HISTORIAS DE SAQUEO Y RESISTENCIA

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HISTORIAS DE SAQUEO Y RESISTENCIA VIOLACIONES SISTEMÁTICAS DERECHO A LA TIERRA Y AL TERRITORIO, COMUNIDADES INDÍGENAS Y CAMPESINAS EN EL DEPARTAMENTO DE ARAUCA. PERIODO DE LA “SEGURIDAD DEMOCRÁTICA” (2002-2011).

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HISTORIAS DE SAQUEO Y RESISTENCIA VIOLACIONES SISTEMÁTICAS DERECHO A LA TIERRA Y AL TERRITORIO, COMUNIDADES INDÍGENAS Y CAMPESINAS EN EL DEPARTAMENTO DE ARAUCA. PERIODO DE LA “SEGURIDAD DEMOCRÁTICA” (2002-2011). Bogotá D.C. Noviembre de 2012

Investigación realizada por MAURICIO PÉREZ FLÓREZ

Proyecto: Arauca cultivando paz en medio del conflicto Federación Luterana Mundial Humanidad Vigente Pastoral Social Diócesis de Arauca

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Este libro estĂĄ dedicado a todas y cada una de las comunidades indĂ­genas y campesinas del departamento de Arauca. . Nuestra admiraciĂłn y respeto.

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Contenido INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 9 CAPÍTULO 2: UBICACIÓN GEOGRÁFICA Y BREVE CONTEXTO ACTUAL (2011) DEL DEPARTAMENTO DE ARAUCA............................................................................................11 2.1 Datos geográficos y demográficos del departamento: ..........................................11 2.2 Situación humanitaria (2011). Sistemática violación a los Derechos Humanos (DDHH) e infracción al Derecho Internacional Humanitario (DIH):...........................................................11 CAPÍTULO 3: HISTORIA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE LOS LLANOS ORIENTALES: CASI 500 AÑOS DE RESISTENCIA AL RACISMO, AL EXTERMINO CULTURAL Y FÍSICO. ..............................................................................................................22 CAPÍTULO 4: LA URDIMBRE CULTURAL DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DE CAÑO CLARO, CUILOTOS I Y II, LA ESPERANZA Y PARREROS (ETNIA MAKAGUÁN) E IGUANITOS (ETNIA SIKUANI). ..................................................................27 4.1 Pertenencia étnica: ........................................................................................................27 4.2 Cosmogonía-Cosmovisión: .........................................................................................28 4.3 Territorio:.........................................................................................................................29 4.4 Parentesco: .........................................................................................................................31 4.5 Autoridades y estructura de Poder: ...........................................................................32 4.6 Alimentación:..................................................................................................................34 4.7 Unidades habitacionales: .............................................................................................36 4.8 Medicina tradicional, salud y condiciones de salubridad: ....................................39 4.9. Cultura, usos y costumbres en relación con el derecho al territorio: ..................................41 CAPÍTULO 5: SITUACIÓN DEL DERECHO AL TERRITORIO Y LA TIERRA, DE LAS ETNIAS MAKAGUÁN Y SIKUANI DEL MUNICIPIO DE TAME. PERIODO DE LA “SEGURIDAD DEMOCRÁTICA” 2002-2011. ........................................................................45 5.1 Qué es tierra y territorio para las comunidades indígenas: ................................................45 5.2 Legislación nacional e internacional sobre pueblos indígenas y derecho al territorio. Un camino de resistencia, lucha y reconocimiento: ...................................47 5.3 Violación sistemática derecho a la tierra y al territorio comunidades indígenas: ..............................................................................................................................49 5.4 Entrevista Lideres comunidad indígena La Esperanza:.........................................63

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5.5 Estrategias de resistencia y de exigibilidad. Pasos en la construcción de un mundo en el que quepan muchos mundos:. ..................................................................74 CAPÍTULO 6: HISTORIA DE LOS DISTINTOS POBLAMIENTOS Y PRÁCTICAS CULTURALES DE LAS COMUNIDADES CAMPESINAS DE ARAUCA...................................................................................79 6.1 Los distintos procesos de colonización de Arauca: ..............................................................80 6.2 Distrito de Botalón: ............................................................................................................84 6.3 Distrito de Caranal: .............................................................................................................87 6.4 Distrito de Malvinas: ..........................................................................................................88 6.5 Distrito de Filipinas: ............................................................................................................90 6.6 Problemáticas comunes de los cuatro Distritos ..................................................................92 CAPÍTULO 7: SITUACIÓN DERECHO AL TERRITORIO Y LA TIERRA, DE LAS COMUNIDADES CAMPESINAS DE ACPMC. PERIODO DE LA “SEGURIDAD DEMOCRÁTICA” 2002-2011. .................97 7.1 Qué es tierra y territorio para las comunidades campesinas: ............................................97 7.2 Legislación nacional e internacional sobre derecho a la tierra y al territorio. En comunidades campesinas: ........................................................................................................98 7.3 Violación sistemática derecho a la tierra y el territorio, en comunidades campesinas: ........................................................................................................................101 7.4. Estrategias de resistencia y de exigibilidad. Pasos en la construcción de un mundo en el que quepan muchos mundos: .................................................................110 REFLEXIONES FINALES .......................................................................................................115

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Ni単os campesinos, vereda Galaxias, municipio de Tame. Trabajo de campo septiembre de 2011.

Ni単as y ni単o comunidad ind鱈gena Iguanitos (etnia Sikuani), municipio de Tame. Trabajo de campo octubre 2011.

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INTRODUCCIÓN

La presente investigación hizo parte del proyecto “Arauca: cultivando la paz en medio del conflicto” (en adelante ACPMC), co-ejecutado por la Corporación Jurídica Humanidad Vigente, La Federación Luterana Mundial-Programa Colombia y Pastoral Social Arauca. Este proyecto fue planeado por tres años (2010-2013) y la investigación se realizó en el segundo año (2011) en 10 comunidades indígenas y campesinas del departamento de Arauca, específicamente de los municipios de Tame y Fortul; las comunidades indígenas beneficiarias del proyecto fueron Cuilotos I, Cuilotos II, Caño Claro, La Esperanza y Parreros (etnia Makaguán) e Iguanitos (etnia Sikuani) y las comunidades campesinas de Botalón, Filipinas y Malvinas (municipio de Tame) y Caranal (municipio de Fortul). Este ejercicio de investigación cualitativa participativa, es de corte etnográfico, descriptivo y explicativo, las técnicas de recolección de la información fueron: en primer lugar a partir de la revisión bibliográfica en bibliotecas, universidades públicas y privadas, instituciones estatales, internacionales, Ong´s, organizaciones sociales comunitarias y en algunos medios de comunicación en Bogotá D.C, Arauca y Tame. Además de esta revisión, se realizó trabajo de campo en las comunidades beneficiarias del proyecto, las técnicas de recolección de la información fueron el diario de campo, entrevistas semi estructuradas (en el caso de las comunidades indígenas a líderes de los cabildos y en las comunidades campesinas a miembros de las Juntas de Acción Comunal), historias de vida (Capitanes y Caciques indígenas), y la cartografía social. Lo anterior, con el objetivo principal de indagar por las posibles violaciones al derecho a la tierra y al territorio en el periodo de la denominada “Seguridad Democrática” (2002-2011), en medio del conflicto armado Colombiano1. Arauca es un departamento con una larga trayectoria de los movimientos indígena y campesino, como mecanismos de resistencia a las diversas dificultades sufridas principal y contemporáneamente por el descubrimiento de petróleo en la década de los 80´s en el complejo de Caño Limón (explotado por la multinacional de origen estadounidense OXY y la estatal ECOPETROL), época en la que el 1

En la presente investigación se entiende por este concepto la guerra que vive el país desde el asesinato del líder liberal Jorge Eliecer Gaitán en 1948, la posterior confrontación del Estado conservador colombiano junto a grupos paramilitares (como Los Pájaros y los Chulavitas) con las guerrillas liberales de la década de los 40´s y 50´s, la ulterior creación en la década de los 60´s de los grupos subversivos de las FARC-EP y ELN y la conformación de otros grupos paramilitares (principalmente AUC) de nuevo por el Estado Colombiano, hasta la actualidad. Así como los nuevos grupos paramilitares (ERPAC, Los Rastrojos, Los Paisas, Los Urabeños y Las Águilas Negras) denominados errónea e intencionalmente por el gobierno como Bacrim (Bandas Criminales).

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gobierno central miró hacia el oriente, pero no en perspectiva de inclusión social de sus moradores, sino de presencia militar para defender objetivos naturales y posiciones geoestratégicas. Lo anterior ha traído un gran número de dificultades y problemáticas, exacerbadas en los últimos 9 años, con la nombrada política de seguridad nacional. Para dar cuenta de esto, el libro está dividido en tres partes. La primera parte datos geográficos y demográficos, así como un breve contexto actual (2011) del departamento (capítulo 1), la segunda parte está dedicada a las comunidades indígenas del departamento y particularmente las comunidades beneficiarias de ACPMC con los cuatro capítulos siguientes: la historia del exterminio de los pueblos aborígenes del departamento (capítulo 3), la urdimbre cultural (capítulo 4) y la violación sistemática de los derechos a la tierra y el territorio en la “Seguridad Democrática” (capítulo 5); la tercera y última trata sobre las comunidades campesinas incluidas en el proyecto, su historia y prácticas culturales (capítulo 6) y las violaciones a los derechos a la tierra y al territorio (capítulo 7). Por último, cabe anotar que se hizo una lupa y/o hincapié en la comunidad indígena de La Esperanza, como caso emblemático por su gran grado de vulnerabilidad, agravada desde su último desplazamiento forzado en el 2007, junto con las comunidades de Caño Claro e Iguanitos; todas recibidas por la comunidad de Parreros.

Niños en chinchorro, comunidad indígena de Parreros (etnia Makaguán). Trabajo de campo mayo 2011.

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CAPÍTULO 2: UBICACIÓN GEOGRÁFICA Y BREVE CONTEXTO ACTUAL (2011) DEL DEPARTAMENTO DE ARAUCA.

2.1 Datos geográficos y demográficos del departamento: Arauca es uno de los 4 departamentos de la región de la Orinoquia, ubicada en el extremo oriental de la República de Colombia. Sus límites político-administrativos son: al norte y al este la República Bolivariana de Venezuela, al oeste el departamento de Boyacá y al sur el departamento de Casanare; así mismo sus límites naturales son al norte el rio Arauca, al oeste la cordillera oriental y al sur el rio Casanare. Cuenta con cuatro macro ecosistemas: al oeste la vertiente oriental de la cordillera oriental, la cual tiene alturas de 5.200 m.s.n.m., también al oeste después de ese macro ecosistema se encuentra el denominado piedemonte llanero, al centro las selvas del Lipa y al este la sabana llanera. Tiene una extensión de 23.818 km22 y cuenta con una población aproximada de 247.541 habitantes 3 , entre estas aproximadamente 5800 son indígenas 4 , diseminados por sus siete municipios Arauca (capital), Arauquita, Cravo Norte, Fortul, Puerto Rondón, Saravena y Tame. Según el último censo realizado por la oficina de asuntos indígenas y la Registraduría del Municipio de Tame (octubre 2010), 2084 indígenas están en este municipio, lo cual lo convierte en él de mayor población aborigen del departamento. Hoy en día, según cifras del DANE (proyección de la población araucana para el 2010), aproximadamente el 62% de la población del departamento vive en las cabeceras municipales, y el 38% restante es considerado por estas estadísticas oficiales como población rural. Sin embargo, hay que tener en cuenta que de esta cifra no todos viven realmente como campesinas o campesinos, pues las dinámicas poblacionales han generado el surgimiento de pequeños caseríos o asentamientos poblados donde las labores del campo ya no son las mismas que los y las caracterizaban como población campesina.

2.2 Situación humanitaria (2011). Sistemática violación a los Derechos Humanos (DDHH) e infracción al Derecho Internacional Humanitario (DIH)5: 2 3 4 5

Dato extraído de la página oficial de la Gobernación del Departamento: http://www.arauca.gov.co/ Población proyectada por el DANE para el 2010. Fuente página oficial www.dane.gov.co Cifra suministrada por ASCATIDAR La siguiente información se recoge de diferentes fuentes regionales (Boletín de OBSAR, denuncias de organizaciones sociales y comunitarias de la región como: Asociación Campesina de Arauca, Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Informe de la situación de DDHH y DIH Arauca 2011 de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra, ASCATIDAR, entre otros), nacionales (como la página web de la Corporación Jurídica Humanidad Vigente), internacionales, y del trabajo de campo realizado, que incluye un breve seguimiento de medios.

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La situación humanitaria, socio-política, económica y militar en el departamento de Arauca está determinada por el conflicto armado colombiano. Arauca es en la actualidad el departamento más militarizado del país en proporción con su número de habitantes6: II División del Ejército: Brigadas Decima Sexta, Decima Octava, Brigada Móvil No 5, la Agrupación de Fuerzas Especiales No 7, la Compañía Plan Meteoro No 3 y el Grupo Marte Divisionario No 8. Adicionalmente, tiene jurisdicción en la zona la IV División del Ejército, la Séptima Brigada, la Vigésima Segunda Brigada de Selva y la Vigésima Octava Brigada de Selva.; es uno de los tres departamentos con mayor explotación y exploración petrolera7, aportándole al PIB de Colombia un considerable porcentaje8. Cabe resaltar que las dinámicas regionales del conflicto durante los últimos 25 años, tiempo en el cual se ha agudizado y degradado la guerra en Arauca, ha estado íntimamente relacionado con el proceso de extracción petrolera que ha aumentado la militarización del departamento -incluso con el apoyo de EEUU-, e igualmente ha llegado a financiar grupos paramilitares en la región9, lo cual se ha visto directamente reflejado en aumento de confrontaciones armadas, de desplazamientos, de amenazas y asesinatos indiscriminados, entre otras consecuencias de la guerra, que principalmente han afectado a la población civil. En Arauca la violación a los DDHH e infracción al DIH es una constante; cotidianamente ocurren diversos hechos relevantes que corroboran la crisis social y humanitaria que se vive en el departamento10, por la confrontación bélica entre los diferentes actores armados: la fuerza pública estatal (Policía y Ejército Nacional), paramilitar (reorganización de grupos paramilitares, las Bacrim, Bandas 6

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“La presencia de las fuerzas militares es la más intensa del país en relación con el número de habitantes”. Comisión de verificación sobre la Situación de niños y niñas en Arauca. 2004. No hay al respecto un consenso sobre el número de integrantes de la fuerza pública, según el Estado colombiano son “12800 efectivos” http://wsp.presidencia.gov.co/Prensa/2012/Julio/Paginas/20120705_09.aspx, la corporación nuevo arcoíris plantea que son 22000 http://www.arcoiris.com.co/2012/07/arauca-amanece-con-paro-armado/, y para las organizaciones sociales del departamento son 25000 los efectivos de las fuerzas militares, uno por diez civiles, cifra peligrosamente elevada. Según OXY 1 billón de barriles de petróleo han sido extraídos desde 1983, “1 billion barrels of oil have been produced at Caño Limón since Oxy discovered the field in 1983”. Dato extraído de la página oficial de la multinacional de origen Estadounidense. www.oxy.com El PIB per cápita de Arauca está muy por encima del promedio colombiano, con una cifra de 19.954.439, para noviembre 2011 y la media del país es 11.306.029. Cifra extraída del ministerio de comercio, industria y turismo. www.mincomercio.gov.co “Arauca ha atraído también la atención de Estados Unidos, que ayuda a financiar la protección militar del oleoducto de Caño Limón (…) durante los últimos años los grupos paramilitares han reforzado su control sobre Arauca en un intento de defender los intereses de poderosos agentes económicos nacionales e internacionales y de actuar junto con las fuerzas de seguridad para conseguir este objetivo.” Amnistía Internacional, En: Colombia Un laboratorio de guerra: Represión y violencia en Arauca. 2004. Asesinatos, desapariciones, secuestros, enfrentamientos, hostigamientos atentados contra torres eléctricas, bloqueo de vías, criminalización de la población civil a través de estrategias como detenciones masivas y arbitrarias, montajes judiciales, entre otros hechos que violentan la tranquilidad y la vida de los y las araucanos.

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criminales), y los dos grupos guerrilleros insurgentes, que hacen presencia en la región: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) y El Ejército de Liberación Nacional (ELN)11. A continuación se hará una breve contextualización, sobre la situación de DDHH y DIH en el departamento de Arauca durante lo corrido del año 2011 y que directa o indirectamente ha afectado a las comunidades indígenas y campesinas en las que se basa esta investigación. En lo referente a las comunidades indígenas del departamento entre varios acontecimientos relevantes del presente año (2011), cabe destacar: a finales de enero ocurre la detención, del presidente (al momento de la captura) de la Asociación de Cabildos y Autoridades Tradicionales Indígenas del Departamento de Arauca (ASCATIDAR) y líder indígena Ismael Uncasia ( actualmente en libertad desde mayo de 2012) , Verónica Solís (funcionaria encargada de la oficina de asuntos indígenas de la Gobernación de Arauca) y el etnoeducador Álvaro Leal, en medio de la operación “Desafío” por los cargos de rebelión y concierto para delinquir; después de las reiteradas denuncias del presidente de ASCATIDAR, sobre desplazamiento forzado, violaciones de mujeres y niñas indígenas por parte del Ejército, así como homicidios a líderes indígenas, bombardeos y quema de bosques dentro de resguardos U´was por parte de las Fuerzas Armadas colombianas, además del retén militar en la zona llamada La Cabuya dentro del resguardo indígena U´wa de Chaparral Barro Negro y la construcción de un helipuerto para el aprovisionamiento de tropas en el resguardo U´wa Sabanas de Curipao. Además de estas detenciones, durante los seis primeros meses del año ocurren las muertes de por lo menos 4 indígenas miembros de las comunidades del departamento, como resultado directo del conflicto armado. El 17 de enero de 2011 Rafael Pérez Pérez de 65 años, indígena Hitnü murió al pisar una mina antipersona, en el corregimiento de Cañas Bravas, vereda Bocas del Ele; el 19 de marzo fue asesinado otro indígena de la etnia Makaguán, se llamaba Yamith Méndez Becerra, era de la comunidad indígena Caño Claro, presumiblemente por miembros del grupo insurgente del ELN (según medios de información oficiales); el asesinato del joven Dumar Casanova Alvarado, miembro de la comunidad La Colorada, perteneciente a la etnia Makaguán del municipio de Fortul, el 18 de Junio, presuntamente por integrantes del ELN. Y por último, el caso de Humberto 11

Estos dos actores armados tuvieron una confrontación directa entre ellos, en los años de 2005 y la declaración oficial de cese de la guerra entre las guerrillas firmada por sus comandantes en septiembre de 2010. Confrontación armada que genero 500 civiles muertos y 600 subversivos. Ver: http://www.verdadabierta.com/component/content/article/52-farc/3573-la-ley-de-victimas-de-las-farc-y-el-eln

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Peroza Wampiare, indígena Hitnü de la comunidad de La Ilusión, perteneciente al resguardo de La Vorágine, quién fue asesinado el 10 de junio por integrantes del Ejército en una finca campesina y presentado en principio como guerrillero de las FARC. Sin embargo, gracias al rápido actuar de la comunidad y autoridades indígenas, así como de las organizaciones sociales y comunitarias campesinas, permitió que se le hiciera prontamente seguimiento al caso; el Ejército tuvo que reconocer que no era un guerrillero, siendo este un caso más de ejecución extrajudicial, y admitió haber “cometido un error”. Otra preocupante situación que se presentó en los primeros meses del 2011, fue la denuncia de algunas comunidades frente a casos de acoso y abuso sexual de niñas, jóvenes y mujeres indígenas 12 , donde sospechosamente han estado involucrados miembros del Ejército, así como el constante acoso verbal y la comercialización o explotación de niñas indígenas. En un contexto de conflicto armado, dichas prácticas no pueden ser leídas aisladamente de éste, por el contrario es un accionar sistemático y consiente, a través del cual se infunde temor en la población, y se convierte en una estrategia de guerra para el control territorial13. Luego de estos, el primero de agosto ocurre el asesinato de Silvestre Moreno indígena Makaguán del resguardo de El Vigía por desconocidos, no hay claridad sobre lo ocurrido ni sobre los posibles responsables. Frente a las comunidades indígenas de Arauca, y todos estos casos de vulneración de los DDHH y el DIH, se hace relevante mencionar la gran problemática en la que se encuentran cuatro de las seis etnias del departamento, a saber: Betoy, Hitnü, Makaguán y Sikuani, que se encuentran en vía de extinción física y cultural, razón por la cual han sido incluidas en el Auto 004 del 2009, (el cual exige cambiar el estado de cosas inconstitucional con el desplazamiento forzado de comunidades indígenas y ordena a nivel nacional la creación de Programas de Garantías para 87 pueblos 14 y Planes de Salvaguarda para 34 etnias en vía de extinción física y cultural), y el Auto 382 de diciembre de 201015 12

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Ver por ejemplo: El Espectador. http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articulo-250497-otra-violaciontame-arauca. El Tiempo: http://m.eltiempo.com/justicia/casos-de-abuso-sexual-en-arauca/8856682. Revisadas el 22 de noviembre de 2011. Informe Defensoría del Pueblo Arauca, sobre la situación de violaciones a los DDHH e infracciones DIH hacia las comunidades indígenas del departamento marzo 2011. Al respecto OXFAM sacó un informe en el 2010 en el que dice: “El objetivo final de todo ello es sembrar el terror en las comunidades utilizando a las mujeres para conseguir sus objetivos militares. La mujer se convierte en moneda de cambio a través de la cual lesionar, aterrorizar y debilitar al enemigo para avanzar en el control de territorios y recursos económicos.” En: La violencia sexual en Colombia, Un arma de guerra. OXFAM. 2010. Pg.11. Reconocidos por el Estado, por medio del Ministerio del Interior y Justicia. Para la Organización Indígena de Colombia (ONIC) son 102 las etnias indígenas que tiene el país. Es importante resaltar que ese Auto junto con el Auto nº 174 del 9 de Agosto de 2011 del pueblo Awá de Nariño y Putumayo, son los únicos para pueblos indígenas concretos, por su delicada y grave situación.

