father. Benni explained to me the allegory related to food, the kitchen and generosity. During those first days, we spoke of Berlin using a word that did not appear in the glossary: Knut. A

(April 27, 2007) Second interview: Frauke Hehl, from Workstation. Occupation, movement, non-conventional. Workstation is an alternative to the European way of life. It aims to live a life with minimal economic aspirations and to think of the possibility of living without money. “To live the good life people imagine is, of course, not only connected with Money.” (April 28, 2007) Third interview: Matthias Rick, from Raumlabor. Pigeonhole, emptiness, process. One day, Matthias and I biked around Kreuzberg. He spoke of the emptiness of Berlin and how he identified with it. “I need emptiness to know how I would like to act in the city. I need emptiness to experience it.” (May 1, 2007) I began each interview by presenting the Glossary. My presentations varied; I explained it as a protocol, as a conversational game, or as a safe-conduct to approach a stranger and ask him or her for some time, which is a scarce resource … Fourth interview: Folke Köbberling. Catastrophe, laboratory, trash. Folke and I spoke of Berlin as a laboratory for experiences on different scales, ranging from urbanism and architecture to personal experiences of self-

knowledge. This experimental dynamic produces a movement and a constan tly evolving state. “Berlin is a place where people create experience… We see the city as a laboratory where we can also offer something (new architecture or public spaces) by our work for the society.” (May 2, 2007) Fifth interview: Georg Springer, from Club Real. Representation, public happiness, confusion. An inevitable topic was the reconstruction of Berlin, and the paradigmatic case of the Palast der Republik, its failed demolition and the delirious attempt to reconstruct the façade of the old Prussian palace. “The problem with the representation is that it is not even the façade; it is the façade of a concept…” (May 8, 2007) Sixth interview: Elke Knöss, from Peanutz Architekten. Boredom, domesticity, courtyard. Peanutz proposes using tunning to re-semantization spaces and objects that have become boring. Elke defined Berlin as a large recreational space. (May 11, 2007) Seventh interview: Anne Huffschmid. Energy, leisure, resistance. Though transformation is a fundamental to this city, Berliners seem to feel, paradoxically, great uncertainty in the face of change. Anne spoke of the way German people and place resist change. “In ‘89 when the world fell (laughter at the slip of the tongue), when they opened the wall-it didn´t fall- I was in Kreuzberg at the time, I watched it all from the outside… In Kreuzberg there was a sort rejection of the new, there was a notion of invasion, that they were invading the world that we were building, a world of our own places, self-run places... There was a feeling that all of that would be lost because people would come. There was a very conservative impulse. And the most left-wing circles also were part of that.” (May 14, 2007) Eighth interview: Jesko Fezer, from An Architektur. Strategy, limits, contradiction. “Berlin changes very dramatically, but that’s not so visible because it’s not completely build anew. But every place here changes, as do the inhabitants, the materials. It’s completely renovated”.

(1) Editor’s note: Due to questions of format, this is a selection and edition of the words defined. The material in its entirety can be found on the Glossary of Urbanity blog (http://glosariodeurbanidad.blogspot.com/)

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architecture and urbanism because it seems to point to a situation where there is a certain arrangement of interest and power. Certain power fields where designers and planners want to intervene. But I am not sure that theoretical analysis is a good way of dealing with the problems of changing the situation by implementing a certain strategy… Why? Because strategy has to do with kind of a master plan, a kind of set concept…. PIGEONHOLE José Fernández Vega (Buenos Aires, August, 2006) / Matthias Rick (Berlin, April, 2007) FICTION Daniel Weztel and Helgard Haug (Berlin, April, 2007) MOVEMENT Daniel Weztel and Helgard Haug (Berlin, April, 2007) / Frauke Hehl (Berlin, April, 2007) NON-CONVENTIONAL Frauke Hehl (Berlin, April, 2007) EMPTINESS Matthias Rick (Berlin, April, 2007) In every city you have places that are not possible to fill up, and Berlin is a special city in this respect because it was created out of this emptiness and out of problems of identity. It is a schizophrenic city. It was built from two different cities. There are different imaginations of what city it is, and different visions of how to live. PROCESS Matthias Rick (Berlin, April, 2007) LABORATORY Folke Köbberling (Berlin, April, 2007) TRASH Folke Köbberling (Berlin, April, 2007) PUBLIC HAPPINESS Georg Springer (Berlin, May, 2007) CONFUSION Georg Springer (Berlin, May, 2007) DOMESTICITY Elke Knöss (Berlin, April, 2007)

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COURTYARD Elke Knöss (Berlin, April, 2007)

polar bear cub who was born and miraculously survived in the Berlin Zoo.

LEISURE Anne Huffschmid (Berlin, April, 2007)

(April 26, 2007) I got to know Berlin through a social map (see map). Each dot is the place of an interview, and in connecting them I came across the buildings and places.

RESISTANCE Anne Huffschmid (Berlin, April, 2007) LIMITS Jesko Fezer (Berlin, April, 2007) CONTRADICTION Jesko Fezer (Berlin, April, 2007)

The Berlin Experience

First interview: Daniel Weztel and Helgard Haug, from Rimini Protokoll. Fear, fiction, movement. We had an interesting conversati on that lasted for three hours. We spoke, among other things, of domestic spaces as places where, paradoxically, the public begins… “Publicness has to do with a private place.” “If I am at home, am I alone? There, I interact even more with the outside world…”

Marina Zuccon The experience of the Urbanity Glossary in Berlin entailed moving a format and protocol for conversation to a terrain where the private and public are established according to unknown rules. The Glossary is a form of conversation that makes it possible to think about urban situations, scenes, relations and moments. It is an experience of the city that is described through a selection of words and their subjective implications. How would certain words used in the Buenos Aires glossary be spoken of in Berlin? What other words are used in that city? The Glossary’s move implied an exercise in translation. But what is translated is a context, a passage, a territory. Just as the conversations were linked through a term, is it possible that two cities think of each other through the same words? Each person interviewed spoke of the city through three words. The first one was a word taken from the Buenos Aires glossary that was then redefined for Berlin. The second was a word that we thought related the work of the person interviewed with the city. The third was chosen by the person interviewed.

Berlin (fragments) (April 21, 2007) I arrived in Berlin, more precisely to Kreuzberg, to the house of Benni (Benjamin Foerster-Baldenius), who put me up. When he showed me the house, he pointed out a painting he had in the kitchen, an image of a woman breastfeeding her prisoner father. Benni explained to me the allegory related to food, the kitchen and generosity. During those first days, we spoke of Berlin using a word that did not appear in the glossary: Knut. A

(April 27, 2007) Second interview: Frauke Hehl, from Workstation. Occupation, movement, non-conventional. Workstation is an alternative to the European way of life. It aims to live a life with minimal economic aspirations and to think of the possibility of living without money. “To live the good life people imagine is, of course, not only connected with Money.” (April 28, 2007) Third interview: Matthias Rick, from Raumlabor. Pigeonhole, emptiness, process. One day, Matthias and I biked around Kreuzberg. He spoke of the emptiness of Berlin and how he identified with it. “I need emptiness to know how I would like to act in the city. I need emptiness to experience it.” (May 1, 2007) I began each interview by presenting the Glossary. My presentations varied; I explained it as a protocol, as a conversational game, or as a safe-conduct to approach a stranger and ask him or her for some time, which is a scarce resource … Fourth interview: Folke Köbberling. Catastrophe, laboratory, trash. Folke and I spoke of Berlin as a laboratory for experiences on different scales, ranging from urbanism and architecture to personal experiences of self-

knowledge. This experimental dynamic produces a movement and a constan tly evolving state. “Berlin is a place where people create experience… We see the city as a laboratory where we can also offer something (new architecture or public spaces) by our work for the society.” (May 2, 2007) Fifth interview: Georg Springer, from Club Real. Representation, public happiness, confusion. An inevitable topic was the reconstruction of Berlin, and the paradigmatic case of the Palast der Republik, its failed demolition and the delirious attempt to reconstruct the façade of the old Prussian palace. “The problem with the representation is that it is not even the façade; it is the façade of a concept…” (May 8, 2007) Sixth interview: Elke Knöss, from Peanutz Architekten. Boredom, domesticity, courtyard. Peanutz proposes using tunning to re-semantization spaces and objects that have become boring. Elke defined Berlin as a large recreational space. (May 11, 2007) Seventh interview: Anne Huffschmid. Energy, leisure, resistance. Though transformation is a fundamental to this city, Berliners seem to feel, paradoxically, great uncertainty in the face of change. Anne spoke of the way German people and place resist change. “In ‘89 when the world fell (laughter at the slip of the tongue), when they opened the wall-it didn´t fall- I was in Kreuzberg at the time, I watched it all from the outside… In Kreuzberg there was a sort rejection of the new, there was a notion of invasion, that they were invading the world that we were building, a world of our own places, self-run places... There was a feeling that all of that would be lost because people would come. There was a very conservative impulse. And the most left-wing circles also were part of that.” (May 14, 2007) Eighth interview: Jesko Fezer, from An Architektur. Strategy, limits, contradiction. “Berlin changes very dramatically, but that’s not so visible because it’s not completely build anew. But every place here changes, as do the inhabitants, the materials. It’s completely renovated”.

(1) Editor’s note: Due to questions of format, this is a selection and edition of the words defined. The material in its entirety can be found on the Glossary of Urbanity blog (http://glosariodeurbanidad.blogspot.com/)

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LA DENSIDAD DE LA CITY PORTEÑA Juan Pablo Vacas En la city de Buenos Aires, capa por capa se van sucediendo calles, halles, galerías, oficinas, clubes privados, restaurantes, teatros y tesoros de bancos, articulados de manera de permitir el fluir complementario de los negocios y la sociabilidad. Desde hace un siglo y medio, el uso de estos espacios tan diversos se ha ido transformando al ritmo de las necesidades cambiantes de la actividad financiera.

Manifestación visible del poder económico, la city de Buenos Aires probablemente sea uno de los distritos financieros más remarcables, comparable con Londres, Nueva York o San Pablo. En ninguna otra ciudad latinoamericana es posible encontrar tal identificación del paisaje urbano como cristalización de las transacciones económicas. Su densidad, variedad tipológica y estilística reúne un conjunto de piezas urbanas de extraordinaria calidad, que permiten una lectura ágil de la evolución de la arquitectura del último siglo y medio. Incluso desde los tiempos de la Independencia, el sector de la zona bancaria -entonces conocida como Barrio Inglésya estaba condicionado por las cercanas presencias del puerto y del poder político. Piezas fundamentales del mundo de los negocios, los edificios bancarios resultaron del intento de materialización del prestigio en la búsqueda de la confianza de los clientes. Desplazándose por sus halles, el hombre metropolitano era protagonista de la cotidianeidad. Estos espacios no sólo respondían al esquema funcional de las transacciones, sino que eran la culminación de la representación de solvencia y tradición. Presididos por grandes tableros de cotización, los largos mostradores y sus innumerables ventanillas resolvían la relación con la entidad en un contexto donde el papel moneda y los documentos físicos tenían todavía un rol esencial. Otras oficinas privadas proporcionaban espacios de mayor intimidad, mientras que circulaciones especiales y puertas secundarias servían a los clientes preferenciales. En los subsuelos las rejas anunciaban la presencia cercana del dinero y los tesoros. La sustancial presencia que los capitales extranjeros tenían en el mercado argentino derivó en una competencia donde las referencias a la arquitectura de los países de origen jugaban un rol fundamental, una suerte de Epcot’s World financiero. Aunque herederos de las antiguas tipologías renacentistas, como las estaciones de ferrocarril, los edificios bancarios constituyen una tipología propia de la Modernidad. Al igual que éstas, su arquitectura fue la primera en desarrollar conceptos de políticas de publicidad comercial e identidad corporativa para convencer acerca de su solidez financiera. Por lo cual, resulta paradójico que finalmente resulten vulnerables a las sucesivas reformas en pos de los cambios de imagen. Por otra parte, si bien los clubes de caballeros se ubicaban cercanos al sector –el Jockey Club o el Círculo de Armas- el entrenamiento y la diferenciación social de los hombres de negocios era 44 / (Conversar) UR

Graf Zeppelin, 1934, Buenos Aires

asistida por lugares aún más específicos. A manera de concentrado Pall Mall financiero, los clubes ubicados en el seno de la c i t y respondían a la especificidad del programa de los negocios. Simultáneamente, en los propios bancos las oficinas de los directores y las salas de reuniones que precedían a la gran sala de juntas acostumbraban a sus usuarios a ámbitos más exclusivos. En el contexto de una dinámica relación entre las tecnologías y la ciudad, las comunicaciones y el manejo de la información jugaron un papel fundamental como infraestructuras complementarias. El Palacio de Correos -primer gran edificio público signado por la tradición beaux arts- era centro de una red de correo neumático que lo conectaba con otros edificios del sector y otras sucursales en la ciudad. También las oficinas y salones de La Prensa eran servidos por una red similar que lo unía con otros puntos del centro. Su majestuoso edificio encarna la complejidad programática y de representación trasladada a estas instituciones, que al igual que otros periódicos como La Nación y Crítica también tenían sus sedes en el centro. El pasaje Roverano, con entrada directa desde el subterráneo, es un ejemplo de los edificios exclusivamente dedicados a escritorios para la renta que completaron los requerimientos operativos del sector. La calle Florida, caracterizada por las grandes tiendas y confiterías, marcaba la frontera de las finanzas y los clubes… del mundo masculino. Y si bien los halles de los bancos cercanos fueron los grandes templos seculares, Gath & Chaves fue la apoteosis de los espaUR (Conversar) / 45


LA DENSIDAD DE LA CITY PORTEÑA Juan Pablo Vacas En la city de Buenos Aires, capa por capa se van sucediendo calles, halles, galerías, oficinas, clubes privados, restaurantes, teatros y tesoros de bancos, articulados de manera de permitir el fluir complementario de los negocios y la sociabilidad. Desde hace un siglo y medio, el uso de estos espacios tan diversos se ha ido transformando al ritmo de las necesidades cambiantes de la actividad financiera.

Manifestación visible del poder económico, la city de Buenos Aires probablemente sea uno de los distritos financieros más remarcables, comparable con Londres, Nueva York o San Pablo. En ninguna otra ciudad latinoamericana es posible encontrar tal identificación del paisaje urbano como cristalización de las transacciones económicas. Su densidad, variedad tipológica y estilística reúne un conjunto de piezas urbanas de extraordinaria calidad, que permiten una lectura ágil de la evolución de la arquitectura del último siglo y medio. Incluso desde los tiempos de la Independencia, el sector de la zona bancaria -entonces conocida como Barrio Inglésya estaba condicionado por las cercanas presencias del puerto y del poder político. Piezas fundamentales del mundo de los negocios, los edificios bancarios resultaron del intento de materialización del prestigio en la búsqueda de la confianza de los clientes. Desplazándose por sus halles, el hombre metropolitano era protagonista de la cotidianeidad. Estos espacios no sólo respondían al esquema funcional de las transacciones, sino que eran la culminación de la representación de solvencia y tradición. Presididos por grandes tableros de cotización, los largos mostradores y sus innumerables ventanillas resolvían la relación con la entidad en un contexto donde el papel moneda y los documentos físicos tenían todavía un rol esencial. Otras oficinas privadas proporcionaban espacios de mayor intimidad, mientras que circulaciones especiales y puertas secundarias servían a los clientes preferenciales. En los subsuelos las rejas anunciaban la presencia cercana del dinero y los tesoros. La sustancial presencia que los capitales extranjeros tenían en el mercado argentino derivó en una competencia donde las referencias a la arquitectura de los países de origen jugaban un rol fundamental, una suerte de Epcot’s World financiero. Aunque herederos de las antiguas tipologías renacentistas, como las estaciones de ferrocarril, los edificios bancarios constituyen una tipología propia de la Modernidad. Al igual que éstas, su arquitectura fue la primera en desarrollar conceptos de políticas de publicidad comercial e identidad corporativa para convencer acerca de su solidez financiera. Por lo cual, resulta paradójico que finalmente resulten vulnerables a las sucesivas reformas en pos de los cambios de imagen. Por otra parte, si bien los clubes de caballeros se ubicaban cercanos al sector –el Jockey Club o el Círculo de Armas- el entrenamiento y la diferenciación social de los hombres de negocios era 44 / (Conversar) UR

Graf Zeppelin, 1934, Buenos Aires

asistida por lugares aún más específicos. A manera de concentrado Pall Mall financiero, los clubes ubicados en el seno de la c i t y respondían a la especificidad del programa de los negocios. Simultáneamente, en los propios bancos las oficinas de los directores y las salas de reuniones que precedían a la gran sala de juntas acostumbraban a sus usuarios a ámbitos más exclusivos. En el contexto de una dinámica relación entre las tecnologías y la ciudad, las comunicaciones y el manejo de la información jugaron un papel fundamental como infraestructuras complementarias. El Palacio de Correos -primer gran edificio público signado por la tradición beaux arts- era centro de una red de correo neumático que lo conectaba con otros edificios del sector y otras sucursales en la ciudad. También las oficinas y salones de La Prensa eran servidos por una red similar que lo unía con otros puntos del centro. Su majestuoso edificio encarna la complejidad programática y de representación trasladada a estas instituciones, que al igual que otros periódicos como La Nación y Crítica también tenían sus sedes en el centro. El pasaje Roverano, con entrada directa desde el subterráneo, es un ejemplo de los edificios exclusivamente dedicados a escritorios para la renta que completaron los requerimientos operativos del sector. La calle Florida, caracterizada por las grandes tiendas y confiterías, marcaba la frontera de las finanzas y los clubes… del mundo masculino. Y si bien los halles de los bancos cercanos fueron los grandes templos seculares, Gath & Chaves fue la apoteosis de los espaUR (Conversar) / 45


cios comerciales porteños y su demolido interior sólo podría compararse con los ricos ejemplos europeos. Con la construcción de su anexo, duplicándose al espejar la configuración de la fachada, la tienda se transformó en urbanista. La crisis financiera argentina que desembocó en los conflictos sociales de fines de 2001 modificó dramáticamente la relación entre de las entidades bancarias y sus usuarios. Hordas de clientes manifestándose ruidosamente por las calles de la city de Buenos Aires involuntariamente la reconocieron una vez más como el resultado de la superposición de procesos económicos y flujos de capital. Así, los edificios del distrito sufrieron una forzada resignificación que restituyó sus olvidados roles simbólicos. Integrando sus interiores al paisaje, el capital y las finanzas hicieron un característico uso del tejido de la ciudad, donde los espacios públicos y privados perdieron la definición propia de los límites. Ordenando de algún modo el caos capitalista, pero garantizando su vitalidad, la trama resultó organizadora de la compleja superposición. Buscamos una representación que describa la experiencia de moverse en la ciudad, más allá de la distinción entre construido y no construido. Una visión única de la city, un mosaico de bordes definidos no sólo por calles sino también por espacios públicos interiores de propiedad privada. Una interpretación de las tensas relaciones entre forma y economía a la manera de Giambattista Nolli. Proponemos una nueva lectura de la superposición de halles de bancos, galerías y otros espacios de intercambio social y económico en el marco de una cultura específicamente urbana. El presente trabajo comenzó a desarrollarse en el marco del Programa de Preservación y Restauración del Patrimonio del Centro de Estudios de Arquitectura Contemporánea de la Universidad Torcuato Di Tella | Taller de Preservación del Patrimonio en áreas urbanas centrales. Fuentes: Biblioteca Alejandro Christophersen S.C.A. | CeDIAP | Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”

THE DENSITY OF THE BUENOS AIRES CITY

(1)

Juan Pablo Vacas The financial district of Buenos Aires, called “the city,” contains layer upon layer of streets, lobbies, galleries, offices, private clubs, restaurants, theaters and bank vaults, all joined together so that business and sociability can flow harmonically. For the last century and a half, the use of these diverse spaces has changed according to the shifting needs of finance.

A visible manifestation of economic power, the Buenos Aires city is probably one of the most extraordinary financial districts in the world, comparable to London, New York and San Pablo. In no other Latin American city is the urban landscape such a crystallization of economic transactions. Its density, typological and stylistic variety brings together a group of outstanding urban pieces, which make possible an agile reading of the evolution of architecture over the last century and a half. Even in the Independence era, the banking section of Buenos Aires –known, at 46 / (Conversar) UR

that time, as the English neighborhood- was marked by its proximity to the docks and political power. Crucial to the world of business, the bank buildings sought to materialize prestige and thus win the trust of clients. Walking through the banks’ lobbies, the metropolitan man was the protagonist of daily life. These spaces not only facilitated transactions; they were also the crowning representation of solvency and tradition. Under large quotation boards, long counters and innumerable windows were the sites of an individual’s relationship to a financial en-

tity in a context where paper money and physical documents were still crucial. Private offices provided greater intimacy, and special passageways and doors were used by important clients. The bars in the basement announced the nearness of money and vaults. The considerable presence of foreign capitals in the Argentine market led to a sort of pageant rich in references to architecture from a number of the countries; it was a sort of financial Epcot. Though heirs to Renaissance typologies such as the railway station, the typology of the bank buildings is Modern. These buildings’ solid architecture was an early means of developing a sort of advertising and corporate identity that emphasized financial soundness. Hence, it’s paradoxical that these buildings were, ultimately, vulnerable to successive renovations in the name of changing corporate images. Although the gentlemen’s clubs such as the Jockey Club and the Círculo de Armas were located near the c i t y, businessmen’s entertainment and privileged social status entailed even more specific places. Like a dense financial Pall Mall, the clubs at the heart of the city were crucial to doing business. Meanwhile, banks’ executive offices and smaller rooms adjoining the larger boardrooms provided their users with a more exc lusive environment. In the dynamic relationship between technologies and the city, communicatio n and information management were key and complementary infrastructures. The Palacio de Correos (Central Post Office) –the first major public building in the beaux arts tradition- was the center of a pneumatic postal network that connected it to other buildings in the area as well as other branches throughout Buenos Aires. The La Prensa newspaper offices enjoyed a similar network that connected them to other sites in the downtown area. Like other newspapers with headquarters downtown (La Nación and Crítica, for example), La Prensa’s majestic building embodied the complexity of its architectural program and the images the

newspaper sought to project. With an entrance to the subway, Pasaje Roverano is an example of an office building which complemented the needs of the city. Florida Street, with its large stores and coffee shops, marked the boundary between the financial district and the clubs… of the masculine world, that is. And although the lobbies of the nearby banks were great secular temples, Gath & Chaves was the height of Buenos Aires shopping and its interior, though now ruined, rivaled European shops. When the store’ s annex was built across the street, doubling the size of the store, it became a key part of the urban landscape. In late 2001, the Argentine financial crisis and its attendant social conflicts dramatically changed the relationship between banking entities and their users. Protesting noisily on the streets of Buenos Aires’s c i t y, hordes of customers involuntarily saw it, once again, as a manifestation of layered economic processes and capital flows. Thus, the buildings in this district were forcibly endowed with a new meaning that restituted their forgotten symbolic roles. Integrating the buildings’ interiors into their settings, capital and finance made characteristic use of the city’s fabric, blurring the line between public and private spaces. Somehow ordering capitalist chaos while guaranteeing its vitality, the urban grid served to organize this complex layering. Beyond the distinction between the constructed and the non-constructed, what representation might describe the experience of moving through the city? A unique vision of the city, a mosaic of clear boundaries defined not only by streets but also by public spaces within private property. An interpretation of the tense relations between forms and economy a la Giambattista Nolli. We propose here a new reading of the complex layering of bank lobbies, shopping arcades and other spaces for social and economic exchange in the framework of a specifically urban culture.

(1) T.N. Like in London, the English word “city” is used to refer Buenos Aires’s financial district. This essay was begun in the framework of the Programa de Preservación y Restauración del Patrimonio del Centro de Estudios de Arquitectura Contemporánea de la Universidad Torcuato Di Tella -Taller de Preservación del Patrimonio en Areas Urbanas Centrales. (Universidad Torcuato Di Tella Center for Contemporary Architecture’s Program for the Preservation and Restoration of Patrimony in Urban Centers) Sources: Biblioteca Alejandro Christophersen S.C.A., CeDIAP, Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”.

UR (Conversar) / 47


cios comerciales porteños y su demolido interior sólo podría compararse con los ricos ejemplos europeos. Con la construcción de su anexo, duplicándose al espejar la configuración de la fachada, la tienda se transformó en urbanista. La crisis financiera argentina que desembocó en los conflictos sociales de fines de 2001 modificó dramáticamente la relación entre de las entidades bancarias y sus usuarios. Hordas de clientes manifestándose ruidosamente por las calles de la city de Buenos Aires involuntariamente la reconocieron una vez más como el resultado de la superposición de procesos económicos y flujos de capital. Así, los edificios del distrito sufrieron una forzada resignificación que restituyó sus olvidados roles simbólicos. Integrando sus interiores al paisaje, el capital y las finanzas hicieron un característico uso del tejido de la ciudad, donde los espacios públicos y privados perdieron la definición propia de los límites. Ordenando de algún modo el caos capitalista, pero garantizando su vitalidad, la trama resultó organizadora de la compleja superposición. Buscamos una representación que describa la experiencia de moverse en la ciudad, más allá de la distinción entre construido y no construido. Una visión única de la city, un mosaico de bordes definidos no sólo por calles sino también por espacios públicos interiores de propiedad privada. Una interpretación de las tensas relaciones entre forma y economía a la manera de Giambattista Nolli. Proponemos una nueva lectura de la superposición de halles de bancos, galerías y otros espacios de intercambio social y económico en el marco de una cultura específicamente urbana. El presente trabajo comenzó a desarrollarse en el marco del Programa de Preservación y Restauración del Patrimonio del Centro de Estudios de Arquitectura Contemporánea de la Universidad Torcuato Di Tella | Taller de Preservación del Patrimonio en áreas urbanas centrales. Fuentes: Biblioteca Alejandro Christophersen S.C.A. | CeDIAP | Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”

THE DENSITY OF THE BUENOS AIRES CITY

(1)

Juan Pablo Vacas The financial district of Buenos Aires, called “the city,” contains layer upon layer of streets, lobbies, galleries, offices, private clubs, restaurants, theaters and bank vaults, all joined together so that business and sociability can flow harmonically. For the last century and a half, the use of these diverse spaces has changed according to the shifting needs of finance.

A visible manifestation of economic power, the Buenos Aires city is probably one of the most extraordinary financial districts in the world, comparable to London, New York and San Pablo. In no other Latin American city is the urban landscape such a crystallization of economic transactions. Its density, typological and stylistic variety brings together a group of outstanding urban pieces, which make possible an agile reading of the evolution of architecture over the last century and a half. Even in the Independence era, the banking section of Buenos Aires –known, at 46 / (Conversar) UR

that time, as the English neighborhood- was marked by its proximity to the docks and political power. Crucial to the world of business, the bank buildings sought to materialize prestige and thus win the trust of clients. Walking through the banks’ lobbies, the metropolitan man was the protagonist of daily life. These spaces not only facilitated transactions; they were also the crowning representation of solvency and tradition. Under large quotation boards, long counters and innumerable windows were the sites of an individual’s relationship to a financial en-

tity in a context where paper money and physical documents were still crucial. Private offices provided greater intimacy, and special passageways and doors were used by important clients. The bars in the basement announced the nearness of money and vaults. The considerable presence of foreign capitals in the Argentine market led to a sort of pageant rich in references to architecture from a number of the countries; it was a sort of financial Epcot. Though heirs to Renaissance typologies such as the railway station, the typology of the bank buildings is Modern. These buildings’ solid architecture was an early means of developing a sort of advertising and corporate identity that emphasized financial soundness. Hence, it’s paradoxical that these buildings were, ultimately, vulnerable to successive renovations in the name of changing corporate images. Although the gentlemen’s clubs such as the Jockey Club and the Círculo de Armas were located near the c i t y, businessmen’s entertainment and privileged social status entailed even more specific places. Like a dense financial Pall Mall, the clubs at the heart of the city were crucial to doing business. Meanwhile, banks’ executive offices and smaller rooms adjoining the larger boardrooms provided their users with a more exc lusive environment. In the dynamic relationship between technologies and the city, communicatio n and information management were key and complementary infrastructures. The Palacio de Correos (Central Post Office) –the first major public building in the beaux arts tradition- was the center of a pneumatic postal network that connected it to other buildings in the area as well as other branches throughout Buenos Aires. The La Prensa newspaper offices enjoyed a similar network that connected them to other sites in the downtown area. Like other newspapers with headquarters downtown (La Nación and Crítica, for example), La Prensa’s majestic building embodied the complexity of its architectural program and the images the

newspaper sought to project. With an entrance to the subway, Pasaje Roverano is an example of an office building which complemented the needs of the city. Florida Street, with its large stores and coffee shops, marked the boundary between the financial district and the clubs… of the masculine world, that is. And although the lobbies of the nearby banks were great secular temples, Gath & Chaves was the height of Buenos Aires shopping and its interior, though now ruined, rivaled European shops. When the store’ s annex was built across the street, doubling the size of the store, it became a key part of the urban landscape. In late 2001, the Argentine financial crisis and its attendant social conflicts dramatically changed the relationship between banking entities and their users. Protesting noisily on the streets of Buenos Aires’s c i t y, hordes of customers involuntarily saw it, once again, as a manifestation of layered economic processes and capital flows. Thus, the buildings in this district were forcibly endowed with a new meaning that restituted their forgotten symbolic roles. Integrating the buildings’ interiors into their settings, capital and finance made characteristic use of the city’s fabric, blurring the line between public and private spaces. Somehow ordering capitalist chaos while guaranteeing its vitality, the urban grid served to organize this complex layering. Beyond the distinction between the constructed and the non-constructed, what representation might describe the experience of moving through the city? A unique vision of the city, a mosaic of clear boundaries defined not only by streets but also by public spaces within private property. An interpretation of the tense relations between forms and economy a la Giambattista Nolli. We propose here a new reading of the complex layering of bank lobbies, shopping arcades and other spaces for social and economic exchange in the framework of a specifically urban culture.

(1) T.N. Like in London, the English word “city” is used to refer Buenos Aires’s financial district. This essay was begun in the framework of the Programa de Preservación y Restauración del Patrimonio del Centro de Estudios de Arquitectura Contemporánea de la Universidad Torcuato Di Tella -Taller de Preservación del Patrimonio en Areas Urbanas Centrales. (Universidad Torcuato Di Tella Center for Contemporary Architecture’s Program for the Preservation and Restoration of Patrimony in Urban Centers) Sources: Biblioteca Alejandro Christophersen S.C.A., CeDIAP, Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”.

UR (Conversar) / 47


01 Banca Nazionale del Lavoro

23 Edificio Schaffhausen (1931)

(1988-89) M. Botta y H.

F. Gianotti | Reconquista 336

Uluhogian | Florida 40

24 Nuevo Banco Italiano (1927-

02 Tienda Gath & Chaves (1908)

32) E. De Lorenzini, J. Otaola y A.

F. Fleury-Tronquoy | Florida 198

Rocca | Reconquista 2

03 Anexo Tienda Gath & Chaves

25 Banco Alemán Transatlántico

(1925) E. L. Conder, S. Follet y J.

(1926) E. Sakmann | Reconquista

Farmer | Florida 202

y B. Mitre

04 Banco Ciudad de Buenos Aires

26 Banco Español (1911) C.

(1968) F. Manteola, I. Petchersky, J.

Agote | Tte. Gral. J. D. Perón y

Sánchez Gómez, J. Solsona, R. Viñoly

Reconquista (demolido)

| Florida 302

27 Edificio SAFICO (1934) W.

05 First National Bank of Boston

Möll | Av. Corrientes 456

(1925-29) E. York y P. Sawyer, P.

28 Banco de la Nación Argentina

Chambers y L. Thomas | Florida 99

(1937-55) A. Bustillo | Rivadavia

06 Banco El Hogar Argentino

326

(1926) A. Virasoro | B. Mitre 575

29 Banco de Londres y el América

07 Galería General Güemes (1915)

del Sur (1959-66) SEPRA & C.

F. Gianotti | Florida 165

Testa | Reconquista 105

08 Anexo Banco Popular Argentino

30 Banco de Córdoba (1973-78)

(1962-68) M. R. Alvarez y Asoc. |

M. A. Roca | B. Mitre 357

Florida 183

31 Banco Francés del Río de la

09 Banco Popular Argentino

Plata (1926) J. Bunge |

(1931) A. U. Vilar y C. Vilar |

Reconquista 165

Florida 201

32 Iglesia de la Merced (1911 -

10 Pasaje Roverano (1912-19) E.

Reforma) A. Buschiazzo | Tte. Gral.

Gantner | Av. de Mayo 560

J. D. Perón y Reconquista

11 Diario La Prensa (1896-1898)

33 Compañía Naviera Dodero

C. Agote y A. de Gainza | Av. de

(1942-45) SEPRA | Av. Corrientes

Mayo 657

389

12 Cabildo de Buenos Aires

34 Casa de Gobierno (1865-1910)

(1725-1751) A. Blanqui (1940 -

E. Aberg y C. Kihlberg - F.

Restauración) M. Buschiazzo |

Tamburini | Balcarce 50

Bolívar 65

35 Banco Holandés Unido (1936)

13 Municipalidad de la Ciudad de

A. U. Vilar | 25 de Mayo y B. Mitre

Buenos Aires (1891) J. Cagnoni |

36 The Chase Manhattan Bank

Av. de Mayo 501

(1983 - Remodelación) Skidmore,

14 Banco Argentino Uruguayo

Owings & Merrill | 25 de Mayo

(1926) E. Le Monnier | Av. Pte.

140

Roque Sáenz Peña 501

37 Banco Germánico de la América

15 The National City Bank of New

del Sud (1928) E. Sakmann | 25

York (1929) L. Aberastain Oro y L.

de Mayo 145-59

Dudley | B. Mitre 502

38 Banco Nacional de Desarrollo

16 Edificio Tornquist (1927) A.

(1979) C. Testa, J. Genoud y H.

Bustillo | B. Mitre 523

Lacarra | 25 de Mayo 165

17 Bank of America (1966-68) M.

39 Compañía Argentina de

R. Alvarez, J. Aslan y H. Ezcurra |

Navegación a Vapor Nicolás

San Martín 202

Mihanovich, Ltda. (1912) J.

18 Antigua Bolsa de Comercio

Markovich | 25 de Mayo 195

(1862) H. Hunt y H. Schroeder |

40 Palace Hotel y Administración

San Martín 216

de la Compañía Mihanovich

19 Catedral Metropolitana (1775 -

(1905) C. Morra | 25 de Mayo 221

Proyecto) A. Masella (1822 -

41 Banco Hipotecario Nacional

Pórtico) P. Catelin | Rivadavia 437

(1916) A. Prins | 25 de Mayo 263

20 Casa Central Banco de la

42 Iglesia Anglicana de San Juan

Provincia de Buenos Aires (1940-

Bautista (1830-31) R. Adams | 25

42) G. Sánchez, E. Lagos y L. M.

de Mayo 252

de la Torre | San Martín 137

43 Bolsa de Comercio de Buenos

21 Banco Francés e Italiano

Aires (1914-16) A. Christophersen |

(1920) M. Palanti | San Martín

Sarmiento 299

195

44 Edificio COMEGA (1931-1932)

22 Banco Central de la República

A. Joselevich y E. Douillet | Av.

Argentina (1872) H. Hunt y H.

Corrientes 222

Schroeder (1921) L. Broggi (1930)

45 Palacio de Correos (1908-28) N.

E. Lanús y F. Woodgate (2001) J. Di

Maillart | Sarmiento 151

Tata y M. Romero | San Martín 216


01 Banca Nazionale del Lavoro

23 Edificio Schaffhausen (1931)

(1988-89) M. Botta y H.

F. Gianotti | Reconquista 336

Uluhogian | Florida 40

24 Nuevo Banco Italiano (1927-

02 Tienda Gath & Chaves (1908)

32) E. De Lorenzini, J. Otaola y A.

F. Fleury-Tronquoy | Florida 198

Rocca | Reconquista 2

03 Anexo Tienda Gath & Chaves

25 Banco Alemán Transatlántico

(1925) E. L. Conder, S. Follet y J.

(1926) E. Sakmann | Reconquista

Farmer | Florida 202

y B. Mitre

04 Banco Ciudad de Buenos Aires

26 Banco Español (1911) C.

(1968) F. Manteola, I. Petchersky, J.

Agote | Tte. Gral. J. D. Perón y

Sánchez Gómez, J. Solsona, R. Viñoly

Reconquista (demolido)

| Florida 302

27 Edificio SAFICO (1934) W.

05 First National Bank of Boston

Möll | Av. Corrientes 456

(1925-29) E. York y P. Sawyer, P.

28 Banco de la Nación Argentina

Chambers y L. Thomas | Florida 99

(1937-55) A. Bustillo | Rivadavia

06 Banco El Hogar Argentino

326

(1926) A. Virasoro | B. Mitre 575

29 Banco de Londres y el América

07 Galería General Güemes (1915)

del Sur (1959-66) SEPRA & C.

F. Gianotti | Florida 165

Testa | Reconquista 105

08 Anexo Banco Popular Argentino

30 Banco de Córdoba (1973-78)

(1962-68) M. R. Alvarez y Asoc. |

M. A. Roca | B. Mitre 357

Florida 183

31 Banco Francés del Río de la

09 Banco Popular Argentino

Plata (1926) J. Bunge |

(1931) A. U. Vilar y C. Vilar |

Reconquista 165

Florida 201

32 Iglesia de la Merced (1911 -

10 Pasaje Roverano (1912-19) E.

Reforma) A. Buschiazzo | Tte. Gral.

Gantner | Av. de Mayo 560

J. D. Perón y Reconquista

11 Diario La Prensa (1896-1898)

33 Compañía Naviera Dodero

C. Agote y A. de Gainza | Av. de

(1942-45) SEPRA | Av. Corrientes

Mayo 657

389

12 Cabildo de Buenos Aires

34 Casa de Gobierno (1865-1910)

(1725-1751) A. Blanqui (1940 -

E. Aberg y C. Kihlberg - F.

Restauración) M. Buschiazzo |

Tamburini | Balcarce 50

Bolívar 65

35 Banco Holandés Unido (1936)

13 Municipalidad de la Ciudad de

A. U. Vilar | 25 de Mayo y B. Mitre

Buenos Aires (1891) J. Cagnoni |

36 The Chase Manhattan Bank

Av. de Mayo 501

(1983 - Remodelación) Skidmore,

14 Banco Argentino Uruguayo

Owings & Merrill | 25 de Mayo

(1926) E. Le Monnier | Av. Pte.

140

Roque Sáenz Peña 501

37 Banco Germánico de la América

15 The National City Bank of New

del Sud (1928) E. Sakmann | 25

York (1929) L. Aberastain Oro y L.

de Mayo 145-59

Dudley | B. Mitre 502

38 Banco Nacional de Desarrollo

16 Edificio Tornquist (1927) A.

(1979) C. Testa, J. Genoud y H.

Bustillo | B. Mitre 523

Lacarra | 25 de Mayo 165

17 Bank of America (1966-68) M.

39 Compañía Argentina de

R. Alvarez, J. Aslan y H. Ezcurra |

Navegación a Vapor Nicolás

San Martín 202

Mihanovich, Ltda. (1912) J.

18 Antigua Bolsa de Comercio

Markovich | 25 de Mayo 195

(1862) H. Hunt y H. Schroeder |

40 Palace Hotel y Administración

San Martín 216

de la Compañía Mihanovich

19 Catedral Metropolitana (1775 -

(1905) C. Morra | 25 de Mayo 221

Proyecto) A. Masella (1822 -

41 Banco Hipotecario Nacional

Pórtico) P. Catelin | Rivadavia 437

(1916) A. Prins | 25 de Mayo 263

20 Casa Central Banco de la

42 Iglesia Anglicana de San Juan

Provincia de Buenos Aires (1940-

Bautista (1830-31) R. Adams | 25

42) G. Sánchez, E. Lagos y L. M.

de Mayo 252

de la Torre | San Martín 137

43 Bolsa de Comercio de Buenos

21 Banco Francés e Italiano

Aires (1914-16) A. Christophersen |

(1920) M. Palanti | San Martín

Sarmiento 299

195

44 Edificio COMEGA (1931-1932)

22 Banco Central de la República

A. Joselevich y E. Douillet | Av.

Argentina (1872) H. Hunt y H.

Corrientes 222

Schroeder (1921) L. Broggi (1930)

45 Palacio de Correos (1908-28) N.

E. Lanús y F. Woodgate (2001) J. Di

Maillart | Sarmiento 151

Tata y M. Romero | San Martín 216


La imagen del Estado …fue deseo personal del rey Leopoldo, bajo cuyo patrocinio se producía aquel progreso aparen temente inexorable, utilizar aquel dinero del que se disponía en abundancia para construir edi ficios públicos, que debían dar renombre mundial a su floreciente Estado. (1) W. G. Sebald ACUMULACIÓN La acumulación de capas, de ampliaciones y modificaciones dentro de una misma manzana durante más de ciento treinta años convierten al Banco Central de la República Argentina en una pieza fundamental del sistema de espacios públicos y semi-públicos de la c i t y. Se transforma así en ejemplo concentrado de la evolución de la arquitectura bancaria en la ciudad. Su núcleo original ocupa el edificio construido por los arquitectos Hunt y Schroeder para el Banco Hipotecario de la Provincia, una típica reinterpretación británica del Renacimiento Italiano. Al edificio bancario más antiguo de la city posteriormente se le anexó el de la “Compañía La Inmobiliaria” de 1921. La ampliación de 1930 permitió al banco una salida a la calle Reconquista con un hall de líneas art déco. Verdadero laberinto, el resultado es un complejo de vestíbulos, halles, galerías y pasillos que permiten un recorrido en el espacio y tiempo que va desde la arquitectura victoriana a las anónimas arquitecturas de curtain wall de los noventas. El recorrido por el interior de las manzanas podría continuarse casi hasta el río. El claustro de la Iglesia de la Merced se une ecuménicamente con la Iglesia Anglicana a través de un pasaje lateral. Frente a ella, el extrañamente esbelto hall del Banco Hipotecario Nacional balconea sobre el bajo. BANCO TOTAL El proyecto de Alejandro Bustillo para el Banco de la Nación Argentina hizo tabula rasa del complejo de edificios preexistentes –entre ellos, el primitivo Teatro Colón– en pos de erigir una pieza que se transformó en la cristalización de su posición estratégica entre la Plaza de Mayo y la city. El visitante comprende que se mueve dentro del abstracto resultado de las relaciones entre los poderes político y económico. La tipología forzada a su máxima expresión: el patio interior no sólo ilumina las oficinas de los pisos superiores, sino que además provee luz cenital al gigantesco hall, lo que permite el uso total del lote ¡F.O.S. total! El edificio se convierte en manzana: su interior lleva la constante tipológica al límite de lo estructuralmente posible, donde la falta de referencias inmediatas de escala genera un efecto inquietante. MÁSCARA En el marco del fenómeno general de metropolización, la Casa Central del Banco de la Provincia de Buenos Aires estaba llamada a reinventarse en pos de su reposicionamiento en la c i t y. Del concurso de 1936 resultó seleccionado el anteproyecto de Sánchez, Lagos y De la Torre, quienes debían resolver las aspiraciones de una entidad por entonces ya centenaria en el mismo solar. Como una máscara monumental, la nueva fachada permite la lectura del espesor histórico del lote. Su configuración se basa en una simplificación de los lineamientos del frente preexistente, obra de Hunt y Schroeder, quienes a su vez habían exaltado el del antiguo edificio del Real Consulado. Adentro, la expectativa también debía cumplirse. Tras subir las escalinatas, el visitante cruza un alto pero poco profundo atrio antes de ingresar al edificio; una vez dentro, quizás se sienta abrumado por la profusión del vestíbulo de distribución, por la policromía de sus ricos mármoles y bronces. Luego, el hall de operaciones lo volverá a asombrar, pero ahora no por la abundancia de detalles, sino por su escala y sencillez geométrica, particularizadas por el manejo de la luz…

50 / (Conversar) UR

Déjà vu urbano en la city, una particular operación donde la configuración del frente original fue duplicada sobre Reconquista.

22. Banco Central de la República Argentina 1872 Henry Hunt y Hans Schroeder San Martín 216 Reconquista 266

El B.N.A. sintetiza la búsqueda de A. Bustillo de una “arquitectura monumental argentina” inspirada en el espíritu helénico. En la práctica la base sería nuevamente la arquitectura francesa anterior a la Revolución.

28. Banco de la Nación Argentina

La repetitiva reencarnación resulta del juego sin par, en el cual las simples líneas de una arquitectura austeramente colonial devienen a r t d é c o, pasando antes por una reinterpretación victoriana de ascendencia paladiana.

20. Casa Central Banco de la Provincia de Buenos Aires

1937-55 Alejandro Bustillo Rivadavia 326

1940 - 42 Gregorio Sánchez, Ernesto Lagos y Luis María de la Torre San Martín 137

El corte original nos muestra el truco: casi no hay oficinas tras los muros, todo el edificio es ese mismo aire y sus patios de iluminación. El cometido está cumplido: la operación de la fachada en busca de las referencias históricas y un inmenso volumen vacío en medio de la densidad, refieren al prestigio de la entidad bancaria más antigua del país.

UR (Conversar) / 51


La imagen del Estado …fue deseo personal del rey Leopoldo, bajo cuyo patrocinio se producía aquel progreso aparen temente inexorable, utilizar aquel dinero del que se disponía en abundancia para construir edi ficios públicos, que debían dar renombre mundial a su floreciente Estado. (1) W. G. Sebald ACUMULACIÓN La acumulación de capas, de ampliaciones y modificaciones dentro de una misma manzana durante más de ciento treinta años convierten al Banco Central de la República Argentina en una pieza fundamental del sistema de espacios públicos y semi-públicos de la c i t y. Se transforma así en ejemplo concentrado de la evolución de la arquitectura bancaria en la ciudad. Su núcleo original ocupa el edificio construido por los arquitectos Hunt y Schroeder para el Banco Hipotecario de la Provincia, una típica reinterpretación británica del Renacimiento Italiano. Al edificio bancario más antiguo de la city posteriormente se le anexó el de la “Compañía La Inmobiliaria” de 1921. La ampliación de 1930 permitió al banco una salida a la calle Reconquista con un hall de líneas art déco. Verdadero laberinto, el resultado es un complejo de vestíbulos, halles, galerías y pasillos que permiten un recorrido en el espacio y tiempo que va desde la arquitectura victoriana a las anónimas arquitecturas de curtain wall de los noventas. El recorrido por el interior de las manzanas podría continuarse casi hasta el río. El claustro de la Iglesia de la Merced se une ecuménicamente con la Iglesia Anglicana a través de un pasaje lateral. Frente a ella, el extrañamente esbelto hall del Banco Hipotecario Nacional balconea sobre el bajo. BANCO TOTAL El proyecto de Alejandro Bustillo para el Banco de la Nación Argentina hizo tabula rasa del complejo de edificios preexistentes –entre ellos, el primitivo Teatro Colón– en pos de erigir una pieza que se transformó en la cristalización de su posición estratégica entre la Plaza de Mayo y la city. El visitante comprende que se mueve dentro del abstracto resultado de las relaciones entre los poderes político y económico. La tipología forzada a su máxima expresión: el patio interior no sólo ilumina las oficinas de los pisos superiores, sino que además provee luz cenital al gigantesco hall, lo que permite el uso total del lote ¡F.O.S. total! El edificio se convierte en manzana: su interior lleva la constante tipológica al límite de lo estructuralmente posible, donde la falta de referencias inmediatas de escala genera un efecto inquietante. MÁSCARA En el marco del fenómeno general de metropolización, la Casa Central del Banco de la Provincia de Buenos Aires estaba llamada a reinventarse en pos de su reposicionamiento en la c i t y. Del concurso de 1936 resultó seleccionado el anteproyecto de Sánchez, Lagos y De la Torre, quienes debían resolver las aspiraciones de una entidad por entonces ya centenaria en el mismo solar. Como una máscara monumental, la nueva fachada permite la lectura del espesor histórico del lote. Su configuración se basa en una simplificación de los lineamientos del frente preexistente, obra de Hunt y Schroeder, quienes a su vez habían exaltado el del antiguo edificio del Real Consulado. Adentro, la expectativa también debía cumplirse. Tras subir las escalinatas, el visitante cruza un alto pero poco profundo atrio antes de ingresar al edificio; una vez dentro, quizás se sienta abrumado por la profusión del vestíbulo de distribución, por la policromía de sus ricos mármoles y bronces. Luego, el hall de operaciones lo volverá a asombrar, pero ahora no por la abundancia de detalles, sino por su escala y sencillez geométrica, particularizadas por el manejo de la luz…

50 / (Conversar) UR

Déjà vu urbano en la city, una particular operación donde la configuración del frente original fue duplicada sobre Reconquista.

22. Banco Central de la República Argentina 1872 Henry Hunt y Hans Schroeder San Martín 216 Reconquista 266

El B.N.A. sintetiza la búsqueda de A. Bustillo de una “arquitectura monumental argentina” inspirada en el espíritu helénico. En la práctica la base sería nuevamente la arquitectura francesa anterior a la Revolución.

28. Banco de la Nación Argentina

La repetitiva reencarnación resulta del juego sin par, en el cual las simples líneas de una arquitectura austeramente colonial devienen a r t d é c o, pasando antes por una reinterpretación victoriana de ascendencia paladiana.

20. Casa Central Banco de la Provincia de Buenos Aires

1937-55 Alejandro Bustillo Rivadavia 326

1940 - 42 Gregorio Sánchez, Ernesto Lagos y Luis María de la Torre San Martín 137

El corte original nos muestra el truco: casi no hay oficinas tras los muros, todo el edificio es ese mismo aire y sus patios de iluminación. El cometido está cumplido: la operación de la fachada en busca de las referencias históricas y un inmenso volumen vacío en medio de la densidad, refieren al prestigio de la entidad bancaria más antigua del país.

UR (Conversar) / 51


La secularización de las basílicas Una basílica es fundamentalmente una gran sala rectangular, una nave central rodeada de naves laterales menores. Desde los tiempos romanos éstas tuvieron dos usos: como mercados o lugares de transacciones financieras, y otros de carácter religioso.

Las fachadas de la Iglesia de la Merced y del Banco Español en un juego de referencias mutuas a través del espacio del atrio.

Tte. Gral. J.D. Perón y Reconquista

26. Banco Español (demolido)

TRANSPARENCIA Sobre la calle Bartolomé Mitre la verdad parecía revelarse francamente. El portal de acceso del Banco El Hogar Argentino se proyecta como una gran vidriera del movimiento interior, integrando a su vez el paisaje de la calle. Tras él, un atrio cubierto por una pirámide vidriada sirve de vestíbulo revelando la altura total del edificio. El cliente se mueve como en una catedral de las finanzas: la única nave alberga casi todas las actividades. Hacia ella balconean las dos grandes galerías laterales que suspendidas permiten la libertad de la planta baja. Un pasaje conectaba el fondo del hall con la calle Florida, permitiendo al público cortar camino a través de él. Complejizado funcionalmente, el banco se torna recorrido.

En la década del veinte y en especial durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear el des empeño económico y las posibilidades de la Argentina fomentaron una oleada de inversiones y negocios provenientes de distintos países. (...) Dentro de la batalla por la confianza, el pres tigio de una importante sede jugaba un rol fundamental. Todos participaban de otra batalla, la de los estilos, que tenía como armas los lenguajes de moda como el neocolonial y el art déco o las referencias a la arquitectura de los países de origen. (2) Fabio Grementieri LA PRESENCIA ALEMANA De alemana severidad, el Banco Germánico de la América del Sud es ejemplo del desarrollo de la tipología de entidad bancaria con escritorios para la renta. Fuertemente condicionado por la trama, un terreno pasante, y por la topografía, la presencia del bajo, Ernesto Sakmann ubicó la entrada principal sobre el nivel de la calle 25 de Mayo. Esto permite acceder directamente al hall del banco, un bel étage sobre la avenida, donde el edificio tiene un amplio frente. Un pórtico bajo de acceso resuelve la transición con la calle y también con el vestíbulo de ascensores hacia los escritorios de los pisos superiores. Su presencia en el frente de la city provocó una pequeña variación. Conectado a través de dos ascensores privados el último piso era ocupado por una vivienda para el personal de la entidad. Teniendo en cuenta su buen estado de conservación, su interior es particularmente importante debido a las similitudes con el contemporáneo Banco Alemán Transatlántico, también obra de Sakmann, ubicado en Bartolomé Mitre y Reconquista, del cual el hoy sólo quedan sus fachadas. 52 / (Conversar) UR

1911 Reforma Antonio Buschiazzo

ILUMINACIÓN La fachada de la Basílica de Nuestra Señora de la Merced fue remodelada por Juan Antonio Buschiazzo contemporáneamente a la construcción del Banco Español del Río de la Plata. Éste era el gran ejemplo secular de dicha tipología, sin embargo su interior iluminado por la enorme claraboya sacralizaba las operaciones financieras.

La batalla de los estilos

32. Iglesia de la Merced

1911 Carlos Agote Tte. Gral. J.D. Perón y Reconquista

Virasoro oracular. La integración espacial del banco parece predecir un esquema que sería “inventado” cuarenta años más tarde en clave brutalista

6. Banco El Hogar Argentino 1926 Alejandro Virasoro Bartolomé Mitre 575

La luz dorada, combinada con la riqueza de los mármoles y bronces, potencia una severa atmósfera germánica con aire art déco.

37. Banco Germánico de la América del Sud 1928 Ernesto Sakmann 25 de Mayo 145

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La secularización de las basílicas Una basílica es fundamentalmente una gran sala rectangular, una nave central rodeada de naves laterales menores. Desde los tiempos romanos éstas tuvieron dos usos: como mercados o lugares de transacciones financieras, y otros de carácter religioso.

Las fachadas de la Iglesia de la Merced y del Banco Español en un juego de referencias mutuas a través del espacio del atrio.

Tte. Gral. J.D. Perón y Reconquista

26. Banco Español (demolido)

TRANSPARENCIA Sobre la calle Bartolomé Mitre la verdad parecía revelarse francamente. El portal de acceso del Banco El Hogar Argentino se proyecta como una gran vidriera del movimiento interior, integrando a su vez el paisaje de la calle. Tras él, un atrio cubierto por una pirámide vidriada sirve de vestíbulo revelando la altura total del edificio. El cliente se mueve como en una catedral de las finanzas: la única nave alberga casi todas las actividades. Hacia ella balconean las dos grandes galerías laterales que suspendidas permiten la libertad de la planta baja. Un pasaje conectaba el fondo del hall con la calle Florida, permitiendo al público cortar camino a través de él. Complejizado funcionalmente, el banco se torna recorrido.

En la década del veinte y en especial durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear el des empeño económico y las posibilidades de la Argentina fomentaron una oleada de inversiones y negocios provenientes de distintos países. (...) Dentro de la batalla por la confianza, el pres tigio de una importante sede jugaba un rol fundamental. Todos participaban de otra batalla, la de los estilos, que tenía como armas los lenguajes de moda como el neocolonial y el art déco o las referencias a la arquitectura de los países de origen. (2) Fabio Grementieri LA PRESENCIA ALEMANA De alemana severidad, el Banco Germánico de la América del Sud es ejemplo del desarrollo de la tipología de entidad bancaria con escritorios para la renta. Fuertemente condicionado por la trama, un terreno pasante, y por la topografía, la presencia del bajo, Ernesto Sakmann ubicó la entrada principal sobre el nivel de la calle 25 de Mayo. Esto permite acceder directamente al hall del banco, un bel étage sobre la avenida, donde el edificio tiene un amplio frente. Un pórtico bajo de acceso resuelve la transición con la calle y también con el vestíbulo de ascensores hacia los escritorios de los pisos superiores. Su presencia en el frente de la city provocó una pequeña variación. Conectado a través de dos ascensores privados el último piso era ocupado por una vivienda para el personal de la entidad. Teniendo en cuenta su buen estado de conservación, su interior es particularmente importante debido a las similitudes con el contemporáneo Banco Alemán Transatlántico, también obra de Sakmann, ubicado en Bartolomé Mitre y Reconquista, del cual el hoy sólo quedan sus fachadas. 52 / (Conversar) UR

1911 Reforma Antonio Buschiazzo

ILUMINACIÓN La fachada de la Basílica de Nuestra Señora de la Merced fue remodelada por Juan Antonio Buschiazzo contemporáneamente a la construcción del Banco Español del Río de la Plata. Éste era el gran ejemplo secular de dicha tipología, sin embargo su interior iluminado por la enorme claraboya sacralizaba las operaciones financieras.

La batalla de los estilos

32. Iglesia de la Merced

1911 Carlos Agote Tte. Gral. J.D. Perón y Reconquista

Virasoro oracular. La integración espacial del banco parece predecir un esquema que sería “inventado” cuarenta años más tarde en clave brutalista

6. Banco El Hogar Argentino 1926 Alejandro Virasoro Bartolomé Mitre 575

La luz dorada, combinada con la riqueza de los mármoles y bronces, potencia una severa atmósfera germánica con aire art déco.

37. Banco Germánico de la América del Sud 1928 Ernesto Sakmann 25 de Mayo 145

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LA CASA DE FRANCIA La publicitaria presencia de la cúpula del Banco Francés del Río de la Plata es hito en la c i t y. Fruto de un concurso privado de anteproyectos, la propuesta del arquitecto Jorge Bunge respondía al específico programa y a la búsqueda de una imagen en relación al origen francés de la institución. Bunge señaló “la idea que inspiró este proyecto fue la de erigir la Casa de Francia dentro de los elementos clásicos de los estilos franceses del siglo XVIII. No se buscó crear nada nuevo, sino adaptar las formas ya consagradas y mantenerse estrictamente dentro de los cánones de la época”. Mientras que los escritorios para renta estaban en los pisos superiores, la sucursal bancaria se aloja en los pisos inferiores. El ocasional visitante intuía el prestigio de la entidad al acceder al hall central de planta circular, donde la tradición francesa parece condensarse de manera moderna.

Rodeado por columnas apareadas de mármol, el hall está cubierto por una cúpula de hormigón en la cual los tradicionales casetones son reemplazados por vidrios que permitían su iluminación cenital.

31. Banco Francés del Río de la Plata 1926 Jorge Bunge Reconquista 165

EL AMIGO AMERICANO El estilo Renacimiento español, típico de la arquitectura norteamericana del período de entre guerras, es reforzado por la “escala americana” de Diagonal Norte. Pieza fundamental de la fuertemente caracterizada esquina, el First National Bank of Boston es obra de los arquitectos Chambers y Thomas, asociados al estudio norteamericano York & Sawyer, autores del contemporáneo Federal Reserve Bank of New York. A la sencillez de los muros se contrapone la profusión de detalles de las cornisas y la entrada principal, cuya exuberancia acompañaba al público hasta el hall del edificio.

Resultante de la simplificación de una propuesta anterior, la fachada del Nuevo Banco Italiano reproduce el estilo florentino de las primeras entidades financieras del viejo continente. Ésta acompaña un programa funcional que comenzaba a complejizarse.

24. Nuevo Banco Italiano 1927-32 Ermete De Lorenzini, Julio Otaola y Aníbal Rocca Reconquista 2

Sociabilidad y Negocios De las instituciones que se podía considerar una era el club y la otra era el paseo a pie. (…) Los clubes de la mitad del siglo XVIII estaban basados en la idea de que el discurso daba mucho más placer cuando se seleccionaba la audiencia. En ese sentido los clubes eran privados. La privaci dad significaba que el discurso era agradable y permisible sólo cuando uno controlaba a quién le estaba hablando. (3) Richard Sennett

05. First National Bank of Boston 1925-29

CLUB INC. La sede central del National City Bank of New York es uno de los primeros casos de sistematización de la imagen corporativa. Ejemplo de ello son sus similitudes con la sucursal de Canal stre et y Broadway concebida contemporáneamente a otras sucursales menores en Buenos Aires. A pesar de su pequeño tamaño la experiencia del visitante estaba asegurada por un estudiado uso de las escalas. En la ochava una pequeña puerta giratoria de bronce, custodiada desde lo alto del pórtico por dos águilas, nos conduce hasta el vestíbulo donde una exagerada escalera es protagonista. Más allá el primer nivel es ocupado por el hall principal de operaciones, mientras que un hall menor, a manera de cripta, sirve de acceso al tesoro. Sólo un piso de oficinas servía al banco. Pero el programa fue complejizando. A la manera de sus antepasados británicos los caballeros de la colonia norteamericana tenían en el tercer piso el Club Americano, lugar de socialización y fundamentalmente negocios. Dos ascensores directos desde un vestíbulo secundario permitían el acceso a su primer nivel, donde estaba el comedor, los comedores privados y dependencias de servicio. En el piso superior: el living, la sala de billares y el infaltable bar; mientras que una sala de teléfonos evidenciaba el carácter operativo del club. En el último piso pequeños dormitorios con baños privados y el gimnasio servían a los socios. Y en la terraza, un faro para aviones. 54 / (Conversar) UR

Edward York & Philip Sawyer · Paul Chambers y Louis Thomas Florida 99

El predominante estilo art déco de las fachadas se repite en el hall de operaciones que ocupa un gran volumen dentro del edificio.

15. The National City Bank of New York 1929 Luis Aberastain Oro y Lyman Dudley Bartolomé Mitre 502

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LA CASA DE FRANCIA La publicitaria presencia de la cúpula del Banco Francés del Río de la Plata es hito en la c i t y. Fruto de un concurso privado de anteproyectos, la propuesta del arquitecto Jorge Bunge respondía al específico programa y a la búsqueda de una imagen en relación al origen francés de la institución. Bunge señaló “la idea que inspiró este proyecto fue la de erigir la Casa de Francia dentro de los elementos clásicos de los estilos franceses del siglo XVIII. No se buscó crear nada nuevo, sino adaptar las formas ya consagradas y mantenerse estrictamente dentro de los cánones de la época”. Mientras que los escritorios para renta estaban en los pisos superiores, la sucursal bancaria se aloja en los pisos inferiores. El ocasional visitante intuía el prestigio de la entidad al acceder al hall central de planta circular, donde la tradición francesa parece condensarse de manera moderna.

Rodeado por columnas apareadas de mármol, el hall está cubierto por una cúpula de hormigón en la cual los tradicionales casetones son reemplazados por vidrios que permitían su iluminación cenital.

31. Banco Francés del Río de la Plata 1926 Jorge Bunge Reconquista 165

EL AMIGO AMERICANO El estilo Renacimiento español, típico de la arquitectura norteamericana del período de entre guerras, es reforzado por la “escala americana” de Diagonal Norte. Pieza fundamental de la fuertemente caracterizada esquina, el First National Bank of Boston es obra de los arquitectos Chambers y Thomas, asociados al estudio norteamericano York & Sawyer, autores del contemporáneo Federal Reserve Bank of New York. A la sencillez de los muros se contrapone la profusión de detalles de las cornisas y la entrada principal, cuya exuberancia acompañaba al público hasta el hall del edificio.

Resultante de la simplificación de una propuesta anterior, la fachada del Nuevo Banco Italiano reproduce el estilo florentino de las primeras entidades financieras del viejo continente. Ésta acompaña un programa funcional que comenzaba a complejizarse.

24. Nuevo Banco Italiano 1927-32 Ermete De Lorenzini, Julio Otaola y Aníbal Rocca Reconquista 2

Sociabilidad y Negocios De las instituciones que se podía considerar una era el club y la otra era el paseo a pie. (…) Los clubes de la mitad del siglo XVIII estaban basados en la idea de que el discurso daba mucho más placer cuando se seleccionaba la audiencia. En ese sentido los clubes eran privados. La privaci dad significaba que el discurso era agradable y permisible sólo cuando uno controlaba a quién le estaba hablando. (3) Richard Sennett

05. First National Bank of Boston 1925-29

CLUB INC. La sede central del National City Bank of New York es uno de los primeros casos de sistematización de la imagen corporativa. Ejemplo de ello son sus similitudes con la sucursal de Canal stre et y Broadway concebida contemporáneamente a otras sucursales menores en Buenos Aires. A pesar de su pequeño tamaño la experiencia del visitante estaba asegurada por un estudiado uso de las escalas. En la ochava una pequeña puerta giratoria de bronce, custodiada desde lo alto del pórtico por dos águilas, nos conduce hasta el vestíbulo donde una exagerada escalera es protagonista. Más allá el primer nivel es ocupado por el hall principal de operaciones, mientras que un hall menor, a manera de cripta, sirve de acceso al tesoro. Sólo un piso de oficinas servía al banco. Pero el programa fue complejizando. A la manera de sus antepasados británicos los caballeros de la colonia norteamericana tenían en el tercer piso el Club Americano, lugar de socialización y fundamentalmente negocios. Dos ascensores directos desde un vestíbulo secundario permitían el acceso a su primer nivel, donde estaba el comedor, los comedores privados y dependencias de servicio. En el piso superior: el living, la sala de billares y el infaltable bar; mientras que una sala de teléfonos evidenciaba el carácter operativo del club. En el último piso pequeños dormitorios con baños privados y el gimnasio servían a los socios. Y en la terraza, un faro para aviones. 54 / (Conversar) UR

Edward York & Philip Sawyer · Paul Chambers y Louis Thomas Florida 99

El predominante estilo art déco de las fachadas se repite en el hall de operaciones que ocupa un gran volumen dentro del edificio.

15. The National City Bank of New York 1929 Luis Aberastain Oro y Lyman Dudley Bartolomé Mitre 502

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MICROCOSMOS MASCULINO En el marco de una envolvente clásica, la complejidad volumétrica de la fachada del Edificio Tornquist resuelve magistralmente la diversidad del moderno programa con la asistencia de no pocos recursos eduardianos, la usual libertad británica en la interpretación de formas continentales. Tres accesos independientes anunciaban la multiplicidad interior: la entrada principal al edificio y la rampa para automóviles en los macizos laterales y el acceso de la entidad bancaria al centro. Dentro, los primeros pisos estaban ocupados por el Banco. Un primer hall de acceso en triple altura con galerías laterales precedía al hall de operaciones con un techo vidriado, y las oficinas ocupaban el fondo del lote, alrededor de uno de los dos grandes patios. Fiel a la tradición beaux arts, el edificio tiene un alto grado de articulación entre sus componentes. Salteando el primer subsuelo, a través de varias circulaciones privadas, el banco se comunicaba con el segundo subsuelo donde se ubicaba el tesoro. También allí estaban los servicios generales del edificio y el estacionamiento de automóviles. Dos pequeños ascensores servían exclusivamente a los Tornquist, conectando la entrada de automóviles con las oficinas jerárquicas de la compañía en los pisos superiores. Nueve pisos más se destinaban a escritorios para la renta, todos servidos por las últimas tecnologías disponibles: teléfonos, aire acondicionado, correo neumático y cinco ascensores de alta velocidad. Completando este masculino microcosmos, en el piso once se encontraba el City Club. Tras el vestíbulo de ascensores, un despojado hall de recibo introducía al caballero en el sistema de espacios pensados para el discreto protocolo de los negocios. El comedor principal sobre el frente, era un espacio en doble altura. Pero eran los necesarios comedores reservados adyacentes –con accesos independientes directamente desde el hall– los que discretamente resguardaban tratos más privados de las miradas del salón principal. Las cocinas se conectaban directamente con la circulación de servicio del edificio, cercanos al sector de habitaciones para el personal del club. PAISAJE SOCIAL En la misma manzana, la Galería General Güemes evidencia la desarticulación escondida bajo un lenguaje modernista. Fruto de un concurso privado, su construcción resultó de la iniciativa de los propietarios del terreno sobre Florida y de la gestión del arquitecto Francisco Gianotti con el Banco Supervielle, dueño del terreno sobre San Martín. A través de dos grandes halles en el propio pasaje, iluminados por cúpulas vidriadas, el público accedía a los catorce ascensores “de alta velocidad” hacia los diferentes cuerpos donde se encontraban los escritorios, viviendas y hasta un pequeño hotel. En la planta baja se encontraba la sucursal del Banco, y más arriba los hombres de la city contaban con un establecimiento de baños turcos con terraza para baños al aire libre. Sobre Florida el edificio rodea un patio de iluminación y como remate, un faro para vistas panorámicas. Calibrado como ninguna otra pieza urbana, el servicio para el caballero incluía pequeñas “viviendas para solteros” que ocupaban los pisos superiores de este ala. Por otra parte, en el piso trece había un amplio restaurant a manera de puente sobre el patio. No sólo sus características programáticas y su rol simbólico hicieron de esta obra uno de los primeros “rascacielos” de la ciudad sino también sus novedosas características tecnológicas en materia de confort y seguridad. Probablemente la falta de una lectura clara de las jerarquías sociales en su configuración y la presencia democrática de la galería peatonal funcionando como acceso a todo el heterogéneo programa –a diferencia del aristocrático edificio Tornquist- aceleraron el proceso de desprestigio del edificio.

56 / (Conversar) UR

En el primer subsuelo, el restaurant Trocadero tenía un acceso directo desde el hall de entrada y a través de la rampa de automóviles, contaba además con un moderno bar y servicios independientes. También la peluquería de caballeros, con vestuarios y baños turcos se ubicaba en este nivel.

16. Edificio Tornquist 1927 Alejandro Bustillo Bartolomé Mitre 523

El living-room con su hogar eran necesarios en pos de la ineludible atmósfera británica. El bar y la sala de lectura contigua completaban los espacios imprescindibles para la conversación de los hombres de finanzas. En el último nivel del edificio, el City Club tenía una amplia terraza para fiestas al aire libre con una galería de sorpresivo estilo morisco.

Las inigualables vistas de la ciudad y el río que permitían sus boxes en baywindow y el palco de orquesta, le daban cierta atmósfera náutica, un paquebot varado en el noveno piso.

07. Galería General Güemes 1915 Francisco Gianotti Florida 165

El pasaje comercial de triple altura –iluminado cenitalmente- que une las dos calles implicó un aprobación municipal especial, justificada en pos del tránsito de peatones.

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MICROCOSMOS MASCULINO En el marco de una envolvente clásica, la complejidad volumétrica de la fachada del Edificio Tornquist resuelve magistralmente la diversidad del moderno programa con la asistencia de no pocos recursos eduardianos, la usual libertad británica en la interpretación de formas continentales. Tres accesos independientes anunciaban la multiplicidad interior: la entrada principal al edificio y la rampa para automóviles en los macizos laterales y el acceso de la entidad bancaria al centro. Dentro, los primeros pisos estaban ocupados por el Banco. Un primer hall de acceso en triple altura con galerías laterales precedía al hall de operaciones con un techo vidriado, y las oficinas ocupaban el fondo del lote, alrededor de uno de los dos grandes patios. Fiel a la tradición beaux arts, el edificio tiene un alto grado de articulación entre sus componentes. Salteando el primer subsuelo, a través de varias circulaciones privadas, el banco se comunicaba con el segundo subsuelo donde se ubicaba el tesoro. También allí estaban los servicios generales del edificio y el estacionamiento de automóviles. Dos pequeños ascensores servían exclusivamente a los Tornquist, conectando la entrada de automóviles con las oficinas jerárquicas de la compañía en los pisos superiores. Nueve pisos más se destinaban a escritorios para la renta, todos servidos por las últimas tecnologías disponibles: teléfonos, aire acondicionado, correo neumático y cinco ascensores de alta velocidad. Completando este masculino microcosmos, en el piso once se encontraba el City Club. Tras el vestíbulo de ascensores, un despojado hall de recibo introducía al caballero en el sistema de espacios pensados para el discreto protocolo de los negocios. El comedor principal sobre el frente, era un espacio en doble altura. Pero eran los necesarios comedores reservados adyacentes –con accesos independientes directamente desde el hall– los que discretamente resguardaban tratos más privados de las miradas del salón principal. Las cocinas se conectaban directamente con la circulación de servicio del edificio, cercanos al sector de habitaciones para el personal del club. PAISAJE SOCIAL En la misma manzana, la Galería General Güemes evidencia la desarticulación escondida bajo un lenguaje modernista. Fruto de un concurso privado, su construcción resultó de la iniciativa de los propietarios del terreno sobre Florida y de la gestión del arquitecto Francisco Gianotti con el Banco Supervielle, dueño del terreno sobre San Martín. A través de dos grandes halles en el propio pasaje, iluminados por cúpulas vidriadas, el público accedía a los catorce ascensores “de alta velocidad” hacia los diferentes cuerpos donde se encontraban los escritorios, viviendas y hasta un pequeño hotel. En la planta baja se encontraba la sucursal del Banco, y más arriba los hombres de la city contaban con un establecimiento de baños turcos con terraza para baños al aire libre. Sobre Florida el edificio rodea un patio de iluminación y como remate, un faro para vistas panorámicas. Calibrado como ninguna otra pieza urbana, el servicio para el caballero incluía pequeñas “viviendas para solteros” que ocupaban los pisos superiores de este ala. Por otra parte, en el piso trece había un amplio restaurant a manera de puente sobre el patio. No sólo sus características programáticas y su rol simbólico hicieron de esta obra uno de los primeros “rascacielos” de la ciudad sino también sus novedosas características tecnológicas en materia de confort y seguridad. Probablemente la falta de una lectura clara de las jerarquías sociales en su configuración y la presencia democrática de la galería peatonal funcionando como acceso a todo el heterogéneo programa –a diferencia del aristocrático edificio Tornquist- aceleraron el proceso de desprestigio del edificio.

