M e nsaj e de l D ire c tor Nac ional | Pb ro . D ante D e S an z z i
Pascua: Dios vive para siempre El misterio pascual es el fundamento de nuestra fe cristiana. Estamos viviendo el año de la Fe. Seguramente que el deseo de Dios Padre es que nuestra vida tenga sentido. Pero esto lo conseguiremos si centralizamos nuestra oración y existencia alrededor de la vida, de la pasión y de la muerte, además de la Resurrección y Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo. Concentrarnos continuamente y hacer que nuestra vida se una a la de Jesús y con Jesús en el huerto de Getsemaní, en el silencio de la meditación y de la oración. No temer la oscuridad, la noche, la humillación, la soledad y el aumento de las mortificaciones. En definitiva, algo que vive el hombre a diario.
del Padre, morir al pecado, hacer siempre la voluntad de Dios, vivir una vida sencilla, socorrer las miserias del hermano, sumar a nuestra fe la esperanza y la caridad. Confiar infinitamente en la misericordia del Padre. Nunca abandona. Vivamos la alegría de creer en un Dios de vivos. La muerte ha sido vencida. El ánimo debe estar en alza, principalmente en este tiempo. La reflexión de un gran misionero de la Iglesia como San Pablo nos llame a vivir y a resucitar de nuestro sepulcro: “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?”.
Esta es nuestra fe pascual. Vivámosla como buenos evangelizadores. Contagiemos espíDebemos también nosotros resurgir inmor- ritu y vida. tales a la vida de la gracia. Como misioneros ¡ Feliz Pascua de Resurrección!
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>Contenido Director Pbro. Dante De Sanzzi Equipo de Redacción P. Pedro Brassesco Hna. Marcela Davies Favio Rosso
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marzo-abril-mayo 2013
1/ Pascua: Dios vive para siempre Editorial: P. Dante de Sanzzi
3/ Oración por las Vocaciones Nativas 4/ Por vos me jugué la vida!!!
A g r ad ecem os la colab or ación en esta Edición d e:
Hna. Ana María Palma
6/ La Pascua nos invita a compartir la Vida
H n a. A n a M ar ía P alm a P . M ar celo G u alb er to Clau d io Nav ar r o H n a. L ic. S on ia Z b r u n H n o. G u s tav o M u ch ietty H n o. E lías Reale G r u p o M is ion er o S ip O H i P r of. Car la Con tr er as M ar ía A n ton ia M ar tín ez
Suscripción y Envío Favio Rosso Administración Norma Jiménez
Nº 493
Hna. Marcela Davies
8/ Semana Misionera P. Marcelo Gualberto
9/Hacia el COMINA IV para compartir la Fe 14
P. Dante De Sanzzi
10/ Participación y Misión P. Pedro Brassesco
12/El Espíritu Santo actúa en nosotros y nos
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hará revivir | P. Dante De Sanzzi
Diseño y Diagramación Juan C. Repik
14/María ‘Reina de las Misiones’
Impresión Taller New Press Grupo Impresor S.A Paraguay 278 1870 Avellaneda Bs. As
16/Ecos Miisoneros
Hna. Lic. Sonia Zbrun
Equipo de Redacción
18/ Tierra de Misión Grupo Misionero Sip O Hi
20/ Diálogos desde la Fe una experiencia de
32 páginas con material de información, formación y testimonios misioneros. Ud. puede ser un difusor más de la revista, obteniendo suscriptores entre sus familiares, amigos y compañeros de trabajo o estudio. Por adelantado le damos las gracias: $ 25.- Cada ejemplar $ 100.- Suscripción anual USD 50.- Extranjero Formas de suscripción: 1) Cheque o Giro Postal (no telegráfico) a nombre de Obras Misionales Pontificias (Suc. 13 del Correo Argentino). 2) Depósito Bancario en cualquier sucursal del Banco Santander Río: Cuenta Corriente en pesos Nº 197/1716/3 - Standard Bank: Cuenta Corriente en pesos Nº 51002100256/54 - 197/1716/3 Banco Galicia: Cuenta Corriente en Registro DNDA Nº 5079069 pesos 0002523-6-303-8 facebook.com/omparg En ambos casos enviar el aviso de depósito twitter.com/ompargentina
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Catequesis | Hno. Gustavo Muchietty - Hno ElÍías Reales
22/ La dimensión misionera del Trabajo Prof. Carla Contreras
24/La importancia de trabajar juntos Equipo de Redacción
26/ Traslasierra es el Cura Brochero Favio Rosso
28/ Jornada Nacional de la OSPA María Antonia Martínez
30/ Kenia: Enfrentar la vida con esperanza Favio Rosso
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28 youtube.com/omparg www.ompnoticias.blogspot.com
Propietario: Obras Misionales Pontificias - Domicilio Legal: Medrano 735 (1179) Buenos Aires
Oraci贸n por las
Vocaciones Nativas
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Ac tualidad | H n a . An a Marí a Pal ma ( * )
Por vos, me jugué la vida!!! Cuaresma, cuarenta días antes de la Pascua; ¡qué sabio el tiempo! Necesitamos tiempo para reconocer el Amor de Dios, para verlo y hacer experiencia de él. Somos hijos de una época donde todo lo queremos rápido, instantáneo, ¡al toque! Pero para dejarnos amar por Jesús necesitamos “tiempo”. En esta peregrinación, que comenzamos con el miércoles de ceniza hasta la Pascua, tenés la oportunidad para preparar el corazón y la mirada, para vivir personalmente la experiencia del Amor de Dios, un amor más fuerte que toda muerte. El Espíritu viene en nuestra ayuda y nos va a guiar. Es como una luz que entra en nuestro interior y nos ayuda a ver, a ordenar, a situar lo que vivimos delante de Dios sin miedo y con confianza; paso a paso.
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Me puedo preguntar: ¿cómo me ama a mí Dios, hoy?, necesito sentirme amado por lo que soy, único, mirado con ternura y predilección. Necesito más que nunca que haya Alguien que me conozca del todo y sepa todo lo que llevo por dentro y no se expresar… ¿Existe un amor capaz de reconstruir lo roto, de sanar las heridas, de perdonar del todo, un amor que cree de nuevo en mí, y me da una nueva oportunidad como si volviera a nacer? Dios me dice que me ama en la Creación, con el sol de cada mañana, con la luna y las estrellas de la noche, es un “te quiero” de Dios. Me dice que me ama en las personas que cuidan de mí, mi familia, amigos, es un “te quiero” de Dios. Me ama locamente haciéndose niño, hombre como nosotros, en la Encarnación es el mayor “te quiero” de Dios. ¡Jesús es el “te quiero” de Dios! Se hace compañero de camino y nos dice: “Estoy siempre contigo, no estás solo, te entiendo, te sostengo”. Pero sobretodo nos dice que nos ama con su Pasión, Muerte y Resurrección. Nosotros vivimos muchas situaciones que nos hacen sufrir, enfermedades, pérdidas de alguna persona querida, pobreza e injusticias, dificultades económiRevista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
cas, situaciones que nos hieren fiero, etc. La locura del amor de Dios es que en todos estos momentos El no nos ha dejado solos. Contemplemos el camino de la Cruz de Jesús. Desde Getsemaní nos dice: “por vos pasé por acá, para que en la incertidumbre, en la angustia de no saber para donde tirar me mires y puedas dar un sí a lo que Dios quiere de vos, fiel a tu conciencia. Por vos viví el camino del Calvario para que descubras a un Dios pobre, débil, necesitado de tu vida, de amigos de confianza en quien apoyarse. Por vos viví mis caídas en este camino, si vos te sentís agobiado y cansado, ven, mi debilidad te hace fuerte. Por vos te regalé a María, mi madre. Ahora es la tuya recíbela en tu casa, te protegerá siempre”. “Por vos me jugué la vida del todo. Por vos te amo y me entrego hoy de nuevo, del todo. En la Cruz estoy amándote a vos. Este es mi mayor “te quiero”. A esta Cruz me subió el amor, un amor incondicional, gratuito, de misericordia. Y desde ella, dejándote amar por mí te doy una vida nueva”. Este amor no lo merecemos, no lo podemos comprar, no es alcanzable por nuestras fuerzas, simplemente se da, se ofrece, se entrega gratuitamente para quien abra el corazón de par en par. En esta cuaresma abre tu corazón al amor que viene, deja que el Espíritu te ilumine para pedir perdón, acorta las distancias, abre tus límites y pobrezas, acéptalos, y busca caminos de reconciliación. Así tu corazón estará abierto
para que Dios pueda derramarse del todo. Y poder decirle vos también: “toma mi vida, la cruz que vivo también es la oportunidad para amarte como vos me amas”. Hace ahora 20 años que mi vocación misionera nació de esta experiencia de amor, el día que mirando a un Crucificado me creí que estaba amándome y entregándose por mí. Me cambió totalmente la vida y hoy, desde los barrios donde vivo de Merlo, puedo darle gracias por su infinito amor que me hizo misionera suya. Y puedo también asumir la cruz de cada día como el lugar desde donde amar a Jesús con toda mi vida. (*) Misionera Servidora del Evangelio de la Misericordia
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IAM | H n a. Marcel a D avi es ( * )
La Pascua nos invita a compartir la vida Estamos en el tiempo Pascual, tiempo de alegría, donde la vida renace y donde, a través del gesto de dar vida de Jesús, se nos invita a descubrirnos inmensamente amados por El, y a imitar su darse.
