AÑO XXV Nº125 MAYO - AGOSTO 2016
EDITA
Obras Misionales Pontificias
Director Nacional de OMP Anastasio Gil García
Dirección Rosa Lanoix
Diseño y maquetación Antonio Aunés
Colaboradores
Justo Amado, Fuencisla del Amo, Alfonso Blas, Ana María Fernández, María Teresa Fernández del Vado, Coro Marín, Alicia Muñoz, María Puncel Reparaz, Quique, Dora Rivas, Joan Sanmartí, José Ignacio Rivarés, Francisco Solé, Montserrat Vilaseca, Juan Zabala.
Fotografía:
José Ramón Moreno Guillo, EFE y Archivo de O.M.P.
Depósito Legal: M. 7103-1991
Imprime: :
ARIAS MONTANO, S.A. Para ponerte en contacto con nosotros: SUPERGESTO C/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Si lo prefieres, llámanos al Tef: 91 590 27 80 También puedes hacernos llegar un e-mail: supergesto@omp.es y nuestra página web: www. revistasupergesto.es www.omp.es y www.domund.org
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Los jóvenes tienen este mes de julio una gran cita con el papa Francisco. Será en Cracovia, en la JMJ. Muchos estaréis allí. Aunque tal vez seáis de los que prefiráis vivir una experiencia misionera durante el verano. En cualquier caso, todos habéis tenido la valentía de decir: "¡Jesús, confío en Ti!". Eso precisamente os pedirá el papa Francisco: que vayáis a Él, sin miedo. Y os convirtáis en apóstoles de la misericordia en este mundo herido por el egoísmo, el odio y la desesperación.
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EDITORIAL
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DESDE LA MISIÓN
PAÍS A PAÍS
REPORTAJE
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ESCAPARATE
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Juventud misericordiosa Somalia
TÚ,¿QUÉ PIENSAS? Un puñetazo en nuestras conciencias llamado Esperanza
Antonio Espinosa de los Monteros Darnaude ha viajado a Burkina Faso
HAGIOGRAFÍA
José Díaz Pérez, un gran misionero que se topó con las "abejas asesinas"
FIRMAS INVITADAS
Nicolás Mª Palacios, presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos
ANÉCDOTA Victor Ochen
ASÍ VA EL MUNDO PARA TI, JOVEN El grito de dolor de Auschwitz
PÓSTER
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Ángel Olaran, el ángel de los pobres en Etiopía Wikipedia
NOMBRES PROPIOS PUERTAS ABIERTAS
Amar a los enemigos, el gran reto de los cristianos
JÓVENES MISIONEROS PROYDE, la "macro-red" de solidaridad de los Colegios La Salle
CON NUESTROS MISIONEROS
Grupo BoanoiTe, de A Coruña, en Marruecos
RELATO
La hoja de olmo
ESTÁ EN LOS LIBROS ESTE MUNDO PARTICIPARON PIENSA Y JUEGA LA LLAMADA
C
racovia nos espera. Allí, en la ciudad polaca, se va a celebrar, del 25 al 31 de julio, la Jornada Mundial de la Juventud. Una interesante propuesta, a la que no estaría mal dedicar estos días de nuestras vacaciones veraniegas. El papa Francisco, al que le gusta recomendar las Bienaventuranzas y su fuerza revolucionaria y contra corriente como programa de vida, ha vuelto a hacer uso de ellas para elegir el lema que presidirá este encuentro, recordándonos que son "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Qué mejor propuesta, en este Año Jubilar de la Misericordia, que abandonar el inmovilismo, la rutina que nos sepulta, la falta de esperanza que nos paraliza y preparar nuestras mochilas y pancartas, pero, especialmente, nuestros corazones y nuestras mentes, para proclamar: "¡Jesús, confío en Ti!", y dejarnos tocar por su misericordia sin límites. Él también confía en nosotros y cuenta con nuestra entrega para llevar la llama de su amor misericordioso, como nos ha pedido el Papa, a los ambientes de nuestra vida coti-
diana y hasta los confines de la tierra. No podemos defraudar la fe inquebrantable de Dios en el ser humano, en los jóvenes. En un planeta, desgraciadamente, con demasiada frecuencia herido por el egoísmo, el odio y la desesperación, "es preciso transmitir al mundo este fuego de la misericordia", porque, "en la misericordia de Dios, el mundo encontrará la paz, y el hombre, la felicidad". La misericordia es un verdadero acto de amor y reconciliación, de justicia y perdón, que carece de fronteras e identidades y que ignora ideologías o credos, porque no recela o juzga por las apariencias, sino que busca lo bello que hay en el prójimo: su condición de hijo de Dios y, por eso mismo, de hermano nuestro. Seamos jóvenes misericordiosos y bienaventurados, escuchemos las necesidades de los demás, su sed de Buena Noticia, y no permanezcamos indiferentes a sus penas y gemidos. Que nuestros pies acudan a socorrer a quien nos necesita y nuestras manos se llenen de buenas obras que acaben con el sufrimiento y las injusticias que padecen nuestros hermanos. Vivamos con júbilo la marcha de los hombres y mujeres hacia la conquista de la utopía,
