N.ツコ 393 ENERO 2015 SERVICIO DE PASTORAL MISIONERA Aテ前 XCIII
Servicio de Pastoral Misionera
SUMARIO 3 PRESENTACIÓN de la CAMPAÑA Lema, cartel, objetivos 4 PRESENTACIÓN de la CAMPAÑA Niños “en salida” misionera Anastasio Gil, Director Nacional de OMP 6 MENSAJE DEL PAPA 8 LA VOZ DE LOS OBISPOS Entrevista a Mons. Amadeo Rodríguez, Obispo de Plasencia Rafael Santos 11 SECRETARIADO DE INFANCIA MISIONERA Proyecto Infancia Misionera 2015-2018 12 DESDE LAS DIÓCESIS Actividades de Infancia Misionera en Tarazona M.ª Jesús Sanjuán, Delegada Diocesana de Misiones y Directora Diocesana de OMP de Tarazona 14 DESDE LAS DIÓCESIS Regalando estrellas en nombre de los misioneros 16 DESTINO DE LAS AYUDAS De todos los niños, para los que más lo necesitan
Según el papa Francisco, “cuando los niños son recibidos, amados, custodiados, tutelados, la familia está sana, la sociedad mejora, el mundo es más humano” . Pág. 6
El obispo de Plasencia y presidente de la Subcomisión Episcopal de Catequesis explica la importancia de la dimensión misionera en el nuevo catecismo Testigos del Señor. Pág. 8
18 TESTIMONIOS Un río de gratitud 20 TESTIMONIOS Renace la alegría... entre los niños 22 LITURGIA Guion litúrgico - Jornada de Infancia Misionera Juan Martínez Sáez, fmvd, colaborador de OMP 24 COOPERACIÓN ECONÓMICA 26 PONTIFICIA UNIÓN MISIONAL Diez claves de la dimensión misionera del sacerdote Secretariado de la PUM
Los testimonios de los misioneros que realizan su labor entre los niños más necesitados reflejan la “dulce y confortadora alegría de evangelizar”, de la que hablabla el beato Pablo VI. Pág. 20
EDITA: Obras Misionales Pontificias - DIRECTOR NACIONAL: Anastasio Gil García DIRECTOR: Rafael Santos Barba - DISEÑO: Antonio Aunés Hernández IMPRIME: Gráficas Dehon - Depósito Legal: M. 3790-1958 Dirección y Administración: Fray Juan Gil, 5; 28002 Madrid - Tel.: 91 590 27 80 dir.nal@omp.es - suscripciones@omp.es - http://www.omp.es - http://www.infanciamisionera.es www.facebook.com/OMPEspana
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LEMA
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“YO SOY UNO DE ELLOS” La finalidad primordial de la Obra Pontificia de Infancia Misionera es colaborar con los educadores para ayudar a que los niños vayan descubriendo la universalidad de la fe y, en consecuencia, su dimensión misionera. Iniciar a los chavales en este proyecto implica desarrollar armónicamente el conocimiento del mensaje de Jesús, la participación en la oración y en la celebración de los sacramentos, el deseo de vivir según el Evangelio y el compromiso de hacer partícipes a otros del amor de Dios Padre. La principal enseñanza de Jesús es desvelarnos que todos somos hijos de Dios y que no hay lugar para la acepción de personas. A Él le debemos el don de la vida, y todos estamos llamados a la felicidad eterna. Con el lema “Yo soy uno de ellos”, se pretende inculcar a los niños que no hay distinción entre unos y otros, y que, por tanto, no puede haber discriminación entre ellos en el mundo. Quienes por la fe y el bautismo se han incorporado a la Iglesia tienen el deber de decírselo a quien aún no lo sabe. El que así lo hace se convierte en un “pequeño misionero”.
CARTEL
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Un grupo de niños están construyendo un corazón. Sus rostros, por una parte, desvelan que proceden de distintos continentes; por otra, expresan alegría en la tarea. Cada uno hace una cosa distinta y todos se ayudan. Creando este corazón están felices. El corazón es la expresión del amor que ha de reinar en la humanidad. También los niños, los de aquí y los de allá, han de ser protagonistas de este trabajo conjunto. Todos estamos llamados a arrimar el hombro para construir una humanidad donde haya un solo corazón.
OBJETIVOS
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Presentar a los niños la humanidad como una familia donde no hay distinción de personas, dentro de la diversidad, y descubrirles que Dios quiere que todos tengamos un mismo corazón. Despertar en ellos la alegría de reconocerse como “uno más” en el conjunto de esa humanidad, así como el deseo de colaborar para que todos los niños tengan las mismas oportunidades. Suscitar en los niños –¡y en los mayores!– el deseo de compartir con otros niños, mediante la oración y la ayuda económica, la alegría de ser “misioneros” de Jesús.
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Por Anastasio Gil,
Director de OMP en España
L Francisco.
a Obra Pontificia de Infancia Misionera, expandida por todo el mundo, tiene la singularidad de mostrar a los niños qué es la “Iglesia en salida” de la que habla el papa Ellos también pueden vivir con gozo el reconocerse como miembros de la Iglesia, que tiene las puertas abiertas para que entren otros niños al recibir la Buena Noticia y el bautismo; y también puertas abiertas para salir al encuentro de los demás y compartir con ellos la alegría del Evangelio. Es una experiencia que comienza al integrarse en la dinámica y los grupos de Infancia Misionera, en el ámbito de la comunidad eclesial. De esta manera, los niños se convierten en “pequeños misioneros”.
