AÑO XXIII Nº116 SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2014 EDITA Obras Misionales Pontificias Director Nacional de OMP Anastasio Gil García Dirección Rosa Lanoix
Renace la alegría. Así se presenta este año el DOMUND, que celebraremos el domingo 19 de octubre. La alegría acompaña siempre a los misioneros cuando predican el Evangelio. Saben que allí donde está Jesús, siempre nace y renace la alegría; aun en medio de los sufrimientos. Gracias a Él y a su mensaje, muchas personas logran dejar de lado sus diferencias para buscar lo que las une; superan las barreras y los miedos que, a menudo, las bloquean y no las dejan actuar. Ayudemos, pues, a los misioneros a llevar esa alegría de Jesús a los que sufren, a los más desfavorecidos, para que crezca la esperanza de un mundo mejor y más justo.
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EDITORIAL DOMUND, una siembra de alegría
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PAÍS A PAÍS Brasil, un continente en otro continente
Diseño y maquetación Antonio Aunés Colaboradores Justo Amado, Fuencisla del Amo, Alfonso Blas, Ana María Fernández, María Teresa Fernández del Vado, Coro Marín, Alicia Muñoz, María Puncel Reparaz, Quique, Dora Rivas, Joan Sanmartí, José Ignacio Rivarés, Francisco Solé, Montserrat Vilaseca, Juan Zabala. Fotografía: José Ramón Moreno Guillo, EFE y Archivo de O.M.P.
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TÚ,¿QUÉ PIENSAS? Un cementerio lleno de vida en Manila
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ESCAPARATE Janet González Nieto, ganadora del Premio Montserrat Sarto “Lo aprendí en un libro”
Depósito Legal:
M. 7103-1991 Imprime: : ARIAS MONTANO, S.A.
Para ponerte en contacto con nosotros: SUPERGESTO C/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Si lo prefieres, llámanos al Tef: 91 590 27 80 También puedes hacernos llegar un e-mail: supergesto@omp.es y nuestra página web: www. revistasupergesto.es www.omp.es y www.domund.org Suscripciones Roberto Murga
suscripciones@omp.es
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ANÉCDOTA François Xavier Nguyen van Thuan
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HAGIOGRAFÍA Vicente Hondarza
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FIRMAS INVITADAS Julián del Olmo, director de “Pueblo de Dios”
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DESDE LA MISIÓN Los misioneros hacen renacer la alegría
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PÓSTER ASÍ VA EL MUNDO
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REPORTAJE Mafalda, la niña inconformista que ha conquistado el mundo
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NOMBRES PROPIOS PUERTAS ABIERTAS Redescubre el camino de la alegría
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ESTE MUNDO
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COSAS QUE SE OYEN O SE LEEN
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JÓVENES MISIONEROS Voluntariado Misionero desde Navarra
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CON NUESTROS MISIONEROS Ignacio del Rey y Albert Riera, en Perú
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ESTÁ EN LOS LIBROS
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RELATO La mujer del carrito PARTICIPARON PIENSA Y JUEGA LA LLAMADA
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ega el DOMUND y renace la alegría. La Buena Noticia del Evangelio asoma sus brotes verdes entre la dura costra de tierra que, por fin, logró romper. La esperanza se dibuja en la cara del misionero que, con cariño, esfuerzo y mimo, preparó el terreno para tan deseado momento. Pero todavía queda mucho para la recogida. Y, mientras esta llega, mira al cielo para que le dé la lluvia que haga crecer la cosecha. Quitará la mala hierba y abonará para que a la nueva planta no le falte el alimento y se multiplique. Hay mucho en juego. Es una siembra de felicidad para aquellos que más lo necesitan, para quienes nunca han oído hablar de un Padre Dios bondadoso, entregado con sus hijos y preocupado por su futuro. Un Padre que quiere que a ellos no les falte el amor de sus hermanos, que sepan vivir en libertad desde el respeto que garantiza la justicia, y que sean generosos en el perdón. El fruto del DOMUND es la alegría del Evangelio. Esta no se consigue a través de logros efímeros y materiales, sino por medio de lo que realmente importa, de lo esencial que anida en la cercanía, en el acompañamiento, en la amistad y en el amor, que convierte en benditos y en justos merecedores del derecho a la felicidad a los humildes, los sencillos, los pobres, los marginados, los que están cansados y oprimidos.
