Es indudable la importancia que las nuevas tecnologías han desarrollado en los diversos ámbitos de la actividad humana. Por supuesto los archivos no son la excepción y la aplicación de éstas ha venido a revolucionar los diversos procedimientos archivísticos para su conservación, organización, descripción,
servicio y difusión. En algunos casos, los nuevos sistemas han trastocado los principios archivísticos, sobre todo, cuando éstos no son lo suficientemente sólidos en las instituciones.