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de la Suprema Corte dedicado exclusivamente para las comunidades indígenas en situación de desplazamiento forzado del departamento de Arauca, debido a su alto grado de vulneración por el conflicto Armado, principal mas no únicamente por el desplazamiento, lo que las pone en un evidente grado de peligro y lucha por la pervivencia. Sin embargo, los y las indígenas de Arauca, no son los únicos afectados por las terribles consecuencias de esta guerra que ha dejado miles de víctimas civiles. Así como se ha visto afectada directamente la población indígena del departamento, las y los campesinos también han sido duramente golpeados por este conflicto. En general el señalamiento de la población civil, especialmente la del campo, ha sido una constante en el departamento.. No son pocos los hechos que ocurren mes tras mes en el departamento, en los cuales la población civil en general está viviendo las consecuencias de la guerra; son una gran cantidad de afectaciones que ocurren constantemente en Arauca, alterando la tranquilidad de la población del departamento, especialmente la vida de las personas que habitan las zonas rurales del mismo, y en muchos casos atentando contra sus vidas y el goce integral de sus derechos. Sin embargo, en este breve análisis de contexto de lo corrido del 2011, sólo se incluirá los acontecimientos más relevantes ocurridos en el municipio de Tame, y concretamente en las comunidades campesinas beneficiarías del proyecto “Arauca: Cultivando la paz en medio del conflicto” (Distritos de Botalón, Caranal, Filipinas y Malvinas). Es importante resaltar, que desde principios de año se observa con preocupación la reorganización en Tame de grupos paramilitares como los denominados ERPAC (Ejército Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia), quienes han cometido asesinatos selectivos a líderes comunitarios y amenazas a defensores de derechos humanos, así como intimidación y falsos señalamientos sobre la población civil, específicamente sobre campesinas y campesinos. Igualmente se han vuelto a ver en el departamento comunicados amenazantes, firmados por las “Águilas Negras”. Se difundió en algunos municipios, principalmente Arauquita y Saravena, unos comunicados con una serie de amenazas a algunos candidatos del Polo Democrático, aspirantes para las

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elecciones regionales, dichas amenazas fueron firmadas en nombre de las “Águilas Negras”16. Junto a esta reconfiguración de grupos paramilitares, hay que resaltar también las graves formas de intimidación y hostigamiento a la población campesina por parte de la Fuerza Pública, como los bombardeos ocurridos durante el mes de mayo por parte del Ejército Nacional a zonas rurales de los municipios de Tame y Arauca, concretamente las veredas de Galaxias distrito de Filipinas (municipio de Tame), Sinaí y San José de Reinera (Arauca), junto con actos de intimidación a la población civil y señalamientos que tratan de involucrar a los campesinos de esta región con los grupos insurgentes que tienen presencia en el departamento. Dichos señalamientos junto con otros actos de abuso de la Fuerza Pública se implementan en Arauca, sobre la base que les dejó a las FFMM la implementación en el 2002 de las “Zonas de Rehabilitación y Consolidación. Frente al accionar de los grupos guerrilleros, es necesario resaltar que durante el mes de mayo se presentaron varias amenazas a docentes de veredas de Tame y Filipinas por parte de las FARC-EP, por no ser maestros oriundos de la región. Así mismo continúan las guerrillas confrontando y hostigando el negocio de la explotación petrolera en al departamento, lo cual se evidencia con acciones como el secuestro del jefe de seguridad de Ecopetrol, ocurrido el 13 de junio, y liberado al día siguiente, así como atentados contra torres de energía cercanas al complejo Caño Limón, lo que ha dejado a la capital del departamento y otros municipios varios días sin luz eléctrica. Esto ocurre en el marco que la principal actividad económica del departamento es la explotación petrolera, y como ya se dijo anteriormente, representa un significativo porcentaje en el PIB del país. Siendo una actividad que aún está en auge en la región, es importante mencionar que para mitad de año los procesos de exploración tuvieron un aumento significativo, lo cual se pudo evidenciar durante el mes de junio entre otras formas, por la exagerada presencia de contratistas de petroleras en la región, tiempo en el cual se podían observar en vía Tame-Arauca hasta 25 tracto-mulas con insumos para la exploración petrolera, y cientos de funcionarios contratistas de las petroleras, en el municipio de Tame (fáciles de identificar por sus llamativos uniformes anaranjados).

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Cabe aclarar que hay algunas versiones del voz a voz de la gente de la región, que plantea que posiblemente dichas amenazas pudieron haber sido realizadas por la misma Fuerza Pública, con el apoyo de otros candidatos, con el fin de sabotear las campañas de sus opositores.

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Como ya se mencionó anteriormente, todo este proceso de exploración y explotación petrolera no ocurre al margen del conflicto que vive Arauca, por el contrario es un factor ya transversal y casi estructural de la misma, desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, tras las fases de exploración exitosas en ciertos territorios, se ha visto cómo seguidamente se dan una serie de agudizaciones de la guerra, reconfiguración de grupos armados en torno al control de dichos territorios, confrontaciones armadas, desplazamientos y otras violaciones de DDHH e infracciones DIH a la población civil. Hacia mitad de año las consecuencias de la guerra en el campo se hacen sentir con fuerza. Durante el mes de julio, hay varios enfrentamientos armados entre las guerrillas y la Fuerza Pública, en zonas rurales muy cercanas a veredas y comunidades campesinas e indígenas, quienes se ven directamente afectados. Muchas veces tras dichos enfrentamientos quedan campos minados o con municiones sin explotar (MUSE), lo cual se convierte en una amenaza. El 8 de julio, en la vereda Lejanías-Distrito de Filipinas del municipio de Tame, muere un joven de 14 años de edad a causa de una explosión por MUSE abandonada en territorios de uso campesino tras acciones de guerra de algunos de los actores armados del conflicto. Pero a pesar del duro panorama, que Arauca sigue sangrando por la guerra, que la población civil es la más afectada, que es un departamento donde hablar y denunciar se convierte en pretexto para el señalamiento y la criminalización; a pesar de tanta represión y hostigamiento por parte de los diferentes actores armados, las Organizaciones Sociales de Arauca no se callan y realizan el 29 de julio el Cabildo abierto sobre DDHH en el coliseo del municipio de Saravena. Espacio donde se denunciaron varios casos de atropello y violaciones de los grupos armados a las comunidades indígenas y campesinas del centro oriente del país: Santander, Norte de Santander, Arauca, Casanare y Boyacá. Durante el mes de agosto las (Águilas Negras, ERPAC, Los Urabeños, Los Paisas), siguen realizando amenazas, intimidaciones, atentados contra aspirantes, líderes de oposición, dirigentes comunitarios y sociales. Durante este mismo mes se presentaron varios enfrentamientos entre las guerrillas y las FFMM en Malvinas municipio de Tame, esto causa zozobra y miedo a sus habitantes, tras los enfrentamientos, las FFMM justifican bombardeos en esta zona rural que alteran la tranquilidad y atentan contra la seguridad de campesinas y campesinos.

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Las acciones cívico-militares han sido otra forma a través de la cual la FFMM han involucrado a la población civil en la guerra, muchas veces utilizándolos como escudo protector, pasando por encima de los tratados del DIH, que regulan las acciones de guerra. Si bien ha sido una práctica recurrente desde hace muchos años, es importante decir que estas acciones cívico-militares se agudizaron y casi que se naturalizaron tras la implementación de las políticas de la llamada “Seguridad Democrática” del ex presidente Uribe, y específicamente la declaración que hizo éste de Arauca, como ya se mencionó de Zona de Rehabilitación y Consolidación. Durante el 2011 estas acciones no han parado, continúan como una práctica común por parte del ejército y de la policía, como es el caso de la construcción de un parque infantil entre policías y personas de la comunidad, justo frente a la estación de policía de Betoyes, actividad que se realizó el 22 de agosto. Dicho parque queda justo frente a la estación policial, una evidente y preocupante infracción al DIH.

Parque Infantil, Betoyes-municipio de Tame. A menos de 80mts (al fondo color banco) se encuentra la estación de policía, y a 2 metros en la carretera se encuentra un retén militar. Trabajo de campo septiembre 2011.

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En septiembre las acciones bélicas aumentaron significativamente, agudizando a su vez las consecuencias de la guerra sobre la vida de las y los campesinos, tras aumento de enfrentamientos, retenes ilegales, señalamientos y golpizas por parte de las Fuerzas Militares contra la población civil, así como varias activaciones de cargas explosivas en vías y espacios públicos, como el caso de los postes de cámaras de seguridad volados en Saravena el día 2 de octubre, o el paro armado realizado por el ELN entre los días 12 y 15 del mismo mes, entre otras acciones que evidentemente vulneran la tranquilidad y los derechos de la población civil. Específicamente en lo referente al territorio y las comunidades campesinas que se abordan en esta investigación, es importante resaltar que el 29 de septiembre ocurrió el asesinato de una mujer campesina en la vereda Galaxias, en hechos que no se esclarecieron. Para el mes de octubre, sigue siendo crítica la situación del departamento, con las elecciones regionales cerca, el contexto araucano se tensionó aún más de lo normal. El 3 de octubre, en el poblado de Caranal-municipio de Fortul (uno de los cuatro distritos de población campesina beneficiaria del proyecto), se encontraron dos artefactos explosivos los cuales se desactivaron controladamente. Días después, tras una acción Bélica de las fuerzas armadas en la vereda Malvinas (otra de las beneficiarias del proyecto), zona rural del municipio de Tame, mueren 5 guerrilleros del ELN y 1 es capturado. Igualmente, en el municipio de Tame, vereda de Malvinas es incautado en un campamento, material bélico del ELN, y se encontró un joven perteneciente al grupo guerrillero, puesto a disposición de la defensora de familia del ICBF. En el caserío de Santo Domingo-municipio de Tame, un grupo guerrillero embosca a una unidad del Ejército Nacional, mueren 10 soldados y quedan heridos 3. También en este mes ocurrió el asesinato en Tame vereda de Flor Amarillo, del jefe de seguridad de un candidato representante a la cámara. Para el mes de noviembre, vuelven las detenciones masivas como parte de una estrategia recurrente de señalamientos e intimidación de la población civil por parte de las fuerzas estatales. En Arauquita más de 7 personas son capturadas por supuestos nexos con las FARC-EP, y se escuchan rumores de posibles nuevas capturas, lo cual genera temor e intranquilidad en la población. Es relevante también mencionar el asesinato de la Jueza Penal del Circuito de Saravena Gloria Constanza Gaona el 22 de marzo, la cual llevaba varios casos de ejecuciones extrajudiciales y el caso de los niños de Tame, en el cual fue violada, tortura y asesinada Jenny Narvey Torres Jaimes de 14 años, asesinados y torturados su hermanos de 9 y 6 años y violada otra joven menor de edad (hechos ocurridos en octubre del 2010), presuntamente por miembros de la Brigada Móvil

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Número 5 y donde está acusado el Subteniente Raúl Muñoz Linares. Por el asesinato de la Jueza, el 30 de abril fueron arrestados 3 jóvenes, acusados del asesinato y presentados por los medios de comunicación a nivel nacional como los responsables del homicidio y de pertenecer al ELN; posteriormente, el 29 de Junio (día del Cabildo Abierto) una de las “testigos” del crimen, confesó públicamente haber recibido por parte de la Fiscalía ofrecimientos y beneficios económicos y judiciales para su hermano si testificaba falsamente en contra de estos tres jóvenes. Y finalmente, el 15 de Mayo de 2011, la Interpol divulgó en una circular azul un grupo de 20 personas entre ellas dirigentes sociales del departamento, dentro de las cuales están Ariela Gelvis Quintero (Dirigente Comunal y ex presidenta de la Empresa Comunitaria de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Saravena); Fredy Ramírez Bocotá (Miembro de la comunidad indígena U’wa); Samuel Morales Flórez (ex presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, subdirectiva Arauca) y Víctor Laguado Bohada (dirigente campesino y miembro de la Cooperativa Agropecuaria del Sarare). Esta situación de violación sistemática de los Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario, por parte de las fuerzas armadas estatales y paramilitares, así como el hostigamiento de la población civil por parte de los grupos guerrilleros, siguen siendo en el departamento de Arauca una constante que definitivamente altera y reconfigura permanentemente las dinámicas territoriales de la región, violentando repetidas veces y de diversas formas el derecho al territorio como base garante para el goce de otros derechos de las comunidades campesinas e indígenas del departamento.

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Reten vĂ­a Tame-Saravena. Trabajo de campo Mayo 2011.

Escuela indĂ­gena. Resguardo comunidad Genareros, (etnia Betoy), municipio de Tame. Trabajo de campo 2011.

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CAPÍTULO 3: HISTORIA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE LOS LLANOS ORIENTALES: CASI 500 AÑOS DE RESISTENCIA AL RACISMO, AL EXTERMINO CULTURAL Y FÍSICO. . Las comunidades indígenas del departamento, tienen una larga historia de más de 5000 años de nomadismo, probablemente provienen de las mesetas de las Guayanas (Castro, 1993 y Millán, 2000) y posteriormente se esparcieron por el territorio de las sabanas y el pie de monte llaneros; eran comunidades con una extensa tradición de cazadores y recolectores, con ciclos migratorios determinados por los cambios climáticos, la obtención de alimento y la proteína animal, constituida por la fauna silvestre local como babillas, cachicamos, chigüiros, iguanas, roedores, peces, y los frutos recolectados de los árboles. En el momento de la llegada de los europeos a la Orinoquía (españoles en su gran mayoría, pero en primer lugar mercenarios alemanes -Jorge Spira, Nicolás de Federmann, Felipe Hantten, Ambrosio Alfinger-17, seguidos de italianos e Ingleses, a principios del siglo XVI), los indígenas de los llanos orientales de Colombia vivieron su primer proceso de expropiación masiva de sus tierras con la invasión y colonización. En ese proceso las antiguas y vastas sabanas de los indígenas nómadas, fueron adecuadas para grandes haciendas y latifundios ganaderos traídos por las misiones Jesuitas; dicho proceso de colonización tenía implícita la condición de injusticia y exterminación manifestadas a través de situaciones reiteradas de asesinatos, violaciones, enfermedades, hambrunas, robos (convirtiéndose en un genocidio), que diezmaron a sus nativos habitantes. El resultado de este proceso los llevó al borde del exterminio cultural y físico; aunado a esto las sociedades nativas fueron puestas en una categoría de “inferioridad” a los ojos de los invasores, en el imaginario simbólico, en una sociedad jerárquica construida a partir de la estratificación social, donde los españoles y sus

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“Antes de que llegasen los europeos a «descubrir» estos territorios, vivían en estas tierras comunidades aborígenes como los araucos (de donde proviene el nombre del departamento), los achaguas, los tunebos, piapocos, yaruros y guahibos. No fueron los españoles los primeros en llegar a esta exuberante tierra: fueron los alemanes. Cuentan las crónicas que a finales de 1535 llegó a esta tierra Jorge Spira, quien recorrió las llanuras orientales; sin embargo lo agreste del territorio le impidió adentrarse más allá de los márgenes del Río Arauca. Un año más tarde, Nicolás de Federmann, lugarteniente de Spira, recorrió el caudaloso río y alcanzó lo que su superior no. Arauca había sido descubierta. Pero a qué precio. La colonización progresiva, la cacería de indios (conocidas generalmente después como «Las guajibiadas») mermaron notablemente la población aborigen, exterminando por completo a grupos humanos como los tunebos (descendientes de los Chibchas). En estas cacerías despiadadas los indígenas eran perseguidos como si fueran animales: eran azuzados, acorralados y asesinados sin piedad. Aquellos que sobrevivieron a la barbarie se internaron en la selva, donde sobrevivieron penosamente. Poco a poco la colonización «blanca» fue ocupando la mayor parte del territorio.” (Gómez, 2003) Cita extraída de http://colombia.indymedia.org/news/2003/02/1509.php

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descendientes se encontraban en el primer lugar y las comunidades indígenas y afro eran controladas y esclavizadas. Ese proceso no tuvo cambios significativos y reivindicativos en la época republicana, los indígenas continuaron en un país (Estado) recién creado por los “libertadores” o “padres de la patria”18, donde no se garantizaban sus derechos como personas y pueblos autóctonos, una nación que se creó a favor de los grandes terratenientes, los criollos descendientes de españoles donde habían mestizos y una naciente clase dirigente, en donde se construyó un modelo de país unidireccional, “blanco”, católico, sin espacios de participación simbólica, social y política para los demás miembros de la naciente nación. En este nuevo modelo político y económico, las tradiciones indígenas tampoco serían valoradas ni respetadas, como por ejemplo, la forma de entender y asumir el territorio por parte de estos pueblos ancestrales, que no consideraban en lo absoluto la concepción de lo privado, sino que por el contrario se fundamentaba en el entendimiento de lo colectivo, en entenderse como parte de la naturaleza y no como poseedores de la misma; visiones que evidentemente iban en contra del modelo que reprodujo la naciente república, de acumulación de tierras en manos de unos pocos terratenientes (hatos) con poder económico y político. Modelo económico y social de expansión que siguió causando el genocidio por parte de hacendados y colonos a los nativos indígenas: “La incursión de colonos y de ganados a los territorios de hábitat indígena plantearía en consecuencia una situación de conflicto interétnico permanente. A partir de 1870, época en la cual las relaciones de contacto entre colonos e indígenas fueron más frecuentes, la práctica de acciones violentas y de exterminio se convirtieron en una constante histórica regional. En ese mismo año de 1870, el colono Pedro del Carmen Gutiérrez, “en nombre de la amistad”, invitó a comer a su fundo a 250 indígenas Cuivas. Gutiérrez, en asocio con sus amigos, dieron muerte, durante el almuerzo, a 243 de los nativos invitados (Gamma IV Press, 1973, p. 1). Desde entonces, el ofrecimiento de alimentos, ropas y otros bienes se utilizaría como una de las estrategias de los colonos para el exterminio de nativos. En otros casos, colonos como Socorro Figueroa, solicitaron permiso al Intendente de Casanare para atacar a los “salvajes”, pues éstos le estaban causando muchos per juicios en la zona cercana al hato que él ha fundado en Cravo Norte (Carta, 1893, T. 46 FL. 832). Finalizando el siglo XIX los “racionales” actuaban ya bajo la convicción de que los indios educaban a sus hijos para destinarlos a la guerra (y a la superstición) contra los blancos, argumento este con base en el cual justificaban sus acciones guerreras contra los nativos y

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El ejército “libertador” de Colombia encabezado por Simón Bolívar, inició su campaña en los Llanos Orientales. Gran parte de su contingente como Los Lanceros fueron indígenas, que con promesas de retorno de sus tierras después de expulsar a los españoles, se unieron a dicho ejército, promesas que nunca se cumplieron.

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solicitaban el auxilio de la gendarmería y del gobierno (Informe 1898, T. 53, FL. 555).” (Gómez, 1989:90).

En el siglo XX, consecuencia de la guerra bipartidista que se vivió a finales de los 40’s y principios de los 50’s, el gobierno por medio de la Caja Agraria y el INCORA, repartió títulos de tierras “baldías”19, de los indígenas de las sabanas araucanas, para colonos provenientes de los Santanderes, Boyacá, Cundinamarca, y en menor medida de Antioquia, eje cafetero y Tolima que huían de la guerra20. En este proceso de la llamada “colonización dirigida”, el contacto generó más que acercamientos interculturales, un agudo conflicto que aun hoy en día se vive entre los hijos e hijas descendientes de estos/as primeros/as colonos/as campesinos/as y los indígenas de la sabana, términos como “báñese o póngase los zapatos que parece un guajibo cochino” o “los guajibos son perezosos, no trabajan y son salvajes”, o “esos guajibos ladrones” 21 , aun se escuchan retumbar hoy en día en las sabanas y pie de montes de este departamento. Hubo varias masacres cometidas por los colonos a las comunidades indígenas, según ellos –los colonos- porque les mataban el ganado, actitud racista y de exterminio conocida como “las guajibadas”. En pleno siglo XX los aborígenes de Arauca eran vistos como animales, uno de los acontecimientos más contundentes fue el exterminio de la etnia Chiricoa, la cual fue mencionada en las historias de vida de algunas autoridades tradicionales Makaguán entrevistadas. Esta etnia se extinguió debido a “las cacerías” por parte de los colonos “blancos”: “Los Chiricoa del Lipa parece que tuvieron peor suerte, según cuentan algunos colonos de Agua linda en la década del cincuenta, recién fundado el hato ‘El Dorado’ sobre la cabaña del mismo nombre, los Chiricoas fueron objeto de una matanza con caracteres de verdadero genocidio. Los Jitnun (Hitnü) del Ele narran aún con terror, el espectáculo de los pocos Chiricoas sobrevivientes sangrantes, despavoridos que cruzaron por sus tierras huyendo del blanco, solo quedaron 6 hombres y 2 mujeres, únicos residuos de los Chiricoa que antaño fueron famosos por sus andanzas en las sabanas comprendidas entre el Lipa y el Ele. Un Jitnun afirma que los Chiricoas conocían a los colonos y les robaban herramientas y ropa que intercambiaban con los Jitnun por miel, maíz y otros productos cultivados”. (Ortiz, 1978). 19

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“Baldías” según el Estado, que no tenía en cuenta que realmente eran tierras habitadas desde hace cientos de años por comunidades y pueblos indígenas. Es decir, el repartir dichos territorios ancestrales para proyectos de colonización, sin tener en cuenta la existencia de dichas comunidades, es un acto de desplazamiento y expropiación, que desconoce por completo sus derechos como pueblo. Sumado al interés y afán colonizador de tierras del modelo unidireccional y hegemónico impulsado por el Estado, se sustenta la falta de leyes que amparasen los derechos colectivos de los pueblos indígenas. Es muy común escucharle a los colonos esta frase de “Guajibos ladrones”, cuando alguna familia o comunidad indígena pasa por las fincas de campesinos, tomando plátanos u otros frutos de las plantaciones, comentario que evidentemente da cuenta del desconocimiento de las prácticas y costumbres indígenas de la región, como lo es su carácter de recolectores y cazadores, típico de comunidades nómadas.

