Mensaje del Director Nacional
«Brilla la luz sobre nosotros. Nos ha nacido el Salvador»
L
lega la Navidad, fiesta misionera. Tiempo de creatividad y emociones. Tiempo para hacer memoria, agradecer y celebrar.
En la Navidad, celebramos el misterio de nuestra fe: Dios se hizo hombre, se hizo uno de nosotros. Este acontecimiento marcó nuestra historia, incluso en aquellos que no creen.
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Pensemos que algo sucedió y es algo grande: ¡Nos ha nacido el Salvador, el Señor! Pienso en mi experiencia misionera: el mensaje de Navidad es conocido por algunos y desconocido o ignorado por muchos. Yo lo conozco, pero me pregunto: ¿Qué conozco? ¿Cómo lo conozco? ¿Cómo lo vivo? ¿Qué anuncio? ¿Cómo lo celebro? Hagamos memoria en toda nuestra vida, ¿Cómo fuimos celebrando la Navidad? Ante tantos interrogantes hay una respuesta lógica, “obligada” ante tal magnitud: ¡hagamos fiesta! Dejemos de pensar y obrar mecánicamente: “es tradición”, “lo enseña la Iglesia”, “es juntarse a comer”. “es feriado”, “es consumir”. Tenemos que creer, como cristianos, que Navidad no es sinónimo de consumismo, donde compro y regalo cosas.
Navidad y Misión, como la vida misma, no es algo superficial y pasajero. Es parte de nuestra vida de fe y amor, para compartir y contagiar esperanza, alegría, paz. La humanidad necesita que todos, y especialmente los cristianos, vivamos y actuemos la Navidad en nuestra vida cotidiana. Dios está actuando. Debemos vivir con los pies sobre la tierra, los ojos abiertos, los oídos atentos, para ver y sentir la presencia de Dios hecho hombre en Jesús y en nuestra historia. A veces siento que me falta fidelidad, creatividad e imaginación para ser cristiano y misionero. A vos ¿Qué se te ocurre para que esta Navidad sea realmente Navidad y Navidad Misionera?
Les deseo Feliz Navidad y próspero Año Nuevo
P. Dante De Sanzzi
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dic2016-feb2017 Revista
Nº 507
«Iglesia Misionera Hoy»
contenido 6
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1 Editorial Pbro. Dante De Sanzzi
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Paulina Jaricot y la Misericoridia
El Baustismo de Jesús: fiesta Misionera
El Santo Cristo
Pbro. Abel Iglesias Cortina
Pbro. Horacio Varela Roca
Pbro. Juan Ignacio Liébana
Gestos de Misericordia: Un mimo para el mundo
Ezequiel Rogante
14
«Crucemos y veamos» Lectio Divina para Navidad
Pbro. Gerardo Rivetti
2 18
20
Tu ves más lejos que yo
16 Colecta Pro África
Director Equipo de Redacción Pbro. Dante De Sanzzii
Favio Rosso Pbro. Abel Iglesias Cortina, sdb Lic. Victorina Ramos Pbro. Horacio Varela Roca
Macarena Sarmiento Peretti
Una vida hecha «Gesto de Fraternidad»
22
Informe Colecta Pro África
27
Pbro. Fabián Giménez
Norma Jiménez
23 La historia de Alfa
Pbro. Jorge Crisafulli
30
La fidelidad a la vocación es un Don de Dios
Compartir la Fe en otro lugar del mundo
Pbro. Fabián Giménez
Aníbal Rodríguez
Diseño y Diagramación:
Administración:
Juan Repik
Cdra. Norma Jiménez
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Propagación de la Fe
«Paulina Jaricot y la Misericordia»
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El Año de la Misericordia ha sido convocado por el Papa Francisco para celebrar el amor que Dios nos tiene y comprometernos a vivir misericordiosamente con nuestros hermanos.
Entre las indicaciones pastorales dadas a partir de la Bula de Convocatoria “Misericordiae vultus” se sugiere que “El Año de la Misericordia es un tiempo para presentar vidas de santos destacando sus obras de misericordia. Especialmente cada comunidad podrá profundizar en la vida y testimonio de su santo patrono.”. (MV 24, d) La Obra Pontificia Misional de la Propagación de la Fe encuentra en su fundadora, la venerable María Paulina Jaricot, un hermoso ejemplo de vida que puede animarnos a crecer en la práctica de las obras de misericordia corporales y espirituales, a fin de despertar nuestra conciencia y entrar más en el corazón del Evangelio donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. (cf. MV 15)
Cuando Paulina tenía menos de diecisiete años, un sermón escuchado en Saint-Nizier, su parroquia, la pone en su verdadero camino. Vuelve a casa, quema las novelas rosas y las canciones apasionadas, abandona sus joyas, renuncia a mirarse al espejo y decide vestirse con la mayor sencillez posible, como los proletarios de su tiempo. A sus amigas les anuncia claramente que su alma está decidida a servir al Señor. En el santuario mariano de Fouviére hace voto de permanecer castidad pero comprende que no tiene vocación religiosa y permanecerá en su familia. Paulina comienza a visitar a los pobres y no tolera que la limosna
fuese hecha sin respeto ya que ellos nos hacen el honor de recibirla.
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La visión cotidiana de las prostitutas, muchachas de su edad a las que la miseria había conducido a esa situación, moviliza a Paulina para procurarles asilo. Ella acude a ver a su cuñado Víctor Chartron, principal industrial de la seda en Saint-Vallier, para intentar colocar a algunas de ellas en su fábrica textil. Entretanto recluta entre las obreras de su barrio a aquellas que comparten su ideal y están siempre dispuestas a dirigirse a todas partes donde el Señor las necesita, y se lanza con ellas a una vida de piedad y de acción. En 1818, hallándose en Saint-Vallier, se dirige a doscientas jóvenes obreras que trabajan en la fábrica de su cuñado, invitándolas a ser colaborar con las misiones extranjeras contribuyendo con una moneda por semana. “Una tarde que
mis padres jugaban a las cartas y que, sentada al amor de la lumbre, buscaba en Dios el auxilio, es decir, el plan deseado, me fue concedida la clara visión de ese plan, y comprendí lo fácil que para cada persona de mi intimidad sería encontrar a diez asociados que dieran una moneda cada semana para la Propagación de la Fe. Vi al mismo tiempo la oportunidad de escoger, de entre los más capaces de los asociados, a aquellos que inspiraran más confianza para recibir de diez jefes de decena la colecta de sus asociados, y la conveniencia de un jefe que reuniese las colectas de diez jefes de centena para depositar el total en un centro común... Temiendo olvidar este modo de organización, lo escribí inmediatamente y me asombré al ver su facilidad, su sencillez, de que nadie lo hubiese hallado antes que yo. Recuerdo también que, faltándome los términos, escribí decenarios para designar los jefes de decena, centenarios para nombrar a los que percibirían de los diez jefes las colectas de cien asociados, y milena-
rios, aquellos que, a mi parecer, recibirían por medio de diez centenarios las colectas de mil asociados”. El plan tiene éxito más allá de toda expectativa. Siete años más tarde adoptará un medio análogo para que la gran mayoría de cristianos aceptasen el Rosario. En lugar de las decenas lanzará las quincenas: grupos de quince personas, comprometiéndose cada una a recitar diariamente sólo una decena del Rosario, pero a condición de meditar el misterio que le toca, cada mes, por sorteo. En Lorette, reúne a varias compañeras. Francoise Dubois llegó en 1842, con una breve carta de presentación del Cura de Ars: “Señorita Jaricot, le envío un alma que el buen Dios ha hecho, sin duda alguna, para él y para usted... La Santa Virgen la ha preservado hasta ahora todo mal, guárdela, pues, a su vez y enséñele a amar a Jesús y a María”.
