Mensaje del Director Nacional | P. Dante De Sanzzi
Este es el lema que elige la Iglesia misionera para vivir el Domingo Misionero mundial. Pero no debe quedar en un lema o linda frase. En verdad, descubrimos los bautizados que debe ser nuestro estilo de vida. Evangelizando. Llevando la Buena Noticia, predicando; no forzando, sino respetando la libertad y los tiempos del hermano. Testimoniando. Llegan más los ejemplos que las palabras. Así lo hizo el Señor y enseñó a los discípulos. La misión es hablar poco y trabajar mucho por el Reino. Orando. Una buena espiritualidad misionera tiene que caracterizar nuestro estilo de vida. Más encuentro profundo con el Padre en la Eucaristía, hará un mejor encuentro con el necesitado. En consonancia con el próximo Encuentro Nacional de Grupos Misioneros, incentivamos a los mismos a descubrir que no se es misionero un tiempo de vacaciones o salir a hacer algo en la calle un rato. Es el modo de vida que impactó Jesús en nuestras vidas. Un estilo, un estado, una pertenencia, un sello, un distintivo. La misión del discípulo hace una vida mejor: al que recibe y al que da. Con alegría, esperanza y caridad. No sin dificultades, pero con la certeza del deber cumplido. Este es el buen combate de todos los días, como le enseñaba Pablo a Timoteo: mantener la fe. Que sea un gran mes misionero, generoso. En lo material y en lo espiritual. Que el Señor nos conceda esta gracia.
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Revista
«Iglesia Misionera Hoy»
/
sep-nov2015
Nº 502
Subsidio GM pag. 59
staff Director Pbro. Dante De Sanzzii Equipo de Redacción Favio Rosso Pbro. Pedro Brassesco Pbro. Abel Iglesias Cortina, sdb Hna.Sandra Mazzanti Lic. Victorina Ramos Pbro. Horacio Varela Roca Administración: Cdra. Norma Jiménez Diagramación,: Juan Repik Tapa, Contratapa y afiche del Octubre Misionero:
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Actualidad
Subsidio Octubre Misionero
Testimonio Misionero
Octubre Misionero
> Contenido 1/ Editorial / P. Dante De Sanzzi
4/ Entrevista al P. Ryszard Szmydki: “el centro de una misión es la iglesia”
39/ La Cruz de los Misioneros / Pbro. Horacio Varela Roca
6/ Obras Misionales Pontificias: Abiertas a las fronteras geográficas y humanas
42/ Ayuda Económica de la Iglesia Argentina
8/ Guión para la Santa Misa / Sergio Castro
44/ Pequeños Adoradores: Subsidio para colegios / Gladis Aceval
10/ Delio Ruiz: Testimonio Misionero, Filipinas. (ASIA) 13/ Testimonio América / P. Eduardo Redondo
14/ Una cadena de Amor para el mundo / Subsidio para Adolescentes
45/ Testimonio Misionero/ Mama Antula
16/ Subsidio para Niños / IAM
46/ Subsidio Seminaristas
19/ “¡Vayan y hagan discípulos de todas las naciones!” (Mt. 28,18)
48/ Testimonio Africa / Joanne Agnes, Kenia
21/ Sostener la Misión Universal y Local / Redacción
50/ Testimonio Oceanía / Padre Raúl Castro
23/ Comunidades Parroquiales / Subsidio
52/ La Formación que fortalece / P. Horacio V. Roca
25/ Testimonio Hnas Dominicas / Añatuya, Santiago del Estero 26/ Subsidio para la Vida Consagrada / Hnas Misioneras Franciscanas
54/ Familia en Misión: Testimonio Néstor Corvalán & Silvia Bosco 56/ Mensaje de Francisco Jornada Mundial de las Misiones
28/ 34º Curso de Misionología 30/ El Reino de Dios y la Misión / Pbro. Dante De Sanzzi
60/ Subsidio GM & Jóvenes / Equipo Nacional 65/ PUM: P. Pedro Brassesco
31/ Lectio Divina / Franco Barrios
34/ Familias Misioneras: Llevar a Jesús donde lo necesiten 36/ El Servicio del Diácono permanente en la Pastoral Misionera / Héctor Muiño
68/ Cadena del Rosario Misionero
Entrevista al Pbro. Ryszard Szmydki - Secretario General de la Obra Propagación de la Fe
Misionero en Camerún y, durante muchos años, asistente general para todas las misiones de los Oblatos de María Inmaculada – presentes nada menos que en 74 países – el padre Ryszard Szmydki es el secretario general de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, quien organiza el DOMUND. Comparte con OMPREss su labor y sus inquietudes, durante la Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias en Roma.
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Desde Polonia a Roma… Desde el apoyo a las misiones de los Oblatos a respaldar la misión universal… un verdadero cambio…
«El centro de una misión es la Iglesia»
Sí. Este “cambio” ha sido una experiencia muy positiva. Desde 1992, como asistente general para las misiones de mi congregación, los Oblatos de María Inmaculada, tuve la oportunidad de conocer muchos territorios de misión en África, Asia y América Latina. En el 2010 fui nombrado provincial de Polonia y, lógicamente, estuve muy cerca de los 150 misioneros oblatos que tenía la provincia esparcidos por el mundo. Fue el año pasado, en mayo, cuando me llamó el cardenal Filoni para ser secretario de esta Obra Pontificia de la Propagación de la Fe y ha sido una experiencia, como digo, muy positiva. He conocido este carisma que desde hace un siglo sirve a la Iglesia universal. Experiencia positiva y única. Me he encontrado con obispos de todo el mundo, que te hablan de la realidad de sus diócesis, y cómo, gracias a la solidaridad de la Iglesia universal a través de las Obras Misionales, pueden seguir adelante y crecer.
Además las Obras Misionales Pontificias dan prioridad a la construcción de iglesias… algo a lo que pocas agencias de ayuda dan prioridad. Y esto porque son el centro. Cualquiera que haya estado en la misión lo sabe. La iglesia, el edificio, es además escuela, centro comunitario, sala de encuentros y reuniones, centro de promoción humana… lo es todo… Son centros que acogen a todos. Una vez que está la iglesia ya vendrá una ONG y pondrá un pozo… pero cómo se gestionará ese pozo seguro que se discute en la iglesia.
¿Qué otras prioridades tiene la Obra de la Propagación de la Fe en sus ayudas? Un crecimiento muy grande… porque los territorios “de misión” empiezan a ser territorios “en misión”. Efectivamente, y las Obras Misionales tienen que apoyar en la medida de sus posibilidades este cambio. Pero hay que cambiar el modelo de ayudas que se han estado concediendo hasta la fecha. Es responsabilidad de las OMP sostener a los más de 1.100 territorios de misión, que dependen de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Y así, todos los países nos comunican su recaudación, fruto de la generosidad de los fieles con las misiones. Se hace una división, según esa cantidad, para poder dar a todos entre 20.000 y 40.000 dólares. Son los subsidios ordinarios. Y esto hay que reestructurarlo de acuerdo a nuevos criterios, que tengan más en cuenta las necesidades concretas. Como se ha hecho hasta ahora, hay que dar prioridad al sostenimiento y formación de los catequistas. Su papel es fundamental para la vida de la nuevas Iglesias. Gracias a ellos se implanta la Iglesia en las pequeñas comunidades. Son verdaderos pastores, educadores en la fe…
Y además de estos subsidios ordinarios, están los extraordinarios, ¿verdad? Sí, siempre teniendo en cuenta que los beneficiarios directos son los misioneros… y puesto que en su gran mayoría son religiosos, se intenta que siempre que se conceden proyectos extraordinarios a un territorio de misión, uno o dos de esos proyectos sean para religiosas y religiosos…
Las prioridades nos las dan los mismos obispos de estos territorios de misión. Me da mucha alegría que estos obispos se planteen como prioridad los proyectos para jóvenes… son el futuro. Por eso, les apoyamos cuando hacen encuentros de jóvenes, encuentros de formación… Y, por eso, también sostenemos las escuelas diocesanas, porque en muchas zonas, son las únicas…
5 Todos estos subsidios son el fruto de la cooperación de los fieles de todo el mundo. ¿Cómo viven las OMP esa universalidad? Las Obras Misionales Pontificias buscan que sus ayudas marquen la diferencia allí, pero también aquí. Desde sus inicios, han animado a los cristianos a tener el sentido y la responsabilidad de la misión. Una responsabilidad que se expresa también con las donaciones. La única diferencia es que un norteamericano puede que dé mucho, un africano menos, pero todo se deposita en el mismo cesto. Puede parecer anónimo, pero es una verdadera fuerza. Nadie se siente humillado. Es lo más evangélico. Esta es la belleza del carisma de las Obras Misionales Pontificias. Poner en contacto, pero también defender el espíritu de solidaridad universal, que nos hace encontrarnos y sentirnos hermanos. Por lo mismo, tenemos que ser eficaces, relanzar los medios de comunicación, lograr más recursos, pero siempre con medios modestos, con lo mínimo necesario. En ese sentido, esto también nos distingue, servir a la Iglesia universal, con modestia. Hay que estar a la altura porque recogemos la generosidad, de muchos cristianos, muchos de ellos pobres.
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a actividad misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia, ha dicho el Papa Francisco este año a los participantes en la asamblea general de las Obras Misionales Pontificias y ha reiterado que el anuncio del Evangelio es ''la primera y constante preocupación de la Iglesia, es su compromiso esencial, su mayor reto, y la fuente de su renovación. Sin la inquietud y el ansia de la evangelización no es posible desarrollar una pastoral creíble y eficaz, que aúne anuncio y promoción humana''.
Por eso, los miembros de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y los directores nacionales de las Obras Misionales Pontificias, tienen la tarea difícil y privilegiada de abrirse ''a los horizontes amplios y universales de la humanidad, de sus fronteras geográficas y, sobre todo, humanas'', acompañando la vida de las Iglesias jóvenes en todo el mundo y animando al Pueblo de Dios para que viva plenamente la misión universal. ''Conocéis las maravillas que el Espíritu Santo, mediante estas iglesias, a menudo pobres en recursos, obra en la humanidad, incluso a través de las dificultades y persecuciones que sufren por
su fidelidad y su testimonio de la Palabra de Dios y la defensa del hombre constató Francisco- En esas periferias humanas la Iglesia está llamada a salir a las calles para ir al encuentro de tantos hermanos y hermanas nuestros que viven sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida''.
El Papa subrayó que por el carisma que las caracteriza, las Obras Misionales Pontificias, son ''sensibles a las necesida-
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des de los territorios de misión y, en particular, a los grupos humanos más pobres. Son instrumentos de comunión entre las Iglesias y promueven el intercambio de personas y recursos económicos. Apoyan a los seminaristas, sacerdotes y religiosos de las Iglesias jóvenes en tierras de misión en los Colegios Pontificios. Frente a esa tarea hermosa e importante, la fe y el amor de Cristo nos empujan a todos los lugares para anunciar el Evangelio del amor, de la fraternidad y de la justicia. Y esto se consigue con la oración, con la valentía evangélica y el testimonio de las bienaventuranzas''.
''Por favor -advirtió- tened cuidado de no caer en la tentación de convertiros en una ONG, en una oficina de distribución de subsidios ordinarios y extraordinarios. El dinero ayuda, pero también puede convertirse en la ruina de la misión. Cuando se concede gran importancia al funcionalismo, se le da también gran espacio, casi como si fuera la cosa más importante: es algo que lleva a la ruina; porque la primera causa de muerte es la de dar por sentadas las "fuentes", es decir, lo que origina la Misión. Por favor, entre tantos planes y programas, no dejéis a Jesucristo fuera de la Obra Misional, que es obra suya.
Una Iglesia que se reduce a la eficiencia a toda costa de los aparatos del partido está ya muerta, aunque las estructuras y los programas para el clero y el laicado "por cuenta propia" durasen siglos''.
''No puede haber una verdadera evangelización -finalizó el Pontífice- sin la energía santificadora del Espíritu Santo, el único capaz de renovar, sacudir, dar impulso a la Iglesia en una salida audaz fuera de sí para evangelizar a todos los pueblos''.
Pbro. Sergio Castro - Director Diocesano OMP Formosa
Guión para la Santa Misa Domingo Mundial de las Misiones 2015
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Introduccion:
Liturgia de la Palabra
La Jornada Mundial de las Misiones 2015 tiene lugar en el contexto del Año de la Vida Consagrada, y recibe de ello un estímulo para la oración y la reflexión.
Primera lectura: Sab. 7,7-11 La sabiduría que es tener a Dios no se compara con todas las riquezas del mundo.
Hoy en esta Santa Misa nos uniremos a la Iglesia en Argentina que celebra esta Jornada en coincidencia con el IV Encuentro Nacional de Grupos Misioneros que se esta realizando en la ciudad de Santiago del Estero.
Salmo 89, 12-17 Señor sácianos de tu amor.
-Presentamos la Luz y la Palabra, en esta celebración queremos hacer presentes a tantos consagradas y consagrados misioneros que dejando todo por amor a Jesucristo y su Reino se hicieron luz y palabra de Dios para nosotros. -Jóvenes con las cintas de los colores de los continentes y el lema del Encuentro Nacional de Grupos Misioneros: MISION VIDA Para TODOS! Recibimos con alegría a quien presidirá esta celebración.
Segunda lectura: Hb. 4,12-13 La Palabra de Dios fuerza y esperanza de la misión, Palabra que salva, que libera, que penetra el fondo del alma. Lejos de la Palabra no podemos servir a la misión. Evangelio: Mc. 10,17-30. La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, es una pasión por su pueblo. Los jóvenes, que siguen siendo capaces de dar testimonios valientes y de realizar hazañas generosas a veces contra corriente: no dejen que les roben el sueño de una misión auténtica, de un seguimiento de Jesús que implique la donación total de sí mismos. El anuncio del Evangelio es una necesidad para los que aman al Maestro. Escuchemos el Evangelio cantando. Oraciones Comunitarias: "Queremos ser servidores de verdad"
altar junto a la vida misionera de la Iglesia para que el mismo Señor los transforme y lo haga ofrenda de amor. - cantamos: Comunión: Queridos hermanos y hermanas, la pasión del misionero es el Evangelio. San Pablo podía afirmar: «¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio !» (1 Cor 9, 16). El Evangelio es fuente de alegría, de liberación y de salvación para todos los hombres.
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2.
Señor te pedimos que sigas derramando tu Espíritu de humildad y servicio en el Papa Francisco, en los Obispos y sacerdotes para que fieles a este impulso anuncien a todos la Salvación. Oremos. Por nuestra Patria, por los gobernantes que dejan sus cargos y por los que llegan, para que sigamos construyendo una nacion de servidores de la verdad y compromiso por el bien común. Oremos.
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Por nuestras comunidades para que la misión no sea una opción esporádica sino un estilo de vida, un compromiso por la vitalidad de las iglesias. Oremos.
4.
Por todos los misioneros extendidos por el mundo entero para que sientan nuestra ayuda espiritual y cooperación material, que se derrame sobre todos ellos la pasión por el Evangelio. Oremos.
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Por el aumento y la fidelidad de las vocaciones sacerdotales y consagradas en todo el mundo. Oremos.
Liturgia de la Eucaristía Ofertorio: - El pan y el vino son nuestras vidas y y trabajos, son nuestros pequeños dones, que queremos dejarlos en el
Para anunciar este Evangelio tenemos que alimentarnos con el Pan de Vida... lo hacemos cantando: Despedida: Con la ayuda de María la primera misionera haremos que todos los pueblos conozcan a Jesús, el amor de Dios hecho hombre. Salgamos todos con el deseo de llegar a las periferias del barrio, de la parroquia, de la diócesis y del mundo con el mensaje de Jesús.
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«Porque no me avergüenzo del Evangelio» P. Delio Ruiz, scj Manila, Filipinas
A la hora de contar acerca de mi vocación, pienso que son varias las preguntas que servirían de guía para compartir un poco de mi vida. Dichas preguntas me las formularon los jóvenes escolásticos de mi comunidad aquí en Manila, Filipinas, cuando les comentaba sobre mi dificultad para comenzar a escribir un testimonio como este. ¿CUáNDO, DóNDE Y CóMO COMENzó EL LLAMADO MISIONERO? Desde niño y adolescente, en el lugar donde di mis primeros pasos, estudios primarios y dos años de colegio secundario, allá donde recibí la catequesis para la comunión y la confirmación. Allá, en General José de San Martin, Chaco, fue el inicio de mi vocación, con el apoyo incondicional de mi familia y la comunidad cristiana, mis primeras catequistas, dos hermanitas Ursulinas y la comunidad religiosa de los Sacerdotes Dehonianos (SCJ).
¿CUáL HA SIDO LA PRIMERA MISIóN? A lo largo de nuestra formación en el seminario, las misiones juveniles de verano (durante las vacaciones) han sido eventos que marcaron mucho mi dedicación y entusiasmo por la misión. Escuchar a Jesús que llama a los discípulos para “estar con él y enviarlos a predicar” (Mc 3,14) muestra una doble dimensión del llamado: la vida comunitaria eclesial y la misión de ir al pueblo; son aspectos que se acentúan en la misiones juveniles y siempre los tengo en cuenta desde la primera misión de quince días en una comunidad en la diócesis de Cruz de Eje, Córdoba en 1979, y las misiones que vinieron después hasta el presente. ¿CUáL HA SIDO LA ExPERIENCIA MáS SIGNIFICATIVA Y POR QUé? Uno podría tener en la vida muchas experiencias, a veces uno dice “voy a misionar, quiero tener una experiencia misionera…” Así, he visto y compartido con personas para quienes la misión está focalizada en uno, en la persona del misionero: “quiero ir a tal lugar, me gustaría esto o lo otro.” Sin embargo, pienso que la misión como relata el libro de Hechos o las car-
tas de san Pablo por ejemplo, se centra más bien en el apostolado y más allá de los planes personales. Yo creo que en mi caso, he tenido que esperar el momento de “ser enviado” a la misiones lejanas (ad gentes). Volviendo a la pregunta, la misión no significa solo “tener una experiencia de algo” sino, vivir en un estado permanente de misión, de disponibilidad al llamado y la necesidad de la Iglesia. ¿CUáLES HAN SIDO LOS PROBLEMAS MáS GRANDES O LOS DESAFíOS QUE HA TENIDO EN EL CAMINAR MISIONERO EN EL PASADO Y EN EL PRESENTE Y CóMO HA BUSCADO ENFRENTARLOS? Dicen que cuando se acaban los problemas se acaba también la vida. Ser misionero no
implica huir de los problemas, sino, como todo implica, afrontar los problemas y desafíos. Algunos desafíos han sido el de conocer, asumir y compartir nuevas culturas, diferentes a la propia. Esto lo comencé a vivir aun antes de salir de Argentina, porque me ha tocado compartir con misioneros italianos, españoles, etc. He podido observar que la adaptación y el esfuerzo deben ser mutuo. Por razones de estudios he pasado algo más dos años en Europa, ahora hace doce años que vivo en el Asia, viviendo con Filipinos, Vietnamitas, Indonesios, y compartiendo con misioneros de distintas nacionalidades. ¿CóMO ENFRENTAR ESTE DESAFíO? Diría que allí donde se requiere el esfuerzo allí también reside la riqueza y el gozo de la comunión que nos desafía a una apertura de mente y corazón. De lo contrario ocurre una de las cosas más tristes que nos puede ocurrir, el encerrarse en uno mismo. Este reto yo lo expresaría con el título de una canción del cantautor Dehoniano Brasileño, el padre zezinho: la dicha de ser un “Ciudadano del Infinito,” y poder abrazar a todos en Jesús y María.