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En el primer subsuelo, el restaurant Trocadero tenía un acceso directo desde el hall de entrada y a través de la rampa de automóviles, contaba además con un moderno bar y servicios independientes. También la peluquería de caballeros, con vestuarios y baños turcos se ubicaba en este nivel.

16. Edificio Tornquist 1927 Alejandro Bustillo Bartolomé Mitre 523

El living-room con su hogar eran necesarios en pos de la ineludible atmósfera británica. El bar y la sala de lectura contigua completaban los espacios imprescindibles para la conversación de los hombres de finanzas. En el último nivel del edificio, el City Club tenía una amplia terraza para fiestas al aire libre con una galería de sorpresivo estilo morisco.

Las inigualables vistas de la ciudad y el río que permitían sus boxes en baywindow y el palco de orquesta, le daban cierta atmósfera náutica, un paquebot varado en el noveno piso.

07. Galería General Güemes 1915 Francisco Gianotti Florida 165

El pasaje comercial de triple altura –iluminado cenitalmente- que une las dos calles implicó un aprobación municipal especial, justificada en pos del tránsito de peatones.

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TEATRO DE VALORES La coordinación de funciones y su unidad como organismo en pos de los negocios transformaron al edificio de la Bolsa de Comercio en parte fundamental del eje de las finanzas. La materialización de la apoteosis de las actividades económicas de la ciudad exigió cierta expresión de grandiosidad en el marco de una original solución tipológica. Inaugurado en 1916, y construido en tiempo récord durante el transcurso de la Gran Guerra, este edificio se ubica en un importante terreno sobre el bajo. El acceso principal, en la calle 25 de Mayo y Sarmiento, articula dos fachadas con cierto grado de continuidad. Condicionado por el proyecto del Palacio de Correos, la referencia para el frente sobre la Avenida Alem fue la Plaza de la Concordia. Si bien contaba con una entrada independiente para los escritorios, a diferencia de las demás piezas del área, otras circulaciones interiores unen todos los niveles del edificio, evidenciando la fuerte interrelación funcional las oficinas privadas con la propia Bolsa, los negocios se mueven por el mismo edificio. Inspirados en la arquitectura francesa del siglo XVIII, en el piso principal el hall de operaciones, sus salones anexos y la gran escalera imperial parecen referir a los movimientos de la corte del Ancien Régime. En contraposición, de escala intimista sus pequeños renfoncements para la conversación refieren a la discreción de los negocios. Los despachos de la Bolsa se ubicaban en el primer piso, mientras que a nivel de la recova de la Avenida Alem se encontraban locales para entidades bancarias, agencias de cambio y marítimas, la infaltable peluquería y los accesos secundarios. Un pequeño vestíbulo sobre 25 de Mayo conectaba el bar con el restaurant que contaba con comedores privados. No sólo la decoración fue concebida por Christophersen, sino también el amoblamiento, la loza del restaurant y hasta su menú.

Exhibicionismo En el marco de la paulatina informatización de las operaciones bancarias, la inauguración del edificio de la Manufacturers Trust Company en Nueva York, en octubre de 1954, cambió la forma de concebir los bancos para siempre. La esquina de la 5th y 43rd St. se presentaba como un cubo totalmente transparente que permitía observar todo lo que sucedía en el interior, incluso el mismísimo tesoro. Trastocando como nunca las relaciones entre contenedor y contenido, Skidmore, Owings & Merrill firman el acta de defunción de la monumentalidad de los bancos que ya no estarán condenados a caracterizarse tipológicamente como tales. MODERNIDADES ASOCIADAS El edificio de la casa matriz del Banco Popular Argentino había resultado de un concurrido concurso de 1925. El planteo de los, por entonces jovencísimos, hermanos Vilar respondía al esquema de banco, escritorios para renta y locales comerciales sobre la calle Florida. De “estilo Renacimiento español modernizado”, esta pieza es fundamental para comprender la exploración en pos de un “estilo argentino o sudamericano” durante aquel momento de transición hacia la modernidad. Frente a él, Mario Roberto Alvarez y Asociados construyeron su anexo. Fruto de una acertada lectura del contexto inmediato, la experiencia para el cliente era novedosa: tras el acceso de la planta baja no había más que un puente, los dos grandes salones estaban en el primer piso y en el subsuelo. Abajo el hall del personal se conectaba con la casa matriz a través de un túnel, mientras que mediante un particular juego de espejos parecía continuarse bajo Florida. Arriba, la losa prolongaba el salón de operaciones hacia una agradable terraza ajardinada sobre la calle Perón; como nunca antes el público dominaba el paisaje. Solución repetida en el piso once, donde las salas de reuniones tienen vistas sobre las cúpulas vecinas. 58 / (Conversar) UR

Su alto grado de autosuficiencia, un transatlántico o nave nodriza de las actividades financieras de la city, permitía concentrar todo el circuito de los negocios: desde albergar las propias oficinas de los hombres de negocios que cierran un trato en una comida o sentados lado a lado en la barbería hasta las operaciones bursátiles propiamente dichas.

43. Bolsa de Comercio de Buenos Aires 1914-16 Alejandro Christophersen Sarmiento 299

La astuta solución para la gran cantidad de metros cuadrados destinados a la renta permitió a Alejandro Christophersen ganar este concurso. El usual patio de iluminación cenital es reemplazado; mediante una osada resolución estructural yuxtapuso un enorme bloque de escritorios sobre el hall de operaciones, generando alrededor un estrecho anillo de iluminación.

En su búsqueda de la modernidad uno de los padres del movimiento moderno argentino en deuda con Felipe II por su monacal Escorial.

09. Banco Popular Argentino 1931 Antonio U. Vilar y Carlos Vilar Florida 201

08. Anexo Banco Popular Argentino 1962-68 Mario R. Alvarez y Asoc. Florida 183

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TEATRO DE VALORES La coordinación de funciones y su unidad como organismo en pos de los negocios transformaron al edificio de la Bolsa de Comercio en parte fundamental del eje de las finanzas. La materialización de la apoteosis de las actividades económicas de la ciudad exigió cierta expresión de grandiosidad en el marco de una original solución tipológica. Inaugurado en 1916, y construido en tiempo récord durante el transcurso de la Gran Guerra, este edificio se ubica en un importante terreno sobre el bajo. El acceso principal, en la calle 25 de Mayo y Sarmiento, articula dos fachadas con cierto grado de continuidad. Condicionado por el proyecto del Palacio de Correos, la referencia para el frente sobre la Avenida Alem fue la Plaza de la Concordia. Si bien contaba con una entrada independiente para los escritorios, a diferencia de las demás piezas del área, otras circulaciones interiores unen todos los niveles del edificio, evidenciando la fuerte interrelación funcional las oficinas privadas con la propia Bolsa, los negocios se mueven por el mismo edificio. Inspirados en la arquitectura francesa del siglo XVIII, en el piso principal el hall de operaciones, sus salones anexos y la gran escalera imperial parecen referir a los movimientos de la corte del Ancien Régime. En contraposición, de escala intimista sus pequeños renfoncements para la conversación refieren a la discreción de los negocios. Los despachos de la Bolsa se ubicaban en el primer piso, mientras que a nivel de la recova de la Avenida Alem se encontraban locales para entidades bancarias, agencias de cambio y marítimas, la infaltable peluquería y los accesos secundarios. Un pequeño vestíbulo sobre 25 de Mayo conectaba el bar con el restaurant que contaba con comedores privados. No sólo la decoración fue concebida por Christophersen, sino también el amoblamiento, la loza del restaurant y hasta su menú.

Exhibicionismo En el marco de la paulatina informatización de las operaciones bancarias, la inauguración del edificio de la Manufacturers Trust Company en Nueva York, en octubre de 1954, cambió la forma de concebir los bancos para siempre. La esquina de la 5th y 43rd St. se presentaba como un cubo totalmente transparente que permitía observar todo lo que sucedía en el interior, incluso el mismísimo tesoro. Trastocando como nunca las relaciones entre contenedor y contenido, Skidmore, Owings & Merrill firman el acta de defunción de la monumentalidad de los bancos que ya no estarán condenados a caracterizarse tipológicamente como tales. MODERNIDADES ASOCIADAS El edificio de la casa matriz del Banco Popular Argentino había resultado de un concurrido concurso de 1925. El planteo de los, por entonces jovencísimos, hermanos Vilar respondía al esquema de banco, escritorios para renta y locales comerciales sobre la calle Florida. De “estilo Renacimiento español modernizado”, esta pieza es fundamental para comprender la exploración en pos de un “estilo argentino o sudamericano” durante aquel momento de transición hacia la modernidad. Frente a él, Mario Roberto Alvarez y Asociados construyeron su anexo. Fruto de una acertada lectura del contexto inmediato, la experiencia para el cliente era novedosa: tras el acceso de la planta baja no había más que un puente, los dos grandes salones estaban en el primer piso y en el subsuelo. Abajo el hall del personal se conectaba con la casa matriz a través de un túnel, mientras que mediante un particular juego de espejos parecía continuarse bajo Florida. Arriba, la losa prolongaba el salón de operaciones hacia una agradable terraza ajardinada sobre la calle Perón; como nunca antes el público dominaba el paisaje. Solución repetida en el piso once, donde las salas de reuniones tienen vistas sobre las cúpulas vecinas. 58 / (Conversar) UR

Su alto grado de autosuficiencia, un transatlántico o nave nodriza de las actividades financieras de la city, permitía concentrar todo el circuito de los negocios: desde albergar las propias oficinas de los hombres de negocios que cierran un trato en una comida o sentados lado a lado en la barbería hasta las operaciones bursátiles propiamente dichas.

43. Bolsa de Comercio de Buenos Aires 1914-16 Alejandro Christophersen Sarmiento 299

La astuta solución para la gran cantidad de metros cuadrados destinados a la renta permitió a Alejandro Christophersen ganar este concurso. El usual patio de iluminación cenital es reemplazado; mediante una osada resolución estructural yuxtapuso un enorme bloque de escritorios sobre el hall de operaciones, generando alrededor un estrecho anillo de iluminación.

En su búsqueda de la modernidad uno de los padres del movimiento moderno argentino en deuda con Felipe II por su monacal Escorial.

09. Banco Popular Argentino 1931 Antonio U. Vilar y Carlos Vilar Florida 201

08. Anexo Banco Popular Argentino 1962-68 Mario R. Alvarez y Asoc. Florida 183

UR (Conversar) / 59


PIANO NOBILE Asociado con Aslan y Ezcurra, el estudio de Mario Roberto Alvarez resolvería otro banco. Contrarrestando la verticalidad de la pequeña torre, un volumen en el primer piso aloja el hall de operaciones del Bank of America. Operación que todavía no planteaba una postura demasiado radicalizada sobre la densidad persistente pero sí un dominio sobre este paisaje. Esta resolución tipológica sería sistemáticamente repetida en otras obras como el Banco del Oeste. PEEP SHOW En 1966 los arquitectos Manteola, Petchersky, Sánchez Gómez, Solsona y Viñoly remodelaron una antigua tienda para la casa matriz del Banco Ciudad de Buenos Aires. El programa fue reinterpretado; el salón de operaciones, tesoro y accesos fueron unificados creando una serie de niveles integrados a un espacio articulado común, configurando una caja de vidrio donde los nuevos entrepisos quedan flotando. Una lúdica operación donde la continuidad material es protagonista y los espacios de trabajo se funden con el espacio público. Ahora la idea se sistematizará, nuevas piezas ocupando antiguas estructuras preexistentes se multiplicarán por toda la ciudad. Aunque más modesto, la remodelación de la antigua The Royal Mail Steam Packet Company para el Banco Federal Argentino también se encuadra en el marco de este tipo de intervenciones. SCALA REGIA Las losas escalonadas del edificio para el Banco de Córdoba pretendían establecer una suerte de microcosmos urbano, etéreo, en el desfiladero dejado por las moles de los edificios bancarios como el Banco Nación cruzando la calle. Su fachada resulta reveladora de la unidad interior. El cliente entiende la moderna metáfora, las ágiles transacciones financieras en el marco fuertemente densificado de la city, la percepción cinemática de entrepisos, pasarelas y escaleras eran sublimadas por la presencia de la luz. CRIATURA Con motivo de su centenario el Banco de Londres y América del Sur convocó a un concurso privado para su nueva sede en el terreno que ocupaba desde su fundación. Las bases hacían especial hincapié en la flexibilidad y la imagen. El proyecto ganador correspondió al joven Clorindo Testa quien había sido invitado especialmente para este concurso por el experimentado estudio SEPRA. En esta obra los arquitectos hallarían ciertas formas que se transformarán en paradigmas de su lenguaje inmediatamente posterior. Consciente de su valor publicitario, la original idea responde a la flexibilidad buscada: un volumen virtual que alberga en su interior todas las actividades en un único espacio, cuyos verdaderos límites son las fachadas de los edificios vecinos. Por primera vez el dinero desaparece por completo, la solidez se transfigura en la fuerza de su ciclópea estructura y el tesoro desaparece en las profundidades sin recurrir a forzados espectáculos. Sólo la pequeña piazza y tras ella el complejo hall para el público que integra espacialmente los demás pisos de oficinas en una continua y metabólica interacción de partes. Como una síntesis de toda la evolución de la city, el movimiento bancario finalmente se corporiza de cara al paisaje de la calle.

(1) W. G. Sebald, Austerlitz, Editorial Anagrama, Barcelona, 2002. (2) Fabio Grementieri, Días del Patrimonio de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaría de Cultura, Buenos Aires, 2000. (3) Richard Sennett, El declive del hombre público, Ediciones Península, Barcelona, 2002.

60 / (Conversar) UR

Desde esa privilegiada posición el público tenía una visión panorámica de los edificios adyacentes y en primer plano el portal del Banco Francés e Italiano del arquitecto del Barolo.

17. Bank of America 1966-68 Mario R. Alvarez y Asoc. Jorge Aslan y Héctor Ezcurra San Martín 202

Los grandes aventanamientos transforman la actividad bancaria en un espectáculo urbano donde el tesoro es el protagonista.

04. Banco Ciudad de Buenos Aires 1968 Manteola, Petchersky, Sánchez Gómez, Solsona, Viñoly Florida 302

La ascensión corporizada dentro de un vasto volumen con niveles de usos libres e indeterminados.

30. Banco de Córdoba 1973-78 Miguel A. Roca Bartolomé Mitre 357

Un molusco sin caparazón, un organismo, como las ilustraciones del cuerpo humano de los tratados y las enciclopedias donde se permite ver las vísceras. En él nos movemos como dentro una cárcel de Piranesi.

29. Banco de Londres y de América del Sur 1959-66 SEPRA - Sánchez Elía, Peralta Ramos y Agostini - y C. Testa Reconquista 105

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PIANO NOBILE Asociado con Aslan y Ezcurra, el estudio de Mario Roberto Alvarez resolvería otro banco. Contrarrestando la verticalidad de la pequeña torre, un volumen en el primer piso aloja el hall de operaciones del Bank of America. Operación que todavía no planteaba una postura demasiado radicalizada sobre la densidad persistente pero sí un dominio sobre este paisaje. Esta resolución tipológica sería sistemáticamente repetida en otras obras como el Banco del Oeste. PEEP SHOW En 1966 los arquitectos Manteola, Petchersky, Sánchez Gómez, Solsona y Viñoly remodelaron una antigua tienda para la casa matriz del Banco Ciudad de Buenos Aires. El programa fue reinterpretado; el salón de operaciones, tesoro y accesos fueron unificados creando una serie de niveles integrados a un espacio articulado común, configurando una caja de vidrio donde los nuevos entrepisos quedan flotando. Una lúdica operación donde la continuidad material es protagonista y los espacios de trabajo se funden con el espacio público. Ahora la idea se sistematizará, nuevas piezas ocupando antiguas estructuras preexistentes se multiplicarán por toda la ciudad. Aunque más modesto, la remodelación de la antigua The Royal Mail Steam Packet Company para el Banco Federal Argentino también se encuadra en el marco de este tipo de intervenciones. SCALA REGIA Las losas escalonadas del edificio para el Banco de Córdoba pretendían establecer una suerte de microcosmos urbano, etéreo, en el desfiladero dejado por las moles de los edificios bancarios como el Banco Nación cruzando la calle. Su fachada resulta reveladora de la unidad interior. El cliente entiende la moderna metáfora, las ágiles transacciones financieras en el marco fuertemente densificado de la city, la percepción cinemática de entrepisos, pasarelas y escaleras eran sublimadas por la presencia de la luz. CRIATURA Con motivo de su centenario el Banco de Londres y América del Sur convocó a un concurso privado para su nueva sede en el terreno que ocupaba desde su fundación. Las bases hacían especial hincapié en la flexibilidad y la imagen. El proyecto ganador correspondió al joven Clorindo Testa quien había sido invitado especialmente para este concurso por el experimentado estudio SEPRA. En esta obra los arquitectos hallarían ciertas formas que se transformarán en paradigmas de su lenguaje inmediatamente posterior. Consciente de su valor publicitario, la original idea responde a la flexibilidad buscada: un volumen virtual que alberga en su interior todas las actividades en un único espacio, cuyos verdaderos límites son las fachadas de los edificios vecinos. Por primera vez el dinero desaparece por completo, la solidez se transfigura en la fuerza de su ciclópea estructura y el tesoro desaparece en las profundidades sin recurrir a forzados espectáculos. Sólo la pequeña piazza y tras ella el complejo hall para el público que integra espacialmente los demás pisos de oficinas en una continua y metabólica interacción de partes. Como una síntesis de toda la evolución de la city, el movimiento bancario finalmente se corporiza de cara al paisaje de la calle.

(1) W. G. Sebald, Austerlitz, Editorial Anagrama, Barcelona, 2002. (2) Fabio Grementieri, Días del Patrimonio de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaría de Cultura, Buenos Aires, 2000. (3) Richard Sennett, El declive del hombre público, Ediciones Península, Barcelona, 2002.

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Desde esa privilegiada posición el público tenía una visión panorámica de los edificios adyacentes y en primer plano el portal del Banco Francés e Italiano del arquitecto del Barolo.

17. Bank of America 1966-68 Mario R. Alvarez y Asoc. Jorge Aslan y Héctor Ezcurra San Martín 202

Los grandes aventanamientos transforman la actividad bancaria en un espectáculo urbano donde el tesoro es el protagonista.

04. Banco Ciudad de Buenos Aires 1968 Manteola, Petchersky, Sánchez Gómez, Solsona, Viñoly Florida 302

La ascensión corporizada dentro de un vasto volumen con niveles de usos libres e indeterminados.

30. Banco de Córdoba 1973-78 Miguel A. Roca Bartolomé Mitre 357

Un molusco sin caparazón, un organismo, como las ilustraciones del cuerpo humano de los tratados y las enciclopedias donde se permite ver las vísceras. En él nos movemos como dentro una cárcel de Piranesi.

29. Banco de Londres y de América del Sur 1959-66 SEPRA - Sánchez Elía, Peralta Ramos y Agostini - y C. Testa Reconquista 105

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LAS ESCENAS TEMIDAS DE LA PARTICIPACIÓN Audiencia pública para la revisión del Plan Director de Porto Alegre

Gustavo Diéguez Luego de décadas de un urbanismo ligado a las decisiones de oficinas técnicas, en los últimos años se ha instalado la idea de un urbanismo consultivo, en un intento por democratizar las decisiones sobre la ciudad. En esa línea, los planes urbanos de Porto Alegre y Buenos Aires han incorporado diferentes instancias de participación ciudadana -audiencias públicas, consejos asesores, presupuestos participativos, etc. Gustavo Diéguez se interroga sobre cómo lograr que las estructuras participativas sean realmente mecanismos de consenso y no que simplemente produzcan una ilusión sobre el rol activo de los ciudadanos.

El séptimo día (I) Los sábados por la mañana en Porto Alegre se declara el estado de excepción. De modo espontáneo, sin aparente disposición oficial, la ciudad queda liberada al comercio de un modo absoluto. Las calles del centro se cubren de ocasionales puestos de venta con productos chinos de bajo costo y otros de orígenes más imprecisos. Los sábados, tal vez siguiendo ciertos hábitos adventistas fijados durante el último tiempo en la cultura brasileña, los organismos de vigilancia se ofrecen al recogimiento, los controles habituales se desplazan, cediendo su lugar al que ejercen los comerciantes montados en lo alto de sus escaleras plegables (fig. 1) para conseguir un panóptico perfecto y efectivo en el cuidado de las mercaderías que ofrecen a la venta sobre sus aceras y hasta en la misma senda vehicular. Entonces, en las mañanas de los sábados la población gana las calles y se encomienda al consumo de una manera fervorosa. Para el ciudadano medio portoalegrense, esos productos están al alcance de su posibilidad de compra. El comercio justifica en ese momento la condición urbana. La ciudadanía comparte el espacio público, a la vez que se lo disputa tanto para circular como para apropiarlo con el fin de instalar su puesto de venta. Un sábado por la mañana fue el día elegido para celebrar una instancia de participación popular, discutir la normativa urbana futura y decidir el crecimiento o buena parte del destino de Porto Alegre. Un millón y medio de habitantes fueron convocados a dejar su hábito urbano de los sábados para concentrarse en el Salón de Actos de la Rectoría de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul donde apenas pueden ingresar mil trescientas personas. fig. 1. Sábado por la mañana. Comercio callejero en Porto Alegre. Vigilancia 1 fig. 1. Saturday morning. Street trade in Porto Alegre. Surveillance 1

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LAS ESCENAS TEMIDAS DE LA PARTICIPACIÓN Audiencia pública para la revisión del Plan Director de Porto Alegre

Gustavo Diéguez Luego de décadas de un urbanismo ligado a las decisiones de oficinas técnicas, en los últimos años se ha instalado la idea de un urbanismo consultivo, en un intento por democratizar las decisiones sobre la ciudad. En esa línea, los planes urbanos de Porto Alegre y Buenos Aires han incorporado diferentes instancias de participación ciudadana -audiencias públicas, consejos asesores, presupuestos participativos, etc. Gustavo Diéguez se interroga sobre cómo lograr que las estructuras participativas sean realmente mecanismos de consenso y no que simplemente produzcan una ilusión sobre el rol activo de los ciudadanos.

El séptimo día (I) Los sábados por la mañana en Porto Alegre se declara el estado de excepción. De modo espontáneo, sin aparente disposición oficial, la ciudad queda liberada al comercio de un modo absoluto. Las calles del centro se cubren de ocasionales puestos de venta con productos chinos de bajo costo y otros de orígenes más imprecisos. Los sábados, tal vez siguiendo ciertos hábitos adventistas fijados durante el último tiempo en la cultura brasileña, los organismos de vigilancia se ofrecen al recogimiento, los controles habituales se desplazan, cediendo su lugar al que ejercen los comerciantes montados en lo alto de sus escaleras plegables (fig. 1) para conseguir un panóptico perfecto y efectivo en el cuidado de las mercaderías que ofrecen a la venta sobre sus aceras y hasta en la misma senda vehicular. Entonces, en las mañanas de los sábados la población gana las calles y se encomienda al consumo de una manera fervorosa. Para el ciudadano medio portoalegrense, esos productos están al alcance de su posibilidad de compra. El comercio justifica en ese momento la condición urbana. La ciudadanía comparte el espacio público, a la vez que se lo disputa tanto para circular como para apropiarlo con el fin de instalar su puesto de venta. Un sábado por la mañana fue el día elegido para celebrar una instancia de participación popular, discutir la normativa urbana futura y decidir el crecimiento o buena parte del destino de Porto Alegre. Un millón y medio de habitantes fueron convocados a dejar su hábito urbano de los sábados para concentrarse en el Salón de Actos de la Rectoría de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul donde apenas pueden ingresar mil trescientas personas. fig. 1. Sábado por la mañana. Comercio callejero en Porto Alegre. Vigilancia 1 fig. 1. Saturday morning. Street trade in Porto Alegre. Surveillance 1

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El séptimo día (II) “A cidade não é mercadoria”. (Frase con que el Instituto de Arquitetos do Brasil se manifestara premonitoriamente en torno a la Audiencia Pública de revisión del Plano Diretor)

“...Diga não ao desemprego!... Todo inscrito terá directo a voto. Colegas do STICC- do nosso sindicato, estarão uniformizados organizando como você devera votar. Vamos nos mobilizar para garantir nosso emprego e dignidade!” (Texto extraído del panfleto entregado en mano por el sindicato de los trabajadores de la industria de la construcción a los participantes de la Audiencia Pública de Revisión del Plano Diretor de Desenvolvimento Urbano Ambiental-PDDUA)

El auditorio ya había sido colmado desde temprano por miembros de las clases trabajadoras movilizadas por los sindicatos, notables aliados de la corporación de empresas constructoras. Los ómnibus llegaron desde diferentes lugares de la ciudad. El móvil principal de la convocatoria sindical era la amenaza del desempleo. Estaba en juego una necesidad básica. La carga dramática se había logrado con el cambio de eje del debate, o mejor dicho, con su tergiversación. No se discutiría un plan urbano, esto es, el crecimiento futuro de la ciudad. Se defendería la falta de trabajo. Entonces, como ante cualquier situación extrema, se creó la condición espiritual que puede hacer homogénea la voluntad general. A ello se le agregó el

fig. 2. El delegado sindical sentado en el borde de la tribuna levanta su tarjeta y señala a su gente cuando se debe votar. Vigilancia 2 fig. 2. Sitting on a row of seat, the union delegate raises his card and indicates to his people when to vote. Surveillance 2

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estímulo material: un sándwich para el mediodía y un poco de dinero equivalente a un jornal. La primera imagen que aparece es la más familiar; la de la habitual movilización peronista. Sin ir más lejos ese fin de semana con la misma metodología el presidente argentino Néstor Kirchner trasladaba 600 militantes desde Buenos Aires hasta Mendoza –poco más de mil kilómetros- para escuchar aplausos en un acto político local. De inmediato se volvió necesario suponer la alternativa de una segunda imagen, una interpretación tranquilizadora y hasta paternalista, que intentara sacar a los asistentes de la situación de manipulación y coerción, una versión sobre la participación y el protagonismo acorde, tal vez, a la vigencia recuperada en el último tiempo por la sociedad del espectáculo de Guy Debord. Para ello es útil suponer que lo percibido por los concurrentes es lo mismo que recibe un extra de cine por un día de filmación, que el móvil del desempleo funciona en ese caso como el estímulo dramático para conseguir una eficaz actuación y que, entonces, la Audiencia Pública no forma parte del sistema de protocolos institucionales de la democracia sino funciona, antes bien, como una representación más dentro de los formatos culturales de la ficción. (fig 2) De lo contrario; ¿puede ser considerado lo suficientemente democrático un dispositivo como esta audiencia pública cuya llave de triunfo la adquiere aquel que tenga la habilidad para ocupar la mayor cantidad de butacas posibles en el menor tiempo como si del “juego de la silla” se tratara? ¿Podrá encuadrarse dentro de los parámetros democráticos una instancia de participación en la que menos del 1% de los congregados en una sala tomará la decisión por el resto de los habitantes de la ciudad sin que haya mediado una instancia de delegación de tal facultad y cuando operativamente para la estadística esa porción proporcional de población no es apta siquiera para legitimar a una simple encuesta? ¿Será lo suficientemente convincente la expectativa de participación popular que las autoridades del ayuntamiento han manifestado organizando el evento en una sala de cámara que supera escasamente el millar de localidades? ¿Es realmente una situación que fortalece la cultura democrática la invitación a los ciudadanos a participar en una decisión sobre cuestiones, terminologías y coeficientes de orden técnico difícilmente comprensibles con su sola lectura? Ante esta serie de preguntas lo mejor que puede ocurrir es pensar todo lo ocurrido como una puesta en escena, una representación de las habituales conductas sociales conocidas de antemano por cada uno de los “actores” de un guión cifrado en el inconsciente colectivo. De no ser así; ¿qué hubiera ocurrido si los representantes de las organizaciones sociales se hubieran reunido con anticipación -y no en el hall del auditorio cuando se retiraron bajo protesta tras media hora de audiencia-, para desarrollar una campaña de concientización en los medios sobre sus convicciones contrarias a las ambiciones especulativas de las grandes empresas constructoras? No es difícil pensar que por lo menos más de la mitad del auditorio, setecientas personas interesadas dentro del millón y medio de habitantes, pudieron haber asistido en representación de una opinión diferente a la de los grupos vinculados con los inversores inmobiliarios -partidarios de la construcción indiscriminada. Pero es también conocido que todos los grupos minoritarios, tanto sea representantes de alternativas ambientalistas o hasta quienes solicitan la restitución de las áreas rurales, no concuerdan entre sí en la totalidad de los 454 pedidos de reformas dentro de los 169 artículos del actual Plan Director. También es conocido como lugar común la histórica rivalidad de las minorías en términos de protagonismo. En la Argentina la experiencia es conocida a través de las prácticas rupturistas de los partidos de izquierda y sus líderes durante décadas. Pensar en la posibilidad, evidentemente improbable, de que la presencia de ciudadanos contrarios a la posición de las empresas consUR (Conversar) / 65


El séptimo día (II) “A cidade não é mercadoria”. (Frase con que el Instituto de Arquitetos do Brasil se manifestara premonitoriamente en torno a la Audiencia Pública de revisión del Plano Diretor)

“...Diga não ao desemprego!... Todo inscrito terá directo a voto. Colegas do STICC- do nosso sindicato, estarão uniformizados organizando como você devera votar. Vamos nos mobilizar para garantir nosso emprego e dignidade!” (Texto extraído del panfleto entregado en mano por el sindicato de los trabajadores de la industria de la construcción a los participantes de la Audiencia Pública de Revisión del Plano Diretor de Desenvolvimento Urbano Ambiental-PDDUA)

El auditorio ya había sido colmado desde temprano por miembros de las clases trabajadoras movilizadas por los sindicatos, notables aliados de la corporación de empresas constructoras. Los ómnibus llegaron desde diferentes lugares de la ciudad. El móvil principal de la convocatoria sindical era la amenaza del desempleo. Estaba en juego una necesidad básica. La carga dramática se había logrado con el cambio de eje del debate, o mejor dicho, con su tergiversación. No se discutiría un plan urbano, esto es, el crecimiento futuro de la ciudad. Se defendería la falta de trabajo. Entonces, como ante cualquier situación extrema, se creó la condición espiritual que puede hacer homogénea la voluntad general. A ello se le agregó el

fig. 2. El delegado sindical sentado en el borde de la tribuna levanta su tarjeta y señala a su gente cuando se debe votar. Vigilancia 2 fig. 2. Sitting on a row of seat, the union delegate raises his card and indicates to his people when to vote. Surveillance 2

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estímulo material: un sándwich para el mediodía y un poco de dinero equivalente a un jornal. La primera imagen que aparece es la más familiar; la de la habitual movilización peronista. Sin ir más lejos ese fin de semana con la misma metodología el presidente argentino Néstor Kirchner trasladaba 600 militantes desde Buenos Aires hasta Mendoza –poco más de mil kilómetros- para escuchar aplausos en un acto político local. De inmediato se volvió necesario suponer la alternativa de una segunda imagen, una interpretación tranquilizadora y hasta paternalista, que intentara sacar a los asistentes de la situación de manipulación y coerción, una versión sobre la participación y el protagonismo acorde, tal vez, a la vigencia recuperada en el último tiempo por la sociedad del espectáculo de Guy Debord. Para ello es útil suponer que lo percibido por los concurrentes es lo mismo que recibe un extra de cine por un día de filmación, que el móvil del desempleo funciona en ese caso como el estímulo dramático para conseguir una eficaz actuación y que, entonces, la Audiencia Pública no forma parte del sistema de protocolos institucionales de la democracia sino funciona, antes bien, como una representación más dentro de los formatos culturales de la ficción. (fig 2) De lo contrario; ¿puede ser considerado lo suficientemente democrático un dispositivo como esta audiencia pública cuya llave de triunfo la adquiere aquel que tenga la habilidad para ocupar la mayor cantidad de butacas posibles en el menor tiempo como si del “juego de la silla” se tratara? ¿Podrá encuadrarse dentro de los parámetros democráticos una instancia de participación en la que menos del 1% de los congregados en una sala tomará la decisión por el resto de los habitantes de la ciudad sin que haya mediado una instancia de delegación de tal facultad y cuando operativamente para la estadística esa porción proporcional de población no es apta siquiera para legitimar a una simple encuesta? ¿Será lo suficientemente convincente la expectativa de participación popular que las autoridades del ayuntamiento han manifestado organizando el evento en una sala de cámara que supera escasamente el millar de localidades? ¿Es realmente una situación que fortalece la cultura democrática la invitación a los ciudadanos a participar en una decisión sobre cuestiones, terminologías y coeficientes de orden técnico difícilmente comprensibles con su sola lectura? Ante esta serie de preguntas lo mejor que puede ocurrir es pensar todo lo ocurrido como una puesta en escena, una representación de las habituales conductas sociales conocidas de antemano por cada uno de los “actores” de un guión cifrado en el inconsciente colectivo. De no ser así; ¿qué hubiera ocurrido si los representantes de las organizaciones sociales se hubieran reunido con anticipación -y no en el hall del auditorio cuando se retiraron bajo protesta tras media hora de audiencia-, para desarrollar una campaña de concientización en los medios sobre sus convicciones contrarias a las ambiciones especulativas de las grandes empresas constructoras? No es difícil pensar que por lo menos más de la mitad del auditorio, setecientas personas interesadas dentro del millón y medio de habitantes, pudieron haber asistido en representación de una opinión diferente a la de los grupos vinculados con los inversores inmobiliarios -partidarios de la construcción indiscriminada. Pero es también conocido que todos los grupos minoritarios, tanto sea representantes de alternativas ambientalistas o hasta quienes solicitan la restitución de las áreas rurales, no concuerdan entre sí en la totalidad de los 454 pedidos de reformas dentro de los 169 artículos del actual Plan Director. También es conocido como lugar común la histórica rivalidad de las minorías en términos de protagonismo. En la Argentina la experiencia es conocida a través de las prácticas rupturistas de los partidos de izquierda y sus líderes durante décadas. Pensar en la posibilidad, evidentemente improbable, de que la presencia de ciudadanos contrarios a la posición de las empresas consUR (Conversar) / 65


tructoras sea mayoritaria, era consentir una situación de verdadero peligro si del otro lado se encontraban compartiendo la sala una cantidad de personas movilizadas a tomar la sala por la necesidad imperiosa de la defensa de su fuente de trabajo. Es por eso que todos llevaron adelante lo que estaba previsto: los artículos fueron votados uno a uno como si fueran comprendidos por todos los presentes, los delegados sindicales levantaron sus tarjetas en el momento que se pedía la votación de las propuestas del sindicato, la mayoría de los concurrentes elevaron a su vez sus cartones en obediencia a la indicación de los delegados, los representantes de organizaciones sociales se retiraron indignados de la sala, rápidamente se solicitó una pausa para ofrecer el refrigerio prometido a los concurrentes, el instituto de arquitectos hizo su protesta ante las autoridades con el rechazo de la multitud a sus espaldas, se votó un tercio de los artículos a revisar, se invitó a regresar el próximo sábado a una segunda sesión y finalmente los concurrentes se retiraron en los ómnibus en los que fueron llevados. Finalmente, para sumar otro argumento de soporte a lo ficcional del evento, se debe mencionar como información fundamental que la Audiencia, tal como ha sido definida en la Legislación Federal, está contemplada para que el poder público informe a los ciudadanos y esclarezca dudas. Claramente la Audiencia Pública no está definida como un instrumento deliberativo. La finalidad instrumental de la Audiencia fue desvirtuada en este caso y por lo tanto la ley fue alterada. Como una de esas paradojas que se ofrecen involuntariamente dos días después se celebró en la Sala 2, ubicada debajo de la que tuvo por destino la Audiencia Pública, el Coloquio Internacional de Geocrítica organizado por la Universidade Federal do Rio Grande do Sul y la Universitat de Barcelona. En el primer día de sesiones la mesa de trabajo y de ponencias llevaba por nombre “El planeamiento urbano desde el diálogo y la participación”. La Audiencia Pública obtuvo una reacción negativa en los medios y en entidades profesionales como el Instituto de Arquitetos do Brasil (RS). Su continuación programada para el siguiente sábado fue suspendida tras la intervención del Ministerio Público. Finalmente el sábado 16 de junio la postergada segunda parte se llevó a cabo en el Ginásio da Brigada Militar luego que la Secretaria de Planeamiento Municipal y la Procuraduría General del Municipio acordaran las condiciones de continuidad de la audiencia con el Ministerio Público sin poner en duda la legitimidad de la primera de las sesiones. Sin embargo, la ausencia a esta segunda reunión del cuerpo de técnicos que redactó las modificaciones del Plano Diretor permitió, mediante su señal de repudio, que se pueda seguir indicando a esta Audiencia Pública como un evento viciado de nulidad.

El séptimo día (III) Todos los sábados sólo una plaza del centro de la ciudad permanece extrañamente vacía. En ella no hay puestos ambulantes, ni fervor por el consumo. Un par de perros de bronce aguardan sentados y contemplan con actitud atenta a una figura femenina que hace poco tiempo ha sido incorporada al plano desnudo de la fachada del Palacio de Justicia (fig. 3). Se esperó su presencia por años. Sin esperar ningún rédito del simbolismo podrá decirse que finalmente la Justicia llegó al Palacio. Con la reciente restauración del edificio se instaló la escultura que luce como el mascarón de proa de las antiguas embarcaciones. Los mastines encontraron finalmente su lugar en la composición. La imagen de una justicia vigilada puede resultar de un particular interés para quien quiera introducirse en los terrenos de la interpretación alegórica; ante el desafío de develar los hipotéticos significados en torno al espíritu de la observancia representado en la escena y aventurar sus posibles depositarios.

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fig. 3. Vigilancia 3 fig. 3 Surveillance 3

Participación: Tecnología y cautiverio Participación, consigna reiterada con creciente frecuencia por las gestiones municipales de los más diversos signos políticos en todo el continente, es el argumento que ha tomado mayor protagonismo como herramienta de la planificación urbana y el urbanismo en general en la última década. Luego de épocas caracterizadas por el gobierno de las oficinas técnicas responsables del urbanismo predictivo y oracular, se instaló cada vez con más preponderancia la idea de un urbanismo consultivo -cercano a los mecanismos de decisión popular-, en un intento por democratizar las decisiones sobre la ciudad. El planeamiento estratégico participativo ocupó así el lugar de privilegio de las metodologías estatales y se propagó internacionalmente como disciplina. La creación del Estatuto da Cidade en julio en 2001 y del Ministèrio das Cidades en enero de 2003 conforman el antecedente institucional que colocó a la sociedad brasilera en una situación de ejemplaridad en la búsqueda de una cultura urbana participativa. Por otra parte, lo antedicho en relación con el actual proceso deliberativo en Porto Alegre y sus dificultades puede analizarse sólo si en primer lugar se admite la vocación democrática que en los últimos años se ha reflejado en la clase política a través del desarrollo de mecanismos de participación popular. El proceso vivido en Porto Alegre se convierte, por esa misma razón, en un caso preciso para el análisis comparativo con otras ciudades que aún atraviesan procesos de deliberación ciudadana, como así también para interrogar de manera más profunda sobre el real significado del concepto y los protocolos que lo aplican.

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tructoras sea mayoritaria, era consentir una situación de verdadero peligro si del otro lado se encontraban compartiendo la sala una cantidad de personas movilizadas a tomar la sala por la necesidad imperiosa de la defensa de su fuente de trabajo. Es por eso que todos llevaron adelante lo que estaba previsto: los artículos fueron votados uno a uno como si fueran comprendidos por todos los presentes, los delegados sindicales levantaron sus tarjetas en el momento que se pedía la votación de las propuestas del sindicato, la mayoría de los concurrentes elevaron a su vez sus cartones en obediencia a la indicación de los delegados, los representantes de organizaciones sociales se retiraron indignados de la sala, rápidamente se solicitó una pausa para ofrecer el refrigerio prometido a los concurrentes, el instituto de arquitectos hizo su protesta ante las autoridades con el rechazo de la multitud a sus espaldas, se votó un tercio de los artículos a revisar, se invitó a regresar el próximo sábado a una segunda sesión y finalmente los concurrentes se retiraron en los ómnibus en los que fueron llevados. Finalmente, para sumar otro argumento de soporte a lo ficcional del evento, se debe mencionar como información fundamental que la Audiencia, tal como ha sido definida en la Legislación Federal, está contemplada para que el poder público informe a los ciudadanos y esclarezca dudas. Claramente la Audiencia Pública no está definida como un instrumento deliberativo. La finalidad instrumental de la Audiencia fue desvirtuada en este caso y por lo tanto la ley fue alterada. Como una de esas paradojas que se ofrecen involuntariamente dos días después se celebró en la Sala 2, ubicada debajo de la que tuvo por destino la Audiencia Pública, el Coloquio Internacional de Geocrítica organizado por la Universidade Federal do Rio Grande do Sul y la Universitat de Barcelona. En el primer día de sesiones la mesa de trabajo y de ponencias llevaba por nombre “El planeamiento urbano desde el diálogo y la participación”. La Audiencia Pública obtuvo una reacción negativa en los medios y en entidades profesionales como el Instituto de Arquitetos do Brasil (RS). Su continuación programada para el siguiente sábado fue suspendida tras la intervención del Ministerio Público. Finalmente el sábado 16 de junio la postergada segunda parte se llevó a cabo en el Ginásio da Brigada Militar luego que la Secretaria de Planeamiento Municipal y la Procuraduría General del Municipio acordaran las condiciones de continuidad de la audiencia con el Ministerio Público sin poner en duda la legitimidad de la primera de las sesiones. Sin embargo, la ausencia a esta segunda reunión del cuerpo de técnicos que redactó las modificaciones del Plano Diretor permitió, mediante su señal de repudio, que se pueda seguir indicando a esta Audiencia Pública como un evento viciado de nulidad.

El séptimo día (III) Todos los sábados sólo una plaza del centro de la ciudad permanece extrañamente vacía. En ella no hay puestos ambulantes, ni fervor por el consumo. Un par de perros de bronce aguardan sentados y contemplan con actitud atenta a una figura femenina que hace poco tiempo ha sido incorporada al plano desnudo de la fachada del Palacio de Justicia (fig. 3). Se esperó su presencia por años. Sin esperar ningún rédito del simbolismo podrá decirse que finalmente la Justicia llegó al Palacio. Con la reciente restauración del edificio se instaló la escultura que luce como el mascarón de proa de las antiguas embarcaciones. Los mastines encontraron finalmente su lugar en la composición. La imagen de una justicia vigilada puede resultar de un particular interés para quien quiera introducirse en los terrenos de la interpretación alegórica; ante el desafío de develar los hipotéticos significados en torno al espíritu de la observancia representado en la escena y aventurar sus posibles depositarios.

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fig. 3. Vigilancia 3 fig. 3 Surveillance 3

Participación: Tecnología y cautiverio Participación, consigna reiterada con creciente frecuencia por las gestiones municipales de los más diversos signos políticos en todo el continente, es el argumento que ha tomado mayor protagonismo como herramienta de la planificación urbana y el urbanismo en general en la última década. Luego de épocas caracterizadas por el gobierno de las oficinas técnicas responsables del urbanismo predictivo y oracular, se instaló cada vez con más preponderancia la idea de un urbanismo consultivo -cercano a los mecanismos de decisión popular-, en un intento por democratizar las decisiones sobre la ciudad. El planeamiento estratégico participativo ocupó así el lugar de privilegio de las metodologías estatales y se propagó internacionalmente como disciplina. La creación del Estatuto da Cidade en julio en 2001 y del Ministèrio das Cidades en enero de 2003 conforman el antecedente institucional que colocó a la sociedad brasilera en una situación de ejemplaridad en la búsqueda de una cultura urbana participativa. Por otra parte, lo antedicho en relación con el actual proceso deliberativo en Porto Alegre y sus dificultades puede analizarse sólo si en primer lugar se admite la vocación democrática que en los últimos años se ha reflejado en la clase política a través del desarrollo de mecanismos de participación popular. El proceso vivido en Porto Alegre se convierte, por esa misma razón, en un caso preciso para el análisis comparativo con otras ciudades que aún atraviesan procesos de deliberación ciudadana, como así también para interrogar de manera más profunda sobre el real significado del concepto y los protocolos que lo aplican.

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Se ha podido comprobar en aquellos y en estos tiempos que los postulados y las declaraciones de principios que introducen y argumentan a las normativas urbanas no son garantía de una consecuente implementación cuando son llevados a su resolución técnica. En ese sentido se vuelve indispensable la discusión sobre la aplicación de las doctrinas urbanísticas. Dentro de ellas el caso de la participación popular y su tecnología no debería ser la excepción una vez que ha sido incorporada como condición declamada de los procesos de gestión de las normativas urbanas. Hay, entonces, todo un camino por recorrer en términos de una instrumentación de los modos de participación antes que encuentren su agotamiento por una aplicación deficiente. La participación ciudadana en el caso de poder considerarla un instrumento reciente del urbanismo se enfrenta con una dificultad inicial que consiste en poder lograr una eficaz tecnología para cada caso en que deba ser implementada. Conviene repasar entonces el proceso participativo que viene aconteciendo en Porto Alegre. El Plano Diretor que se está poniendo a revisión es aquel que se promulgara en 1999. Es sabido que ese proceso de formulación del Plano Diretor no tuvo su forma final cuando se presentó como proyecto de ley, sino que luego de ser tratado por la Cámara Legislativa Municipal sufrió modificaciones y enmiendas que conformaron muy particularmente algunas de las aspiraciones de los grupos del establishment inmobiliario -minorías en lenguaje democrático-, privilegiando la mercantilización del suelo en detrimento de los demás aspectos de cualificación urbana y ambiental votadas por la población en los Congresos da Cidade En octubre de 2003 se realizó la Conferencia de Evaluación del Plan Director. Se discutió en aquel entonces en foros regionales con amplia participación de la población los contenidos de la ley 434/99 que fuera objeto de sospecha por sus alteraciones al momento de su promulgación. Allí se logró consolidar nuevamente, a través del debate y el análisis de los diferentes representantes de la sociedad, una nueva aproximación al modelo de ciudad futura. El material producido fue tomado como material de trabajo por los técnicos de la Prefectura que realizaron los análisis y monitoreos correspondientes y realizaron las comprobaciones respectivas para luego traducir a normas técnicas las expectativas presentadas y las correcciones sugeridas en la conferencia de evaluación. Los estudios llevados adelante por los técnicos del municipio permitieron demostrar con claridad la inadecuación de las actuales reglas de uso y ocupación del suelo en relación a los principios y objetivos del PDDUA. De esta forma pudieron concretar la modificación y el perfeccionamiento del texto de la mencionada ley. Llega luego la instancia de la comentada Audiencia Pública y la convocatoria abierta, un par de meses antes, para la recepción de propuestas de nuevas modificaciones, interviniendo de esta forma sobre el proceso de revisión trabajosamente conseguido. En este caso la manipulación de voluntades permitió, a partir del imprevisto carácter deliberativo de la audiencia, intervenir en la secuencia participativa inicialmente programada y facilitar que un grupo de actores sociales muy concreto como la corporación de empresas constructoras encubierta en los sindicatos pudiera incluir cláusulas beneficiosas al esquema de negocios para la construcción. Entonces la participación fue combatida con participación. El proceso que llevó cuatro años de trabajo en diferentes instancias participativas y técnicas pudo modificarse radicalmente, y sin mayor esfuerzo, con tan sólo una maniobra que paradójicamente se presenta como un acto democrático. Se expuso por este medio a la población a absorber y cargar con la responsabilidad de las dudosas enmiendas, tarea que correspondió a los legisladores en ocasión de la aprobación de la ley del año 1999. Si se analiza por un momento el nombre con el que la Prefeitura Municipal de Porto Alegre denomina a la audiencia que promueve el presente relato: “Audiencia Pública para Aprobación de Propuesta de Anteproyecto de Ley objetivando la Revisión del Plano Director de Desenvolvimiento Urbano Ambiental del Municipio de Porto Alegre”, se podrá concluir que 68 / (Conversar) UR

también en esta oportunidad existirá una instancia posterior de convalidación legislativa y otra oportunidad de incidencia en las modificaciones estipuladas, aunque en esta ocasión no será tan necesario ya que las modificaciones elevadas a tratamiento legislativo se decidieron en una “ceremonia democrática” que no debería llamar a sospecha. Lo que agrava de todo este caso es el desgaste al que se sometió al sistema técnico de desarrollo de la normativa y a su proceso de convalidación popular. En Buenos Aires existe esa misma sensación de desgaste pero, hasta se puede arriesgar, se produce con un menor grado de visibilidad y exposición pública. Buenos Aires no tiene en este momento una imagen futura de sí misma, más concretamente, no cuenta con un plan de crecimiento de curso legal. El Plan Urbano Ambiental (PUA), iniciado en su confección y redacción también en 1999, aún no se promulgó y ha sido objeto de infinidad de simplificaciones, debido a discrepancias políticas a lo largo de estos años. Pasó de ser en su comienzo un documento técnico explícito en cada uno de los temas de acción estratégica, a lo que es en la actualidad la última versión conocida: sólo un texto recopilatorio de un puñado de principios y voluntades de acción a futuro. El largo proceso para su aprobación y el debilitamiento progresivo del rigor aplicativo de la normativa constituye una modalidad de exposición del desgaste de un tono muy similar a la de las mecánicas relacionadas con la participación cívica descriptas anteriormente para el caso de Porto Alegre. Buenos Aires a partir de la redacción de su nuevo estatuto de gobierno, en virtud de su autonomía como ciudad y dentro de los alcances de su nueva Constitución ha incorporado también institutos que suponen mecanismos de consenso social para la definición de políticas urbanas; pero asimismo ha logrado, mediante variados métodos, desconocerlos. Son diversas las causas y los niveles de responsabilidad que producen este fenómeno. Al ya citado Consejo del Plan Urbano Ambiental, puede sumarse para el análisis el Consejo del Plan Estratégico y el Presupuesto Participativo. El caso de Buenos Aires podría definirse como el de un sistema de participación que supone a las instituciones del tercer sector como las formas sociales que mejor representan a la ciudadanía. Es por ese motivo que los miembros principales asignados a la elaboración del PUA son los representantes de los partidos políticos -considerados como los de mayor representatividad dentro del sistema democrático-; a pesar de que estos organismos prácticamente han desaparecido en los últimos años en su rol de estructuras tradicionales de referencia de la organización social de la política argentina. Para lograr la participación en otro cuerpo colegiado como el Consejo del Plan Estratégico es necesario representar a una institución social como una ONG o una universidad. El Consejo del Plan Estratégico congrega a una considerable cantidad de instituciones que se reúnen en diferentes comisiones de tratamiento. Allí se discuten una gran cantidad de temas y se analizan diversos tipos de problemáticas que se transforman en la redacción de propuestas. Estas propuestas son elevadas para su tratamiento legislativo y su estudio respectivo, pero en concreto no determinan en absoluto su necesario análisis o puesta en marcha dado que no son vinculantes. El ente en cuestión representa una gran cantidad de trabajo acumulado que se traduce a una suerte de ensayo sin demasiado sentido si se analiza su incidencia real en la transformación y el aporte a las políticas urbanas. Se remite sólo a la elevación de recomendaciones sobre las problemáticas que estudia. Estas figuras sólo están representando un requisito constitucional que debe ser cumplido como una obligación institucional, pero que no se aprovecha ciertamente como herramienta ni le es concedida ninguna injerencia en el campo de las decisiones. La participación sin incidencia en la modificación de la realidad urbana genera desgaste y produce descrédito en las estructuras deliberativas. De esta forma la participación ciudadana UR (Conversar) / 69


Se ha podido comprobar en aquellos y en estos tiempos que los postulados y las declaraciones de principios que introducen y argumentan a las normativas urbanas no son garantía de una consecuente implementación cuando son llevados a su resolución técnica. En ese sentido se vuelve indispensable la discusión sobre la aplicación de las doctrinas urbanísticas. Dentro de ellas el caso de la participación popular y su tecnología no debería ser la excepción una vez que ha sido incorporada como condición declamada de los procesos de gestión de las normativas urbanas. Hay, entonces, todo un camino por recorrer en términos de una instrumentación de los modos de participación antes que encuentren su agotamiento por una aplicación deficiente. La participación ciudadana en el caso de poder considerarla un instrumento reciente del urbanismo se enfrenta con una dificultad inicial que consiste en poder lograr una eficaz tecnología para cada caso en que deba ser implementada. Conviene repasar entonces el proceso participativo que viene aconteciendo en Porto Alegre. El Plano Diretor que se está poniendo a revisión es aquel que se promulgara en 1999. Es sabido que ese proceso de formulación del Plano Diretor no tuvo su forma final cuando se presentó como proyecto de ley, sino que luego de ser tratado por la Cámara Legislativa Municipal sufrió modificaciones y enmiendas que conformaron muy particularmente algunas de las aspiraciones de los grupos del establishment inmobiliario -minorías en lenguaje democrático-, privilegiando la mercantilización del suelo en detrimento de los demás aspectos de cualificación urbana y ambiental votadas por la población en los Congresos da Cidade En octubre de 2003 se realizó la Conferencia de Evaluación del Plan Director. Se discutió en aquel entonces en foros regionales con amplia participación de la población los contenidos de la ley 434/99 que fuera objeto de sospecha por sus alteraciones al momento de su promulgación. Allí se logró consolidar nuevamente, a través del debate y el análisis de los diferentes representantes de la sociedad, una nueva aproximación al modelo de ciudad futura. El material producido fue tomado como material de trabajo por los técnicos de la Prefectura que realizaron los análisis y monitoreos correspondientes y realizaron las comprobaciones respectivas para luego traducir a normas técnicas las expectativas presentadas y las correcciones sugeridas en la conferencia de evaluación. Los estudios llevados adelante por los técnicos del municipio permitieron demostrar con claridad la inadecuación de las actuales reglas de uso y ocupación del suelo en relación a los principios y objetivos del PDDUA. De esta forma pudieron concretar la modificación y el perfeccionamiento del texto de la mencionada ley. Llega luego la instancia de la comentada Audiencia Pública y la convocatoria abierta, un par de meses antes, para la recepción de propuestas de nuevas modificaciones, interviniendo de esta forma sobre el proceso de revisión trabajosamente conseguido. En este caso la manipulación de voluntades permitió, a partir del imprevisto carácter deliberativo de la audiencia, intervenir en la secuencia participativa inicialmente programada y facilitar que un grupo de actores sociales muy concreto como la corporación de empresas constructoras encubierta en los sindicatos pudiera incluir cláusulas beneficiosas al esquema de negocios para la construcción. Entonces la participación fue combatida con participación. El proceso que llevó cuatro años de trabajo en diferentes instancias participativas y técnicas pudo modificarse radicalmente, y sin mayor esfuerzo, con tan sólo una maniobra que paradójicamente se presenta como un acto democrático. Se expuso por este medio a la población a absorber y cargar con la responsabilidad de las dudosas enmiendas, tarea que correspondió a los legisladores en ocasión de la aprobación de la ley del año 1999. Si se analiza por un momento el nombre con el que la Prefeitura Municipal de Porto Alegre denomina a la audiencia que promueve el presente relato: “Audiencia Pública para Aprobación de Propuesta de Anteproyecto de Ley objetivando la Revisión del Plano Director de Desenvolvimiento Urbano Ambiental del Municipio de Porto Alegre”, se podrá concluir que 68 / (Conversar) UR

también en esta oportunidad existirá una instancia posterior de convalidación legislativa y otra oportunidad de incidencia en las modificaciones estipuladas, aunque en esta ocasión no será tan necesario ya que las modificaciones elevadas a tratamiento legislativo se decidieron en una “ceremonia democrática” que no debería llamar a sospecha. Lo que agrava de todo este caso es el desgaste al que se sometió al sistema técnico de desarrollo de la normativa y a su proceso de convalidación popular. En Buenos Aires existe esa misma sensación de desgaste pero, hasta se puede arriesgar, se produce con un menor grado de visibilidad y exposición pública. Buenos Aires no tiene en este momento una imagen futura de sí misma, más concretamente, no cuenta con un plan de crecimiento de curso legal. El Plan Urbano Ambiental (PUA), iniciado en su confección y redacción también en 1999, aún no se promulgó y ha sido objeto de infinidad de simplificaciones, debido a discrepancias políticas a lo largo de estos años. Pasó de ser en su comienzo un documento técnico explícito en cada uno de los temas de acción estratégica, a lo que es en la actualidad la última versión conocida: sólo un texto recopilatorio de un puñado de principios y voluntades de acción a futuro. El largo proceso para su aprobación y el debilitamiento progresivo del rigor aplicativo de la normativa constituye una modalidad de exposición del desgaste de un tono muy similar a la de las mecánicas relacionadas con la participación cívica descriptas anteriormente para el caso de Porto Alegre. Buenos Aires a partir de la redacción de su nuevo estatuto de gobierno, en virtud de su autonomía como ciudad y dentro de los alcances de su nueva Constitución ha incorporado también institutos que suponen mecanismos de consenso social para la definición de políticas urbanas; pero asimismo ha logrado, mediante variados métodos, desconocerlos. Son diversas las causas y los niveles de responsabilidad que producen este fenómeno. Al ya citado Consejo del Plan Urbano Ambiental, puede sumarse para el análisis el Consejo del Plan Estratégico y el Presupuesto Participativo. El caso de Buenos Aires podría definirse como el de un sistema de participación que supone a las instituciones del tercer sector como las formas sociales que mejor representan a la ciudadanía. Es por ese motivo que los miembros principales asignados a la elaboración del PUA son los representantes de los partidos políticos -considerados como los de mayor representatividad dentro del sistema democrático-; a pesar de que estos organismos prácticamente han desaparecido en los últimos años en su rol de estructuras tradicionales de referencia de la organización social de la política argentina. Para lograr la participación en otro cuerpo colegiado como el Consejo del Plan Estratégico es necesario representar a una institución social como una ONG o una universidad. El Consejo del Plan Estratégico congrega a una considerable cantidad de instituciones que se reúnen en diferentes comisiones de tratamiento. Allí se discuten una gran cantidad de temas y se analizan diversos tipos de problemáticas que se transforman en la redacción de propuestas. Estas propuestas son elevadas para su tratamiento legislativo y su estudio respectivo, pero en concreto no determinan en absoluto su necesario análisis o puesta en marcha dado que no son vinculantes. El ente en cuestión representa una gran cantidad de trabajo acumulado que se traduce a una suerte de ensayo sin demasiado sentido si se analiza su incidencia real en la transformación y el aporte a las políticas urbanas. Se remite sólo a la elevación de recomendaciones sobre las problemáticas que estudia. Estas figuras sólo están representando un requisito constitucional que debe ser cumplido como una obligación institucional, pero que no se aprovecha ciertamente como herramienta ni le es concedida ninguna injerencia en el campo de las decisiones. La participación sin incidencia en la modificación de la realidad urbana genera desgaste y produce descrédito en las estructuras deliberativas. De esta forma la participación ciudadana UR (Conversar) / 69


está siendo empleada como un recurso convalidatorio que fácilmente puede someterse al cautiverio. Y contra todo lo pensado en casos como el de Porto Alegre hasta resulta una instancia funcional a grupos interesados en subvertir los acuerdos sociales. A la luz de estas experiencias las sociedades de esta parte del mundo deberán permitirse una nueva oportunidad para interrogarse nuevamente sobre cuáles son las formas y las tecnologías más adecuadas para que la participación, en tanto compromiso en el devenir cotidiano para las incumbencias comunes, sea eficaz. Entre la manipulación y la indiferencia, en estos momentos parece resultar efectivo el acuerdo tácito entre Estado y sociedad para superar este desafío tan sólo con procedimientos que produzcan un estado de ilusión sobre el rol activo de los ciudadanos. No es casual que el principio de delegación que la cultura electoral supo implementar es el que mejor supervivencia y aplicación ha tenido en la construcción del sentido democrático. La mecánica electoral, la elección de autoridades, la delegación a terceros se ha cristalizado como la imagen cierta de la naturaleza democrática y a partir de ello se aplicó literalmente en otras esferas como la del debate urbanístico. Es clara la dificultad instalada en nuestras culturas respecto de la aceptación como rutinas de actividades relativas a la deliberación urbana y social que no afecten cuestiones inmediatas y propias. Pero esta oportunidad solicitada para revisar los temas del futuro de las ciudades sólo depende de la relación que la sociedad quiera establecer con la estructura estatal. La experiencia recibida por muchos profesionales de áreas diversas que han pertenecido a iniciativas participativas propuestas desde planes estatales confirman su fracaso cuando no tienen su contrapartida originaria depositada también en algún interés inicial surgido en la sociedad civil. Algo de ello afirma también Rainer Randolph en su llamado a un planeamiento subversivo “…la mayoría de las concepciones y realizaciones del planeamiento participativo continúa presa de la tradicional lógica instrumental, técnica y a veces burocrática del planeamiento estatal (público). No redefine significativa y más radicalmente la relación entre Estado y Sociedad (y contribuye así para la perpetuación del status quo). “La ciudad no es mercadería” es la frase elegida por la comunidad de arquitectos para advertir sobre estos procesos decisorios. Se hace difícil lograr el real discernimiento de esta sentencia en estos tiempos en los que los ciudadanos han encontrado en la compra y venta la mejor manera para poderse relacionar socialmente en la ciudad, en su condición de poseedores de algún bien. La dificultad definitiva a la que parece enfrentarse la ciudadanía apelando a la condición metonímica que el comercio representa para la ciudad -y en su relación con las discusiones sobre su rol futuro-, consiste en poder determinar ciertamente sobre qué parte de la ciudad cada quien puede garantizar ser poseedor y propietario.

THE DREADED SCENES OF PARTICIPATION Public Hearing for the Review of Porto Alegre’s Urban Master Plan Gustavo Diéguez After decades of urbanism largely linked to the decisions of technical offices, in recent years the idea of participatory urbanism has taken hold in an attempt to democratize how decisions about the city are made. Urban plans in Porto Alegre and Buenos Aires have made use of different instances of citizens’ participation –public hearings, advisory boards, participatory budgets, etc. Gustavo Diéguez examines how to make these participatory structures into true mechanisms of consensus and not just a means to produce an illusion of an active role for citizens.

The Seventh Day (I)

The Seventh Day (II)

Saturday morning in Porto Alegre are a state of exception. Spontaneously, and without any apparent official measure, the city is wholly thrown into the hands of trade. The streets in the downtown area are covered by makeshift stands selling inexpensive products, some from China and others from less certain origins. Perhaps in keeping with certain Adventist customs that have taken hold in Brazil recently, on Saturdays security systems withdraw, normal measures of control recoil, allowing the merchants, atop their portable ladders (fig. 1), to keep a perfect and effective panoptic eye on the goods they are selling on the sidewalks and even the street. So, on Saturday mornings, the population takes to the streets and gives itself over to zealous consumption. The average citizen of Porto Alegre can afford these products. Trade, at this moment, justifies the city. The citizenry both shares and fights for the public space, whether to circulate through it or appropriate it to set up a stand. Saturday morning was the time chosen to celebrate a specific instance of public participation: mainly, to discuss the future urban regulation, and the growth pattern and fate of much of the city. One and a half million inhabitants were asked to leave aside their urban Saturday routine in order to gather at the Universidade Federal do Río Grande do Sul’s Salón de Actos de la Rectoría, which can hold just one thousand three hundred people.

“A cidade não é mercadoria”(1) (Phrase with which the Instituto de Arquitetos do Brasil would foretell the implications of the Public Hearing to review the Plano Diretor) “...Diga não ao desemprego!...Todo inscrito terá directo a voto. Colegas do STICC- do nosso sindicato, estarão uniformizados organizando como você devera votar. Vamos nos mobilizar para garantir nosso emprego e dignidade!” (2) (Text taken from the pamphlet given by the construction workers’ union to the participants in the Public Hearing for the Review of the Plano Diretor de Desenvolvimento Urbano AmbientalPDDUA) Starting early in the morning, the auditorium was overflowing with workers who had been rallied by the unions, eminent allies of the construction companies. Buses came from different parts of the city. The threat of unemployment was the force behind the union’s call; a basic need was at stake. The drama resulted from the shift in the debate or, rather, its distortion. An urban plan, that is, the city’s future growth, was not what was going to be discussed. Rather, the topic was defense against unemployment. So here, as in any extreme situation, the spiritual state necessary to render the general homogenous was created. A material stimulus was also provided: a midday sandwich and a little money, about

(1) “The city is not merchandise” (2) “Say no to unemployment!... Everyone present will have the right to vote. The membership of the STICC –of our union- will be there indicating how to vote. Come out and guarantee our jobs and livelihood!”

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está siendo empleada como un recurso convalidatorio que fácilmente puede someterse al cautiverio. Y contra todo lo pensado en casos como el de Porto Alegre hasta resulta una instancia funcional a grupos interesados en subvertir los acuerdos sociales. A la luz de estas experiencias las sociedades de esta parte del mundo deberán permitirse una nueva oportunidad para interrogarse nuevamente sobre cuáles son las formas y las tecnologías más adecuadas para que la participación, en tanto compromiso en el devenir cotidiano para las incumbencias comunes, sea eficaz. Entre la manipulación y la indiferencia, en estos momentos parece resultar efectivo el acuerdo tácito entre Estado y sociedad para superar este desafío tan sólo con procedimientos que produzcan un estado de ilusión sobre el rol activo de los ciudadanos. No es casual que el principio de delegación que la cultura electoral supo implementar es el que mejor supervivencia y aplicación ha tenido en la construcción del sentido democrático. La mecánica electoral, la elección de autoridades, la delegación a terceros se ha cristalizado como la imagen cierta de la naturaleza democrática y a partir de ello se aplicó literalmente en otras esferas como la del debate urbanístico. Es clara la dificultad instalada en nuestras culturas respecto de la aceptación como rutinas de actividades relativas a la deliberación urbana y social que no afecten cuestiones inmediatas y propias. Pero esta oportunidad solicitada para revisar los temas del futuro de las ciudades sólo depende de la relación que la sociedad quiera establecer con la estructura estatal. La experiencia recibida por muchos profesionales de áreas diversas que han pertenecido a iniciativas participativas propuestas desde planes estatales confirman su fracaso cuando no tienen su contrapartida originaria depositada también en algún interés inicial surgido en la sociedad civil. Algo de ello afirma también Rainer Randolph en su llamado a un planeamiento subversivo “…la mayoría de las concepciones y realizaciones del planeamiento participativo continúa presa de la tradicional lógica instrumental, técnica y a veces burocrática del planeamiento estatal (público). No redefine significativa y más radicalmente la relación entre Estado y Sociedad (y contribuye así para la perpetuación del status quo). “La ciudad no es mercadería” es la frase elegida por la comunidad de arquitectos para advertir sobre estos procesos decisorios. Se hace difícil lograr el real discernimiento de esta sentencia en estos tiempos en los que los ciudadanos han encontrado en la compra y venta la mejor manera para poderse relacionar socialmente en la ciudad, en su condición de poseedores de algún bien. La dificultad definitiva a la que parece enfrentarse la ciudadanía apelando a la condición metonímica que el comercio representa para la ciudad -y en su relación con las discusiones sobre su rol futuro-, consiste en poder determinar ciertamente sobre qué parte de la ciudad cada quien puede garantizar ser poseedor y propietario.

THE DREADED SCENES OF PARTICIPATION Public Hearing for the Review of Porto Alegre’s Urban Master Plan Gustavo Diéguez After decades of urbanism largely linked to the decisions of technical offices, in recent years the idea of participatory urbanism has taken hold in an attempt to democratize how decisions about the city are made. Urban plans in Porto Alegre and Buenos Aires have made use of different instances of citizens’ participation –public hearings, advisory boards, participatory budgets, etc. Gustavo Diéguez examines how to make these participatory structures into true mechanisms of consensus and not just a means to produce an illusion of an active role for citizens.

The Seventh Day (I)

The Seventh Day (II)

Saturday morning in Porto Alegre are a state of exception. Spontaneously, and without any apparent official measure, the city is wholly thrown into the hands of trade. The streets in the downtown area are covered by makeshift stands selling inexpensive products, some from China and others from less certain origins. Perhaps in keeping with certain Adventist customs that have taken hold in Brazil recently, on Saturdays security systems withdraw, normal measures of control recoil, allowing the merchants, atop their portable ladders (fig. 1), to keep a perfect and effective panoptic eye on the goods they are selling on the sidewalks and even the street. So, on Saturday mornings, the population takes to the streets and gives itself over to zealous consumption. The average citizen of Porto Alegre can afford these products. Trade, at this moment, justifies the city. The citizenry both shares and fights for the public space, whether to circulate through it or appropriate it to set up a stand. Saturday morning was the time chosen to celebrate a specific instance of public participation: mainly, to discuss the future urban regulation, and the growth pattern and fate of much of the city. One and a half million inhabitants were asked to leave aside their urban Saturday routine in order to gather at the Universidade Federal do Río Grande do Sul’s Salón de Actos de la Rectoría, which can hold just one thousand three hundred people.

“A cidade não é mercadoria”(1) (Phrase with which the Instituto de Arquitetos do Brasil would foretell the implications of the Public Hearing to review the Plano Diretor) “...Diga não ao desemprego!...Todo inscrito terá directo a voto. Colegas do STICC- do nosso sindicato, estarão uniformizados organizando como você devera votar. Vamos nos mobilizar para garantir nosso emprego e dignidade!” (2) (Text taken from the pamphlet given by the construction workers’ union to the participants in the Public Hearing for the Review of the Plano Diretor de Desenvolvimento Urbano AmbientalPDDUA) Starting early in the morning, the auditorium was overflowing with workers who had been rallied by the unions, eminent allies of the construction companies. Buses came from different parts of the city. The threat of unemployment was the force behind the union’s call; a basic need was at stake. The drama resulted from the shift in the debate or, rather, its distortion. An urban plan, that is, the city’s future growth, was not what was going to be discussed. Rather, the topic was defense against unemployment. So here, as in any extreme situation, the spiritual state necessary to render the general homogenous was created. A material stimulus was also provided: a midday sandwich and a little money, about

(1) “The city is not merchandise” (2) “Say no to unemployment!... Everyone present will have the right to vote. The membership of the STICC –of our union- will be there indicating how to vote. Come out and guarantee our jobs and livelihood!”

