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Tenochtitlan
Cantares mexicanos
Orgullosa de si misma Se levanta la Ciudad de México-Tenochtitlan Aquí nadie teme a la muerte en la guerra Ésta es nuestra gloria. Éste es tu mandato.
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¡Oh, dador de la vida! Tenedlo presente, oh príncipes, No lo olvidéis.
¿Quién podrá sitiar a Tenochtitlan? ¿Quién podrá conmover los cimientos del cielo? Con nuestras flechas, con nuestros escudos, Está existiendo la ciudad. ¡México – Tenochtitlan subsiste!
“La Historia de las mujeres es indispensable y básica para lograr la emancipación de la mujer” —Gerda Lerner
Por: Tania Romero López, profesora del
área Histórico Social
El 13 de agosto de 1521 es una fecha simbólica qué tradicionalmente ha sido utilizada para marcar el fin de una época, pero la historia no se trata de nombres, fechas y datos, sino de procesos. Por ello las conmemoraciones pueden funcionar como pretextos para establecer un diálogo entre distintas visiones y formas de interpretar la historia, repensar las fuentes a la luz del presente y así romper con la idea de que esta fecha marca el fin del mundo indígena, porque no es así.
Entender la complejidad de los procesos históricos, requiere de una visión integral, en este sentido, la historia de las mujeres ha abierto un camino a nuevas preguntas que rompen con la visión masculinizada donde los hombres (blancos) son los sujetos principales, que las situaba como un grupo olvidado, excluido y marginado. La categoría de género para el estudio de la historia permite proyectarlas como referentes esenciales del orden social, como sujetos históricos y protagonistas de la historia viva.
Como referente de las mujeres españolas durante la conquista encontramos a María de Estrada, soldado de Cortés, entre otras de quienes se sigue indagando pues existen pocos o nulos referentes, pues será hasta culminada la conquista militar que se observarán la llegada de mayor número de mujeres españolas a este territorio.
Por el lado indígena las mujeres juegan un papel de suma importancia como mediadoras culturales, Malintzin y Tecuichpo, son un ejemplo de ello, por mencionar algunas.
En el 2016 la historiadora estadounidense Camilla Townsend, realizó una excelente biografía de Malintzin, donde señala su importancia como pieza clave, pues al fungir como traductora y consejera, fue puente entre culturas, esencial para el desarrollo de la conquista.
En el discurso tradicional, lo anterior se ve opacado, por un lado, por la idea de su supuesto enamoramiento hacia Cortes, el cual en realidad responde a una idealización del hombre blanco como gran seductor, lamentable concepción que avala la idea de la mujer sometida al varón. En contraparte, el historiador Federico Navarrete, resalta que Malintzin aparece en algunas imágenes con el pelo suelto, lo cual la identificaría con autoridad por su sexualidad femenina y al ser un tipo de “trabajadora sexual mesoamericana” detentaba un cierto poder sobre el propio Cortés.
Por otro lado, a Malitzin se le imputa el estigma de traidora, que parte de la idea errónea de que Mesoamérica era una nación y que existía una conformación homogénea en sus habitantes cuando en realidad existían diversos y, en cierta medida, enfrentados grupos indígenas que habitaban este territorio. El término malinchismo, que alude a la preferencia de lo extranjero en detrimento de lo nacional, es prueba de esa
Malintzin Tecuichpo
falsa idea de traición que se reproduce relatos como el Laberinto de la Soledad de Octavio Paz. Como indica Martínez Baracs, ella no traicionó a nadie, se eligió a ella misma dentro de las más difíciles circunstancias.
A la luz de los hallazgos actuales, tras ejercicios de revisión de las fuentes visuales y escritas de la época, se puede comprender que las mujeres indígenas eran quienes daban de comer, cuidaban y velaban por los españoles que se enfrentaron al nuevo continente, fueron quienes introdujeron a los españoles a la vida en Mesoamérica.
Debemos entender el contexto del siglo XVI, no existía un interés de hacer registro y seguimiento de las mujeres que participaron en la Conquista, la falta de datos tan elementales como sus nombres, hace que nuestro conocimiento de ellas se reduzca aquellas pertenecían a la elite gobernante o bien por testimonios que dan cuenta de sus atributos y acciones, esto aunado al desinterés de los historiadores por investigar al respecto, había contribuido a perpetrar esta invisibilización de las mujeres en los procesos históricos, lo cual afortunadamente ha cambiado en los últimos años, cuando historiadores y principalmente historiadoras se han dado a la tareas de indagar al respecto, formulando nuevas metodologías, acercamientos, preguntas, revisando diversidad de fuentes, y un largo etcétera.
Urge que nuestro Colegio, a 50 años de haberse formado, se sume a la enseñanza-aprendizaje de una historia nacional con un enfoque más integral y abierto a las nuevas interpretaciones de nuestro pasado. Te invito a que te sumes a esta conmemoración y revises las iniciativas de diversos institutos y dependencias de nuestra universidad como “noticonquista” para seguir informándote respecto a éste y otros tópicos fundamentales a la conformación de nuestra historia nacional.
Formar nuestro espíritu crítico y abierto sigue siendo prioridad en la virtualidad. Descubre lo fascinante que es nuestra historia nacional cuando le hacemos preguntas distintas a las que tradicionalmente hemos estudiado.