Esta breve misiva prueba que el Cura de Ars conocía perfectamente la personalidad espiritual de Paulina y que la juzgaba digna y capaz de la responsabilidad que le confiaba. En 1844, Paulina cree haber encontrado la solución a la cuestión social, dando a un primer grupo de obreros los medios para regenerarse, de modo que éstos liberaran al conjunto del mundo obrero. Fue el caso de la fábrica de Rustrel, altos hornos, cerca de Apt en la Vaucluse. Lo que comenzó con una inmensa buena voluntad de evangelizar el mundo obrero, terminó por ser un auténtico calvario para Paulina, por mezclarse intereses económicos y ambiciones de personas en las que ella había confiado. María Dubouis escribió: “En su pobre habitación, le he visto derramar gruesas lágrimas, y le he oído repetir cada vez que aumentaban
sus sufrimientos: Dios mío, perdónalos y cólmalos de bendiciones a medida que me colman de más dolores…”
Podemos afirmar que Paulina vivió intensamente las obras de misericordia corporales y espirituales reconociendo que en cada uno de los seres humanos está presente Cristo mismo.
más de mucha confianza en Dios… Hagan que mi corazón perdone por entero a quienes me han ofendido y afligido y me afligen y seguirán afligiéndome. Si mis dolores tienen algún merecimiento, quiero que sean mis enemigos los primeros que recojan el fruto para salvación suya e incluso para su felicidad temporal… Y que por encima de todo, la Iglesia romana triunfe y que su Vicario, nuestro santísimo Padre el Papa, recupere sobre la tierra todos sus derechos.”
De ello da prueba un documento que a su muerte se descubrió cosido en el escapulario:
Anímate a vivir tu misión al estilo de María Paulina Jaricot: “misericordeando” a tus hermanos.
Sus funerales fueron los de una pobre inscrita en el registro de indigentes.
“Que Dios haga de mi lo que más le plazca, sin que ni mis sufrimientos ni mis lágrimas ni mis resistencias puedan variar la santa voluntad… Si me estuviera permitido pedir gracias temporales, pediría que los pobres obreros encuentren siempre un trabajo constante y bien remunerado, a
P. Abel Iglesias Cortina, sdb Secretario Nacional de la PPFE
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Actualidad: Navidad
El Bautismo de Jesús, fiesta misionera Veamos en sentido de esta Fiesta en el calendario litúrgico, y la importancia que tiene para la misión ad gentes. Es el fundamento de la vida cristiana, y la puerta para la vida en el espíritu. En el tiempo de Navidad
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El Adviento es el tiempo en el que nos preparamos a la celebración de la Navidad de Jesús. El 25 de diciembre es un día de paz que viene del Cielo, el día en el que el Hijo de Dios nace en un pesebre en Belén, habita entre los hombres. Cantan los ángeles: «Gloria a Dios en el Cielo y paz a los hombres de buena voluntad». Luego celebramos la Epifanía, cuando los Reyes Magos se acercan al Niño Dios siguiendo una estrella de Oriente. En sus ofrendas muestran que el buen Dios se ha manifestado en su Hijo para salvación de todas las naciones. Tanta alegría hay en la humani-
dad, que ese día se llevan regalos a los niños de toda condición. Es conmovedor lo que sucede con los pequeños que están en los hospitales padeciendo alguna enfermedad, cuando se acercan los creyentes con un juguete, o algún don para ellos. El tiempo de Navidad culmina en la fiesta del Bautismo de Jesús en el Jordán. Para los misioneros ad gentes este es el momento más importante de toda la evangelización, cuando los que han escuchado la Palabra del Señor reciben el bautismo. El Catecismo de la Iglesia lo dice de una manera hermosa: «El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu ‘vitae spiritualis ianua’) y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión».
El relato del Bautismo de Jesús Jesús vivió en Galilea y desde allí se dirigió al río Jordán, que tiene un cauce pequeño comparado con los ríos argentinos. Pero el Señor transforma las cosas, y a este rio pequeño lo hace grande y profundo. Fue al encuentro de Juan, que después será llamado el Bautista.
Juan se parece a los misioneros: es la voz que clama en el desierto; es el amigo del Esposo, de Jesús, en las tierras en donde lo conocen poco; es el mayor de los nacidos de mujer, como lo reconoce el Señor. Los misioneros saltan de alegría en el seno de sus madres, sabiendo de la presencia de Dios y de su futura vocación, como Juan saltó en el seno de Isabel cuando fue visitada por la Madre del Señor. Son los que bautizan a los neófitos para que, con Jesús, desciendan al mismo tiempo, para ascender con Él. Al salir del agua, baja el Espíritu Santo. Es el Espíritu que obra en la creación, y que ahora obra una nueva creación en cada nuevo bautizado. Así como sucede con Nuestro Señor, también Dios se manifiesta en los nacidos por el agua y el Espíritu Santo a la fe. Como dice el profeta Isaías (42,14.6-7):
«Miren a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, al pábilo vacilante no lo apagará».
ceno, el Bautismo es el más bello y magnífico de los dones de Dios. «Lo llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay». Es un don, porque es conferido a los que no aportan nada. Pero no solamente es un generoso regalo, sino también es gracia, porque es dado incluso a los culpables. Se lo llama bautismo, que en griego significa “sumergir”, porque todo el mal es sepultado en el agua, y porque de la muerte al pecado se resucita a la Gloria. El bautismo es unción, porque hace de cada neófito sacerdote, profeta y rey, pues estos personajes son los ungidos en la historia. Y es el triple ministerio de Jesucristo, el ungido. Como sacerdotes consagran su vida completa a Dios, que incluye sus familias, sus trabajos, sus responsabilidades comunitarias, sus alegrías y sufrimientos. Como profetas dan testimonio de la misericordia de Dios por el mundo y como reyes viven la dignidad de dar sentido a lo creado.
vergüenza y nos permite caminar por este mundo siendo respetados y respetando. Es un baño de regeneración porque lava todas las manchas del corazón y es un sello, una marca indeleble en nuestro interior, indicando que nuestro Padre nunca se avergonzará de nosotros. ¡Qué hermoso lo que hacen, misioneros de todo el mundo! ¡Qué maravillosa respuesta siguen dando al mandato de Jesús resucitado: «Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo»! Que la Madre de Dios los proteja siempre y les enseñe a recibir con alegría la sombra del Espíritu Santo.
La obra de los misioneros Gracias al bautismo los cristianos a través del bautismo ¿Qué es lo que los misioneros han dado a los nuevos cristianos? Como dice San Gregorio Nacian-
quedamos bajo una luz resplandeciente, iluminados por el Sol que viene de lo alto. Este sacramento es una vestidura que cubre nuestra
P. Horacio Varela Roca
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Grupos Misioneros
«El Santo Cristo»: Una Parroquia emplazada en el corazón del Monte santiagueño Camino pastoral de la Parroquia El Santo Cristo, Santos Lugares (Diócesis de Añatuya) 8 La Parroquia fue fundada en 1975, quedando a cargo del P.Duilio (sacerdote misionero italiano que estuvo hasta 2001 y luego del 2007 al 2009) y de unas Hermanas (Fraternidad Nuestra Señora de América que estuvieron hasta el 2001).
El estilo de pastoral de estos primeros evangelizadores constó de recorrer la zona, celebrar las misas, dar catequesis. De a poco, fueron formando animadores y catequistas laicos, para que todo lo relativo a la fe pudiera estar llevado en cada comunidad por agentes pastorales locales. Han trabajado mucho en todo lo que se refería a la promoción social (casas, aljibes, caminos, grupos de costureras, postas sanitarias, educación secundaria, etc.). Esa era la prioridad ya que no había nada en el lugar. A partir del 2009, empecé a vivir en Santos Lugares, el primer año junto al P.Duilio. En el 2010 ya quedé solo a cargo de la parroquia. Traté de seguir un poco el camino pastoral emprendido por los anteriores
agentes pastorales (entre el 2001 y el 2007 estuvieron dos sacerdotes santiagueños y luego quedó uno solo que también siguieron este estilo pastoral). Podemos decir que, a partir del 2013, empezamos a trazar un camino más definido y que le daba una mayor unidad a toda la extensa parroquia. A través de un lema parroquial, una canción que acompañara ese año y algunos encuentros, fuimos caminando. El objetivo principal que podemos decir que tenemos en esta parroquia es el de formar animadores comunitarios fuertes, estables, comprometidos, para que ellos mismos, en cada una de sus comunidades, pudieran reunirse en torno a la
Palabra de Dios y celebrar la fe en comunidad. Nuestra visita, como sacerdote, en cada una de las 49 comunidades de nuestra zona, alcanza aproximadamente a realizarse unas 4 veces en el año. Si bien, nos vemos en otras ocasiones, debido a las misas de difuntos, que son muy requeridas en la zona (de cuerpo presente, a los nueve días, al mes, al año y muchas veces a los 3, 6 y 9 meses, y en los aniversarios) y además congregan a mucha gente, no sólo del lugar, sino también de otras comunidades. Sin embargo, las visitas propiamente a la comunidad, llegan a ser 4, contando en estas visitas también las escuelas que se encuentran en dichas comunidades (escuelas todas primarias, que en nuestra zona son 32). Hay otras presencias en las comunidades, a través de los alumnos del colegio secundario de Santos Lugares (que congrega a unos 150 adolescentes de un radio de 70 km a la redonda), a través de la FM parroquial que llega a todas las comunidades, a través de la fiesta de la Virgen de Huachana, de la que participan todos una vez al año para el mes de julio. Sin embargo, la fe comunitaria no puede ser solamente vivida cuando el sacerdote visita a la comunidad. De ahí que sea tan importante el esfuerzo por intentar reunir a la comunidad durante el año, con la ayuda del animador/a y de brindar la catequesis a los niños en la escuela o en la capilla o grutita de cada comunidad.
