Revista Gesto 219

Todos somos parte de una sociedad que nos necesita y ser parte de ello es lo que nos hace mejores. Todos estamos aquí para mejorar la vida de nuestros amigos, familiares, compañeros... ¿Alguna vez has pensado cómo quieres tú mejorar el mundo en el que vives? Hay millones de formas de hacerlo. Se trata de dejar siempre todo mejor de lo que lo encontraste y tú decides cómo hacerlo.

En un mundo dividido por el odio, las guerras, las diferencias y las envi dias, los cristianos mantenemos la unidad. Nos ayudamos, nos perdona mos y mostramos a la gente que otro mundo es posible. Tenemos una responsabilidad con nuestros iguales y todos somos indispen sables para Dios. Jesús escogió a los apóstoles, todos muy diferentes. Hoy, Jesús sigue escogiendo a personas como tú y como yo. Cada uno de nuestros nombres está escrito en la “lista”. Él te ha llamado y te ha escogido a ti.

Es tu momento, pequeño misionero. Interésate por los que te rodean y saca lo mejor de ti para ponerlo al servicio de todos. Dios te ha creado para que puedas darte a los demás. Todos somos necesarios, cada uno de nosotros es insustituible para el equipo de Dios.

¡Uno para todos y todos para ÉL!

Gesto se edita en Obras Misionales Pontificias (España) por el secretariado de la Infancia Misionera.

Nací en un pueblo de la montaña de Navarra.

Ahora vivo en Burundi, el país de las mil colinas, en el corazón de África.

La primera vez que llegué a Burundi fue en el año 2000.

Como misionera también he vivido en Burkina Faso, México, Kenia, España y siempre regreso a Burundi.

Soy africana no porque haya nacido en África, sino porque África nació en mi corazón.

Burundi

porque todavía hay millones de niños y niñas que no tienen la suerte de aprender a leer y escribir, no tienen escuela ni maestros... No fue fácil dejar todo: mi familia, amigos, alumnos, casa... Pero Dios me dio la fuerza, la confianza y la valentía… En África he encontrado una nueva familia, hermanos, amigos, alumnos, casa y muchos niños que

¿En vuestra parroquia celebráis “Sem bradores de Estrellas”? ¡Nosotros sí!

me llaman “Mamá Maite”, Ellos me han enseñado a hablar y a cantar en Kirundi que es la lengua de Burundi. Ser misionera es el regalo más grande que he recibido en mi vida y todos los días doy gracias a Dios.

Burundi

el pais de los

TAMBORES

Los tamborileros reales de Burundi tienen fama mundial. Los tambores, fabri cados con troncos huecos y cubiertos de piel de animal, emiten un sonido estruen doso y los músicos combinan complejas coreografías y ritmos con enérgicos bailes. El arte de tocar el tambor se transmite de padres a hijos. ¡Es todo un espectáculo!

En el año 2000 llegué a Burundi, donde vivo en una comunidad internacional, con misioneras del Congo y de Burundi, y dos chicas jóvenes que se preparan para ser misioneras. Tene mos un centro de salud con maternidad. Yo trabajo como profesora de catequesis en la Escuela Social y en los institutos. Me encantan los niños y los jóvenes, me siento feliz de compartir la alegría del Evangelio y colaborar para “construir puentes” entre África y vosotros para que descubráis la amistad que atraviesa las fronteras y que todos formamos una gran familia, la familia de Dios.

En las escuelas cultivamos una planta medicinal que se llama Artemisia con la que preparamos un té para prevenir y curar la malaria, una enfermedad que es transmitida por los mosquitos. También plantamos árboles “Moringa” que tienen muchas propiedades nutritivas: proteínas, vitaminas, hierro y calcio.

En nuestra parroquia de Burundi tenemos un coro de niños que cantan por la Paz, “Los cantores de la Paz”, y un grupo de Infancia Misionera que en Navidad reparten estrellas por las casas, anunciando que Jesús ha nacido para todos y recogen comida para los niños y familias que tienen pocos recursos. El lema es que los niños ayudan a los niños.

de Burundi los niños

Los niños de Burundi, después de la escuela, colaboran en casa para traer la leña para cocinar y van a buscar el agua a los pozos. En su tiempo libre les gusta jugar, ellos mismos construyen sus juguetes: con cajas de cartón y los tapones de las botellas fabrican los coches, con trozos de telas hacen sus muñecas... les gusta reír, cantar y bailar al ritmo del tambor. Admiro su creatividad ¡Gracias África por enseñarnos a ser felices con tan pocas cosas! Desde Burundi queremos construir “un gran puente” hasta vosotros, un puente de amistad de ida y vuelta para ser amigos. Un puente para ser solidarios y compartir para que otros niños también puedan ir a la escuela, poder ir al centro de salud, beber agua potable, comer cada día… Y un puente de oraciones: desde Burundi rezamos por vosotros y os invitamos a rezar por los niños de Burundi y por los misioneros, contamos contigo, gracias. Y cuando seas mayor nos encantará que vengas a visitarnos. ¡Te enviamos abrazos !