Pero, además, el DOMUND es una siembra hecha desde la felicidad de quien la realiza, de ese misionero que se sabe lleno de motivos para servir, para darse sin reservas, porque no encontrará mayor satisfacción que la que le proporciona esa entrega, que es la que llena plenamente de la alegría del Evangelio tanto a quien se da, como a quien recibe. Porque al final, en una relación de amistad, de amor, de servicio, se comparte desde la gratuidad. No hay niveles. Todos partimos desde una misma posición, de la que todos saldremos enriquecidos. Es el júbilo, el regocijo del que rompe con el aislamiento y acaba con la cultura del "desecho", para llenar de sentido su vacío interior; y de esperanza, su vida. Cada año, cuando se aproxima la celebración de la Jornada del DOMUND -esta vez, el 19 de octubre-, las misiones se visten de alegría. Es su día, y eso nos llena de felicidad, pero de la buena, de esa que no se compra ni se vende, porque solo se encuentra en el Evangelio. Es la respuesta que todos daríamos si nos preguntasen: "¿Qué queréis ser de mayores?"; pues, obviamente: "¡Felices! Y no solo de mayores, también de pequeños y cuando lleguemos a abuelos". Así pues, no tengamos miedo y salgamos fuera, porque todavía hay muchos que viven sin la fuerza, la luz, el consuelo y la felicidad de sentirse amigos de Jesús. No dejemos que la tristeza individualista y el corazón avaro y cómodo nos roben la alegría de la evangelización, la alegría del DOMUND. Sg
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Esto es Brasil: un continente dentro de otro continente. Un país inmenso (8,5 millones de kilómetros cuadrados, el quinto mayor del mundo), con más de 200 millones de habitantes, que lo tiene todo: costas paradisíacas (7.500 kilómetros de litoral), enormes regiones semiáridas (el sertão), vastos ríos, zonas pantanosas (el pantanal), kilométricas mesetas y, cómo no, la impresionante, vital e impenetrable selva amazónica, el pulmón verde del planeta. 4 SUPERGESTO
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esde hace tiempo, Brasil está en boca de todos. El año pasado, por la Copa Confederaciones de fútbol y la visita del papa Francisco a la Jornada Mundial de la Juventud de Río; éste, por el Mundial de fútbol; y en 2016, porque acogerá los Juegos Olímpicos. Brasil está de moda. Y con el país, sus gentes, alegres, extrovertidas y amantes de la vida. Brasil es un mundo en sí mismo. De su inmensidad da buena cuenta este dato: es la quinta nación más poblada del planeta, compartiendo fronteras con toda Sudamérica excepto Chile y Ecuador. El país entero es como un gigantesco crisol en el que, con el tiempo, se han ido fundiendo
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tres culturas distintas: la nativa indígena, la de los colonizadores portugueses (Pedro Álvares Cabral arribó a sus costas en abril de 1500) y la de los esclavos africanos llevados a la fuerza para trabajar en las plantaciones y en las minas. Se cree que hasta la abolición de la esclavitud en 1888 -Brasil fue el último país de América Latina en suprimirla- más de tres millones de personas fueron capturadas en África y vendidas como esclavas allí. Hoy, y según el censo de 2010, los negros son el 7,6% de la población, cerca de catorce millones. La mayoría de sus gentes, no obstante, se consideran blancos (el 47,3%) o pardos (mestizos): 43,1%. La población de
origen asiático suma cuatro millones, y la indígena, poco más de medio millón. En las profundas selvas del Amazonas hay todavía decenas de tribus que viven en completo aislamiento, cuyo futuro, así como el de los pueblos indígenas en general, se presume crítico, dada la presión a la que son sometidos por quienes tratan de explotar sus recursos naturales. Desde un punto de vista geográfico, Brasil es un país de contrastes. Está estructurado en 26 estados, un distrito federal y cinco grandes regiones administrativas: Norte, Noreste, Centro-Occidental, Sureste y Sur. El 65% de la población vive en estas dos últimas: Sureste y Sur. A diferencia de lo que ocurre en otros países, aquí el sur es, en general, rico, y el norte pobre. La región Norte, de la que forman parte los estados de Pará, Amapá, Roraima, Amazonas, Acre, Rondônia y Tocatins, es la más extensa del país, y también la menos habitada. Pará, por ejemplo, tiene 1,8 millones de km2 (dos veces y medio la Península Ibérica) y solo cinco millones de habitantes. Las grandes ciudades brasileñas están
mayormente en el sur o en la costa. São Paulo, la capital económica, tiene 11,3 millones de habitantes, y la maravillosa Río de Janeiro (la del Cristo del Corcovado y las célebres playas de Copacabana e Ipanema), 6,3 millones. Son las mayores urbes, y las más conocidas. Brasilia, en el centro geográfico, es una metrópoli de nuevo cuño levantada en tan solo cuatro años (1956-1960) por el reconocido arquitecto Óscar Niemeyer para ejercer de capital. Reúne a 2,6 millones de almas, una cifra más o menos similar a la de ciudades como Salvador de Bahía, Fortaleza y Belo Horizonte. Brasil es también tierra de agua y, por tanto, de vida, una reserva de la biosfera de valor incalculable. Por allí fluye el mayor río del mundo, el Amazonas, de 6.937 km. y sus grandes afluentes: el Paraná, el