Desde tiempos del P.Duilio, se realizan encuentros de formación de animadores y catequistas. En los últimos años, estos encuentros dejaron de ser tan concurridos por diversas causas. Hemos elegido, por tanto, hacer encuentros en cada zona de la parroquia, para poder facilitar la participación a la gente. Esto ha sido un paso positivo y obtuvimos una mejor respuesta. De ahí que hemos dividido la parroquia en 5 zonas pastorales, de acuerdo a la cercanía geográfica de las mismas. Estas zonas comenzaron a tener un poco más de identidad y comunión entre las comunidades que la integran. Otra vivencia importante para la fe de cada comunidad es la fiesta patronal que cada comunidad organiza para honrar a su patrono. Cada comunidad se organiza por sí misma para todas las actividades de la misma fiesta. En esto, la gente se compromete bastante, como así también en el mantenimiento de su capilla, grutita o lugar de oración. En algunas capillas, hay una comisión que se dedica a juntar fondos para la Capilla, para poder mantenerla. A veces, suele pasar que en algunas comunidades se preocupan más por el edificio material que por la comunidad en sí. Tal vez realizan muchos beneficios y rifas, pero cuesta que se reúnan a rezar. Por eso, uno de los principales esfuer-
zos pasa por fortalecer, acompañar y seguir al animador de cada comunidad y al catequista (la mayoría de las veces se trata de la misma persona). Esto mismo se lo transmitimos a los grupos misioneros que vienen a la parroquia, para que acompañen este caminar parroquial y su propuesta sintonice con esto. Por tanto, su presencia fortalece la pastoral ordinaria y la intensifica en los días que está de misión. De ahí que su presencia sea tan valiosa y de gran ayuda para nuestra parroquia. En cada zona pastoral, hemos elegido un coordinador de dicha zona, que suele ser también animador en su comunidad. Este coordinador integra lo que se llama el COPAPAS, que está formado por el párroco, las Hermanas (que están viviendo en la Parroquia desde marzo del 2014) y algún representante de Santos Lugares, que no integra ninguna zona, sino que está tomada como comunidad aparte, por ser la sede parroquial y tener un poco más de vida y algunas actividades más que cada una de las comunidades.
P. Juan Ignacio Liébana https://recursospastoralescomunidadesrurales.wordpress.com
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Infancia y Adolescencia Misionera
Gestos de Misericordia: Un mimo para el mundo El Año de la Misericordia está concluyendo. Pero estamos llamados a descubrir que la Misericordia no debe ser una “palabra”, un “concepto”, una “imagen” de moda, que cae en desuso luego de finalizado el año jubilar, sino que debe ser una expresión constante y concreta del 10 Amor de Dios en nuestra vida y en la de los demás, una manifestación de la ternura y la delicadeza con la que Él nos mira y nos abraza. Nuestra vida entera está llamada a vivirse en clave de misericordia. El siguiente subsidio intenta que quienes lo lleven a la práctica en sus grupos puedan hacer experiencia de la Misericordia de Dios a partir de gEStoS concretos. Que descubran que Dios ama y que su Amor se manifiesta a través de “MiMoS”, llenos de ternura y delicadeza. Es una invitación a dar ese salto, ese paso de dejar de entender a la Misericordia como una simple palabra, a poder experimentar su profundidad transformándola en gestos, en acción, en vida.
La Misericordia del Padre se refleja en gestos de Amor Para introducir, se les pedirá a los participantes que comenten en el grupo una actividad concreta que hayan realizado en la semana («viajar», «estudiar», «ordenar la casa», «salir con amigos»…). Para ello, en lugar de contarlo con palabras, se los invitará a que lo representen a través de un gesto, una mímica, un movimiento. El animador les dará unos segundos para que cada uno piense y, a la señal, lo representarán. El resto intentará «adivinar» o interpretar qué es lo que el otro está expresando.
Reflexionamos: Una vez que finalizamos el juego, intentaremos responder a las siguientes preguntas: ¿Qué les pareció la consigna? ¿Les resultó fácil o difícil tratar de expresar algo sin usar palabras? ¿Ustedes usan los gestos para expresar cosas? ¿Cuándo? ¿Cuáles? ¿Serán importantes para comunicarnos?
nombre significa «imitador», porque reflejan con un gesto exterior aquello que está dentro y que las palabras no alcanzan a expresar.
Los gestos, las mímicas, los signos que hacemos con nuestro cuerpo ayudan y son soporte de aquello que queremos expresar, compartir, decir, comunicar. En muchos casos, «eso» que se quiere anunciar es tan grande, tan profundo, que necesitamos acompañarlo de un gesto, de un movimiento, de nuestras manos, de nuestro cuerpo, para reafirmarlo, enfatizarlo, darle un sentido más profundo. Los Mimos (la palabra «mimo» o «mímica» significa «imitador»), son personajes teatrales que datan de la antigüedad y que representan la realidad a través del cuerpo. Pero no solo se encargan de reemplazar palabras por acciones, sino que intentan, por medio de gestos, manifestar su interior, las emociones, lo que no se ve; por eso su
Iluminación: ¡Qué valiosos los gestos para expresar aquello que las palabras no pueden decir! Y Dios, ¿usará gestos para comunicar su Amor? ¿De qué manera Jesús manifiesta su amor, su Misericordia? ¡Vamos a descubrirlo en su Palabra!: Mateo 8, 1-3: «Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió mucha gente. Entonces, se le acercó un leproso y se postró ante
él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano, lo tocó y le dijo: Quiero, queda limpio. Y al instante quedó limpio de lepra» . Jesús manifiesta el deseo profundo de su corazón, su «sí, quiero», con gestos concretos: baja, se acerca, toca. Jesús expresa la Misericordia del Padre a través de un «mimo» para este leproso, que no queda en una palabra, sino que se hace acción, gesto, cercanía, contacto, manifestación concreta. Se leerá la frase: «Predica el Evangelio en todo momento y si es nece-
sario usa las palabras» , atribuida a San Francisco de Asís. Se invitará a que los participantes reflexionen de qué manera se puede anunciar la Buena Noticia, el Amor, si no es con palabras. La Misericordia de Dios se expresa, generalmente, en obras, en gestos, en acciones, en mimos, que dan cuenta de esa realidad del Amor de Dios que desborda y que excede las palabras (Jesús mismo es esa Palabra de Amor que se hizo gesto, cercanía, acción, movimiento, Persona, Verbo). ¡Vamos a seguir haciendo mímicas! Las obras de misericordia (corporales y espirituales) son gestos concretos que procuran expresar ese Amor. El objetivo del juego es simular un «Museo de estatuas», sabiendo que en muchos museos
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hay «obras» de arte. En este museo, habrá «obras» de Misericordia. Se les dará a algunos participantes una obra de Misericordia, que deberán representar con su cuerpo y sus gestos, pero como si fueran una estatua. El resto del grupo tendrá las obras escritas en papelitos y serán los «visitantes» del museo, quienes recorrerán el espacio viendo las estatuas y colocando los papeles con el nombre de la obra que corresponda. Reflexionamos, a partir de ver concretadas las obras en gestos, lo que hemos descubierto: el Amor se hace obra, gesto concreto, no queda en palabras.