Os enviamos nuestra amistad y nuestra oración.

Acuérdate de rezar por los niños de Burundi, para que nunca les falten misioneras como Maite que les cuiden y les quieran tanto.

Texto: Dora Rivas / Ilustración: Loreto Fernández

Santo Domingo Savio (1842-1857)

“Minot”, el niño que se dio prisa en ser santo

A Domingo, que era bajito de estatura, su familia lo llamaba cariñosamente “Minot”. Sorprendía que fuera amigo íntimo de Jesús desde muy pequeño. Una vez su madre lo encontró rezando en un rincón de la cocina, y otro día, con una nevada de campeonato, salió muy pronto de su casa para llegar a la misa de las 6 de la mañana. El cura de su pueblo se lo encontró aterido de frío a la puerta de la iglesia esperando a que abriera. ¡Imagínate, con lo que te cuesta a ti levantarte los domingos para ir a misa!

La familia de Domingo era y, con lo que ganaba, no le era fácil pagar los estudios de Domingo, que era inteligente y quería ser sacerdo te. El maestro, don Cugliero, pensó que Juan Bosco (un misionerísimo del que ya te hemos hablado en Gesto) podría ayudarlo. En su Oratorio, los niños no solo estudiaban: don Bosco les ayudaba a parecerse a Jesús. La primera vez que don Bosco vio a Domingo se quedó impresiona do, al intuir que había un alma gigante en un cuerpo tan chiquito.

A los 11 años, Domingo entró en el Oratorio y allí fue feliz desde el principio. Un día don Bosco le dijo que si quería ser santo tenía que “ganar” almas para Dios, y Domingo triunfó en este desafío. Se ofrecía a dar cate quesis, ayudaba a sus compañeros con los estudios, se sentaba con los más conflictivos y pronto cambiaban. En una ocasión en que dos chicos se es taban peleando en el recreo, se puso un medio, sacó una cruz de su bolsillo, y les dijo: “¿Cómo podéis ofender así a Jesús, que nos enseñó a perdonar?”.

Antes de entrar en el Oratorio de don Bosco, el día de su Primera Comu nión, Domingo había prometido ser siempre amigo de Jesús y de María, y ese mismo día escribió que prefería la muerte antes que pecar. Su maestro don Bosco fue una ayuda enorme para cumplir estos propósitos. No se trataba de hacer nada extraordinario, sino de vivir con alegría el deber “que tocaba”: jugar, estudiar, comer o rezar, cada cosa le servía para entrenarse en

la carrera de la santidad. Lo que les pedía el sacerdote era sen cillo, y Domingo fue un alumno aventajado.

Como él se tomaba muy en serio lo de ser santo, Jesús fue hacién dose presente en su vida de una forma cada vez más admirable. En una ocasión, siendo ya muy tarde, fue corriendo a golpear la puerta de don Bosco: “¡Vamos, vamos, hay algo urgente que hacer!”. Don Bosco sabía que no le molestaría si no fuera por algo importante y lo siguió. Atravesaron la ciudad de noche, a toda prisa, y se detuvie ron ante un edificio. Entraron y tocaron a la puerta de una casa. Una señora salió llorando, porque su marido se estaba muriendo sin haberse confesado. Don Bosco lo

perdonó en nombre de Jesús, y pudo morir en paz.

Don Bosco no preguntó cómo había sabido aquello, porque Jesús pue de conceder estos “regalos” a sus amigos más íntimos, y el pequeño Domingo lo era. El jovencito decía que, rezando, “las horas se le hacían minutos”. Tal cual. Una vez estuvo ¡7 horas! rezando sin darse cuenta. Todo el mundo lo estaba buscando, porque no había ido a desayunar ni a clase, y don Bosco lo encontró en la capilla. En la vida del pequeño Domingo cada vez ocurrían cosas más “admirables”, y él, don Bosco, iba tomando nota de todo.

Solo habían pasado cuatro años desde que había entrado a vivir en el Oratorio, cuando Domingo se puso muy enfermo. Don Bosco pensó que en su pueblo, respirando aire puro y con su familia, sería más fácil que pudiera mejorar. Separarse de su maestro fue un sacrificio enorme para Domingo, y él sabía que esa despedida sería hasta el cielo. Desde hacía mucho tiempo, el pequeño in tuía que Jesús lo llevaría muy pronto

con Él. Pasó sus últimas horas junto a su papá, rezaron juntos y Domingo se despidió diciendo: “Adiós, mi querido papá… ¡Qué cosas más bellas veo!”.

