Antología Poética de Beatriz Ojeda

Page 1

Edición y composición Gonzalo Alvarez García ordosgonzalo

Montevideo 2018


Biografía De la biografía de Beatriz Susana Ojeda Rodríguez, poco o casi nada se sabe, salvo lo que publica en su blog y en las redes sociales. Sabemos que ha sido docente durante muchos años, maestra de expresión corporal, yoga, reiki, tarotista, consultora…y que ama la danza, es pintora y por supuesto escritora. Por las fotografías que ha hecho públicas en las redes sabemos que es una mujer elegante y de gusto refinado y por sus publicaciones deducimos que es una gran lectora de todos los géneros literarios. También sabemos que ha vivido en Argentina y que reside actualmente en Montevideo, Uruguay. Tiene un Twitter que usa poco y varios perfiles en Facebook, es miembro de varios grupos de poéticos en esta red en los que cuenta con miles de seguidores. Ha ganado varios premios literarios en el mundo de los bloguers y hasta ahora no ha publicado en papel, siendo esta su primera publicación digital en formato Ebook.

gonzalo alvarez garcia @ordosgonzalo


Prologo Poeta de difícil encuadre, Beatriz Ojeda, se inicia en la poesía con la publicación de su obra en dos blogs personales y su posterior integración en Facebook y distintos grupos poéticos de esta red social. Su obra no ha sido publicada en papel y va camino de formar parte del cada vez más nutrido grupo de poetas que publican sus obras sólo en las redes sociales y en soporte digital. Esta antológica es un resumen de su fecunda obra, que abarca desde el año 2008 al 2018, 10 años de poemas que han pasado del poema clásico en forma libre a los actuales poemas cortos montados sobre imágenes. Beatriz Ojeda es una mujer correspondiente a su tiempo y a sus gentes, claramente comprometida con la reivindicación de su género frente al machismo. Audaz y valiente afronta todos los temas siempre de forma apasionada, sus figuras literarias son ricas y variadas, sin bajar en ninguno de sus poemas la calidad y la riqueza verbal, que en algunos casos fuerza al lector a recurrir al diccionario. En algunos de sus poemas, la poetisa cambia el género confundiendo al lector distraído adoptando roles de hombre o de mujer a su antojo. Sus poemas se pueden encontrar en el siguiente enlace: Beatriz Ojeda POESIA, MUSICA E IMÁGENES http://beatrizojedapoemas.blogspot.com.es/

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 3


Primera Parte La primera parte de la obra, la hemos editado de tal forma que adquiera la composición tipográfica clásica de los poemas de mediados del siglo XX generalmente marginados a la izquierda del lector, si bien los originales de la autora se crean y editan siempre centrados, siguiendo la pauta de antiguas y recientes ediciones poéticas, en las que el autor fuerza o compromete a la lectura renglón a renglón. Algunos de los poemas de esta Primera Parte han sido adaptados a este estilo procurando un cierto ritmo a la hora de ser recitados, sin sacrificar el impuesto por puntos y comas de la autora, que se muestra anárquica a la hora de versificar, dando rienda suelta a la libertad del lector para declamarlos.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 4


GOTA A GOTA

Llueve de amor el cielo llueven los últimos cristales del hechizo. Bocas marchitas puños vacíos un corazón desgarrado chorreando gota a gota su calvario. El amor escurriéndose hacia el olvido.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 5


ÚLTIMO LATIDO

Frágil como un pájaro herido se recuesta en la cama. El amor ha emigrado. Corazón desgarrado Un último latido. Silencio.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 6


COMBATE

Besos de fuego. Hambrientas bocas suplicando. Manos que palpan las albricias. Un gemido unido a otro gemido. Celebrando el combate deseo y osadía. Reporta la victoria un clarín que captura en la mañana el viaje hacia la cima. Con una mordida de serpiente mi corazón se muere. ¿Pero por qué se muere si tanto amor en él aún florece?

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 7


FILOSA DAGA Quiero poder olvidarme de tu rostro complacido de tu mirada perdida en los ojos de otra Venus.

Quiero romper los espejos que me muestran mi locura por tus ojos despegados de mi silueta exclusiva y porque tengo mi alma destrozada por cuchillos.

Cuchillos de plata fina escogiste esta mañana para hundirlos en mi pecho inconsciente de tus actos.

Filosa daga encerrada en mi corazón perplejo llora lágrimas granates por tu memoria extraviada. Quiero olvidarme que un día me juraste que me amabas que nunca más golpearías en la puerta de una amante pues todo tu corazón se rendía ante mis plantas. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 8


Quiero romper los espejos que me recuerdan tu abrazo y dejar mi sombra vieja estrangulada en tu cama. Desde el surco de la lágrima perdida hoy soy una luz renuevo de sol de luna y luceros revelada en la carpeta descubierta de los sabios. He venido a vivir con mi salario de amores encontrados. He venido a sortear todas las rocas despertadas. He venido desde el surco de la lágrima perdida desde la risa encantadora que refresca las mañanas. Hoy sé que la tierra tiene sombras que atormentan y luces desangradas que oscurecen sus ojeras. He venido a suprimir la oscuridad de mi alma encapsulada. He venido a iluminar mis ojos como antaño. He venido a perdonar mis pasos infecundos trasmutando mis mansiones abundantes de demanda en preludios de una vida preñada de alborozo. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 9


DESPEDIDA ¿Desde qué profundo lugar de mi universo escucharé a los mirlos cantar su himno de esperanzas? ¿Desde qué lugar cubierto de ambrosia mi corazón se volverá una aurora? Nada ha quedado en el pretil de mis ventanas ambiciosas sólo una gélida verdad entre mis manos vacías y ancianas de tanto llanto. Hoy mis arterias se hacen agua. Cuánto cansancio esperando el milagro de un suspiro, una caricia, una palabra, un destello de luz que me inspire a seguir en esta soledad sin nombre. ¿Qué más tendré que hacer para merecer un sol de aroma? ¿Qué me motiva a caminar por este mundo si sólo los añosos árboles se inclinan a mirarme. Dime Dios ¿Me aceptas en tu patio? Ya no respira gloria mi mañana ni siquiera un instante de amor que me permita despedirme con una flor de haber vivido para algo. Helada mano se acerca hasta mi rostro para bajar mis párpados. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 10


Ya todo ha terminado con un arpa que suena en el borde del misterioso mundo del ¿por qué? Mi vida se va yendo sin un mendrugo de amor y sin palabras.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 11


MI VIDA SE DESHOJA

Mi vida se deshoja Sus pétalos gastados caen sobre el sendero adormilado. Ayer era un pimpollo airoso un aroma a aleluya una canción un vuelo que se abría suavemente aprisionando soles y lluvias peregrinas. Hoy ya no tiene aroma a juventud pletórica. Lentamente se esfuma hacia el ocaso dejando sólo rastros de su paisaje ido. Gota tras gota se desangra olvidando la risa las magas madrugadas con un bostezo tibio. El reloj se encamina hacia el retiro y un tic tac somnoliento apenas deletrea sus horas mortecinas. Con pasos sigilosos inaudibles inicia su partida hacia el crepúsculo sintiendo como cede el hilo consumido en el rito perpetuo que expira en un suspiro. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 12


Mi vida conserva algunos pétalos que cuido con desvelo y riego con los lirios cristalinos que dejaré sembrados en mi libro. El mal ya no presenta credenciales. La luz se ha aposentado en mi regazo. No hay sombras ni rencores en mi alma. Las hojas cerúleas del otoño conservan en sus bordes el elixir supremo del intento. Saborear cada momento que florezca.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 13


VESTIGIOS

Se me ha dormido el alma se me ha quedado suspendida. Una penumbra intransigente transita lentamente buscando los vestigios de luces encendidas que aún podrían quedar en mi alma herida. Se me ha dormido el alma se me ha quedado suspendida.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 14


MI ALMA Y SIETE DÍAS

Tengo un nombre que me digo y un cuerpo con el que vivo. Quien habita en esta casa me ha pedido estar conmigo. Silencio puse a los ruidos para escuchar siete días la historia del alma mía. Es muy largo el recorrido profundo y hondo su nido hay luces que me acompañan hay sombras que me dominan. Río y lloro en este encuentro con mi niña que festeja porque estaremos muy juntas siete días en silencio. Encuentro baúles viejos de emociones clausuradas la niña me da las llaves para abrir esos candados.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 15


Soy todo lo que hay en ellos milagros soles monedas máscaras de muchos colores ojos desnudos sin miedo cálidas manos en obra corazón rojo sin sello amaneceres de glorias noches de fuegos ardientes. Los baúles del pasado descubren otros secretos. Los dolores enquistados las tristezas contenidas la furia de mi león joven los gritos que se perdieron apresados por mi boca en la jaula de los miedos. He pasado siete días despertando el alma mía. Se ilumina esta mañana el nombre y el cuerpo mío. Ya no hay nada encerrado he vuelto de mi pasado. Libre de todo lo oculto soy un espíritu alado.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 16


TU VENENO

Entrelacé tus manos con mis manos parada en la estrechez de mi esperanza. Lóbregas cicatrices han quedado estancadas en mi carne degradada. Partí sedienta de una estrella que iluminara mi jardín abandonado. Atravesé las ascuas candentes del infierno tratando de encontrar una luz blanca donde apoyar mi frente atormentada. Bebí el veneno de tus besos majos desdeñando el rumor de tu calvario sepultándome contigo en el pantano de los que siempre huyen del amparo. Sentí mi alma extirpada sin propiedad pintada en sus mañanas y acabé deslucida en la montaña sola sin una mano desplegada que acunara mi herida con su voz samaritana.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 17