¡Mimados por Dios! gestos de Amor de Jesús (Momento de oración) ¡Recemos con todo el cuerpo! Una de las técnicas y recursos más utilizados por quienes realizan el arte de la pantomima es «el Espejo», que consiste en que dos actores se ubiquen frente a frente y realicen gestos, planteando situaciones. En esta oportunidad, el animador no solo guiará la consigna, sino que irá predisponiendo el clima. Es muy común que al comienzo de la dinámica el grupo se ría, especialmente si se trata de un grupo
de niños o adolescentes, puesto que el recurso implica mover todo el cuerpo y exponerlo a una situación que no es común, ya que implica expresarnos frente a alguien ubicado a unos pocos centímetros. Pero, a medida que el clima se va desarrollando, pueden generarse situaciones muy profundas. El animador debe prever prolongar la actividad o acortarla, agregando o quitando consignas, siempre y cuando eso ayude a que el grupo pueda hacer experiencia de esta oración para sentirse mimado. La consigna en general se explicará antes, para que en el desarrollo no se interrumpa el clima. Como se trata de una experiencia de mímicas, las palabras deben ser escasas. Nos pondremos en presencia de Jesús, mientras comienza a sonar una melodía instrumental o un canto al Espíritu Santo. Se invitará a los participantes que comiencen
a desplazarse lentamente por todo el espacio, caminando, respirando profundo y predisponiéndose a la oración. Cuando el animador lo indique, se ubicarán de a dos, uno frente del otro, como si fueran reflejos de un espejo. En la primera instancia, simplemente los participantes se mirarán. Se invitará a que se animen a mirarse a los ojos, sosteniendo la mirada. Pensando en el ciego Bartimeo, que según la Biblia quería ver, mirar más allá, ver a Jesús. Conectarse con el otro a través de la mirada. Al cabo de unos segundos, siguen caminando. (Nota: Esta instancia de mirada se puede repetir algunas veces más, con otros compañeros, hasta superar la instancia de «risas» del comienzo y disponerlos a introducirse más profundamente en la oración). A la señal, vuelven a juntarse de a dos (con otro compañero dife-
biendo que Jesús está en tu compañero del frente, en su corazón, sabiendo que lo tenés cara a cara, pedile ese «mimo» que querés recibir de Él: un abrazo, una caricia, una palmada en el hombro, una sonrisa, un beso…». De a un participante por vez, indicarán con señas qué es lo que quiere recibir de parte de Jesús en ese momento. El participante del frente le dará el abrazo, la caricia, el beso…, pedido. Siguen caminando, se ubican en ronda. Finalizamos el momento de oración.
rente al anterior), frente a frente. En esta oportunidad, además de mirarse fijo a los ojos, de a uno por vez, intentarán expresar con gestos (sin palabras) la respuesta a la pregunta: «¿Cómo estoy?». Al cabo de unos segundos, siguen caminando. A la señal, se juntan de a dos, frente a frente. En este momento, además de mirarse, uno por vez representará con un movimiento, con un gesto, la respuesta a la pregunta: «¿En qué momento de mi vida experimenté la Misericordia de Dios? ¿Cuándo fue el momento donde me sentí de verdad mimado por Él?». A la señal, nuevamente se reúnen de a dos, frente a frente. Esta vez, responderán con gestos a la consigna: «Jesús hoy me dice: ¿Qué querés que haga por vos?, como le dijo una vez al ciego Bartimeo. Sa-
Reflexionamos acerca de lo que cada uno experimentó con esta dinámica. ¡Nos damos un abrazo entre todos, sintiendo que Dios nos mimó!
¡Mimos para el mundo! La Misericordia hecha gestos Utilizando el recurso del Mimo con una manera de expresar en acciones un Amor profundo que a veces nos deja sin palabras, ¡vamos a llenar de mimos la calle! En el pasaje bíblico de la suegra de Pedro que estaba con fiebre (Marcos 1, 29-31), una vez más, Jesús no usa las palabras sino gestos concretos para manifestar los mimos de Dios: «Se acercó, le tomó la mano y la levantó». Jesús actuó, hizo algo. Este mimo no solo curó a la suegra de Pedro, sino que generó en ella el deseo de
servir a Jesús y a sus discípulos. Ella hizo acción, gesto, signo concreto, el agradecimiento y el Amor desbordante que debió haber sentido. Nosotros también vamos a expresar tanto Amor en gestos. Se invitará a los participantes a maquillarse como mimos (sería conveniente que los participantes estén vestidos con ropa de color negra o blanca, como suelen tener los personajes) y a salir por las calles a tener gestos concretos con quienes se encuentren, que den cuenta de un desborde de Amor, sin usar palabras: sonreír, dar un abrazo, saludar con alegría, regalar a alguien una cita bíblica, sacarse una selfie con un desconocido mostrando una sonrisa grande, obsequiar una flor, celebrar el encuentro con un desconocido tirando papel picado y haciéndolo reír, provocar la cercanía de un niño entregándole un globo, etcétera. Se sugiere colocar cerca de donde están los mimos un cartel que anuncie: «Tanto Amor nos deja sin palabras… ¡Y nos anima a actuar!», para reforzar el gesto misionero para aquellos que no comprendan qué hacen tantos mimos en las calles.
Ezequiel Rogante
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Lectio Divina para el Tiempo de Navidad
«Crucemos y veamos» oración inicial Ven, Espíritu Santo y enciende nuestros corazones con el fuego de tu Amor”
Lectio – Lectura-escucha.
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«Y sucedió que cuando los ángeles se alejaron yéndose al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Crucemos ya hasta Belén y veamos lo que ha sucedido que el Señor nos ha dado a conocer». Fueron a toda prisa y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todo los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores le decían. Y María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho»..
Usaremos la abreviación: Med. para Meditación y Or. para la Oración.
Med. v.15 “ Y sucedió que...” Esta frase es muy común en la versión griega. El vocablo “guinomai” significa: “nacer”, de allí se deriva según el contexto, “llegar a ser, acontecer, suceder, etc.” Aquí se nos introduce en la meditación a pensar que “algo ha nacido”, no solo veremos que se trata del “nacimiento
de Jesús”, sino que Su nacimiento es causa de otros nacimientos, o “acontecimientos”, como el nacimiento de la “esperanza”, de la “libertad”, de la “salvación”, “de la “Resurrección y de la Vida”. Or. “Señor, muchas veces no permito que la Navidad sea un “acontecimiento”. Me dejo envolver más bien por la tristeza de los que no están o por la nostalgia. Tu Nacimiento es acontecimiento de esperanza, es Vida, es Resurrección anunciada. Que con tu gracia salga del tedio, de la rutina, del hastío de lo cotidiano, y haga que cada instante sea una nueva oportunidad de vida, gracia que “acontece”, que “nace” por pura misericordia tuya”.
Med. “…los pastores se decían unos a otros”. El v. 8 ubica en el espacio a estos pastores: “estaban en la región (de Belén)”, y en el tiempo: “durante la noche”. Tenemos también que saber que los pastores habían sido visitados por el Ángel de Dios y que “la gloria del Señor los envolvió en su luz”, (v. 9). Dado que vivirán un “acontecimiento”, no se podría entender sin esta “luz divina” que viene de lo Alto. Es decir, sin la Fe. Ubicados así, observamos que los pastores no toman una decisión en privado, sino que intercambian “lo acontecido en ellos”, “se decían unos a otros”. Comparten la experiencia de Fe y toman conjuntamente una decisión como pastores, una decisión “pastoral”, y dicen:
Med. “Crucemos ya hasta Belén y veamos esas cosas acontecidas que el Señor nos ha hecho conocer”. Otra vez nos encontramos con un vocablo griego im-
animan, y conjuntamente cruzan la región y la noche, y así las trascienden, porque quieren ver lo que les ha sido manifestado. No esperan hasta mañana, sino «ya, ahora mismo, y cruzan». Dame la gracia de cruzar en tu Nombre todo aquello que parece infranqueable a los mezquinos ojos humanos y ver con los ojos de la fe lo que se nos manifiesta a través de los Pastores, de la Iglesia y de los signos de los tiempos”. Amén.