construyendo un mundo mucho más justo, libre y fraterno, donde nuestras últimas palabras sean siempre las del consuelo y el perdón. Alcancemos la misericordia, siendo bienaventuradamente misericordiosos. Cracovia nos lo pide y el mundo nos espera. Sg
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A Miriam le "suena", pero no sabría ubicarla en un mapa. "En alguna parte de África", es lo más que llega a precisar. María, veinteañera y con formación universitaria como Miriam, no sabe mucho más, aunque ha oído hablar de ella por los ataques de los piratas a los atuneros españoles de los últimos años. Nos referimos a Somalia, un país que lleva un cuarto de siglo en guerra al que Al Shabaab -una milicia islamista vinculada a Al Qaeda- trata de convertir, a base de terrorismo, en un Estado islámico. Algunos ven en este Estado fallido al Afganistán de África, de ahí que lo llamen burlonamente "Somalistán".
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omalia es una desconocida para el gran público. Y eso que, a diferencia de muchos otros países, suele tener su hueco en los informativos y en las páginas de los periódicos. Hasta Hollywood ha recabado en ella –a su manera, eso sí– con películas como Capitán Phillips (de Paul Greengrass, es4 SUPERGESTO
trenada en 2013) o Black Hawk: derribado (Ridley Scott, 2001), la primera sobre la piratería en sus costas, la segunda sobre la fallida intervención estadounidense de 1993, y ambas basadas en hechos reales. Pero empecemos por el principio, por su ubicación. Para entendernos: si África fuera un rinoceronte que mirara a la derecha, Somalia sería el cuerno del animal. De hecho, está situada precisamente en una región llamada así: "el Cuerno de África". El país limita al norte con Yibuti, al oeste con Etiopía, y al sur con Kenia. Su parte oriental la bañan las aguas del Océano Índico. Más allá de las actuales fronteras, trazadas como con tiralíneas, hay una Somalia histórica que comprende, ade-
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más de la Somalia actual, la vecina Yibuti (antaño "Somalia francesa") y las regiones etíopes de Ogadén y Hud por un lado, y la "Región Federal del Norte", en Kenia, por otro. En todos estos territorios habitan somalíes, y son reivindicados de alguna manera por la
estrella blanca de cinco puntas –una por cada territorio– que tiene la azulada bandera nacional. La República Federal de Somalia, que tal es hoy su nombre oficial, es un territorio sumamente árido y desértico, sin accidentes geográficos reseñables. La parte más accidentada se halla al norte, en Somalilandia. Esta región, que aspira a convertirse en un país propio –de hecho, hace unos años ya se declaró independiente, aunque ningún país extranjero la ha reconocido–, era antes la "Somalia británica", por haber sido hasta 1960 un protectorado de esa potencia. La parte central y del sur –la "Somalia italiana" también hasta 1960– es más llana, y tiene algunos ríos de cierta entidad, como el Tana, el Juba y el Shabelle, que nacen en las montañas de Etiopía. Estos cursos fluviales posibilitan la agricultura en sus valles, siendo el cultivo de bananas el de mayor importancia. El país tiene 637.700 kilómetros cuadrados. Es, por tanto, un poco mayor que España, pero su población, en cam-