QUIERO ESTALLAR EN ESTE DÍA Adjunto a la cornisa de mi vida una pantalla galana una luz tornasol una pared de reflejos combinada con ciruelos preñados de renuevos. Así camino por el borde envuelta de sorpresas. Quiero estallar en este día como enviada del sol de los amores que detonan cuando las mariposas se acumulan en la garganta y no nos dejan respirar de tanto, tanto amar.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 18


HACE TANTO TIEMPO QUE NO BEBO

Hace tanto tiempo que no bebo el licor de unos labios habitando mi boca. Hace tanto que ya no lo recuerdo. Será una brisa dulce o un temporal ardiente suave / espinoso / penetrante / fogoso… Será el estreno de un viaje incomparable que me embriague de nuevo y no pueda soltarme. Hace tanto tiempo que no bebo la pasión coloreada de capullos fantásticos. Por eso tengo miedo de acercarme a los tuyos. Podrá surgir de ellos un aroma a ternura. O habrán crecido astillas de fracasos. Cómo saber qué encontraré en tu alma misteriosa. Porque es de allí que surgen las dulzuras las pasiones oscuras las palomas viajeras los ríos de emergencia los rayos del sol o la noche perpetua.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 19


Déjame ingresar en tu mirada quítale la bruma que la cubre y permite que brille la luz para poder besarte. Déjame colmarme con tu esencia inúndame con tu jugo apasionado transpórtame en tu retozo irreverente desde el abismo más hondo hasta el nirvana sublime.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 20


CUÁNTO TE QUIERO Tengo que inspirarme en este cielo para decirte amor cuánto te quiero. Aunque el tiempo se ha ido el reloj que subsiste alimenta mis días de amores y sonidos. Caminemos un rato sin pensar sin hablar sin correr. Recreemos las noches que los dos florecimos envueltos en las sábanas sedientos de la savia que a los dos nos rendía. Aunque el tiempo ha pasado marcando su presencia en el alma juguetea la imprudencia y las centellas explotan su embeleso.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 21


PIDO A LA LUZ DEL SOL Tengo la tristeza caminando por mis venas tratando de encontrar entre mis huesos un rincón de alegría que aún persista reservando ese apenas que ha podido salvarse. Gotas de recuerdos despiertan mis mañanas y me bañan de luz por un instante. Me recuesto en esta pena oscura de silenciosas soledades milenarias. Transito las incógnitas del por qué reviso mi pasar por esta vida y sólo veo reflejar mi carga de fracasos atrapados por la sombra que sofoca. Pido a la luz del sol que disuelva mi tristeza la sumerja en las aguas turbulentas y las lleven de la mano hacia el pasado liberando mi presente de sus huellas.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 22


HABÍTAME Habítame en los días y las noches bucea en mi laguna y encuentra en lo insondable la perla que resuene con tu experta caricia. Sumérgete en mi cascada arrolladora y bebe de mis aguas peligrosas el tiempo y el compás de mis gemidos. Habítame en tormentas en aguas derramadas por tu esmero. Inclúyeme en tu ruego explora mis senderos guarécete en mi cabaña de deseo. No olvides deletrear cada turgencia que encuentres en el viaje hacia la meta corona con tus manos mis centros de impaciencia enciende en cada orgasmo una bengala y acude nuevamente a mi laguna. Habítame en suspiros en brotes de lujuria que tengo para ello una respuesta escrita en mis abismos ambiciosos que mueren en el tiempo que estás lejos. No puedo yo vivir si no me habitas. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 23


LOS CEREZOS Asombro tengo esta mañana. En la ventana azul de mi esperanza se han levantado activos los cerezos que ayer dormían grisáceos en el suelo sin el empeño de mostrar sus flores nuevas ni festejar el nacimiento de sus frutos.

Me ha conmovido la advertencia que han mostrado cuando mi tiempo se dejaba embelesar por la serpiente que seduce con su baile intentando transportarme hasta el final.

Ayer no me atrevía a ser un sol.

Las palabras serenaban mis anhelos y me mordían las maniobras que trastornaban mis impulsos mis audacias y mi estilo de vivir al son ligero.

Ayer era la noche del encuentro.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 24


He tomado la ruta de los vivos he anulado la serpiente de mi lista. Ya no abro la puerta a los falsarios que han querido guiarme a la condena. Los cerezos despertaron en mí alma la fortaleza de emerger con novel vuelo.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 25


GRIETA PROFUNDA Herida cristalina tiñéndose de brumas noches. Huele a dolor el viento. Huele a desgarro en la neblina de mis ojos. Azorados pájaros vuelan penosamente cubiertos de artimañas. Lluvia de buitres rodea las intrigas. Oscuridad del hombre menoscabado en sus prehistóricos valores. Mente escrita con grafito en las cavernas. Hombre que se ha quedado atado a sus historias viejas antiguas como el aire que respira ofuscado e inmóvil en su trecho de vida no llegará hasta él la luz del que predica amor misericordia piedad y vino santo. Perdón para el que huye perdón para el que ora. Rigidez y egolatría lo dejarán muy solo sin una mano tibia que se pose en su frente cuando la enfermedad visite el patio cubierto de materia pestilente lo único que retorna a su morada. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 26


No logrará alcanzar un relicario si su dedo dañino apunta al otro con la inmisericordia del demonio. No se escucha la paz en el silencio pues murmura su mente odio y lamento. Qué ha hecho usted para alcanzar el velo de los que encontrarán caminos nuevos. Cuántas cenizas acumulan su cuerpo cuánta sangre podrida y sin recato se desborda en sus ojos y gotea sin pausa por las alcantarillas de su alma.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 27


¿QUIÉN ES USTED PARA JUZGAR? Quién le otorgó el medallón insigne de los que viven en ascensión perpetua humanos que ya están en la cumbre del éxtasis para llevar en sus manos blanca gracia. Livianas alas ascenderán al cielo a vivir con las horas de la risa esas que se llevaron en su viaje y cortejaron a herederas en el circuito azul de la existencia.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 28


MIS PRADOS DE LOCURA

Ahora que soy mi propia dueña la dueña de mi cuerpo y de mi juicio me invito a retozar en mis prados de locura. Qué me importa lo que dicen los perdidos los benignos los maléficos los incultos y los cultos. Me permito ser sosiego ser la furia extravagante, disparate, lucidez incoherencia, exaltación, arrebato, sensatez. Soy yo misma con mi ingenio mi torpeza, cortedad y candidez. Soy yo misma descubierta en estas noches de anestesia sincerada en mi planteo enmascarado. Despojada de mis probos incrustados he alarmado mis espejos mentirosos. Me agitaron las estatuas paralíticas y me dieron la visión de mis arpegios. Soy yo misma engalanada por mis ansias de correr por los pretiles de la vida sin censuras medievales Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 29


sin hipócritas menciones yo me animo a pernoctar en esta villa donde el libre está habitando su pináculo.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 30


TÚ NO HAS CONCEBIDO NADA Yo sé que tú no has concebido nada Todo lo mío es propiedad privada. Todo proviene de mis ansias de mi elección de piel de mi pasión de mi golosa fuente de mi desapego o mi incendio célebre. Es una pena que te creas todo. Mis besos mis palabras mis gemidos son verdaderos pero son míos. Cuando te marchas no te llevas nada. Ya no me entrampo en amores ciegos los que se mueren y me dejan sola desnuda hueca y hasta los huesos se fragmentan se retuercen se interrumpen como una atroz historia de destierro. Tú no has concebido nada. Yo soy la dueña de mis viciosas zonas ya no te incluyo en mis placeres góticos.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 31


Sólo te uso como un magno potro dominando la escena de lo ardiente con mis espuelas cortesanas. Cuando te marchas no te llevas nada. Tú no has concebido nada. Has sido un apetito momentáneo que he tomado de la vidriera de los hombres.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 32


ESPINAS TRAMPOSAS Porque he sentido en mi alma tanto cuento tanta historia es que me siento una extraña en este mundo de sombras. Si la vida es una sola y el tiempo pasa de prisa por qué beber de la muerte todos los tragos prohibidos. La luz de la vida clara sin mentiras sin engaños es la que yo he transitado tropezando algunas veces con el monstruo de lo insano. Dolor que destroza el alma y me quema hasta los huesos cuando descubro que el gozo está sembrado de rosas de pasiones tormentosas y termino lastimada con sus espinas tramposas. La inocencia de mi alma me hace creer en todo y hasta defiendo las causas las mentiras las ofensas confiando hasta que me clavan una espada envenenada en mi alma enamorada. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 33


TU VIENTRE DE AZUCENA Puedo conocerte entre las sombras esquivar la serpiente que me acecha reducir mi figura a una moneda volar en tu melena de azabache. Puedo vigilarte entre las ramas escudriñar la noche que te atrapa esgrimir mil espadas de locura correr por tu vereda de cristales. Puedo enamorarte con mi canto entregar mi garganta a los jilgueros acunar cada estrella entre mis brazos envolverte en mis espacios florecientes. Puedo descubrirte en cada pétalo aspirar el aroma de tu pecho entibiar en tu vientre de azucena una gota de luz de mis esperas.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 34


