Discos y otras pastas 80(octubre2017)

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DISCOS Y OTRAS PASTAS www.otraspastas.blogspot.com AÑO 11 NÚMERO 80

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OCTUBRE 2017

Un hombre con quien remontar el río

TOM PETTY (1950 - 2017) Todos tenemos nuestro momento roquero favorito, un instante que quisiéramos eternizar. Para muchos, los Traveling Wilburys encarnaron esa burbuja en el tiempo. La banda con la que hubiéramos querido salir de gira toda la vida. La utopía de los Grateful Dead y sus Deadheads. Entre los Traveling Wilburys, el supergrupo al que cualquier superlativo le queda chico, era fácil identificarse con el más joven. Es que Tom Petty, a esa altura un músico ya consagrado, parecía un niño cumpliendo el sueño de tocar con sus héroes. Cuando dejó este mundo hace unas pocas semanas, a punto de cumplir 67 años y cerrando el tour por los cuarenta años de los Heartbrakers, seguía exudando ese mismo entusiasmo juvenil.

Heartbreakers, su banda definitiva. En cualquier caso, Mike Campbell y Benmont Tench seguirían siendo sus socios hasta el último escenario. Desde entonces, y hasta sellar su sociedad con los Wilburys, Tom Petty tendría tiempo para dar forma a un cancionero fundamental para la cultura rock. The Heartbrakers se acostumbraron a ser vistos como una banda de y para América, aunque su primer reconocimiento lo tuvieron en Inglaterra, de la que sin saberlo se despidieron este año con un glorioso concierto en Hyde Park. Seguramente, su “localismo” tuvo que ver con la precisión para pintar escenas de la misma América profunda que recorrían en sus interminables giras. Otra vez la sombra de los Grateful Dead proyectándose como un designio.

Tom Petty apareció en escena a mediados de los setenta, justo cuando el futuro del Rock and Roll quedaba en manos de Bruce Springsteen. Tom había dejado atrás Mudcrutch, un proyecto que retomaría tres décadas más tarde, para dar lugar a The

Desde un comienzo, la genealogía musical de Petty quedó asociada a la decisiva ascendencia de The Byrds, y de un Roger McGuinn de cuyo timbre de voz es imposible desligarlo. Sin embargo, el sonido estaba 1


(rol de backing band que ya habían cumplido para Del Shannon en Drop Down and Get Me). Detrás de la consola estaba Rick Rubin, el mismo genial productor que lo había conducido hacia Wildflowers, un disco que el propio Petty se veía incapaz de igualar. La colaboración con Cash se extendería hasta 2000. Ese año Petty cumplió medio siglo de vida y el día de su aniversario el viejo Johnny le envió una carta que cabía en el envoltorio de un dulce: “Eres un buen hombre con quien remontar el río”. Casi una beatificación, viniendo de quien venía.

matizado por el clásico riff stone y con el inevitable filtro “new wave” propio de la época. Claro que la presencia y la amistad de Dylan también aportaron lo suyo.

En el nuevo milenio, llegaría otro disco solista (Highway Companion), tres más con los Heartbreakers y el rescate de Mudcrutch a través de dos discos esenciales. Petty había previsto el 2017 como un año celebratorio enteramente dedicado al “40th Anniversary Tour”. Así fue. Solo quedaron pendientes para el próximo noviembre un par de shows en New York, que finalmente estaría por afrontar en solitario su viejo escudero Benmont Tench.

Los Travelling Wilburys tuvieron una vida breve (1988-1990), pero suficientemente intensa como para definir un sonido que perduró en una serie de colaboraciones entre sus integrantes (en esos años Petty participó de Mistery Girl de Roy Orbison, ‘Cheer Down’ de George Harrison, Work it Out de Jim Horn, y Armchair Theatre de Jeff Lynne). Bajo esa misma influencia, Tom amplió su grupo de pertenencia sumando a Roger McGuinn (Back From Rio) y Del Shannon (Rock On!), además de integrar a Ringo Starr y Carl Wilson como colaboradores de sus propios discos. Fue entonces cuando alcanzó la que probablemente sea su más alta cota de inspiración, registrando algunas de sus obras más logradas, ya sea en solitario (Full Moon Fever y Wildflowers) como con The Heartbreakers (Into de Great Wide Open), pero siempre de la mano de los omnipresentes Campbell y Tench. Su coronación llegaría sin dudas en 1995, cuando con The Heartbreakers se convierten en la banda de Johnny Cash para grabar American II y American III DISCOS Y OTRAS PASTAS