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¿POR QUé QUISO SER UN MISIONERO SCJ, DEHONIANO? Ser de una Congregación religiosa o de otra no es cuestión de vestir una casaca de un club; es más bien tener una identidad, vivir un “carisma,” que en nuestro caso se define en tres cosas: la actitud de disponibilidad (“aquí estoy”), la vivencia comunitaria (“sean uno”) y la misión donde la Iglesia local más nos necesite (“el reinado del Corazón de Jesús en las almas y en la sociedad”). ¿CóMO PODRíAS DESCRIBIR TU ACTIVIDAD MISIONERA EN ASIA, ESPECíFICAMENTE EN LAS FILIPINAS, COMPARANDO CON LA MISIóN “AD INTRA” ANTES DE LA MISIóN “AD GENTES”? Considerando mis decenios en la vida religiosa y sacerdotal, me resulta difícil ver que haya habido un corte entre lo que fue mi misión antes y lo que fue después de mi partida para la misión “ad gentes.” Desde joven he tenido la oportunidad y los
superiores me han apoyado para que estudiara teología, especialmente Biblia. No me considero un experto en la tarea docente, pero creo que el apostolado en el área de la formación en nuestras casas de formación, en los Seminarios catequísticos frecuentado por laicos y en los Institutos de Teología, que me relaciona con tantas diócesis y congregaciones religiosas, ha sido un llamado y una gracia constante que me ha tocado, tanto en mi país como aquí en Filipinas. Esto implica también para mí una constante “puesta al día.” Por lo tanto, puedo decir que mi misión en el Occidente y el Oriente lo percibo con un gran sentido de “continuidad.” Finalmente, ¿CUáLES SON PARA LAS FUENTES INSPISolo para mencionar alguna, nombro al Padre Dehon, su vida, su espiritualidad, tu testimonio de vida, y con él, el testimonio de tantos misioneros y misioneras en el mundo, comenzando por aquellos y aquellas personas con quienes vengo compartiendo desde mi infancia, y tantas otras que fui encontrando a lo largo de mi formación y compartiendo la pastoral en las distintas diócesis donde me tocó vivir, sobre todo en Buenos Aires, el Gran Buenos Aires y el Chaco. Esta fuente ha sido enormemente enriquecida en estos últimos años de misión “ad gentes.” Y por sobre todo, la fuerza de la Palabra de Dios. Recuerdo mucho a Isaías: ¿“A quién enviaré?” Yo dije: “¡ Envíame!” y San Pablo: “Porque no me avergüenzo del Evangelio” (Rom 1,16). RANTES DE LA MISIóN?
«... todo con la gracia de Dios» P. Eduardo Redondo El Padre Eduardo Redondo, sacerdote argentino, nos escribe desde Santiago de Cuba. Es Director Espiritual en el Seminario “San Basilio Magno” de la Isla. Nos comenta algunas anécdotas de la Casa de Formación, acerca del próximo año lectivo, las privaciones y gracias recibidas y toda la actividad en animación vocacional que desarrolla en la Isla, constituyendo “equipos de pastoral vocacional” y avivando la fe del pueblo cubano. Queridos amigos: El próximo curso serán 18 muchachos entre las etapas de Filosofía y el Propedéutico. Un buen número para estos pagos. Quedaron 9 seminaristas de este curso. No nos queda un cuarto libre para comenzar en setiembre, ni para huéspedes. La comida será uno de los tantos dolores de cabeza que habrá que afrontar pero la verdad es que nos apretamos varias veces en este curso, pero faltar, nunca faltó. Así que, en ese sentido, para lo que son las cosas aquí estamos demasiado bien. Como ejemplo básico: En el desayuno, el café con leche puede ser acompañado con pan solo, duro o tostado y a veces fresco y calentito
y lo que lo acompaña es según lo que haya: con aceite “vegetal”, horrible jejeje, pan con mayonesa, pan con pedazos de sobras licuados que queda como una pasta o paté, mermelada muy de vez en cuanto. Así ocurre con el resto. Por lo cual siempre hay comida. Y la mayoría hasta echan panza. Quejones como todos los jóvenes de su edad por estas cosillas, pero si les ponés piedritas, al final se las comen también. En el verano estaré atareado con la Pastoral Juvenil, la preparación de los festejos de los 500 años de la ciudad de Santiago de Cuba, la preparación de la visita del papa, un par de retiros, una charla en el encuentro de curas cubanos, preparando clases del próximo semestre y un par de cursos de pastoral vocacional desde la comisión nacional para la isla, uno para el Oriente y otro para Occidente, especialmente para Matrimonios, jóvenes y catequistas, así poco a poco se irán formando los equipos diocesanos con laicos, acompañados por un cura o religioso/a. Bueno, aquí seguimos caminando, con calor, humedad a full, esperando los huracanes hasta el 30 de noviembre, que es la fecha prevista, y muy animados, escondiéndonos en los ambientes climatizados, todo con la gracia de Dios.
. Saludo de Francisco En la pasada navidad La comunidad educativa del Seminario San Basilio Magno en Santiago de Cuba, envió una carta de felicitación al papa Francisco por las navidades y su cumpleaños. También para agradecerle su magisterio y participación, como Pastor Universal, en las conversaciones entre los gobiernos de Cuba y de los Estados Unidos que culminaron con feliz resultado, tal como anunciaron ese mismo día los presidentes de ambos países. El Santo Padre respondió casi de manera inmediata la carta. “P. Eduardo Redondo Querido hermano: Gracias por desperdiciar tu gratitud. No te imaginas el bien que me hizo tu correo. Para hacer cosas buenas necesito de la oración de Ustedes... si no todo lo hago mal. Saludos a los Seminaristas, a los colaboradores y Sacerdotes del Seminario. Formen curas con los pantalones bien puestos pero que también sepan ponerse de rodillas ante Dios. Por favor, sigan rezando por mí. Feliz y Santa Navidad. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Fraternalmente, + Francisco”
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Ezequiel Rogante - Diócesis de Río Cuarto
Tal como expresa el lema del 4° Encuentro Nacional de Grupos Misioneros Argen14 tina, debemos descubrir a la Misión como un “estilo de vida”. Esto es, reconocernos misioneros aquí, en nuestro ambiente, en nuestra realidad, en nuestra cotidianidad. Como jóvenes, estamos llamados a poner nuestros dones al servicio, animarnos a dar el salto, salir de nosotros para ir al encuentro de los demás. A través de la siguiente propuesta, los invitamos a reflexionar acerca de la importancia de sabernos instrumentos valiosos en la misión. Se trata de sugerencias que cada animador adaptará según su creatividad.
“Esto que soy, eso te doy” Dinámica «La Cadena más larga»: La misión es, ante todo, salir de la comodidad para ir al encuentro. Por eso, ¡Vamos a movernos! Se ata en un lugar del salón, o lugar donde se reúnen los jóvenes, una bufanda (o un trozo de tela). En un lugar más retirado, se ata otra bufanda. Se plantea a los jóvenes un desafío: Con todo lo que trajeron (buzos, camperas, mochilas, cinturones, etcétera…) deberán unir las dos bufandas, armando una cadena que vaya desde un extremo a otro. Inicialmente, el desafío les resultará relativamente sencillo, ya que seguramente todos cuentan con varios elementos para aportar. Una vez logrado el objetivo, se les propone realizar una nueva cadena, desde la segunda bufanda a una tercera, ubicada en otro extremo del salón. ¡Comienza a complicarse! La mayoría de los jóvenes ya habrá puesto sus pertenencias en la primera consigna, por lo que esta nueva instancia requiere un sacrificio aún mayor; algunos deberán descalzarse y resignar sus cordones o sus medias, por ejemplo, con el propósito de llegar hacia la otra bufanda.
Una vez conseguido cumplir el desafío, se les pide que vuelvan a hacer una tercera cadena, uniendo una cuarta bufanda en otro extremo. Frente a esto, los jóvenes estarán entre dos opciones: admitir que no poseen nada para continuar (algo que, por el mismo espíritu y ánimo juvenil, no ocurrirá) o... ¡Descubrir que aún quedan ellos mismos para involucrarse, agarrarse de las manos y formar la cadena! El animador puede sugerir la posibilidad de tomarse de las manos y ser parte de la cadena, pero sólo una vez que hayan agotado todos los recursos. Conseguido el desafío, finaliza la dinámica.
“
No se queden en la cola de la historia… ¡Jueguen para adelante, pateen para adelante!” (Papa Francisco – JMJ Río de Janeiro)
Tal como ocurrió con la dinámica, Jesús siempre nos invita a ir más allá. Por eso, ¡vamos a reflexionar juntos acerca de la experiencia que acabamos de vivir! Algunas preguntas disparadoras: ¿Cuál era la misión que se les encomendó? (unir, formar cadena, llegar al extremo). ¿Fue fácil lograr el desafío? (al principio sí,
“Ahora bien, ustedes forman el cuerpo de Cristo y cada uno es miembro de ese cuerpo. Y Dios ha asignado a cada uno un lugar en la Iglesia” (1 Corintios 12, 27-28) “No hay mayor amor que dar la vida por los amigos” (Juan 15, 13) “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos” (Mateo 28, 19) porque cada joven "daba lo que sobraba". Luego, comenzó a dificultarse, puesto que implicó dar y ofrecer aquello que cada joven, seguramente, necesitaba, le servía, le gustaba. El compromiso fue cada vez mayor. ¿En algún momento se plantearon abandonar la misión? (según la experiencia de haber realizado la dinámica en otros grupos, la respuesta generalmente es “No”. El joven no se cuestiona la importancia de lograr la meta). Reflexionamos sobre la importancia que tuvo el gesto de tomarse de las manos: al final, cuando aparentemente no hay nada para dar, quedamos nosotros mismos, invitados a darnos, a entregarnos con lo que somos, en comunidad, en comunión... ¡Somos parte de la cadena! No todos ponemos lo mismo en la misión (así como algunos pusieron sus medias, su campera o sus cordones, no todos los dones son iguales, aunque todos son ricos, valiosos y necesarios, puesto que ayudan a armar la cadena, llegar a los extremos, ir más allá. Si uno falta, si uno se niega a poner lo que tiene al servicio, se dificulta completar la cadena). No importa quién puso qué, porque forma parte de una misma Obra, lo que verdaderamente interesa es que colaboremos con ella en comunión (solos no podemos).
“No podemos callar lo que hemos visto y oído”
“Una cadena más fuerte que el odio y que la muerte. Lo sabemos, el camino es el Amor”
En nuestra vida cotidiana, día a día estamos invitados a ponernos al servicio, para que otros se encuentren con Jesús y Él llegue a lo profundo del corazón de cada persona (y de todos los hombres). A veces basta con poco y, otras, tendremos que darnos por entero, jugárnosla, involucrarnos. ¡Esto es la Misión! Un “Sí” a Jesús que se hace vida en la vida, en la mía y en la de los demás. Misión, es un estilo de vida.
Se sugiere proponer la realización de un gesto concreto misionero, que la invitación a salir, a ir más allá, se traslade en una acción concreta en grupo. Además, se les puede entregar una tira de papel con el desafío de realizar, durante la semana, un compromiso misionero (sonreír a alguien, dar un abrazo, compartir un mate, rezar por alguien, visitar un enfermo…). Deberán anotar aquello que realizaron en el papelito y, en el próximo encuentro, entrelazarlos formando una nueva cadena. ¡Feliz encuentro! ¡Feliz Misión!
Permitamos que Jesús ilumine este momento: “Sean uno para que el mundo crea” (Juan 17, 21)
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Cristina Osuna, miembro del Secretariado Nacional de la IAM
E s pi ri t u al i dad M i si o n er a OBJETIVOS: Vivir el encuentro
NECESITAMOS: Un afiche o cartel grande con un Niño Misionero con impresiones en cada lugar donde indique: con Jesús, mi amigo, para imitar Sigue a Jesús (en los pies) | Escucha su Palabra (en los sus actitudes.. oídos) | Ama a Jesús (en el corazón) | Aprende de Jesús (en la cabeza) | Alaba y Habla de Jesús (en la boca) | Atento a las Necesidades (en las manos). Ficha personal para cada niño. Exponer Santísimo para el momento indicado, Sagrario o lo que dispongan para que sea un encuentro con Jesús.
16 AMBIENTACIÓN: Preparar un altar con un aguayo o mantel, la imagen de Jesús o una Cruz (en el centro, destacado), afiche con un niño misionero, velas de los 5 continentes, Biblia, Santa Teresita y San Francisco.
Primer momento: ORACIÓN INICIAL GRUPAL Sentados frente al altar, iniciamos este encuentro cantando: “Jesús, te seguiré” (se puede elegir otra). Sabiendo que Jesús nos invitó y eligió a cada uno, invocamos a la Santísima Trinidad, iniciando con la Señal de la Cruz y por último encendemos las velas trayendo a nuestro altar la vida de los misioneros y las necesidades del mundo entero.
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Ahora los invitamos a juntar las manos, a cerrar los ojos y vamos a repetir la oración: Querido Jesús, sabemos que nos querés mucho y que estás siempre con nosotros. Eso nos da mucha alegría y también nos da la fuerza para vivir como Vos
y que otros niños puedan conocerte, quererte y seguirte. Que todos podamos tener un corazón como el tuyo: capaz de amar a todos, de perdonar siempre y de ayudar a los que necesitan. Queremos seguirte y anunciarte siempre formando la gran familia de la Iglesia. Jesús contá con nosotros. Amén. Dialogamos con los niños: ¿Qué ven en el altar que tenemos preparado? Vamos a mirar el afiche que tiene el niño, destacando que es un “Niño Misionero”: ¿Tiene cartelitos? ¿Qué dicen? (dejar que se expresen).
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Invitarlos a vivir un momento de encuentro personal con Jesús, solo con Él, un encuentro de amor con Él, un encuentro de Amigos,
(Cada niño tiene que tener fichita de “Me encuentro con Jesús”, una hoja o su cuaderno misionero y una lapicera).
Segundo Momento: ORACIÓN PERSONAL – INDIVIDUAL- (Se puede exponer el Santísimo si es posible). ME ENCUENTRO CON JESÚS EUCARISTÍA Jesús te llama: Ven y Sígueme. Te invita a unirte a estar con Él y a vivir su vida. Te dice: mírame...aquí estoy!! Quiero decirte que te quiero mucho y también te digo: vos sos mi amigo… te necesito!!! Te invito a decirle a Jesús…lo que sientas en este momento… ¿Querés pedirle algo? Animáte…porque él te escucha!! Dale gracias… Y mirando a Jesús que está presente en la EUCARISTÍA, pregúntale a tu corazón: ¿Cuánto amo a Jesús? Como niños misionero lo anuncio. ¿Le cuento a todos que Jesús nos ama? ¿Con qué gestos y palabras siento que debo amarlo a Jesús? Un buen amigo y discípulo de Jesús, escucha la Palabra y la pone en práctica.... Jesús nos dice: «Yo soy la vid y ustedes los sarmientos. Mientras ustedes perma-
nezcan en Mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán. Cómo el Padre me amó, así también los he amado Yo. Permanezcan en mi amor.» (Jn.15, 5.7.9)
Jesús nos ayuda a comprender su Palabra enviándonos su Espíritu para estar en sintonía con su corazón misionero. ¿Qué te dice la Palabra? ¿A qué te invita? Escribí una carta a tu Amigo Jesús respondiendo a su invitación, y después que termines arrodillate frente a él y contale lo que le escribiste o bien colócala a los pies del altar.
Tercer Momento: GRUPAL Conversamos y compartimos con los niños: cómo vivió cada uno su encuentro con Jesús. Y los invitamos a vivir los Compromisos Misioneros de la semana.
COMPROMISOS * Personal: Visitaré todos los días, unos minutos, a Jesús en el Santísimo. *Ambiental: Daré testimonio con buenas actitudes con mi familia, mis amigos y en los lugares donde me mueva. * Más allá de las Fronteras: Ofreceré un denario diario, por todos los niños, adolescentes y misioneros que en el mundo viven como verdaderos discípulos de Cristo.
S e r vi c i o M i s i on e ro OBJETIVOS: Hacer la experiencia
de ser enviado por Jesús a anunciar su Buena Noticia.
NECESITAMOS: elementos para el altar misionero, copia de la oración inicial, copia de un niño misionero con las frases para completar.
AMBIENTACIÓN: Disponemos el altar con una Cruz, un globo terráqueo, una vela, la Biblia, los patronos, carteles o afiches con misioneros y frases misioneras en el salón.
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Primer momento: ORACIÓN INICIAL Sentados frente al altar, saludamos a la Santísima Trinidad, haciéndonos la señal de la cruz. Encendemos la vela que está junto al mundo y rezamos juntos: Espíritu Santo, queremos vivir como Jesús, dando nuestro amor a todos, compartiendo con los que necesitan, brindando alegría a los demás, ofreciendo nuestro tiempo y nuestro esfuerzo para hacer el bien a los que nos rodean. Espíritu Santo, queremos vivir como Jesús, por eso te pedimos que llegues a nosotros y llenes nuestros corazones, para darnos la fuerza para vivir como verdaderos discípulos de nuestro Amigo Jesús.
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Escuchamos la Palabra de Dios, en la que el mismo Jesús, nos hace una invitación… (Leer: Lucas 10,1-2.5) Luego de proclamarla, dialogamos: ¿Qué nos dice la Palabra? ¿A qué nos invita Jesús?
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REFLEXIÓN: Jesús nos llama para enviarnos a “hacer discípulos”. Él nos conoce, nos ama, nos fortalece y envía. Al ser amigos de Jesús, queremos permanecer más en su amor y mover a otros para que también se hagan amigos de Jesús. Y así de esta manera “somos y hacemos amigos para Jesús”. Al igual que los 72 discípulos vivieron la experiencia de “salir” y dar testimonio del Maestro entre los hombres, nosotros también queremos vivir esta
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experiencia, pero antes vamos a ofrecerle a Jesús nuestros compromisos. (Recordarles el encuentro anterior) Vamos a recibir una tarjetitas (con el niño misionero y las frases para completar) en las que vamos a anotar: “Presto mis oídos misioneros para: ……….…….” , “Ofrezco mis pies ligeros para caminar anunciándote en:……… ..…..” , “Ofrezco mi corazón ardiente de amor por:…… ………” , “Tengo mis ojos abiertos para:……………”
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Finalizamos cantando el “Himno de la IAM”.
Segundo Momento: ACTIVIDAD GRUPAL Y SALIDA
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Elaborar tarjetitas (pueden ser manitos – corazones – distintas formas creativas) y que sean coloridas y atractivas (se pueden llevar recortadas y los niños escriben la frase o la colorean), para que se transmita el mensaje de la Buena Noticia: “Jesús te ama y dio su vida por vos”, “Jesús te espera” y así otras…
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Visitar los barrios de la comunidad parroquial y distribuir las tarjetitas por las casas.
Tercer Momento:
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Compartimos: ¿Cómo les fue en la salida? ¿Se sintieron enviados y acompañados por Jesús? Dejar que vayan contando sus experiencias.
Encendemos la vela, pedimos por la vida de cada una de las familias que visitamos y le pedimos a la Virgencita los cuide, proteja y acerque más a su Hijo Jesús. Rezamos el Ave María.
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COMPROMISOS: * Personal: Rezar por las familias a las que visité. *Ambiental: Regalaré un mensaje misionero a mi familia y amigos y los invitaré a la Misa dominical. * Más allá de las fronteras: Rezar por todos los misioneros que se encuentran en distintos lugares del mundo ofreciendo su vida en una experiencia de misión.