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Además de la extinción de los Chiricoas, el caso más nombrado fue el de la famosa masacre de La Rubiera cometida en diciembre de 1967, donde colonos de esta finca invitaron a 18 indígenas de la etnia Cuiba a cenar (entre estos habían niños y niñas), para después matarlos fríamente a garrotes, machetazos y disparos; sólo dos sobrevivieron a esta matanza. Gracias a su testimonio cinco años después, en 1972, se inició el juicio a 6 colonos por este genocidio, donde declararon – como se encuentra en el libro del antropólogo Augusto Gómez- que: “…cuando las autoridades de Colombia y Venezuela contubernalmente, iniciaron la investigación, todos los procesados sin concierto previo, sin haber sido preparados por nadie, confesaron espontánea y naturalmente su participación en los hechos, con lujo de detalles, pero con la afirmación categórica de que “NO SABIAN QUE MATAR INDIOS FUERA MALO”

(Gómez, ob. cit., 98). No sólo en el departamento de Arauca, se cometieron genocidios contra los aborígenes de los llanos orientales con el fin de expropiarlos de sus tierras. Para mencionar uno de los más emblemáticos el caso de Planas, municipio de Puerto Gaitán, departamento del Meta. Donde además de colonos, participó directamente la fuerza pública: Ejercito Nacional, Policía y Das rural; en violaciones, torturas y asesinatos de hombres, mujeres, niños y niñas de la etnia Sikuani en 1970.22 Por último, en la actualidad, han sufrido procesos de desplazamiento forzado por parte de todos los grupos armados del país, así como por intereses de extracción de recursos de sus resguardos por parte de multinacionales23. Hasta el día de hoy (Diciembre de 2011) se encuentran 3 de las 35 comunidades indígenas del departamento de Arauca en situación de desplazamiento forzado. Este proceso histórico de expropiación lo hacemos evidente, para explicarnos la situación actual: falta de territorio de las comunidades indígenas de Arauca, lo que a su vez conlleva a muchos otros problemas, como la inseguridad alimentaria, la falta de obtención de alimentos, la pérdida de la cohesión cultural, la gobernabilidad, la medicina tradicional, la lengua autóctona, alcoholismo, pero principal y primordialmente la pérdida de sus territorios como bastión sagrado para la realización de su cultura.

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Para más información, véase el minucioso y detallado Capítulo I de “Violencia contra los Indígenas. Aceptación social del exterminio” del proyecto de Organizaciones No gubernamentales defensoras de Derechos Humanos llamada Colombia Nunca Más, en http://www.derechos.org/nizkor/colombia/libros/nm/z7/ZonaSiete01.html Procesos que se evidenciarán detalladamente en el quinto capítulo dedicado a las amenazas y violaciones al derecho a la tierra y el territorio, evidenciadas a partir de las entrevistas semi estructurales realizadas a líderes de las comunidades beneficiarias del proyecto.

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Esta investigación tiene como objetivo visibilizar la situación de las comunidades indígenas de Caño Claro, Cuilotos I y II, La Esperanza y Parreros (de la etnia Makaguan) e Iguanitos (etnia Sikuani) y con ellas de los pueblos nativos de Arauca, con el fin de ayudar en la búsqueda de posibles soluciones.

Niños comunidad indígena La Esperanza (etnia Makaguán), municipio de Tame. Trabajo de campo 2011.

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CAPÍTULO 4: LA URDIMBRE CULTURAL DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DE CAÑO CLARO, CUILOTOS I Y II, LA ESPERANZA Y PARREROS (ETNIA MAKAGUÁN) E IGUANITOS (ETNIA SIKUANI).

“El indígena sin territorio es frágil y liviano como una hoja. En el territorio está la fortaleza, por aquí es donde están todos los secretos de la vida; el territorio es la unidad sociocultural sobre la cual se realizan todas las prácticas cosmogónicas: es el medio a través del cual se entrecruzan el pasado, el presente y el futuro, es la razón de ser de la historia; es el espacio que recorren los espíritus para fertilizar la memoria de los ancianos, es el punto de encuentro de todos los seres que pueblan los mundos superpuestos.” Indígena araucano (Etnia Sikuani, etnoeducador 2010). 4.1 Pertenencia étnica: Las comunidades indígenas anteriormente nombradas tienen sus resguardos en el municipio de Tame, todas pertenecen a la etnia Makaguán, a excepción de la comunidad de Iguanitos de la etnia Sikuani; no hay un consenso en cuanto a la bibliografía antropológica revisada para nombrar estas etnias (Reichel-Dolmatoff: 1944, Lobo Guerrero: 1978, Ortiz y Pradilla: 1987, Millán: 2000, Calvo, Mahecha y Colino: 2010), algunas fuentes hablan del pueblo Guahibo, Makaguán o Hitnü (en el caso de las primeras 5), en el caso de Iguanitos unas fuentes –como la Alcaldía de Tame- dicen que su pertenencia es a la etnia Cuiba, otras dicen que pertenecer a los Sikuani. En este texto se nombrarán como Makaguán24 y Sikuani25, como respeto a su auto reconocimiento y como nombre ratificado en el VII congreso de ASCATIDAR (Asociación de Cabildos y Autoridades Tradicionales Indígenas del Departamento de Arauca)26 realizado en el municipio de Saravena del 25 al 28 de Agosto del año 2011, donde se dijo que en Arauca habían 6 pueblos 27 : Ingas de la familia

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Comunidades indígenas de Caño Claro, Cuilotos I y II, La Esperanza y Parreros. Comunidad indígena de Los Iguanitos. Además de esta organización indígena, en el departamento se encuentra ASOCATA (Asociación de Capitanías y Autoridades Tradicionales de Arauca). En esta investigación se utilizan los términos pueblo y etnia indistintamente. Atendiendo a que desde la antropología se ha categorizado como etnia, pero desde las autodefiniciones de los indígenas se habla de pueblos, y este último ha sido también el adoptado por la comunidad internacional.

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lingüística Quechua, U´wa familia lingüística Chibcha, y los pueblos Betoy, Hitnü, Makaguán y Sikuani de la familia lingüística Guahibo. 4.2 Cosmogonía-Cosmovisión: Según el Capitán de mayor edad entrevistado (un adulto mayor octogenario), el pueblo Makaguán proviene de una palma cercana a la laguna de Lipa, donde según su mito fundador surgió esta etnia: “De la palma. Me contaban de gente que salía de una palma. Eso me dijeron y me contaron, de ahí salieron las personas”28. Dentro de sus creencias las selvas del río Lipa y del río Ele son lugares sagrados. Lugar donde se encuentra el actual complejo petrolero de Caño Limón-Coveñas, por tal motivo las creencias y lugares ancestrales de esta etnia, además de los pueblos de la familia lingüística Guahiba fueron desterrados de sus sitios sagrados originales. En cuanto a la etnia Sikuani su mito de origen es distinto, el Cacique de la comunidad de Iguanitos (un anciano de aproximadamente 110 años, según cuentas de algunos miembros de la comunidad 29 ), dijo que la etnia Sikuani provenía de un hueco de la tierra del departamento de Vichada: “…los Sikuani vienen de Vichada. Por acá no nacían, vienen, de otra tierra….de allí nacieron los Sikuani. De un hueco, nosotros salimos de la tierra. Nació y se vino acá… primero venían de Vichada y ahora pasan de Orinoquía, y ahora están subiendo del río de Guaviare y pasa por Meta y por el río de Casanare y pasa por aquí a esta zona de Arauca. (Historia de vida trabajo de campo, Cacique y Capitán, 28 de septiembre de 2011). En cuanto a su procedencia, se evidencia que uno de los referentes más relevantes para la diferenciación y pertenencia étnica además de la lengua, es el mito fundador. El cual les da el status identitario –el ethos social- y “explica” el origen del grupo humano, el por qué están en el mundo y de dónde vienen. Como argumentó Mircea Eliade: “Todo mito de origen narra y justifica una "situación nueva" -nueva en el sentido de que no estaba desde el principio del mundo-. Los mitos de origen prolongan y completan el mito cosmogónico: cuentan cómo el mundo ha sido modificado, enriquecido o empobrecido.” (Eliade, 1991: 13)

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Historia de vida realizada, al Capitán de la comunidad indígena de Cuilotos II, perteneciente a la etnia Makaguán, realizada EL 28 de Mayo del 2011. Ni el Capitán, ni ningún miembro de la comunidad sabe con exactitud la edad de este importante líder. Esto se explica atendiendo a que la noción de tiempo y temporalidad de las comunidades indígenas es muy diferente a la del mundo occidental. Así, para ellos la edad y los cumpleaños no son relevantes, y no utilizan estas formas de entender y nombrar la temporalidad.

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Las comunidades pertenecientes a estas dos etnias, tenían en sus prácticas religiosas o sistemas simbólicos, venerar el sol y la luna. El sol era la máxima entidad de respeto y adoración, al que nombran como taita, seguido de la luna a la que llaman mamá. Además, como sociedades de origen totémico30, tenían toda una compleja red de espíritus de animales o vegetales sagrados, los cuales por sus cualidades o características eran los que definían la pertenencia totémica, así como el nombre de los grupos familiares, clanes y de los individuos, al tener un mismo antepasado común. “Para la cultura Guahibo los animales fueron hombres que después de la desaparición de la primera generación se convirtieron en animales. Los habitantes de la primera generación tenían la facultad de convertirse en animales para realizar actividades que implican riesgo. Quizá por esta razón existen aproximadamente 24 grupos totémicos, cada uno de los cuales habitaba determinado sitio del llano, o por características personales afines al animal. Así tenemos: los Nebutomomowi: gente del tigre, los majamomowi: gente de la guacamaya, los ocorromomowi: gente del cachicamo, los bushomomowi: gente del sapo, los kekeremomowi, gente del zamuro, entre otros.” (Castro, citada por Millán; 93:2000).

Este rico y complejo sistema de creencias fue abruptamente modificado con la llegada de las misiones católicas jesuitas desde el siglo XVI, y el reciente contacto (Siglo XX) con los colonos mestizos, contacto que desprestigió sus creencias a partir de la imposición del monoteísmo judeocristiano y el irrespeto por la diversidad de la construcción del universo y el mundo de los nativos araucanos, tratándolos como “salvajes” o ignorantes por adorar el sol, la luna y su particular respeto y veneración por la naturaleza (selva y Laguna de Lipa, flora y fauna). 4.3 Territorio: Como ya se expuso, el territorio ancestral de estas etnias, así como de otros pueblos de Arauca, era toda la vasta llanura del departamento y más

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Las comunidades indígenas nómadas de los llanos orientales tenían un sistema de creencias totémico, el cual se basaba en un tótem sagrado. Este puede ser de origen animal o vegetal, da en parte explicación al mito fundador y de origen, así como las normas de matrimonios (regula las relaciones de parentesco. P.e la gente del jaguar o de la anaconda, sólo se puede emparentar entre ellos), gastronómicas, (p.e la gente del tigre no puede comer ese animal sagrado o por el contrario debe alimentarse del mismo para adquirir sus cualidades y/o habilidades) y rituales de adoración hacia el tótem. Para más información sobre el tótem y las sociedades y sistemas totémicos derivados del mismo, ver: DURKHEIM, Emile. Las formas elementales de la vida religiosa. El sistema totémico en Australia. Argentina: Schapire, 1968 y LEVI-STRUSS, Claude, El totemismo en la actualidad, México: Fondo de Cultura Económica, 1965. 1ra Edición.

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allá 31 , debido a su alto grado de movilidad –nómada- para la obtención del alimento. Además del constante e histórico proceso de expropiación de tierras y genocidio mencionado en el anterior capítulo, es relevante anotar que el sagrado territorio de las selvas de Lipa fue usurpado en 1983 por la multinacional Occidental Petroleum Corporation (OXY), con la abierta complicidad del Estado colombiano, concretamente el INDERENA 32 con la derogación de los Acuerdos No 28 de septiembre de 1976 y Acuerdo No 31 de mayo de 1977, (los cuales crearon y delimitaron el “área de reserva forestal y santuario de fauna y flora en la Intendencia Nacional de Arauca entre los ríos Ele y Lipa”, la zona de la llamada selva y Laguna de Lipa, entre los municipios de Arauca y Arauquita), en la creación del Acuerdo No 052 de septiembre de 1983, en el cual daba autorización al INCORA, para adjudicar tierras a colonos y en su artículo sexto daba autorización a “…la nación los concesionarios y permisos de explotaciones mineras sobre el subsuelo…”. Es importante anotar que el mismo acuerdo fue aprobado por la Resolución Ejecutiva de mayo 14 de 1984, después de haber empezado la exploración por parte de la OXY, además de haber sido escriturada desde 1980 a ésta multinacional; también sobresale el hecho de no ser mencionado en ninguna parte (así como en los anteriores dos que nombran la importancia de Fauna y de Flora), que la selva, la Laguna de Lipa y la reserva forestal son territorio de las comunidades nativas del departamento, ni mucho menos su importancia cosmogónica. “El Santuario de la laguna de Lipa era la despensa y el centro de ceremonia y encuentro de los pueblos indígenas de Arauca. Al llegar el oleoducto de Caño Limón, la laguna se secó. La fauna se perdió y las comunidades iniciaron un progresivo deterioro social y cultural.” (Calvo, Mahecha y Colino; 2010:23)

Para el indígena de Arauca la tierra es el lugar físico donde se crea y desarrolla la cultura; además de ese lugar simbólico y sagrado de donde se proviene, para el indígena la tierra y el territorio son: “Para nosotros los indígenas, el territorio significa la naturaleza, el medio ambiente, la cacería. Aquí en el resguardo tenemos la cacería. Sin territorio 31

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Era una ruta de migración común cruzar hacia la llanura venezolana, la actual frontera no existía en la concepción de las comunidades indígenas. Dentro de su cosmogonía nunca estuvo el mito moderno del Estado-nación, impuesto por la cultura occidental, ni su concepción de tierra y/o propiedad pública o privada. Instituto Nacional de Recursos Naturales, que manejaba los recursos naturales y el medio ambiente a nivel nacional. Creado por el Decreto 2420 de 1968. La ley 99 de 1993, ordena su liquidación, pues es creado como tal el Ministerio del Medio Ambiente, y las funciones ejercidas por el INDERENA pasan a ser responsabilidad de este Ministerio.

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nosotros no valemos nada, sin territorio no podemos vivir. Para nosotros sería grave sin territorio, sin finca, sin resguardo. Nosotros vivimos del territorio, de la tierra, de la naturaleza, de la madre tierra. Vivimos también de la cacería, de la comida que es el plátano, el maíz, la yuca, frutas como el mango, la piña, la caña”. (Entrevista trabajo de campo, lideres comunidad indígena de Cuilotos II, 28 de Mayo de 2011) 4.4 Parentesco: La forma tradicional de contraer matrimonio y emparentarse de la etnia Makaguán es con sus primos directos, son comunidades matrilocales (la nueva familia nuclear hace su residencia cerca de la familia de la mujer), los Makaguán son bilineales (heredan las características simbólicas y culturales de ambos padres), y los Sikuani son matrilineales (pertenecen y heredan de la familia de la madre), por tal razón los Sikuani sólo se pueden emparentar con sus primas cruzadas bilineales, por lo general son pueblos endogamos (matrimonios entre personas de la misma comunidad), aunque se ven esporádicos casos de matrimonios con otras comunidades (exogamia), sin embargo de la misma etnia. Aunque cabe resaltar el hecho de la progresiva unión con mestizos o como ellos/as llaman “blancos”, esta práctica es en la mayoría de los casos, de indígenas mujeres con colonos hombres, en un intento de “subir” en el status social; es muy rara la unión de hombres indígenas con mujeres campesinas. Esta situación no es bien vista por las autoridades tradicionales, dicen que: “Muy pocos mestizos captan de los viejos, lo más que necesitan no lo captan. El mestizo busca más al blanco, más a la cultura blanca que a la indígena.” (Historia de vida trabajo de campo, Cacique y Capitán, 28 de septiembre de 2011). En la actualidad, los y las jóvenes indígenas inician sus familias y reproducción a la edad de 14 a 17 años. No hay una ceremonia particular para el matrimonio, según las autoridades tradicionales (Caciques y Capitanes) entrevistadas en las historias de vida, dicen que la nueva familia se forma después de pedirle permiso al padre de la mujer, ir de marisca y elabora una casa nueva. Sin embargo, debido a la crisis cultural, de tradiciones y gobernabilidad, las nuevas generaciones no siempre hacen estos pasos y se separan a los pocos años, configurando nuevas familias. Dentro de las concepciones de estas comunidades indígenas los/as hijos/as son responsabilidad de la madre y de su pareja sentimental actual, más que de su padre biológico. Una situación reciente y en constante crecimiento por parte de los padres jóvenes de las comunidades indígenas, es la entrega de sus hijos/as al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), aduciendo la falta de recursos para alimentar los/as mismas. Si bien es cierto que el grado de vulnerabilidad y de inseguridad alimentaria de estas comunidades es alto, más aun en las que están

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en situación de desplazamiento forzado, esta creciente práctica genera un grado de irresponsabilidad de los padres de las nuevas generaciones; además aunque en el papel el ICBF contemple el enfoque diferencial y la consulta previa, en la práctica es muy deficiente la atención diferenciada a los niños, niñas y jóvenes de estas comunidades por parte de esta entidad. Los infantes de estas comunidades entran en programas llamados de “Protección”, donde son llevados a “hogares sustitutos” de madres mestizas, las cuales en muchos casos tienen y reproducen las visiones culturales racistas de muchos llaneros/as mestizo/as del departamento. El ICBF ha tenido en muchos casos niños y niñas indígenas en “hogares sustitutos” durante años, y en su mayoría estos ya no quieren volver a su comunidad o les es sumamente difícil adaptarse a la misma. Unido a lo anterior se suma la actitud racista y sesgada de muchas funcionarias y funcionarios del ICBF, donde sólo los profesionales de antropología y algunos contados casos respetan la cultura de las comunidades nativas y visualizan holísticamente las problemáticas de las mismas33. 4.5 Autoridades y estructura de Poder 34 : Dentro de la jerarquía de estas comunidades se encuentran dos autoridades, la autoridad tradicional representada por un Cacique y un Capitán; en algunas comunidades una de estas dos personas es además el médico tradicional y en otras (como en Cuilotos II) el médico tradicional es una tercera figura y/o persona. Los Caciques y Capitanes son escogidos por la comunidad, entre los hombres mayores por sus habilidades y cualidades orales, de caza y recolección, así como de conocimientos ancestrales; es el encargado de darle cohesión a la comunidad y de llevar el legado cultural a partir de la tradición oral y de la sanación, por medio del conocimiento de las plantas tradicionales y sagradas (en el caso que sea además el médico tradicional); este cargo es de por vida y no es hereditario. “El capitán va enseguida del cacique, el capitán sigue el paso del cacique. Como el cacique ya va terminando sus tiempos, el cacique deja la historia al capitán, el capitán sigue manejando su rítmico del principal, pero el capitán también es la máxima autoridad, la cabeza principal que manda dentro de la comunidad, el que corrige, el que se debe respetar, el que se trabaja y que busca la unidad, anteriormente cómo se castigaba, cómo se planteaban los trabajos organizativos como pueblo indígena. Es la cabeza principal, cuando dice que tenemos un trabajo, que vamos a unirnos, que tenemos la celebración de un majule y tenemos 33

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Las afirmaciones anteriores se recogen y sustentan en información de primera mano. A partir de lo observado y vivido en mi experiencia como funcionario del ICBF Arauca durante 7 meses de 2010 a 2011. Desde esta temática hasta finalizar el capítulo, los rasgos son muy similares o “iguales”, por lo menos en el presente, de ambas etnias. Esta afirmación se emite a partir de lo obtenido y observado en el trabajo de campo, por medio de las entrevistas, las historias de vida, la cartografía social y el diario de campo. Así pues se hablará de los Makaguán y Sikuani a la vez.