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Pensando en este amor gratuito y desinteresado de nuestro Dios, me viene a la memoria la Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera ( la IAM), donde el mismo obrar de los niños y adolescentes nos empuja a producir y contagiar gestos de alegría, de cercanía, de humanidad, en donde estamos. Pienso particularmente en nuestra sociedad, marcada muchas veces por la tristeza, la depresión y algunos disvalores que no nos ayudan a sentirnos plenamente amados por el Otro, Dios, por los otros y viene a mí el recuerdo de lo vivido en el VII Congreso Nacional de la IAM en Paraguay, que me hizo recordar la nuestro hermoso primer Encuentro Nacional de la IAM de Argentina, celebrado en la Rioja en enero de 2011: cuánta vida derramada, cuánta par-
ticipación responsable, alegre, compartida siempre hacia el otro. Cuántos gestos de resurrección que nos hablan de ser luz en medio de un mundo muchas veces marcado por la oscuridad, en medio de un mundo que “ha perdido la inocencia”, los niños, adolescentes y jóvenes son capaces de dar su tiempo, sus dones, sus alegrías y tristezas para que otros tengan vida y la tengan en abundancia. De cara a la Pascua, resalta un rasgo particular de la misión, que fomentamos desde la IAM: el corazón universal. Y lo asocio con esta entrega universal de Jesús que abre su corazón a todos los hombres, sin distinción, sin condiciones, sin retaceos, para abrazar a cada uno con el amor loco y total que salva y sana. Desde esta Obra Pontificia de la Infancia y Adolescencia Misionera, educamos y tratamos de vivir el encuentro con Jesús, para formar en los niños y adolescentes un corazón universal, un corazón que, como el de Jesús, esté abierto a cada hermano y lo abrace desde su oración, su sacrificio, su ofrenda material. Un corazón que no sabe de diferencias y no tiene en cuenta lo que se hace, sino lo que se es. Un corazón que está siempre atento al Otro y a los otros, un corazón que está en sintonía con el corazón de los demás. Que hermoso este tiempo de Pascua, para esponjar nuestro corazón en Jesús y reconocer que vale la pena amarlo, seguirlo, ser su amigo. Un tiempo que por ahí no es tan ruidoso como Navidad pero que tiene un significado más profundo y salvador. Vivimos en un mundo donde todo es correr, donde buscamos tener más tiempo para poder correr más, y nuestra sociedad nos invita a vivir lo nuestro de cada día solo entre nosotros o con un grupo reducido de personas.
Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
Cada uno de nosotros tenemos una vida, una riqueza, un don maravilloso que estamos llamados a compartir. Cada uno de nosotros tenemos muchos valores y mucha gracia con la que Dios nos revistió desde que nos creó, que cuando no la ponemos al servicio se marchita y no hace un poquito menos felices, porque el retacearnos en los que somos por distintos motivos, nos va socavando de a poco la felicidad que está en darnos. Muchas veces contraponemos Vida y Amor. El AMOR Verdadero es la vida que como la de Jesús se entrega, así, gratuitamente, sin condiciones, sin regateos, simplemente por un gesto de amor inmerecido, que solo quiere como respuesta un SI que aún con lo frágil que pueda ser, es un SI que va acompañado de Obras, se amor concreto al hermano. La VIDA verdadera es la vida que está traspasada por el amor de Jesús, es la vida que aún en el cansancio propio de lo de cada día, siente ese gozo grande de saberse amado por Alguien y expresado en el servicio concreto a los alguien que Dios pone en nuestro camino. Vida y amor siempre van juntas.
Si pensamos en nosotros, desde este tiempo de DARSE de Jesús, podemos preguntarnos: ¿Qué hacemos con nuestra vida, la concreta, la de cada día? ¿Qué hacemos con nuestro tiempo? ¿Nos damos en algo a algún hermano que lo necesita? La invitación de Jesús es clara: El nos pide seguirlo, en libertad, en alegría, en humildad, pero nos pide seguirlo, estar con El, aprender de El, para que en lo concreto de nuestra vida, podamos comunicar esa vida que viene de El. Y en lo concreto de cada día quiere decir en donde estemos y en la situación que estemos. Con los problemas que la vida nos regala, pero sabiendo que caminamos con Jesús que nos ayuda a sobre llevar nuestra cruces. Vivir la Vida del Resucitado implica pasar primero por la cruz, esa cruz que cada uno de nosotros tenemos en lo concreto de cada día, ese dolor, esa situación de injusticia, ese problema en el trabajo, pero que unidos a Jesús se sobrellevan de otra manera. Acá entra la relación Vida-Amor. Como Jesús, tratamos de vivir nuestra vida, la que nos toca vivir, empapados del Amor de Dios que nos ama con locura y expresando ese amor en gestos concretos al hermano, dando nuestro tiempo en un servicio, escuchando a alguien, sonriendo, rezando por alguien que lo necesita y tratando de ser luz en medio de este mundo que muchas veces sufre apagones de amor. La invitación está dada en un gesto: el de Dios hecho Hombre, Jesús, que da su vida por cada uno de nosotros por pura gracia, por puro amor, por puro don (*) Secretaria Nacional de la IAM
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Inte r nac ional | P. Marcel o Gu al b erto ( * )
Semana Misionera Sin dudas este año 2013 va a quedar marcado en la vida de todos los cristianos del mundo, especialmente para los de América Latina. La primera marca es estar viviendo el año de la Fe, que se inició en octubre del 2012 con la Carta Apostólica “Porta Fidei” del Papa Benedicto XVI. Este año de la Fe se extenderá hasta noviembre del 2013. El contexto de esta Carta Apostólica es en conmemoración de los 50 años del Concilio Vaticano II, inaugurado por el Papa Juan XXIII el 11 de octubre de 1962. También en el marco de los 20 años del Catecismo de la Iglesia Católica.
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El Papa nos dice: “Deseamos que este año suscite en cada creyente, el ansia de confesar plenamente su fe, con renovada convicción, con confianza, con esperanza”. Que toda nuestra juventud misionera pueda aprovechar este tiempo que le toca vivir. Nosotros, en Brasil, estamos en un momento de singular importancia, preparando la Semana Misionera y la Jornada Mundial de la Juventud. Momento que vivimos preparándonos a recibir a miles de peregrinos de este país y del mundo entero. La Campaña de Fraternidad que realizamos en esta cuaresma tiene como lema: “Aquí estoy, envíame” (Is 6,8), motivado para la JMJ 2013, ya que esta Campaña quiere ser un instrumento eficaz para llevar a los jóvenes a descubrir su protagonismo en esta época, tanto en la sociedad como en la Iglesia, así puede esta Jornada Mundial, dejar un legado que quede grabado en los corazones de los jóvenes. Todo Brasil está viviendo un momento fuerte en la preparación de la Semana Misionera, que se realizará
del 16 al 21 de julio; y que con certeza será el mayo momento de evangelización; al mismo tiempo que la Iglesia de Brasil ya prepara como gran desafío a las 273 circunscripciones eclesiásticas que existe, para que todos estén en estado de misión. Después de esta semana de misión, sigue la JMJ. Con certeza tenemos conciencia que esta celebración, con la presencia del Sumo Pontífice, no es un evento más. Se sabe y se conoce que luego de cada Jornada Mundial de la Juventud, se produce un fuerte impulso en la evangelización de los jóvenes. Esperamos que Brasil no sea diferente y que sea también un impulso a la misión. La Campaña Misionera tendrá como lema: “Juventud en misión: donde te envíe, irás (cfr.Jer,1-7). La Campaña de Fraternidad siempre aborda algún asunto social del país; y este mismo asunto apunta a una perspectiva universal. Nada mejor que dar continuidad al trabajo después de la JMJ, aprovechando todavía los ecos de esta Jornada. Recordamos también el próximo Congreso Misionero Americano en Maracaibo, Venezuela del 26/11 al 1/12. La delegación brasilera se hará presente con 150 participantes. Toda la JMJ está invitada a unirse en oración por este gran acontecimiento misionero que vivirá el Continente. Por lo tanto, nos preparamos de la mejor manera para recibir a los peregrinos; así como el Cristo Redentor, en lo alto del Corcovado, en Rio de Janeiro, también las Obras Misionales Pontificias, los recibimos con los brazos abiertos. (*) Secretario de la Propagación de la Fe - OMP Brasil
C ong re so M isione ro Nac ional IV | Pb ro . D ante D e S an z z i ( * )
Hacia el Comina IV, para compartir la fe Sabemos que la misión en la Iglesia es tarea de todos, sin excepción. Pero de manera especial el Señor elige a algunos para esta vocación de ir al encuentro del hermano cara a cara, intentando mostrarle que hay un Dios que los ama, acompaña, alivia sus dificultades y escucha las súplicas. Por este motivo, y seguramente por algunos más que solo Dios nos puede mostrar misteriosamente, es que la Iglesia posee, en varias de sus diócesis a nivel mundial, los equipos diocesanos de misión.
¿Qué es un equipo diocesano? La respuesta puede ser compleja, si no tenemos en claro los mismos evangelizadores (misioneros), cuál es nuestra función. Sin ninguna duda estamos llamados a vivir en comunidad, y también a salvarnos en racimo. El hecho de descubrir la presencia de Dios en nosotros nos obliga a compartir esta manifestación de fe. Compartir es “partir con” el otro lo que tengo. En este caso la Palabra, el Pan de Vida que solo el Señor nos puede dar, las alegrías y las tristezas, el ansia de salvación. Por eso podemos afirmar que un equipo es un “todo”, es un cuerpo, donde debe quedar de manifiesto que la cabeza es Jesús. El equipo diocesano de Misión ayuda al encargado de esa diócesis a llevar la fe a los demás, a no dejarlo solo, a mostrar que la unión en las cosas de Dios hacen la fuerza, a trabajar en conjunto, a idear pautas de evangelización que hagan más creíble nuestro testimonio.
¿Cómo se forma? Con alegría en ese servicio, con esperanza de edificar un mundo mejor, con caridad. Dispuesto de corazón, también ofrezco mi servicio misionero. Sin extravagancias, sin grandes poderes materiales, sin elementos complicados que a la vez complican la misión y el acercamiento del otro. Entender que la misión es de la Iglesia y sostenida por el Espíritu Santo de Dios Por todo esto, se acerca un momento importante para nuestra Iglesia misionera que peregrina en nuestra patria. Se llevará a cabo en la diócesis de San Fernando del Valle de Catamarca el próximo Congreso Misionero Nacional con la salvedad que quizás no estamos
apuntando a un número grande de hermanos, que de buena fe desean misionar, sino que en esta ocasión, tendremos la posibilidad de contactarnos entre los equipos misioneros que trabajan en cada diócesis colaborando con su Director Diocesano. En este marco iremos descubriendo los desafíos de la misión hoy: Los ámbitos a los que estamos llamados a evangelizar; la tan nombrada y poco especificada misión ad-gentes; y como se puede vivir en este mundo desbordado por el secularismo que aísla de Dios. Los equipos diocesanos trabajemos juntos para la misión que el mismo Jesús, en sus apóstoles nos encargó: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia”; agregamos nosotros: “Comparte tu Fe”. Y a todos los hermanos de buena voluntad, rezar por este Congreso. Que podamos ya vivir una nueva época misionera. (*) Director Nacional de las OMP Argentina
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Ref lex ión | P. Ped ro Bras s es co ( * )
Participación y Misión
H
ace un tiempo, desarrollando un tema de Doctrina Social de la Iglesia entre estudiantes en una universidad católica, pregunté cuántos de ellos participaban en alguna institución, fundación u ONG. Ninguno levantó la mano. Luego amplié la opción consultando si alguno integraba algún partido o movimiento político. Tampoco. Pregunté entonces quiénes iban a un grupo de la Iglesia u otro credo. Nadie. Eran más de cuarenta, todos próximos a ser profesionales en algunos años.