bio, es mucho menor: si nosotros rondamos los 46,5 millones, los somalíes apenas son 8 ó 10 millones. Y esta, además, es una cifra aproximada, dado que allí no hay un censo oficial fiable. Cualquier recuento es muy dificultoso puesto que, por un lado, el país lleva veinticinco años en guerra, y por otro, su población no es sedentaria, sino nómada. Es decir, la mayoría de la gente –el 60%, más o menos– no tiene un domicilio fijo, sino que vive de manera trashumante. Ello se debe a que se dedican a la cría de ganado, especialmente ovejas, cabras y camellos, y a que se desplazan con los animales en busca de pastos. Las principales ciudades son Mogadiscio, la capital, con una población estable de más de medio millón de personas (aunque en los últimos años la guerra la ha dejado semidesierta unas veces, y con 200.000 habitantes de más, otras, debido a la llegada masiva de desplazados), Hargeisa (la capital de Somalilandia), Garowe (en otra región llamada Puntlandia, también en el norte), Kis-
mayo (en el sur, en la costa, ya próxima a Kenia), y Baidoa, en el interior, ciudad que ha sido en los últimos años la sede del Gobierno Federal de Transición. Los clanes Unos dicen que el nombre de Somalia procede de Somaal, un personaje mítico que sería el "padre" de varios de sus clanes, al igual que Abraham lo es del pueblo judío y árabe. Otros, en cambio, opinan que el término deriva de la palabra "so mal" ("transitar y leche") y que alude, por tanto, a la vocación nómada de sus gentes. En cualquier caso, un hecho es cierto: la sociedad somalí se cimenta sobre sus tribus y no sobre partidos políticos. El país cuenta con seis grandes clanes, que se subdividen en tol ("subclanes”) y estos a su vez en reer ("familias"). Los seis clanes en cuestión son los hawiye, darod, ishaq, dir (los cuatro vinculados a Somaal, nómadas y dedicados al pastoreo), digil y rahanwein (estos últimos dedicados a la agricultura). Los
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La guerra ha obligado a miles de somalíes a abandonar sus hogares y refugiarse en campos como el de Dadaab, en Kenia, el mayor del mundo.
más numerosos son los clanes hawiye y los darod: el primero se localiza en el centro y sur del país, mientras que el segundo habita en Puntlandia, pero también en partes de Kenia y de Etiopía. El clan ishaq, mayoritario en Somalilandia, tiene presencia importante igualmente en Yibuti. Como puede verse, fronteras y tribus son conceptos que tampoco hacen buenas migas en esta parte del África. El clan, para un somalí, es su seña de identidad y su familia. Hasta el punto de que hay una máxima que dice que "un somalí puede cambiarse de nombre, nacionalidad y religión, pero nunca de tribu". No obstante, algunos somalíes (menos del 10% de la población) no están adscritos a esa estratificación social por clanes. Se trata, sobre todo, gente de origen árabe o persa que vive en ciudades costeras. Pero son la excepción. A diferencia de cualquier otro país de 6 SUPERGESTO
África, en Somalia hay una uniformidad étnica y religiosa. Un país musulmán Somalia es, en efecto, un país musulmán. El 99% de sus habitantes practican el islam, y en concreto su rito chafií. La Constitución reconoce al islam como religión oficial. La presencia cristiana es poco menos que testimonial. Se cifra en unas 700 personas, las cuales, además, tienen que vivir su fe en la clandestinidad. De hecho, el Gobierno prohibió a finales de 2015 la celebración de la Navidad y del Año Nuevo, festividades que, dijo, "son contrarias a la cultura islámica y podrían dañar la fe de la comunidad musulmana". En 2008, los islamistas radicales destruyeron la catedral gótica que los italianos habían construido a principios del siglo XX en Mogadiscio. Italia, precisamente, ha visto cómo le mataban allí a un buen puñado de mi-
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sioneros. Es el caso, por ejemplo, de la religiosa Leonela Sgorbati (asesinada en 2006), de Annalena Tonelli (2003) y Graziella Fumagalli (1995), amén del obispo Salvatore Colombo (1989) y el sacerdote Pietro Turatti (1991). Todos ellos dieron testimonio con su trabajo y con su vida de esa buena noticia que, para todos pero especialmente para los más pobres, es Jesucristo. El actual administrador apostólico de Mogadiscio es monseñor Giorgio Bertin, italiano también, traductor hace años de la Biblia al somalí. Monseñor Bertin vive en Yibuti y es el obispo de la única diócesis que hay en ese país vecino. Dispone para su misión de solo cinco sacerdotes. En Somalia, pues, no hay ahora misioneros. La Iglesia