GATA DE FUEGO Gata de fuego empecinada en liberarse llevándose en sus garras tu erotismo. Despojada de amarras y convenios ocultos desentraña tus secretos instintos. Cumpliendo con los ritos sagrados del exceso se refugia en el enigma de su gula y consume sin término los aromas voluptuosos desprendidos de tu danza licenciosa. Húmedos fluidos abdican ante el arte manifiesto de tus juegos desbordantes de lascivia desatando cataratas de protesta libertina. Abanicos escabrosos circulando entre las curvas exasperan las llanuras expectantes que reportan su presencia con temblores avivando la fogata deslumbrada por tu obsequio.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 35


ACÚSAME AMOR Acúsame de todo lo que quieras acúsame diez veces si esto te conforma. Acúsame de ser una bengala disparada de armar los días más cortos que las noches de embriagarme de luna y de silencios de acostarme de día de vivirme en las sombras. Acúsame de oscurecerte la mirada de mirarte profundo con mi fuego candente y quemarte tu alma detestable farsante Acúsame de todo lo que quieras acúsame diez veces si esto te conforma. Acúsame de verte con los ojos dormidos de esperar la carroza de los años felices de correr las cortinas cuando entre la aurora de ponerme antifaz cuando voy a la cama. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 36


Acúsame de continuar indiferente de escribir en tus labios varios besos vacíos de fingir en tus brazos el amor que sentía. Acúsame de todo lo que quieras ya no importa saber quien estuvo en mi cama ni que historia perversa estarás calculando yo ya sé que en tu alma ya no estoy habitando ni me impone la vida ser tu fuego sagrado. Acúsame si puedes soportarlo que faltaré a tu entierro que no estaré contigo cuando llegue la parca que ya me voy armando una inmensa fogata juntando leños nuevos que iluminen mi paso.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 37


TE QUIERO CONOCER EN TUS MAÑANAS Te quiero conocer en tus mañanas despeinada adormecida somnolienta ojos de niña ingenua boca despertada de morriña con mi beso de suspiro. Te quiero conocer con tus enojos tus pecados de gula tu obsesión de perfecta entretenida en tu ausencia dejando tu libreta en blanco. Te quiero conocer en tu cansancio deseosa de apartarte ojerosa y turbada caminando descalza sin corazas blindadas. Te quiero conocer tal como eres sin los labios pintados sin tu traje perfecto sin la máscara afable que adoptas en la calle. Te quiero conocer con tus verdades tus misterios ocultos tus llantos sin motivo tu amor desenfrenado tus días de abstinencia.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 38


Te quiero conocer cada mañana deslumbrarme en tu cielo instalarme en tu alma para siempre sorprendiéndote en tu trayecto verdadero.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 39


MORIR EN TU PRADERA Partir al inmenso patio de luceros conducir mi carruaje de esperas traer la primavera entre mis manos cruzar la tierra en caballo de fuego. Mirar tus ojos brujos endulzados unir mi piel de agosto con tus pechos caminar por el cielo de tu brújula inventar pájaros blancos en tu boca. Indagar tu esencia de suspiros viajar con tu pasión de vida plena remontar la cometa de mi fiesta morir al fin exhausto en tu pradera.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 40


SOMOS AMOR Somos los que parimos manifiestos los que bordamos sol en las pestañas de aquellos que se niegan al contento. El amor es un grandioso caballero que recorre las galaxias intentando abrir un hueco es cada corazón desesperado. Somos amor en su sustancia primigenia luz de esperanza calor de besos manos que abarcan solidarias a aquel que está perdido en la soberbia. Somos semilla que germina en las fronteras de la brisa. Orquestamos con versos bendiciones para que el mundo se perdone. Perdonemos al mal démosle dulces abrámosle la puerta a la esperanza. Hay muchas almas exquisitas dispuestas a donar una palabra una sonrisa azul una paloma una caricia alada que desplace el dolor de los pobres que se humillan solos, vencidos, olvidados.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 41


Somos los que parimos manifiestos de una vida con alas extendidas a un puede ser más grande la alegría. Somos algunos los que vemos al Dios interno que nos ama y nos reclama en esta gesta que promueva la unión de almas trasmutadas.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 42


RECUERDOS DEL FUTURO Recuerdo que tenías en tu frente un sol de vida asombrada una paleta esplendente que coloreaba tu espalda. Unas mañanas nacían con esplendores de augurios. Armonías deletreaban el andar de los humanos. Las aguas se deslizaban con alegría desmedida y los vientos despertaban hambrientos acariciando hechizos de cordura. Recuerdo que los besos eran dulces la sonrisa desplegaba sus dos alas y el amor era una rosa cristalina que habitaba en cada pecho palpitando. Fuertes manos ofrecían sus hazañas sus obsequios de dulzura permanente con la luz de los recintos pacifistas en la era de los tiempos luminosos. Las madrinas de lo cierto registraban en su agenda cada acto de visión esclarecida bendiciendo el clarear de un nuevo cielo. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 43


Recuerdo que las puertas del averno clausuraron para siempre sus contratos. Era el limbo habitar en el futuro eran ciertas las soñadas alboradas.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 44


CUANDO MARINA CAMINA Cuando Marina camina la tierra sonríe y calla. Tiene en su andar un peligro que deja al fuego turbado. Es su meneo una alondra que canta por la mañana y despierta mil pasiones cuando el viento le levanta su falda de gasa blanca y sus piernas bronce y oro esparcen goces avaros en el alma de los hombres que inspirados por su andar exaltan la voz del ansia. Cómo no ver la mañana con ojos de desenfreno cómo no ser imprudentes si sus caderas se mueven como la brisa del alba y la tarde se enamora de la noche que regala estrellitas de colores para alumbrarla en su paso.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 45


Qué importa si el cielo acecha si la luna se desmaya y la lluvia no desata sus lágrimas postergadas. Si está Marina en la calle el mundo es una fogata y todo gira y retoza con su cadera ondulante. El viento carnal y astuto corre detrás del aroma de esa mujer que despierta pasiones y sobresaltos delirios fiebre y quimeras con sólo pasear la calle.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 46


TENGO UN OLVIDO TAN REPLETO SE MEMORIAS Tengo un olvido tan repleto de memorias tan inasible y escondido entre los pliegues de mi historia. A veces reaparece entre los musgos pálidos de mi vida sin escolta. Resurge entre los pétalos de mis rosas imantadas de auroras imprevistas y me recuerda las tormentas inflamadas de llanto de nieves vespertinas y anocheceres vacuos. Y si sufrí por tanto por tanta ausencia de tus labios cálidos de tus manos cargadas de erotismo por tanto sinsabor enloquecido no quiero recordarlo. He de dejarlo en el olvido soberano aunque no sé si existe pues tengo a veces un olvido tan repleto de memorias.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 47


TENGO ÁNIMO DE ESCALAR LA GRAN MONTAÑA Tengo ánimo de escalar la gran montaña de hospedarme en la cúspide del cielo de entonar mis canciones celebradas pregonando que estoy libre de mi ego. Yo sé bien que la luz que me acompaña es la misma que he adquirido en mi labranza. Las semillas que he plantado en mi parcela son de amor, de justicia y de sustento. Puedo ver como se abren las ventanas de abundancia que acompaña mi certeza. Y los símbolos de riqueza no se apegan a mi crónica vivenciada en los inciertos. Yo soy libre de los puestos engendrados en el circo de los siempre desconformes. Me inauguro en la confianza del silencio porque encuentro existencias verdaderas. Voy camino de la clave de lo egregio descifrando mil auroras perfumadas con fragancias exquisitas de sorpresas que me marcan que estoy cierta en esta senda.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 48


LOCURA Locura. ¿Estás dormida?

Envuelta en tu frazada apolillada llevas diez años escondida tras el telón de lata.

Las telarañas han hecho nido en tus paredes y el color tan radiante en que vivías apenas se dibuja en ese túnel magullado y casi muerto yaciendo en el fondo de tu alma. Hoy he vuelto a recobrarte para que retornes a agitarte en esta vida que dejaba transitar los años sin chispas que estallaran y volvieran a encender otras fogatas. Locura Invítame a transitar por el sendero caminar sin caer...por el cordón de la vereda recibir a la lluvia sin paraguas correr por la orilla de los mares mojarme con la espuma de las olas y contarle a la luna mis historias. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 49


Locura Haz que el viento de esta noche penetre en mis entrañas girando como trompo mercenario. Emancipa a los duendes de la risa para que llenen mis balcones y dime que no te esconderás cuando regrese el batallón de la tristeza. Locura….sé valiente celebremos la vida hasta el final.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 50


BÉSAME EN SILENCIO

Bésame entregado a mi destello a mi reflejo emocionado a mí a mi constante seducción aprisionada. Bésame en silencio acentuando cada curva de tus sueños ingresando en cada hueco de mi espera anotando tu registro en cada esmero. Invierte tiempo en cruzar el puente de mis horas adosadas a tu puerto a tu acierto a ti a tu vertiente arrolladora. Y si no encuentras agua exprime la laguna del deseo con tus dedos ansiosos con tu fuego guerrero verás como resurgen los arroyos desprovistos de asedios.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 51


AURORA Aurora ahora que estás plena regálame una promesa de jazmines enlazados y déjame volar con su perfume hasta mañana cuando renueve mi contrato. Acude a mi llamado en do en mí en tres bemoles incitantes. Respira en mi canción un trébol cuatro hojas publicando en mi página tus secretos radiantes. Aparta de mí la oscuridad no le permitas traspasar el muro dile que las Gracias no están cerca que las busquen en el patio de las trampas allí donde concurren a tejer las telarañas traicioneras con antifaz de dicha.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 52


