Misioneros Nº 229

Page 1

POR
MISIONALES PONTIFICIAS Nº 229NOVIEMBRE AÑO 2022
MILENIO
EDITADA
LAS OBRAS
TERCER

EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS

C/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid

Tfno: 91 590 27 80 Fax: 91 563 98 33

E-Mail: dir.nal@omp.es http://www.omp.es

AGUSTINOS RECOLETOS

Paseo de La Habana, 167. 28036 Madrid. Tel. 91 345 34 60

COMPAÑÍA DE JESÚS

Avda. de la Moncloa, 6. 28003 Madrid. Tel. 91 534 48 10

COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓN Estocolmo, 9. 28022 Madrid. Tel. 91 313 56 40

FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍA

Cardenal Marcelo Spínola, 38. 28016 Madrid. Tel. 91 302 61 99

MISIONERAS DE NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA (HERMANAS BLANCAS) Ángela Figuera, 39. 28003 Madrid. Tel. 91 553 82 60

MISIONEROS CLARETIANOS Clara del Rey, 6. 28002 Madrid. Tels. 91 415 23 61 y 91 415 21 99

INSTITUTO ESPAÑOL DE MISIONES EXTRANJERAS Ferrer del Río, 17. 28028 Madrid. Tel. 91 726 84 27

MERCEDARIAS MISIONERAS DE BÉRRIZ Fereluz, 2. 1ª A 28039 Madrid. Tel. 91 571 63 03

MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIA Madre Nazaria, 7. 28044 Madrid. Tel. 91 462 88 40

MISIONERAS DE CRISTO JESÚS Peñuelas, 18. 5º A. 28005 Madrid. Tel. 91 517 41 78

MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIO General Kirkpatrick, 44. 28027 Madrid. Tel. 91 367 36 71

MISIONEROS ESPIRITANOS Santa Engracia, 149. 1º B. 28003 Madrid. Tel. 91 554 21 57 Olivos, 12. 28003 Madrid. Tel. 91 553 36 16

en este número...

16

IGLESIA A FONDO PRIMER PLANO

Launay Saturné, presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, denuncia los males que sufre su país y solicita la solidaridad y el acompañamiento de la comunidad internacional

Los dos golpes de Estado vividos en un solo año son la prueba palpable de la inestabilidad y la incertidumbre por la que atraviesa Burkina Faso, una nación al borde del colapso

dan testimo nio de que misión

y además...
Nº 229. NOVIEMBRE, 2022
MISIONEROS DE MARIANNHILL Arturo Soria, 249. 28033 Madrid. Tel. 91 359 07 40 MISIONEROS DEL VERBO DIVINO Corazón de María, 19. 5º B. 28002 Madrid. Tel. 91 415 43 55 MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA Diego de León, 36. 28006 Madrid. Tel. 91 411 12 12 Pozuelo de Alarcón, Madrid. Tel. 91 352 34 16 PADRES BLANCOS Liebre, 25. 28043 Madrid. Tel. 91 574 04 00 SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS Asura, 34. 28043 Madrid. Tel. 91 300 00 41 coeditores TERCER MILENIO
las
y educación, juntas de la mano, forman un binomio que ayudan a mejorar la vida de las
transformar
nuestro mundo 7 TRIBUNA Las OMP no son una ONG 12 EL OBSERVADOR BOLIVIA - SRI LANKA CHINA / VATICANO 22 ASÍ VA EL MUNDO PERÚ -LÍBANO - IRÁN 36 ENTREVISTA Hna. Gloria Cecilia Narváez, premio Beata Pauline Jaricot 41 ANIMACIÓN MISIONERA 45 AYUDAMOS A... Yibuti 48 CULTURA Madre Teresa: amor constante más allá de la muerte 56 MISIÓN VIVA Rafael Manuel Machavane , provincial en España de los Misioneros de Mariannhill 26 30
INFORME Son muchas
historias que
personas y a
para bien

Pobreza misionera

La Jornada Mundial de los Pobres, que se celebra el 13 de noviembre con el lema “Jesucristo se hizo pobre por ustedes”, se presenta, como señala el papa Francisco en el mensaje que ha escrito para la ocasión, como una “sana provocación”, con el fin de “ayudarnos a reflexionar sobre nuestro estilo de vida y sobre tantas pobrezas del momento presente”. Un modelo de existencia que, en muchos casos, da lugar a un consumismo desaforado y a un egoísmo individualista que genera lo que el Santo Padre denomina “la pobreza que mata”. Se trata esta de una miseria “hija de la injusticia, la explotación, la violencia y la injusta distribución de los recursos”, denuncia el Pontífice. Y que, entre otras amargas realidades, lleva a que 719 millones de personas se hayan visto obligadas a subsistir –si lo han logrado– con menos de 2,15 dólares al día a finales de 2020, según se recoge en el último informe del Banco Mundial La pobreza y la prosperidad compartida; o a que 828 millones de personas corran un más que serio peligro de morir de hambre. Paradójicamente, frente a esta penuria desesperada e inmerecida, consecuencia de arraigadas estructuras de pecado con las que las sociedades llamadas desarrolladas parecen convivir sin un mínimo escrúpulo, el Papa remarca la exis-

tencia de una “pobreza que libera”, y que pasa por el camino que trazó Jesús, quien, “siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza” (2 Cor 8,9). Es el desprendimiento que, siguiéndole a Él, practican

Hijo de Dios, el camino a seguir es, como apunta el Santo Padre, el de la pobreza de Jesús, “compartiendo la vida por amor, partiendo el pan de la propia existencia con los hermanos y hermanas, empezando por los más peque-

nuestros misioneros y misioneras, quienes no dudan en dejarlo todo, en liberarse de todo lastre, para, desde la humildad, incluso la necesidad, ponerse al servicio del otro, especialmente del más necesitado. Así comparten lo poco que tienen “con quienes no tienen nada, para que ninguno sufra”; porque, como señala Francisco, “frente a los pobres no se hace retórica, sino que se ponen manos a la obra y se practica la fe involucrándose, sin delegar en nadie”.

Es la riqueza de la “autenticidad” que exige el anuncio de la Buena Nueva y que se manifiesta, de manera especial, en y desde una pobreza que podemos calificar de “misionera”. Y es que, si queremos evangelizar, si pretendemos que la vida venza a la muerte y la dignidad sea rescatada de la injusticia, si deseamos anunciar y ofrecer la vida en abundancia que vino a traernos el

ños, los que carecen de lo necesario, para que se cree la igualdad, se libere a los pobres de la miseria y a los ricos de la vanidad, ambos sin esperanza”.

De hecho, es la senda que siguen nuestros misioneros y misioneras. Ellos se ponen al servicio de los más necesitados, procurando, según pide el Papa, no dejar nunca de ser “pobres en todo, hermanos de los pobres, compañeros de los pobres”, “los más pobres de los pobres”, sabedores de que “ellos no son solo nuestros hermanos en Dios, sino que son también aquellos que del modo más perfecto imitan a Jesús”.

No hay mejor manera de evangelizar que dejándose evangelizar por los pobres. Ellos nos muestran el camino del Evangelio. Y si la pobreza de Jesús es nuestra fiel compañera de vida, entonces podremos ser buenos misioneros y misioneras.

