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BOX34 - Márquez es humano - Mela Chécoles
BOX34 Márquez es humano
Mela Chécoles
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Marc Márquez también es humano. Aunque a veces se nos pueda olvidar ese detalle, el ocho veces campeón del mundo también es de carne y hueso. Y eso no es ningún demérito, ni mucho menos. Quedó constatado con sus dos caídas en el GP de Francia, en el resbaladizo asfalto de Le Mans.
La primera de ellas, cuando lideraba con el asfalto mojado, rompió repentinamente la ilusión de volver a verle ganar una carrera de MotoGP y, de paso, reengancharse a la pelea por el título. La segunda, cuando iba undécimo, impactó por el gesto con la mano de rabia y despecho mirando su Honda arrastrada, como mandando todo a freír espárragos. Ese gesto, muy humano por otra parte, recordó al de otro genio en apuros con la Ducati hace nueve años…
Sucedió con Valentino Rossi en el GP de Estados Unidos de 2012, en el especial circuito de Laguna Seca. El Doctor se había caído ya en los entrenamientos y volvía a hacerlo en la carrera, rodando en posiciones retrasadas. Al levantarse, miró a su Desmosedici y, aunque llevaba el casco puesto, se notó que la maldijo y que tenía ganas de rociarla de gasolina y prender fuego con ella. Se cortó y no lo hizo, pero quedó evidente su frustración.
Lo de Márquez en Le Mans fue menos visceral, pero quedó latente que está sufriendo. Después dijo que ese enfado era consigo mismo, porque no podía permitirse esa segunda caída. La primera sí, porque empujaba por volver al podio y tiraba para escaparse hacia la victoria. Pero la segunda la consideraba más de júnior y echó por tierra un esfuerzo que le hubiera dado unos puntitos que igual le hubieran hecho falta a final de año…
Ahora Marc no cree que su pelea sea la del título. Su guerra es otra. Es volver a ser el Marc Márquez que fue y para eso le hace falta recuperarse por completo de la lesión del brazo, algo que aún no ha hecho. Le falta fuerza, y eso es algo que él mismo dice y que gente de su entorno lamenta, no para excusarle, porque este fenómeno no necesita excusa alguna, pero sí para entender mejor lo que sucede. La lógica decía que su regreso tras tanto tiempo de inactividad no sería precisamente un camino de rosas, pero tratándose de Marc Márquez también se pensaba que todo sería posible, que podría llegar y ganar a las primeras de cambio, pero no está siendo. Su meritorio séptimo puesto en Portimao tuvo continuidad con el noveno de Jerez y ahora con estas dos caídas de Le Mans que, principalmente, le humanizan y que hace entender a los que aún no lo supieran que el nivel de MotoGP es brutal y que hasta un genio como el de Cervera necesita penar antes de volver a gozar, algo que volverá a hacer antes o después. Eso seguro.
• Rafa Marrodán