tampoco cuenta hoy allí con escuelas, centros de salud y hospitales con los que ayudar a la gente. ¡Y mira que hacen falta! "Hemos de ser muy precavidos con las obras caritativas que hacemos, sobre todo en el sur del país. Eso no quiere decir que estemos de brazos caídos. Nuestra ayuda llega a través de asociaciones locales", ha explicado a Supergesto un sacerdote incardinado en Mogadiscio. "Para que la Iglesia como institución esté presente en Somalia, como es su deseo, primero hace falta que se solucione el problema de la seguridad". Al-Shabaab Y solucionar el problema de la seguridad no es fácil. Somalia desapareció como Estado en 1991, tras la caída del go-
es que las tropas estadounidenses fracasaron en su misión de garantizar el reparto de la ayuda y que abandonaron el país dos años después, habiendo cometido toda clase de tropelías entre la población local.
LA HISTORIA DEL BLACK HAWK Estados Unidos intervino militarmente en Somalia en 1993. Y salió escaldado. Lo hizo bajo mandato de la ONU en el marco de la misión Restaurar la Esperanza, cuyo objetivo era garantizar el reparto de ayuda humanitaria entre la población. En esa intervención, los milicianos de uno de los señores de la guerra, Mohamed Aidid, derribaron en Mogadiscio un helicóptero Black Hawk, y posteriormente mataron a una veintena de marines que acudieron al rescate. Es lo que cuenta la película de Ridley Scott Black Hawk: derribado. Lo que no nos muestra esa cinta
PIRATAS SOMALÍES En los últimos años, Somalia ha sido noticia también por sus piratas. Entre los numerosos barcos atacados ha habido pesqueros españoles como el Playa de Bakio. En 2009 los piratas somalíes asaltaron 131 buques, secuestrando y exigiendo un rescate por 52 de ellos. En 2010 hubo 125 ataques y 49 secuestros. Uno de los barcos capturados ese último año
bierno de Mohamed Siyad Barre (19691991). Desde entonces, el país no levanta cabeza. Todo ha sido violencia y más violencia. Primero, con los señores de la guerra –vinculados a los distintos clanes– enfrentados entre sí por el poder; y luego, con los islamistas de Al-Shabaab ("los jóvenes", en árabe), un movimiento yihadista que logró conquistar Mogadiscio en 2006, y que en 2012 se adhirió formalmente a Al Qaeda. Hoy Al-Shabaab ya ha sido expulsada de las principales ciudades somalíes, pero sigue sembrando el terror. Allí y en los países vecinos. El pasado 26 de febrero, sin ir más lejos, asesinó a una veintena de personas en un atentado contra un hotel de Mogadiscio. Y el mes anterior atacó otro hotel y un restaurante de la capital (con siete muertos más) y una base militar de la AMISON (Misión de la Unión Africana en Somalia), matando a unos setenta soldados. Entre los atentados más sonados cometidos en el extranjero destacan los perpetrados en Kenia contra un centro comercial de Nairobi (en septiembre de 2013, con 67 muertos) y contra la universidad de Garissa, en abril de 2015, donde fueron asesinados fríamente cer-
ca de 150 estudiantes. En Uganda, el día en el que España ganaba el mundial de fútbol de Sudáfrica, también puso una bomba en un bar, causando 76 muertos. Tanto Kenia como Etiopía tienen desplegadas tropas en Somalia. Gracias a esa presencia militar, se le ha ganando terreno a Al-Shabaab. La comunidad internacional está presente también mediante la citada AMISOM (establecida en 2007), y la UNISOM (la misión de la ONU, aprobada en mayo de 2013). La mayor seguridad que conlleva la presencia de tropas internacionales ha hecho posible el regreso de la ayuda humanitaria. Lo cual supone una gran noticia para decenas de miles de personas, pues en este país, pobre entre los pobres, con una esperanza de vida al nacer de 48,5 años, las hambrunas son frecuentes. Las ha habido, por ejemplo, en 1974, 1980, 2010 y 2011. Esta última afectó a 3,5 millones de personas. Las agencias humanitarias de la ONU no han po-
fue un petrolero surcoreano por el que se pagó después un rescate de 9,5 millones de dólares. Ante la gravedad del problema, la comunidad internacional decidió intervenir enviando barcos de guerra a la zona para proteger el tráfico marítimo. España participa en una de las misiones para acabar con la piratería: la operación Atalanta. Desde 2011, el número de asaltos –como el descrito en la película Capitán Phillips– ha descendido.