Iguazú (que da nombre a las célebres cataratas, en la frontera de Brasil con Argentina), el Negro, el Araguaia, el Xingú, etc. Es tierra de agua, pero no de grandes montañas. Su mayor altura es el llamado Pico da Neblina, en la frontera con Ve-
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nezuela, de 2.994 metros. Y, quién lo diría, además de las selvas amazónicas y de feraces tierras, ideales para la agricultura y la ganadería, el país cuenta con millones de hectáreas semiáridas en el noreste: el sertão. Gran parte de la inmigración interior procede de esta zona propensa a la sequía y a la pobreza. Favelas y “sin tierra” Brasil, no obstante, es rico, muy rico. Lo tiene todo: recursos naturales, recursos energéticos, minería, agricultura, ganadería, industria… Es el primer productor mundial de café, de caña de azúcar, de soja, de naranjas y de tabaco; el segundo de cacao; y el tercero de maíz. La agricultura, sin embargo, representa únicamente el 5% del PIB. Más de un tercio de la riqueza na6 SUPERGESTO
cional proviene de la industria y de la minería. En esta última, destacan las minas de hierro, estaño y bauxita. Pese a la crisis mundial, la economía brasileña -la séptima del planeta- no ha dejado de crecer. En 2011, lo hizo un 2,7%; en 2012, un 0,9%; y en 2013, un 2,3%. Ello, sin embargo, no quiere decir que ese crecimiento y esa riqueza lleguen a todos. Y es que junto a riquezas sonrojantes, en el país hay pobrezas escandalosas y vergonzantes. En 2005, y según la ONU, Brasil era el octavo país con más desigualdades del mundo. Desde entonces, y gracias a las políticas sociales de los gobiernos de "Lula" Da Silva y Dilma Rousseff, la actual presidenta, la desigualdad ha descendido un 17%, siendo aún enorme. Prueba de ello son la existencia de las favelas y de millones de campesinos "sin tierra".
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Las favelas son esos enormes barrios de chabolas levantados sin orden ni concierto en las grandes ciudades. Se calcula que ¡11,4 millones de brasileños! viven en favelas. Solo en Río, la ciudad que albergó la final del Mundial, lo hacen un millón setecientas mil personas. Habitan infraviviendas situadas en auténticos guetos en los que la delincuencia y el narcotráfico imponen su ley. Hace cinco años, y de cara a los eventos deportivos que debía organizar, el Gobierno lanzó un plan para pacificar las favelas cariocas. Trató de "lavar la cara" de las grandes ciudades para transmitir al mundo una imagen -falsa, irreal- de seguridad. La militarización y la mano dura policial consiguieron debilitar a los narcos y a los delincuentes, pero a costa de criminalizar a los moradores de las villas-miseria. En los últimos ocho años, y según datos del Instituto de Seguridad Pública, en el estado de Río de Janeiro hubo 35.879 asesinatos, 285 lesiones corporales seguidas de muerte, 1.169 robos seguidos de muerte, 5.677 muertes derivadas de intervenciones policiales, y 155 policías muertos en actos de servicio. En total: 43.165 víctimas mortales, más de 500 al mes. ¡Y eso solamente en Río! Y es que Brasil es un país violento. Al menos, esa es la imagen que transmite. El obispo emérito de São Félix do Araguaia, en el Mato Grosso ("Selva Espesa"), el catalán Pere Casaldàliga, constató nada más
cinco campeonatos mundiales: 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002. Sus jugadores se encuentran siempre entre los mejores y más cotizados del mundo. La capoeira, por último, es hoy un deporte que se practica en todo el país, pero no siempre fue así. Esta "danza" la inventaron en el siglo XVIII los esclavos, que camuflaban bajo apariencia de baile técnicas marciales de origen africano. La esclavitud, ya está apuntado, fue abolida en Brasil muy tarde, en 1888, poco después de que el papa León XIII escribiese la encíclica In plurimis, en la que instaba a su supresión. El país con más católicos
llegar allí como misionero, en los años sesenta del pasado siglo, el poco valor que tenía en su diócesis la vida humana. "Morir o matar es más fácil aquí, está más al alcance de todos que vivir", anotó en su diario. Hoy, Brasil es, con más de medio millón de personas, el país con mayor número de reclusos de toda América Latina, y el cuarto del mundo. Buena parte de la violencia a la que aludía entonces Casaldàliga estaba ligada a la lucha por la tierra. Y es que allí nunca ha habido una reforma agraria que permita una justa distribución de la tierra. El Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), el movimiento campesino más conocido del mundo, lleva treinta años reclamándola. Fútbol, capoeira, carnaval Para muchos jóvenes, Brasil es solo fútbol, capoeira y carnaval, al igual que para muchos turistas España es únicamente toros, fiesta y siesta. El carnaval, en especial el de Río, es, en efecto, uno de sus grandes atractivos turísticos. Se trata de cuatro días de locura en los que todo el mundo olvida sus problemas y todo parece permitido. Una locura colectiva similar llega también de la mano del fútbol, el deporte nacional por excelencia. La selección brasileña es la única que, hasta ahora (al cierre de esta edición aún no ha terminado el Mundial 2014), ha conseguido