EDITORIAL
M-48558-1999 ISSN 1695-1034
15 36
EDITA Obras Misionales Pontificias DIRECTOR NACIONAL OMP José María Calderón DIRECTOR Alfonso Blas DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES Rafael Santos, Francisco José Pérez Valero, Dora Rivas, José Beltrán, José Carlos Rodríguez, José Ignacio Rivarés, María Ángeles Castillo, Asier Solana, Israel Íñiguez, Leticia Lanoix, Alberto Bravo, Modeste Munimi, María Jesús Sahagún, Juan Lázaro Sánchez
ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael Santos, Ana Fernández FOTOGRAFÍAS Efe, 123RF SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL
IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675
TERCER MILENIO
No hay mejor manera de evangelizar que dejándose evangelizar por los pobres. Ellos nos muestran el camino del Evangelio.

frases y flashes

Mons. Miguel Ángel Cadenas

Vicario apostólico de Iquitos, Perú, sobre la misionera recientemente fallecida llamada "el ángel de la Amazonía"

María del Sagrario Sanz visitó todos los ríos encomendados a esa misión: organizó a los promotores de salud, generó esperanza, acompañó a moribundos. Contagiaba la alegría de los niños. Enfermeras y doctores saben de su dedicación y buen hacer. Todo ello se sustentaba en su vida de oración y entrega incondicional a Dios.

Mons. Francisco Pérez

La misión no es vocación de unos pocos, sino llamada universal para los seguidores de Cristo. Por ello, urge reavivar en nosotros el celo apostólico el sentido evangelizador y misionero, que es inseparable de nuestra condición de bautizados.

Guillermo Moret, SMA

33 años como misionero en Benín

Es fundamental el papel de las religiosas: no se puede hacer misión sin ellas; donde están, la misión avanza y favorecen la entrada de la mujer en la comunidad cristiana.

M.ª Ángeles Aliño

Religiosa de Jesús-María, misionera en Filipinas

Los Patronos de las Misiones son san Francisco Javier, gran misionero, y santa Teresita del Niño Jesús, monja de clausura. Por tanto, no es solo ir (que también hace falta): es necesario tener entusiasmo misionero para orar y dar a conocer a Jesús.

Hna. Beatriz Liaño

Sierva del Hogar de la Madre, tras una experiencia misionera en Ecuador

Lo que más hace sufrir al ser humano no es la carencia de cosas, sino la degradación humana y moral que provoca la ausencia de Dios. Tienen muchas necesidades, pero necesitan sobre todo conocer el amor inmenso de Jesús por cada uno de ellos.

Arzobispo de Pamplona-Tudela Foto: EFEAvanI. Miñana

Las OMP no son una ONG

Gracias a Dios, hay muchas ONG, muchas fundaciones que ayudan al desarrollo material de los pueblos. Son ONG que están al quite en esas necesidades materiales de los hombres y mujeres más desfavorecidos. Gracias a esas instituciones, se consigue que, en sitios recónditos, complicados, haya personas que ayudan o medios para que los propios lugareños puedan salir adelante... ¡Hay que dar muchas gracias a Dios por estas ONG! Y, también, ¿cómo no?, a todas las personas que las forman, las motivan, las ayudan...

Pero hay que dar gracias a Dios por la Iglesia, que lleva la luz de la fe a aquellos lugares. Eso es lo que son las Obras Misionales Pontificias (OMP). No se trata de una ONG, ni de una fundación... Es una parte de la Iglesia que está dentro del Dicasterio para la Evangelización, cuyo prefecto –es decir, responsable máximo– es el papa Francisco

Obras Misionales Pontificias no tiene, como responsabilidad primera, el desarrollo de los pueblos y de las personas. Su fin es, ni más ni menos, que la Iglesia exista en aquellos países donde la evangelización lleva poquísimo tiempo, donde las circunstancias han impedido que la Iglesia esté constituida... Es verdad que, al mantener la posibilidad de que haya un obispo, unos sacerdotes, unas comunidades religiosas, unos

catequistas..., se consigue también que la Iglesia pueda realizar multitud de obras de atención a las personas que están allí: colegios, hospitales, orfanatos, residencias de mayores, Cáritas en las parroquias... Pero, cuando un cristiano participa de la vida de OMP, está siendo parte de la vida misionera de la Iglesia.

bien su trabajo... Pero es también necesario que alguien atienda a las personas en su espiritualidad, en su deseo de ser fieles al mensaje del Señor; es necesario que se predique la Buena Noticia de Jesucristo.

Es verdad que esto llama menos la atención que hablar de combatir el hambre o la sed de los hambrientos y sedientos. Pero, co-

Estas Obras hacen posible que los obispos de África, de Asia, de algunos lugares de América o de prácticamente toda Oceanía puedan hacer su labor de pastores de las Iglesias más jóvenes; que haya catequesis; que se atienda a los enfermos que están en sus casas; que haya luz y teléfono en las parroquias donde los cristianos van a misa, se reúnen para las celebraciones, acuden a adorar al Señor, celebran sus bautizos o bodas... Es decir, OMP hace posible que las diócesis jóvenes no cierren las puertas por falta de medios, y puedan realizar la tarea que Cristo encomendó a la Iglesia: la evangelización.

Evidentemente, es muy importante hacer pozos donde no hay agua, o construir una pequeña escuela de ganadería con el fin de formar a los jóvenes para realizar

mo decía la madre Teresa de Calcuta, santa Teresa de Calcuta: “Alimentar al hambriento, pero no solo con pan, sino también con la Palabra de Dios; saciar la sed del sediento, pero no solo de agua, sino también de conocimiento, paz, verdad, justicia y amor; vestir al desnudo, pero no solo con ropa, también con la dignidad de hijo de Dios; dar cobijo a los sin techo, pero no solo con una casa de ladrillos, sino también ofreciéndoles un corazón que les entiende, les protege, les ama; atender al enfermo o moribundo no solo en su cuerpo, sino también en su mente y en su espíritu” (Constituciones).

OMP hace posible que la Iglesia exista en 1.117 territorios de los cinco continentes, los llamados territorios de misión... ¿No te parece una tarea impresionante?

NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 misioneros 7
TRIBUNA
OMP hace posible que la Iglesia exista en 1.117 territorios de los cinco continentes, los llamados territorios de misión.

HAITÍ HAITÍ

Launay Saturné, presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, denuncia los males que afligen al país y pide a la comunidad internacional "honestidad" con su nación, porque "no es lástima lo que Haití necesita del mundo, sino un acompañamiento eficaz".

El triángulo maldito que lleva al abismo

El mundo se ha acostumbrado al dolor de Haití. O eso parece. Sumido en un caos general, a merced de las bandas de jóvenes violentos que se enseñorean con secuestros, violaciones de niñas y asesinatos caprichosos, sin más motivo que el destilado por el mal, ni siquiera la comunidad internacional sabe muy bien qué hacer.

El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió hace unas semanas enviar una fuerza internacional que ayude a apuntalar un cierto orden, porque después de los violentos sucesos de septiembre, que dejaron decenas de muertos tras la subida del precio del combustible, las bandas mantienen retenido en almacenes el que llegaba por barco a los puertos. De

esta manera, casi nada funciona en la capital, Puerto Príncipe. Ni siquiera en los hospitales, a los que cada día llegan más moribundos afectados por el cólera.

Y si la ONU no se ha decidido aún con respecto a esa fuerza internacional, en el país todavía recuerdan el dolor que les trajeron los cascos azules bangladesíes desplegados tras el terremoto de

16 misioneros NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 IGLESIA A FONDO

2010. Además de otro mortífero brote de cólera, les dejaron un doloroso reguero de niñas violadas y embarazadas, sin que los responsables hayan pagado todavía por sus desmanes.