dido operar sobre el terreno durante diecisiete años, debiendo hacerlo limitadamente desde los países vecinos. AlShabbab llegó a prohibir la entrada de ayuda humanitaria en los territorios bajo su control, y en 2013 atentó contra las instalaciones del Programa Mundial de Alimentos en Mogadiscio. Somalia es un país pobre, pero podría albergar grandes reservas de petróleo en su subsuelo. Hay analistas que piensan que, además de su indudable valor estratégico por constituir la puerta de acceso al mar Rojo y al Canal de Suez –por los que pasa gran parte del comercio mundial–, la eterna guerra somalí obedece también al control de esas hipotéticas reservas. Sg JOSÉ IGNACIO RIVARÉS
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Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2012, la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) gestiona cada año 152 millones de kilos de comida que evitan que 1,5 millones de personas pasen hambre en nuestro país. Su presidente es Nicolás Palacios Cabero. Se cumplen ya dos años desde que --por votación de su Comité Ejecutivo, durante la XIX Asamblea anual celebrada en Zaragoza--, los 55 Bancos de Alimentos del país le eligieran, entre otros muchos méritos, por su larga trayectoria en la organización. Nicolás María Palacios es natural de Bilbao (Vizcaya) y economista. Siempre ha trabajado de directivo en la mediana empresa durante su vida laboral activa. Ya antes de jubilarse, y en una época en que tuvo tiempo libre, cuando le comentaron que se iba a constituir en Bilbao un pequeño local para ayudar a los pobres, la idea le sedujo. La iniciativa le pareció tan romántica y atractiva que se integró en el grupo promotor del primer Banco de Alimentos que se inauguró en la capital vizcaína en 1995. Allí se inició en tareas administrativas, pero casi al mismo tiempo le nombraron tesorero de la entidad, cargo que ocupó hasta que le eligieron vicepresidente y más tarde presidente del Banco de Alimentos. Su presidencia en Bilbao finalizó cuando asumió la presidencia de la Federación Española de Bancos de Alimentos. Al igual que le ha pasado a él, la mayoría de los que entran, se quedan. "La retribución emocional" es lo que, en su opinión, engancha a los voluntarios a colaborar con la generosidad y el entusiasmo que les caracteriza. 14 SUPERGESTO
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esde la concesión del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en el año 2012, los Bancos de Alimentos somos mucho más conocidos por los españoles y hoy en día somos la segunda ONG más notoria, solo por detrás de Médicos sin Fronteras. Pero lo que realmente ha hecho que se nos conozca ha sido la crisis que lamentablemente ha asolado nuestro país en los últimos años y lo que ha catapultado la popularidad de los Bancos de Alimentos entre la población española y multiplicado nuestra comparecencia en los medios de comunicación han sido las tres campañas sucesivas de la Gran Recogida de Alimentos. En ellas, millones de españoles se volcaron donando alimentos en tiendas y supermercados de toda España y familias enteras se brindaron como voluntarios para apoyar a los Bancos. En esta última edición fueron 110.000 los voluntarios que se registraron y consiguieron recoger hasta 22 millones de kilos de alimentos. Entre ellos muchísimos jóvenes como vosotros, que ofrecieron generosamente su tiempo cada uno en turnos de cuatro horas para ayudar a los más desfavorecidos en los puntos de recogida atendiendo al público, llenando bolsas, clasificando alimentos… Sin embargo, la inmensa labor solidaria que realizan los Bancos de Alimentos que representamos en la Federación y que yo tengo el honor de presidir no se circunscribe a la campaña de la Gran Recogida. Agradezco la oportunidad que me ofrece la revista Supergesto para explicaros la actividad y la función social que realizan los Bancos de Alimentos precisamente a vosotros, porque los jóvenes sois nuestros voluntarios futuros y porque vivís estas experiencias de entrega y solidaridad con alegría, especial generosidad e inusitado entusiasmo.