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as much as a day’s wages. The first impression is the most familiar one: the typical Peronist demonstration. Using the same methodology, that very weekend Argentine President Néstor Kirchner transported 600 activists from Buenos Aires to Mendoza –just over one thousand kilometers– so he could hear their applause at a rally there. It quickly became necessary, though, to come up with a second image, a soothing and even paternalistic interpretation that might save those at the Porto Alegre event from a situation of manipulation and coercion, a version of participation and agency perhaps in keeping with the recent renewed importance of Guy Debord’s notion of the society of the specta cle. To these ends, what those gathered in Porto Alegre received was what an extra in a movie gets for a day’s work, and “unemployment” here was a sort of dramatic goad used to get a good performance . And, hence, this Public Hearing was not part of an institutional protocol in a democracy but rather a representation more in keeping with the cultural formats assigned to fiction. (fig. 2) Otherwise, can a mechanism like this Public Hearing where, as in a game of musical chairs, the one who triumphs is the one who manages to occupy the greatest number of seats in the shortest period of time, really be considered democratic? Could an instance of participation in which less than 1% of the city’s population gathered in a room in order to make a decision for the rest of the inhabitants really fall within the parameters of a democracy? Especially if that decision-making power is never formally delegated, and when, statistically speaking, that portion of the population is not even enough to legitimize a simple survey? Did the event organizers truly manifest an expectation of real democratic participation when they planned the event for a chamber that can hold just over a thousand people? Does it really strengthen democratic culture to invite citizens to participate in a decision involving technical questions, terminologies and coefficients that are hard to grasp after just one reading? Given these questions, it is best to think of this event as a staging, a representation of social conduct that is well known by each of the “actors” who plays a part in a script written in the collective unconscious. What would have happened if the representatives of the social organizations had gathered beforehand –and not in the auditorium’s lobby to which they withdrew, under protest, after the first half hour of the hearing– to work out a public awareness campaign that opposed the speculative ambitions of the major construction companies? It’s not hard to con72 / (Conversar) UR

ceive that at least half of the auditorium, seven hundred interested persons out of one and a half million inhabitants, might have attended as representatives of an opinion different from the one of the groups connected with the real estate interests, who support indiscriminate construction. But it is also a known fact that these minority groups, whether environmentalists or individuals who have asked to have their lands returned, do not agree on all of the 454 requests for reforms contained in the 169 articles of the current Plano Diretor. Special interest groups’ historical rivalry for centrality is also well known -in Argentina, this exp erience took the form of the splintering practices of the left-wing political parties and their leaders over the course of decades. The, evidently remote, possibility that citizens opposed to the position of the construction companies be the majority would entail a truly dangerous situation if those citizens were sharing the room with people mobilized by the need to defend their source of employment. And so everything proceeded as planned: one after another, the articles were voted on as if they were understood by everyone present; the delegates from the unions raised their cards when the union’s proposals came up; most of the people present raised their cards at the delegates’ request; the representatives of the social organizations withdrew in an outrage; a break was called so that those present could receive the refreshment they had been promised; the architects’ association protested to the authorities despite the repudiation of the crowd ; one third of the articles were voted on; people were invited to come back to a second session the following Saturday and, finally, the participants were taken away in the buses on which they had come. Lastly, as another argument for the fictional nature of this event, it is worth mentioning that, crucially, according to the relevant Federal Legislation, public hearings are designed for the government to inform citizens and clear up doubts; they are clearly not conceived as instruments for deliberation. Here, the instrumental aim of the Hearing was distorted and, hence, the law altered. An unintentional paradox: two days later, in Conference Room 2 located underneath the auditorium where the Public Hearing had taken place, the International Colloquy on Geocritica, organized by the Universidade Federal do Rio Grande do Sul and the Universitat de Barcelona, was held. The name for the roundtables and papers on the first day of the meeting was “Urban Planning through Dialogue and Participation.” The Public Hearing received a negative reaction

in the media and from professional organizations like the Instituto de Arquitetos do Brasil (RS). Its continuation the following Saturday was suspended after the intervention of the Ministério Público. Finally, on Saturday, June 16th, the delaye d second part took place at the Ginásio da Brigada Militar after the City Planning Department and the District Attorney’s office reached an agreement with the Ministério Público on the conditions for the hearing that didn’t call into question the legitimacy of the first session. Yet, the absence, in protest, at that second meeting of the technical team that had written the modifications to the Plano Diretor indicated that this Public Hearing was, in the end, null.

The Seventh Day (III) Every Saturday just one plaza in downtown Porto Alegre is, strangely enough, empty: no makeshift stands or zealous consumption to be found here. A few seated bronze dogs sit guarding and attentively beholding a female figure which has recently been added to the Palácio da Justiça (Palace of Justice) bare facade (fig. 3). This figure was awaited for years. Without resorting to symbolism, it could be said that Justice has finally reached the Palace. As part of the recent restoration of the building, a sculpture that looks like the figurehead at the bow of an old ship was put up. The mastiffs finally found their place in the composition. The image of a justice surveyed might prove interesting to one drawn to allegorical interpretations and to revealing the hypothetical meanings that lurk around the spirit of surveillance represented in the scene and venturing its possible objects.

Participation: Technology and Captivity An increasingly repeated slogan of city governments with a wide range of political inclinations throughout the continent, participation has become, in the last decade, the leading tool in urban planning and urbanism in general. After eras characterized by the governance of technical teams responsible for a predictive and oracular urbanism, the idea of a consultative urbanism in which the people are involved in mechanisms of decision-making has gained ground in an attempt to democratize decisions about the city. Thus, strategic, participative planning has come to occupy a privi leged place in state methodologies and has spread throughout the world.

The creation of Estatuto da Cidade in July of 2001 and of the Ministério das Cidades in January of 2003 made Brazilian society into an institutional example in the search for a participative urban culture. On the other hand, what has been said about the current deliberative process in Porto Alegre and its difficulties can only be analyzed if, first, it is granted that the political class has recently shown a concern with democracy by developing mechanism for participation. For this very reason, the experience in Porto Alegre is a necessary case in a comparative analysis with other cities that are still engaged in processes of citizens’ deliberation; it also serves to interrogate more deeply the real meaning of the concepts underlying these process and the protocols used to apply them. It has been proven that the postulates and declarations that introduce and defend urban regulations provide no guarantee of an appropriate implementation. Hence, a debate on how urban doctrines are applied is essential. Among these doctrines, participation and the technology it entails should not be an afterthought, an addendum once participation has been incorporated into processes used to enact urban regulations. Much, then, should be done along the lines of the implementation of participation before faulty application exhausts such participation. If it can be considered a new instrument for urbanism, citizens’ participation comes against an immediate obstacle: achieving efficacious technology for each case. It is worth reviewing, then, the participatory process that has been taking place in Porto Alegre. The Plano Diretor being reviewed was enacted in 1999. It is widely known that its final form differed from the bill initially introduced; after being considered by the City Council, the Plano Diretor was modified and amended until it satisfied some of the aspirations of the real estate establishment –a minority in democratic terms. Its final form privileged the commercial exploitation of land to the detriment of other urban and environmental considerations voted on by the population in the Congresos da Cidade. In October, 2003, the Conference to Assess the Plano Diretor took place. At that point, regional forums that enjoyed widespread participation debated the contents of law 434/99. That law was subject to suspicion due to the alterations it had undergone when enacted. Throug h debate and the analysis of different social representatives, it was possible to develop, in this case, a new approach to the model of the future city. The material produced was among the basic sources used by the technicians responsible for analyzing and monitoring the Plan. Indeed, this maUR (Conversar) / 73


as much as a day’s wages. The first impression is the most familiar one: the typical Peronist demonstration. Using the same methodology, that very weekend Argentine President Néstor Kirchner transported 600 activists from Buenos Aires to Mendoza –just over one thousand kilometers– so he could hear their applause at a rally there. It quickly became necessary, though, to come up with a second image, a soothing and even paternalistic interpretation that might save those at the Porto Alegre event from a situation of manipulation and coercion, a version of participation and agency perhaps in keeping with the recent renewed importance of Guy Debord’s notion of the society of the specta cle. To these ends, what those gathered in Porto Alegre received was what an extra in a movie gets for a day’s work, and “unemployment” here was a sort of dramatic goad used to get a good performance . And, hence, this Public Hearing was not part of an institutional protocol in a democracy but rather a representation more in keeping with the cultural formats assigned to fiction. (fig. 2) Otherwise, can a mechanism like this Public Hearing where, as in a game of musical chairs, the one who triumphs is the one who manages to occupy the greatest number of seats in the shortest period of time, really be considered democratic? Could an instance of participation in which less than 1% of the city’s population gathered in a room in order to make a decision for the rest of the inhabitants really fall within the parameters of a democracy? Especially if that decision-making power is never formally delegated, and when, statistically speaking, that portion of the population is not even enough to legitimize a simple survey? Did the event organizers truly manifest an expectation of real democratic participation when they planned the event for a chamber that can hold just over a thousand people? Does it really strengthen democratic culture to invite citizens to participate in a decision involving technical questions, terminologies and coefficients that are hard to grasp after just one reading? Given these questions, it is best to think of this event as a staging, a representation of social conduct that is well known by each of the “actors” who plays a part in a script written in the collective unconscious. What would have happened if the representatives of the social organizations had gathered beforehand –and not in the auditorium’s lobby to which they withdrew, under protest, after the first half hour of the hearing– to work out a public awareness campaign that opposed the speculative ambitions of the major construction companies? It’s not hard to con72 / (Conversar) UR

ceive that at least half of the auditorium, seven hundred interested persons out of one and a half million inhabitants, might have attended as representatives of an opinion different from the one of the groups connected with the real estate interests, who support indiscriminate construction. But it is also a known fact that these minority groups, whether environmentalists or individuals who have asked to have their lands returned, do not agree on all of the 454 requests for reforms contained in the 169 articles of the current Plano Diretor. Special interest groups’ historical rivalry for centrality is also well known -in Argentina, this exp erience took the form of the splintering practices of the left-wing political parties and their leaders over the course of decades. The, evidently remote, possibility that citizens opposed to the position of the construction companies be the majority would entail a truly dangerous situation if those citizens were sharing the room with people mobilized by the need to defend their source of employment. And so everything proceeded as planned: one after another, the articles were voted on as if they were understood by everyone present; the delegates from the unions raised their cards when the union’s proposals came up; most of the people present raised their cards at the delegates’ request; the representatives of the social organizations withdrew in an outrage; a break was called so that those present could receive the refreshment they had been promised; the architects’ association protested to the authorities despite the repudiation of the crowd ; one third of the articles were voted on; people were invited to come back to a second session the following Saturday and, finally, the participants were taken away in the buses on which they had come. Lastly, as another argument for the fictional nature of this event, it is worth mentioning that, crucially, according to the relevant Federal Legislation, public hearings are designed for the government to inform citizens and clear up doubts; they are clearly not conceived as instruments for deliberation. Here, the instrumental aim of the Hearing was distorted and, hence, the law altered. An unintentional paradox: two days later, in Conference Room 2 located underneath the auditorium where the Public Hearing had taken place, the International Colloquy on Geocritica, organized by the Universidade Federal do Rio Grande do Sul and the Universitat de Barcelona, was held. The name for the roundtables and papers on the first day of the meeting was “Urban Planning through Dialogue and Participation.” The Public Hearing received a negative reaction

in the media and from professional organizations like the Instituto de Arquitetos do Brasil (RS). Its continuation the following Saturday was suspended after the intervention of the Ministério Público. Finally, on Saturday, June 16th, the delaye d second part took place at the Ginásio da Brigada Militar after the City Planning Department and the District Attorney’s office reached an agreement with the Ministério Público on the conditions for the hearing that didn’t call into question the legitimacy of the first session. Yet, the absence, in protest, at that second meeting of the technical team that had written the modifications to the Plano Diretor indicated that this Public Hearing was, in the end, null.

The Seventh Day (III) Every Saturday just one plaza in downtown Porto Alegre is, strangely enough, empty: no makeshift stands or zealous consumption to be found here. A few seated bronze dogs sit guarding and attentively beholding a female figure which has recently been added to the Palácio da Justiça (Palace of Justice) bare facade (fig. 3). This figure was awaited for years. Without resorting to symbolism, it could be said that Justice has finally reached the Palace. As part of the recent restoration of the building, a sculpture that looks like the figurehead at the bow of an old ship was put up. The mastiffs finally found their place in the composition. The image of a justice surveyed might prove interesting to one drawn to allegorical interpretations and to revealing the hypothetical meanings that lurk around the spirit of surveillance represented in the scene and venturing its possible objects.

Participation: Technology and Captivity An increasingly repeated slogan of city governments with a wide range of political inclinations throughout the continent, participation has become, in the last decade, the leading tool in urban planning and urbanism in general. After eras characterized by the governance of technical teams responsible for a predictive and oracular urbanism, the idea of a consultative urbanism in which the people are involved in mechanisms of decision-making has gained ground in an attempt to democratize decisions about the city. Thus, strategic, participative planning has come to occupy a privi leged place in state methodologies and has spread throughout the world.

The creation of Estatuto da Cidade in July of 2001 and of the Ministério das Cidades in January of 2003 made Brazilian society into an institutional example in the search for a participative urban culture. On the other hand, what has been said about the current deliberative process in Porto Alegre and its difficulties can only be analyzed if, first, it is granted that the political class has recently shown a concern with democracy by developing mechanism for participation. For this very reason, the experience in Porto Alegre is a necessary case in a comparative analysis with other cities that are still engaged in processes of citizens’ deliberation; it also serves to interrogate more deeply the real meaning of the concepts underlying these process and the protocols used to apply them. It has been proven that the postulates and declarations that introduce and defend urban regulations provide no guarantee of an appropriate implementation. Hence, a debate on how urban doctrines are applied is essential. Among these doctrines, participation and the technology it entails should not be an afterthought, an addendum once participation has been incorporated into processes used to enact urban regulations. Much, then, should be done along the lines of the implementation of participation before faulty application exhausts such participation. If it can be considered a new instrument for urbanism, citizens’ participation comes against an immediate obstacle: achieving efficacious technology for each case. It is worth reviewing, then, the participatory process that has been taking place in Porto Alegre. The Plano Diretor being reviewed was enacted in 1999. It is widely known that its final form differed from the bill initially introduced; after being considered by the City Council, the Plano Diretor was modified and amended until it satisfied some of the aspirations of the real estate establishment –a minority in democratic terms. Its final form privileged the commercial exploitation of land to the detriment of other urban and environmental considerations voted on by the population in the Congresos da Cidade. In October, 2003, the Conference to Assess the Plano Diretor took place. At that point, regional forums that enjoyed widespread participation debated the contents of law 434/99. That law was subject to suspicion due to the alterations it had undergone when enacted. Throug h debate and the analysis of different social representatives, it was possible to develop, in this case, a new approach to the model of the future city. The material produced was among the basic sources used by the technicians responsible for analyzing and monitoring the Plan. Indeed, this maUR (Conversar) / 73


terial was later used to help translate into technical norms the expectations expressed and the corrections suggested at the Assessment Conference. The technicians’ studies clearly showed the discrepancy between the current rules for using and occupying land and the principles and aims set forth at the PDDUA. Hence, it was possible to modify and perfect that law. Next came the Public Hearing discussed here and the open call, a few months before, for new proposals for modification: an intervention in a review process that was extremely hard to get off the ground. Here, through the unplanned deliberative nature of the Hearing, the manipulation of certain actors made it possible to intervene in the participative process planned, thus enabling a very specific group of social actors –mainly, the construction company association in the guise of the unions– to include clauses beneficial to their business. So participation was fought off with more participation. A process that had taken four years and entailed different participative and technical instances was radically and fairly painlessly altered by a single maneuver that, paradoxically, called itself democratic. Thus, the population absorbed and took responsibility for the dubious amendments, a burden that should have fallen on the legislators when they passed the initial bill in 1999. If, for a moment, one analyzes the name that the Prefeitura Municipal de Porto Alegre used for the Hearing discussed here: “Public Hearing for the Approval of the Bill for the Review of the UrbanEnvironmental Development Plan of Porto Alegre”, it could be thought that there would be a later instance of legislative approval and another opportunity to act on the proposed modifications, though that instance might prove unnecessary since the modifications discussed by the City Council would already have been decided on by a “democratic ceremony” that could arouse no suspicion. What makes all of this worse is how it wore away at the technical system responsible for developing the regulations and its process for direct validation. In Buenos Aires, there is the same sense of wearing away but, I would venture to say, it is less visible and public. At present, Buenos Aires does not have an image of itself in the future or, more specifically, a formal growth plan. Also prepared in 1999, the Urban Environment Plan (PUA) for Buenos Aires has yet to be enacted and has been subject to endless simplifications due to political discrepancies over recent years. It went from being a technical document that was explicit about each of the areas of strategic action to what it is now: a text that brings together a handful of principles and visions for fu74 / (Conversar) UR

ture action. The long approval process and the gradual weakening of rigor in the application of the regulation entails a wearing away very similar in tone to the ones experienced in the civic participation described in the case of Porto Alegre. When it became an autonomous city, the new governing statute for Buenos Aires was written within the framework of a new constitution. Like Porto Alegre, Buenos Aires also has institutes that use mechanisms of social consensus to define urban policies. Yet, it has employed various methods to disregard such mechanisms. There are many reasons and degrees of responsibility for this phenomenon. In addition to the aforementioned Urban Environmental Plan Council, an analysis must consider the Strategic Plan Council and the Participatory Budget. The case of Bueno s Aires mig ht be consi dered something like a system for participation in which it is presumed that third sector institutions are the social entities that best represent the citizenry. T h a t ’s why the most important players working on Urban Environmental Plan are representatives of the political parties that are deemed most representative within the democratic system; this, despite the fact that, in recent years, these organisms -and their key role, traditionally, in the social organization of Argentine politics- have practically disappeared. To become a member of a body like the Strategic Plan Council, one must represent a social institution such as an NGO or a university. The Strategic Plan Council’s various commissions bring together a considerable number of institutions. A large number of topics and problematics are debated and analyzed in order to produce proposals. These proposals are then studied and considered by the legislature but, since they are not binding, they are not necessarily analyzed or enacted. This entity, then, represents a great deal of work that, ultimately, yields something largely meaningless in terms of transforming urban policies. It merely issues recommendations on the topics studied. These bodies, then, are simply fulfilling a constitutional requirement, an institutional obligation; they are most certainly not fully exploited as a tool, nor do they have any effect on decision-making. Participation without the ability to modify urban reality is a constant drain of energy; it discredits the deliberative structures. It means that the participation of citizens acts as a resource for validation that can readily be co-opted. And, despite everything hoped for, in cases like Porto Alegre it can even operate in the interests of groups that intend to undermine social accords.

In light of these experiences, societies from this part of the world should once again ask themselves what the most efficacious forms and technologies for participation are when participation is understood as a commitment to the future of daily life and to shared responsibility. Through manipulation and indifference, the tacit agreement between state and society seems to be, at present, to face the challenges of participation only with procedures that produce an illusion of the active role of citizens. It’s not mere chance that the principle of delegation implemented by electoral culture is the one that has endured the longest and been applied the most in constructing democracy. The electoral mechanism, the election of authorities and the delegation of third parties constitute the certain image of democracy and, hence, they have been applied literally in other spheres, like the one of urban debate. It is clearly difficult in these cases to incorporate practices related to urban and social deliberation that do not act on immediate questions. But this opportunity to review issues connected to the future of cities depends only on the relationship that society wants to establish with the state structure. The experience of a range of professionals in partic-

ipatory initiatives put forth by the State and its plans confirms that, when these initiatives are not offset from the beginning by interests arising from the civil society, they fail. This is also affirmed, in a way, by Rainer Randolph in his call to a subversive planning: “Most participative planning conceptions and projects still operate under the traditional instrumental, technical and sometimes bureaucratic logic of (public) state planning. They do not significantly or radically redefine the relationship between State and Society (and hence, they contribute to the continuation of the status quo).” “The city is not merchandise” is the phrase chosen by the Archit ects’ Association to warn of these decision-making processes. It is difficult to understand this phrase in these times, when citizens, as those who possess a certain good, find in buying and selling the best way to socialize in the city. The real difficulty that the citizenry seems to be facing, in terms of referring to the metonymic nature of trade as the crucial mechanism and activity for the city –and in terms of the debates on the future role of trade–, lies in being able to determine for sure in what specific part of the city each individual can ensure that he or she is a possessor and owner.

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terial was later used to help translate into technical norms the expectations expressed and the corrections suggested at the Assessment Conference. The technicians’ studies clearly showed the discrepancy between the current rules for using and occupying land and the principles and aims set forth at the PDDUA. Hence, it was possible to modify and perfect that law. Next came the Public Hearing discussed here and the open call, a few months before, for new proposals for modification: an intervention in a review process that was extremely hard to get off the ground. Here, through the unplanned deliberative nature of the Hearing, the manipulation of certain actors made it possible to intervene in the participative process planned, thus enabling a very specific group of social actors –mainly, the construction company association in the guise of the unions– to include clauses beneficial to their business. So participation was fought off with more participation. A process that had taken four years and entailed different participative and technical instances was radically and fairly painlessly altered by a single maneuver that, paradoxically, called itself democratic. Thus, the population absorbed and took responsibility for the dubious amendments, a burden that should have fallen on the legislators when they passed the initial bill in 1999. If, for a moment, one analyzes the name that the Prefeitura Municipal de Porto Alegre used for the Hearing discussed here: “Public Hearing for the Approval of the Bill for the Review of the UrbanEnvironmental Development Plan of Porto Alegre”, it could be thought that there would be a later instance of legislative approval and another opportunity to act on the proposed modifications, though that instance might prove unnecessary since the modifications discussed by the City Council would already have been decided on by a “democratic ceremony” that could arouse no suspicion. What makes all of this worse is how it wore away at the technical system responsible for developing the regulations and its process for direct validation. In Buenos Aires, there is the same sense of wearing away but, I would venture to say, it is less visible and public. At present, Buenos Aires does not have an image of itself in the future or, more specifically, a formal growth plan. Also prepared in 1999, the Urban Environment Plan (PUA) for Buenos Aires has yet to be enacted and has been subject to endless simplifications due to political discrepancies over recent years. It went from being a technical document that was explicit about each of the areas of strategic action to what it is now: a text that brings together a handful of principles and visions for fu74 / (Conversar) UR

ture action. The long approval process and the gradual weakening of rigor in the application of the regulation entails a wearing away very similar in tone to the ones experienced in the civic participation described in the case of Porto Alegre. When it became an autonomous city, the new governing statute for Buenos Aires was written within the framework of a new constitution. Like Porto Alegre, Buenos Aires also has institutes that use mechanisms of social consensus to define urban policies. Yet, it has employed various methods to disregard such mechanisms. There are many reasons and degrees of responsibility for this phenomenon. In addition to the aforementioned Urban Environmental Plan Council, an analysis must consider the Strategic Plan Council and the Participatory Budget. The case of Bueno s Aires mig ht be consi dered something like a system for participation in which it is presumed that third sector institutions are the social entities that best represent the citizenry. T h a t ’s why the most important players working on Urban Environmental Plan are representatives of the political parties that are deemed most representative within the democratic system; this, despite the fact that, in recent years, these organisms -and their key role, traditionally, in the social organization of Argentine politics- have practically disappeared. To become a member of a body like the Strategic Plan Council, one must represent a social institution such as an NGO or a university. The Strategic Plan Council’s various commissions bring together a considerable number of institutions. A large number of topics and problematics are debated and analyzed in order to produce proposals. These proposals are then studied and considered by the legislature but, since they are not binding, they are not necessarily analyzed or enacted. This entity, then, represents a great deal of work that, ultimately, yields something largely meaningless in terms of transforming urban policies. It merely issues recommendations on the topics studied. These bodies, then, are simply fulfilling a constitutional requirement, an institutional obligation; they are most certainly not fully exploited as a tool, nor do they have any effect on decision-making. Participation without the ability to modify urban reality is a constant drain of energy; it discredits the deliberative structures. It means that the participation of citizens acts as a resource for validation that can readily be co-opted. And, despite everything hoped for, in cases like Porto Alegre it can even operate in the interests of groups that intend to undermine social accords.

In light of these experiences, societies from this part of the world should once again ask themselves what the most efficacious forms and technologies for participation are when participation is understood as a commitment to the future of daily life and to shared responsibility. Through manipulation and indifference, the tacit agreement between state and society seems to be, at present, to face the challenges of participation only with procedures that produce an illusion of the active role of citizens. It’s not mere chance that the principle of delegation implemented by electoral culture is the one that has endured the longest and been applied the most in constructing democracy. The electoral mechanism, the election of authorities and the delegation of third parties constitute the certain image of democracy and, hence, they have been applied literally in other spheres, like the one of urban debate. It is clearly difficult in these cases to incorporate practices related to urban and social deliberation that do not act on immediate questions. But this opportunity to review issues connected to the future of cities depends only on the relationship that society wants to establish with the state structure. The experience of a range of professionals in partic-

ipatory initiatives put forth by the State and its plans confirms that, when these initiatives are not offset from the beginning by interests arising from the civil society, they fail. This is also affirmed, in a way, by Rainer Randolph in his call to a subversive planning: “Most participative planning conceptions and projects still operate under the traditional instrumental, technical and sometimes bureaucratic logic of (public) state planning. They do not significantly or radically redefine the relationship between State and Society (and hence, they contribute to the continuation of the status quo).” “The city is not merchandise” is the phrase chosen by the Archit ects’ Association to warn of these decision-making processes. It is difficult to understand this phrase in these times, when citizens, as those who possess a certain good, find in buying and selling the best way to socialize in the city. The real difficulty that the citizenry seems to be facing, in terms of referring to the metonymic nature of trade as the crucial mechanism and activity for the city –and in terms of the debates on the future role of trade–, lies in being able to determine for sure in what specific part of the city each individual can ensure that he or she is a possessor and owner.

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POLÉMICA EN EL PARLAMENTO, CONVERSACIÓN EN AUSENCIA Claudio Docampo Entre dos cúpulas enfrentadas ha tenido lugar por más de cien años un campo de tensiones físicas y discursivas. En este escenario cóncavo se desplazan las representaciones del sistema democrático moderno. El edificio del Congreso Nacional es la obra trágica de un arquitecto que sucumbió por los inconvenientes excesos de un domo ostentoso y otro terriblemente umbrío. ...aún dominan las relaciones domésticas o patrias... el inicial desgarro cordial del hacerse adulto se podía interpretar como un stress que tiene que aparecer en el paso al espacio de vela de los mundos im periales y urbanos. ( 1 ) Peter Sloterdijk

Inclinación polemista de la representación

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La arquitectura y la política comparten la manía de querer unir en grandes formas lo disgregado. Según Sloterdijk, “la política en sentido convencional [nosotros podríamos decir: también la arquitectura] ha nacido de la necesidad de responder: ¿cómo puede un grupo hacerse grande, o muy grande, sin fracasar en la idea de transcribir esa grandeza?”. Desde que la escena ataque-huida en la llanura se transformó en confrontación-en-el-lenguaje y actuación en común, el desafío pasa por qué tan grande puede hacerse la “esfera” conversacional en función de hacer más grandes los ambientes artificiales controlados (refugio o territorio). El Estado combina características conversacionales y ambientales, leyes y ciudad: históricamente, la emisión intersubjetiva de sonidos articulados y la erección de ambientes artificiales decantan en figuras (polémica o edificio) que algo guardan del salvaje esquema oculto en el origen: sustituir la supervivencia de uno solo de los antagonistas por la dominación-subordinación. Civilización es técnicas duales de domi-

nación-subordinación. En algunos objetos que menciona esta nota: cúpulas y debates parlamentarios, persisten trazas visibles de ello: “domo” es cúpula, “ley” es mayoría. La ciudad, el comercio, el dinero, el rey, el imperio, la república, el parlamento y el edificio implican tanto medios de aceleración histórica de fines conversacionales (atajos del consenso), como ambientes artificiales “sustentables” (si se tolera el anacronismo), instaurados por procesos que simplificadamente elijo llamar “formas o esquemas proyectivos”. Así: dominación-subordinación, o más modernamente, representación-represión. La diferencia entre el primer par y el segundo está en haber desarrollado lo dominante, medios para no poner el cuerpo: los sistemas de representación (tanto los de la democracia parlamentaria como los del proyecto arquitectónico profesionalista) permiten escamotear el cuerpo. Podemos llamar a esto equívocamente: imperso nalización, una característica a la vez progresiva y retrógrada de los sistemas representativos. En las formas más cristalizadas (nada cristalinas) de la conversación y el ambiente (polémica, palacio), hay cuerpos que se exponen mientras otros se evaden. Dicho de otro modo, cuando los reglamentos parlamentarios o los protocolos conversacionales o las convenciones arquitectónicas fracasan, re-aparece el cuerpo: se alza la voz, hay rebelión, hay accidente, etc. Dicho de otro modo: UR (Conversar) / 77


POLÉMICA EN EL PARLAMENTO, CONVERSACIÓN EN AUSENCIA Claudio Docampo Entre dos cúpulas enfrentadas ha tenido lugar por más de cien años un campo de tensiones físicas y discursivas. En este escenario cóncavo se desplazan las representaciones del sistema democrático moderno. El edificio del Congreso Nacional es la obra trágica de un arquitecto que sucumbió por los inconvenientes excesos de un domo ostentoso y otro terriblemente umbrío. ...aún dominan las relaciones domésticas o patrias... el inicial desgarro cordial del hacerse adulto se podía interpretar como un stress que tiene que aparecer en el paso al espacio de vela de los mundos im periales y urbanos. ( 1 ) Peter Sloterdijk

Inclinación polemista de la representación

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La arquitectura y la política comparten la manía de querer unir en grandes formas lo disgregado. Según Sloterdijk, “la política en sentido convencional [nosotros podríamos decir: también la arquitectura] ha nacido de la necesidad de responder: ¿cómo puede un grupo hacerse grande, o muy grande, sin fracasar en la idea de transcribir esa grandeza?”. Desde que la escena ataque-huida en la llanura se transformó en confrontación-en-el-lenguaje y actuación en común, el desafío pasa por qué tan grande puede hacerse la “esfera” conversacional en función de hacer más grandes los ambientes artificiales controlados (refugio o territorio). El Estado combina características conversacionales y ambientales, leyes y ciudad: históricamente, la emisión intersubjetiva de sonidos articulados y la erección de ambientes artificiales decantan en figuras (polémica o edificio) que algo guardan del salvaje esquema oculto en el origen: sustituir la supervivencia de uno solo de los antagonistas por la dominación-subordinación. Civilización es técnicas duales de domi-

nación-subordinación. En algunos objetos que menciona esta nota: cúpulas y debates parlamentarios, persisten trazas visibles de ello: “domo” es cúpula, “ley” es mayoría. La ciudad, el comercio, el dinero, el rey, el imperio, la república, el parlamento y el edificio implican tanto medios de aceleración histórica de fines conversacionales (atajos del consenso), como ambientes artificiales “sustentables” (si se tolera el anacronismo), instaurados por procesos que simplificadamente elijo llamar “formas o esquemas proyectivos”. Así: dominación-subordinación, o más modernamente, representación-represión. La diferencia entre el primer par y el segundo está en haber desarrollado lo dominante, medios para no poner el cuerpo: los sistemas de representación (tanto los de la democracia parlamentaria como los del proyecto arquitectónico profesionalista) permiten escamotear el cuerpo. Podemos llamar a esto equívocamente: imperso nalización, una característica a la vez progresiva y retrógrada de los sistemas representativos. En las formas más cristalizadas (nada cristalinas) de la conversación y el ambiente (polémica, palacio), hay cuerpos que se exponen mientras otros se evaden. Dicho de otro modo, cuando los reglamentos parlamentarios o los protocolos conversacionales o las convenciones arquitectónicas fracasan, re-aparece el cuerpo: se alza la voz, hay rebelión, hay accidente, etc. Dicho de otro modo: UR (Conversar) / 77


Corte del Palacio del Congreso

entre nosotros persiste la tensión entre un “estaren-vela-permanente” (una atenta labor ampliadora de la “comunidad” conversacional-ambiental) y la n o -vela individual del héroe (que muestra la parábola de su cuerpo, su propio ascenso-caída como contraste ejemplar de la comunidad). En 1913 –medio año antes de que comenzara para algunos el siglo XX–, el diputado socialista Alfredo Palacios y el ministro Ezequiel Ramos Mexía debatían, en el Senado argentino, sobre la escandalosa construcción del propio edificio del Congreso Nacional. El proyecto con el que el arquitecto Víctor Meano había ganado el concurso había sido modificado al decidirse revestir todo el edificio de piedra caliza, y el presupuesto original se había multiplicado varias veces; mientras Palacios quería que una comisión parlamentaria investigara un proceso ya muy oneroso y sospechado, el Ejecutivo pedía más dinero para finalizar las obras. Como en otras conversaciones, la escena tendía a la dominación en las réplicas de los polemistas: 78 / (Conversar) UR

(Diario de sesiones nº20, Junio 16 de 1913, p.33; habla el Sr. Ministro) “–...el Poder Ejecutivo, Señor Presidente, quiere, ante todo, la luz... El Señor Diputado por la Capital ha to mado como aliada... la leyenda... Hoy mismo, leyendas modernas permanecen flotando en la atmósfera y presionando el espíritu de las gen tes, que examinadas a la luz de la ciencia... muestran que sólo se trata de verdaderas come dias. Así quedará para siempre esta leyenda del Palacio de Oro, donde están enterrados tantos millones... pero los que han estudiado este asun to, los que han examinado las obras, pueden decir... que esos 4 millones están ahí... ¿Quién autorizó el revestimiento que representaba un exceso extraordinario fuera de lo presupuesta do? Lo autorizó el Congreso. Ese revestimien to... importaba... mayores gastos en excavacio nes y consolidación de los cimientos–”. La modificación del proyecto por la cual se agregaba el revestimiento de piedra de Córdoba que vemos ahora fue aprobada por ley, pero la misma no consideraba los trabajos de refuerzo necesarios para los cimientos principales del edificio. La dirección de obras a cargo de Meano adoptaría, para esa consolidación de los cimientos, una solución técnica tratada con indignación por Palacios –unir los cuatro pilares centrales en una construcción abovedada invertida de granito: (habla el Sr. Diputado) “–...del mensa je del Poder Ejecutivo se desprendía este extra ño hecho: que para construir sótanos del pala cio se había invertido poco menos de la cantidad que debía gastarse en la edificación total. 2.600.000 pesos fueron invertidos en el aumen to de las fundaciones del edificio, y en modifi caciones del revestimiento interior y exterior, no incluidos en el proyecto primitivamente adopta do... Se ha probado también, Señor Presidente, que alcanzan a muchos miles los metros cúbi cos de granito trabajado, ¡de granito trabajado, Sr. Ministro de Obras Públicas!, que se han en terrado inútilmente en el Palacio del Congreso... Ahora bien, la inmensa bóveda invertida a la cual se refería tan irónicamente el Señor Diputado Piñeyro en la interpelación de 1907,... ‘sin duda una obra romana...’ cuyos bordes representan una inmensa planta octogonal de 17 metros de

su forma “alta” para la política, consolidó su “monopolio sobre el uso de la fuerza” y desarrolló para ello nuevos medios de “represión” o de orden social (policías metropolitanas), destinados a tratar cuestiones de “política baja”: mientras ciertos elementos, aislados del resto, son tomados como legítimos representantes, elevados y legislativos como faros, otros viven para la represión o en la marginación– no la “masa democrática” que guarda una relación orgánica con sus representantes políticos Sobre el Congreso Nacional puede verse una cú- (según quisieran “teóricos” de la representapula externa –de estructura de hierro y revesti- ción), sino el enigma democrático de aquellos da de cobre– descansando sobre un tambor, que son sujetos electivos de la represión, en dentro y debajo del cual, una cúpula interior ar- oposición a la corporación de sujetos electivos tesonada, de cenit abierto, cubre el Salón de de la representación organizados en partidos: los Pasos Perdidos. Después de unas eleccio- las cúpulas políticas–. Hay un remanente de nes nacionales, se han podido ver miles de votos las guerras civiles de las que nacieron las reacumulados en una “cúpula de papel” que públicas en la separación, la alienación entre cubre el piso de ese salón. Lo que apenas puede las partes “representativas” y las reprimidas o verse es la lujosa construcción abovedada, in - “representadas”; esa separación es una forma vertida y enterrada, que causa la ira de Palacios. proyectiva que traza otro parentesco entre po¿Podemos imaginarla? Si la república represen- lítica y arquitectura: prácticas que proyectan y tada por la arquitectura de su parlamento, y ésta construyen/ consolidan/ cristalizan di–visiones representada principalmente por su parte más (como la que existe entre la doble cúpula aérea alta –su cúpula sobre la perspectiva urbana y la bóveda invertida del Congreso Nacional). como la ley sobre la igualdad nominal de los En esas divisiones una mitad queda privada de ciudadanos– son imágenes convencionales de algo. ¿Y qué es “lo privado” para la democrala democracia representativa, republicana y ca- cia moderna? Propiedad, opinión, hábito, pero pitalista, esa cúpula hundida e invertida, ¿re- en forma más genérica, la enigmática matriz de lo público: opinión también, propiedad, presenta alguno de sus e n i g m a s? Cuando el Estado de la república moderna sobre cosas, sobre personas. Sobre la arquitecasumió la “representación parlamentaria” como tura, por ejemplo: bajo el equívoco de que pro-

costado y 7 de profundidad, construida esmera damente con bloques de granito... resulta total mente inútil, por cuanto los pilares y las pare des son los únicos que trabajan sobre los pilotes y era más simple y más barato hacer llegar esos pilotes hasta la tosca... Esta bóveda contraría to talmente el buen sentido... los pilares gravitan exclusivamente sobre la superficie que tienen en contacto con el suelo y... la bóveda no sopor ta absolutamente ningún peso...–”

UR (Conversar) / 79


Corte del Palacio del Congreso

entre nosotros persiste la tensión entre un “estaren-vela-permanente” (una atenta labor ampliadora de la “comunidad” conversacional-ambiental) y la n o -vela individual del héroe (que muestra la parábola de su cuerpo, su propio ascenso-caída como contraste ejemplar de la comunidad). En 1913 –medio año antes de que comenzara para algunos el siglo XX–, el diputado socialista Alfredo Palacios y el ministro Ezequiel Ramos Mexía debatían, en el Senado argentino, sobre la escandalosa construcción del propio edificio del Congreso Nacional. El proyecto con el que el arquitecto Víctor Meano había ganado el concurso había sido modificado al decidirse revestir todo el edificio de piedra caliza, y el presupuesto original se había multiplicado varias veces; mientras Palacios quería que una comisión parlamentaria investigara un proceso ya muy oneroso y sospechado, el Ejecutivo pedía más dinero para finalizar las obras. Como en otras conversaciones, la escena tendía a la dominación en las réplicas de los polemistas: 78 / (Conversar) UR

(Diario de sesiones nº20, Junio 16 de 1913, p.33; habla el Sr. Ministro) “–...el Poder Ejecutivo, Señor Presidente, quiere, ante todo, la luz... El Señor Diputado por la Capital ha to mado como aliada... la leyenda... Hoy mismo, leyendas modernas permanecen flotando en la atmósfera y presionando el espíritu de las gen tes, que examinadas a la luz de la ciencia... muestran que sólo se trata de verdaderas come dias. Así quedará para siempre esta leyenda del Palacio de Oro, donde están enterrados tantos millones... pero los que han estudiado este asun to, los que han examinado las obras, pueden decir... que esos 4 millones están ahí... ¿Quién autorizó el revestimiento que representaba un exceso extraordinario fuera de lo presupuesta do? Lo autorizó el Congreso. Ese revestimien to... importaba... mayores gastos en excavacio nes y consolidación de los cimientos–”. La modificación del proyecto por la cual se agregaba el revestimiento de piedra de Córdoba que vemos ahora fue aprobada por ley, pero la misma no consideraba los trabajos de refuerzo necesarios para los cimientos principales del edificio. La dirección de obras a cargo de Meano adoptaría, para esa consolidación de los cimientos, una solución técnica tratada con indignación por Palacios –unir los cuatro pilares centrales en una construcción abovedada invertida de granito: (habla el Sr. Diputado) “–...del mensa je del Poder Ejecutivo se desprendía este extra ño hecho: que para construir sótanos del pala cio se había invertido poco menos de la cantidad que debía gastarse en la edificación total. 2.600.000 pesos fueron invertidos en el aumen to de las fundaciones del edificio, y en modifi caciones del revestimiento interior y exterior, no incluidos en el proyecto primitivamente adopta do... Se ha probado también, Señor Presidente, que alcanzan a muchos miles los metros cúbi cos de granito trabajado, ¡de granito trabajado, Sr. Ministro de Obras Públicas!, que se han en terrado inútilmente en el Palacio del Congreso... Ahora bien, la inmensa bóveda invertida a la cual se refería tan irónicamente el Señor Diputado Piñeyro en la interpelación de 1907,... ‘sin duda una obra romana...’ cuyos bordes representan una inmensa planta octogonal de 17 metros de

su forma “alta” para la política, consolidó su “monopolio sobre el uso de la fuerza” y desarrolló para ello nuevos medios de “represión” o de orden social (policías metropolitanas), destinados a tratar cuestiones de “política baja”: mientras ciertos elementos, aislados del resto, son tomados como legítimos representantes, elevados y legislativos como faros, otros viven para la represión o en la marginación– no la “masa democrática” que guarda una relación orgánica con sus representantes políticos Sobre el Congreso Nacional puede verse una cú- (según quisieran “teóricos” de la representapula externa –de estructura de hierro y revesti- ción), sino el enigma democrático de aquellos da de cobre– descansando sobre un tambor, que son sujetos electivos de la represión, en dentro y debajo del cual, una cúpula interior ar- oposición a la corporación de sujetos electivos tesonada, de cenit abierto, cubre el Salón de de la representación organizados en partidos: los Pasos Perdidos. Después de unas eleccio- las cúpulas políticas–. Hay un remanente de nes nacionales, se han podido ver miles de votos las guerras civiles de las que nacieron las reacumulados en una “cúpula de papel” que públicas en la separación, la alienación entre cubre el piso de ese salón. Lo que apenas puede las partes “representativas” y las reprimidas o verse es la lujosa construcción abovedada, in - “representadas”; esa separación es una forma vertida y enterrada, que causa la ira de Palacios. proyectiva que traza otro parentesco entre po¿Podemos imaginarla? Si la república represen- lítica y arquitectura: prácticas que proyectan y tada por la arquitectura de su parlamento, y ésta construyen/ consolidan/ cristalizan di–visiones representada principalmente por su parte más (como la que existe entre la doble cúpula aérea alta –su cúpula sobre la perspectiva urbana y la bóveda invertida del Congreso Nacional). como la ley sobre la igualdad nominal de los En esas divisiones una mitad queda privada de ciudadanos– son imágenes convencionales de algo. ¿Y qué es “lo privado” para la democrala democracia representativa, republicana y ca- cia moderna? Propiedad, opinión, hábito, pero pitalista, esa cúpula hundida e invertida, ¿re- en forma más genérica, la enigmática matriz de lo público: opinión también, propiedad, presenta alguno de sus e n i g m a s? Cuando el Estado de la república moderna sobre cosas, sobre personas. Sobre la arquitecasumió la “representación parlamentaria” como tura, por ejemplo: bajo el equívoco de que pro-

costado y 7 de profundidad, construida esmera damente con bloques de granito... resulta total mente inútil, por cuanto los pilares y las pare des son los únicos que trabajan sobre los pilotes y era más simple y más barato hacer llegar esos pilotes hasta la tosca... Esta bóveda contraría to talmente el buen sentido... los pilares gravitan exclusivamente sobre la superficie que tienen en contacto con el suelo y... la bóveda no sopor ta absolutamente ningún peso...–”

UR (Conversar) / 79


duce bienes inmuebles, estamos preparados a retirar nuestros afectos de ella; ¿la vuelve eso privada? Las personas: ¿cómo es que tantas vidas privadas se hacen públicas por su muerte? Con formas representativas y esquemas proyectivos, arquitectura y política trabajan juntas, construyen dialécticamente el poder del Estado como gestoras y guardianes principales de la propiedad privada y la imagen pública. Ese compromiso da como resultado la proyec ción eficaz de imágenes públicas desde el foco oculto de enigmas privados. “Sobre la base de lo privado se alza lo público”, se dice con ambivalencia. Como cuando leemos, por ejemplo, el final de aquel debate: Sr. Ministro de Obras Públicas: “–La situa ción del arquitecto era ésta: por una parte tenía el contrato de construcción de obras que no podía suspender; por la otra tenía la ley que es tablecía ya el revestimiento de piedra... Dirigió una cantidad de notas; pero la comisión [ p a r l amentaria que tenía a su cargo el seguimiento de las obras] no se reunió... entonces el arquitecto asumió la responsabilidad... y se creyó faculta do para dar la autorización. Evidentemente hizo mal porque no tenía facultades... pero lo hizo con toda buena intención... se trataba de un hombre evidentemente correcto, y sobre el cual sería una injusticia arrojar sombras. El trágico fin que tuvo haría más respetable su memoria. Según todos los informes que tomó la comisión en aquella época, se trataba de un hombre en teramente incapaz de abusar, que se equivocó en cuanto a la actitud que debía asumir y asu mió responsabilidades que no le correspondían. El gobierno del general Roca... ¿podía mandar lo a enjuiciar? Habría sido una gran injusticia; y el Presidente Roca y el Ministro Civit asumieron las responsabilidades que les correspondían, tra tando de evitar los prejuicios pecuniarios que podía sufrir la nación y respetando los móviles que habían llevado a ese hombre a cometer un error... no se qué pensará de esta actitud el Señor Diputado por la Capital...–”. Sr. Palacios: “–Ya se lo voy a decir–”. Sr. Ministro de O. P.: “–... pero yo, Sr. Presidente, en mi conciencia, no puedo menos que aprobarla–”. 80 / (Conversar) UR

Sr. Saguier: “–¿Y continúa en su puesto el arquitecto?–”. Sr. Ministro de O. P.: “–No, señor; lo mata ron... suponiendo que fuera el caso aplicar res ponsabilidades penales... no veo cómo el Señor Diputado, ni la Cámara, ni nadie, podría hacer las efectivas... cuando es notorio que ese señor arquitecto ha muerto hace años–”. Meano, el arquitecto proyectista al que se refiere Ramos Mexía, fue muerto por un proyectil, baleado por un ex-empleado suyo en los fondos de la casa a la que se había mudado para estar cerca de las obras del Congreso Nacional –un modo electivamente privado de perder la imagen pública–: En 1900, una comisión de técnicos fue comisionada para juzgar el desarrollo de las tareas del Congreso y a Meano en su calidad de Director. El 14 de mayo de 1900 escribe a sus familiares en Italia: “se me trata indignamente; tienen para mí, para este pobre gringo, palabras irre petibles, tratan de adosarme la respon sabilidad económica de obras extraordi narias sobre las que he debido disponer... No sé si podré resistir mucho más. Me están faltando las fuerzas y temo perder la calma y la prudencia. La atracción de la Patria es mi único sostén. No vivo más que por la esperanza del regreso...” Meano había conocido en Turín a Tamburini (quien lo convencerá de tra bajar con él en Argentina), habiendo éste visto, apreciado y alabado sus dibujos... Alternando en la vida nocturna de Torino, su vida sentimental se pone en una en crucijada: inicia una relación que su en torno desaprueba y activa su deseo de partir. Luigia Fraschini, un año mayor que Meano y mujer casada, lo acompañará en la aventura de probar nuevos rumbos; desembarcado en Buenos Aires, Meano habría cambiado su nombre, haciéndo se llamar Mehan, por temor a que sus rastros guiaran al marido abandonado: “aquella pasión fue la ruina de su vida, pero en el momento de la partida de Génova, ninguno podría haber previsto las trágicas consecuenci as”. Años des pués, en el deceso de Meano, se “desli za la sombra” de las conductas de la

El cuerpo legislativo, la masa democrática: la cabeza agonista del deportista exitoso y el delincuente anónimo.

mujer con que viajara desde Italia: “el asesino es un antiguo sirviente de la casa, el italiano Carlo Passera, soltero de 28 años”; los testigos relataron que ha biendo regresado desde las obras del Congreso una mañana, Meano descubre a Passera, lanza recriminaciones y reci be dos detonaciones... (en Víctor Meano: la vida, la obra, la fama, de Rita Molinos y Mario Sabugo).

Entre la espada y la pared, entre una autoridad ausente y una autoridad apropiada, entre dos leyes, Meano ilustra el tipo de stress de quien se ubica entre el experto estatal en vela y el héroe burgués de novela (podrían ser suyas las palabras del protagonista de Apogeo y de cadencia de César Birotteau, de Balzac: “El gobierno me ha puesto en evidencia, yo pertenezco al gobierno, y estoy obligado a estudiar el espíritu que le anima, y a favorecer sus inten-

ciones desarrollándolas”). Meano, ante la decisión de la autoridad pública de dotar al edificio por construirse de un mayor lujo exterior, de una más alta calidad representativa dada por un revestimiento de piedra, atiende a la intención y entiende que depende de él encontrar los medios de sostener su desarrollo: “Si el Estado reclama el concurso de nuestras facultades, nosotros se las debemos”, dice Birotteau y podría decir Meano, quienes asumen facultades que las intenciones del Estado parecen demandar de ellos, pero que el Estado no les ha otorgado formalmente. Aparece aquí una cesura o quiebre entre lo público y lo privado que podríamos llamar “vacío representacional” (vacío que provoca el caso particular frente a la ley general): el héroe novelesco se excede en su interpretación de lo que el Estado burgués permite articular entre pasión individual y pertenencia a la comunidad, en definitiva, entre exclusión e inclusión. Este vacío que caracteriza al escenario representativo, articula una retórica dialéctica de lo alto y de lo bajo, entre profundidad del carácter y de la posible caída (entre “cabezas privilegiadas” e “irreparables catástrofes”, en palabras de Birotteau), retórica que tiñe la memoria descriptiva de Meano: ...refundiendo en un mismo ideal el porvenir de la joven República con la majestad del edificio que será sede y baluarte de las más sagradas institu ciones, [imagino] una mole arquitectó nica maravillosamente bella, grandio sa e imponente. Pero al pasar de lo ideal a lo práctico, ese pensamiento tro pieza con un sinnúmero de exigencias restrictivas, como ser la ubicación obli gada del edificio, lo angosto del área elegida y lo reducido del presupuesto.

Luego de la muerte de Meano los costos de las obras se dispararon, pero fue bajo su dirección que se ejecutaron las fundaciones de granito a las que apunta la indignación de Palacios. Ahora, la estructura sobre ellas –la doble cúpula que se eleva sobre el Salón de los Pasos Perdidos– toda esta estructura es, en términos UR (Conversar) / 81


duce bienes inmuebles, estamos preparados a retirar nuestros afectos de ella; ¿la vuelve eso privada? Las personas: ¿cómo es que tantas vidas privadas se hacen públicas por su muerte? Con formas representativas y esquemas proyectivos, arquitectura y política trabajan juntas, construyen dialécticamente el poder del Estado como gestoras y guardianes principales de la propiedad privada y la imagen pública. Ese compromiso da como resultado la proyec ción eficaz de imágenes públicas desde el foco oculto de enigmas privados. “Sobre la base de lo privado se alza lo público”, se dice con ambivalencia. Como cuando leemos, por ejemplo, el final de aquel debate: Sr. Ministro de Obras Públicas: “–La situa ción del arquitecto era ésta: por una parte tenía el contrato de construcción de obras que no podía suspender; por la otra tenía la ley que es tablecía ya el revestimiento de piedra... Dirigió una cantidad de notas; pero la comisión [ p a r l amentaria que tenía a su cargo el seguimiento de las obras] no se reunió... entonces el arquitecto asumió la responsabilidad... y se creyó faculta do para dar la autorización. Evidentemente hizo mal porque no tenía facultades... pero lo hizo con toda buena intención... se trataba de un hombre evidentemente correcto, y sobre el cual sería una injusticia arrojar sombras. El trágico fin que tuvo haría más respetable su memoria. Según todos los informes que tomó la comisión en aquella época, se trataba de un hombre en teramente incapaz de abusar, que se equivocó en cuanto a la actitud que debía asumir y asu mió responsabilidades que no le correspondían. El gobierno del general Roca... ¿podía mandar lo a enjuiciar? Habría sido una gran injusticia; y el Presidente Roca y el Ministro Civit asumieron las responsabilidades que les correspondían, tra tando de evitar los prejuicios pecuniarios que podía sufrir la nación y respetando los móviles que habían llevado a ese hombre a cometer un error... no se qué pensará de esta actitud el Señor Diputado por la Capital...–”. Sr. Palacios: “–Ya se lo voy a decir–”. Sr. Ministro de O. P.: “–... pero yo, Sr. Presidente, en mi conciencia, no puedo menos que aprobarla–”. 80 / (Conversar) UR

Sr. Saguier: “–¿Y continúa en su puesto el arquitecto?–”. Sr. Ministro de O. P.: “–No, señor; lo mata ron... suponiendo que fuera el caso aplicar res ponsabilidades penales... no veo cómo el Señor Diputado, ni la Cámara, ni nadie, podría hacer las efectivas... cuando es notorio que ese señor arquitecto ha muerto hace años–”. Meano, el arquitecto proyectista al que se refiere Ramos Mexía, fue muerto por un proyectil, baleado por un ex-empleado suyo en los fondos de la casa a la que se había mudado para estar cerca de las obras del Congreso Nacional –un modo electivamente privado de perder la imagen pública–: En 1900, una comisión de técnicos fue comisionada para juzgar el desarrollo de las tareas del Congreso y a Meano en su calidad de Director. El 14 de mayo de 1900 escribe a sus familiares en Italia: “se me trata indignamente; tienen para mí, para este pobre gringo, palabras irre petibles, tratan de adosarme la respon sabilidad económica de obras extraordi narias sobre las que he debido disponer... No sé si podré resistir mucho más. Me están faltando las fuerzas y temo perder la calma y la prudencia. La atracción de la Patria es mi único sostén. No vivo más que por la esperanza del regreso...” Meano había conocido en Turín a Tamburini (quien lo convencerá de tra bajar con él en Argentina), habiendo éste visto, apreciado y alabado sus dibujos... Alternando en la vida nocturna de Torino, su vida sentimental se pone en una en crucijada: inicia una relación que su en torno desaprueba y activa su deseo de partir. Luigia Fraschini, un año mayor que Meano y mujer casada, lo acompañará en la aventura de probar nuevos rumbos; desembarcado en Buenos Aires, Meano habría cambiado su nombre, haciéndo se llamar Mehan, por temor a que sus rastros guiaran al marido abandonado: “aquella pasión fue la ruina de su vida, pero en el momento de la partida de Génova, ninguno podría haber previsto las trágicas consecuenci as”. Años des pués, en el deceso de Meano, se “desli za la sombra” de las conductas de la

El cuerpo legislativo, la masa democrática: la cabeza agonista del deportista exitoso y el delincuente anónimo.

mujer con que viajara desde Italia: “el asesino es un antiguo sirviente de la casa, el italiano Carlo Passera, soltero de 28 años”; los testigos relataron que ha biendo regresado desde las obras del Congreso una mañana, Meano descubre a Passera, lanza recriminaciones y reci be dos detonaciones... (en Víctor Meano: la vida, la obra, la fama, de Rita Molinos y Mario Sabugo).

Entre la espada y la pared, entre una autoridad ausente y una autoridad apropiada, entre dos leyes, Meano ilustra el tipo de stress de quien se ubica entre el experto estatal en vela y el héroe burgués de novela (podrían ser suyas las palabras del protagonista de Apogeo y de cadencia de César Birotteau, de Balzac: “El gobierno me ha puesto en evidencia, yo pertenezco al gobierno, y estoy obligado a estudiar el espíritu que le anima, y a favorecer sus inten-

ciones desarrollándolas”). Meano, ante la decisión de la autoridad pública de dotar al edificio por construirse de un mayor lujo exterior, de una más alta calidad representativa dada por un revestimiento de piedra, atiende a la intención y entiende que depende de él encontrar los medios de sostener su desarrollo: “Si el Estado reclama el concurso de nuestras facultades, nosotros se las debemos”, dice Birotteau y podría decir Meano, quienes asumen facultades que las intenciones del Estado parecen demandar de ellos, pero que el Estado no les ha otorgado formalmente. Aparece aquí una cesura o quiebre entre lo público y lo privado que podríamos llamar “vacío representacional” (vacío que provoca el caso particular frente a la ley general): el héroe novelesco se excede en su interpretación de lo que el Estado burgués permite articular entre pasión individual y pertenencia a la comunidad, en definitiva, entre exclusión e inclusión. Este vacío que caracteriza al escenario representativo, articula una retórica dialéctica de lo alto y de lo bajo, entre profundidad del carácter y de la posible caída (entre “cabezas privilegiadas” e “irreparables catástrofes”, en palabras de Birotteau), retórica que tiñe la memoria descriptiva de Meano: ...refundiendo en un mismo ideal el porvenir de la joven República con la majestad del edificio que será sede y baluarte de las más sagradas institu ciones, [imagino] una mole arquitectó nica maravillosamente bella, grandio sa e imponente. Pero al pasar de lo ideal a lo práctico, ese pensamiento tro pieza con un sinnúmero de exigencias restrictivas, como ser la ubicación obli gada del edificio, lo angosto del área elegida y lo reducido del presupuesto.

Luego de la muerte de Meano los costos de las obras se dispararon, pero fue bajo su dirección que se ejecutaron las fundaciones de granito a las que apunta la indignación de Palacios. Ahora, la estructura sobre ellas –la doble cúpula que se eleva sobre el Salón de los Pasos Perdidos– toda esta estructura es, en términos UR (Conversar) / 81


de un sentido común anacrónico, “no funcional”, perfectamente “inútil”: es “simbólica”, por decir lo primero que viene a la palabra. Responder técnicamente si aquella inmensa bóveda inversa cumple verdaderas funciones estructurales es, en este contexto, como responder sobre la verdad misma del sistema democrático–representativo –¿está el pueblo de la república bien o mal representado durante las conversaciones de sus élites (su parlamento)?; o incluso: ¿es iluminadora u ocultista la relación proyectiva entre élites representantes y masa representada? El dilema entre el estaren-vela y no-vela persiste en la enojosa elocuencia de Palacios contra los basamentos de las columnas (“revestidos en lugar de ser un solo bloque de piedra”), contra la calidad de la madera de las puertas, contra el “mérito artístico de los capiteles corintios”... dejando indemne, bajo una real inmunidad parlamentaria, a la aguja inhabitable que se eleva sobre el resto del edificio. ¿Era su indignado análisis anacrónico o futurista, el de un político en alerta o el de un novelista? Por esos mismos años nuevas generaciones de arquitectos comenzaban a imponer la idea de que esas cúpulas aéreas eran costosas e inútiles, y como tales, antidemocráticas; sin dudas el despectivo mote de “obra romana” afecta a todo el edificio –conocido su trivial parentesco con el monumento paleofascista a Vittorio Emmanuelle–, y pocos años después de terminarse, sólo podía parecer adecuado a un país que enterraba bosques irrecuperables debajo de sus redes ferroviarias. ¿Es la de Palacios una verdadera “exposición inconsciente”?; ¿le pasa desapercibida psicológica o históricamente su ironía redundante sobre el “Palacio de Oro”? ¿Por qué tenía que ser el edificio de un parlamento republicano un “palacio”, bajo qué leyes históricas pudo haber cristalizado semejante alianza arquitectónico-política? (Sofía Picozzi me alertó sobre la cercanía del caso con el Le Corbusier de Una casa, un Palacio - q u izás el intento más consciente de sintetizar pasión y orden, de ampliar la base de inclusión ambiental bajo medios conversacionales unilaterales, según las ideas “proyectuales” de una personalidad ). 82 / (Conversar) UR

Si un arquitecto-artista con talento que se ve presionado a huir de un ambiente familiar arrastrado por la pasión debe cambiar su nombre, ¿debería haber cambiado el suyo un ciudadano llamado Palacios cuando lo invitan a ser diputado socialista, cuando polemiza contra los despilfarros administrativos de un Estado capitalista semidemocrático? Suspendiendo la visión según la cual la de mocracia representativa es una “higiene” social sustentable y perfeccionable, mientras sus instancias represivas son una terapéutica penosa dirigida a controles circunstanciales, puede verse la inseparabilidad de esos términos, representación y represión, como de lo aéreo y lo enterrado, lo iluminado y lo sombrío. Los esquemas proyectivos y proyectuales son ubicuos y no sutiles; si pudiéramos ver completas estas cúpulas opuestas, podríamos saber eso que se conoce de los árboles recién cuando se ve uno arrancado de cuajo por el viento. En el caso del Palacio del Congreso puede señalarse, respecto de la dependencia estructural de las partes, que ninguna catástrofe ocurrió, sino la que ocurriera en las conciencias. Allí sí, a l g o cayó o quedó vacío. No sólo el buen nombre del arquitecto, personaje que se arrogó una responsabilidad o s o b e r a n í a excesiva, que sólo le correspondía al pueblo por medio de sus re presentantes. El fallo en su juicio señala la falla del sistema representativo, la soberanía discontinua de la representación democrática. Si en algo estaban de acuerdo el diputado y el ministro es que el debate no se realizaba en un tribunal jurídico sino en una asamblea parlamentaria; ninguno buscaba tampoco provocar allí la muerte real de nadie, pero Ramos Mexía e s g r i m e la muerte (de Meano) ante Palacios –persona receptiva a ello como angry man adicto al “duelo por honor” que era–, del mismo modo en que el una vez vocero presidencial Eduardo Amadeo esgrimió la muerte –en un mal debate que debe recordarse– ante el diputado Carlos Auyero. Tal vez también en la relación dialéctica entre ambas cúpulas una esgrime la muerte. En ciertos debates, la muerte es tra-

ída como testigo; y como testigo cae con todo el peso del asentimiento, o del asentamiento, dando a las conciencias la coartada para dejar sin analizar sus propios afectos. Son escenas de dominación y de caída, donde el par representación-represión muestra su lado más crudo, cuando en definitiva cuentan los cuerpos. Esa dialéctica necesita de la muerte-pérdida (aunque sea del mero nombre, o de su puesta en juego simbólica) “para resolver conflictos que quedan insolucionados”, apuestas excesivas de la representación: el vacío representacional se desplaza hasta encontrar la resistencia real de un cuerpo (el duelo, el conflicto personal, la vuelta a la llanura). Nunca nos sorprenderemos lo suficiente de cuánto conflicto tolera un cuerpo representativo (sea arquitectónico o democrático), sin colapsar formalmente –aunque sus miembros más débiles, sean cornisas o personas, sufran insuperables crisis privadas. A pesar de lo que nos gustaría creer, la representación es insensible a las crisis empíricas: cualquier conjunto puede seguir representando unidad: aunque lo aparente de la representación haga crisis en los miembros más expuestos del sistema, el “cemento” del sistema, usado restaurativamente, podrá cerrar esas crisis, haciéndolas desaparecer o parecer “coyunturales”, accidentales, atribuidas a la debilidad y al error, al riesgo o “pecado” de las partes. Un siglo después de aquel debate, en 1914, ya concluida la investigación de la Comisión Parlamentaria, el presidente de la misma y miembro informante Lisandro de la Torre resume (luego de otra ferviente diatriba de Palacios) las conclusiones basadas en el informe técnico de los asesores. Allí no se menciona ningún juicio sobre la bóveda o cúpula invertida, sólo exhaustivos análisis de tipo cuantitativo sobre excesos en los precios o fraudes métricos (las superficies muy discontinuas, muy ornamentadas del edificio habrían sido consideradas por la empresa constructora no en su proyección plana, sino en su desarrollo –para decirlo de algún modo, “destejiendo” las molduras y los artesonados,

A: superficie de la cúpula como debió computarse B: superficie según cómputo con que se hicieron las liquidaciones.

lo que iba en contra de explícitas aclaraciones del contrato inicial). Al parecer algo se perdió entre 1913 y 1914 para el tipo de conciencia cívica que Palacios pretendía representar: lo que vio o creyó ver en 1913, la intolerable imagen de una anticúpula monumental inútil se había diluido en un fraude proyectivo, proyectual, en diferencias sobre cómo miden un plano personas con distintos intereses. La proyección de la representación política en el dominio de la escena urbana por parte de una cúpula elevada (hasta llegar a la espejada y amnésica cúpula del nuevo Reichstag alemán), se funda en lo o b s c e n o de tanto anhelo privado. Ahí asoma una erótica atávica, cuyas representaciones “altas” persisten en la arquitectura y la política, y cuyas figuraciones UR (Conversar) / 83


de un sentido común anacrónico, “no funcional”, perfectamente “inútil”: es “simbólica”, por decir lo primero que viene a la palabra. Responder técnicamente si aquella inmensa bóveda inversa cumple verdaderas funciones estructurales es, en este contexto, como responder sobre la verdad misma del sistema democrático–representativo –¿está el pueblo de la república bien o mal representado durante las conversaciones de sus élites (su parlamento)?; o incluso: ¿es iluminadora u ocultista la relación proyectiva entre élites representantes y masa representada? El dilema entre el estaren-vela y no-vela persiste en la enojosa elocuencia de Palacios contra los basamentos de las columnas (“revestidos en lugar de ser un solo bloque de piedra”), contra la calidad de la madera de las puertas, contra el “mérito artístico de los capiteles corintios”... dejando indemne, bajo una real inmunidad parlamentaria, a la aguja inhabitable que se eleva sobre el resto del edificio. ¿Era su indignado análisis anacrónico o futurista, el de un político en alerta o el de un novelista? Por esos mismos años nuevas generaciones de arquitectos comenzaban a imponer la idea de que esas cúpulas aéreas eran costosas e inútiles, y como tales, antidemocráticas; sin dudas el despectivo mote de “obra romana” afecta a todo el edificio –conocido su trivial parentesco con el monumento paleofascista a Vittorio Emmanuelle–, y pocos años después de terminarse, sólo podía parecer adecuado a un país que enterraba bosques irrecuperables debajo de sus redes ferroviarias. ¿Es la de Palacios una verdadera “exposición inconsciente”?; ¿le pasa desapercibida psicológica o históricamente su ironía redundante sobre el “Palacio de Oro”? ¿Por qué tenía que ser el edificio de un parlamento republicano un “palacio”, bajo qué leyes históricas pudo haber cristalizado semejante alianza arquitectónico-política? (Sofía Picozzi me alertó sobre la cercanía del caso con el Le Corbusier de Una casa, un Palacio - q u izás el intento más consciente de sintetizar pasión y orden, de ampliar la base de inclusión ambiental bajo medios conversacionales unilaterales, según las ideas “proyectuales” de una personalidad ). 82 / (Conversar) UR

Si un arquitecto-artista con talento que se ve presionado a huir de un ambiente familiar arrastrado por la pasión debe cambiar su nombre, ¿debería haber cambiado el suyo un ciudadano llamado Palacios cuando lo invitan a ser diputado socialista, cuando polemiza contra los despilfarros administrativos de un Estado capitalista semidemocrático? Suspendiendo la visión según la cual la de mocracia representativa es una “higiene” social sustentable y perfeccionable, mientras sus instancias represivas son una terapéutica penosa dirigida a controles circunstanciales, puede verse la inseparabilidad de esos términos, representación y represión, como de lo aéreo y lo enterrado, lo iluminado y lo sombrío. Los esquemas proyectivos y proyectuales son ubicuos y no sutiles; si pudiéramos ver completas estas cúpulas opuestas, podríamos saber eso que se conoce de los árboles recién cuando se ve uno arrancado de cuajo por el viento. En el caso del Palacio del Congreso puede señalarse, respecto de la dependencia estructural de las partes, que ninguna catástrofe ocurrió, sino la que ocurriera en las conciencias. Allí sí, a l g o cayó o quedó vacío. No sólo el buen nombre del arquitecto, personaje que se arrogó una responsabilidad o s o b e r a n í a excesiva, que sólo le correspondía al pueblo por medio de sus re presentantes. El fallo en su juicio señala la falla del sistema representativo, la soberanía discontinua de la representación democrática. Si en algo estaban de acuerdo el diputado y el ministro es que el debate no se realizaba en un tribunal jurídico sino en una asamblea parlamentaria; ninguno buscaba tampoco provocar allí la muerte real de nadie, pero Ramos Mexía e s g r i m e la muerte (de Meano) ante Palacios –persona receptiva a ello como angry man adicto al “duelo por honor” que era–, del mismo modo en que el una vez vocero presidencial Eduardo Amadeo esgrimió la muerte –en un mal debate que debe recordarse– ante el diputado Carlos Auyero. Tal vez también en la relación dialéctica entre ambas cúpulas una esgrime la muerte. En ciertos debates, la muerte es tra-

ída como testigo; y como testigo cae con todo el peso del asentimiento, o del asentamiento, dando a las conciencias la coartada para dejar sin analizar sus propios afectos. Son escenas de dominación y de caída, donde el par representación-represión muestra su lado más crudo, cuando en definitiva cuentan los cuerpos. Esa dialéctica necesita de la muerte-pérdida (aunque sea del mero nombre, o de su puesta en juego simbólica) “para resolver conflictos que quedan insolucionados”, apuestas excesivas de la representación: el vacío representacional se desplaza hasta encontrar la resistencia real de un cuerpo (el duelo, el conflicto personal, la vuelta a la llanura). Nunca nos sorprenderemos lo suficiente de cuánto conflicto tolera un cuerpo representativo (sea arquitectónico o democrático), sin colapsar formalmente –aunque sus miembros más débiles, sean cornisas o personas, sufran insuperables crisis privadas. A pesar de lo que nos gustaría creer, la representación es insensible a las crisis empíricas: cualquier conjunto puede seguir representando unidad: aunque lo aparente de la representación haga crisis en los miembros más expuestos del sistema, el “cemento” del sistema, usado restaurativamente, podrá cerrar esas crisis, haciéndolas desaparecer o parecer “coyunturales”, accidentales, atribuidas a la debilidad y al error, al riesgo o “pecado” de las partes. Un siglo después de aquel debate, en 1914, ya concluida la investigación de la Comisión Parlamentaria, el presidente de la misma y miembro informante Lisandro de la Torre resume (luego de otra ferviente diatriba de Palacios) las conclusiones basadas en el informe técnico de los asesores. Allí no se menciona ningún juicio sobre la bóveda o cúpula invertida, sólo exhaustivos análisis de tipo cuantitativo sobre excesos en los precios o fraudes métricos (las superficies muy discontinuas, muy ornamentadas del edificio habrían sido consideradas por la empresa constructora no en su proyección plana, sino en su desarrollo –para decirlo de algún modo, “destejiendo” las molduras y los artesonados,

A: superficie de la cúpula como debió computarse B: superficie según cómputo con que se hicieron las liquidaciones.

lo que iba en contra de explícitas aclaraciones del contrato inicial). Al parecer algo se perdió entre 1913 y 1914 para el tipo de conciencia cívica que Palacios pretendía representar: lo que vio o creyó ver en 1913, la intolerable imagen de una anticúpula monumental inútil se había diluido en un fraude proyectivo, proyectual, en diferencias sobre cómo miden un plano personas con distintos intereses. La proyección de la representación política en el dominio de la escena urbana por parte de una cúpula elevada (hasta llegar a la espejada y amnésica cúpula del nuevo Reichstag alemán), se funda en lo o b s c e n o de tanto anhelo privado. Ahí asoma una erótica atávica, cuyas representaciones “altas” persisten en la arquitectura y la política, y cuyas figuraciones UR (Conversar) / 83


“bajas” y complementarias construyen todos nuestros ámbitos de lo privado, de lo doméstico a lo policíaco. Lo que cúpulas y escalinatas “representan” en la ciudad-escena pública es lo mismo que figuran más íntimamente nuestras llaves y candados, corbatas y carteras, armas de fuego y lavatorios, botones, envases, y todo nuestro arsenal técnico-estético de vínculos y uniones, donde articulamos obsesivas representaciones técnico-sensualistas de compromiso. Esa trivia erótica puede ser muy abstracta y podemos distraernos de ella

Alejo Campos, “División del andrógino original”, 2006 Envase plástico cortado.