LOS NIÑOS, PROTAGONISTAS DE LA MISIÓN
Los niños y ancianos necesitan una atención especial, y a ellos se refiere frecuentemente Francisco. Son los más frágiles y, en ocasiones, desgraciadamente algunas legislaciones permiten la vulneración de sus derechos más inalienables, como la vida. Más allá de esta situación, que descalifica por su crueldad al Estado que la permite, la sociedad se conmueve ante noticias que certifican la muerte de niños por hambre o enfermedad, por falta de asistencia médica o de alimentación adecuada. No menos sangrante es que adultos desalmados abusen sexualmente de los más pequeños, los sometan a trabajos fuera de su edad o incluso les adiestren para la guerra. Quienes viven del don de la fe se saben especialmente urgidos a “salir a los caminos” para anunciar a esta naciente generación el tesoro escondido de reconocer a Jesús como hermano y a Dios como Padre. Es la labor que realizan los misioneros, cuyo mayor trabajo es con los más pequeños, y que a la vez son los principales proveedores para sus necesidades sanitarias, educativas, familiares y sociales. Hace casi 172 años, un obispo francés, Mons. Forbin-Janson, conmovido ante la petición de ayuda de sus amigos misioneros para “salvar” a los niños de China, confió en los pequeños de su diócesis para ofrecer una respuesta. Ellos, de inmediato, se sumaron a una corriente solidaria hacia aquellos niños que no conocían, pero a los que sentían como “otro más”. Fue la piedra tirada al estanque, que pausadamente fue produciendo
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círculos concéntricos de complicidad. Desde entonces, los niños de Infancia Misionera forman una red de cooperación entre todos, de manera que, sin conocerse, se aman y se ayudan, porque saben que para Dios todos somos iguales. “YO SOY UNO DE ELLOS”
La Dirección Nacional de OMP, a través del Secretariado de Infancia Misionera, inicia un proyecto de cuatro años para ayudar a padres, educadores y catequistas en la maravillosa tarea de desarrollar la dimensión misionera en la iniciación cristiana. Es poner en este itinerario una “música de fondo” que recuerde a niños y formadores que esta experiencia de adhesión a Jesús en la Iglesia implica el reconocimiento de la universalidad. Es una de sus dimensiones esenciales, y no un simple “hacer algo bueno”: es ayudar a los niños a abrir su corazón a toda la humanidad, como hizo Jesús. Los que conocemos La primera etapa es reconocer que en los planes de Dios no hay a Jesús tenemos el acepción de personas. Todos somos miembros de la familia humana, deber de llevar a otros llamados a construir una sociedad más justa, a la vez que maduramos esta buena noticia y de como personas. Se pretende mostrar que es malo trazar una raya imaginaria para separar a los niños del Norte –que ayudan y, al haber reciayudarles con nuestros bido el bautismo, tienen más garantías de ir al cielo–, de los del Sur bienes: es lo que hacen –que aún no conocen a Jesús y además son tan pobres que les hemos los misioneros. de ayudar con nuestras limosnas–. Parece una caricatura, pero puede tener fundamento en la realidad. Se trata de lo contrario. Todos somos hijos de un mismo Padre Dios y todos estamos llamados a la felicidad eterna. Los que conocemos a Jesús tenemos el deber de llevar a otros esta buena noticia y de ayudarles con nuestros bienes. Es lo que hacen los misioneros. Así, los niños van experimentando que el amor a los demás no es solo dar limosna, sino que lo primero y principal es aceptarlos, reconociéndolos como hermanos y reconociendo que “yo soy uno de ellos”. Es el momento de descubrir que la identidad personal es un don de Dios que asegura y garantiza la unidad, dentro de la diversidad. Con el fin de vivir con los niños esta experiencia de universalidad, se ofrecen diversas herramientas (también disponibles en www.infanciamisionera.es). La preparación de la Jornada se inicia el primer domingo de Adviento; se puede ir construyendo la correspondiente corona desde la dimensión misionera, para concluir con “Sembradores de Estrellas”. A través del vídeo Yo soy uno de ellos, los pequeños pueden confrontar su vida con la de los niños de otros continentes. Los educadores (profesores de religión, padres o catequistas) disponen de unos guiones didácticos para niños de 6 a 8 y de 9 a 12 años. A esto se ha sumado la convocatoria especial de un concurso de cuentos.
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“Los niños son un signo...” Dentro de su peregrinación a Tierra Santa con ocasión del 50 aniversario del encuentro en Jerusalén entre el beato Pablo VI y el patriarca Atenágoras, el papa Francisco celebró la santa misa en la Plaza del Pesebre de Belén. Allí pronunció la siguiente homilía.
«“Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (Lc 2,12). [...] El Niño Jesús, nacido en Belén, es el signo que Dios dio a los que esperaban la salvación, y permanece para siempre como signo de la ternura de Dios y de su presencia en el mundo. El ángel dijo a los pastores: “Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño...”. También hoy los niños son un signo. Signo de esperanza, signo de vida, pero también signo “diagnóstico” para entender el estado de salud de una familia, de una sociedad, de todo el mundo. Cuando los niños son recibidos, amados, custodiados, tutelados, la familia está sana, la sociedad mejora, el mundo es más humano. [...] Dios hoy nos repite también a nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI: “Y aquí tenéis la señal”, buscad al niño... El Niño de Belén es frágil, como todos los recién nacidos. No sabe hablar y, sin embargo, es la Palabra que se ha hecho carne, que ha venido a cambiar el corazón y la vida de los hombres. Este Niño, como todo niño, es débil y necesita ayuda y protección. También hoy los niños necesitan ser acogidos y defendidos desde el seno materno. En este mundo, que ha desarrollado las tecnologías más sofisticadas, hay todavía por desgracia tantos niños en condiciones inhumanas, que viven al margen de la sociedad, en las periferias de las grandes ciudades o en las zonas rurales. Todavía hoy muchos niños son explotados, maltratados, esclavizados, objeto de violencia y de tráfico ilícito. Demasiados niños son hoy desplazados, refugiados, a veces ahogados en los mares, especialmente en las aguas del Mediterráneo. De todo esto nos avergonzamos hoy delante de Dios, el Dios que se ha hecho Niño.
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Y nos preguntamos: ¿quiénes somos nosotros ante Jesús Niño? ¿Quiénes somos ante los niños de hoy? ¿Somos como María y José, que reciben a Jesús y lo cuidan con amor materno y paterno? ¿O somos como Herodes, que desea eliminarlo? ¿Somos como los pastores, que corren, se arrodillan para adorarlo y le ofrecen sus humildes dones? ¿O somos más bien indiferentes? ¿Somos tal vez retóricos y pietistas, personas que se aprovechan de las imágenes de los niños pobres con fines lucrativos? ¿Somos capaces de estar a su lado, de “perder tiempo” con ellos? ¿Sabemos escucharlos, custodiarlos, rezar por ellos y con ellos? «Cuando los niños ¿O los descuidamos, para ocuparnos de nuestras cosas? son recibidos, Y aquí tenemos la señal: “Encontraréis un niño...”. Tal vez ese niño llora. amados, custodiados, Llora porque tiene hambre, porque tiene frío, porque quiere estar en brazos... tutelados, la familia También hoy lloran los niños, lloran mucho, y su llanto nos cuestiona. En un está sana, la sociedad mundo que desecha cada día toneladas de alimento y de medicinas, hay niños que lloran en vano por el hambre y por enfermedades fácilmente curables. En mejora, el mundo una época que proclama la tutela de los menores, se venden armas que terminan es más humano». en las manos de niños soldado; se comercia con productos confeccionados por pequeños trabajadores esclavos. Su llanto es acallado. ¡El llanto de estos niños es acallado! Deben combatir, deben trabajar, no pueden llorar. Pero lloran por ellos sus madres, Raqueles de hoy: lloran por sus hijos, y no quieren ser consoladas (cf. Mt 2,18). “Y aquí tenéis la señal”: encontraréis un niño. El Niño Jesús nacido en Belén, todo niño que nace y crece en cualquier parte del mundo, es signo diagnóstico, que nos permite comprobar el estado de salud de nuestra familia, de nuestra comunidad, de nuestra nación. De este diagnóstico franco y honesto, puede brotar un estilo de vida nuevo, en el que las relaciones no sean ya de conflicto, abuso, consumismo, sino relaciones de fraternidad, de perdón y reconciliación, de participación y de amor. Oh María, Madre de Jesús: Tú, que has acogido, enséñanos a acoger; Tú, que has adorado, enséñanos a adorar; Tú, que has seguido, enséñanos a seguir. Amén» (Homilía, 25-5-2014).