Brasil es también, con unos 164 millones de fieles, el país con más católicos del mundo. Aun cuando su número ha decrecido en las últimas décadas, el catolicismo sigue siendo la religión más practicada, seguida del protestantismo en sus diversas vertientes y el espiritismo. En el país hay también religiones como la macumba (término que aglutina a todas las prácticas de inspiración africana), y mucho sincretismo. Un 8% de la población asegura no tener religión alguna. La Iglesia católica realiza una labor ingente en Brasil, pues atiende 369 hospitales, 884 dispensarios, 22 leproserías, 718 residencias de ancianos, inválidos y enfermos crónicos, 468 orfanatos, 1.168 guarderías, 1.171 consultorios matrimoniales y 3.257 centros de educación especial o reeducación. A comienzos de 2012, Brasil contaba con 274 circunscripciones eclesiásticas que eran atendidas por 454 obispos, 13.121 sacerdotes diocesanos, 7.580 sacerdotes religiosos, 2.702 religiosos no sacerdotes, 30.528 religiosas, 2.881 diáconos permanentes, 144.910 laicos misioneros y 483.104 catequistas. La evangelización en Brasil está ligada al jesuita canario José de Anchieta (15341597), canonizado por el papa Francisco el pasado 3 de abril. Anchieta ejerció un modelo evangelizador respetuoso con los pueblos y cultura indígenas. Hoy es el patrón de los catequistas brasileños. Sg JOSÉ IGNACIO RIVARÉS
Tierra de profetas y mártires Brasil ha dado al mundo ilustres literatos (Jorge Amado, Paulo Coelho), músicos (Antonio Carlos Jobim, Vinicius de Moraes), pedagogos (Paulo Freire), arquitectos (Óscar Niemeyer) y deportistas: Pelé, Ayrton Senna... Pero también obispos proféticos de talla universal y no pocos mártires, comprometidos con los más desfavorecidos. Allí han vivido, y sufrido por los últimos, por los desheredados de este mundo, figuras como Hélder Câmara, Paulo Evaristo Arns, Tomás Balduino (fallecidos ya) o Pere Casaldàliga. "Cuando doy limosna a un pobre me llaman santo, pero cuando pregunto por qué es pobre me dicen comunista", se lamentaba Câmara (19091999), arzobispo de Olinda y Recife y candidato en cuatro ocasiones al Nobel de la Paz, cuyo proceso de beatificación acaba de ser abierto en su fase diocesana. Mons. Tomás Balduino, arzobispo de Goiás, murió el pasado mes de mayo, tras dedicar toda su vida a defender a los indígenas y campesinos sin tierra. De hecho, fue una figura clave en la creación del Consejo Indigenista Misionero (CIMI) y de la Comisión Pastoral de la Tierra. Casaldàliga ha pasado media vida amenazado de muerte por latifundistas, terratenientes y pode-
rosos en general. Hace dos años, ya enfermo de párkinson, tuvo que dejar su casa por nuevas amenazas por defender a los indios xavante. Entre los mártires recientes están la religiosa estadounidense Dorothy Stang, asesinada a tiros en 2005, o el ecologista Chico Mendes, otro mártir de la Amazonía abatido en diciembre de 1988.
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migos lectores de Supergesto os prevengo que lo que os voy a contar es muy fuerte y a nadie dejará indiferente. Son secuencias de lo que he visto y vivido en mis viajes con Pueblo de Dios, uno de los programas en emisión más antiguos de TVE. En los más de 80 países visitados he bajado a los infiernos de la miseria donde la vida no vale nada y he subido al cielo donde he conocido a muchas personas trabajando para que los pobres recuperen su dignidad robada y he disfrutado viendo a niños y mayores felices cuando, aparentemente, no tenían razones para serlo. Los cojos andan
Julián del Olmo García es sacerdote, periodista, poeta... Nació en La Alcarria (Guadalajara) y se ordenó sacerdote el 15 de agosto de 1966. Licenciado en Ciencias de la Información, rama de Periodismo, en 1979, por la Universidad Complutense de Madrid, ha ejercido de párroco rural y urbano (1966-1981). Ha sido también redactor jefe del semanario Vida Nueva (19831985) y de otras revistas como Humanizar, Presencia Marista y Ventana Europea. En TVE ha sido ayudante de dirección del programa El Día del Señor (1986-1990), subdirector de Últimas preguntas (1990-1992), adjunto a la dirección de Pueblo de Dios (1992-1999) y director de Pueblo de Dios desde 2009. Este programa es uno de los más veteranos de TVE, hace poco ha cumplido 30 años de emisión. Julián del Olmo quiso ser, en algún momento, misionero y fueron los misioneros quienes le animaron a que, a través de los medios de comunicación, se convirtiera en "Misionero del Tercer Mundo en el Primero". Y eso es lo que está haciendo. Su pasión consiste en testimoniar a quienes entregan su vida, "no a tiempo parcial, sino por entero", en beneficio de los que sufren, como hacen nuestros misioneros. De este modo, sigue una máxima de Pablo VI que le sirve de guía: "El mundo no necesita maestros, sino testigos". Algo que Julián del Olmo ha aplicado siempre en su caminar.