Deja en mi frente un beso inédito enséñame a escribir con tinta mágica las notas que se ajusten a mi tono a mi verbo profundo el que despliegue en mí el timbre eterno del comienzo.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 53


TE AMO CON SABOR A SOL

Yo te amo desde el centro de mi sueño desde la opacidad de mi tristeza desde la nívea soledad de mi lamento. Te amo con sabor a sol a luna a madreselvas a pan recién horneado a cerezas. Y te amo en la presencia y en la ausencia en los anocheceres adormecidos de nostalgia en los amaneceres gozosos de esperanzas. Hoy vendrás con tus aromas exultantes vendrás a cultivar nuevas magnolias regaras con tu amor cada deseo liberarás con tus ansias mi colmena. Yo pondré mis capullos a esperarte inventaré pasiones insolentes detendré las agujas del reloj y el tiempo se irá con su ramera a liberar milenios de abstinencia.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 54


DEJO ABIERTA MI ALMA Maestro de mi ruta inhala mis angustias libérame del tintinear perpetuo del pasado convexo. No ves que ya las sombras sembraron sus semillas y se acaba la luz de mis suspiros. No ves que estoy herida sangrando por mis penas con mis llagas abiertas a la vida que pierde su sustancia abrillantada. Has visto que he llorado mis lágrimas de sangre. Que llevo en mis espaldas una pesada carga. Maestro de mi ruta dejo abierta mi alma te invoco te suplico que vengas a lavarme con tus manos sagradas la injusticia las larvas los granitos de rabia que aún no he conseguido extraer con mi empeño. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 55


Estoy perdida en mí en mi cabaña absurda sin permitirme entrar al sendero de luz que tú me has ofrecido. Extenderé mis manos hasta el pretil del cielo y subiré a tu altar consagrada a jugar con las estrellas. Maestro de mi ruta deja que mis oídos escuchen tu palabra. Tu verbo milagroso ha de sanar mis rémoras convirtiendo mi esencia en primavera ungida.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 56


EL PIANO MÁGICO No es un hombre cualquiera no es un loco sin rumbo es un mago inspirado que ha perdido su orquesta. Es un Pedro García que tocó en la sinfónica y subió hasta la cima de las notas de gloria. Pero un día imprevisto se perdió el pentagrama y las notas se fueron con los grandes señores a buscar un pianista que tuviera un smoking. Y sus manos prodigio se quedaron sedientas y tocaba en la calle con sus dedos de artista. Y tocando… tocando se sentó en la vereda. Con sus manos de seda hechizó las baldosas que se hicieron piano y sonaron a estrellas. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 57


Esa música mágica inundo las aceras recorrió la ciudades se instaló en las paredes y la gente del pueblo ya no tuvo más penas. Él se duerme en la esquina y compone sus sueños con estrellas aladas que iluminan su ingenio. Es un Pedro García que inventó una manera de mostrar que se puede componer la sonata cuando el alma está plena de armonía verdadera.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 58


ESPERO Espero tu caminar desnudo de tiempo tu miel de oro en tus ojos confesos tu cuerpo en ondas de luz en torbellino tu canto de verano entre mis brazos. Espero una sonrisa de cristales blancos que deslumbre mi ascenso al universo con tu nombre pronunciado por mil ángeles. Espero comenzar una batalla de aromas aspirar azucenas y nardos en tu cuello. Hambriento como un lobo atacando a su presa vivir la primavera en tus pechos de seda. Espero embriagarme con tu sol quemarme en tu fuego aventurero sacudir las amarras de todos los veleros. Incrustarme en tu joya de misterio descubrir el supremo placer de tu milagro madurar tu mujer con mi primicia arrancarle a la vida un grito arcaico.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 59


ME DUELE EL ALMA Me duele el alma. Mis pasos se marchitan en este viejo sueño poblado de quimeras un sueño eterno y rancio. Un sueño sin campanas ni guitarras ni perfumes dorados. Sombrío nicho demanda mis relámpagos a veces desquiciados agitados invertidos y me nombra las luces que afloraron alguna vez sin nombres, sin semblantes. Hay una fuente inversa evacuando esperanzas, un sol desalentado, una cruz de ceniza posándose en mi cama y mis huesos exhaustos sólo lloran su espanto. Me duele el alma el sueño puede ser una llamada de los Dioses que activan el amor que desgarra y lo envuelven en mieles para aumentar sus voces. Y guitarras y luces volverán a mi estancia con tu voz, con tu nombre, con tu aroma a certeza, de mi amor que te nombra.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 60


DÉJAME RECORRER TU PIEL SIN DUEÑA Puedo ser una estufa en tu cabaña una primera letra en tu bitácora un sin fin de misterios que susurren en tu lecho callado de ermitaño. Puedo ser ese leño que crepita llenando de chispitas tu mirada ese fuego que ondula ilusionado esperando envolverte con su abrazo. Déjame recorrer tu piel sin dueña ingresar a tu patio de sorpresas explorar tus infiernos y tus cielos elevarte a la cumbre del deseo. Puedo entrar en tu alma encarcelada abrir las puertas grises con mi llave acurrucarme en ella para siempre y destruir la pena que te atrapa. Puedo hacer que despierte tu verano encendiendo una fogata con mis labios que te sientas aullando como un lobo aunque la luna llena se haya ido. Puedo hacer que tu nieve se derrita y que afloren los sudores a tu pecho que ingreses en un mundo de temblores y derrames tu disfrute desmedido

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 61


Y APARECISTE TÚ

Y apareciste tú conmoviendo mi solitario corazón mi corazón dormido envuelto en la cortina del amparo. Abrió sus puentes levadizos sus puertas desligadas del espanto y me tendió las llaves del hechizo. Fuiste una luz en mis mañanas una sonrisa en mi ventana y una luna plateada festejando el arribo del sol a nuestras almas. Irradiaba mi amor toda la estancia sonreía por fin mi boca impresionada. Bengalas aspirando a ser estrellas celebraban conmigo un buen comienzo. Sólo unos días mi corazón latió sin freno suspiró un beso y me mantuvo en vuelo buscando la verdad en el designio. La tristeza se apodera de mis ansias y me estruja la garganta. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 62


Prisionera estoy de mis desvelos de mis miedos suspendidos. Llora mi esperanza mi pena mi alegría. Mis cimientos se desangran en la duda de no ser de no encontrar tu mano cálida extendida para mí por muchos años.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 63


PARA OLVIDARTE Para olvidarte las vides del otoño aletargan mi alma. Con esta copa roja del Dios Baco dejo atrás los recuerdos de tus besos nuestras noches de insomnios tormentosos y nuestras magistrales acrobacias tratando de alcanzar el firmamento. Para olvidarte beberé de este cáliz mis impetuosos fuegos. Los llevaré al tiempo de los glaciares frígidos y allí volveré sin tus sonrisas sin tus promesas vacuas. Volveré como una pluma blanca a recorrer los senderos de la risa y encender otros destellos de alegría.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 64


USTED QUÉ SABE Usted qué sabe de mis sueños de mis huesos de mi carne hecha jirones mi corazón deslucido mi tristeza ilimitada. ¿Usted qué sabe? Qué sabe usted de mis mañanas solitarias de mis noches sin placeres mis derrotas registradas. De las piedras que han herido mis pedestales ancianos. Usted qué sabe de mi alma de mis amores prohibidos de los soles que he partido con aullidos con plegarias de rodillas y agobiada. ¿Usted qué sabe? Si sus ojos no han mirado los tesoros que me quedan las sonrisas las caricias y los himnos de victoria que aún habitan en mi casa.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 65


YO FUI UNA VEZ Yo fui una vez una sonrisa sin temblores. Caminé por la calle ungida de victorias. Iluminó la tarde mi juventud pletórica. Fui un vendaval de luz una sorpresa airosa una voz prestigiosa alzándose a la aurora. Ascendí hasta el pináculo del éxito aspiré mis amores pasionarios y reí, reí con frescura de rosas. Yo fui una vez una gaviota volando sin fronteras un águila en el cielo esperando su presa. Gritó mi voz la alegría despierta abrí mi flor y descubrí el amor con desenfreno. La luna el sol y las estrellas adoraron mi andar por esta tierra me vieron abrazar los arboles sedientos corriendo sin parar por los pretiles de mis gozos.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 66


Yo fui una vez la juventud que arrolla obstáculos tramposos y los patee hasta el fin del universo continuando mi marcha victoriosa. Hoy soy tal vez una mujer completa impregnada de sabias primaveras que en mi tiempo otoñal obsequia al alma las infinitas sorpresas que me esperan. La juventud ha despegado de mi cuerpo pero en mi esencia se afianza su presencia porque cuelga en mi cielo la cuerda que transporta mis locuras perpetuas.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 67


COMO PÁJAROS HERIDOS

Como pájaros heridos traspasados por la lluvia como ellos se repiten las historias de los pueblos se reiteran las mentiras sanguinarias. Las castañuelas redoblan sus quejas anunciando que los hombres nunca aprenden a vivir en armonía a buscarse entre los huertos germinados y limpiar con esmero los espacios de malezas. Palabra por palabra olvidada en la memoria se quedaron detenidas en su cerco porque el himno de victoria de los necios se ha prendido del atril de los escombros.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 68