En esta era digital, todos hubiéramos querido dar más cuerda a su reloj. Nos queda el ingenuo consuelo de imaginar que fiel a nuestro deseo de cristalizar para siempre la entrañable imagen de los Wilburys, Tom sólo se despidió por un tiempo para reunir a la banda de nuestros sueños. El chiste deja de ser gracioso cuando, como en la última novela de Don Delillo ("Cero K"), el que se congela para preservarse goza de buena salud. Después de todo, la inmortalidad tampoco tiene gracia. Ahí está la sentencia wagneriana para confirmarlo “si tuviéramos la vida, no necesitaríamos del Arte. El Arte comienza justo donde termina la Vida”.

JORGE CAÑADA 2

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¿PARA QUÉ SIRVE LA CRÍTICA DE CINE? ESCRIBE: ÓSCAR CONTRERAS

Francia y en los Estados Unidos, el crítico de cine se convirtió en un personaje influyente y reconocible. De hecho, los críticos franceses se agremiaron, siendo consecuentes con la tradición de los diarios más prestigiosos de ese país, con el prestigio de publicaciones especializadas como Cahiers du Cinéma y Positif y teniendo en cuenta que la cinefilia francesa -extendida, exigente y cultarequería textos cada vez más rigurosos. Pero la crítica de cine, el oficio del siglo XX, hoy está refundido o desaparecido por varias razones, lo que resulta lamentable por cierto. Pero, a contravía de esa realidad, corresponde indicar que un crítico de cine no es un ser protervo, despechado, caprichoso o un eunuco, como se acostumbra decir de modo socarrón y no sin ignorancia, porque dicen que el crítico, como el eunuco, sabe cómo hacerlo pero no puede hacerlo.

Algunas personas, externas a la crítica de cine, dicen: "Cómo es posible que seas tan duro con esa película peruana; no apoyas el cine nacional; y encima ¡El director es tu amigo!" A ver, número uno, la crítica de cine no es personal, es sobre la película. La película como objeto artístico. De manera que resulta irrelevante si el cineasta es amigo o enemigo, de Derechas o de Izquierdas, un delincuente o un prohombre, un connacional o un extranjero. La crítica de cine es un ejercicio de subjetividad, es el punto de vista de una persona con más horas de vuelo viendo cine, analizándolo y que tiene el talento para argumentar -de manera efectiva, sintética, sesuda, minuciosa y amena- a favor o en contra de una película, sobre sus virtudes (expresivas, narrativas y dramáticas) y sobre sus desaciertos. Situándola en el contexto del cine nacional o mundial. Y, lo más importante de todo, el crítico comparte con el lector -o con el oyente o con el televidenteuna mirada fundamentada que le permita a este último apreciar o comprender la película de manera distinta. Un crítico de cine es menos importante de lo que se cree. Quizá en algún momento, en los años cincuenta, sesenta o setenta, en DISCOS Y OTRAS PASTAS

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Y en realidad, esa es la frase del inseguro, del mediocre, del que en el fondo tiene pánico de que "le quiten a la mujer y otro la haga suya"; es la actitud del director o del amigo del director que se siente intimidado y no admite la argumentación como un ejercicio de liberalidad, como una expresión de ciudadanía. Un crítico de cine tiene su lugar y debe mantener su lugar. No es un bocón ni pretende decirle a un director qué hacer. Tampoco es un director frustrado que quiere incursionar en la realización "metiendo su cuchara". Truffaut decía que los ciudadanos se sienten empoderados para opinar sobre política y cine. No debe olvidarse que el crítico argumenta, dirige una mirada sustentada y la comparte con los lectores. Nada más. OCTUBRE 2017