La gente de su pueblo se entris teció, pero a la vez sabían que este niño estaría junto a Jesús, porque lo consideraban ya un santo. También en el Oratorio recibieron la noticia con tristeza y esperanza, porque uno de los suyos estaba ya en el cielo. A las pocas semanas de su muerte, enfermó gravemente otro chico del Oratorio y don Bosco hizo una peti ción a Domingo: —¡Vamos, Domingo, si nos lo curas, será para nosotros una prueba evi dente de tu santidad!

Y esa misma tarde se curó.

LAS ENTREVISTAS DE

javi

Hoy voy a entrevistar a un niño que se llama Carlo. No es que me haya comido la “s”, es que es italiano y en su país “Carlos” se dice así. Fue compañero de clase de Domingo Savio cuando era pequeño. Voy a poner el móvil aquí, en medio, con la grabadora...

JAVI.— Preséntate para que te conozcamos. Hola, Javi. Me llamo Carlo y vivo en un pueblo que se llama Mondonio, cerca de Morialdo.

J.— Uy, qué nombres más raros...

C.— Te parece eso porque no eres de aquí, pero yo creo que son de lo más normal. Es un sitio muy chulo, con montañas y ríos cerca. Mis padres son campesinos.

J.— Muy bien. Y ahora, dinos, ¿de qué conocías a Domingo?

C.— ¿A “Minot”? Toma, pues de la escuela a la que vamos los niños de aquí.

J.— ¿Cómo empezaste a hablar con él?

C.— A mí no me gustaba mucho ir a clase, pero veía que él iba contento y hacía siempre las tareas, y eso me llamaba la atención. Un día, en el recreo, nos pusimos a jugar y nos hicimos muy amigos.

J.— ¿Ya está?

C.— Sí, ya está. Lo curioso es que, desde entonces, fui portándome mejor en clase y hasta saqué mejores notas.

J.— Y, ¿cómo era tu amigo Minot?

C.— De entrada te parecía serio, pero luego te dabas cuenta de que estaba siempre alegre. Nos ayudaba a todos y nos animaba a hacer las paces cuando nos poníamos cabezones y no lográbamos entendernos unos con otros.

J.— Anda, yo también me pongo a veces un poco cabezón con mi hermana...

C.— Mira, él me enseñó que, cuando pasa eso, lo mejor es acordarse de Jesús y de la Virgen y pedirles que nos ayuden. ¡Funciona!

J.— Tomo nota... Y ahora, una pregunta de las buenas: ¿qué es lo más genial que has aprendido tú de Domingo Savio?

C.— ¿Puedo decirte dos cosas?

J.— Si es rápido, sí, porque me estoy quedando sin batería...

C.— Pues una, que no basta con que sea bueno: ¡tengo que ayudar a otros a serlo!

J.— ¡Tú vas para misionero! ¿Y dos?

C.— Pues que si procuro hacer bien las cosas de cada día y se las ofrezco a Jesús, yo también puedo llegar a santo.

J.— Gracias por darte prisa, Carlo, porque esto está a punto de acab.......................

Ilustración: Pablo Rosendo. Texto: Rafael Santos Barba

Seguro que alguna vez has comprobado que en el trabajo en equipo cada uno tenemos una tarea y es muy importante contar con todos para lograr nuestro objetivo. Imagínate que un equipo de fútbol tiene un goleador buenísimo pero no tiene portero. ¡Qué desastre! Pues con Jesús nos pasa algo parecido. Si no contamos con él, si lo dejamos fuera de nuestro equipo... nos falta una pieza insustituible.

Te toca currar a ti

Para la siguiente actividad necesitaremos que cada uno imprima una foto , tamaño folio, en la que aparezca tu clase, tus amigos, tu grupo de catequesis o tu familia.

Vamos a crear nuestro propio puzle para después poder montarlo. Utilizaremos la foto de nuestro grupo y una plantilla que puedes descargar en la descripción del vídeo.

Es muy sencillo: Imprime la foto y la plantilla del puzle, pega las hojas entre ellas y recorta por las líneas. Te recomendamos que mires el vídeo para saber cómo hacerlo.