Acabo de regresar de Haití, un país que todavía no se ha repuesto del terremoto del 12 de enero de 2010 que arrojó un saldo de 300.000 muertos y millón y medio de damnificados. La hermana Isabel, misionera española que salió ilesa de puro milagro, ha montado, en Puerto Príncipe, un taller de prótesis para las víctimas del terremoto. Carl tenía cuatro años y estaba con su hermano cuando la casa les cayó encima. Estuvieron dos días enterrados entre los escombros. A su hermano lo rescataron muerto y a él con una pierna aplastada que hubo que cortársela. Los protésicos del Taller de San José le han puesto una pierna nueva y está feliz. La hermana Isabel trae prótesis desechables de España y las reciclan en el taller para abaratar costes. La hermana, muy evangélica ella, ha conseguido que centenares de cojos anden. Casa de las niñas "Ankur Children´s Home" es una casa muy especial. Está situada en un barrio a la afueras de Bombay (India). En ella viven 200 niñas de entre dos y 16 años. Son niñas de los suburbios de la ciudad, hijas de familias rotas. Las misioneras de la Caridad de Santa Ana abrieron la casa para salvar a niñas en peligro de caer en las redes de la prostitución. Navamma tiene ocho años. Su padre murió y dos hermanos desaparecieron
en una revuelta entre hindúes y musulmanes. Ella se quedó en la calle donde la encontraron las misioneras. Sonal tiene 8 años. Su padre mató a su madre y está en la cárcel. Al quedarse huérfana, con tan solo cuatro años, la recogió una tía que la obligaba a mendigar. Ahora está feliz porque tiene cariño y comida. La Hermana Rosa Conocí a la hermana Rosa en los momentos más violentos de Colombia, cuando la "guerrilla" masacraba a las poblaciones campesinas y las "maras" se habían adueñado de las ciudades. Los "guerrilleros" mataban a sangre fría a las personas con el pretexto de ser sus "enemigos" y tiraban los cadáveres en los caminos para ver que valiente se atrevía a recogerlos porque correría su misma suerte. Los familiares no podían enterrar a sus muertos. La hermana Rosa, jugándose el tipo, salía por la
noche a recoger los cadáveres y ella misma les daba sepultura. "Yo hago lo que creo que debo hacer, lo demás lo dejo en manos de Dios". Mientras me contaba su vida de misionera en una zona de guerra, yo recordaba las palabras de Jesús: "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus hermanos". Hambre y sida Han pasado unos años y todavía tengo grabada en mi mente y en mi corazón la escena de aquella madre que conocí en un poblado de Malawi. Era un año (otro año más) de hambruna. Hacía un calor sofocante y la mujer estaba sentada en el suelo recostada sobre la pared de su choza. Su cuerpo era un puñado de huesos consumidos por el hambre y el sida. En sus brazos sostenía a su hijo que chupa-
La pasión de Julián del Olmo y su equipo de "Pueblo de Dios" es testimoniar a quienes entregan su vida por completo a los demás.
ba del pecho acartonado de su madre buscando, inútilmente, unas gotas de leche. La hermana Brígida, que cuidaba a los enfermos de sida en los poblados porque en el hospital de la misión ya no cabían más, nos dijo que la madre y el hijo tenían los días contados. Al contemplar esta "Pietá", más impresionante que la de Miguel Ángel, se me encogió el corazón de impotencia y mis ojos se inundaron de rabia y de lágrimas. No podía hacer nada para salvarles la vida tan solo contar su caso en el programa para concienciar a la audiencia de que hay que movilizarse porque miles de personas, sobre todo niños, mueren diariamente de hambre y de enfermedades prevenibles y son hermanos nuestros. El Padre Ángel Viajamos al norte de Etiopía, frontera con Eritrea, donde misiona el padre 18 SUPERGESTO
Ángel. La guerra entre ambos países empobreció aún más la región del Tigrai. Durante la guerra los misioneros católicos se quedaron para ayudar a la gente mientras que sacerdotes ortodoxos y cooperantes de distintas ONG huyeron para no poner en peligro sus vidas. El padre Ángel es un misionero "todoterreno". Tiene una escuela de formación profesional, un centro de promoción de la mujer, un banco de los pobres y un programa de atención a las víctimas del sida. Y como la desnutrición afecta al 80 por ciento de los niños de la región ha abierto un comedor infantil donde desayunan, comen y cenan centenares de niños. Y para los huérfanos ha establecido casas de familia donde están acogidos más de 100 niños y niñas. "Primero vivir y luego evangelizar" es el lema del padre Ángel. Pedro de Madagascar El padre Pedro tiene don de gentes y don de Dios. Es argentino pero lleva toda su vida de misionero en Madagascar. Un día descubrió el basurero de Antananarivo, la capital del país, y quedó impactado al ver a familias enteras viviendo entre la basura y a la policía trayendo a morir al basurero a las personas hambrientas que encontraba tiradas por las calles de la ciudad. El padre Pedro se quedó en el basurero y creó la Asociación Akama-