JUKEBOX DESDE EL OTRO LADO

ESCRIBE: CONX MOYA

ENCORE TRASATLÁNTICO: UNA ANTOLOGÍA QUE CELEBRA EL ROCK DE MÉXICO Y ESPAÑA La literatura es

las otras dos antologías anteriores. Así, cada cuento se acompaña de su correspondient e ilustración. Marino Masazucra, Karina Vargas (autora además del cuento que ilustra), Miguel Ángel Platón o Erik García Ponce, son algunos de los ilustradores que con su buen hacer engrandecen nuestras historias. El libro, que trata de romper ese “muro de agua” que separa ambos lados del Atlántico, destaca por la variedad de estilos y artistas que abarca, gracias a la libertad que nos ha dado Pedro Escobar a la hora de crear nuestros relatos e ilustraciones y de elegir a las bandas. Para combatir la soledad del escritor, nada mejor que el intercambio entre disciplinas, creadores y lectores. Eso es, en definitiva, nuestro “Encore Trasatlántico”.

una actividad solitaria. Pero a veces te ofrece la oportunidad de participar en un proyecto que combina las cosas que más te gustan. Así acometí con enorme ilusión la invitación del editor independiente mexicano Pedro Escobar a colaborar en la antología de narrativa rock “Encore Trasatlántico”, una obra coral que me ha dado la oportunidad de participar en un libro donde se combina la música, la escritura y la ilustración. Dice Pedro Escobar que “imaginar es un acto de rebeldía y dos de sus expresiones más puras, la literatura y la música rock, son herramientas elementales para rebelarse a la realidad de tiempos violentos, llenos de fanatismo e intolerancia”. Defendemos la narrativa rock porque sin duda la música inspira historias y al mismo tiempo la literatura influye en la música. “Cuántos de nosotros hemos tenido una historia a partir de un concierto; cuántos de nosotros hemos dedicado una canción o hecho una playlist para alguien; cuántas veces hemos pensado esta canción habla de mí, habla sobre mi vida”, afirma Pedro. Hay canciones que encierran maravillosas historias en poco más de tres minutos. Hay maravillosos letristas en el mundo del rock, auténticos poetas y narradores. Todo ese poso se nota inevitablemente en nuestros relatos. “Encore Trasatlántico” es, según el editor y autor de uno de los cuentos Pedro Escobar, “un ejercicio lúdico de imaginación colectiva, pero también una muestra de que la música y el arte nos dan armas para reconocer nuestras similitudes y tolerar nuestras diferencias”.

Esta antología cuenta con veintiún relatos inspirados en la vida y obra de conocidas bandas de México y España, como Maldita Vecindad, Vetusta Morla, Radio Futura, Café Tacvba, Tino Casal, Camarón de la Isla, Joaquín Sabina, Alaska y Dinarama, Hombres G, El Luto del Rey Cuervo, Botellita de Jerez o Fermín Muguruza. Autores españoles: Conchi Moya, Juan Pablo Rovira, Eduardo Guillot y Pepo Márquez. Autores mexicanos: Édgar Omar Avilés, Francisco Haghenbeck, Alberto Chimal, Isaí Moreno, Alejandro Mancilla, Pedro Escobar, José Luis Zárate, Carlos A. Ramírez, Alejandro González Castillo, Jacobo Vázquez, Juan Carlos Hidalgo, Pilar Ortega, Luis Membrillo, Karina Vargas, José Antonio Sánchez Cetina, Armando VegaGil, Raquel Castro y Enrique Blanc. Se puede adquirir en: https://www.kichink.com/buy/1390118/resonanciamag/enc ore-trasatlantico-2017

“Encore Trasatlántico” mantiene la vocación de mezclar diferentes disciplinas presente en DISCOS Y OTRAS PASTAS

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A un año del DESERT TRIP (7 al 9 y 14 al 16 de octubre de 2016)

LOS VIEJOS ROQUEROS NUNCA MUEREN ESCRIBE: HENRY A. FLORES la canción grité con todas mi fuerzas: “I love you Neil!”, desatando las risas en algunos de los presentes, incluso algunos viejos hippies sesentones con sus pipas de vidrio llenas de marihuana me miraban raro, quizás diciéndose para sus adentros: “yo también quiero esa droga”.