Cuerpo vacío El cuerpo se ha quedado sin asombros. Desvestido de ilusiones se ha dormido en siesta eterna. Sin presencias amorosas sin el soplo de otro cuerpo. Solitario consumido ha perdido su sustancia. Ve partir hacia la nada su sentir su palpitar. Sólo queda en la vidriera un estuche sin caudal. Un estuche pordiosero cuerpo frío cuerpo solo, que no escucha un solo trino. Sólo el eco de un recuerdo que se ha ido y lo mira desde lejos como miran los espejos el pasar de los espacios recorridos.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 69


EL PASADO ROMPIÓ SUS AGUJEROS Cansado de gritar su duelo el pasado rompió sus agujeros y abusó del presente y el futuro. Recorrió las veredas de los muertos despertó la tormenta de la Tierra conmoviendo los cimientos de la historia. Cruzó raudo los patios del asombro envolviendo con su aroma a los intrépidos. Con sus lanzas los guerreros combatieron sin lograr reducir su movimiento. Avanzó por el reino de ilusión relampagueó a los rendidos despojados y festejó su victoria momentánea. Destronando al presente y al futuro el pasado se inscribió en la ajada hoja de verdades repetidas por milenios para sorber el licor de lo sabido y grabarlo en la tabla del destino.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 70


DÉJAME DESCUBRIR TU AMOR Déjame descubrir tu amor en cada parche indiferente de tu alma en cada luna agujereada en cada sol entristecido en cada mar desalentado. Déjame encontrar tu aroma en tus mareas tumultuosas en tus idas y venidas en tus miedos despertados en tus anuncios eclipsados. Déjame ser tu investidura tu enjambre de ilusiones tu playa de inquietudes tu voz de margarita tu miel nocturna adormecida. Déjame salir a tu ventana consagrarme en tu pliego de azucenas abrirme a tu estampida desesperarme en tu niebla crecer en ti como un llamado de sirenas alertas.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 71


DERROTA Como un león joven presumido como un tigre orgulloso de su paso así como pantera de la jungla ella vivió sus años de principio. Fue una gacela tímida observadora. Fue la memoria de todos los ausentes y la mirada de todos los presentes. La infinitud del tiempo la presiona buscando en las vertientes de la historia una verdad que explique su derrota. Una piadosa mano que se pose en su mordida frente desolada. Hay una espesa selva dentro de ella. Un jinete ancestral de la cultura que la envuelve en sus fracasos cual planta que deglute sin piedad la vida que se atreve a desafiarla. Una conquista ciega, una aventura atónita es lo que siente sola en este infierno en este monstruo de promesas falsas en esta suerte de mentira experta.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 72


Corrompe su intestino la pavorosa presencia del mal inquieto, exacerbado mutilando, en su duelo la luz prístina que se duerme entre los árboles, cansada de esperar la madrugada.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 73


DESPÍDETE DE MI AVENIDA. Deja que tome mi camino bautizado. Deja que habite en mis auroras sonrosadas que el universo me reviva con sus luces y vuelva a oír mis emisoras celestiales. Tú convertiste mi habitáculo señero en un profano lugar de sexo y vino disimulado con el embozo de los sueños desarrollaste en mi alma un hueco aciago que ya no quiero ocupar junto a tu cuerpo. Quédate entre tus sábanas olvídate de mi apariencia antepasada deja que mi vuelo se reintegre a su sendero mientras la madre tierra me encomienda a los sabrosos frutos de su tiempo.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 74


VEN JINETE A SALVARME Estoy aquí esperándote en esta tierra gélida. Sin voz sin luz sin hambre. Apenas un suspiro se escapa de mis labios. He querido salir de mi cuerpo sin lágrimas y encontrar una risa que avive mis andanzas. Más el frío que acuna mi vida solitaria ha dejado las huellas en mi sendero infausto. Nadie sabe que el hielo de mi alma agotada ha tomado mi piel mis huesos mi sustancia y ya no espero sueños que iluminen mi estancia. Estoy rendida a ti jinete de azabache ya te veo venir en tu caballo raudo. Llévame contigo a descansar de vida esta vida que ríe en mis espaldas blancas como la nieve blanca se incrustó en mis entrañas. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 75


Todo ha sido un invento un cuento una fanfarria. Se escapó un mirlo muerto de mi pecho sediento. Ven jinete a salvarme de mi dolor añejo. Mi alma está maltrecha de esperar tiempos nuevos y mis huesos quebrados no quieren más tormentos. Y pon en mi epitafio “Acá estuvo una dama que olvidó su anhelos”

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 76


ESENCIA DE MILAGRO Si hoy lloviera no sabría distinguir las gotas que perfilan mis mejillas y resbalan a mis pies lluvia lágrima río océano llanto indefinido que circula borrando las huellas del pasado. Tanto dolor regando las ojeras del ayer tanto rubor en mis mejillas tanta florista repartiendo en las esquinas esencia de milagro para apoyarlas dulcemente, entre mis dos colinas codiciosas.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 77


SI ESTA NOCHE DESAPAREZCO

Si esta noche desespero por ti si no tengo paz en mi recinto buscaré a las dueñas del olvido y les daré tu nombre en una urna. Cofre de recuerdos arca de alegrías y tristezas que aún subsisten. Lloraré un momento por la vida y al instante te daré la espalda. Sabré decir que no ante el librero que me quiera vender otros milagros. Recetas de pasión y de quimeras que ya murieron con vestido viejo. No cortaré mis sueños de viajera navegante del cielo buscando junto a dios otro viajero. Aunque esta vez ya no estaré deshabitada ni esperaré que él llegue cuando quiera. Tendré mi corazón a buen recaudo y yo seré primera en el contrato.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 78


YO SÉ DE AMOR Y DESAMOR Sé que llueven milagros cuando estalla el amor ardiente imprudente afiebrado ligero y frágil como un pichón de alondra. Sé que no hay quien lo hiera en su ceguera y no se sabe por qué se desespera cuando el otro cambia su sendero. Yo sé del desamor que siempre deja el corazón llagado por los cuervos. Despedazado en jirones de inocencia claudica su pasión entre los muertos.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 79


HASTA HOY Hasta hoy no eres más que un sueño un juramento engendrado por mí misma. Llevada por la cumbre de mis sueños atraigo hasta mi esencia un resplandor que anuncia la llegada del amor. Hasta hoy -hasta este instante- mis ojos no percibían tu anheloso andar hacia mi casa. Ya estás ahí mi himno de paciencia transportando para mi tu juramento. Juntos haremos realidad lo que engendramos. Mi generoso día se ha preñado de verdades tu camino y el mío unido por los ángeles.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 80


BALANCE Jamás serás una estrella moribunda no morirá en mi pecho tu estadía. Los laberintos de la vida estrangulados han desviado el amor que nos bebía. Unos se van por las aceras quejumbrosas a repetir sus errores continuados. Otros se suben a la carroza de los ciertos a recorrer otros amores inexpertos. No me seduce retenerte en mi presente ya no vinculo mi alma con la tuya pero registro tu paso por mi vida y no te borro de mi libro de experiencias. Serás un junco que se mueve con el viento. En mi pasado te instalaré con alas blancas para llevarte cuando vuele hacia mi casa como recuerdo de un intervalo sustantivo.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 81


ESCUCHA Escucha mi corazón escúchalo. Canta como un ruiseñor cuando despierto y te miro. Es tu soñar una escuela que me enseña la armonía y cuando abres tus ojos me regalas alegría. Tu abrazo cálido y tibio es un nido de plumillas. Cuánta dulzura amanece en el altar de mis días. Bendigo cuando despliegas tu sonrisa transparente, que me contó de tu alma y me inició en su sendero.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 82


ACOMPÁÑAME Acompáñame en mis días de tristeza déjame verter mis lágrimas en tu pecho. Acoge con ternura mis lamentos vive en nuestro amor la soledad de a dos. Sé mi muralla protectora de los miedos acude a mi soñar cuando te llame camina por la calle del otoño estrujando las cobrizas hojas. Acompáñame en mis días de alegría sé mi ángel bailarín en las mañanas. Mírame danzar sin exigencias protégeme las alas que me elevan dibuja una paloma en mi ventana para enviar mis cartas cuando la soledad quiera inquietarme.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 83


YA NO ESTÁS EN MIS PLANES Así como ayer te he amado hoy sólo siento tus pasos en el recuerdo resonando en las maderas de crujientes peldaños polvorientos. Se desvanece la luz de tu mirada y me apresto a emprender mi callado viaje de esperanza. Ya no estás en mis planes. Mi itinerario ignoto despertará mil formas de beber de la fuente del sol incendiando mi esencia como aquella muchacha que regada de amores abrasaba la casa renaciendo en el vuelo con sus alas cubiertas de cenizas eróticas.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 84


VOY A ABRIR Voy a abrir la puerta de mi cielo de mi casa de piedra donde habitan las almas de las viejas pasiones las que moran de noche entre las turbias aguas. Lágrimas azules se desplazan por la ruta del viento y me dejan un tiempo reposando en sus brazos. Los campos del idilio se corrompen cuando entregas el alma sin pensarlo se deshacen los pliegos de la historia convertidos en manchas delatoras.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 85


CREÍ QUE LA VIDA EXISTÍA

Creí que la vida existía para acogerme aunque no me mirara con ternura ni aproximara a mí una caricia. Aún estoy buscando entre la gente un abrazo que duela hasta los huesos para que no me olvide del amor ni me visite la ausencia tantas noches. Caminando sigo espiando vidas que se besan se acarician y se abrazan. Yo sola marchando bajo el manto de estrellas bajaré una lágrima de sol para envolver mi cuerpo con su fuego artilugio concedido a desolados vacíos de ternura.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 86