“... del estado de salud de una familia, de una sociedad, de todo el mundo” «La familia sigue siendo la célula básica de la sociedad y la primera escuela en la que los niños aprenden los valores humanos, espirituales y morales que los hacen capaces de ser faros de bondad, de integridad y de justicia en nuestras comunidades» (Discurso, 16-8-2014). «Los momentos de diálogo frecuentes en el seno de las familias y la oración en común permiten a los niños experimentar la fe como parte integrante de la vida diaria» (Discurso, 19-5-2014). «Es deber de la Iglesia formar a los niños y a los jóvenes en los valores evangélicos que encontrarán sobre todo en la familiaridad con la Palabra de Dios, que entonces será para ellos una brújula que les indicará el camino a seguir. Que aprendan a ser miembros activos y generosos de la sociedad, porque su futuro se basa en ellos» (Discurso, 3-4-2014). «Todos, pero especialmente los niños y los más jóvenes, tienen necesidad de un entorno adecuado, de un hábitat verdaderamente humano, en el que se den las condiciones para su desarrollo personal armónico y para su integración en el hábitat más grande de la sociedad» (Discurso, 4-9-2014).
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Entrevista a D. Amadeo Rodríguez, Obispo de Plasencia
“Los niños deben conocer el corazón de los misioneros”
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ctual presidente de la Subcomisión Episcopal de Catequesis, monseñor Amadeo Rodríguez Magro fue miembro de la Comisión de Misiones y Cooperación entre las Iglesias de 2005 a 2011. Le preguntamos especialmente cómo se acerca la dimensión misionera a los niños en el catecismo Testigos del Señor, recientemente publicado. El nuevo catecismo ofrece claves misioneras desde su inicio: somos “testigos del Señor”, que “nos invita a participar de su vida para ser discípulos y misioneros de su amor”. ¿Por qué es tan esencial ese sentido misionero para el crecimiento en la fe de los niños? Porque es el horizonte de la fe: la fe es para vivirla y para comunicarla. A lo largo de todo el itinerario catequético de los niños, además de convertirse en discípulos del Señor, que aprenden de él todo lo que nos ha enseñado con sus palabras y con sus obras, descubren que el discípulo necesa-
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riamente tiene que ser misionero. En cada etapa del camino, los niños y adolescentes han de ir comprobando que, cuanto más y mejor conocen a Jesús, le aman y se fortalece su amistad con él, más se sentirán enviados a evangelizar, a llevar a otros lo que para sus vidas es tan importante y decisivo. Irán descubriendo que no es lo mismo conocer a Jesús que no conocerlo. El nuevo catecismo precisamente ha elegido como título Testigos del Señor, porque el final de la iniciación cristiana es hacer lo que Jesús les ha dicho de tantas maneras a lo largo del itinerario de fe: “Seréis mis testigos”. En efecto, los niños y niñas que reciben los sacramentos del bautismo, la confirmación y la eucaristía se incorporan a la vida de la Iglesia, que es, por naturaleza, misionera, del mismo modo que la fe de cada cristiano también lo es. La Iglesia, y en ella cada parroquia, cada grupo, existe para evangelizar, para llevar a otros la buena noticia de Jesús.
«La Infancia Misionera abre los ojos de los niños y los lleva a reconocer el proyecto de Dios para el mundo». El catecismo afirma que la Iglesia “ha sido, es y será siempre misionera”. ¿Cómo podemos acercar mejor ese rasgo de “Iglesia misionera” a la vivencia cotidiana de los niños? El mejor modo es presentarles la evidencia de la vocación misionera. La comunidad cristiana en la que los niños y niñas viven la iniciación cristiana es para ellos una “catequesis viviente”. Si los catequistas respiran la misión y si sus parroquias valoran la misión, tanto ad gentes como la de la vida ordinaria, los niños crecerán en sentido misionero. Otro modo importante y eficaz es acercarles el testimonio de los “misioneros”, de esos hombres y mujeres que un día, siendo niños como ellos, descubrieron el envío de Jesús a su Iglesia y se sintieron enviados a la misión. Es importante que conozcan la vida de los misioneros desde el origen mismo de su vocación. Los niños tienen que saber que ha sido Jesús quien les ha envidado y, sobre todo, por qué van y qué llevan a esos lugares del mundo en los que se encuentran. Los niños deben conocer el corazón de los misioneros para comprender por qué son tan generosos, tan valientes y tan entregados a los más pobres y necesitados de la tierra. Sin embargo, lo que más acerca a los niños a la Iglesia misionera es conocer a Jesús. Cuando se le conoce de verdad, cuando se le trata en persona, en la oración, en la eucaristía, o se le descubre en los hermanos, enseguida se valora la misión. Los niños entienden muy bien que la Iglesia solo puede ser lo que es Jesús, y «Hemos de ser Jesús es en el mundo la misión del amor de su Padre. misioneros en nuestros Uno de los objetivos de Testigos del Señor es ayudar a los niños y ambientes, pero la adolescentes de 10 a 14 años a incorporarse a la misión de la Iglevocación misionera sia. ¿Qué papel pueden desempeñar, en este sentido, las propuestiene un horizonte tas de Infancia Misionera? La Infancia Misionera abre los muy largo: "Id al ojos y el corazón de los niños y adolescentes y los lleva a reconomundo entero"». cer el proyecto de Dios para el
mundo. Enseguida comprenden que lo que viene de Dios, viene del amor de un Padre y es, sin distinción ni exclusión, para todos sus hijos. La Infancia Misionera nos ayuda a ver un mundo abierto. Lo misionero siempre es ajeno a las divisiones, a las discriminaciones. El misionero trabaja, en nombre de la Iglesia, familia de los hijos de Dios, para que el mundo sea una gran familia. Un misionero, y, por tanto, un niño misionero, sólo ve a los otros como a un igual, como a alguien de su misma condición y dignidad, como a un hijo de Dios. Es más, un niño o un adolescente misionero siempre se ve mezclado y participativo, abierto a los demás. “Un niño misionero siempre piensa en «nosotros»”. Una de las veces en que el catecismo se refiere al mandato misionero, recuerda cómo la tristeza de los primeros discípulos “se convirtió en alegría y en misión”. ¿Cómo pueden transmitir los niños esa alegría misionera? Me gusta la pregunta, pero, si me lo permite, yo responderé haciendo otra: ¿en quién pueden encontrar los niños la alegría misio-
nera? Ante todo, os digo que ¡ojalá todos los niños fueran felices por el solo hecho de ser niños! Yo les propongo una fórmula para la felicidad: ir a la misma fuente de la alegría. “Con Jesucristo nace y renace la alegría”, nos dice el papa Francisco. Solo el que ama a Jesucristo encuentra la verdadera alegría. En realidad, la alegría es el sentimiento, la actitud y la expresión de la vida del cristiano. Un cristiano sólo puede ser alegre.