Si a Rogelio, Yolanda, Gaby, Ernesto y yo nos preguntaran cuál ha sido el mejor festival musical de nuestras vidas, estoy seguro que al unísono responderíamos: el Desert Trip o el cariñosamente llamado “Oldchella”. En este mes se cumple un año de aquel irrepetible evento que reunió por dos semanas a seis de los mayores y más trascedentes dinosaurios de la música popular.

Mientras regresábamos a casa, agotados pero felices, recorriendo “los caminos de la América profunda”, y luego entre aviones, elaboramos nuestro ranking de las performances que más nos habían gustado y todos coincidimos en que el absoluto ganador era Neil Young y en sexto lugar The Rolling Stones. En cuanto a The Who, Paul McCartney, Roger Waters y Bob Dylan, el orden fue variando según nuestros corazoncitos.

Haciendo memoria de los conciertos, es imposible no mezclarlos con las anécdotas del viaje. Como cuando mandé un mensaje al grupo, recién amaneciendo el jueves 13, con la noticia de que a Bob Dylan le acababan de dar el premio Nobel de Literatura. Cuenta Yola que cuando leyeron mi mensaje, ella y Rogelio se abrazaron, aún en la cama, totalmente alegres y emocionados por el galardón al amado ídolo de la pequeña familia. O aquella segunda fecha del festival, cuando me puse eufórico -nivel dios- al ver cómo Neil Young le sacaba la mierda a su guitarra en “Rockin’ in the Free World”. Yo no paraba de saltar y al terminar

Como una manera de evocar y celebrar el Desert Trip, líneas abajo se reproducen nuestras primeras impresiones de cada concierto, lo que publicamos en redes sociales el inge Rogelio y yo apenas terminado cada show o a la mañana siguiente mientras se desayunaba. Las temperaturas exactas de nuestras almas afiebradas por el rock n´ roll.

Viernes 14 de octubre de 2016

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BOB DYLAN Y cuando desperté, los dinosaurios estaban allí. Sobre el escenario del Desert Trip un Dylan parco e inspirado nos entregó un repertorio en el que se dieron cita los clásicos (‘Rainy Day Women’, ‘It's All Over Night Baby Blue’, ‘Ballad of a Thin Man’, ‘Desolation OCTUBRE 2017


tiempos están y siguen cambiando. God bless you, Bob! (Henry A. Flores) THE ROLLING STONES Las Piedras Rodantes salieron a arrasar con todo. Y nosotros, los melómanos felices e irredentos, disfrutamos de una performance vibrante y vital de principio a fin. El cierre perfecto para la primera noche. ¡Y vamos por más! Row’), las composiciones que nacieron del dolor afectivo (‘Tangle Up In Blue’, ‘Simple Twist of Fate’) o que proclamaron el triunfo sobre la enfermedad y su reafirmación de vida (‘Love Sick’) y sus expresiones más recientes como la vital ‘Pay in Blood’ o la melancólica ‘Soon After Midnight’. El encore fue, sin duda, una muestra de cuán feliz se sintió Dylan en el escenario: un ‘Like a Rolling Stone’ estupendo, vibrante, al que volvió -como haciendo un guiño cómplice a sus seguidores- después de mucho tiempo, para nuestra sorpresa, y un pequeño y sentido homenaje a su admirado Sinatra: ‘Why Try to Change Me Now’. Estamos ante un Dylan vigente e imprescindible. El artista bien amado sigue en el camino. Y nosotros felices de haberlo visto una vez más, en un concierto histórico: uno de los primeros multitudinario y fuera de su circuito programado- que da luego del Nobel ganado. (Rogelio Llanos)

Entre fuegos artificiales y una parafernalia electrónica que incluyó unas imágenes impresionantes del desierto incendiándose en medio de explosiones de luz y sonidos aparecieron los Stones y un potente “Jumpin' Jack Flash”. La descarga de sonidos, que convocaron a la emoción, el grito y la danza no dio paso a la tregua en momento alguno. El “Satisfaction”, en medio de fuegos artificiales, puso el punto final a un concierto en el que predominaron los clásicos ‘Get Off of My Cloud’, ‘It's Only Rock n’ Roll’, ‘Paint it Black’, ‘Honky Tonk Women’, ‘Gimme Shelter’. Un viernes rodante.

