Los niños ayudan a los niños
La revista de la Infancia Misionera NUM. 201 · MARZO-ABRIL 2019
Bienvenidos
SOÑADORES
En todas las buenas historias hay un personaje que pasa casi desapercibido. Alguien que no parece muy importante pero que finalmente salva la HISTORIA. Pues bien, en la historia más importante jamás contada ese es José, San José. Un joven de sueños. ¿Crees que eres un soñador? Que te llamen soñador puede sonar a desprecio pero, ¡ojo! los sueños son el primer paso para que los planes tomen forma. Y si son sueños que manda Dios, ¡es porque se trata de planes de Dios!
¿Cómo alguien tan humilde y que parece que pase de puntillas, puede ser tan importante en la Historia? Pues porque para Dios tú eres importante. Y yo. Y ella, y él y ellos.
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Todos y cada uno de nosotros somos sueños de Dios y Él tiene un sueño para nosotros. Para ti. Solo hay que estar dispuesto a escuchar los sueños que tiene Dios para uno mismo. Eso hizo José: escuchar, soñar y obedecer. ¿Quieres descubrir la historia que tiene Dios prepada para ti?
DEPÓSITO LEGAL: M. 38.700-1976
Pero lo realmente grande de José es que sus sueños, son “sueños-obra”, es decir, los materializa, los trabaja como buen artesano, se pone manos a la obra en cuanto “recibe el encargo”, sin perder un segundo. José trabaja esos sueños con mucho mimo, protección y cuidado para convertirlos en HISTORIA DE SALVACIÓN. José, un artesano silencioso, fue quien escuchó a Dios, soñó a lo grande y salvó la vida de Jesús.
n!: malunaaria ¡Atenció picadura de mosquito te proimaginas que
¿Te vocase fiebre, dolor de cabeza, escalofríos e incluso la muerte? Esto es la malaria. Afecta a millones de personas en África cada año y la mayoría mueren, especialmente niños y mujeres embarazadas. Pero si es tan peligrosa, ¿por qué no la eliminamos? Pues quizá porque aquí tenemos medicinas para prevenirla y no nos afecta. ¿No crees que estamos dejando de lado a nuestros hermanos? Hoy, como cada día, morirán 2.000 niños por culpa de la malaria.
EN VERDE
“Cuidemos la casa común”
COCINANDO CON EL SOL Normalmente en las casas africanas no hay electricidad para cocinar. Las mujeres o los niños caminan para buscar leña, lo que produce un humo bastante tóxico. Por ello, en Namibia han comenzado a emplear el calor solar para cocinar. Con estas cocinas solares consiguen mejorar el medio ambiente y la salud. ¡Bravo!
Good
Gesto: Cuna de periodistas
El pasado 23 de enero se reunió en Madrid el jurado del concurso de Infancia Misionera: ¡Cuenta la noticia! Crea tu revista. Importantes periodistas tuvieron la difícil tarea de elegir a los ganadores, ya que había mucho nivel. Finalmente los primeros premios se fueron a las diócesis de Zamora y Toledo. Si has participado y te ha gustado hacer una revista quizá estés descubriendo una vocación periodística. ¿Quién sabe? 4
Misioneros en zamora
Los niños de la diócesis de Zamora disfrutaron el pasado 26 de enero de una jornada misionera a lo grande. Primero vieron la película SE ARMÓ EL BELÉN en el cine. Después, recibieron su pasaporte y comenzaron un viaje misionero en el que, a través de talleres, formaron el belén viviente más grande que jamás hemos visto. 650 niños celebrando Con Jesús a Belén, ¡qué buena noticia! Una jornada inolvidable para los niños de Infancia Misionera.