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«Transmitir la alegría misionera es decir, con la sencillez de la vida y las palabras de un niño, quién nos hace felices». Por eso, la alegría se transmite por irradiación, la alegría es siempre “magnética”. Pero, llegado el momento, también hay que decir a unos y a otros, con la sencillez de la vida y de las palabras de un niño, quién nos hace felices. Eso es transmitir la alegría misionera. Tenemos que dar razones de nuestra alegría. Los niños pueden y deben evangelizar desde su alegría misionera a sus padres, a sus hermanos, a sus amigos, a otros niños. Este catecismo propone, entre otros modelos, a dos figuras excepcionales de la misión, como san Pablo y san Francisco Javier. ¿Qué actitudes y qué gestos pueden aprender los niños de ellos, para llegar a ser “pequeños misioneros”? El papa Francisco, ahora el primer misionero de la Iglesia, nos invita a todos a ser una Iglesia “en salida”. “Id” es la palabra que debe sonar con más fuerza en la vida de un cristiano. Para eso es necesario tener un corazón de puertas abiertas, que nos lleve al viaje misionero con una intención: “Los niños ayudan a los niños”. Es esa actitud de ayuda, de apertura a los demás, lo que distingue a los pequeños misioneros. Esa, en realidad, es también la actitud de Pablo y de Francisco Javier: saberse enviados por Jesús a dar la vida por los demás. San Pablo, una vez que fue alcanzado por Cristo y le conoció a fondo, se convirtió en un viajero incansable para llevar a to-
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dos el primer anuncio del Evangelio. Os recomiendo que busquéis en el catecismo el dibujo de sus viajes. Y san Francisco Javier es para todos nosotros un maravilloso aventurero de la misión. Leed el tema 50 del catecismo, y conoceréis sus motivaciones. Precisamente al hablar del Patrono de las Misiones se explica la labor de los misioneros y misioneras. ¿Cómo fomentar la vocación misionera específica, para que alguno de nuestros niños reconozca esta llamada y pueda decir: “Yo soy uno de ellos”? Es muy hermoso este lema. Involucra a los niños en la misión y los lleva a sentirse al lado de los misioneros. Estoy convencido de que también estimula a conocer cómo son, dónde están, qué hacen, con quiénes viven. Con este lema los niños aprenderán a ser uno más en la familia misionera. La vocación misionera se descubre mejor cuando los niños ven juntos a Jesús y a los misioneros; entonces dicen: “También yo soy uno de los enviados por Jesús”. Descubren así que el misionero está en Malí, Nigeria, Ruanda, China o Bangladesh, o en cualquier otro lugar del mundo, para llevar la buena noticia de Jesús. Es verdad que hemos de ser misioneros en nuestros ambientes, entre nuestra familia, en la escuela, con los amigos, en el juego o en la fiesta; pero la vocación misionera tiene siempre un horizonte muy largo: “Id al mundo entero”, nos dice Jesús.
Rafael Santos
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on la Jornada de Infancia Misionera 2015, que celebramos el 25 de enero próximo, comienza un nuevo periodo de cuatro años, en el que el Secretariado de esta Obra Pontificia quiere desarrollar, desde la perspectiva misionera, las cuatro tareas o dimensiones de la iniciación cristiana que los niños están viviendo en la parroquia o en el colegio: 1.
Conocimiento de las enseñanzas evangélicas, es decir, de la persona y el mensaje de Jesús.
2.
Oración y participación en la celebración de la fe y los sacramentos.
3.
Práctica de la vida cristiana, para ir adoptando el estilo evangélico.
4.
Compromiso misionero y apostólico conforme a su edad y circunstancias.
Estas tareas se desarrollarán haciendo que lo misionero se sitúe en la entraña de las actividades de formación de los niños, como una exigencia que nace de la fe, y no como una especie de añadido o “apéndice”. A este planteamiento hay que añadir que cada uno de estos cuatro años llevará asociada una actividad extraordinaria, para que los niños puedan participar de una manera fácil y amena en este sentirse “pequeños misioneros”. En esa línea, para este año 2015, con el lema “Yo soy uno de ellos”, el Secretariado de Infancia Misionera ha convocado un concurso de cuentos. En la página web del certamen (www.infanciamisionera.es/p/concurso-de-cuentos.html) se ofrecen las correspondientes bases. La Dirección Nacional de las Obras Misionales Pontificias en España confía en que la participación en esta convocatoria, que se encuentra ya en su recta final, sirva para hacer que los niños de nuestros colegios, parroquias y grupos misioneros se involucren, escriban lo que piensan sobre cómo debe comportarse un niño de Infancia Misionera, y se reconozcan e identifiquen como “uno de ellos”.
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La celebración anual de un Encuentro Misionero de Niños se está consolidando en esta diócesis.
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n nuestra diócesis pretendemos impulsar el espíritu misionero entre los niños, y lo hacemos a través de los materiales para preparar la Jornada del cuarto domingo de enero, y con diversas actividades: “Sembradores de Estrellas”; en Navidad, las “Huchas del Compartir”, que se entregan en la parroquia en un festival el día de la Jornada; eucaristías de Infancia Misionera... Vamos a detenernos en una de estas actividades, que realizamos casi siempre en tiempo de
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Pascua: el Encuentro Misionero de Niños. Hace tiempo se realizaba ya un encuentro de niños en el Seminario Diocesano. Desde hace cinco años venimos potenciándolo, realizándolo cada vez en uno de nuestros cinco arciprestazgos, y ha tomado tal impulso que, tras haberlo celebrado en to-
dos, se nos ha pedido que se siga realizando anualmente. En cada encuentro se reúne un mayor número de niños (más de 400, pese a ser una diócesis pequeña), con padres, profesores, catequistas y parroquias, que colaboran con creciente ilusión y esfuerzo. Siempre que le es posible, nos acompaña nuestro obispo, Mons. Eusebio Hernández Sola, así como D. Anastasio Gil, director nacional de OMP. El encuentro comienza con cantos y dinámicas de distribución de grupos, a los que se distingue con pañoletas de los cinco colores de los continentes, en coincidencia también con los cinco arciprestazgos. Un grupo de teatro y animación representa, de manera muy participativa, un cuento que destaca valores humanocristianos que debe tener el niño, en relación con el lema de Infancia Misionera de ese año; durante el día, los actores, vestidos de sus personajes, animan todos los actos. Seguidamente, cada personaje acompaña a un grupo de niños a la gymkhana que dirigen los seminaristas.
A la hora de comer, en un rastrillo, un grupo de inmigrantes ofrece los postres típicos de su país. Enseguida se pasa a la presentación que cada grupo, parroquia o pueblo ofrece: canto, juego, pancartas, etc. Después, en la parroquia del pueblo donde se realiza el Encuentro, vamos a un rato de oración misionera, preparada por los catequistas y monitores de cada lugar. Terminamos volviendo al punto de reunión y ofreciendo a los niños una merienda sencilla. Todos se llevan la alegría de haberse encontrado con Jesús y los compañeros y de haber pasado un día feliz.