Dylan abrió la segunda semana del Desert Trip con un set list que nos dio en la yema del gusto y con esa voz gastada, a veces cavernosa, pero que aún le sirve para espetar las poderosas letras de sus grandes canciones. En lo personal, escuchar ‘Simple Twist of Fate’ sirvió para abrir de nuevo la herida del rompimiento amoroso y permitirle que me sane en persona. Y reconocer el ‘Tangled up in Blue’ me hizo sentir orgulloso del progreso de mis oídos dylanianos. Todo ello sumado a algunos hits de sus celebrados álbumes 'Highway 61 Revisited' y 'Blonde on Blonde' y un final elegante y nostálgico gracias al homenaje que le hizo a su admirado Frank Sinatra, terminaron por redondear una gran actuación. Es la primera vez que veo a un Nobel de Literatura cantar. La prueba viviente y vigente de que los DISCOS Y OTRAS PASTAS

Sábado 15 de octubre de 2016 NEIL YOUNG and Promise Of The Real Hasta ahora el mejor concierto del Desert Trip: Neil Young con su excelente banda Promise of the Real. Y uno de los mejores conciertos de mi vida. ¿Qué más se le puede pedir a este inmenso genio? Solo que se mantenga con vida y vigente, y con esa energía que lo calcina todo. Canciones acústicas (‘Heart of Gold’, ‘Old Man’, ‘After the Golden Rush’, ‘Long May You Run’), semi acústicas (‘Harverst Moon’, ‘Helpless’), folk añejo (‘Comes a Time’), rock furibundo 6

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(‘Rockin’ in the Free World’, ‘Alabama’, ‘Like a Hurricane’), interminables solos de guitarra que acuchillan (‘Cowgirl in the Sand’) y una banda soporte con jóvenes músicos (la banda de los hijos de Willie Nelson) que se desviven por estar a su altura, ¡y vaya que dan la talla!. Verlo al final saltando en círculos como un jovencito más, celebrando la vida, nos confirma que los viejos roqueros nunca mueren. (Henry A. Flores)

terminó por coronar una inmejorable noche llena de hitos musicales. Es la quinta vez que veo a McCartney. Y que vengan muchas más. (Henry A. Flores) Y subió Paul McCartney al escenario del Desert Trip e hizo lo suyo: cantó y encantó a tiros y troyanos. Arrancó con un vitalísimo ‘A Hard Day's Night’ y concluyó con el nostálgico ‘The End’. En el camino, brindó una amplia selección de su discografía (‘Jet’, ‘Let Me Roll it’, ‘Band on the Run’) con canciones de sus años como Beatles (‘Love Me Do’, ‘Lady Madonna’, ‘Day Tripper’, ‘We Can Work It Out’). Y no faltaron los sentidos homenajes a George Harrison (‘Something’) y a John Lennon (‘Give Peace a Chance’). Pero el momento más emotivo fue cuando invitó al escenario a Neil Young para interpretar juntos ‘A Day in The Life’, ‘Give Peace a Chance’ y ‘Why Don't We Do It in the Road’. El viejo Neil se robó el show: le bastaron unos pocos minutos para electrizar el ambiente rompiendo cuerdas y decibeles. En fin, un lindo concierto donde Paul nos recordó con su canto y el sonido esencial de su banda que los viejos roqueros nunca mueren. (Rogelio Llanos)

Aún sigo emocionado. Neil, a la hora del crepúsculo, nos enterneció con su ‘Heart of Gold’ acústico, nos remontó a los tiempos felices de los ochenta con un ‘Helpless’ nostálgico y, rebelde y rabioso, nos puso en órbita con una descarga de guitarras eléctricas que tuvo como puntos elevadísimos ‘Like a Hurricane’ y ‘Rockin' in the Free World’. Ahora estamos a la espera de McCartney y su set list ya conocido, pero seguimos aún con la adrenalina en la sangre luego del formidable concierto del gran Neil Young y Promise of the Real, una banda de jóvenes músicos que están a la altura de su maestro. Pero sé que McCartney nos va a encantar, una vez más. (Rogelio Llanos) PAUL McCARTNEY Macca cerró la segunda noche del Desert Trip con lo que mejor sabe hacer: ser un genio generoso. Sabe que tiene a la mano el catalogo musical más apreciado, amado y deseado del mundo, y lo aprovecha para hacernos felices con su espectacular show, repasando una parte de lo mejor de la música popular de los últimos cincuenta años. Junto a invitados de lujo como el gigante Neil Young (la versión que hicieron juntos del ‘Why Don't We Do It in the Road' merece una crónica aparte por su magnitud) y la guapa Rihanna ('Four Five Seconds') DISCOS Y OTRAS PASTAS