“Tableau queer”, 2006 Detalle, polietileno termoformado + envase.

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o hacerla inabordable a la conversación salvo bajo la figura del chiste, pero toda nuestra producción de objetos mantiene esa tensión entre bien común y pasión individual, entre estaren-vela y n o-vela. Existe el prejuicio de que en la producción social los fines o medios altruistas y utilitarios se deben imponer a los motivos personales; esto afecta a la arquitectura, y también a la conversación, que se pretenden útiles y comunicativas (es incivil rebajarlas a exhibición, a lucimiento personal). Pero como en el caso del Palacio de Oro, el ornamento, la superficie, la retórica afectan lo que pretende ser un claro hacer o decir (o medir: el valor de lo construido). Eso alerta sobre el carácter reversible del prejuicio altruista-utilitario: ambiente y conversación no son marcos neutros de socialización, sino campos donde sujetos vinculados por pasiones pueden ampliar lo social. El prejuicio altruista (iluminista en el debate de 1913), cree en los valores democráticos del ambiente y la conversación: en la república igualitaria, los logros se obtienen en el ágora. Pero el lenguaje público tapa a otro lenguaje, que como piedra sin pulir, objeto masivo y no-autorizado, está “presionando el espíritu... de millones enterrados” que pugnan por salir del privado ámbito familiar a la ciudad o al Estado por medio, por ejemplo, de la conversacion (“Exclusividad subtitulada”, en Otra parte nº4, 2 0 0 4). El enterra miento monumental ejecutado bajo las órdenes de un autor desautorizado, la conversación en ausencia entre Palacios y Meano, ¿nos dan otra imagen de lo privado, de lo que ha sido privado o está privado, otra imagen de la represión intrínseca a lo civil tal como lo entiende la de mocracia parlamentaria? Un arquitecto y un representante parlamentario que quieran dar forma y palabra a esa visión, ¿pueden trabajar juntos tras una geometría ambiental o discurso social fundamentalmente democráticos? ¿O por pertenecer a campos representativos quedan presos en escenas proyectivas de élites lidiantes, identidades espejadas de cúpulas (sean o no cuadros del Estado: profesionales, políticos, barrabravas, profesores de letras). Las ínfulas de ínsula representativa que atravesaban a

Palacios (primer diputado socialista de origen independiente, sin gran formación ortodoxa, que cargaba el hábito de ser solo en la cámara parlamentaria y quizás exageraba su rol antihegemónico -antiroquista, antirigoyenista, antijustista, y finalmente antiperonista- en una deriva que lo llevará a representar diplomáticamente a la “dictadura fusiladora”), no son tan distintas de las que socavaron la imagen pública de Meano. Amargamente, el-estar-en-vela democrático bajo normas de representación claudica alejando campos que una conversación franca podría acercar. Pero eso quizás ya no está a nuestro alcance, ¿no? Una ubicua polarización agonista sólo deja la pobreza de persuasiones cruzadas, convierte los campos sociales en “arenas” de debate-combate: Me inclino a pensar que la estructura de la mayoría de los campos, la mayoría de los juegos sociales es tal que la compe tición, la lucha por el dominio, es prác ticamente inevitable... En la mayoría de los campos se puede observar lo que ca racterizamos como competición para la acumulación de diferentes clases de ca pital (religioso, económico, etc. [simbó l i c o]) y, tal y como están las cosas, la comunicación no distorsionada a la que se refiere Habermas es siempre una ex cepción... Con frecuencia, las personas que son capaces de hablar acerca del

mundo social no saben nada acerca del mundo social, y la gente que conoce el mundo social es incapaz de hablar sobre él. La razón de que se digan tan pocas cosas ciertas sobre el mundo social resi de en esta división. Por ejemplo, la doxa implica un conocimiento práctico. Los trabajadores saben más que cualquier in telectual, más que cualquier sociólogo. No obstante, desconocen lo que saben, carecen de instrumentos necesarios para entenderlo, para hablar de ello. (2) Pierre Bourdieu

Los defensores de la representación afirman que una democracia participativa, sea lo que sea, deja mucho campo abierto a la competencia cruda y no regula la diferente “potencia” de los individuos -ciertamente, la representación capitalista la regula muy bien. Por otra parte, confiar en la equívoca autoridad que otorga la pasión es entregarse a la opción de errores alternativos: aporías de no-vela. Desde el ágora hacia acá, la conversación no para de desplazarse a lo privado. Palacios asume como primer diputado socialista de Argentina y Sudamérica el 1º de mayo de 1904; Meano muere el 1º de junio de 1904: según dicen, “el cimiento sobre el que está edificado la comunicación humana, y que sin ella la comunicación sería quizá un imposible, es la sincronía existente en una conversación”.

(1) Peter Sloterdijk, Extrañamiento del mundo, Editorial Pre-textos, Valencia, 2001. (2) Pierre Bourdieu en diálogo con Terry Eagleton, New Left Review nº 0, 2000.

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“bajas” y complementarias construyen todos nuestros ámbitos de lo privado, de lo doméstico a lo policíaco. Lo que cúpulas y escalinatas “representan” en la ciudad-escena pública es lo mismo que figuran más íntimamente nuestras llaves y candados, corbatas y carteras, armas de fuego y lavatorios, botones, envases, y todo nuestro arsenal técnico-estético de vínculos y uniones, donde articulamos obsesivas representaciones técnico-sensualistas de compromiso. Esa trivia erótica puede ser muy abstracta y podemos distraernos de ella

Alejo Campos, “División del andrógino original”, 2006 Envase plástico cortado.

“Tableau queer”, 2006 Detalle, polietileno termoformado + envase.

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o hacerla inabordable a la conversación salvo bajo la figura del chiste, pero toda nuestra producción de objetos mantiene esa tensión entre bien común y pasión individual, entre estaren-vela y n o-vela. Existe el prejuicio de que en la producción social los fines o medios altruistas y utilitarios se deben imponer a los motivos personales; esto afecta a la arquitectura, y también a la conversación, que se pretenden útiles y comunicativas (es incivil rebajarlas a exhibición, a lucimiento personal). Pero como en el caso del Palacio de Oro, el ornamento, la superficie, la retórica afectan lo que pretende ser un claro hacer o decir (o medir: el valor de lo construido). Eso alerta sobre el carácter reversible del prejuicio altruista-utilitario: ambiente y conversación no son marcos neutros de socialización, sino campos donde sujetos vinculados por pasiones pueden ampliar lo social. El prejuicio altruista (iluminista en el debate de 1913), cree en los valores democráticos del ambiente y la conversación: en la república igualitaria, los logros se obtienen en el ágora. Pero el lenguaje público tapa a otro lenguaje, que como piedra sin pulir, objeto masivo y no-autorizado, está “presionando el espíritu... de millones enterrados” que pugnan por salir del privado ámbito familiar a la ciudad o al Estado por medio, por ejemplo, de la conversacion (“Exclusividad subtitulada”, en Otra parte nº4, 2 0 0 4). El enterra miento monumental ejecutado bajo las órdenes de un autor desautorizado, la conversación en ausencia entre Palacios y Meano, ¿nos dan otra imagen de lo privado, de lo que ha sido privado o está privado, otra imagen de la represión intrínseca a lo civil tal como lo entiende la de mocracia parlamentaria? Un arquitecto y un representante parlamentario que quieran dar forma y palabra a esa visión, ¿pueden trabajar juntos tras una geometría ambiental o discurso social fundamentalmente democráticos? ¿O por pertenecer a campos representativos quedan presos en escenas proyectivas de élites lidiantes, identidades espejadas de cúpulas (sean o no cuadros del Estado: profesionales, políticos, barrabravas, profesores de letras). Las ínfulas de ínsula representativa que atravesaban a

Palacios (primer diputado socialista de origen independiente, sin gran formación ortodoxa, que cargaba el hábito de ser solo en la cámara parlamentaria y quizás exageraba su rol antihegemónico -antiroquista, antirigoyenista, antijustista, y finalmente antiperonista- en una deriva que lo llevará a representar diplomáticamente a la “dictadura fusiladora”), no son tan distintas de las que socavaron la imagen pública de Meano. Amargamente, el-estar-en-vela democrático bajo normas de representación claudica alejando campos que una conversación franca podría acercar. Pero eso quizás ya no está a nuestro alcance, ¿no? Una ubicua polarización agonista sólo deja la pobreza de persuasiones cruzadas, convierte los campos sociales en “arenas” de debate-combate: Me inclino a pensar que la estructura de la mayoría de los campos, la mayoría de los juegos sociales es tal que la compe tición, la lucha por el dominio, es prác ticamente inevitable... En la mayoría de los campos se puede observar lo que ca racterizamos como competición para la acumulación de diferentes clases de ca pital (religioso, económico, etc. [simbó l i c o]) y, tal y como están las cosas, la comunicación no distorsionada a la que se refiere Habermas es siempre una ex cepción... Con frecuencia, las personas que son capaces de hablar acerca del

mundo social no saben nada acerca del mundo social, y la gente que conoce el mundo social es incapaz de hablar sobre él. La razón de que se digan tan pocas cosas ciertas sobre el mundo social resi de en esta división. Por ejemplo, la doxa implica un conocimiento práctico. Los trabajadores saben más que cualquier in telectual, más que cualquier sociólogo. No obstante, desconocen lo que saben, carecen de instrumentos necesarios para entenderlo, para hablar de ello. (2) Pierre Bourdieu

Los defensores de la representación afirman que una democracia participativa, sea lo que sea, deja mucho campo abierto a la competencia cruda y no regula la diferente “potencia” de los individuos -ciertamente, la representación capitalista la regula muy bien. Por otra parte, confiar en la equívoca autoridad que otorga la pasión es entregarse a la opción de errores alternativos: aporías de no-vela. Desde el ágora hacia acá, la conversación no para de desplazarse a lo privado. Palacios asume como primer diputado socialista de Argentina y Sudamérica el 1º de mayo de 1904; Meano muere el 1º de junio de 1904: según dicen, “el cimiento sobre el que está edificado la comunicación humana, y que sin ella la comunicación sería quizá un imposible, es la sincronía existente en una conversación”.

(1) Peter Sloterdijk, Extrañamiento del mundo, Editorial Pre-textos, Valencia, 2001. (2) Pierre Bourdieu en diálogo con Terry Eagleton, New Left Review nº 0, 2000.

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POLEMIC IN THE PARLIAMENT A Conversation in Absence Claudio Docampo For more than one hundred years, the space between two opposing domes has been a field of physical and discursive tensions. This concave stage is where the representations of the modern democratic system unfold. The Congreso Nacional (National Congress) building is the tragic work of an architect who yields to the outrageous problems brought on by two domes, one ostentatious and the other terribly somber.

(Where) domestic or homeland relations still reign... the initial cordial tear of becoming an adult could be seen as a stress that appears in the passage from the space of watchfulness of the imperial and urban worlds. (1) Peter Sloterdijk Architecture and politics share an eagerness to make into great forms that which is in pieces. According to Sloterdijk, “politics in the conventional sense of the word [and we could add architecture as well] is born from the need to respond to the question of how a group can become large, or indeed very large, without failing in the idea of transcribing that largeness.” Ever since the attack and flight scenario in the plains turned into confrontation-in-language and common action, the challenge lies in how large the conversational “sphere” can grow in order to make larger controlled artificial settings (refuge or territory). The State combines conversational and environmental characteristics, laws and city: historically, the inter-subjective emission of articulated sounds and the building of artificial environments have led to figures (whether polemics or buildings) that hold onto something of the savage hidden scheme at their origin: to replace the survival of one of the antagonists with a dominationsubordination relationship. Indeed, civilization is dual techniques of domination-subordination. In some of the objects mentioned here (domes and parliamentary debates, for example), there are still visible traces of this: “dome” is dome, “law” is majority. City, trade, money, king, empire, republic, parliament and building imply both historical means of accelerating conversations (shortcuts to consensus) and “sustainable” artificial environments (forgive the anachronism), established by processes that I choose to call simply “projective forms or schemes.” Thus, domination-subordination, or, in more modern terms, 86 / (Conversar) UR

representat ion-repression. The difference between the first pair and the second lies in the dominant figure’s having developed the means not to involve the body: the systems of representation (whether those of parliamentary democracy or those of professionalist architectural projects) make it possible to con ceal the body. We can call this, ambiguously, imper sonalization, a trait of the representative systems that is at once progressive and retrograde. In the most crystallized (though by no means crystalline) forms of conversation and environment (polemic, palace), some bodies are exposed while others are hidden. To put it differently, when parliamentary regulations or conversational protocols or architectural conventions fail, the body re-appears: voices are raised, there is rebellion, accident, etc. To put it still differently, we are still haunted by the tension between a state of constant watchfulness (a careful labor to broaden the conversational-environmental “community”) and the individual non-watchfulness of the novelistic hero (who shows the parable of his body, his own ascent-fall, as an example that clashes with the community). In 1913 –half a year before, for some, the 20th century began– the Socialist congressman Alfredo Palacios and the Minister of Public Works Ezequiel Ramos Mexía debated, in the Argentine Senate, the scandalous construction of the National Congress building. The contest to design the building had been won by the architect Víctor Meano, but the project was later modified: it was decided to coat the entire building in limestone and the original budget had been multiplied several times over. While Palacios wanted a parliamentary commission to investigate a process that was already quite onerous and suspect, the executive branch requested more money to finance the work. Like

other conversations, the scene tended to be dominated by the arguments of the long-winded: . . . . (from the records of session nº 20, June 16, 1913, p.33; The Minister is speaking) “–...the Executive Power, Mr. President, desires, above all else, to shed light on the matter... The Congressman from the Capital has made... legend... his ally... Even today, modern legends linger in the atmosphere and exert pressure on the spirit of the people, which, when examined under the light of science... turn out to be comedies. And hence, from hereafter, will be the legend of the Golden Palace , where so many millions are said to be buried... but those who have studied the matter, those who have examined the work, can say... that those 4 million are there... who authorized the coating that repre sented an extraordinary expense not included in the budget? The Congress did. That coating... en tailed... greater expenses in excavations and con solidating foundations–.” The modification to the project, which entailed including coating with limestone from the province of Córdoba, was approved by law, but that law failed to consider the works necessary to reinforce the building’s foundations. To consolidate the foundations, Meano would find a technical solution that Palacios condemned: uniting the four main pillars in an inverted vaulted granite construction: (the Congressman is speak i n g ) “–...the message from the Executive Power takes for granted this strange fact: to construct just the basement of the palace entailed an investment just under the amount that was to be spent on the entire building. 2,600,000 pesos were invested in strengthening the building’s foundations and in modifications to the outer and inne r coverings not included in the original project... It has also been proven, Mr. President, that the number of cubic meters of processed granite… thousands of pesos worth of processed granite, Mr. Minister of Public Works, that have been uselessly buried under the Congreso Building... Now, the immense inverted vault to which Congressman Piñeyro referred to so ironically in his speech from 1907... ‘Undoubtedly a Roman work’... whose edges represent an im mense orthogonal floor measuring 17-meters long and 7-meters deep, painstakingly constructed from blocks of granite... is wholly useless, insofar as the pillars and walls are the only parts that rest on the piles and it would have been simpler and less ex pensive to bury those piles under a thick layer of soil... This vault is wholly lacking in good sense... the pillars rest exclusively on the surface where they touch the ground and... the vault does not support any weight at all...–”

Atop the National Congress is an outer dome –an iron structure covered in copper– that rests on a tambour. Inside and under this tambour, a coffered inner dome with an open zenith covers the Salón de los Pasos Perdidos. After certain national elections, thousands of votes gathered in a “paper dome” have been known to cover the entire floor of the salon. What is barely seen is the luxurious inverted and buried v a u l ted construction that so angered Palacios. Can we imagine i t? If conventional images of representative, republican and capitalist democracy consist, in part, of the architecture of their parliaments, and this one is represented mostly by its highest portion –its dome over the urban scene like the law over the nominal equality of citizens– does this sunken and inverted dome represent the republic’s enigmas? When the State of the modern republic took on “parliamentary representation” as its “elevated” form of politics, it consolidated its “monopoly on the use of force” and, to these ends, developed new means of “repression” or of social order (metropolitan policies), aimed to handle “low political” questions: while, like lighthouses, certain elements, removed from the rest, are considered legitimate, elevated and legislative representatives, others are wholly geared towards repression and marginalization –not the “democratic mass” which has an organic relationship with its political representatives (or so “theorists” of representation would have it), but rather the democratic enigma of those who are elective sub jects of repression, as opposed to the association of elective subjects of representation, that is, subjects organized into parties: the political domes. From the civil wars out of which republics were born there lingers on the alienation between “representative” parts and repressed or “represented” parts; this division is a projective form that suggests another similarity between politics and architecture: practices that project and construct/consolidate/crystallize di–visions (like the one between the double aerial dome and the inverted vault in the National Congress Building). In those divisions, one half is deprived of something. And what is “the private” for modern democracy? Property, opinion, habit, but more generically, the enigmatic matrix of the public: opinion as well as property of things, of people. In terms of architecture, for example, we are willing to withdraw our feelings for it due to the erroneous notion that it is real estate; does that make it private? In terms of persons, how is it that so many private lives are rendered public by death? With representative forms and projective schemes, architecture and politics work together, dialectically constructing the power of the State as the managers and prime keepers of UR (Conversar) / 87


POLEMIC IN THE PARLIAMENT A Conversation in Absence Claudio Docampo For more than one hundred years, the space between two opposing domes has been a field of physical and discursive tensions. This concave stage is where the representations of the modern democratic system unfold. The Congreso Nacional (National Congress) building is the tragic work of an architect who yields to the outrageous problems brought on by two domes, one ostentatious and the other terribly somber.

(Where) domestic or homeland relations still reign... the initial cordial tear of becoming an adult could be seen as a stress that appears in the passage from the space of watchfulness of the imperial and urban worlds. (1) Peter Sloterdijk Architecture and politics share an eagerness to make into great forms that which is in pieces. According to Sloterdijk, “politics in the conventional sense of the word [and we could add architecture as well] is born from the need to respond to the question of how a group can become large, or indeed very large, without failing in the idea of transcribing that largeness.” Ever since the attack and flight scenario in the plains turned into confrontation-in-language and common action, the challenge lies in how large the conversational “sphere” can grow in order to make larger controlled artificial settings (refuge or territory). The State combines conversational and environmental characteristics, laws and city: historically, the inter-subjective emission of articulated sounds and the building of artificial environments have led to figures (whether polemics or buildings) that hold onto something of the savage hidden scheme at their origin: to replace the survival of one of the antagonists with a dominationsubordination relationship. Indeed, civilization is dual techniques of domination-subordination. In some of the objects mentioned here (domes and parliamentary debates, for example), there are still visible traces of this: “dome” is dome, “law” is majority. City, trade, money, king, empire, republic, parliament and building imply both historical means of accelerating conversations (shortcuts to consensus) and “sustainable” artificial environments (forgive the anachronism), established by processes that I choose to call simply “projective forms or schemes.” Thus, domination-subordination, or, in more modern terms, 86 / (Conversar) UR

representat ion-repression. The difference between the first pair and the second lies in the dominant figure’s having developed the means not to involve the body: the systems of representation (whether those of parliamentary democracy or those of professionalist architectural projects) make it possible to con ceal the body. We can call this, ambiguously, imper sonalization, a trait of the representative systems that is at once progressive and retrograde. In the most crystallized (though by no means crystalline) forms of conversation and environment (polemic, palace), some bodies are exposed while others are hidden. To put it differently, when parliamentary regulations or conversational protocols or architectural conventions fail, the body re-appears: voices are raised, there is rebellion, accident, etc. To put it still differently, we are still haunted by the tension between a state of constant watchfulness (a careful labor to broaden the conversational-environmental “community”) and the individual non-watchfulness of the novelistic hero (who shows the parable of his body, his own ascent-fall, as an example that clashes with the community). In 1913 –half a year before, for some, the 20th century began– the Socialist congressman Alfredo Palacios and the Minister of Public Works Ezequiel Ramos Mexía debated, in the Argentine Senate, the scandalous construction of the National Congress building. The contest to design the building had been won by the architect Víctor Meano, but the project was later modified: it was decided to coat the entire building in limestone and the original budget had been multiplied several times over. While Palacios wanted a parliamentary commission to investigate a process that was already quite onerous and suspect, the executive branch requested more money to finance the work. Like

other conversations, the scene tended to be dominated by the arguments of the long-winded: . . . . (from the records of session nº 20, June 16, 1913, p.33; The Minister is speaking) “–...the Executive Power, Mr. President, desires, above all else, to shed light on the matter... The Congressman from the Capital has made... legend... his ally... Even today, modern legends linger in the atmosphere and exert pressure on the spirit of the people, which, when examined under the light of science... turn out to be comedies. And hence, from hereafter, will be the legend of the Golden Palace , where so many millions are said to be buried... but those who have studied the matter, those who have examined the work, can say... that those 4 million are there... who authorized the coating that repre sented an extraordinary expense not included in the budget? The Congress did. That coating... en tailed... greater expenses in excavations and con solidating foundations–.” The modification to the project, which entailed including coating with limestone from the province of Córdoba, was approved by law, but that law failed to consider the works necessary to reinforce the building’s foundations. To consolidate the foundations, Meano would find a technical solution that Palacios condemned: uniting the four main pillars in an inverted vaulted granite construction: (the Congressman is speak i n g ) “–...the message from the Executive Power takes for granted this strange fact: to construct just the basement of the palace entailed an investment just under the amount that was to be spent on the entire building. 2,600,000 pesos were invested in strengthening the building’s foundations and in modifications to the outer and inne r coverings not included in the original project... It has also been proven, Mr. President, that the number of cubic meters of processed granite… thousands of pesos worth of processed granite, Mr. Minister of Public Works, that have been uselessly buried under the Congreso Building... Now, the immense inverted vault to which Congressman Piñeyro referred to so ironically in his speech from 1907... ‘Undoubtedly a Roman work’... whose edges represent an im mense orthogonal floor measuring 17-meters long and 7-meters deep, painstakingly constructed from blocks of granite... is wholly useless, insofar as the pillars and walls are the only parts that rest on the piles and it would have been simpler and less ex pensive to bury those piles under a thick layer of soil... This vault is wholly lacking in good sense... the pillars rest exclusively on the surface where they touch the ground and... the vault does not support any weight at all...–”

Atop the National Congress is an outer dome –an iron structure covered in copper– that rests on a tambour. Inside and under this tambour, a coffered inner dome with an open zenith covers the Salón de los Pasos Perdidos. After certain national elections, thousands of votes gathered in a “paper dome” have been known to cover the entire floor of the salon. What is barely seen is the luxurious inverted and buried v a u l ted construction that so angered Palacios. Can we imagine i t? If conventional images of representative, republican and capitalist democracy consist, in part, of the architecture of their parliaments, and this one is represented mostly by its highest portion –its dome over the urban scene like the law over the nominal equality of citizens– does this sunken and inverted dome represent the republic’s enigmas? When the State of the modern republic took on “parliamentary representation” as its “elevated” form of politics, it consolidated its “monopoly on the use of force” and, to these ends, developed new means of “repression” or of social order (metropolitan policies), aimed to handle “low political” questions: while, like lighthouses, certain elements, removed from the rest, are considered legitimate, elevated and legislative representatives, others are wholly geared towards repression and marginalization –not the “democratic mass” which has an organic relationship with its political representatives (or so “theorists” of representation would have it), but rather the democratic enigma of those who are elective sub jects of repression, as opposed to the association of elective subjects of representation, that is, subjects organized into parties: the political domes. From the civil wars out of which republics were born there lingers on the alienation between “representative” parts and repressed or “represented” parts; this division is a projective form that suggests another similarity between politics and architecture: practices that project and construct/consolidate/crystallize di–visions (like the one between the double aerial dome and the inverted vault in the National Congress Building). In those divisions, one half is deprived of something. And what is “the private” for modern democracy? Property, opinion, habit, but more generically, the enigmatic matrix of the public: opinion as well as property of things, of people. In terms of architecture, for example, we are willing to withdraw our feelings for it due to the erroneous notion that it is real estate; does that make it private? In terms of persons, how is it that so many private lives are rendered public by death? With representative forms and projective schemes, architecture and politics work together, dialectically constructing the power of the State as the managers and prime keepers of UR (Conversar) / 87


private property and public image. That bond results in the efficacious projection of public images from the hidden focus of private enigmas. Thus, it could be said, ambivalently, that the public soars over the private. Like when we read, for example, the end of that debate: Mr. Minister of Public Works: “–The architect’s situation was the following: on the one hand, he had a contract to construct works and he could not ig nore it and, on the other, the law that established the stone covering... He wrote a good many notes, but the commission [the parliamentary commission that was responsible for following up on public works] did not meet... and so the architect assumed respon sibility... he believed that it was in his power to give the authorization. Evidently, he erred because that was not in his power... but he acted in good faith... this is a decent man, and it would be unjust to cast doubt on him. His tragic end serves to make his memory that much more respectable. According to all the Commission’s reports from that time, this man was wholly incapable of corruption; he was simply mistaken in terms of the attitude he should have as sumed and assumed responsibilities that he should n’t have. Should General Roca’s administration have sent him to trial? That would have been a grave mis carriage of justice; and President Roca and Minister Civit assumed their responsibilities, trying to avoid the pecuniary harm that might befall the nation and respecting the motives that might have led this man to commit such an error... I don’t know what the Congressman from the City of Buenos Aires will think of this attitude...–”. Mr. Palacios: “–You’ll know soon enough.” Minister of Public Works: “–... but, Mr. President, my conscience leads me to approve of his attitude.” Mr. Saguier: “–And does he continue to hold in his position as architect?–”. Minister of Public Works: “–No, sir; they killed him... if they thought it appropriate to take penal measures... I don’t understand how the Congressman, or the Chamber, or anyone else could go through with this... when the architect has been dead for years–.” Meano, the project architect to whom Ramos Mexía refers, was killed by a projectile, shot by one of his ex-employees in the back of the house that he had moved into in order to be nearer the National Congress construction site –an electively private way to lose one’s public image: In 1900, a commission of technicians was ap pointed to evaluate the development of the Congress project and Meano as the Director of that project. On May 14, 1900 he wrote to his 88 / (Conversar) UR

relatives in Italy: “I have been treated outrage ously; they have used against me, against this poor gringo, words that cannot be repeated. They try to make me economically responsible for ex traordinary works that I had to perform... I don’t know if I can take much more. My strength is running out and I fear that I will lose my calm and prudence. The appeal of my home Country is the only thing that keeps me going. All I live for is the hope to return...” In Turin, Meano had met Tamburini (who convinced Meano to work with him in Argentina); Tamburini had seen and admired Meano’s drawings... In addition to en joying Turin’s nightlife, his love life had come to a crossroads: he had begun a relationship that his circle did not approve of and he wanted to leave. Luigia Fraschini, a married woman one year older than Meano, accompanied him on his adventure; upon landing in Buenos Aires, Meano changed his name to Mehan, out of fear that the abandoned husband would find him: “that pas sion was the cause of his downfall, but at the moment he left Genoa, no one could have ima gined the tragic outcome.” Years later, upon Meano’s death, the dark deeds of the woman with whom he came over from Italy became known: ‘the killer was a former servant at the house, the Italian Carlo Passera, a 28-year-old bachelor’; witnesses stated that upon returning from the Congress construction site one morning, Meano discovered Passera, reproached him and was shot twice... (in Víctor Meano: la vida, la obra, la fama, by Rita Molinos and Mario Sabugo). Between a rock and a hard place, between an absent authority and an appropriated one, between two laws, Meano illustrates the sort of stress suffered by one at once a watchful State expert and the bourgeois hero of a novel (the words of the protagonists of Balzac’s The Rise and Fall of Cesar Birotteau, could be his: “The government has put me in evidence, I belong to the government, and I am obliged to study the spirit that moves it, and to favor its intentions, to further them”). Meano, faced with the decision of the public authority to give the building to be constructed a more luxurious exterior, one with a higher representative quality thanks to the stone covering, heeds that intention and understands that it is up to him to find the means to sustain that project: “If the State calls upon our abilities, we owe them to it,” says Birotteau, and so might have Meano. They take on the faculties that the State seems to demand of them, though they are not formally granted those faculties.

And it is here that a caesura or rupture between the public and the private, one that we might call a “representational vacuum” (the vacuum produced by a particular case in the face of a general law) appears: the novelistic hero who overestimates what, in the bourgeois State, it is possible to coordinate in terms of individual passion and belonging to a community, that is, between exclusion and inclusion. Characteristic of the representative scene, this vacuum articulates a dialectical rhetoric between the high and the low, between depth of character and the possible fall (between, to use Birotteau’s words, “privileged heads” and “irreparable catastrophes”). This rhetoric colors Meano’s descriptive memory: ...re-uniting in a single ideal the future of the young Republic and the majesty of the building that will be the seat and the bastion of its most sacred institution, [I Imagine] a wonderfully beauty, grand and imposing architectural mass. Yet, in the move from the ideal to the practical, that thought comes up against endless restric tions, such as the necessary location of the building, the narrowness of the chosen area and the tight budget. After Meano’s death, the cost of the project soared, though it was during his tenure that the granite foundations that so outraged Palacios were built. In any case, the structure on top of those foundations –the double dome that looms over the Salón de los Pasos Perdidos–, is, in terms of an anachronistic notion of commonsense, “non-functional,” perfectly “useless”: it is “symbolic,” in the most basic sense of the word. To assert, from a technical standpoint, that that immense, inverted vault performs structural functions is, in this context, like asserting the very truth of the democratic-representative system. Are the people of the republic poorly or well represented in the conversations held by its elites (its parliament)?; or, even, does the projective relationship between the representing elites and the represented masses serve to enlighten or to conceal? The dilemma between watchfulness and non-watchfulness persists in Palacio’s tiresome words against the foundations of the columns (“covered rather than a simple block of stone”), against the quality of the wood used for the doors, against the “artistic merit of the Corinthian capitals”...; he leaves unscathed, truly enjoying parliamentary immunity, the uninhabitable spire that rises over the rest of the building. Was his outraged analysis anachronistic or futuristic, the response of a watchful politician or of a novelist? During those same years, new generations of

architects began to formulate the idea that those aerial domes were costly and useless and, as such, antidemocratic. Most certainly, the entire building could be described as a “Roman work” -its trivial likeness to the paleo-fascist monument to Vittorio Emmanuelle is well known–, and a few years after it was completed, it was perfectly in keeping with a country that buried its irretrievable forests under its railway system. Is Palacio’s speech a true “unconscious exhibition”? Does he fail to see the psychological or historical irony of his words about the “Golden Palace”? Why should a republic’s parliamentary building be a “palace”? Under what historical laws could such an architectural-political alliance have been forged? (Sofía Picozzi informed me of a similar case: Le Corbusier and his notion of “a house, a Palace,” perhaps the most conscious attempt to synthesize passion and order, to broaden the basis for environmental inclusion by means of unilateral conversations, according to the “projective” ideas of a personality). If a talented architect-artist who, in the throes of passion, flees his home must change his name, shouldn’t the citizen named “Palacios” (Palaces) have done the same when, as a Socialist congressman, he argues against the administrative waste of a semi-democratic capitalist State? If we put aside the vision in which representative democracy is a sort of social “hygiene” capable of being sustained and perfected, whereas its repressive instances are a dreadful therapy aimed at circumstantial controls, the inseparability of the terms representation and repression is as evident as the inseparability of the aerial and the underground, the light and the dark. Projective and projectual schemes are ubiquitous and unsubtle; if we could see those opposing domes in their entirety, we might know what is known about trees only when the wind pulls them up at the roots. In terms of the structural dependence of its parts, it might be indicated that, in the case of the Palacio del Congreso, no catastrophe occurred, except one of conscience. There, something indeed fell or was left empty. Not only the good name of the architect, who assumed excessive responsibility or sovereign ty, one that was the sole due of the people through their representatives. The failure of his judgment indicates the failure of the representative system, the discontinuous sovereignty of democratic representation. If the Congressman and the Minister agreed on anything, it was that this debate should not take place in a court room, but rather in a parliamentary assembly. Nor did either of them seek to cause the real death of anyone, though Ramos Mexía did wield UR (Conversar) / 89


private property and public image. That bond results in the efficacious projection of public images from the hidden focus of private enigmas. Thus, it could be said, ambivalently, that the public soars over the private. Like when we read, for example, the end of that debate: Mr. Minister of Public Works: “–The architect’s situation was the following: on the one hand, he had a contract to construct works and he could not ig nore it and, on the other, the law that established the stone covering... He wrote a good many notes, but the commission [the parliamentary commission that was responsible for following up on public works] did not meet... and so the architect assumed respon sibility... he believed that it was in his power to give the authorization. Evidently, he erred because that was not in his power... but he acted in good faith... this is a decent man, and it would be unjust to cast doubt on him. His tragic end serves to make his memory that much more respectable. According to all the Commission’s reports from that time, this man was wholly incapable of corruption; he was simply mistaken in terms of the attitude he should have as sumed and assumed responsibilities that he should n’t have. Should General Roca’s administration have sent him to trial? That would have been a grave mis carriage of justice; and President Roca and Minister Civit assumed their responsibilities, trying to avoid the pecuniary harm that might befall the nation and respecting the motives that might have led this man to commit such an error... I don’t know what the Congressman from the City of Buenos Aires will think of this attitude...–”. Mr. Palacios: “–You’ll know soon enough.” Minister of Public Works: “–... but, Mr. President, my conscience leads me to approve of his attitude.” Mr. Saguier: “–And does he continue to hold in his position as architect?–”. Minister of Public Works: “–No, sir; they killed him... if they thought it appropriate to take penal measures... I don’t understand how the Congressman, or the Chamber, or anyone else could go through with this... when the architect has been dead for years–.” Meano, the project architect to whom Ramos Mexía refers, was killed by a projectile, shot by one of his ex-employees in the back of the house that he had moved into in order to be nearer the National Congress construction site –an electively private way to lose one’s public image: In 1900, a commission of technicians was ap pointed to evaluate the development of the Congress project and Meano as the Director of that project. On May 14, 1900 he wrote to his 88 / (Conversar) UR

relatives in Italy: “I have been treated outrage ously; they have used against me, against this poor gringo, words that cannot be repeated. They try to make me economically responsible for ex traordinary works that I had to perform... I don’t know if I can take much more. My strength is running out and I fear that I will lose my calm and prudence. The appeal of my home Country is the only thing that keeps me going. All I live for is the hope to return...” In Turin, Meano had met Tamburini (who convinced Meano to work with him in Argentina); Tamburini had seen and admired Meano’s drawings... In addition to en joying Turin’s nightlife, his love life had come to a crossroads: he had begun a relationship that his circle did not approve of and he wanted to leave. Luigia Fraschini, a married woman one year older than Meano, accompanied him on his adventure; upon landing in Buenos Aires, Meano changed his name to Mehan, out of fear that the abandoned husband would find him: “that pas sion was the cause of his downfall, but at the moment he left Genoa, no one could have ima gined the tragic outcome.” Years later, upon Meano’s death, the dark deeds of the woman with whom he came over from Italy became known: ‘the killer was a former servant at the house, the Italian Carlo Passera, a 28-year-old bachelor’; witnesses stated that upon returning from the Congress construction site one morning, Meano discovered Passera, reproached him and was shot twice... (in Víctor Meano: la vida, la obra, la fama, by Rita Molinos and Mario Sabugo). Between a rock and a hard place, between an absent authority and an appropriated one, between two laws, Meano illustrates the sort of stress suffered by one at once a watchful State expert and the bourgeois hero of a novel (the words of the protagonists of Balzac’s The Rise and Fall of Cesar Birotteau, could be his: “The government has put me in evidence, I belong to the government, and I am obliged to study the spirit that moves it, and to favor its intentions, to further them”). Meano, faced with the decision of the public authority to give the building to be constructed a more luxurious exterior, one with a higher representative quality thanks to the stone covering, heeds that intention and understands that it is up to him to find the means to sustain that project: “If the State calls upon our abilities, we owe them to it,” says Birotteau, and so might have Meano. They take on the faculties that the State seems to demand of them, though they are not formally granted those faculties.

And it is here that a caesura or rupture between the public and the private, one that we might call a “representational vacuum” (the vacuum produced by a particular case in the face of a general law) appears: the novelistic hero who overestimates what, in the bourgeois State, it is possible to coordinate in terms of individual passion and belonging to a community, that is, between exclusion and inclusion. Characteristic of the representative scene, this vacuum articulates a dialectical rhetoric between the high and the low, between depth of character and the possible fall (between, to use Birotteau’s words, “privileged heads” and “irreparable catastrophes”). This rhetoric colors Meano’s descriptive memory: ...re-uniting in a single ideal the future of the young Republic and the majesty of the building that will be the seat and the bastion of its most sacred institution, [I Imagine] a wonderfully beauty, grand and imposing architectural mass. Yet, in the move from the ideal to the practical, that thought comes up against endless restric tions, such as the necessary location of the building, the narrowness of the chosen area and the tight budget. After Meano’s death, the cost of the project soared, though it was during his tenure that the granite foundations that so outraged Palacios were built. In any case, the structure on top of those foundations –the double dome that looms over the Salón de los Pasos Perdidos–, is, in terms of an anachronistic notion of commonsense, “non-functional,” perfectly “useless”: it is “symbolic,” in the most basic sense of the word. To assert, from a technical standpoint, that that immense, inverted vault performs structural functions is, in this context, like asserting the very truth of the democratic-representative system. Are the people of the republic poorly or well represented in the conversations held by its elites (its parliament)?; or, even, does the projective relationship between the representing elites and the represented masses serve to enlighten or to conceal? The dilemma between watchfulness and non-watchfulness persists in Palacio’s tiresome words against the foundations of the columns (“covered rather than a simple block of stone”), against the quality of the wood used for the doors, against the “artistic merit of the Corinthian capitals”...; he leaves unscathed, truly enjoying parliamentary immunity, the uninhabitable spire that rises over the rest of the building. Was his outraged analysis anachronistic or futuristic, the response of a watchful politician or of a novelist? During those same years, new generations of

architects began to formulate the idea that those aerial domes were costly and useless and, as such, antidemocratic. Most certainly, the entire building could be described as a “Roman work” -its trivial likeness to the paleo-fascist monument to Vittorio Emmanuelle is well known–, and a few years after it was completed, it was perfectly in keeping with a country that buried its irretrievable forests under its railway system. Is Palacio’s speech a true “unconscious exhibition”? Does he fail to see the psychological or historical irony of his words about the “Golden Palace”? Why should a republic’s parliamentary building be a “palace”? Under what historical laws could such an architectural-political alliance have been forged? (Sofía Picozzi informed me of a similar case: Le Corbusier and his notion of “a house, a Palace,” perhaps the most conscious attempt to synthesize passion and order, to broaden the basis for environmental inclusion by means of unilateral conversations, according to the “projective” ideas of a personality). If a talented architect-artist who, in the throes of passion, flees his home must change his name, shouldn’t the citizen named “Palacios” (Palaces) have done the same when, as a Socialist congressman, he argues against the administrative waste of a semi-democratic capitalist State? If we put aside the vision in which representative democracy is a sort of social “hygiene” capable of being sustained and perfected, whereas its repressive instances are a dreadful therapy aimed at circumstantial controls, the inseparability of the terms representation and repression is as evident as the inseparability of the aerial and the underground, the light and the dark. Projective and projectual schemes are ubiquitous and unsubtle; if we could see those opposing domes in their entirety, we might know what is known about trees only when the wind pulls them up at the roots. In terms of the structural dependence of its parts, it might be indicated that, in the case of the Palacio del Congreso, no catastrophe occurred, except one of conscience. There, something indeed fell or was left empty. Not only the good name of the architect, who assumed excessive responsibility or sovereign ty, one that was the sole due of the people through their representatives. The failure of his judgment indicates the failure of the representative system, the discontinuous sovereignty of democratic representation. If the Congressman and the Minister agreed on anything, it was that this debate should not take place in a court room, but rather in a parliamentary assembly. Nor did either of them seek to cause the real death of anyone, though Ramos Mexía did wield UR (Conversar) / 89


the death (of Meano) at Palacios –angry man that he was, Palacios was receptive to it, as an addict to “duels for honor” might be– just as the once presidential spokesman Eduardo Amadeo wielded death –in a poor debate that should, nonetheless, be recalled– at the Congressman Carlos Auyero. Perhaps in the dialectic relationship between the two domes, one of them also wields death. In certain debates, death is called on as a witness and, as such, it falls with all the weight of consent, or of settlement, giving the consciences involved the alibi necessary to leave their own feelings unexamined. These are scenes of domination and downfall, where the representation-repression pair shows its crudest side, when bodies do, in fact, matter. That dialectic needs something of death-loss (if just its name, or its symbolic presence) “to resolve conflicts that are unsolved,” the excessive risks of representati on. The representational vacuum shifts until it finds the real resistance of a body (duel, personal conflict, return to the plain). We are never sufficiently surprised by how much conflict a representational body (whether architectural or democratic) can tolerate without formally collapsing -although its weakest members, whether cornices or persons, experience insurmountable private crises. Despite what we might want to think, representation is immune to empirical crises: any set can keep representing the whole. Although what is evident in representation may throw into crisis the most exposed members of the system, the system’s “cement,” if used in restoration, can bring these crises to an end, make them disappear or appear circumstantial, accidental, results of weakness and error, of the risks or “sins” of the parties involved. One century after that debate, in 1914, after the parliamentary commission’s investigation, the president and spokesman of that commission, Lisandro de la Torre, sums up -after another fervent diatribe from Palacios- the commission’s conclusions on the basis of the technical report of its advisors. Here, no judgment is passed on the vault or inverted dome. There are just exhaustive quantitative analyses of the excessive prices paid for materials and forged measurements (the construction company considered the highly discontinuous and ornamented surfaces of the building not as flat surfaces, but rather in relation to their shape. In other words, the moldings and coffering were “smoothed out,” despite explicit clarification in the initial contract. It would seem that something of the civic conscience that Palacios aspired to represent was lost between 1913 and 1914: what he saw or believed he saw in 1913 –mainly, the 90 / (Conversar) UR

intolerable image of a useless and monumental antidome– had withered into a projective, projectual fraud, into differences about how people with different interests measure a surface. An elevated dome’s projection of political representation over the urban scene (think of the reflecting and amnesiac dome of the new German Reichstag) is based on the obscenity of so much private yearning. Here we see an atavistic erotic, whose “high” representations persist in architecture and politics, and whose “low” and complementary figures build all our private spheres, from the domestic to the criminal. What domes and stairwells “represent” in the public city-scene is exactly what, more intimately, our keys and padlocks, ties and purses, guns and sinks, buttons, packages, indeed our entire technical-aesthetic arsenal of connections and meetings represent in another sphere. In them, we articulate obsessive technical-sensual representations of commitment. Though this erotic trivia might be very abstract and we can ignore it or not refer to it except through jokes, our production of objects still contains a tension between common good and individual passion, between watchfulness and nonwatchfulness. There is a notion that in social production altruistic or useful ends and means should reign over personal motives; this affects architecture -and conversation- that seeks to be useful and communicative (it is uncivil to reduce them to exhibition, to personal gain). But, as in the case of the Golden Palace, ornament, surface and rhetoric affect what claims to be a clear action or statement (or measurement: the value of the constructed).This warns us of the reversible nature of the altruism-use notion: setting and conversation are not neutral frameworks for socialization, but rather spheres where subjects connected by their passions can broaden the realm of the social. The notion of altruism (illuminating, in the 1913 debate) believes in the democratic values of setting and conversation which, in the equalitarian Republic, we achieve in the agora. But political language cover s up another language which, like an unpolished stone, is massive and unauthorized; a language that is “pressuring the spirit... of the thousand buried” that strives to leave the private family sphere and come out into the city or the State by means of conversation, for example, (“Exclusividad subtitulada”, in Otra parte nº4, 2004). Does the monumental burial performed at the request of an unauthorized player, the conversation between Palacios and Meano in their absence, give us another image of the private, of what has been or is private, another image of the repression intrinsic to

the civil as understood in parliamentary democracy? Can an architect and a member of parliament who wants to give shape and word to that vision work together for a fundamentally democratic environmental geometry or social discourse? Or, because they are members of representative fields, are they prisoners to the projective scenes of conflicting elites, the reflecting identities of domes (whether or not they are part of the State: professionals, politicians, crooks literature professors). Palacios had representational airs. He was, after all, the first independent Socialist congressman. He didn’t have a great deal of education in socialism, and he was the only member of his party in the parliamentary chamber. He might have exaggerated his anti-hegemonic, antiRoca, anti-Irigoyen, anti-Justo and finally antiPeronist role such that, during the Argentine dictatorship, he came to represent diplomatically the “executioner dictatorship.” Yet, these airs are not so different from the ones that undermined Meano’s public image. Bitterly, the democratic watchfulness both provides and distances fields that a conversation might bring to bear, but then again it might be beyond us (i). A morbid, ubiquitous polarization only yields poor intersecting persuasions, turning social spheres into “arenas” of debate and combat: I am inclined to think that the structure of most fields, of most social games, is such that competition, the struggle for control, is practically inevitable... In most fields one can observe what we might call competition to ac cumulate different sorts of capital (religious,

economic, symbolic, etc) and, things being as they are, the non-distorted communication to which Habermas refers is always an excep tion... Often, people capable of speaking about the social world know nothing about it, and those who do know that world are inca pable of speaking about it. The reason that so few accurate things are said about the so cial world lies in this division. For example, doxa implies practical knowledge. Wo r k e r s know more than any intellectual, more than any sociologist. Yet, they do not know what they know, they lack the instruments neces sary to understand it, to speak of it. Pierre Bourdieu The defenders of representation insist that a participative democracy, whatever that is, leaves much room for crude compe tition and fails to regulate the “power” differences between individuals, though capitalist representation regulates that quite well. Nonetheless, trusting in the ambiguous authority granted by passion means giving oneself over to alternative errors: the difficulties of non-watchfulness. From the agora to the present, conversation never ceases to move towards the private. Palacios becomes the first Socialist congressman in Argentina and South America on May 1, 1904; Meano dies on June 1, 1904. It is said that, “the foundation on which human communication is built, and that without which communication would, perhaps, be impossible, is synchrony in conversation.”

(1) Peter Sloterdijk, Extrañamiento del mundo, Editorial Pre-textos, Valencia, 2001. (2) Pierre Bourdieu in dialogue with Terry Eagleton, New Left Review nº 0, 2000. (i) T.N. In the Spanish text, there are a series of word plays involving the author’s name, which contains words close to the Spanish words “alejar,” which means to distance, and “campos”, which means fields

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the death (of Meano) at Palacios –angry man that he was, Palacios was receptive to it, as an addict to “duels for honor” might be– just as the once presidential spokesman Eduardo Amadeo wielded death –in a poor debate that should, nonetheless, be recalled– at the Congressman Carlos Auyero. Perhaps in the dialectic relationship between the two domes, one of them also wields death. In certain debates, death is called on as a witness and, as such, it falls with all the weight of consent, or of settlement, giving the consciences involved the alibi necessary to leave their own feelings unexamined. These are scenes of domination and downfall, where the representation-repression pair shows its crudest side, when bodies do, in fact, matter. That dialectic needs something of death-loss (if just its name, or its symbolic presence) “to resolve conflicts that are unsolved,” the excessive risks of representati on. The representational vacuum shifts until it finds the real resistance of a body (duel, personal conflict, return to the plain). We are never sufficiently surprised by how much conflict a representational body (whether architectural or democratic) can tolerate without formally collapsing -although its weakest members, whether cornices or persons, experience insurmountable private crises. Despite what we might want to think, representation is immune to empirical crises: any set can keep representing the whole. Although what is evident in representation may throw into crisis the most exposed members of the system, the system’s “cement,” if used in restoration, can bring these crises to an end, make them disappear or appear circumstantial, accidental, results of weakness and error, of the risks or “sins” of the parties involved. One century after that debate, in 1914, after the parliamentary commission’s investigation, the president and spokesman of that commission, Lisandro de la Torre, sums up -after another fervent diatribe from Palacios- the commission’s conclusions on the basis of the technical report of its advisors. Here, no judgment is passed on the vault or inverted dome. There are just exhaustive quantitative analyses of the excessive prices paid for materials and forged measurements (the construction company considered the highly discontinuous and ornamented surfaces of the building not as flat surfaces, but rather in relation to their shape. In other words, the moldings and coffering were “smoothed out,” despite explicit clarification in the initial contract. It would seem that something of the civic conscience that Palacios aspired to represent was lost between 1913 and 1914: what he saw or believed he saw in 1913 –mainly, the 90 / (Conversar) UR

intolerable image of a useless and monumental antidome– had withered into a projective, projectual fraud, into differences about how people with different interests measure a surface. An elevated dome’s projection of political representation over the urban scene (think of the reflecting and amnesiac dome of the new German Reichstag) is based on the obscenity of so much private yearning. Here we see an atavistic erotic, whose “high” representations persist in architecture and politics, and whose “low” and complementary figures build all our private spheres, from the domestic to the criminal. What domes and stairwells “represent” in the public city-scene is exactly what, more intimately, our keys and padlocks, ties and purses, guns and sinks, buttons, packages, indeed our entire technical-aesthetic arsenal of connections and meetings represent in another sphere. In them, we articulate obsessive technical-sensual representations of commitment. Though this erotic trivia might be very abstract and we can ignore it or not refer to it except through jokes, our production of objects still contains a tension between common good and individual passion, between watchfulness and nonwatchfulness. There is a notion that in social production altruistic or useful ends and means should reign over personal motives; this affects architecture -and conversation- that seeks to be useful and communicative (it is uncivil to reduce them to exhibition, to personal gain). But, as in the case of the Golden Palace, ornament, surface and rhetoric affect what claims to be a clear action or statement (or measurement: the value of the constructed).This warns us of the reversible nature of the altruism-use notion: setting and conversation are not neutral frameworks for socialization, but rather spheres where subjects connected by their passions can broaden the realm of the social. The notion of altruism (illuminating, in the 1913 debate) believes in the democratic values of setting and conversation which, in the equalitarian Republic, we achieve in the agora. But political language cover s up another language which, like an unpolished stone, is massive and unauthorized; a language that is “pressuring the spirit... of the thousand buried” that strives to leave the private family sphere and come out into the city or the State by means of conversation, for example, (“Exclusividad subtitulada”, in Otra parte nº4, 2004). Does the monumental burial performed at the request of an unauthorized player, the conversation between Palacios and Meano in their absence, give us another image of the private, of what has been or is private, another image of the repression intrinsic to

the civil as understood in parliamentary democracy? Can an architect and a member of parliament who wants to give shape and word to that vision work together for a fundamentally democratic environmental geometry or social discourse? Or, because they are members of representative fields, are they prisoners to the projective scenes of conflicting elites, the reflecting identities of domes (whether or not they are part of the State: professionals, politicians, crooks literature professors). Palacios had representational airs. He was, after all, the first independent Socialist congressman. He didn’t have a great deal of education in socialism, and he was the only member of his party in the parliamentary chamber. He might have exaggerated his anti-hegemonic, antiRoca, anti-Irigoyen, anti-Justo and finally antiPeronist role such that, during the Argentine dictatorship, he came to represent diplomatically the “executioner dictatorship.” Yet, these airs are not so different from the ones that undermined Meano’s public image. Bitterly, the democratic watchfulness both provides and distances fields that a conversation might bring to bear, but then again it might be beyond us (i). A morbid, ubiquitous polarization only yields poor intersecting persuasions, turning social spheres into “arenas” of debate and combat: I am inclined to think that the structure of most fields, of most social games, is such that competition, the struggle for control, is practically inevitable... In most fields one can observe what we might call competition to ac cumulate different sorts of capital (religious,

economic, symbolic, etc) and, things being as they are, the non-distorted communication to which Habermas refers is always an excep tion... Often, people capable of speaking about the social world know nothing about it, and those who do know that world are inca pable of speaking about it. The reason that so few accurate things are said about the so cial world lies in this division. For example, doxa implies practical knowledge. Wo r k e r s know more than any intellectual, more than any sociologist. Yet, they do not know what they know, they lack the instruments neces sary to understand it, to speak of it. Pierre Bourdieu The defenders of representation insist that a participative democracy, whatever that is, leaves much room for crude compe tition and fails to regulate the “power” differences between individuals, though capitalist representation regulates that quite well. Nonetheless, trusting in the ambiguous authority granted by passion means giving oneself over to alternative errors: the difficulties of non-watchfulness. From the agora to the present, conversation never ceases to move towards the private. Palacios becomes the first Socialist congressman in Argentina and South America on May 1, 1904; Meano dies on June 1, 1904. It is said that, “the foundation on which human communication is built, and that without which communication would, perhaps, be impossible, is synchrony in conversation.”

(1) Peter Sloterdijk, Extrañamiento del mundo, Editorial Pre-textos, Valencia, 2001. (2) Pierre Bourdieu in dialogue with Terry Eagleton, New Left Review nº 0, 2000. (i) T.N. In the Spanish text, there are a series of word plays involving the author’s name, which contains words close to the Spanish words “alejar,” which means to distance, and “campos”, which means fields

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POST RESILENCIA m7red Estas notas intentan mostrar algunas situaciones y configuraciones políticas que fueron apareciendo en Argentina en torno a la crisis del 2001. Las redes de intercambio no monetario o los emprendimientos cooperativos piqueteros demostraron que hay diversas formas de producción de realidad que ya no están coordinadas por una lógica general como la del Estado. Pero entonces, ¿cómo se vinculan todos estos actores aparentemente dispersos? ¿Qué dinámicas emergen de estas “políticas de conectividad”?

En el período que va de los años 2000 al 2003, en Argentina estuvimos inmersos en una dinámica de cambios imprevisibles, habitamos en un medio que muchos han denominado catastrófico. Un tiempo donde para muchos su forma de vida cambió radicalmente. Mientras algunos sufrieron distintos grados de exclusión económica y social, para otros el cambio fue algo más leve. Argentina 2006, hoy los medios y algunas estadísticas muestran un país muy cambiado. Se habla de normalización, de que las cosas han vuelto a ser como eran. Hay un gobierno elegido democráticamente y los índices de pobreza y desempleo han bajado significativamente, retornando a los niveles previos a la crisis. Esta normalización después de la crisis nos introduce al concepto de resilencia. A nivel mecánico, la resilencia es la capacidad de un material para ser deformado sin sufrir una deformación permanente. En el plano psicológico, se llama resilencia a la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves. Ambas descripciones, imaginan un estado de cosas que mantiene y proyecta la forma hacia el futuro. Ambas operaciones responden a los estímulos externos resistiéndolos, enfrentándolos. Podríamos decir que el Estado-Nación y su trama institucional es una máquina resilente; la normalización institucional argentina así parece indicarlo. Pero, sin embargo, algo sutil y generalizado ha cambiado. Para el historiador argentino Ignacio Lewkowicz las condiciones de pensamiento han cambiado irreversiblemente, aún cuando pareciera que las cosas han vuelto a ser las mismas. Ya no son resilentes. La experiencia de esos años nos hizo saber que pueden emerger configuraciones político-sociales inesperadas (y riesgosas…) y que la posibilidad de aparición de estas situaciones no es hipotética sino real, o mejor dicho, que estas configuraciones pueden establecer realidades. Sabemos que las cosas han cambiado y pueden cambiar, que las condiciones de existencia pueden modificarse y que esas modificaciones pueden tener la forma de configuraciones a gran escala. Un enfoque posible sería situar a este campo de configuraciones, modificaciones y situaciones políticas que emergió durante la crisis, dentro de operatorias inscriptas en la idea de espacio público. Pero esta idea del espacio público tan utilizada necesita repensarse. Nosotros tenemos la posibilidad de pensarla a partir de la crisis argentina. ¿Fue ésta una crisis del espa92 / (Conversar) UR

cio público? Algunos pensadores argentinos prefieren hablar en lugar de crisis de catástrofe, de una condición catastrófica. Pero no en un sentido trágico, sino más bien como la primacía del cambio sobre la permanencia. ¿Qué pasa con el espacio público cuando las cosas en él, o a través de él, ya no son previsibles, cuando ya no hay parámetros regulares o reproducibles que lo estabilicen, que lo reproduzcan, y que lo conecten con otras “instituciones”? ¿Puede existir? ¿Deja de existir? Una manera de describir el espacio público es decir que su condición de existencia está dada por el Estado. Pero el Estado no como un ente o como un gobierno, sino como una lógica, la lógica del Estado, una manera particular de pensar y actuar. El Estado como la trama que conecta todas las instituciones. La crisis argentina nos hizo ver que esta lógica existencial que es el Estado moderno, puede declinar e incluso desaparecer (al menos por unos días o por unas horas); aún cuando el Estado como institución o “meta” institución siga existiendo de hecho. Aún cuando el estado de derecho siga vigente y las instituciones continúen funcionando, esta lógica que es el Estado, el Estado-Nación, puede dejar de tener efectividad como forma de pensamiento, como única “forma de producir realidad”. La crisis demostró que hay diversas formas de producción de realidad, y que éstas no están ya coordinadas por una lógica general como la del Estado. Es quizás algo parecido a un caos. Producciones de realidad superpuestas conectándose o ignorándose, chocando o componiéndose, cuyos agentes pueden participar en varios de estos procesos al mismo tiempo. La trama de leyes y reglamentos que conecta todas las operaciones políticas, sociales y económicas dentro del Estado hace de éste un productor de realidad prioritario, monopólico; pero en condiciones catastróficas éste es un agente más en el medio de una pluralidad de agentes, aún cuando sea uno muy poderoso. De alguna manera podríamos decir que no hay asegurada una relación entre todos los agentes en un medio, que no hay una ley preestablecida y una realidad común para todos. Pero esta pluralidad no es una idea multiculturalista, ni tampoco es la coexistencia de diversos estilos de vida. Es una relación entre agentes en un medio cambiante y bastante imprevisible; una descripción así supone un campo de alto riesgo pero también de inesperadas posibilidades. UR (Conversar) / 93


POST RESILENCIA m7red Estas notas intentan mostrar algunas situaciones y configuraciones políticas que fueron apareciendo en Argentina en torno a la crisis del 2001. Las redes de intercambio no monetario o los emprendimientos cooperativos piqueteros demostraron que hay diversas formas de producción de realidad que ya no están coordinadas por una lógica general como la del Estado. Pero entonces, ¿cómo se vinculan todos estos actores aparentemente dispersos? ¿Qué dinámicas emergen de estas “políticas de conectividad”?

En el período que va de los años 2000 al 2003, en Argentina estuvimos inmersos en una dinámica de cambios imprevisibles, habitamos en un medio que muchos han denominado catastrófico. Un tiempo donde para muchos su forma de vida cambió radicalmente. Mientras algunos sufrieron distintos grados de exclusión económica y social, para otros el cambio fue algo más leve. Argentina 2006, hoy los medios y algunas estadísticas muestran un país muy cambiado. Se habla de normalización, de que las cosas han vuelto a ser como eran. Hay un gobierno elegido democráticamente y los índices de pobreza y desempleo han bajado significativamente, retornando a los niveles previos a la crisis. Esta normalización después de la crisis nos introduce al concepto de resilencia. A nivel mecánico, la resilencia es la capacidad de un material para ser deformado sin sufrir una deformación permanente. En el plano psicológico, se llama resilencia a la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves. Ambas descripciones, imaginan un estado de cosas que mantiene y proyecta la forma hacia el futuro. Ambas operaciones responden a los estímulos externos resistiéndolos, enfrentándolos. Podríamos decir que el Estado-Nación y su trama institucional es una máquina resilente; la normalización institucional argentina así parece indicarlo. Pero, sin embargo, algo sutil y generalizado ha cambiado. Para el historiador argentino Ignacio Lewkowicz las condiciones de pensamiento han cambiado irreversiblemente, aún cuando pareciera que las cosas han vuelto a ser las mismas. Ya no son resilentes. La experiencia de esos años nos hizo saber que pueden emerger configuraciones político-sociales inesperadas (y riesgosas…) y que la posibilidad de aparición de estas situaciones no es hipotética sino real, o mejor dicho, que estas configuraciones pueden establecer realidades. Sabemos que las cosas han cambiado y pueden cambiar, que las condiciones de existencia pueden modificarse y que esas modificaciones pueden tener la forma de configuraciones a gran escala. Un enfoque posible sería situar a este campo de configuraciones, modificaciones y situaciones políticas que emergió durante la crisis, dentro de operatorias inscriptas en la idea de espacio público. Pero esta idea del espacio público tan utilizada necesita repensarse. Nosotros tenemos la posibilidad de pensarla a partir de la crisis argentina. ¿Fue ésta una crisis del espa92 / (Conversar) UR

cio público? Algunos pensadores argentinos prefieren hablar en lugar de crisis de catástrofe, de una condición catastrófica. Pero no en un sentido trágico, sino más bien como la primacía del cambio sobre la permanencia. ¿Qué pasa con el espacio público cuando las cosas en él, o a través de él, ya no son previsibles, cuando ya no hay parámetros regulares o reproducibles que lo estabilicen, que lo reproduzcan, y que lo conecten con otras “instituciones”? ¿Puede existir? ¿Deja de existir? Una manera de describir el espacio público es decir que su condición de existencia está dada por el Estado. Pero el Estado no como un ente o como un gobierno, sino como una lógica, la lógica del Estado, una manera particular de pensar y actuar. El Estado como la trama que conecta todas las instituciones. La crisis argentina nos hizo ver que esta lógica existencial que es el Estado moderno, puede declinar e incluso desaparecer (al menos por unos días o por unas horas); aún cuando el Estado como institución o “meta” institución siga existiendo de hecho. Aún cuando el estado de derecho siga vigente y las instituciones continúen funcionando, esta lógica que es el Estado, el Estado-Nación, puede dejar de tener efectividad como forma de pensamiento, como única “forma de producir realidad”. La crisis demostró que hay diversas formas de producción de realidad, y que éstas no están ya coordinadas por una lógica general como la del Estado. Es quizás algo parecido a un caos. Producciones de realidad superpuestas conectándose o ignorándose, chocando o componiéndose, cuyos agentes pueden participar en varios de estos procesos al mismo tiempo. La trama de leyes y reglamentos que conecta todas las operaciones políticas, sociales y económicas dentro del Estado hace de éste un productor de realidad prioritario, monopólico; pero en condiciones catastróficas éste es un agente más en el medio de una pluralidad de agentes, aún cuando sea uno muy poderoso. De alguna manera podríamos decir que no hay asegurada una relación entre todos los agentes en un medio, que no hay una ley preestablecida y una realidad común para todos. Pero esta pluralidad no es una idea multiculturalista, ni tampoco es la coexistencia de diversos estilos de vida. Es una relación entre agentes en un medio cambiante y bastante imprevisible; una descripción así supone un campo de alto riesgo pero también de inesperadas posibilidades. UR (Conversar) / 93


Organizaciones y desorganizaciones Las organizaciones designan los modos de agrupamiento en condiciones de fluidez, bajo el nom bre de organizaciones, los agrupamientos ejercen en la incertidumbre, del mismo modo que bajo el nombre de instituciones ejercían en un mundo mayormente calculable. Para estas organizacio nes, en tiempos de alteración, ninguna figura a priori, ninguna estructura interna resulta eficaz en su operatoria. El índice de eficacia de la organización es la velocidad para configurarse frente a estímulos, provocaciones, causas, dislocaciones que sobrevienen de modo contingente.(1) Ignacio Lewkowicz Estas organizaciones son tal vez menos jerárquicas que horizontales. Son antisistémicas: no sólo antiestructura sino antisistema, están demasiado expuestas a la interferencia y la invasión del ambiente para ser sistemas; además no están concentradas en reproducirse como los sistemas. Están más bien concentradas en producir. Las desorganizaciones, en definitiva, no están coor dinadas de manera normativa sino por los valores y son quizás más indóciles que respetuosas de las reglas. Desde el punto de vista de la agencia, advertimos que las organizaciones son cam pos de juego de agentes que interactúan, actúan estratégicamente y negocian.(2) Reinaldo Laddaga

El Club del Trueque Las relaciones sociales en condiciones neoliberales se sostienen exclusivamente en la confian za… pero no nos confundamos con imágenes amistosas de la confianza, la llamaremos confian za desesperada… una confianza que tiene que ser actualizada en cada situación particular. (3) Ignacio Lewkowicz El trueque es una organización de carácter civil basada en el principio de autoayuda. El sistema pertenece al “Tercer Sector”, es decir, al margen de la economía normal y de la política social estatal. La moneda propia, el crédito, facilita el intercambio multirecíproco y no simultáneo sin utilizar dinero de curso legal. Es privado porque es emitido por personas privadas y no tiene ningún respaldo por parte del Estado, esto significa que no es un documento y no tiene validez jurídica. No genera interés y, por tanto, no sirve para la acumulación sino que es solamente un medio para facilitar el intercambio. Todos los productos o servicios se pueden trocar y cada prosumidor (consumidor y productor al mismo tiempo) está obligado a ofrecer algo en el club de trueque. A principios de los ‘90, Argentina entraba en la globalización no muy bien posicionada, y el desempleo se hacía visible. La hipótesis de los iniciadores del Club del Trueque era que fortaleciendo desde los hogares la cuestión económica y ecológica, se iba poder hacer frente a los niveles masivos de desocupación y la caída de sistemas productivos completos que se pensaban a sí mismos “perpetuos”, tales como la siderúrgica o la industria textil. Pensando en un “mercado protegido” surgen las primeras ideas de armar el Club del Trueque. Después de ensayar las distintas estrategias de capacitación y emplear simuladores para evaluar el sostenimiento y expansión de la idea del club, se concluyó en el armado de un mercado solidario en donde se dieran reciprocidades que estaban ausentes en el mercado formal. El proyecto no era reemplazar al mercado sino complementarlo. En él se pretendían imaginar aportes conceptuales para mejorar la economía que venía. Antes y durante la crisis, grandes partes de la población argentina se encontraron exclui94 / (Conversar) UR

das del circuito económico y monetario regular al no disponer de trabajo ni ingresos. Su acceso al dinero, que normalmente es el único medio de intercambio, estuvo muy limitado. Había necesidades insatisfechas por un lado, pero por el otro estaban allí las capacidades y el potencial de la mano de obra que por la falta de demanda de trabajo no eran aprovechados. Faltaba un intermediario social y monetario para volver a unirlos. Entre 1999 y 2002 la oferta en los clubes fue impresionante y se encontró casi de todo: alimentos, cosas usadas o manufacturadas, y también servicios como plomería, albañilería o tratamiento médico. Algunos comerciantes que tenían que cerrar sus negocios vendieron sus productos en el trueque, y así llegó mercadería nueva a los clubes. Trabajadores que no recibieron sus indemnizaciones en dinero sino en productos, ofrecían lo que les sobraba. Los clubes de trueque eran organizaciones autónomas que debían surgir por autoconvocatoria y funcionar de manera descentralizada y horizontal. El Club del Trueque fue una respuesta a los problemas que eran consecuencia de la globalización. En sus inicios, el sistema pretendía ser autosustentable y autorregulable, con intenciones orgánicas, basadas en la armonía. Se configuró como una organización no estatal con gran imaginación en su escala y en su modo de implementación, en significativo contraste con la austeridad de las políticas económicas prescriptas por los especialistas. Probó ser tan flexible que en un momento llegó a conectar más de seis millones de personas, y se convirtió en víctima de su propio éxito. La organización se convirtió en algo muy difícil de describir. Su ciclo ya no era natural; era, en cambio, una situación híbrida muy particular de gran inercia social. Finalmente, un exceso de especulación, inflación y otras dinámicas prácticamente descontroladas hicieron explotar la burbuja.

Proyecto Venus Una oferta en moneda Venus: “La filosofía política en el gimnasio”. Encuentro teórico experi mental en sala de aerobic + aparatos. Primero hay un temario que gira alrededor de las formas institucionales que atraviesan a la sociedad en conjunto y en sus partes. Luego hay una apro ximación a los elementos propios del fisicoculturismo, como la construcción corporal a partir de una rutina básica de pesas combinando aeróbicos. La duración total es de 80 minutos en tres partes: 1) Teoría en la sala de aerobics, en 40 minutos. 2) Entrada en calor y 3) Sala de aparatos con una descripción básica de ejercicios.(4) En el mismo período, comenzó a desarrollarse Proyecto Venus, una “sociedad experimental, donde artistas, científicos, tecnólogos e intelectuales se articularon en circuitos de producción y circulación y exploraron nuevas formas creación y de vida…”(5). A través de interfases o redes de intercambio, Proyecto Venus, al igual que otras organizaciones durante la crisis argentina, desarrolló una forma particular de producir valor, o de re-valuar cosas, operaciones y relaciones. Estas asociaciones y/o redes intentaron conectar el valor de lo que se intercambiaba con el modo en que estas interfases producían su propia realidad. En el caso del Club del Trueque, revalorizando y reutilizando toda una serie de operaciones económicas menores, domésticas; poniéndolas todas juntas y conectándolas entre sí. En el caso del Proyecto Venus desarrollando lo que denominaron tecnología de la amistad. Esto es: “el arte de conectar a la gente. O también, de tejer redes, de cruzar fronteras simbólicas, de multiplicar las oportunidades de encuentros…”. Y donde “…la principal condición es la disposición a entrar en un intercambio con otros y hacerlo en términos que no son los del mercado convencional, sino de un mercado inventado libremente por un grupo de personas”.(6) UR (Conversar) / 95


Organizaciones y desorganizaciones Las organizaciones designan los modos de agrupamiento en condiciones de fluidez, bajo el nom bre de organizaciones, los agrupamientos ejercen en la incertidumbre, del mismo modo que bajo el nombre de instituciones ejercían en un mundo mayormente calculable. Para estas organizacio nes, en tiempos de alteración, ninguna figura a priori, ninguna estructura interna resulta eficaz en su operatoria. El índice de eficacia de la organización es la velocidad para configurarse frente a estímulos, provocaciones, causas, dislocaciones que sobrevienen de modo contingente.(1) Ignacio Lewkowicz Estas organizaciones son tal vez menos jerárquicas que horizontales. Son antisistémicas: no sólo antiestructura sino antisistema, están demasiado expuestas a la interferencia y la invasión del ambiente para ser sistemas; además no están concentradas en reproducirse como los sistemas. Están más bien concentradas en producir. Las desorganizaciones, en definitiva, no están coor dinadas de manera normativa sino por los valores y son quizás más indóciles que respetuosas de las reglas. Desde el punto de vista de la agencia, advertimos que las organizaciones son cam pos de juego de agentes que interactúan, actúan estratégicamente y negocian.(2) Reinaldo Laddaga

El Club del Trueque Las relaciones sociales en condiciones neoliberales se sostienen exclusivamente en la confian za… pero no nos confundamos con imágenes amistosas de la confianza, la llamaremos confian za desesperada… una confianza que tiene que ser actualizada en cada situación particular. (3) Ignacio Lewkowicz El trueque es una organización de carácter civil basada en el principio de autoayuda. El sistema pertenece al “Tercer Sector”, es decir, al margen de la economía normal y de la política social estatal. La moneda propia, el crédito, facilita el intercambio multirecíproco y no simultáneo sin utilizar dinero de curso legal. Es privado porque es emitido por personas privadas y no tiene ningún respaldo por parte del Estado, esto significa que no es un documento y no tiene validez jurídica. No genera interés y, por tanto, no sirve para la acumulación sino que es solamente un medio para facilitar el intercambio. Todos los productos o servicios se pueden trocar y cada prosumidor (consumidor y productor al mismo tiempo) está obligado a ofrecer algo en el club de trueque. A principios de los ‘90, Argentina entraba en la globalización no muy bien posicionada, y el desempleo se hacía visible. La hipótesis de los iniciadores del Club del Trueque era que fortaleciendo desde los hogares la cuestión económica y ecológica, se iba poder hacer frente a los niveles masivos de desocupación y la caída de sistemas productivos completos que se pensaban a sí mismos “perpetuos”, tales como la siderúrgica o la industria textil. Pensando en un “mercado protegido” surgen las primeras ideas de armar el Club del Trueque. Después de ensayar las distintas estrategias de capacitación y emplear simuladores para evaluar el sostenimiento y expansión de la idea del club, se concluyó en el armado de un mercado solidario en donde se dieran reciprocidades que estaban ausentes en el mercado formal. El proyecto no era reemplazar al mercado sino complementarlo. En él se pretendían imaginar aportes conceptuales para mejorar la economía que venía. Antes y durante la crisis, grandes partes de la población argentina se encontraron exclui94 / (Conversar) UR

das del circuito económico y monetario regular al no disponer de trabajo ni ingresos. Su acceso al dinero, que normalmente es el único medio de intercambio, estuvo muy limitado. Había necesidades insatisfechas por un lado, pero por el otro estaban allí las capacidades y el potencial de la mano de obra que por la falta de demanda de trabajo no eran aprovechados. Faltaba un intermediario social y monetario para volver a unirlos. Entre 1999 y 2002 la oferta en los clubes fue impresionante y se encontró casi de todo: alimentos, cosas usadas o manufacturadas, y también servicios como plomería, albañilería o tratamiento médico. Algunos comerciantes que tenían que cerrar sus negocios vendieron sus productos en el trueque, y así llegó mercadería nueva a los clubes. Trabajadores que no recibieron sus indemnizaciones en dinero sino en productos, ofrecían lo que les sobraba. Los clubes de trueque eran organizaciones autónomas que debían surgir por autoconvocatoria y funcionar de manera descentralizada y horizontal. El Club del Trueque fue una respuesta a los problemas que eran consecuencia de la globalización. En sus inicios, el sistema pretendía ser autosustentable y autorregulable, con intenciones orgánicas, basadas en la armonía. Se configuró como una organización no estatal con gran imaginación en su escala y en su modo de implementación, en significativo contraste con la austeridad de las políticas económicas prescriptas por los especialistas. Probó ser tan flexible que en un momento llegó a conectar más de seis millones de personas, y se convirtió en víctima de su propio éxito. La organización se convirtió en algo muy difícil de describir. Su ciclo ya no era natural; era, en cambio, una situación híbrida muy particular de gran inercia social. Finalmente, un exceso de especulación, inflación y otras dinámicas prácticamente descontroladas hicieron explotar la burbuja.