ESCUCHA MI CORAZÓN

Escucha mi corazón hallarás la lluvia que me engaña convirtiéndose a veces en una llamarada. Oirás brotar en tus oídos serenata de dulces melodías. Comprenderás así que yo te amo que las primeras voces de la aurora te gritarán los augurios de una fiesta que llevará enredada en sus vaivenes delirios e ilusiones verdades concebidas en la trágica hora de los tristes para iniciar su caminata por la vida.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 87


YO TE DARÉ LA LUNA SI ES PRECISO La bajaré con mis aretes atrevidos engañaré su fantasía de oro sol le diré que la invito a sujetar el cordón que nos une con el rey. Te daré las estrellas que me pidas informando a la noche que ya es tiempo de entregarme las linternas prometidas. Tendrás en tus espejos la sorpresa de reflejar la alegría por un día. Sólo por un beso de tu boca que me llene la vida adormecida. Sólo por ello yo lo haría.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 88


NO HUYAS No huyas más de tus pasiones no dejes fenecer tu alma entre las sombras. Tienes dolor añejo que se esconde entre tus párpados caídos. Dolores que se encuentran encubiertos entre las enramadas de tus venas y palpitan muy lento aferrados a ti por tu desgano de prohibirlos. Mírame a los ojos déjame ingresar a tu universo limpiaremos los sitios donde habitan cruzaremos la barrera que has alzado y verás que las heridas cicatrizan y tras la niebla el sol te dejará ver una luz nívea.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 89


ESTA NOCHE Esta noche convertiré las lunas en gigantes de plata para mirar el reflejo de los duendes que me inspiran los versos que te escribo. Te encuentro en los ojales de las nubes en las violetas humildes que habitan en el patio entre los árboles acariciando las mañanas en el rocío que llora mi esperanza. Te escribo en los muros de la calle en el viento que despeina mis cabellos en la arena que se mueve hacia la orilla y en el agua del río que murmura. Cuando llegue hasta ti mi memorando quizás yo ya no exista en este espacio pero sabrás lo mucho que te he amado y por cuántos escenarios te he buscado. Cambiaré la sonrisa de mi alma por una arruga de espinas en mi boca si la gráfica historia que me narran está recompensada por tus ojos. Accederé a los recortes de la luna transformados en hielo de cristal para quebrar las luces que iluminan la calle de sonrisas agrietadas. Permutaré los retratos ancestrales suspendidos entre nubes glamorosas. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 90


Cortaré con navaja bien filosa tus cordeles de tramposo novelero. Volveré a tu lado nuevamente perdonando tus falacias rutinarias si prometes con tus ojos irisados restaurar los pétalos del sol. Acércate a mi universo de locura acércate a mis cosechas de lujuria. Revierte mi condena de pobreza de inquietudes eróticas de suspiros de infierno Quémame en tu recinto apasionado libérame del frío que me abruma devuélveme la sombra de mi sexo engalana mi palabra con tus brillos Ámame un minuto con tu cuerpo sucumbiendo a tus instintos clamorosos despliega en mí tu danza de codicia elevándome al mundo de los vivos Regrésame a mi flauta seducida para poder interpretar la melodía de los genios que celebran la estampida del instinto del placer que se extinguía Recorriendo caminos solitarios muevo el polvo que acaricia mis ensueños solo triste Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 91


defraudado. Con mi sangre transitando mis arterias. Recorriendo mis crecidas anda mi sangre implacable iracunda indomable desespera por hallarte en algún lado. Arduamente yo te busco entre los hombres arduamente esperando sorprenderte desarmada anulada despojada despegada de los brazos del deseo. Te estoy siguiendo los pasos con mi instinto sensitivo mis entrañas adiestradas mis zapatos preparados mi certeza de encontrarte Estoy rastreando tu forma de mirar con insistencia cada esencia que se acerca anhelando ser certero en la elección de tu sueño. Estoy plasmando un boceto con tu perfil y tus muecas tu rostro encajado y grave tus ojos juzgando lejos Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 92


sin perder un solo gesto Y lo que más me confirma que tú eres quien yo quiero son tus manos esmeradas alas palomas en vuelo que me cuentan tus caricias en la intimidad del cielo.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 93


POR QUÉ NO PUEDO DESVIAR MI ROSTRO

Por qué no puedo desviar mi rostro mirar hacia otro sitio caminar por el huerto de los árboles nuevos consolarme con todo lo que me alegra. Si no puedo beber del licor de los sueños. Si no encuentro mi alma ni me acuerdo del odio. Por qué no puedo inventar mi estreno y me hallo encerrada tras los viejos barrotes. Qué me impide correr hacia un nuevo diseño librarme de las gasas que me cubren los ojos orientar mi futuro sin cargar los rencores olvidarme de ti de tus vagas promesas levantar mi bandera de muchacha blanqueada por la suerte de andar por el cielo azulado.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 94


REINTEGRO Quieres armar un gran juego de reintegro de luces y amarillas margaritas seductoras. Aún es tiempo de romances inspirados en la palabra engalanada por arrullos Quién te dejará dormida y satisfecha quién será ese varón templado que te eleve hasta el fin de tu antojo placentero Ya no hay tiempo para abrir otras compuertas se han cerrado con los años que pasaron y no hay llaves disponibles para ellas. Quieres escribir en tus páginas de fuego los amores que te faltan por vivir sin perder la ventura de inventarte Saborear lo que tú has esperado puede ser una aventura esplendorosa si los dueños de las flechas de Cupido te adjudican un evento inesperado.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 95


EL VIEJO ANCIANO Si tú sonríes entre mis brazos yo no le temo al viejo anciano. Él nos persigue desde hace años mirando siempre como gozamos. Y como siempre tiene paciencia aguarda atento sin desespero ese momento tan majestuoso en que la vida cambie de tono. Sonríe siempre no me abandones. Sin tus cristales blancos brillantes que me conducen hacia tus labios yo no podría seguir gozando de esta alborada que nos inspira plantando todo lo que soñamos sobre la bincha del viejo anciano.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 96


LA NIEVE Quizás la nieve ya no sea tan fría quizás ya no quizás se ha desleído y corre en agua fría por el valle. Pero la nieve siempre existe en los lugares donde el amor se desintegra sin hablar y viene la tristeza a controlar que el corazón se arrugue por llorar. Y el corazón se apresta a descansar dejar pasar el tiempo rehabilitar la herida roja que gotea sangre quebranto perlas de hielo. Quizás la nieve existe para abatir los tortuosos deseos las pasiones amargas y dejar que nos volvamos a estrenar.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 97


YO SUEÑO CON UN AMOR

Yo sueño con un amor que me prodigue de besos besos dulces besos frescos besos locos de deseo. Yo sueño con un amor que me lleve a la montaña a grupa de su caballo para probar si los besos derriten la nieve helada. Yo sueño con un amor que me lleve a la llanura para saber si la hierba se trastorna con los besos y se quema su espesura.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 98


HOY YO SOY ASÍ Pero quizás en unos meses ya no me conozcas y frente a tus ojos veas una mujer foránea que ya no te conmueve no te apasiona ni te ilumina y te preguntarás dónde me he ido. No yo no me he ido estoy aquí igual que ayer plena de vida buscando la verdad y amando sin pensar. Porque el amor se funda en las brisas intangibles en esa variedad de luces que iluminan el corazón y se anudan de a dos. Nunca buscaste en mi interior nunca supiste quien me habita sólo pudiste conocer mi cáscara no hay amor que subsista en ese pequeño hueco de tus ojos.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 99


TENGO QUE DECIRTE Tengo que decirte tantas cosas tantas que me oprimen la garganta tengo que librarme de tus trampas desmantelar esta noche tu sustento Tengo que decirte que en mi alma sólo quedan rotas madrugadas llantos de impotencia por amarte impedían que mi verbo desbordara Esperando tus horarios inventados mis ojeras dibujaban negros círculos y mis ojos deslucidos se esforzaban por mirarte con afecto unos instantes. Tengo que pedirte que te excuses por haber fatigado mi existencia censurando mis propias cualidades boicoteando mi risa con tus males. Tengo que decirte que es muy tarde que la rueda de la vida me ha llevado a otro tiempo a otra senda refulgente donde voy a vivir con mis verdades.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 100


ÁMAME DESPUÉS DE AMARME Ámame después de amarme tanto ámame con tu táctica sorprendente ámame como si no tuvieras tiempo de volver a vivir este momento. Ámame en cortejo de palomas mensajeras del cielo que nos mira arrullando los besos que nos damos masticados de miel y de jazmines. Ámame con tu trigo despeinado madurando insolente en mi verano centelleante y silvestre apunta alto para lucir espléndido ante los astros. Ámame después de amarme tanto y conserva tu esencia extravagante pues seguro que nunca he de dejarte. Aunque vivamos mil años he de amarte.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 101


TU OSADÍA

Te observé enfrentado a ella revelando tu fractura prematura el cielo se pobló de estrellas serenadas ante tu decisión anticipada. No podías quebrar tu juramento no podías permitir que el diablo rojo se apostara en la esquina de tu vida destrozando tu contrato con la vida. Ya tenías en tu alma una consigna pintada con mis labios amorosos ya tenías tu itinerario nominado en el lecho con mi cuerpo entrelazado. Ya sabías que los años te querían estrenando una vida sin falacias una vida que frotara tu apetencia con mi aroma despertando tus mañanas. Regresaste esa noche celebrando tu osadía de enfrentarte a los instintos escuchando tu oración de amor divino la que siempre pronunciamos al dormirnos.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 102