Domingo 16 de octubre de 2016 THE WHO Pasadas las seis de la tarde, con un sol ya declinante, The Who tomó por asalto el escenario y le prendió fuego con una versión ardiente de ‘I Can't Explain’. Las guitarras rugieron como en sus mejores tiempos. ‘Who Are You?’, ‘The Kids Are alright’ y ‘I Can See For Miles’ no hicieron sino continuar arrasando con todas nuestras defensas. No tuvimos más que rendirnos a la emoción. Pete Townshend, Roger Daltrey y sus 7

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los predios de la experimentación sonora y el arte conceptual. Este cierre, sin embargo, no fue un final cualquiera. Este cierre fue una suerte de ritual, una elaboradísima puesta en escena de un musical cuyo guion fusionó en perfecta armonía la violenta explosión de luces y sonidos, la reflexión filosófica sobre el hombre y su devenir histórico y moral y la desembozada proclama política. Todo ello arropado por una música de aires sinfónicos, envolvente, emotiva. cómplices también se apoderaron de nuestro corazón. Imposible no emocionarse con esta banda que conocimos en nuestra juventud en el Woodstock auroral. Maravilloso concierto. Pete, con su Quadrophenia y su Tommy redondeó este concierto inolvidable. Un apunte personal: fui muy feliz cuando mi hija subida en el asiento y pegada a mi espalda me abrazó y empezó a cantar conmigo, con Pete, con Roger, con todos: "See me, feel me, touch me, heal me... listening to you, I get the music..." La vieja generación, los dinosaurios, se perpetúan en la nueva. Sí, fui muy feliz cantando junto con ella. The Who por siempre. (Rogelio Llanos)

La banda mostró una solidez impactante: guitarras eléctricas de sonidos limpios y precisos, un saxo que recorrió inspirado, una y otra vez, el pentagrama melódico y una sección rítmica imponente, poderosa. Entre las selecciones del Dark Side of the Moon y las de The Wall, Roger Waters y su banda hilvanaron, pues, una hermosa despedida que concluyó con un llamado a la unión y

The Who es una de las mejores bandas para disfrutar en vivo. Iniciaron la última noche del evento combinando un set list de 'greatest hits' con una fuerza explosiva que te hacen dudar de que los que “esperaban morir a los veinticuatro" sean ahora ya unos setentones. Roger Daltrey dio todo de sí, luchó para imponer su voz y salió airoso. En cuanto a Pete Townshend, uno de mis héroes de la guitarra, nos tuvo con el corazón a mil por hora cada vez que disparaba sus atronadores acordes; verlo hacer varias veces su legendaria técnica del aspa de molino fue como nutrirme de la quintaescencia del rock n' roll. ¡Qué bien que roquean estos viejos, carajo! (Henry A. Flores) ROGER WATERS Luego de la emoción desbordada y el furioso sonido guitarrero de The Who, llegó el cierre del Desert Trip con Roger Waters, el viejo bajista y vocalista de aquella banda esencial que naciera a mediados de los sesenta: Pink Floyd. Con Roger Waters se hizo presente el espíritu inmenso de esa banda que rodó por DISCOS Y OTRAS PASTAS

