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Bono y Abono

19/12/2012 José Bono, plantó cara en su día a Carme Chacón diciéndole aquello de que “un Estado federal asimétrico es como querer un cura ateo o nieve blanca”

Euzkadi, va a brindar atención a los emigrantes, mientras el resto del Estado se la va a negar por imperativo legal del Gobierno del PP. La simetría o asimetría pertenece al campo de la geometría, no al de la política, donde todos somos iguales ante la Ley, pero unos más iguales que otros, así el señor Bono es más importante que el ciudadano Manuel, y el ciudadano Manuel no va a ser tratado de igual forma que el señor José Bono, ni ante los tribunales ni en el quirófano, pueden tenerlo por seguro mis lectores.

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La ley de Montes de Mano común de Galicia, nada tiene que ver con otras legislaciones del Estado en la materia, la Ley de aguas de Valencia nada tiene que ver con otras legislaciones del Estado en la materia, los Cabildos canarios nada tienen que ver con las Diputaciones… podríamos enumerar unos cuantos ejemplos de asimetría administrativa, legislativa e incluso judicial que existen en el Estado Español desde hace siglos. La historia de los pueblos de España está repleta de asimetrías, la más significativa de ellas precisamente es la que más se ha ocultado y manipulado, los fueros vascos y navarros. Los reinos (hoy pueblos) que componen el Estado español, han mantenido a lo largo de los siglos sus privilegios y sus diferentes identidades con respecto del resto de pueblos (antes reinos) que admitieron en su día que un rey (hoy Estado) administrara la guerra y algunos tributos a fin de garantizar la paz y la convivencia entre ellos. Desde Isabel (La Católica), casada con su primo Fernando (de Aragón), arrecian los intentos por imponer desde esa “administración delegada”, de lo que se conoció a partir de entonces como España, una política centralista impositiva, no solo de tributos, sino de idioma (el Castellano), de leyes, de religión (la Católica) y de forma de gobierno, entre otras.

Le gusta más una cámara, que un caramelo a un niño

El señor Bono como buen castellano, es heredero de ese espíritu que cantaban los fascistas en las escuelas y colegios de curas y monjas donde se separaban a los niños de las niñas para que cada uno aprendiera su rol por separado, el de ellos mandar, gobernar y hacer la guerra, el de ellas ser amas de casa sumisas obedientes y religiosas. A buen seguro el señor Bono formaría un buen dúo con el señor Wert, algo que cada día veo más cercano, de seguir su partido por estos derroteros. Las expresiones del señor Bono suelen ser castizas y repelentes, por eso es el barón del PSOE más cotizado en los medios de comunicación de la derecha españolista y en la prensa del corazón. El pasado mes de Septiembre se atrevió con una genial frase de su prestigiosa mente como politólogo, cuando llegó a decir que la Constitución se puede cambiar, pero no a golpes ni a huevazos, en clara alusión a la propuesta de sus compañeros catalanes. El golpe lo ha dado el PP con sus recortes, un Golpe de Estado de los que se viene sucediendo a lo largo de esta década prodigiosa apadrinada por el Capitalismo Salvaje.

Huevazos, son los que tienen los sufridores ciudadanos, entre los que incluyo a los militantes de base del PSOE, las medidas del gobierno y por encima las tonterías del señor Bono.

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