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Habitualmente escuchamos de manera quejosa en las parroquias que la gente no se quiere comprometer, que no participa. También muchas otras instituciones como cooperadoras, clubes, bibliotecas y diversas comisiones apenas se sostienen con el denodado esfuerzo de un pequeño grupo de personas. Pero, por otra parte, vemos que en los últimos años, en nuestro país muchos jóvenes se han sentido convocados a participar en sectores políticos, movimientos ambientales y otras causas que han sabido aglutinar interés y compromiso. En el documento “Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad”, los obispos argentinos advierten que “hay una carencia importante de participación de la ciudadanía como agente de transformación de la vida social, económica y política” Por eso alientan a que pasemos de ser simples habitantes a ser ciudadanos responsables. “El habitante hace uso de la Nación, busca beneficios y sólo exige derechos. El ciudadano construye la Nación, porque además de exigir sus derechos, cumple sus deberes (...) Los argentinos hemos perdido el miedo a la defensa de nuestros derechos, pero la participación ciudadana es mucho más que eso. El verdadero ciudadano intenta cumplir todos los deberes derivados de la vida en sociedad” I. La participación en uno de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia y “se expresa, esencialmente, en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o asociado a otros, directamente o por medio de los propios representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y soRevista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
cial de la comunidad civil a la que pertenece. La participación es un deber que todos han de cumplir conscientemente, en modo responsable y con vistas al bien común” II. Por eso la comodidad, el individualismo, la indiferencia no son buenos caminos. Ellos llevan a encerrarnos en nosotros mismos (como personas o como comunidad) y nos van empobreciendo. ¿Cómo hacer entonces para generar mayor participación? El Documento de Aparecida nos dice que “la maduración en el seguimiento de Jesús y la pasión por anunciarlo requieren que la Iglesia particular se renueven constantemente en su vida y ardor misioneros. Sólo así puede ser, para todos los bautizados, casa y escuela de comunión, de participación y solidaridad. En su realidad social concreta, el discípulo hace la experiencia del encuentro con Jesucristo vivo, madura su vocación cristiana, descubre la riqueza y la gracia de ser misionero y anuncia la Palabra con alegría” III. Esto quiere decir que necesitamos abrirnos más a la misión, la cual “debe ayudar a revertir la carencia importante de participación de los cristianos, y la ciudadanía en general, como agentes de transformación de la vida social, económica y política del país” IV. Sólo comunidades misioneras, capaces de anunciar con alegría y entusiasmo la Buena Noticia, serán los suficientemente atractivas y convincentes a la hora de suscitar el interés por ser parte de ellas. Jesús nos pide que seamos luces, “y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que
se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo” (Mt. 5, 15-16). A veces nosotros invitamos y esperamos que vengan a participar, pero el movimiento inicial parece entonces ser el inverso: abrirnos como comunidad en un dinamismo misionero capaz de insertarse participativamente en los diversos ámbitos de la sociedad y más allá de las fronteras para anunciar a Cristo. Entonces, si queremos sociedades más participativas, comunidades más robustas, debemos primero crecer en el fervor misionero, vencer el miedo y el desaliento y ser luces que abran otros corazones al amor de Cristo y al compromiso fraterno. (*) Secretario Nacional de la PUM
(I) Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad (2010-2016) 34, CEA, 14/11/2008 (II) Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, 189 (III) Documento de Aparecida, 167 (IV) Misión Continental, 36, CEA, 20/8/2009
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19 de m ayo f ie sta de Pe nte costé s | Pb ro . D ante D e S an z z i ( * )
“El Espíritu Santo actúa en nosotros y nos hará revivir” Con esta reflexión que hace el apóstol Pablo en su carta a los romanos, en el capítulo ocho, tenemos que comenzar a pensar, con más seriedad y disponibilidad de corazón, que tan importante es para nuestra vida la presencia de este Abogado Consolador, así llamado por el mismo Padre, que es el Dios mismo, en Espíritu, que intercede ante las necesidades.
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Por eso el Espíritu reaviva nuestro ser. No pensar que esto es exclusivo del sacramento de la confirmación. Los tiempos del Señor no son los nuestros para sentir su cercanía.
Cuando en el templo Jesús desenrrolla el Libro de la ley, el mismo pasaje acredita la manifestación del Padre en él: “El Espíritu del Señor está sobre mí; Los Hechos de los apóstoles nos relata en su capítulo vengo a aliviar el dolor de los enfermos, a dar vista a segundo, que cincuenta días después de la Resurrec- los ciegos, a curar a leprosos, a hablar a los mudos, a ción y Ascensión, Nuestro Señor sorprende en ora- proclamar la Gracia del Señor”. ción a sus discípulos para enviarle la fuerza que viene Pentecostés es en definitiva, el nacimiento de la Iglede lo alto. sia misionera. La que habla todas las lenguas, la que Desde nuestra fe sería interesante comenzar a descu- se hace presente en todos los ambientes, la que no brir los dones con que el Señor va llenando nuestra discrimina a nadie, la que hace sentir ese fuego devorador que es la Palabra de Dios; también la que nos existencia. hace ir, salir de sí mismo para llegar a los demás. En no pocas circunstancias sentimos que nada tiene sentido. Preguntarnos cuantas veces queremos que La Iglesia que nos hace decir con Pedro y Juan: “No todo se pare: que se pare la lucha por esta enferme- podemos callar lo que hemos visto y oído”, la Iglesia dad, esta incomprensión, este pecado que me hace sin miedos, sin tapujos, sin límites. Esto solo se logra sentir mutilado, esta desgracia que me abruma y no con la presencia del Espíritu Santo vivo y verdadero. comprendo, ese silencio de Dios que me hace sentir Con esa fuerza que viene de lo alto y con alegría nos que no está presente, o que está “ocupado en otras hace llamar a Dios “Padre”, y de la que nos hace perder el miedo y la vergüenza. cuestiones”; en definitiva, es parar de vivir. Así debe ser también nuestra misión: apertura de corazón, fidelidad, presencia ardiente, veraz, que quiere decir animar a costa de persecuciones y problemas. El Espíritu movilizó misioneros en todos los tiempos; los hizo rezar por sus perseguidores, los animó a seguir, soportando enfermedades y adaptándose a distintas culturas. Pero, lo más importante, es que este Espíritu de Dios hace quitarnos los miedos. Cuantas veces nosotros mismos nos imponemos cargas insoportables; intentamos hacer de la misión de la Iglesia un trabajo social muchas veces criticado, “poco remunerado”, que quiere decir poco reconoRevista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
Oración
cido; cuantos enojos con cierta estructura eclesial, cuantas trabas inútiles. En el fondo de todo esto es preguntarnos: ¿en verdad dejamos hacer al Espíritu Santo, gran protagonista de la misión? Santa Teresita del Niño Jesús vivió a pleno su Pentecostés: oración y sacrificio por las misiones, sin dejar de estar alegre; San Francisco Javier vivió su Pentecostés yendo a territorios casi desconocidos, más en su época; la Beata Teresa de Calcuta vivió su Pentecostés en medio del dolor y el sufrimiento humano en las calles de la India; y así, tenemos muchos ejemplos más de misioneros que día a día escuchan el mensaje divino: “reciban el Espíritu Santo”. Estemos abiertos y con alegría, esperando se manifieste en nosotros la fuerza que viene de lo alto. Vivamos nuestro Pentecostés junto a nuestras comunidades. Que podamos hacer de ellas, con nuestro testimonio, nuevos discípulos misioneros de Jesús. Que hagamos resplandecer al buen Dios con nuestras obras y dejar que reposen sobre cada uno de nosotros esas lenguas de fuego que nos hagan encender corazones para la misión. Que la Iglesia pueda cumplir sus deseos de llegar a convertir la vida de los hermanos, que pueda ser luz y gozo, presencia y alegría.
Feli z Pen tec ostés. (*) Director Nacional de las OMP
Ven, Espíritu Santo Oh, Espíritu Santo, ven, Danos el ansiado bien De Tu lumbre celestial; Padre del pobre clemente, De eternos dones la fuente, Luz para todo mortal. Supremo consolador, Huésped del alma, dulzor, Refrigerio en los rigores, Dulce tregua en la fatiga, Templanza que ardor mitiga, Consuelo en nuestros dolores. Luz sacrosanta del mundo, Abraza lo mas profundo Del corazón de tus fieles; Sin tu bella claridad, Sólo existiría maldad, Y serían los hombres crueles. Limpia toda sordidez, Fructifica la aridez, Sana lo que se halla herido, Doblega la vanidad, Enardece la frialdad, Torna recto lo torcido. Bríndales la concesión De tu septiforme don A la grey que en Ti confía, Úngelos con la virtud, Dales éxito y salud, Y perdurable alegría. Amén. ¡Aleluya!
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31 de m ayo - Re ina de las M isione s | H n a. L i c. S o n i a Z b ru n ( * )
María, Modelo de un vivir para comunicar vida nueva a todos los
pueblos
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La escena de su partida a la montaña, caminata solidaria hacia al encuentro de la realidad de su prima nos enseña que la mejor manera de dar vida es a través del servicio pronto. Salir al encuentro del hermano, descubrir su necesidad y sin cálculos ir al hermano atendiendo su realidad es la consigna para vivir según el corazón de María. Ella es modelo de vida que comunica vida nueva a nuestros pueblos porque su prontitud solidaria es espacio vital que alivia y consuela. María es Reina de las Misiones, con la mirada hacia el camino toma entre las manos la vida de las comunidades y grupos humanos para guiarlos hacia Jesús, Salvación de todos los pueblos. Nos toma entre las manos para que, por su ternura de Madre, sintamos protección y estemos animados en la misión.
