6 minute read
Carlos Coello - Muay Thai
Carlos Coello
Muay Thai
Advertisement
Carlos Coello, gaditano de 31 años, se marchó a Tailandia hace más de diez años para convertirse en luchador de Muay Thai, un arte marcial de orígenes milenarios. Con 81 combates profesionales a sus espaldas, en torno a 110 si sumamos los amateurs, y cerca de 45 victorias ( de las cuales 25 han sido por KO), es uno de los nombres reconocidos en este deporte, y su palmarés bien lo certifica: tres campeonatos del mundo de diferentes federaciones, un Campeonato Internacional WBC, un Campeonato del Norte de Tailandia y tres Campeonatos de España, también ha conseguido dos medallas de bronce con la Selección Española, perdiendo en semifinales con los campeones.
Esta trayectoria también le ha ayudado a tener mayor difusión mediática: fue deportista del año en Cádiz en 2017, cuenta con varias apariciones en medios de nivel nacional e incluso en Tailandia le realizaron un Homenaje en el Día del Niño después de que se conociera que le regaló su cinturón de Campeón a un niño que luchaba contra la leucemia. En Tailandia ha competido en los estadios más importantes y ha recorrido el país gracias al Muay Thai, compitiendo en la categoría de 126 libras (57kg).
Se describe a sí mismo como alguien muy constante, aunque reconoce que le cuesta definirse a sí mismo. “Cuando ha habido momentos bajos en mi carrera me he levantado como si nada, y eso puede ser unas de las claves de conseguir el éxito”, apunta. Asegura que el éxito está entre el fracaso, resurgir y saber seguir adelante para proclamarse Campeón.
Un arte marcial en el que también hay una parte
importante de filosofía y tradiciones: “Es una disciplina que está muy ligada al budismo y a las tradiciones tailandesas. La danza ritual previa y bendecir el box es algo que está directamente vinculado al budismo. Una de las principales señas de identidad del Muay Thai es, en palabras del propio Carlos, que “si al final del combate tú te vienes abajo y el rival se muestra fuerte, significa que todo lo que has hecho hasta ese omento no ha servido. Puedes ganar al muay thai ganando el último asalto, aunque hayas ido perdiendo en los anteriores”. En definitiva, Coello lo asemeja a la guerra, es un deporte en el que se va de menos a más y gana el más fuerte.
Se marchó con 18 años a Tailandia para poder aprender
este arte marcial y dedicarse a ello: “El apoyo de la familia ha sido fundamental. Hay mucha gente que con 18 años está bajo el nido de tus padres. Si te encuentras en una familia más autoritaria que te digan ‘niño, tu a estudiar’, a lo mejor no puedes hacer algo así. Yo después de hacer selectividad tuve la oportunidad y me apoyaron muchísimo desde el primer momento”, apunta Carlos. También hay que tener en cuenta que, inicialmente, Carlos tampoco contó toda la verdad: “mi intención no era quedarme en Tailandia, iba a hacer un viajecito y a entrenar, pero uno nunca se sabe donde va a echar raíces”.
Los amuletos y los tatuajes son una referencia directa a
su familia, especialmente a su madre: “varios son de ella, se los regalé en su momento y después volvieron a mí. Siempre estoy pensando en ellos, me ayudan a superar el miedo. Sientes miedo, porque en definitiva te vas a partir la cara con alguien. Me transmiten toda la fuerza posible en los peores momentos”. Tiene claro cuál es el mejor consejo para enfrentarse en un deporte así y vencer esos miedos, aunque también es aplicable a muchos aspectos de nuestra vida diaria: “hay que relativizar las cosas. Eso puede ayudarte a verlo de otra manera y superarlo. Yo antes entrenaba un solo día mal y hacía una montaña. La gran mayoría de los problemas de nuestro día a día no son tanto como parecen, hay gente que se acuesta por la noche y no se despierta por la mañana. ¿No sería peor eso? Cuando hay salud se puede tirar para adelante”, defiende. También apunta que “todos somos humanos y tenemos sentimientos, pero cuando llegan los problemas de verdad hay que saber enfrentarlos y relativizarlos creo que nos ayuda mucho en esas ocasiones. También es algo que se aprende con el tiempo y con los golpes más duros”.