M.ª Jesús Sanjuán Delegada Diocesana de Misiones y Directora Diocesana de OMP de Tarazona
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E
n el camino hacia la Jornada de Infancia Misionera, "Sembradores de Estrellas" ayuda a los niños a preparar la Navidad y les enseña a ser siempre testigos de Jesús. El siguiente texto de la Hna. Merche Trigo, del colegio de las Carmelitas Teresas de San José de Reus (Tarragona), ofrece un ejemplo de esta actividad: "Cada año, los grupos de Infancia Misionera de nuestro colegio programamos la actividad de «Sembradores de Estrellas», motivada desde la Delegación Diocesana de Misiones-OMP. Un sábado próximo a la Navidad, por la mañana, vamos andando a la residencia de ancianos de Reus con los niños y niñas de los grupos, acompañados por los voluntarios, en su mayoría jóvenes, que hacen de animadores. En el trayecto vamos cantando vi-
llancicos, acompañados por el profesor de música con su acordeón. Por la calle vamos pegando estrellas y deseando feliz Navidad a la gente. Una vez llegamos a la residencia, pasamos por diferentes pisos cantando villancicos y pegando las estrellas, como símbolo del mensaje que queremos transmitir a los abuelos. Estamos un rato hablando con ellos; para los niños es una experiencia de contacto con la realidad. El objetivo es darnos cuenta de que la Navidad es una buena oportunidad para transmitir la alegría que Jesús ha puesto en nuestros corazones. Y esta alegría no nos la podemos guardar, sino que debemos abrirnos a los demás". En Tarragona más de seiscientos niños y niñas de las escuelas de la ciudad son enviados por el arzobispo a anunciar por las calles, con sus estrellas, el nacimiento de Jesús, felicitando la Navidad a todos en nombre de los misioneros. Grandes estrellas, carteles y pegatinas ambientan la actividad en Albacete, en tanto que los globos y su colorido acompañan a los "Sembradores" en su recorrido por Madrid.
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Con las aportaciones de los niños del mundo Al hablar de Infancia Misionera, el Estatuto de las Obras Misionales Pontificias señala que “las cuotas y donativos de los niños de los diversos continentes constituyen el Fondo Universal de Solidaridad de la Santa Infancia para ayudar a las instituciones y actividades en favor de los niños en territorios de misión” (art. 18). En efecto, el sentido católico y universal característico de las OMP se plasma en esa “hucha común” –el mencionado Fondo–, en la que los chicos y chicas de todo el mundo reúnen sus donativos, con el objetivo de ayudar a quien, de entre ellos, más lo necesite. Puede que los niños de un país sufran muchas carencias, y que, de hecho, vayan a necesitar recibir ayuda material de sus hermanos de otros países; pero no por eso dejan de ofrecer lo que buenamente pueden para ser solidarios en la caridad. Estas son las aportaciones mundiales a Infancia Misionera de 2013, por continentes:
África América Asia Europa Oceanía TOTAL
E E E E E 15.665.532,97 E 554.596,67 1.658.683,82 1.263.063,17 9.825.072,21 2.364.117,11
En la Asamblea General anual de Obras Misionales Pontificias, que se celebra el mes de mayo en Roma, se establece, según criterios de equidad, el reparto concreto de las cantidades puestas a disposición del Papa para atender a los niños repartidos por la geografía misionera. Es entonces cuando se indica a cada país “emisor” a qué necesidades concretas de otras naciones “destinatarias” debe dirigir el dinero recaudado.
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Ejemplos de nuestras ayudas Se ofrecen a continuación unas “fichas” que reflejan sintéticamente algunos proyectos atendidos gracias a la generosidad de los niños de Infancia Misionera de España. Los ejemplos que se han escogido reflejan de modo especial la dimensión de anuncio y evangelización cubierta por estas ayudas.
País: SAN VICENTE Y LAS GRANADINAS (Antillas) Proyecto: Programa catequético y de formación cristiana en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Descripción: Se necesitan materiales para la catequesis (libros, cuadernos de trabajo...) y poder desarrollar un campamento de formación para niños, así como encuentros mensuales. También se quiere contribuir al mantenimiento de la casa de formación. Institución: Diócesis de Kingstown Beneficiarios: 300 niños
Aportación enviada por OMP España: 1.502,82
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País: TAILANDIA Proyecto: Programas catequéticos y de animación y formación misionera en el Departamento Misionero archidiocesano. Descripción: Se pretende cubrir gastos de alojamiento, comida, equipamiento y transporte. Ofreciéndoles formación cristiana y principios para el diálogo interreligioso con el budismo y el islam, los niños pueden aplicar esto en sus actividades misioneras en la familia y en el colegio. Institución: Archidiócesis de Bangkok Beneficiarios: 120 niños
Aportación enviada por OMP España:
2.103,95
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PAPÚA NUEVA GUINEA Proyecto: Programa de formación cristiana en la escuela dominical diocesana. Descripción: Se necesita disponer de materiales catequéticos, como libros y biblias para País:
niños, y ayudas para transporte. Se trata de un medio de evangelización para los pequeños, incluso los que viven en poblaciones apartadas y acuden a este programa escolar. Institución: Diócesis de Daru-Kiunga Beneficiarios: 1.200 niños
Aportación enviada por OMP España: 1.878,52
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País: RUANDA Proyecto: Formación para niños con discapacidad. Descripción: Se requiere contar con material y libros de oraciones para pequeños con dificultades físicas o mentales, los cuales son a menudo maltratados y abandonados por su familia. Ofrecerles una educación cristiana de base permite ayudarles a crecer en la fe. Institución: Diócesis de Butare Beneficiarios: 250 niños
Aportación enviada por OMP España:
1.502,82
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UN RÍO DE GRATITUD La ayuda espiritual y económica que cada niño ofrece, sumada a la de sus hermanos de muchos países, acaba logrando grandes cosas: que el anuncio de Jesús y los signos de su amor se hagan cercanos a la infancia más necesitada de todo el mundo. En una de las siguientes cartas, motivadas por la recepción de ayudas desde España, se dice que "varios cursos de agua provocan la crecida de un río". El de Infancia Misionera es un río de solidaridad evangélica y gratitud: de unos a otros, y de todos a Dios.
