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Haciendo
Haciendo circular los autos eléctricos
Faraday Enjaulado
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Especialista del sector eléctrico que vive encerrado en su jaula, anulando el efecto de rumores para presentar sus puntos de vista.
No es novedad que comentemos en este espacio de Acceso Energía que el cambio tecnológico que representa pasar de usar combustibles fósiles a electricidad o celdas de otros combustibles limpios como el hidrógeno, va a reorganizar las cadenas productivas y la manera en la que los usuarios finales consumen en todos los segmentos de la cadena de valor. Uno de los principales retos que enfrentan los autos eléctricos, es que su competidores alimentados gasolina tienen una vida útil mucho más larga. Un auto de combustión interna puede circular en buenas condiciones al menos 10 años y bajo un esquema de mantenimiento adecuado y buen cuidado, pueden circular más de 20 años sin mayor problema, de hecho en Latinoamérica el promedio de vida útil de un vehículo automotor va de los 12 a los 14 años. Durante su vida útil los autos pueden recorren grandes cantidades de kilómetros, incluso hay marcas que ofrecen beneficios especiales a los usuarios que recorran más de 800 mil km como Volvo, lo cual incentiva que el usuario mantenga el vehículo y lo conserve por más tiempo, también hay un mercado bien establecido de autopartes y refacciones que son relativamente sencillas de reemplazar por los usuarios o en talleres mecánicos pequeños con herramienta estándar. Recuerdo que mi familia tuvo un Volks Wagen beatle clásico, de aquellos a los que le decimos “Vocho” en México y cuando tenía una falla, cualquier mecánico podía meterle mano, incluso hubo momentos en los que con materiales de reuso, como alambres o latas, se construía una solución temporal a la falla para circular hasta el siguiente pueblo y conseguir la refacción. La realidad es que los autos eléctricos son mucho más complejos, la electrónica interna y los componentes son muy nuevos para los talleres mecánicos no especializados, las refacciones aún no están disponibles de manera amplia y el costo de las reparaciones puede elevarse considerablemente. Además el componente crítico más grande en un vehículo eléctrico son las baterías, esto también es cierto para los autos híbridos, las baterías representan un porcentaje importante del costo final de los vehículos eléctricos y tienen una vida útil de aproximadamente 10 años. Ahora China es el país en el que más rápido se están adoptando los vehí-
culos eléctricos, para 2021 casi un tercio del total de las ventas de autos han sido eléctricos, siendo Shanghai el lugar con mayor adopción. En el sitio de venta de autos “Tiantianpaiche” durante el primer trimestre del año, el 43% de los autos eléctricos y autos híbridos que se pueden conectar que se han vendido tienen menos de 3 años de antigüedad y si observamos solo marzo, el 60% de los autos eléctricos vendidos en la plataforma tienen menos de 50,000 kilómetros recorridos. En parte, los autos eléctricos son víctimas de su éxito, el cambio tecnológico tan rápido que se ha experimentado en los últimos años, hace que cada modelo que sale a la venta tenga mejor rendimiento, mayor durabilidad, mejores velocidades de carga y mayor autonomía por recarga, lo que hace que los usuarios prefieran cambiar más rápido de auto. Por otro lado, el deterioro de las celdas en las baterías puede hacer necesario el reemplazo de las baterías del vehículo cerca del año diez de vida, esto puede llegar a representar más del 40% del valor del auto, mismo que ha mejorado con los nuevos avances en la tecnología disminuyendo este costo. Aún así, para muchos usuarios, sobre todo de economías emergentes, representa el mismo costo que invertir en un auto nuevo, sobre todo cuando hay grandes facilidades para el crédito y se tiene que invertir entre el 15 y el 25% para obtener crédito para un auto nuevo. Todo esto hace que los autos eléctricos en este momento de la historia no tengan una economía tan circular como sus competidores a gasolina, y es un tema en el que tenemos que trabajar a pasos acelerados si queremos obtener realmente los beneficios ambientales que los autos eléctricos buscan obtener. Como siempre queremos saber tu opinión, escríbenos a nuestras redes sociales, estamos en contacto.
