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Introducción
El 31 de diciembre de 2019 se hizo pública la aparición del nuevo coronavirus, Covid-19, en la ciudad Wuhan de China. Desde entonces, el virus que no tiene una alta tasa de letalidad se volvió altamente contagioso y en cuatro meses se propagó hasta estar presente en el 95 % de los países del mundo, 185 de 195 Estados. Sin embargo, antes la aparición del Covid-19, el mundo ya enfrentaba una situación igualmente peligrosa: la violencia de género y los feminicidios.
La violencia basada en género y los feminicidios se han convertido en las últimas décadas en problemáticas serias para los Estados, organismos internacionales y la población femenina mundial. Esto se debe a las altas y constantes cifras que se publican anualmente, cantidades que en contextos de emergencia o crisis pueden incrementar exponencialmente.
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La experiencia del continente asiático y europeo indicó que medidas como el distanciamiento social, el aislamiento, la cuarentena y el toque de queda son acciones que reducen la propagación del virus. En cambio, también alertaron acerca del incremento en la cantidad de denuncias por violencia intrafamiliar y de género durante el período de confinamiento. Situación que comenzó a observarse en América Latina a finales de febrero y mediados de marzo. Empero, en República Dominicana parece tener un efecto inverso: la reducción de las denuncias por violencia de género y de los feminicidios.