Aprendemos en la misión a vivir compartiendo, poniendo en común, sintiéndonos hermanos y por eso solidarios con las fatigas y dolores de los hermanos. Muchos son postergados y no tenidos en cuenta, muchos no conocen el Amor del Señor y nosotros, mirándola a María, estamos invitados a correr a su encuentro y hacer lo posible para que se sientan a la mesa del Reino, en familia. Estamos llamados a ser solidarios, generosos, inclinados hacia los más pobres y necesitados. Miremos a la Reina de las Misiones y aprendamos a tomar entre las manos la realidad de la humanidad para buscar y descubrir juntos los caminos que nos llevan al Señor de la Vida, esperanza de todos poblados y ciudades. María es ejemplo porque con su vida transmitió vida nueva para la humanidad. Su Si al Plan de Amor generó la esperanza viva de un amor sin límites. María es modelo de vivir y comunicar vida. Vida con sentido, vida entregada, vida liberada y feliz en la solidaridad y la paz.
Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
Es misionera porque lleva a Jesús, porque peregrina con un corazón compasivo hacia la necesidad, se alegra en el servicio sencillo y humilde. Es misionera en el silencio y en la donación. Se siente enviada y comunica la Buena Noticia del Salvador. María es Reina de las Misiones porque camina con nosotros, misiona con nosotros y nos impulsa a la hermandad. Busca que su Hijo sea conocido y amado siempre en todo tiempo y lugar. Como discípulos misioneros estamos invitados a mirarla y dejarnos guiar por Ella. La reconocemos como Modelo de un vivir para comunicar vida nueva a todos los pueblos. A Ella verdaderamente dirigimos nuestra vida entregada porque es Reina de las Misiones y nos orienta para andar por los caminos inspiradores de Salvación y de Paz. Cuando en lo cotidiano de nuestras vidas sentimos su Presencia de Madre nuestro servicio, las tareas de cada día, los gestos solidarios y fraternos, aunque no sean valorados o reconocidos, cobran un sabor dulce, a eternidad. Cuando descubrimos que verdaderamente Ella camina con nosotros nos sentimos entusiasmados en la misión aunque sea en medio de cansancios, desilusiones y persecuciones. Su mirada hacia adelante nos empuja a la acción desde la fuerza de la contemplación. Su corazón tierno de Madre, lleno de Misericordia, nos invita a confiarnos plenamente a Ella para anunciar al Señor. Su protección y amor paciente es sin límites y es por eso que en cada situación de dolor y de soledad nos hace salir de nosotros mismos para abandonarnos en las manos del Padre. Además crecemos más sensibles a las necesidades de los hermanos y a tomar decisiones a favor de los más pobres y necesitados. María es Reina de las Misiones. Abre las puertas de las familias, casas, pueblos, comunidades para que el Señor se haga presente. Ella abre las puertas del corazón y cuando los misioneros visitamos las casas ya estuvo “visitando Ella llevando al Señor” y entonces es más sencillo entregarnos a la oración y al compartir la vida y la Fe en la intimidad de la hermandad. Cuando la miramos a Ella sentimos el deseo hondo de vivir el Reino de Paz y de Justicia porque nos sen-
timos llamados y enviados a restituir la dignidad y a luchar juntos para que nadie pase necesidad y todos nos podamos sentar al banquete del Reino. Nos sentimos alegres y convencidos de que vale la pena ser solidarios y trabajar por los demás anunciando la Buena Nueva de Jesús en medio nuestro obrando la paz y haciéndonos capaces de rezar y vivir la oración de la unidad: Padre Nuestro que estás en el Cielo, venga a nosotros tu Reino, hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo perdona nuestras ofendas como también nosotros perdonamos a los demás, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. María, la primera misionera nos ayuda a caminar alejados del mal y, fortalecidos en el encuentro con su Hijo y con su Palabra, nos acompaña para salir hacia los hermanos en la diversidad cultural. Nos guía invitándonos a dejar nuestras cobardías y egoísmos y a vivir convencidos que vale la pena servir más y más. María es la Reina de las Misiones que nos da el ejemplo con la visita a su prima Santa Isabel comunicando vida y Vida para toda la humanidad.
(*) Directora del Centro de Misionología Juan Pablo II
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Un albergue para Kibeho, Ruanda
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OMPRESS-RUANDA En 1981 y 1982 tuvieron lugar en Kibeho, Ruanda, una serie de apariciones de la Virgen a tres jóvenes, Alphonsine Mumureke, Nathalie Mukamazimpaka y Marie-Claire Mukangango, en las que recibieron diversos mensajes – el más conocido el del 15 de agosto de 1982 en el que además pudieron ver imágenes de lo que se ha considerado una prefiguración del genocidio ruandés que tuvo lugar doce años después, en 1994. Una de las videntes, MarieClaire Mukangango, moriría en dicho genocidio. En el 2001, Mons. Augustin Misago, obispo de Gikongoro, en cuya diócesis se encuentra Kibeho, reconoce oficialmente las apariciones. Desde que tuvieron lugar las apariciones no han dejado de llegar peregrinos a Kibeho, no sólo de Ruanda sino de todos los países vecinos. Uno de los mayores problemas es, sin embargo, la falta de infraestructuras para acoger a los peregrinos y hospedar a todos los que llegan a Kibeho. Las Hermanas Misioneras del Apostolado Católico han ayudado durante años en la acogida y en el desarrollo de las actividades de este lugar de peregrinación. Dada la afluencia de personas del país, del Congo, de Uganda, de Kenya, las movió a construir un albergue para acogerlos, pero la crisis económica frenó muchas ayudas que tenían prometidas en el extranjero. La Conferencia Episcopal Española, a través del Fondo Nueva Evangelización, acogió la petición de las misioneras y, a finales del 2012, les envió una suma de 15.000 euros.
Buenos Aires (AICA): El obispo auxiliar de Buenos Aires y presidente del Consejo Episcopal de Asuntos Económicos (CAE), monseñor Joaquín Sucunza, dio a conocer detalles de la nueva Campaña para el Sostenimiento Económico de la Iglesia, a fin de que sea promovida en las diócesis y parroquias del país con el lema “La Iglesia nos sostiene desde la fe: ayudemos nosotros a sostenerla”. “Sabemos que para lograr un progresivo cambio de mentalidad sobre el sostenimiento de la obra evangelizadora en la Iglesia, pastores y laicos, debemos comprometernos en un camino de conversión personal y pastoral. Esto significa crecer como comunidad parroquial en correspon-
sabilidad, transparencia, pobreza evangélica, eficacia, solidaridad y ejemplaridad”, subrayó en la convocatoria. Para preparar la Campaña, se ofrece la Carta de los Obispos a los fieles católicos, para ser leída o entregada en las misas; un afiche para exponer en los templos, un volante para entregar a los fieles y una guía para la instrumentación de esta iniciativa en las diócesis del país. También se hará llegar, por primera vez, el cuadernillo “Las colectas en misa”, elaborado dentro del Plan Compartir. Estaba agotado y se reeditó. Para mayor información: www.compartir.org.ar
El seminario de Saint-Gall, Benín: 100 años formando sacerdotes OMPRESS-BENÍN Se llevó a cabo en el Seminario de Saint Gall, en Ouidah, Benín, un simposio que ha reunido a expertos invitados, formadores y seminaristas. Un acto que abre el año jubilar por los 100 años de la creación de este gran seminario, uno de los más antiguos de África. Abierto en 1914 en una granja a tres kilómetros al norte de la ciudad de Ouidah, aquel primer seminario del entonces llamado Vicariato de Dahomey sólo contaba con tres seminaristas bajo la dirección del padre Antonin Gautier, un misionero de la Sociedad de Misiones Africanas. A esta sociedad misionera se debe la evangelización de Benín, una evangelización que había comenzado precisamente por la ciudad de Ouidah. Pronto, al empezar a acoger a seminaristas de otros países de África, como Togo, Costa de Marfil y Nigeria, el seminario se quedó pequeño. En 1925, Mons. Steinmetz, vicario apostólico de Dahomey, viajó a Roma, donde obtuvo la financiación de la Obra de San Pedro Apóstol, que había sido declarada pontificia sólo tres años antes, en 1922. Con el apoyo conjunto de la diócesis suiza de Saint Gall – que daría nombre al seminario – y de San Pedro Apóstol – la capilla se dedicó a Santa Teresita de Lisieux, hacía poco declarada patrona de las misiones, se inauguraba el nuevo edificio el 20 de julio de 1930. En su patio se puede ver todavía hoy la estatua de San Gal, el patrono de la diócesis suiza que ayudó a su construcción y, en su capilla, se encuentra enterrado uno de los estudiantes más desta- cados de SaintGall, el cardenal Bernardin Gantin, cuya tumba visitó su amigo Benedicto XVI en su viaje apostólico a Benín. Hoy, el seminario de Saint-Gall de Ouidah cuenta con 152 seminaristas de todas las diócesis de Benín y la Obra de San Pedro Apóstol sigue a su lado. En el 2011 se financió la nueva biblioteca con 50.000 euros y, cada año, el semina-
rio cuenta con 90.000 euros que le aportan las Obras Misionales Pontificias para la manutención y formación de los seminaristas.
Un encuentro de misionología en Brasil propone crear una Asociación de Misionólogos “La Iglesia de Brasil necesita articular una visión global de la misión, una reflexión orgánica sobre la misión, a partir de la realidad latinoamericana y que tenga como fuente las experiencias misioneras”. Esta ha sido la conclusión del Segundo Simposio de Misionología, cuyos participantes han propuesto la creación de una Asociación de Misionólogos en Brasil. Esta asociación reuniría a investigadores y académicos en el área de la misionología, además de a especialistas afines.