Cooperativas solares: una luz para México
Adrián Morales Ríos
adrianmoralesrios@outlook.com Ingeniero Químico Industrial por el IPN. Sus líneas de especialidad se orientan al sector petrolero, con particular enfoque en la prospección petroquímica.
La transición energética se ha convertido en una necesidad a nivel mundial. México no es la excepción, sin embargo, para que esta suceda, es obligatoria la participación de los tres niveles de gobierno, la academia, el sector privado y la sociedad. A través de nuevas tecnologías y acuerdos internacionales, se ha buscado impulsar el cambio de energías fósiles por renovables, mediante la aplicación de las mejores prácticas de ahorro y uso eficiente de la energía. Lamentablemente, la transición energética requiere de inversiones en infraestructura, tecnología; cambio en políticas públicas y normatividad; la apertura del mercado y el financiamiento de nuevos modelos de energía. Asimismo, se requiere la concientización de la sociedad acerca de consumo de energía en el hogar y comercios de pequeña escala. El empoderamiento energético de los usuarios finales es necesario para que se impulse el desarrollo de tecnologías no convencionales puesto que ahora los consumidores pueden generar su propia energía (prosumidores) y a la par contribuir con la reducción de emisiones a partir de las fuentes renovables y no contaminantes que se encuentran al alcance de todos. Es aquí donde cobran gran relevancia las cooperativas energéticas. Estas se refieren a un grupo de individuos que se unen voluntariamente para crear un proyecto que les permita satisfacer sus necesidades primeramente energéticas y, si el proyecto lo permite, también económicas. Proyectos que escalan de nivel permiten generar ingresos por la venta de energía, lo que no solo beneficia a los participantes de la asociación sino también a la comunidad. Esta forma de autoabastecimiento ha sido explorada y explotada en gran medida en Europa. Alemania es el claro ejemplo. Para 2018, el país europeo contaba con más de 800 cooperativas energéticas en las que participaban más de 180 mil asociados. La mayoría de estas se dedica al abastecimiento de los hogares locales y alumbrado público, utilizando paneles fotovoltaicos, aunque también se dedican a servicios de eficiencia energética, almacenamiento, consultoría, asesoramiento y relación con agencias ambientales. En México se han realizado charlas con expertos de todo el mundo, en las que se impulsa la creación de cooperativas energé-
ticas, sobre todo para las comunidades más vulnerables del país donde es complicado realizar la conexión a la red eléctrica. Observando esta necesidad, en 2016 nace RedGirasol, la primera plataforma de crowdfunding en México enfocada al financiamiento de sistemas solares distribuidos. Mauricio de Mucha, cofundador y director general, detalla que RedGirasol cuenta con una gran cartera de más de 12 mil inversionistas decididos a implementar estos sistemas, el único detalle, según los expertos, es probar los diferentes modelos para ver cual es el que se ajusta de mejor manera a las necesidades especiales de cada proyecto. En primera instancia, RedGirasol busca que, a través de la aportación de capital de decenas de personas interesadas en apoyar el uso de energías renovables, se creen proyectos que permitan a cualquier familia o negocio contar con paneles solares ya que, como lo detalla, solo cerca del 10% de los usuarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pueden acceder a un sistema solar, dejando al 90% restante sin este beneficio. Con más de 500 instalaciones en 29 estados de la república, y cerca de 100 millones de pesos fondeados, RedGirasol nos deja
ver que la generación distribuida es una gran oportunidad para el empoderamiento energético de las comunidades. Asimismo, la gran ventaja de este tipo de sistemas es que se crea un canal en el que todos ganan pues la plataforma conecta a inversionistas, solicitantes e instaladores, permitiendo no solo combatir el cambio climático sino impulsar el desarrollo económico y social del país. Es importante hacer hincapié en que para que se multipliquen las cooperativas energéticas en México es necesario contar con una visión hacia el futuro, buscando fortalecer a las energías renovables y permitir una transición energética de lo fósil a lo sustentable. Desde el gobierno se deben crear políticas que impulsen estas iniciativas, así como buscar que cada vez sean más los interesados en convertirse en prosumidores, ya que los modelos cooperativos de energía no solo aportan al bien local, sino que al multiplicarse podrían convertirse en un elemento que permita la soberanía energética del país.