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que compartir, que tenemos una guitarra y vamos a bailar, pero anteriormente oraban, cantaban. Hoy es el que busca la función de ser un capitán que sigue el paso del cacique y la historia que el cacique le cuenta. No hay comunidad sin cacique” (Historia de vida realizada al Capitán de la comunidad de La Esperanza, trabajo de campo 28 de mayo de 2011).

Capitán de la comunidad indígena Caño Claro (etnia Makaguán), realizando un ritual para alejar la lluvia. Trabajo de campo septiembre de 2011.

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Es necesario aclarar que en las comunidades varia el significado de Capitán y Cacique, en algunas la máxima autoridad es el Cacique y después sigue el Capitán y en otras es al contrario, se infiere que esto se da por lo foráneo de los términos, los cuales vienen de los misioneros (Millán, 2010) y de la antropología35. El respeto hacia esta figura se está perdiendo en las nuevas generaciones, debido en gran parte por el proceso de aculturación y de la creación de los cabildos como: “una entidad pública especial, cuyos integrantes son miembros de una comunidad indígena, elegidos y reconocidos por ésta, con una organización sociopolítica tradicional, cuya función es representar legalmente a la comunidad, ejercer la autoridad y realizar las actividades que le atribuyen las leyes, sus usos, costumbres y el reglamento interno de cada comunidad.” 36

Los Cabildos están conformados por el Gobernador, el Tesorero, el Fiscal y un Secretario. Autoridad surgida a partir de la década del 80 del pasado siglo, por iniciativa del Estado en los procesos de legalización de los resguardos. Este se elige por voto, similar al sistema democrático occidental, el cual no hace parte de sus tradiciones. Los miembros del Cabildo son los encargados de interlocutar con las instituciones públicas, privadas, nacionales e internacionales. Algunas instituciones refuerzan la pérdida de autoridad del Cacique y/o Capitán al dirigirse principal o únicamente al cabildo para interactuar con ellas, desconociendo el rol tradicional del Cacique-Capitán y médico de la comunidad. 4.6 Alimentación: La alimentación tradicional es a partir de la obtención de la caza y de la recolección. Esta se constituía de animales como especies de monos, chigüiros, lapas, así como peces. A esta actividad se le nombra como la marisca, además de la obtención de frutos. Debido a la perdida de territorio y al confinamiento en resguardos, (aunque esta actividad milenaria, se niega a desparecer), no es suficiente para la obtención del alimento; por tal motivo tienen pequeños sembrados con hortalizas, tubérculos y frutas, llamados conucos. Dichas prácticas agrícolas han surgido en la mayoría de los casos de proyectos institucionales, tanto de entidades estatales, como de organizaciones no

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Además de estos términos provenientes de las misiones, se hace relevante anotar que el término etnia, no es propio de ningún pueblo tradicional. Este concepto proviene de esta disciplina social, tomado de la palabra griega ethos, definida según el diccionario de la Real Academia Española como: "Conjunto de rasgos y modos de comportamiento que conforman el carácter o la identidad de una persona o una comunidad." Según el Decreto 2164 de 1995 por el cual se reglamenta parcialmente el Capítulo XIV de la Ley 160 de 1994 en lo relacionado con la dotación y titulación de tierras a las comunidades indígenas. Y en el año 1993, el Gobierno Nacional expidió el Decreto 1088, por el cual se regula la creación de las asociaciones de Cabildos y/o Autoridades Tradicionales Indígenas.

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gubernamentales37, desde la imposición de un sistema gastronómico, económico, político y social que no es el propio. Por otra parte, la entrega de mercados llevados por instituciones gubernamentales como Acción Social (actual Departamento para la Prosperidad Social) y el ICBF, evidencian una falta de enfoque diferencial, pues los productos que componen dichos mercados no hacen parte de su gastronomía tradicional, además no han sido consultados ni concertados con la comunidad y no constituyen una solución real a la problemática del territorio y la inseguridad alimentaria. “En el asentamiento donde actualmente se encuentran desplazados tienen pequeños cultivos (conucos) de maíz, plátano, yuca, batata, tomate, cebolla, cilantro, ahuyama, papaya, piña, naranja y guayaba 38 . Esta comunidad también caza ocasionalmente animales como babilla, iguana, lapa, cachicama, chigüiro y pescado. Dentro de los psicoactivos tradicionales que consumen están el tabaco, el Majule (bebida alcohólica elaborada a partir de la fermentación del plátano) y el Boco (elaborada a partir de la fermentación de la palma), más conocidos entre los mestizos como “vinete”, además por el contacto con las comunidades U´wa del pie de monte la utilización de la coca, con fines medicinales y estimulantes.” (Extraído del diario de campo

2011, refiriéndose a la comunidad indígena de La Esperanza). La práctica institucional de entregar mercados a las comunidades indígenas, sin aplicar un enfoque diferencial e incluyente en la definición de dichos mercados, ha llevado a agudizar situaciones como el alcoholismo en las comunidades, pues al recibir los paquetes con productos que no están acostumbrados a consumir, que no hacen parte de su dieta y de sus costumbres, deciden salir a vender los víveres que no van a utilizar a los colonos. Al tener dinero y estar en centros poblados, compran bebidas alcohólicas no tradicionales (como La Caponera, aguardiente venezolano), que se han convertido en una forma de pérdida de las tradiciones, maltrato intrafamiliar, crisis cultural y de gobernabilidad, situación derivada algunas veces de forma intencionada por el Estado. Esto se argumenta en especial por la directriz de Acción Social de incluir estas familias en el programa “Familias en Acción”, esto se ha realizado sin consulta previa y obviamente carece totalmente de un enfoque diferencial, además de 37 38

Como ya se ha dicho, por su carácter de nómadas, estas comunidades no tenían como practica el cultivo. Se infiere sin embargo que manejaban la horticultura de pequeños cultivos, más no una agricultura extensa. Esta comunidad debido en gran parte al desplazamiento forzado, vive desde el 2007 y hasta la actualidad un grave problema de déficit de alimentos y de soberanía alimentaria. Al no ser este su terreno propio, la comunidad de Parreros no les permiten tener grandes cultivos, la caza y la pesca (mariscar) no es suficiente debido a la falta de fauna que se encuentra en la actualidad, el Gobernador y Secretario del resguardo comentaron que tienen problemas con sus cultivos debido al Bachaco, ésta es una hormiga que daña sus cosechas; además la recolección se ha visto afectada, esta práctica tradicional es vista por los colonos como robo de sus cosechas, lo que ha llevado a problemas graves de convivencia con estos, el más relevante y reciente el presunto asesinato del Tesorero por colonos mestizos en agosto de 2010.

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agravar la problemática del alcoholismo; si antes vendían los mercados de esta entidad estatal, pues ahora recibirán dinero directamente. 4.7 Unidades habitacionales: Las unidades habitacionales tradicionales o “chozas”, están elaboradas: el techo a partir de hojas de palma real, las bases son en palo de guadua, de forma rectangular, la cocina o fogón es de madera y está por fuera de la unidad habitacional. Sin embargo, lo que hoy nombramos como tradicional no es la ancestral; según los mayores vivos de las autoridades tradicionales, dicen que antes hacían sus casas de viao y hojas de plátano, más acorde a su anterior grado de movilidad. Las comunidades indígenas que están en condición de desplazamiento forzado, decían que cuando estaban en el resguardo, cambiaban sus chozas cada año; sin embargo, en el asentamiento de Betoyes, debido a no estar en su territorio, desde el año 2007 no las han cambiado; esta situación les ha conllevado a que se produzcan enfermedades por animales que se albergan en estos materiales de origen vegetal. Esta información se obtuvo de las entrevistas semi estructuradas del trabajo de campo. No obstante, hay que tener en cuenta un notorio cambio en sus usos y costumbres; en algunas unidades habitacionales, agregan una lona verde para protegerse del sol y la lluvia, manifestación del cambio de la construcción de la “intimidad” entre la comunidad (sus otros pares), como con el observador (externo). Cocinan en un fogón elaborado a partir de una base de piedras y sobre ésta prenden madera (pequeños troncos de árboles circundantes) o realizan una base de tierra de 1,20 m -1. 50 m de altura; anteriormente por su grado de movilidad cocinaban en fogatas.

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“Choza” tradicional, comunidad indígena de Caño Claro (etnia Makaguán), municipio de Tame. Trabajo de campo mayo de 2011.

En algunas comunidades como Cuilotos II, Parreros e Iguanitos, sus gobernadores viven en casa con plancha de piso y paredes en tablas de madera. En los últimos meses tanto la Gobernación como Acción Social, han gestionado y adelantado acciones en un intento de “mejoramiento de vivienda”. Estos programas pretenden realizar casas de zinc, cemento y madera en las comunidades y aunque muchos/as indígenas incluidas las autoridades tradicionales, quieren modificar sus unidades tradicionales, siguiendo el patrón de los campesinos mestizos, no se puede bajo el pretexto de la consulta previa, argumentar “que eso es lo que quieren los indígenas” y darles cualquier objeto o material que pidan sin analizar y reflexionar con ellos/as sus implicaciones. Este tema es complejo y no se solucionará con una idea o iniciativa fácil y parcial, si bien es cierto los indígenas argumentan su derecho a tener una vivienda “digna”, este imaginario esta inevitablemente codificado por los parámetros simbólicos occidentales de la “dignidad” en las viviendas.

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Al cambiar la forma tradicional de sus viviendas, se estará perdiendo un rasgo distintivo más de los sistemas y códigos culturales de estos pueblos, al igual que ocurrió con la pérdida de sus sistemas simbólicos, la lengua, la estética tradicional (antes los hombres usaban guayuco y la mujeres chiveche y teteja39, esta estética cambió al tener contacto con los colonos a mediados del siglo XX; los adultos mayores entrevistados aducen que los colonos, así como las monjas y curas, los obligaban a cambiar su vestimenta, argumentando que parecían desnudos, salvajes y animales), y los patrones de movilidad, entre otros. En esta medida, analizándolo desde un punto de vista más “práctico”, los materiales tradicionales son mucho más frescos y acordes con lo elevado de las temperaturas de la sabana araucana. Por su parte, el cambio de viviendas cambiaría el patrón de asentamiento y parentesco de estas comunidades: al vivir en una casa de cemento y zinc. Por último, se quiere mencionar que parte de la “ayuda”, por parte de la Gobernación hacia las tres comunidades en situación de desplazamiento forzado, encontradas en el municipio de Tame, fue la creación de proyectos productivos y de vivienda para cada una. Según los habitantes de las 3 comunidades estos proyectos no fueron concertados, el mejoramiento de vivienda fue la construcción de una casa por comunidad, casa de tablas de madera de mala calidad y techo de zinc, algunas semillas de maíz y yuca, además de alambres y herramientas. Según la Gobernación en cada comunidad se “invirtieron” 125 millones de pesos.

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El chiveche era el traje tradicional de las mujeres elaborado a partir de la planta matarratón, las tetejas son círculos de hoja de palma y plumas utilizado en la cabeza, y el guayuco era utilizado por los hombres para cubrir su pene.

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La casa de los 125 millones de pesos, según la gobernación de Arauca. Comunidad indígena Iguanitos (etnia Makaguán). Trabajo de campo septiembre de 2011.

4.8 Medicina tradicional, salud y condiciones de salubridad: Ésta, así como la mayoría de las tradiciones indígenas de las comunidades visitadas, se encuentra en un acelerado proceso de desaparición. Las nuevas generaciones no tienen y en muchos casos no valoran los conocimientos ancestrales del médico tradicional, dependen y valoran cada día más la medicina alopática de origen occidental; preocupante situación ya que junto a lo deficiente del sistema de salud público y la calidad de este con las comunidades indígenas, aumenta la morbilidad y mortalidad en especial la infantil 40 , con enfermedades antes tratadas tradicionalmente (principalmente de tipo respiratorio, dérmico, gástrico y viral) y la pérdida de conocimientos fundamentales de su cultura. Unido a esto es de suma preocupación el constante, sistemático desvió de recursos públicos, por parte de contratistas e IPS, que ejecutan proyectos de salud, además de lo corto de los tiempos de los proyectos de la Unidad Administrativa de Salud para las comunidades indígenas41.

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Las brigadas de salud son muy esporádicas, y más aun con las comunidades de difícil acceso. Cada tres o cuatro meses, unido a esto los indígenas por las diferencias culturales sólo van a los hospitales en casos sumamente necesarios. Ir al casco urbano de Tame les lleva horas caminando y no cuentan con los recursos para la movilización. La ayuda por parte de las autoridades municipales y de salud para su traslado –así como la IPS Dusakawi- son muy pocas y sumamente deficientes. 41 Como los que se están ejecutando en este momento (diciembre 2011), los cuales son sólo de dos o tres meses, tiempo que no es suficiente para realizar un proyecto de rescate de medicina tradicional, además estos se ejecutan al final de las administraciones para “legalizar” de prisa recursos y sin la adecuada consulta previa.

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Plantas como Ajenjo, Altamiza, Coca, Flor Amarillo, Limonaria, Mastranto, Mejorana, Ruda, Tabaco, Toronjil son utilizadas desde hace milenio, por estos pueblos nómadas, expertos en la farmacopea endémica. A partir de estas plantas y muchas más tienen cura para enfermedades tan diversas como: nervios, tensión, atraso menstrual, cólicos, dolor de matriz, dolor de cabeza, dolor de estomago, migraña, diarrea, gripa, fiebre, entre muchas otras. Enfermedades que incluso habían llegado a estas tierras por los colonizadores, y aun siendo enfermedades invasoras -por llamarlas de alguna manera-, las y los indígenas aprendieron a tratarlas a partir de sus conocimientos propios.

Planta de Coca. Trabajo de campo junio 2011.

Indígena Makaguán al lado de una planta de tabaco, comunidad La Esperanza. Trabajo de campo septiembre 2011.

Para estas comunidades indígenas, la salud no era sólo una cuestión corporal (como lo es para el “occidente moderno”), sino mental y espiritual. Tenían una mirada holística, donde el cuerpo estaba en armonía con lo espiritual, y con su entorno natural, por eso el valor sagrado de algunas plantas curativas. Hoy en día resulta muy preocupante que estos conocimientos sean usurpados y robados a las comunidades, o privatizados por las multinacionales farmacéuticas, con la pretensión de patentar los genes de las plantas y animales pertenecientes a la biodiversidad y el patrimonio cultural inmaterial de estos pueblos, a partir del libre mercado y los TLC´s, con la excusa de que es un bien o un saber de la humanidad, lo privatizan y comercializan, sin darle el reconocimiento, valor y respeto a los saberes tradicionales.

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Por otra parte, es importante resaltar en cuanto a proyectos de salubridad, que ha sido una constante la falta de enfoque diferencial y de consulta previa; también se ha visto la carencia de lógica y coherencia en los proyectos de la Gobernación, como es el caso de la instalación de baterías sanitarias en las comunidades Betoyes y Makaguán del municipio de Tame, que evidentemente no hace parte de sus usos y costumbres, pero que además son instaladas en sus unidades habitacionales a sabiendas de que no hay servicio de acueducto, por lo cual no queda más que la parafernalia de una infraestructura inútil y para nada funcional, donde los indígenas no tienen ni siquiera acceso al agua para cocinar (en la mayoría de comunidades no hay agua potable, esta la sacan de puntillos y en el mejor de los casos como en la comunidad indígena de La Esperanza por motobomba), mucho menos para descargar un sanitario, que por lo demás no cuenta con tubería ni sistema de alcantarillado. Se ha percibido cómo estas baterías sanitarias se han convertido en el depósito de los productos de mercado que no consumen de Acción Social y luego salen a vender a los colonos.

Batería sanitaria. Comunidad de Parreros (etnia Makaguán). Trabajo de campo Mayo 2011.

4.9. Cultura, usos y costumbres en relación con el derecho al territorio: Tras esta caracterización general de la cultura de las comunidades indígenas, es necesario introducir la pregunta de la relación que hay entre estas costumbres ancestrales y el derecho al territorio. Si bien puede parecer más que obvio, y además se ha mencionado a lo largo del texto de manera transversal, es necesario plantear concretamente por qué es tan fundamental visibilizar la situación de vulnerabilidad de las comunidades indígenas de Arauca en gran parte

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a causa de la pérdida de sus territorios ancestrales, que en el orden jurídico internacional e incluso nacional es visto como una violación directa del derecho al territorio, lo cual conlleva a la vulneración de otros derechos fundamentales. Como ya se dijo anteriormente, los pueblos indígenas de Arauca, al igual que muchas otras etnias ancestrales, tienen una concepción holística del mundo, de la vida, de la naturaleza, en la cual la pertenencia étnica, la cosmogoníacosmovisión, el territorio, el parentesco, las autoridades y estructura de poder, la alimentación, las unidades habitacionales y la medicina tradicional, están íntimamente relacionados y son codependientes. Es decir, no puede haber salud sin territorio, pues se han perdido las prácticas medicinales ancestrales; no puede haber seguridad alimentaria sin territorio, pues sus prácticas para la obtención del alimento se ven gravemente afectadas; su pertenencia étnica y sus formas de parentesco también son afectadas, en tanto que al no tener territorio se fisura sus lazos sociales; sus formas tradicionales de autoridades y estructuras de poder se ven también afectadas, ya que éstas en gran parte eran orientadas por sus principios cosmogónicos que al perder territorio se ven directamente afectados, pues pierden sus lugares sagrados, sus rituales tradicionales, y se fracturaron sus prácticas totémicas a partir de las cuales se configuraban sus estructuras culturales. Desde esta forma de entender el mundo, evidentemente generan modelos de “desarrollo”, que asumen lo político, lo social, lo económico y ecológico de una manera totalmente diferente al modelo occidental, particularmente al sistema hegemónico capitalista. Específicamente en lo que tiene que ver con el territorio, no lo desligan en ningún momento de sus prácticas, hábitos y costumbres en cuanto a la comida, la salud, la vivienda, los juegos, los mitos, entre otros. El territorio es ese todo sobre el cual ellos existen, y hacen parte del mismo, no lo “poseen”; en este sentido son parte de él, generando relaciones de respeto y cuidado por el mismo y todo lo que lo compone.

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Evento: recuperación de la identidad cultural, comunidad indígena de La Esperanza (etnia Makaguán). Trabajo de campo mayo 2011.

Evento: recuperación de la identidad cultural, comunidad indígena de Parreros (etnia Makaguán). Trabajo de campo mayo 2011.

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CAPÍTULO 5: SITUACIÓN DEL DERECHO AL TERRITORIO Y LA TIERRA, DE LAS ETNIAS MAKAGUÁN Y SIKUANI DEL MUNICIPIO DE TAME. PERIODO DE LA “SEGURIDAD DEMOCRÁTICA” 2002-2011. “…la fuerza militar como la policía, el Ejército y el DAS si quieren matar ¿Por qué no matan a la gente armada igual a ellos? A los pueblos civiles mejor que los dejen trabajar, que nos dejen vivir, que nos dejen producir a nuestros pueblos, pero que no vengan a atropellar a nuestras comunidades. Desde el 2002 hubo otra guerra... vino la Cruz Roja, el defensor del pueblo, la Defensoría, Derechos Humanos. Ellos hablaron con el presidente Álvaro Uribe, que se calmaran los problemas porque están acabando a los indígenas, porque los mismos militares van a quitarles el territorio, hasta los animales se están robando.” Indígena araucano 2011. En el presente capítulo, se describirán y mostrarán las sistemáticas violaciones al derecho al territorio y a la tierra por parte de todos los grupos armados involucrados en el conflicto armado colombiano: Fuerzas Militares (Policía y Ejército Nacional), paramilitares (AUC, concretamente el Bloque Vencedores de Arauca) y grupos guerrilleros: FARC-EP (bloques 10 y 45) y ELN (frente Domingo Laín). Para tal fin en primer lugar se definirá que se entiende por estos derechos, y como han sido violados sistemáticamente, para terminar se hará un hincapié en el caso de la comunidad indígena de la Esperanza, la cual fue seleccionada como el caso emblemático en esta investigación. 5.1 Qué es tierra y territorio para las comunidades indígenas: Hay muchas formas de definir el concepto “tierra”. Por un lado la tierra es el nombre dado al planeta que habitamos (tercero del sistema solar); así mismo es la capa orgánica superficial del suelo donde se siembra, pero también es el lugar donde habitamos, no sólo los seres humanos sino las millones de especies vivas del planeta; en este sentido para las comunidades indígenas esta última concepción se acerca al concepto de “naturaleza”. Es relevante anotar que dentro de la cosmogonía y la cultura que crea y le da explicación -al mito de origen-, no existe la diferencia que hay en occidente de cultura y naturaleza; los seres humanos para la tradición indígena son una especie más de la naturaleza y por tal motivo deben respetarla y generar sistemas de economía sostenibles. En esta investigación se concibió la tierra como ese lugar y/o espació físico donde se da vida y se desenvuelve la cultura de los pueblos y comunidades indígenas. Es el espacio físico, donde se encuentra en sus propias palabras todo: el alimento, la materia prima para la

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elaboración de sus chozas, arcos, cotias, mapires42, las bebidas alcohólicas, las plantas medicinales, sus tradicionales atuendos chiveches, tetejas y guayucos (hoy lamentablemente en desuso),etc.