portante: “dierjomai”; dia= «atreves de«, «por medio de». “Erjomai”= «ir». De modo que se trata de un “ir”, pero “cruzando”, “atravesando”. Los pastores, iluminados por la fuerza de la luz de la Fe, nacen a una experiencia nueva. Ahora, ni las montañas de la región de Belén ni la noche los detienen, ambas situaciones son “cruzadas, atravesadas, trascendidas” hasta llegar a Belén, la Casa del Pan, para ver lo que les ha sido dado a conocer sobre este acontecimiento. Or.: “Señor, muchas veces tenemos grandes impulsos misioneros. Pero los escollos, las montañas de la vida y las oscuras noches nos detienen. Nos hacen pensar que no vale la pena cruzar y atravesar. Los pastores movidos por la luz de la fe, en medio de la noche, se
v.16. “Fueron rápidamente y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en un pesebre”. Los pastores no se quedan en fantasías pastorales y a la distancia. “Van” y “encuentran”, primero a María. Ella es la Puerta del Cielo y puerta de la gruta de Belén. Quien se encuentra con Ella le hace ver al Emanuel. Luego a José, así se “encuentran” con que este “nacimiento” “acontece” en el seno de una familia. Por último se encuentran con el Niño, ¡el motivo de la búsqueda!, quien está envuelto en pañales, que al modo de hacerlo los judíos, estos paños parecieran anticipar los paños de la muerte, lienzos que quedarán vencidos en el suelo (cf. Jn. 20, 6-7) en el “otro pesebre” del “gran acontecimiento”: el sepulcro donde “aconteció” la Resurrección y la Vida. Or: Señor, dame la gracia de ir a buscarte sin demoras. María, sé nuestra guía, la que nos abres siempre la puerta en cada oración, la que junto a José nos haces ver a Jesús, para que “encontrándolo” y “viéndolo”, “anunciemos a los demás hermanos lo que hemos oído y visto sobre este Niño” (cf. v. 17), Jesús, Resurrección y Vida en abundancia. Amén.
Pbro. Gerardo Rivetti Diócesis de Río Cuarto
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Colecta Pro África 2017
«No olviden de hacer el bien y de ayudarse mutuamente» Heb 13,16 En este último número del año, las Obras Misionales Pontificias le da un marco especial a la misión en África.
mentación, educación, infraestructura, etc.; y con un aspecto en común: la misión más allá de las fronteras.
“Iglesia Misionera Hoy”, al especial de Navidad, adjunta notas y comentarios de algunos hermanos nuestros misioneros en distintos países del continente africano.
Subrayamos como positivo la alegría de poder seguir adelante en este camino de evangelización. La misión de la Iglesia y la solidaridad de nuestros misioneros sigue vigente.
La colecta denominada “Pro-Afris”, realizada para ayudar a la Iglesia en misión precisamente en esos lugares, también la acompaña con testimonios de misioneros, sacerdotes, religiosos y laicos, que van
cumpliendo la llamada del Señor de llevar el Evangelio “hasta los confines de la tierra”. Desde nuestra querida institución hemos podido recorrer, hacia la mitad del año, algunas de estas zonas atendidas por los compatriotas. Con realidades similares entre los diversos países en cuanto a la fe del pueblo, las necesidades básicas que faltan en cuanto a ali-
Costa de Marfil, Ghana, Angola y Mozambique fueron los destinos señalados por Dios para hacer esta visita, corta en días pero fructífera en cuanto a los resultados y las conclusiones. Los días 7 y 8 de enero del nuevo año 2017 haremos en todo el país la Colecta Misionera por África. Hemos vivido el Domingo Mundial de las Misiones en octubre pasado. Y ahora el desafío es seguir apoyando a los argentinos que de distintas diócesis de nuestro país, partieron a compartir la Buena Nueva con los más necesitados. La misión lejos del lugar de origen, es una vocación especial, un llamado de Dios Padre a salir de nuestras comodidades e ir al encuentro de los rostros que el mismo Señor no pone en el camino para mostrar su misericordia. “No se olviden de hacer el bien y ayudarse mutuamente” dice el autor de la carta a los Hebreos (13,16). Esto agrada a Dios y a esto apuntamos en la misión de cada día. Esperamos que sea de utilidad y servicio para seguir adelante, juntos, en la animación misionera.
Equipo de Redacción
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Colecta Pro África 2017
«Tu ves más lejos que yo» 1
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Mi nombre es María Macarena Anahí Sarmiento Peretti; soy misionera laica y trabajadora social. Nací y crecí en la provincia de Salta y tengo 30 años. Actualmente estoy en Mozambique participando de la misión que los padres redentoristas acompañan desde el año 2002.
Cómo llegué hasta aquí? Cuando estaba en 5to año nos invitaron a un grupo de estudiantes del colegio San Alfonso a participar de una misión popular organizada por los padres redentoristas en La Banda, Santiago del Estero. No sabía que aquella experiencia mudaría mi rumbo en la vida. Allí me conmovió por un lado la profundidad y compromiso con el que celebraban la fe y por otro lado una realidad que nunca antes había palpado ni dimensionado (hermanos/as que sufrían y mucho). Dios se sirvió de cada una de las personas del Bº Ramos Taboada para mostrarme su rostro amoroso, misericordioso y su presencia en el medio de la dificultad. Ahí aprendí que Dios camina a nuestro lado, SIEMPRE y que no es una idea abstracta sino una presencia real. Fue desde allí que Dios fue obrando misteriosamente y guiando mis pasos hasta traerme aquí.
(1) Frase de Thomas Merton en el libro de Guillermo Randle: “Thomas Merton un sentido de vida”.
Llegué el 8 de Febrero y me sumé en la misión de Muvamba, un poblado rural a más de 600km de la capital. La experiencia desde entonces ha sido sumamente enriquecedora. Las dificultades y momentos duros no faltaron nunca pero en el todo no sólo les construí un sentido sino que también hicieron real y maravillosa la experiencia de estar aquí. La vida es variada, dinámica y muy intensa. La gente es maravillosa, su cultura fascinante y no he parado de aprender muchísimo en el dar y recibir continuo que se hace posible en el día a día de la misión. Es un pueblo sumamente alegre, trabajador, esperanzado, solidario, comunitario, creyente. Como toda realidad, tiene también sus oscuridades que precisan aún de la redención de Cristo. Como país estamos atravesando una fuerte crisis política (una tensión sostenida entre los dos partidos mayores de oposición en el medio del cual ya murieron muchas personas) y económica (fruto de una administración corrupta que endeudo al país entero). En nuestra región se suma una fuerte seca que perjudica las producciones familiares. La mayoría de las personas viven de lo que producen en sus huertas y al no haber agua todo se hace muy difícil.
que durante todo el tiempo de la guerra civil se prohibió la celebración religiosa de ese día e instalaron el día de la familia, fiesta que los convoca fuertemente. Nuestra costumbre es promover la participación y seguir compartir la importancia que tiene esta celebración para los cristianos y para la humanidad entera; luego, en la sede parroquial, preparamos una olla común para compartir creando las condiciones para algún intercambio de danzas y cantos. Principalmente quedan personas que están solas y personas que van haciendo camino en la fe y que encontraron el sentido del Nacimiento de Jesús pero son en general pocos los que quedan. . Sabemos que la Obra es de Dios y que es Él quien obra misteriosa y silenciosamente en la historia y en el corazón de cada uno de nosotros. De a poco se irá construyendo sentido y profundizando en la presencia de Jesús. Les deseo una hermosa Navidad celebrada en el calor del seno familiar y comunitario. Los abrazo y como dicen por aquí: Estamos juntos!
Pronto empezaremos a prepararnos para el tiempo de Navidad. Será oportunidad para seguir creando desde diferentes propuestas misioneras un espíritu festivo y familiar centrado en el nacimiento del Salvador. No es fácil; la participación suele ser muy pobre en comparación con otras fiestas (Pascua por ejemplo) ya
Macarena Sarmiento Peretti Misionera laica en Mozambique
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Colecta Pro África 2017
Una vida hecha «gesto de fraternidad» 20 «Cuando veas una mariposa en la puerta de tu casa, soy yo que te mando un beso», le dijo Guadalupe –voluntaria tucumana– a Martín, un niño de tres años que vive en Malanje. Cuando la Mamá de Martín oyó esta frase se emocionó hasta las lágrimas, creo que fue la primera vez que esa madre escuchaba algo semejante, y la verdad que yo también. Soy Fabián Giménez, sacerdote tucumano, rector del seminario mayor «San José», en Malanje-Angola, y llevo cinco años en esta tierra de misión.
La frase de Guadalupe me hizo pensar que la presencia de Dios –entiéndase mariposa– y un gesto de cariño –entiéndase ‘soy yo que te mando un beso’– son necesarios en este mundo. El Papa Francisco, con motivo de la
Jornada Mundial de la Paz del 2014, nos dijo que “en este mundo caracterizado por la ‘globalización de la indiferencia’ debemos edificar el porvenir común de la humanidad a través de la solidaridad y de la caridad universal”.