LA TRAMPA DE LOS DIABLOS

Ahora que te fuiste de mi lado que tu esencia no transpira las mañanas perpetuaré en la historia de mi vida el recuerdo de tus ojos compartidos. Tu mirada reservada para mí fue hechizada por los duendes de la duda y te fuiste permitiendo dividirla aun sabiendo que mi alma destruirías. Nos dijimos que el amor siempre tendría sus demonios adosados al oído y que siempre deberíamos prepararnos depurando nuestras almas cristalinas. Fracasaste ante la trampa de los diablos rojos truenos terminaron por vencerte y te hundiste en el lecho de la maga abdicando del amor que te embargaba. Ya no tengo mi mirada reservada la dejaste mancillar por tus miserias y aunque quieras retornar con tus tristezas ya no encuentro mi mirada enamorada. Has llorado suplicando quebrantado por el fuego de mis horas celestiales yo no puedo responderte como antes no eres tú ese hombre que me amaba. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 103


FILOSA DAGA Quiero poder olvidarme de tu rostro complacido de tu mirada perdida en los ojos de otra Venus. Quiero romper los espejos que me muestran mi locura por tus ojos despegados de mi silueta exclusiva y porque tengo mi alma destrozada por cuchillos. Cuchillos de plata fina escogiste esta mañana para hundirlos en mi pecho inconsciente de tus actos. Filosa daga encerrada en mi corazón perplejo llora lágrimas granates por tu memoria extraviada. Quiero olvidarme que un día me juraste que me amabas que nunca más golpearías en la puerta de una amante pues todo tu corazón se rendía ante mis plantas. Quiero romper los espejos que me recuerdan tu abrazo y dejar mi sombra vieja estrangulada en tu cama. Tengo los ojos sepultados en el frío mármol que recoge mis deshechos. Mis arrebatos de fuego entre la tierra y el cielo sedujeron a la parca que se mecía en su lecho. Mis ojos paralizados de impotencia desesperados acuden a la cabaña del viejo que serrucha los caminos de los acuerdos amargos y empuja mi corazón a los designios del cielo. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 104


He visto tu ropa ansiosa esperando en otro cuarto y tu cuerpo desvestido alojado en otra cama. La sangre que recorría mis arterias encendidas se fue enfriando de a poco y tú quedaste llorando el amor que me extinguía.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 105


LLEVAME CONTIGO Llévame en tus brazos a cruzar el frío a cruzar la orilla de los atrevidos. Tengo que contarte que serás amado por una mujer que ya te ha encontrado. Llévame a la luna de los brazos largos de la luz de plata que refleja el alma para ver tus ojos dentro de los míos y salir al valle con mis pies descalzos. Llévame a la cumbre de los saltimbanquis a dejar abierto el canal de los encantos. Júrame que siempre pondrás en mi baile toda la firmeza que yo te demande. Llévame contigo vayas donde vayas que no puedo estar sin beber tu boca sin buscar tu aliento con sabor a fruta y sin ver tus ojos dentro de los míos.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 106


TE VAS

Si te vas a ir de aquí no repitas más tus credos no dirijas más mi vida. Consiente estás de tu partida. Deja que ya la luz del sol está asomando está la luna azul mirando lejos esperando que vayas a buscarla. Ya ves que la mañana se hizo para amarla para correr contando las baldosas como niño de escuela que retoza. No ves que los ladrillos rotos de mi alma se recortaron justo esta mañana para subir al cielo una plegaria. Te has dirigido al sur en esta tarde si las ráfagas vivas ya remontan artimañas de fuego destrozos de pelotas que seguirán al fin tu gran derrota.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 107


YA NO DUELE EL CORAZON Ya no duele el corazón ya no pide tu licor. Esta noche entre mis pasos los recuerdos se destierran. Corbata de papel se tiñe en mi pechera expulsando la sangre de tu yo que encubierta entre mis plazas pretendía cegarme eternamente. Consecuente con el brillo de la luna mis rodillas temblequean liberado de los sueños que me ataron al pasado. Una copa de ginebra me agasaja excita mi garganta liberada me presenta unos ojos peregrinos seduciendo otra vez esta vereda inesperada muestra bondadosa de la vida que hasta a veces es milagrosa.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 108


INGRESAR EN TU MIRADA

Déjame ingresar en tu mirada quítale la bruma que la cubre y permite que brille la luz para poder besarte. Déjame colmarme con tu esencia inúndame con tu jugo apasionado transpórtame en tu retozo irreverente desde el abismo más hondo hasta el nirvana sublime.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 109


¿A QUÉ HAS VENIDO? ¿ A sumar más dolores más traiciones? No me apetece tu aroma a menoscabos. Ya no te quiero no me imagino la vida con sanciones con culpas y con un halo oscuro envolviendo mi paso. Ayer se fue mi memoria a despedir tus fábulas. Las telarañas se han dormido con su historia y ya no se reparten los anillos. Aros de cielo se esmeran por filtrarse en la lumínica ciudad de las verdades. Yo lograré conocer la luz descosiendo los disfraces de mi piel .

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 110


Segunda parte Esta segunda parte de los poemas de Beatriz Ojeda contiene sus poemas tal como fueron estructurados por ella, conservando el tamaño y tipo de letra original.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 111


PORQUE CALLAS Porque callas ahora porque tienes voz y no la tienes. Porque perdí mi nombre en tu vientre amoroso en tu mirada tierna en tu sonrisa rota. Porque tu ausencia tiembla porque huye tu sombra porque son misteriosas las miradas del tiempo que se van con memoria. Porque callas ahora porque estamos hambrientos de juntar nuestras sombras cuando tu puerta abierta me ha invitado a tu cuerpo a recorrer tus horas.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 112


EL ALBA Es el alba que ahuyenta mis tinieblas. Es el alba que despierta mi morada. Mi despertar en madrugadas frías con manos entibiándome lo pechos con labios envolviéndome en suspiros y brazos que acurrucan mi ternura. Mi mano se ha esfumado en tu cabello y mis trémulos párpados atrapan tu sonrisa que despierta en mi alma tempestades mis rojas delirantes tempestades. Mi vertiente de amor se ha desatado y se rompe en tu ola embravecida que me vence regando los espacios mis espacios de vida contenida.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 113


ME ENCIENDES Enciendes todas mis fibras como un volcán que despierta. Me encuentro con todo el éxtasis de tu cuerpo un libro abierto. Exploro tu sed de hombre me devuelves tu grandeza el deseo está creciendo en los momentos de encuentro. Hacemos una fogata nos incendiamos en juegos volamos por el espacio de los planetas del cielo. Ya tenemos un secreto común de expertos en vuelo. Explotan los Universos cuando nos sienten sedientos.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 114


EXILIO Esta soledad tan fría está llegando a mi puerto entregándome a la espera contagiándome la muerte. Hay días de luna llena que se sienten como duelos no sale mi corazón está poblado de miedo. La ciudad está cubierta de bruma gris somnolienta yo borro de mis espejos la tristeza de mi suerte. Camino con pasos lentos la casa que se congela. Hay noches que lloro un poco hay otras que me lamento de ser un alma perdida en este país sin tiempo.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 115


CARTA DE EROS Tacones altos brillo de plata medias sensuales piernas de hada. Una melena larga ondulada y una sonrisa desvergonzada. Está bailando. Eros la llama. Juega conmigo mi bella dama. Cómo no amarla cuando se enfada tiene esas cosas de mujer maga. Explota el cielo hay llamaradas me quema el fuego de su mirada. Velas e inciensos pétalos rojos esta hechicera me vuelve lobo. Tiene una estrella varita mágica que me transporta a las galaxias. Vuelo con ella entre las sábanas hay un incendio en mis entrañas. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 116


Su piel de bronce es una brasa tiene destellos de luz dorada. Soy un velero con timón nuevo que se despeña en su cascada. La luna observa en la ventana juegos de luces hay en la cama. No tengo tiempo para mirarla hay un sol oro sobre la almohada. Una tormenta se ha desatado truenos relámpagos lluvia azulada. El viento aúlla las aves callan. Eros envía carta embrujada.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 117


HOY…TE QUIERO TODAVIA Esta noche te quiero todavía. Hoy te quiero todavía. Amo tu pasado de jazmines amo tu vientre decorado de esperas donde marchita duerme tu flor tu rosa fresca alivio de mis ansias esplendor de ilusiones. Soy prisionero aún de tu fuego volcánico sin límites calcinado en tu juego muriendo en tu ribera. Beso la tierra húmeda que engendró tu presencia. Estoy aquí sin mí sin ser sin voz sin luz.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 118


Oscura niebla envuelta en tu figura grácil asiéndome a tus pies a tu recuerdo vivo desespero espero como un lobo aullándole a la luna me descubro llorando tu ausencia desmedida.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 119


MUJER Mujer tienes la gracia de una gacela dulce eres como la ambrosia tienes burbujas de amor en tu mirada sueño la sinfonía del mar tempestuoso ligero arpegio de baladas es tu cuerpo confeso. Transitas por la mística acariciando estrellas y te vas al encuentro de los magos que iluminan cada noche tu colmena. Maga del imperio de las ninfas te busco en cada hora caminando mi vida te espero en mi ventana te añoro te suspiro ansiando que tengas para mí un quizás todavía del amor escondido que espera en la quimera del sol en la plateada sombra de la luna vacilante y esquiva.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 120


ALMA DE PRIMAVERA Podrán encerrar mi cuerpo en esta celda en tinieblas más nunca podrán tener mi alma de primavera. La habitan flores silvestres jazmines rosas claveles alondras y cardenales golondrinas y jilgueros. Las sombras que me persiguen en esta celda siniestra jamás lograrán vencer la antorcha que las supera. Carcelero no te alegres por tenerme en este encierro. No hay barrotes que limiten mi alma de primavera.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 121


CIRCULO PERFECTO Círculo perfecto la contienda tiene veinticuatro tiempos. Entro desde el cuerpo inicial hasta los huesos de la historia. Salgo frío solo maloliente hacia la incertidumbre gris de la tormenta. Cruza la luz y la sombra vieja una cortina de vidrieras rotas. Pedazos contornos escudos emergen del vientre de la memoria. Continuos espacios giratorios círculos errantes vigilantes corriendo tras las sombras. Partido jugado en dos tiempos la vida y la muerte gozando su suerte.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 122


Vida muerte círculo abierto horas minutos invierno infierno. Solo perdido airoso encuentro la prohibida fruta de la siembra que llevo conmigo hasta el cielo. Círculo perfecto inicio del tiempo fin del complemento.