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soa ("Buenos Amigos") para buscar salidas a una situación tan inhumana. El primer objetivo de la asociación fue que nadie del basurero pasara hambre y la inmediata escolarización de los niños y niñas. Y el padre Pedro lo ha conseguido. Actualmente, están escolarizados todos los niños del entorno del basurero y Akamasoa les da gratuitamente la comida. Como Jesús en el monte de las Bienaventuranzas, el padre Pedro desde la montaña de basura anima la gente a mirar al futuro: "Dios os quiere y me ha enviado para ayudaros a salir adelante; nada ni nadie nos va a quitar el coraje de creer en nosotros mismos y de seguir adelante en el camino emprendido; está en juego el futuro de nuestros hijos y no podemos defraudarlos". Sg JULIÁN DEL OLMO GARCÍA
La jornada del DOMUND, que se celebrará el próximo 19 de octubre, tiene la mirada puesta en las palabras del papa Francisco en su exhortación Evangelii Gaudium: "Con Jesucristo nace y renace la alegría". De ahí el lema que Obras Misionales Pontificias ha elegido para esta gran fiesta dedicada a la Misión y a los misioneros: "DOMUND: renace la alegría". Sin lugar a dudas la alegría es lo que acompaña siempre a los misioneros cuando llevan el mensaje del Evangelio por el mundo. Se les nota en su cara, en sus gestos, en su corazón.
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ambién tendremos presente en ese mismo día al papa Pablo VI por varios motivos. Primero, porque lo beatificarán precisamente el día del DOMUND; segundo, porque fue un enamorado de esta Jornada misionera y de los misioneros a los que, ya en su primer mensaje, llamó "la niña de mis ojos". Fue precisamente el que los instituyó en 1963. Siempre los tenía presentes y resalta19 SUPERGESTO
ba esa alegría de la que hablábamos. Decía el Papa que "un evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral. Recobremos y acrecentemos el fervor, «la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas»". De eso saben mucho los misioneros que siembran la esperanza de Cristo en medio de dificultades, pobreza, ca-
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tástrofes, persecuciones… En este sentido van también las palabras del misionero Ángel de la Victoria León: "Mi experiencia misionera en Chad
El misionero, a pesar de vivir en medio de la pobreza y el sufrimiento, es siempre una persona alegre porque está llevando la Buena Noticia, una palabra que da vida, ilusión y sentido a todo lo que se hace.
y en Camerún ha sido y sigue siendo una experiencia gozosa a pesar de vivir en medio de situaciones de mucha pobreza, necesidad y a veces sin ni siquiera lo mínimo necesario para vivir. Es cierto que los pobres nos evangelizan y enseñan a vivir con entusiasmo. Cuántos rostros y experiencias tengo grabados en mis ojos y en mi corazón. El misionero es aquel que intenta transmitir a los otros quien es el Dios de Jesús: un Dios misericordioso, un Dios de perdón, de acogida y en definitiva un Dios que nos quiere y que da la vida por cada uno de nosotros por amor. Este anuncio antes de hacerlo con palabras hay que hacerlo con nuestra vida de modo que esta sea un reflejo de lo que anunciamos. Por eso una de las características del misionero es la de ser una persona alegre ya que está llevando una Buena Noticia, una palabra que da vida, ilusión y sentido a todo lo que podemos hacer". En el mensaje para esta Jornada del DOMUND, el papa Francisco habla precisamente de esa alegría de evan20 SUPERGESTO
gelizar que también se ha querido resaltar, como decíamos al principio, en el lema "Renace la alegría". En Jesús se encuentra la fuerza Le preguntamos a Ángel su opinión como misionero que lleva toda su vida poniendo en práctica "La alegría de evangelizar". "Es cierto que allí donde está Jesús, renace la alegría. Es gracias a Él y a su mensaje que muchas personas logran juntarse y luchan por el bien de todos; intentan dejar de lado las diferencias que las separan y, en cambio, buscan todo lo que las une. Superan las barreras de las etnias, de las costumbres y de los miedos que a menudo las bloquean y no las dejan actuar". Para Jesús Calero Perera, el misionero javeriano más joven de España - tiene 32 años-, y que vive en Bongor, en el Chad, "cuando en la vida cristiana la gente logra perseverar en su fe, es entonces cuando se cumple la idea que nos da el Papa 'Con Jesucristo renace la alegría'.