Aunque en el mundo hay en principio comida en abundancia, aun así muchas personas siguen necesitando alimentos para no pasar hambre. Por eso surgió en Estados Unidos la idea de recoger alimentos excedentes allí donde ya no se precisaran para repartirlos entre los que sí los necesitaran. Con esta misma premisa, se fundó en Barcelona hace 30 años el primer Banco de Alimentos español. Desde 1986 hasta hoy, su número ha crecido hasta un total de 55 Bancos, repartidos por toda la geografía española. La Federación Española de Bancos de Alimentos se encarga de coordinarlos y representarlos desde 1996 ante el Estado, las empresas y la Unión Europea. La labor fundamental de los 55 Bancos de Alimentos de España es recoger y almacenar los alimentos excedentes y donados para distribuirlos y que lleguen allí dónde se necesitan: a los platos de las personas más desfavorecidas de nuestro país. El año pasado distribuimos a 1.500.000 personas necesitadas 152 millones de kilos de alimentos.
Para poder llevar a cabo esta tarea, los Bancos de Alimentos funcionamos parecido a lo que pudiera ser una empresa aunque no lo somos. Esto quiere decir que como ellas tenemos distintas áreas y departamentos para realizarlas. Además estamos organizados con sus mismos criterios empresariales, por lo que los recursos tienen que ser administrados pa-
ra ser rentables y con la máxima eficacia. La plantilla es nuestro máximo activo: disponemos de un equipo humano formado en un 90% por voluntarios. La mayoría son jubilados o prejubilados que ofrecen generosamente su tiempo y su anterior experiencia laboral a disposición de la organización. En la actualidad están registrados en toda España alrede-
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dor de 2.900 voluntarios estables, que son los que colaboran de forma fija y presencial unos días concretos cada semana. En función del lugar donde trabajan, podemos clasificarlos en voluntarios de oficina, que realizan tareas muy diversas de gestión, dirección, captación de recursos, servicios generales, etc., para conseguir el funcionamiento operativo de los Bancos, y en voluntarios de almacén, encargados de la recepción, clasificación, manipulación, reparto y entrega diaria de los alimentos en las instalaciones. Ocasionalmente, también colaboran en acciones determinadas los voluntarios eventuales, apuntándose a las operaciones kilo en los distintos puntos de recogida de alimentos que se organizan de forma periódica. A ellas se suelen sumar muchos jóvenes que se sienten solidarios como vosotros. Los 55 Bancos de Alimentos que están representados por la Federación reciben los alimentos a través de recogidas y operaciones kilo, aunque también de donaciones y aportaciones materiales suscritas por acuerdos y convenios firmados con el Estado y empresas privadas. Después de almacenados, los alimentos no se entregan nunca a personas particulares, sino que se reparten a entidades benéficas debidamente registradas e inspeccionada su idoneidad. La organización colabora con más de
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8.400 de estas instituciones, que son las encargadas de atender directamente a las personas desfavorecidas, entre ellas Cáritas y Cruz Roja. Pero aun con ser esta una actividad inmensa, no acaba aquí la tarea de los Bancos de Alimentos en nuestro país. En la sociedad occidental, muchos alimentos elaborados acaban en la basura, ¡cuando hay tantas personas que los necesitan! Fijaos, solamente en nuestro país, cada español despilfarra unos 75 kilos de comida al año y casi el 42% de la comida que se tira es en los hogares. Esto, además de ser un desperdicio de alimentos insolidario para estas personas necesitadas, es un derroche de dinero, agua, energía, materias primas, trabajo, en definitiva un perjuicio enorme sobre todo para el medio ambiente. Por eso, en los Bancos de Alimentos estamos empeñados en esta otra labor fundamental: combatir el despilfarro de alimentos. A través de una Cátedra que hemos creado junto con la Universidad Politécnica de Madrid, queremos educar y