Proyecto Venus Una oferta en moneda Venus: “La filosofía política en el gimnasio”. Encuentro teórico experi mental en sala de aerobic + aparatos. Primero hay un temario que gira alrededor de las formas institucionales que atraviesan a la sociedad en conjunto y en sus partes. Luego hay una apro ximación a los elementos propios del fisicoculturismo, como la construcción corporal a partir de una rutina básica de pesas combinando aeróbicos. La duración total es de 80 minutos en tres partes: 1) Teoría en la sala de aerobics, en 40 minutos. 2) Entrada en calor y 3) Sala de aparatos con una descripción básica de ejercicios.(4) En el mismo período, comenzó a desarrollarse Proyecto Venus, una “sociedad experimental, donde artistas, científicos, tecnólogos e intelectuales se articularon en circuitos de producción y circulación y exploraron nuevas formas creación y de vida…”(5). A través de interfases o redes de intercambio, Proyecto Venus, al igual que otras organizaciones durante la crisis argentina, desarrolló una forma particular de producir valor, o de re-valuar cosas, operaciones y relaciones. Estas asociaciones y/o redes intentaron conectar el valor de lo que se intercambiaba con el modo en que estas interfases producían su propia realidad. En el caso del Club del Trueque, revalorizando y reutilizando toda una serie de operaciones económicas menores, domésticas; poniéndolas todas juntas y conectándolas entre sí. En el caso del Proyecto Venus desarrollando lo que denominaron tecnología de la amistad. Esto es: “el arte de conectar a la gente. O también, de tejer redes, de cruzar fronteras simbólicas, de multiplicar las oportunidades de encuentros…”. Y donde “…la principal condición es la disposición a entrar en un intercambio con otros y hacerlo en términos que no son los del mercado convencional, sino de un mercado inventado libremente por un grupo de personas”.(6) UR (Conversar) / 95


La estrategia de Venus tomaba prestadas algunas operaciones conceptuales del mundo del arte y otras del mercado. Tomaba, por ejemplo, la operatoria de producción de valor de las obras de arte, a través de la cual cualquier cosa, cualquier actividad puede ser presentada como un valor. Esta lógica era superpuesta a una red de oferta y demanda, consistente no sólo de cosas sino de personas, posibilitando el intercambio de ideas tanto como de bienes. Así la “forma mercado” actuó durante los primeros años del proyecto como vehículo para la circulación de ideas entre los miembros de la red, aún en el caso de que los bienes o servicios no fueran intercambiados. El valor simbólico de las “ofertas excéntricas” no fue un valor abstracto finalmente, ya que muchos jóvenes y desconocidos artistas y técnicos pasaron a tener mucha visibilidad en diferentes medios, independientemente del “valor” que sus ofertas alcanzaran dentro del sistema. Las membresías en estos clubes y asociaciones voluntarias, así como la invención de monedas alternativas, constituyeron máquinas de conexión simbólica que operaban en el límite entre la organización y la desorganización, produciendo y propagando confianza desde la nada y en paralelo a un mercado oficial desacreditado y en crisis. La cuestión monetaria obligó a los venusinos a cambiar radicalmente su relación con la econo mía. Ya no se trataba de padecerla sino de experimentarla empezando de cero, reescribiendo todas sus categorías (“liquidez”, “circulante”, “masa monetaria”, etc.) en función de un mer cado in progress, deliberado, en un ejercicio de simulación que tarde o temprano terminaría pasando a otro estado. Al principio algunos nos decían: ‘Pero ¿qué respaldo tiene esta mone da?’ Después vino el corralito, la gente perdió sus dólares, las provincias emitían toda clase de monedas nuevas… y nadie volvió a preguntar por el ‘respaldo’. (7) Alan Pauls

Conexión y desconexión El esquema tradicional de espacio público nos refiere a un lugar accesible, de libre circulación de las ideas y donde todo “ciudadano” tiene iguales derechos a transitar por él. Así definido, parece significar un lugar de mutua exposición y expresión individual más que de encuentro. Un lugar “agonal” en el que se lucha por establecer una opinión influyente a través de una razón general representada por la ley (que es la que garantiza la igualdad de oportunidades). Muchos describen este espacio “público” como un juego pero, nos parece ahora, un juego con reglas que no han sido necesariamente acordadas por sus participantes. Esto es, en parte, por la naturaleza misma de la representación que además pierde actualidad día a día. Durante la crisis argentina, ciertas configuraciones pusieron en jaque estas ideas del espacio público. En 1996, por ejemplo, un grupo de trabajadores estatales desempleados por las privatizaciones se encontró con que las posibilidades de manifestación en el espacio “público” no conseguían efecto alguno. Entonces, decidieron intervenir sobre el sistema de circulación del estado-economía cortando una ruta nacional, retrasando así por tiempo indefinido una parte de la logística de la industria petrolera. Esta acción rápidamente se transformó en una operatoria de visibilidad. Su efectividad estuvo dada por una acción de “desconexión momentánea” entre dos o más puntos. Las organizaciones piqueteras entendieron que uno de los centros de visibilidad político-mediáticos eran los flujos logísticos, y no los centros de producción convencionales. En la descripción de un piquetero: “Los piquetes [son] una interesante alternativa a la huelga para quien no tiene un trabajo, pero sí puede afectar la producción y comercialización capitalista en épocas de auge del comercio carretero, de just in time y stock cero.” 96 / (Conversar) UR

¿Quiere esto decir que estamos pasando del “espacio” a la “conexión” pública? Un caso interesante es el del MTL. Se trata de una agrupación piquetera que comenzó cortando rutas y calles e impidiendo el acceso de la policía a viviendas ocupadas que iban a ser desalojadas. Contradictoriamente llamado “Movimiento Territorial de Liberación”, su energía inicial estuvo dada por la comprensión y operación sobre los desplazamientos y conexiones más que sobre lo fijo de lo “territorial”. Desde sus comienzos en 1996, el MTL practicó un proceso de reconfiguración continuo de su organización. Primero, participando en piquetes y asociaciones con diversos grupos políticos y estableciendo casas colectivas para gente desalojada. Luego, formando “gabinetes paralelos” a los del Estado para auditar leyes y recursos asistenciales. En el 2003 el MTL se constituyó en una “cooperativa” con el objetivo de construir un conjunto de 300 viviendas para sus miembros en el medio de la ciudad de Buenos Aires. Al mismo tiempo organizó una “empresa constructora” con el objetivo de realizarlas, y entrenar y dar trabajo a 240 desempleados sin experiencia alguna. El “aprendizaje” fue tal, que la empresa antes de completar su primer encargo, ya salía a competir, con suceso, en el mercado formal. Una de las intervenciones más significativas del conjunto fue la apertura de una calle en medio del terreno, reconectando así dos calles que habían estado bloqueadas por una fábrica durante décadas, y enlazando localmente las nuevas viviendas con las calles, instituciones y comercios próximos. Estas operatorias reemplazan la idea del espacio público como algo referido “a un lugar” por una dinámica de conexiones y desconexiones, desde el corte de una calle y una ruta hasta la operatoria arquitectónica de un conjunto de viviendas. Esta dinámica va en contra de un concepto central del espacio público: la idea de que éste se sostiene en consensos regulados por el Estado. Estos procesos podrían describirse como “políticas de conectividad”, reemplazando el concepto de “espacio” público por el de “conexión” pública. Ya no hay algo continuo, homogéneo, y común para todos. Estos nuevos actores sociales están cada vez más abocados a la producción de realidades en situaciones específicas, con sus propias dinámicas. Buenos Aires, Enero de 2007 Florencia Alvarez, Mauricio Corbalán, Pío Torroja

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)

Ignacio Lewkowicz, Pensar sin Estado, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2004. Reinaldo Laddaga, Estética de la emergencia, Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 2005. Ignacio Lewkowicz, op.cit. http://proyectov.org/venus2 Tomado de un posteo de Roberto Jacoby en el website de Proyecto Venus. Ibíd. Alan Pauls, Otro Planeta en Página/12, Radar, 16 de junio de 2002.

Este texto está basado en una investigación que utiliza información sumamente dispersa de la crisis argentina y los experimentos sociales que comenzaron en ese momento y que todavía siguen en curso. Por lo tanto, los resultados de esta investigación son provisorios; información adicional estará disponible en http://postresilence.wordpress.com/. El equipo para este artículo incluye a Florencia Alvarez, Mauricio Corbalán y Pío Torroja. Los autores son arquitectos residentes en Buenos Aires y fueron todos miembros de Proyecto Venus. Esta investigación forma parte del proyecto “Guest (not) Welcome / Hospitality for what is to come” iniciado por Jeanne van Heeswijk y Dennis Kaspori. El texto fue publicado en la revista Open #12 junto con otros textos que problematizan el dominio público desde diversas prácticas. http://www.skor.nl/article-3086-en.html

UR (Conversar) / 97


La estrategia de Venus tomaba prestadas algunas operaciones conceptuales del mundo del arte y otras del mercado. Tomaba, por ejemplo, la operatoria de producción de valor de las obras de arte, a través de la cual cualquier cosa, cualquier actividad puede ser presentada como un valor. Esta lógica era superpuesta a una red de oferta y demanda, consistente no sólo de cosas sino de personas, posibilitando el intercambio de ideas tanto como de bienes. Así la “forma mercado” actuó durante los primeros años del proyecto como vehículo para la circulación de ideas entre los miembros de la red, aún en el caso de que los bienes o servicios no fueran intercambiados. El valor simbólico de las “ofertas excéntricas” no fue un valor abstracto finalmente, ya que muchos jóvenes y desconocidos artistas y técnicos pasaron a tener mucha visibilidad en diferentes medios, independientemente del “valor” que sus ofertas alcanzaran dentro del sistema. Las membresías en estos clubes y asociaciones voluntarias, así como la invención de monedas alternativas, constituyeron máquinas de conexión simbólica que operaban en el límite entre la organización y la desorganización, produciendo y propagando confianza desde la nada y en paralelo a un mercado oficial desacreditado y en crisis. La cuestión monetaria obligó a los venusinos a cambiar radicalmente su relación con la econo mía. Ya no se trataba de padecerla sino de experimentarla empezando de cero, reescribiendo todas sus categorías (“liquidez”, “circulante”, “masa monetaria”, etc.) en función de un mer cado in progress, deliberado, en un ejercicio de simulación que tarde o temprano terminaría pasando a otro estado. Al principio algunos nos decían: ‘Pero ¿qué respaldo tiene esta mone da?’ Después vino el corralito, la gente perdió sus dólares, las provincias emitían toda clase de monedas nuevas… y nadie volvió a preguntar por el ‘respaldo’. (7) Alan Pauls

Conexión y desconexión El esquema tradicional de espacio público nos refiere a un lugar accesible, de libre circulación de las ideas y donde todo “ciudadano” tiene iguales derechos a transitar por él. Así definido, parece significar un lugar de mutua exposición y expresión individual más que de encuentro. Un lugar “agonal” en el que se lucha por establecer una opinión influyente a través de una razón general representada por la ley (que es la que garantiza la igualdad de oportunidades). Muchos describen este espacio “público” como un juego pero, nos parece ahora, un juego con reglas que no han sido necesariamente acordadas por sus participantes. Esto es, en parte, por la naturaleza misma de la representación que además pierde actualidad día a día. Durante la crisis argentina, ciertas configuraciones pusieron en jaque estas ideas del espacio público. En 1996, por ejemplo, un grupo de trabajadores estatales desempleados por las privatizaciones se encontró con que las posibilidades de manifestación en el espacio “público” no conseguían efecto alguno. Entonces, decidieron intervenir sobre el sistema de circulación del estado-economía cortando una ruta nacional, retrasando así por tiempo indefinido una parte de la logística de la industria petrolera. Esta acción rápidamente se transformó en una operatoria de visibilidad. Su efectividad estuvo dada por una acción de “desconexión momentánea” entre dos o más puntos. Las organizaciones piqueteras entendieron que uno de los centros de visibilidad político-mediáticos eran los flujos logísticos, y no los centros de producción convencionales. En la descripción de un piquetero: “Los piquetes [son] una interesante alternativa a la huelga para quien no tiene un trabajo, pero sí puede afectar la producción y comercialización capitalista en épocas de auge del comercio carretero, de just in time y stock cero.” 96 / (Conversar) UR

¿Quiere esto decir que estamos pasando del “espacio” a la “conexión” pública? Un caso interesante es el del MTL. Se trata de una agrupación piquetera que comenzó cortando rutas y calles e impidiendo el acceso de la policía a viviendas ocupadas que iban a ser desalojadas. Contradictoriamente llamado “Movimiento Territorial de Liberación”, su energía inicial estuvo dada por la comprensión y operación sobre los desplazamientos y conexiones más que sobre lo fijo de lo “territorial”. Desde sus comienzos en 1996, el MTL practicó un proceso de reconfiguración continuo de su organización. Primero, participando en piquetes y asociaciones con diversos grupos políticos y estableciendo casas colectivas para gente desalojada. Luego, formando “gabinetes paralelos” a los del Estado para auditar leyes y recursos asistenciales. En el 2003 el MTL se constituyó en una “cooperativa” con el objetivo de construir un conjunto de 300 viviendas para sus miembros en el medio de la ciudad de Buenos Aires. Al mismo tiempo organizó una “empresa constructora” con el objetivo de realizarlas, y entrenar y dar trabajo a 240 desempleados sin experiencia alguna. El “aprendizaje” fue tal, que la empresa antes de completar su primer encargo, ya salía a competir, con suceso, en el mercado formal. Una de las intervenciones más significativas del conjunto fue la apertura de una calle en medio del terreno, reconectando así dos calles que habían estado bloqueadas por una fábrica durante décadas, y enlazando localmente las nuevas viviendas con las calles, instituciones y comercios próximos. Estas operatorias reemplazan la idea del espacio público como algo referido “a un lugar” por una dinámica de conexiones y desconexiones, desde el corte de una calle y una ruta hasta la operatoria arquitectónica de un conjunto de viviendas. Esta dinámica va en contra de un concepto central del espacio público: la idea de que éste se sostiene en consensos regulados por el Estado. Estos procesos podrían describirse como “políticas de conectividad”, reemplazando el concepto de “espacio” público por el de “conexión” pública. Ya no hay algo continuo, homogéneo, y común para todos. Estos nuevos actores sociales están cada vez más abocados a la producción de realidades en situaciones específicas, con sus propias dinámicas. Buenos Aires, Enero de 2007 Florencia Alvarez, Mauricio Corbalán, Pío Torroja

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)

Ignacio Lewkowicz, Pensar sin Estado, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2004. Reinaldo Laddaga, Estética de la emergencia, Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 2005. Ignacio Lewkowicz, op.cit. http://proyectov.org/venus2 Tomado de un posteo de Roberto Jacoby en el website de Proyecto Venus. Ibíd. Alan Pauls, Otro Planeta en Página/12, Radar, 16 de junio de 2002.

Este texto está basado en una investigación que utiliza información sumamente dispersa de la crisis argentina y los experimentos sociales que comenzaron en ese momento y que todavía siguen en curso. Por lo tanto, los resultados de esta investigación son provisorios; información adicional estará disponible en http://postresilence.wordpress.com/. El equipo para este artículo incluye a Florencia Alvarez, Mauricio Corbalán y Pío Torroja. Los autores son arquitectos residentes en Buenos Aires y fueron todos miembros de Proyecto Venus. Esta investigación forma parte del proyecto “Guest (not) Welcome / Hospitality for what is to come” iniciado por Jeanne van Heeswijk y Dennis Kaspori. El texto fue publicado en la revista Open #12 junto con otros textos que problematizan el dominio público desde diversas prácticas. http://www.skor.nl/article-3086-en.html

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POST RESILIENCE

Organizations and Disorganizations

m7red

Organizations are ways of establishing clusters in fluid situations; in uncertain situations these clusters op erate under the name of “organizations”, just as they function under the name of institutions, clusters op erated in a largely calculable world. In times of change, no pre-existing form or internal structure is a guaran tee for how these organizations will function. Whether they function is indicated by the speed with which they take shape in response t o contingent stimuli, provocations, causes and disruptions. (1) Ignacio Lewkowicz

This text attempts to present some of the situations and political configurations that arose around the Argentine crisis in 2001. Barter club networks and the cooperative projects of piquetero organizations demonstrated that there are new ways of producing reality that don’t depend on a general logic like the State. But how are these apparently disperse actors connected? What new dynamics emerge from this “politics of connectivity”?

From 2000 to 2003, a series of unpredictable changes took place in Argentina; many people had to deal with an extreme degree of economic and social exclusion, which radically altered the way they lived. Since then, according to the media and certain indicators, the situation in the country has been normalized and things have returned to the way they used to be. There is a democratically elected government and the poverty and unemployment figures have returned to pre-crisis levels. This apparent normalization after the crisis brings us to the concept of resilience. In mechanical terms, resilience is a material’s ability to be temporarily deformed without undergoing permanent alteration. In psychology, resilience refers to a person or group’s ability to continue to project itself into the future despite destabilizing events, difficult situations or sometimes even serio us traumas. The normalization in Argentina seems to demonstrate that the nation-state, with its institutional structure, is a resilient machine. In reality, however, a subtle and somewhat abstract alteration h a s taken place. According to Argentine historian Ignacio Lewkowicz, the situation may seem to have returned to normal, but thinking patterns have been irretrievably altered. The situation has lost its resilience. The experience of those two years have shown us that unforeseen (and risky) socio-political configurations can suddenly emerge, that conditions of existence can be modified and that these modifications can be immense and far-reaching. In an attempt to regain a grasp of the situation, we might localize the configurations, modifications and political situations that emerged during the crisis within public space and its attendant logic. But first we would have to revise the accepted idea of public space. We wish to consider it in relation to the Argentine crisis. Was this not a crisis of public space? What happens to the idea of 98 / (Conversar) UR

public space when the things that take place within it cease to be predictable, when there are no longer any regular or reproducible parameters to define, reproduce and connect public space to other “institutions”? Does public space even still exist under such circumstances? One way of describing public space is to say that its existence depends on the State -not the state not as an entity or a government, but rather as a logic, the logic of State, a specific manner of thinking and acting: the State as the network that links all institutions. The Argentine crisis has made us realize that the modern State in the sense of an existential logic can fall into decline or even disappear (at least for a few days or hours), even when the State as an institution or “meta-institution” continues to exist. Even when the state as a system of law is still in effect and its institutions are still operating, it is possible for the logic of the state to cease functioning as a way of thinking, as a “way of producing reality”. The crisis has shown us that there is more than one way of producing reality and that these produc tions of reality are not coordinated by a single, overarching logic like that of the State. It is more a question of productions of layered realities that either are connected or ignore one another, collide with one another or create one another, involving forces that can be part of several processes of reality production at the same time. Even the network of laws and regulations that links all the political, social and economic operations of the state is one such force. In a certain sense, we could say that there is no preestablished law and reality for everyone. This plurality is not a question of multiculturalism or the coexistence of divergent lifestyles. It is rather a relationship among forces within a changing and fairly unpredictable environment. A description like this involves a field of high risk but also of unexpected possibilities.

These organizations are more horizontal than hierar chical. They are anti-systemic: not just anti-struc ture, but also anti-system. They are too exposed to the interference and incursion by their environment to be systems; furthermore, they are not concerned with reproducing themselves as systems. They are more concerned with producing. Disorganizations are not coordinated in a normative way but rather oper ate rather according to values. When it come to the rules, they are perhaps more intractable than respect ful. In terms of effect, these organizations are play ing fields for actors who communicate, act strategi cally and negotiate. (2) Reinaldo Laddaga

Barter Club Social relations in neo-liberalism are based entirely on trust … but let us not confuse this with a friend ly image of trust; we are talking about a desperate trust… a trust that has to be renewed in every spe cific situation. (3) Ignacio Lewkowicz During the crisis in Argentina, a large number of barter clubs were set up. A barter club is a sort of civil organization based on the idea of self-help. The system is part of the “third sector,” that is to say at the margins of the regular economy and the social policy of the State. Barter clubs have their own currency and credit system, making numerous, non-simultaneous transactions possible without the use of legal currency. This currency is private because it is issued by private individuals and it is not guaranteed by the State; it is not a legally valid document. It generates no interest and therefore is not intended as a store of value, but simply as a means of exchange. Any product and any service can be bartered, and each “prosumer” (a neologism derived from “produ-

cer” and “consumer”– in Spanish, prosumidor) has an obligation to offer something at the barter club. In the early 1990s, Argentina made its debut in globalization; it was not in a solid position to do so, and unemployment followed. The barter club initiators theorized that strengthening the domestic economy and ecology would make it possible to do something about the massive levels of unemployment and the decline of industries that had hither to been considered “permanent”(such as steel and textile industries). Out of the idea of a “protected market” came the idea of the barter club, a “solidarity market” in which transactions that were impossible in the official market could take place. The idea was not to replace the market but to supplement it, in hopes of finding new ideas for improving the economy in the future. Before and during the crisis, large segments of the Argentine population were excluded from the mainstream economic and monetary systems because they had neither work nor income. Their access to money, normally the only means of exchange, was extremely restricted. On the one hand were unsatisfied needs and on the other skills and labour potential that were not being utilized due to a lack of demand. What was missing was a social and monetary intermediary to bring them together. From 1999 to 2002 almost everything was available at the barter clubs (food, used and homemade articles, as well as services like plumbing, masonry and health care). Merchants who had been forced to close their shops sold their products at the barter clubs, bringing new merchandise to them. Workers who were given their severances in products rather than cash brought what they had left over to the clubs. Barter clubs were autonomou s organizations; they formed spontaneously and their structure was decentralized and non-hierarchical. Barter clubs were the answer to problems that were the consequence of globalization. From the start, the system was meant to be self-sustaining and self-regulating, with organic intentions based on harmony. It was a non-governmental organization with great imagination in its scale and implementation, in significant contrast to the austerity of the economy policy prescribed by specialists. It proved so flexible, however, that at one point it involved more than six million people and became a victim of its own success. The organization turned into something very difficult to describe. Its cycle was no longer natural; it was, instead, a very specific and hybrid situation that had a life of its own. A hybrid situation emerged. An excess of speculation, inflation and other more or less uncontrolled dynamics eventually burst the bubble. UR (Conversar) / 99


POST RESILIENCE

Organizations and Disorganizations

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Organizations are ways of establishing clusters in fluid situations; in uncertain situations these clusters op erate under the name of “organizations”, just as they function under the name of institutions, clusters op erated in a largely calculable world. In times of change, no pre-existing form or internal structure is a guaran tee for how these organizations will function. Whether they function is indicated by the speed with which they take shape in response t o contingent stimuli, provocations, causes and disruptions. (1) Ignacio Lewkowicz

This text attempts to present some of the situations and political configurations that arose around the Argentine crisis in 2001. Barter club networks and the cooperative projects of piquetero organizations demonstrated that there are new ways of producing reality that don’t depend on a general logic like the State. But how are these apparently disperse actors connected? What new dynamics emerge from this “politics of connectivity”?

From 2000 to 2003, a series of unpredictable changes took place in Argentina; many people had to deal with an extreme degree of economic and social exclusion, which radically altered the way they lived. Since then, according to the media and certain indicators, the situation in the country has been normalized and things have returned to the way they used to be. There is a democratically elected government and the poverty and unemployment figures have returned to pre-crisis levels. This apparent normalization after the crisis brings us to the concept of resilience. In mechanical terms, resilience is a material’s ability to be temporarily deformed without undergoing permanent alteration. In psychology, resilience refers to a person or group’s ability to continue to project itself into the future despite destabilizing events, difficult situations or sometimes even serio us traumas. The normalization in Argentina seems to demonstrate that the nation-state, with its institutional structure, is a resilient machine. In reality, however, a subtle and somewhat abstract alteration h a s taken place. According to Argentine historian Ignacio Lewkowicz, the situation may seem to have returned to normal, but thinking patterns have been irretrievably altered. The situation has lost its resilience. The experience of those two years have shown us that unforeseen (and risky) socio-political configurations can suddenly emerge, that conditions of existence can be modified and that these modifications can be immense and far-reaching. In an attempt to regain a grasp of the situation, we might localize the configurations, modifications and political situations that emerged during the crisis within public space and its attendant logic. But first we would have to revise the accepted idea of public space. We wish to consider it in relation to the Argentine crisis. Was this not a crisis of public space? What happens to the idea of 98 / (Conversar) UR

public space when the things that take place within it cease to be predictable, when there are no longer any regular or reproducible parameters to define, reproduce and connect public space to other “institutions”? Does public space even still exist under such circumstances? One way of describing public space is to say that its existence depends on the State -not the state not as an entity or a government, but rather as a logic, the logic of State, a specific manner of thinking and acting: the State as the network that links all institutions. The Argentine crisis has made us realize that the modern State in the sense of an existential logic can fall into decline or even disappear (at least for a few days or hours), even when the State as an institution or “meta-institution” continues to exist. Even when the state as a system of law is still in effect and its institutions are still operating, it is possible for the logic of the state to cease functioning as a way of thinking, as a “way of producing reality”. The crisis has shown us that there is more than one way of producing reality and that these produc tions of reality are not coordinated by a single, overarching logic like that of the State. It is more a question of productions of layered realities that either are connected or ignore one another, collide with one another or create one another, involving forces that can be part of several processes of reality production at the same time. Even the network of laws and regulations that links all the political, social and economic operations of the state is one such force. In a certain sense, we could say that there is no preestablished law and reality for everyone. This plurality is not a question of multiculturalism or the coexistence of divergent lifestyles. It is rather a relationship among forces within a changing and fairly unpredictable environment. A description like this involves a field of high risk but also of unexpected possibilities.

These organizations are more horizontal than hierar chical. They are anti-systemic: not just anti-struc ture, but also anti-system. They are too exposed to the interference and incursion by their environment to be systems; furthermore, they are not concerned with reproducing themselves as systems. They are more concerned with producing. Disorganizations are not coordinated in a normative way but rather oper ate rather according to values. When it come to the rules, they are perhaps more intractable than respect ful. In terms of effect, these organizations are play ing fields for actors who communicate, act strategi cally and negotiate. (2) Reinaldo Laddaga

Barter Club Social relations in neo-liberalism are based entirely on trust … but let us not confuse this with a friend ly image of trust; we are talking about a desperate trust… a trust that has to be renewed in every spe cific situation. (3) Ignacio Lewkowicz During the crisis in Argentina, a large number of barter clubs were set up. A barter club is a sort of civil organization based on the idea of self-help. The system is part of the “third sector,” that is to say at the margins of the regular economy and the social policy of the State. Barter clubs have their own currency and credit system, making numerous, non-simultaneous transactions possible without the use of legal currency. This currency is private because it is issued by private individuals and it is not guaranteed by the State; it is not a legally valid document. It generates no interest and therefore is not intended as a store of value, but simply as a means of exchange. Any product and any service can be bartered, and each “prosumer” (a neologism derived from “produ-

cer” and “consumer”– in Spanish, prosumidor) has an obligation to offer something at the barter club. In the early 1990s, Argentina made its debut in globalization; it was not in a solid position to do so, and unemployment followed. The barter club initiators theorized that strengthening the domestic economy and ecology would make it possible to do something about the massive levels of unemployment and the decline of industries that had hither to been considered “permanent”(such as steel and textile industries). Out of the idea of a “protected market” came the idea of the barter club, a “solidarity market” in which transactions that were impossible in the official market could take place. The idea was not to replace the market but to supplement it, in hopes of finding new ideas for improving the economy in the future. Before and during the crisis, large segments of the Argentine population were excluded from the mainstream economic and monetary systems because they had neither work nor income. Their access to money, normally the only means of exchange, was extremely restricted. On the one hand were unsatisfied needs and on the other skills and labour potential that were not being utilized due to a lack of demand. What was missing was a social and monetary intermediary to bring them together. From 1999 to 2002 almost everything was available at the barter clubs (food, used and homemade articles, as well as services like plumbing, masonry and health care). Merchants who had been forced to close their shops sold their products at the barter clubs, bringing new merchandise to them. Workers who were given their severances in products rather than cash brought what they had left over to the clubs. Barter clubs were autonomou s organizations; they formed spontaneously and their structure was decentralized and non-hierarchical. Barter clubs were the answer to problems that were the consequence of globalization. From the start, the system was meant to be self-sustaining and self-regulating, with organic intentions based on harmony. It was a non-governmental organization with great imagination in its scale and implementation, in significant contrast to the austerity of the economy policy prescribed by specialists. It proved so flexible, however, that at one point it involved more than six million people and became a victim of its own success. The organization turned into something very difficult to describe. Its cycle was no longer natural; it was, instead, a very specific and hybrid situation that had a life of its own. A hybrid situation emerged. An excess of speculation, inflation and other more or less uncontrolled dynamics eventually burst the bubble. UR (Conversar) / 99


The Venus Project An offer available on the Venus Market: “Political Philosophy in the Gym”. Theoretical-experimental en counter in a gym (with aerobics and weight machines). First an agenda that revolves around the institution al formations experienced by society as a whole and its parts. Then a discussion of concerns related specif ically to bodybuilding, like corporal construction based on a weights-aerobics workout. Ideally, the length of the meeting is eighty minutes, and divided into three parts: 1) Theory in the gym (40 minutes. 2) Warmup and 3) Weight room with a basic description of the exercises. (4) During the same period the Venus Project was set up “an experimental society, where arti sts, scientists, technology experts and intellectuals come together in production and circulation circuits to explore new forms of creation and life …” (5) By setting up interfaces or exchange networks, the Venus Project, like many other organizations, developed a specific form of producing value or of revaluing things, operations and relationships during the Argentine crisis. They attempted to link the value of what was exchanged to the way in which these interfaces produced their own reality. In the case of the barter clubs, this entailed revaluing a whole range of small-scale, domestic economic activities, so that they could be re-marketed. In the case of the Venus project, this entailed developing what they called the technology of friends hip -that is to say, “the art of connecting people. Or of putting together networks, of crossing symbolic frontiers, of multiplying opportunities for encounters”, whereby “the fundamental requirement is the willingness to exchange with others and to do so according to conditions different from those apply in the conventional market: to exchange on a market freely invented by a group of people.” (6) Some of the strategies of the Venus Project were derived from the world of conceptual art. It borrowed, for example, the logic of valuation as it operates in art, whereby anything, any activity can be presented as a potential value. This logic was projected onto a network of supply and demand consisting not just of things but of people as well, so that ideas as well as goods could be exchanged. In this way the “market form”, for the first few years, served as a vehicle for circulating ideas among members of the network, even when goods and services were not actually exchanged. The symbolic or visibility value of what were called the “eccentric goods” proved, in practice, not to be abstract: many young and unknown artists and technology experts gained great visibility in various media, regardless of the “value” of 100 / (Conversar) UR

what they offered on the network. Membership in these clubs and voluntary organizations, as well as the invention of alternative currencies, where the driving force behind symbolic connections operating at the boundary between organization and disorganization, producing and propagating trust out of nothing, alongside a discredited official market in ruins. The currency issue forced the members of the Venus network to radically change their relationship with the economy. It was no longer something they had to suffer through but rather something that they could experiment with, starting from scratch, rewri ting all the categories (“cash flow”, “circulation,” “money supply”, etc.) for use in a market in progress, conceived as a simulation exercise that would, soo ner or later, evolve to another situation. In the beginning some people asked us how the currency was backed.Then came the corralito (a 2001 law limiting the amount of money individuals could withdraw from their bank accounts), and peo ple lost their savings and the provinces began issuing all kinds of new currencies… and no one asked about ‘backing ’ever again. (7) Alan Pauls

Connection and Disconnection The traditional concept of public space refers to a place to which all “citizens” have access and where ideas circulate freely. According to this definition, it is therefore more a place for mutual exposition and individual expression than a place for encounter, a place in which individuals endeavor to impose their opinion on others. Many describe this “public” space as a game but it seems to us that not all participants agree on the rules of this game. This is partly due to the continuing erosion of the concept of democracy. During the Argentine crisis, certain configurations made clear what is wrong with the existing concept of public space. Public-sector employees who had been sacked in the process of privatization in 1996, for example, discovered that protesting –one of the basic rights in democracy- in “public” space had no effect whatsoever. They decided to interfere with the traffic system of the state economy by blockading a national motorway, bringing the logistic operations of the oil industry to a standstill for an indefinite period of time. This action attracted immense publicity. The piquetero organizations that where formed quickly understood that one of the keys to visibility in politics and in the media lies in the logistic flows, not in conventional centers of production.

In the words of one piquetero: “The piquetes (road blocks) [are] an interesting alternative to strikes for those who don’t have a job but can, nonetheless, affect capitalist production and marketing during the age of land transport by trucks, just in time and s tock zero.” Does this mean that we are shifting from public “space” to public “connection”? One interesting piquetero group is MTL. It started out by blockading motorways and streets, denying the police access to homes where squatters were to be evicted. Contradictorily called “Territorial Liberation Movement,” its initial energy resided in an understanding of and ability to act on movements and connections rather than static “territories.” From its beginnings in 1996, MTL has continually updated its methodology and objectives. Initially it took part in the road blocks and worked with an array of political groups that set up collective homes for people who had been evicted. Later it formed “parallel cabinets”, analogous to the state, to make laws and provide a form of welfare benefits. In 2003, MTL took the form of a “cooperative” whose aim was to build 300 dwellings for its members in the middle of Buenos Aires. At the same time, it set up a “construction company” in order to build these dwellings; it trained and employed 240 inexperienced and jobless individuals for the purpose. The “trial period”, if it can be called that, went so

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)

well that the group, even before completing its initial task, was able to compete successfully with mainstream construction companies. One of the most significant interventions in the construction was the opening of a street that linked two other streets that had been blocked by a factory for decades. It was a strategy designed to make it possible to build the dwellings within a homogeneous urban grid and link the new homes with the adjacent streets, institutions and businesses. This example shows acting and thinking ranging from throwing up road blocks to active involvement in the construction of a group of dwellings. Instead of interpreting public space as a “place”, all of these activities show that public space is dynamic, that it refers to movement rather than immobility. This concept goes against a crucial conception of the meaning of public space: the idea that is defined by a general consensus regulated by the state. From the standpoint of political strategy you might describe these activities as “a politics of connectivity” that replaces public “space” with public “connection”. There is no longer something continuous, homogeneous and common for everyone. The new social actors are increasingly involved in the production of realities in specific situations, with their own dynamics. Buenos Aires, January 2007 Florencia Alvarez, Mauricio Corbalán, Pío Torroja

Ignacio Lewkowicz, Pensar sin Estado, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2004. Reinaldo Laddaga, Estética de la emergencia, Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 2005. Ignacio Lewkowicz, op.cit. http://proyectov.org/venus2 From a message of Roberto Jacoby on the Venus project website. Ibid. Alan Pauls, Otro Planeta en Página/12, Radar, 16 de junio de 2002.

This text is based on research that uses highly scattered information on the Argentine crisis and the social experiments that began then and are ongoing today. The results of this research are therefore provisional; additional information will be made available in due course at http://postresilence.wordpress.com/. The research team for this article and timeline include Florencia Alvarez, Mauricio Corbalán and Pío Torroja. The authors are architects based in Buenos Aires and were all active members of the Venus Project. This might explain the subjective preference for the Venus Project in the general timeline as well. This research is part of the project “Guest (not) Welcome / Hospitality for what is to come” initiated by Jeanne van Heeswijk and Dennis Kaspori. The text was published in the magazine Open #12 with other texts that problematize the public domain from the viewpoint of various practices. http://www.skor.nl/article-3086-en.html

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The Venus Project An offer available on the Venus Market: “Political Philosophy in the Gym”. Theoretical-experimental en counter in a gym (with aerobics and weight machines). First an agenda that revolves around the institution al formations experienced by society as a whole and its parts. Then a discussion of concerns related specif ically to bodybuilding, like corporal construction based on a weights-aerobics workout. Ideally, the length of the meeting is eighty minutes, and divided into three parts: 1) Theory in the gym (40 minutes. 2) Warmup and 3) Weight room with a basic description of the exercises. (4) During the same period the Venus Project was set up “an experimental society, where arti sts, scientists, technology experts and intellectuals come together in production and circulation circuits to explore new forms of creation and life …” (5) By setting up interfaces or exchange networks, the Venus Project, like many other organizations, developed a specific form of producing value or of revaluing things, operations and relationships during the Argentine crisis. They attempted to link the value of what was exchanged to the way in which these interfaces produced their own reality. In the case of the barter clubs, this entailed revaluing a whole range of small-scale, domestic economic activities, so that they could be re-marketed. In the case of the Venus project, this entailed developing what they called the technology of friends hip -that is to say, “the art of connecting people. Or of putting together networks, of crossing symbolic frontiers, of multiplying opportunities for encounters”, whereby “the fundamental requirement is the willingness to exchange with others and to do so according to conditions different from those apply in the conventional market: to exchange on a market freely invented by a group of people.” (6) Some of the strategies of the Venus Project were derived from the world of conceptual art. It borrowed, for example, the logic of valuation as it operates in art, whereby anything, any activity can be presented as a potential value. This logic was projected onto a network of supply and demand consisting not just of things but of people as well, so that ideas as well as goods could be exchanged. In this way the “market form”, for the first few years, served as a vehicle for circulating ideas among members of the network, even when goods and services were not actually exchanged. The symbolic or visibility value of what were called the “eccentric goods” proved, in practice, not to be abstract: many young and unknown artists and technology experts gained great visibility in various media, regardless of the “value” of 100 / (Conversar) UR

what they offered on the network. Membership in these clubs and voluntary organizations, as well as the invention of alternative currencies, where the driving force behind symbolic connections operating at the boundary between organization and disorganization, producing and propagating trust out of nothing, alongside a discredited official market in ruins. The currency issue forced the members of the Venus network to radically change their relationship with the economy. It was no longer something they had to suffer through but rather something that they could experiment with, starting from scratch, rewri ting all the categories (“cash flow”, “circulation,” “money supply”, etc.) for use in a market in progress, conceived as a simulation exercise that would, soo ner or later, evolve to another situation. In the beginning some people asked us how the currency was backed.Then came the corralito (a 2001 law limiting the amount of money individuals could withdraw from their bank accounts), and peo ple lost their savings and the provinces began issuing all kinds of new currencies… and no one asked about ‘backing ’ever again. (7) Alan Pauls

Connection and Disconnection The traditional concept of public space refers to a place to which all “citizens” have access and where ideas circulate freely. According to this definition, it is therefore more a place for mutual exposition and individual expression than a place for encounter, a place in which individuals endeavor to impose their opinion on others. Many describe this “public” space as a game but it seems to us that not all participants agree on the rules of this game. This is partly due to the continuing erosion of the concept of democracy. During the Argentine crisis, certain configurations made clear what is wrong with the existing concept of public space. Public-sector employees who had been sacked in the process of privatization in 1996, for example, discovered that protesting –one of the basic rights in democracy- in “public” space had no effect whatsoever. They decided to interfere with the traffic system of the state economy by blockading a national motorway, bringing the logistic operations of the oil industry to a standstill for an indefinite period of time. This action attracted immense publicity. The piquetero organizations that where formed quickly understood that one of the keys to visibility in politics and in the media lies in the logistic flows, not in conventional centers of production.

In the words of one piquetero: “The piquetes (road blocks) [are] an interesting alternative to strikes for those who don’t have a job but can, nonetheless, affect capitalist production and marketing during the age of land transport by trucks, just in time and s tock zero.” Does this mean that we are shifting from public “space” to public “connection”? One interesting piquetero group is MTL. It started out by blockading motorways and streets, denying the police access to homes where squatters were to be evicted. Contradictorily called “Territorial Liberation Movement,” its initial energy resided in an understanding of and ability to act on movements and connections rather than static “territories.” From its beginnings in 1996, MTL has continually updated its methodology and objectives. Initially it took part in the road blocks and worked with an array of political groups that set up collective homes for people who had been evicted. Later it formed “parallel cabinets”, analogous to the state, to make laws and provide a form of welfare benefits. In 2003, MTL took the form of a “cooperative” whose aim was to build 300 dwellings for its members in the middle of Buenos Aires. At the same time, it set up a “construction company” in order to build these dwellings; it trained and employed 240 inexperienced and jobless individuals for the purpose. The “trial period”, if it can be called that, went so

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)

well that the group, even before completing its initial task, was able to compete successfully with mainstream construction companies. One of the most significant interventions in the construction was the opening of a street that linked two other streets that had been blocked by a factory for decades. It was a strategy designed to make it possible to build the dwellings within a homogeneous urban grid and link the new homes with the adjacent streets, institutions and businesses. This example shows acting and thinking ranging from throwing up road blocks to active involvement in the construction of a group of dwellings. Instead of interpreting public space as a “place”, all of these activities show that public space is dynamic, that it refers to movement rather than immobility. This concept goes against a crucial conception of the meaning of public space: the idea that is defined by a general consensus regulated by the state. From the standpoint of political strategy you might describe these activities as “a politics of connectivity” that replaces public “space” with public “connection”. There is no longer something continuous, homogeneous and common for everyone. The new social actors are increasingly involved in the production of realities in specific situations, with their own dynamics. Buenos Aires, January 2007 Florencia Alvarez, Mauricio Corbalán, Pío Torroja

Ignacio Lewkowicz, Pensar sin Estado, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2004. Reinaldo Laddaga, Estética de la emergencia, Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 2005. Ignacio Lewkowicz, op.cit. http://proyectov.org/venus2 From a message of Roberto Jacoby on the Venus project website. Ibid. Alan Pauls, Otro Planeta en Página/12, Radar, 16 de junio de 2002.

This text is based on research that uses highly scattered information on the Argentine crisis and the social experiments that began then and are ongoing today. The results of this research are therefore provisional; additional information will be made available in due course at http://postresilence.wordpress.com/. The research team for this article and timeline include Florencia Alvarez, Mauricio Corbalán and Pío Torroja. The authors are architects based in Buenos Aires and were all active members of the Venus Project. This might explain the subjective preference for the Venus Project in the general timeline as well. This research is part of the project “Guest (not) Welcome / Hospitality for what is to come” initiated by Jeanne van Heeswijk and Dennis Kaspori. The text was published in the magazine Open #12 with other texts that problematize the public domain from the viewpoint of various practices. http://www.skor.nl/article-3086-en.html

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CANOPUS GOLPEA DE VUELTA Pablo Bernard UR cumple con el mandato multiplicador de Canopus y reproduce el número 7: “In your face Kulhas: Content review”. Una provocadora lectura de Content que fue enviada por correo al mismísimo Rem Koolhaas que no tardó en responder. Canopus insiste en un diálogo directo con los big boys de la arquitectura desplazándolos del lugar inabordable que parecieran tener. Pablo Bernard devela la estrategia editorial de este fanzine de culto: distribución teledirigida, ostentación editorial y, ante todo, espíritu aventurero.

Un diálogo provocador y una ficción estética; un ímpetu por hacer del periodismo, o la crítica arquitectónica un modo de accionar. Una manera de provocar oposiciones, suposiciones,… de determinar posiciones, como en otras épocas. Sería demasiado definir “Canopus_Fanzine de Arquitectura” de esta manera. Y es verdad que quizás no exista un solo artículo en las 13 ediciones, con suficiente estructura como para ser siquiera denominado ensayo. Pero se los podría suponer como una serie de cartas de lec tor, un lector muy concentrado en insistir en un diálogo. Un lector un poco preocupado por un quehacer arquitectónico, y por qué no también, por obtener un poco de notoriedad. De ahí, quizás, la insistencia en el formato papel (en épocas de la blogalización). Canopus fue el primer fanzine de arquitectura homocore, y hasta donde yo sé, el último en toda la cuenca del Río de la Plata. Una publicación independiente, llevada a cabo por fanáticos, que hereda la estética y la actitud hardcore de los fanzines de música. Que habla sobre arquitectura, sin las trabas del copyright, la erudición académica en el lenguaje, la publicación de documentación propia y/o exclusiva… y todas las demás reglas editoriales que aquejan a las demás publicaciones –Imagínense libres de semejantes ataduras para escribir sobre arquitectura: ¿un disparate? Demostrado está que lo escrito no fue ninguna pelotudez, entonces un fanzine de arquitectura es algo de culto. Si me propusiesen explicarlo de una manera extensa, recopilaría las editoriales de cada Canopus, y las editaría una atrás de otra en una nueva publicación. Así se podría sintetizar un poco el plan de acción. Pero en este caso tengo ganas revisar otros aspectos. Hay que hacer mucho hincapié en el espíritu aventurero –y mucho más naif que el acostumbrado- al intentar dialogar con los big boys. Utilizado como un medio de legitimación, centrado en la ostentación editorial. Quizás uno de los rasgos más olvidados y/o despreciados por las editoriales de la actualidad: la suposición de un público expectante de un discurso, de uno solo. Semejante supuesto provocaba un gran sentimiento de libertad. Algo parecido al rótulo de “periodistas del espectáculo”. La ostentación de un fuerte punto de vista, por sobre los datos de archivo o un simple desarrollo estético-crítico, es un aliciente en tiempos de relecturas menos provocadoras. “No hay nadie que se banque un archivo”, diría un allegado… una y otra vez. En arquitectura parece que nadie se “banca un archivo”, y así y todo pareciese que segui104 / (Conversar) UR

CANOPUS #6 Starchitect! Leyendas de la arquitectura I: ‘the man who built the world’ Foto de Tapa: Philip Johnson apoyado en la Guest House, de fondo la Glass House. (1949)

remos con los edificios por mucho tiempo más. ¿Hay algo con más forma de archivo que un edificio? Sí. Los postulados de la arquitectura… y sus apéndices, claro, y luego sus revisiones, junto a sus revisionistas. Todos archivos, que nadie logra esquivar sin caer por lo menos en un doble o triple discurso. Quizás por eso las vedettes de “CANOPUS en las grandes ligas” vienen a ser, por un lado Philip Johnson, y por el otro un tal Koolhaas. Entre provocador y bochornoso, en épocas de muestras sudacas, el auge “constructorista” post crisis, y no sé cuántas otras cosas más, hablar en tono semejante de estos “grosos” sonaba a una verdadera “viejada” (demodé).

Crítica criticada, Johnson siempre en nuestro horizonte Primero decidimos escribir sobre P.J. (“C#6”), y a continuación sobre R.K. (“C#7”). Recuerdo cuán inspirativo fue para el posterior desarrollo del “C#7”, el artículo “Bromas en Serio” (1), en el cual Charles Jencks describía con lujo de detalles (indumentaria incluida) la entrevista que tuvo con el mismísimo, a raíz de una voluntad del escritor de re-publicar (en un contexto bastante amplio de la, para ese entonces no menos extensa y ya aburrida, carrera de Philip Cortelyou) sus positivas declaraciones a favor del efervescente nazismo en los años previos a la guerra. El autor deja en claro la necesidad de pedir permiso a Johnson para expoUR (Conversar) / 105


CANOPUS GOLPEA DE VUELTA Pablo Bernard UR cumple con el mandato multiplicador de Canopus y reproduce el número 7: “In your face Kulhas: Content review”. Una provocadora lectura de Content que fue enviada por correo al mismísimo Rem Koolhaas que no tardó en responder. Canopus insiste en un diálogo directo con los big boys de la arquitectura desplazándolos del lugar inabordable que parecieran tener. Pablo Bernard devela la estrategia editorial de este fanzine de culto: distribución teledirigida, ostentación editorial y, ante todo, espíritu aventurero.

Un diálogo provocador y una ficción estética; un ímpetu por hacer del periodismo, o la crítica arquitectónica un modo de accionar. Una manera de provocar oposiciones, suposiciones,… de determinar posiciones, como en otras épocas. Sería demasiado definir “Canopus_Fanzine de Arquitectura” de esta manera. Y es verdad que quizás no exista un solo artículo en las 13 ediciones, con suficiente estructura como para ser siquiera denominado ensayo. Pero se los podría suponer como una serie de cartas de lec tor, un lector muy concentrado en insistir en un diálogo. Un lector un poco preocupado por un quehacer arquitectónico, y por qué no también, por obtener un poco de notoriedad. De ahí, quizás, la insistencia en el formato papel (en épocas de la blogalización). Canopus fue el primer fanzine de arquitectura homocore, y hasta donde yo sé, el último en toda la cuenca del Río de la Plata. Una publicación independiente, llevada a cabo por fanáticos, que hereda la estética y la actitud hardcore de los fanzines de música. Que habla sobre arquitectura, sin las trabas del copyright, la erudición académica en el lenguaje, la publicación de documentación propia y/o exclusiva… y todas las demás reglas editoriales que aquejan a las demás publicaciones –Imagínense libres de semejantes ataduras para escribir sobre arquitectura: ¿un disparate? Demostrado está que lo escrito no fue ninguna pelotudez, entonces un fanzine de arquitectura es algo de culto. Si me propusiesen explicarlo de una manera extensa, recopilaría las editoriales de cada Canopus, y las editaría una atrás de otra en una nueva publicación. Así se podría sintetizar un poco el plan de acción. Pero en este caso tengo ganas revisar otros aspectos. Hay que hacer mucho hincapié en el espíritu aventurero –y mucho más naif que el acostumbrado- al intentar dialogar con los big boys. Utilizado como un medio de legitimación, centrado en la ostentación editorial. Quizás uno de los rasgos más olvidados y/o despreciados por las editoriales de la actualidad: la suposición de un público expectante de un discurso, de uno solo. Semejante supuesto provocaba un gran sentimiento de libertad. Algo parecido al rótulo de “periodistas del espectáculo”. La ostentación de un fuerte punto de vista, por sobre los datos de archivo o un simple desarrollo estético-crítico, es un aliciente en tiempos de relecturas menos provocadoras. “No hay nadie que se banque un archivo”, diría un allegado… una y otra vez. En arquitectura parece que nadie se “banca un archivo”, y así y todo pareciese que segui104 / (Conversar) UR

CANOPUS #6 Starchitect! Leyendas de la arquitectura I: ‘the man who built the world’ Foto de Tapa: Philip Johnson apoyado en la Guest House, de fondo la Glass House. (1949)

remos con los edificios por mucho tiempo más. ¿Hay algo con más forma de archivo que un edificio? Sí. Los postulados de la arquitectura… y sus apéndices, claro, y luego sus revisiones, junto a sus revisionistas. Todos archivos, que nadie logra esquivar sin caer por lo menos en un doble o triple discurso. Quizás por eso las vedettes de “CANOPUS en las grandes ligas” vienen a ser, por un lado Philip Johnson, y por el otro un tal Koolhaas. Entre provocador y bochornoso, en épocas de muestras sudacas, el auge “constructorista” post crisis, y no sé cuántas otras cosas más, hablar en tono semejante de estos “grosos” sonaba a una verdadera “viejada” (demodé).

Crítica criticada, Johnson siempre en nuestro horizonte Primero decidimos escribir sobre P.J. (“C#6”), y a continuación sobre R.K. (“C#7”). Recuerdo cuán inspirativo fue para el posterior desarrollo del “C#7”, el artículo “Bromas en Serio” (1), en el cual Charles Jencks describía con lujo de detalles (indumentaria incluida) la entrevista que tuvo con el mismísimo, a raíz de una voluntad del escritor de re-publicar (en un contexto bastante amplio de la, para ese entonces no menos extensa y ya aburrida, carrera de Philip Cortelyou) sus positivas declaraciones a favor del efervescente nazismo en los años previos a la guerra. El autor deja en claro la necesidad de pedir permiso a Johnson para expoUR (Conversar) / 105


ner tan delicados dichos nuevamente, pero en la sola consulta radica un ataque. Una voluntad de provocación extrema, al encarar un escrito, pidiendo permiso al implicado para utilizar lo peor. En este caso, no un edificio malo, sino recordar un dicho que lo condenaría hasta la actualidad. Sería algo como “te quería comentar que te vayas preparando porque voy a intentar hacerte mierda…, podés ir pensando tu respuesta”. Y Philip no necesitó más. Su respuesta in “real time”, y con una delicada sonrisa, luego de haber ofrecido algo de tomar a su interlocutor, fue: “Sí, por supuesto, puede utilizar lo que quiera… pero por favor, recuérdeme: ¿qué era lo que decía yo en esa época?”. Outstanding! También recuerdo cuán natural fue la idea de continuar con el holandés. Reflexionando un poco sobre el por qué, hoy por hoy prefiero traer a relación una explicación del propio Rem, sobre cómo funciona la crítica en arquitectura, o por lo menos cuál es el efecto en lo personal de una crítica de arquitectura; algo muy típico de una estrella con poco humor. Dice algo como: “Una reseña tiene el sentido de una comunicación privada y privilegiada entre el escritor y el público… Leer una reseña de una obra propia es como sorprender una conversación íntima: vagamente ilegal, ligeramente obsceno, horriblemente fascinante.”(2) En un primer escenario: New York. Edificio Seagram. Phillip Johnson, con una magistral cintura esquiva un exocet de parte de Charles Jencks. Y en un segundo escenario: Revista Arquitectura Viva. Rem Koolhaas se pone a la defensiva por una estupidez que escribió Kenneth Frampton sobre su obra. Nuestro desafío era un poco plantear este tercer escenario: de un lado Koolhaas, nuevamente, y del otro, nosotros, el “grupo Canopus”, con una propuesta mucho más fresca: proponerle que sea Philip Johnson y se rescate de la histeria editorial que no lo estaba dejando en ningún lado. Es verdad que la distribución de Canopus era por aficionados y para aficionados. Entonces lo más interesante surgió de considerar a muchos “pro” de la arquitectura, como aficionados. Alguien lo destacó como una forma de generar un diálogo por medio de la provocación. Decidimos escribir sobre el “Contenido” de este tipo y su nuevo libro, y se lo mandamos por correo de la misma manera que lo dejamos en disquerías, fanzinotecas, o se lo dimos de mano en mano a cuanto “aficionado” de la arquitectura se nos cruzó. R.K. consiguió alguien que le tradujera el imposible castellano. De esta manera tenía oportunidad a réplica, y la aprovechó: “decidió fotocopiar personalmente cien números y repartirlos entre sus colaboradores… Hubiésemos querido que se fotocopiase el trasero a continuación, pero creo que es mucho pedir para un arquitecto”. (3) Es como si en vez de sorprender una simple conversación íntima, directamente uno pudiese escuchar a dos o más personas hablando mal de uno mismo. Un misil teledirigido que forma parte de una “conversación íntima” pero que también incluye por medio del envío a la “víctima”. El resultado es mucho más interesante; lejos de ponerse uno a la defensiva, como en el caso de un polite approach editorial, uno puede determinar un accionar más concreto: dejarse hacer polvo por propio gusto, desestimando de esta manera el ataque…, o hacer como que es otra persona y sumarse a la discusión. Y cientos de opciones más. Es gracioso pensar que haciendo esas cien fotocopias del fanzine, previamente traducido por sus empleados sudamericanos, Él, cumplía con la primera enmienda de la acostumbrada editorial al principio de cada número, y por propiedad transitiva recuperaba parte de la onda que el artículo se había empeñado en restarle. Creo que si no fue destacado hasta ahora, este es el momento. Canopus aparte de ser un fanzine dedicado a la arquitectura, se presentaba como una publicación también dedicada a la reflexión sobre Moda; no diseño, ni tendencia, sólo Moda. Toda esta voluntad del “corre ve y dile”, tan ajena al periodismo de arquitectura, fue uno de los grandes aportes de nuestros colaboradores de la moda. Para quienes se han familiarizado desde siempre con las crónicas durante la 106 / (Conversar) UR

CANOPUS #7 “In your face Kulhas: Content review” EL CHICO DEL MES #7 J.J.P.Oud

semana de la moda, el ataque directo en busca de un reflejo inmediato es un juego muy viejo: dimes y diretes, charlas de sobremesa, idas y venidas, y… más recientemente blogueadas y updateadas de último momento. Desde siempre, o por lo menos de mi conocimiento, desde los ‘90, los diseñadores han permitido que los redactores se paseen por sus talleres durante los días previos al show, de esta manera estos podían escribir algo, que publicarían con el grueso total de lo recolectado, o dedicar un apartado, incluirlo con las reflexiones post desfile, o directamente (en tiempos de la blogalización, nuevamente) hacer indiscretos adelantos. Golpe bajo al diseñador que se pasó un poquito de moda, al que se quedó corto, al que se fue a la mierda, al que la pegó de una manera magistral… Y todo el mundo lee, todo el mundo se ofende, y a todo el otro mundo se le sacan las acreditaciones para pasearse por el backstage, a todo el mundo se le niega un asiento en la primera fila después de una mala pasada, etcétera. Ninguna comunicación privada, ni privilegiada, sólo provocación, adrenalina, tatlering, y demás. Algo de eso intentamos, humildemente, aportar a la vida de los arquitectos. Los arquitectos no presentan los edificios, al menos no todos juntos en una misma semana. No arman una escena, donde contratan extras y muestran cómo estos usuarios falsos utilizan y “viven” el edificio, frente a la atenta mirada de los nuevos “Moholy Nagys”. Imaginemos inauguraciones colectivas. Sería muy divertido. Por ejemplo, en la primera semana de octubre viajaríamos a Barcelona, para saltar de presentación, en “opening”, viendo la nueva propuesta de todos los estudios condensada en su flamante nueva obra. El que haya podido construir UR (Conversar) / 107


ner tan delicados dichos nuevamente, pero en la sola consulta radica un ataque. Una voluntad de provocación extrema, al encarar un escrito, pidiendo permiso al implicado para utilizar lo peor. En este caso, no un edificio malo, sino recordar un dicho que lo condenaría hasta la actualidad. Sería algo como “te quería comentar que te vayas preparando porque voy a intentar hacerte mierda…, podés ir pensando tu respuesta”. Y Philip no necesitó más. Su respuesta in “real time”, y con una delicada sonrisa, luego de haber ofrecido algo de tomar a su interlocutor, fue: “Sí, por supuesto, puede utilizar lo que quiera… pero por favor, recuérdeme: ¿qué era lo que decía yo en esa época?”. Outstanding! También recuerdo cuán natural fue la idea de continuar con el holandés. Reflexionando un poco sobre el por qué, hoy por hoy prefiero traer a relación una explicación del propio Rem, sobre cómo funciona la crítica en arquitectura, o por lo menos cuál es el efecto en lo personal de una crítica de arquitectura; algo muy típico de una estrella con poco humor. Dice algo como: “Una reseña tiene el sentido de una comunicación privada y privilegiada entre el escritor y el público… Leer una reseña de una obra propia es como sorprender una conversación íntima: vagamente ilegal, ligeramente obsceno, horriblemente fascinante.”(2) En un primer escenario: New York. Edificio Seagram. Phillip Johnson, con una magistral cintura esquiva un exocet de parte de Charles Jencks. Y en un segundo escenario: Revista Arquitectura Viva. Rem Koolhaas se pone a la defensiva por una estupidez que escribió Kenneth Frampton sobre su obra. Nuestro desafío era un poco plantear este tercer escenario: de un lado Koolhaas, nuevamente, y del otro, nosotros, el “grupo Canopus”, con una propuesta mucho más fresca: proponerle que sea Philip Johnson y se rescate de la histeria editorial que no lo estaba dejando en ningún lado. Es verdad que la distribución de Canopus era por aficionados y para aficionados. Entonces lo más interesante surgió de considerar a muchos “pro” de la arquitectura, como aficionados. Alguien lo destacó como una forma de generar un diálogo por medio de la provocación. Decidimos escribir sobre el “Contenido” de este tipo y su nuevo libro, y se lo mandamos por correo de la misma manera que lo dejamos en disquerías, fanzinotecas, o se lo dimos de mano en mano a cuanto “aficionado” de la arquitectura se nos cruzó. R.K. consiguió alguien que le tradujera el imposible castellano. De esta manera tenía oportunidad a réplica, y la aprovechó: “decidió fotocopiar personalmente cien números y repartirlos entre sus colaboradores… Hubiésemos querido que se fotocopiase el trasero a continuación, pero creo que es mucho pedir para un arquitecto”. (3) Es como si en vez de sorprender una simple conversación íntima, directamente uno pudiese escuchar a dos o más personas hablando mal de uno mismo. Un misil teledirigido que forma parte de una “conversación íntima” pero que también incluye por medio del envío a la “víctima”. El resultado es mucho más interesante; lejos de ponerse uno a la defensiva, como en el caso de un polite approach editorial, uno puede determinar un accionar más concreto: dejarse hacer polvo por propio gusto, desestimando de esta manera el ataque…, o hacer como que es otra persona y sumarse a la discusión. Y cientos de opciones más. Es gracioso pensar que haciendo esas cien fotocopias del fanzine, previamente traducido por sus empleados sudamericanos, Él, cumplía con la primera enmienda de la acostumbrada editorial al principio de cada número, y por propiedad transitiva recuperaba parte de la onda que el artículo se había empeñado en restarle. Creo que si no fue destacado hasta ahora, este es el momento. Canopus aparte de ser un fanzine dedicado a la arquitectura, se presentaba como una publicación también dedicada a la reflexión sobre Moda; no diseño, ni tendencia, sólo Moda. Toda esta voluntad del “corre ve y dile”, tan ajena al periodismo de arquitectura, fue uno de los grandes aportes de nuestros colaboradores de la moda. Para quienes se han familiarizado desde siempre con las crónicas durante la 106 / (Conversar) UR

CANOPUS #7 “In your face Kulhas: Content review” EL CHICO DEL MES #7 J.J.P.Oud

semana de la moda, el ataque directo en busca de un reflejo inmediato es un juego muy viejo: dimes y diretes, charlas de sobremesa, idas y venidas, y… más recientemente blogueadas y updateadas de último momento. Desde siempre, o por lo menos de mi conocimiento, desde los ‘90, los diseñadores han permitido que los redactores se paseen por sus talleres durante los días previos al show, de esta manera estos podían escribir algo, que publicarían con el grueso total de lo recolectado, o dedicar un apartado, incluirlo con las reflexiones post desfile, o directamente (en tiempos de la blogalización, nuevamente) hacer indiscretos adelantos. Golpe bajo al diseñador que se pasó un poquito de moda, al que se quedó corto, al que se fue a la mierda, al que la pegó de una manera magistral… Y todo el mundo lee, todo el mundo se ofende, y a todo el otro mundo se le sacan las acreditaciones para pasearse por el backstage, a todo el mundo se le niega un asiento en la primera fila después de una mala pasada, etcétera. Ninguna comunicación privada, ni privilegiada, sólo provocación, adrenalina, tatlering, y demás. Algo de eso intentamos, humildemente, aportar a la vida de los arquitectos. Los arquitectos no presentan los edificios, al menos no todos juntos en una misma semana. No arman una escena, donde contratan extras y muestran cómo estos usuarios falsos utilizan y “viven” el edificio, frente a la atenta mirada de los nuevos “Moholy Nagys”. Imaginemos inauguraciones colectivas. Sería muy divertido. Por ejemplo, en la primera semana de octubre viajaríamos a Barcelona, para saltar de presentación, en “opening”, viendo la nueva propuesta de todos los estudios condensada en su flamante nueva obra. El que haya podido construir UR (Conversar) / 107


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un museo, organizaría un gran evento, el que presentase una pequeña vivienda unifamiliar, lo haría con un cóctel, o una cena sólo para los editores. Es más, con los meses, por no decir los años que dura una obra, nos podríamos acreditar para pasearnos por la construcción, viendo, suponiendo, calumniando, y anticipando de antemano la caída del gran arquitecto estrella del pasado, o el sorpresivo ascenso de un nuevo talento. Pero creo que nadie lo haría, porque en arquitectura se escribe mucho, pero de a ratos. Y cuando uno decide escribir de un edificio en particular, se debe hacer un repaso por toda la obra del autor. Y sólo cuando están terminados. La moda entraba de esta manera en Canopus; una especie de desenredante, de crema de enjuague, para ideas anticuadas. De esa misma interacción surgió la idea de hacer algunos reportajes fotográficos sobre un par de edificios de gran notoriedad. Llamar a fotógrafos amigos, determinarles los lugares, y acompañar el marco del edificio con alguien en bolas. Arquitectura + pornografía masculina. Hubiese sido una buena forma de atraer nuevas miradas hacia la arquitectura; esencial en épocas de tanto aburrimiento. “Edificios y culos”. “Torres en Puerto Madero… la vergas que amamos”. También habíamos pensado en mujeres, pero nos parecía demasiado evidente. Hustler seguramente debió hacer algo muy parecido décadas atrás. Canopus sólo volvería a publicarse en estas condiciones editoriales -hay un plan, o por lo menos un par de ideas; “101 edificios donde desnudarse antes de morir”. De esa ambiciosa idea original surgió todo eso de los “chicos -en bolas, o no tan en bolasdel mes”. Elegiríamos temas de arquitecturas sobre los cuales escribir, y un pibe para descansar la mirada; una ecuación que no podía fallar. Nada que Johnson o Koolhaas ya no hayan hecho de alguna u otra manera, ¿no? El homoxidal estaba en nuestro horizonte, también. Mucha velocidad al comienzo de una carrera otorga buena fuerza de envión, pero te deja después sin aliento y con una puntada en los pulmones (que se siente en el pecho). Algo de eso sucedió con los 13 números (y cientos de advertencias) teledirigidos a la conciencia de los jóvenes arquitectos en menos de un año y medio. Nos molestaban demasiado las palabras del tipo: diseño, diseñar, “auge de la construcción”, Prada, Di Tella, Vekstein. Demasiado, como para detenernos a pensar cuán inofensivas eran en realidad. En cambio amábamos al Easy (CANOPUS #7), a Margiela (CANOPUS #2), las estaciones de servicio (CANOPUS #1), las noticias de abusos en locutorios (CANOPUS #5 a,b,c), y los edificios reutilizados (CANOPUS #3, #8)… no refuncionalizados, tampoco ocupados, y mucho menos okupados! Sólo re-utilizados. Al pedo. Inicio de actividades, 2004. Pero con los ojos puestos en los 5 años anteriores. Mucha gente estaba movilizada hacia expresiones artístico-editoriales, arquitectónico-conceptuales. Enunciadas las “13 advertencias”, la gente desayunaba lecturas, y la facultad se caía a pedazos; eran épocas de mucha efervescencia y mucha impostura. Arquitectura editorial alguien sopló al pasar, pero no hicimos botellas. Sino fotocopias, anillados, bolsas de papel, broches y mucha fotocopia. Canopus era parte de todo eso, más que de los blogs, yo creo.

(1) Charles Jencks, ‘Bromas en Serio. Philip Johnson. El cándido rey Midas de New York Camp’, Arquitectura Tardo moderna y otros ensayos, G. Gili, Barcelona, 1982. (2) Rem Koolhaas, ‘Crítica criticada’, AV Monografías nº73, Septiembre - Octubre 1998. (3) Pablo Canopus, ‘No vas a comparar’, Revista Éxito, 2006. http://www.revistaexito.com/n17/canopusmorgue1.htm

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un museo, organizaría un gran evento, el que presentase una pequeña vivienda unifamiliar, lo haría con un cóctel, o una cena sólo para los editores. Es más, con los meses, por no decir los años que dura una obra, nos podríamos acreditar para pasearnos por la construcción, viendo, suponiendo, calumniando, y anticipando de antemano la caída del gran arquitecto estrella del pasado, o el sorpresivo ascenso de un nuevo talento. Pero creo que nadie lo haría, porque en arquitectura se escribe mucho, pero de a ratos. Y cuando uno decide escribir de un edificio en particular, se debe hacer un repaso por toda la obra del autor. Y sólo cuando están terminados. La moda entraba de esta manera en Canopus; una especie de desenredante, de crema de enjuague, para ideas anticuadas. De esa misma interacción surgió la idea de hacer algunos reportajes fotográficos sobre un par de edificios de gran notoriedad. Llamar a fotógrafos amigos, determinarles los lugares, y acompañar el marco del edificio con alguien en bolas. Arquitectura + pornografía masculina. Hubiese sido una buena forma de atraer nuevas miradas hacia la arquitectura; esencial en épocas de tanto aburrimiento. “Edificios y culos”. “Torres en Puerto Madero… la vergas que amamos”. También habíamos pensado en mujeres, pero nos parecía demasiado evidente. Hustler seguramente debió hacer algo muy parecido décadas atrás. Canopus sólo volvería a publicarse en estas condiciones editoriales -hay un plan, o por lo menos un par de ideas; “101 edificios donde desnudarse antes de morir”. De esa ambiciosa idea original surgió todo eso de los “chicos -en bolas, o no tan en bolasdel mes”. Elegiríamos temas de arquitecturas sobre los cuales escribir, y un pibe para descansar la mirada; una ecuación que no podía fallar. Nada que Johnson o Koolhaas ya no hayan hecho de alguna u otra manera, ¿no? El homoxidal estaba en nuestro horizonte, también. Mucha velocidad al comienzo de una carrera otorga buena fuerza de envión, pero te deja después sin aliento y con una puntada en los pulmones (que se siente en el pecho). Algo de eso sucedió con los 13 números (y cientos de advertencias) teledirigidos a la conciencia de los jóvenes arquitectos en menos de un año y medio. Nos molestaban demasiado las palabras del tipo: diseño, diseñar, “auge de la construcción”, Prada, Di Tella, Vekstein. Demasiado, como para detenernos a pensar cuán inofensivas eran en realidad. En cambio amábamos al Easy (CANOPUS #7), a Margiela (CANOPUS #2), las estaciones de servicio (CANOPUS #1), las noticias de abusos en locutorios (CANOPUS #5 a,b,c), y los edificios reutilizados (CANOPUS #3, #8)… no refuncionalizados, tampoco ocupados, y mucho menos okupados! Sólo re-utilizados. Al pedo. Inicio de actividades, 2004. Pero con los ojos puestos en los 5 años anteriores. Mucha gente estaba movilizada hacia expresiones artístico-editoriales, arquitectónico-conceptuales. Enunciadas las “13 advertencias”, la gente desayunaba lecturas, y la facultad se caía a pedazos; eran épocas de mucha efervescencia y mucha impostura. Arquitectura editorial alguien sopló al pasar, pero no hicimos botellas. Sino fotocopias, anillados, bolsas de papel, broches y mucha fotocopia. Canopus era parte de todo eso, más que de los blogs, yo creo.