Ni siquiera la naturaleza de un país hermoso como Haití parece querer darles un poco de sosiego. Ya no es la furia asesina mostrada en los terremotos de 2010 o 2021. Es también el haberse convertido en uno de los países que más sufrirán los efectos del cambio climático, que propicia la entrada de huracanes y la desertificación de su territorio, afectando de una manera muy importante a la tierra cultivable –una vuelta de tuerca más en el país más pobre de América Latina y el Caribe–; algo que incide en una hambruna que se suma al rosario de males que afligen a una población que, si puede, intenta cruzar al otro lado de la isla, a la República Dominicana.

Un ovillo que asfixia

En medio de esta maraña de problemas de difícil resolución, lla-

ma la atención la calma que transmite el arzobispo de Cap Haïtien. No confundir “calma” con tranquilidad o indiferencia. A poco que se le escuche, uno cae en la cuenta de que cada frase del actual presidente de la Conferencia Episcopal de Haití está atravesada por el dolor, la reflexión y el discernimiento. No apela Launay Saturné (58 años) a la rebelión, aunque puede que se encontrasen motivos. Apela a tener conciencia de lo que está sucediendo en el país, como primera medida para desenredar el ovillo que asfixia a su tierra.

“Para cualquier situación humana, siempre es posible y está disponible una salida”, asegura monseñor Saturné en conversación con esta revista. “Basta con tomar las medidas necesarias. El problema actual de Haití es que se multiplican los problemas secundarios y paralelos, y la proliferación indebida de actores. Faltan sinceridad y honestidad en las iniciativas para encontrar una salida real a la crisis”, apunta el obispo, quien de 1998 a 2003 cursó es-

tudios en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

“El país necesita urgentemente algo mejor que nuestros políticos”, añade el pastor. “Haití tiene una gran necesidad de hombres y mujeres que pongan su capacidad de pensar y de buscar el bien común al servicio de sus hermanos. El propósito de toda política verdadera es buscar y promover el bien de la comunidad. Y a nuestros políticos les falta a veces la visión y audacia para atreverse a hacer grandes cosas por este país y su gente, que tanto está sufriendo. Nuestros políticos necesitan desarrollar y vivir más su sentido de pertenencia a este hermoso país para restaurar y devolver a Haití su verdadera imagen”.

Pero esa clase política a la que alude el presidente del Episcopado haitiano no existe ahora. Maltratado por dictaduras y golpes de Estado en la última mitad del siglo pasado y por Gobiernos marcados por la inestabilidad y la corrupción en las últimas décadas, desde el pasado año, en que fue ase-

NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 misioneros 17

sinado su primer ministro, Jovenel Moïse, el país parece precipitarse sin freno hacia el abismo. “Desde finales de la década de 1990, en círculos de alto nivel se viene utilizando la expresión «Estado fallido» para referirse a Haití –reflexiona el obispo–. Es decir, llevamos 25 años probando esta teoría como tesis. Pero no nos lleva a ninguna parte tener ideas ya preconcebidas para las que ensamblamos piezas de fuera para hacer una verificación. Un país es más que eso. Un país son personas concretas con problemas concretos que a menudo se descuidan”.

No le gusta, pues, a monseñor Saturné que coloquen esa etiqueta de «Estado fallido» a Haití. Él es

consciente de que los males de su país “están fuertemente entrelazados”. “Sin embargo, un simple análisis nos permite comprender que la inestabilidad en mi país es una construcción, una situación provocada. Es este mecanismo el que debe ser desmantelado. En mi opinión, se trata de una triangulación: pobreza, inseguridad y crisis de liderazgo. De todo esto, el problema de la inseguridad debe ser

abordado con urgencia. No se puede hacer nada estable sin un clima de seguridad”, afirma.

Este triángulo fatal es el responsable de generar nuevos males que hacen que la madeja se enmarañe cada vez más. Es lo que sucede ahora con el nuevo brote de cólera, que ya ha causado las primeras víctimas mortales en un país que ha dejado de recoger basuras o repartir agua potable por

los precios del combustible y el acopio que de él han hecho las bandas armadas. “Con las experiencias vividas del pasado, Haití debería ser capaz de hacer frente a los primeros casos de cólera –señala el arzobispo–. Es la crisis humanitaria provocada por la crisis sociopolítica y económica la que ha hecho que el cólera vuelva a Haití. Por eso podemos incluso decir que el cólera no es hoy la mayor amenaza del país. La vida de millones de personas lleva amenazada diariamente desde hace más de 17 meses [en alusión al asesinato, en julio de 2021, del primer ministro], con ejecuciones sumarias cada día ante los ojos de todos. Eso es más urgente y amenazante que el cólera. Y más urgente todavía son los cinco millones de personas que se encuentran en

18 misioneros NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 IGLESIA A FONDO

situación de emergencia alimentaria. Estos dos elementos son más urgentes que cualquier otra cosa. Al menos, por ahora”.

Una violencia ciega que se debe el aumento de las bandas armadas, cuyo auge, según el pas-

tor, hay que buscarlo en que “hay una serie de países que les venden armas y municiones. De esta manera, hay gente que puede encargar ilícitamente cargamentos de armas y municiones para ponerlos en manos de gente pobre, para

que esta, a su vez, pueda matar a sus semejantes, es decir, a gente pobre como ellos”.

Acompañamiento eficaz

Por momentos, da la sensación de que monseñor Saturné va a clamar contra el abandono al que el mundo parece haber condenado a Haití. Pero no es así. “El mundo tiene sus propias preocupaciones y sus propios problemas. No podemos pedirle que esté siempre al lado de nuestra cama. Sí que podemos pedirle que sea honesto y justo con nosotros. Y no siempre es así. No es lástima lo que Haití necesita de todas las naciones, sino un acompañamiento eficaz”.

Un acompañamiento que pareció encontrar un serio motivo en el devastador terremoto de 2010, cuando la comunidad internacional volvió sus ojos hacia el país y aseguró que se implicaría con fondos materiales y humanos en su reconstrucción. Pero, más de una década después, casi todo está por hacer. ¿Qué ha pasado? También para esto tiene una respuesta que no parece de ningún modo fruto de la improvisación. “La comunidad internacional no siempre se muestra como una entidad compacta. Tampoco consigue aplicar o mantener sus buenos propósitos de ayuda a los países en dificultades. El fin y los medios deben coincidir. Y la situación concreta de Haití requiere soluciones concretas; es decir, para ser eficaz, la comunidad internacional debe dialogar con la comunidad nacional, para tomar juntos resoluciones que tengan en cuenta la realidad haitiana. El médico inteligente no puede proponer cuidados terapéuticos a su paciente sin haberlo diagnosticado previamente. Todos lo sabemos. Y tras el terremoto de 2010, hubo sobre todo expresiones de

NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 misioneros 19

buenas intenciones, promesas, pero poca sinceridad. Y lo peor de todo es que Haití no estuvo a la altura de las oportunidades”.

En este sentido, el arzobispo vuelve la mirada hacia dentro, hacia los propios males que asfixian al país. “Nada viene ni va por sí solo. Se trata de una constelación de hechos negativos que está viviendo Haití. Pero sí que podemos identificar dos factores estructurales. Por un lado, la ignorancia que se da a todos los niveles y que está causada por la falta de educación, ligada a la altísima tasa de analfabetismo. Por otro lado, están también los prejuicios ligados a la falta de sentido de pertenencia a una comunidad”.

