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MOTOCROSS entrevista
de conseguir con él la mejor comunicación posible, siempre apuntando dónde están sus necesidades y siempre tratando de hacer un plan. No es necesario hacer de inmediato un plan de un año, incluso con un plan de una semana ya puede ser suficiente. Lo primero que le dije a Jorge, y también a otros pilotos, es que no soy un médico, no soy nutricionista, y tampoco soy un fisioterapeuta. Probablemente no soy el mejor preparador físico, pero estoy 100% seguro de que tengo una muy, muy buena combinación si se toma el promedio de todo. Y también mi experiencia, sobre todo con la moto, con las decisiones tácticas, con el análisis de las carreras, estoy seguro al 100% de que estoy a un nivel muy bueno. Ahora acabo de cumplir 54 años y, en el pasado, no me atrevería a decir que es demasiado fácil. No me gusta decir: “Oye, soy bueno”, pero ahora estoy llegando poco a poco a una etapa en la que me atrevo a decir que no soy estúpido y soy realmente bueno analizando y soy realmente bueno viendo dónde puedo añadir algo y dónde no.
Así que, en algunos momentos, menos es más. A veces es mejor callarse y a veces es mejor añadir algo. Creo que este es mi punto fuerte. Y esto también le da al piloto mucha, mucha confianza y fuerza mental. Estoy seguro de que esto es esto es importante, más incluso en este deporte y a este nivel. Sí, puede sonar como un cliché decir que todo está en la mente, pero mucho está en la mente. Y puedo ver con todos los pilotos con los que he estado trabajando en el pasado. El primero fue Kevin Strijbos cuando estaba con Suzuki. Recuerdo que se encontraba entre los diez primeros, pero pude traerle de nuevo a los puestos de honor e incluso obtuvo la medalla de bronce al final de temporada. Así que es importante que el piloto sepa que no estás diciendo tonterías. No estás tratando de hacerte más importante de lo que eres. Pero yo sólo trato de hacer un plan.
Ejemplo: Oye, Jorge, necesitas un buen fisioterapeuta, ¿cómo es posible que no tengas uno? ¿Necesitas un buen médico?
Porque cuando te sientes mal, necesitas algo. Alguien en quien confiar todas esas pequeñas cosas, ya sabes. Y cosas así eso es lo que estoy tratando de hacer con él. Así que por el momento se trata de ofrecerle suficiente confianza. Y también le ofrezco bastante libertad para construir todo este plan.
Sobre ello (la libertad) quería preguntarte. La semana pasada le hice una entrevista a Jorge y le pregunté por ti. Una de las cosas que me dijo es que estaba muy contento. También destacó que el entendimiento que tienen es porque tu conoces la perspectiva del piloto al haber sido uno, el cual era anteriormente era uno de sus problemas a la hora de comunicarse.
No me gusta presionar a mis pilotos. No quiero empujarlos a hacer algo en lo que no creen. Tienes que creer en lo que haces, no tienes que hacerlo porque yo lo diga. No, tienes que hacerlo porque estás convencido de que es lo correcto. Pero con algunos pilotos, como por ejemplo Glenn Coldenhoff, quien siempre fue muy inteligente, era un poco lo mismo, como con él también tenía ya más experiencia cuando empezamos a trabajar juntos. En el caso de Jorge, bueno, tiene sólo 22, pero él ya tiene bastante experiencia, así que no tienes que decirle las cosas básicas como que uno más uno son dos. En el caso de Adamo, por ejemplo, quien es más joven y menos experimentado, a veces tienes que recurrir a cosas básicas. Es un enfoque diferente.
A veces da la impresión de que KTM podría escoger cualquier piloto y convertirlo en campeón. Por ejemplo, Tom Vialle. Previo a fichar con KTM no contaba con resultados brillantes, y acabó convirtiéndose en dos veces campeón del mundo. Quizás parte del secreto de KTM sea tu visión sobre los pilotos. Ahora estás trabajando con Adamo quien sólo contaba con un podio antes de fichar por KTM. Si ha funcionado con Tom quizás podría volver a funcionar con él. No es tan fácil construir campeones, por supuesto, pero especialmente en el caso de Tom jugué un papel importante. Fui dos días a montar con él antes de llegar a un acuerdo. Estaba muy impresionado, digamos que no con la velocidad, pero con el potencial sí. ¿Se necesita un poco de suerte? No lo sé. Pero no puede ser todo suerte, ¿sabes? Pero volviendo a Tom, tras el primer día sólo hablamos de programas de entrenamientos y cosas por el estilo y cómo puede funcionar y cómo puede KTM construir campeones.