Hna. Lilian Gonzalez, nsa
Este es el mandato misionero de Jesús por el que nos confía el anuncio de su Buena Noticia y la construcción de su Reino, entre todos los pueblos del mundo.
El Papa Juan Pablo II, en RM 1, dice: «La misión de Cristo Redentor confiada a la Iglesia está aún lejos de cumplirse…una mirada global a la humanidad demuestra que ésta misión se encuentra todavía en sus comienzos»… a pesar de 2000 años de apostolado misionero! Anunciar a Jesús a todos los pueblos, es la tarea de todos los bautizados, es lo que constituye la esencia, el corazón mismo de la Iglesia (AG2). En Pentecostés, al recibir al Espíritu Santo, los apóstoles salen para anunciar que Jesús es el Mesías esperado. Lo hicieron ante una multitud de personas de diversas razas y lenguas. No les importaron las burlas, ni el riesgo de sus propias vidas (Hch. 2, 1-13). Más tarde, los vemos, (Hechos de los Apóstoles) curando enfermos, anunciando a Jesús allí donde no lo conocían, organizando y acompañando las nuevas comunidades,
clamando justicia, derramando misericordia… Ellos continúan la Misión de Jesús. Las persecuciones y martirios no los atemorizan, sino más bien, los fortalece y les abre, de alguna manera, las puertas de nuevas culturas y pueblos. Al mismo tiempo, no descuidan el acompañamiento y sostén de las comunidades cristianas más «antiguas» y sólidas en su fe. Esta actividad de la iglesia de anunciar a Jesús allí donde no es conocido y acompañar las comunidades aún frágiles, es lo que llamamos Misión Ad Gentes. Su objetivo es: que todos los pueblos conozcan y participen del amor misericordioso de Dios. Jesús, de condición divina, se anonada y entra en la historia de la humanidad, naciendo en Belén. Su pasión por la humanidad lo lleva a
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Las mafias organizadas traficando drogas y destruyendo miles de vidas cada vez más jóvenes, o traficando personas para esclavizarlos como mano de obra barata o explotarlos sexualmente o que terminan víctimas del tráfico de órganos. El creciente número de personas en situación de calle y en absoluta vulnerabilidad… una mayor kénosis: muriendo en la cruz, nos sumerge en la nueva pascua de su muerte y resurrección gloriosa. (Fil. 2, 6-8; Col. 1, 18-20)
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Dentro de la gran comunidad de bautizados, Dios llama a algunos para vivir de manera particular la dimensión ad gentes de la misión. «Si bien la misión nos reclama una entrega generosa, sería un error entenderla como una heroica tarea personal, ya que la obra es ante todo de Él, más allá de lo que podamos descubrir y entender» (EvangeliiGaudium, 12).Movidos por el Espíritu de Dios, protagonista de la misión, convencidos de que «conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona y haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida» (Aparecida 29), los misioneros, somos enviados y sostenidos por toda la comunidad eclesial. La misión ad gentes anuncia y construye el Reino de Dios y su justicia (Mt 10,7)…Ella implica la alegría de la tarea misionera que «siempre tiene la dinámica del éxodo y del don, del salir de sí, del caminar y sembrar siempre de nuevo, siempre más allá. El Señor dice: «Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido»
(Mc 1,38). «Cuando está sembrada la semilla en un lugar, ya no se detiene para explicar mejor o para hacer más signos allí, sino que el Espíritu lo mueve a salir hacia otros pueblos.» (EG, 21) Las fronteras geográficas que antaño delimitaban claramente los ámbitos de la misión ad gentes, ya no son tan nítidas; hoy, el Papa Francisco nos habla de «periferias existenciales». Miles y miles son las personas que aún no conocen a Jesús; numerosas son las comunidades cristianas que todavía necesitan ser animadas por los misioneros…y muchos son los ámbitos donde la humanidad sufre profundas fracturas y en las que es evidente que el Reino y el amor de Dios todavía no han llegado:cuántos migrantes huyendo de situaciones de pobreza extrema, refugiados, desplazados, perseguidos a causa de su fe. Minorías extremistas que enarbolan sus violentas banderas xenofóbicas, religiosas… Niños, niñas y mujeres violados y utilizados como motines de guerra o como soldados, o enviados en la primera línea de los ejércitos…
La ausencia de ética por parte de las multinacionales y de los gobernantes que firman jugosos contratos que sólo los benefician a ellos, pero a cambio, destruyen el planeta con la minería, con el petróleo, con la tala indiscriminada de árboles, con la pesca industrial….. Cambio climático, pueblos enteros devastados por desastres naturales y por la alteración de sus hábitats. Toda la creación gime y espera el anuncio de la Buena nueva de Jesús (Rom 8, 19). La humanidad está sedienta de misericordia, comprensión, gestos de perdón, de reconciliación, de esperanza. Muchos, como el paralítico de Betesda (Jn 5, 5-8), esperan que pase Jesús para darles una vida nueva.
«De lejos escuché el clamor de mi pueblo» (Ex 3- 7-10). ¿Sabremos compadecernos y tomando la antorcha de la misión ad gentes que Jesús nos confía, decir con Isaías: «Aquí estoy, Señor, envíame a mí» (Is 8,6) ¿Sabremos, al igual que El Maestro, ser apasionados por la humanidad y amar como él? La Misión ad gentes (que constituye la esencia de la iglesia), aún está en sus inicios.
Sostener la
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Mision universal y local
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as OMP sugieren al Papa «universalizar» el lema del Día Mundial de las misiones . La propuesta fue presentada durante la asamblea general anual de las Obras Misionales Pontificias, llevada a cabo en Roma en este mes de junio. Estuvieron en el encuentro los directores nacionales de las Omp del mundo y el presidente Mons. Protase Rugambwa, junto a los secretarios generales de las cuatro Obras Misionales. Entre las propuestas a analizar, se menciona como prioridad, ampliar y reforzar la formación a misioneros; la autosustentación de las iglesias en misión; mayor cooperación de grupos misioneros en el país y el protagonismo más intenso de los niños, adolescentes y jóvenes misioneros.
tinentes fueron acercándose a consultar la tarea que lleva adelante esta secretaría en nuestros países. Esto es enriquecedor, ya que se da la posibilidad de compartir entre todos. Las primeras tres jornadas de la asamblea fueron de reflexión y profundización de la tarea misionera en el mundo. Se plantearon algunas cuestiones:
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La urgencia de la formación misionera, en los seminarios, en los Institutos religiosos, y a nivel laical. Si no hay formación en los consagrados y en los agentes de pastoral, no podemos exigir que otros cristianos salgan a la calle a dar de lo que no poseen. Se debe formar a las personas.
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Las iglesias más pobres, las que están en permanente misión, deben descubrir vías de autosustentación. Si bien las Omp deben ayudar, tienen que ir descubriendo formas para sustentarse, a nivel humano y económico.
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Fortalecer la labor misionera entre los grupos que trabajan a nivel local. No solo las Omp deben trabajar para la misión, también las Conferencias Episcopales, los obispados e Institutos religiosos, deben aportar a la causa. Es preciso trabajar en común por una Iglesia misionera. Esto es unir fuerzas y criterios para la evangelización.
Durante los trabajos fue constatada la presencia activa de las Omp en zonas de misión con grandes desafíos. Desafíos siempre hay, hay dificultades, pero hay cosas buenas. La gente escucha y ve los trabajos que desarrollan las cuatro Obras: las vocaciones que surgen en países de áfrica, Corea, Vietnam, de países en conflicto donde se descubren testimonios misioneros con el martirio. Otro ejemplo es que la Secretaria general de la Iam, Dra. Baptistine, valoriza el trabajo de la Infancia Misionera en América Latina, e incluso la presenta como ejemplo para otros países. A partir de esta realidad, varios directores nacionales de los otros con-
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Por otro lado en la apertura el Card. Orlando Quevedo, Arzobispo de Cotabato, Filipinas, analizó el tema «cómo sostener la misión universal y local, tomando la evangelización como prioridad hoy y mañana», entre los puntos a destacar mencionamos: Concientizar sobre la cooperación misionera, es motivar a la gente haciéndola descubrir la identidad misionera. Realizando una pequeña tarea con responsabilidad, está haciendo su misión, dando testimonio. Otro momento significativo de la Asamblea Anual, fue la Audiencia del Santo Padre con los directores nacionales.
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Decía el Papa Francisco en esta oportunidad: «cuiden que el dinero y el poder, no entorpezcan la misión; no mostrar las OMP como una ONG, que solo arman proyectos distribuyendo cosas, sino ver con ojos humanos la necesidad del pueblo”. El Papa agradeció el trabajo de las OMP, y dio incentivo y fuerza para seguir adelante. El mismo Papa cuestiona ciertas estructuras de la Iglesia y la forma de ser misionera, que en muchos casos, dista de la enseñanza del Señor. Se debe ir al encuentro de los pobres, debe ser una Iglesia despojada de lujos y poder. El Papa pide llevar la Buena Noticia de Jesús a quien no lo conoce, de manera creíble. No de forma superficial, sino con entusiasmo y el testimonio de vida. Por esto tenemos que motivar a los misioneros, incentivar, acompañar y valorar a los que van de misión. En esta Asamblea queda en pie la propuesta al Papa que surga de la Santa Sede, a través de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, un lema para la Jornada Mundial de las Misiones que pueda utilizarse en todo el mundo. Algo que trabajen las OMP en común, estando en unidad. Si fuera posible, a comienzos del año 2016, podría llevarse a cabo esta propuesta. Como corolario del encuentro de directores, queda como idea, trabajar en comunión todos los países del continente, para intercambiar ideas,juntos, y que no sea un trabajo aislado.
Formar la familia como foco principal de la evangelización. Construir la parroquia como comunidad de fe misionera. No es una aglomeración de gente que no se conoce. Hay que involucrarlos en el compromiso, así la parroquia se activa. Formación para el diálogo y la paz. No se habla de charlas o conferencias. Hablamos en situaciones de conflictos. Hablar del valor de la vida, acrecentar el dialogo interreligioso. Es compartir con el otro. Renovar y formar discípulos misioneros en las parroquias, los seminarios, casas de religiosos. Se ignora el poder misionero del laico, porque no logramos comunicar esto. Formarnos para una espiritualidad misionera. Es el encuentro personal con Jesucristo, al que hemos visto y tocado. No una doctrina sino una persona. Tener más pasión. Un fuego se enciende con algo que está encendido. Centrarse en el Reino de Dios, comprometernos con Jesús y su visión de la humanidad. Estar en comunión con el Dios Trino; esta es la espiritualidad de la nueva evangelización.
comunidades parroquiales Pbro. Miguel Squicciarini Director Diocesano de OMP en Jujuy
OCTUBRE MISIONERO: El llamado «Octubre Misionero» surge de la necesidad de preparar convenientemente el DOMUND, para que esta Jornada pueda dar mayores frutos y para contribuir a que arraigue de modo estable en los cristianos la conciencia de su común responsabilidad en la evangelización del mundo. Siendo el DOMUND «la fiesta de la catolicidad y de la solidaridad universal» (Estatuto OMP, art. 7), es natural dar a esta Jornada un marco que ayude a comprender mejor la riqueza y trascendencia de lo que se celebra en ella.
Nos dice el Papa Francisco: “La dimensión misionera, al pertenecer a la naturaleza misma de la Iglesia, es también intrínseca a toda forma de vida consagrada, y no puede ser descuidada sin que deje un vacío que desfigure el carisma. La misión no es proselitismo o mera estrategia; la misión es parte de la "gramática" de la fe, es algo imprescindible para aquellos que escuchan la voz del Espíritu que susurra "ven" y "ve". Quién sigue a Cristo se convierte necesariamente en misionero, y sabe que Jesús «camina con él, habla con él, respira con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera» (EG, 266). Dentro de la Actividad Pastoral de la Iglesia, la Animación Misionera es la acción eclesial tendiente a despertar, avivar y sostener el espíritu misionero universal en toda la Iglesia. Busca interpelar a toda la comunidad para que se comprometa con la misión universal. Esta animación se lleva a cabo mediante la información, motivación, asociación y acompañamiento
La Congregación para la Evangelización de los Pueblos nos solicita, por eso, lo siguiente: «Para que el mes de octubre brinde a los cristianos la ocasión de dar una dimensión universal a su cooperación misionera, y para aumentar el espíritu misional en el pueblo cristiano, foméntense las oraciones y los sacrificios diarios, de suerte que la celebración anual de la Jornada Mundial de las Misiones venga a ser exponente espontáneo de ese espíritu» (Estatuto OMP, art. 8). Durante este mes, llamado «Mes de las Misiones» se intensifica la animación misionera, uniéndonos todos en oración, el sacrificio y el aporte económico a favor de las misiones, a fin de que el evangelio se proclame a todos los hombres. El 10 & 11 de octubre de 2015 se celebra la Jornada Mundial de las Misiones y la colecta de este fin de semana es destinada al fondo universal para las misiones más necesitadas. El octubre misionero, es una oportunidad para convocar, a todos los bautizados de Pueblo de Dios, a un proceso de discipulado misionero que descubre un encuentro con Jesús, e inspirado en los pasos de su vida y misión, ofrezca la metodología y herramientas para convocar y capacitar equipos integrados con cercanos, alejados y marginados; que en comunión planeen y animen a su propia parroquia a la misión permanente.
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dades de los grupos de animación misionera parroquial: IAM, Grupos Misioneros, Ad Gentes, etc. Integrar el Año de la Vida Consagrada (en caso de tener congregaciones en la comunidad) para compartir sus testimonios
Recursos que podemos utilizar A modo orientativo, y para canalizar las acciones propias de la cooperación misionera, ya es tradicional que cada una de estas cuatro semanas se centre en fortalecer esta animación concretizándola en cada una de las comunidades parroquiales.
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Involucrar a todos los agentes de pastoral, grupos, movimientos, servicios en la conciencia misionera y en la realización de la colecta del DOMUND, que en todas las parroquias se realizará los días 10 & 11 de octubre. Los fondos recaudados con ocasión del DOMUND en todo el mundo, son distribuidos a cuantos misioneros y diócesis situadas en territorios de misión los solicitan. Unirnos en oración por el 4º Encuentro Nacional de Grupos Misioneros (Santiago del Estero) Promover en la comunidad la constancia en la oración para dar gracias a Dios por el don de la fe, así como para pedir al dueño de la mies que envíe operarios a su mies y que el anuncio de la Buena Noticia llegue a todos los pueblos. Conviene llevar estas intenciones tanto a la oración personal como a la comunitaria, comenzando por la participación en la Eucaristía, y rezo del Rosario Misionero, las vigilias de oración Proyección (si se cuenta con los recursos) al terminar la misa (dentro o fuera del templo) de videos misioneros que puedan reflejar la realidad de los continentes, testimonios misioneros, mostrar a la comunidad las activi-
Anuncio público: Esquinas de mucho tránsito, plazas, parques, mercado, o lugares públicos concurridos. Distribución de folletos. Visita a los colegios Aprovechar estos lugares también para la conciencia solidaria en la colecta Batucadas Misioneras. Bicicleteadas. Guitarreadas. Fogones. Misión y catequesis para niños (especialmente con los de la catequesis sacramental) Encuentros para Familias y para Jóvenes orientadas a la vocación misionera, celebraciones litúrgicas de carácter misionero. Este tiempo también ayudaría a formar los equipos parroquiales de animación misionera Todos tenemos algo que dar y mucho que aprender. Recordemos que la misión no es nuestra, es de Jesús, es él quien nos llama y el equipo que se convoca es equipo de él. Jesús mismo, antes de llamar a este equipo, pasó la noche en oración para pedirle al Padre Dios que le mostrara a quiénes había elegido. Porque «la cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen al dueño de los campos que envíe trabajadores para su cosecha» (Lc. 10,2).
Misión Un estilo de vida
Entrevista Favio Rosso
Hermanas dominicas de la anunciata fundadas en España por el beato Francisco Coll en 1856, la finalidad de la congregación es anunciar el mensaje de la salvación a todos los hombres, especialmente, a la niñez y a la juventud mediante la educación.
Están en Nueva Esperanza desde 1980, la comunidad está formada por tres hermanas una de ellas es enfermera. Rosa, hasta jubilarse fue directora de una escuela pública y la otra hermana enseña labores , dan catequesis en la cuasiparroquia (llamada así porque no hay sacerdotes) por tal motivo, nos comenta la Hna. Rosa, ellas están a cargo de la pastoral.
¿Cómo es la geografía del lugar? Es una tierra muy árida, caminos en muy mal estado, cuando llueve no podemos salir de esta zona, te-
nemos a 60 km Monte Quemado, el pueblo donde compramos todo y a 50 km hay otra localidad llamada Boquerón ( es el lugar donde la hermana comenzó como enfermera hace 36 años) estamos sobre la ruta 4 que nos comunica con la ciudad de Santiago del Estero. Nosotros y todos los habitantes lo sufrimos porque dependemos de estas poblaciones más grandes. Nueva Esperanza es un paraje con 20 familias y a 2 km tenemos otras familias además de 6 escuelas rurales todo esto sería lo que atendemos pastoralmente. Con la enfermería atendemos más allá de los límites de la cuasi parroquia.
¿Cuánto tiempo hace que están misionando las tres juntas? Yo (hermana Rosa hace 28 años que estoy aquí) y la hermana Asunción (enfermera) 38. No tenemos asfalto, los caminos que nos llevan a los parajes son angostos y de tierra, es muy difícil llegar por las lluvias lo que hace
quedarnos aisladas nosotras y nuestra gente. Hermana Asunción, cuéntenos su experiencia de vida aquí en Santiago del Estero Tengo 82 años, llevo en la zona 36 años, llegué en 1978 a Boquerón donde estuve 5 años en el puesto sanitario y de allá a este paraje donde estamos ahora. Soy enfermera y además participo de la pastoral de la parroquia y hago lo que se presenta porque aquí no es que uno tiene una especialidad sino hay que hacer de todo desde asistir a un enfermo, colocar una inyección, hacer un diagnóstico porque aquí no vienen los médicos, hasta cambiar una rueda a la camioneta .
¿Qué realidades vivió durante tantos años? Mire he tenido una señora con asinosis en las piernas y hay que sacarla del apuro apenas llega porque a veces tampoco tienen para pagar una consulta, esta es una dura realidad. Por otro lado traer un niño al mundo y poderlo bautizar es una gran alegría inmensa, realmente está presente el Señor en esta misión diaria.
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Hna. María Esther Copes F.M.N. | Religiosas Franciscanas Misioneras de la Natividad de Ntra. Sra.
