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Más allá del

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Electrolito

Electrolito

La decisión es difícil, si seguir comprando a E.U. su exedente de gas natural, o explotar nuestros propios recursos de Shale.

La revolución del Shale gas en Estados Unidos ha sido tal que han ocurrido varios fenómenos que han transformado la dinámica de este sector en aquel país. Lo primero que sucedió es que en los estados de ese país se amplió el suministro de gas natural, de manera tal que aumentó el consumo industrial, residencial y comercial, pero principalmente para la generación de energía eléctrica. Lo anterior permitió que se desplazaran muchas carboeléctricas que dejaron de ser competitivas por costo y, a su vez, permitió que disminuyeran las emisiones de gases de efecto invernadero producto de esta actividad. MÁS ALLÁ DEL GAS SECO exportaciones de Estados Unidos a México se incrementaron. Las importaciones de gas natural de México desde Estados Unidos pasaron de 658,368 millones de pies cúbicos en 2013 a 1,688,095 millones de pies cúbicos en 2018. Pero la infraestructura de México no es suficiente para mantener los flujos de gas natural provenientes de Estados Unidos por lo que también se han incrementado las exportaciones de gas natural licuado que pasaron de 2,924 a 1,083,118 millones de pies cúbicos en el mismo periodo. Dado que no hay muchos otros espacios para colocar el gas natural que se extrae todos los días en Estados Unidos, otro fenómeno que ha aparecido es el incremento en el venteo y quema de gas natural que pasó de 212,848 a 468,347 millones de pies cúbicos entre 2013 y 2018. Lo cual implica que es gas natural desperdiciado, sin considerar sus efectos en la atmósfera. Paul A. Sánchez Doctor en Política Pública con más de 10 años de experiencia en materia energética en los sectores público, privado social y académico.

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yacimientos Shale en Estados Unidos. Después de que en 2008, el precio promedio de las importaciones de gas natural fue de $8.25 dólares por MMBTU, en 2019 el precio promedio de las importaciones fue de $2.60 dólares por MMBTU.

Este fenómeno fue el detonante del desarrollo de gasoductos, plantas de ciclo combinado y transporte de gas para su uso directo.

Sin embargo, existe un problema con esta situación y es que el gas que México importa, los ductos que se han desarrollado y el consumo en México es principalmente de gas seco.

Vale la pena detenerse un poco y explicar qué se entiende por gas seco y gas húmedo.

El gas seco es esencialmente metano que se obtiene una vez que el gas extraído del yacimiento se procesa y se extraen otros elementos para dejar solamente el metano, Hidrocarburos

el cual sirve para producir electricidad, para calentar espacios y otros fines relacionados. En términos muy simples para quemarse. Por otro lado tenemos el gas húmedo que es el gas que extraído del yacimiento tiene otros componentes como el etano, butano y otros líquidos. Los líquidos del gas natural son importantísimos pues el etano es precursor de las actividades petroquímicas por lo que es vital para el desarrollo de esta industria. En consecuencia, el boom petrolero de Estados Unidos visto más allá del gas seco no nos beneficia en el sentido que no nos ayuda a crear una industria de alto valor agregado como lo es la petroquímica porque el gas que proviene del norte no tiene estos líquidos del gas natural. La mejor manera de detonar una industria petroquímica en México es contar con los líquidos del gas que no vamos a poder obtener a través de la red de gasoductos que actualmente se operan en el país. Para ello, es necesario desarrollar nuestra propia revolución explotando los recursos de Shale que se tienen en México. No es una decisión sencilla, porque Shale se asocia directamente con la fractura hidráulica misma que se asocia a contaminación y malas prácticas industriales. Es una decisión difícil seguir comprando a Estados Unidos su excedente de gas natural seco y desarrollar los recursos que podrían dotarnos de líquidos, fundamentales para el desarrollo de una industria petroquímica nacional. Salir un poco de la caja y pensar en las necesidades del país, eso sí con una clara regulación económica, ambiental y social. Déjanos tus opiniones en nuestras redes sociales y ¡Nos vemos en siete!

“La mejor manera de detonar una industria petroquímica en México es contar con los líquidos del gas que no vamos a poder obtener a través de la actual red de gasoductos del país .”

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