Gestos de
FÚTBOL
EL PARTIDO DE SUS VIDAS
“Mejorar las vidas de los niños y niñas del mundo que lo necesitan”. Ese es el objetivo de COMMON GOAL, un movimiento formado por futbolistas profesionales y liderado por el español del Manchester United Juan Mata. Los jugadores donan el 1% de sus sueldos para destinarlo a proyectos que mejoran las vidas de los menores. Más de 350 jugadores y jugadoras llevan casi dos años metiendo goles a la desigualdad. ¿Quieres saber quiénes son? Descubre más en www.common-goal.org 5
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Relato: Justo Amado / Adaptaciรณn e ilustraciรณn: Tomรกs de Zรกrate
Segundo Llorente
Un misionero en el Polo Norte Texto: Dora Rivas / Ilustración: Loreto Fernández
Segundo Llorente siempre quería “más” y no se conformaba con lo que hacían todos. Por eso quiso ser misionero en el sitio más difícil del mundo. En esa época, el Papa Pío XI había dicho que la misión en Alaska “era la tarea más heroica en la Iglesia”, así que Segundo se lanzó: era allí donde debía ser misionero. Antes de partir, tuvo que ir al médico para comprobar si podría aguantar el vivir en un sitio tan duro, donde las temperaturas pueden bajar hasta más de 50 grados bajo cero. Tras examinarle, el médico dijo: “Si
alguien puede resistir el frío de Alaska es este boxeador”, porque Segundo era muy, muy fuerte. Con 28 años, Segundo era ya sacerdote y había cumplido su sueño de ir a Alaska para hablar de Jesús a los esquimales, algo que no le resultó nada fácil. A ellos tampoco les resultaba fácil comprender lo que les decía el padre. Por ejemplo, una vez mandó a un joven a un pueblo para ver si le habían llegado cartas; después de los 14 días (que era lo que tardaba en ir y volver) regresó sin ninguna, porque le había entendido que solo tenía que comprobar si había cartas, pero no traérselas. En fin, que para poder hablarles de Dios, el padre Llorente tuvo que armarse de paciencia. Con el tiempo, y a medida que les iba conociendo más, el padre Llorente llegó a querer muchísimo a los esquimales. Soportó innumerables sacrificios por ellos, incluso cogió varias veces los piojos por estar a su lado
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Además de la fortaleza física, Segundo necesitó la fuerza de la oración para sobreponerse a la soledad .
(allí no es tan fácil como aquí poder lavarse). Los esquimales también le quisieron mucho y hasta le eligieron diputado suyo en el Congreso de Estados Unidos. Mientras él les explicaba el catecismo, los esquimales le contaban cómo abrigarse para sobrevivir al frío del Polo, o cómo hablar a los perros que tiraban de los trineos, para que le llevaran por el hielo a través de largas distancias.
Segundo Llorente Villa Padres: Luis y Modesta. Eran labradores. Tuvieron 13 hijos.
De hecho, una vez estuvo a punto de morir congelado, y se salvó gracias a los perros, que lograron sacarlo a flote. Los perros siempre le ayudaron mucho, y se convirtieron en grandes amigos. En los días de más frío, la gente no podía salir de sus iglús. Por eso, el padre Llorente pasó mucho tiempo completamente solo en la inmensidad de Alaska. Pero esa soledad no le asustaba: él decía que le había ayudado a encontrarse con Dios. A veces, en las largas y frías noches, pasaba horas ante el Sagrario rezando, y si se aburría, le decía al Señor: “¿Dónde voy a estar mejor que aquí?”. Allí, en esa “blanca soledad”, había encontrado su sitio.
Nació: El 18 de noviembre de 1906 en Mansilla Mayor, León. Murió: El 26 de enero de 1989 en Spokane, Washington. Está enterrado: En De Smet (EEUU) frente a las montañas rocosas, donde solo pueden ser enterrados indios y misioneros que hayan estado más de 20 años viviendo con ellos. Testamento espiritual: Diez días antes de morir escribió a su familia: «muero contentísimo. Desde aquí al cielo, ¿qué más se puede pedir? Ya nos volveremos a ver todos. Amén. Adiós. Os quiero mucho. Segundo». 13
A BELÉN... ¡SOBRE
RUEDAS!