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VIDA CONSAGRADA EN LA IGLESIA HOY EVANGELIO- PROFECÍA-ESPERANZA
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n este año de la Vida Consagrada, nos hacemos eco de la alegría que “llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús” (EG. 1), alegría que experimentamos en el camino de discipulado que cada uno de nosotros vivimos. Alegría expresada en la amistad fuerte a la que estamos llamados a vivir con Cristo el Señor y en la entrega diaria de nuestras vidas al servicio de nuestros hermanos. Lo nuestro es ser testigos del Dios vivo, de su gran amor. Ojalá sepamos como servir más y mejor con los ojos fijos en Él y la vida pronta al servicio de los demás. Ojalá nuestra vida se convierta en profecía de esa buena noticia que lleva la alegría a este mundo tan necesitado, porque Aquél que es la luz nos ha llamado a contemplarle, a seguirle, a anunciarle, a amarle. Confiamos que el Espíritu será quien obre en nosotros a fin de seguir más de cerca al Hijo amado y cumplir la voluntad del Padre. ¿Cómo podremos celebrar, este año de la Vida Consagrada? Podremos celebrarlo de muchas maneras, de acuerdo a la creatividad de cada comunidad o de cada Instituto, pero siempre ha de ser, en profundidad, con entusiasmo, dándolo a conocer a los demás, con nuestras palabras, gestos, acciones, pero sobre todo con nuestro
testimonio de vida coherente, felices de sabernos elegidas por Él, y de poder dar la vida por nuestros hermanos como Él la dio, en el día a día de nuestra existencia: Viviendo el pasado con Gratitud Viviendo el presente con Pasión Viviendo el futuro con Esperanza “La esperanza no es una alienación, una evasión de los problemas que tenemos acá en nuestra historia, nosotros no esperamos que mágicamente Dios nos resuelva los problemas, sino que fortaleciéndonos en ese Dios que sigue actuando en nosotros y sigue actuando en la historia, enfrentamos la realidad pero con un horizonte dis-
tinto. Dios nos invita a levantar nuestras cabezas, a mirar nuestra realidad no enredándonos en el quehacer de lo cotidiano, sino mirando y reviviendo lo cotidiano desde una perspectiva mucho más amplia. A veces corremos el riesgo de hundirnos, cuando estamos solamente centrados en el momento, en el instante y a veces esos momentos y esos instantes, son instantes difíciles, momentos complejos, en donde no aparece, una perspectiva una salida, pero justamente Jesús ha Resucitado y nos invita a vivir hondamente el tiempo desde una perspectiva de eternidad” Mons. Jorge Casaretto(11/04/09).
ORACIÓN ¿Dónde encontrar al Señor? ¿Por dónde ir para seguir sus pasos? Su camino es el camino de la entrega sin límites; Su camino es el camino del amor sin límites; Su camino es el camino de la confianza sin límites; Su camino es el camino de la esperanza sin límites. ¿Dónde encontrar al Señor? ¿Quién podrá ver su rostro? Lo verán los pobres de espíritu Que por no estar apegados a nada Escuchan con atención la voz de Dios. Lo verán los de corazón manso, Aquellos que han construido la Paz en su propia vida.
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Reino de Dios y la Misión El
P. Dante De Sanzzi
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iempre me impresionó la insistencia de Cristo cuando explica el Reino de Dios que anuncia. Nunca dio una exacta definición ni lo explicó con razonamientos humanos. Es una realidad que no podemos aprender, definir, hacerla clara. Ha hablado del Reino solo en parábolas, de manera humilde y suave. continúa pag.30
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Todo está escrito en el discurso de las Bienaventuranzas. Son bienaventurados los pobres, los que sufren, los perseguidos… Jesús nos muestra como ser testigos fieles del Reino, como anunciarlo. Juan, en el Apocalipsis, muestra como las Iglesias del Asia Menor siguieron esta vía. Pusieron su confianza en la fuerza de Dios pero se les ha pedido paciencia, ya que se corría el riesgo de perderla. Y a las siete Iglesias se les recrimina su mentalidad humana y la confianza que depositaban en sí mismas y en sus riquezas, recordándoles que solo Cristo es quien las hacía fuertes y ricas. Hoy se sigue corriendo el riesgo de olvidar que el Evangelio responde a las necesidades más profundas de las personas.
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El Reino es la pequeña semilla, el pequeño rebaño, la levadura, la sal, la casa edificada sobre roca, la perla, el campo pequeño; no aparece, sino que crece, y sin que el agricultor deba velar de día y de noche. Es Dios que deja que crezca, es la fuerza del Espíritu que da vida. No se sirve de medios humanos.
El Decreto Concilar Ad Gentes, cumpliendo 50 años , leído y meditado, nos ofrece motivaciones profundas y criterios modernos que inspiran nuestra tarea. Caso contrario, seguimos en riesgo de realizar nuestro “trabajo de oficina” olvidando los verdaderos valores del Reino.
Somos colaboradores suyos. Dios elige lo que no cuenta, lo más bajo y pobre para que nadie se gloríe, como lo enseña el apóstol Pablo. Dios elige la pobreza y los pobres, para que crezca y se difunda el Reino de justicia y paz.
He participado de encuentros, charlas, talleres, y ha habido en estas circunstancias algún momento de lamentaciones por la poca atención de los pastores de la Iglesia sobre la actividad misionera. No faltan documentos, ni conocimiento, sino el compromiso práctico es lo que falla, porque algunos obispos están preocupados en solucionar los problemas cotidianos y los sacerdotes, muchas veces, se convirtieron en sus “secretarios” sus “managers”. Y así la cooperación misionera no pasa de ser un episodio más y la misión, o sus Obras, un organismo que está para generar y conseguir más dinero.
Esta lógica lleva al fracaso según la concepción humana; es una locura y contraproducente para muchos. Pero cada vez que la Iglesia ha puesto su confianza en las fuerzas humanas, así le ha ido. Se vió obligada a revisar su historia, su vida, a cambiar de ruta. Consideramos que las Obras Misionales son carismáticas y que su finalidad es el testimonio y la difusión del Reino. Tenemos que razonar con la mentalidad de Cristo y su Evangelio. Debemos evitar de convertirnos en una organización eficientista y poco evangelizadora. Por eso necesitamos dos elementos fundamentales para predicar bien y con coherencia el Reino: Cristo y el libro de la misión. Conocemos la vida, el método y el camino de Cristo para realizar el anuncio. Es una opción de pobreza, de renuncia, de impotencia, de donación de la propia vida, de la pequeñez.
Estamos en la era de la comunicación, pero ésta es muy superficial. No comunica valores, ofrece imágenes e impresiones que duran un suspiro. Necesitamos una formación que nos habitúe a pensar y a actuar en conjunto, promover y difundir en el pueblo cristiano la conciencia misionera, el espíritu misionero, la práctica de la evangelización más que la misionología académica. Predicar y vivir el Reino de Dios. Es la misión de la Iglesia.
Pbro. Franco Barrios | Director Diocesano de Río Cuarto
¿Qué quieres que haga por ti? Lectio Divina Invitación para ponernos a la escucha de Dios en su Palabra, en nuestro propio corazón y en nuestra historia.
Oración inicial Señor que te acercas a nuestra vida con delicadeza y bondad, enséñanos a reconocer nuestros más hondos deseos y saber expresarlos en tu presencia. Ayúdanos también a estar atentos y escuchar los gritos a veces silenciosos de nuestros hermanos de camino.
Lectura del texto bíblico (Mc 10, 46-52) Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo –Bartimeo, un mendigo ciego – estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: « ¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!». Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: « ¡Hijo de David, ten piedad de mí!». Jesús se detuvo y dijo: «Llámenlo». Entonces llamaron al ciego y le dijeron: « ¡Animo, levántate! El te llama». Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él. Jesús le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti? . El le respondió: «Maestro, que yo pueda ver». Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado». En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino. Dedicamos un tiempo de silencio para volver a leer, para situarnos en la escena, para dejar resonar aquella palabra o frase que más nos llama la atención.
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¿Qué quieres que haga por ti? Parece una pregunta obvia e innecesaria pero sabemos por experiencia cuanto necesitamos expresar lo que nos duele y agobia. Si un médico examinara a un paciente y le indicara estudios y medicación sin mediar palabra quizá la curación se produciría de todos modos. Pero qué valor inmenso tiene esa pregunta oportuna, esa escucha atenta y esa mirada serena frente al relato a veces preocupado y agitado de ese paciente. Hace poco una persona que visita familias carenciadas y está acostumbrada a recibir distintas demandas de tipo material recibió un mensaje de una persona pobre que simplemente le decía: “necesito que me escuche”.
Pistas para la meditación
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En un tiempo que vivimos de prisa y valoramos la acción que produce frutos inmediatos encontramos en Jesús una actitud que tiene mucho para decirnos.
Jesús se detiene... Detenerse implica introducir una pausa, un silencio, abrirse a una realidad que está fuera de mí y merece mi atención. Supone vaciarse para recibir, dejar planes y programas para abrirme sorprendido a la realidad. Cuando estamos apurados hay cosas que parecen poco importantes, como por ejemplo que un niño nos cuente como le fue en la escuela o como la pasó con sus amiguitos. Tampoco sería importante lo que pueda relatar un anciano de su vida o lo que pueda compartir de su presente. Jesús no tiene prisa, sabe que cada persona es importante, que merece toda su atención.
Jesús escucha... Jesús ofrece a este hombre la posibilidad de expresarse.
La misión a veces se concibe como un hacer cosas u ofrecer esmeradas enseñanzas a quienes pareciera no tienen nada para decir. Empresas misioneras muy loables han desplegado grandes planes de acción pastoral sin escuchar a los pueblos, sin considerar su cultura, sin permitir que se expresen sus verdaderas necesidades y se desplieguen las propias capacidades para ser protagonistas de su propia historia. Jesús quiere escuchar antes de responder, quiere conocer el fondo del corazón de sus interlocutores, quiere mirar a los ojos y complacerse en la vida de quien está enfrente suyo.
Jesús abre los ojos del ciego quien se pone en camino... El amor sincero que se expresa en gestos concretos es la llave que abre caminos de vida donde sólo reinaba la muerte y la soledad. Frente a tantos hermanos excluidos y agobiados un gesto de amor verdadero es luz que se abre paso en la oscuridad del que sólo ve dolor y desesperación. Una escucha atenta, una mano extendida, una sonrisa amable, el compromiso personal y comunitario por una vida más digna de los que no tienen oportunidades puede parecer poco frente a tanto sufrimiento pero al igual que pasó con Jesús eso se vuelve puerta para una vida nueva para quienes ya no encontraban salida.
Momento de diálogo con Jesús
Compromiso Le presento a Jesús mi disposición para acercarme detenidamente y escuchar a alguien: un niño, un anciano, un enfermo, un preso, una persona pobre... e intentar mirarlo con sus ojos y escucharlo con su misma disposición.
Oración final Señor, en cada deseo de vida plena que habita nuestro corazón tu estás presente porque eres un Dios de vida. Recibe los anhelos de la humanidad que te busca aún sin saberlo y conduce a todos los hombres a la alegría de tu amistad.
Puedo compartir a Jesús mis deseos y necesidades, mis gritos y mi desesperación. Puedo decirle que como aquel ciego también yo necesito aprender a ver.
Haznos portadores de esperanza y testigos de tu amor para animar a los abatidos y atraer a los que han perdido la luz del camino.
Puedo presentar a Jesús tantos hermanos al borde del camino, puedo hablarle del dolor de tantos hermanos desesperanzados.
Haznos Iglesia de puertas abiertas y en salida generosa para compartir lo que hemos recibido.
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Llevar a
Jesús donde lo necesitan Queremos compartirles nuestro testimonio como familia misionera.
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Somos un matrimonio que vivimos en la localidad de Merlo, en el Gran Buenos Aires: Néstor Galeano y Rosario Gutiérrez.
N
uestra gran y primera misión que Dios nos dio es la de formar nuestra gran Familia, tenemos 47 años de casados, producto de ese amor provinieron nuestros 4 hijos, 16 nietos y 4 bisnietos. Una de las cosas más difíciles de realizar no es salir hacia afuera a misionar, sino por lo contrario es dar y contagiar lo que uno predica, en casa y con nuestras familias. Ellos saben y acompañan de alguna manera esta elección de vida, aceptando con naturalidad lo que realizamos en la Iglesia. Desde nuestra juventud hemos tenido siempre un vínculo permanente con nuestra querida Iglesia Católica, tratándole de poner, un tinte misionero, en las iniciativas y actividades que realizamos, a lo largo de nuestro compromiso y entrega en la Fe. Pasamos por distintos momentos en esto de ser y sentirnos misioneros, primeros como catequistas en los barrios periféricos de Merlo (Albatros).
Partiendo de esa linda experiencia, “me anime” (cuenta Rosario) a la mision mas allá de nuestras fronteras geográficas: trabajo con isleños en Paranacito (Entre Rios); Leales y Aguilares (Tucumán); con los aborígenes y criollos en Machagai (Chaco). En esa ligazón de nuestras experiencias de Fe, tuvo gran incidencia el trabajo y la animación de los Padres y las Hnas misioneros/as de la Consolata, a través de la formación y la animación permanente, en nosotros; así como también el caminar y aprender de distintos Sacerdotes diocesanos. Mi marido Néstor, casi siempre estuvo ligado al ámbito diocesano, ya que por su vocación, como diacono permanente, siempre presto ese servicio, en las dos Pquias. De la Localidad de Mariano Acosta: San José Obrero y Lourdes, y sus Capillas. Y también en la Pquia. De Ntra. Sra. de Pompeya –en Paso del Rey-.
Teníamos proyectado ir como matrimonio, a una misiòn ad gentes a Bolivia, acompañando a las Hnas de la Consolata; pero por una operación programada, El no pudo ir. Su gran misión, siempre estuvo ligada a su ministerio, prestando distintos tipos de servicios: haciendo celebración de la Palabra, bautismos, casamientos, visitas a enfermos llevando a Jesús eucaristía. El tiene 18 años de diaconado y fue ordenado por Mons. Laguna.
Fuera de lo que es las responsabilidades en los templos también ha hecho celebraciones en casas de Flias. mayormente, acompañando a las colectividades, en la zona. También realizó responsos, llevando el consuelo de Dios, tratando de contener a los familiares en esos momentos de tanto dolor; mi marido nunca ha tenido la posibilidad de misionar fuera de nuestro entorno geográfico. Sin embargo eso no condicionó la naturaleza de su misión, que es llevar a Jesús, en todo ámbito humano y lugar donde se necesite.
Con esa entrega y necesidad de seguir anunciando el amor de Dios, a través de la misión que El nos encomienda, tuve la posibilidad de misionar –Rosario-en el 2015, en Vilacaya, Bolivia, en el contexto de la fiesta de la Virgen de la Candelaria. Fuimos testigos ahí de la devoción que despierta María en toda cultura, en este caso en el pueblo Boliviano. Y el conocer otra cultura donde la naturaleza, las tradiciones y la hospitalidad que te brindan los Hnos. bolivianos hacen del lugar un sitio muy espiritual. Esta misión fue producto de un largo camino misionero de formación y animación, ya como integrante de la Comunidad de Laicos Misioneros de la Consolata. Nuestro obispo Mons. Maletti, junto con el P. Rubén López imc, nos acaba de ofrecer y dar una nueva zona de mision, como matrimonio y Flia misionera, en las cercanías de nuestra casa, con la proyección de formar y animar una nueva comunidad, para instalar una nueva Capi-
lla, junto a los misioneros de la Consolata, en la Pquia de Pompeya, Merlo. En este nuevo proyecto nace una nueva misiòn, caminando las calles, visitando y acompañando a las Flias. en sus hogares, con sus alegrías y tristezas, empezamos a dar la primera catequesis, hacemos celebraciones y bautismos. Para concluir, les queremos compartir que después de muchos años de matrimonio y de compromiso
35 con nuestra Iglesia misionera, nuestro espíritu de compromiso y de Fe sigue firme y seguimos luchando. Abrazamos y queremos nuestra vocación de ser una Familia misionera, que con dificultades y muchas limitaciones, trata de ser feliz, anunciando a un Dios vivo y presente en medio de nosotros, nuestras Flias. y en todos nuestros Hnos. sobre todo los más necesitados de su amor.
Diac. Permanente Héctor Muiño
El servicio del
Diácono permanente
en la Pastoral Misionera de la Iglesia 36
C entro M i s i onero D i oces ano N tra. S ra. de l a Paz P rel atura de D eán F unes – C órdoba – A rgenti na
Hola… Es un gusto para mí poder compartir en “Iglesia Misionera, hoy” “nuestra” experiencia en la misión y como Diácono misionero Permanente aquí en la Prelatura de Deán Funes. Digo “nuestra” porque junto a mi esposa Nora, que nos acompaña desde la casa del Padre, iniciamos hace 32 años este hermoso desafío de la misión y luego con nuestros cuatro hijos: Marcos, Mª Laura, Mª Clara y Mª Cecilia. Digo “nuestra” porque como familia pudimos discernir juntos este hermoso camino de servicio misionero a través del ministerio del diaconado.
D
espués de haber servido en la misión, a tiempo completo, tres años en la Quebrada de Humahuaca, desde hace 26 años estamos aquí, en la Prelatura de Deán Funes, acompañando y animando a las comunidades campesinas, las más periféricas de nuestras ocho parroquias, como así también en todo lo que hace a la pastoral misionera de las mismas. Ahora quiero compartirles algunas reflexiones que este caminar misionero nos fue enseñando y mostrando sobre todo en el servicio del Diaconado Permanente. Una de las cuestiones que se plantea en el diaconado permanente y que también muchas personas cuestionan, es si su servicio dentro de la Iglesia se circunscribe solamente a suplir la tarea del sacerdote en lo que se refiere a la administración del sacramento del Bautismo y Matrimonio; o bien, ser el “acólito oficial” del Obispo ó párroco en las celebraciones litúrgicas; o bien, coordinar algún grupo de catequesis familiar; o bien, otras tantas tareas que, por supuesto, tienen un valor insustituible dentro de la “actividad pastoral ordinaria” de una diócesis o parroquia, y de las cuales numerosos D.P. ofrecen desde el ministerio, su tiempo y esfuerzo para llevar a cabo la evangelización junto a sus familias. Ahora bien, esta actividad pastoral ordinaria diocesana o parroquial, se encuentra previamente atravesada por lo que damos en llamar “pastoral misionera” de la Iglesia, la cual tiene carácter fundante de aquella pastoral ordinaria que, podríamos decir, es consecuencia;
por ser, la pastoral misionera, la esencia y naturaleza misma de la Iglesia. A este dinamismo misionero está llamado el D.P., ya que toda la espiritualidad y accionar, que lo identifica, hunde sus raíces más profundas en la opción preferencial por los más alejados de la fe, por los marginados y excluidos, por los de la periferia, “acompañando la formación de nuevas comunidades eclesiales, especialmente en las fronteras geográficas y culturales, donde ordinariamente no llega la acción evangelizadora de la Iglesia” (DA. 205) De acuerdo a Aparecida, ya estamos hablando de un diaconado o servicio misionero permanente (D.mi.P.), en donde el D.P. se identifica con la actividad fontal de la Iglesia.
Es así que el D.mi.P. establece un itinerario misionero permanente en aquellos pueblos o grupos humanos que le han sido confiados. Y la pregunta que surge es: ¿cuál es ese itinerario misionero permanente? Lo primero es “convertir” el corazón en un corazón misionero universal, capaz de acoger al “otro” y a los “otros”, que piensan distinto, que sienten distinto, que actúan distinto, que poseen las semillas del Verbo y de un Reino que supera el marco eclesiológico, en el que hemos sido formados, al que estamos acostumbrados y en el cual nos movemos a diario. Luego, el D.mi.P., está convencido de que ya no es voz de los que no tienen voz , sino que busca denodadamente los espacios de protagonismo y decisión de las personas o grupos humanos, para que acompañando y moderando respetuosamente sus procesos, vayan haciendo ellos mismos, una lectura espiritual y teológica inculturada del Evan-
37 gelio en el contexto cultural que les toca vivir. Es internalizar aquello que nos dice Aparecida de “acompañar” (205) . El D.mi.P. está llamado a “acompañar procesos” y “no, imponer procesos”, tanto personales, grupales o comunitarios, para que el diálogo Fe-cultura, Evangeliocultura, Iglesia-cultura ya no sea un camino de imposición sino más bien una propuesta acogida, madurada y vivida. Una vez concebido, en su interior, los dos puntos anteriores, el D.mi.P., continúa con el itinerario misionero permanente propuesto, ya en relación directa con personas o grupos que se le han confiado y siguiendo de alguna manera el esquema pedagógico de Jesús de acuerdo a los siguientes pasos:
Paso de NO PERSONA A PERSONA “Nuestra fidelidad al Evangelio nos exige proclamar...la verdad sobre el ser humano y la dignidad de toda persona humana” (3) En este nuevo milenio, emergen nuevos rostros y realidades de seres humanos que han perdido lo esencial para lo que fueron creados: ser persona digna creada y amada por Dios. Son los eternos excluidos que están sentados a la orilla del camino (crf. Mc. 10,46) a los cuales, el D.mi.P., debe especial atención, sobre todo en reconocer la presencia de Dios y de su amor en sus vidas, invitándolos a recuperar su dignidad y a respetarla.