Y en medio de un panorama que resulta descorazonador, para

monseñor Saturné “a la Iglesia no le queda más que continuar con su misión evangelizadora y profética. La Iglesia es el símbolo de la presencia de Dios en el mundo. Esta presencia se siente a veces a través de eventos tangibles, así como a través del silencio. Pero siempre está ahí, de forma permanente y vivificante. Y en el contexto actual, debemos acompañar al pueblo en su lucha por la justicia y la verdad, al tiempo que lo animamos a no dejarse robar la esperanza. Porque la Providencia siempre tiene un plan mejor”.

Una Iglesia que tampoco se libra de la violencia y es víctima de asesinatos y saqueos. “Lo que debería sorprendernos sería lo contrario”, apunta el responsable de la Iglesia católica en el país cari-

beño. “La Iglesia está en medio de este pueblo. Ella es víctima de las mismas fragilidades que ellos. La miseria puede convertir a cualquiera en un bruto, un ciego y un bárbaro. Es una acción incontrolable e incontrolada. Para nosotros, no es una cuestión de persecución religiosa ni de odio contra la Iglesia”, aclara.

Consciente de que Haití es la periferia del mundo, monseñor Saturné considera que “una visita del papa Francisco es y será siempre una gracia”. “Pero debemos ser realistas –añade a continuación–. Esta crisis sociopolítica y económica que está viviendo mi país no favorece esta deseada visita. Un mínimo de seguridad y estabilidad es fundamental para la acogida del Papa y de cualquier otra persona en Haití. Sin embargo, sabemos que la preocupación del papa Francisco por Haití está siempre presente. Sigue de cerca los acontecimientos de aquí. En muchas ocasiones, y de diversas formas, pide a otras naciones que no olviden a Haití, que ayuden a nuestro país a salir de su miseria y de sus profundos problemas”.

20 misioneros NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022
Mons Launay Saturné

“La Iglesia debe seguir acompañando al pueblo haitiano”

ómo podría decir que los males de Haití no tienen solución? No podría mantenerme allí si no tuviera esperanza de que va a cambiar, de que la violencia cesará, de que llegará alguien a gobernar que mire por el bien de todos y que, poco a poco, su gente podrá ir construyendo futuro y no viviendo con tanta dificultad el hoy".

Valle Chías, una joven religiosa de Jesús María, está esperando en República Dominicana a que la dejen entrar de nuevo en Haití. Regresaba al país caribeño desde España, cuando la violencia que se vivió en septiembre tras el anuncio de la subida de los carburantes degeneró en una ola de violencia que mantiene a esta doctora sevillana –por petición de la Embajada española, pero también de su congregación– a la espera en el país vecino.

"Lo más urgente en este momento es el acceso a combustible. Lo más necesario, sin embargo, es el cese de las bandas armadas. Son los dueños y señores de todo. Están haciendo mucho, mucho mal", señala a Misioneros. "Mucha gente joven se une a estas bandas porque no tiene más opciones. Quizás si hubiera trabajo, posibilidades de una vida digna, serían muchos menos los que se decantarían por ese modo de vida. Y, con menos secuaces,

los cabecillas no serían tan fuertes", señala la religiosa. Para la hermana Valle, "el problema actual es la falta de carburante porque una de las principales bandas del país se ha hecho con el control del depósito del puerto. Y sin gasolina no hay luz, transporte, comunicación, alimentos, potabilización de agua...".

"Nosotras –dice en alusión a las religiosas de Jesús-María que esperaban a poder cruzar a Haití– podríamos llegar con cierta dificultad, pero estar allí supone consumir unos recursos que escasean, y también, si la situación se complica más aún, nos convertimos en otro problema más. Así que, con dolor e incertidumbre, nos toca vivir y acompañar la situación desde este lado, deseando volver lo antes posible a nuestra casa, en Jean Rabel", en el noroeste de la isla.

A pesar de que en los últimos tiempos se han registrado ataques e incluso asesinatos de miembros de la Iglesia, Chías no tiene miedo. "En ningún momento, en la zona en la que estamos, nos hemos sentido violentadas por ser religiosas católicas; es más, sentimos mucha acogida. Pero en Haití el problema

son las bandas, y ellas ven en la Iglesia una posibilidad de sacar dinero. Aunque, la verdad, es que esta gente no discrimina mucho. Atacan cualquier institución", dice, muy fresco en la memoria el asesinato de su hermana de congregación, Isabel Solá

Pero ella lo tiene muy claro. "La Iglesia debe seguir acompañando al pueblo haitiano, estando entre ellos, eligiéndolos. A mí, esta gente me contagia. Estando con ella, crece mi esperanza. Sufren, pero siguen. Y Dios sostiene. Es Él quien me envía aquí... y no deja un momento de alentarme".

NÚM.
DE 2022 misioneros 21
229, NOVIEMBRE
¿“
C Valle Chías, religiosa de Jesús-María

El golpe de Estado que tuvo lugar en Burkina Faso entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre de este año 2022 provoca perplejidad. No deja de ser extraño que Ibrahim Traoré, un joven capitán de artillería, haya conseguido derrocar a su homólogo, el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, quien, a su vez, al comienzo de este mismo año, había destituido, valiéndose de otro golpe de Estado, al presidente electo Roch Marc Christian Kaboré, ganador de las elecciones en 2015.

Dos golpes de Estado en un solo año son muchos. Sorprende la razón esgrimida por los insurgentes para justificar su actuación, acusando al Gobierno de Paul-Henri Sandaogo Damiba de inoperancia en la lucha contra los yihadistas del Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM), afín a Al Qaeda. Ambiguas y chocantes, a su vez, las manifestaciones violentas, provocada por insurrectos, ante la Embajada francesa, y la aparición de banderas rusas durante las mismas. Extraña también cons-

tatar la dejación de autoridad de los militares de mayor grado en favor de un militar de categoría subalterna. Y difícil de entender, igualmente, aunque a la postre ha resultado muy saludable, la rapidez del acuerdo alcanzado entre los golpistas y el antiguo presidente, permitiéndole una salida honorable al exilio en Lomé, capital de Togo, gracias a la intervención mediadora de los líderes religiosos y tradicionales del país.

No todo es entendible ni justificable, pero Burkina Faso puede felicitarse de haber recobrado la cal-

ma sin fisuras sociales y lamentos ocasionados por las violencias que acompañan habitualmente a este tipo de acontecimientos. Después de tres días de tensión política y social, el país ha vuelto a la normalidad y la gente ha retornado a sus preocupaciones cotidianas.

Varios analistas señalan que la gota que colmó la paciencia de los jóvenes militares fue el ataque a un convoy de ayuda humanitaria con destino a Djibo, una importante ciudad del norte, en la región del Sahel, sitiada desde hace varios meses por el JNIM; un ataque que se saldó con ingentes pérdidas materiales y la muerte de 27 militares y más de 50 civiles.

Los interrogantes que surgen son numerosos. ¿Serán capaces los militares golpistas de darle la vuelta a la situación del país? ¿Resolverá el nuevo Gobierno interino una situación económica, social y política que se agrava cada vez

26 misioneros NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 PRIMER PLANO
Ibrahim Traoré, presidente interino de Burkina Faso

más a medida que pasan los años? ¿Con qué socios cuenta para hacerlo? ¿Los rusos? ¿Los franceses, tantas veces denostados? ¿La comunidad internacional? El porvenir nos aclarará estas incógnitas.