• Paco Martín
De Cádiz a Tailandia, con similitudes a miles de kilómetros
de distancia: “aquí en Tailandia la gente es muy alegre, se toman las cosas muy de broma. No te puedo decir que son como los de Cádiz, porque la gente de Cádiz es especial; pero ambos tienen un carácter alegre. Sigo viviendo cerca de la playa aquí también, pero por supuesto con mejores las de Cádiz”, responde entre risas. “Sin embargo la alimentación varía mucho, a base de arroz y muy picante”. Sin embargo, la principal diferencia entre una sociedad y otra reside en el carácter: “allí viven al día, se toman las cosas de otra forma, más tranquilos. Con la pandemia no ves tanta gente deprimida como se ha visto en España, nos hemos acostumbrado que, en cierto modo, somos ricos. Las cosas que para nosotros son básicas están a un nivel mucho más alto que aquí. Mientras tengan un techo y comida para comer y cenar, sobrevivo. Eso en España es impensable”, apunta.
Cádiz Fight Night, una forma de promover el muay thai en
su localidad natal: “Desde 2013 yo promovía eventos con otra marca de ropa de contacto, ese año hicimos el primer evento de muay thai en la historia. Poco a poco hemos ido creciendo, al mismo tiempo que yo he ido creciendo: de competir en un campeonato nacional a competir en uno internacional como el WBC”. En 2016 realizó un último evento antes de dar el salto a un proyecto mayor junto a su hermano y sus sponsors: “decidimos llevar el evento a un nivel más alto. En febrero de 2019 hicimos el primer Cádiz Fight Night, el primer Campeonato del Mundo de muay thai que se hacía en la ciudad. Ése fue el origen, quisimos hacerlo bastante profesional y vistoso, aprovechando el tirón mediático que yo estaba teniendo”.
Dos semanas antes estaban todas las entradas vendidas, pero no querían quedarse únicamente ahí después de que fuera un éxito a todos los niveles: “la primera piedra se pone diciéndolo, así que hablé con la prensa: ‘quiero pelear en el Estadio Carranza’. El Cádiz también me ha apoyado mucho siempre y empezamos a hablar con el club. Si bien es cierto que creo que la grandeza del evento nos superó un poco, las expectativas por el éxito anterior eran altas y creo que nos relajamos un poco más. La dificultad era mayor y creo que nos pasó factura, aunque a nivel deportivo perdí, pero eso es parte del deporte. Con esos aprendizajes creo que podremos hacerlo más veces y mejor organizado”, señalaba. “Quiero hacer un combate con un estilo tailandés muy marcado, con un rival tailandés. Siempre que compito en España lo hago contra rivales europeos o asiáticos, pero no de allí y no se ve realmente lo que puedo dar porque es un estilo muy distinto. Quería enseñar un combate ‘made in Thailand’. Si todo salía bien quería volver a la carga e intentar la revancha por el cinturón del WBC con el francés en el Carranza, y seguro que lo podremos hacer”.
Seguir adelante pese a la pandemia: “el futuro para todos es incierto. Ahora he fundado mi propia marca de ropa deportiva que, afortunadamente, está yendo muy bien pese a la pandemia, Hualaan Muay Thai. Hualaan, significa ‘calvo’ en tailandés. Es un nombre que allí llama mucho la atención”, reconoce. En cuanto a la competición, “imagino que la pandemia pasará tarde o temprano, aquí seguimos compitiendo, pero espero poder volver a Cádiz. Quedan por hacer tres o cuatro eventos importantes, tengo muchos proyectos en mi cabeza que espero que se puedan hacer. El día que decida que me tengo que retirar, qué menos que hacerlo en mi casa y delante de mi gente”, finaliza.