(1) Charles Jencks, ‘Bromas en Serio. Philip Johnson. El cándido rey Midas de New York Camp’, Arquitectura Tardo moderna y otros ensayos, G. Gili, Barcelona, 1982. (2) Rem Koolhaas, ‘Crítica criticada’, AV Monografías nº73, Septiembre - Octubre 1998. (3) Pablo Canopus, ‘No vas a comparar’, Revista Éxito, 2006. http://www.revistaexito.com/n17/canopusmorgue1.htm

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Extract of CANOPUS #7 09/2005 Translation sent by Rem Koolhaas


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CANOPUS STRIKES BACK Pablo Bernard UR follows Canopus’s instructions by reproducing “In your face Kulhas: Content review,” the 7th issue of that fanzine. A provocative reading of Rem Koolhaas’s Content was sent by mail to Koolhaas himself, who didn’t take long to answer. Canopus insists on a direct dialogue with the big boys of architecture, challenging their supposed inaccessibility. Pablo Bernard reveals the editorial strategy of this cult fanzine: remote-controlled distribution, editorial showiness and, above all, adventurous spirit.

A provocative dialogue and an aesthetic fiction; an impetus to make journalism, or architectural criticism, a mode of action. A way of provoking oppositions, suppositions,… of determining positions, like in other ages. It would be a bit much to define “Canopus _Fanzine de arquitectura” (Canopus_Ar chitectural Fanzine) like this. And it’s true that, in the thirteen issues, there might not be a single article structured enough to merit the name e s s a y. But the articles could be seen as a series of letters from the reader, a reader who insists on a dialogue. A reader somewhat concerned with the task of architecture and why not?- with making a name for himself. Perhaps therein lies the insistence on the paper format (in the era of blogalization). Canopus was the first homocore architecture fanzine and, I believe, there has been no other since in the entire Río de la Plata basin. An independent publication, made by fanatics, who inherit the hardcore aesthetic and attitude of music fanzines. It speaks about architecture without the snags of copyright, academic language, the publication of exclusive documentation… and all the other editorial rules that beset other publications. Imagine yourself writing about architecture free of all those ties: madness? It is widely known that we had written never nonsense, so an architectural fanzine is highbrow. If I were asked to explain it more thoroughly, I would compile the editorials in each Canopus and put them together, one after another, to make a new publication. This would make it possible to synthesize the plan somewhat. But here I want to review other things. In attempting to dialogue with the Big Boys, an adventurous spirit -and one much more naive than most- is key. This dialogue was a means of legitimation, focused on editorial flaunting. Perhaps one of the traits most neglected and/or scorned by current editorials is the notion that the readership ex120 / (Conversar) UR

pects a discourse, a particular discourse. This notion gave rise to a great feeling of freedom, something like the label of “entertainment journalists.” Flaunting a strong point of view, rather than the data in an archive or a simple aesthetic-critical position, is attractive in times of such neutral re-readings. “No one can stand an archive,” an acquaintance would say... time and again. In architecture, it would seem that no one “can stand an archive,” and yet it seems that we will keep making buildings well into the future. Is there anything more formally like an archive than a building? Yes, the postulates of architecture… and, naturally, their appendices and then their revisions, along with their revisionists. All of them archives, which no one manages to get around without falling into at least a double or triple discourse. Maybe that’s why the sex symbols of “CANOPUS in the big leagues” are, on the one hand, Philip Johnson and, on the other, a certain Koolhaas. Somewhat between provocative and shameful, in times of sudaca ( i ) art exhibitions, the post-crisis “constructorist” peak, and I don’t know how many other things, to speak in such a tone about these “big boys” sounded really out of it (démodé).

Criticism Criticized, Johnson always on our Horizon First we decided to write about P.J. (“C#6”), and then about R.K. (“C#7”). I remember how inspiring the article “Serious Jokes,”(1) proved to be for the future development of “C#7.” In the article, Charles Jencks describes in copious detail (wardrobe included) the interview he had with Philip Johnson himself due to the author’s desire to re-publish (in the fairly wide context of the, by then no less extensive and already boring, career of Philip Cortelyou) his declarations supporting the emerging Nazism of the pre-War years. The author makes it clear that it was necessary to ask Johnson’s permission to expose so many delicate statements

again, but his attack lies in the asking. Jencks has a truly provocative attitude, as he starts his text asking Johnson’s permission to use the worst. In this case, not a bad building, but a statement that would condemn him clear into the present. Something like “I wanted to tell you that you should get ready because I am going to try to fuck you up…, so you can start thinking about your reply.” But Philip was unfazed. With a delicate grin, he responded, in real time, after having offered his interlocutor a refreshment, “Yes, of course, you can use whatever you wish… but please, remind me, what was it that I said at that time?”. Outstanding! I also remember how natural the idea of following with the Dutchman was. Reflecting a little why, in these times I think it best to bring to bear an explanation offered by Rem himself on how architectural criticism functions, or at least the personal effect of a review. Typical of a star without much sense of humor, he says something like, “A review is intended as a private, privileged communication between writer and public… Reading a review of o n e ’s own work is like overhearing an intimate conversation: vaguely illegal, slightly obscene, horribly fascinating.”(2) A first scene: New York. Seagram Building. Phillip Johnson masterfully avoids an exocet launched by Charles Jencks. And a second scene: AV Monographs. Rem Koolhaas gets defensive about a bit of nonsense that Kenneth Frampton wrote about his work. Our challenge was, in a way, to formulate a third scene: on the one hand, Koolhaas, once again, and on the other, us, the “Canopus group,” with a much fresher proposal: to suggest to Koolhaas that he be Philip Johnson and he save himself from the publishing fury that was leaving him nowhere at all. It’s true that Canopus was distributed by and for enthusiasts. So the most interesting thing was to consider many “professional” architects enthusiasts. Someone described it as generating dialogue through provocation. We decided to write about this guy and his “Content”, and we sent it to him by mail just as we had left it in record stores and other places where they sell fanzines, that is, we handed it to just about any architecture “enthusiast” we ran into. And Koolhaas got someone to translate the impossible Spanish. So he was able to reply, and he did: “Koolhaas decided to photocopy Canopus, one hundred times, and to distribute the copies to his contributors… We would have wanted him to photocopy his butt afterwards, but I think that’s a lot to ask of an architect.”(3)

It’s as if, instead of interrupting an intimate conversation, one could hear two or more people talking dirt about oneself. A remote-control missile that forms part of an “intimate conversation” but that also, via the post, includes the “victim.” The result is much more interesting; far from getting defensive, as a polite editorial approach would, one can take a more specific action: let yourself be utterly destroyed because you feel like it, thus underestimating the attack…, or pretending that you are someone else and join in the discussion. And hundreds of other options. It’s funny to think that in making those 100 photocopies of the fanzine, which had previously been translated by his South American employees, Koolhaas complied with the first amendment to the habitual editorial at the beginning of each issue, and thus regained part of the feeling that the article had set out to take from him. I think that if it has not been made clear yet, now’s the time. In addition to being a fanzine on architecture, Canopus was also a reflection on Fashion; not design, not trends, just Fashion. That whole “run, look and tell” spirit, so foreign to architecture journalism, was one of the great contributions of our fashion contributors. For those who have always been used to fashion week chronicles, the direct assault in search of an immediate reflection is nothing new: gossipy “I-tell-you-you-tell-mes”, after dinner conversations, backs-and-forths, and, more recently last minutes blog-ons and updates. Always, or at least as far as I know, since the 90s, designers have allowed journalists into their studios during the days leading up to the show. That way, they can write something to be published with the overall view of the collection, a section to be included in post-show r eflections, or even (once again, in times of blogalization) provide indiscretions in advance. Low blows to the designer who is now slightly out of fashion, to the one who didn’t go all out, to the one who lost it, to the one who totally nailed it… And everyone reads it, everyone gets upset, and the everyone in the other world gets their backstage press pass taken away, and is not given a front row seat, etcetera. This is not private or privileged communication, just provocation, adrenaline, tatlering, and so forth. We humbly try to give some of this to the life of architects. Architects do not “present” buildings, at least not all together during a single week. They don’t build a set, where, before the watchful eyes of the new “Moholy Nagys”, they hire extras and show how false users might utilize and “live” the building. Imagine, if you will, group openings. It would be really fun. The first week of October we would travel to Barcelona, UR (Conversar) / 121


CANOPUS STRIKES BACK Pablo Bernard UR follows Canopus’s instructions by reproducing “In your face Kulhas: Content review,” the 7th issue of that fanzine. A provocative reading of Rem Koolhaas’s Content was sent by mail to Koolhaas himself, who didn’t take long to answer. Canopus insists on a direct dialogue with the big boys of architecture, challenging their supposed inaccessibility. Pablo Bernard reveals the editorial strategy of this cult fanzine: remote-controlled distribution, editorial showiness and, above all, adventurous spirit.

A provocative dialogue and an aesthetic fiction; an impetus to make journalism, or architectural criticism, a mode of action. A way of provoking oppositions, suppositions,… of determining positions, like in other ages. It would be a bit much to define “Canopus _Fanzine de arquitectura” (Canopus_Ar chitectural Fanzine) like this. And it’s true that, in the thirteen issues, there might not be a single article structured enough to merit the name e s s a y. But the articles could be seen as a series of letters from the reader, a reader who insists on a dialogue. A reader somewhat concerned with the task of architecture and why not?- with making a name for himself. Perhaps therein lies the insistence on the paper format (in the era of blogalization). Canopus was the first homocore architecture fanzine and, I believe, there has been no other since in the entire Río de la Plata basin. An independent publication, made by fanatics, who inherit the hardcore aesthetic and attitude of music fanzines. It speaks about architecture without the snags of copyright, academic language, the publication of exclusive documentation… and all the other editorial rules that beset other publications. Imagine yourself writing about architecture free of all those ties: madness? It is widely known that we had written never nonsense, so an architectural fanzine is highbrow. If I were asked to explain it more thoroughly, I would compile the editorials in each Canopus and put them together, one after another, to make a new publication. This would make it possible to synthesize the plan somewhat. But here I want to review other things. In attempting to dialogue with the Big Boys, an adventurous spirit -and one much more naive than most- is key. This dialogue was a means of legitimation, focused on editorial flaunting. Perhaps one of the traits most neglected and/or scorned by current editorials is the notion that the readership ex120 / (Conversar) UR

pects a discourse, a particular discourse. This notion gave rise to a great feeling of freedom, something like the label of “entertainment journalists.” Flaunting a strong point of view, rather than the data in an archive or a simple aesthetic-critical position, is attractive in times of such neutral re-readings. “No one can stand an archive,” an acquaintance would say... time and again. In architecture, it would seem that no one “can stand an archive,” and yet it seems that we will keep making buildings well into the future. Is there anything more formally like an archive than a building? Yes, the postulates of architecture… and, naturally, their appendices and then their revisions, along with their revisionists. All of them archives, which no one manages to get around without falling into at least a double or triple discourse. Maybe that’s why the sex symbols of “CANOPUS in the big leagues” are, on the one hand, Philip Johnson and, on the other, a certain Koolhaas. Somewhat between provocative and shameful, in times of sudaca ( i ) art exhibitions, the post-crisis “constructorist” peak, and I don’t know how many other things, to speak in such a tone about these “big boys” sounded really out of it (démodé).

Criticism Criticized, Johnson always on our Horizon First we decided to write about P.J. (“C#6”), and then about R.K. (“C#7”). I remember how inspiring the article “Serious Jokes,”(1) proved to be for the future development of “C#7.” In the article, Charles Jencks describes in copious detail (wardrobe included) the interview he had with Philip Johnson himself due to the author’s desire to re-publish (in the fairly wide context of the, by then no less extensive and already boring, career of Philip Cortelyou) his declarations supporting the emerging Nazism of the pre-War years. The author makes it clear that it was necessary to ask Johnson’s permission to expose so many delicate statements

again, but his attack lies in the asking. Jencks has a truly provocative attitude, as he starts his text asking Johnson’s permission to use the worst. In this case, not a bad building, but a statement that would condemn him clear into the present. Something like “I wanted to tell you that you should get ready because I am going to try to fuck you up…, so you can start thinking about your reply.” But Philip was unfazed. With a delicate grin, he responded, in real time, after having offered his interlocutor a refreshment, “Yes, of course, you can use whatever you wish… but please, remind me, what was it that I said at that time?”. Outstanding! I also remember how natural the idea of following with the Dutchman was. Reflecting a little why, in these times I think it best to bring to bear an explanation offered by Rem himself on how architectural criticism functions, or at least the personal effect of a review. Typical of a star without much sense of humor, he says something like, “A review is intended as a private, privileged communication between writer and public… Reading a review of o n e ’s own work is like overhearing an intimate conversation: vaguely illegal, slightly obscene, horribly fascinating.”(2) A first scene: New York. Seagram Building. Phillip Johnson masterfully avoids an exocet launched by Charles Jencks. And a second scene: AV Monographs. Rem Koolhaas gets defensive about a bit of nonsense that Kenneth Frampton wrote about his work. Our challenge was, in a way, to formulate a third scene: on the one hand, Koolhaas, once again, and on the other, us, the “Canopus group,” with a much fresher proposal: to suggest to Koolhaas that he be Philip Johnson and he save himself from the publishing fury that was leaving him nowhere at all. It’s true that Canopus was distributed by and for enthusiasts. So the most interesting thing was to consider many “professional” architects enthusiasts. Someone described it as generating dialogue through provocation. We decided to write about this guy and his “Content”, and we sent it to him by mail just as we had left it in record stores and other places where they sell fanzines, that is, we handed it to just about any architecture “enthusiast” we ran into. And Koolhaas got someone to translate the impossible Spanish. So he was able to reply, and he did: “Koolhaas decided to photocopy Canopus, one hundred times, and to distribute the copies to his contributors… We would have wanted him to photocopy his butt afterwards, but I think that’s a lot to ask of an architect.”(3)

It’s as if, instead of interrupting an intimate conversation, one could hear two or more people talking dirt about oneself. A remote-control missile that forms part of an “intimate conversation” but that also, via the post, includes the “victim.” The result is much more interesting; far from getting defensive, as a polite editorial approach would, one can take a more specific action: let yourself be utterly destroyed because you feel like it, thus underestimating the attack…, or pretending that you are someone else and join in the discussion. And hundreds of other options. It’s funny to think that in making those 100 photocopies of the fanzine, which had previously been translated by his South American employees, Koolhaas complied with the first amendment to the habitual editorial at the beginning of each issue, and thus regained part of the feeling that the article had set out to take from him. I think that if it has not been made clear yet, now’s the time. In addition to being a fanzine on architecture, Canopus was also a reflection on Fashion; not design, not trends, just Fashion. That whole “run, look and tell” spirit, so foreign to architecture journalism, was one of the great contributions of our fashion contributors. For those who have always been used to fashion week chronicles, the direct assault in search of an immediate reflection is nothing new: gossipy “I-tell-you-you-tell-mes”, after dinner conversations, backs-and-forths, and, more recently last minutes blog-ons and updates. Always, or at least as far as I know, since the 90s, designers have allowed journalists into their studios during the days leading up to the show. That way, they can write something to be published with the overall view of the collection, a section to be included in post-show r eflections, or even (once again, in times of blogalization) provide indiscretions in advance. Low blows to the designer who is now slightly out of fashion, to the one who didn’t go all out, to the one who lost it, to the one who totally nailed it… And everyone reads it, everyone gets upset, and the everyone in the other world gets their backstage press pass taken away, and is not given a front row seat, etcetera. This is not private or privileged communication, just provocation, adrenaline, tatlering, and so forth. We humbly try to give some of this to the life of architects. Architects do not “present” buildings, at least not all together during a single week. They don’t build a set, where, before the watchful eyes of the new “Moholy Nagys”, they hire extras and show how false users might utilize and “live” the building. Imagine, if you will, group openings. It would be really fun. The first week of October we would travel to Barcelona, UR (Conversar) / 121


say, to hop from presentation to opening, seeing the new proposals of all the top architecture offices expressed in their brand new work. The one who built a museum would organize a major event, the one presenting a one-family residence would do so with a cocktail party or an editors-only dinner. Indeed, considering the months, if not years, that it takes to complete a construction, we could get passes to visit the sites, seeing, guessing, slandering and anticipating the fall of the star architect of the past or the surprising ascent of a new talent. But I don’t think anyone would do it; in architecture people write a lot, but only every so often. And when one decides to write about a particular building, all of the work by its author must be reviewed. And you can only write about a building once it’s done. That’s how fashion came into Canopus: a sort of untangling lotion, a cream rinse, for outdated ideas. Out of this interaction came the idea of doing some photographic reports on a few famous buildings. Call up photographer friends, tell them where to go, and put someone naked around the building’s frame. Architecture + male porn. This would have been a good way to get new pairs of eyes on architecture, crucial in such boring times. “Buildings and Asses.” “Puerto Madero Towers… the cocks we love.” We had also thought of women, but it seemed too obvious. Hustler must have done something similar decades ago. Canopus would only come out again in certain circumstances; there is a plan, or at least a few ideas: “101 buildings to take off your clothes in before you die.” From this ambitious original idea grew the whole

“guys –nude, or not so nude– of the month” thing. We would choose architectural topics to write about, and a young man to rest the eyes: an equation that could not fail. Nothing that Johnson or Koolhaas has not already done one way or another, right? Homoxidal (ii) was also on our horizon. A running start is good at the beginning, but later leaves you breathless and with a sharp pain in your chest. Something of that sort happened with the thirteen issues (and hundreds of reminders) that went right to the consciousness of the young architects in less than a year and a half. We were too annoyed by words like design, “construction boom,” Prada, Di Tella, Vekstein. Too Much, to stop and think how inoffensive they really were. We did love, though, Easy (CANOPUS #7), Margiela (CANOPUS #2), gas stat ions (CANOPUS #1), news of abuse in phone center s (CANOPUS #5 a,b,c), and re-utilized buildings (CANOPUS #3, #8)… not refunctionalized, or occupied, let alone okupied! Just re-utilized. For no reason. Activities started in 2004. But we were thinking about things that had happened five years earl i e r, when many people were getting involved in artistic-editorial, architectural-conceptual expressions. The “13 reminders”( i i i ) had already been issued, people had already had their reading breakfasts ( i v ), and the Arc hitectural School was fal ling to pieces; those were times of much effervescence and posing. “Architecture publishing” someone whispered in passing. Well, that’s easier said than done. But we did make photocopies, binders, paper bags, staples and many, many photocopies. Canopus was a part of all that, more than the blogs, I think.

(1) Charles Jencks, ‘Philip Johnson: The Candid King Midas of New York Camp’, Late Modern Architecture and Other Essays, Rizzoli, New York, 1980. (2) Rem Koolhaas, ‘Doubletake? Review Reviewed’, AV Monographs nº73, September - October 1998. (Spanish translation title: “Criticism criticized”) (3) Pablo Canopus, ‘No vas a comparar’, Revista Éxito, 2006. www.exito.com.ar (English title: “You’re not going to Compare”)

(i) T.N. Sudaca is a pejorative term used to refer to South Americans. (ii) T.N. Homoxidal is the name of a gay fanzine published in Buenos Aires. (iii) T.N. 1(3) reminders to architects was part of the exhibition panoraMIX 3 at Fundación Proa from August 6th to September 10th, 2000. This work involved re-writing nowadays the reminders in Le Corbusier’s book “Towards an architecture”. 1(3) reminders was coordinated by Mauricio Corbalán and Pio Torroja. (iv) T.N. Reading Breakfasts (2001-2003) was a series of events where the guests were invited to share the books they were reading during a breakfast. The readings were taped and then transcribed, thus becoming texts once again, that were later published as photocopies. The series was organized by Florencia Alvarez, Martín Di Peco, Natalia Muñoa and Marina Zuccon.

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say, to hop from presentation to opening, seeing the new proposals of all the top architecture offices expressed in their brand new work. The one who built a museum would organize a major event, the one presenting a one-family residence would do so with a cocktail party or an editors-only dinner. Indeed, considering the months, if not years, that it takes to complete a construction, we could get passes to visit the sites, seeing, guessing, slandering and anticipating the fall of the star architect of the past or the surprising ascent of a new talent. But I don’t think anyone would do it; in architecture people write a lot, but only every so often. And when one decides to write about a particular building, all of the work by its author must be reviewed. And you can only write about a building once it’s done. That’s how fashion came into Canopus: a sort of untangling lotion, a cream rinse, for outdated ideas. Out of this interaction came the idea of doing some photographic reports on a few famous buildings. Call up photographer friends, tell them where to go, and put someone naked around the building’s frame. Architecture + male porn. This would have been a good way to get new pairs of eyes on architecture, crucial in such boring times. “Buildings and Asses.” “Puerto Madero Towers… the cocks we love.” We had also thought of women, but it seemed too obvious. Hustler must have done something similar decades ago. Canopus would only come out again in certain circumstances; there is a plan, or at least a few ideas: “101 buildings to take off your clothes in before you die.” From this ambitious original idea grew the whole

“guys –nude, or not so nude– of the month” thing. We would choose architectural topics to write about, and a young man to rest the eyes: an equation that could not fail. Nothing that Johnson or Koolhaas has not already done one way or another, right? Homoxidal (ii) was also on our horizon. A running start is good at the beginning, but later leaves you breathless and with a sharp pain in your chest. Something of that sort happened with the thirteen issues (and hundreds of reminders) that went right to the consciousness of the young architects in less than a year and a half. We were too annoyed by words like design, “construction boom,” Prada, Di Tella, Vekstein. Too Much, to stop and think how inoffensive they really were. We did love, though, Easy (CANOPUS #7), Margiela (CANOPUS #2), gas stat ions (CANOPUS #1), news of abuse in phone center s (CANOPUS #5 a,b,c), and re-utilized buildings (CANOPUS #3, #8)… not refunctionalized, or occupied, let alone okupied! Just re-utilized. For no reason. Activities started in 2004. But we were thinking about things that had happened five years earl i e r, when many people were getting involved in artistic-editorial, architectural-conceptual expressions. The “13 reminders”( i i i ) had already been issued, people had already had their reading breakfasts ( i v ), and the Arc hitectural School was fal ling to pieces; those were times of much effervescence and posing. “Architecture publishing” someone whispered in passing. Well, that’s easier said than done. But we did make photocopies, binders, paper bags, staples and many, many photocopies. Canopus was a part of all that, more than the blogs, I think.

(1) Charles Jencks, ‘Philip Johnson: The Candid King Midas of New York Camp’, Late Modern Architecture and Other Essays, Rizzoli, New York, 1980. (2) Rem Koolhaas, ‘Doubletake? Review Reviewed’, AV Monographs nº73, September - October 1998. (Spanish translation title: “Criticism criticized”) (3) Pablo Canopus, ‘No vas a comparar’, Revista Éxito, 2006. www.exito.com.ar (English title: “You’re not going to Compare”)

(i) T.N. Sudaca is a pejorative term used to refer to South Americans. (ii) T.N. Homoxidal is the name of a gay fanzine published in Buenos Aires. (iii) T.N. 1(3) reminders to architects was part of the exhibition panoraMIX 3 at Fundación Proa from August 6th to September 10th, 2000. This work involved re-writing nowadays the reminders in Le Corbusier’s book “Towards an architecture”. 1(3) reminders was coordinated by Mauricio Corbalán and Pio Torroja. (iv) T.N. Reading Breakfasts (2001-2003) was a series of events where the guests were invited to share the books they were reading during a breakfast. The readings were taped and then transcribed, thus becoming texts once again, that were later published as photocopies. The series was organized by Florencia Alvarez, Martín Di Peco, Natalia Muñoa and Marina Zuccon.

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12 ACCIONES PARA TRANSPARENTAR LA CIUDAD DE LA CULTURA DE PETER EISENMAN Andrés Jaque Andrés Jaque propone transformar el proceso y el tiempo en el que se construye un edificio en un experimento colectivo que involucre a la comunidad, los técnicos y las cosas. El proyecto se presenta como una interfase entre las personas y los procesos de construcción. Un sistema de mediación que habilita usuarios activos en un paisaje democrático.

Autor: Andrés Jaque Colaboradores: Tat Bonuehi, María-Solange Faría, Agnes Flocault Luigi Ligotty, Teresa del Pino, Jorge Ruano, Herminia Vegas Consultora Estructuras: Belén Orta Consultora Instalaciones: Nieves Plaza Diseño Gráfico: Enrique Pujana Fotos: Miguel de Guzmán

Paisaje Democrático, Ciudad Parlamento El proyecto en la Cidade da Cultura en Santiago comprende doce acciones sobre la obra en construcción de Peter Eisenman de modo de hacerla “transparente” (transformar el proceso de construcción en algo que pueda ser comprendido, evaluado, y en el cual pueda participar la comunidad de Santiago. Esto es, hacerlo público). Las acciones ya han comenzado a desarrollarse, e incluyen la construcción de tres pabellones utilizando materiales residuales de la obra. El proyecto de la Ciudad de la Cultura de Galicia de Peter Eisenman en Santiago de Compostela, con una biblioteca, una hemeroteca, un teatro de música y museos de historia y nuevas tecnologías, está llamado a convertirse en uno de los complejos culturales más importantes de Europa. Paisaje democrático es un programa de actuaciones y equipamientos para hacer legibles y participadas las obras de la Ciudad de la Cultura de Galicia. Desplegando a escala paisajística el porcentaje de obra ejecutada, el número de trabajadores de cada contrata o qué trabajos están en marcha en cada momento. Y también registrando y publicitando el debate paralelo en la ciudad de Santiago. Con la utilización de materiales residuales de la obra: tableros de encofrados viejos o lonas de protección que han perdido sus garantías de calidad y seguridad. Las acciones, que ya han comenzado, pretenden construir la institución cultural al mismo tiempo que se construyen sus edificios. Las actuaciones sobre la obra se agrupan en cuatro categorías encaminadas a hacerla legible, hacer que forme parte de la cotidianeidad del público general y dotar de competencia en la evaluación específica, dar voz y foro de representación a un amplio espectro de actores habitualmente desvinculados de este tipo de procesos.

Paisaje de evaluación y medida Los procesos de construcción se hacen visibles, evaluables y participados por medio de la inserción de pancartas, banderas y globos de helio que informan del uso de los edificios en construcción y del tanto por ciento de obra ejecutada.

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12 ACCIONES PARA TRANSPARENTAR LA CIUDAD DE LA CULTURA DE PETER EISENMAN Andrés Jaque Andrés Jaque propone transformar el proceso y el tiempo en el que se construye un edificio en un experimento colectivo que involucre a la comunidad, los técnicos y las cosas. El proyecto se presenta como una interfase entre las personas y los procesos de construcción. Un sistema de mediación que habilita usuarios activos en un paisaje democrático.

Autor: Andrés Jaque Colaboradores: Tat Bonuehi, María-Solange Faría, Agnes Flocault Luigi Ligotty, Teresa del Pino, Jorge Ruano, Herminia Vegas Consultora Estructuras: Belén Orta Consultora Instalaciones: Nieves Plaza Diseño Gráfico: Enrique Pujana Fotos: Miguel de Guzmán

Paisaje Democrático, Ciudad Parlamento El proyecto en la Cidade da Cultura en Santiago comprende doce acciones sobre la obra en construcción de Peter Eisenman de modo de hacerla “transparente” (transformar el proceso de construcción en algo que pueda ser comprendido, evaluado, y en el cual pueda participar la comunidad de Santiago. Esto es, hacerlo público). Las acciones ya han comenzado a desarrollarse, e incluyen la construcción de tres pabellones utilizando materiales residuales de la obra. El proyecto de la Ciudad de la Cultura de Galicia de Peter Eisenman en Santiago de Compostela, con una biblioteca, una hemeroteca, un teatro de música y museos de historia y nuevas tecnologías, está llamado a convertirse en uno de los complejos culturales más importantes de Europa. Paisaje democrático es un programa de actuaciones y equipamientos para hacer legibles y participadas las obras de la Ciudad de la Cultura de Galicia. Desplegando a escala paisajística el porcentaje de obra ejecutada, el número de trabajadores de cada contrata o qué trabajos están en marcha en cada momento. Y también registrando y publicitando el debate paralelo en la ciudad de Santiago. Con la utilización de materiales residuales de la obra: tableros de encofrados viejos o lonas de protección que han perdido sus garantías de calidad y seguridad. Las acciones, que ya han comenzado, pretenden construir la institución cultural al mismo tiempo que se construyen sus edificios. Las actuaciones sobre la obra se agrupan en cuatro categorías encaminadas a hacerla legible, hacer que forme parte de la cotidianeidad del público general y dotar de competencia en la evaluación específica, dar voz y foro de representación a un amplio espectro de actores habitualmente desvinculados de este tipo de procesos.

Paisaje de evaluación y medida Los procesos de construcción se hacen visibles, evaluables y participados por medio de la inserción de pancartas, banderas y globos de helio que informan del uso de los edificios en construcción y del tanto por ciento de obra ejecutada.

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Acciones de transparencia: Son intervenciones que aportan códigos que hacen visibles, comprensibles y evaluables a escala paisajística aspectos ocultos, pero significativos, de la obra. [1] Señalética monumental. Pancartas de red de obra, montadas en postes de tubo de acero sujetos con vientos de cables de acero trenzado, con rótulos que indican el uso final del edificio en construcción y su posición en el solar. [2] Certificación flotante. Globos de helio con dígitos de leds sobre los recintos de cada uno de los edificios, indicando el porcentaje de obra ejecutada. La información se actualiza mensualmente con el porcentaje de obra certificada. [3] Cromo-contrato. Código de colores que asigna a cada empresa adjudicataria de cada uno de los edificios un color. Todos los empleados de la empresa llevan ropa y cascos del color asignado. Las casetas, maquinaria y vehículos de cada una de las empresas están pintadas en el color asignado. El recinto de trabajo y responsabilidad de cada una de las empresas está señalizado con un vallado de tela metálica encapsulada y un balizamiento, ambos en el color asignado. [4] Cidade on the road. Todos los vehículos que llevan mercancías al recinto de las obras o trasladan residuos a vertederos o centros para el tratamiento de residuos cuentan con señalización que, además de señalar su vinculación con la Ciudad de la Cultura, indican el material transportado y su cantidad. La señalética móvil permite visualizar en el territorio el verdadero alcance de la obra y su extensión medioambiental. [5] Aquí y ahora. Una serie de pantallas de leds informa en tiempo real de los trabajos en ejecución en cada una de las obras. Acciones de conexión: Intervenciones que convierten el recinto de la Ciudad de la Cultura en un parque urbano con poder de convocatoria. Inician un flujo de desplazamientos de Santiago de Compostela a la colina de la obra. [6] Próxima estación Ciudad de la Cultura. Línea regular de autobuses que recorre el recinto de las obras y lo conecta con los nodos más importante en las redes de transporte público de Santiago. En el recinto de las obras se construye una marquesina de espera y bienvenida con materiales reciclados de los trabajos de construcción. [7] Observatorios. Torres señalizadas y disponibles, de estructura de andamio en localizaciones con vistas a las obras, para permitir el seguimiento de los trabajos desde puntos de paso obligado en el uso cotidiano de Santiago de Compostela. [8] Rumor trasladado. Durante cinco minutos cada hora micrófonos de corto alcance colocados en las obras y altavoces de poca potencia colocados en las siete calles del centro de Santiago incorporan el sonido de la obra a la experiencia diaria del centro de la ciudad.

Acciones de enrolamiento: No es suficiente con dar la información. Parte de las actuaciones tiene como objetivo ofrecer oportunidades para que personas desvinculadas a la construcción puedan utilizar el proceso constructivo como un proceso experimental y una oportunidad formativa. [9] Conferencias específicas. Un programa de conferencias y presentaciones de libre acceso, anunciadas con pegada de carteles en Santiago, transmite información especializada sobre las decisiones técnicas importantes a un público no especializado. Se pretende incrementar la capacidad de lectura, evaluación, crítica e intervención en el proceso constructivo de personas sin vinculación profesional con las obras. Las obras se convierten en un proceso de expertización colectiva que incrementa la competencia específica de la comunidad. En el recinto de las obras se construye un pabellón de conferencias y presentaciones, con tubos de acero galvanizado y grapas, lonas plastificadas deterioradas y tableros de encofrado que han perdido su utilidad. [10] Trabajos festival. Aquellos trabajos que pueden ser ejecutados por mano de obra de baja especialización, como plantación de árboles o colocación de adoquines, quedan abiertos a la participación voluntaria en jornadas festivas, anunciadas con pegada de carteles en Santiago. Las jornadas tienen un carácter celebrativo, con actuación de músicos invitados, comida y bebida. [11] Rentabilidad cultural de los tiempos muertos. Existe un comisariado de los tiempos muertos, noches y festivos, de los medios auxiliares movilizados en la obra. Un programa de acciones artísticas y eventos preformativos haciendo uso de las grúas, camiones, redes de iluminación y acopios de cada una de las obras. Registro del debate: Las intervenciones pretenden dar voz y representación al público general, registrando contribuciones, ideas, críticas, dudas, y publicitándolas para que formen parte del debate colectivo y sean consideradas en la toma de decisiones. [12] SMS, videomatones, blog. En displays de grandes dimensiones, visibles en el paisaje, se publicitan mensajes SMS, blogs y filmaciones recogidas con videomatones en el recinto de las obras. Se colocan displays también en puntos significativos del centro de Santiago. ¿Es público un edificio construido con procedimientos no debatidos? En términos generales, las 12 acciones para transparentar la Ciudad de la Cultura de Galicia parten de tres constataciones: la arquitectura ha abandonado los estudios de los expertos para convertirse en una actividad de consenso, la ciudad es un parlamento de representaciones y su transformación un objeto de controversia. La arquitectura, la ciudad, el territorio; su seguridad, su sostenibilidad, su gobierno han entrado en el debate político, donde las decisiones se resuelven por representación. Lo ha dicho Latour citando a Libeskind: ¿No era extraordinariamente conmovedor ver, por ejem plo, en el proyecto de reconstrucción del lower Manhatan, las largas colas, los mensajes encen didos, los mails apasionados, los largos editoriales que conectaban a tanta gente con tantas varia ciones del proyecto para reemplazar las Twin Towers? Como dijo el arquitecto Daniel Libeskind unos días antes de la decisión: “construir ya nunca será lo mismo. (1) (1) Bruno Latour, ‘Why has critique run out of steam? From matters of fact to matters of concern’ en Critical Inquiry Vol 30 n° 2, Winter 2004, pp.25-248.

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Acciones de transparencia: Son intervenciones que aportan códigos que hacen visibles, comprensibles y evaluables a escala paisajística aspectos ocultos, pero significativos, de la obra. [1] Señalética monumental. Pancartas de red de obra, montadas en postes de tubo de acero sujetos con vientos de cables de acero trenzado, con rótulos que indican el uso final del edificio en construcción y su posición en el solar. [2] Certificación flotante. Globos de helio con dígitos de leds sobre los recintos de cada uno de los edificios, indicando el porcentaje de obra ejecutada. La información se actualiza mensualmente con el porcentaje de obra certificada. [3] Cromo-contrato. Código de colores que asigna a cada empresa adjudicataria de cada uno de los edificios un color. Todos los empleados de la empresa llevan ropa y cascos del color asignado. Las casetas, maquinaria y vehículos de cada una de las empresas están pintadas en el color asignado. El recinto de trabajo y responsabilidad de cada una de las empresas está señalizado con un vallado de tela metálica encapsulada y un balizamiento, ambos en el color asignado. [4] Cidade on the road. Todos los vehículos que llevan mercancías al recinto de las obras o trasladan residuos a vertederos o centros para el tratamiento de residuos cuentan con señalización que, además de señalar su vinculación con la Ciudad de la Cultura, indican el material transportado y su cantidad. La señalética móvil permite visualizar en el territorio el verdadero alcance de la obra y su extensión medioambiental. [5] Aquí y ahora. Una serie de pantallas de leds informa en tiempo real de los trabajos en ejecución en cada una de las obras. Acciones de conexión: Intervenciones que convierten el recinto de la Ciudad de la Cultura en un parque urbano con poder de convocatoria. Inician un flujo de desplazamientos de Santiago de Compostela a la colina de la obra. [6] Próxima estación Ciudad de la Cultura. Línea regular de autobuses que recorre el recinto de las obras y lo conecta con los nodos más importante en las redes de transporte público de Santiago. En el recinto de las obras se construye una marquesina de espera y bienvenida con materiales reciclados de los trabajos de construcción. [7] Observatorios. Torres señalizadas y disponibles, de estructura de andamio en localizaciones con vistas a las obras, para permitir el seguimiento de los trabajos desde puntos de paso obligado en el uso cotidiano de Santiago de Compostela. [8] Rumor trasladado. Durante cinco minutos cada hora micrófonos de corto alcance colocados en las obras y altavoces de poca potencia colocados en las siete calles del centro de Santiago incorporan el sonido de la obra a la experiencia diaria del centro de la ciudad.

Acciones de enrolamiento: No es suficiente con dar la información. Parte de las actuaciones tiene como objetivo ofrecer oportunidades para que personas desvinculadas a la construcción puedan utilizar el proceso constructivo como un proceso experimental y una oportunidad formativa. [9] Conferencias específicas. Un programa de conferencias y presentaciones de libre acceso, anunciadas con pegada de carteles en Santiago, transmite información especializada sobre las decisiones técnicas importantes a un público no especializado. Se pretende incrementar la capacidad de lectura, evaluación, crítica e intervención en el proceso constructivo de personas sin vinculación profesional con las obras. Las obras se convierten en un proceso de expertización colectiva que incrementa la competencia específica de la comunidad. En el recinto de las obras se construye un pabellón de conferencias y presentaciones, con tubos de acero galvanizado y grapas, lonas plastificadas deterioradas y tableros de encofrado que han perdido su utilidad. [10] Trabajos festival. Aquellos trabajos que pueden ser ejecutados por mano de obra de baja especialización, como plantación de árboles o colocación de adoquines, quedan abiertos a la participación voluntaria en jornadas festivas, anunciadas con pegada de carteles en Santiago. Las jornadas tienen un carácter celebrativo, con actuación de músicos invitados, comida y bebida. [11] Rentabilidad cultural de los tiempos muertos. Existe un comisariado de los tiempos muertos, noches y festivos, de los medios auxiliares movilizados en la obra. Un programa de acciones artísticas y eventos preformativos haciendo uso de las grúas, camiones, redes de iluminación y acopios de cada una de las obras. Registro del debate: Las intervenciones pretenden dar voz y representación al público general, registrando contribuciones, ideas, críticas, dudas, y publicitándolas para que formen parte del debate colectivo y sean consideradas en la toma de decisiones. [12] SMS, videomatones, blog. En displays de grandes dimensiones, visibles en el paisaje, se publicitan mensajes SMS, blogs y filmaciones recogidas con videomatones en el recinto de las obras. Se colocan displays también en puntos significativos del centro de Santiago. ¿Es público un edificio construido con procedimientos no debatidos? En términos generales, las 12 acciones para transparentar la Ciudad de la Cultura de Galicia parten de tres constataciones: la arquitectura ha abandonado los estudios de los expertos para convertirse en una actividad de consenso, la ciudad es un parlamento de representaciones y su transformación un objeto de controversia. La arquitectura, la ciudad, el territorio; su seguridad, su sostenibilidad, su gobierno han entrado en el debate político, donde las decisiones se resuelven por representación. Lo ha dicho Latour citando a Libeskind: ¿No era extraordinariamente conmovedor ver, por ejem plo, en el proyecto de reconstrucción del lower Manhatan, las largas colas, los mensajes encen didos, los mails apasionados, los largos editoriales que conectaban a tanta gente con tantas varia ciones del proyecto para reemplazar las Twin Towers? Como dijo el arquitecto Daniel Libeskind unos días antes de la decisión: “construir ya nunca será lo mismo. (1) (1) Bruno Latour, ‘Why has critique run out of steam? From matters of fact to matters of concern’ en Critical Inquiry Vol 30 n° 2, Winter 2004, pp.25-248.

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Cada obra un color Un código de colores asignado a las diferentes constructoras hace visible e identificables en la obra a los trabajadores, equipos y recintos asociados a cada una de las empresas constructoras.

Límites territoriales de la Cidade da Cultura Todos los transportes de entrada y salida de materiales y residuos son identificados para hacer visible en el territorio la verdadera extensión de la obra. Dónde comienzan y terminan los trabajos de la Cidade da cultura.

Balizar los contratos Los recintos donde opera cada empresa constructora adjudicataria de las diferentes obras, se señalan en el paisaje con líneas de balizas de colores.

Legibilidad de los trabajos Asociadas al recorrido de visitas se colocan pantallas de leds explicando a tiempo real los trabajos en ejecución.

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Cada obra un color Un código de colores asignado a las diferentes constructoras hace visible e identificables en la obra a los trabajadores, equipos y recintos asociados a cada una de las empresas constructoras.

Límites territoriales de la Cidade da Cultura Todos los transportes de entrada y salida de materiales y residuos son identificados para hacer visible en el territorio la verdadera extensión de la obra. Dónde comienzan y terminan los trabajos de la Cidade da cultura.

Balizar los contratos Los recintos donde opera cada empresa constructora adjudicataria de las diferentes obras, se señalan en el paisaje con líneas de balizas de colores.

Legibilidad de los trabajos Asociadas al recorrido de visitas se colocan pantallas de leds explicando a tiempo real los trabajos en ejecución.

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Parque urbano Cidade da Cultura Se define recorrido con equipamientos públicos para que la obra pueda ser utilizada por los visitantes como un parque urbano. Además de visitar la obra, que en la Cidade da Cultura puedan reunirse, tomar sol o hacer deporte.

Autobús Cidade da Cultura Línea de autobuses que conecta la Cidade da Cultura con los nodos principales de transporte público en Santiago de Compostela.

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Medios auxiliares al servicio de las actividades culturales Los momentos muertos del calendario de las obras se ponen al servicio de instituciones y asociaciones culturales para promover un programa de eventos que construyan la institución al mismo tiempo que se construyen los edificios.

Celebración participada de los eventos de la obra Las diferentes fases y los momentos singulares de los trabajos se explican públicamente y se celebran en convocatorias abiertas.

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Parque urbano Cidade da Cultura Se define recorrido con equipamientos públicos para que la obra pueda ser utilizada por los visitantes como un parque urbano. Además de visitar la obra, que en la Cidade da Cultura puedan reunirse, tomar sol o hacer deporte.

Autobús Cidade da Cultura Línea de autobuses que conecta la Cidade da Cultura con los nodos principales de transporte público en Santiago de Compostela.

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Medios auxiliares al servicio de las actividades culturales Los momentos muertos del calendario de las obras se ponen al servicio de instituciones y asociaciones culturales para promover un programa de eventos que construyan la institución al mismo tiempo que se construyen los edificios.

Celebración participada de los eventos de la obra Las diferentes fases y los momentos singulares de los trabajos se explican públicamente y se celebran en convocatorias abiertas.

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Hacer visible el debate En dislays de gran tamaño se exponen las opiniones de los visitantes recogidas por videomatones en la obra y en puntos singulares de Santiago de Compostela y por SMS.

Museo de Historia

Hemeroteca

Invasión de información El centro de Santiago se invade con displays que informan en tiempo real de la evolución de las obras y de las opiniones de los visitantes recogidas por videomatones y mensajes SMS. Servicios Centrales

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Biblioteca

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Hacer visible el debate En dislays de gran tamaño se exponen las opiniones de los visitantes recogidas por videomatones en la obra y en puntos singulares de Santiago de Compostela y por SMS.

Museo de Historia

Hemeroteca

Invasión de información El centro de Santiago se invade con displays que informan en tiempo real de la evolución de las obras y de las opiniones de los visitantes recogidas por videomatones y mensajes SMS. Servicios Centrales

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Biblioteca

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1

Tablero fenólico PERI PROCEDENCIA: Paneles de encofrados descartados

2

Tubo de acero galvanizado con uniones grapa de andamio PROCEDENCIA: Elementos de seguridad y andamios especiales

3

Lonas plásticas parcheadas conformadas y unidas con cinta adhesiva 3M PROCEDENCIA: Lonas de seguridad deterioradas

1

Tablero fenólico PERI PROCEDENCIA: Paneles de encofrados descartados

2

Tubo de acero galvanizado con uniones grapa de andamio PROCEDENCIA: Elementos de seguridad y andamios especiales

3

Lonas plásticas parcheadas conformadas y unidas con cinta adhesiva 3M PROCEDENCIA: Lonas de seguridad deterioradas

Parada uno: punto de encuentro de visitantes e inicio de recorridos explicativos (es como una marquesina para que no se mojen con la lluvia gallega).

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4

Cabina WC químico prefabricada PROCEDENCIA: En alquiler

Parada dos: punto de conferencias. Los expertos que pasan por la obra (instaladores de aire acondicionado, arquitectos, fontaneros) explican la obra a los ciudadanos de Santiago. La obra es una universidad.

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Tablero fenólico PERI PROCEDENCIA: Paneles de encofrados descartados

2

Tubo de acero galvanizado con uniones grapa de andamio PROCEDENCIA: Elementos de seguridad y andamios especiales

3

Lonas plásticas parcheadas conformadas y unidas con cinta adhesiva 3M PROCEDENCIA: Lonas de seguridad deterioradas

1

Tablero fenólico PERI PROCEDENCIA: Paneles de encofrados descartados

2

Tubo de acero galvanizado con uniones grapa de andamio PROCEDENCIA: Elementos de seguridad y andamios especiales

3

Lonas plásticas parcheadas conformadas y unidas con cinta adhesiva 3M PROCEDENCIA: Lonas de seguridad deterioradas

Parada uno: punto de encuentro de visitantes e inicio de recorridos explicativos (es como una marquesina para que no se mojen con la lluvia gallega).

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4

Cabina WC químico prefabricada PROCEDENCIA: En alquiler

Parada dos: punto de conferencias. Los expertos que pasan por la obra (instaladores de aire acondicionado, arquitectos, fontaneros) explican la obra a los ciudadanos de Santiago. La obra es una universidad.

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12 ACTIONS TO MAKE TRANSPARENT PETER EISENMAN’S CITY OF CULTURE Andrés Jaque Andrés Jaque sets out to turn the process and time involved in constructing a building into a collective experiment that implicates community, technicians and things. The project is an interface between people and construction processes, a mediation process that enables active users in a democratic landscape. Author: Andrés Jaque Collaborators: Tat Bonuehi, María-Solange Faría, Agnes Flocault, Luigi Ligotty, Teresa del Pino, Jorge Ruano, Herminia Vegas Structure Consultant: Belén Orta Installation Consultant: Nieves Plaza Graphic Design: Enrique Pujana Photos: Miguel de Guzmán

The project at the Cidade da Cultura in Santiago entails twelve actions on Peter Eisenman’s construction site aimed to make it “transparent” (transform the building process into something that can be understood, evaluated and participated in by people not directly involved in the site in Santiago, that is, make it public). The actions are already underway, and they include the construction of three pavilions using residual materials from the construction. With its library of books and periodicals, music performance space, and museums of history and new technologies, Peter Eisenman’s City of Culture project in Santiago de Compostela, Galicia is destined to become one of the most important cultural complexes in Europe. Democratic Landscape is a set of actions and tools aimed to make the construction sites at Galicia’s City of Culture legible, and to facilitate participation in them. On the landscape and in keeping with its scale, the Democratic Landscape project displays the percent of the work that has been completed, the number of workers involved in each contract and what works are being carried out at each moment. It also registers and communicates the related debate taking place in the city of Santiago. It makes use of the construction’s residual materials: wooden boards from used formwork, protective tarps that are no longer safe or legal to use, etc.. The actions, which are already underway, set out to build the cultural institution as its buildings are being constructed. There are four categories of actions on the construction, each aimed at making it legible, making it form part of the general public’s daily life. All the actions seek to provide the means for specific analysis and to give a voice and forum to a wide range of actors usually not connected to these sorts of processes: Actions of Transparency: On the scale of the landscape, these interventions provide codes that render visible, understandable and capable of being assessed hidden but meaningful traits of the project. [1] Monumental Signaling. Banners mounted on steel posts and held down with braided steel cables, bearing labels indicating the final use of the building being constructed and its position on the site. [2] Floating Certification. Helium balloons with led digits on the site of each building, indicating the percentage of the work completed. The information is updated on a monthly basis with the percent of the work that has been officially certificated as complete. [3] Chromo-contract. Color code whereby each of the companies awarded a contract to construct a building is assigned a color. All of the workers employed by that company wear clothing and helmets in their company’s color; a company’s trailers, machines and vehicles are also painted in the assigned color. The work area and responsibility of each company is indicated by wire netting and signaling lights also in the assigned color. [4] Cidade on the road. All the vehicles that take materials to the construction site or remove waste to dumpsites or waste management centers are labeled, announcing their connection to the City of Culture, the material transported and its quantity. This mobile signaling makes it possible to visualize the true magnitude and extension of the project. [5] Here and Now. In real time, a series of led screens provide information on the works being performed at each of the sites. 136 / (Conversar) UR

Connecting Actions: Interventions that turn the premises of the City of Culture into an urban park and a gathering place. These actions give rise to movements from Santiago de Compostela to the hill where the construction is underway. [6] Next Station: City of Culture. Regular bus lines that go through the site and connect it to Santiago’s public transportation system. On the construction site, a sheltered waiting and reception area is being constructed out of materials recycled from the construction. [7] Observatories. Clearly marked and open to the public, towers made from scaffolding will be placed at sites with views of the construction, making it possible to follow the progress of the construction from high transit locations in Santiago de Compostela. [8] Shifted Murmur. For five minutes each hour, short range microphones placed at the construction sites and low potency speakers placed on seven streets in downtown Santiago emit the sound of the construction, including it in the daily life of the city. Enrollment Actions: Providing information is not enough. Some of the actions aim to offer people not connected with the construction the opportunity to use the construction process as an experimental and educational experience. [9] Specific Conferences. Open to the public and publicized via signs put up around Santiago, a series of conferences conveys to a non-specialized public specific information on major technical decisions. The intention is to increase the ability of people not professionally involved in the construction to read, assess, critique and intervene in the process. The construction becomes a process of collective expertization, incrementing the community’s skills in a specific area. Using structural tubes, deteriorated tarps and no-longer-useful formworks, a pavilion for conferences and presentations has been built on the site. [10] Work Festival. Via signs put up in Santiago, volunteers are invited to perform those tasks that can be carried out by unskilled labor (planting trees, placing stones, etc) during festive workdays. The celebratory nature of the days entails performances by invited musicians, food and drink. [11] Cultural Use of Time Outs. There is a commission for time outs, nights and celebrations that make use of the auxiliary materials used in the construction: a series of art actions and performances involving cranes, trucks, lighting networks and the materials stockpiled at each construction site. Registering the Debate: These interventions aim to give the general public voice and represent; they register contributions, ideas, criticisms and doubts, and communicate them so that they form part of a collective debate and be considered in decision-making. [12] S M S, videomatons, blogs. SMS messages, blogs and filmings gathered via videomatons on the construction site are displayed on large screen s on the site visible from afar . These large screens are also displayed in important spots in downtown Santiago. Is a building constructed using procedures that have not been debated truly “public”? Generally speaking, the twelve actions to make transparent Galicia’s City of Culture are based on three notions: one, that architecture has left the terrain of the experts research to become an activity of consensus; two, that the city is a parliament of representations; and, three, that its transformation is an object of controversy. Architecture, city, territory; their safety, sustainability and governance are now part of a political debate, where decisions revolve around representation. Latour said it, citing Libeskind: “Was it not extraordinarily moving to see, for instance, in the lower Manhattan reconstruction project, the long crowds, the angry messages, the passionate emails, the huge agoras, the long editorials that connected so many people to so many variations of the project to replace the Twin Towers? As the architect Daniel Libeskind said a few days before the decision, building will never be the same.”(1)

(1) Bruno Latour, ‘Why has critique run out of steam? From matters of fact to matters of concern.’, in Critical Inquiry Vol 30 n° 2, Winter 2004, pp.25-248 .

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12 ACTIONS TO MAKE TRANSPARENT PETER EISENMAN’S CITY OF CULTURE Andrés Jaque Andrés Jaque sets out to turn the process and time involved in constructing a building into a collective experiment that implicates community, technicians and things. The project is an interface between people and construction processes, a mediation process that enables active users in a democratic landscape. Author: Andrés Jaque Collaborators: Tat Bonuehi, María-Solange Faría, Agnes Flocault, Luigi Ligotty, Teresa del Pino, Jorge Ruano, Herminia Vegas Structure Consultant: Belén Orta Installation Consultant: Nieves Plaza Graphic Design: Enrique Pujana Photos: Miguel de Guzmán

The project at the Cidade da Cultura in Santiago entails twelve actions on Peter Eisenman’s construction site aimed to make it “transparent” (transform the building process into something that can be understood, evaluated and participated in by people not directly involved in the site in Santiago, that is, make it public). The actions are already underway, and they include the construction of three pavilions using residual materials from the construction. With its library of books and periodicals, music performance space, and museums of history and new technologies, Peter Eisenman’s City of Culture project in Santiago de Compostela, Galicia is destined to become one of the most important cultural complexes in Europe. Democratic Landscape is a set of actions and tools aimed to make the construction sites at Galicia’s City of Culture legible, and to facilitate participation in them. On the landscape and in keeping with its scale, the Democratic Landscape project displays the percent of the work that has been completed, the number of workers involved in each contract and what works are being carried out at each moment. It also registers and communicates the related debate taking place in the city of Santiago. It makes use of the construction’s residual materials: wooden boards from used formwork, protective tarps that are no longer safe or legal to use, etc.. The actions, which are already underway, set out to build the cultural institution as its buildings are being constructed. There are four categories of actions on the construction, each aimed at making it legible, making it form part of the general public’s daily life. All the actions seek to provide the means for specific analysis and to give a voice and forum to a wide range of actors usually not connected to these sorts of processes: Actions of Transparency: On the scale of the landscape, these interventions provide codes that render visible, understandable and capable of being assessed hidden but meaningful traits of the project. [1] Monumental Signaling. Banners mounted on steel posts and held down with braided steel cables, bearing labels indicating the final use of the building being constructed and its position on the site. [2] Floating Certification. Helium balloons with led digits on the site of each building, indicating the percentage of the work completed. The information is updated on a monthly basis with the percent of the work that has been officially certificated as complete. [3] Chromo-contract. Color code whereby each of the companies awarded a contract to construct a building is assigned a color. All of the workers employed by that company wear clothing and helmets in their company’s color; a company’s trailers, machines and vehicles are also painted in the assigned color. The work area and responsibility of each company is indicated by wire netting and signaling lights also in the assigned color. [4] Cidade on the road. All the vehicles that take materials to the construction site or remove waste to dumpsites or waste management centers are labeled, announcing their connection to the City of Culture, the material transported and its quantity. This mobile signaling makes it possible to visualize the true magnitude and extension of the project. [5] Here and Now. In real time, a series of led screens provide information on the works being performed at each of the sites. 136 / (Conversar) UR

Connecting Actions: Interventions that turn the premises of the City of Culture into an urban park and a gathering place. These actions give rise to movements from Santiago de Compostela to the hill where the construction is underway. [6] Next Station: City of Culture. Regular bus lines that go through the site and connect it to Santiago’s public transportation system. On the construction site, a sheltered waiting and reception area is being constructed out of materials recycled from the construction. [7] Observatories. Clearly marked and open to the public, towers made from scaffolding will be placed at sites with views of the construction, making it possible to follow the progress of the construction from high transit locations in Santiago de Compostela. [8] Shifted Murmur. For five minutes each hour, short range microphones placed at the construction sites and low potency speakers placed on seven streets in downtown Santiago emit the sound of the construction, including it in the daily life of the city. Enrollment Actions: Providing information is not enough. Some of the actions aim to offer people not connected with the construction the opportunity to use the construction process as an experimental and educational experience. [9] Specific Conferences. Open to the public and publicized via signs put up around Santiago, a series of conferences conveys to a non-specialized public specific information on major technical decisions. The intention is to increase the ability of people not professionally involved in the construction to read, assess, critique and intervene in the process. The construction becomes a process of collective expertization, incrementing the community’s skills in a specific area. Using structural tubes, deteriorated tarps and no-longer-useful formworks, a pavilion for conferences and presentations has been built on the site. [10] Work Festival. Via signs put up in Santiago, volunteers are invited to perform those tasks that can be carried out by unskilled labor (planting trees, placing stones, etc) during festive workdays. The celebratory nature of the days entails performances by invited musicians, food and drink. [11] Cultural Use of Time Outs. There is a commission for time outs, nights and celebrations that make use of the auxiliary materials used in the construction: a series of art actions and performances involving cranes, trucks, lighting networks and the materials stockpiled at each construction site. Registering the Debate: These interventions aim to give the general public voice and represent; they register contributions, ideas, criticisms and doubts, and communicate them so that they form part of a collective debate and be considered in decision-making. [12] S M S, videomatons, blogs. SMS messages, blogs and filmings gathered via videomatons on the construction site are displayed on large screen s on the site visible from afar . These large screens are also displayed in important spots in downtown Santiago. Is a building constructed using procedures that have not been debated truly “public”? Generally speaking, the twelve actions to make transparent Galicia’s City of Culture are based on three notions: one, that architecture has left the terrain of the experts research to become an activity of consensus; two, that the city is a parliament of representations; and, three, that its transformation is an object of controversy. Architecture, city, territory; their safety, sustainability and governance are now part of a political debate, where decisions revolve around representation. Latour said it, citing Libeskind: “Was it not extraordinarily moving to see, for instance, in the lower Manhattan reconstruction project, the long crowds, the angry messages, the passionate emails, the huge agoras, the long editorials that connected so many people to so many variations of the project to replace the Twin Towers? As the architect Daniel Libeskind said a few days before the decision, building will never be the same.”(1)

(1) Bruno Latour, ‘Why has critique run out of steam? From matters of fact to matters of concern.’, in Critical Inquiry Vol 30 n° 2, Winter 2004, pp.25-248 .

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PRIMER SELLO DE CALIDAD DEMOCRÁTICA PARA ACCIONES ARQUITECTÓNICAS

Red de calidad. Sistema tecnológico dotado de protocolos para enrolar a sus usuarios en una comunidad de evaluación e implementación del sistema. Por un lado incorporando la contribuciones de los usuarios a su diseño y actualización, y por otro favoreciendo que el día a día de los usuarios se reconstruya con el capital cultural que los sistemas contienen; al tiempo que crea vínculos afectivos entre los usuarios. Ejemplo: Wikipedia.

Andrés Jaque

La Oficina de Innovación Política Andrés Jaque Arquitectos ha desarrollado el primer sello de calidad democrática para acciones arquitectónicas: Arquitectura Parlamento®. El sello de calidad democrática, que fue concedido por primera vez a las obras de la Cidade da Cultura de Galicia dirigidas por Peter Eisenman Architects y la UTE Euroestudios-Andrés Perea Ortega, acredita que un determinado proceso arquitectónico ha contado con las garantías de representatividad y transparencia exigibles a la acción pública en sociedades democráticas del entorno de la Unión Europea. La propia Oficina de Innovación Política revisa e implementa los procesos constructivos para los que se solicita el sello de calidad y desarrolla protocolos y dispositivos para garantizar que el proceso arquitectónico encaja dentro de las siguientes categorías: Punto de paso obligado. Objetos tecnológicos que -sin unificar, ni fijar consensos- establecen alianzas más o menos duraderas entre actores con ideologías, expectativas, intereses, deseos, tiempos de evolución y códigos estéticos diferentes, contradictorios e incluso contrapuestos. Los objetos tecnológicos punto-de-paso-obligado son parlamentos en los que estos actores están políticamente representados, y se convierten en mediadores privilegiados, necesariamente presentes en la puesta en práctica de la asociación. Ejemplos: los pesados llaveros de las habitaciones de hotel que representan simultáneamente el deseo del director de que las llaves no se pierdan y el de sus huéspedes por abandonar el hotel sin preocupaciones ni molestias menores. Objeto de escrutinio. Sistema tecnológico equipado con mecanismos automáticos de monitorización, que permiten el registro y evaluación permanente de su funcionamiento. Supone un cambio de paradigma constructivo: el paso del objeto ejemplar (prototipo), al objeto laborito rizado (objeto de incertidumbre). Y el paso del arquitecto visto como un experto, al arquitecto gestor del riesgo. Ejemplos: las redes de carreteras o las audiencias televisivas. Transparencia política. No es la transparencia de los materiales, ni la exposición directa de los sistemas tecnológicos. Es la cualidad de los objetos equipados con dispositivos que permiten a personas ajenas a su diseño y promoción, la visualización de su comportamiento, la evaluación de las implicaciones que conlleva su funcionamiento, e incluso tener acceso a su transformación. Ejemplo: las interfases de ventanas de los ordenadores personales que, en lugar de exponer directamente el aspecto visual de los circuitos que los componen o los listados del software que utilizan, aportan imágenes sencillas que permiten a sus usuarios gobernarlos. Objeto de concierno. Objeto que incorpora en su constitución las preocupaciones públicas que pueden ser activadas por sus procesos de producción, uso o transformación. Ejemplo: los productos distribuidos por las redes de Comercio Justo, que contribuyen a la mejora de las condiciones económicas y a la promoción de derechos civiles en países en conflicto o en vías de desarrollo. Terminal de responsabilidad. Objeto que cuenta con opciones de decisión para que sus usuarios puedan modificar el comportamiento ético del objeto en cuestiones políticamente disputadas. Ejemplo: la casilla de contribución al mantenimiento de la Iglesia Católica en la Declaración de la Renta de las Personas Físicas en España. 138 / (Conversar) UR

FIRST MARK OF DEMODRATIC QUALITY FOR ARCHITECTURAL ACTIONS Translated by Andrés Jaque The Oficina de Innovación Política (Office for Political Innovation) has developed the first mark of democratic quality for architectural actions: Parliament Architecture®. First conceded to the works on Cidade da Cultura de Galicia, directed by Peter Eisenman Architects and UTE Euroestudios-Andrés Perea Ortega, this mark certifies that a given architectural process has taken into account the representation and transparency required of public actions in the European Union’s democratic societies. When an architectural project applies for the mark, the Oficina de Innovación Política reviews and implements construction processes, and develops protocols and devices to guarantee that the architectural process meets the Oficina’s standards in these area: Mandatory Check Point: technological objects that establish –without unifying or imposing consensusalliances (lasting or not) between actors with different, if not opposing, ideologies, expectations, interests, desires, time frames and aesthetic codes. Such objects operate like parliaments, where actors are politically represented and privileged intermediaries whose presence is necessary when the association takes action. Example: heavy hotel key rings represent both the hotel manager’s desire that keys not get lost and the guest’s desire to leave the hotel free of minor inconveniences. Object of Scrutiny: Technological system equipped with an automatic monitoring mechanism that constantly registers and evaluates the performance of those systems. This means a change in the construction paradigm: a passage from an exemplary object (prototype) to a laboratorized object (an object of uncertainty). It also involves a change in the role of the architect: once an expert, he or she is now a risk manager. Examples: highways network or television audiences. Political Transparency: This is not the transparency of building materials or the direct exposition of technological systems. It is, rather, the quality of objects equipped with devices that allow people not involved in the design or promotion of these objects to observe their behavior, to evaluate the consequences of the operations in which they are engaged, or even to participate in their transformation. Example: window interfaces in personal computers -that show simple images instead of programming language. This allows users without technical knowledge to interact with the machine. Object of Concern: Object whose constitution contains the public concerns that could arise in its production, use or transformation. Example: products distributed in the Fair Trade Networks that help improve economic conditions and civil rights in developing countries or countries in conflict. Liability Terminal: Object with decision-making options so that users can modify the ethical behavior of the object in relation to politically controversial issues. Example: the box in Spanish tax forms that allows people to make contributions to the Catholic Church. Quality Network: Technological system with protocols to enroll users in a community that evaluates and implements the system. It incorporates users’ contributions to its design and updates, and makes it possible to reconstruct users’ daily lives thanks to the system’s newfound cultural capital. It also creates personal ties between users. Example: Wikipedia. UR (Conversar) / 139


PRIMER SELLO DE CALIDAD DEMOCRÁTICA PARA ACCIONES ARQUITECTÓNICAS

Red de calidad. Sistema tecnológico dotado de protocolos para enrolar a sus usuarios en una comunidad de evaluación e implementación del sistema. Por un lado incorporando la contribuciones de los usuarios a su diseño y actualización, y por otro favoreciendo que el día a día de los usuarios se reconstruya con el capital cultural que los sistemas contienen; al tiempo que crea vínculos afectivos entre los usuarios. Ejemplo: Wikipedia.

Andrés Jaque

La Oficina de Innovación Política Andrés Jaque Arquitectos ha desarrollado el primer sello de calidad democrática para acciones arquitectónicas: Arquitectura Parlamento®. El sello de calidad democrática, que fue concedido por primera vez a las obras de la Cidade da Cultura de Galicia dirigidas por Peter Eisenman Architects y la UTE Euroestudios-Andrés Perea Ortega, acredita que un determinado proceso arquitectónico ha contado con las garantías de representatividad y transparencia exigibles a la acción pública en sociedades democráticas del entorno de la Unión Europea. La propia Oficina de Innovación Política revisa e implementa los procesos constructivos para los que se solicita el sello de calidad y desarrolla protocolos y dispositivos para garantizar que el proceso arquitectónico encaja dentro de las siguientes categorías: Punto de paso obligado. Objetos tecnológicos que -sin unificar, ni fijar consensos- establecen alianzas más o menos duraderas entre actores con ideologías, expectativas, intereses, deseos, tiempos de evolución y códigos estéticos diferentes, contradictorios e incluso contrapuestos. Los objetos tecnológicos punto-de-paso-obligado son parlamentos en los que estos actores están políticamente representados, y se convierten en mediadores privilegiados, necesariamente presentes en la puesta en práctica de la asociación. Ejemplos: los pesados llaveros de las habitaciones de hotel que representan simultáneamente el deseo del director de que las llaves no se pierdan y el de sus huéspedes por abandonar el hotel sin preocupaciones ni molestias menores. Objeto de escrutinio. Sistema tecnológico equipado con mecanismos automáticos de monitorización, que permiten el registro y evaluación permanente de su funcionamiento. Supone un cambio de paradigma constructivo: el paso del objeto ejemplar (prototipo), al objeto laborito rizado (objeto de incertidumbre). Y el paso del arquitecto visto como un experto, al arquitecto gestor del riesgo. Ejemplos: las redes de carreteras o las audiencias televisivas. Transparencia política. No es la transparencia de los materiales, ni la exposición directa de los sistemas tecnológicos. Es la cualidad de los objetos equipados con dispositivos que permiten a personas ajenas a su diseño y promoción, la visualización de su comportamiento, la evaluación de las implicaciones que conlleva su funcionamiento, e incluso tener acceso a su transformación. Ejemplo: las interfases de ventanas de los ordenadores personales que, en lugar de exponer directamente el aspecto visual de los circuitos que los componen o los listados del software que utilizan, aportan imágenes sencillas que permiten a sus usuarios gobernarlos. Objeto de concierno. Objeto que incorpora en su constitución las preocupaciones públicas que pueden ser activadas por sus procesos de producción, uso o transformación. Ejemplo: los productos distribuidos por las redes de Comercio Justo, que contribuyen a la mejora de las condiciones económicas y a la promoción de derechos civiles en países en conflicto o en vías de desarrollo. Terminal de responsabilidad. Objeto que cuenta con opciones de decisión para que sus usuarios puedan modificar el comportamiento ético del objeto en cuestiones políticamente disputadas. Ejemplo: la casilla de contribución al mantenimiento de la Iglesia Católica en la Declaración de la Renta de las Personas Físicas en España. 138 / (Conversar) UR

FIRST MARK OF DEMODRATIC QUALITY FOR ARCHITECTURAL ACTIONS Translated by Andrés Jaque The Oficina de Innovación Política (Office for Political Innovation) has developed the first mark of democratic quality for architectural actions: Parliament Architecture®. First conceded to the works on Cidade da Cultura de Galicia, directed by Peter Eisenman Architects and UTE Euroestudios-Andrés Perea Ortega, this mark certifies that a given architectural process has taken into account the representation and transparency required of public actions in the European Union’s democratic societies. When an architectural project applies for the mark, the Oficina de Innovación Política reviews and implements construction processes, and develops protocols and devices to guarantee that the architectural process meets the Oficina’s standards in these area: Mandatory Check Point: technological objects that establish –without unifying or imposing consensusalliances (lasting or not) between actors with different, if not opposing, ideologies, expectations, interests, desires, time frames and aesthetic codes. Such objects operate like parliaments, where actors are politically represented and privileged intermediaries whose presence is necessary when the association takes action. Example: heavy hotel key rings represent both the hotel manager’s desire that keys not get lost and the guest’s desire to leave the hotel free of minor inconveniences. Object of Scrutiny: Technological system equipped with an automatic monitoring mechanism that constantly registers and evaluates the performance of those systems. This means a change in the construction paradigm: a passage from an exemplary object (prototype) to a laboratorized object (an object of uncertainty). It also involves a change in the role of the architect: once an expert, he or she is now a risk manager. Examples: highways network or television audiences. Political Transparency: This is not the transparency of building materials or the direct exposition of technological systems. It is, rather, the quality of objects equipped with devices that allow people not involved in the design or promotion of these objects to observe their behavior, to evaluate the consequences of the operations in which they are engaged, or even to participate in their transformation. Example: window interfaces in personal computers -that show simple images instead of programming language. This allows users without technical knowledge to interact with the machine. Object of Concern: Object whose constitution contains the public concerns that could arise in its production, use or transformation. Example: products distributed in the Fair Trade Networks that help improve economic conditions and civil rights in developing countries or countries in conflict. Liability Terminal: Object with decision-making options so that users can modify the ethical behavior of the object in relation to politically controversial issues. Example: the box in Spanish tax forms that allows people to make contributions to the Catholic Church. Quality Network: Technological system with protocols to enroll users in a community that evaluates and implements the system. It incorporates users’ contributions to its design and updates, and makes it possible to reconstruct users’ daily lives thanks to the system’s newfound cultural capital. It also creates personal ties between users. Example: Wikipedia. UR (Conversar) / 139


INCUMBENCIAS O LO CONTRARIO AL SOPLIDO DEL LOBO a77 Podemos pensar la construcción de un objeto o edificio como la asociación entre un material que se transforma y un constructor que opera sobre él. ¿Cómo funcionaría esta relación si la jerarquía del par se desarma y es la lógica del material la que guía la organización del trabajo? Como en una situación semejante a la que tuvo que enfrentar el personaje del lobo feroz en aquel célebre relato asignado al gusto infantil, el curso de nuestros intereses condujo a reiterar el desfile por las condiciones de resistencia que los diferentes materiales constructivos nos ponen por delante. Madera, hierro y tierra conforman así una trilogía material que podría definir de manera inicial la escena vincular del trabajo desarrollado. Cada uno de ellos nos ha permitido diferentes alternativas de relación social con la construcción, modelando de esa forma el ámbito de nuestras incumbencias. Es por esa razón que la palabra incumbencia no tiene en este caso el sentido habitual que se asigna en la esfera de la delimitación institucional a la profesión arquitectónica, como lugar de las obligaciones contraídas. Antes bien, responde a una ecuación que articula el ejercicio del placer con las disponibilidades que surgen de los mismos materiales.