El auge del yihadismo

El terrorismo islámico empezó a manifestarse en Burkina Faso al año siguiente del derrocamiento del expresidente Blaise Compaoré, en 2014. Hay quienes sospechan que había un acuerdo entre Compaoré y los grupos yihadistas para mantener el país al margen de las actividades criminales que se producían en el Sahel; sobre todo, después de la desaparición del líder libio Muamar el Gadafi, a finales del año 2011. Sea cual sea esta posible interpretación, las actividades de los grupos terroristas de corte islámico comenzaron a surgir, primero, en el norte de Burkina, y luego, más tarde y poco a po-

co, en otras zonas del país. Los yihadistas se han apoderado prácticamente de la mayoría de las zonas rurales de la nación. En ellas campan a sus anchas, sometiendo tanto a agricultores como a ganaderos. Se calcula que ya ha habido más de 2.000 muertos y dos millones de desplazados internos.

La estrategia de los terroristas islámicos es conocida: operaciones rápidas –muy temprano, al alba– y en pequeños grupos o katibas de jóvenes motorizados, imbuidos de la ideología islamista más intransigente, y que operan, sobre todo, en poblaciones mal defendidas por

soldados o grupos locales mal armados. Los yihadistas se apoyan en complicidades locales; saben lo que tienen que hacer, lo hacen y huyen dejando detrás de ellos miedo, dolor, frustración y odio. Sus principales víctimas son los maestros de escuela y los responsables religiosos, tanto protestantes como católicos.

Hay también casos de secuestros. Son conocidos los de la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez, franciscana de María Inmaculada, secuestrada en 2017 y liberada cuatro años y medio más tarde, y el sacerdote italiano Pier

NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 misioneros 27

Luigi Maccalli, perteneciente a la Sociedad de Misiones Africanas, prisionero durante dos años en manos de una katiba islámica, afiliada a Al Qaeda. Ambos han sido galardonados, por cierto, con el premio Pauline Jaricot, concedido por Obras Misionales Pontificias, en su primera edición.

Quien esté interesado en conocer las motivaciones, la manera de proceder de estos grupos armados y las condiciones de detención de los secuestrados, puede leer el libro que acaba de publicar la Sociedad de Misiones Africanas, escrito por el propio padre Luigi Maccalli, que lleva por título Cade-

nas de libertad, con el subtítulo de Dos años de secuestro en el Sahel. La portada es un retrato de Luigi, que trasmite optimismo y alegría. Luigi Maccalli consiguió superar la prueba del desgaste físico y moral, soportando sufrimientos y humillaciones, promesas incumplidas de libertad, miedos provocados por la falta de referencias sobre su ubicación, incertidumbre, amenazas y peligros, presencia de arañas y serpientes venenosas, desplazamientos continuos de lugar en lugar, estancias inconfortables, expuesto al calor del día y al frío de la noche, al ciclo de las estaciones del año, meses de sequía, tempes-

tades de arena, lluvias torrenciales, la vida a la intemperie bajo las estrellas o a la sombra precaria de árboles espinosos o matorrales.

Todo esto lleva a concluir que la situación de Burkina Faso, reputada en su pasado por su equilibrio y tolerancia tradicionales, ha cambiado mucho en estos últimos años. Hace 30, había seguridad. Todo el mundo podía desplazarse en paz por todo el territorio. Ahora esto ya no es posible. Las poblaciones están confinadas en las ciudades. La convivencia se ha deteriorado. El miedo y la sospecha se han instalado entre personas y grupos étnicos; lo que lleva a señalamientos injustos y venganzas. Eso es lo que los yihadistas pretenden en primer lugar: desestabilizar el país para, después, implantar la ley islámica en todas las naciones del Sahel. La desestabilización, ya la han conseguido. Ojalá no logren la islamización forzada del país.

En busca de soluciones

En este momento, a la hora de buscar soluciones de futuro, es interesante la declaración que hizo

28 misioneros NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 PRIMER PLANO
Pier Luigi Maccalli

la Federación de las Asociaciones Islámicas de Burkina el pasado 29 de agosto de este año, justo un mes antes de este último golpe de Estado, que ocupa nuestra atención. La Asociación, que habla en nombre de 700 imanes, se refiere a la situación nacional y dice, en resumen, que, para dar a la nación una oportunidad de sobrevivencia, es necesario aceptar la realidad de la situación del país, que vive –no es un secreto para nadie– “las horas más sombrías de su historia”, puesta a prueba por “comportamientos intolerantes y mensajes que incitan a la violencia por motivos religiosos y étnicos”, así como al odio, “que cierra los corazones al sentido del perdón y de la reconciliación”.

De esta manera –continúa el texto–, hemos deconstruido “nuestra cohesión social, la convivencia, la solidaridad y la fraternidad”, y nos preguntamos cómo puede así el país generar las sinergias necesarias para la construcción de la nación: “¿Cómo podemos hacerlo, cuando, además de dividirnos, estamos pisoteando todos los valores institucionales, de sociedad,

tradicionales y humanos, que pueden servirnos de brújula para forjar un destino común?”. El texto termina con una llamada a la paz y a la solidaridad con las víctimas de la violencia y deseando al Gobierno que desarrolle una política de diálogo que transcienda los intereses de partido y consiga “el perdón y la reconciliación nacional y la convivencia pacífica”.

El golpe de Estado se produjo un mes después de este manifiesto. A la hora de diseñar el futuro a corto plazo del país, y el papel que representarán en él los golpistas, las alternativas son numerosas. Las ofertas de ayuda exterior no faltan. Uno se pregunta: ¿qué hará el hombre fuerte del momento, el capitán Ibrahim Traoré, ante la enhorabuena entusiasta que le envió, a los pocos días del golpe de Estado, el oligarca ruso Evgueni Prigojine, fundador del grupo de mercenarios Wagner, para celebrar el éxito de la acción? La tentación de ceder a las promesas de dinero –para comprar armas, sobre todo–y superar la frustración provocada por la superioridad mostrada por los yihadistas es muy grande.

Los militares se equivocan si piensan que la solución se encuentra en una exhibición de fuerza. El escollo del país no son solo los yihadistas. Burkina tiene muchos otros problemas que debe solventar: la pobreza, el desempleo, la mejora de las carreteras y de los transportes, las comunicaciones, la educación, la salud, la escasez del agua potable, etc. A estas mejoras tendrían que dedicarse los esfuerzos del país. Así se evitaría el éxodo de tantos jóvenes al extranjero o, incluso, su alistamiento en los grupos violentos de la nación.

Así decía Chrysogono Zougmore, presidente del Movimiento Pro Derechos Humanos de Burkina, refiriéndose al reciente golpe de Estado: “La inestabilidad no ayuda a luchar contra el extremismo. ¿Cómo podremos unir al pueblo y al Ejército, ante divisiones de este tipo entre los militares? Tiempo es ya de parar los actos que conducen al país a la deriva”. Sabias palabras, dignas de ser escuchadas. Porque, si no, ¿para cuándo el próximo golpe de Estado?

NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 misioneros 29

INFORME

Saúl Escobar Rodríguez, peruano de 54 años y diácono permanente desde 2018, estudió en la universidad. Un logro que se puede atribuir a su perseverancia, pero también a encontrar apoyos en el camino que le brindaron oportunidades que para muchos otros venían dadas. Pertenece al pueblo shipibo, uno de los que habitan la Amazonía peruana. "Somos personas con una cultura muy relacionada con la naturaleza y lo espiritual. Vivimos por las lagunas, cochas, ríos y sus afluentes; estamos rodeados de plantas, árboles, animales y peces, porque consideramos que es nuestra casa común y, por lo tanto, la cuidamos", explica.