Ha pedaleado a través de 18 países encontrando gentes de toda raza y religión. Sin embargo, el viaje del P. Marek ha transcurrido en silencio y oración, hablando mucho más con Dios que con las personas. Marek Warzecha es un misionero polaco que lleva 13 años en África, primero en Kenia y ahora en Uganda. Allí atiende y cuida de 14 pueblos a los que siempre llega montado en bicicleta, su compañera de misión. Por eso, cuando en las pasadas vacaciones le dieron permiso para cumplir su sueño de peregrinar a Tierra Santa decidió que lo haría sobre ruedas. Muchos le dijeron que su plan era una locura pues lo más rápido y seguro era viajar en avión. Pero el misionero creyó que su bicicleta era el transporte que mejor le llevaría a alcanzar su sueño. Sin pensarlo dos veces, preparó su bici, sus “alforjas” y emprendió el largo camino que separa Kakooge (Uganda) de la tierra de Jesús. SU BICI: Una unibike expedition. EN SUS ALFORJAS: algo de ropa, saco de dormir, su hábito religioso, lo necesario para celebrar misa, herramientas y repuestos para bici, alimentos, bebidas (en el desierto tuvo que cargar hasta 8 litros), jabón y pasta de dientes. 18
SU TRAVESÍA: 11.650 km. 6 pinchazos, 2 cambios de rueda.
A pesar de todo, Marek nunca se ha sentido solo. Y según se acercaba a su destino, comprobaba que muchos como él viajaban desde todo el mundo para visitar los lugares de los que habla la Biblia. Por ejemplo en Egipto, donde no abundan los seguidores de Jesús, se sorprendió al coincidir en el monasterio de San Antonio con más de 1.000 cristianos. Al fin, tras 129 días pedaleando, Marek cumplió su sueño. Llegó a la tierra de Jesús, y allí visitó todos los lugares que cita el Nuevo Testamento y, entre ellos Belén, donde Jesús había nacido, así como Jerusalén, donde Jesús había muerto y resucitado. Ese fue el lugar que más le emocionó.
Por Miryam García.. Imágenes: Marek Warzecha y 123RF
Como en toda aventura, también se ha enfrentado a muchos peligros. Nada más comenzar, alguien robó su tienda de campaña y no pudo comprar otra hasta llegar a Israel. Atravesó países tan calurosos como Sudán del Sur, tan lluviosos como Bulgaria –cuyas montañas cruzó completamente mojado- o tan fríos como Turquía cuando anochece -allí dormía con varias camisetas, abrigo y saco de dormir-. En África atravesó zonas pobladas por elefantes y leones; en Asia, encontraba serpientes por los caminos; y en Europa encontró un sorprendente peligro: los perros callejeros. Al pasar por Grecia, le contaron que en aquellos caminos, días atrás, habían matado y comido a una persona.
Su viaje siguió hasta Asís (Italia) pasando por su tierra, Polonia. Hoy Marek está de vuelta en Uganda donde seguirá como misionero el tiempo que Dios quiera. ¡El P. Marek ha pasado por paisajes increíbles!
EL P. MAREK OS HA ENVIADO UN MENSAJE: “En nuestras vidas debemos tener sueños. Cuando encuentres algo bueno que hacer en tu vida, no te rindas, sueña y siempre adelante. Con Dios podemos superar muchas dificultades pero sin Dios no podemos hacer nada. Y, por favor, reza por nuestros niños de Uganda –ellos siempre tienen hambre porque no tienen casi comida y sus padres no pueden pagarles las escuelas- y por nosotros, los misioneros”.
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EN familia CO CI NA MO S
Necesitarás
mONA DE PASCUA
1/2 kg de harina 25 gr de levadura 100 ml de agua 3 huevos 180 gr de azúcar 80 gr de aceite de oliva
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Vierte dos vasos de agua fría en un cuenco y mezcla en ella la harina y la levadura. ¡Que no queden grumos!
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Añade los huevos, el aceite y el azúcar. Amásalo bien y deja que repose unas 4 horas. ¡Paciencia!
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Dale la forma que quieras a la masa. Si te apetece pon un huevo duro. Deja que fermente durante una hora y ¡al horno a 200 grados! Tras 20 minutos tendrás tu mona de pascua.
¿Nos envías una foto de tu plato? Escribe a buzongesto@omp.es
Ilustración e imagen: MINIOesuncolor
¡A cocinar!