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concienciar a través de diversos programas y acciones a los niños en los colegios y a los jóvenes a sumarse a la lucha contra el despilfarro y que entre todos ganemos la batalla para que la comida no acabe en la basura. ¡¡¡Contamos con vosotros!!! Sg NICOLÁS MARÍA PALACIOS
Cientos de alumnos de los Colegios La Salle participan cada año en experiencias de voluntariado internacional, promovidas por PROYDE (Prom0ción y Desarrollo). En el verano 2015, esta ONG de los Hermanos de La Salle ofreció 165 proyectos en países como Madagascar, Perú, India, Bolivia, Argentina, Costa de Marfil, Etiopía, Paraguay, Tailandia, etc. En muchos casos, los misioneros de La Salle repartidos por estos países (entre ellos más de un centenar de españoles), actúan como anfitriones de los jóvenes.
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rene, tiene 18 años y estudia Biología en la Universidad Complutense de Madrid; Maddi tiene 19 años, es de Zarauz, y estudia Administración y Dirección de Empresas y Derecho; Juan es de
Sevilla, tiene 22 años y es integrador social. Todos tienen en común haber estado vinculados a los colegios de los Hermanos de La Salle y a su ONG, PROYDE. A través de ella, han podido realizar experiencias de voluntariado misionero en Argentina y Bolivia, durante sus vacaciones de verano. Unas 40.000 familias de los 106 colegios La Salle en España, tienen como referencia a esta ONG. Cuando PROYDE empezó con sus proyectos internacionales de verano en 1988, solo participaban adultos, hoy, a través de los grupos "Gente Pequeña", cientos de alumnos a partir de 18 años se suman cada año a esta experiencia que ayuda a los chicos a
salir de su entorno para conocer otras realidades más allá de sus fronteras. En este caso se trata de experiencias cortas, pero desde hace unos cinco años, PROYDE está realizando también un voluntariado internacional de larga duración (un año o más). Ángel Díaz y Felipe García, director y secretario de PROYDE respectivamente, destacan la importancia de la formación, "antes de ir al proyecto, en la estancia y a la vuelta". Además de la formación, es muy importante que los jóvenes "se integren en la comunidad local que les acoge y que tengan relación con las personas del lugar". La comunidad les ayuda a ver "el trabajo que la Iglesia hace en esa zona y la participación de la gente en su propio desarrollo" y "hace de puente para que tengan un mejor conocimiento de la realidad que viven". Y nunca es una realidad fácil. Durante sus vacaciones de verano, Irene y otros 12 amigos estuvieron
en "González Catán", un barrio empobrecido de Buenos Aires (esas periferias de las que el papa Francisco hablaba ya cuando era arzobispo de esa enorme ciudad). Allí colaboraron en un centro de día para jóvenes de entre 13 y 21 años que "tenía como objetivo reducir la exclusión social, los problemas de adicciones, y educar". En el barrio "Los Ceibos", donde también estuvieron, las cosas no funcionaban mejor; allí ayudaron incluso "a retirar la basura que había en la plaza de juegos de los niños". En Argentina, Irene se dio cuenta de que "las injusticias son muy reales" y eso le ha llevado a intentar dar lo mejor de sí misma a los demás y a mirar sus problemas "desde otro punto de vista, relativizándolos y no haciendo un mundo de ellos". Esta joven admira a los misioneros y misioneras, que, además de evangelizar y educar, se ponen "siempre de parte del menos favorecido", comprometiendo sus vidas con "todos aquellos a los que las sociedades del primer mundo han hecho insignificantes".