199 iniciativas en diócesis menos necesitadas y comisiones episcopales. Esta cifra, sumada a los 736.500 y los 233.000 para ayudas especiales, alcanza la suma de 12.636.500 pesos, también récord de ayudas en los 43 años de vida de la campaña solidaria. Las estadísticas están contenidas en el folleto Rinde Cuentas. La campaña se realizó los días 8 y 9 de septiembre de 2012 y llevó por lema “Tu ayuda dignifica”. “Más por Menos es la obra de todos que permite asistir pastoral, humana y socialmente a los hermanos nuestros que viven en las regiones más necesitadas de la Argentina”, destacó el prelado. Las donaciones se reciben durante todo el año mediante depósito o transferencia bancaria (cuenta corriente Nº 00013892/9, del Banco Santander Río, casa central, CUIT 30-51731290-4, CBU 0720000720000001389290, o a través de tarjetas de crédito. También en cualquier sucursal de la red Pago Fácil.
Se buscaría una visión interdisciplinar con áreas de actuación como la elaboración y divulgación de la producción académica, la promoción de eventos científicos, intercambios con otros agentes y entidades comprometidas en la acción misionera… Se ha propuesto que, a partir de una “carta de intenciones” se abrirá la posibilidad de inscribirse como miembro de la futura asociación. El director del Centro Cultural Misionero, CCM, el padre Estêvão Raschietti, fue designado por aclamación el primer secretario de esta asociación. Ya se ha creado una página web, www.missiologia.org.br, que dispone de contenidos y divulga las actividades que se llevan a cabo en el área de la misionología. Promovido por el Centro Cultural Misionero y la Red Ecuménica Latino Americana de Misionólogos, (RELAMI), el 2º Simposio de Misionología, reunido en Brasilia, ha tenido como tema: “Teología para una misión a partir de América Latina hoy”.
Buenos Aires (AICA): La Comisión Episcopal de
Ayuda a las Regiones Más Necesitadas que preside monseñor Adolfo Uriona, obispo de Añatuya, destacó que la Colecta Nacional Más por Menos 2012 tuvo un récord histórico de recaudación, con 13.927.411 pesos. En tanto, el organismo episcopal distribuyó y asignó la suma de 9.330.000 pesos en diversos proyectos diocesanos diferenciados en cuatro prioridades y otros 2.337.000 pesos a
Sacerdote itinerante para las comunidades de base
Pekín (Agencia Fides) – Varias comunidades católicas de China continental han creado la figura del sacerdote itinerante durante la cuaresma. Según cuanto nos ha comunicado Faith del He Bei, los sacerdotes de la diócesis de Bayanur Meng (Shanba) en la Mongolia Interna han viajado a las comunidades más remotas de la diócesis para celebrar la Eucaristía, para realizar la catequesis y la dirección espiritual de los fieles. En febrero pasado, la comunidad de Tian Xing Quan, que cuanta con más de 800 fieles pero que normalmente está guiada por dos religiosas, ha recibido con alegría a un sacerdote, que durante 4 días, ha celebrado la misa, y el sacramento de la reconciliación para estos sencillos y devotos campesinos. En la parroquia de San Sheng Gong se ha llevado a cabo el retiro espiritual cuaresmal, al que han participado 200 fieles. Todo esto ha sido posible sólo gracias a un grupo de sacerdotes itinerantes
G r upos M isione ros | Gru p o Mi s i o n ero S i p O H i ( * )
Tierra de Misión En época de epidemia de cólera, ante las necesidades que surgieron en diferentes lugares de nuestro país, comenzamos a colaborar a la distancia con un pueblo y su hospital que no conocíamos. La ayuda fue humanitaria con medicamentos y elementos hospitalarios que se acompañaban con cartas que iban y otras con fotos que venían mostrando la realidad que ellos tenían. Corriendo el año 1996, a pedido de los profesionales del hospital rural que nos querían conocer, nos trasladamos a la provincia del Chaco. Después de dejar el asfalto en J. J. Castelli nos fuimos penetrando en el monte del impenetrable por caminos de tierra y después de recorrer 270 km. polvorientos y barro, llegamos a la Parroquia de San Francisco Solano en El Sauzalito y al hospital rural.
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En este lugar el párroco es el único sacerdote, que tiene un gran desafío para atender a toda la población del territorio que le corresponde a la parroquia pues las que están mas cerca son la de Taco Pozo cerca del límite con Salta y para el otro lado la de J. J. Castelli. En ese territorio la atención pastoral es de un radio de unos 150 km. En algunos poblados hay capillas donde hay un laico que hace la actividad de catequista, en los parajes no hay capilla. Lo mismo ocurre en el área sanitaria, pues en El Sauzalito se encuentra el hospital rural con 20 camas para internación, laboratorio y Rx., no tiene quirófano por lo que los pacientes que requieren tratamiento quirúrgico hay que trasladarlo en ambulancia, 270 km por camino de tierra hasta J. J. Castelli.
Los profesionales que se desempeñan son 3 médicos, 2 bioquímicos, 2 odontólogos, personal paramédico (técnicos, enfermeros y auxiliares de enfermería). En los poblados hay puestos sanitarios que en la mayoría de ellos son atendidos por agentes sanitarios, no por enfermeros. El médico pasa por los poblados cada 3 meses o más o cuando surge una emergencia y concurre al lugar con la ambulancia. Como misioneros nos dijimos, “Señor estamos para ir donde nos necesiten” y así fue que el párroco, P. Fernando Croxato, cuando era director diocesano de misión (Dioc. San Roque) nos dijo “El Tartagal” (Tapalis – en lengua wichi) ese fue el lugar que nos esperaba y desde el 2001 iniciamos nuestro trabajo en ese pueblo habitado con criollos y aborígenes wichi. Es un poblado con un casco céntrico de pocas casas, muchos habitantes se encuentran habitando en los alrededores, en el monte. Allí encontramos una linda y grande capilla, un puesto sanitario, la escuela primaria y jardín de infantes. El desafío fue el saber que el agua potable llega por un pequeño cañito a cada casa donde debe ser almacenada en una cisterna pues no llega durante las 24 hs. como en la ciudad, solamente por unos 30 a 40 minutos. Con la luz ocurre lo mismo, solamente es suministrada por un grupo electrógeno que funciona unas 4 horas por la mañana y 7 horas por la tarde. A partir de las 24 hs. es la oscuridad total. El trabajo que venimos realizando es diverso, desde el testimonio dado por Silvia y Néstor como familia como el de los jóvenes en diversas tareas. En la salud, Néstor que es médico, en horas de la mañana atiende en el puesto sanitario a pobladores del lugar y de parajes vecinos. Las visitas a las casas se llevan a cabo en horas de la mañana, en el verano es el único momento factible por el sol y la temperatura reinante. Los integrantes que viajan del grupo misionero lo hacen dentro del pueblo como también salen a recorrer los caminitos por el monte para llegar a las viviendas que están más distantes. En estas visitas nos encontramos con hermanos que van a templos de la iglesia anglicana, a la iglesia pentescostal como a la capilla, buscamos de escucharlos y Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
ver sus necesidades. Todos sin distinción se sienten contentos con estas visitas, antes de retirarnos les invitamos a rezar por la familia, los niños, enfermos y ancianos. Los que son católicos nos preguntan de actividades que realizaremos en la capilla, les dejamos algún rosario, estampitas y oraciones. Por las tardes los jóvenes del grupo realizan con los niños actividades recreativas en el terreno de la capilla, en ocasiones se les ha proyectado alguna película como así tan bien se hicieron representaciones con títeres. En julio el viaje se realiza para acompañar a la comunidad y al párroco en las fiestas patronales de la capilla (María Rosa Mística) y de la parroquia (San Francisco Solano) la novena, los bautismos y la procesión. Hubo 4 viajes que fuimos acompañados con un sacerdote lo que favoreció que en la capilla del lugar como en la de algún poblado vecino se celebrara misa. En los otros viajes, Néstor como ministro extraordinario de la Eucaristía en la capilla de El Tartagal realizó celebraciones pudiendo muchas personas recibir la Eucaristía. En la actualidad se está terminando de acondicionar la “casita de misión”; ésta es una vivienda con 2 dormitorios, baño completo y cocina que nos permite alojarnos de una forma diferente a la que teníamos hasta hace casi 1 año atrás en un aula de la escuela o en la capilla. La existencia de esta casita permite que pueda concurrir cada tanto una laica desde El Sauzalito o el sacerdote y poder alojarse si no hay posibilidad de regresar por el barro los días que llueve. Cerca de El Tartagal hay muchos pueblos y parajes – Tres Pozos, La Estación; Bajo Verde, La Invernada, El Vizcacheral, El Sebilar, Fortín Belgrano, Laguna, Pozo del Gallo, Pozo del Gato, Pozo de la Laguna, Comandancia Frias, Montevideo, La Nación, etc. – que necesitan de una atención pastoral y sanitaria. En el ultimo viaje en el mes de enero de este año a solicitud del párroco pintamos en el frente de la capilla el logo del año de la Fe teniendo en cuenta los colores de los 5 continentes. Además reemplazamos por nuevos cuadritos las estaciones del vía crucis, y como los hacemos en viajes anteriores colaboramos con la comunidad en el mantenimiento de la capilla reemplazando vidrio roto, o las luces, etc.
Esto tiempo de Cuaresma que comenzó el miércoles de Ceniza nos invita a reflexionar... El Evangelio según San Marcos 1, 12-13 es muy rico por su significado "El Espíritu empujó a Jesús al desierto, y se quedó en el desierto cuarenta días", muy significativo para nosotros es el marco geográfico y el simbolismo espiritual: lugar árido e inhóspito, allí hay todo tipo de incomodidades “la sed y el calor”, “las inclemencias del tiempo”, “los cambios de temperatura”, lugar del desprendimiento de todo lo superfluo invitándonos a la austeridad y al retorno de lo esencial. El impenetrable, lugar donde el hombre experimenta su fragilidad y sus propias limitaciones; el lugar de la prueba. Pero también el escenario más apropiado para la búsqueda y el encuentro personal con Dios en la oración, en el silencio del alma y en la soledad de nuestros hermanos. También meditando en San Mateo 25,35-36. “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.".... Y en el Evangelio según San Lucas 5, 27-28 «Sígueme». Él, dejándolo todo, se levantó y le siguió ... Este territorio de misión es muy extenso, si ponemos un ejemplo sería una parroquia de la ciudad de Buenos Aires tendría que atender las comunidades hasta Chascomus, Luján, Campana, Zárate, etc. Es un VIÑEDO muy grande y el SEÑOR necesita las manos de muchos obreros..... Invitamos a conocer el viñedo ht t p :/ /w w w.fa ceb ook.com /gr u p om ision er o.sip ohi
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UEAM | H n o . Gu stavo Mu ch i etty y H n o . E l i as Rea l es ( * )
Diálogos desde la fe: una experiencia de catequesis “El hombre sólo puede valorarse valorando, amarse amando y encontrarse encontrando en el otro un sí mismo.” (Barbieri. 2008: 28)
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Compartiremos en el presente artículo la experiencia que se lleva adelante con un grupo de residentes de la Casa Nuestra Señora del Pilar, Centro de Salud Mental ubicado en Luján, Provincia de Buenos Aires, gestionado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, por parte del Servicio de Pastoral y Voluntariado.