Con Tom fue una historia un poco diferente, aunque más difícil en comparación con Musquin, Herlings o Cairoli. Pero no me quiero llevar todo el mérito, también todo el equipo alrededor tiene que ver. Creo que la clave del equipo es que no tenemos un propietario como tal. Nuestro “jefe” está en Austria, y nosotros nos las arreglamos para poner a los pilotos en lo más alto del podio. Estamos pagados por KTM Austria y estamos todos empeñados lograr lo mejor para el grupo.
Está claro que todos dan lo mejor de sí desde su posición… Creo que en KTM somos bastante buenos con eso. No sé muy bien cómo decirlo realmente y tampoco puedo decir que Yamaha, Kawasaki u Honda no hagan un buen trabajo, pero somos realmente buenos dando confianza a los pilotos. En el pasado, Dirk Gruebel también era muy bueno en eso. Estaba en un segundo plano. No decía mucho, pero lo entendía realmente todo. También entendía muy bien cómo piensa un piloto. No era de muchas palabras, pero decía lo justo para dar a los pilotos la confianza necesaria, e incluso con Valentina Ragni es un poco así, sobre todo los últimos años. Sinceramente creo que soy bastante bueno dando confianza a los pilotos y fortaleciendo su parte mental porque, digamos, he pasado por eso. Creo que puedo imaginar cómo se siente un piloto en ciertos momentos y cuándo decir qué. Y también para coordinar esto con los mecánicos, con el equipo, con las otras personas del equipo. Porque con Dirk, hablamos mucho también. Y cuando hablamos con los pilotos, la forma en que planteamos algo a los pilotos es importante. Puedes ser muy listo y muy inteligente, pero puedes trasmitirlo de la forma equivocada.
Puedes tener la información correcta, pero si la presentas de la forma incorrecta, perderá el 50% de la calidad. Pero si tienes información que tal vez sólo sea del 80%, pero la presentas de la forma correcta, puede llegar a ser del 90%. Y creo que ahí reside la fuerza de nuestro equipo. Creo que la forma en que ponemos a los pilotos como número uno sin dividirlos; todos están ahí para hacer mejor a los pilotos. No están ahí por su posición. No me preocupa si soy director deportivo o jefe de equipo o entrenador de pilotos, no me importa el título, quiero que mis pilotos sean mejores y ganen. Esto es lo que me da la satisfacción, incluso mucho más allá de cuál sea mi posición dentro del grupo.
EEsta no es la primera vez que entrevisto a Ryan Villiopoto, uno de los corredores de supercross y motocross más exitosos y prolíficos de la era moderna. En una ocasión, nos invitaron a su casa en Menifee, California (con una insignia de ‘RV2’ en la cancha de baloncesto privada), donde hablamos en su pequeño gimnasio. El famoso entrenador Aldon Baker también apareció en un momento para echar un vistazo a la polvorienta pista privada de supercross en la parte trasera de la propiedad. Ryan fue cortés y cooperativo para la charla y también para las fotografías, aunque un poco distante. Era 2012 y su creciente apatía hacia la rutina de las carreras ya era evidente. La larga duración del calendario combinado de supercross y motocross fue un problema evidente.
Igual de memorable fue el momento en que hablamos en el pequeño compartimento privado del camión de carreras Monster Energy Kawasaki en Las Vegas en 2011. Ese año RV lo había ganado todo: Supercross, Motocross, el Motocross of Nations en Saint Jean D’Angely, y acababa de provocar palpitaciones al departamento de cuentas de Monster al ganar el premio de un millón de dólares en la carrera inaugural de la Monster Energy Cup. Su estrella nunca había estado tan alta, por lo que fue un shock poder tener una charla de diez minutos en una habitación sin ventanas en la que solo cabían tres personas, pocos minutos después de levantar una caja de metacrilato con 1 millón de dólares. Por cursi que fuera, tuve que preguntarle si había pensado en cómo y dónde se podría gastar el dinero. Él sonrió, descaradamente, y respondió algo como “todavía no... ya he ganado lo suficiente este año...”.
Una de las últimas ocasiones en las que hablamos fue en la víspera del MXGP del 2015. Fue tomando un café en el vestíbulo del lujoso hotel W en Doha y antes de su primera aparición en un Gran Premio después del sensacional cambio al Campeonato Mundial FIM. En 2014 había ganado su cuarto título consecutivo de Supercross. Incluso entonces fue difícil descifrar las intenciones reales de Ryan para MXGP. ¿Estaba cumpliendo con las obligaciones de mala gana?¿Quizás estaba buscando algún tipo de experiencia de vida internacional antes de tirar la toalla a los 27? La retrospectiva revelaría diferentes grados de estas líneas de motivación.
Villopoto corrió profesionalmente durante diez años en Estados Unidos. Y capturó diez títulos y cuatro victorias de Motocross of Nations (2006, 2007, 2008 y 2011). Para una audiencia internacional, fue el sucesor natural de Ricky Carmichael, tanto en enfoque como en resultados