Quienes deciden dar el paso del voluntariado internacional no están solos. Diana y Juanjo son mucho más que profesores del colegio La Salle de Madrid, son acompañantes del grupo “Gente Pequeña” de PROYDE. En las reuniones de formación que mantienen con los voluntarios durante más de año y medio, intentan hacerles ver la importancia de "la cohesión del grupo", y les ayudan a descubrir "la sensibilidad al servicio y la idea de intentar construir juntos un mundo mejor". A su regreso de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), Maddi lo tiene claro: "Quiero seguir aportando mi granito de arena para poder hacer de este mun-
do un mundo mejor". Ella y otros nueve jóvenes estuvieron allí el verano pasado, acompañando a chicos de entre 12 y 18 años del internado José Mercado Aguado. Les tocó hacer de todo, incluso pintar las ventanas de las habitaciones, aunque la mayor parte del tiempo ayudaban a los chicos con las tareas escolares. Todos los voluntarios de PROYDE saben que su presencia en los lugares de destino "no fue salvadora, ni mucho menos, pero sí necesaria". Juan se había apuntado a un proyecto con jóvenes en la provincia de Misiones (Argentina). Pero, al llegar, les esperaba una sorpresa: "La primera semana nuestra misión fue encaminada a la
ayuda de personas que habían sufrido una inundación". La realidad que vivió con sus siete compañeros "fue bastante dura", pero esa experiencia le ha ayudado mucho: "Ha reforzado mi fe y me ha planteado nuevas inquietudes". Ahora siente que su "compromiso misionero debe ser cercano, que hay misión en mi día a día" y que "hay personas olvidadas cerca de nosotros que puede que nos necesiten". Sg ANA FERNÁNDEZ DORA RIVAS Asociación PROYDE Marqués de Mondéjar, 32 28028 - Madrid Tel. 913 560 607 www.proyde.org
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O LOS TRES O NINGUNO
LOS MILAGROS DEL CIELO
Francia, 2015. Dirección: Kheiron Intérpretes: Kheiron, Leila Bekhti, Gérard Darmon, Zabou Breitman, Alexandre Astier. Duración: 102 min.
EE UU, 2016. Dirección: Patricia Riggen Intérpretes: Jennifer Garner, Martin Henderson, Brighton Sharbino. Duración: 109 min.
A través de una comedia con aires de cuento universal, Kheiron, nacido en una pequeña aldea de Irán, nos relata el destino excepcional de sus padres, dos jóvenes de optimismo irreductible. La película aborda temas como el amor familiar o el ideal de vida en común.
Anna, de diez años, padece una enfermedad rara e incurable. Después de que Anna tenga un extraño accidente, un milagro ocurre durante su rescate, un milagro que dejará sin palabras a los médicos, devolverá la fe a su familia y cambiará la vida de toda una comunidad.
MUSTANG
PETER Y EL DRAGÓN
Francia, 2015. Dirección: Deniz Gamze Ergüven Intérpretes: Erol Afsin, Ilayda Akdogan, Doga Zeynep Doguslu, Elit Iscan. Duración: 97 min.
EE UU, 2016. Dirección: David Lowery Monteverde Intérpretes: Oakes Fegley, Bryce Dallas Howard, Robert Redford.
En un pequeño pueblo al norte de Turquía, cinco hermanas huérfanas –de 12 a 16 años– pasan el verano entre risas y juegos inocentes con los chicos de la escuela. Sin embargo, dada la condición de la mujer en el país, esto no tardará en suscitar el escándalo.
Durante años el señor Meacham ha fascinado a los niños con sus historias de un feroz dragón que habita en el bosque. Para su hija Grace no son más que cuentos, hasta que conoce a Peter, un misterioso niño que asegura vivir en el bosque con un dragón verde llamado Elliott.
Por: Quique
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