En este espacio Catequístico denominado “Diálogos desde la Fe” consideramos particularmente ambas dimensiones, ya que la religiosa aparece por el mismo hecho de ser personas de fe, independientemente de la religión que profesen. En el grupo, la mayoría son católicos pero también participa algún residente de confesión judía.
El grupo de interlocutores, de 10 a 15 adultos jóvenes y mayores cada sábado, es muy heterogéneo, con experiencias de vida distintas, vivencias de fe también muy variadas, algunos de familias religiosas y otros en que los rudimentos de la fe lo han interiorizado en este mismo espacio donde residen.
Entendemos la Catequesis como “toda forma de servicio eclesial de la Palabra de Dios orientada a profundizar y a hacer madurar la fe de las personas y de las comunidades” (Alberich. 1991: 48) y a la Pastoral como “la Iglesia en acción que actualiza a lo largo de la historia el movimiento de amor salvador iniciado por Jesucristo” (Orden Hospitalaria. 2012: 15).
La Orden hospitalaria en general y cada Centro Sanitario en particular, intenta abordar la atención de las personas que se le confían con problemas de salud, en forma integral, atendiendo a cada una de sus dimensiones, desde el modelo propuesto ya hace casi 500 años por el fundador, San Juan de Dios. Por esto, la dimensión espiritual y la religiosa son especialmente tenidas en cuenta.
Teniendo en cuenta estos dos grandes conceptos, el Servicio de Pastoral promueve este espacio como una herramienta de reflexión de los procesos de vida concretos de cada una de los interlocutores, especialmente la realidad de enfermedad que los aqueja, en clave cristiana, donde redescubrir la imagen del Dios de Jesús, misericordioso y hospitalario, es el objetivo propuesto. La metodología es muy simple y va modificándose de acuerdo a los imprevistos que el coordinador logra identificar: estados de ánimos, temáticas especiales a tratar, situaciones difíciles en alguno de los participantes (es común que llegue alguna de las personas con una carga emocional negativa por dificultades en la semana que se exacerban sábados y domingos).
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locutores la Biblia, libro Sagrado, es una herramienta que les permite también la oración.
La propuesta consiste en presentar un tema que siempre tiene que ver con un valor, con una virtud o con una persona, por ejemplo, la esperanza, la fe, María, Jesús, algún Santo en particular, la paciencia, la alegría. Su desarrollo se realiza mediante el relato de un cuento o una biografía, lo que permite recrear situaciones de vida para luego compartirlas, establecer relaciones con el hoy concreto de cada uno, ejercitar la escucha activa (cosa que necesita de mucho ejercicio), el poder brindar claves para que unos y otros salgan enriquecidos. Siempre el elemento que unifica es volver a pensar la imagen de Dios porque justamente en la mayoría de los interlocutores de esta Catequesis predomina un Dios lejano, observante de las acciones “pecaminosas” de las personas, siempre en espera de un juicio, etc. Aquí el concepto de espiritualidad sanante entra a jugar un rol importante: “La espiritualidad es la suma de todos los esfuerzos para cultivar la relación viva con Dios, hasta convertirse en la actitud de fondo de nuestra vida” (Orden Hospitalaria. 2012: 27). Se trata de favorecer un espacio de espiritualidad generadora de serenidad para el afrontamiento positivo de las situaciones existenciales de enfermedad con que nos encontramos en el grupo. Luego, la instancia celebrativa, ya sea con la participación en la eucaristía dominical, grupo de oración, otros, permite ensanchar la dimensión espiritual con su repercusión en la integridad de la persona y en sus vínculos. La Palabra de Dios es el centro de los Diálogos desde la Fe: al comienzo, en su desarrollo o en el final del encuentro, siempre se proclama un texto bíblico, se recogen los ecos y resonancias que suscita, se aclaran en la medida de lo posible dudas, estableciéndose así vínculo Palabra de Dios-vida cotidiana. Es este justamente el momento más rico, porque para los inter-
Queda el propósito de generar otros recursos para aprovechar y plasmar ideas, reflexiones, intuiciones que van apareciendo al interior del grupo. También, es un aprendizaje constante discernir las dificultades que van surgiendo y que son de interés para los Equipos Terapéuticos, en vista al abordaje integral que nos proponemos. La mirada de esta Catequesis muy particular es multidisciplinar: es sembrar la semilla de la Palabra, iluminar con ella la existencia golpeada por la enfermedad, para ir cultivando instancias de salud desde los interesados mismos, pasando por todos aquellos que incidimos de alguna manera en sus vidas. Los Diálogos desde Fe se presentan como un desafío evangelizador permanente. La confianza en el Señor, que es hospitalidad y misericordia, es lo que permite la perseverancia en la siembra. Bibliografía. Alberich Sotomayor E. La Catequesis en la Iglesia. Central Catequística Salesiana. Madrid. 1991. Barbieri J. De qué hablamos cuando hablamos de valores. Serie Al Límite. Consultorio Paidós. Buenos Aires 2008. Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Comisión General de Pastoral. La Pastoral según el estilo de San Juan de Dios. Roma. 2012. En: www.oh-fbf.it (*) Orden Hospitalaria de San Juan de Dios
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Soc ie dad | C a rl a C o ntrera s ( * )
La dimensión
misionera del T rabajO 22
A lo largo de la historia, la comprensión acerca del trabajo ha ido modificándose en relación al lugar que ocupa para el hombre y la sociedad; así también el Magisterio de la Iglesia no ha permanecido impermeable con respecto a esos cambios y transformaciones sino muy por el contrario, ha hecho un discernimiento a la luz de la Palabra para adecuarse a los “signos de los tiempos”.
dores y a reivindicar el carácter personal del trabajo (RN 32).
A lo largo del S XX el Magisterio ha profundizado la comprensión del sentido personal y social del trabajo. Con ello, la Iglesia ha contribuido a crecer en la conciencia de la dimensión profundamente humanizante del trabajo, “constituye una dimensión fundamental de la existencia del hombre en la tierra” (LE 4), por La enseñanza de la Iglesia a partir de la primera encí- la cual el hombre y la mujer se realizan a sí mismos clica social, Rerum novarum del Papa León XIII como seres humanos. El trabajo garantiza la dignidad (1891), viene a revalorizar la dignidad del trabajo, a y la libertad del hombre, es probablemente “la clave denunciar la explotación sufrida por muchos trabaja- esencial de toda ‘la cuestión social’”(DA 120) Así también el Documento conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida ha vuelto a iluminar la realidad del trabajo con una dimensión misionera: “sirve no sólo al progreso terreno, sino también a la santificación personal y a la construcción del Reino de Dios” (DA 120). El trabajo es una manera concreta y principal con que los cristianos podemos responder desde nuestra libertad al don de Dios manifestado en el anuncio del Reino por parte de Jesús. El Reino es un don que pide de nosotros un asentiRevista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
El Camino para la inclusión es el trabajo remunerado , advirtió la Pastoral Social En Mar del Plata, se realizó el pasado mes de junio una Jornada nacional de formación de ciudadanos y dirigentes en el contexto de la Semana Social 2012 cuyo lema fue Trabajo, Dignidad y Justicia Social, convocada por la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (Cepas), y en las que participaron alrededor de 300 entre religiosos y laicos y representantes de organizaciones de la sociedad. Los temas tratados en las jornadas fueron inquietud por la situación económica internacional y la falta de ofertas de empleo; la sombra de la explotación y la amenaza del consumismo, entre otros.
miento libre y activo, que se manifiesta en parte en la dignificación del trabajador y del trabajo (DA 121). Bajo este aspecto, podemos afirmar que el mundo del trabajo es una tarea auténticamente misionera en tanto esté impregnada por los valores del Evangelio. Ya que por la vocación a la que están llamados los fieles laicos y laicas “realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo. Son “hombres de la Iglesia en el corazón del mundo, y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia” (DP 786) y por ello, desde su quehacer cotidiano en cualquier lugar donde desarrollen sus actividades y a partir de su testimonio de vida, “evangelizan” la cultura de su tiempo. “El ámbito propio de la actividad evangelizadora del laico es el mismo mundo vasto y complejo de la política, de realidad social y de la economía, como también el de la cultura, de las ciencias y de las artes, de la vida internacional, de los ‘mass media’, y otras realidades abiertas a la evangelización, como son el amor, la familia, la educación de los niños y adolescentes, el trabajo profesional y el sufrimiento” (EN 70) De este modo, responden así al llamado del Señor de “vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación” (Mt 16,15). (*) Profesora en Teología (UCA)
También se destacó la preocupación por el difícil escenario global, y se apuntaló la necesidad de comprometerse en la generación de empleo y, con ello, lograr "una Nación más igualitaria, ya que el auténtico camino para la inclusión social es el trabajo dignamente remunerado", sostuvieron en el documento final, en el que además se rechazó la "negativa divulgación de conductas consumistas y materialistas sin aprecio al trabajo, alentando a fortalecer la amistad social a partir del diálogo y la búsqueda de consensos, en procura del bien común”. El titular de la Cepas, Monseñor Jorge Lozano expresó sus críticas a "la creciente precariedad laboral, la subocupación y los planes sociales" como opción frente a la escasez de empleo para todos. www.pastoralsocial.org.ar
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Asam ble a Nac ional de D ire c tore s D ioc e sanos de las O M P- 2013
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La importancia de TRABAJAR juntos Con la Oración por la “Misión Continental” se dió inicio a la Asamblea 2013 de los Directores Diocesanos de las Obras Misionales Pontificias que se realizó en la Sede Nacional de OMP Argentina en Buenos Aires del 26 al 28 de febrero. Después de la misma, Monseñor Vicente Bockalic (Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones), pronunció palabras de bienvenida y exhortó a todos los presentes a renovar, en este Año de la Fe, el entusiasmo por la actividad misionera, que necesita de verdaderos “testigos de la fe”, testigos alegres y confiados en la acción del Espíritu Santo y comprometidos con el Anuncio Evangélico. Seguidamente, el Director Nacional de O.M.P., P. Dante De Sanzzi , dio la bienvenida a todos los par-
ticipantes y los invitó a que se presenten, junto a dos de los obispos que integran la Comisión Episcopal. El P. Dante presentó los objetivos de la Asamblea y entre otras cosas destacó la necesidad de conocernos, de intercambiar experiencias, de reunirnos por regiones y de compartir la realidad que vemos de O.M.P. y de la “actividad misionera toda” en nuestras diócesis, en nuestras regiones y en nuestra Patria. También destacó la importancia del rol del “Director Diocesano”, de su vinculación con el Director Nacional y la necesidad de seguir promoviéndolo. Hacia el final de la presentación, hizo referencia al próximo Congreso Nacional que tendrá lugar este año en Catamarca en el mes de agosto y al Congreso Americano que se realizará en noviembre en Maracaibo, Venezuela. Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
Fortalecer las 4 Obras Misionales en cada diócesis La Obra de la Propagación de la Fe: tiene por objeto suscitar el interés y la responsabilidad por la evangelización universal en las familias, en las comunidades cristianas, en las parroquias, en los centros docentes, en los movimientos eclesiales y en las asociaciones apostólicas. Promover la ayuda espiritual, material y el intercambio de personal apostólico para la evangelización del mundo. La Obra de San Pedro Apóstol: fue creada para sensibilizar al pueblo cristiano acerca de la necesidad de la formación del clero nativo en cada Iglesia de misión y para favorecer la colaboración espiritual y material con los futuros sacerdotes. La Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera: ayuda a educadores y formadores de niños y adolescentes a despertar en ellos una conciencia misional universal y guiarlos hacia una comunión espiritual y material con los niños de otras regiones e Iglesias más pobres.