Paso de PERSONA A COMUNIDAD
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El favorecer que el ser humano se recupere integralmente como persona digna es un gran logro, pero no basta. El hombre (varón, mujer) se desarrolla como persona cuando está en relación con los demás. Es allí donde el D.mi.P. acompaña y auspicia los espacios de protagonismo y decisión de las nuevas comunidades, en donde éstas analizan, discuten, se proyectan y ejecutan nuevas formas en el mejoramiento de su calidad de vida.
Recuperar al ser humano “en y para la comunidad” , (cfr. Lc. 17,11-14 ; Mc. 1,29-31)
Paso de COMUNIDAD A PUEBLO DE DIOS (Comunidad Eclesial) Con el presente paso llegamos al final del esquema propuesto para este itinerario misionero permanente, animado, moderado y sostenido por el D.mi.P. Los dos pasos anteriores preparan, de alguna manera, el corazón del hombre (varón, mujer) para recibir el anuncio kerigmatico que lo llevará a vivir una experiencia comunitaria distinta: una experiencia de fe (cfr. Hech 2,41-47) fundada en la Palabra, los Sacramentos, en el testimonio y servicio misionero que lo harán verdadero discípulo – misionero de Jesús, con quien comparte su presencia viva junto a los demás miembros de la comunidad eclesial, (cfr. Mt.18,20) Es muy importante que el D.mi.P. tenga en cuenta que, si bien este itinerario respeta los distintos procesos graduales del hombre (varón, mujer) para llegar al objetivo final de vivir la experiencia en la comunidad eclesial, los mismos no se dan a la manera de compartimentos estancos. Todo depende de las personas o grupos humanos con quien se encuentra: su cultura; su cosmovisión, o sea su relación con Dios, con los demás, con el mundo, consigo mismo.
Que Dios proteja y bendiga a todos los DP y a sus familias y que cada vez más vayamos haciendo de este ministerio un servicio misionero permanente. Un abrazo a todos.
Pbro. Horacio Varela Roca | Coordinador del Centro de Misionología «Juan Pablo II»
La
Cru z La misión está marcada por la Cruz. Ella cuelga en el pecho de muchos misioneros. Cuando se realiza la ceremonia del Envío, se entrega la cruz para que los evangelizadores la lleven al corazón de otros pueblos y regiones. Preside todas las celebraciones, ampara distintos ámbitos de actividad humana: aulas, hospitales, talleres. Es el signo distintivo que se coloca en templos y edificios, que identifica el lugar como cristiano.
de los
La Cruz es el signo de la presencia de Cristo, en su doble aspecto de entrega y de resurrección. Puede o no estar representado Nuestro Salvador, pero la identificación de la cruz con él es innegable. Cuando los misioneros realizan su tarea, se encuentran que la Cruz es además un símbolo universal muy fuerte. La gente, en distintas partes del mundo, no puede explicar qué es lo que pasa, pero se siente conmovida ante la cruz. Así como hay un momento oportuno que Dios elige para revelarse, el kairos, así también hay símbolos adecuados para comunicar esa Revelación a todos los hombres.
La cruz como símbolo En todas las civilizaciones, sin excepción, existen cuatro símbolos fundamentales: el centro, el círculo, el cuadrado y la cruz. Pero es la cruz la que une a los tres primeros. Un punto es la intersección de dos rectas, y así el punto se expande hacia afuera. Luego puedo trazar una cruz, y si uno los extremos de la misma con un segmento, obtengo un cuadrado. Cuando pongo una cruz dentro de un círculo, lo divido en cuatro sectores iguales y lo puedo medir al poner en evidencia su
misioneros
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Verbo, la segunda persona de la Trinidad. Es más que una figura de Jesucristo, se identifica con su historia humana y hasta con su persona.
centro, de otra manera invisible. De estas relaciones simples, surge la simbólica más compleja: así se forma un lenguaje rico y universal.
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La cruz es el principal símbolo de orientación para el hombre, en sus diferentes planos de existencia. Por ejemplo, la orientación en el espacio se da fundamentalmente por la salida del sol, del este, a su puesta al oeste. Si ponemos el este a nuestra derecha, entonces estaremos mirando al norte, y daremos la espalda al sur. La orientación temporal del ser humano surge de la rotación de la Tierra alrededor de su eje. Un palo de esta cruz es el mismo hombre, que ve el cambio de su sombra durante el día, el principio que usaban los relojes de sol, y el paso del tiempo durante la noche en el cielo, en las estrellas reflejadas en un estanque de agua. El cielo, sol y estrellas, se manifiesta en la superficie de la tierra, y así el ser humano mide el tiempo. Del cruce de la orientación espacial con la orientación temporal, una nueva cruz, surge la relación
del hombre con la trascendencia. Tanto en Oriente como en Occidente, en el hombre primitivo como en el moderno, esto sucede de la misma manera. La cruz es como un anticipo, una semilla de Cristo sembrada en el mundo simbólico de la humanidad. La cruz tiene una función de síntesis y de medida. En ella se unen el cielo y la tierra. En ella se entremezclan el tiempo y el espacio. Ella es el cordón umbilical jamás cortado del cosmos ligado al centro original. Es el símbolo del intermediario, del mediador, de aquel que es por naturaleza reunión permanente del universo y comunicación tierra-cielo, de arriba abajo, y de abajo arriba.
La cruz cristiana La tradición cristiana ha enriquecido prodigiosamente el simbolismo de la cruz al condensar en esta imagen la historia de la salvación y la pasión del Salvador. La Cruz simboliza al Crucificado, también al Salvador, a Cristo, al
Las imágenes cristianas utiliza la cruz tanto para expresar el suplicio del Mesías como su presencia: donde está la cruz, está el Crucificado. De ella se desprenden cuatro modelos: la cruz sin cúspide (la tau,T) que usan los franciscanos; la cruz con cúspide, con un solo travesaño; la cruz con cúspide y dos travesaños, que es la que lleva la inscripción irrisoria de Pilatos, pequeña arriba, y el travesaño principal que son los brazos amorosos de Cristo; y la cruz con cúspide y tres travesaños, que es símbolo de la jerarquía de la Iglesia. La cruz de un travesaño es la más cercana al Evangelio. Sus cuatro ramas simbolizan el conjunto de la humanidad atraída hacia Cristo desde las cuatro partes del mundo; del mismo modo, son las cuatro virtudes cardinales. El pie de la cruz hincado sobre la tierra significa la fe asentada sobre profundos fundamentos. La rama superior de la cruz indica la esperanza subiendo hacia el cielo. La anchura de la cruz, el travesaño, indica la caridad que se extiende hasta los enemigos. El palo vertical de la cruz es la perseverancia hasta el fin.
Reconocemos en esta cruz de un travesaño, la auténtica cruz de los misioneros. Fe, esperanza y caridad como las virtudes fundamentales que dan sentido a toda la tarea de anunciar a Cristo. El poeta argentino José Hernández pone la cruz al final de su obra maestra, “Martín Fierro”. Allí el protagonista se reúne con sus dos hijos y con el hijo del amigo de aventuras, el Sargento Cruz, y los cuatro, luego de contarse sus historias se separan en forma de cruz, hacia los cuatro puntos cardinales, para llevar este mensaje de dignidad a todos los hombres, a todos los pueblos.
moverse por el rayo donde se lista a veces la sombra que, para su defensa, la gente con ingenio y arte adquiere. Y así como el laúd y el arpa, templado y tensado de muchas cuerdas, hace dulce tintineo a aquel por quien la nota no es entendida, así de las luces que allí me aparecieron se acogía por la cruz una melodía que me raptaba, sin entender el himno. Bien me dí cuenta yo de que él era de alta alabanza pues a mí venía “Resurge” y “Vence”
Símbolo de gloria eterna La tarea de los misioneros es que el hombre llegue a la gloria de su Señor. Todos los caminos que se enseñan tienen este único fin, que fue abierto para todos los hombres por la muerte y resurrección de Jesucristo. Por su gracia hemos recibido este don tan grande de morar en el seno del Padre por toda la eternidad. Símbolo de esa gloria es la Cruz. Nadie sabe cómo será esa gloria, llena de plenitud para cada uno. Un poeta trató de imaginarse una visión gloriosa de la Cruz. Fue Dante Alighieri, que vivió en el siglo xIII. En su obra más conocida, “La Divina Comedia”, describe esa visión de la siguiente manera: “Aquí vence mi memoria al ingenio;
que en aquella cruz relampagueaba Cristo tanto que no sé encontrar ejemplo digno; mas quien toma su cruz y sigue a Cristo, aún me excusará de aquello que yo dejo viendo en aquel albor centellear a Cristo. De cuerno a cuerno y entre la cima y la base se movían luces, centelleando fuerte al juntarse unas con otras y rebasarse; así se ven aquí derechas y torcidas, veloces y tardas, renovando la vista, las minucias de los cuerpos, largas y cortas,
como a aquel que no entiende y oye. Y aquello me enamoraba tanto que hasta entonces no hubo cosa alguna que me ligara con tan dulces vínculos.” (Paraíso, xIV, 103-129) En este poema, a través de las luces y el bello himno, el poeta nos muestra el secreto más profundo del misionero: es el enamorado de la Cruz, a la cual está siempre unido por los más dulces vínculos.
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Cdra. Norma Jiménez
Ayuda económica de la Iglesia Argentina a la Misión Universal comparativo Colectas 2012, 2013 y 2014 (cifras en pesos) S eñ or es Ob i sp os: Nos convoca la Iglesia misionera a colaborar con las misiones en todo el mundo y con los misioneros, evangelizadores y portadores de la Buena Noticia. En este año 2015 el lema que nos convoca es “Misión un estilo de Vida”. Necesitamos de la ayuda de todos. Descubrimos año a año la solidaridad de la Iglesia Argentina, el compromiso de muchas diócesis y sus pastores, el compromiso de los laicos, incrementándose la cantidad de personas que acercan su ayuda para esta colecta. Las Obras Misionales Pontificias agradecen por lo que cada Diócesis pudo aportar ya que la suma de todo ayuda mucho para sostener esta gran tarea evangelizadora. Compartimos un informe de la ayuda económica recibida.
2013
2014
Var. 13-14
San Isidro Buenos Aires Lomas de Zamora San Justo San Miguel Quilmes San Martin Avellaneda-Lanus Merlo Moreno Greg. de Laferrere Morón
197.378,83 124.523,50 71.229,60 42.766,92 32.395,95 31.863,77 32.562,35 14.296,00 7.481,00 1.614,40 3.862,35
223.794,28 127.272,00 84.451,50 32.000,00 35.962,46 30.765,82 43.057,20 12.748,00 6.849,21 5.827,40 10.438,00
278.838,77 152.552,00 70.000,00 60.311,00 53.123,00 41.681,52 37.656,85 12.938,00 9.454,91 5.325,00 4.765,00
559.974,67
613.165,87
726.646,05
55.044,49 25.280,00 -14.451,50 28.311,00 17.160,54 10.915,70 -5.400,35 190,00 2.605,70 -502,40 -5.673,00 113.480,18
122.107,33 81.879,90 77.612,81 28.684,38 14.237,00 2.050,83
76.000,00 105.919,05 106.033,44 36.072,17 15.950,00 8.752,72
198.498,40 116.552,80 60.395,66 40.871,11 27.185,00 4.698,72
326.572,25
348.727,38
448.201,69
35.000,00 38.838,38 27.823,45 -
210.710,55 54.076,99 14.550,80 7.824,51
139.492,40 73.035,72 25.152,17 -
101.661,83
287.162,85
237.680,29
-71.218,15 18.958,73 10.601,37 -7.824,51 -49.482,56
128.131,83 40.000,00 35.438,27 28.390,36 28.000,00 7.000,00 70.382,56 18.634,00
157.907,97 138.228,60 50.637,02 28.541,70 35.500,00 12.000,00 85.796,85 508.612,14
209.859,75 135.624,36 53.956,14 39.368,15 21.055,00 5.922,90 -
51.951,78 -2.604,24 3.319,12 10.826,45 -14.445,00 -6.077,10 -85.796,85 0,00
465.786,30
-42.825,84
Región Centro
2012
Región Cuyo
Circunspcripción
Córdoba Río Cuarto Villa María San Francisco Cruz del Eje Dean Funes
Mendoza San Rafael San Luis San Juan
Región Litoral
42
Región Buenos Aires
Pbro. Dante De Sanzzi - Director Nacional de las OMP
Santa Fe Rosario Rafaela Concordia Gualeguaychú San Nicolás Paraná Venado Tuerto
355.977,02
122.498,40 10.633,75 -45.637,78 4.798,94 11.235,00 -4.054,00 99.474,31
Otros
Región Platense
Región NOA
Región NEA
Región Patagonia-Comahue
Circunspcripción
Comodoro Rivadavia Neuquén Río Galleqos Alto Valle de RN Viedma San Carlos de Bariloche Esquel
Formosa Resistencia Corrientes San Roque Posadas Puerto Iguazú Reconquista Oberá Santo Tomé Goya
Tucumán Jujuy Salta Oran Catamarca Cafayate Concepción Santiago Del Estero La Rioja Humahuaca Añatuya
Mar del Plata Zárate-Campana Bahia Blanca Santa Rosa Nueve de Julio Azul Mercedes-Luján La Plata Chascomús
Maronita Opus Dei Armenia Ucraniana Castrense Oriental
COLEGIOS Sede OMP
Totales
2012
2013
Var. 13-14
2014
50.345,00 33.945,00 51.511,44 9.163,05 4.522,00 -
48.257,75 35.107,35 54.537,62 17.248,35 11.718,90 6.600,00 9.800,00
67.235,85 53.007,29 30.994,02 25.027,20 11.275,80 6.530,00 -
149.486,49
183.269,97
194.070,16
70.545,00 50.650,47 39.816,18 34.037,47 24.701,70 21.271,00 15.908,24 24.056,00 9.277,25 15.745,44
82.437,30 37.843,28 35.045,69 40.170,00 35.338,15 26.787,00 21.252,10 27.010,70 16.114,56 14.273,25
120.302,15 99.176,66 58.555,22 50.570,45 44.935,60 35.961,85 25.856,80 20.469,35 16.605,36 12.854,00
306.008,75
336.272,03
485.287,44
37.864,85 61.333,38 23.509,53 10.400,45 9.597,45 9.174,85 4.604,70 -6.541,35 490,80 -1.419,25 149.015,41
58.696,61 20.045,00 28.867,05 9.689,47 8.000,00 8.831,05 6.871,00 7.700,00 2.500,00
49.062,17 30.214,00 19.477,80 15.620,75 8.786,20 10.164,60 5.800,00 7.897,00 300,00 -
67.661,94 39.137,00 24.598,30 15.556,25 17.373,00 11.061,30 7.800,00 7.000,00 2.494,00 -
18.599,77 8.923,00 5.120,50 -64,50 8.586,80 896,70 7.800,00 1.200,00 -5.403,00 -300,00 0,00
151.200,18
147.322,52
192.681,79
45.359,27
55.134,00 40.004,72 25.000,00 31.325,00 20.641,00 10.195,00 7.811,40 15.750,83
45.172,35 84.065,90 55.052,07 41.329,32 38.295,00 40.000,00 13.790,60 21.642,20
96.659,96 75.943,00 60.507,80 58.927,60 47.905,00 40.787,00 16.369,94 10.598,40 -
205.861,95
339.347,44
407.698,70
51.487,61 -8.122,90 5.455,73 17.598,28 9.610,00 787,00 2.579,34 10.598,40 -21.642,20 68.351,26
-
2.000,00 -
4.380,00 -
2.380,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
2.000,00
4.380,00
2.380,00
3.778,20 9.000,00
3.682,00 17.874,00
6.337,00 49.958,03
2.655,00 32.084,03
2.169.521,34 | 2.787.436,20 | 3.218.727,45
18.978,10 17.899,94 -23.543,60 7.778,85 -443,10 -70,00 -9.800,00 10.800,19
|
431.291,25
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Gladis Aceval
mi todos los que están cansados y sobrecargados…” Mateo 11, 28-30.
Objetivo: Reconocer y tomar conciencia de la importancia de cooperar en la acción misionera. Comprender que tenemos que sostener espiritual y económicamente los lugares de misión. Ambientación: En el ingreso al colegio colocar carteles con el lema del Domund 2015 “Misión un estilo de vida”.
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Si hay sagrario, acompañar con la imagen de Santa Teresita y San Francisco Javier. Encender velas, una por cada continente. Colocar fotografías que muestren las realidades de diferentes países.
En un encuentro misionero escuché a un sacerdote de áfrica que vino a compartir su testimonio de vida y dar a conocer la realidad en aquél continente. En un largo y rico comentario acerca del anuncio del Evangelio en aquellos lugares carentes de casi todo, nos dijo que contaban
Intenten reunirse 3 o 4 delante del Santísimo y estar con El para que les enseñe como continuar su misión. con el mejor tesoro: Jesús Eucaristía; que los fortalecía a seguir adelante, animándose unos a otros en la ayuda comunitaria y más aún desde esa pobreza extendían una mano también a otras comunidades. Allí me surgió en el corazón formar los pequeños grandes adoradores para que en esa presencia viva de la alabanza y súplica de los niños pudiera fructificar más la solidaridad, ayuda y compromiso nuestro y de tantos hermanos la Gracia de ser colaboradores permanentes de la Misión. Por lo que les propongo, docentes y alumnos, detenerse un instante en medio de las actividades diarias y rezar frente al santísimo. Te invito a que lo mires, le hables, le ores porque el mismo Señor te mira, te habla mediante su Palabra y ora al Padre por nosotros.
El amor que le tenemos a nuestro Amigo nos llevará a ver que todos somos misioneros y con la ayuda de nuestros santos patronos de las misiones, Santa Teresita de Lisieux y San Francisco Javier, podremos ser luz en nuestras familias, en la escuela, en el barrio, en nuestras parroquias. Por más pequeña que sea la actitud de luz, ese aporte es importante porque nadie puede realizar lo que Dios dispuso solo para nosotros. Es entonces nuestra responsabilidad hacerla crecer, y ¡qué mejor que en la misión!, en la misión diaria y concretarla en hechos, por ello quiero invitarte a la cooperación misionera. Para ello colocar en un lugar visible una caja con carteles indicadores. Además integrar a todo el curso utilizando un globo terráqueo y en él indicar los países considerados tierras de misión. De esta manera integraremos conocimientos adquiridos en el aula.
¿Cómo puedo ser misionero si soy un niño?
Una vez identificados podemos investigar para conocer más acerca de ellos y así adentrarnos en su raza, lengua, costumbres, alimentación, necesidades, etc. Todo ello puede sernos de utilidad a la hora de concluir con una oración donde daremos gracias por el aporte económico que cada uno aportó y pediremos por nuestros hermanos que viven diferentes experiencias de vida en otros países y continentes.