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En Jesús encontramos una fuerza interior para mejor afrontar las dificultades del camino. A mi me llena de alegría mi trabajo, compartir la Palabra de Dios con los otros, sin más. En África, donde estoy, viven con muy poco y siempre tienen la sonrisa en la cara. Me enseñan a vivir, me alegra estar con ellos". Jesús es de La Palma, Tenerife, y llegó a África con 25 años. "Fue como un salto al vacío", dice, "pero Dios me había pedido que compartiera mi vida con los más pobres, me había llamado a mí y, si tienes la valentía de responder encuentras un camino de felicidad. Los misioneros no somos héroes, somos simplemente servidores de Dios. Él es el protagonista de la misión, el que nos da la alegría". Para este misionero el día del DOMUND es cómo una llamada al corazón. Es como darle un empujón a la memoria. "Todos estamos llamados a compartir esa alegría del Evangelio, pero en ese día le pedimos especialmente al Señor por todos aquellos que han dado su vida al servicio de los otros; le pedimos también que acreciente el espíritu misionero de todos los cristianos. Por eso es la fiesta de la alegría, porque este día manifestamos el deseo de que todos los
hombres puedan conocer a Dios y vivir los valores de su Reino". En este sentido, Ángel de la Victoria, añade: "Mi experiencia en estos años ha sido la de compartir la amistad con las personas en donde he vivido y trabajado. Y lo que me he llevado de allí es esta amistad con tantas personas muy distintas a mí, con otros idiomas y costumbres, pero descubriendo que el amor y la amistad es un lenguaje universal que derriba barreras, muros, tópicos y que nos acerca los unos a los otros. Qué más puedo pedir, decir que allí a donde voy tengo amigos que quiero y que me quieren, que me acogen y que me ofrecen todo lo que tienen. Amigos con los que he reído, charlado, comido, pero también sufrido y llorado al verlos sufrir y llorar. Creo que esta es la gran alegría del misionero y es una alegría que contagia y que cuanto más la ofreces más se acumula y te enriquece. Os animo a compartir un poco de vuestra alegría para que descubráis como ésta, cada vez que la das, crece. ¡Seamos testigos alegres de Jesús!". Sg MONTSERRAT VILASECA
Ante la celebración del DOMUND 2014, el arzobispo tanzano Mons. Protase Rugambwa, secretario de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos y responsable de la cooperación universal con las misiones, como presidente internacional que es de Obras Misionales Pontificias, nos recuerda que el objetivo de esta Jornada es sostener la misión universal de la Iglesia. Una ayuda que se pide en nombre del Papa y para apoyar su solicitud pastoral por todas las Iglesias. "Con este fin fue instituida en el año 1926. Por eso se celebra en todas las Iglesias, también de misión, de las que el Santo Padre es el Supremo Pastor. La Iglesia es universal y, por eso, hay que trabajar juntos para llevar adelante la misión de Cristo". Para Mons. Rugambwa, la palabra “misionero”, -utilizada actualmente fuera de la misión ad gentes,no ha perdido su valor ni ha cambiado. "La misión ad gentes significa la primera evangelización de un pueblo que no conoce a Cristo. Pero la misión de la Iglesia es la evangelización. La Iglesia es misionera porque ha recibido el mandato de Cristo, el misionero por excelencia, que nos envía: «Como el Padre me ha enviado, así os envío yo», «Id y haced discípulos de todas las gentes». La misión ad gentes se dirige a quien no ha conocido a Cristo y, por eso, esta misión no ha perdido actualidad". Para Mons. Rugambwa es muy importante hacer ver a los jóvenes que un cristiano está llamado a ser misionero, bien directamente o bien prestando su ayuda a quien está en la misión. "Un joven creyente que conoce a Cristo puede participar en las iniciativas que existen, algunas promovidas por las OMP. Pero hay que tener en cuenta que la sensibilización no es solo con palabras, sino también con el testimonio, en la familia, en el propio ambiente... Es importante que ellos vean que también son protagonistas de la misión". NÚM. 116, SEPTIEMBRE-OCTUBRE DE 2014
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las Misioneras de la Caridad; Salus Infirmorum; la Fundación Pueblos Hermanos; los Salesianos; o el sacerdote Santiago Garisoain. Son los frutos de la invitación que la Delegación de Misiones de Pamplona hizo para integrar el "Voluntariado Misionero Solidario-Jóvenes en misión", y ofrecer de forma conjunta, la formación y el acompañamiento que se necesita para vivir un "voluntariado desde la fe, que respeta a quienes no la tienen, pero que deja clara desde el principio esta propuesta". Como agente de pastoral de Obras Misionales Pontificias en este Voluntariado, Manu Díaz nos ha explicado que los "candidatos" tienen una primera entrevista en la Delegación, desde la que se les orienta hacia la institución que más se ajusta a las características personales