Mujeres cargando leña en cotias, comunidad indígena de La Esperanza (etnia Makaguán). Trabajo de campo mayo 2011

Pero además de ese espacio físico, la tierra es interpretada y asimilada a partir del lente particular de cada cultura, lente que le da significado y apropiación. Es este lente cultural el que determina las relaciones sociales (entre seres humanos), ecológicas (entre los humanos y el ambiente) y económicas (relación que se genera a partir de la apropiación de los recursos por parte de los seres humanos). Este lente cultural es a lo que llamaremos “territorio” y este es sagrado para las etnias amerindias (ver subcapítulo 4.3 Territorio). “Tierra y territorio son dos conceptos íntimamente relacionados. Por tierra se entiende la base física y productiva de un territorio. Por territorio se entiende el

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Canastos y cestos tradicionales, elaborados a partir de hojas de palma; los cuales les sirven principalmente para cargar leña, animales cazados y alimentos en general.

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conjunto de relaciones y representaciones que se construyen a partir de la tierra”. (Fajardo, citado por Coronado; 10: 2009).

5.2 Legislación nacional e internacional sobre pueblos indígenas y derecho al territorio. Un camino de resistencia, lucha y reconocimiento: Tanto en la normatividad internacional como en la colombiana se han creado acuerdos y/o tratados y leyes que han evidenciado los derechos de los pueblos indígenas a partir de sus luchas por el reconocimiento. Entre los más importantes encontramos: Artículo 1 Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU 1966, “todos los pueblos tienen derecho a la libre determinación”; el Convenio 169 sobre “derecho a la autonomía y autogobierno de los pueblos indígenas y tribales en países independientes” y Convenio 196 sobre “el derecho a la tierra y el territorio de los pueblos indígenas y tribales”, ambos convenios de la OIT de 1989; La declaración y el programa de Acción de la conferencia Mundial de derechos humanos de 1993, que reconoce “la dignidad intrínseca y la incomparable contribución de las poblaciones indígenas al desarrollo y pluralismo de la sociedad”; Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los pueblos indígenas 2007. A nivel nacional diversos artículos de la Constitución Política del país, principalmente el artículo 7, mediante el cual, “El Estado reconoce y protege la diversidad multiétnica y pluricultural de la nación colombiana”. Además de los artículos: “Artículo 63: Los bienes de uso público, los parques naturales, las tierras comunales de grupos étnicos, las tierras de resguardo, el patrimonio arqueológico de la Nación y los demás bienes que determine la ley son inalienables, imprescriptibles e inembargables. Artículo 70: El Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación de la identidad nacional. Artículo 72: El patrimonio cultural de la Nación está bajo la protección del Estado. El patrimonio arqueológico y otros bienes culturales que conforman la identidad nacional, pertenecen a la Nación y son inalienables, inembargables e imprescriptibles. La ley establecerá los mecanismos para readquirirlos cuando se encuentren en manos de particulares y reglamentará los derechos especiales que pudieran tener los grupos étnicos asentados en territorios de riqueza arqueológica. Artículo 246. Las autoridades de los pueblos indígenas podrán ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de conformidad con sus propias

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normas y procedimientos, siempre que no sean contrarios a la Constitución y leyes de la República. La ley establecerá las formas de coordinación de esta jurisdicción especial con el sistema judicial nacional. Artículo 330. De conformidad con la Constitución y las leyes, los territorios indígenas estarán gobernados por consejos conformados y reglamentados según los usos y costumbres de sus comunidades y ejercerán las siguientes funciones: 1. Velar por la aplicación de las normas legales sobre usos del suelo y poblamiento de sus territorios. 2. Diseñar las políticas y los planes y programas de desarrollo económico y social dentro de su territorio, en armonía con el Plan Nacional de Desarrollo. 3. Promover las inversiones públicas en sus territorios y velar por su debida ejecución. 4. Percibir y distribuir sus recursos. 5. Velar por la preservación de los recursos naturales. 6. Coordinar los programas y proyectos promovidos por las diferentes comunidades en su territorio. 7. Colaborar con el mantenimiento del orden público dentro de su territorio de acuerdo con las instrucciones y disposiciones del Gobierno Nacional. 8. Representar a los territorios ante el Gobierno Nacional y las demás entidades a las cuales se integren; y 9. Las que les señalen la Constitución y la ley.” (Constitución Política de

Colombia 1991). La Ley 21 de 1991, a partir de la cual es Estado colombiano aprueba e implementa en la legislación nacional el Convenio 169 de la OIT (mencionado anteriormente), comprometiéndose a implementar mecanismos de participación y consulta con los pueblos indígenas y tribales, partiendo del reconocimiento de su identidad, sus valores, y prácticas sociales, culturales, religiosas y espirituales43. Por último, es de resaltar que recientemente La Corte Constitucional, a partir de la sentencia T-25 de 2004, ordena a las instituciones nacionales, departamentales y municipales realizar acciones que cambien “el estado inconstitucional” de la situación de desplazamiento forzado y de riesgo de extinción física y cultural de 34 pueblos de Colombia (Auto 004 de 2009) a partir de la creación de 34 “Planes de Salvaguarda”44 y concretamente otros dos pueblos45 indígenas de Arauca (Auto 382 de 2010). Dichos Autos, a pesar de ciertas intervenciones puntuales de orden nacional, regional y local en las comunidades, no han resuelto ni solucionado la grave situación de los pueblos indígenas del departamento de Arauca. A nivel departamental se han realizado varias reuniones de las instituciones públicas con 43

Ley 21 de 1991, que adopta el Convenio 169 de la OIT. Entre estos dos pueblos de Arauca: Betoy y Sikuani. 45 Hitnü y Makaguán. 44

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indígenas, buscando avanzar en la concreción de lo estipulado en los Autos; sin embargo, dichas reuniones no pasan de ser espacios de socialización de estos Autos, no sólo para los líderes indígenas y las comunidades, sino para funcionarios públicos que aun los desconocen a profundidad. Durante los casi 4 años de desplazamiento –para algunas familias en actual situación de desplazamiento forzado serán 5 años- de las tres comunidades indígenas de Tame (Caño Claro, Iguanitos y La Esperanza), el Estado, a nivel nacional, departamental y local no ha solucionado la situación; se prometieron retornos y reubicaciones que nunca se realizaron, las comunidades retornaron por su propia voluntad ya que el Estado no brindaba una solución o un grado de seguridad, además las organizaciones guerrilleras dieron un cese al fuego entre ellas, motivo de los últimos desplazamientos masivos de estas comunidades indígenas en el 2007. Lo anterior unido al hacinamiento en la comunidad receptora de Parreros, hizo que retornaran estás comunidades. El Comité de Atención Integral a la Población Desplazada, fue un encuentro de funcionarios que no proponían soluciones adecuadas a esta problemática. 5.3 Violación sistemática derecho a la tierra y al territorio comunidades indígenas: El derecho de todas las personas a la propiedad, individualmente o en asociación, así como el derecho a no ser privado arbitrariamente de ella, se incluye en el artículo 17 de la “Declaración Universal de Derechos Humanos” (DUDH). Sin embargo, según Sofía Monsalve (2004) este derecho no fue codificado ni en el “Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales” (PIDESC) ni en el “Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos” (PIDCP), estos a diferencia de la DUDH, si tienen incidencia y fuerza jurídica por su naturaleza de ser vinculantes; en el camino de elaboración no se pudo lograr obtener un entendimiento y criterio común, siendo las limitaciones al derecho de la propiedad la principal fuente de diferencia. El derecho a la propiedad privada irónicamente ha sido la “excusa” y causa del acaparamiento y acumulación inequitativa y desigual de la tierra y con ésta los conflictos que ha generado. Sin embargo, también se ha tratado como derechos colectivos y comunitarios, los cuales dan fuerza a la creación, respeto, protección y ampliación de los resguardos indígenas y de las minorías étnicas, dándole relevancia a la conservación del territorio, siendo la tierra el lugar físico, la base donde se genera y desarrolla la cultura propia de los pueblos. “El contenido más importante del derecho a la tierra y al territorio se relaciona directamente con las demandas históricas de los sectores rurales en todo el mundo: el acceso a la tierra. Considerar a los sectores rurales como titulares del derecho a la tierra y al territorio significa que ellos tienen la expectativa de

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acceder a la tierra como un espacio físico en el cual puedan desarrollar autónomamente su forma de vida y su cultura.” (Coronado, 2009: 27-28).

Ese espacio físico donde se pueda desarrollar la cultura es precisamente, el que le da el sentido único y singular al “territorio”, éste para las comunidades indígenas incluye además sus percepciones ancestrales de los recursos naturales, todas las especies animales y vegetales que lo componen y que habitan la madre tierra: “…reconocer que el derecho a la propiedad (tierra), consagrado en la CADH (Comisión Americana de Derechos Humanos), incluye la propiedad comunal de la tierra y de los recursos naturales de los pueblos indígenas. Para este dictamen la corte tuvo en cuenta la jurisprudencia del derecho internacional de DD.HH sobre los derechos de los pueblos indígenas.” (Monsalve, 2004:44).

Este derecho a la tierra de las comunidades nativas de Arauca, ha sido violentado constante e históricamente (cómo se expuso en el capítulo 3); esta investigación se dedicó especialmente al periodo de la “Seguridad Democrática” 2002-2011. En este lapso de 9 años han sido múltiples las causas y las consecuencias de la violación de este derecho a la tierra, derivadas del conflicto armado colombiano. En este trabajo consideramos como causas de este flagelo, no sólo las agresiones bélicas directas, sino también la exploración y explotación de recursos naturales, se considera que tanto estas multinacionales, a partir de la financiación de grupos al margen de la ley, así como su accionar, son una estrategia para la apropiación ilegal e ilícita de territorios indígenas, para sus intereses macroeconómicos. Entre estás sobresalen: la explotación y exploración de recursos naturales (especialmente hidrocarburos) dentro de los resguardos indígenas sin la consulta previa, la contaminación por parte de la industria petrolera y minera de recursos hídricos, el asentamiento de colonos mestizos dentro de sus territorios; las fumigaciones de “cultivos ilícitos” para el Estado –coca, marihuana- cerca a sus resguardos; la instalación de bases militares en sus resguardos; instalación de minas antipersonales (MAP) y abandono de municiones sin explotar (MUSE), no sólo por parte de los grupos subversivos, también por la fuerza pública; la ocupación de lugares sagrados ya sea por la fuerza pública o por grupos armados al margen de la ley y por las multinacionales; las amenaza, el señalamiento y el asesinato selectivo de líderes y autoridades tradicionales; abusos y violaciones sexuales de mujeres y niñas indígenas; desconocimiento de la jurisdicción especial indígena; y por la confrontación bélica directa entre grupos armados: confinamientos de familias y comunidades enteras, controles sobre la movilidad de personas, por parte de grupos armados ilegales y la Fuerza Pública, irrespeto y desacato de las prácticas culturales propias y de las autoridades tradicionales por parte de los actores del conflicto, reclutamiento forzado de niños, niñas y jóvenes

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por grupos ilegales, apropiación y hurto de bienes de subsistencia de las comunidades por los actores armados ilegales y Fuerza Pública. Además de todas las vulneraciones y violación de derechos, probablemente la mayor violación del derecho al territorio (derivada de la aparición de uno a varios de los elementos anteriores) es el desplazamiento forzado. El desplazamiento forzado, es una de las mayores consecuencias del conflicto armado colombiano y constituye una violación a la mayoría de los derechos humanos incluidos los fundamentales. Sobre el desplazamiento forzado en Colombia se encuentra una abundante bibliografía, en esta investigación se entendió como la manera que internacionalmente se ha nombrado una forma particular de éxodo: aquella que ocurre dentro de las fronteras del territorio nacional y que está motivada por desastres naturales o por diversas formas de persecución, amenaza o agresiones que atentan contra la integridad de las personas; a diferencia de la situación del refugiado, el cual según los parámetros internacionales, es aquella persona que se encuentra fuera de su país de origen y no puede retornar a causa de un temor bien fundado de persecución debido a su etnia, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un determinado grupo social y se refugia en otro país en la mayoría de las ocasiones uno limítrofe con su patria. A pesar de que el desplazamiento es un fenómeno mundial, ligado desde hace décadas especialmente a conflictos internos y guerras civiles, sólo desde 1997 se cuenta con un instrumento internacional que nombra su especificidad con respecto a otros tipos de migraciones y propone unos principios básicos para la atención, protección y restablecimiento de las personas que se encuentran en esta situación, en los Principios Rectores sobre el Desplazamiento Interno Forzado, principios creados por ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Refugiados). Según ACNUR, las personas desplazadas son entonces aquellos individuos o grupos que: “Se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida.” (Acnur, 1998).

En Colombia para 1995 ya se vislumbraba la existencia de un significativo y silencioso éxodo que pasaba del medio millón de personas, la mayoría de ellos campesinos (además de minorías étnicas como indígenas y afro descendientes)

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que por diverso tipo de hostigamientos, en su mayoría asociados al conflicto armado, habían tenido que abandonar sus hogares. En respuesta a esta evidencia y a la presión de diversos organismos nacionales e internacionales, y teniendo en cuenta precisamente el postulado de los Principios Rectores, en 1997 el Estado reconoce el éxodo forzado como una problemática relevante que exige acciones de política pública y se aprueba la primera Ley para la Atención de la Población Desplazada (Ley 387/97) que habla de la necesidad de prevenir el fenómeno, atender a la población y realizar acciones para su restablecimiento. A pesar de que nacional e internacionalmente se han reconocido los aciertos de esta ley en cuanto a su enfoque y su potencialidad para restaurar los derechos de la población desplazada, su impacto en procesos reales de restablecimiento y en evitar que el desplazamiento forzado se siga produciendo es bastante precario (Jaramillo, Villa y Sánchez, 2004). Después de la Ley 387/97 surgieron a partir de la sentencia T-25 del 2004, diversos autos con enfoque diferencial; en las comunidades indígenas encontramos los Autos 004 del 2009 y él Auto 382 de 2010, exclusivo para las comunidades en situación de desplazamiento forzado de Arauca. Contrario a toda esta jurisdicción dedicada a proteger la población desplazada y a “frenar” su crecimiento, para el año 2011 se calcula que alrededor de 5,2 millones de personas viven en esta situación46, lo que ubica a Colombia (según ACNUR) en el primer lugar de los países con desplazamiento interno en el mundo, seguida por Irak y Sudán. 5,2 millones de personas que se encuentran, la mayoría de ellas, en condiciones de extrema pobreza, incluso de indigencia (Ibáñez y Moya, 2006), lo cual cuestiona, además de la vigencia de un Estado Social de Derecho, la indolencia con la que gran parte de la sociedad colombiana y la comunidad internacional han visto engrosar, año tras año, estas cifras. Como afirma Darío Fajardo (2002), las causas del desplazamiento forzado de comunidades enteras en Colombia son múltiples e históricas: acumulación de tierras, latifundio, ganadería, narcotráfico, importancia militar estratégica; sin embargo, una de las mayores y contemporáneamente más creciente es el interés en proyectos macroeconómicos, por los recursos del subsuelo de la comunidad desplazada. En muchas ocasiones el desplazamiento forzado no es producto de un conflicto armado, más bien se crea el conflicto armado para generar un

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Ha sido constante la discrepancia entre las cifras oficiales del Estado y algunas ONG´s. Para el gobierno colombiano (concretamente Acción Social) en la actualidad -septiembre 2011- hay 3.826.652 personas desplazadas forzosamente de sus tierras, por el conflicto armado; mientras que para CODHES (Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento) en el presente año (2011) la cifra sobrepasaba los 5,2 millones de colombianos/as.

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desplazamiento forzado. En aras de controlar territorios de alto interés económico y/o político. Recientemente el gobierno colombiano a partir de la Ley 1448 de 2011 (ley de víctimas), trata de “reparar integralmente” las víctimas del desplazamiento forzado en el país. Entre muchas de las falencias y desaciertos que tiene esta ley47, en lo referente a las comunidades indígenas es importante resaltar, siguiendo el informe de la Comisión Colombiana de Juristas48, que esta ley sólo contempla el despojo de tierras personal y del grupo familiar y no colectivo, como es el caso de las comunidades indígenas siendo estas sujetos colectivos (punto 8 del informe), además el proyecto de ley no fue concertado con los grupos indígenas o tribales (punto 9). A continuación se describirán las situaciones de violación al derecho a la tierra y al territorio, encontradas en las comunidades indígenas beneficiarias del proyecto49: - CAÑO CLARO: La comunidad indígena de Caño Claro obtuvo su resguardo bajo la resolución 06 del 7 de febrero de 1983, su territorio tiene una extensión de 1634 hectáreas. Este se encuentra en el municipio de Tame y colinda con las veredas de Caño Limón, Pueblo Seco y Florida Baja. Esta comunidad, según información suministrada por el gobernador, tiene 46 familias y 193 individuos. Sin embargo, debido a problemas internos causados por el hacinamiento por su condición de desplazamiento forzado, la comunidad se ha dividido en 4 grupos familiares50, con fuertes rivalidades entre ellos. En la actualidad (diciembre del 2011), 15 familias se encuentran en un sector de su resguardo, conocidas como Caño Mico este grupo no reconoce el Cabildo (Gobernador, Secretario, Tesorero, Fiscal) de Caño Claro como su autoridad; 17 familias están en un sector de su resguardo donde se encuentra el Capitán; 7 en otro sector donde está el Gobernador y por último 7 familias donde se encuentra el Cacique, asentadas en el sector de Betoyes, resguardo de Parreros (aun en situación de desplazamiento forzado).

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Falencias y desaciertos nombrados en el Capítulo 7, dedicado a las violaciones al derecho a la tierra y al territorio en las comunidades campesinas beneficiarias del proyecto. Consultado en la página web: http://www.colectivodeabogados.org/IMG/pdf/CCJ_Documento_de_analisis_Proyecto_de_ley_restitucion_de_tierra s_oct_2010.pdf Esta información fue suministrada por líderes de las comunidades, a partir de las entrevistas realizadas en el trabajo de campo (mayo-septiembre 2011); así como corroboradas por la revisión de algunas fuentes bibliográficas. Estas rupturas sociales y comunitarias no son problemáticas aisladas de otros problemas más estructurales como la acumulación de las tierras, el despojo, el mismo desplazamiento, el conflicto, perdida de su identidad cultura, de sus costumbres y de sus prácticas ancestrales.

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Esta comunidad ha vivido múltiples desplazamientos, según entrevista realizada a un líder de la comunidad desde el 2002 han sido desplazados 2 veces. En la primera ocasión por grupos paramilitares, según el líder indígena entrevistado junto con la ayuda de fuerzas militares: “En el 2003. Después, cuando el Ejército cruzó esa plaza y ya nosotros no podíamos movernos para los pueblos y para los caseríos. Cuando llegaron los paramilitares hubo el desplazamiento de los campesinos, asesinaron a los campesinos, asesinaron a indígenas. En el 2003 cuando nosotros supimos ya todo estaba lleno de Ejército y de paramilitares. Entonces nosotros no pudimos salir. Cuando nosotros llegamos a Tame tampoco entendíamos. El gobierno, el alcalde de Tame, ellos nos atendían pero muy poco porque estaba lleno de fuerzas militares, que eran los paracos. Nosotros no sabíamos que eran paracos, el mismo Ejército, pero ya sabemos quién eran ellos...Porque nosotros sabemos, ya hemos investigado. Sabemos que son ellos, el mismo Ejército. Se ha entregado a las fuerzas de los paramilitares para masacrar a los campesinos y a los indígenas. Lo están haciendo. Entonces, si son amigos ¿Por qué dicen que los paramilitares son otro grupo armado? Ellos son el mismo Ejército que se disfrazan de paramilitares. Entonces si es el Ejército ¿Por qué cambia de uniforme?”(Entrevista líder de la comunidad, trabajo de campo 15 de junio de 2011). Está categórica afirmación es sustentada por numerosos miembros de distintas comunidades indígenas, además de ser registrada por algunas instituciones dedicadas a la defensa de los Derechos Humanos en general y que han tenido trabajos con esta comunidad indígena en particular. Entre estas fuentes, se encuentra un informe realizado por Amnistía Internacional del 2004, refiriéndose a la situación dada en abril del 2003: “Amnistía Internacional sigue recibiendo información fidedigna que indica que las fuerzas armadas, incluida la XVIII Brigada, están directamente implicadas en homicidios, torturas y "desapariciones". El Ejército sigue además siendo instigado y secundado por los grupos paramilitares, que han reforzado su presencia en Arauca durante los últimos años…Existen sólidos indicios de que algunos sectores de las fuerzas de seguridad siguen estando en connivencia con los grupos paramilitares, y la distinción entre ambos suele difuminarse a propósito para intensificar el clima de temor e inseguridad entre los civiles. De hecho, las operaciones de las fuerzas de seguridad prepararon inicialmente el camino para la presencia de los paramilitares en el departamento de Arauca. Si las fuerzas de seguridad están actuando en abierta connivencia con las fuerzas paramilitares, ¿a quién pueden acudir los civiles en busca de protección?” (Amnistía

Internacional, 2004:40).