Sin miedo a equivocarnos, podemos afirmar que nuestro mundo actual está sediento de gestos de fraternidad. Por ello, la entrega generosa de muchos voluntarios y de otras personas de buena voluntad son gestos de fraternidad en nuestro mundo actual. Podríamos tener durante toda nuestra vida muchos gestos de fraternidad, y nos sentiríamos bien realizándolos. Porque nos hace bien ayudar a otros, porque es grande la alegría que sentimos cuando tendemos la mano, y porque quien trabaja por el bien de los demás trabaja por su propia felicidad. Pienso en gestos de fraternidad a lo largo de nuestra vida –en besos de mariposa– y al mismo tiempo
pienso que toda nuestra vida podría ser un “gesto de fraternidad”. Allí estaría parte de la diferencia de una vocación consagrada y/o misionera. Una cosa es tener a lo largo de nuestra vida grandes gestos de fraternidad, y otra es, toda una vida hecha “gesto de fraternidad”. Por eso mi apelo a vos lector de “Iglesia Misionera hoy”. También vos podes estar llamado a esta vocación misionera, vocación de servicio, entrega, alegría, vocación dedicada a los demás. La vocación misionera crece y madura desde la realidad, que en muchas ocasiones es el rostro sufriente de Jesús; desde la palabra de Dios que ilumina esa realidad y encamina nuestra vida; y desde la
propia opción de vida, que puede ser toda ella dedicada a la caridad universal. Gracias Guadalupe por tu original parábola. Gracias Señor por llamarme a ser el beso de la mariposa para tanta gente, y por tantos hermanos/as nuestros/as que en tierras de misión supieron “hacer de su vida un gesto de fraternidad” para animar la vida y la fe de tantos hermanos.
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P. Fabián Giménez Malanje - Angola
Informe de la colecta pro África comparativos 2014-2016 en pesos A los obispos, Directores Diocesanos de omp y fieles en general Una vez más, agradecemos y celebramos la colaboración para llevar a cabo esta Colecta por el continente africano y sus necesidades.Seguimos creyendo que la fecha de dicha colecta imperada no es la mejor, pero así está señalada y por eso valoramos el esfuerzo de las diócesis que tienen en cuenta el valor de la ayuda monetaria. Que el Señor Jesús, misionero del Padre, bendiga a cada uno y les deseo un muy feliz año 2017. Pbro. Dante De Sanzzi. Director Nacional arQUIDIÓCESIS Buenos aires Bahia Blanca Córdoba Corrientes La Plata Mendoza Mercedes-Luján Paraná resistencia rosario Salta San Juan Santa Fe Tucumán
22 DIÓCESIS alto Valle de rN añatuya avellaneda-Lanus azul Catamarca Co. rivadavia Concepción Concordia Cruz del Eje Chascomús Formosa Goya Gualeguaychú Jujuy Laferrere La rioja Lomas de Zamora Mar del Plata Merlo Moreno Morón Neuquén Nueve de Julio Oberá Oran Posadas Puerto Iguazú Quilmes rafaela reconquista río Cuarto río Galleqos San Carlos de B. San Francisco San Isidro
2014 157.999,62 34.929,63 14.180,40 20.528,47 3.196,00 93.382,32 9.193,73 46.821,56 116.330,85 22.178,25
2014 15.986,00 17.823,69 11.800,30 51.668,98 4.138,00 26.963,00 3.865,00 17.424,45 2.900,00 11.591,10 9.957,80 5.149,12 40.271,69 17.311,23 62.492,35 9.388,80 25.659,87 19.785,53
2015 212.894,00 43.402,50 9.651,69 24.312,15 5.447,73 125.737,28 63.243,65 44.673,75 4.885,00 166.765,46 43.686,58
2015 24.877,95 15.881,00
21.318,00 14.828,50 67.010,15 2.813,50 36.931,65 4.860,00 16.550,70 3.500,00 16.432,75 12.882,55 14.945,64 62.547,63 19.286,37 71.007,20 16.672,91 30.954,00 20.311,47
2016 Var 2015/16 259.584,00 46.690,00 -43.402,50 17.101,60 7.449,91 34.571,15 10.259,00 15.478,00 10.030,27 230.937,58 105.200,30 13.353,62 13.353,62 -63.243,65 0,00 76.376,66 31.702,91 -4.885,00 43.041,65 43.041,65 239.231,10 72.465,64 76.509,51 32.822,93
2016 Var 2015/16 11.804,62 -13.073,33 0,00 -15.881,00 0,00 0,00 0,00 0,00 17.385,93 -3.932,07 0,00 -14.828,50 82.669,28 15.659,13 5.826,00 3.012,50 0,00 8.890,35 45.822,00 -4.860,00 0,00 0,00 11.502,05 -5.048,65 0,00 0,00 7.144,00 10.644,00 0,00 27.040,50 10.607,75 7.878,45 20.761,00 0,00 0,00 7.687,78 22.633,42 72.738,37 10.190,74 9.274,54 28.560,91 88.157,57 17.150,37 1.644,79 18.317,70 2.518,00 2.518,00 44.229,75 13.275,75 3.860,95 24.172,42
DIÓCESIS San Justo San Luis San Martin San Miguel San Nicolás San rafael San roque Santa rosa Santiago Del E. Santo Tomé Venado Tuerto Viedma Villa María Zárate-Campana
2014 20.138,00 5.226,40 16.157,00 1.000,00 46.484,37 37.100,10 24.886,07 155,00 16.686,43 12.510,00 80.572,56 35.707,00
2015 28.125,00 6.132,00 21.429,00
PrELaTUraS Cafayate Dean Funes Esquel Humahuaca Opus Dei
2014 9.133,30 2.908,17 1.405,00
2015 7.128,20 1.912,00
EParQUÍaS armenia Maronita Ucraniana
2014
OrDINarIaTOS Castrense Oriental
2014
19.111,06 12.555,00 48.445,63 37.780,50
2015 -
2016 Var 2015/16 13.000.00 5.871,80 - -1.912,00 0,00 0,00 0,00 2016
-
2015
Var 2015/16 -
Var 2015/16
2016
-
-
21.340,00
2015 435,00 5.700,00
2014 COLEGIOS ParTICULarES
58.567,95 40.001,53 41.677,00
2016 Var 2015/16 25.000,00 -3.125,00 14.966,42 8.834,42 33.440,00 12.011,00 0,00 0,00 72.963,90 14.395,95 64.668,10 24.666,57 -272,92 41.404,08 4.000,00 4.000,00 4.757,07 23.868,13 10.606,00 -1.949,00 0,00 60.259,81 11.814,18 109.369,00 71.588,50
2016 22.008,00
Var 2015/16 -435,00 16.308,00
Totales: Variación 2015-16: $ 489.210,20 Año 2016: $ 2.036.521,83 Año 2015: $ 1.547.311,63 Año 2014: $ 1.204.327,14
Colecta Pro África 2017
CUENTa CoNMiGo...
«La historia de alfa» Comparto con uds una historia de vida y de fe, de misión y de misericordia. Empiezo con unos versos de Santa Teresa de Ávila, mística y Doctora de la Iglesia: «Dios no tiene cuerpo en la tierra sino el tuyo No tiene manos sino las tuyas. No tiene pies sino los tuyos. Tuyos son los ojos con los que la compasión de Dios mira al mundo. Tuyos son los pies con los que Él camina para ir haciendo el bien. Tuyas son las manos con las que ahora tiene que bendecirnos».
Leía hace unos días, que San Francisco envió a sus hermanos a predicar el Evangelio con las siguientes palabras: «Vayan y prediquen el Evangelio. Si hace falta, usen palabras». En palabras de Madre Teresa, la Santa de Calcuta: «Prediquen sin predicar». Cuando de Misericordia se trata, no valen las palabras, sino las acciones, el testimonio de vida.