Gentes, del Equipo Diocesano y del trabajo por regiones, formulando propuestas y priorizando por lo menos una por región. El Padre De Sanzzi destacó la importancia de que cada director saliera de la Asamblea con muchas ganas de compartir y trabajar en sus comunidades, trasladando y contagiando toda la información recibida. La idea es “ que las Obras misionales no queden solo en el edificio”, manifestó
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El Rol del director diocesano
No solo es un decreto firmado por el obispo. Lo imLa Pontificia Unión Misional del Clero: se encarga de portante es que llevemos juntos esta misión contipromover la formación misionera de los sacerdotes, nental, fortalecer, robustecer las obras en cada una miembros de institutos religiosos, sociedades de vida de las diócesis. Con estas palabras el Director de común, institutos seculares, candidatos al sacerdocio Obras Misionales Pontificias de Argentina comenzó y la vida consagrada y de las personas comprometidas definiendo al Director Diocesano de las OMP. en el ministerio pastoral de la Iglesia. Lo importante es que éste sea un puente entre el DiSeguidamente se planteó nuevamente la necesidad de rector Nacional y las Diócesis para que juntos pueremarcar la misión del Director Diocesano; también dan llevar a cabo un trabajo de misión y descubrir que se subrayó la importancia de hablar de la Misión Ad cumple una función específica, especialmente en estos tiempos que hablamos de misión continental, para que nuestras diócesis sean misioneras, para tener un buen contacto con las OMP, para poder llevar formación e información a las diócesis, para todo ello es clave la figura del Director Diocesano de las Obras Misionales Pontificias. Finalizando expresó “me interesa la misión en cada región, en cada diócesis, saber que les pasa que realidad viven porque así encontraré elementos para trabajar”.
Be atif icac ión | Favi o Ro s s o ( * )
Traslasierra
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el
Cura Brochero Con motivo de la beatificación de Jose Gabriel Brochero, el 14 de septiembre de este año en Alto Grande cerca de Villa Cura Brochero, Iglesia Misionera Hoy entrevistó al P. Rubén Campos, Director Diocesano de OMP en la Diócesis de Cruz del Eje, quien nos contó como se vive en traslasierra este tiempo de Gracia
¿Qué imagen tiene Usted del Cura Brochero? Rescato el celo misionero que tenía, el deseo de llegar a todos con el anuncio, incluso arriesgando su vida por los demás. Una anécdota cuenta que en una oportunaidad tuvo que sujetarse de la cola de su mula para atravesar un acaudalado río para así poder llegar a suministrar la unción de los enfermos a un serrano.
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Por otro lado su creatividad pastoral es admirable, esa capacidad de ver las necesidades materiales y espirituales de los pobladores. Trabajar con ahínco por el desarrollo de la región y la promoción humana. Su poncho y su mula fueron grandes compañeros de sus viajes. Y como dije anteriormente fue un gran promotor del desarrollo en la región, acercándose hasta al gobernador de entonces (Miguel Juárez Celman) para lograr una ayuda estatal a sus obras y darle a conocer las necesidades zonales. La realidad era muy distinta en aquella època, traslasierra no era lo que es hoy turísticamente y el cura supo adaptarse al momento que le tocaba vivir y evangelizar en ese contexto. El gran método del cura Brochero fue llevar los ejercicios espirituales a los más humildes y lograr que “los serranos tuvieran una vivencia de Cristo”. El no predicaba acercó a muchos jesuitas a quienes muchas veces asistía para “traducir” a la manera de expresarse de sus feligreses y así lograr una mayor comprensión del mensaje que se les daba como parte de la evangelización. Sus ejercicios llegaron a ser multitudinarios y así el 15 de agosto de 1875 con la colaboración de muchos voluntarios se logra colocar la piedra fundamental de la Casa de Ejercicios Espirituales, durante las fiestas patronales de la Villa del Tránsito. Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
El cura fue un líder, una persona que se preocupó por la integridad humana, por la calidad de vida de los habitantes del lugar. Por eso si bien el término inculturación es un concepto nuevo en el lenguaje de la Iglesia, el Cura Brochero fue un pionero en la evangelización de la cultura.
¿Cómo está viviendo este tiempo previo a la beatificación la población de su diócesis? Esta será la tercera en nuestro País (Ceferino Namuncurá, noviembre de 2007 y María Crescencia Pérez, noviembre de 2012), por lo que para la gente sigue siendo algo novedoso, están tratando de caer en la cuenta de lo que siginifica. No se ha sobredimensionado el hecho quizá luego de septiembre lo asimilen aunque de alguna manera hace rato que para todos es un santo. Si es verdad que para muchas personas que quizá no lo seguían por su fe vieron y ven en el a un hombre de bien, de fe y esperanza que hizo muchísimo por el progreso de la región y lo más significativo en este tiempo es la alegría con que todos lo viven. Denos su opinión,como sacerdote de Cruz del Eje, sobre como prepararnos en este tiempo de Gracia?
Voces Mons. Emil Paul Tscherrig, Nuncio Apostólico en la Argentina, expresó en su visita a Va. Cura Brochero: «Seamos honestos, transparentes y entregados como el P. Brochero… Hizo mucho por sus hermanos sabiéndose entregar a lo que Dios le pedía…»
La Iglesia de Argentina ha preparado material que se les ha enviado a todas las diócesis y está dividido en 4 subsidios: 1) Santidad; 2) Celo Misionero; 3) Predicación Evangélica; 4) Vida Pobre y Entregada. La idea es que mediante los obispados lleguen estos subsidios de catequesis a todas las Parroquias, Colegios, Asociaciones, Movimientos, etc., para prepararnos a la Beatificación del P. José Gabriel del Rosario Brochero.
Dijo el Diácono Angel Lasala, Coordinador General de la beatificación: «La veneración al P. Brochero excede a la feligresía católica y llega a muchísimas personas que aún siendo bautizados han descuidado su pertenencia a la Iglesia».
Pero además estoy convencido que la mejor manera de prepararnos es haciendo lo que el cura quiso “la vivencia de los ejercicios espirituales” y encontrarse con Dios en la Eucaristía viviendo la fe como él la vivió.
SEÑOR, DE QUIEN PROCEDE TODO DON PERFECTO, TU DISPUSISTE QUE JOSE GABRIEL DEL ROSARIO FUESE PASTOR Y GUIA DE UNA PORCION DE TU IGLESIA, Y LO ESCLARECISTE POR SU CELO MISIONERO, SU PREDICACION EVANGELICA Y UNA VIDA POBRE Y ENTREGADA. TE SUPLICAMOS QUE COMPLETES TU OBRA, GLORIFICANDO A TU SIERVO CON LA CORONA DE LOS SANTOS. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR. AMEN
(*) Secretario de Comunicación y Prensa de las OMP
Oración:
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O bra San Pe dro Apóstol | Marí a Anto n i a Martí n ez ( * ) La Pontificia Obra de San Pedro Apóstol (OSPA) es una de las cuatro Obras Misioneras Pontificias de las OMP que guían y dan vida a las Iglesias locales, en la comunión de la Iglesia Universal a fin de que sean misioneras y que den testimonio del Evangelio hasta los confines de la tierra; con la oración, el sacrificio y la limosna ayuda a las vocaciones nativas sacerdotales y religiosas. Recordemos un poco de su historia, la Obra fue fundada en 1889, en Francia, por Juana Bigard y su
madre, Stefanía, dos cristianas comprometidas plenamente en la misión de la Iglesia y transportadas por el movimiento activado antes por Paulina Jaricot quien fundó la Obra de la Propagación de la Fe. Conscientes de la necesidad de apoyar la formación de sacerdotes autóctonos de Iglesias locales formadas recientemente, ellas activan un movimiento de ayuda que llegará a ser la OSPA. En 1922 el Papa Pio XI declara a este movimiento como Obra Pontificia por el servicio indispensable que aporta a la Iglesia Universal.
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jornada Nacional de la
Obra San Pedro apóstol
26 de mayo de 2013
Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
siempre.” (Benedicto XVI, Carta a los Seminaristas, octubre 2010).