Historias como esta se esconden tras este reportaje, en el que nos acercamos a varios ejemplos de cómo educación y misión, al caminar juntos, producen mucho y buen fruto. Mejores trabajos, más cultura y, en definitiva, mejor vida. La historia de Saúl Escobar y de cómo hoy es profesor universitario, así como las demás que mostramos, son solo algunos ejemplos de cómo el binomio educación-misión es inseparable.

Volviendo a Perú, el camino de Saúl en el estudio no ha sido fácil; tras finalizar la educación secundaria, no encontró la manera de estudiar en la universidad. Se alistó en el Ejército y, tiempo después, se licenció. Entonces empezaría a cambiar su suerte. “Me vine al pueblo de Atalaya y me en-

contré con el padre Gerardo, quien me abrió la puerta”, recuerda. Se refiere a monseñor Gerardo Zerdín, franciscano y obispo del vicariato apostólico de San Ramón.

Atalaya es una capital de provincia que contempla cómo los ríos Urubamba y Tambo se unen para formar el Ucayali, que muchos kilómetros después, hacia el norte, unirá sus aguas con el Marañón para comenzar a dar nombre al Amazonas. En eso que hoy es una ciudad, hay una universidad con un nombre largo: Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS) - Filial Nopoki. También es conocida simplemente como Nopoki, que significa “he venido, he llegado, estoy aquí” en lengua asháninka, hablada por el pueblo del mismo nombre y que, según los datos del Gobierno peruano, son unas 118.000 personas. Como curiosidad, en la lengua shipiba que habla Saúl, esa misma frase se diría “eara joke,eara nokoke, eara neno iki”.

Pero Nopoki, donde Saúl es profesor, no existía cuando él era un recién licenciado del Ejército, y el apoyo que recibió del misionero consistió en estudiar en Lima, en la Universidad Marcelino Champagnat, donde cursó Educación con las especialidades de Ciencias Religiosas y de Psicología. Pasar de la selva, donde las poblaciones tienen cientos o unos pocos miles de habitantes, a una gran metrópoli con más de once millones, no siempre es sencillo.

Estudiar, vivir y ser

La idea de Nopoki tomó forma de verdad hace década y media. No es solo universidad, sino albergue

30 misioneros NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022

para estudiantes y área de producción, “donde los diferentes pueblos se encuentran con sus particularidades, sus costumbres, sus lenguas y culturas”, explica Saúl. “La Educación Bilingüe Intercultural construye y valora la identidad personal y cultural, desarrolla valores de justicia, paz, tolerancia y respeto mutuo”, puntualiza.

Que los estudiantes puedan vivir en un entorno familiar es una de las grandes apuestas e innovaciones de Nopoki. La Universidad está en “su hábitat, cercana a su comunidad, a sus ríos, a sus tierras”. Así, “los chicos y chicas se concentran en sus estudios”. Con el albergue, “la casa de estudio está cerca, en el mismo perímetro” del centro.

Por otro lado, entre el vicariato apostólico de San Ramón y la UCSS consiguen que los estudiantes no tengan que pagar por la educación. Eso tiene grandes ventajas,

tal y como señala Jovita Vásquez Balarezo, de 44 años y profesora desde 2012, la actual directora académica de Nopoki y, como Saúl, originaria del pueblo shipibo. Comenta que con Nopoki se logra “formar profesionales para el servicio de sus propios pueblos”. Es una de las grandes aspiraciones de este centro: que, en el futuro, lo aprendido revierta en las comunidades. De hecho, la mayor parte de los estudiantes se preparan, para ser maestros. “Lo esperado es que retornen a sus comunidades

de origen, como hacen la mayoría de ellos; aunque no siempre es fácil elegir una escuela particular, por las gestiones propias de las instituciones estatales encargadas de los contratos de profesores en las instituciones bilingües interculturales”, explica Vásquez.

Además de los estudios para ser docente (Educación Básica Bilingüe Intercultural), también se imparten las carreras de Administración, Contabilidad e Ingeniería Agraria. En esos cuatro programas actualmente están matriculados

NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 misioneros 31

726 estudiantes, explica Vásquez; la mitad, mujeres, y la mitad, hombres. De ellos, unos 400 viven en el albergue. El hecho de vivir ahí conlleva algunas exigencias: un horario estricto que cumplir y tareas no académicas que ayudan a la sostenibilidad del proyecto.

En esta universidad amazónica deben enfrentarse a varias dificultades en el día a día. Una, derivada de su lejanía con otros núcleos urbanos. La conexión a Internet rara vez es fácil, y la biblioteca podría tener mejores fondos. Además, el éxito de la universidad ha hecho que, al acoger tantos alumnos, tengan que improvisar clases en malocas, edifi-

tudios, pues tratamos de apoyarlas al máximo”, aclara Vásquez. Aun así, comenta que “algunas dejan de estudiar cuando sus hijos están en la primera etapa de vida, hasta que alcanzan la edad adecuada para dejarlos bajo el cuidado de algún familiar y retomarlo”.

Escuchar y responder a la realidad

Los proyectos pueden cambiar en diálogo con la realidad. Desde que llegó como misionero a Guatemala, el sacerdote diocesano de Ciudad Real Pedro Jaramillo lo tuvo claro. En el año 2005, recién aterrizado en el país latinoamericano,

cios característicos de las comunidades nativas, con techos circulares elaborados a base de grandes hojas secas de palmera, aptos para muchos usos, pero no necesariamente prácticos para ejercer de aula.

En el caso de las mujeres, las altas tasas de embarazo a edades tempranas dificultan continuar la educación, ya que no siempre es posible encontrar a quien cuide a sus pequeños. Por eso, no es extraño ver niños en las aulas universitarias, una estampa inimaginable en pupitres de otras latitudes. “Esto no es una dificultad para nosotros como centro de es-

comenzó a fomentar la educación. “Allí logramos que terminaran el bachillerato 15 jóvenes, de los que tres hicieron estudios universitarios”, recuerda. Dos años después, en 2007, abrió el programa “a jóvenes de las aldeas y caseríos más remotos del país, especialmente en el mundo indígena”. Estudiaban con la institución Fe y Alegría de los jesuitas y vivían en la casa parroquial, donde han llegado a residir hasta 34 estudiantes.

Varios años después, en 2015, tuvo que reorientar su apuesta educativa tras “un análisis de la validez real del bachillerato para

acceder a un trabajo estable”. Entonces, se produjo la transformación, relata Jaramillo: “Dimos el cambio de orientación, hacia la formación profesional, en un centro salesiano de la ciudad, el «Bartolomé Ambrosio», en el que se oferta un módulo de dos años en carpintería, soldadura, electricidad, torno y fresadora, y reparación de computadoras”. Los jóvenes tienen 15 días para elegir especialidad al inicio de cada curso.

Entre 2015 y 2021, han sido 82 los que han completado el adiestramiento en algún oficio. De estos, solo cuatro viven ahora fuera

INFORME LA MISIÓN DE EDUCAR 32 misioneros NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022

de Guatemala: el resto ha hallado trabajo en la ciudad o en sus municipios de origen. Donde sí se trasluce el “fantasma migratorio” es en la dificultad, cada año, de encontrar jóvenes que deseen estudiar la formación profesional.

Jaramillo se muestra satisfecho de los resultados de este nuevo rumbo educativo misionero, y lo ejemplifica con una conversación cotidiana: “Muy sinceramente me comentaba uno de los empresarios: «Mire, padre, si estos jóvenes no supieran el oficio, no los contrataríamos; pero, es que, además de saberlo, tienen un algo que los hace especiales»”.