Tan pronto como OMP España me comunicó su respuesta favorable a la petición de la Secretaría General de Infancia Misionera, he querido manifestarles mi gratitud. Pienso particularmente en esos miles de niños que se han desprendido de lo que les ha sido posible para que nos beneficiemos hoy de su generosidad. Como se dice aquí, “varios cursos de agua provocan la crecida de un río”. Esto significa que su gesto tiene verdaderamente su parte en nuestros proyectos pastorales, que consisten, entre otras cosas, en asegurar la escolarización de chicas y chicos que asisten a nuestros internados en Bagou y Ségbana. Esta ayuda se ha solicitado en favor de ellos. Haremos un informe detallado de la gestión de este fondo. En nombre de todos los niños que se beneficiarán y de sus respectivas familias, les digo de nuevo un sincero “gracias”. Que la Virgen María bendiga y proteja a los niños que aman y se dan a sus hermanos en humanidad. MONS. CLET FELIHO, obispo de Kandi (Benín)
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Con suma satisfacción, por intermedio de la Nunciatura Apostólica en el Ecuador, recibí hace pocos días la transferencia bancaria correspondiente al subsidio ofrecido por las OMP de España a nuestro vicariato apostólico de Méndez, a beneficio de las internas de la residencia estudiantil de Chiguaza (Huamboya). En mi nombre, y en representación de los beneficiarios, padres de familia y adolescentes estudiantes, les expreso mi profundo agradecimiento a ustedes y a todos sus colaboradores, donantes y benefactores, por esta significativa aportación económica, que aliviará un tanto las múltiples necesidades de esta residencia para 45 niñas de etnia shuar, provenientes de familias destruidas, y muchas de las cuales llegan sin saber leer ni escribir. Con la oportunidad y responsabilidad debidas se enviará el informe económico correspondiente a los recursos entregados; ahora adjunto justificación documental de lo recibido. MONS. NÉSTOR MONTESDEOCA BECERRA, SDB,
y rezan por todos ustedes. Que Dios les bendiga y bendiga también su maravilloso trabajo en favor de los niños. MONS. WILLIAM D’SOUZA, SJ, Arzobispo de Patna (India)
Les escribo para agradecerles la cantidad que nos envían como subsidio ordinario y para los dos proyectos escolares en Bonagai y Okaiboma, en la parroquia de Gusaweta. Informaré al párroco sobre este dinero que va a a llegar. Les ofreceremos documentación escrita y gráfica acerca de su uso, tan pronto como el proyecto se complete. Gracias de nuevo a ustedes y al Secretariado General de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera. Rezamos por todos nuestros benefactores. MONS. ROLANDO C. SANTOS, CM, Obispo de Alotau-Sideia (Papúa Nueva Guinea)
Vicario Apostólico de Méndez (Ecuador)
Nos alegra informarles de que hemos recibi-
Un saludo de paz y alegría. Quiero expresarles mi sentimiento de gratitud por el envío de un subsidio extraordinario para la habilitación de aseos para niños y niñas en Basauni, en nuestra archidiócesis de Patna. Po«Que Dios dremos, así, mejorar las instalacioles bendiga y nes sanitarias de los albergues a ellos destinados. bendiga también Estamos agradecidos a la Obra su maravilloso Pontificia de la Infancia Misiotrabajo en favor nera por esta sustancial aportación para los pequeños de nuestras de los niños». escuelas y albergues, la mayoría de los cuales son dalits (intocables). Este subsidio nos permite ayudar a nuestros niños a crecer desde el punto de vista social y religioso. Ellos lo agradecen, lo recuerdan
do, a través de la Nunciatura, una suma destinada a dos proyectos concretos: uno, en forma de subsidio ordinario, y otro, para el mantenimiento de un hogar infantil. Estamos muy agradecidos por esta ayuda. Esperamos hacer así más por todos los niños de las parroquias de la diócesis, a través de diversas actividades, e inculcar en ellos los valores cristianos para construir el Reino de Dios. Enviamos las cantidades a las personas responsables: el P. Sumit Tahir, que se encarga del apostolado entre los niños a nivel diocesano, y el hermano A. Michael, que cuida del
hogar infantil. Nuestro sincero agradecimiento a todos esos niños que han contribuido a esta causa; rezamos por ellos. P. CHERIAN PULICKAL, secretario y procurador de la diócesis de Indore (India)
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Como un eco del pasado DOMUND 2014, traemos a estas páginas algunos testimonios de misioneros españoles que realizan su labor, de modo especial, entre los más pequeños. Los misioneros junto a los niños, y los niños junto a los misioneros, comprueban que, como nos dice el papa Francisco, "con Jesucristo siempre nace y renace la alegría". Una alegría que solo pueden descubrir los humildes, los sencillos, los pobres, aquellos a los que el Señor ha llamado "benditos".
Roger Marco y, arriba, Maria Palau, misioneros laicos de OCASHA.
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S
aludos desde República Dominicana. Soy Roger, un misionero laico de OCASHA, y estoy en un proyecto junto a mi esposa, Maria, en las lomas de Sabaneta, en la diócesis de San Juan de la Maguana. En concreto, se trata de un proyecto de educación, en el que muchachos y muchachas de nueve comunidades se desplazan al centro educativo y vocacional “Aventura”; lo hacen de lunes a viernes, ya que se encuentra a más de tres horas de camino de la comunidad más
alejada. La idea de poner esto en marcha sale después de mucho esfuerzo de la diócesis, al observar que los niños de las comunidades de las lomas no tenían ninguna oportunidad de estudiar, debido a la falta de un centro formativo en la zona. Nuestra misión consiste en acompañar y coordinar las diferentes tareas que en él se realizan. En nuestros lugares de frontera y, en concreto, en el centro educativo “Aventura”, hay que hacer del “Renace la alegría” un deber.
Muchos son los chicos y chicas que llevan consigo unas historias familiares muy duras, un futuro poco esperanzador... ¿Cómo hacer llegar esperanza y la buena nueva del
L
as niñas de la foto, Viagneli, Seiri, Seni y Evelyn, son algunas de nuestras vecinitas. Cuando los fines de semana estamos por casa, pasan bastantes horas con nosotros. Realmente nos arrancan sonrisas, carcajadas, juegos, canciones, ternura, y, sin que tengan la menor idea, hacen que renazca la alegría, si algún día llegamos a casa preo-
Evangelio, si no es con alegría? Con los ojos cerrados, me atrevo a decir que la alegría revive allí donde vive el Evangelio. ROGER MARCO CASANOVAS
cupados o desmotivados por algo. A veces pensamos que les acogemos, que les damos desayuno o que les educamos algo, pero, cuando vienes a ver, no hay duda de que es Dios el que nos visita a través de ellos. Un abrazo bien fuerte desde Sabaneta, San Juan, República Dominicana. MARIA PALAU MELET
S
oy religiosa de las Hijas de María Madre de la Iglesia y estoy viviendo, con otras tres hermanas, en Sábiè, distrito de Moamba, a tres horas de Maputo, la capital de Mozambique. Trabajamos en nuestra parroquia, que tiene una extensión de 3.000 km2. Atendemos nueve comunidades, todas de primera evangelización, y formamos equipo con dos padres del Instituto Español de Misiones Extranjeras. Vivimos con gentes que tienen muy pocos bienes materiales, pero que, sin embargo, poseen la riqueza del corazón y un sentido del compartir muy grande. Tenemos una escolinha comunitaria, adonde vienen unos 60 criancinhas de tres a cinco años; al mismo tiempo, ofrecemos formación a sus mamás. Los niños y niñas que vienen a la escolinha son muy alegres y, al descubrir cosas nuevas, se sienten contentos y repiten en sus casas todo lo aprendido. Están felices, y yo me siento feliz pen-
S
oy carmelita misionera teresiana y estoy en Lucena, Quezón (Filipinas). Tenemos un centro que atiende a las familias más pobres de aquí, en diferentes proyectos.
sando que con mi pequeña aportación colaboro en esa felicidad. En esta sencillez de vida, “haciendo bien –como decía nuestra madre fundadora, la beata Matilde Téllez– lo poquito que podamos hacer”, doy gracias al Señor por poder compartir aquí mi vida, y siento que cada día renace la alegría en mí. PILAR BOVES MONTE Contamos con un comedor para niños malnutridos, que son atendidos en el parvulario del centro. Facilitamos estudios a niños y jóvenes, así como formación humana y cristiana y catecismo. Sus problemas de salud los atendemos en el dispensario, y les ofrecemos atención en los hospitales. Además, damos trabajo a sus madres, que cosen y hacen trabajos manuales. ¿Renace la alegría? ¿Y cómo no? Soy muy feliz dándome a las necesidades de los más necesitados. ASUNCIÓN CIURANETA ESTADELLA
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Inicio de la celebración Monición de entrada Jesús nos ha convocado para esta celebración de la eucaristía. En el Evangelio escucharemos cómo Jesús llamó a sus primeros discípulos. Hoy celebramos, además, la Jornada de la Infancia Misionera; su lema, “Yo soy uno de ellos”, nos recuerda que, como los apóstoles, nosotros también somos llamados a ser misioneros. Hemos entrado el sacerdote y los monaguillos acompañados de algunos niños con fotografías de misioneros y misioneras, que hemos colocado ante el altar; ellos nos recuerdan esta llamada de Jesús. En esta misa, pidamos al Señor ser nosotros sus enviados a nuestras familias y amigos.