Desde su fundación hasta hoy la OSPA apoya la formación de los futuros sacerdotes y, desde algunas décadas, apoyan también a novicios de congregaciones religiosas locales. Millones de cristianos del mundo entero forman en el ámbito de la OSPA, una comunidad de oración que da ánimo a la formación de muchos jóvenes. Millones de cristianos están comprometidos a apoyar económicamente la obra de la formación. Cada año la OSPA otorga un subsidio a unos 800 seminarios (en donde hay unos 80.000 seminaristas) y a 1500 novicios para el funcionamiento ordinario de la Iglesia local; este subsidio es destinado tanto para la construcción, renovación o mantenimiento de los edificios, bibliotecas como también para las becas de estudios para los futuros formadores de los seminarios y para su formación permanente. La OSPA lleva a cabo todo esto gracias al Fondo Universal de Solidaridad, suministrado por las OMP nacionales de los 141 países afiliados.
Es por eso que la OSPA quiere comprometer a todos los bautizados en este proceso de formación del ministerio presbiteral. Puesto que los pescadores de hombres, llamados desde el principio desde la orilla del lago de Galilea, ahora están dispersos por todos los mares del mundo. Desde el secretariado de la OSPA en Argentina queremos informar y animar a las comunidades cristianas para que colaboren con las Iglesias jóvenes más necesitadas en su actividad evangelizadora y en las necesidades ordinarias de sus seminarios y noviciados. En Argentina celebramos el día de las vocaciones nativas el 4° domingo de mayo, y nuestro lema es: “VOCACIONES NATIVAS, RESPONSABILIDAD DE TODOS”. El 26 de mayo ofrezcamos nuestra oración por tantos jóvenes, sobre todo en los países de misión, que se preparan para ser pueblo sacerdotal. Como bautizados somos responsables de ayudar y sostener tanto espiritual como materialmente a las vocaciones sacerdotales y religiosas en las comunidades más pobres. (*)Secretaria Nacional de la OSPA
Desde el principio de su predicación, Jesús llamó a sus primeros discípulos para que estuvieran con el de una forma particular y para que participaran estrechamente en su ministerio “Síganme yo los haré pescadores de hombres. Y con esto, dejaron sus redes y empezaron a seguirlo” (Mc 1,16-18). Veinte siglos después, el sucesor de Simón Pedro, uno de estos primeros pescadores de hombres, nos dice “Dios está vivo y necesita hombres que vivan para el y que le lleven hacia los demás. Si, tiene sentido llegar a ser sacerdotes: mientras exista el mundo, se necesitarán sacerdotes, pastores; hoy, mañana y
INFORMES: ospa@ompargentina.org.ar
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C om unicac ión&P re nsa O M P | Favi o Ro s s o ( * )
Kenia: enfren tar la vida con es pera nza Muchos recordarán la filosofía de vida de la película El Rey León “Hakkuna Mattata”, vivir sin preocupaciones. Allí un joven león recibe esta enseñanza en al ámbito de su habitat natural en Kenia. Por otro lado el lema del país es Harambee “trabajemos juntos”. Estos conceptos nos dan una idea del 30 perfil del pueblo keniata, lugar al que llegaron un grupo de argentinos para prestar un servicio misionero.
enia es un país que habúa innumurables conflictos de carácter étnico, el último en el contexto de las elecciones presidenciales de diciembre de 2007, la crisis (que había desencadenado una auténtica tragedia: aproximadamente 1.500 personas muertas y casi medio millón de desplazadas) solo pareció llegar a su fin después de que, en febrero de 2008, Kibaki y Odinga (los dos candidatos) alcanzaran un acuerdo para establecer un gobierno de coalición.
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Recientemente se llevaron a cabo nuevamente elecciones y con graves enfrentamientos. La violencia volvió a ganar en Kenia y dejó como saldo al menos 14 muertes en ataques supuestamente perpetrados por miembros del radical Consejo Republicano de Mombasa. En tiempos de elecciones primarias, con enfrentamientos ciRevista Iglesia Misionera Hoy Nº 493 | marzo - abril - mayo 2013
viles y con una extrema pobreza de un gran número de la población Oscar Cáceres, diácono de la diócesis de Formosa, arribó al país en enero para desarrollar allí una experiencia misionera junto a un grupo de laicos e invitados por los misioneros de la consolata. La base fue la diócesis de Kakamega cuya ciudad capital lleva el mismo nombre y tiene aproximadamente 65.000 habitantes. Acaba de llegar de Africa y el rostro muestra cansancio sin embargo Oscar se presta a conversar con nosotros y compartir la profunda experiencia de fe vivida en un lugar que nos resulta para muchos lejano y desconocido.
Conociendo el país Kenia, oficialmente República de Kenia, es un país del este africano, que tiene fronteras con Etiopía al norte, Somalia al este, Tanzania al sur, Uganda al oeste y Sudán del Sur al noroeste, con el océano Índico bañando su costa sureste. El lago Victoria está situado al suroeste y está compartido con Uganda y Tanzania. Su capital es Nairobi. La superficie del país es de 580.000 km2 y su población es de 39 millones de personas3 con gentes de numerosas culturas y orígenes. El origen del nombre del país se debe al Monte Kenia, un lugar tradicional del país y la segunda montaña más alta de África. Kenia también es conocida por su biodiversidad en animales y por una gran variedad de ecosistemas. El Imperio Británico estableció el Protectorado del Este de África en 1895, desde 1920 conocido como la Colonia de Kenia. La República Independiente de Kenia se estableció en 1963. La diversidad natural del país, así como la riqueza cultural mezcla de un buen número de etnias, entre las más conocidas, los Mesai, los kikuyu, los Luo y otros muchos. Una de las principales características del país es el hecho de que cada tribu habla una lengua distinta. La lengua nacional es el swahili. También hablan el inglés.
El proyecto Kenia comenzó a gestarse en las localidades de Pozo del Tigre y Las Lomitas (ambas en la provincia de Formosa, Argentina), allí a través experiencias misioneras diocesanas compartidas con misioneros de la consolata. Por otro lado la muerte en el 2007 del Padre Joseph Kinyua, un sacerdote Keniano que trabajó muchos años con nosotros, nos afectó (ver “muere misionero keniano”) y sentimos que este viaje serviría como una acción de gracias por su entrega y lo hicimos con un servicio misionero que consistió especialmente en la atención médica en el contexto de un paro estatal en los hospitales de la provincia de Kakamega que al arribar cumplía 4 meses. Esto afectaba y afecta a los más pobres y les impedía acceder a una atención primaria en salud. El grupo estuvo formado por dos médicas, una oftalmóloga dos laicas y yo diáconoco recién ordenado. Luego se nos unieron el Obispo de Formosa Mons. José Vicente Conejero Gallego y el Director Diocesano de Obras Misionales el Padre Antonio Caballero. La primera impresión que tuve al llegar fue la capacidad del ser humano de poder comunicarse más allá del lenguaje. Gestos, miradas, acciones todo sirve para darse a entender y fue muy lindo más allá del límite que puede imponer un idioma poder llagar al hermano de todas maneras. Trascender razas, lenguas, culturas y salir al encuentro de los demás con Cristo en nuestro interior. Salir al encuentro de los demás con Cristo en nuestro interior, hace mucho que llevo conmigo esta frase y me acompañó en cada momento de mi estadía en Africa. Cuando Cristo está con nostros queremos compartirlo. En el seminario fui haciendo un proceso que me llevó a descubrir esta dimensión misionera que tiene la Iglesia y que tenemos como bautizados más allá del ministerio.
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Si reflexionara en voz alta acerca de la misión, nos dice Oscar, creo que necesito decantar mucho, que la riqueza va a ir aflorando según pasen los días, los rostros y las palabras entendidas y no entendidas. El recordar esas personas sufridas, con muchas necesidades y limitaciones pero que hacen de su cotidiano vivir un hakkuna mattata, ellos enfrentan la vida con esperanza y alegría y esto es precisamente lo que manifiestan en las celebraciones litúrgicas que pueden llegar a durar más de dos horas. Solemnes pero festivas. Ellos, me animaría a decir, tienen un rostro con una mirada profundamente esperanzadora. El Keniata dice “mañana será mejor”. Y por otro lado sin desmerecer las necesidades que todos tenemos en nuestras parroquias la urgencia de “salir” sigue tan vigente como antaño y urge hacerlo. Mantuve extensas charlas con sacerdotes de diferentes lugares y veiamos la necesidad de países como India, Corea y hasta el continente europeo en estos tiempos de recibir misioneros.
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En mis días allí, en las visitas que se prolongaban desde las 7 de la mañana hasta 8 de la noche visitando hogares, acercándoles médicos a los enfermos llegando a atender con linternas cuando ante la falta de luz nos alcanzaba la noche, pensaba que más allá de todo esto tan importante la clave era y sigue siendo que todo nace y culmina en la Eucaristía. Ese es el momento de mayor cercanía y comunión. Recuerdo las palabras de Mons. Conejero en su primera celebración en Kenia, allí nos recordó: “la primacía de la acción del Espíritu Santo en la misión y como nos iría llevado por diferentes lugares y luego el diácono, el sacerdote o el obispo irían a confirmar lo que diferentes personas, a través del Espíritu Santo, fueron movilizando”.
Para finalizar nos dice” leagradezco a Dios porque en medio de mis terquedades el se va abriendo camino en mi corazón y lo va ensanchando para salir al encuentro de los hombres aquí en Argentina o en el lugar donde a El más le agrade”.
Muere misionero Keniano Un sacerdote católico keniano que trabajaba como misionero en el norte de Argentina murió atropellado por una patrulla policial que iba a su rescate, luego de que el religioso embistiera un caballo con su automóvil. El hecho ocurrió en una carretera cerca de la localidad de Almirante Brown, en la provincia de Formosa, cuando el sacerdote, identificado como Kanyaru Joseph Kinyua, de 34 años, fue arrollado por un auto que conducían dos policías. Fuentes policiales informaron de que Kinyua, que desde hace tres años estaba como misionero en Argentina, estaba tendido a un costado de la carretera luego de que resultara levemente herido al embestir con su camioneta un caballo que se le cruzó en momentos de densa niebla en el lugar. Una religiosa que viajaba con el misionero llamó a la policía para pedir auxilio. Al llegar, los policías chocaron la camioneta del sacerdote y arrollaron a Kinyua, quien murió en el acto.
(*) Secretario de Comunicación y Prensa OMP
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