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Por esta situación se desplazaron al caserío de Puerto Jordán (más conocido en la región como Pueblo Nuevo), después de unas semanas pudieron retornar a su resguardo. Sin embargo, para marzo del 2006, volvieron a ser desplazados esta vez debido al conflicto entre los dos grupos guerrilleros (FARC- EP y ELN). Según un líder de la comunidad los enfrentamientos entre estos dos grupos armados al margen de la ley (fuego cruzado, pero también minas antipersona y municiones sin explotar), ya los tenia atemorizados y quietos en sus casas, con los problemas que trae esto a grupos semi nómadas que obtienen parte de su alimentación de la caza y la recolección; sin embargo el hecho concreto que los hizo desplazarse fue el asesinato, por parte de las FARC el 5 de marzo del entonces Gobernador de la comunidad Juan Rodríguez Villamizar y después, el 6 de marzo la profesora de la escuela Luz Miriam Farías Rodríguez, también es asesinada, en medio de un paro armado impuesto por este grupo. “En el 2006 miramos ya el conflicto que fue interno entre los grupos armados de las FARC y del ELN y los campesinos y los indígenas…cuando las dos guerrillas se enfrentaron en la guerra ya no nos podíamos tampoco reunir, estuvimos quieticos en nuestras casas. En ese caso se presentó un paro armado de las FARC. Ése fue el caso cuando pasó la muerte de la profesora Luz Miriam Farías y el Gobernador Juan Rodríguez, lo asesinaron las FARC el 5 de marzo de 2006… El día 8 de marzo, todos los compañeros indígenas se desplazaron hacia la montaña para el problema de los dos líderes que fueron fracasados. .. Después fue el 13 de enero de 2007 nos desplazamos. La razón decía que “usted tienen que irse”. El ELN y las FARC dejaron diez días para que todo el mundo saliera de sus casas para los pueblos. Entonces nosotros ¿Qué vamos a hacer? Nosotros nos fuimos”. (Entrevista trabajo de campo, líderes de la comunidad, 15 de junio de 2011). Desde ese momento (13 de enero de 2007) hasta la actualidad (para las 7 familias aun desplazadas), han esperado una salida de esta situación por parte de las diversas entidades estatales responsables de atender y solucionar esta irregularidad (Ministerio del Interior y Justicia, Acción Social e INCODER a nivel nacional; Gobernación de Arauca y Municipio de Tame a nivel local. Lo anterior ha causado una gran diversidad de problemas de distinto origen, entre los que se destacan: en primer lugar la falta de territorio, lo que conlleva a una evidente inseguridad alimentaria (falta de caza y de recolección, así como la siembra de cultivos), pérdida de la cohesión social, el respeto hacia las autoridades tradicionales y el gobierno propio (gobernabilidad), problemas de salud por la falta de agua potable y el manejo inadecuado de las basuras, así

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como -debido a la crisis cultural- el aumento del alcoholismo y la violencia intrafamiliar. - CUILOTOS I 51: El resguardo de Cuilotos I (municipio de Tame) se encuentra entre las veredas de Los Andes y Piñalito, unas versiones dicen que se desplazaron de su territorio porque al encontrarse en una depresión se inunda la mayor parte del año y no tienen como sembrar, otras dicen que fueron desplazados ya que colonos del sector los denunciaron con un grupo guerrillero, por matar una marrana, propiedad de un campesino. Lo que es cierto es que esta comunidad se encuentra fuera de su territorio y diseminada: 3 familias están en el caserío de mestizos de Puerto Jordán, 2 en la comunidad indígena de Cuilotos II y las últimas en la comunidad indígena La Cabaña-Puyero (etnia Makaguán) del municipio de Tame. La gravedad de la situación es que: a) no se les ha otorgado resguardo b) no están reconocidos como desplazados y c) no están siendo atendidos en su emergencia ni hay solución en perspectiva. - CUILOTOS II: Esta comunidad vive en su resguardo desde hace 39 años, legalizado bajo resolución 06 del 07 de febrero de 1983, es de 17 hectáreas, limita con la vereda Caño Camame (municipio de Tame). Lo componen 21 familias, las cuales son conformadas por 95 personas. La autoridad tradicional la componen el Capitán y el médico tradicional, y el Cabildo está integrado por el Gobernador, El Secretario, Un Fiscal y un Tesorero. Según entrevista con líderes nunca ha sido desplazada, sin embargo comentaron de enfrentamientos dentro de su resguardo entre un grupo guerrillero y el Ejército Nacional en el 2005, además las Fuerzas Militares acamparon por lo menos dos veces en la escuela indígena del resguardo ese mismo año. “En 2005 entraron dos veces acá y ellos mismos se quedaron acá en esta escuela, dentro de la escuela indígena de nosotros. Ellos guindaron todo, las hamacas y nosotros les decimos que no hay orden para ellos estar acá. Ellos dijeron que, de todas maneras, nosotros no podíamos prohibírselo porque a ellos no les prohibía nadie.” (Entrevista trabajo de campo, líderes de la comunidad, 28 de mayo de 2011). Lo anterior es una infracción al DIH y la autonomía indígena, esto los expone por convertir la escuela en objetivo militar del bando contrario, además genera intranquilidad y miedo en la comunidad. 51

No se pudo visitar el resguardo, ni entrevistar debido a su dispersión algún líder de esta comunidad. La información que aquí se encuentra fue suministrada por miembros de la comunidad de Cuilotos II.

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Gobernador repartiendo alimentos, comunidad indígena Cuilotos II (etnia Makaguán). Trabajo de campo septiembre 2011.

Mujeres olla comunitaria. Comunidad indígena Cuilotos II. Trabajo de campo septiembre de 2011.

- IGUANITOS: Bajo la resolución 082 del 01 de julio de 1982, esta comunidad indígena obtuvo la legalización del resguardo, éste tiene dos entradas una por la vereda La Independencia y otra por la vereda las Pavitas. Tiene una extensión de 6,688 hectáreas, viven 88 personas y 20 familias, 6 familias se encuentran en el sector de las Pavitas, (entre estás la familia del Gobernador) y las otras 14 familias están en el lado de La Independencia, en este sector están el Cacique y el Capitán, en la actualidad (Diciembre 2011) el cabildo sólo cuenta con el Gobernador encargado, el cual no es de esta etnia, es U’wa y es esposo de la ex gobernadora, esta situación se debe a la inesperada ida del Gobernador de la comunidad. Como ya se mencionó, esta comunidad es la única que pertenece a la etnia Sikuani y además es la única que conserva su idioma. Desde los adultos mayores hasta los niños y niñas, a diferencia de las comunidades makaguan que sólo algunos adultos mayores conservan la lengua. En cuanto a las violaciones al derecho al territorio en la política de “Seguridad Democrática” 2002-2011, las más relevantes han sido: varios enfrentamientos dentro del resguardo entre el ELN y el Ejército Nacional, lo que ha puesto en un evidente riesgo e incertidumbre a la comunidad, generando desplazamiento dentro del mismo resguardo para refugiarse de las balas. “…las balas pasaban así y tocaba correr. Dentro del resguardo. Entre 2002 y 2004 pasó eso. Más que todo el Ejército y la guerrilla del ELN, pasaban por acá o se

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enfrentaban ahí. Se metían al frente, pasaban por acá y eso era el conflicto. Todos los días nos tocaba ir al monte porque no se sabía si el Ejército venía. La guerrilla estaba acá y nos agarraban acorralados y se metían aquí. Eso generaba conflicto.”(Entrevista trabajo de Campo, líderes de la comunidad, Septiembre 29 de 2011). Además de estos enfrentamientos ocurrió el asesinato de dos indígenas, según los líderes de la comunidad entrevistados por parte del ELN, debido a “quejas” hechas por colonos al grupo guerrillero, por recoger alimentos de sus fincas. Uno de los indígenas se llamaba José Dionisio Iguanitos y del otro no recuerdan el nombre. En el año 2006, ya en plena confrontación entre las dos organizaciones guerrilleras, las FARC amenazan de muerte al gobernador de la comunidad Miguel Ángel Iguanito porque según ellos, el Gobernador hacia parte al ELN. En el 2007 asesinan a Henry Iguanitos, un joven de la comunidad (creen que por parte del ELN), por este motivo el 13 de enero las 20 familias del resguardo sufren su último desplazamiento forzado, se van unos días a Pueblo Nuevo y después gracias a la intervención de ASCATIDAR se asientan en Parreros (Así como Caño Claro y La Esperanza). Con este hecho la comunidad comienza a vivir un desplazamiento que duraría 4 años, en el cual no se dio una solución real y estructural a dicha problemática por parte de ninguna institución o entidad estatal. El 5 de enero de 2011comienzan a retornar a su resguardo las primeras familias, precisamente las que se encuentran en el sector de las Pavitas y el 26 de febrero las restantes, sin el cumplimiento del protocolo de seguridad del Estado. Esto obedeciendo más a las problemáticas que tenían con la comunidad de Caño Claro en Parreros (enfrentamiento el 31 de diciembre con saldo de un muerto de Iguanitos y un herido de Caño Claro), hacinamiento, escases de recursos alimenticios, falta de agua potable y tregua de paz entre las dos organizaciones guerrilleras, que a una solución o garantía de seguridad por parte del Estado.

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Las secuelas simbólicas de la guerra. Niño de la comunidad indígena de Iguanitos (etnia Sikuani). Trabajo de campo agosto 2011

Por último, otro evento relevante es la presunta violación por parte de 5 soldados a una joven de 14 años de la comunidad, este hecho aún se encuentra sin esclarecer y sin dar con los responsables. Si las Fuerzas Armadas están implicadas en este hecho, no sería la primera vez que comenten un abuso sexual violento a indígenas del municipio de Tame en los últimos años; en el 2010 hubo una violación a una joven de la comunidad indígena de Sabanas de Curipao (etnia U´wa) por parte del Ejército, concretamente la unidad del reten de La Cabuya, el cual aunque está en la carretera se encuentra dentro de un resguardo. - PARREROS: La resolución 014 del 20 de febrero de 1985, dio origen al resguardo de Parreros, ubicado en la vereda de Betoyes, tiene 207 hectáreas, 147 indígenas y 43 familias. La máxima autoridad de la comunidad es el Capitán, que a su vez es el médico tradicional, además del Cabildo el cual está compuesto por el Gobernador, un Fiscal, un Secretario y un Tesorero.

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Entre las afectaciones y vulnerabilidades que ha sufrido esta comunidad indígena, resaltan: “…los paramilitares se fueron para Puerto Gaitán y regresaron. El 25 de marzo de 2003 llegaron acá otra vez, dando plomo en Betoyes. Allí estaba la guerrilla y dieron plomo. De aquí se fueron hasta Flor Amarillo, a nosotros nos tocó recoger la maleta, dejamos todos los animales y nos fuimos cerquita a Flor Amarillo. Allí nos quedamos. Allí entraron también los paramilitares y la guerrilla. Las avionetas tiraban plomo por arriba, tiraban bombas con helicóptero del Ejército, ellos mismos que eran paramilitares pero entonces ellos no son Ejército, eran paramilitares, son ellos mismos que dieron plomo. A todo el mundo nos acabó la casa. Duramos nueve meses allá. La finca ya estaba abandonada. Nosotros abandonamos las casas, las gallinas se nos perdieron, la casa estaba abandonada. Cuando llegó la Cruz Roja Internacional regresamos…El Ejército y los paramilitares claro, trabajaron conjuntamente. El Ejército dice que no trabaja con los paramilitares. ¿Por qué entonces en el pueblo dice ‘retén militar’? Porque son militares, son paramilitares, tienen varios nombres.”(Entrevista trabajo de campo, líderes de la comunidad de Parreros, 27 de mayo de 2011). La afirmación de estos líderes de la comunidad es registrada en varias instituciones y denunciada en numerosos medios, entre estos se encuentra la Pastoral Social de Arauca, la cual sacó un informe especial en el 2003 llamado: Un drama en Arauca. Dedicado a la situación de desplazamiento de las comunidades indígenas de Tame. De éste se extrajo la siguiente cita: “Al parecer durante el mes de abril de 2003 el corregimiento de Betoyes y los caseríos de Flor Amarillo, Santo Domingo y Pueblo Nuevo observaron la presencia de helicópteros de la fuerza pública y a su vez la incursión de grupos paramilitares los cuales saquearon, asesinaron e intimidaron a la población. Los indígenas aseguran que el 3 de abril los resguardos de Velazqueros, Parreros y Julieros fueron víctimas de bombardeos, y que ese mismo día se presentaron violaciones físicas a jóvenes indígenas por parte de algunos miembros de la fuerza pública…El 7 de abril el corregimiento de Betoyes había sido bombardeado; en esa ocasión, al parecer, murieron dos indígenas. En este bombardeo murieron varios guerrilleros y paramilitares. Posteriormente a este hecho se incrementó la presencia de paramilitares y se agudizaron los enfrentamientos y las amenazas, lo que produjo el desplazamiento masivo de los indígenas.” (Caritas, 2003).

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Comunidad indígena Parreros, etnia Makaguán. Trabajo de campo septiembre 2011.

Otro líder argumenta al preguntarle sobre las implicaciones que ha traído la “Seguridad Democrática” en las dos administraciones de Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos, para las comunidades indígenas del departamento de Arauca y concretamente para las del municipio de Tame, que: “Aquí mismo, en todo el departamento, desde que Pastrana le entregó a Uribe. Uribe buscó una estrategia. Uribe dice que quiere acabar con los terroristas. De verdad, nosotros en el campo no somos terroristas, los terroristas son los gobiernos y los terratenientes como es Álvaro Uribe Vélez. Desde que agarró el presidente Santos, quiero decirle aquí que le llegue al gobierno, al Estado colombiano, para que respeten nuestro territorio. Nosotros somos indígenas, no somos guerrilleros y tampoco somos grupos armados. Nosotros somos indígenas civiles desde la cultura, sabemos manejar nuestras flechas, nuestros usos y costumbres, las mujeres saben trabajar el vestido de chiveche para fabricar la ropa para ellos vestir.”(Entrevista trabajo de campo, líderes de la comunidad, 27 de mayo de 2011).

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Esta comunidad fue la receptora de las comunidades desplazadas de Caño Claro, Iguanitos y La Esperanza. Desde el 2007 hasta la actualidad, se encuentra el caso de las 7 familias de Caño Claro y las 14 de La Esperanza, que aun están en territorio de Parreros. - LA ESPERANZA: Oficialmente el resguardo de La Esperanza se creó bajo el decreto 015 del 20 de febrero de 1985, en la vereda La Siberia del municipio de Tame, es de 150 hectáreas. La Esperanza ha sufrido sistemáticamente las múltiples violaciones a los más fundamentales derechos humanos (como la vida y el territorio). En los 4 procesos de desplazamiento forzado que han vivido paulatinamente de su resguardo en el periodo de 2003 al presente, según los dos líderes entrevistados en el trabajo de campo, estos desplazamientos forzados tienen como responsables en primer lugar a los grupos paramilitares de las autodenominadas Autodefensas Unidas de Colombia, Bloque “Vencedores de Arauca”, con la ayuda de fuerzas estatales (Ejército), desplazamientos de 2003 52 , 2004, 2005 y en el 2007 por el enfrentamiento entre los grupos guerrilleros de las FARC-EP (concretamente los frentes 10 y 45) y el ELN (frente Domingo Laín). Así mismo la posibilidad de actuales exploraciones petroleras los expone en situación de vulnerabilidad, poniendo en riesgo la permanencia en su resguardo. Los intereses en el territorio de la comunidad son múltiples y complejos: militares por su punto estratégico para todos los grupos armados, así como motivaciones económicas nacionales e internacionales por la extracción de recursos de carburos e hídricos para el capital transnacional y el modelo de desarrollo y producción neoliberal. En la actualidad –Diciembre 2011- 14 de las 34 familias (según datos brindados por un líder la comunidad, en septiembre del presenta año) se encuentran en situación de desplazamiento forzado, asentadas en el resguardo de la comunidad de Parreros (también de la etnia Makaguán). Esta situación ha llevado a múltiples afectaciones a la comunidad. Para los indígenas no tener territorio es perder el lugar donde se desarrolla su cultura, así no es sólo la perdida física y la vulnerabilidad frente a la obtención del alimento, pues implica también afectaciones en cuanto a la conexión sagrada con su creación y reproducción 52

“Ya el 7 de abril de 2003 se produjeron bombardeos de la Fuerza Aérea en el Corregimiento de Betoyes, con un saldo de dos indígenas y varios guerrilleros y paramilitares muertos. El día 3 de abril se habían desplazado las comunidades Betoye a Pueblo Nuevo y Caranal, por causa de bombardeos. El 5 de mayo del mismo año, hubo una violenta incursión del Bloque Vencedores de Arauca de las AUC, en acción conjunta con el Ejército, en contra de las FARC y el ELN. Por eso, llegaron 360 indígenas Guahibo el 12 de mayo a la parroquia Cristo Rey en Saravena.” (CONIP, 2006)

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cultural. Este es el lugar donde habitan sus antepasados y espíritus tradicionales, las plantas sagradas, situación que será expuesta en las palabras de ellos mismos: los indígenas de la comunidad a partir de estos dos líderes, en la medida en que se es consciente y se cree que las propias comunidades deben ser la voceras y narradoras de su situación actual. Con este fin se extrae esta situación de la entrevista semi estructurada, realizada en el asentamiento de La Esperanza en Betoyes (resguardo de la comunidad de Parreros) en mayo 29 del 2011.

5.4 Entrevista Lideres comunidad indígena La Esperanza: Yo como líder que soy dentro de mi comunidad trabajo por mi propósito y las necesidades de nuestra comunidad. De todos los tiempos hemos sufrido y hemos llevado estos cuatro años. Durante este tiempo algunos requisitos hemos recibido pero de igual manera nosotros estamos apoyando y estamos necesitados de todas las necesidades del desplazamiento durante la fecha de 2007. Pero en el resguardo, en nuestro territorio ancestralmente hubo un desplazamiento que fue en 2003. El primer desplazamiento fue en el resguardo de la comunidad La Esperanza, fue en 2003. Tuvo un desplazamiento por causa de los paramilitares de las autodefensas de la AUC, del bloque Vencedores Arauca. Hubo amenazas y un contrachoque contra las poblaciones indígenas, al campesino y a la parte rural en las veredas La Siberia 1 y La Siberia 2. Ellos llegaron, hicieron lo que se les dio la gana pero no se metieron en conflictos. Yo como ex gobernador, he sido gobernador durante tres años y conozco a la comunidad. Quiero hacer una aclaración sobre lo que pasó en ese tiempo en el resguardo. El primer desplazamiento en 2003 fue por los paramilitarismos de la autodefensa de las AUC. Allí fueron dos muchachos de La Siberia a una finca a cobrar una plata y resulta que ellos no sabían que estaba el Ejército o si estaban los paramilitarismos sino que ellos fueron por todo el coste del río, los caños, y resulta que los encontraron. Ellos estaban allí acampados. A esos dos muchachos los agarraron. Los agarraron, los amarraron, primero los detuvieron, los amarraron sobre un pato y un palo. Les preguntaron quiénes eran ellos, les dijeron que son indígenas y que iban por allá a cobrar una plata. Los golpearon, les dieron palo, les dieron culata, muchas cosas que ellos pudieran hacer las hicieron. Les dieron pan y panela y les

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dijeron que iban a matarlos a cuchillo. Los tenían amarrados por la garganta hasta la cara para que nadie los viera. Después los trajeron cerquita del resguardo, en una finca de un colono. Allí volvieron a golpearlos. Esos muchachos dieron una aclaración de quiénes eran ellos y les mandaron una razón que llegara la familia hasta allá. Al papá de ellos lo habían matado ellos mismos. Resulta que mandaron una razón y fueron su mamá, la esposa de él y un hijo. De antes de venir ellos llegaron como unos diez en la tribu, en la comunidad. Allí es donde nosotros estuvimos al pueblo, llegaron ellos y a mí también me amenazaron porque yo estaba arreglando unas matas de plátano. Me llamaron, que quién era yo, que qué hacía por allí, que era una persona torcida. De pronto de ser como gente armado, como guerrillero. Yo les dije que no era nada de eso. Una comadre que tengo les dijo que yo no era nada de eso, que era un líder de la comunidad. Entonces nos llamaron al patio de la escuela a todos, nos reunieron allí con las mujeres y los niños. Estábamos asustados, pensábamos que nos iban a matar. Las mujeres estaban llorando. Me dio dolor. Llegaron a la escuela como unos diez. Allí le dieron plomo y quemaron más de veinte rafagazos y la comunidad arrancó a correr. Después de media hora llegaron también las fuerzas armadas pero no vinieron a hacer nada a nosotros. Cruzaron allá por la quema de los tiros que tuvieron allí. Entonces llegó el paramilitarismo. Nosotros nos quedamos quietos en la casa, ellos cruzaron a la finca de un señor. Después de que ellos quemaron nos dijeron que no lo comentáramos a la guerrilla que ellos estaban por aquí. Ellos se fueron y nosotros quedamos con miedo. Ellos siguieron llegando y llegando hasta que fue un desplazamiento el 10 de diciembre de 2003. Fue un desplazamiento a la vereda Santo Domingo, toda la comunidad nos fuimos a la finca de un vecino que se llama Benjamín. Allí duramos como veinte días. Antes de desplazarnos nos quedamos como unos ocho días allí, en el patio de la escuela. Ellos se fueron pero vinieron cerquita otra vez, estaban en una montaña en el resguardo de nosotros. Pensábamos que vinieran a matarnos a todos, a los campesinos y a los indígenas, venían a matarlos a moto sierra o con guadañas, unas cosas de repugnar, no les importaba que iban a matar a un pobre niño, a mujeres u hombres, todos como sea. Esa vez fue una cosa muy grande para sacarnos a nosotros. Por el miedo en la comunidad, nos tocó desplazarnos. Después de eso, ellos entraron y se robaron un poco de ganado, asesinaron a campesinos y les robaron ganado también. Tocó estarnos quietos porque no podíamos ni movernos. En el momento nosotros no denunciamos porque nosotros no sabíamos qué es una institución. Asuntos Indígenas teníamos, pero nosotros estuvimos muy inquietos, no podíamos movernos. Amenazaron también a la profesora que

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teníamos, la mataron en la vereda Ponderosas que venía con un compadre mío y los detuvieron. Como esa vez habían asesinado a un compañero campesino, ellos estaban bravos por eso, entonces los mataron a ellos. El día que nos reunieron en el patio de la escuela no hubo ningún muerto sino que fue un rafagazo hacia el aire para soltarlos a los muchachos y para desplazar a la gente. Y luego cuando llegó el Ejército nos dijo que no avisáramos a la guerrilla. Allí nos iban a detener como a unos cinco, nos iban también a golpear a nosotros, como ellos trabajaban entre los dos grupos. Paramilitares y Ejército, ellos venían trabajando. Ellos son los dos grupos, el Ejército, la fuerza pública, y los paramilitarismos. Son ellos los que hacían todos los daños por dejarles comprar a ellos. Es una misión muy grande, dolorosa por los pueblos indígenas y campesinos que ellos nos hacían a todo el departamento de Arauca, municipios y veredas. Después del 10 de diciembre de 2003 que nos fuimos para la finca de un vecino nos quedamos como veinte días. Allá paramos unas casas. Como llegamos allá, el Gobernador se fue a Arauca para reunirse con las instituciones, pidió unos programas con Acción Social y a la Cruz Roja que nos hiciera el favor de colaborar algunas alimentaciones. Nos ayudaron dos veces con ayudas humanitarias. Desde ese momento nos dijeron las instituciones que nosotros habíamos ido solamente por la compra de una finca o que habíamos ido por comidas. No, nosotros fuimos por un desplazamiento, por esos sufrimientos que teníamos y que no habíamos conocido, que es un sufrimiento de fuerzas armadas, de esos. Después de eso nos tocó regresarnos todos, nos venimos y de allí no hubo más enfrentamientos de desplazamiento. Volvimos al resguardo. De esa vez, ellos venían siguiendo. Llegaban y pasaban por la carretera. La otra vez, cuando ellos llegaron por caños como a las siete de la noche, sacaron a un muchacho, Luis Parales, quien se estaba bañando, se lo llevaron de la casa y le dijeron a la mamá que quién estaba en la casa y que lo iban a sacar a patadas o a culatas y que saliera por las buenas. El muchacho salió y lo detuvieron hasta las dos de la mañana. Eso fueron también los paramilitares de las AUC. Le dijeron que les mostrara dónde quedaba la vereda La Esperanza. Allá estaba el resto de gruperío de ellos. De eso, siguieron viniendo y viniendo hasta otro enfrentamiento en el sitio de nosotros mismos. Eso fue en el año 2006. Después de eso siguió existiendo porque ésa es una cosa muy grande.