NO PUDISTE SER LIBRE Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 123


No pudiste ser libre mente absorta en la ruta segura no la incierta. Mediste cada paso metro a metro. No pudiste despegar el vuelo. Con tus pies adosados a la tierra anclados con cadenas no avistaste la puerta que se abría para mostrarte que el sol siempre existía. Así a ras del suelo tu alma vieja se durmió entre las redes de tus días y te quedaste solo con tu sueño porque tus alas rotas te ceñían. No pudiste conocer la borda de los principios de la Historia cuando los hombres peleaban por el fuego pues la tinieblas les mordían las horas. Ese fuego intestino de memoria buscado eternamente por el hombre no permite que se seque el alma virgen y nos sella el corazón porque ha existido.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 124


Así a ras del suelo tú viviste sin que se enciendan chispas en tu noche. Moriste sin saber de las pasiones frío como la nieve tu carruaje se extingue.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 125


PROHIBIDA LA RAZON Y LA RUTINA Tengo prohibido amarte con medida prohibida la razón y la rutina. La táctica de hacer que esto resulte es conocerte pronto en tus momentos de dulzura de tiempo de susurros de caricias sedientas de mi libro. Un libro que está en blanco todavía y en mi tiempo y tu tiempo será escrito con mis manos de gozo con tus manos de luces con mi boca de mieles con tu boca de dulces. Con las alas de amores desplegadas al cielo escribiremos juntos un glorioso concierto. Compone en este libro tus pasiones digita cada nota sin premura eleva mi conciencia hasta la luna desciéndeme vibrando en tus corcheas reposa en tu fuente de silencios finaliza esta página con las fusas semifusas corcheas blancas negras combinadas con tiempo sin medida. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 126


CAMPANAS AL VIENTO Con campanas al viento he vuelto esta mañana a descubrir mi vientre mi duende mi santuario. Escucha como tañen las campanas del cielo porque las marquesinas de mi pecho se encienden. Hay una fiesta en puerta con trinos de una alondra mi cuerpo gira y gira con vuelos de gaviotas. Es mar violento y ruge mi boca entre tu boca y los lobos aúllan reflejando esta ronda. Deambulan por mi casa mariposas nocturnas sorprendidas del fuego de mis sábanas blancas. Testimonian la muerte de la vida vencida que renace en el juego de una red de suspiros. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 127


PERSIGUIENDO UNA QUIMERA Cuánto tiempo reservando entre mis puños el calor de tu presencia de tus manos sensitivas reconociendo mi cuerpo sintiendo entre mis caderas el calor de tu apetencia. Han pasado muchos años desde que te vi partir y muchos hombres llegaron a entibiar mi pobre lecho sin calentarlo siquiera. La marca de tus pasiones ensombrecía el encuentro. Recordaré ese momento que extraviamos nuestros sueños. Persiguiendo una quimera teniéndola entre las manos dejamos que ella se vuele y nos quedaron las palmas con unas plumillas blancas sagradas como el recuerdo.

Beatriz Ojeda

CALLA Antología Poética

Página 128


Calla no dejes de subir por mis colinas no aplaces el momento del encuentro con tu verbo selecto. Calla haz que las cuerdas de mi espalda se expandan indulgentes suspirando con tus manos sedientas. Calla desliza por mi vuelo de palomas esa fruta prohibida exhibiendo tu promesa agraciada. Calla no ahuyentes a la mística que lleva mis afanes implorando estallar en tu hoguera. Calla que ya ingresa la aurora con su traje de fiesta anunciando la ignición del paraíso.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 129


SOY SIERVA DE TU EMBLEMA Me estás amando desde ayer desde hoy desde la tierra ignota de tu centro conmovido esgrimido en tiempo de victoria. Me inventas me reinventas me desnudas me sacudes en viajes insolentes. Y yo me regodeo con tus manos en mí en lo que es cierto lo que es un viento huracanado presagiando un desenlace descubierto en el abismo al que desciendo. Allí yo me alimento de tus ecos gemidos gritados explotados en impiadosas potestades. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 130


Abusos aguerridos pertrechados de metrallas artimañas estrategias que deslumbran mi cabaña exasperada. Me atrapas me conquistas regándome de lluvia goteando sus emblemas izando su bandera en este territorio que entrega su designio a tu vertiente. Soy sierva de tu sello entronizado incuestionado que lleva mi batalla desahuciada derrotada en esta embriagadora sustancia de tu océano. Soy sierva de tu emblema que lleva mi locura apasionada al fin del universo.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 131


HOY TE PUEDO Hoy te puedo te usurpo te despojo de todo lo que tienes. Te veo delirar atado sometido permitiendo mis ataques de deseo. Hoy te abrumo te codicio te alimento de flores encendidas. Te veo despertar abierto expuesto implorando mi viaje aventurero. Hoy te abrazo te incinero te elevo agotando tu río turbulento. Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 132


INVÍTAME A TU EXCESO Invítame a tu exceso de pasiones mojadas de deseo colmadas de licores licenciosos. Invítame a tu danza glamorosa incitante hechizante que me lleve al suspenso esperando que aflore debajo de tus velos tu piel desesperada ambiciosa afanosa de besos ampulosos. Invítame a ingresar en tus anhelos conviérteme en tu siervo que voy a deleitarme en cada pétalo con toda mi apetencia de milenios por entrar en tu espacio exacerbado acontecido librando las albricias retenidas.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 133


SIÉMBRAME DE MIELES Siémbrame de mieles en tus ratos libres siémbrame la espalda con tus manos tibias déjame inspirarte déjame tomarte cuando mis montículos agiten sus brotes y mi enredadera queme sus hilachas. Siempre que te turbe la sangre en tu río deja que se calme en mis brazos tibios cólmame de frutos cólmame de arrojo verás que tu suelo se eleva desnudo gozando del viaje que yo te procuro. Bórdame de besos todos los diseños no apartes tus labios de mi piel de fuego líbame mi néctar líbame mi sal consúmeme el cielo que has bordado ya transfiere mi alma a la eternidad.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 134


YO TE PIDO UNA GALAXIA Yo te pido una galaxia donde encontrar mil estrellas para jugar en la noche con los ojos del lucero. Yo te daré mi Afrodita mi manjar de aventurera y mi gozo de intervalos harán un patio tu espera. Yo te pido una marea de entradas al universo lameré tu miel de oro con la espuma del océano. Yo te daré mi asonada de juguetones accesos y tendrás una guirnalda de soberano perpetuo. Yo te pido tu caballo fuego de sol y cometas para que cruces mi prado con licencia de rapsoda. Yo te daré una alborada de mil gritos de deseo y subida a tu caballo dominaré tus guerreros Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 135


UNA MUJER SIN TIEMPO Mi voz es la que tiene una trompeta azul. La que suena a clarín cuando tú llegas y cantando mi amor te voy diciendo que soy una mujer sin tiempo. Soy yo un tú un mí un todo para volar contigo a otras esferas y madurando las uvas haremos vino dulce para beber los dos la misma vida el mismo somos coronando una primicia de perpetuos.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 136


LUJURIA DE BESOS Cuerpos cubiertos de humo de estrellas cuerpos posando en el cielo rastreando los vuelos de blancas gaviotas que vuelven al suelo. Cuerpos de amores hambrientos lujuria de besos concierto de esperas gimientes abriendo las puertas del hueco que acune en su seno el brillo maestro de dos animales sedientos que sienten la vida con diez llamaradas de asiento

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 137


Tercera Parte Estos son algunos de los poemas de Beatriz Ojeda montados sobre fotografías, una práctica muy extendida en las redes sociales. Todos los creados por ella, darían para otra publicación, así que ofrecemos un pequeño resumen como muestra.

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 138


Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 139


Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 140


Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 141


Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 142


Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 143


Epílogo Beatriz Ojeda, es un ejemplo de dedicación al cultivo de las letras y la pasión por escribir que algunas personas llevan en su interior. Mujer madura que acumula largos años de vivencias afectivas desgranadas verso a verso en sus poemas ha creado una obra que servirá de referencia a otros poetas, por su buen hacer y su exquisito gusto. Hemos querido recopilar su obra dispersa en la red para disfrutarla en un libro que trascienda a la autora y que perdure en el tiempo para deleite de las futuras generaciones.

Beatriz Ojeda

Beatriz Ojeda

Antología Poética

Página 144


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.