INCUMBENCIES OR AGAINST THE WOLF’S HUFFING AND PUFFING a77

We can think of the construction of an object or a building as the association between a material that is transformed and a constructor who acts on that material. What would happen if hierarchy that governs that pair were undone, and the logic of the material were to organize the work? Like the fierce wolf in that celebrated children’s story, our interests have led us to, once again, run through the succession of construction materials and their degrees of resistance. Our work was initially defined by a trilogy of materials: wood, iron and adobe. Each one of these materials entails different social relationships with construction, thus giving shape to the sphere of our incumbencies. For this reason, here the meaning of the word “incumbency” differs from its normal meaning in the institutional sphere of professional architecture, where it refers to a place of contractual obligations. We use it to refer to an equation that connects the exercise of pleasure and the possibilities that the materials themselves offer. 140 / (Conversar) UR


INCUMBENCIAS O LO CONTRARIO AL SOPLIDO DEL LOBO a77 Podemos pensar la construcción de un objeto o edificio como la asociación entre un material que se transforma y un constructor que opera sobre él. ¿Cómo funcionaría esta relación si la jerarquía del par se desarma y es la lógica del material la que guía la organización del trabajo? Como en una situación semejante a la que tuvo que enfrentar el personaje del lobo feroz en aquel célebre relato asignado al gusto infantil, el curso de nuestros intereses condujo a reiterar el desfile por las condiciones de resistencia que los diferentes materiales constructivos nos ponen por delante. Madera, hierro y tierra conforman así una trilogía material que podría definir de manera inicial la escena vincular del trabajo desarrollado. Cada uno de ellos nos ha permitido diferentes alternativas de relación social con la construcción, modelando de esa forma el ámbito de nuestras incumbencias. Es por esa razón que la palabra incumbencia no tiene en este caso el sentido habitual que se asigna en la esfera de la delimitación institucional a la profesión arquitectónica, como lugar de las obligaciones contraídas. Antes bien, responde a una ecuación que articula el ejercicio del placer con las disponibilidades que surgen de los mismos materiales.

INCUMBENCIES OR AGAINST THE WOLF’S HUFFING AND PUFFING a77

We can think of the construction of an object or a building as the association between a material that is transformed and a constructor who acts on that material. What would happen if hierarchy that governs that pair were undone, and the logic of the material were to organize the work? Like the fierce wolf in that celebrated children’s story, our interests have led us to, once again, run through the succession of construction materials and their degrees of resistance. Our work was initially defined by a trilogy of materials: wood, iron and adobe. Each one of these materials entails different social relationships with construction, thus giving shape to the sphere of our incumbencies. For this reason, here the meaning of the word “incumbency” differs from its normal meaning in the institutional sphere of professional architecture, where it refers to a place of contractual obligations. We use it to refer to an equation that connects the exercise of pleasure and the possibilities that the materials themselves offer. 140 / (Conversar) UR


La madera -primer estado-, posibilitó el trabajo con unidades livianas, cajas utilizadas por la industria automotriz, que definieron el programa del Plug and live System, un dispositivo que se desplaza entre la estructura genérica del catálogo y la particularidad de la factura a medida, entre nociones de la industrialización y el capricho artesanal del hobbista.

Wood –the first resistant material– made it possible to work with light units, boxes used by the automobile industry, which defined the program of the Plug and Live System. This system is a device that moves between the generic structure of the catalogue and the particular nature of custom-making, between notions of industrialization and the handicraft whim of the amateur.


La madera -primer estado-, posibilitó el trabajo con unidades livianas, cajas utilizadas por la industria automotriz, que definieron el programa del Plug and live System, un dispositivo que se desplaza entre la estructura genérica del catálogo y la particularidad de la factura a medida, entre nociones de la industrialización y el capricho artesanal del hobbista.

Wood –the first resistant material– made it possible to work with light units, boxes used by the automobile industry, which defined the program of the Plug and Live System. This system is a device that moves between the generic structure of the catalogue and the particular nature of custom-making, between notions of industrialization and the handicraft whim of the amateur.


Una situación semejante propició la disolución de la tradicional cadena de delegaciones del oficio arquitectónico y permitió reunir todas las fases del proceso de producción en una sola: 1 4 4 / ( C o n con v e r snuestras a r ) U R manos; relativizando por esta vía la certeza del proyecto como presuconstrucción puesto al depositar la confianza en las ocurrencias que habilita la deliberación constructiva.

A similar situation led to the dissolution of the traditional chain of command in architecture, making it possible to bring all the phases of the production process together in a single phase: construction with our hands, which served to relativize the certainty of the project as an underlying assumption and placing faith, instead, in the instances that deliberation-based construction entails.


Una situación semejante propició la disolución de la tradicional cadena de delegaciones del oficio arquitectónico y permitió reunir todas las fases del proceso de producción en una sola: 1 4 4 / ( C o n con v e r snuestras a r ) U R manos; relativizando por esta vía la certeza del proyecto como presuconstrucción puesto al depositar la confianza en las ocurrencias que habilita la deliberación constructiva.

A similar situation led to the dissolution of the traditional chain of command in architecture, making it possible to bring all the phases of the production process together in a single phase: construction with our hands, which served to relativize the certainty of the project as an underlying assumption and placing faith, instead, in the instances that deliberation-based construction entails.


Las estructuras metálicas -segundo estado-, expusieron una primera dificultad a la autosuficiencia con el aumento de peso y tamaño de las piezas. Pronto la tarea se convirtió en una doble acción: el llamado a la colaboración y la transformación de la deliberación en narración. Entonces, la conformación de un grupo mayor en número determinó una dinámica de trabajo en la que el argumento se llega a explicitar a través de las maniobras en el sitio y la ocupación del lugar.

With their greater weight and size, the metal structures –the second resistant material- brought on a first difficulty in relation to self-sufficiency. The task soon became twofold: the call to collaboration and the shift from deliberation to narration. A larger group determined a work dynamic in which arguments were articulated through actions taken at the site and the way that site is occupied.


Las estructuras metálicas -segundo estado-, expusieron una primera dificultad a la autosuficiencia con el aumento de peso y tamaño de las piezas. Pronto la tarea se convirtió en una doble acción: el llamado a la colaboración y la transformación de la deliberación en narración. Entonces, la conformación de un grupo mayor en número determinó una dinámica de trabajo en la que el argumento se llega a explicitar a través de las maniobras en el sitio y la ocupación del lugar.

With their greater weight and size, the metal structures –the second resistant material- brought on a first difficulty in relation to self-sufficiency. The task soon became twofold: the call to collaboration and the shift from deliberation to narration. A larger group determined a work dynamic in which arguments were articulated through actions taken at the site and the way that site is occupied.


Las construcciones con tierra en regiones lejanas y ambientalmente aptas para ejecutar estas técnicas -tercer estado-, promovieron otra nueva dificultad. El problema ya no estaría concentrado en las limitaciones de peso y volumen, sino en el hecho de que el material era parte del mismo lugar. La distancia como obstáculo impone una nueva transformación de las formas de comunicación entre la ciudad y la montaña. Entonces, el objeto pasó a convertirse en una pieza de delegación. Finalmente, la narración se transformó de este modo en traducción. Deberemos asumir en medio de esta situación que nos sitúa en una condición de una gradualidad comunicativa y un esquema narrativo tan cercano al del relato de los tres cerditos, que lo contrario al soplido del lobo no es otra cosa para nosotros que aquello que representa nuestras propias aspiraciones.

Adobe constructions in distant regions that are environmentally fit for such materials and the techniques they entail –third resistant material– brought on another difficulty. The problem no longer resided in questions of weight and volume, but rather in the fact that the material was part of the place itself. Distance as an obstacle imposed another transformation in communication between the city and the mountain. So, the object became a consignment, and narration translation. We must admit that this situation, which means gradated communication and a narrative scheme very much like the one of the Three Little Pigs, is, unlike the Wolf’s huffing and puffing, irreducibly a representation of our own aspirations. UR (Conversar) / 149


Las construcciones con tierra en regiones lejanas y ambientalmente aptas para ejecutar estas técnicas -tercer estado-, promovieron otra nueva dificultad. El problema ya no estaría concentrado en las limitaciones de peso y volumen, sino en el hecho de que el material era parte del mismo lugar. La distancia como obstáculo impone una nueva transformación de las formas de comunicación entre la ciudad y la montaña. Entonces, el objeto pasó a convertirse en una pieza de delegación. Finalmente, la narración se transformó de este modo en traducción. Deberemos asumir en medio de esta situación que nos sitúa en una condición de una gradualidad comunicativa y un esquema narrativo tan cercano al del relato de los tres cerditos, que lo contrario al soplido del lobo no es otra cosa para nosotros que aquello que representa nuestras propias aspiraciones.

Adobe constructions in distant regions that are environmentally fit for such materials and the techniques they entail –third resistant material– brought on another difficulty. The problem no longer resided in questions of weight and volume, but rather in the fact that the material was part of the place itself. Distance as an obstacle imposed another transformation in communication between the city and the mountain. So, the object became a consignment, and narration translation. We must admit that this situation, which means gradated communication and a narrative scheme very much like the one of the Three Little Pigs, is, unlike the Wolf’s huffing and puffing, irreducibly a representation of our own aspirations. UR (Conversar) / 149


LA REHABILITACIÓN DE MEDELLÍN En los ‘80 Medellín era Mónaco, Dallas y Nápoles (elocuentes nombres de los reductos de Pablo Escobar)*. Sin embargo, hoy la ciudad busca desplazar su asociación con el narcotráfico e identificarse con parques, bibliotecas y escuelas. Natalia Muñoa nos guía en un recorrido para entender cómo se está configurando el paisaje urbano, en este nuevo capítulo de la lucha por el control del territorio. 1. Parque San Antonio 2. Edificio sede E.P.M. m. Metro 3. Plaza de las Esculturas 4. Parque de los Pies Descalzos y Museo Interactivo 5. Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor 6. Plaza de la Luz 7. Biblioteca Pública E.P.M. 8. Parque de los Deseos Plan Especial del Centro 9. Paseo Urbano Carabobo 10. Parque Norte 11. Parque Explora 12. Renovación Jardín Botánico mc. Metrocable PUI nororiental 13. Paseo Calle 106 14. Parque la Candelaria CEDEZO Santo Domingo Savio 15. Parque de los Niños 16. Parque Mirador 17. Parque Balcón del Ajedrez 18. Puente Andalucía 19. Parque de la Paz y la Cultura 20. Parque de las Victorias 21. Parque Deportivo Granizal 22. Parque lineal Quebrada la Herrera 23. Paseo Urbano Calle 107 24. Parque Villa del Socorro 25. Parque Villa Niza 26. Parque de los Lavaderos Programa Parques Biblioteca 27. P.B. Parque España - Santo Domingo Savio 28. P.B. Belén Hiroshi Naito 29. P.B. José Luis Arroyave - San Javier 30. P.B. León de Greiff - la Ladera 31. P.B. Tomás Carrasquilla La Quintana 32. Plaza de la Libertad 33. Conexión Palacio de Exposiciones - Plaza Mayor mp. metroplus Colegios de Calidad 34. C. Santo Domingo Savio y Antonio Derka 35. C. Llanadas 36. C. Héctor Abad - Boston 37. C. San Antonio de Prado 38. C. Altavista 39. C. de las Mercedes 40. C. la Independencia 41. C. San Javier 42. C. Plaza de Ferias 43. C. Francisco Miranda 44. Parque lineal la Presidenta 45. Parque Juanes de la Paz 46. Parque lineal la Bermejala Encargo de la Alcaldía de Medellín

* Ver página 159

150 / (Conversar) UR

Encargo de E.E.P.P.M.

Medios de transporte

Encuentro en Medellín. Notas sobre tres visitas Natalia Muñoa La situación de violencia y tráfico de drogas en la que vivió inmersa Colombia, y particularmente Medellín, durante la década del ochenta y parte de los noventa, llevó a la desnaturalización de las experiencias del encuentro y de la interacción cultural y política. Con la aparición de los sicarios y la destrucción sistemática del entorno construido, el ámbito privado se instaló como único lugar seguro. Los ‘80 se caracterizaron por la proliferación de arquitectura traqueta (construida por mafiosos y traficantes) y de centros comerciales. El espacio público “protegido” para cierta parte de la población. La capital de Antioquia busca desplazar a Pablo Escobar como protagonista de su historia. Durante la década del ‘90 surgen proyectos de renovación para el centro de la ciudad. Entrado el siglo XXI se ve la necesidad de una acción sobre el territorio para enfrentar los problemas de desigualdad social y violencia. La recuperación y construcción del espacio público define puntos y líneas de un tejido que, partiendo de las áreas de mayor déficit, va cubriendo la ciudad y se articula con equipamiento y viviendas. En 1998 el Laboratorio de Urbanismo (L.A.U.R.) de la Universidad Pontificia Bolivariana recibe el encargo de E.E.P.P.M. (Empresas Públicas Medellín) de ubicar y “embellecer”, un estacionamiento para 450 automóviles. Se trata de un espacio urbano degradado en el centro geográfico de la ciudad frente al edificio de E.E.P.P.M. Felipe Uribe de Bedout, Ana Elvira Vélez y Giovanna Spera, como parte del L.A.U.R., realizan una contrapropuesta: un parque público con un edificio cultural que invite a la convivencia. El Parque de los Pies Descalzos es rápidamente incorporado a la vida cotidiana. En el Parque de los Deseos Felipe Uribe de Bedout repite la acción. Ante el encargo de refuncionalizar el antiguo Planetario, propone la creación de un parque temático y un edificio cultural, utilizando el resto de la manzana.

Propiedad del Municipio de Medellín, creada en 1955, Empresas Públicas de Medellín (E.E.P.P.M.) es la proveedora de agua, energía y gas. En la actualidad es el Grupo Empresarial de servicios públicos más grande del país. Si bien está organizada como una empresa autónoma, el alcalde es presidente de la junta directiva, y quien elige a sus ocho miembros. En el año 2000 nace Fundación E.E.P.P. M. como instrumento de acción social. Su capital proviene en un 90% de E.E.P.P.M. y un 10% de universidades privadas.

Encargo de la Gobernación de Antioquia Parque de los Deseos, plaza de eventos y edificio cultural Felipe Uribe de Bedout

UR (Conversar) / 151


LA REHABILITACIÓN DE MEDELLÍN En los ‘80 Medellín era Mónaco, Dallas y Nápoles (elocuentes nombres de los reductos de Pablo Escobar)*. Sin embargo, hoy la ciudad busca desplazar su asociación con el narcotráfico e identificarse con parques, bibliotecas y escuelas. Natalia Muñoa nos guía en un recorrido para entender cómo se está configurando el paisaje urbano, en este nuevo capítulo de la lucha por el control del territorio. 1. Parque San Antonio 2. Edificio sede E.P.M. m. Metro 3. Plaza de las Esculturas 4. Parque de los Pies Descalzos y Museo Interactivo 5. Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor 6. Plaza de la Luz 7. Biblioteca Pública E.P.M. 8. Parque de los Deseos Plan Especial del Centro 9. Paseo Urbano Carabobo 10. Parque Norte 11. Parque Explora 12. Renovación Jardín Botánico mc. Metrocable PUI nororiental 13. Paseo Calle 106 14. Parque la Candelaria CEDEZO Santo Domingo Savio 15. Parque de los Niños 16. Parque Mirador 17. Parque Balcón del Ajedrez 18. Puente Andalucía 19. Parque de la Paz y la Cultura 20. Parque de las Victorias 21. Parque Deportivo Granizal 22. Parque lineal Quebrada la Herrera 23. Paseo Urbano Calle 107 24. Parque Villa del Socorro 25. Parque Villa Niza 26. Parque de los Lavaderos Programa Parques Biblioteca 27. P.B. Parque España - Santo Domingo Savio 28. P.B. Belén Hiroshi Naito 29. P.B. José Luis Arroyave - San Javier 30. P.B. León de Greiff - la Ladera 31. P.B. Tomás Carrasquilla La Quintana 32. Plaza de la Libertad 33. Conexión Palacio de Exposiciones - Plaza Mayor mp. metroplus Colegios de Calidad 34. C. Santo Domingo Savio y Antonio Derka 35. C. Llanadas 36. C. Héctor Abad - Boston 37. C. San Antonio de Prado 38. C. Altavista 39. C. de las Mercedes 40. C. la Independencia 41. C. San Javier 42. C. Plaza de Ferias 43. C. Francisco Miranda 44. Parque lineal la Presidenta 45. Parque Juanes de la Paz 46. Parque lineal la Bermejala Encargo de la Alcaldía de Medellín

* Ver página 159

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Encargo de E.E.P.P.M.

Medios de transporte

Encuentro en Medellín. Notas sobre tres visitas Natalia Muñoa La situación de violencia y tráfico de drogas en la que vivió inmersa Colombia, y particularmente Medellín, durante la década del ochenta y parte de los noventa, llevó a la desnaturalización de las experiencias del encuentro y de la interacción cultural y política. Con la aparición de los sicarios y la destrucción sistemática del entorno construido, el ámbito privado se instaló como único lugar seguro. Los ‘80 se caracterizaron por la proliferación de arquitectura traqueta (construida por mafiosos y traficantes) y de centros comerciales. El espacio público “protegido” para cierta parte de la población. La capital de Antioquia busca desplazar a Pablo Escobar como protagonista de su historia. Durante la década del ‘90 surgen proyectos de renovación para el centro de la ciudad. Entrado el siglo XXI se ve la necesidad de una acción sobre el territorio para enfrentar los problemas de desigualdad social y violencia. La recuperación y construcción del espacio público define puntos y líneas de un tejido que, partiendo de las áreas de mayor déficit, va cubriendo la ciudad y se articula con equipamiento y viviendas. En 1998 el Laboratorio de Urbanismo (L.A.U.R.) de la Universidad Pontificia Bolivariana recibe el encargo de E.E.P.P.M. (Empresas Públicas Medellín) de ubicar y “embellecer”, un estacionamiento para 450 automóviles. Se trata de un espacio urbano degradado en el centro geográfico de la ciudad frente al edificio de E.E.P.P.M. Felipe Uribe de Bedout, Ana Elvira Vélez y Giovanna Spera, como parte del L.A.U.R., realizan una contrapropuesta: un parque público con un edificio cultural que invite a la convivencia. El Parque de los Pies Descalzos es rápidamente incorporado a la vida cotidiana. En el Parque de los Deseos Felipe Uribe de Bedout repite la acción. Ante el encargo de refuncionalizar el antiguo Planetario, propone la creación de un parque temático y un edificio cultural, utilizando el resto de la manzana.

Propiedad del Municipio de Medellín, creada en 1955, Empresas Públicas de Medellín (E.E.P.P.M.) es la proveedora de agua, energía y gas. En la actualidad es el Grupo Empresarial de servicios públicos más grande del país. Si bien está organizada como una empresa autónoma, el alcalde es presidente de la junta directiva, y quien elige a sus ocho miembros. En el año 2000 nace Fundación E.E.P.P. M. como instrumento de acción social. Su capital proviene en un 90% de E.E.P.P.M. y un 10% de universidades privadas.

Encargo de la Gobernación de Antioquia Parque de los Deseos, plaza de eventos y edificio cultural Felipe Uribe de Bedout

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El programa convencional que la palabra biblioteca tiene asociado se ve desbordado. Cada uno de los proyectos incluye -además de consulta y préstamo de libros y acceso a internet-: ludoteca, auditorio, salón de exposiciones, talleres de formación y centros de emprendimiento zonal (CEDEZO). Este programa de apoyo al desarrollo económico, así como el Banco de las Oportunidades que otorga créditos blandos a las personas menos favorecidas de la sociedad, se enmarca en el programa Cultura E que promueve la constitución y desarrollo de empresas que apunten a la demanda del medio.

Con tan sólo 12 años de antigüedad el metro es uno de los mayores orgullos de los antioqueños. Medellín es la única ciudad colombiana que cuenta con este sistema de transporte.

Proveniente de fuera de las estructuras políticas tradicionales, Sergio Fajardo Valderrama, matemático de 49 años de familia aristocrática y de amplia trayectoria académica, en el 2004 se consagra alcalde de Medellín encabezando el Movimiento Compromiso Ciudadano. “Hicimos la política caminando la ciudad, repartiendo volantes de los principios básicos sobre los que construir una propuesta de ciudad. Establecimos una relación directa con el territorio.” Fue subdirector del periódico El Colombiano y columnista en diversos medios. Es miembro fundador de la Comisión Facilitadora de Paz de Antioquia. El lema de su mandato es “Medellín la más educada”.

Parque de los Deseos, Planetario

A manera de caricatura, Felipe Uribe de Bedout cuenta que para convencer al alcalde de que el edificio existente frente al planetario, con una altura de 3,50 metros libre entre losas, no podía ser un estacionamiento para 70 automóviles como le exigía Planeamiento, le preguntó: ¿si la NASA le regala un cohete espacial a la ciudad, dónde lo pondría? Confiando en la viabilidad de los aportes desde el ámbito privado, Felipe Uribe decide trabajar sobre encargos inexistentes, por lo cual parte importante de sus proyectos se centra en la gestión con los clientes. Con E.E.P.P.M. como interlocutor, la estrategia es concebir al espacio urbano como parte de los servicios públicos: un nuevo servicio que no estará indexado en las facturas a fin de mes, funcionando, además, como imagen de la empresa. El Parque de los Deseos cuenta con dispositivos que emulan los objetos celestes y una amplia variedad de equipamiento para la contemplación de los astros poblando la plataforma de piedra, de este modo, la actividad del planetario sale de la institución y se combina con la sala al aire libre. La nueva sala es materializada por el vacío, enmarcado por los dos edificios (el Planetario y el edificio Cultural), donde se proyectan partidos de fútbol y cine latinoamericano en pantalla gigante. En una ciudad donde las clases sociales difícilmente se mezclan este proyecto busca la convivencia ciudadana, rompiendo la compartimentación de los estratos socio económicos 1 a 6, una división que determina no sólo las tarifas de los servicios, el acceso a colegios y a universidades sino también, como estigma social, las áreas de apropiación dentro de la ciudad. Como los diez nuevos colegios de calidad, donados por E.E.P.P.M. a la ciudad por sus 50 años, los Parques Biblioteca están distribuidos en las comunas de menores ingresos, en las zonas altas que rodean el Va l l e de Aburra. Localizados en puntos geográficos de especial valor natural, servidos por sistemas de transporte de mediana o alta capacidad, proponen descentralizar la programación cultural, fortaleciendo los centros barriales y estimulando el reconocimiento de la ciudad y el encuentro entre sus habitantes.

152 / (Conversar) UR

Biblioteca Parque Tomás Carrasquilla - La Quintana Ricardo Larrota Caballero

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El programa convencional que la palabra biblioteca tiene asociado se ve desbordado. Cada uno de los proyectos incluye -además de consulta y préstamo de libros y acceso a internet-: ludoteca, auditorio, salón de exposiciones, talleres de formación y centros de emprendimiento zonal (CEDEZO). Este programa de apoyo al desarrollo económico, así como el Banco de las Oportunidades que otorga créditos blandos a las personas menos favorecidas de la sociedad, se enmarca en el programa Cultura E que promueve la constitución y desarrollo de empresas que apunten a la demanda del medio.

Con tan sólo 12 años de antigüedad el metro es uno de los mayores orgullos de los antioqueños. Medellín es la única ciudad colombiana que cuenta con este sistema de transporte.

Proveniente de fuera de las estructuras políticas tradicionales, Sergio Fajardo Valderrama, matemático de 49 años de familia aristocrática y de amplia trayectoria académica, en el 2004 se consagra alcalde de Medellín encabezando el Movimiento Compromiso Ciudadano. “Hicimos la política caminando la ciudad, repartiendo volantes de los principios básicos sobre los que construir una propuesta de ciudad. Establecimos una relación directa con el territorio.” Fue subdirector del periódico El Colombiano y columnista en diversos medios. Es miembro fundador de la Comisión Facilitadora de Paz de Antioquia. El lema de su mandato es “Medellín la más educada”.

Parque de los Deseos, Planetario

A manera de caricatura, Felipe Uribe de Bedout cuenta que para convencer al alcalde de que el edificio existente frente al planetario, con una altura de 3,50 metros libre entre losas, no podía ser un estacionamiento para 70 automóviles como le exigía Planeamiento, le preguntó: ¿si la NASA le regala un cohete espacial a la ciudad, dónde lo pondría? Confiando en la viabilidad de los aportes desde el ámbito privado, Felipe Uribe decide trabajar sobre encargos inexistentes, por lo cual parte importante de sus proyectos se centra en la gestión con los clientes. Con E.E.P.P.M. como interlocutor, la estrategia es concebir al espacio urbano como parte de los servicios públicos: un nuevo servicio que no estará indexado en las facturas a fin de mes, funcionando, además, como imagen de la empresa. El Parque de los Deseos cuenta con dispositivos que emulan los objetos celestes y una amplia variedad de equipamiento para la contemplación de los astros poblando la plataforma de piedra, de este modo, la actividad del planetario sale de la institución y se combina con la sala al aire libre. La nueva sala es materializada por el vacío, enmarcado por los dos edificios (el Planetario y el edificio Cultural), donde se proyectan partidos de fútbol y cine latinoamericano en pantalla gigante. En una ciudad donde las clases sociales difícilmente se mezclan este proyecto busca la convivencia ciudadana, rompiendo la compartimentación de los estratos socio económicos 1 a 6, una división que determina no sólo las tarifas de los servicios, el acceso a colegios y a universidades sino también, como estigma social, las áreas de apropiación dentro de la ciudad. Como los diez nuevos colegios de calidad, donados por E.E.P.P.M. a la ciudad por sus 50 años, los Parques Biblioteca están distribuidos en las comunas de menores ingresos, en las zonas altas que rodean el Va l l e de Aburra. Localizados en puntos geográficos de especial valor natural, servidos por sistemas de transporte de mediana o alta capacidad, proponen descentralizar la programación cultural, fortaleciendo los centros barriales y estimulando el reconocimiento de la ciudad y el encuentro entre sus habitantes.

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Biblioteca Parque Tomás Carrasquilla - La Quintana Ricardo Larrota Caballero

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Diseñado y desarrollado por E.D.U., el Parque Explora es un espacio para la divulgación de la ciencia y la tecnología de 25.000m2. Una plaza donde experimentar con fenómenos físicos al aire libre, un laboratorio interactivo de producción audiovisual, tres salas de experiencias interactivas y un acuario de tres niveles de altura donde se exhibirá la fauna y la flora del Amazonas, son las principales atracciones.

El Metroplus es una iniciativa conjunta del Municipio de Medellín, el Metro y tres municipios del valle de Aburra. Este sistema integral de transporte masivo sigue el modelo del Transmilenio de Bogotá.

Persona jurídica del orden municipal, con patrimonio propio y dotada de autonomía administrativa y financiera, en el 2002 nace la Empresa de Desarrollo Urbano (E.D.U.). Creada originalmente para agilizar la construcción del Parque San Antonio, hoy funciona como instrumento para la concreción del Plan de Desarrollo Municipal y articula el vínculo de los actores intervinientes.

Jardín Botánico

Planb fue fundado en el 2000 por los arquitectos Felipe Mesa y Alejandro Bernal. En sus Acuerdos Parciales plantean la arquitectura como una opción abierta, un acuerdo momentáneo. En el 2006, con Camilo Restrepo, presentaron la propuesta Tejido Ecosocial con motivo del concurso Plaza de la Libertad, en el área del centro administrativo.

Parque Explora E.D.U.

La intervención integral en Moravia, un asentamiento sobre el antiguo basurero municipal, y un conjunto de equipamiento público conforman en el Norte del Centro un espacio urbano integrado. La Universidad de Antioquia, el Parque de los Deseos, Parque Norte, Parque Explora y Jardín Botánico quedan insertos en la red de metro y futuro metroplus, y son vinculados al centro por la peatonalización de la calle Carabobo, anteriormente una de las arterias de mayor congestión de la ciudad. La arquitectura es una actividad /disculpa para transformar el mundo. Lo relevante no es qué dice la arquitectura, sino qué dice el mundo y qué es capaz de leer e introducir en esas realidades. (1) Buscando una unidad entre lo natural y lo artificial, el sistema modular de flor-árbol restituye su follaje al Jardín Botánico reemplazando la infraestructura industrial existente. El Orquideorama no sólo es la propuesta ganadora del concurso para el Jardín Botánico, sino que se convirtió en uno de los nuevos símbolos de Medellín, que desplazaron la clásica postal del Coltejer (edificio en forma de aguja, sede de una de las más grandes empresas textiles del país). Establecido como una de las locaciones preferidas para todo tipo de eventos, fue el escenario de la apertura de el encuentro “La transformación de Medellín. Urbanismo Social”, organizado para dar a conocer el modelo de intervención urbana implementado por la actual administración, realzando el papel de la arquitectura como instrumento en la transformación de la ciudad. Durante los tres días de conversatorios y conferencias abiertas al público realizadas en obras en las que intervino la E.D.U (Empresa de Desarrollo Urbano) también se expusieron los proyectos académicos de las 13 facultades de Arquitectura del país con propuestas sobre cuatro sectores estratégicos para el futuro de la ciudad. (1) Posibilidades y restricciones, Planb + Camilo Restrepo

154 / (Conversar) UR

Orquideorama Planb y JPRCR

Vinculado al metrocable, el P.U.I. (Proyectos Urbanos Integrales) nororiental es la materialización de la primera planificación integral de la E.D.U. donde se encara simultáneamente la transformación física (consolidación de las viviendas, creación de espacio público y provisión de equipamiento), la intervención social, la gestión institucional y la participación comunitaria. Los habitantes de la comuna desvelan los intersticios físicos, potenciales paseos urbanos, andenes, pequeños parques. Las propuestas iniciales fueron ampliadas y ajustadas a partir del reconocimiento del territorio, sus usos y costumbres. Diversos ámbitos, como los Talleres de Imaginarios, sirvieron para la traducción de estos usos espontáneos en proyectos como el Parque los Lavaderos que recuperará el uso comunal que desde siempre ha tenido la naciente natural de agua, y el Parque Villa Niza que proveerá de un espacio de atrio a una iglesia. UR (Conversar) / 155


Diseñado y desarrollado por E.D.U., el Parque Explora es un espacio para la divulgación de la ciencia y la tecnología de 25.000m2. Una plaza donde experimentar con fenómenos físicos al aire libre, un laboratorio interactivo de producción audiovisual, tres salas de experiencias interactivas y un acuario de tres niveles de altura donde se exhibirá la fauna y la flora del Amazonas, son las principales atracciones.

El Metroplus es una iniciativa conjunta del Municipio de Medellín, el Metro y tres municipios del valle de Aburra. Este sistema integral de transporte masivo sigue el modelo del Transmilenio de Bogotá.

Persona jurídica del orden municipal, con patrimonio propio y dotada de autonomía administrativa y financiera, en el 2002 nace la Empresa de Desarrollo Urbano (E.D.U.). Creada originalmente para agilizar la construcción del Parque San Antonio, hoy funciona como instrumento para la concreción del Plan de Desarrollo Municipal y articula el vínculo de los actores intervinientes.

Jardín Botánico

Planb fue fundado en el 2000 por los arquitectos Felipe Mesa y Alejandro Bernal. En sus Acuerdos Parciales plantean la arquitectura como una opción abierta, un acuerdo momentáneo. En el 2006, con Camilo Restrepo, presentaron la propuesta Tejido Ecosocial con motivo del concurso Plaza de la Libertad, en el área del centro administrativo.

Parque Explora E.D.U.

La intervención integral en Moravia, un asentamiento sobre el antiguo basurero municipal, y un conjunto de equipamiento público conforman en el Norte del Centro un espacio urbano integrado. La Universidad de Antioquia, el Parque de los Deseos, Parque Norte, Parque Explora y Jardín Botánico quedan insertos en la red de metro y futuro metroplus, y son vinculados al centro por la peatonalización de la calle Carabobo, anteriormente una de las arterias de mayor congestión de la ciudad. La arquitectura es una actividad /disculpa para transformar el mundo. Lo relevante no es qué dice la arquitectura, sino qué dice el mundo y qué es capaz de leer e introducir en esas realidades. (1) Buscando una unidad entre lo natural y lo artificial, el sistema modular de flor-árbol restituye su follaje al Jardín Botánico reemplazando la infraestructura industrial existente. El Orquideorama no sólo es la propuesta ganadora del concurso para el Jardín Botánico, sino que se convirtió en uno de los nuevos símbolos de Medellín, que desplazaron la clásica postal del Coltejer (edificio en forma de aguja, sede de una de las más grandes empresas textiles del país). Establecido como una de las locaciones preferidas para todo tipo de eventos, fue el escenario de la apertura de el encuentro “La transformación de Medellín. Urbanismo Social”, organizado para dar a conocer el modelo de intervención urbana implementado por la actual administración, realzando el papel de la arquitectura como instrumento en la transformación de la ciudad. Durante los tres días de conversatorios y conferencias abiertas al público realizadas en obras en las que intervino la E.D.U (Empresa de Desarrollo Urbano) también se expusieron los proyectos académicos de las 13 facultades de Arquitectura del país con propuestas sobre cuatro sectores estratégicos para el futuro de la ciudad. (1) Posibilidades y restricciones, Planb + Camilo Restrepo

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Orquideorama Planb y JPRCR

Vinculado al metrocable, el P.U.I. (Proyectos Urbanos Integrales) nororiental es la materialización de la primera planificación integral de la E.D.U. donde se encara simultáneamente la transformación física (consolidación de las viviendas, creación de espacio público y provisión de equipamiento), la intervención social, la gestión institucional y la participación comunitaria. Los habitantes de la comuna desvelan los intersticios físicos, potenciales paseos urbanos, andenes, pequeños parques. Las propuestas iniciales fueron ampliadas y ajustadas a partir del reconocimiento del territorio, sus usos y costumbres. Diversos ámbitos, como los Talleres de Imaginarios, sirvieron para la traducción de estos usos espontáneos en proyectos como el Parque los Lavaderos que recuperará el uso comunal que desde siempre ha tenido la naciente natural de agua, y el Parque Villa Niza que proveerá de un espacio de atrio a una iglesia. UR (Conversar) / 155


Como modelo de intervención para la concreción del Plan de Desarrollo, los Proyectos Urbanos Integrales (P.U.I.) tienen como objetivo el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos. Buscan integrar recursos de diferentes fuentes y transformar un territorio con problemáticas específicas a través del espacio público, la vivienda, la movilidad y los equipamientos.

El P.U.I. define acciones que promueven la construcción colectiva a partir de acciones individuales de mejora de viviendas, apropiación de los espacios, remoción de las rejas que encierran a gran parte de casas y comercios, proliferación de almacenes y locales de diversos rubros. La presente política urbana también plantea la búsqueda de un equilibrio entre el medio ambiente natural y el creado por el ser humano. Los puentes superan las barreras que materializan las quebradas. Antes violentamente enfrentadas, las comunidades de Andalucía y La Francia hoy se unen. En las microcuencas, recuperando el patrimonio bioambiental, se desarrollan los parques lineales, nuevos espacios públicos verdes, nuevamente, enmarcados en la tercera línea estratégica del Plan de Desarrollo; Medellín, espacio para el encuentro ciudadano.

Construido en uno de los sectores de menores recursos de la ciudad, el metrocable, sistema teleférico de transporte, es único en el mundo por su carácter masivo.

Puente Andalucía - La Francia E.D.U

Using devices reminiscent of celestial bodies and the equipment to observe the stars found on the stone platform, the Planetarium’s activity moves beyond the institution to include an outdoor room. This “room” consists of the empty space delineated by the walls of the two buildings, where soccer games and Latin American films are projected. In a city where social classes rarely mix, this project attempts to foster the coexistence of citizens and to rupture the compartmentalization of socio-economic sectors 1 to 6, a division that not only determines public utility rates and access to schools but also, the areas appropriated within the city itself.

lation to the territory as a means to confront the problems of social inequality and violence. Starting with the neediest areas, the recovery and construction of the public space is bond up in a network of infrastructure and housing, as well as new transport systems. In 1998, the Laboratorio de Urbanismo (Laboratory of Urbanism - L.A.U.R.) at the Universidad Pontificia Bolivariana was commissioned by the general manager of E.E.P.P.M. (Medellín Utility Companies) to furnish and “beautify” a parking lot for 450 cars located across from the E.E.P.P.M.’s building. Located at the geographic center of the city, the space was in a state of decline. As part of L.A.U.R., Felipe Uribe de Bedout, Ana Elvira Vélez and Giovanna Spera made a counterproposal: a public park that would include a cultural building that favored coexistence. Parque de los Pies Descalzos (Barefoot Park) soon became a part of daily life. Felipe Uribe de Bedout did the same thing with Parque de los Deseos (Wish Park). Commissioned to render the old Planetarium functional once again, he proposed creating a theme park and a cultural building in the rest of the block.

vice-editor of El Colombiano and a columnist for many different

Created in 1955, Empresas Públicas de Medellín (E.E.P.P.M.-

Antioquia, he has participated in peace processes. His slogan is

A forty-nine-year-old mathematician, in 2004 Sergio Fajardo Valderrama, the leader of the Movimiento Compromiso Ciudadano party, became the mayor of Medellin. Born to an aristocratic family, his origins lie outside the traditional political structures. He is close to the private sector and the academic world and NGO-type organizations, and has had a long career in academia. “Our way of engaging in politics consisted of walking through the city and handing out fliers explaining the basic principles on which to build a proposal for the city. We built a direct relationship with the city’s terrain.” He was the media. As a founding member of the Comisión Facilitadora de Paz de

Medellin Utility Companies) is the property of the City of Medellín; it

“Medellín, the most well-educated.”

provides the city with water, energy and gas. At present, it is the largest utilities company in the country. Although it is organized like

A combined initiative of the City of Medellín, its subway sys-

an autonomous company, the mayor is the president of the board of

tem and the cities in the Aburra Valley, Metroplus is an integral

directors, and the one who designates its eight members.

mass transit system modeled after Bogotá’s Transmilenio system.

In the year 2000, Fundación E.E.P.P.M., an instrument for Parque La Candelaria y CEDEZO. E.D.U.

Parque de los Niños, reutilización de elementos existentes. E.D.U.

Parque Villa del Socorro, teléfono público gratuito. E.D.U.

THE REHABILITATION OF MEDELLÍN In the ‘80s, Medellín was Monaco, Dallas and Naples (eloquent names for Pablo Escobar’s strongholds). Today, though, the city is attempting to displace its association with drug trafficking and identify, instead, with parks, libraries and schools. Natalia Muñoa takes us on a journey that explains how this urban landscape is being conformed in a new case of struggle for the control of territory. NOTES ON THREE VISITS TO MEDELLÍN Natalia Muñoa The violence and drug trafficking experienced in Colombia, and particularly Medellín, in the eighties and part of the nineties led to the denaturalization of encounters and cultural and political interaction. With the appearance of hired assassins and the systematic destruction of the constructed environment, the pri156 / (Conversar) UR

vate sphere became the only safe place. The 80s were characterized by the proliferation of architecture constructed by Mafiosos and traffickers and malls, a “protected” public space for part of the population. The capital of Antioquia is attempting to displace Pablo Escobar as the main player in its history. During the 90s, some projects for renovating the downtown area came into being. At the dawn of the 21st century, there is a need for physical action in re-

social action, came into being. Ninety percent of its capital comes from E.E.P.P.M., and 10% from private universities. Just twelve years old, the train system is a great source of pride among citizens. Medellín is the only city in Colombia with a train system.

In jest, Felipe Uribe de Bedout tells how to convince the mayor that the building in front of the Planetarium with 3.50 open meters between slabs would not serve as the seventy-car parking garage that the Planning Department required, he asked him, “If NASA gave you a rocket, where would you put it?” Sure of the viability of private contributions and determined to work on non-existent requests, a great many of Uribe’s projects are focused on managing along with clients. In dialogue with the E.E.P.P.M., the strategy consists of conceiving the urban space as a utility -one that you are not charged for at the end of the month- as well as a means of promoting the company’s image.

Like the ten new quality schools which the E.E.P.P.M. donated to the city on the occasion of its 50th birthday, Parques Biblioteca (Library Parks) are distributed in the poorest towns, in the highlands surrounding the Aburra Valley. Located in sites of great natural beauty and serviced by medium- or high-capacity transport systems, these parks set out to decentralize the cultural program by strengthening neighborhood cultural centers and encouraging the city to recognize them. It also fosters encounter between the city’s inhabitants. The actions conventionally associated with the word library do not cover this program. In addition to lending and reference libraries and internet access, each Library Park has a toy library, an auditorium, an exhibition space, training workshops and a CEDEZO (centers for local enterprise). Like the Opportunity Bank -a support system for economic development that extends soft loans to unprivileged persons- the CEDEZOs are part of the Cultura E program that supports the founding and development of companies geared towards the local market. UR (Conversar) / 157


Como modelo de intervención para la concreción del Plan de Desarrollo, los Proyectos Urbanos Integrales (P.U.I.) tienen como objetivo el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos. Buscan integrar recursos de diferentes fuentes y transformar un territorio con problemáticas específicas a través del espacio público, la vivienda, la movilidad y los equipamientos.

El P.U.I. define acciones que promueven la construcción colectiva a partir de acciones individuales de mejora de viviendas, apropiación de los espacios, remoción de las rejas que encierran a gran parte de casas y comercios, proliferación de almacenes y locales de diversos rubros. La presente política urbana también plantea la búsqueda de un equilibrio entre el medio ambiente natural y el creado por el ser humano. Los puentes superan las barreras que materializan las quebradas. Antes violentamente enfrentadas, las comunidades de Andalucía y La Francia hoy se unen. En las microcuencas, recuperando el patrimonio bioambiental, se desarrollan los parques lineales, nuevos espacios públicos verdes, nuevamente, enmarcados en la tercera línea estratégica del Plan de Desarrollo; Medellín, espacio para el encuentro ciudadano.

Construido en uno de los sectores de menores recursos de la ciudad, el metrocable, sistema teleférico de transporte, es único en el mundo por su carácter masivo.

Puente Andalucía - La Francia E.D.U

Using devices reminiscent of celestial bodies and the equipment to observe the stars found on the stone platform, the Planetarium’s activity moves beyond the institution to include an outdoor room. This “room” consists of the empty space delineated by the walls of the two buildings, where soccer games and Latin American films are projected. In a city where social classes rarely mix, this project attempts to foster the coexistence of citizens and to rupture the compartmentalization of socio-economic sectors 1 to 6, a division that not only determines public utility rates and access to schools but also, the areas appropriated within the city itself.

lation to the territory as a means to confront the problems of social inequality and violence. Starting with the neediest areas, the recovery and construction of the public space is bond up in a network of infrastructure and housing, as well as new transport systems. In 1998, the Laboratorio de Urbanismo (Laboratory of Urbanism - L.A.U.R.) at the Universidad Pontificia Bolivariana was commissioned by the general manager of E.E.P.P.M. (Medellín Utility Companies) to furnish and “beautify” a parking lot for 450 cars located across from the E.E.P.P.M.’s building. Located at the geographic center of the city, the space was in a state of decline. As part of L.A.U.R., Felipe Uribe de Bedout, Ana Elvira Vélez and Giovanna Spera made a counterproposal: a public park that would include a cultural building that favored coexistence. Parque de los Pies Descalzos (Barefoot Park) soon became a part of daily life. Felipe Uribe de Bedout did the same thing with Parque de los Deseos (Wish Park). Commissioned to render the old Planetarium functional once again, he proposed creating a theme park and a cultural building in the rest of the block.

vice-editor of El Colombiano and a columnist for many different

Created in 1955, Empresas Públicas de Medellín (E.E.P.P.M.-

Antioquia, he has participated in peace processes. His slogan is

A forty-nine-year-old mathematician, in 2004 Sergio Fajardo Valderrama, the leader of the Movimiento Compromiso Ciudadano party, became the mayor of Medellin. Born to an aristocratic family, his origins lie outside the traditional political structures. He is close to the private sector and the academic world and NGO-type organizations, and has had a long career in academia. “Our way of engaging in politics consisted of walking through the city and handing out fliers explaining the basic principles on which to build a proposal for the city. We built a direct relationship with the city’s terrain.” He was the media. As a founding member of the Comisión Facilitadora de Paz de

Medellin Utility Companies) is the property of the City of Medellín; it

“Medellín, the most well-educated.”

provides the city with water, energy and gas. At present, it is the largest utilities company in the country. Although it is organized like

A combined initiative of the City of Medellín, its subway sys-

an autonomous company, the mayor is the president of the board of

tem and the cities in the Aburra Valley, Metroplus is an integral

directors, and the one who designates its eight members.

mass transit system modeled after Bogotá’s Transmilenio system.

In the year 2000, Fundación E.E.P.P.M., an instrument for Parque La Candelaria y CEDEZO. E.D.U.

Parque de los Niños, reutilización de elementos existentes. E.D.U.

Parque Villa del Socorro, teléfono público gratuito. E.D.U.

THE REHABILITATION OF MEDELLÍN In the ‘80s, Medellín was Monaco, Dallas and Naples (eloquent names for Pablo Escobar’s strongholds). Today, though, the city is attempting to displace its association with drug trafficking and identify, instead, with parks, libraries and schools. Natalia Muñoa takes us on a journey that explains how this urban landscape is being conformed in a new case of struggle for the control of territory. NOTES ON THREE VISITS TO MEDELLÍN Natalia Muñoa The violence and drug trafficking experienced in Colombia, and particularly Medellín, in the eighties and part of the nineties led to the denaturalization of encounters and cultural and political interaction. With the appearance of hired assassins and the systematic destruction of the constructed environment, the pri156 / (Conversar) UR

vate sphere became the only safe place. The 80s were characterized by the proliferation of architecture constructed by Mafiosos and traffickers and malls, a “protected” public space for part of the population. The capital of Antioquia is attempting to displace Pablo Escobar as the main player in its history. During the 90s, some projects for renovating the downtown area came into being. At the dawn of the 21st century, there is a need for physical action in re-

social action, came into being. Ninety percent of its capital comes from E.E.P.P.M., and 10% from private universities. Just twelve years old, the train system is a great source of pride among citizens. Medellín is the only city in Colombia with a train system.

In jest, Felipe Uribe de Bedout tells how to convince the mayor that the building in front of the Planetarium with 3.50 open meters between slabs would not serve as the seventy-car parking garage that the Planning Department required, he asked him, “If NASA gave you a rocket, where would you put it?” Sure of the viability of private contributions and determined to work on non-existent requests, a great many of Uribe’s projects are focused on managing along with clients. In dialogue with the E.E.P.P.M., the strategy consists of conceiving the urban space as a utility -one that you are not charged for at the end of the month- as well as a means of promoting the company’s image.

Like the ten new quality schools which the E.E.P.P.M. donated to the city on the occasion of its 50th birthday, Parques Biblioteca (Library Parks) are distributed in the poorest towns, in the highlands surrounding the Aburra Valley. Located in sites of great natural beauty and serviced by medium- or high-capacity transport systems, these parks set out to decentralize the cultural program by strengthening neighborhood cultural centers and encouraging the city to recognize them. It also fosters encounter between the city’s inhabitants. The actions conventionally associated with the word library do not cover this program. In addition to lending and reference libraries and internet access, each Library Park has a toy library, an auditorium, an exhibition space, training workshops and a CEDEZO (centers for local enterprise). Like the Opportunity Bank -a support system for economic development that extends soft loans to unprivileged persons- the CEDEZOs are part of the Cultura E program that supports the founding and development of companies geared towards the local market. UR (Conversar) / 157


In the northern part of the downtown area, the intervention in Moravia -a settlement on the former city dump- and a group of public installations make up an integrated urban space. The Universidad de Antioquia, Parque de los Deseos, Parque Norte (North Park), Parque Explora (Exploration Park) and The Botanical Garden are within the subway system and the planned metroplus system); they are also connected to the downtown area by Carabobo, a once terribly congested street that has been made into a walking street. Designed and developed by the E.D.U., Parque Explora (Exploration Park) is a 25,000-square-meter space for information about science and technology. It is a city park in which to experiment with physical phenomena in an outdoor setting, as well as in an interactive audiovisual laboratory. It also contains three rooms for interactive experiences and a threestorey aquarium in which wildlife from the Amazon is to be displayed. There are those who claim that it will be a white elephant. Founded in 2002, Empresa de Desarrollo Urbano (E.D.U.- Urban Development Department) is a municipally-mandated corporation; it has its own funding, as well as administrative and financial autonomy. Originally created to facilitate the construction of Parque San Antonio (San Antonio Park), it is now an instrument to carry out the City’s Development Plan and bring together the relevant players.

Architecture and its activity is an excuse to change the world. What matters is not what architecture says, but what the world says and is capable of reading and inserting on architecture’s realities. (1) In an attempt to unite the natural and the artificial, the flower-tree modular system restores the foliage by replacing the existing industrial structure. The Orquideorama is not only the winning entry to the contest organized by The Botanical Garden; it has also displaced Coltejer, the needle-shaped building that houses one of the largest textile companies in the country, as a new symbol of Medellín. One of the preferred locations for all sorts of events, the Orquideorama was the setting for the opening of the La transformación de Medellín. Urbanismo Social encounter, organized to communicate the urban intervention model enacted by the current government in which architecture is deemed an instrument for the transformation of the city. During the Encounter’s three days of conversations and conferences that were open to the public and held at various locations on which the E.D.U. had intervened, academic projects put together by the thirteen architecture schools in Columbia for four strategic points for the city’s future were also exhibited.

Originally just two partners, Planb was founded in 2000 by the architects Felipe Mesa and Alejan dro Bernal. Its foundpassing accor d. With Camilo Restrepo, in 2006 they submitted the eco-social net work proposal on the occasio n of the Plaza de la Libertad (Freedom Square) contest, in the city’s administra-

Fuentes: Wikipedia y Radio Caracol

tive center.

Associated with Metrocable, P.U.I. Nororiental (the Northeastern zone) is the E.D.U.’s first integral planning effort that confronts simultaneously physical transformation (improved housing, the creation of public space and infrastructure)) and social intervention, institutional administration and community participation. The inhabitants of the communities show the interstices that could be places for urban recreation, walkways, small parks, etc. These initial proposals are broadened and adjusted on the basis of its uses and customs. An array of activities such as “imagination workshops” serve to transform these territories and gear them to specific ends: the Parque los Lavaderos (Washers’ Park), for example, recovers the communal use that this natural water source has always had, and Parque Villa Niza (Niza Valley Park) provides a space for a church’s atrium. This process unleashes collective construction, as well as individual processes that lie beyond the scope of the public intervention such as home improvement, the appropriation of spaces, the removal of the bars that enclose many houses and shops, new grocery stores and other types of businesses. The current urban policy also seeks to balance natural and constructed environments. The bridges go over the obstacles formed by the ravines. Once violently opposed, the communities of Andalucía and France are now joined together. Restoring bioenvironmental resources in the microbasins allows for parks next to ravines new public green spaces in the framework of the third strategic line of the Medellin Development Plan. They also provide a space for encounters between citizens. As a model for enacting the Development Plan, the aim of Proyectos Urbanos Integrales (P.U.I. –Integral Urban Projects) is to improve the citizens’ quality of life. It attempts to bring together resources of different origins in order to effect the transformation of a territory with specific problems by means of public space, housing, mobility and infrastructure. Built in one of the city’s poorest areas, the Metrocable is a mass cable railway system. It is the only one of its kind in the world.

(1) Posibilidades y restricciones (Possibilities and Restrictions), Planb + Camilo Restrepo

158 / (Conversar) UR

Las residencias de Pablo Escobar

ing statement formulates architecture as an open option, a

La hacienda Nápoles

Mónaco

Dallas

Pablo Escobar fue dueño de una de las haciendas más extensas de Colombia, llamada Nápoles. En el portal de entrada tenía la avioneta en la que coronó el primer embarque de cocaína hacia los Estados Unidos. En esta hacienda reunió más de 200 especies de animales exóticos, como jirafas, elefantes, cebras y avestruces. Actualmente, algunos animales, como los grandes hipopótamos, se han reproducido y deambulan por la zona. En el edificio Mónaco Pablo Escobar se alojaba frecuentemente con su familia, y allí sufrió un potente atentado con el primer coche-bomba que estalló en Medellín. Hoy carece de lujos y ostentación, y se ha convertido en las oficinas de la Fiscalía Seccional Antioquia. Ubicado en la Milla de Oro, donde están las más lujosas propiedades del sur de la ciudad, el edificio Dallas también sufrió un atentado y hoy está deteriorado, sin servicios públicos y ocupado por una familia de desplazados. Fue dinamitado en 1993 por el recordado grupo “Los Pepes”, (Perseguidos Por Pablo Escobar) agrupación creada por Carlos Castaño para combatir al capo de Envigado y al Cartel de Medellín.

PABLO ESCOBAR’S RESIDENCES Sources: Wikipedia and Radio Caracol Pablo Escobar was the owner of one of the largest ranches in Colombia, which he called Naples. At the entry gate was the small airplane in which he carried his first shipment of cocaine to the United States. At the ranch, he gathered more than two hundred species of exotic animals, like giraffes, elephants, zebras and ostriches. Some of the animals, like the large hippopotamus, have reproduced and wander through the area. Pablo Escobar and his family often stayed in the Monaco building, and it was there that he suffered a powerful attack when the first car-bomb exploded in Medellín. Now that building is devoid of luxury and ostentation; it currently houses the Antioquia District Attorney’s office. Located in Milla de Oro, where the most luxurious properties in the south of the city are found, the Dallas building also suffered an attack. Today it is a state of ruin; it lacks utilities and is occupied by a family of displaced persons. It was exploded in the year 1993 by “Los Pepes”, (Persecuted by Pablo Escobar), a group created by Carlos Castaño to fight the head of the Envigado and the Medellín Cartel. UR (Conversar) / 159


In the northern part of the downtown area, the intervention in Moravia -a settlement on the former city dump- and a group of public installations make up an integrated urban space. The Universidad de Antioquia, Parque de los Deseos, Parque Norte (North Park), Parque Explora (Exploration Park) and The Botanical Garden are within the subway system and the planned metroplus system); they are also connected to the downtown area by Carabobo, a once terribly congested street that has been made into a walking street. Designed and developed by the E.D.U., Parque Explora (Exploration Park) is a 25,000-square-meter space for information about science and technology. It is a city park in which to experiment with physical phenomena in an outdoor setting, as well as in an interactive audiovisual laboratory. It also contains three rooms for interactive experiences and a threestorey aquarium in which wildlife from the Amazon is to be displayed. There are those who claim that it will be a white elephant. Founded in 2002, Empresa de Desarrollo Urbano (E.D.U.- Urban Development Department) is a municipally-mandated corporation; it has its own funding, as well as administrative and financial autonomy. Originally created to facilitate the construction of Parque San Antonio (San Antonio Park), it is now an instrument to carry out the City’s Development Plan and bring together the relevant players.

Architecture and its activity is an excuse to change the world. What matters is not what architecture says, but what the world says and is capable of reading and inserting on architecture’s realities. (1) In an attempt to unite the natural and the artificial, the flower-tree modular system restores the foliage by replacing the existing industrial structure. The Orquideorama is not only the winning entry to the contest organized by The Botanical Garden; it has also displaced Coltejer, the needle-shaped building that houses one of the largest textile companies in the country, as a new symbol of Medellín. One of the preferred locations for all sorts of events, the Orquideorama was the setting for the opening of the La transformación de Medellín. Urbanismo Social encounter, organized to communicate the urban intervention model enacted by the current government in which architecture is deemed an instrument for the transformation of the city. During the Encounter’s three days of conversations and conferences that were open to the public and held at various locations on which the E.D.U. had intervened, academic projects put together by the thirteen architecture schools in Columbia for four strategic points for the city’s future were also exhibited.

Originally just two partners, Planb was founded in 2000 by the architects Felipe Mesa and Alejan dro Bernal. Its foundpassing accor d. With Camilo Restrepo, in 2006 they submitted the eco-social net work proposal on the occasio n of the Plaza de la Libertad (Freedom Square) contest, in the city’s administra-

Fuentes: Wikipedia y Radio Caracol

tive center.

Associated with Metrocable, P.U.I. Nororiental (the Northeastern zone) is the E.D.U.’s first integral planning effort that confronts simultaneously physical transformation (improved housing, the creation of public space and infrastructure)) and social intervention, institutional administration and community participation. The inhabitants of the communities show the interstices that could be places for urban recreation, walkways, small parks, etc. These initial proposals are broadened and adjusted on the basis of its uses and customs. An array of activities such as “imagination workshops” serve to transform these territories and gear them to specific ends: the Parque los Lavaderos (Washers’ Park), for example, recovers the communal use that this natural water source has always had, and Parque Villa Niza (Niza Valley Park) provides a space for a church’s atrium. This process unleashes collective construction, as well as individual processes that lie beyond the scope of the public intervention such as home improvement, the appropriation of spaces, the removal of the bars that enclose many houses and shops, new grocery stores and other types of businesses. The current urban policy also seeks to balance natural and constructed environments. The bridges go over the obstacles formed by the ravines. Once violently opposed, the communities of Andalucía and France are now joined together. Restoring bioenvironmental resources in the microbasins allows for parks next to ravines new public green spaces in the framework of the third strategic line of the Medellin Development Plan. They also provide a space for encounters between citizens. As a model for enacting the Development Plan, the aim of Proyectos Urbanos Integrales (P.U.I. –Integral Urban Projects) is to improve the citizens’ quality of life. It attempts to bring together resources of different origins in order to effect the transformation of a territory with specific problems by means of public space, housing, mobility and infrastructure. Built in one of the city’s poorest areas, the Metrocable is a mass cable railway system. It is the only one of its kind in the world.

(1) Posibilidades y restricciones (Possibilities and Restrictions), Planb + Camilo Restrepo

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Las residencias de Pablo Escobar

ing statement formulates architecture as an open option, a

La hacienda Nápoles

Mónaco

Dallas

Pablo Escobar fue dueño de una de las haciendas más extensas de Colombia, llamada Nápoles. En el portal de entrada tenía la avioneta en la que coronó el primer embarque de cocaína hacia los Estados Unidos. En esta hacienda reunió más de 200 especies de animales exóticos, como jirafas, elefantes, cebras y avestruces. Actualmente, algunos animales, como los grandes hipopótamos, se han reproducido y deambulan por la zona. En el edificio Mónaco Pablo Escobar se alojaba frecuentemente con su familia, y allí sufrió un potente atentado con el primer coche-bomba que estalló en Medellín. Hoy carece de lujos y ostentación, y se ha convertido en las oficinas de la Fiscalía Seccional Antioquia. Ubicado en la Milla de Oro, donde están las más lujosas propiedades del sur de la ciudad, el edificio Dallas también sufrió un atentado y hoy está deteriorado, sin servicios públicos y ocupado por una familia de desplazados. Fue dinamitado en 1993 por el recordado grupo “Los Pepes”, (Perseguidos Por Pablo Escobar) agrupación creada por Carlos Castaño para combatir al capo de Envigado y al Cartel de Medellín.

PABLO ESCOBAR’S RESIDENCES Sources: Wikipedia and Radio Caracol Pablo Escobar was the owner of one of the largest ranches in Colombia, which he called Naples. At the entry gate was the small airplane in which he carried his first shipment of cocaine to the United States. At the ranch, he gathered more than two hundred species of exotic animals, like giraffes, elephants, zebras and ostriches. Some of the animals, like the large hippopotamus, have reproduced and wander through the area. Pablo Escobar and his family often stayed in the Monaco building, and it was there that he suffered a powerful attack when the first car-bomb exploded in Medellín. Now that building is devoid of luxury and ostentation; it currently houses the Antioquia District Attorney’s office. Located in Milla de Oro, where the most luxurious properties in the south of the city are found, the Dallas building also suffered an attack. Today it is a state of ruin; it lacks utilities and is occupied by a family of displaced persons. It was exploded in the year 1993 by “Los Pepes”, (Persecuted by Pablo Escobar), a group created by Carlos Castaño to fight the head of the Envigado and the Medellín Cartel. UR (Conversar) / 159


PIONEROS DE LA DEMOCRACIA EN HONG KONG Mauricio Corbalán En una ciudad que aún no puede gobernarse a sí misma, negociaciones y conversaciones a puertas cerradas parecen guiar su destino; pero es en el espacio público donde se hacen visibles las tensiones y las especulaciones sobre el futuro de la ciudad. Entre la imposibilidad de elegir sus propias autoridades, la velocidad del desarrollo urbano y una altísima especulación inmobiliaria han surgido diferentes grupos de activistas. Estos “pioneros” intentan avanzar con diferentes métodos hacia un proceso de democratización de la ciudad.

Happy Valley, Hong Kong. El valle feliz de los deportes de azar: fútbol, carreras de caballos, especulación inmobiliaria. Happy Valley, Hong Kong. The playing field for games of chance: soccer, horseracing, real estate speculation.

160 / (Conversar) UR

Uno de los rasgos más bizarros de cualquier sociedad industrial avanzada de nuestro tiempo es que las elecciones cardinales tienen que ser hechas por un puñado de hombres: en secre to: y al menos de forma legal, por hombres que no pueden tener un conocimiento de primera mano de qué dependen aquellas elecciones o qué resultados podrían tener. C.P. Snow, Science and government, Harvard University Press, 1960. El día posterior a que se cumplieran exactamente diez años del traspaso por parte del Reino Unido de la ex colonia de Hong Kong a China, el diario en inglés South China Morning Post publicaba en su primera plana, y a modo de primicia, la noticia de unas “conversaciones secretas” que hombres de negocios de Hong Kong habrían mantenido con las autoridades de Beijing a pocos días de ocurrida la masacre de Tiananmen en 1989. Estas conversaciones, decía el periódico, fueron celebradas entre un puñado de “hombres de negocios” de Hong Kong y las autoridades del comité central del Partido Comunista de China. El grupo de magnates habría ofrecido 10.000 millones de dólares por diez años de autonomía para el enclave. Según el diario, la existencia de esos contactos habría sido revelada por una fuente hasta ese momento secreta del gobierno de Beijing. Si estas negociaciones efectivamente existieron o no, a juzgar por la cara de los lectores que hojeaban el diario mientras esperaban en el lobby del hotel, ya no parecería ser muy importante. El número 10.000 en la tradición china es sinónimo de infinito. Así que bien podría ser tomado como un rasgo dramático para ejemplificar una negociación desesperada, o ser un indicador de la deflación simbólica del evento luego de que los temores por el traspaso de soberanía del territorio se disiparon. En todo caso, la noticia sería indicativa de los procesos de imaginación política que la opinión pública de la ciudad produce o una “filtración” de una infidencia demorada entre burócratas ya retirados del poder efectivo. Pero el hecho de que estas conversaciones secretas hayan tomado estado público bajo el estilo sensacionalista de una “desclasificación de archivos secretos” parecería ser solidario, sin embargo, con el clima que los festejos por el traspaso de la soberanía buscaron instalar en la ciudad: el peligro ya pasó. Una lectura paranoica diría que esta noticia no hace sino expresar las angustias colectivas que los habitantes de HK siguen teniendo sobre los posibles destinos políticos de su ciudad. Una ciudad sometida a su propio destino porque todavía no puede gobernarse a sí misma. La historia de Hong Kong puede ser vista como un proceso continuo e ininterrumpido de reuniones, negociaciones secretas y conversaciones a puertas cerradas entre los diversos representantes de los poderes soberanos que tomaron a este enclave como objeto de disputa. Estas conversaciones alcanzaron su expresión bajo la forma de tratados y declaraciones conjuntas que, o bien anunciaban plazos que se cernían amenazadores en el tiempo, o estipulaban retrasos estratégicamente introducidos para postergar demandas específicas. Así se llegó a la constitución del enclave en colonia, así se produjeron las sucesivas cesiones y devoluciones de territorios, y así se está aplazando el proceso de democratización de la ciudad. El fundamento mismo de la existencia del enclave fue un tratado entre un imperio y una potencia colonial para poner fin a un enfrentamiento. La ciudad ocupa ese espacio que separa un tratado comercial de una guerra. Entonces, una genealogía de esta ciudad implica analizar la trama de sus litigios y de su catastro, de sus catástrofes. La relación práctica y simbólica entre la administración de las disputas y las posibilidades latentes de desastre. Un despliegue de aquella noticia en este contexto de análisis demostraría, por un lado, la funcionalidad política que para los residentes de HK tendría imaginarse situaciones catastróUR (Conversar) / 161


PIONEROS DE LA DEMOCRACIA EN HONG KONG Mauricio Corbalán En una ciudad que aún no puede gobernarse a sí misma, negociaciones y conversaciones a puertas cerradas parecen guiar su destino; pero es en el espacio público donde se hacen visibles las tensiones y las especulaciones sobre el futuro de la ciudad. Entre la imposibilidad de elegir sus propias autoridades, la velocidad del desarrollo urbano y una altísima especulación inmobiliaria han surgido diferentes grupos de activistas. Estos “pioneros” intentan avanzar con diferentes métodos hacia un proceso de democratización de la ciudad.

Happy Valley, Hong Kong. El valle feliz de los deportes de azar: fútbol, carreras de caballos, especulación inmobiliaria. Happy Valley, Hong Kong. The playing field for games of chance: soccer, horseracing, real estate speculation.

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Uno de los rasgos más bizarros de cualquier sociedad industrial avanzada de nuestro tiempo es que las elecciones cardinales tienen que ser hechas por un puñado de hombres: en secre to: y al menos de forma legal, por hombres que no pueden tener un conocimiento de primera mano de qué dependen aquellas elecciones o qué resultados podrían tener. C.P. Snow, Science and government, Harvard University Press, 1960. El día posterior a que se cumplieran exactamente diez años del traspaso por parte del Reino Unido de la ex colonia de Hong Kong a China, el diario en inglés South China Morning Post publicaba en su primera plana, y a modo de primicia, la noticia de unas “conversaciones secretas” que hombres de negocios de Hong Kong habrían mantenido con las autoridades de Beijing a pocos días de ocurrida la masacre de Tiananmen en 1989. Estas conversaciones, decía el periódico, fueron celebradas entre un puñado de “hombres de negocios” de Hong Kong y las autoridades del comité central del Partido Comunista de China. El grupo de magnates habría ofrecido 10.000 millones de dólares por diez años de autonomía para el enclave. Según el diario, la existencia de esos contactos habría sido revelada por una fuente hasta ese momento secreta del gobierno de Beijing. Si estas negociaciones efectivamente existieron o no, a juzgar por la cara de los lectores que hojeaban el diario mientras esperaban en el lobby del hotel, ya no parecería ser muy importante. El número 10.000 en la tradición china es sinónimo de infinito. Así que bien podría ser tomado como un rasgo dramático para ejemplificar una negociación desesperada, o ser un indicador de la deflación simbólica del evento luego de que los temores por el traspaso de soberanía del territorio se disiparon. En todo caso, la noticia sería indicativa de los procesos de imaginación política que la opinión pública de la ciudad produce o una “filtración” de una infidencia demorada entre burócratas ya retirados del poder efectivo. Pero el hecho de que estas conversaciones secretas hayan tomado estado público bajo el estilo sensacionalista de una “desclasificación de archivos secretos” parecería ser solidario, sin embargo, con el clima que los festejos por el traspaso de la soberanía buscaron instalar en la ciudad: el peligro ya pasó. Una lectura paranoica diría que esta noticia no hace sino expresar las angustias colectivas que los habitantes de HK siguen teniendo sobre los posibles destinos políticos de su ciudad. Una ciudad sometida a su propio destino porque todavía no puede gobernarse a sí misma. La historia de Hong Kong puede ser vista como un proceso continuo e ininterrumpido de reuniones, negociaciones secretas y conversaciones a puertas cerradas entre los diversos representantes de los poderes soberanos que tomaron a este enclave como objeto de disputa. Estas conversaciones alcanzaron su expresión bajo la forma de tratados y declaraciones conjuntas que, o bien anunciaban plazos que se cernían amenazadores en el tiempo, o estipulaban retrasos estratégicamente introducidos para postergar demandas específicas. Así se llegó a la constitución del enclave en colonia, así se produjeron las sucesivas cesiones y devoluciones de territorios, y así se está aplazando el proceso de democratización de la ciudad. El fundamento mismo de la existencia del enclave fue un tratado entre un imperio y una potencia colonial para poner fin a un enfrentamiento. La ciudad ocupa ese espacio que separa un tratado comercial de una guerra. Entonces, una genealogía de esta ciudad implica analizar la trama de sus litigios y de su catastro, de sus catástrofes. La relación práctica y simbólica entre la administración de las disputas y las posibilidades latentes de desastre. Un despliegue de aquella noticia en este contexto de análisis demostraría, por un lado, la funcionalidad política que para los residentes de HK tendría imaginarse situaciones catastróUR (Conversar) / 161


Los años dorados de la ciudad están por llegar. The city’s golden years are yet to come.

La oficina de administración especulativa. The Office for the Administration of Speculation.

ficas, combinado con una sensación de frustración ante el hecho de que sólo altos oficiales y magnates deciden a puertas cerradas y con agendas secretas el destino de la ciudad. En 1983, un tifón asoló la ciudad causando grandes daños. Al día siguiente del paso del huracán, el dólar de Hong Kong se derrumbó y el secretario de finanzas de la ciudad asoció públicamente la incertidumbre política y económica a la inestabilidad meteorológica. En 1997, el año del traumático traspaso de la administración colonial a China coincidió con los primeros seis casos mortales de gripe aviar registrados en el área de Kowloon, y se temió que una pandemia asolaría a todo el sudeste asiático en cuestión de días. Por si fuera poco, al final de ese fatídico año, HK sufrió el contagio de la crisis financiera que comenzó en Tailandia y arrastró a toda Asia a una profunda recesión económica. Este registro de lo catastrófico está presente en la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad. El gusto por las situaciones de riesgo y los movimientos de la fortuna se pone de manifiesto en el seguimiento apasionado de cualquier cosa que fluctúe y pueda ser sometida a especulaciones, cálculo de probabilidades y análisis de riesgo, día a día. Pueden ser los índices de la Bolsa de valores, los flujos del crédito internacional o las apuestas de las carreras de caballos del hipódromo local. No hay que tener acciones para participar del deporte especulativo de la Bolsa, se puede seguir por televisión a toda hora y proporciona agradables entrenamientos estadísticos para toda la familia. Pero esta especulación constante parecería ser el caldo de cultivo de unos hábitos intelectuales que hoy son considerados patrimonio del “entrepreneur”: pensar alternativas, apreciar los riesgos y apostar. Hay aquí una extraña relación entre el gusto por la catástrofe inminente y las delicias del pensamiento contrafactual. Ya no importa la veracidad de la noticia, sino el ejercicio político que provoca. ¿Qué hubiera pasado si aquellas negociaciones hubieran prosperado? ¿Y si se hubiera intentado lo que en ese momento parecía altamente improbable y hoy ya no? En los días posteriores a la sangrienta resolución de la crisis de Tiananmen, muchos de aquellos hombres de negocios de Hong Kong que deben haberse puesto nerviosos, echaron mano a todo tipo de ideas en un intento desesperado por conseguir un poco más de tiempo ante la catástrofe inevitable; la invasión. La escena pudo haber sido así: un grupo de hombres 162 / (Conversar) UR

de traje ofrece dinero sobre la mesa de negociaciones. Frente a ellos, el gesto impasible de burócratas confiados en el determinismo materialista y munidos de paciencia… china. Mientras se apuraban esos brainstormings secretos, los residentes comenzaron con sus apuestas. Los más optimistas proyectaban un escenario donde la ciudad sufriría una nueva crisis de refugiados como al final de la guerra civil de 1949. Se imaginaron que cientos de miles de exiliados políticos llegarían de China continental y colapsarían los servicios sanitarios de la ciudad provocando epidemias y hambrunas. Ni siquiera significarían mano de obra barata para beneficio de una industria manufacturera ya inexistente. Otros imaginaban una anexión forzada de la colonia mediante la llegada en masa del Ejército Popular Chino. Muchos dieron por sentada esa posibilidad como la más probable y comenzaron a solicitar visas en las embajadas con el propósito de emigrar. Las imágenes televisadas de lo que ocurría en la plaza de Tiananmen confirmaban esa presunción funesta. Otros, por su parte, vaticinaban un éxodo masivo de habitantes al acercarse la fecha de traspaso de 1997. Los británicos también pensaron lo mismo y restringieron la cantidad de visas, para no sufrir ellos una invasión de chinos. Más de medio millón de habitantes abandonó HK entre el año 1984, fecha de anuncio del traspaso, y 1997, año de su concreción efectiva. La mayoría se dirigió a los Estados Unidos y países del Commonwealth. El nudo gordiano logístico y político de la ciudad es su aeropuerto. Hasta los años ochenta, Kai Tak Airport fue una de sus postales más características. Recuerdo varias películas que incluían la célebre toma de un callejón enmarcado por grises casas de renta superpobladas y al final del mismo, siempre emergía un avión Jumbo pintado con los colores de “Cathay Pacific”, la aerolínea de bandera de la colonia. El aeropuerto era también el escenario donde se representaba, durante esos años, el melodrama político de la transición de habitantes-residentes a refugiados-emigrantes. Qué mejor lugar que un aeropuerto para escenificar la ausencia de derechos políticos junto con la congestión de tráfico. Su traslado, decidido el mismo año de la confirmación del traspaso de soberanía, constituyó una maniobra política de las autoridades coloniales. Apoyándose en la eficacia propagandística de las obras de infraestructura, el traslado del aeropuerto quiso instalar entre los residentes de HK una sensación de continuidad de la ciudad a través de una “gran empresa hacia el futuro” que sobrepasara la fecha de traspaso de soberanía. Las autoridades arribaron a una fórmula donde la ciudad cambiaba de manos, pero el aeropuerto seguía siendo uno sólo, aunque en otro lugar. Dos ciudades, un aeropuerto. El aeropuerto de HK es hoy el más grande del mundo. Chek Lap Kok Airport fue diseñado por una firma de arquitectos británicos y fue inaugurado en 1998, se dice que retrasado, un año después del traspaso. Pero hay quizás otras continuidades y experiencias compartidas que se fueron perdiendo de vista entre tanta fabricación de divisiones simbólicas. Cuando Deng Xiaoping comenzó la implementación de las reformas económicas en China a finales de los ‘70, aquellos hombres de negocios de HK fueron parte importante de ese proceso. Los primeros experimentos económicos de China con el capitalismo, fueron llevados a cabo en un área adyacente al territorio de HK llamada Shenzen. Allí mismo, los inversores de HK instalaron las primeras fábricas. Cuando esas reformas se profundizaron, toda la industria manufacturera de HK se trasladó a China, debido al bajo costo de la mano de obra, y así HK se trasformó en la ciudad de servicios financieros que conocemos hoy en día. En 1984, bajo la declaración conjunta chino-británica, el Reino Unido accedió a transferir la soberanía de HK a la República Popular China en el año 1997. El tratado también estipulaba que HK sería administrado como una región administrativa especial, reteniendo la mayoría de sus leyes (en una mini-constitución denominada “The Basic Law”) y conservando un alto grado de autonomía y libertad de prensa por lo menos hasta 50 años después del traspaso. (La nueva cifra con la que todos especulan es ahora 2047). UR (Conversar) / 163


Los años dorados de la ciudad están por llegar. The city’s golden years are yet to come.