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Yo como líder también quiero decir que en 2005 hubo también un desplazamiento del resguardo hacia Caseríos Flor Amarillo. Ese desplazamiento también fue cuestión de las fuerzas paramilitares del bloque Vencedores de Arauca. Allí tuvimos por lo menos un mes toda la gente desplazada en el municipio de Tame. Allí tuvimos un paro de todas las comunidades indígenas. Hubo un conflicto armado de los paramilitares. Desde allí retomamos otra vez nuestros sitios de origen, a nuestros resguardos. En el mismo 2005 hubo otro desplazamiento de un mes hacia el municipio de Saravena. El primero la verdad fue en el mes de mayo de 2004, y el de Saravena en el 2005. En Saravena duramos como veinte días, en un colegio toda la población indígena. Fuimos varias comunidades. También por los paramilitares. Fue hostigamiento, como enfrentamiento como tanto los paramilitares, como tanto la guerrilla. Todo eso se presentó y nos tocó irnos a Saravena. De Saravena nos desplazamos otra vez a nuestro resguardo. Allí hubo un tiempo que ya se iba calmando la cosa. En 2006 también se presentó y tocó aguantarnos todo ese tiempo en nuestro resguardo. Allí un poquito duramos hasta 2007. Los paramilitares fueron asesinando a los campesinos como finqueros. Ellos venían metiendo el terror que pensaran que era un colaborador de la guerrilla y que le iban a dar en la porra y le iban a robar todo el ganado. Robaron casi tres mil cabezas de ganado. Eso querían, el ganado. Nosotros pensamos que iban a haber otros muertos y, como autoridades y como líderes, decidimos salirnos porque, si más adelante se presentaría un conflicto los perdidos seríamos nosotros. Reunimos a la gente y nos tocó desplazarnos al municipio Puerto Jordán, que es Pueblo Nuevo. Yo como ex-gobernador quiero decir que también hay alguna información sobre eso de que van a explotar algunos territorios de allí, donde estamos nosotros, del resguardo. Tengo entendido que se quieren meter ellos a explotarnos nuestros recursos naturales y nuestro territorio. Nosotros no queremos eso porque es un gran delito que ellos puedan entrar allí, es un gran irrespeto de nuestro territorio. Entonces en 2007 nos desplazamos a Puerto Jordán. Hubo un enfrentamiento entre el ELN y las FARC. Mataban a aquellos que estaban organizados con el ELN y con las FARC. Nosotros no sabíamos nada de eso, únicamente trabajamos, cultivamos el plátano, el maíz, la yuca, la ahuyama que teníamos dentro del territorio, no nos metíamos con nadie, pero ellos sí venían embargando esa vaina. De todas maneras, nosotros nos salimos de allí para evitar el conflicto y, para

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evitar el conflicto, nos tocó desplazarnos. Llegamos a Puerto Jordán, duramos un día, y de Puerto Jordán buscamos la Asociación de ASCATIDAR. El presidente nos ayudó y nos tocó directamente tirarnos aquí al centro educativo en Betoyes, que es municipio de Tame. Aquí evitamos el peligro. La Cruz Roja Internacional, la Defensoría del Pueblo y los Derechos Humanos estuvieron allí ayudando ese esfuerzo. Allí estuvimos tres meses. Los niños ya estaban sufriendo por el invierno, se iban enfermando, les daba diarrea, gripa, fiebre y todas esas cosas. Entonces nosotros hicimos una socialización con el gobernador Jairo Fernández del resguardo Parreros, llegamos a una socialización y a una convocatoria junto con las instituciones y nosotros como autoridades indígenas que nos hicieran el favor, como anteriormente vivíamos acá y nacimos acá, que nos colaboraran y nos aportaran la tierra mínima de 42 hectáreas. Se firmó un acta y ya pudimos trabajar, se llegó a un acuerdo y nos quedamos aquí. Nos tocó trasladar aquí la forma de trabajar, rozar, sembrar maíz, plátano, yuca pero con los cultivos nosotros perdimos y hasta el presente estamos aquí hasta que las necesidades se mejoren o que mejoremos nuestra calidad de vida y la supervivencia de nuestros niños, de nuestra juventud, el futuro de toda la población indígena desplazada que estamos aquí en el resguardo Parreros. Luchamos por eso y esperamos en una reubicación, que las instituciones nos ayuden y nos puedan apoyar. De todo ese proceso que nosotros hemos aguantado, la Cruz Roja, la Defensoría del Pueblo, Bienestar Familiar, la Federación Luterana Mundial, Acción Social nos han venido ayudando con seguridad alimentaria. La Federación nos ayudó de 2008 con una producción como siembra de plátano, de yuca, de huertas caseras, unas aviculturas, lo que es unas gallinas, unas carretillas, unos puntillos, unos tanques almacenados, pero de igual manera estamos otra vez infectando la enfermedad y queremos que Acción Social o el Ministerio o las diferentes instituciones a nivel nacional o internacional, departamental o municipal, que nos ayuden para atender a nuestras necesidades y a nuestra calidad de vida. Nosotros estamos llevados y queremos que diferentes instituciones como la Corte o el Auto que también den resultados y nos cumplan con las necesidades. A nosotros como indígenas nos duele y con el pueblo sufro y lucho hasta siempre. En estos cuatros años que hemos estado aquí desplazados no hemos recibido algunas cosas importantes que sirven para la comunidad. Un poquito hemos mejorado que algunas instituciones nos han ayudado y colaborado con algo. ACNUR se metió en algunos trabajos.

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Del Estado Acción Social y la gobernación. Acción Social solamente ha ayudado con ayudas humanitarias, con alimentación. Nosotros sabemos que la gobernación ayudó con cosas alimentarias pero fue pedido con Acción Social. Acción Social lo entregó a la gobernación y la gobernación nos entregó a nosotros, pero por sacar un recurso, ellos por principio no nos ayudan a nosotros. Nosotros hemos pensado en que tenemos derecho a conseguir nuestro territorio, que nos compren y nos reubiquen así como dice en el Auto y dice en toda esa lucha que nosotros hemos apoyado en ese proceso. Queremos que nos reubiquen, que nos compren un sitio. Hemos tenido reuniones y reuniones con ellos y resulta que ellos no se han asumido compromisos serios sino que las cosas son negativas. No han dado ninguna razón ni una propuesta clara. Queremos que se cumpla la misión porque nosotros no queremos estar más como nos tenían en 2008 y 2009. Queremos que haya alguna propuesta clara, que nos compren una finca y la reubicación. Nosotros tenemos ya una finca ubicada que ya han metido algunos documentos. La finca es de un señor, don Ricardo Gómez. Tiene 252 hectáreas. Queda al frente de Flor Amarillo, pegado con dos resguardos, el resguardo Parreros y Velazqueros, y tomando el contacto con Julieros. Queda un kilómetro de Flor Amarillo aquí en el municipio de Tame, pegadito a Betoyes, en el departamento de Arauca. Yo como líder tengo que decir que en la parte de reubicación hemos tenido unos adelantos como papeles, documentaciones, títulos de tierras para nuestra comunidad. Eso ya nos rindió jurídico a nivel de departamento. Del departamento lo enviaron a INCORA nacional en Bogotá. Allá tuvieron que estudiarlos. Es un proceso de estudio de una compra de tierras, tenían que estudiarlo a ver cómo podamos sustentar esa reubicación, qué tenía la tierra, qué mejoramientos hay. De todas maneras, nosotros estamos luchando por la reubicación, que nos dé resultados. De igual manera, al Ministerio de Interior y de Justicia le hicimos unos invitados de presencia en nuestras comunidades para vengan a mirar cómo estamos nosotros, si estamos bien o estamos mal, porque ésa es la necesidad que nosotros pedimos. Nosotros aquí estamos mal. Hablando sobre la cuestión de los Autos, le hemos dicho al Ministerio que no necesitamos más reuniones, no necesitamos capacitaciones, no necesitamos talleres, lo que queremos es que las cosas estén claras y fijas porque no más de gastos y recursos a costilla de nosotros. Queremos una propuesta clara, la reubicación para nosotros trabajar y cultivar todo lo que necesitamos, plátano, yuca, maíz, lo que produce la tierra. Tuvimos

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unos adelantos con el Ministerio también, tuvimos una reunión en Arauca. No hubo acuerdos pero nosotros les decimos al Ministerio que llegara directamente acá a la comunidad para reunirnos. Quedamos que era para el 24 de mayo. Se pasó esa fecha y no llegaron. La doctora Natalia Franco me llamó y me dijo que era para el 29, que era un domingo, y resulta que no aparecieron. Yo no sé, nos estarán mamando gallo o no nos quieren cumplir. Allí sabremos todas las respuestas, si es de verdad que están hablando, que nos digan la verdad o, si no, que no nos digan nada. Nos siguen jugando, papeles y mentiras y mentiras. Allá miraremos si nos toca formar una segunda tutela o una demanda para que nos cumplan. Nosotros primeramente ya fue forzada una tutela directamente a la Corte Constitucional para que revise y entre a mirar qué es lo que están haciendo los responsables de todas las necesidades sobre cuestión del auto, tanto como el Auto 004, el Auto 382. La verdad, no nos han cumplido pero ya eso fue directamente a la Corte. Debido a eso, también Acción Social está allí metido. Nosotros estamos logrando, aparte de unas viviendas aquí en el resguardo Parreros. Si nosotros seguimos con solamente seguridad alimentaria para nosotros no hay servicios. Queremos que nuestra necesidad sea de vivir y mantener, que nos dure tiempo y para dejar un recuerdo de toda la lucha que tenemos. Son cuatro años que hemos luchado y hemos estado aquí en este sitio y no hemos tenido nada. Los techos de las casas se están pudriendo, ya se están acabando y acá ¿Dónde vamos a conseguir? Por eso les dijimos a Acción Social y a las diferentes instituciones que nos ayuden y nos apoyen por esas necesidades para nosotros vivir bien y evitar las enfermedades. Más que todo, las enfermedades en el invierno afectan a los niños y a los ancianos. Nosotros estamos peleando por eso. La tutela la hizo la misma autoridad indígena tradicional directamente a la Corte. Tengo unas tutelas que me dio la Fiscalía. Las estamos estudiando porque la cosa no dio resultados para nada. Si no nos cumplen y siguen con mentiras, mentiras y mentiras vamos a otra tutela a ver si es que nos van a cumplir de verdad. Como autoridad y líder digo que empezar unos claros de que den la reubicación y los que se han ido al retorno que tienen en nuestros resguardos, por si acaso hay una presentación otra vez entre los conflictos armados y lo que nosotros hacemos es comprar ese terreno y si ellos se van a desplazar ya no necesitan venir aquí al resguardo Parreros sino que ya tenemos otra concentración. Qué tal si nosotros no pensamos en la reubicación, después que se complique otra vez ¿Dónde nos vamos a concentrar? Por eso no podemos dejar de apoyar la reubicación, porque

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necesitamos ese terreno los que vamos metidos en esta lucha durante estos cuatro años. Otra cosa, en la parte de reubicación necesitamos no solamente que nos compren el terreno y que nos ubiquen allá, necesitamos la necesidad. La necesidad son aquellas cosas que nosotros necesitamos, como el plan de vivienda, la parte de salud, un puesto de salud, la parte de educación, que son las escuelas, qua haya también un médico, un promotor de salud y un médico tradicional, que son dos médicos que trabajan conjuntamente. En la parte de educación necesitamos profesores, no solamente uno, porque hay unos niños que han crecido. Aquí hay 48 niños que están estudiando acá y otro están estudiando en el internado. La escuela está descuadrada porque ni siquiera el aula móvil se ha construido. Estamos en esta escuela mal porque es muy angosto y estamos muy estrechos, no tenemos ni pa’ dónde movernos. Donde se haga la reubicación también se necesitarán herramientas, programas de ganadería que son las agropecuarias que nosotros teníamos antes de que nos desplazáramos; también se necesitarán maquinarias, un tractor de esos para hacer los trabajos. No es porque nosotros a movilizarnos que vamos a terminar la cultura sino que queremos mirar un sitio donde se mire con claridad y se mire a la gente como un pueblo. La cultura no se acaba pero la comunidad quiere mejoramientos. Lo más necesario es el territorio, la vivienda, la seguridad alimentaria, la salud, la parte de educación y producción, la parte de electrificación que es la luz. Ellos han recibido estos mensajes y ni respuesta hay. Queremos un cumplimiento de ellos como instituciones del Estado, si no, proponemos otra tutela. En este momento hay Trece familias y 42 habitantes, de niños, madres de cabeza y padres, que están en la Esperanza, el resguardo de nosotros. Esas trece familias se fueron para trabajar porque aquí en este encierro no hacen nada. De la seguridad de esas familias que regresaron no sabemos bien porque por la radio, por las noticias dicen que han arreglado eso y que todas las poblaciones indígenas que están desplazadas, llámense negros, indígenas o campesinos blancos, que pueden retornar otra vez a su espacio, que ya no hay ningún problema, que ya no va a haber más conflicto. De todas maneras, no hay que confiar que eso está bueno porque de un momento a otro se puede presentar un conflicto más pesado, cosas terribles, entonces allá sí uno va pensando que las cosas no van a estar bien. Por eso es que yo por allá no quiero ir, pero sí quiero que mi territorio permanezca allá y que ningún campesino llegue a cortar el lindero y que quite el espacio de nosotros, pero de igual manera esperar los tiempos, ir poco a poco pensando para ver cómo retornamos a nuestro sitio de origen.

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Mientras tanto, nosotros estamos aquí, con la lucha en que estamos, hasta que lleguemos a triunfar. Allá en el resguardo de nosotros tenemos todas las creencias y todas las necesidades que nosotros utilizamos. Nosotros mantenemos nuestra cultura. Allá en el resguardo se mantiene los que es un alimento tradicional, lo que es el remedio tradicional, lo que es la medicina tradicional, lo que es la flora y la fauna, de toda la naturaleza allá en el resguardo esto está. Mejor dicho, están sitios sagrados. Este resguardo nosotros no queremos perderlo, es un resguardo anterior que ancestralmente esto no está por el Estado sino que está por la comunidad indígena, por los pueblos indígenas. No es que el Estado lo compró sino que es un resguardo anterior que los indígenas como los Chiricoas que vivían allá y que por el conflicto fueron asesinados y fueron masacrados. Eso fue como en el año ’90. Entonces ese resguardo fue antiguamente anterior y por eso nosotros no lo queremos perder y no vamos a dejar que otro nos lo quiten. Ésa es la riqueza de nosotros y allí es donde tenemos toda la voluntad y todas las necesidades mayoritarias de lo que manejamos tradicionalmente. No es como aquí que eso es un descumbre, que uno puede ir por allá y no encuentra ninguna cultura. Esto aquí ya está acabado, pero allá en ese resguardo uno encuentra lo que uno quiera, lo que uno maneja culturalmente como indígena, como Makaguán, como los Wayúu mantenemos la cultura. Eso no lo queremos perder y queremos siempre mantener la convivencia de ese resguardo. Por otra parte con los colonos también tenemos problemas. Usted sabe que en este momento el colono vive celoso por conuco, que un blanco no puede mirar a un indígena que esté cruzando por allá, mariscando sin permiso sino que si lo ven por allí le van dando candela, sacándolo a perder como si fuera jurado de la finca que se largue y que respete eso que es ajeno. De allí tuvo el conflicto. Cuando nos fuimos por allá un señor tenía una platanera, le pedimos unos plátanos y allí salieron como cuatro armados con pistolas y armas largas. Los plátanos que traíamos de regreso pa’ la casa dijeron que eran robados, que nos metimos sin permiso, que éramos ladrones, que nos iban a amarrar. Entonces nosotros no nos dejamos amarrar, a él no le gustó y con esa humillación él se iba a escapar cuando escapando fue que les pegaron un tiro y lo dejaron allí. La fecha del asesinato fue el 14 de agosto de 2010. El asesinato fue en la vereda conduciendo a Cravo Charo con Barcelona. A él lo íbamos a lanzar como gobernador en este 2011 pero como a él le quitaron la vida inocentemente, sin

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deber, él hasta allí quedó pero nosotros estamos luchando por eso y al que mató le estamos haciendo una investigación a ver quién es, si es la guerrilla o el mismo campesino blanco. Si es un blanco o un campesino que lo asesinó, que lo lleven a la penal. La persona que asesinaron fue Jaime Reyes Santier, tenía 34 años. Él era Secretario del cabildo, era una persona trabajadora, no se metía con nadie, no le debía a nadie, era un personaje como nosotros líder, luchador. En Cuiloto I trabajó mínimo dos años de Gobernador. De allí llegó pa’ acá a buscar a la familia, nosotros fuimos apoyando que fuera Gobernador, pero el apoyo hasta allí llegó. Yo como ex-gobernador digo que para nosotros no tener nuestro territorio es algo muy doloroso. En la parte de gobernabilidad, como pueblo, donde no tener la cultura, se van acabando. Por ejemplo, si se va acabando la montaña resulta que no encontramos ni siquiera una macana para arreglar un arco, no encontramos una medicina para hacer una medicina al niño o al adulto; también se van terminando la pesca y la cacería. Todas esas cosas se van perdiendo. Ahorita no podemos ni siquiera irnos por allá, para encontrar una macana para arreglar un arco tiene que irse uno lejos y hasta es peligroso por el mismo vecino. Los blancos nos sacan a plomo, a amenazas, a tiros. Entonces se van terminando también esas pescas, el caño se va secando donde la montaña o la selva se las tumben. También se va terminando la leña, no es como antes que uno se iba a diez metros, veinte metros por un palo de leña y allí tenía y se iba unos diez, veinte metros y se encontraba alguna cacería allí cerquita, pero ahora no. Mira todos esos potreros, rastrojos que ni siquiera cachicamos, ni picure ni cualquier animal no se encuentran. Uno tiene que irse lejos y en esos términos toda la naturaleza y la cultura se van acabando por medio de la colonización del blanco. Ya después, cuando uno tenga el territorio allí tiene todo. El indígena no termina de acabar el territorio, de tumbar la montaña o el rastrojo, allí tiene todo para salvar también a los animales como el cachicamo. También se quema de vez en cuando pero se cuida el territorio, no deja quemar ni el rastrojo sino solamente donde se está sembrando. Del resto, nada. De donde nosotros venimos, de aquí de este resguardo, esto lo mantienen, toda esa vaina de territorio de resguardo Parreros a Puente Candelas, todo quemado. Entonces la cacería que había aquí se acabó, la sacaron de allí por medio del colono. La tierra, lo que nosotros hemos tenido, se cuida, no se quema sino es para trabajar y sembrar. A veces mete uno candela pero no lo deja quemar todo, se cuida. Por eso es que se ha terminado toda la medicina, las maderas, las cacerías,

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la fauna, toda esa cantidad de cosas que había se han acabado por medio de la candela y de la colonización. Para nosotros es grave, estamos sin nada, sin conseguir las culturas ¿Cuáles son las culturas? La cultura es el vestir, como el chiveche. ¿Dónde se consigue un matapalo por aquí? Nada ¿Dónde se consigue una macana para arreglar un arco? No consigue nada. Aquí toca hasta arreglar flechas de palo esos pa’ poder arreglar una flecha, una pulla o lo que uno necesita. Del resto, aquí es grave. Para hacer un chinchorro de matapalo ¿Dónde lo puede uno conseguir aquí? Nada. Hasta las palmas se están acabando, ellos mismos las acabaron, las tumbaron todas. Ni siquiera para una rancha, para una casa, no tenemos nada. Por eso ahorita, en estos cuatro años que estamos aquí desplazados no hemos podido arreglar una nueva casa por causa del término de las palmas. No hay. El mismo blanco las fue terminando y las acabaron. La madera. Nosotros colocamos esto en una madera, los palos que le decía son buenos para el rancho, mínimo seis años se dura una madera de esas. La madera ha terminado por completo. Yo como líder digo que lo que el ex-gobernador acaba de pronunciar es la verdad. En este momento queremos que sea realmente de nuestras necesidades, de nuestra calidad de vida para nosotros tener y mantener nuestra cultura para no olvidarnos, para no dejarnos, para no quedarnos atrás con las culturas sino que nosotros con nuestra cultura permanecemos es diario, nosotros con el pensamiento propio, como gobierno propio, como cacique propio y como capitán propio que manejamos nuestra raíz principal de nuestra cultura, para que esa cultura nosotros no la perdamos. Así creemos que con la ayuda de las instituciones todas esas necesidades, el espacio, la reubicación que sean lo más pronto posible, que las diferentes instituciones a nivel nacional miren y que nos ayuden para nosotros permanecer en nuestros territorios, para buscar esas necesidades de nuestra cultura, de manejarnos, porque nosotros hemos perdido la cultura, ya estamos nosotros agarrando el ritmo como el español, como el blanco, porque todas las culturas lo han perdido y ésa es una gran falla. Si va a una montaña uno encuentra de todas las diferentes culturas, como uno quiera manejar o como quiera uno utilizar. Si, por ejemplo, voy a una montaña, en una montaña se encuentra cortar un palo, machucarlo y uno los utiliza. Queremos que las instituciones nos ayuden, nos apoyen, que nos hagan refuerzos. Yo como gobernador sigo luchando con mi pueblo, sigo manifestando a las instituciones que nos brinden la garantía de que nos cumplan con todas las necesidades y con todo el propósito de nuestras necesidades de la comunidad, como desplazados.