Si les surge esta pregunta, El nos da la respuesta “Vengan a
No olvidar cada día dedicar 10 minutos de Adoración por la Misión.
El te invita a colaborar en su tarea: lee el Evangelio de Mateos 28,19 “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”.
Camino a la Santidad
Venerable María Antonia de San José
«Mama Antula» Nota de Redacción Nació en 1730 en Santiago del Estero, y murió en Buenos Aires el 7 de mazo de 1799. El 2 de julio de 2010 el papa Benedicto xVI reconoció que la Sierva de Dios practicó las virtudes cristianas en grado heroico y la proclamó Venerable. Sor María Antonia de Paz y Figueroa (Mama Antula), fue una figura femenina de relevante protagonismo espiritual y social en tiempos coloniales. A los 17 años, recibió la túnica negra, hábito de San Ignacio de manos de los Padres Jesuitas residentes en Santiago del Estero. Pasó a residir en el Convento de Belén en la ciudad de Santiago del Estero, donde se dedicó a la oración y a la disciplina espiritual, además de ayudar a los pobres y a los enfermos. A raíz de la expulsión de los Padres Jesuitas por orden de Carlos III decayó la práctica de los Ejercicios Espirituales según el método de San Ignacio de Loyola, razón por la cual María Antonia decide promover nuevamente esta práctica piadosa. Por ello visitó numerosos pueblos y ciudades en las provincias de Ca-
tamarca, La Rioja, Salta, Jujuy, Tucumán, Córdoba y San Luis. Se la vio por todas partes como un signo de Dios con la cruz por báculo, pobre y abnegada, confiada en la providencia de Dios y sufriendo mil contradicciones por ser fiel a su misión. Empujada por este celo sin fronteras, a fines del año 1779 llegó a Buenos Aires tras un viaje realizado a pie y solicitó permisos al Obispo y al Virrey para instalar una casa donde se practicaran los Ejercicios Espirituales. El 7 de abril de 1795 funda la Sociedad Hijas del Divino Salvador, Santa Casa de Ejercicios, que hoy perdura en la intersección de la avenida Independencia y Salta. Antes de su muerte, ocurrida en 1799, unas 70 mil personas habían hecho los ejercicios allí. Y en el siguiente siglo lo harían personajes históricos como Liniers, Saavedra, Belgrano, Castelli, Moreno, Rivadavia y más tarde Rosas, Alberti y Mitre. Falleció el 7 de marzo de 1799 y en señal de humildad fue enterrada en la Iglesia de la Piedad, en la ciudad de Buenos Aires, sin ataúd ni epitafio alguno, revestida con el hábito negro y un rosario al cuello. Las hermanas de la Congregación,
en previsión futura y para localizar la sepultura, le colocaron un leño de ñandubay como almohada. En el mes de junio de este año, Monseñor Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje y vicepostulador de la causa de canonización, dialogó con AICA sobre los avances. Anunció que la Junta Médica, integrada por seis profesionales, “manifestó que la ciencia no puede dar explicaciones frente al supuesto milagro”, (curación de una religiosa gravemente enferma, que en el año 1900 le había rezado a la mujer pidiendo su intercesión ante Dios para que obrara el milagro de su sanación). “Esto, sin duda, nos abre un camino muy esperanzador hacia la beatificación”, sentenció el prelado. “Ahora queda esperar que la congregación ponga fecha para la reunión de la Comisión de Teólogos y luego para el encuentro de obispos y cardenales, y una vez terminado el proceso, que el papa Francisco firme el decreto autorizando la beatificación”, completó el obispo. Mama Antula, mujer firme en el espíritu, madre espiritual del Cura Brochero, es una de las perlas criollas de esta tierra que nos invita a ir más allá de las fronteras, con ardor y entrega misionera.
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«Jesús llamó a su lado a los que quiso, para que estuvieran con él y para enviarlos» (Cf. Mc 3, 13-14)
P. Luciano Lonardi ¡Hola, queridos hermanos! Soy Luciano Lonardi, tengo 28 años y desde el 19 de septiembre de 2014, por pura gracia de Dios, sacerdote de la Iglesia Católica. Provengo de la parroquia “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro” de Larroque, una pequeña ciudad de mi querida Diócesis de Gualeguaychú. Ingresé al Seminario Mayor Diocesano “María, Madre de la Iglesia” en el año 2006.
“Jesús llamó a su lado a los que quiso” ésta ha sido siempre la inquietud de mi vocación: ¿Qué hace que alguien quiera dejarlo todo para consagrarle su vida a Jesús y a Su Iglesia? La respuesta la encuentro, siempre de nuevo, en el misterio del amor misericordioso y gratuito de Dios, que llama y atrae hacia sí a quién quiere, cómo quiere, cuándo quiere y que brota de un encuentro personal con Cristo. Cuando el amor de Jesús se pone por encima de todo y de todos, ya no queda nada más que hacer, sólo rendirse a este amor más grande, abandonarse a él a pesar de la propia miseria y pequeñez, ser audaz y decir Sí, confiando en que el Señor completará la obra que él mismo ha comenzado. Tener esta certeza ha sido esencial para seguir adelante en los momentos de debilidad y de cruz.
“Para que estuvieran con él” El seminario para mí, más que un lugar, ha sido un tiempo para estar con Jesús , para enamorarme y fascinarme de su propuesta, un tiempo de discernimiento de la propia vocación y conocimiento de mí mismo. Tiempo para identificarme con Su Corazón de Buen Pastor, para asimilar sus sentimientos: su mansedumbre y humildad, su compasión y misericordia, su celo por las cosas del Padre, su predi-
lección por los pobres. Tiempo para conocer, amar y sentir con Su Iglesia, en sus rostros concretos. En la oración, en cada encuentro con mis hermanos (y desencuentros, que también los hubo), en las tareas pastorales, progresivamente fui profundizando el llamado de ser pan partido para la vida del mundo y en el descubrimiento de que la verdadera forma de realizarme plenamente como hombre es vivir la propia existencia como un servicio para los demás, a la manera de Cristo. La Eucaristía, la Palabra de Dios, la tierna devoción a la Madre de Dios, la formación intelectual y la alegría de vivir el espíritu evangélico, es decir, la experiencia de vivir como una comunidad de hermanos, de discípulos del Señor, son los pilares que el seminario me ha ofrecido para crecer como persona para servir como pastor.
“Para enviarlos…” Todos los días agradezco la singular gracia que es haber sido llamado por Jesús a continuar Su misión , a vivir esta existencia de una manera tan particular. Yo puedo dar testimonio de que en mi vida se ha cumplido la promesa contenida en las palabras del Maestro: en el seminario he
encontrado aquellos hermanos, casa, familia, madre, padre, que el Señor ha prometido ya en esta vida para los que lo seguimos. El seminario para mí ha sido y aún hoy es mi casa, la casa de Cristo, donde habita María . Allí he aprendido a amar, con sus luces y sombras, a esta gran familia que es la Iglesia. Allí he comprendido que los que fuimos llamados por el Señor y experimentamos en nuestra vida la alegría de su amor redentor, somos enviados a proclamarla a todos. Una gran alegría no puede quedar para uno mismo, es necesario transmitirla. Lo que hemos visto y oído debemos comunicarlo, ¡porque el amor de Cristo nos apremia! La verdadera alegría del discípulo misionero está en descubrir y desplegar esta realidad misteriosa: hacer presente con el testimonio alegre y entusiasta de la propia vida, la Vida Nueva que Cristo nos ha venido a regalar, vida de Hijos y Hermanos. Sí, no hay mayor don que éste: ser presencia del corazón de Jesús, que arde en deseos de encontrarse con cada persona. A todos les deseo redescubrir en el propio llamado la voz amorosa de Cristo que nos atrae hacia sí con el fin de que, junto a él y a nuestros hermanos, podamos llevar a todos su mensaje de libertad, de misericordia, de alegría y de vida en abundancia. Dios los bendiga+
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La congregación de las Hermanas Misioneras de la Consolata fue fundada el 29 de enero de 1910 en Turín, Italia, por el beato José Allamano. En la Argentina las misioneras de la Consolata están presentes desde el 20 de junio de 1951. Muchas de ellas han ofrecido su vida en el servicio misionero en varias diócesis: San Isidro, Formosa, San Rafael y San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña.
Entrevista realizada por Ecos Misioneros, OMP y Radio María. Origen de la vocación
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Joan Agnes Matimu es de Kenya y superiora provincial de las Misioneras de la Consolata, reside en la localidad bonaerense de Moreno, Argentina.
Una hermana de la consolata, que trabajaba en Kenia con mis padres en los encuentros matrimoniales, me regaló un librito que hablaba de una hermana misionera que antes de consagrarse había participado de unos funerales de otra religiosa que había fallecido a los 26 y era estudiante de medicina, en aquel momento se dijo “cuando termine mi carrera quiero ir a áfrica a tomar el lugar de esta hermana que falleció y ejercer como médica en un hospital para niños pobres y así lo hizo. Cuando se recibió Prisca, así se llamaba, llegó a Kenia a un hospital que aún existe cerca de Nairobi, pero lamentable-
mente a los 40 años muere en un accidente y cuando leí su historia me dio mucha tristeza y pensé “ella no vivió su misión ni la misión de la otra misionera”. Ahí es cuando pensé no soy médica pero puedo ser enfermera u otra cosa y tomar su lugar donde el Señor me pida y ahí decidí ser Misionera de la Consolata.
¿Dónde fue su formación? La primera parte fue en mi país Kenia, luego estuve un año de experiencia misionera en Tanzania , más tarde viajé a Italia donde estudié 5 años Psicología y de allí me enviaron a Argentina, ya hace 7 años que estoy aquí.
Consagradas de por vida a las misiones
¿ Qué familiares tiene en Africa? Mis padres, mis hermanos que son todos varones y son 9 en total. Uno de ellos falleció hace cinco años y yo soy la única mujer, mis papas y mis hermanos me acompañaron y dejaron seguir mi camino y están contentos con mi vocación. África recibe misioneros constantemente, ¿Cómo vive Usted esto de ser africana misionando en Argentina? Lo que llegó mucho a mi corazón siempre fue pensar, cuando veía a los misioneros que llegaban a mi pueblo africano, que ellos habían dejado familia, amigos, su lugar y también gente que necesitaban escuchar el mensaje. Y ahora vivo esta vocación misionera ad gentes porque nosotras sentimos un llamado a salir de nuestra tierra a encontrarnos con las personas que todavía no escucharon la buena nueva.
¿Cómo fue su reacción cuando le dijeron que viajaba a Argentina? Cuando me lo comunicó mi superiora le conté a mis amigos y me decían ¿Para que ir a misionar allí si el 90 % son católicos por-
que no te quedas en tu país que tiene mayor necesidad?, a lo que respondí yo quiero ir a ver si es verdad el 90 % (se ríe); y al llegar pude comprobar que hay muchísimos que están bautizados pero muchos más aún no conocen que significa experimentar este amor personal, profundo de Jesús y esperan a alguien que les pueda contar con palabras, ejemplos y testimonios. Por eso considero que también aquí es tierra de misión ya que hay mucha gente que espera tener esa experiencia de la Consolación de Dios.
En estos 7 años la misión ¿está dando sus frutos? Creo que sí, porque siempre digo que cada día que una persona se va a descansar con paz, sintiendo que
alguien lo quiere, sintiéndose contenido, creo que eso es Misión. Cuando soñaba con ser misionera pensaba en grandes conversiones pero a mi llegada al país estuve un año en el impenetrable chaqueño con los wichis y en una comunidad altamente evangélica aunque aprendimos mucho mutuamente luego tres años en Mendoza en un colegio y centrando mi misión en las familias con sus problemáticas actuales con jóvenes que se sienten muy solos y allí también sentí que eso era Misión, no hablamos de ad gentes pero es hablar del compartir un Jesús que no conocían; un Jesús que es amor, perdón, amigo y camina a nuestro lado. Por eso podríamos decir que de algún modo es misión ad gentes. Por otro lado sentimos que hay en la Iglesia de Argentina una necesidad de despertar a esta Misión porque todos somos misioneros.
Para finalizar Joan nos comparte que el pasado 23 de mayo fue beatificada sor Irene Stefani, una de las primeras misioneras de la Consolata. Irene nació en Anfo, Brescia (Italia), el 22 de agosto de 1891 y falleció a los 39 años de edad, el 31 de octubre de 1930, en Ghekondi (Kenya), víctima de la peste que adquirió asistiendo a enfermos con ese mal. La ceremonia de beatificación tuvo lugar en la ciudad de Nyeri, Kenya.
La casa provincial está en la localidad de Moreno: correo electrónico: consoregab@gmail.com . Actualmente están presentes en las diócesis de Merlo-Moreno, Mendoza y Orán. También misionan en la diócesis de Potosí, Bolivia.+
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Misión... en un país insular Entrevista realizada por Ecos Misioneros, OMP y Radio María ¿Cuál es el carisma de Uds. Padre Raúl? El nombre correcto de la comunidad, que es conocida como vicentinos, es Congregación de la Misión, nace a principios del siglo xVII, de allí deriva el carisma ya que la mirada que tuvo Vicente de Paul al fundar, fue atender a los pobres misionando y la formación del clero.
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¿Cuándo fue su primera misión? Mi primera misión fue hace 17 años, yo me ofrecí como voluntario misionero y el destino fue Mozambique, áfrica, donde estuve 9 años. La misión era la formación de nuestros propios candidatos, estuve cinco años en la formación, y también trabajo en parroquias rurales que en una Mozambique de posguerra era muy difícil de trabajar.
El Padre Raúl Castro, Sacerdote Vicentino, nació en Luján, provincia de Buenos Aires. lleva 30 años en la Comunidad Vicentina y 25 años de sacerdote, su formación fue en San Miguel y desde hace 4 años está en Salomón, Oceanía.
¿Podríamos decir que tenemos que tener la mirada puesta en Oceanía por la falta de misioneros? Si, es correcta la apreciación, a veces se nos pasa por alto una cuestión de tipo histórico y es que debido a la situación geográfica de Oceanía es muy difícil llegar a determinados puntos y por lo cual el cristianismo ha llegado bastante tarde. El cristianismo que llega a este continente no es el de los Apóstoles, ni de los primeros padres, ni siquiera el escolástico, será el cristianismo que llega después de los grandes viajes de los europeos a través
del mundo, por ejemplo la presencia católica en el lugar donde estoy trabajando tiene apenas un poco más de 100 años. Se dice que Salomón, Vanuatu, Nueva Caledonia y Papúa Nueva Guinea, que son el grupo que conforman el área llamada melanesia, es el último lugar donde el catolicismo ha llegado.
se necesita continuar trabajando en estos momentos estoy también a cargo de unos jóvenes nativos que entusiasmados con el carisma vicentino quieren unirse a nuestra comunidad.
Qué camino de Dios estar en la Misión Ad gentes y ser nombrado formador, ¿no? Háblenos de la figura del misionero y mártir San Pedro Chanel Como los primeros misioneros católicos en llegar son los padres maristas, comunidad que nace en el siglo xIx en Francia, una congragación muy mariana y puestos bajo el amparo de María. Es interesante
Es un desafío porque el ser formador nos compromete de una manera diferente, no digo especial o mejor que en otras pastorales. El estar atento a los procesos formativos de cada persona, atentos a determinados condicionamientos culturales porque imaginarán que Salomón no es Buenos Aires ni tampoco Mozambique. Cada cultura tiene sus particularidades y sus trazos.
¿Y cómo es Salomón Padre? conocer que esta comunidad para ser aprobados por la autoridad pontificia se los condicionó diciéndoles que serían aprobados si aceptaban trabajar en Oceanía y Pedro Chanel es uno de los primeros en llegar y ofrece su vida como mártir. Entonces la presencia de Pedro Chanel y de otros mártires menos conocidos es muy fuerte en Oceanía.
¿Luego De estos años de experiencia en Salomón piensa continuar allí con la misión? El horizonte está bastante abierto,
Una pauta pueden tenerla con que el catolicismo llegó hace poco tiempo, entonces uno de los desafíos que tenemos en la formación es la falta de una tradición sacerdotal. Les cuento que el primer sacerdote originario de Salomón fue
ordenado en 1966 podríamos decir que la primera vocación y el primer sacerdote de mi congregación (vicentino) se ordenó hace un año. Para describir el lugar es un grupo de Islas, tenemos mucho mar el pacífico es muy grande por lo que una de las actividades propias es ser pescador , la gente que vive en el interior de las islas al ser las tierras fértiles pueden trabajar cultivando sus quintas, chacras, etc. Muchos me preguntan ¿Salomón es un lugar muy pobre?, y depende de lo que entendamos por pobreza podemos decir que sí. La pobreza, a diferencia de lo que vi en áfrica donde falta comida, aquí el mar es muy generoso la tierra fértil por lo tanto quien tenga la voluntad de salir a pescar y cultivar no padecerá hambre. Además el sistema de comunidad es muy fuerte y si alguien tiene alguna necesidad los clanes se ocuparán de asistirlo. Entonces si nos preguntamos por donde pasa la pobreza diría por la educación Como promover la dignidad humana desde la educación fomentar y favorecer proyectos educativos siempre es un camino que tenemos como Iglesia para trabajar
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Pbro. Horacio Varela Roca
La Formación
que fortalece 52
E
n su corazón, muchos misioneros se preguntan sobre el sentido de su misión y qué significa ser enviados. Hace muchos siglos atrás, un pensador explicaba los distintos modos de envío. Decía: “El hecho de que alguien sea enviado revela que el enviado procede de alguna manera de quien lo envía, bien sea por modo de mandato, que es como el Señor envía al siervo; bien por modo de consejo, y así se dice que el consejero envía al rey a la guerra; o también por modo de origen, como al decir que el árbol envía o emite la flor” . Para los misioneros cristianos sólo cabe el modo de origen, como dice Jesús en el Evangelio: “Yo soy la vid y ustedes los sarmientos” . La actividad que realizan los enviados por todo el mundo es un resultado del amor de Dios, es un fruto de la planta, que es Cristo. Nada se hace separado de él, y en todos está la presencia del Señor.
Para evangelizar, ¿hace falta formación? Si tenemos que transmitir algo, necesitamos de las herramientas necesarias para esa comunicación. La misión de la Iglesia se realiza movida por la gracia y el amor del Espíritu Santo, y la hace concreta a través de gestos, palabras y actitudes de vida. Hay un aspecto vital en la misión que está contenido en la misma gracia con la que Dios obra en los misioneros. Este don no se puede adquirir de ninguna manera. El Señor lo da y lo sostiene, como la savia de la planta alimenta a cada rama, a cada flor y a cada fruto que surge de ella. Para la transmisión del mensaje de salvación el misionero necesita estar preparado. Una tarea nada fácil, porque su objetivo es más
profundo que el de cualquier otra profesión u oficio. Según el Documento de Aparecida es evangelizar sobre “el amor de plena donación” , el eje cultural “radical” de una nueva sociedad. Un misionero se alimenta de dos fuerzas: la de Dios y la de su formación. Ambas son del Señor, pues dice la escritora chilena Gabriela Mistral (1889-1957): “La educación es, tal vez, la forma más alta de buscar a Dios” .
