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AMLO y las energías renovables
¿La posibilidad de un cambio de rumbo?
Carlos Emiliano Villaseñor Moreno
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cvm2107@gmail.com Graduado de la licenciatura de ciencia política en el ITAM y actualmente analista en temas de equidad de género en Latinoamérica en Aequales.
LSonora es un estado reconocido por su capacidad para emplear energía solar a gran escala y actualmente existen varias plantas solares operativas, todas ellas de iniciativa privada: como Canadian Solar, Internovum Solar, Iberdrola, Zuma Energía, etc. Este último mes de junio 2021 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que tan contrario parecía a la idea de las energías renovables, ha encargado al gobernador del estado, Alfonso Durazo, que examine la posibilidad de la creación de una planta solar que sería propiedad de una nueva empresa pública sonorense. Los detalles sobre el tamaño, la localización, los recursos necesarios, etc. aún siguen nebulosos puesto que el proyecto está en sus etapas más tempranas, pero lo que es sin duda notable es que parece romper con la tendencia hacia los hidrocarburos y los combustibles fósiles en los que se había apoyado fuertemente esta administración. Ahora bien, debo dejar claro que lo que voy a decir a continuación corresponde a mi interpretación de cómo se alinea este potencial nuevo proyecto con las tendencias de a dónde ha querido llevar Andrés Manuel el mercado energético mexicano. Es necesario resaltar que si bien la inversión en energía solar representa un cierto distanciamiento con su priorización de proyectos energéticos como la refinería de Dos Bocas, sí continúa con bastante consistencia con su objetivo de desplazar al sector privado lo más posible dentro de la producción o distribución de energía. No olvidemos que su reforma a la Ley de la Industria Eléctrica unos meses atrás eliminaba el sistema de subastas bajo el que se operaba la compra-venta de energía dándole poder a la CFE para establecer de manera libre y unilateral a quien quiere comprarle energía. Esto dejaba a las compañías privadas en un limbo incierto puesto que reducía sus habilidades para colocar la electricidad que producen, sobre todo a aquellas especializadas en energías renovables dada la intermitencia en su generación de energía, la cual suele ser más barata que la producida por las plantas de la propia CFE. En cuanto al repentino viraje dentro de las energías renovables como nueva potencial arena de competencia con el sector privado, en vez de eliminar la arena completamente, como parecía indicar las tendencias marcadas por la acción gubernamental, creo que ha sido la naturaleza más que la
economía la que ha jugado un factor en esta decisión. Esto lo digo, porque ni las quejas de los gobiernos de Estados Unidos o Canadá sobre incumplimiento de condiciones establecidas en el T-MEC sobre no favorecer a empresas estatales, ni declaraciones de la Cofece sobre el impacto que tendría sobre las ya golpeadas metas de transición a energías renovables, ni los múltiples litigios con empresas privadas parecían poder cambiar ni ligeramente el rumbo que la agenda energética de este gobierno había tomado. Sin embargo, es mi opinión que la creciente frecuencia con la que fenómenos climáticos como las nevadas de febrero y la actual ola de calor que han impactado Estados Unidos y nuestro acceso a recursos como gas natural llevando a significativos aumentos en las tarifas de la electricidad, dejan cada vez más en claro que es necesario diversificar nuestra producción de energía. Además, la actual sequía que afecta al 84% de nuestro país también es señal de que podemos llegar a un punto en el que debamos elegir entre disponer de agua para beber o para hacer funcionar nuestras plantas hidroeléctricas. Por supuesto que puede haber otras razones que he fallado en considerar y que el tema energético en México está tan reSí continúa con bastante consistencia con su objetivo de desplazar al “ sector privado lo más posible dentro de la producción o distribución de energía”
bosante de actividad actualmente que me es imposible reducirlo en un par de páginas pero si mis conjeturas son correctas, y este es el llamado de atención que por fin empieza a mover al gobierno hacía las energías renovables, espero que también sea la llamada de atención que lo lleve a actuar no como una fuerza antagonista del sector privado sino como una fuerza reguladora que garantice que sus actividades no se den a expensas de los ciudadanos. Ombudsman Energía México por su parte está más que dispuesto a ayudar a garantizar que la transición a las energías renovables se den considerando la energía como un derecho indispensable que debe ser procurado y protegido cuando pensamos en el diseño de nuestros sistemas y mercados energéticos, ya sean privados o públicos.