Al igual que escuchar la realidad forjó el programa de capacitación laboral, escucharla en estos últimos años ha llevado a la parroquia de san Juan de la Cruz, en Guatemala, a transitar un nuevo camino. En este país, cuenta Jaramillo, la educación aún no ha recuperado la “presencialidad” totalmente. Pero, además, muchos quedaron descolgados del ritmo escolar, ya que no pudieron seguir la

“educación virtual”. Consciente de la realidad, el Gobierno puso en marcha el Programa de Educación Alternativa (PRONEA). “Esta situación endémica y pandémica nos llevó a proponer al Ministerio que se hiciera presente con este programa, poniendo nosotros a su disposición instalaciones parroquiales”, cuenta Jaramillo.

Pero en la misión no se limitaron a llevar a cabo “tal cual” el programa gubernamental y lo hicieron más reglado, gracias a un amplio número de voluntarios que respondieron a la llamada. Lograron

NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 misioneros 33

establecer un horario con asistencia a clases vespertinas y nocturnas. El éxito fue tal que los “responsables ministeriales adoptaron para el programa nacional algunos materiales elaborados por la coordinadora de nuestro proyecto”, cuenta Jaramillo. Este año hay 266 alumnos, y ya están preparando las inscripciones para el siguiente.

Entre vaivenes políticos

En medio de los vaivenes políticos, la educación resiste y busca el largo plazo. Para los salesianos, educar es parte esencial de su carisma desde su propia fundación. Ama-Edi Didier Meba, nacido en

Togo, pasó algún tiempo formándose en España. Actualmente es responsable de pastoral juvenil de la inspectoría salesiana (provincia) del África occidental francófona, y ejerce su ministerio en Burkina Faso. En este país, el 30 de septiembre tuvo lugar el segundo golpe de Estado de este año, por militares del mismo movimiento que había realizado el golpe de enero.

La situación política de Burkina Faso “es la típica de un país del Sa-

hel; se está degenerando en estos últimos años, con inestabilidad e inseguridad, permanencia del círculo vicioso de la pobreza...”, explica Meba. Un territorio que sufre hambruna todos los años y cuyo clima “favorece la aparición de epidemias como la meningitis”, añade el salesiano. “Se suele bromear diciendo que nadie está a salvo en ninguna parte del país, pero esta situación descrita por las embajadas extranjeras no se nota en la capital”, co-

mentaba días antes del golpe, sin saber lo que iba a pasar.

Dos son los principales proyectos que desarrollan los salesianos en Burkina Faso, “convencidos de que el futuro de África pasa por la formación profesional”; “pero sabemos que es una apuesta muy costosa, y por eso los Gobiernos no se atreven”, apunta Meba. El cambio, explica, va de un sistema destinado a educar a futuros funcionarios, a otro que permita potenciar esa formación, algo que se ve favorecido por el boom minero del oro en el país africano. El primero de esos proyectos, y más veterano, consiste en formación profesional en Bobo Dioulasso, la segunda ciudad más importante del país, donde llevan 30 años ofertando diferentes cursos. Ahora mismo, son: montador electricista, construcción metálica, electrotécnica y mantenimiento in-

34 misioneros NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 INFORME LA MISIÓN DE EDUCAR

dustrial. En estas cuatro áreas se formaron 663 chicos y chicas en el pasado curso escolar. Una vez terminan, el acompañamiento por parte de los salesianos continúa y, a través de una oficina de apoyo a la inserción laboral y dialogando con empresas, tratan de ayudar a sus estudiantes a encontrar trabajo.

Más reciente, pero no menos importante, es el proyecto que esta misma congregación tiene en la capital burkinesa, Uagadugú. Desde hace diez años, los salesianos hacen lo posible por llegar a las mujeres vulnerables y, desde hace cinco, más de 300 chicas cada año estudian costura, peluquería, informática o simplemente reciben clases de apoyo, porque, como añade Meba, la mayoría de las jóvenes que llegan a su centro lo hacen después de abandonar la enseñanza reglada general.

Y, aunque consigan terminar la formación en costura o peluquería, no todas encontrarán trabajo. Algunas, porque a veces la única manera de tenerlo es el autoempleo y eso requiere de una inversión difícil de conseguir. Otras, “porque se casan y sus maridos no las dejan”; con esta crudeza expone la realidad Didier, apuntando que “hay que notar que estamos en sociedades con un tinte machista aún muy marcado”.

La ilusión de formar en oficios a jóvenes hombres y mujeres necesita de fondos que financien matrículas, máquinas, instalaciones..., y en la formación profesional suele ser caro. El Gobierno burkinés no aporta recursos económicos, comenta el salesiano (“es más, nos piden nuestras infraestructuras para organizar exámenes”), así que deben buscarlos

en otros lugares, a menudo en el extranjero. “Nos beneficiamos del apoyo de la congregación por medio de las Misiones Salesianas de Madrid, algunas ONG españolas como Jóvenes y Desarrollo, Bosco Global, y personas de buena voluntad”, comenta. Entre ellas, algunas familias “muy discretas, pero eficaces”, que sufragan becas de algunas alumnas.

En medio de toda esta situación política, en el momento de cerrar este reportaje, el centro de formación profesional de los salesianos de Bobo Dioulasso permanecía cerrado, a la espera de que la situación se calme, pues reina el descontrol. “No vamos a poner en peligro la vida de nuestros alumnos, así que decidimos cerrar el centro hasta que la situación se tranquilice”, relataba Meba.

NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 misioneros 35

conectad

UN "POST" AL VIENTO

El Papa lo dijo muy claro entre la multitud, tratando de transmitir un mensaje cargado de esperanza: "Los tiempos de crisis son tiempos de renovación y relanzamiento misionero".

EN MISIÓN ESPECIAL

También se puede ser seglar y misionero, no hay que olvidarlo. Aquí está el ejemplo de Dolo Rodas, que acaba de partir a vivir esta apasionante aventura de la mano de #Misevi.

MISEVI ESPAÑA Facebook

@misevi.es

HUYÓ A PIE DE SUDÁN

Entre el maremágnum de las redes sociales también encontramos esta vida "ejemplar", la del doctor Emmanuel Taban. Tenía que ser un libro. Y lo es: El chico que nunca se rindió (Edimune).

MISIONEROS COMBONIANOS Facebook @MundoNegro

La Jornada Mundial de las Misiones, nuestro querido #Domund, ha sido trending topic. Oración, donación, carreras, premios, mucha generosidad y un recuerdo muy emocionado para todos los misioneros.

OMP ESPAÑA Twitter @OMP_ES

NIÑOS DE LA CALLE

Desde 1982, los menores que deambulan por las grandes ciudades, esta vez de Nigeria, y quieren cambiar de vida tienen un hogar con las puertas abiertas de par en par, el Don Bosco. La educación les salva.

MISIONES SALESIANAS Instagram @misionessalesianas

PAPA FRANCISCO Instagram @franciscus
#DOMUND2022
@ s

YIBUTI Más de 24.000euros para una pequeña Iglesia

mente los duros estragos de la sequía pertinaz y la desertificación. Tanto, que la cabaña pecuaria –cabras, vacas, camellos...–, en los últimos años, se ha reducido considerablemente. Los rabadanes y vaqueros nómadas del ayer ya no tienen hatos ni zagales a los que mandar. Sin oficio ni beneficio, hoy van a poblar los suburbios y barrios marginales de las ciudades. Y a engrosar el censo del paro.

zado entre todos los grupos de edad. La prostitución, alentada por la abundancia de militares, y la trata de personas, también son problemas no menores.