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fraternidad entre los hombres. Por un pequeño momento, con la exaltación al tope, Roger Waters y su banda nos hicieron pensar con optimismo en la posibilidad de triunfo del hombre sobre la estupidez y la ignorancia; por unos cuantos minutos, creímos posible que el ser humano puede levantarse con dignidad para construir un mundo mejor. Fue la magia de la música, fue el hechizo del admirado e interminable Roger Waters. Quizás, porque el mensaje se adentraba en la utopía o, quizás, porque las utopías devienen en mundos totalitarios, es que mientras salía de Coachella, el lugar de los conciertos, en mi mente preferí repasar, más bien, esos versos evocadores, que a mitad del concierto Roger Waters, acústica en mano, nos regaló con un toque sencillo y tierno: “How I wish, how I wish you were here”. (Rogelio Llanos) OCTUBRE 2017


LIBROS

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CARTAS A LUCHTING AUTOR: JULIO RAMÓN RIBEYRO (PERÚ) Estamos antes una selección de las cartas enviadas por Ribeyro a su agente literario Wolfgang Luchting entre 1960 a 1993. Además de detalles contractuales, nos toparemos con problemas domésticos y de salud, laborales y financieros, y sobre la situación política del momento. También hay lugar para la crítica literaria de sus propias obras y ajenas, la génesis de algunos de sus cuentos como “La Insignia” cuyo origen es la crítica a un pariente que daba respuestas oscuras sobre una agrupación de carácter secreto-, sus observaciones agudas en torno a sus colegas y a los personajes de sus propios cuentos, o algunos esbozos de concepciones y autocríticas como su “teoría de la frase” según la cual una obra magistral podría estar hecha de frases simplonas. Muy reveladores son sus propios hallazgos existenciales expuestos con la sinceridad de un hombre que cree estar solo bajo la mirada de su representante literario y no de otras personas que medio siglo después escrutarán sus pensamientos y sentimientos.

HIJO DE JESÚS AUTOR: DENIS JOHNSON (USA) Drogas, accidentes, saltos de tiempo, reverse forward, ¿en qué parte de la novela estamos? Bueno, hay que seguir con cuidado las historias de Denis, te las cuenta sin orden alguno, a veces no se distingue bien la realidad de los sueños o pensamientos. Insiste e insiste, hasta que termina triunfando con este estilo, y el saldo final es muy satisfactorio: historias poderosas, profundas, crudas, con personajes lisiados, deformes, voyeurs pervertidos, drogadictos, todos reflejando a una sociedad enferma en la que vivir así es lo normal, y lo que no está “contaminado” se mira con desconfianza, esperando el momento de su corrosión, perfectamente representada aquí por la joven pareja religiosa que el protagonista espía todas las noches. HENRY A. FLORES

DÍA DE VISITA AUTOR: MARCO AVILÉS (PERÚ) Avilés visita el penal de mujeres Santa Mónica en busca de historias. Historias que parecen inverosímiles, pero perfectamente posibles dentro de aquel universo asfixiante, deprimente, tugurizado y sucio como es la cárcel. Mujeres que no son lesbianas pero que se enamoran de otras porque lucen como hombres, lesbianas que se casan a escondidas, ‘burriers’ hermosas seducidas por hombres maduros, mujeres desesperadas por tener sexo que esperan con ilusión que el fantasma de Mandingo las viole en sus sueños. La realidad supera cualquier ficción. Avilés hace un gran trabajo al mostrar plenamente a sus protagonistas, sabe muy bien que no es necesario intervenir, la clave están en escucharlas con mucha empatía y con gran pericia las traduce en crónicas y testimonios que son un destilado del maravilloso e insondable universo femenino. HENRY A. FLORES

En una de sus últimas misivas nos deja ese certero sabor de la melancólica ironía ribeyriana: "Me di cuenta que la historia de Silvio es mi propia historia. Estaba viviendo prospectivamente la vida de Silvio. Mi rosedal es el parque Monceau, que diariamente atisbo, buscando algo, tal vez una señal… Pero, como Silvio, no logro descifrar el mensaje del parque, quizá porque no tiene ningún mensaje que comunicarme. Y así, como Silvio, regreso a mi departamento -a mi torre- y no veo otra cosa que hacer que seguir tocando el violín, es decir escribiendo.”. AUGUSTO VIDAL

DIRECTOR: HENRY A. FLORES

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Discos y Otras Pastas no se hace responsable del contenido de los artículos y agradece a sus colaboradores por la exclusividad otorgada.

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