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El abuelo ausente
Oscar Bahena López
El abuelo ausente, aquel que llegó primero a verme cuando llegué a este mundo como recuerdo a ese abuelo ausente que sonreía al verme llegar.
El abuelo ausente, que me tuvo en sus brazos fuertes hasta hacerme dormir ese señor alto como secuoya y fuerte como roble.
Ese hombre con voz retumbante que a todos hacía callar, Y que yo, y solo yo, lo callaba a él.
Hombre de cabello canoso que tantas historias me contó señor de señores que me recibía con los brazos abiertos ¡Hay de ese gran maestro de profesión y vocación!
¡Ay si lo pudieran ustedes ver, como yo lo vi! tan perfecto para mí, tan correcto, tan abuelo mi abuelo, que nunca me pudo ver con zapatos viejos Él podía tenerlos, pero yo no.
Jugando conmigo como otro niño más
¡ ay si lo pudieran ver como yo lo vi!
¡ ay si te pudieran ver como yo te vi!
Mi abuelo, mi señor, Don Antonio.
Y... Las risas quedaron al recuerdo porque cayeron tus brazos, porque cayeron tus ojos porque te ibas, mientras mi corazón se destruía.
Tú me enseñaste a llorar por caer pero también a levantarme
Me mostraste a ser honrado, y como no ser un hombre de bien si vengo de un hombre de bien si mi abuelo y mi padre son de buena madera mi abuelo ausente, no, no te extraño, te recuerdo.
Porque extrañar es dolor y el recuerdo es vivir.
Viviré de acuerdo a lo que me enseñaste; viviré y creceré de acuerdo a lo que me heredaste.
Voy a seguir tus pasos mi abuelo; Porque si te vieran como yo te vi tan imponente, tan poderoso, nada era imposible, nada malo podía pasar mi muy querido abuelo.
Ausente y tan presente. Ausente porque no te veo, porque no te huelo, porque tu voz no suena más en mi pecho. Presente, sí porque reiré como tú reirías
Y sí, mi querido abuelo ausente, seré un hombre fuerte, un hombre honesto, un hombre como tú.
¡pero si te pudieran ver como yo te vi! esa voz, esa sonrisa, esas ganas de vivir mis raíces, mis bases, mi porqué y mi para qué ¿por qué sabes una cosa?
¡Ay mi abuelo, mi querido abuelo!
Aún te huelo en el periódico que solías leer te veo, en el rostro de mi padre.
¿Qué cómo valoro esas experiencias con aquellas personas que dejaron huella en mi vida?
Las valoro tanto que yo prometo que orgulloso te sentirás del hombre que llegaré a ser, porque lucharé por ser como tú y mi padre.