La oficina de administración especulativa. The Office for the Administration of Speculation.

ficas, combinado con una sensación de frustración ante el hecho de que sólo altos oficiales y magnates deciden a puertas cerradas y con agendas secretas el destino de la ciudad. En 1983, un tifón asoló la ciudad causando grandes daños. Al día siguiente del paso del huracán, el dólar de Hong Kong se derrumbó y el secretario de finanzas de la ciudad asoció públicamente la incertidumbre política y económica a la inestabilidad meteorológica. En 1997, el año del traumático traspaso de la administración colonial a China coincidió con los primeros seis casos mortales de gripe aviar registrados en el área de Kowloon, y se temió que una pandemia asolaría a todo el sudeste asiático en cuestión de días. Por si fuera poco, al final de ese fatídico año, HK sufrió el contagio de la crisis financiera que comenzó en Tailandia y arrastró a toda Asia a una profunda recesión económica. Este registro de lo catastrófico está presente en la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad. El gusto por las situaciones de riesgo y los movimientos de la fortuna se pone de manifiesto en el seguimiento apasionado de cualquier cosa que fluctúe y pueda ser sometida a especulaciones, cálculo de probabilidades y análisis de riesgo, día a día. Pueden ser los índices de la Bolsa de valores, los flujos del crédito internacional o las apuestas de las carreras de caballos del hipódromo local. No hay que tener acciones para participar del deporte especulativo de la Bolsa, se puede seguir por televisión a toda hora y proporciona agradables entrenamientos estadísticos para toda la familia. Pero esta especulación constante parecería ser el caldo de cultivo de unos hábitos intelectuales que hoy son considerados patrimonio del “entrepreneur”: pensar alternativas, apreciar los riesgos y apostar. Hay aquí una extraña relación entre el gusto por la catástrofe inminente y las delicias del pensamiento contrafactual. Ya no importa la veracidad de la noticia, sino el ejercicio político que provoca. ¿Qué hubiera pasado si aquellas negociaciones hubieran prosperado? ¿Y si se hubiera intentado lo que en ese momento parecía altamente improbable y hoy ya no? En los días posteriores a la sangrienta resolución de la crisis de Tiananmen, muchos de aquellos hombres de negocios de Hong Kong que deben haberse puesto nerviosos, echaron mano a todo tipo de ideas en un intento desesperado por conseguir un poco más de tiempo ante la catástrofe inevitable; la invasión. La escena pudo haber sido así: un grupo de hombres 162 / (Conversar) UR

de traje ofrece dinero sobre la mesa de negociaciones. Frente a ellos, el gesto impasible de burócratas confiados en el determinismo materialista y munidos de paciencia… china. Mientras se apuraban esos brainstormings secretos, los residentes comenzaron con sus apuestas. Los más optimistas proyectaban un escenario donde la ciudad sufriría una nueva crisis de refugiados como al final de la guerra civil de 1949. Se imaginaron que cientos de miles de exiliados políticos llegarían de China continental y colapsarían los servicios sanitarios de la ciudad provocando epidemias y hambrunas. Ni siquiera significarían mano de obra barata para beneficio de una industria manufacturera ya inexistente. Otros imaginaban una anexión forzada de la colonia mediante la llegada en masa del Ejército Popular Chino. Muchos dieron por sentada esa posibilidad como la más probable y comenzaron a solicitar visas en las embajadas con el propósito de emigrar. Las imágenes televisadas de lo que ocurría en la plaza de Tiananmen confirmaban esa presunción funesta. Otros, por su parte, vaticinaban un éxodo masivo de habitantes al acercarse la fecha de traspaso de 1997. Los británicos también pensaron lo mismo y restringieron la cantidad de visas, para no sufrir ellos una invasión de chinos. Más de medio millón de habitantes abandonó HK entre el año 1984, fecha de anuncio del traspaso, y 1997, año de su concreción efectiva. La mayoría se dirigió a los Estados Unidos y países del Commonwealth. El nudo gordiano logístico y político de la ciudad es su aeropuerto. Hasta los años ochenta, Kai Tak Airport fue una de sus postales más características. Recuerdo varias películas que incluían la célebre toma de un callejón enmarcado por grises casas de renta superpobladas y al final del mismo, siempre emergía un avión Jumbo pintado con los colores de “Cathay Pacific”, la aerolínea de bandera de la colonia. El aeropuerto era también el escenario donde se representaba, durante esos años, el melodrama político de la transición de habitantes-residentes a refugiados-emigrantes. Qué mejor lugar que un aeropuerto para escenificar la ausencia de derechos políticos junto con la congestión de tráfico. Su traslado, decidido el mismo año de la confirmación del traspaso de soberanía, constituyó una maniobra política de las autoridades coloniales. Apoyándose en la eficacia propagandística de las obras de infraestructura, el traslado del aeropuerto quiso instalar entre los residentes de HK una sensación de continuidad de la ciudad a través de una “gran empresa hacia el futuro” que sobrepasara la fecha de traspaso de soberanía. Las autoridades arribaron a una fórmula donde la ciudad cambiaba de manos, pero el aeropuerto seguía siendo uno sólo, aunque en otro lugar. Dos ciudades, un aeropuerto. El aeropuerto de HK es hoy el más grande del mundo. Chek Lap Kok Airport fue diseñado por una firma de arquitectos británicos y fue inaugurado en 1998, se dice que retrasado, un año después del traspaso. Pero hay quizás otras continuidades y experiencias compartidas que se fueron perdiendo de vista entre tanta fabricación de divisiones simbólicas. Cuando Deng Xiaoping comenzó la implementación de las reformas económicas en China a finales de los ‘70, aquellos hombres de negocios de HK fueron parte importante de ese proceso. Los primeros experimentos económicos de China con el capitalismo, fueron llevados a cabo en un área adyacente al territorio de HK llamada Shenzen. Allí mismo, los inversores de HK instalaron las primeras fábricas. Cuando esas reformas se profundizaron, toda la industria manufacturera de HK se trasladó a China, debido al bajo costo de la mano de obra, y así HK se trasformó en la ciudad de servicios financieros que conocemos hoy en día. En 1984, bajo la declaración conjunta chino-británica, el Reino Unido accedió a transferir la soberanía de HK a la República Popular China en el año 1997. El tratado también estipulaba que HK sería administrado como una región administrativa especial, reteniendo la mayoría de sus leyes (en una mini-constitución denominada “The Basic Law”) y conservando un alto grado de autonomía y libertad de prensa por lo menos hasta 50 años después del traspaso. (La nueva cifra con la que todos especulan es ahora 2047). UR (Conversar) / 163


Kowloon: el comercio informal como agente de civilización, o la renovación urbana como agente de gentrificación. Kowloon: informal trade as an agent of civilization, or urban renewal as an agent of gentrification.

The “wedding card street”. Una reciente causa perdida ante la autoridad de renovación urbana. La calle de la tarjeta de casamiento será demolida en breve. The “wedding card street.” Due to a case recently lost to the Urban Renewal Authority, ”wedding card street” will soon be demolished.

El frente de “ChungKing Mansions” en Kowloon. La acomodación más barata de la ciudad y el “melting pot” del sudeste asiático. “ChungKing Mansions” in Kowloon. The cheapest housing in the city and a “melting pot” of Southeast Asia.

164 / (Conversar) UR

El slogan “un país: dos sistemas” fue inventado por Deng Xiaoping para describir el funcionamiento de aquel experimento. Así como la “Zona especial Económica de Shenzen” fue un experimento compartido entre HK y China, ¿podría considerarse la “Region Administrativa Especial de Hong Kong” como un experimento político llevado adelante por China en HK? A la luz contrafactual de aquellas improbables conversaciones de 1989, ¿podría la China actual ser pensada como la expansión exponencial de aquel experimento sugerido por HK? En las primeras escenas de “Chungking Express” de Wong Kar Wai, una banda de pasadores de droga comandados por una mujer china se dirige a través de infinitos pasillos a unos microscópicos talleres de costura donde, de un día para otro, todos los integrantes de la banda son provistos de trajes a medida. Siempre pensé que esta escena era una exageración impuesta por la velocidad del guión y no por la economía de los trajes. Cualquiera que camine por las calles del circuito comercial de Kowloon, tarde o temprano será aproximado por unos insistentes hombres de origen indio, de camisa blanca arremangada y pantalón pinzado negro, que ofrecen la tarjeta de su “studio” o “atelier” en donde en menos de tres días le pueden fabricar tres trajes a medida y cosidos a mano -incluyendo las camisaspor menos de 900 euros. Semejante noticia pasaría desapercibida e incluso adolecería de cierto provincianismo en muchas ciudades que hoy se consideran globales. Pero en una ciudad con una clase profesional que todavía se jacta de que para hacer negocios y actuar en política es indispensable vestirse bien y tener tarjeta personal, uno comprende por qué los sastres devienen en activos polemistas urbanos con una repercusión que ni siquiera Adolf Loos se hubiera imaginado cien años atrás. Este gremio ha ido desapareciendo lentamente en otras ciudades a manos de la ropa estandarizada provista por shoppings y cadenas comerciales. En un mundo donde la ropa no hace más que demostrar el triunfo del gusto proletario (sans-culottes, descamisados, trajes mao, jeans, havaianas, etc) la preocupación por los trajes a medida es parte de la tecnología política de una ciudad donde cada individuo tiene la obligación de representarse a sí mismo y sin intermediarios en la escena pública. “El arte sólo puede surgir donde no hay Estado”, nos recuerda Loos. A diferencia de China continental, donde el uniforme de la Revolución dejaba explícitamente de lado esas preocupaciones, el arte del vestir en HK podría seguir esa hipótesis antiestatal. Pero no es tan fácil adscribir la sastrería a medida a una manifestación liberal. El traje llegó a Hong Kong de la mano de los primeros sastres indios que suplían a la administración colonial británica. Raja Daswani, es “el rey” de los sastres de Kowloon. En uno de los reportajes de su página web se presenta a través de una cita contundente: “…la crisis de las empresas de la primera burbuja de Internet era de esperarse, ya que los jóvenes ‘entrepreneurs’ de las ‘dotcom’ se vestían con chombas polo y pantalones ‘khakis’ de ‘The Gap’. ¿Qué se podía esperar de gente que se viste así?”. Este audaz sastre de origen indio podría tener una conversación imaginaria con Tom Wolfe sobre la eficacia de la vestimenta en las ciudades. Mientras Tom Wolfe argumenta que aquellos “pioneros” de sectores innovadores como la informática visten ropa de “hombre común” (Bill Gates es un buen ejemplo), para Raja Daswani la aproximación democrática a la vestimenta parte de presupuestos muy distintos. “Nosotros hacemos lo que usted quiera, de cualquier forma que usted lo pida, no somos orgullosos”, dice burlándose de los que optan por trajes cortados por computadora y vendidos por incompetentes que les dicen lo que tienen que usar. Pero al contrario de lo que se podría pensar, Raja Daswani profesa fervientemente la fe en la globalización. La globalización, o sea, la combinación de vuelos baratos + Internet, es lo que le ha permitido expandir un oficio tan íntimo y personalizado como lo era la sastrería a medida. La globalización no necesariamente implica vestirse mal, podría ser una de sus frases, pensando un poco en ese joven inversionista global que viaja en primera clase en bermuUR (Conversar) / 165


Kowloon: el comercio informal como agente de civilización, o la renovación urbana como agente de gentrificación. Kowloon: informal trade as an agent of civilization, or urban renewal as an agent of gentrification.

The “wedding card street”. Una reciente causa perdida ante la autoridad de renovación urbana. La calle de la tarjeta de casamiento será demolida en breve. The “wedding card street.” Due to a case recently lost to the Urban Renewal Authority, ”wedding card street” will soon be demolished.

El frente de “ChungKing Mansions” en Kowloon. La acomodación más barata de la ciudad y el “melting pot” del sudeste asiático. “ChungKing Mansions” in Kowloon. The cheapest housing in the city and a “melting pot” of Southeast Asia.

164 / (Conversar) UR

El slogan “un país: dos sistemas” fue inventado por Deng Xiaoping para describir el funcionamiento de aquel experimento. Así como la “Zona especial Económica de Shenzen” fue un experimento compartido entre HK y China, ¿podría considerarse la “Region Administrativa Especial de Hong Kong” como un experimento político llevado adelante por China en HK? A la luz contrafactual de aquellas improbables conversaciones de 1989, ¿podría la China actual ser pensada como la expansión exponencial de aquel experimento sugerido por HK? En las primeras escenas de “Chungking Express” de Wong Kar Wai, una banda de pasadores de droga comandados por una mujer china se dirige a través de infinitos pasillos a unos microscópicos talleres de costura donde, de un día para otro, todos los integrantes de la banda son provistos de trajes a medida. Siempre pensé que esta escena era una exageración impuesta por la velocidad del guión y no por la economía de los trajes. Cualquiera que camine por las calles del circuito comercial de Kowloon, tarde o temprano será aproximado por unos insistentes hombres de origen indio, de camisa blanca arremangada y pantalón pinzado negro, que ofrecen la tarjeta de su “studio” o “atelier” en donde en menos de tres días le pueden fabricar tres trajes a medida y cosidos a mano -incluyendo las camisaspor menos de 900 euros. Semejante noticia pasaría desapercibida e incluso adolecería de cierto provincianismo en muchas ciudades que hoy se consideran globales. Pero en una ciudad con una clase profesional que todavía se jacta de que para hacer negocios y actuar en política es indispensable vestirse bien y tener tarjeta personal, uno comprende por qué los sastres devienen en activos polemistas urbanos con una repercusión que ni siquiera Adolf Loos se hubiera imaginado cien años atrás. Este gremio ha ido desapareciendo lentamente en otras ciudades a manos de la ropa estandarizada provista por shoppings y cadenas comerciales. En un mundo donde la ropa no hace más que demostrar el triunfo del gusto proletario (sans-culottes, descamisados, trajes mao, jeans, havaianas, etc) la preocupación por los trajes a medida es parte de la tecnología política de una ciudad donde cada individuo tiene la obligación de representarse a sí mismo y sin intermediarios en la escena pública. “El arte sólo puede surgir donde no hay Estado”, nos recuerda Loos. A diferencia de China continental, donde el uniforme de la Revolución dejaba explícitamente de lado esas preocupaciones, el arte del vestir en HK podría seguir esa hipótesis antiestatal. Pero no es tan fácil adscribir la sastrería a medida a una manifestación liberal. El traje llegó a Hong Kong de la mano de los primeros sastres indios que suplían a la administración colonial británica. Raja Daswani, es “el rey” de los sastres de Kowloon. En uno de los reportajes de su página web se presenta a través de una cita contundente: “…la crisis de las empresas de la primera burbuja de Internet era de esperarse, ya que los jóvenes ‘entrepreneurs’ de las ‘dotcom’ se vestían con chombas polo y pantalones ‘khakis’ de ‘The Gap’. ¿Qué se podía esperar de gente que se viste así?”. Este audaz sastre de origen indio podría tener una conversación imaginaria con Tom Wolfe sobre la eficacia de la vestimenta en las ciudades. Mientras Tom Wolfe argumenta que aquellos “pioneros” de sectores innovadores como la informática visten ropa de “hombre común” (Bill Gates es un buen ejemplo), para Raja Daswani la aproximación democrática a la vestimenta parte de presupuestos muy distintos. “Nosotros hacemos lo que usted quiera, de cualquier forma que usted lo pida, no somos orgullosos”, dice burlándose de los que optan por trajes cortados por computadora y vendidos por incompetentes que les dicen lo que tienen que usar. Pero al contrario de lo que se podría pensar, Raja Daswani profesa fervientemente la fe en la globalización. La globalización, o sea, la combinación de vuelos baratos + Internet, es lo que le ha permitido expandir un oficio tan íntimo y personalizado como lo era la sastrería a medida. La globalización no necesariamente implica vestirse mal, podría ser una de sus frases, pensando un poco en ese joven inversionista global que viaja en primera clase en bermuUR (Conversar) / 165


Mr. Raja Daswani, el rey de los sastres de Kowloon, en su oficina: una habitación de hotel. Mr. Raja Daswani, the king of the Kowloon tailors, in his office: a hotel room.

Jimmy Lai (centro) es el extravagante empresario que fundó Giordano y Next Media. Martin Lee (izq. atrás) es el presidente del Partido Democrático, el más grande y más popular de HK. Jimmy Lai (center) is the flamboyant entrepreneur who founded Giordano and Next Media. Martin Lee (back left) is the founding Chairman of the Democratic Party, Hong Kong’s largest and most popular political party.

das y ojotas. A partir del traspaso de soberanía en 1997, todos los clientes británicos de Raja abandonaron la ciudad, y a él se le ocurrió que lo mejor era seguirlos. Ahora, alguien que reside en Londres puede dirigirse a un hotel donde un equipo de sastres, comandando personalmente por el propio Raja, toma sus medidas (e incluso filman un video del cliente). En minutos los datos son enviados por e-mail a HK, y en menos de cinco días el cliente ya disfruta de sus tres trajes a menos de 900 euros. “La gente quiere vestirse bien, pero son más conscientes de sus presupuestos de lo que solían serlo”. Loos no podría haberlo dicho mejor. Raja Daswani también publicita su trabajo como una “misión” al estilo de las aventuras reformistas del arquitecto vienés -quien a principios del siglo XX desde las páginas de Das Andere se había decidido a introducir “la cultura moderna” en una sociedad europea dominada en la vestimenta por protocolos cortesanos. A partir de estos cálculos, me viene a la mente una anécdota de Frank Lloyd Wright. Al salir de su ciudad natal, lo primero que hizo fue confeccionarse un traje, y después estuvo vagando durante cuatro días seguidos por Chicago sin tener qué comer. Al cuarto día, se presentó al estudio de Sullivan y con su traje y una gran sonrisa (y de parado), dibujó la perspectiva que le significó el ingreso a su carrera profesional. Raja Daswani no hubiera imaginado un ejemplo mejor. Pero el retailing de ropa casual no es tan fácil de desestimar. Si la industria de la sastrería a medida está más a gusto representando las aspiraciones de la clase media profesional (los abogados exitosos con ambiciones políticas), el nuevo activismo callejero de la sociedad civil de HK tiene a su héroe y referente estilístico en un empresario de la indumentaria devenido en “entrepreneur” de los medios de comunicación. Jimmy Lai es uno de esos refugiados de la guerra civil de 1949 que huyó de China a los 15 años para comenzar a trabajar como mano de obra barata en los talleres textiles de HK. A principios de los años ochenta, creó su propia copia de “The Gap” llamada “Giordano”, para vender ropa casual de calidad a precios accesibles. Hoy “Giordano” es la tienda de ropa casual urbana más famosa en toda Asia. Pero Jimmy Lai, además de ser un hábil hombre de negocios, es también un irritante opositor al régimen de Beijing y a sus representantes en el gobierno de HK. A mediados de los ‘90, vendió la marca de ropa y se propuso formar un multimedios llamado Next Media para competir con los medios de información oficiales. A medida que la fecha de traspaso se acercaba pensó que un multi166 / (Conversar) UR

El diario “Apple” de Jimmy Lai con el jefe de gobierno de HK Donald Tsang (famoso por sus moños) en la tapa. Jimmy Lai’s newspaper, “Apple.” On the front page, the head of the HK government, Donald Tsang (famous for his bow ties).

La campaña en contra de las restricciones a la libertad de prensa en la emisora oficial RTHK (Radio and Televisión Hong Kong). Campaign against restrictions to freedom of the press at the official medium RTHK (Radio and Television Hong Kong).

medios debía posicionarse estratégicamente en la batalla que se aproximaba por las restricciones a la libertad de prensa. La RHTK, una especie de BBC local, ya empezaba a tener problemas de censura. Jimmy Lai, entonces, lanzó en 1995 el diario sensacionalista en cantonés “Apple” que se convirtió en el segundo en tirada de todo HK. Este diario es hoy el medio de referencia de todos los activistas pro-democracia de la ciudad. Ante los primeros signos de la expansión de Internet, también se subió a la ola de inversiones de la segunda mitad de los ‘90. Y le fue tan mal como a los otros que usaban ropa parecida a la que solía vender él. Pero a medida que su multimedios se expandía, su prestigio como activista también crecía. Su apoyo activo a través del diario a las grandes marchas pro comicios libres de julio de 2003 acrecentó su influencia política, y también los roces con el gobierno. Un pionero de la democracia en la versión de Jimmy Lai sería entonces, alguien más parecido a un “entrepreneur” de Internet que usa khakis y chombas polo que a un abogado que usa traje. Entre las conjeturas catastróficas de ayer y el activismo de hoy, es en el viejo y remanido concepto de espacio público donde se manifiestan más claramente las tensiones de una “ciudad estado” que todavía no puede gobernarse a sí misma. El espacio público por excelencia en estos días en Hong Kong es, paradójicamente, una estructura ideada para un ritual monárquico. El “Queen’s Pier”, el muelle que la reina de Inglaterra usaba a su arribo por barco a HK, está ocupado por activistas hace ya varios meses. Enfrente de este pequeño edificio, unas grúas de demolición flotantes esperan con toda paciencia el cansancio de sus ocupantes para comenzar su tarea. Este conflicto escenifica las sutiles diferencias o grandes similitudes que en HK existen entre desarrollo urbano y negocio inmobiliario, y las tensiones entre los proyectos de democratización de la ciudad y aquellos en defensa del espacio público. Estas situaciones ambientales han despertado una creciente ola de activismo local. Los varios grupos de activistas de HK están formados mayormente por residentes de los barrios, cuerpos profesionales, políticos y jóvenes. Pero con una legislatura ampliamente dominada por representantes sólo funcionales a sus propios negocios, la clase media de HK y los profesionales ven al activismo cívico como un medio de combatir la falta de respuesta de una administración enganchada en estrategias decisionistas de arriba hacia abajo y manejada por ofiUR (Conversar) / 167


Mr. Raja Daswani, el rey de los sastres de Kowloon, en su oficina: una habitación de hotel. Mr. Raja Daswani, the king of the Kowloon tailors, in his office: a hotel room.

Jimmy Lai (centro) es el extravagante empresario que fundó Giordano y Next Media. Martin Lee (izq. atrás) es el presidente del Partido Democrático, el más grande y más popular de HK. Jimmy Lai (center) is the flamboyant entrepreneur who founded Giordano and Next Media. Martin Lee (back left) is the founding Chairman of the Democratic Party, Hong Kong’s largest and most popular political party.

das y ojotas. A partir del traspaso de soberanía en 1997, todos los clientes británicos de Raja abandonaron la ciudad, y a él se le ocurrió que lo mejor era seguirlos. Ahora, alguien que reside en Londres puede dirigirse a un hotel donde un equipo de sastres, comandando personalmente por el propio Raja, toma sus medidas (e incluso filman un video del cliente). En minutos los datos son enviados por e-mail a HK, y en menos de cinco días el cliente ya disfruta de sus tres trajes a menos de 900 euros. “La gente quiere vestirse bien, pero son más conscientes de sus presupuestos de lo que solían serlo”. Loos no podría haberlo dicho mejor. Raja Daswani también publicita su trabajo como una “misión” al estilo de las aventuras reformistas del arquitecto vienés -quien a principios del siglo XX desde las páginas de Das Andere se había decidido a introducir “la cultura moderna” en una sociedad europea dominada en la vestimenta por protocolos cortesanos. A partir de estos cálculos, me viene a la mente una anécdota de Frank Lloyd Wright. Al salir de su ciudad natal, lo primero que hizo fue confeccionarse un traje, y después estuvo vagando durante cuatro días seguidos por Chicago sin tener qué comer. Al cuarto día, se presentó al estudio de Sullivan y con su traje y una gran sonrisa (y de parado), dibujó la perspectiva que le significó el ingreso a su carrera profesional. Raja Daswani no hubiera imaginado un ejemplo mejor. Pero el retailing de ropa casual no es tan fácil de desestimar. Si la industria de la sastrería a medida está más a gusto representando las aspiraciones de la clase media profesional (los abogados exitosos con ambiciones políticas), el nuevo activismo callejero de la sociedad civil de HK tiene a su héroe y referente estilístico en un empresario de la indumentaria devenido en “entrepreneur” de los medios de comunicación. Jimmy Lai es uno de esos refugiados de la guerra civil de 1949 que huyó de China a los 15 años para comenzar a trabajar como mano de obra barata en los talleres textiles de HK. A principios de los años ochenta, creó su propia copia de “The Gap” llamada “Giordano”, para vender ropa casual de calidad a precios accesibles. Hoy “Giordano” es la tienda de ropa casual urbana más famosa en toda Asia. Pero Jimmy Lai, además de ser un hábil hombre de negocios, es también un irritante opositor al régimen de Beijing y a sus representantes en el gobierno de HK. A mediados de los ‘90, vendió la marca de ropa y se propuso formar un multimedios llamado Next Media para competir con los medios de información oficiales. A medida que la fecha de traspaso se acercaba pensó que un multi166 / (Conversar) UR

El diario “Apple” de Jimmy Lai con el jefe de gobierno de HK Donald Tsang (famoso por sus moños) en la tapa. Jimmy Lai’s newspaper, “Apple.” On the front page, the head of the HK government, Donald Tsang (famous for his bow ties).

La campaña en contra de las restricciones a la libertad de prensa en la emisora oficial RTHK (Radio and Televisión Hong Kong). Campaign against restrictions to freedom of the press at the official medium RTHK (Radio and Television Hong Kong).

medios debía posicionarse estratégicamente en la batalla que se aproximaba por las restricciones a la libertad de prensa. La RHTK, una especie de BBC local, ya empezaba a tener problemas de censura. Jimmy Lai, entonces, lanzó en 1995 el diario sensacionalista en cantonés “Apple” que se convirtió en el segundo en tirada de todo HK. Este diario es hoy el medio de referencia de todos los activistas pro-democracia de la ciudad. Ante los primeros signos de la expansión de Internet, también se subió a la ola de inversiones de la segunda mitad de los ‘90. Y le fue tan mal como a los otros que usaban ropa parecida a la que solía vender él. Pero a medida que su multimedios se expandía, su prestigio como activista también crecía. Su apoyo activo a través del diario a las grandes marchas pro comicios libres de julio de 2003 acrecentó su influencia política, y también los roces con el gobierno. Un pionero de la democracia en la versión de Jimmy Lai sería entonces, alguien más parecido a un “entrepreneur” de Internet que usa khakis y chombas polo que a un abogado que usa traje. Entre las conjeturas catastróficas de ayer y el activismo de hoy, es en el viejo y remanido concepto de espacio público donde se manifiestan más claramente las tensiones de una “ciudad estado” que todavía no puede gobernarse a sí misma. El espacio público por excelencia en estos días en Hong Kong es, paradójicamente, una estructura ideada para un ritual monárquico. El “Queen’s Pier”, el muelle que la reina de Inglaterra usaba a su arribo por barco a HK, está ocupado por activistas hace ya varios meses. Enfrente de este pequeño edificio, unas grúas de demolición flotantes esperan con toda paciencia el cansancio de sus ocupantes para comenzar su tarea. Este conflicto escenifica las sutiles diferencias o grandes similitudes que en HK existen entre desarrollo urbano y negocio inmobiliario, y las tensiones entre los proyectos de democratización de la ciudad y aquellos en defensa del espacio público. Estas situaciones ambientales han despertado una creciente ola de activismo local. Los varios grupos de activistas de HK están formados mayormente por residentes de los barrios, cuerpos profesionales, políticos y jóvenes. Pero con una legislatura ampliamente dominada por representantes sólo funcionales a sus propios negocios, la clase media de HK y los profesionales ven al activismo cívico como un medio de combatir la falta de respuesta de una administración enganchada en estrategias decisionistas de arriba hacia abajo y manejada por ofiUR (Conversar) / 167


La liga de socialdemócratas en remera. The t-shirt wearing league of social democrats

Oficiales de policía llevan la bandera de la Republica Popular China seguida de la de la Región Administrativa Especial de HK. Police officers carrying the flag of the People’s Republic of China, and behind it the flag of HK, the Special Administrative Region.

ciales apáticos ante cualquier reclamo de ciudadanos ordinarios. Como dijo un analista político de la ciudad: “Cuando la resolución de problemas no funciona, el compromiso continuo representado por el activismo, se vuelve aún más importante.” Pero hay un activismo menos vinculado a la gran causa por la democratización de la ciudad, y más comprometido con las comunidades locales donde se practican pequeñas experiencias de trueque, autogestión de recursos y preservación de estructuras históricas. Este activismo local pone en evidencia el problema territorial que la dinámica democratizadora de “alto perfil” parece obviar, al no tener quizás ni redes, ni herramientas adecuadas para operar en ese ámbito. Surgen así dos tendencias. Por un lado, la de los abogados exitosos y ex jueces como Martin Lee que confían en llegar a los comicios directos a través de pequeños avances por medio de la legalidad y privilegiando esta forma de disputa caso a caso, por sobre el estilo autocrático del gobierno de Beijing. Y por otra parte, la de los activistas, partidarios de causas locales relacionadas con el espacio público, que recurren a métodos directos como la ocupación o las marchas para enfrentar, centímetro a centímetro, los desalojos y las demoliciones que la especulación inmobiliaria y el departamento de desarrollo urbano pretenden llevar a cabo. No hay mucha conexión entre estos dos sectores todavía, salvo la participación de ambos en las marchas multitudinarias que se vienen sucediendo todos los primero de julio de cada año. Pero la abundancia de conflictos ambientales y de desarrollo urbano asegura a esta recién creada “sociedad civil”, un activismo “sustentable” si está basado en la idea de espacio público en una ciudad jaqueada por la combinación de una altísima especulación inmobiliaria y la imposibilidad de elegir sus propias autoridades. Muchos escépticos aseguran que sólo después de la represión de Tiananmen los habitantes de HK tuvieron preocupaciones políticas, ya que hasta ese entonces, nadie estaba para nada interesado en la democracia y muchos entendían por actividad política, simplemente saber acomodarse a ese extraño status quo de ultraliberalismo económico y administración colonial que la ciudad protegió por muchos años. Hong Kong y la vecina Macau, son las únicas dos ciudades de China donde hoy está tolerado conmemorar los eventos de Tiananmen. 168 / (Conversar) UR

Una activista por la preservación del “Queen’s Pier”. An activist for the preservation of Queen’s Pier.

Un cartel de protesta por el proyecto de renovación urbana del area del “Queen’s Pier”. El dragón representa al jefe de gobierno de Hong Kong Donald Tsang destruyendo el edificio del ayuntamiento. A banner protesting the Queen’s Pier urban renewal project. The dragon represents Donald Tsang, the head of the Hong Kong government, destroying the city council building.

Los efectos de la renovación urbana: el área del muelle “Star Ferry”. El edificio original fue destruido y una réplica historicista fue construida en su lugar. The effects of urban renewal: the Star Ferry port area. The original building was destroyed and a historical replica was built in its place.

UR (Conversar) / 169


La liga de socialdemócratas en remera. The t-shirt wearing league of social democrats

Oficiales de policía llevan la bandera de la Republica Popular China seguida de la de la Región Administrativa Especial de HK. Police officers carrying the flag of the People’s Republic of China, and behind it the flag of HK, the Special Administrative Region.

ciales apáticos ante cualquier reclamo de ciudadanos ordinarios. Como dijo un analista político de la ciudad: “Cuando la resolución de problemas no funciona, el compromiso continuo representado por el activismo, se vuelve aún más importante.” Pero hay un activismo menos vinculado a la gran causa por la democratización de la ciudad, y más comprometido con las comunidades locales donde se practican pequeñas experiencias de trueque, autogestión de recursos y preservación de estructuras históricas. Este activismo local pone en evidencia el problema territorial que la dinámica democratizadora de “alto perfil” parece obviar, al no tener quizás ni redes, ni herramientas adecuadas para operar en ese ámbito. Surgen así dos tendencias. Por un lado, la de los abogados exitosos y ex jueces como Martin Lee que confían en llegar a los comicios directos a través de pequeños avances por medio de la legalidad y privilegiando esta forma de disputa caso a caso, por sobre el estilo autocrático del gobierno de Beijing. Y por otra parte, la de los activistas, partidarios de causas locales relacionadas con el espacio público, que recurren a métodos directos como la ocupación o las marchas para enfrentar, centímetro a centímetro, los desalojos y las demoliciones que la especulación inmobiliaria y el departamento de desarrollo urbano pretenden llevar a cabo. No hay mucha conexión entre estos dos sectores todavía, salvo la participación de ambos en las marchas multitudinarias que se vienen sucediendo todos los primero de julio de cada año. Pero la abundancia de conflictos ambientales y de desarrollo urbano asegura a esta recién creada “sociedad civil”, un activismo “sustentable” si está basado en la idea de espacio público en una ciudad jaqueada por la combinación de una altísima especulación inmobiliaria y la imposibilidad de elegir sus propias autoridades. Muchos escépticos aseguran que sólo después de la represión de Tiananmen los habitantes de HK tuvieron preocupaciones políticas, ya que hasta ese entonces, nadie estaba para nada interesado en la democracia y muchos entendían por actividad política, simplemente saber acomodarse a ese extraño status quo de ultraliberalismo económico y administración colonial que la ciudad protegió por muchos años. Hong Kong y la vecina Macau, son las únicas dos ciudades de China donde hoy está tolerado conmemorar los eventos de Tiananmen. 168 / (Conversar) UR

Una activista por la preservación del “Queen’s Pier”. An activist for the preservation of Queen’s Pier.

Un cartel de protesta por el proyecto de renovación urbana del area del “Queen’s Pier”. El dragón representa al jefe de gobierno de Hong Kong Donald Tsang destruyendo el edificio del ayuntamiento. A banner protesting the Queen’s Pier urban renewal project. The dragon represents Donald Tsang, the head of the Hong Kong government, destroying the city council building.

Los efectos de la renovación urbana: el área del muelle “Star Ferry”. El edificio original fue destruido y una réplica historicista fue construida en su lugar. The effects of urban renewal: the Star Ferry port area. The original building was destroyed and a historical replica was built in its place.

UR (Conversar) / 169


El paisaje de la ocupación por tiempo indefinido del “Queen’s Pier”. La consigna es no abandonar el edificio las 24 hs. View of the occupied Queen’s Pier. The occupation is open-ended and protesters set out to occupy the premises 24 hours a day.

Una activista por la preservación del “Queen’s Pier” explica el proyecto del gobierno y la propuesta de los activistas. A Queen’s Pier preservation activist explains the government’s project and the activists’ proposal.

Esto es propiedad de la Autoridad de Renovación Urbana de Hong Kong. This is an Urban Renewal Autorithy property.

Renovación urbana en Kowloon. Urban renewal in Kowloon.

PIONEERS OF DEMOCRACY IN HONG KONG Mauricio Corbalán The fate of Hong Kong, a city that still can’t govern itself, seems to be determined by secret deals and conversations. Public space is where the tensions and speculations about the future of the city become visible. The impossibility of electing its own authorities, the speed of its urban development and unbridled real estate speculation have given rise to an array of activist groups. Using different methods, these “pioneers” attempt to move the city towards democracy. One of the most bizarre features of any advanced in dustrial society in our time is that the cardinal choic es have to be made by a handful of men: in secret: and, at least in legal form, by men who cannot have a first hand knowledge of what those choices de pend upon or what their results may be. C.P. Snow, Science and government, Harvard University Press, 1960.

Frente a los rascacielos estrella del skyline de la isla de Hong Kong, las grúas de demolición flotantes aguardan su turno para acercarse al “Queen’s Pier”. In front of Hong Kong’s leading skyscrapers, the floating demolition cranes await their turn to get at Queen’s Pier.

170 / (Conversar) UR

The day after the tenth anniversary of the United Kingdom’s transfer of the ex-colony of Hong Kong to China, the English newspaper “South China Morning Post” published on the front page an article about “secret conversations” held between certain Hong Kong businessmen and authorities from the Central Committee of the Communist Party a few days after the Tiananmen Square massacre in 1989 The group of magnates apparently offered 10 billion dollars for ten years of autonomy. According to the paper, these conversations were revealed by a hither to secret source in the Beijing government.

Judging from the faces of the people glancing at the paper in the hotel lobby, whether or not these negotiations actually took place was no longer very important. Traditionally in China the number ten thousand is a synonym for infinity. So it could either be understood as a dramatic touch to demonstrate just how desperate those negotiations were or an indicator of how little, symbolically speaking, they mattered now, after the fears of the transfer of sovereignty had dissipated. In any case, the article does indicate the processes of political imagination produced by the city’s public opinion or a belated “leak” from now retired government officials. But the fact that these secret conversations have been revealed as a sensationalist “declassification of secret files” seems to be in keeping with the climate that the transfer of sovereignty anniversary celebrations sought to instill in the city: the danger is over. A paranoid reading would say that this news item simply expresses the collective angst still felt by the inhabitants of HK in relation to the possible politiUR (Conversar) / 171


El paisaje de la ocupación por tiempo indefinido del “Queen’s Pier”. La consigna es no abandonar el edificio las 24 hs. View of the occupied Queen’s Pier. The occupation is open-ended and protesters set out to occupy the premises 24 hours a day.

Una activista por la preservación del “Queen’s Pier” explica el proyecto del gobierno y la propuesta de los activistas. A Queen’s Pier preservation activist explains the government’s project and the activists’ proposal.

Esto es propiedad de la Autoridad de Renovación Urbana de Hong Kong. This is an Urban Renewal Autorithy property.

Renovación urbana en Kowloon. Urban renewal in Kowloon.

PIONEERS OF DEMOCRACY IN HONG KONG Mauricio Corbalán The fate of Hong Kong, a city that still can’t govern itself, seems to be determined by secret deals and conversations. Public space is where the tensions and speculations about the future of the city become visible. The impossibility of electing its own authorities, the speed of its urban development and unbridled real estate speculation have given rise to an array of activist groups. Using different methods, these “pioneers” attempt to move the city towards democracy. One of the most bizarre features of any advanced in dustrial society in our time is that the cardinal choic es have to be made by a handful of men: in secret: and, at least in legal form, by men who cannot have a first hand knowledge of what those choices de pend upon or what their results may be. C.P. Snow, Science and government, Harvard University Press, 1960.

Frente a los rascacielos estrella del skyline de la isla de Hong Kong, las grúas de demolición flotantes aguardan su turno para acercarse al “Queen’s Pier”. In front of Hong Kong’s leading skyscrapers, the floating demolition cranes await their turn to get at Queen’s Pier.

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The day after the tenth anniversary of the United Kingdom’s transfer of the ex-colony of Hong Kong to China, the English newspaper “South China Morning Post” published on the front page an article about “secret conversations” held between certain Hong Kong businessmen and authorities from the Central Committee of the Communist Party a few days after the Tiananmen Square massacre in 1989 The group of magnates apparently offered 10 billion dollars for ten years of autonomy. According to the paper, these conversations were revealed by a hither to secret source in the Beijing government.

Judging from the faces of the people glancing at the paper in the hotel lobby, whether or not these negotiations actually took place was no longer very important. Traditionally in China the number ten thousand is a synonym for infinity. So it could either be understood as a dramatic touch to demonstrate just how desperate those negotiations were or an indicator of how little, symbolically speaking, they mattered now, after the fears of the transfer of sovereignty had dissipated. In any case, the article does indicate the processes of political imagination produced by the city’s public opinion or a belated “leak” from now retired government officials. But the fact that these secret conversations have been revealed as a sensationalist “declassification of secret files” seems to be in keeping with the climate that the transfer of sovereignty anniversary celebrations sought to instill in the city: the danger is over. A paranoid reading would say that this news item simply expresses the collective angst still felt by the inhabitants of HK in relation to the possible politiUR (Conversar) / 171


cal fate of their city, a city in the hands of fate because it still can’t govern itself. The history of Hong Kong can be seen as a set of uninterrupted meetings, secret deals and conversations behind closed doors between the various representatives of the sovereign powers who have fought over this enclave. These conversations have been expressed publicly as treaties and joint declarations which either announced timeframes that grew threatening over time or stipulated strategic delays to put off specific problems. Thus, the enclave within the colony was constituted, territories were ceded and then returned and, as a result, the process by which the city is to become democratic has been slowed down. Indeed, the enclave was founded by a treaty between an empire and a colonial power in order to put an end to a conflict. The city itself occupies the space between a trade agreement and a war. Hence, tracing a genealogy of this city entails analyzing the plot of its law suits and land registrie s, and of its catastrophes. The practical and symbolic relationship between the administration of its disputes and the latent possibility for disaster. A reading of that newspaper article in this context would show, on the one hand, how politically functional it is for residents of HK to imagine catastrophic situations and, on the other a feeling of frustration that, behind closed doors and with hidden agendas, only high level officials and magnates decide the fate of the city. In 1983, a typhoon devastated the city, causing great damage. The day after the hurricane, the Hong Kong dollar plummeted and the city’s secretary of finance publicly associated political and economic uncertainty with meteorological instability. Nineteen ninety-seven, the year of the traumatic transfer from the colonial administration to China, also saw the first six deadly cases of bird flu in the Kowloon area; it was feared that a pandemic would sweep southeast Asia in a matter of days. As if that weren’t enough, at the end of that fateful year, HK was affected by a financial crisis that started in Thailand and pulled all of Asia into a deep recession. The catastrophic is felt in the daily life of the city’s inhabitants. The taste for risky situations and changes of fortune is manifest in a passion for anything that fluctuates, anything subject to speculation, to varying odds, to risk analysis. This can mean the stock market, international credit rates or gambling at the local racetrack. You needn’t own stock to participate in the speculative- and spectator- sport called the stock market; you can watch it on TV at any hour, and it provides pleasant statistical enter172 / (Conversar) UR

tainment for the whole family. But this constant speculation seems to be the breeding ground for certain intellectual habits that are now considered proper to “entrepreneur”: thinking up alternatives, assessing risks and taking chances. There is here a strange relationship between the sense of imminent catastrophe and the delights of counterfactual thinking. The truth of the news doesn’t matter, just the political maneuvering that it provokes. What would have happened if those negotiations had prospered? In the days following the bloody resolution of the Tiananmen Square crisis, many of those Hong Kong businessmen must have gotten nervous. They resorted to all sorts of ideas in a desperate attempt to win a little more time before the inevitable catastrophe; the invasion. The scene might have been a group of men in suits putting money on the table. Across from them, the impassive faces of Chinese bureaucrats with faith in material determinism and endless patience. While these secret brainstorming sessions took place at an ever quicker pace, the residents of HK placed their bets. The most optimistic imagined another refugee crisis, like the one in 1949 at the end of the civil war. They predicted that hundreds of thousands of political exiles would arrive from Mainland China, and the city’s sanitation system would collapse, causing epidemics and starvation. This influx wouldn’t even provide cheap labor to benefit the manufacturing sector, because that sector would no longer exist. Others imagined a forced annexation of the colony through the mass arrival of the Red Army. Many assumed that this would happen, and started to request visas from foreign embassies in the hopes of emigrating. The televised images of what had happened in Tiananmen Square confirmed that gloomy prediction. Others expected a mass exodus of inhabitants as the transfer date drew near. The British expected the same and started to limit the number of visas granted. More than half a million inhabitants of HK left between 1984, when the transfer was announced, and 1997, when it was enacted. Most went to the United States and countries in the Commonwealth. The city’s logistical and political Gordian knot is its airport. Until the eighties, Kai Tak Airport was a typical postcard image of HK. I can remember several movies with the celebrated shot of an alley lined with overpopulated gray tenements at the end of which emerged a jumbo jet bearing the colors of “Cathay Pacific,” the colony’s airline. The airport was also the stage on which, during those years, the political melodrama of transition from inhabitant-residents to refugees-emigrants was played out. What better place than an airport to stage an ab-

sence of political rights combined with traffic jams? Effected the same year that the transfer of sovereignty was confirmed, the decision to move the airport was a political maneuver by the colonial authorities. Given the propaganda value of large infrastructure projects, moving the airport set out to give Hong Kong residents a sense of the city’s continuity through a “major venture for the future,” one that would encompass the date for the transfer of sovereignty. The authorities came up with a formula by which the city would change hands, but the airport would remain the same, though located elsewhere. Two cities, one airport. Today, the HK airport is one of the largest in the world. Designed by a British architectural firm, Chek Lap Kok Airport was opened late, in 1998, a year after the transfer of sovereignty. But perhaps there are other continuities and shared experiences that have gone unnoticed in the midst of so much fabricated symbolic division. Those Hong Kong businessmen were key to the process of economic reform that Deng Xiaoping began to implement in China in the late 70s. China’s first economic experiments with capitalism were carried out in Shenzhen, an area adjacent to HK; that is where investors from HK set up the first factories. As these reforms deepened, the entire HK manufacturing sector moved to China, due to the low cost of labor, and HK became the center of financial services that it is today. In 1984, through a joint Chinese-British declaration, the United Kingdom agreed to transfer sovereignty of HK to the People’s Republic of China in 1997. The agreement also stipulated that HK would be administrated as a special administrative region; most of its laws would be maintained (through a mini-constitution called “The Basic Law”), and the autonomy and freedom of the press would also be largely respected for at least fifty years after the transfer. (The new date to speculate about is, then, 2047.) The slogan “one country: two systems” was invented by Deng Xiaoping: it attempts to describe how this experiment will work. Just as the “Shenzhen Special Economic Zone” was a joint HKChina experiment, could the “Hong Kong Special Administrative Region” be a political experiment carried out by China in HK? In the counterfactual light of those conversations that probably did not take place in 1989, could China today be considered the exponential expansion of the experiment that HK proposed? In the opening scenes of “Chungking Express” by Wong Kar Wai, a gang of drug smugglers led by a Chinese woman goes down endless hallways, heading towards microscopic tailor’s shops where, from

one day to the next, all the members of the gang are given custom-made suits. I always thought that that scene was so fast due to the speed of the script, not the actual speed of the economy of suits in HK. Any man ( i ) who walks down the streets of the Kowloon commercial district will, sooner or later, be approached by some insistent Indians. Wearing white shirts with rolled up sleeves and pleated black pants, they offer the card for their “studio” or “atelier,” where, in less than three days, they can make three custom-made, hand-sewn suits –including shirts– for less than 900 euros. In many of what are today considered global cities, such an offer would go unnoticed or even be considered somewhat provincial. But in a city where the professional class still maintains that to do business and act in politics it is essential to dress well and have a personal card, one understands why tailors are active urban polemicists with an influence that not even Adolf Loos would have imagined one hundred years ago. In other cities, this gild has disappeared thanks to the standardized clothes available at shopping centers and clothing chains. In a world where clothing is constantly demonstrating the triumph of proletariat tastes (sans-cu l o t t e s, descamisados (ii), Mao suits, jeans, hava ianas (iii), etc), the concern with tailor-made suits is part of the political technology of a city where each individual must represent him -or herself, without intermediaries, in the public arena. “Art can only emerge where there is no State,” says Loos. Unlike Mainland China, where the revolution’s uniform explicitly put aside such concerns, the art of dressing in HK could be seen as a continuation of this antiState hypothesis. But it’s not so easy to call these tailors a manifestation of free market economy. The suit first came to Hong Kong at the hands of first Indian tailors, whom were brought over to supply the British colonial administration. Raja Daswani is “the king” of the Kowloon tailors. In one of the texts on his website, he introduces himself with a resounding quote: “…The crisis of the first Internet bubble was predictable. After all, the young dotcom entrepreneurs wore polo shirts and khakis from ‘The Gap.’ What could be expected of people who dressed like that?” This bold Indian tailor could easily conve rse with Tom Wolfe about the efficacy of clothing in cities. Whereas Tom Wolfe argues that those “pioneers” of innovative economic sectors like information technology dress like “the common man” (Bill Gates is a good example), Raja Daswani’s democratic approach to clothing rests on quite different premises. “…We’ll make anything you want, any way you want; we’re UR (Conversar) / 173


cal fate of their city, a city in the hands of fate because it still can’t govern itself. The history of Hong Kong can be seen as a set of uninterrupted meetings, secret deals and conversations behind closed doors between the various representatives of the sovereign powers who have fought over this enclave. These conversations have been expressed publicly as treaties and joint declarations which either announced timeframes that grew threatening over time or stipulated strategic delays to put off specific problems. Thus, the enclave within the colony was constituted, territories were ceded and then returned and, as a result, the process by which the city is to become democratic has been slowed down. Indeed, the enclave was founded by a treaty between an empire and a colonial power in order to put an end to a conflict. The city itself occupies the space between a trade agreement and a war. Hence, tracing a genealogy of this city entails analyzing the plot of its law suits and land registrie s, and of its catastrophes. The practical and symbolic relationship between the administration of its disputes and the latent possibility for disaster. A reading of that newspaper article in this context would show, on the one hand, how politically functional it is for residents of HK to imagine catastrophic situations and, on the other a feeling of frustration that, behind closed doors and with hidden agendas, only high level officials and magnates decide the fate of the city. In 1983, a typhoon devastated the city, causing great damage. The day after the hurricane, the Hong Kong dollar plummeted and the city’s secretary of finance publicly associated political and economic uncertainty with meteorological instability. Nineteen ninety-seven, the year of the traumatic transfer from the colonial administration to China, also saw the first six deadly cases of bird flu in the Kowloon area; it was feared that a pandemic would sweep southeast Asia in a matter of days. As if that weren’t enough, at the end of that fateful year, HK was affected by a financial crisis that started in Thailand and pulled all of Asia into a deep recession. The catastrophic is felt in the daily life of the city’s inhabitants. The taste for risky situations and changes of fortune is manifest in a passion for anything that fluctuates, anything subject to speculation, to varying odds, to risk analysis. This can mean the stock market, international credit rates or gambling at the local racetrack. You needn’t own stock to participate in the speculative- and spectator- sport called the stock market; you can watch it on TV at any hour, and it provides pleasant statistical enter172 / (Conversar) UR

tainment for the whole family. But this constant speculation seems to be the breeding ground for certain intellectual habits that are now considered proper to “entrepreneur”: thinking up alternatives, assessing risks and taking chances. There is here a strange relationship between the sense of imminent catastrophe and the delights of counterfactual thinking. The truth of the news doesn’t matter, just the political maneuvering that it provokes. What would have happened if those negotiations had prospered? In the days following the bloody resolution of the Tiananmen Square crisis, many of those Hong Kong businessmen must have gotten nervous. They resorted to all sorts of ideas in a desperate attempt to win a little more time before the inevitable catastrophe; the invasion. The scene might have been a group of men in suits putting money on the table. Across from them, the impassive faces of Chinese bureaucrats with faith in material determinism and endless patience. While these secret brainstorming sessions took place at an ever quicker pace, the residents of HK placed their bets. The most optimistic imagined another refugee crisis, like the one in 1949 at the end of the civil war. They predicted that hundreds of thousands of political exiles would arrive from Mainland China, and the city’s sanitation system would collapse, causing epidemics and starvation. This influx wouldn’t even provide cheap labor to benefit the manufacturing sector, because that sector would no longer exist. Others imagined a forced annexation of the colony through the mass arrival of the Red Army. Many assumed that this would happen, and started to request visas from foreign embassies in the hopes of emigrating. The televised images of what had happened in Tiananmen Square confirmed that gloomy prediction. Others expected a mass exodus of inhabitants as the transfer date drew near. The British expected the same and started to limit the number of visas granted. More than half a million inhabitants of HK left between 1984, when the transfer was announced, and 1997, when it was enacted. Most went to the United States and countries in the Commonwealth. The city’s logistical and political Gordian knot is its airport. Until the eighties, Kai Tak Airport was a typical postcard image of HK. I can remember several movies with the celebrated shot of an alley lined with overpopulated gray tenements at the end of which emerged a jumbo jet bearing the colors of “Cathay Pacific,” the colony’s airline. The airport was also the stage on which, during those years, the political melodrama of transition from inhabitant-residents to refugees-emigrants was played out. What better place than an airport to stage an ab-

sence of political rights combined with traffic jams? Effected the same year that the transfer of sovereignty was confirmed, the decision to move the airport was a political maneuver by the colonial authorities. Given the propaganda value of large infrastructure projects, moving the airport set out to give Hong Kong residents a sense of the city’s continuity through a “major venture for the future,” one that would encompass the date for the transfer of sovereignty. The authorities came up with a formula by which the city would change hands, but the airport would remain the same, though located elsewhere. Two cities, one airport. Today, the HK airport is one of the largest in the world. Designed by a British architectural firm, Chek Lap Kok Airport was opened late, in 1998, a year after the transfer of sovereignty. But perhaps there are other continuities and shared experiences that have gone unnoticed in the midst of so much fabricated symbolic division. Those Hong Kong businessmen were key to the process of economic reform that Deng Xiaoping began to implement in China in the late 70s. China’s first economic experiments with capitalism were carried out in Shenzhen, an area adjacent to HK; that is where investors from HK set up the first factories. As these reforms deepened, the entire HK manufacturing sector moved to China, due to the low cost of labor, and HK became the center of financial services that it is today. In 1984, through a joint Chinese-British declaration, the United Kingdom agreed to transfer sovereignty of HK to the People’s Republic of China in 1997. The agreement also stipulated that HK would be administrated as a special administrative region; most of its laws would be maintained (through a mini-constitution called “The Basic Law”), and the autonomy and freedom of the press would also be largely respected for at least fifty years after the transfer. (The new date to speculate about is, then, 2047.) The slogan “one country: two systems” was invented by Deng Xiaoping: it attempts to describe how this experiment will work. Just as the “Shenzhen Special Economic Zone” was a joint HKChina experiment, could the “Hong Kong Special Administrative Region” be a political experiment carried out by China in HK? In the counterfactual light of those conversations that probably did not take place in 1989, could China today be considered the exponential expansion of the experiment that HK proposed? In the opening scenes of “Chungking Express” by Wong Kar Wai, a gang of drug smugglers led by a Chinese woman goes down endless hallways, heading towards microscopic tailor’s shops where, from

one day to the next, all the members of the gang are given custom-made suits. I always thought that that scene was so fast due to the speed of the script, not the actual speed of the economy of suits in HK. Any man ( i ) who walks down the streets of the Kowloon commercial district will, sooner or later, be approached by some insistent Indians. Wearing white shirts with rolled up sleeves and pleated black pants, they offer the card for their “studio” or “atelier,” where, in less than three days, they can make three custom-made, hand-sewn suits –including shirts– for less than 900 euros. In many of what are today considered global cities, such an offer would go unnoticed or even be considered somewhat provincial. But in a city where the professional class still maintains that to do business and act in politics it is essential to dress well and have a personal card, one understands why tailors are active urban polemicists with an influence that not even Adolf Loos would have imagined one hundred years ago. In other cities, this gild has disappeared thanks to the standardized clothes available at shopping centers and clothing chains. In a world where clothing is constantly demonstrating the triumph of proletariat tastes (sans-cu l o t t e s, descamisados (ii), Mao suits, jeans, hava ianas (iii), etc), the concern with tailor-made suits is part of the political technology of a city where each individual must represent him -or herself, without intermediaries, in the public arena. “Art can only emerge where there is no State,” says Loos. Unlike Mainland China, where the revolution’s uniform explicitly put aside such concerns, the art of dressing in HK could be seen as a continuation of this antiState hypothesis. But it’s not so easy to call these tailors a manifestation of free market economy. The suit first came to Hong Kong at the hands of first Indian tailors, whom were brought over to supply the British colonial administration. Raja Daswani is “the king” of the Kowloon tailors. In one of the texts on his website, he introduces himself with a resounding quote: “…The crisis of the first Internet bubble was predictable. After all, the young dotcom entrepreneurs wore polo shirts and khakis from ‘The Gap.’ What could be expected of people who dressed like that?” This bold Indian tailor could easily conve rse with Tom Wolfe about the efficacy of clothing in cities. Whereas Tom Wolfe argues that those “pioneers” of innovative economic sectors like information technology dress like “the common man” (Bill Gates is a good example), Raja Daswani’s democratic approach to clothing rests on quite different premises. “…We’ll make anything you want, any way you want; we’re UR (Conversar) / 173


not proud,” he says, mocking those who opt for suits cut by computers and sold by imbeciles who tell them what to wear. Surprisingly, Raja Daswani professes to have great faith in globalization. Indeed, globalization -that is the combination of cheap flights and the Internetis what has allowed him to expand the once so intimate and personalized craft of custom-made clothes. “Globalization does not necessarily mean dressing poorly,” might be one of his phrases, intended for that young global investor who travels in first class wearing shorts and flip-flops. After the transfer of sovereignty in 1997, all Raja’s British clients left the city, and he thought that it would be best to follow them. Now, someone who lives in London can go to a hotel there, where, under the personal supervision of Raja, a team of tailors will take his measurements. They will even film the client. Minutes later, the data is sent to HK via e-mail, and in less than five days the client will be enjoying three suits for less than 900 euros. “Not everyone wants to spend that much money: people want to look smart, but they are more conscious of their budgets than they used to be.” Loos couldn’t have put it any better. Raja Daswani also considers, or at least advertises his work as, a “mission,” like the one undertaken by the Viennese reformist architect Adolf Loos who, from the pages of Das Andere in the early 20th century, set out to introduce “modern culture” into a European society dominated by court clothing. I am reminded of a story about Frank Lloyd Wright. When he left his hometown, the first thing he did upon arriving to Chicago was to have a suit made. He then wandered around the city penniless for four days straight. The fourth day, he showed up at the Sullivan studio and, wearing his suit and a winning smile he did a perspective drawing that launched his career. Raja Daswani couldn’t have come up with a better example. But it’s not so easy to write off the retailing of casual clothing. If the HK tailors are more comfortable representing the aspirations of middle-class professionals (successful lawyers with political ambitions, say), the hero and stylistic leader of the new street activism of HK civil society is a clothing-industry-businessman-cum-mass-media-entrepreneur. Jimmy Lai is one of the refugees from the 1949 civil war who escaped China at the age of 15 to start working as cheap labor in HK’s sweatshops. In the early eighties, he created his own copy of “The Gap,” called “Giordano,” to sell casual clothing at affordable prices. Today, “Giordano” is the most famous casual wear shop in all of Asia. But, in addition to being a capable businessman, Jimmy Lai is a trou174 / (Conversar) UR

blesome opponent of the Beijing regime and its representative in the HK government. In the mid-90s, he sold his clothing brand and started building a media company, “Nextmedia”, to compete with official sources of information. As the date of the transfer approached, he thought it was important for media companies to be strategically positioned in order to face the coming battle over freedom of the press. By then, RHTK, a sort of local BBC, was already having problems with censorship. So, in 1995 Jimmy Lai launched his sensationalist newspaper in Cantonese entitled “Apple,” which became the second largest paper in HK. Today, it is the point of reference for all pro-democracy activists in the city. At the first signs of the expansion of the Internet, he jumped on the investment bandwagon. He was as unlucky as the others who used clothes like the ones he used to sell. But as his media company expanded, so did his prestige as an activist. His support, through the paper, of the large demonstrations in favor of free elections in July of 2003 increased his political influence, as well as the friction between him and the government. A Jimmy-Lai version of a pioneer of democracy would, then, look more like an Internet entrepreneur in khakis and polo shirt than a suit-wearing lawyer. Between yesterday’s conjectured catastrophes and today’s activism, it is in the hackneyed concept of public space where the tensions of a “city state” that still can’t govern itself are most manifest. The ultimate public space in Hong Kong these days is, paradoxically, a structure conceived for a monarchist ritual. The “Queen’s Pier,” the wharf that the queen of England used when she arrived to HK by boat, has been occupied by activists for several months. In front of this small building are several floating demolition cranes; they patiently wait until the buildings occupants are worn out and they can get on with their task. This conflict stages the subtle differences or major similitudes in HK between urban development and real estate, and the tensions between the projects to democratize the city and those that defend public space. These environmental situations have led to increased local activism. The activist groups in HK are mostly formed by neighborhood residents, professional organisms, politicians and young people. But with a legislature largely dominated by representatives who defend only their own business interests, the HK middle class and professionals see civil activism as a way to combat the unresponsiveness of an administration caught up in top-down strategies and run by officials indifferent to the demands of ordinary citizens. As a political analyst from the city

said, “When problems don’t seem to have any solution, the ongoing political commitment represented by activism becomes even more important.” But there is an activism less bound to the great cause of democracy in the city and more committed to local communities: it entails small experiments in barter, resource self-management and the preservation of historical constructions. This local activism evidences the territorial problem that the high profile movement for democracy seems to ignore, perhaps because it lacks the networks and tools needed to operate in a more local setting. Thus, there are two distinct tendencies. One involving successful lawyers (like Martin Lee) who trust that direct elections will come through small legal advances and hence privilege fighting the autocratic Beijing governmen t on a case-bycase basis; and a tendency involving activists who work on local causes connected to public space. This second group employs direct methods such as occupying buildings or public demonstrations in order to confront, one centimeter at a time, the evictions and demoli-

tions that real estate speculation and the department of urban development seek to effect. Little connects these two groups except their common participation in the mass marches that take place on July 1st each year. But the plethora of environmental conflicts and of urban development ensures the “sustainability” of the activism in this recently created “civil society,” provided that activism is based on the idea of public space in a city plagued by, on the one hand, unbridled real estate speculation and, on the other, the inability to elect its own authorities. Skeptics claim that only after Tiananmen Square did the inhabitants of HK have political concerns. Until then, no one cared about democracy, and many thought that political activity meant simply knowing how to juggle the city’s strange and longstanding status quo of free market economy and colonial administration. Hong Kong and its neighbor, Macau, are the only two cities in China were it is permitted to commemor ate the events at Tiananmen Square.

(i) While women in Chanel suits and alike, as well as proud t-shirt wearing activists, may have access to this economy of influence, the Indian tailors mostly cater to men. (ii) T.N. Descamisado is a Spanish word that literally means “without shirt” or “shirtless.” The term was originally used as an insult by the elite of Argentina to describe the followers of Juan Perón, who served as president of Argentina from 1946 until 1955, and then again briefly from 1973 to 1974. The term was later reclaimed as a term of pride, with Juan Perón and his wife Eva Perón affectionately referring to their followers as “descamisados.” (Source: Wikipedia) (iii) T.N. Havaianas is a Brazilian sandal brand (also known as Flip-flops or thongs) that is exported internationally, for example, being featured at several stores in the United States and the Philippines. Since their creation in 1962, more than two billion pairs have been manufactured. Originally they were considered shoes for poor people but in 1994 after a marketing campaign they became like a fashion trend. (Source: Wikipedia)

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not proud,” he says, mocking those who opt for suits cut by computers and sold by imbeciles who tell them what to wear. Surprisingly, Raja Daswani professes to have great faith in globalization. Indeed, globalization -that is the combination of cheap flights and the Internetis what has allowed him to expand the once so intimate and personalized craft of custom-made clothes. “Globalization does not necessarily mean dressing poorly,” might be one of his phrases, intended for that young global investor who travels in first class wearing shorts and flip-flops. After the transfer of sovereignty in 1997, all Raja’s British clients left the city, and he thought that it would be best to follow them. Now, someone who lives in London can go to a hotel there, where, under the personal supervision of Raja, a team of tailors will take his measurements. They will even film the client. Minutes later, the data is sent to HK via e-mail, and in less than five days the client will be enjoying three suits for less than 900 euros. “Not everyone wants to spend that much money: people want to look smart, but they are more conscious of their budgets than they used to be.” Loos couldn’t have put it any better. Raja Daswani also considers, or at least advertises his work as, a “mission,” like the one undertaken by the Viennese reformist architect Adolf Loos who, from the pages of Das Andere in the early 20th century, set out to introduce “modern culture” into a European society dominated by court clothing. I am reminded of a story about Frank Lloyd Wright. When he left his hometown, the first thing he did upon arriving to Chicago was to have a suit made. He then wandered around the city penniless for four days straight. The fourth day, he showed up at the Sullivan studio and, wearing his suit and a winning smile he did a perspective drawing that launched his career. Raja Daswani couldn’t have come up with a better example. But it’s not so easy to write off the retailing of casual clothing. If the HK tailors are more comfortable representing the aspirations of middle-class professionals (successful lawyers with political ambitions, say), the hero and stylistic leader of the new street activism of HK civil society is a clothing-industry-businessman-cum-mass-media-entrepreneur. Jimmy Lai is one of the refugees from the 1949 civil war who escaped China at the age of 15 to start working as cheap labor in HK’s sweatshops. In the early eighties, he created his own copy of “The Gap,” called “Giordano,” to sell casual clothing at affordable prices. Today, “Giordano” is the most famous casual wear shop in all of Asia. But, in addition to being a capable businessman, Jimmy Lai is a trou174 / (Conversar) UR

blesome opponent of the Beijing regime and its representative in the HK government. In the mid-90s, he sold his clothing brand and started building a media company, “Nextmedia”, to compete with official sources of information. As the date of the transfer approached, he thought it was important for media companies to be strategically positioned in order to face the coming battle over freedom of the press. By then, RHTK, a sort of local BBC, was already having problems with censorship. So, in 1995 Jimmy Lai launched his sensationalist newspaper in Cantonese entitled “Apple,” which became the second largest paper in HK. Today, it is the point of reference for all pro-democracy activists in the city. At the first signs of the expansion of the Internet, he jumped on the investment bandwagon. He was as unlucky as the others who used clothes like the ones he used to sell. But as his media company expanded, so did his prestige as an activist. His support, through the paper, of the large demonstrations in favor of free elections in July of 2003 increased his political influence, as well as the friction between him and the government. A Jimmy-Lai version of a pioneer of democracy would, then, look more like an Internet entrepreneur in khakis and polo shirt than a suit-wearing lawyer. Between yesterday’s conjectured catastrophes and today’s activism, it is in the hackneyed concept of public space where the tensions of a “city state” that still can’t govern itself are most manifest. The ultimate public space in Hong Kong these days is, paradoxically, a structure conceived for a monarchist ritual. The “Queen’s Pier,” the wharf that the queen of England used when she arrived to HK by boat, has been occupied by activists for several months. In front of this small building are several floating demolition cranes; they patiently wait until the buildings occupants are worn out and they can get on with their task. This conflict stages the subtle differences or major similitudes in HK between urban development and real estate, and the tensions between the projects to democratize the city and those that defend public space. These environmental situations have led to increased local activism. The activist groups in HK are mostly formed by neighborhood residents, professional organisms, politicians and young people. But with a legislature largely dominated by representatives who defend only their own business interests, the HK middle class and professionals see civil activism as a way to combat the unresponsiveness of an administration caught up in top-down strategies and run by officials indifferent to the demands of ordinary citizens. As a political analyst from the city

said, “When problems don’t seem to have any solution, the ongoing political commitment represented by activism becomes even more important.” But there is an activism less bound to the great cause of democracy in the city and more committed to local communities: it entails small experiments in barter, resource self-management and the preservation of historical constructions. This local activism evidences the territorial problem that the high profile movement for democracy seems to ignore, perhaps because it lacks the networks and tools needed to operate in a more local setting. Thus, there are two distinct tendencies. One involving successful lawyers (like Martin Lee) who trust that direct elections will come through small legal advances and hence privilege fighting the autocratic Beijing governmen t on a case-bycase basis; and a tendency involving activists who work on local causes connected to public space. This second group employs direct methods such as occupying buildings or public demonstrations in order to confront, one centimeter at a time, the evictions and demoli-

tions that real estate speculation and the department of urban development seek to effect. Little connects these two groups except their common participation in the mass marches that take place on July 1st each year. But the plethora of environmental conflicts and of urban development ensures the “sustainability” of the activism in this recently created “civil society,” provided that activism is based on the idea of public space in a city plagued by, on the one hand, unbridled real estate speculation and, on the other, the inability to elect its own authorities. Skeptics claim that only after Tiananmen Square did the inhabitants of HK have political concerns. Until then, no one cared about democracy, and many thought that political activity meant simply knowing how to juggle the city’s strange and longstanding status quo of free market economy and colonial administration. Hong Kong and its neighbor, Macau, are the only two cities in China were it is permitted to commemor ate the events at Tiananmen Square.

(i) While women in Chanel suits and alike, as well as proud t-shirt wearing activists, may have access to this economy of influence, the Indian tailors mostly cater to men. (ii) T.N. Descamisado is a Spanish word that literally means “without shirt” or “shirtless.” The term was originally used as an insult by the elite of Argentina to describe the followers of Juan Perón, who served as president of Argentina from 1946 until 1955, and then again briefly from 1973 to 1974. The term was later reclaimed as a term of pride, with Juan Perón and his wife Eva Perón affectionately referring to their followers as “descamisados.” (Source: Wikipedia) (iii) T.N. Havaianas is a Brazilian sandal brand (also known as Flip-flops or thongs) that is exported internationally, for example, being featured at several stores in the United States and the Philippines. Since their creation in 1962, more than two billion pairs have been manufactured. Originally they were considered shoes for poor people but in 1994 after a marketing campaign they became like a fashion trend. (Source: Wikipedia)

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