Si nos faltan piezas, si falta uno de nosotros, ya no podemos lograr el objetivo final. Con Jesús, aunque no podamos verle, pasa lo mismo. Si Jesús no está en nuestro grupo, si no dejamos que forme parte de nuestra vida (de nuestro puzle), no podemos sentirnos plenos. Tenemos la misión de llevar a Jesús a los demás y que sea cuál sea nuestro entorno, hagamos todo lo posible para que Jesús también esté. Cada uno de nosotros estamos llamados a mejorar la vida de los demás sin olvidar que todos somos para Dios y estamos comprometidos con Él para llevarle hasta todos nuestros hermanos.

ATRAPADOS

TIEMPO

De 6 a 8 años.

La cometa de Floyd se engancha en un árbol. El chico, para recuperarla, le lanza un zapato, otro zapato, un gato, una escalera..., pero nada. Floyd sigue intentándolo: lanza un fregadero, un orangután, un coche, una ballena, una casa... El asombrado lector no podrá parar de reír. Obra maestra. A partir de 6 años.

EL DOCTOR DOLITTLE

Para niños de 6 a 8 años.

Durante la Primera Guerra Mun dial, Lofting escribía divertidas cartas a sus hijos desde el fren te. Así nacieron las inmortales aventuras del doctor Dolittle, un excéntrico médico inglés que tenía su casa llena de animales. Y tanto los quería que se convir tió en veterinario y aprendió su lenguaje. Luego, recorrió el an cho mundo para curar a muchos otros.

mÚSICA ENTRE LAS RAMAS

Si has cumplido 11 años. El territorio de la tribu africana de los bakaya se ve amenazado por el “progreso”, las implacables máquinas que cortan los árboles y el afán de enriquecimiento del Primer Mundo, incompatibles con el equilibrio de la naturaleza y las ancestrales costumbres y creen cias espirituales de la tribu. ¿Podrá Emeko, un joven aborigen, evitar el desastre? Novela galardonada con el Premio Ala Delta 2021.

Oliver Jeffers FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

Ricardo Gómez

Ilustraciones de Christa Soriano Ed. LUIS VIVES

Hugh Lofting ESPASA CALPE

¿QUÉ TIENES QUE DIBUJAR?

Tenemos una responsabilidad con nuestros hermanos y todos somos indispensables para Dios. Jesús escogió a los apóstoles, todos muy diferentes. Hoy, Jesús sigue escogiendo a personas como tú. Cada uno de nuestros nombres está escrito en la “lista”. Él te ha llamado y te ha escogido a ti. Cada uno es para todos y todos somos para Él. ¿PODRÁS REPRESENTAR TODO ESTO CON UN DIBUJO?

¿QUIÉN

PUEDE PARTICIPAR?

Categoría 1: Niños y niñas de 1º a 3º de primaria. Categoría 2: Niños y niñas de 4º a 6º de primaria.

FECHAS Y LUGAR DE ENTREGA

Puedes entregar tu dibujo hasta el 16 de enero en tu delegación diocesana de misiones. (Consulta la tuya en www.omp.es/delegaciones/). Los dos mejores dibujos de cada categoría pasarán a la Fase Nacional, en la que podrás ganar increíbles premios.

Una tablet para el ganador de cada categoría y la suscripción anual a la Revista Gesto. Para el segundo y tercer clasificado de cada categoría, unos auriculares bluetooth. Además, los ganadores de cada categoría podrán participar en el concurso mundial de dibujo de Infancia Misionera.

Puedes dibujar y pintar empleando la técnica manual que prefieras. Los dibujos deberán ser presentados en formato A4 y un adulto responsable deberá entregar la ficha de inscripción que encontrarás en www.infanciamisionera.es.

y sugerencias

Haznos llegar tus cartas, dibujos, y fotos a buzongesto@omp.es o por correo postal a GESTO C/Fray Juan Gil 5. 28002. Madrid.

Elisa es de 1º de primaria en el colegio de Castrillo de la Vega, en Burgos, y nos ha enviado el sobre del Domund que ella misma ha coloreado. Te ha quedado muy bonito ¡Gracias, Elisa!

Envíanos tu carta o dibujos, que te estamos esperando

Nos habéis enviado algunas cartas muy bonitas. ¡Muchas gracias!

Daniela nos dijo que: « Hola soy Daniela. Os mando este dibujo para que sepáis algunas cosas por las que es importante rezar. Gracias por la revista Gesto. ¡Me encanta! »

Los ganadores del abrementes oracional del número anterior son: HÉCTOR DE LA CRUZ de 7 años PAULA Y JUAN BARAHONA de 9 y 10 años.

Hemos recibido muchísimas respuestas del juego de la revista anterior. La solución era: India, Namibia, Perú y Brasil.

¡GRACIAS A TODOS POR ESCRIBIRNOS!