¿En qué se debe formar un misionero? Es imposible dar un programa que se aplique de igual manera en todas partes del mundo. Apenas podremos encontrar contenidos mínimos en una misma región. Las condiciones ambientales y culturales son distintas, y deben ser tenidas en cuenta para una buena
medio, que la informática y su vínculo a través de Internet. Obras Misionales Pontificias de Argentina viene realizando un servicio de formación constante a los misioneros del Cono Sur. Junto a los temas pastorales, acompañando la tarea de los Obispos, Clero, Religiosos y laicos, se ocupa de mantener la llama viva de la misión en la Iglesia que peregrina por estas tierras, y ayudar a la inmensa misión “ad gentes” . formación junto a los contenidos catequéticos indispensables. Pero es factible plantear ejes sobre los cuales elaborar una formación adaptada a las distintas situaciones. El primer eje es la humanidad. El misionero debe conocer al hombre en profundidad, contemplar la maravillosa obra de Dios que son los todos los hombres. Así enseñaba Mahatma Gandhi (1869-1948): “La verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo. ¿Qué otro libro se puede estudiar mejor que el de la Humanidad?” El segundo eje es la cultura en todos sus aspectos. La cultura es la forma cómo un conjunto de personas, pueblos y habitantes regionales, miran la realidad del Universo. Es el modo como entienden las tres dimensiones de la realidad: Dios, el hombre y el cosmos. Un tercer eje es la comunicación, tanto la verbal como la no verbal. En la primera se debe conocer la lengua, y todas las formas de expresión oral y escrita. La no verbal es el gesto, la actitud adecuada y significativa.
Un misionero jamás deberá considerar la formación como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber. Nunca se debe olvidar que mientras mayor es la isla del conocimiento, más grandes son las riberas del asombro. Como diría el Papa Francisco, el misionero “debe dejarse sor prender por Dios”.
La novedad contemporánea Cada tiempo tiene su estilo y su aspecto novedoso en la formación de los contemporáneos. En nuestra época ha surgido un poderoso
Tiene su página por Internet, que se actualiza constantemente, no solamente con información, sino con formación y con belleza, mediante diseño, imágenes y todo lo que pueda contribuir al entusiasmo misionero. Ahora ha iniciado, por primera vez, la Escuela de Formación Misionera a Distancia, de tal manera que los que tienen vocación misionera no tengan que trasladarse para prepararse, reunirse y encontrar aliento comunitario.
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Familia en
misión
Nestor Corvalán
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Silvia: Su lugar de catequesis fue la Parroquia Nuestra Señora del Carmen (Congregación carmelita) y el colegio Inmaculada Concepción (Congregación Hnas Azules de Castex) en Lomas de Zamora, donde se inicia en su actividad misionera visitando barrios y siendo catequista en la capilla Nta Sra. de Lourdes perteneciente a la parroquia. Néstor: Su lugar de recibir la catequesis fue en la Parroquia Sagrada Familia (hoy Basílica Santuario de la Sagrada Familia de Nazareth) en Banfield, donde perteneció a la Santa Infancia (a los 6 años), como joven participó en Acción Católica para luego pertenecer a la Legión de María donde inicia su actividad de visitas domiciliarias barrial.
A
mbos hicimos los estudios con sueños de futuro en lugares diferentes y en la cena del día de la primavera en el Instituto Euskal Echea (con sacerdotes franciscanos), organizada por la Unión de Padres, nos conocemos al compartir la misma mesa. Uno de los sacerdotes que nos acompañaba (profesor de Néstor), nos presentó el futuro pidiendo que si llegábamos a formalizar como pareja no nos olvidáramos de él. Así fue, que el día 15 de agosto en la Eucaristía celebrada por el P. Pedro zubeldía, nos comprometimos bajo el amparo de María como Madre Espiritual. En la misma Capilla del colegio Euskal Echea en una misa nupcial, el 7 de abril de 1973, el P. Pedro bendijo nuestra unión matrimonial. Ambos continuamos los estudios hasta recibirnos (Silvia de profesora y Néstor de médico). Empezamos a crecer como familia con el nacimiento de Gabriel, seguido con el nacimiento de Verónica y luego el de Silvina, como matrimo-
nio fuimos bendecidos por muchas alegrías, sin embargo superamos con fe muchas adversidades que nos permitió unirnos más. La misión hacia el interior de la familia fue importante en la catequesis de nuestros hijos, intentando siempre dar el mejor ejemplo como cristianos, enseñándoles sus primeras oraciones y valores de solidaridad, amor al prójimo, estar al servicio del otro, como también apuntalar y fortalecer la fe en los momentos críticos vividos. Como médico al comenzar a trabajar en una comunidad para adictos, (de la Legión de María) concurríamos como familia a la misma para acompañar a los jóvenes a la misa dominical en la parroquia de Alejandro Korn, luego de regreso a la comunidad mientras Néstor realizaba la actividad terapéutica, Silvia les enseñaba, jardinería, huerta y les ayudaba en la cocina, Silvina siendo pequeña era la hermanita que les hacía lio, mientras Gabriel y Verónica compartían charlas con los jóvenes. Como a los chicos en
carmelita, un domingo al finalizar la Santa Misa el párroco el P. Antonio Verdugo comentó la necesidad de un matrimonio para la catequesis, nuevamente sentimos el llamado a una nueva misión y hasta hoy nos desempeñamos como matrimonio guía en la catequesis familiar para acompañar a los jóvenes. Con el grupo misionero participamos en varias actividades en la parroquia y también en la comunidad de la diócesis de Lomas de zamora. Néstor continúa como animador de IAM y como ministro acompañando al párroco. tratamiento nunca habían festejado sus cumpleaños se le organizaban en el lugar fiestas para que pudiesen disfrutar el compartir en familia. Así como se les acompañaba en las tareas escolares, también se les daba catequesis, lo que llevo a que muchos recibieran sus primeros sacramentos. Después de la epidemia de cólera, comenzamos a colaborar con el hospital de El Sauzalito en el impenetrable (Chaco), así se formó el grupo misionero compuesto por nuestros hijos y un grupo de jóvenes, y en Semana Santa de 1996, llegamos por 1ª vez a la parroquia de San Francisco Solano en el Sauzalito. El monte nos atrapó, pues hasta la fecha continuamos viajando a El Sauzalito, 3 Pozos, El Tartagal (Tapalis) y otros parajes para acompañar en la actividad de la parroquia del lugar en sus barrios y parajes. En El Tartagal (Chaco), en 6 oportunidades distintas durante el mes de enero, convivimos con los habitantes del lugar. También viajamos
todos los años, en el mes de julio, para acompañar en las fiestas patronales a las comunidades de El Tartagal y El Sauzalito, así como también, en otras oportunidades viajamos para Semana Santa y Pascua. Cabe destacar que en cada viaje Néstor se desempeñó como médico asistiendo a la comunidad criolla y wichi, mientras que Silvia junto al resto del grupo visitaba a las familias del poblado y las dispersas en el monte. Por las tardes los jóvenes realizaban actividades con los niños en la capilla. En muchas oportunidades, cuando no había sacerdotes presentes en el poblado, se llevaron a cabo celebraciones dado que Néstor es Ministro extraordinario de la comunión. En nuestra parroquia, Santa Rosa de Lima (Lomas de zamora) de la comunidad
A nivel parroquial y diocesano estamos trabajando para fomentar y ayudar a que las familias tomen conciencia que son misioneras. A nivel de la región pastoral Buenos Aires estuvimos colaborando para la realización de encuentros de familias en misión, también estuvimos dispuestos a acompañar y visitar familias misioneras en otras diócesis del país, como también nos mantenernos en contacto con familias con las que hemos compartido encuentros fuera del país (Colombia, Panamá, Brasil, Ecuador, Venezuela entre otros)
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Mensaje del Santo Padre Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones 2015
Jornada Mundial de las
Mi si o ne s 2 015 Queridos hermanos y hermanas: La Jornada Mundial de las Misiones 2015 tiene lugar en el contexto del Año de la Vida Consagrada, y recibe de ello un estímulo para la oración y la reflexión. De hecho, si todo bautizado está llamado a dar testimonio del Señor Jesús procla56 mando la fe que ha recibido como un don, esto es particularmente válido para la persona consagrada, porque entre la vida consagrada y la misión subsiste un fuerte vínculo. El seguimiento de Jesús, que ha dado lugar a la aparición de la vida consagrada en la Iglesia, responde a la llamada a tomar la cruz e ir tras él, a imitar su dedicación al Padre y sus gestos de servicio y de amor, a perder la vida para encontrarla. Y dado que toda la existencia de Cristo tiene un carácter misio-
nero, los hombres y las mujeres que le siguen más de cerca asumen plenamente este mismo carácter. La dimensión misionera, al pertenecer a la naturaleza misma de la Iglesia, es también intrínseca a toda forma de vida consagrada, y no puede ser descuidada sin que deje un vacío que desfigure el carisma. La misión no es proselitismo o mera estrategia; la misión es parte de la “gramática« de la fe, es algo imprescindible para aquellos que escuchan la voz del Espíritu que susurra «ven« y «ve«. Quién sigue a Cristo se convierte necesariamente en misionero, y sabe que Jesús «camina con él, habla con él, respira con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 266). La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, es una pasión por su pueblo. Cuando nos detenemos ante Jesús crucificado, reconocemos todo su amor que nos dignifica y nos sostiene; y en ese mismo momento percibimos que ese amor, que nace de su corazón traspasado, se extiende a todo el pueblo de
Dios y a la humanidad entera; Así redescubrimos que él nos quiere tomar como instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado (cf. ibid., 268) y de todos aquellos que lo buscan con corazón sincero. En el mandato de Jesús: «id« están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia. En ella todos están llamados a anunciar el Evangelio a través del testimonio de la vida; y de forma especial se pide a los consagrados que escuchen la voz del Espíritu, que los llama a ir a las grandes periferias de la misión, entre las personas a las que aún no ha llegado todavía el Evangelio. El quincuagésimo aniversario del Decreto conciliar Ad gentes nos invita a releer y meditar este documento que suscitó un fuerte impulso misionero en los Institutos de Vida Consagrada. En las comunidades contemplativas retomó luz y elocuencia la figura de santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones, como inspiradora del vínculo íntimo de la vida contemplativa con la misión. Para muchas congregaciones religiosas de vida activa el anhelo misionero que surgió del Concilio Vaticano II se puso en marcha con una apertura extraordinaria a la misión ad gentes, a menudo acompañada por la acogida de hermanos y hermanas provenientes de tierras y culturas encontradas durante la evangelización, por lo que hoy en día se puede hablar de una interculturalidad generalizada en la vida consagrada. Precisamente por esta razón, es urgente volver a proponer el ideal de la misión en su centro: Jesucristo, y en su exigencia: la donación total de sí mismo a la proclamación del Evangelio. No puede haber ninguna concesión sobre esto: quién, por la gracia de Dios, recibe la misión, está llamado a vivir la misión. Para estas personas, el anuncio de Cristo, en las diversas periferias del mundo, se convierte en la manera de vivir el seguimiento de él y recompensa los muchos esfuerzos y privaciones. Cualquier tendencia a desviarse de esta vocación, aunque sea acompañada por nobles motivos relacionados con la mu-
chas necesidades pastorales, eclesiales o humanitarias, no está en consonancia con el llamamiento personal del Señor al servicio del Evangelio. En los Institutos misioneros los formadores están lla- 57 mados tanto a indicar clara y honestamente esta perspectiva de vida y de acción como a actuar con autoridad en el discernimiento de las vocaciones misioneras auténticas. Me dirijo especialmente a los jóvenes, que siguen siendo capaces de dar testimonios valientes y de realizar hazañas generosas a veces contra corriente: no dejéis que os roben el sueño de una misión auténtica, de un seguimiento de Jesús que implique la donación total de sí mismo. En el secreto de vuestra conciencia, preguntaos cuál es la razón por la que habéis elegido la vida religiosa misionera y medid la disposición a aceptarla por lo que es: un don de amor al servicio del anuncio del Evangelio, recordando que, antes de ser una necesidad para aquellos que no lo conocen, el anuncio del Evangelio es una necesidad para los que aman al Maestro. Hoy, la misión se enfrenta al reto de respetar la necesidad de todos los pueblos de partir de sus propias raíces y de salvaguardar los valores de las respectivas culturas. Se trata de conocer y respetar otras tradiciones y sistemas filosóficos, y recono-
58 cer a cada pueblo y cultura el derecho de hacerse de la vida cotidiana y en la renuncia de todo poder ayudar por su propia tradición en la inteligencia del misterio de Dios y en la acogida del Evangelio de Jesús, que es luz para las culturas y fuerza transformadora de las mismas.
para convertirse en hermanos y hermanas de los últimos, llevándoles el testimonio de la alegría del Evangelio y la expresión de la caridad de Dios.
Para vivir el testimonio cristiano y los signos del Dentro de esta compleja dinámica, nos pregunta- amor del Padre entre los pequeños y los pobres, las mos: «¿Quiénes son los destinatarios privilegiados personas consagradas están llamadas a promover, del anuncio evangélico? «La respuesta es clara y en el servicio de la misión, la presencia de los fiela encontramos en el mismo Evangelio: los po- les laicos. Ya el Concilio Ecuménico Vaticano II bres, los pequeños, los enfermos, aquellos que a afirmaba: «Los laicos cooperan a la obra de evanmenudo son despreciados y olvidados, aquellos gelización de la Iglesia y participan de su misión que no tienen como pagarte (cf. Lc 14,13-14). La salvífica a la vez como testigos y como instrumenevangelización, dirigida preferentemente a ellos, tos vivos» (Ad gentes, 41). Es necesario que los es signo del Reino que Jesús ha venido a traer: misioneros consagrados se abran cada vez con «Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y mayor valentía a aquellos que están dispuestos a los pobres. Nunca los dejemos solos» (Exhort. ap. colaborar con ellos, aunque sea por un tiempo liEvangelii gaudium, 48). Esto debe estar claro es- mitado, para una experiencia sobre el terreno. Son pecialmente para las personas que abrazan la vida hermanos y hermanas que quieren compartir la voconsagrada misionera: con el voto de pobreza se cación misionera inherente al Bautismo. Las casas escoge seguir a Cristo en esta preferencia suya, no y las estructuras de las misiones son lugares natuideológicamente, sino como él, identificándose con rales para su acogida y su apoyo humano, espirilos pobres, viviendo como ellos en la precariedad tual y apostólico.
Las Instituciones y Obras misioneras de la Iglesia están totalmente al servicio de los que no conocen el Evangelio de Jesús. Para lograr eficazmente este objetivo, estas necesitan los carismas y el compromiso misionero de los consagrados, pero también, los consagrados, necesitan una estructura de servicio, expresión de la preocupación del Obispo de Roma para asegurar la koinonía, de forma que la colaboración y la sinergia sean una parte integral del testimonio misionero. Jesús ha puesto la unidad de los discípulos, como condición para que el mundo crea (cf. Jn 17,21). Esta convergencia no equivale a una sumisión jurídico-organizativa a organizaciones institucionales, o a una mortificación de la fantasía del Espíritu que suscita la diversidad, sino que significa dar más eficacia al mensaje del Evangelio y promover aquella unidad de propósito que es también fruto del Espíritu.
9,16). El Evangelio es fuente de alegría, de liberación y de salvación para todos los hombres. La Iglesia es consciente de este don, por lo tanto, no se cansa de proclamar sin cesar a todos «lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos» (1 Jn 1,1). La misión de los servidores de la Palabra obispos, sacerdotes, religiosos y laico- es la de poner a todos, sin excepción, en una relación personal con Cristo. En el inmenso campo de la acción misionera de la Iglesia, todo bautizado está llamado a vivir lo mejor posible su compromiso, según su situación personal. Una respuesta generosa a esta vocación universal la pueden ofrecer los consagrados y las consagradas, a través de una intensa vida de oración y de unión con el Señor y con su sacrificio redentor.
Mientras encomiendo a María, Madre de la Iglesia La Obra Misionera del Sucesor de Pedro tiene un y modelo misionero, a todos aquellos que, ad genhorizonte apostólico universal. Por ello también tes o en su propio territorio, en todos los estados 59 necesita de los múltiples carismas de la vida con- de vida cooperan al anuncio del Evangelio, os sagrada, para abordar al vasto horizonte de la envío de todo corazón mi Bendición Apostólica. evangelización y para poder garantizar una ade- Vaticano, 24 de mayo de 2015 - Solemnidad de cuada presencia en las fronteras y territorios alcan- Pentecostés zados. Francisco Queridos hermanos y hermanas, la pasión del misionero es el Evangelio. San Pablo podía afirmar: «¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!» (1 Cor
Queridos amigos: A días del 4to. Encuentro Nacional de Grupos Misioneros en Santiago del Estero, les hacemos llegar la última ficha de este camino preparatorio que compartimos a lo largo del año para seguir creciendo y dando pasos como comunidades misioneras que viven la alegría del Evangelio en nuestra Iglesia de Argentina. Deseamos que esta ficha, sea ocasión de encontrarnos desde la identidad que nos define como misioneros, desde el estilo de vida propio de Jesús al que somos llamados e invitados a llevar y proponer a los hermanos. Ser misioneros del Padre, vivir como Él, amando desde su corazón y uniéndonos en oración por los que van a participar del Encuentro, poniendo en común la riqueza de cada región del país, y rezando también por tantos otros que no participarán pero estarán en comunión espiritual en estos días, por los frutos de este 4ENGM.
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Equipo Organizador del 4to Encuentro Nacional de Grupos Misioneros Pontificia Obra de Propagación de la Fe
Ficha preparatoria Nº 4 En esta oportunidad los invitamos a ponernos en oración por el 4ENGM, con esta VIGILIA DE ORACIóN MISIONERA Sugerencias prácticas: Ambientar el lugar de la Vigilia, con imágenes de los patronos del Encuentro Nacional de GM: San Francisco Javier, Santa Teresita, San Francisco Solano, Beato Cura Brochero y la Venerable Mama Antula. Disponer de audio para escuchar música, las velas que representan a los cinco continentes, telas de los colores misioneros y una imagen con el logo del 4ENGM. Si en la Vigilia participan varios Grupos Misioneros o integrantes de la Pastoral Misionera, preparar carteles con los nombres de los grupos/integrantes de pastoral misionera para utilizarse en uno de los momentos de la Vigilia. Designar dos lectores, si es posible de distinto género, para la conducción de la Vigilia, así como los responsables de cada signo.