Acto penitencial Jesús nos llama, pero a veces no le escuchamos. Nos vamos a poner un momento de espaldas al altar en silencio, y luego nos volvemos para pedir perdón por no escuchar la llamada de Jesús.
Liturgia de la palabra Homilía en diálogo con los niños ¿Qué hace Jesús en el Evangelio? ¿Por qué llama a los discípulos? ¿Qué crees que es ser “pescador de hombres”? ¿Piensas que Jesús te llama a ti? ¿Cómo? ¿Qué sería para ti ser un “niño misionero”? ¿Qué sabes de los misioneros? ¿Qué es lo que más te gusta de ellos? ¿Cómo podrías hacer tú que se conozca más el Evangelio? ¿Cómo puedes ser tú “uno de ellos”?
Oración de los fieles Jesús llamó a los apóstoles para llevar la buena noticia del Reino de Dios a todos los hombres; ahora, en la oración, dirigimos a Dios nuestras peticiones, para que nosotros sigamos sus pasos. Respondemos: Padre nuestro, venga tu Reino.
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Por la Iglesia, y especialmente por el Papa y los obispos, para que todos escuchemos la llamada de Jesús a seguirle. Roguemos al Señor. Por los cristianos perseguidos, para que la fortaleza de su fe sea testimonio de la presencia de Dios entre los hombres. Roguemos al Señor. Por los niños de Infancia Misionera, para que sean generosos con sus oraciones, con sus cosas y con sus vidas. Roguemos al Señor.
· ·
Por los misioneros y misioneras, que han seguido la llamada de Jesús a ir a países lejanos, para que sirvan con amor a los pueblos a los que han sido enviados. Roguemos al Señor. Por los que ahora celebramos esta eucaristía, para que el lema “Yo soy uno de ellos” nos anime a seguir el ejemplo de los misioneros y misioneras. Roguemos al Señor.
Escucha, Dios nuestro Padre, las oraciones que te hemos dirigido para que tu Reino se haga presente en modo especial entre los niños de todo el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Liturgia eucarística Ofertorio Escuchando la llamada de Jesús en su Palabra, traemos las ofrendas para la celebración de la eucaristía; con ellas Jesús puede hacerse presente en el sacramento y en el mundo. Primero acercamos al altar el pan, el vino y el agua que se convertirán en su Cuerpo y su Sangre. Traemos también el cartel de la Jornada de Infancia Misionera, que nos recuerda que “Yo soy uno de ellos”, de los llamados por Jesús. Finalmente, aportamos una hucha de Infancia Misionera, expresión de que debemos ser generosos con nuestras cosas.
Plegaria eucarística para las misas con niños Padrenuestro “Yo soy uno de ellos”: uno de los millones de niños que formamos la familia de los hijos de Dios. Nos tomamos todos de la mano para rezar el padrenuestro. Es la oración de Jesús y nos une a nuestros hermanos de los cinco continentes. Por eso, podemos decirla con confianza y sintiéndolos a todos cercanos.
Monición al rito de la paz y a la comunión Vamos a darnos como hermanos la paz, conscientes de que este gesto es para hacer presente a Jesús. Es más que una muestra de amistad: es también signo del compromiso de que “Yo soy uno de ellos”, de los que construyen la paz que Jesús vino a traer al mundo.
Conclusión de la celebración Monición después de la comunión En esta misa, pidamos al Señor ser nosotros sus enviados a nuestras familias y amigos.
Vamos a guardar un momento de silencio para dar gracias a Jesús por haberle recibido (o, los que no habéis hecho aún la primera comunión, porque ha venido en la eucaristía). Le pedimos en nuestro corazón que nos ayude a escucharle para responderle: “Yo soy uno de ellos, de los discípulos que te conocen y anuncian”.
Monición de despedida Terminamos nuestra celebración de la eucaristía. Jesús nos ha dicho que somos de los suyos, de los discípulos que envía al mundo para llevar el Evangelio. Esto nos llena de mucha alegría. Nos inclinamos para recibir la bendición y hacemos el compromiso de aumentar esta alegría en el mundo.
Juan Martínez Sáez, fmvd. Colaborador de OMP
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INFANCIA MISIONERA APORTACIÓN ECONÓMICA DE LAS DIÓCESIS A
La Obra Pontificia de Infancia Misionera recibe, durante el año en curso, las aportaciones económicas que los fieles ponen a disposición del Santo Padre para atender la actividad misionera entre los niños en los 1.109 territorios de misión. Las cantidades recogidas en 2013 proceden, en buena medida, de la colecta llevada a cabo en la Jornada de Infancia Misionera correspondiente. Dichas aportaciones están siendo enviadas por la Dirección Nacional de las OMP, durante el año 2014, a los lugares que indica la Secretaría General de Infancia Misionera, en Roma, una vez aprobados los proyectos presentados a la Asamblea General y al Comité Superior de las OMP. Ofrecemos la relación de estas ofrendas realizadas en 2013 en el conjunto de España, desglosadas por diócesis.