Navarra siempre ha sido tierra de misioneros. En 2009, la Delegación Diocesana de Misiones creó la "Comisión del Voluntariado", que se encarga de orientar y coordinar las experiencias misioneras que distintas instituciones proponen a jóvenes o adultos que quieren tener una experiencia misionera en cualquier momento del año. La Comisión constituye el "Voluntariado Misionero solidario", que reúne, junto a la Delegación, a seis instituciones que este año proponen experiencias en Marruecos, Honduras, India, Kenia, Bolivia, Filipinas, Sudán y Etiopía. 34 SUPERGESTO
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ara muchas personas, ir a las misiones ha sido durante largo tiempo "una ilusión, un proyecto de futuro…", pero algunas de ellas consiguen por fin dar forma a esa idea tantas veces soñada. Es el caso de las 90 personas que este año van a vivir diversas experiencias misioneras acompañadas por las Misioneras de África; la Asociación Colaboración y Esfuerzo (ACOES);
de cada uno. Luego, recibirán una formación específica de la institución que les acompañará el resto del camino hasta llegar a la misión. La Delegación se encarga del Curso de Formación general en tres días, en los que se abordan las "Relaciones Norte-Sur en un mundo globalizado", y se comparten dos jornadas de convivencia para hablar de los valores y actitudes que caracte-
rizan este voluntariado. Otro momento fuerte de unión entre todos los voluntarios es la celebración del envío, que el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, presidió este año el pasado 6 de junio. Hemos hablado con algunas de las personas que han seguido la invitación de "Jóvenes en misión". María Paz Sagües tomó contacto teórico con las diferencias en el mundo globalizado, y sobre todo con lo que es la solidaridad, en los cursos preparatorios de "Pueblos Hermanos" y la Delegación, pero una vez en Bolivia, pudo "poner caras, nombres y ubicación a todas esas palabras". Entonces pasó "de observador a observado, de controlador a descolocado…" Sobre el terreno, viendo "a las cholitas campesinas cargadas con aguayos a la espalda en los que acarrean cualquier cosa que malvender para alimentar a la tropa de niños que les acompañan", descubrió que, efectivamente, "la pobreza tiene cara de mujer". Pero allí están también otras mujeres, las Misioneras de Cristo Jesús, que "adoptaron" a los voluntarios durante este tiempo y les enseñaron a compartir "los problemas del pueblo y su labor de evangelización". Gabriela Sánchez, una joven médico, o Raquel Azcona, una maestra veinteañera, se han ido con la Asociación María Salus Infirmorum, atrabajar en Kiongwani, un poblado de 30.000 habitantes de la tribu de los kamba en el distrito de Machakos (Kenya). Ambas saben ahora que "el voluntario no oye hablar de necesidades, las toca con sus manos, las ve con sus ojos, le marcan la vida". Gabriela visitaba las cho-
zas para dar asistencia sanitaria a los vecinos, pero su pretensión no era solo "encontrar enfermos y atenderles, sino llegar a comprender; porque es "desde la com-
prensión desde donde el cambio perdura". Para esta médica que ha tocado la pobreza con sus manos, la lección de África fue "sonreír ante la miseria" y "aprender que nada somos sin el otro". Por su parte, a Raquel le impresionó que problemas importantes como la alimentación insuficiente, o la falta de agua potable, no se reflejaran en la mirada de los pobladores de Kiongwani: "Sus ojos no hablan de problemas, transmiten, más bien, historias empapadas de aceptación y sencillez". Según Raquel, la clave de su alegría "no es que necesiten menos para ser felices, sino que saben dónde buscar la felicidad". Capítulo aparte merece el cómo se alaba al Señor en Kiongwani, "entre aplausos, bailes y cantos
elevados al cielo" y Raquel se pregunta si es que "son más conscientes de la noticia que celebran" o en ese poblado se "entrelazan con más facilidad cielo y tierra". Un caso especial es el de Antonio Ruiz, un empresario que conoció ACOES cuando visitó su empresa hace 10 años para pedir ayuda económica. Entonces la vida de Antonio "estaba muy materializada, solo pensando en negocios". Sin embargo, después de apadrinar a un grupo de niños, quiso "conocer el proyecto en primera línea" y viajó a Tegucigalpa. No solo vio que el dinero llegaba íntegro, sino que le surgieron muchos interrogantes. Antonio se dio cuenta de que era "fácil" dar algo del dinero que le sobra pero sen-
tía que tenía que darse él mismo. Y vaya que lo ha hecho. Desde hace 10 años pasa de dos a cuatro meses al año en "Tegu" aportando lo que puede. "Como antiguo alumno salesiano ha dado cursos de formación profesional enseñando oficios a los muchachos", pero también ha ayudado en la huerta o el matadero, donde "tenemos los pollos que se pueden criar, cerdos, terneros…" Como dice este "empresario misionero", "hay tantas cosas para hacer que el tiempo pasa sin darte cuenta". Sg ANA FERNÁNDEZ DORA RIVAS Delegación Diocesana de Misiones de Navarra delegacion@omp-pamplona.org www.omp-pamplona.org
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