Tener una planta que sirva para ornamentar y para utilizar en un signo concreto. Contar con corazones en cartulina para escribir algo en ellos y biromes o fibrones. Varias copias de la Oración del 4ENGM Int ro d ucció n: Lector 1: La Iglesia misionera de Argentina, en parte expresada en su realidad de los Grupos Misioneros, se reúne el 10, 11 y 12 de octubre en la diócesis de Santiago del Estero, a vivir y celebrar la alegría del Evangelio queriendo ser una auténtica Iglesia en salida. Comenzamos esta Vigilia de Oración poniéndonos en presencia del Señor: en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Lector 2: Los bautizados, misioneros por naturaleza, identificados en Cristo, se animan a dejarse primerear el corazón para salir al encuentro de los hermanos. Queremos detenernos a rezar como comunidad, en un mismo espíritu. Es la oración la fuente que alimenta,
junto a la Eucaristía, al misionero a ser más discípulo y a hacer más discípulos para el Reino. Lector 1: Ser "contemplativos en la acción" es una tarea diaria del misionero, la oración es la vitalidad que empuja, renueva, lanza al misionero en búsqueda del rostro del Señor, sumergido en medio del día a día, de las dificultades y de las alegrías. Les proponemos redescubrirnos en nuestra identidad de ser misioneros, ser de Cristo, reconociendo la huella que él ha dejado en nuestro corazón y que nos invita a decir con confianza como San Pablo “Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí” (Gal 2,20). Lector 2: “Misión, un estilo de vida” es el lema elegido para el 4to. Encuentro Nacional de Grupos Misioneros. Vivir la misión, es la meta y es el camino de cada uno de los bautizados. Que la vida sea misión es la tarea encomendada, es la premisa para salir al encuentro y allí primerear en el amor, porque fuimos primereados. Ser misioneros al estilo de Jesús, desde la identidad que nos es propia, desde la diversidad de dones, de carismas y desde la riqueza de la Iglesia plural de nuestro país. Signo: Proponemos que en el altar se coloquen sólo las telas y velas de los colores misioneros. Ingresa el logo del encuentro. Acompañamos este momento cantando la canción “Misión, un estilo de vida”
1º momento:
MISIÓN, ... Lector 1: ¿Qué es la misión? ¿Qué es misionar? ¿Es lo mismo ser misionero que ir a misionar? Cada uno de nosotros estamos llamados desde el bautismo a la misión, algunos en el sentido amplio del término y otros reciben el llamado más específico al Anuncio, haciendo que muchos otros conozcan a Cristo, lo amen y vivencien la alegría del Evangelio. La misión es la vida puesta al servicio del anuncio, la misión es llevar al mismo Jesús, a donde él necesite llegar.
tenemos ante Jesús crucificado, reconocemos todo su amor que nos dignifica y nos sostiene; y en ese mismo momento percibimos que ese amor, que nace de su corazón traspasado, se extiende a todo el pueblo de Dios y a la humanidad entera. Así redescubrimos que él nos quiere tomar como instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado (cf. ibíd., 268) y de todos aquellos que lo buscan con corazón sincero. En el mandato de Jesús, “id”, están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia. En ella todos están llamados a anunciar el Evangelio a través del testimonio de la vida; y de forma especial se pide a los consagrados que escuchen la voz del Espíritu, que los llama a ir a las grandes periferias de la misión, entre las personas a las que aún no ha llegado el Evangelio”. Signo: Lector 1: Porque sabemos que la misión es servicio, es vida entregada y es alegría por el encuentro que nos anima a salir hacia los otros, hacemos ingresar la imagen de San Francisco Javier y Santa Teresita, patronos de las misiones. Mientras acompañamos el momento cantando la primera estrofa y el estribillo de “Signos de esperanza”.
Queremos ser una Iglesia servidora del Señor Jesús el Dios hecho hombre, el profeta, el servidor. Una Iglesia de testigos, con mártires donde son protagonistas los pobres y hombre nuevo el pecador.
Signo de esperanza, causa de alegría con Santa María y un Jesús Pascual. La gente se siente siendo servidora que es transformadora de la sociedad. A cada intención decimos: Ayúdanos a ser tus testigos • Para que nos animemos a verte en el rostro de cada uno de nuestros hermanos…
Lector 2: El Papa Francisco, en su mensaje para la Jornada Mundial de las misiones de 2015, nos dice:
• Para que nos comprometamos con el anuncio del Reino, en cada una de nuestras realidades…
“La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, es una pasión por su pueblo . Cuando nos de-
• Para que descubramos la alegría en el servicio, y en el encuentro con las periferias de misión...
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Signo:
2º momento: Lector 1: Para hacer realidad la misión, cada uno de los misioneros asume el estilo, la forma de vida de Jesús, siempre decimos que queremos vivir como él, pero sabemos que no es tarea fácil, vivir como él vivió, sentir como él siente y amar como él ama, es la tarea de cada uno de los que seguimos a Cristo.
Lector 1: Ingresamos al altar la imagen del beato Cura Brochero. él vivió como un misionero, confiado y alegre haciendo la voluntad de Dios, entregando su vida a los más pobres y desfavorecidos.
Sintiéndonos elegidos, no por nuestras capacidades, ni nuestros talentos, sabiendo que quién, por la gracia de Dios, recibe la misión, está llamado a vivir la misión .
(Se pueden hacer ingresar también las imágenes de San Francisco Solano y Mama Antula, patronos “regionales” del 4ENGM)
un estilo...
Vivir la misión como estilo de vida, en nuestra comunidad en nuestro Grupo Misionero, implica reconocernos:
En el lugar de la vigilia, habrá corazones de cartulinas y lapiceras. Se invita a los participantes a escribir en el corazón aquello que como grupo los define en su Llamados: DIOS LLAMA, no somos evangelizadores por propia iniciativa. La llamada que hizo Jesús a sus identidad como misioneros moldeados por Cristo. apóstoles y discípulos para que fueran sus compañeros Los corazones también son dejados a los pies del altar. en el anuncio de la Buena Nueva a los hombres, especialmente a los más pobres, es la misma llamada que te Se acompaña el momento con el canto de las siguientes hizo a vos. Dios pone el misterio de la salvación en tus estrofas de la canción “Signo de Esperanza” . manos, llevás el tesoro en vasijas de barro.
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Enviados: el mismo Espíritu que ungió y envió a Jesús te ha ungido también a vos y te ha enviado. No te quedes sólo saboreando la unción, atrévete también a responder al envío. NO TENGAS MIEDO: no hablas por tu cuenta. Sos enviado a proclamar lo que Dios hizo en vos; lo que hizo en la historia de tantos hombres y mujeres salvados; lo que hizo resucitando a Jesús; lo que Dios quiere hacer con el mundo y los hombres de tu tiempo, a quienes continúa amando con amor entrañable de Padre. Lector 2: el estilo de vida misionera nos hace sabernos Unidos, la COMÚN-UNIóN ES UN REGALO: la unidad que estás llamado a mantener en tu trabajo pastoral y la comunión desde la que debes trabajar no son una simple estrategia, para ser más eficaz o para que te rinda más lo que haces. Antes que la unidad que vos conseguís con tu esfuerzo y con tu colaboración está la comunión que Dios regala. Esa comunión, regalada por Dios, es tu Iglesia, tu comunidad. Que seamos uno para que el mundo crea. Alegres: el Evangelio es noticia alegre. Viví y anuncia la alegría de la Salvación: Jesús te da la seguridad de que es posible. San Pablo sentía que nada ni nadie lo podría apartar del amor de Dios. Esa fuerza interior irresistible le hizo vencer todas las dificultades de la evangelización. (Extractos del texto “Sois mis testigos”. Pedro Jaramillo. 1999)
Queremos ser una Iglesia en comunidad, fraterna, porque la gente comparte fe y realidad. Con sencillez y alegría aprende a participar, como hacían los cristianos con Pedro, Santiago y Juan. Queremos ser una Iglesia que está siempre en oración, que alumbra toda la vida con la Palabra de Dios. Que celebra como pueblo la nueva alianza de amor, en la fiesta de la vida que es la cena del Señor. Queremos ser una Iglesia samaritana y cordial, que organiza la esperanza y la solidaridad. Donde el Espíritu Santo, Padre de los pobres, va suscitando los servicios, según la necesidad. Queremos ser una Iglesia que muestra el amor a Dios. Que sale a encontrar al hombre y lo abraza en su perdón, que consuela y acompaña, que agranda su corazón, a medida de la gente que sufre la situación.
3º momento:
...de VIDA Para comenzar este momento, ingresa la Palabra que va a ser proclamada. Se acompaña con un canto. Parábola de la Vid y los Sarmientos Evangelio según San Juan 15, 1-8.
Segunda: La fuerza de la comunidad y de su espiritualidad, conducida por el Espíritu Santo, era el motor impulsor de la misión, como se vio en Pentecostés y en muchos otros momentos. Que estas dos realidades maravillosas, el entusiasmo evangelizador y la fuerza espiritual de la comunidad sean parte de cada uno de los Grupos Misioneros aquí presentes, con la gracia de Dios y la fuerza de su Espíritu”.
Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El (Extracto de “Racimos de Uves”. Mons. Luis Augusto Castro corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da Quiroga, IMC Arzobispo de la Arquidiócesis de Tunja, Colomfruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya bia en su ponencia del 3er Encuentro Nacional de Grupos Miestán limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
sioneros - San Miguel - 2010)
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permane- Signo: cen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. Lector 1: La vida y la fe se acrecientan dándolas y comLa gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto partiéndolas con los que nos rodean. Hacemos ingresar abundante, y así sean mis discípulos. Palabra de Dios una planta, signo de la vida, de la presencia de Dios en todo. Lector 1: Los discípulos misioneros son quienes asumen la misión con su vida. Si nos presentamos y trabajamos como enviados de Cristo, como misioneros, es porque vivimos la experiencia del abrazo, del encuentro vivo, transformador y afectuoso con él. La experiencia de Cristo y su exteriorización en la acción misionera, hacen que todo ello sea una realidad simbólica, muy acogida hoy y por tanto muy vigente. Los demás, creyentes o no, como dice Pablo, “reconocerán que Dios está verdaderamente entre ustedes” (1 Cor 14,25). Lector 2: Hoy se hace “necesario que con frecuencia el grupo (misionero) vuelva a mirarse a la luz de esa bella metáfora de la vid y los sarmientos que nos ofrece Jesús y que se alimente de la reflexión del libro de los Hechos, donde se ponen de manifiesto dos realidades maravillosas: Primera: El entusiasmo para evangelizar que marcó a los primeros cristianos es una de los más portentosos eventos que caracterizaron la historia de las religiones. (M. Green).
Lector 2: También ingresamos al altar los carteles con los nombres de los grupos o integrantes de la pastoral misionera. Signo de nuestro querer ser uno en Cristo, de nuestra pertenencia a él y de nuestro compromiso para dar vida, dando la vida en la misión. Los carteles se colocan en torno a la planta. Acompañamos este momento cantando: Queremos ser una Iglesia en estado de Misión, que se abre y sale y propone al mundo el Reino de Dios. Que transforma desde adentro sociedad y corazón, y planta comunidades donde se da conversión.
Signo de esperanza, causa de alegría con Santa María y un Jesús Pascual. La gente se siente siendo servidora que es transformadora de la sociedad.
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4º momento: Lector 1: Pusimos nuestro corazón, uniéndonos en la oración junto con otros misioneros de nuestro país, pidiendo por la gracia del Encuentro, por las necesidades personales y pastorales de cada uno de los participantes y por los frutos del Encuentro para nuestra realidad como Iglesia Misionera de Argentina. Lector 2: Encomendamos esta ocasión a nuestra Madre María, Reina de las Misiones, para que interceda y nos guíe siempre al encuentro con Jesús y los hermanos desde lo que somos, lo que tenemos y lo que hacemos.
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Ave María… Gloria
Gesto final En las comunidades en las que fuera posible, proponemos realicen un momento de adoración al Santísimo. Lector 1: La Eucaristía es el alimento y fuente de motivación para la misión. En él nos configuramos como misioneros, Jesús haciéndose hombre y quedándose bajo las formas de Pan y de Vino, nos da identidad.
Oración final Se reparte la copia de la oración del 4ENGM y se reza en conjunto.
Lector 2: el Papa Francisco en Evangelii Gaudium nos invita a estar como discípulos misioneros en actitud contemplativa, en adoración, en espíritu y en verdad frente a Jesús: "Qué dulce es estar de rodillas delante del Santísimo… dejar que él vuelva a tocar nuestra existencia y nos lance a comunicar su vida nueva!" (EG 264) Acompañamos este momento de oración en silencio y luego con un canto acorde.
Ser misionero a través de la
PUM
Pbro. Pedro Brassesco La Pontificia Unión Misional (PUM), la más nueva de las cuatro obras misionales pontificias, se prepara para cumplir 100 años. Fundada por el Beato Paolo Manna, la misma fue aprobada por el Papa Benedicto xV el 31 de octubre de 1916, con la idea de que se unan todos los sacerdotes con vistas a la cooperación misionera. La obra se extendió luego a religiosos, religiosas, seminaristas, novicios y laicos con responsabilidades pastorales, es decir, a todos aquellos que tienen la tarea de animar y guiar las comunidades.
los animadores y divulgadores de la misión entre los católicos deben ser, sin duda alguna, sus pastores y el clero diocesano: sus obispos y sacerdotes. A estos, pensó Manna, les correspondía instruir a los fieles y organizarlos a favor de la actividad misionera de la Iglesia. “El sacerdote –señalaba– no es solamente maestro de los fieles, y su ministerio no se limita al interior de los templos; él es por vocación y naturaleza organizador de las fuerzas cristianas que tienden a favorecer y preservar la propagación de la fe en todo el mundo”.
“Muchos sacerdotes se ocupan demasiado de sus propios problemas pastorales y no lo suficiente de las misiones”, decía el P. Manna; por eso la obra tiene como objetivo “ayudar a despertar y profundizar la conciencia misionera de la vida sacerdotal y de la vida consagrada”. Pero esta tarea de informar y animar no la pueden llevar adelante los misioneros que están a miles de kilómetros de distancia,
El Beato Papa Pablo VI decía que con esta iniciativa “se abrió muy oportunamente el campo de la oración, del sufrimiento y del apostolado –propia y principal tarea de la Unión Misional del Clero– a nuevos operarios evangélicos que, consagrados a Dios por medio de la profesión religiosa, prestan ya una preciosa colaboración a los sacerdotes en la obra de educación del pueblo cristiano”.
En nuestro tiempo el Papa Francisco nos ha llamado a revitalizar el impulso misionero de toda la Iglesia. Y para ello los pastores en general tenemos una mayor responsabilidad para animar a toda la comunidad en este espíritu evangelizador de una Iglesia en salida. ¿Cómo llevarlos adelante sin desanimarnos? ¿Por qué caminos? ¿Qué puedo hacer yo por la misión universal de la Iglesia? La PUM quiere ofrecer este ámbito para que los sacerdotes y consagrados de manera que se manifieste más vivamente y se sostenga el ardor por evangelizar hasta los confines del mundo. Durante muchos años, la PUM se encargó de organizar actividades abiertas a todos los destinatarios de la obra, de manera de alentarlos en el compromiso misionero. En vista al centenario de la obra, creemos que es una oportunidad para revitalizarla en nuestro país, invitando a sentirse parte de la misma. De esta manera queremos recobrar
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Los diáconos, religiosos y religiosas se comprometan a realizar personalmente una Hora Santa al mes, rezando por las Misiones en el Mundo. Los seminaristas y novicios/as y agentes de pastoral se comprometan a rezar una vez a la semana el Rosario Misionero.
el sentido de “unión”, de pertenencia activa al compromiso por la misión a través de una obra extendida en la Iglesia universal, querida y animada por el Santo Padre. Para ello los invitamos a adherirse a la PUM de Argentina enviándonos sus datos personales o por medio de la página web de OMP (www.ompargentina.org.ar).
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También se invita a comprometerse a crecer en el espíritu y la formación misionera para una mayor animación de sus comunidades, tratando de ser protagonistas de la misma de diversas maneras. Es decir, asumir la misión paradigmática como estilo de vida y de actividad pastoral, tomando como base lo que expresa el Vademecum de la PUM. Un momento especial son las Fiestas, Jornadas y tiempos fuertes según el espíritu de la PUM. Por su parte, los adherentes a la PUM recibirán: un certificado o carnet que los acredita como tales.
¿Qué significa adherirse a la PUM? Estar adherido a la PUM significa ser un integrante de la obra, comprometiéndose a asumir de una manera renovada y fortalecida las diversas maneras de cooperación y animación misionera en las comunidades y servicios pastorales que se nos ha confiado. Se asume así el compromiso de rezar especialmente por las misiones, cada uno de acuerdo a su estado de vida. Para ello proponemos que: Los obispos y sacerdotes se comprometan a celebrar, al menos una vez al mes, un Misa por la Evangelización de los Pueblos.
material de formación y animación periódicamente por parte del secretariado diocesano y nacional. asistencia espiritual y formativa para las tareas y proyectos de animación misionera que emprendan. por un decreto de la Penitenciaría Apostólica se concede INDULGENCIA PLENARIA (1212-1979) a los miembros de la Pontificia Unión Misional de Sacerdotes, Religiosos y Religiosas, que pueden beneficiarse de ella: el día de su adhesión a la Unión Pontificia en la Solemnidad de la fiesta de Pascua en las fiestas litúrgicas de la Inmaculada Concepción, de San Francisco Javier, de Santa Teresa del Niño Jesús el día aniversario de su primera profesión religiosa o de su ordenación sacerdotal.
El nuevo isologo de la PUM
El Papa Francisco ha exhortado a las OMP: “Por ello me dirijo a ustedes como animadores y formadores de la conciencia misionera de las iglesias locales: con paciente perseverancia, promuevan la corresponsabilidad misionera. Hacen mucha falta sacerdotes, consagrados y laicos que aferrados por el amor de Cristo, estén marcados con el fuego de la pasión por el Reino de Dios y disponibles a encaminarse por la senda de la evangelización”.
El nuevo logo de la Pontificia Unión Misional de Argentina está constituido por varios elementos que sintetizan el espíritu y misión de la obra.
En este nuevo tiempo, resuenan en nuestros oídos las palabras del Santo Padre en EvangeliiGaudium: “Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades. No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos.
En color rojo se forma una mano, signo de la actitud de servicio y disponibilidad para dar y recibir. La PUM anima a los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, novicias y agentes de pastoral para la misión, por eso la obra está en una constante actitud de entrega para la formación y animación misionera. A su vez, sus adherentes tienen el corazón abierto para crecer y animar sus comunidades en el espíritu misionero.
Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida. Más que el temor a equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: «¡Dadles vosotros de comer!» (Mc 6,37).
De esta mano se desprende una llama que es el ardor, el fuego misionero que busca fortalecerse y transmitirse, sin el cual no es posible vivir ni anunciar la pasión por el Evangelio. Es además, una llama que ilumina y que, como el incienso, sube a la presencia de Dios a través de la confiada oración por las misiones. El conjunto, en los colores misioneros de los cinco continentes, forma además una paloma, símbolo del Espíritu Santo, que es el verdadero protagonista de la misión. En el fondo la cruz, signo del amor de Cristo entregado por nosotros y a quien estamos llamados a anunciar a través de la Buena Noticia. Signo también de los distintos estados de vida a los que se dirige la obra y que, de una manera especial, abrazando la Cruz de Jesús, se han consagrado por su entrega completa a ser discípulos misioneros del Señor. Animación y formación por los medios. En esta nueva etapa de la PUM inauguramos dos canales de comunicación con material de animación y formación: Sitio web:http://www.ompargentina.org.ar/PUM.html Facebook: https://www.facebook.com/pumargentina Youtube: Canal: Pontificia Unión Misional Argentina
Issuu: Vademécum de la PUM y otras publicaciones: http://issuu.com/pontificiaunionmisionaldeargentina
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El mes de octubre es característico por celebrar el Domingo Mundial por las misiones. Sabemos la importancia de la colecta, sumada a la ayuda espiritual que podemos hacer por los misioneros esparcidos en el mundo y que llevan la Buena Noticia a los más alejados. Y dentro de la ayuda espiritual, tenemos el rosario misionero. La mejor arma para combatir el mal y sentirnos cerca de Jesús, el gran misionero del Padre y de María, la Estrella de la Evangelización.
Invitamos a toda la Iglesia argentina, cada diócesis, comunidad parroquial, capillas o colegios, a hacer esta oración del Rosario, pidiendo por las intenciones del Papa, del mundo entero, y por supuesto, por nosotros mismos, que descubramos nuestro ser misionero. Agradecidos como todos los años, los que estamos en continua misión, sentimos el poder de la oración de cada uno. La Virgen María, Reina de las Misiones, nos cubra con su manto y nos proteja con su intercesión.