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Como Misionero Salesiano, estoy convencido de que la primer tarea
de la Iglesia y de la comunidad Cristiana es anunciar la misericordia, proclamar a 4 vientos, que nuestro Dios es un Dios «rico en misericordia» (Ef 2,4); pero no basta predicar con palabras, publicar atractivos videos en las redes sociales y enseñar a la gente qué es el atributo divino de la misericor-
dia. Tal vez -y me animo a decirlo aunque me excomulguen- el pecado más grande de la Iglesia hoy, en el mundo actual, es llenarse la boca de misericordia, y al final ponerla muy poco en práctica. Predicamos la misericordia y al mismo tiempo somos extremadamente duros y rígidos con los pobres, con los «pecadores», con los ignorantes y con los marginados de este mundo. Aquí en nuestra misión de Sierra Leona, en Don Bosco Fambul (Familia Don Bosco) estamos a diario en contacto con el sufrimiento de los pobres, los pequeños, los des-
ido aprendiendo que no hay chicos o jóvenes malos -así pensaba Don Bosco- sino niños y jóvenes a los cuales nunca nadie les dijo que “pueden” ser buenos y hasta santos. Con paciencia y amabilidad vamos ayudándoles a entender -a estos niños y jóvenes- que siempre existe la posibilidad de re-comenzar, de darle un nuevo sentido a la vida, de ofrecerle un lugarcito a Dios en el corazón para comenzar a vivir con responsabilidad la propia vida, vivida como un don de Dios y al servicio de los demás.
poseídos, los olvidados y humillados, las víctimas de la violencia, los que sufren, los excluidos injustamente, los angustiados, los que lloran, los pecadores, los deshonrados, los presos... (y la lista podría continuar). En Fambul, tenemos un programa de rehabilitación para niños de la calle, un refugio para chicas abusadas, un programa para chicos huérfanos del Ébola, una línea telefónica de ayuda (24 horas, 7 días a la semana y 365 días al año) y un programa de ayuda integral a jóvenes prisioneros de la prisión de Pademba. Somos 5 salesianos y un grupo de 80 laicos, que gradualmente hemos
Y aquí va la historia de Alfa. El sábado pasado dormía profundamente cuando a las 2 de la mañana sonó mi teléfono. Me llamaba el trabajador social de turno en la línea telefónica 116; era una llamada de urgencia: alguien había llamado avisando que en frente de la Catedral había un joven ensangrentado, semi-inconsciente. En 15 minutos estábamos 4 personas, 2 Salesianos, un guardia de Fambul y el mismo muchacho que atendía la línea 116 frente a este joven desconocido. Tenía un brazo quebrado, el rostro desfigurado a golpes, una oreja cortada a la mitad y múltiples cortes y golpes en todo su cuerpo. A toda velocidad lo llevamos al hospital, a la sala de emergencias. Las enfermeras y el doctor de turno nos dijeron que por los signos
debía ser un ladrón al que habían agarrado “in fraganti”, y que estaba vivo de milagro (aquí al ladrón pobre se lo juzga, sentencia y condena a muerte en las calle; mientras que los verdaderos ladrones y corruptos que roban millones, viven impunemente en sus lujosas casas) Tenía pantalones y remera dadas vueltas (así hacen cuando entran a robar), le habían hecho varios cortes con un machete para dejarlo marcado (así la comunidad lo puede reconocer como ladrón en el futuro) y le habían roto un brazo como aviso (no robarás) . Recuerdo a la enfermera diciéndome: “Pero Padre, para que gasta su tiempo y su dinero en esta gente. Son lacra social. Tienen que pudrirse en la cárcel”. Le contesté con todo el caudal de sabiduría salesiana que podía tener un domingo a las 3 de la mañana: “Sabe ud hermana (“sister”, así llamamos a las enfermeras aquí), nosotros en Don Bosco Fambul, creemos en los jóvenes. Sabemos que en cada uno de ellos hay una fibra de bien y que “para Dios nada es imposible”; que su gracia puede hacer de
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dido descubrir tanta belleza interior a través de sus ojos. Cuando su brazo cure, podrá comenzar a estudiar un oficio en un taller de Freetown y un trabajador social – Francis- lo acompañará semanalmente en su proceso de rehabilitación. Como decía Don Bosco, no hay muchachos malos. Estos son muchachos a los que nadie les he mostrado el potencial de amor y bondad que existe en su corazón. Y por otro lado, qué diferencia hay entre Alfa y yo? En sus ojos me veo a mí mismo y con su silencio me está diciendo implícitamente que en mi corazón hay también un inmenso potencial para el bien y el mal, para la violencia y la paz, para el egoísmo y el amor.
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un ladrón, un santo en un instante”. Me miró incrédula como diciéndome, “lindo, pero que ingenuo es usted!” y siguió suturando la “partida” oreja con indiferencia y dicho sea de paso, sin usar anestesia alguna. Alfa, el “ladrón cazado”, con su cara desfigurada no emitía queja alguna. Fijaba sus ojos en los míos. A mí se me caían las lágrimas, no tanto por el dolor de sus heridas y la “cosida” sin anestesia, sino por la profunda tristeza que me transmitían sus ojos. A las 5.30 de la mañana lo llevamos a nuestra casa y le dimos un plato de comida, medicinas para calmar el dolor y una colchoneta para dormir. Alfa tiene 22 años, es huérfano y tiene tuberculosis. Ya ha comenzado su tratamiento y quiere estudiar un oficio y cambiar su estilo de vida. Hoy, su desfigurado rostro ha vuelto a la normalidad y he po-
Leía hace poco en un libro sobre la misericordia unos párrafos de San Juan Crisóstomo, Padre de la Iglesia. Él decía que “el amor al prójimo es la madre de todo lo bueno y el signo distintivo del cristiano”. Decía que sin caridad, todas nuestras oraciones, rosarios y misas no sirven para nada; que la misericordia es mejor que cualquier otra práctica de virtud o penitencia, mejor incluso que el martirio; y que “sin virginidad se puede mirar a Dios; sin misericordia, no”.
“(los misericordiosos) sienten un amor irresistible por los pequeños, los enfermos, los desdichados, los humillados, por las víctimas de la violencia, por los que sufren y son excluidos injustamente, por todos aquellos que se angustian y apenan; y buscan a quienes incurren en pecado y culpa. Ninguna aflicción es demasiado profunda, ningún pecado demasiado terrible, para que allí se haga presenta la misericordia. Las personas misericordiosas regalan su propio honor a los deshonrados y echan sobre si mismas la deshonra de estos. Cabe encontrarlas al lado de publicanos y pecadores y asumen de buen grado la ignominia de frecuentar su compañía…solo conocen una dignidad y un honor: la misericordia de su Señor, lo único de lo que viven…la misericordia del Crucificado”. Don Bosco y Teresa de Calcuta son un ejemplo de esto. Los dejo con este augurio: que Tata Dios nos “empape” el corazón con la misma misericordia de su Hijo Crucificado; y que a través de nuestro cuerpo, nuestro corazón, nuestros ojos, pies y manos, El Padre de nuestro Señor Jesucristo siga bendiciendo a los crucificados de este mundo! Con mi bendición misionera,
Querido amigo cristiano: Jesús llama “benditos” a los misericordiosos porque ellos obtendrán misericordia. En el mismo libro leí esta cita de Dietrich Bonhoeffer –teólogo protestante alemán, martirizado por los Nazis:
P. Jorge Crisafulli Misionero argentino en Sierra Leona
Colecta Pro África 2017
«La fidelidad a la vocacion es un don de Dios» Al renovar este año, junto a todo el presbiterio de Malanje, mis promesas sacerdotales. Entonces vinieron a la memoria imágenes de mi itinerario vocacional. La primera fue mi familia: papás –Manolo y Chila– y hermanos –Mario y Sergio–, a quienes tanto tengo que agradecer mi vocación sacerdotal. Un presbítero nace y crece en el seno de una familia. Dios me dio la gracia de tener una familia que, desde los inicios de mi vocación, me apoyaron incondicionalmente.
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Gracias Padre Miguel por ser mediación divina! No fue una decisión fácil discernir mi camino vocacional al seminario mayor. A finales del 84 me retiré, junto a Osvaldo y Esteban, al Monasterio Cristo Rey de El Siambón. El objetivo era descubrir el sueño de Dios para mi vida.
Gracias Señor por la familia que me regalaste!
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El barrio Piedrabuena y la parroquia El Salvador favorecieron mi crecimiento humano y cristiano. En el barrio me hice de grandes amigos, muchos de ellos conservo hasta el día de hoy. En la parroquia, de mano de la Acción Católica, mi fe creció y ma-duró: las reuniones semanales de aspirantes, los campeonatos de fútbol, los campamentos de verano, los retiros, las asambleas… Con los años entendí que todo ello fue un signo vocacional.