Recaudaciones
2013
DIÓCESIS
Euros
ANDALUCÍA
CASTILLA-LEÓN
MADRID
Almería ..............................5.650,03 Cádiz-Ceuta ................. 18.845,53 Córdoba ......................... 81.481,44 Granada ..........................69.699,07 Guadix-Baza ................. 6.417,41 Huelva ............................... 3.585,48 Jaén ................................. 18.942,35 Jerez .................................. 3.674,40 Málaga-Melilla ............66.535,02 Sevilla .............................. 39.628,07
Astorga ........................... 32.336,76 Ávila .................................. 80.331,02 Burgos ............................ 18.107,90 Ciudad Rodrigo ......... 2.134,65 León ..................................18.264,50 Osma-Soria ..................10.164,46 Palencia ......................... 19.934,33 Salamanca ....................41.231,22 Segovia ........................... 23.266,87 Valladolid ...................... 68.440,70 Zamora ............................ 11.433,21
Alcalá de Henares ....... 22.379,88 Getafe ...................................... 8.242,55 Madrid ................................. 140.281,27 Arz. Castrense .................... 530,09
ARAGÓN Barbastro-Monzón ..... 17.429,08 Huesca .......................... 4.814,55 Jaca ................................ 8.013,73 Tarazona ....................... 5.042,45 Teruel-Albarracín ..... 4.848,29 Zaragoza ................... 85.313,50
ASTURIAS Oviedo .......................... 28.022,67
BALEARES Ibiza ................................. 10.359,72 Mallorca ....................... 2.553,60 Menorca ....................... 2.658,50
CATALUÑA Barcelona ......................40.369,81 Girona ................................ 9.431,40 Lleida ................................10.376,60 S. Feliu de Llobregat .....2.803,52 Solsona ............................ 6.537,51 Tarragona ........................7.697,18 Terrassa ........................... 1.554,04 Tortosa .............................. 2.829,37 Urgel ................................. 25.254,11 Vic ....................................... 2.566,11
EUSKADI
CANARIAS
Bilbao ............................... 40.507,73 San Sebastián......... 194.681,89 Vitoria ...............................59.788,19
Canarias ...................... 37.543,52 Tenerife ...................... 59.427,42
EXTREMADURA
CANTABRIA Santander .................. 25.404,93
Mérida-Badajoz ........ 35.460,59 Coria-Cáceres ............37.564,81 Plasencia ....................... 11.071,15
CASTILLA-LA MANCHA
GALICIA
Albacete ...................... 33.329,70 Ciudad Real................ 100.919,93 Cuenca ........................ 68.697,89 Sigüenza-Guadalajara... 39.542,89 Toledo ........................... 65.925,39
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ejercicio
Lugo .................................. 11.883,68 Mondoñedo-Ferrol ......5.978,33 Ourense .......................... 13.848,20 S. de Compostela ....... 96.222,10 Tui-Vigo ........................... 48.161,87
MURCIA Cartagena-Murcia .......... 25.764,83
NAVARRA Pamplona-Tudela ...........95.893,03
LA RIOJA Calahorra-Logroño ..........76.204,60
VALENCIA Orihuela-Alicante ...........38.478,00 Segorbe-Castellón ........ 38.964,27 Valencia ................................ 93.966,46
DIRECCIÓN NACIONAL ..................................................... 33.775,57
TOTAL GENERAL
............................................. 2.479.020,92
INFANCIA MISIONERA
por continentes
DISTRIBUCIÓN DE LAS AYUDAS DE ESPAÑA
La Asamblea General de las
Obras Misionales Pontificias, celebrada en Roma los días 5-10 de mayo de 2014, aprobó la distribución de las ayudas económicas de España para atender los proyectos pastorales y sociales a favor de los niños en los territorios de misión.
Estos fondos proceden de las aportaciones de los fieles durante el ejercicio del año 2013, una vez deducidos los gastos indispensables para la administración y la animación misionera en las comunidades cristianas. Con estos donativos se ayuda a cubrir necesidades espiri-
ÁFRICA
tuales y materiales de la infancia en las misiones, creando y sosteniendo dispensarios, centros de distribución de alimentos y artículos de primera necesidad, hospitales, instituciones de acogida para niños abandonados y huérfanos, escuelas infantiles, primarias y medias...
ASIA
BENÍN .................................... 159.694,41
REP. CENTROAFR. ........ 32.242,75
INDIA ................................................. 430.883,04
BURKINA FASO ............... 38.229,94
REP. D. CONGO ................37.958,49
LÍBANO ............................................. 36.614,06
BURUNDI ...............................42.707,84
RUANDA ................................ 48.729,84
MONGOLIA ....................................... 7.113,67
CAMERÚN ............................ 79.805,58
SIERRA LEONA ................25.158,03
MYANMAR ....................................... 41.302,86
CHAD ........................................ 65.844,90
SOMALIA .................................8.240,79
PAKISTÁN ....................................... 32.536,91
COSTA DE MARFIL ............27.229,50
SUDÁFRICA .......................... 7.131,12
ETIOPÍA ..................................... 5.955,84
SUDÁN .................................... 19.921,81
GHANA .................................... 66.623,53
TANZANIA ............................ 85.761,84
GUINEA ..................................... 8.192,08
UGANDA ................................ 43.406,38
KENIA ........................................ 8.191,86
ZAMBIA ...................................44.308,50
LIBERIA................................... 26.274,64 LIBIA ........................................... 8.191,64
TOTAL ...... 1.206.216,86 E
MOZAMBIQUE .................... 8.807,65
SRI LANKA .................................... 62.319,13 TAILANDIA ...................................... 33.187,57
TOTAL ............ 655.399,04 E
AMÉRICA BOLIVIA .............................................. 5.955,84
MADAGASCAR ................ 77.370,58 MALAUI .................................. 59.092,13
SIRIA .................................................... 11.441,80
ECUADOR ....................................... 19.054,00
OCEANÍA
TRINIDAD Y TOBAGO ........... 27.026,06
PAPÚA NUEVA GUINEA ... 79.348,71
VENEZUELA .................................... 8.191,64
TOTAL ............... 79.348,71 E
TOTAL ............ 60.227,54 E
NÍGER ...................................... 14.229,50 NIGERIA ............................... 156.915,69
TOTAL GENERAL: 2.001.192,15 E 25
adie puede sentir mejor que los sacerdotes cuánto hay que trabajar aún para que el anuncio del Evangelio llegue “hasta los confines de la tierra” y el mundo entero se integre en el Pueblo de Dios, Cuerpo Místico de Cristo. Como colaboradores del obispo, los presbíteros deben compartir con él la solicitud por la misión. Según el decreto Ad gentes (n. 39) y Redemptoris missio (nn. 67 y 68), un sacerdote consciente de su deber misionero se caracteriza por: 1. Entender plenamente que su vida está consagrada también al servicio de las misiones y que su ministerio participa de la misma amplitud universal de la misión confiada por Cristo a los apóstoles.
N
2. Tener un espíritu genuinamente católico y mentalidad misionera, para estar abierto a las necesidades de la Iglesia y del mundo, atento a los más alejados y, sobre todo, a los grupos no cristianos del propio ambiente. 3. Sentir, en la oración y, particularmente, en la celebración eucarística, la solicitud de toda la Iglesia por la humanidad entera. 4. Ordenar el trabajo pastoral de modo que sea provechoso para el anuncio del Evangelio entre los no cristianos. 5. Suscitar y mantener entre los fieles el celo por la evangelización del mundo. 6. Transmitir, mediante la catequesis y la predicación, el deber de la Iglesia de anunciar a Cristo entre las gentes. 7. Hacer partícipes a las familias cristianas de la necesidad y el honor de cultivar las vocaciones misioneras entre sus hijos e hijas. 8. Promover el fervor misionero en los jóvenes de las escuelas y asociaciones católicas, así como de los
seminarios y universidades, de forma que surjan de entre ellos los futuros evangelizadores. 9. Iniciar a los fieles en la oración por las misiones y no avergonzarse de pedirles limosnas, hecho como mendigo por Cristo y por la salvación de las almas. 10. Estar disponible al Espíritu Santo y al obispo para ser enviado a anunciar el Evangelio fuera del propio país, lo que, en el caso de los sacerdotes diocesanos –cumpliéndose los criterios y condiciones oportunos–, puede consistir en prestar un servicio misionero temporal a otras Iglesias jóvenes. Los sacerdotes han de desempeñar su ministerio de tal manera que los fieles y comunidades cristianas se sientan realmente miembros tanto de la diócesis, como de la Iglesia universal. Un importante medio concreto de formar estas comunidades llenas de espíritu misionero y de promover su participación, en cuanto tales, en la actividad evangelizadora ad gentes es fomentar su implicación activa –a través de la oración y la ayuda económica– en las Jornadas misionales.
Secretariado de la Pontificia Unión Misional
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