Ayuda a los agentes de pastoral

Es un país la mar de singular. El agua, allí, brilla por su ausencia. Por lo menos, el agua dulce. Que la salada, otra cosa es. Como la agricultura es impracticable en la mayor parte de su territorio, Yibuti está obligado a importar, anualmente, el 80% de los cereales con los que se alimenta; y también, el 85% de las frutas y hortalizas que consume. La población rural está dedicada, en su mayor parte, al pastoreo. A la pesca, los que viven asomados a los 314 km de costa que tiene el país. La ganadería, sin embargo, sufre igual-

Yibuti ocupa el octavo puesto entre los países más pequeños de África, con sus 23.200 km². El árido y surrealista paisaje multicolor de Yibuti se reduce a una abrasadora planicie sembrada de abundantes matorrales, rocas volcánicas y desérticas arenas, ardientes bajo un sol implacable... Pobre el paisaje, pobres sus paisanos: el 17% de la población vive por debajo del umbral de pobreza absoluta (1,9 dólares por día), y son muchos más los que viven atrapados en la pobreza relativa.

El porcentaje del paro ronda el 40%. Y, entre los jóvenes, sube hasta el 50%. Para colmo, abunda el consumo de khat, planta excitante, calificada como droga. Su consumo es legal y está generali-

A pesar de todos los pesares, en Yibuti vive casi un millón de personas, la mayor parte, en la capital: 604.000 habitantes. Los somalíes y el pueblo afar son los grupos étnicos más numerosos. Ambos tienen idiomas afroasiáticos reconocidos, aunque el árabe y el francés son las lenguas oficiales. El 94% de los yibutianos practican el islam sunita, religión predominante en toda la región desde hace más de un milenio. El resto son cristianos, buena parte, extranjeros y militares. Los católicos bautizados rondan los 5.000.

Desde 2001, monseñor Giorgio Bertin, obispo franciscano e italiano –cumplirá los 76 el día de los Santos Inocentes–, nacido en Galzignano Terme, provincia de Padua, está al frente de la única diócesis que abarca todo el territorio de Yibuti. Además, según los últimos datos disponibles, 4 sacerdotes y 28 religiosas profesas, 4 misioneros laicos y 6 catequistas conforman el equipo pastoral de la pequeña Iglesia católica yibutí. La diócesis, dividida en 5 parroquias, tiene 6 centros dedicados a la atención pastoral.

A... NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 misioneros 45
AYUDAMOS
Mons Giorgio Bertin

El padre Mark Desser, 50 años, nacido en el norteamericano estado de Míchigan, era un boyante ingeniero de la General Motors Company, hasta que, un buen día, empujado por el Espíritu, aceptó el reto que Jesús lanza a sus amigos: “Seréis mis testigos” (Hch 1,8). Y, sin pensárselo dos veces, arrumbó toda su pericia en las nuevas tecnologías del automóvil, y se lanzó a la aventura de compartir su vida y su fe con los más necesitados.

Hoy, Mark Desser, misionero siervo de los pobres, es uno de los 4 sacerdotes antes citados. Colabora con monseñor Bertin en el anuncio de la Buena Noticia entre los yibutianos. Trabaja en Tadjoura, ciudad costera y la más antigua del país, dedicado a la educación de niños y formación profesional de jóvenes musulmanes. Además, el padre Desser es vicario general de la diócesis.

Seis años atrás, cuando pasó por Madrid camino de Yibuti, celebramos una entrevista con él. Entonces nos confesó que, “sin ayuda de las Obras Misionales Pontificias, no podríamos sacar adelante las escuelas de la diócesis, a las que asisten cerca de 3.000 alumnos en situaciones sociales, familiares y étnicas muy complejas”.

Todos sus alumnos profesan el islam. El padre Desser no tiene ningún complejo al confesar que él también es “el cura de los musulmanes”. “El diálogo con los musulmanes surge por la ilusión de hacer juntos algo bueno para todos”, señala. Y añade que el secreto está en la educación: “En nuestras escuelas, el objetivo es abrir a los jóvenes a Dios y a los demás. Esta apertura es base y fundamento para alcanzar y sostener la convivencia humana pacífica”.

Precisamente desde Madrid, en el ejercicio correspondiente al año 2021, la Obra para la Propagación de la Fe ha enviado a Yibuti, en calidad de subsidios ordinarios, la cantidad de 24.321,28 destinados a los agentes de pastoral.

Caminando juntos

La voluntad mueve montañas. Muy cierto: a pesar de la escasez de recursos, la Iglesia de Yibuti, con los donativos que recibe de aquí y de allá, ha puesto en marcha un admirable boletín dioce-

sano, una revista que refleja en sus páginas el acontecer más notable del mes y toda su actualidad eclesial.

Tal publicación se llama La caravana. El propio Mons. Bertin explica que ese nombre tan acertado “es la imagen que mejor puede representar a la Iglesia y a su Sínodo –que, en griego, significa «caminar juntos»–”. Y subraya el objetivo del papa Francisco: “El Papa ha querido que el Sínodo de los Obispos de 2023 sea una expresión de toda la Iglesia, de

46 misioneros NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 AYUDAMOS A...
Mark Desser

toda la comunidad católica. Por eso, nuestra comunidad de Yibuti también se ha comprometido a reflexionar juntos sobre lo que significa para nosotros caminar en «comunión, compartir, misión». Y por tanto, ser una «caravana»”.

Las páginas de La caravana –concluye– “dan cuenta de cómo compartimos la misión y cómo vivimos para dar testimonio de Jesús con nuestra vida. Este mundo necesita el testimonio de los discípulos de Cristo para vivir en fraternidad. La revista levanta acta de acontecimientos gozosos y también dolorosos. El último: la inesperada muerte de sor Marzia, que era una de las más antiguas y comprometidas misioneras de nuestra comunidad”...

Pieza clave geoestratégica

Desde 1999, preside la República Ismael Omar Guelleh, de 74 años, formado en la escuela coránica, primero; y luego, en el colegio francés Carlos de Foucauld. Debido a su geoestratégica situación en el mapa, Yibuti tiene, a la izquierda, las puertas del mar Rojo, que conduce hasta el canal de Suez; a la derecha, el golfo de Adén. Y, enfrente, a la otra orilla, a una treintena de kilómetros, mar de por medio, está Yemen... Así las cosas, bien se puede decir

que Yibuti es pieza clave para controlar buena parte del comercio mundial, que por allí pasa. Tal vez por eso, es la nación que más bases militares tiene por kilómetro cuadrado. El doble asentamiento militar estadounidense no es único. Junto a las de los norteamericanos, sobre el secarral de Yibuti también han florecido las bases militares de Francia, Italia, Arabia Saudí, Japón… Y ¡también China! Por algo será.

La concesión de bases militares extranjeras es una genuina fuente de ingresos. El Gobierno yibutí recibe, cada año, entre 20 y 60 millones de dólares por cada instalación. Tales partidas son difíciles de auditar. Sobre todo, si se sabe lo sobresaliente que es la nota de Yibuti en el capítulo de la corrupción: 142 puntos sobre 180, según la ONG Transparency International.

Si estás interesado en realizar un donativo, puedes hacerlo en el número de cuenta ES25 0075 0204 9506 0006 0866. También, accediendo a la página web www omp es y pinchando en la opción "Colabora"

NÚM. 229, NOVIEMBRE DE 2022 misioneros 47

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.