Gracias amigos del barrio y Acción Católica por encaminarme en mi vocación sacerdotal! A los 12 años de edad decidí ingresar al seminario menor. Mi párroco, el cura Galland, como hermano mayor de la vocación, me acompañó al seminario a finales del 79. Siempre guardo en mi corazón este gesto vocacional.
Gracias hermanos Benedictinos por la acogida y el clima de oración que facilitaron mi decisión vocacional! Me encantaban en el seminario mayor las misiones de verano en los cerros, junto a Las Tacanas. Tal vez, allí comenzó a forjarse en mí la vocación misionera. La vida y fe simple de la gente de los valles me cuestionaba, su manera de vivir y religiosidad popular me edificaban.
Gracias hermanos vallistos por ser ejemplo de vida y fe!
Mis primeros cuatro años de cura fueron en Santos-Brasil. Los jóvenes, los seminaristas, la Iglesia brasileña y la hermana Dolores, -asturiana de origen-, se “metieron” en mi corazón. Aún hoy marcan y animan mi ministerio presbiteral.
Gracias Señor por mi primer amor! Como rector en el seminario de los operarios en Devoto, durante cuatro años, descubrí la seriedad que supone la formación de los futuros pastores, más aún si son operarios. El desafío era grande y yo muy joven. Mi compañero de equipo Constancio y el Espíritu Santo me ayudaron a estar a la altura.
Gracias Señor por la vida de equipo! Me tocó formar parte del Consejo central y vivir en Roma cinco años. Más de la mitad del año me la pasaba fuera de la ciudad eterna, conociendo y admirando el trabajo
de mis hermanos operarios en varios países. Conocí operarios santos y grandes de corazón. Vi con mis propios ojos el desgaste físico y la salud deteriorada de algunos debido a su celo pastoral.
Gracias Señor por la Hermandad de sacerdotes operarios diocesanos! Por “providencia divina” iniciamos la experiencia del “teologado común” de los operarios en México, allá por el 2007. Convivimos personas de tres continentes y en algún momento de cuatro, ya que había un Indiano. Aquella diversidad cultural y reli-giosa era un desafío para el proyecto de vida comunitario. En Tlalnepantla conocí gente muy buena y generosa, hice buenas amistades que aún extraño. Tal vez vivía un poco acomodado…
Gracias Señor por enseñarme a vivir la comunión desde la diversidad y por
los amigos que aquí me regalaste, y que tanto necesitamos los curas! Desde agosto del 2011 estoy sirviendo a la Iglesia de Malanje-Angola, en el seminario mayor “San José” de la diócesis. Siempre deseé trabajar en África, quería hacerlo antes de tener más años y menos salud. La experiencia por estas tierras en diversas ocasiones me desborda. Por momentos el “modus vivendi” supera mi concepción de vida, el sentido del tiempo me “paraliza”, los ritos y expresiones me superan, la “espontaneidad” de los seminaristas me confunde, el testimonio de las monjas me hace sentir “vergüenza sacerdotal”, la provisionalidad me desencaja… en fin, aquí está mi segundo nacimiento como cura y en parte como persona. Cuando creemos saber vivir descubrimos que somos niños, y apenas hemos aprendido los primeros pasos de la vida. La sabiduría de la experiencia, el saber vivir, saborear
la vida, vendrá al ocaso de nuestro paso por este mundo. Somos eternos aprendices!
Gracias Angola por enseñarme a vivir mi vida y vocación! La renovación de las promesas sacerdotales en la misa crismal de este año me hicieron ver de manera más clara el paso de Dios en mi vida. Siento que lo que soy como persona y como cura se lo debo a Dios en primer lugar, y también a todos los lugares, experiencias y personas que Él fue colocando a lo largo de mi vida, especialmente familia, amigos y familiares.
gracias Señor por el don de la fidelidad en mi vocación sacerdotal y por el don de la perseverancia en mi servicio ministerial!
P. Fabián Giménez Malanje - Angola
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Colecta Pro Ă frica 2017
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Compartir la fe en otro lugar del mundo
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El Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP), Presbítero Dante De Sanzzi, y el Obispo Auxiliar de Comodoro Rivadavia e integrante de la Comisión Episcopal de Misiones, monseñor Fernando Croxatto, visitaron este año a misioneros "ad gentes" argentinos en Costa de Marfil, Ghana, Mozambique y Angola. El matrimonio de Aníbal Rodriguez y Natalia Fernández fueron parte del mismo y comparten su testimonio.
En julio del 2016 tuvimos la bendición de viajar junto a mi esposa Natalia María Fernández, con propósito misionero, hacia el continente Africano, llegando primeramente a Johannesburgo para luego partir hacia
Costa de Marfil en compañía de Monseñor Fernando Croxatto Obispo Auxiliar de Comodoro Rivadavia, Chubut y el Director de Obras Misionales Pontificias de Argentina, Padre Dante De Sanzzi. En dicho país
visitamos comunidades de Hermanas Claretianas, seminaristas y religiosas de la orden de Don Orione en la capital llamada Adbijan. Allí compartimos momentos especiales que quedarán marcados por el resto de nuestras vidas, recuerdo particularmente nuestra visita al hospital que dirigen las misioneras de la caridad quienes dan la vida por los enfermos, estuvimos en orfanatos que atienden capacidades especiales donde compartimos momentos muy conmovedores con niños y jóvenes que a pesar de sus dificultades dan todo lo que tienen para que te sientas bienvenido, tienen mucha calidez y solidaridad que son los pilares fundamentales de los nativos de este hermoso Continente.
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Luego visitamos Ghana su capital Accra donde nos recibió muy amablemente el Padre Salesiano Jorge Crisafulli que es Argentino y hace 20 años se encuentra misionando en África y ahora fue destinado a realizar otra obra en Sierra Leona. (ver nota de pág. 21) El Padre nos hizo conocer diferentes obras que realizaron como los
centros de refugio para niños que son rescatados de las mafias que los usan para el tráfico de sus órganos a diferentes países, centros de rehabilitación de chicos huérfanos afectados por el ébola, centros de mujeres y niñas destinadas a la explotación sexual para países desarrollados. Conocimos también una comunidad de religiosas de la Caridad quienes ayudan a niños, hombres y mujeres con SIDA, estas hermanas construyeron un taller de costura para darles un oficio a las diferentes mujeres. Nuestro siguiente destino fue Angola precisamente las ciudades de Luanda y Luena donde nos alojamos en diferentes casas Salesianas, en las cuales nos sentimos como en nuetro país, debido a la cantidad de misioneros argentinos que hay en esas ciudades, chicos de Corrientes, Entre Ríos, Córdoba, Neuquén entre otras provincias. Participamos de misas en diferentes aldeas donde la recepción fue una vez más cálida y conmovedora, las misas son animadas, sus cantos de alabanza son únicos y admirables, misas de jóvenes repletas y llenas de alegrías. Particularmente
en Luena visitamos al Padre Ignacio Copello y al Obispo Salesiano Jesús Tirso Blanco y a su hermosa comunidad, después de una larga travesía por caminos arenosos y de difícil acceso, allí tuvimos la oportunidad y la bendición de conocer y compartir misas en aldeas sabanas adentro, una experiencia mágica e inolvidable que es pura obra del Espíritu Santo. El poder apreciar sus rutinas diarias, sus cálidas casas de barro, sus alimentos tradicionales, sus vestimentas nativas, sus bailes típicos africanos y lo más impresionante fue ver como se relacionan con la naturaleza sin necesidad de la utilización de las diferentes tecnologías como por ejemplo rigiéndose en torno a la luz solar. Finalizando el viaje hemos llegado a Maputo capital de Mozambique donde nos recibió el Padre Juan Arias, argentino, allí pudimos apreciar su iglesia pintada con los colores celeste y blanco, compartimos misas, charla con la comunidad durante la luz del sol ya que en la noche la luz era generada por grupos electrógenos debido a la escasez. Esta experiencia vivida son solo una pequeña muestra más de la grandeza del Señor y su Misericordia para con nosotros, lo cual nos impulsa cada día a construir y fortalecer el camino hacia el Reino de Dios. Gracias Dios por indicarnos nuestra misión en el mundo y que esto se multiplique hacia otras personas.
Aníbal Rodríguez Diócesis de Comodoro Rivadavia
$ 210.-