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5.5 Estrategias de resistencia y de exigibilidad. Pasos en la construcción de un mundo en el que quepan muchos mundos: El marco jurídico internacional y nacional que existe actualmente para la protección de los pueblos indígenas, no surge por casualidad, ni mucho menos de la repentina “buena voluntad” de los gobiernos de turno; por el contrario, son producto de cientos de años de luchas y de experiencias de resistencia que a lo largo y ancho del mundo alzaron un grito de exigencia que presionó a que se reconociera el derecho de los pueblos indígenas, así como en otro momento se habían reconocido los derechos humanos, también tras años de luchas y revoluciones. Es necesario entonces resaltar que las movilizaciones y los gritos de resistencia, son los pasos previos que recorrieron comunidades milenarias para que en el desequilibrado mundo actual se les reconociese como pueblos ancestrales, como voz de la historia y la memoria de unas sociedades mucho más igualitarias y en equilibrio con su entorno, con su fuerza interna, colectiva, sabia, han demostrado que pueden más. También es necesario decir que si bien existe hoy en día un marco jurídico internacional y nacional amplio, que como se expuso en el subcapítulo 5.2 plantea la necesidad y la obligación de los Estados, de las sociedades y de toda persona a respetar y proteger las culturas ancestrales, en tanto que se les reconoce el derecho a la autonomía, a la libre determinación, así como su innegable contribución al desarrollo y la pluralidad de la sociedad, entre otros derechos y reconocimientos; sin embargo muchas veces dichos tratados, acuerdos, normas y leyes quedan escritas sobre un papel pero difícilmente adquieren vida en las circunstancias reales de vida de las comunidades indígenas, como es el caso de los pueblos que habitan el departamento de Arauca. En donde ni el convenio 169 de la OIT, ni la ley 21 de 1991, ni los diferentes artículos de la constitución, ni siquiera los autos 004 y 382 de la Corte Constitucional, son verdaderas garantías para que a las comunidades indígenas de Arauca se les respeten y protejan sus derechos, por el contrario, como se evidenció en el acápite 5.3 la violación de sus derechos es sistémica, y la respuesta institucional es bastante precaria e ineficiente. Por estas razones sigue siendo necesario que las comunidades indígenas del departamento se manifiesten y movilicen, como lo han venido haciendo durante años, a pesar de que se encuentren tan debilitadas. Es decir que siguen siendo válidas y necesarias otras estrategias de exigibilidad que les permitan posicionar sus derechos en la práctica, más allá de lo que esté o no reconocido en un papel.

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Así lo han venido haciendo a lo largo de su historia los pueblos de Arauca, y aún en los 9 años que comprende esta investigación, se evidencian estrategias de exigibilidad política y popular como a través de denuncias, foros de visibilización, marchas, paros, toma de puentes e iglesias; en alianza a veces con otros sectores de la sociedad y con apoyo de comunidades y organizaciones indígenas de otras regiones del país. Escenarios políticos en los que se expresan sus afectaciones pero también sus gritos de rechazo. Las comunidades indígenas a través de organizaciones que los representan han desarrollado algunas estrategias para visibilizar su situación de vulnerabilidad y de violación de derechos. Casos para resaltar: Tras la detención del líder indígena Ismael Uncasías, los pueblos indígenas del departamento de Arauca unieron sus esfuerzos y las diferentes formas de exigibilidad, por un lado la vía jurídica, y paralelamente vías políticas, como el paro cívico que realizaron durante el mes de febrero de 2011, las denuncias y exigencias que realizaron, esto permitió una visibilización no sólo del caso del Presidente de ASCATIDAR, sino también de la situación de vulnerabilidad de los pueblos indígenas, y en especial de la estrategia de persecución y señalamiento al que están siendo sometidos por agentes del Estado colombiano. De esta manera los ojos del país e incluso a nivel internacional se volcaron hacia la situación indígena en Arauca. Sin embargo, no parece ser suficiente, tras unos días se retiran los medios masivos de comunicación, el Estado realiza maniobras para desviar la atención del caso, y las comunidades indígenas del departamento se ven obligadas a regresar a su situación de desprotección e invisibilización.

Cierre y toma de vías, por la detención arbitraria del Estado colombiano a líderes/as indígenas. Betoyes (vía Arauca-Tame). Trabajo de campo febrero 2011.

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Las iniciativas de exigibilidad no han sido lo suficientemente escuchadas y visibilizadas, pues las condiciones de vulnerabilidad continúan, el Estado no evidencia en su práctica a través de las instituciones que lo representan soluciones reales a las afectaciones de los pueblos indígenas de Arauca, la implementación de los Autos 004 y 382 se ha quedado en reuniones y discusiones que al día de hoy no se han visto reflejadas en soluciones concretas. Si bien estos escenarios tienen una fundamentación importante, es necesario seguir fortaleciéndose, impulsando más espacios de trabajo conjunto, más escenarios de movilización; así como seguir fortaleciendo y articulando las propuestas de planes de vida indígenas que platean propuestas concretas ante las afectaciones y vulneraciones que viven las comunidades indígenas del departamento. Es pues indispensable que los pueblos indígenas sigan empoderándose de la defensa de sus derechos, implementando mecanismos jurídicos y políticos de exigibilidad, exigiendo una verdadera Consulta Previa, solicitando información transparente y clara sobre los programas y proyectos a desarrollar en sus comunidades, de tal manera que sean las mismas comunidades quienes estén en capacidad de hacer seguimiento y evaluación.

Autoridades indígenas (Gobernador y guardia indígena) comunidad Caño Claro (etnia Makaguán), Cabildo Abierto DDHH Saravena. Trabajo de campo Junio 2011.

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Igualmente se hace necesario articular estas iniciativas de visibilización y de acción de exigibilidad, con otras experiencias de resistencia de la región y del país, con el fin de retroalimentar y potencializar la acción. Es necesario así afianzar y fortalecer los vínculos con la ONIC y con otras organizaciones indígenas que apoyen desde el fortalecimiento de conocimientos, hasta la visibilización de la situación de las comunidades de Arauca a nivel nacional e internacional. Sea por las vías de derecho o de hecho, es necesario que las comunidades, las organizaciones que los reúnen y representan, las organizaciones no gubernamentales y humanitarias que las acompañan, exijan que se visibilice la situación y que el Estado colombiano plantee soluciones reales e inmediatas, pues son pueblos que como bien lo ha dicho la Corte Constitucional, están en riesgo de desaparición dadas sus condiciones de vulnerabilidad y el grado de violación de sus derechos. La unión de los diferentes mecanismos de exigibilidad, a partir del empoderamiento de los pueblos indígenas y el acompañamiento integral a estos, irán demarcando pasos firmes en el camino hacia la construcción de “un mundo en el que quepan muchos mundos”.

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NiĂąas MakaguĂĄn (una tiene su rostro pintado con achiote), comunidad indĂ­gena La Esperanza. Trabajo de campo septiembre de 2011.

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CAPÍTULO 6: HISTORIA DE LOS DISTINTOS POBLAMIENTOS Y PRÁCTICAS CULTURALES DE LAS COMUNIDADES CAMPESINAS DE ARAUCA.

“Siempre nos dijeron que la Violencia de los años cincuenta fue una violencia entre liberales y conservadores. Eso no es cierto. Fue una violencia entre liberales pobres y conservadores pobres, mientras los ricos y los poderosos de ambos partidos los azuzaban y financiaban su rencor, dando muestras de una irresponsabilidad social infinita. La Violencia no podía ser una iniciativa popular, pues no iba dirigida contra quienes se lucraron siempre del pueblo. Era más bien la antigua historia de los pobres matándose unos a otros con el discurso del patrón en los labios. Una persistente y venenosa fuente de odio fluía de alguna parte y alimentaba la miseria moral del país. Los dirigentes, esos que todavía le dictan por la noche a la opinión pública lo que ésta responderá mañana en las encuestas, simulaban no advertir cuál era la causa de ese desangre generalizado, y sin dejar de predicar el odio al godo y al rojo se quejaban del salvajismo del pueblo. La verdad es que bastó que Alberto Lleras y Laureano Gómez se abrazaran y pactaran la alianza para que la vasta Violencia colombiana dejara de ser un caos generalizado y se redujera a la persecución final de unas bandas de asesinos envilecidos. Ahora bien: si la Violencia había sido una guerra, ¿quién la ganó? Aparentemente nadie. Pero si juzgamos por la siguiente fase del drama, el resultado es indudable: sobre 300 mil campesinos muertos, el bipartidismo había triunfado.” Colombia, el Proyecto Nacional y la Franja Amarilla, William Ospina. 1997. En lo referente a la población campesina del departamento, es posible decir que tras las oleadas de colonización de los años 50´s - 60´s y luego la de los 70´s 80´s, llamada la primera, como “colonización dirigida” por el gobierno de Alberto Lleras (1959), y luego “colonización orientada”, a partir de la creación del INCORA (Giraldo; 2006), proceso que se dio principalmente en la región del Sarare donde hoy en día se encuentra el municipio de Saravena. Arauca se convierte en una región con una gran población de colonos, muchos de ellos campesinos que deciden asentarse y construir su proyecto de vida en las zonas rurales del departamento. Tras el choque cultural y físico entre indígenas y colonos, la población predominante hoy en día es la mestiza, gran parte colonos, o hijas/os y nietas/os de colonos. Sin embargo, no toda esta población colona es hoy en día campesina. Si bien en un principio Arauca fue una muy buena opción para cientos de familias que buscaban un terreno para la agricultura, tras el descubrimiento del

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petróleo y la agudización del conflicto armado hacia finales del siglo pasado, las proporciones de población urbana y rural del departamento varió considerablemente, en gran parte ligado al modelo económico de acumulación de las tierras por grandes terratenientes (en su mayoría ganaderos), y claro por los proyectos de explotación petrolera que entregaron grandes terrenos a multinacionales. Esta reconfiguración poblacional acelerada, que tiende a la concentración de población, generando pequeñas urbes, o a que la población rural (campesina e indígena) se desplace hacia las cabeceras municipales, es una dinámica poblacional que no está en lo absoluto desligada con el problema de la concentración de la tierra, por el contrario es producto de dinámicas económicas y macro-económicas que han llevado a que la tierra a lo largo de la historia de Colombia (y del mundo en general) sea de unos pocos, desterrando así a la población rural de sus territorios, despojándolos de sus culturas y tradiciones. En Arauca, el petróleo, los múltiples intereses sobre el territorio, el conflicto armado, entre otros, son factores que han impulsado que las cifras de población urbana sigan engrosando aceleradamente, y se han convertido en cómplices silenciosos o activos del despojo de la gente del campo, estos además de los/as indígenas “la gente de la tierra”. A continuación se hace un breve repaso por los procesos de colonización y migración histórica que ha recibido el departamento. 6.1 Los distintos procesos de colonización de Arauca: Como se mencionó en el Capítulo 3, el territorio del departamento de Arauca –y los Llanos Orientales- ha estado poblado desde hace milenios por indígenas nómadas. Con la llegada de los invasores europeos (siglo XVI), se generó el primer proceso de colonización y de poblamiento de la región por parte del hombre “blanco” o no indígena, en ese momento se inició la primera expoliación masiva de territorios de los nativos para la configuración de los hatos y haciendas ganaderas. A partir del mestizaje característico de la mezcla (no siempre consentida) entre los europeos y las indígenas, se empezó a crear una población mestiza. Después de la llegada de los europeos por el rio Arauca, en el siglo XVI se fundaron las primeras poblaciones blancas y mestizas de Tame, San Lope, Macaguán, San Salvador del Puerto, Patute y Betoyes53; como parte integrante de un territorio más amplio conocido en la época como Provincia de Casanare. Estas poblaciones fueron conformando el proceso de mestizaje, teniendo como base el modelo patriarcal y católico español, con una economía basada en las relaciones 53

Información obtenida del sistema de Alertas Tempranas, ciudad de Arauca 2010.

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jerárquicas e inequitativas impuestas por los terratenientes dueños de grandes hatos ganaderos y el clero. A partir de la bibliografía revisada54, se encontró que hubo una segunda oleada de poblamiento importante en el siglo XVIII, con la penetración de las sabanas de Cuiloto y la fundación del poblado de Arauca 55 , este segundo proceso de colonización fue a partir de la llegada de ganaderos de origen venezolano qué, escapando de las contiendas políticas de este vecino país o en calidad de aventureros y busca fortunas, o también buscando más tierras para establecer sus fundaciones o hatos ganaderos, llegaron a Arauca, a partir del eje del río Arauca, en lo que se conoce como Llanos de Cuiloto. Esto enfrentó entre los siglos XVIII, XIX y XX tres sistemas de producción diferentes existentes en la región: el modelo de hacienda ganadera casi feudal con un señor o dueño de hato, vegueros, peones, indígenas; es de naturaleza expansiva y latifundista, y está sustentado en la ganadería de sabanas. En segundo lugar el modelo colonizador del campesino y su reivindicación por su identidad y la lucha por la tierra. Y en tercer lugar los indígenas con una economía sostenible por milenios a partir de la caza y recolección nómada. Por último, en el siglo XX, a partir de las migraciones surgidas por el conflicto entre liberales y conservadores de escasos recursos, llegaron colonos provenientes de los Santanderes, Boyacá, Cundinamarca y en menor grado de Tolima, Cauca, Antioquia y el eje cafetero56; huyendo de la guerra bipartidista que se vivía en sus departamentos de origen 57 , lo anterior además fomentado por el Estado colombiano a partir de la titulación de tierras por medio de la Caja Agraria58, para la colonización, la expansión de la frontera agrícola y la explotación de los recursos, de esta parte alejada y muchas veces olvidada del país por parte del gobierno central. A esta oleada colonizadora, se le llamó “colonización del Sarare”,

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Principalmente Gómez 1989, Arias 2004, Giraldo 2006 y Gutiérrez 2010. Esta fundación se refiere al poblado de colonos blancos y mestizos en 1780, antes de esa fecha fue un caserío de indígenas. Información encontrada en Miguel Ángel Millán, 2000. A raíz del asesinato del líder político liberal Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948, se inició el conflicto armado colombiano contemporáneo (llamado por algunos historiadores inexactamente como época de La Violencia) con el enfrentamiento entre, por un lado: el gobierno conservador colombiano de Mariano Ospina y grupos paramilitares como los reconocidos “chulavitas”, considerados como el primer grupo paramilitar de Colombia (Originarios de la vereda Chulavita, municipio de Boavita en el departamento de Boyacá, encargados de atacar a las personas de corriente liberal, además de comunistas, ateos y masones), y por otra parte las guerrillas liberales de los llanos orientales. El grupo paramilitar de extrema derecha “Los Chulavitas” fueron reconocidos por sus sangrientos métodos y masacres, estuvo conformado por campesinos de esta vereda, entrenados y armados por policías boyacenses. Su sangriento operacional duró de 1948 a 1953, lastimosamente no las relaciones entre grupos paramilitares y el Estado Colombiano, las cuales se perpetuán hasta la actualidad. Caja de Crédito Agrario, creada bajo el Decreto 461 de 1956.

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ésta es conocida como parte del proceso de colonización dirigida implementado por el Estado59. “Entre los años de 1949 y 1965, Colombia conoció una violencia rural que algunos califican como la guerra civil más sangrienta después de la Revolución mexicana. Este fenómeno desarraigó tanto física como espiritualmente a una porción enorme del campesinado colombiano, y gran parte de éste migró hacia los Llanos en busca de refugio, adecuando tierras, estableciéndose en ellas y desplazando a los grupos nativos que allí habían sobrevivido.” (Gómez, ob. cit., 83)

Cabe recordar que esta época llamada por parte del gobierno nacional como colonización dirigida, fue también parte de una deuda pendiente del Estado colombiano, por la entrega de armas de las guerrillas liberales del tameño Guadalupe Salcedo, las cuales se enfrentaron a principios de la década del 50´s con el Ejército Nacional60. Esto ocurrió entre 1959 a 1962 bajo el gobierno de Alberto Lleras. Sin embargo, cabe aclarar que la colonización dirigida no fue sólo un proceso consecuencia del armisticio y entrega de armas de las guerrillas liberales de los Llanos Orientales, también fue todo un proceso de reubicación poblacional, como ya se mencionó a Arauca llegaron campesinos de muchas partes del país. Estos/as colonos/as provenientes de las anteriormente nombradas zonas del país, tenían un origen humilde y rural, huían de los vejámenes provocados por la guerra, en algunos casos fueron literalmente tirados en estas tierras nuevas y agrestes para ellos con sólo una “libra de sal, una caja de fósforos y un machete”, como cuentan algunos adultos mayores aún vivos de los poblados rurales, traídos con falsas promesas y engaños. “La «Violencia en Colombia», que se tradujo, entre otras consecuencias, en la ruptura de los lazos de parentesco entre los núcleos rurales de entonces. Además, la migración hacia zonas de frontera (Llanos Orientales, pie de monte del Caquetá-Putumayo, Magdalena Medio, etc.), fue una de las características y una de las consecuencias sociales más importantes del fenómeno de violencia. Las familias campesinas debieron de abandonar sus fincas y parcelas, bien bajo la amenaza y el “boleteo”, a vender sus propiedades y posesiones a precios irrisorios, dentro de un ambiente de presión creciente. En este contexto, despojados, desarraigados y huyendo de la persecución, migraron hacia las llanuras del Arauca, Casanare, Meta, y Vichada.” (Ibíd.; 94).

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Si se quiere profundizar más en los procesos de colonización del departamento de Arauca, se puede ver Gómez 1989 y Giraldo 2006 Guadalupe Salcedo fue asesinado por el Estado colombiano, por medio de la policía, en Bogotá el 6 de junio de 1957, después de haber realizado el acuerdo de paz con el gobierno en 1953.

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Los colonos comenzaron a realizar prácticas poco ecológicas y no tradicionales de los indígenas de la región, como la explotación masiva de la madera, así como la quema de grandes pastizales y selvas para la creación de sabanas adaptadas para la ganadería. Hay que recordar que el contacto con el indígena fue muy violento y problemático, conflicto intercultural que llevó al exterminio de comunidades y pueblos indígenas enteros, hay que aclarar que aunque no fue una práctica de todos los colonos si fue muy común el asesinato de indígenas y la usurpación de sus territorios. Este último proceso de colonización también estuvo influenciado por la masiva migración del campo a las ciudades en algunos casos, como mano de obra barata para la construcción de ciudades entrantes a la modernidad o en otras zonas, como en el caso del departamento de Arauca, menos colonizadas y /o exploradas del país. A esta segunda etapa migratoria fomentada por el Estado se le llamó la colonización orientada, hecha por el INCORA desde 1962 hasta principios de los años 80, tiempo en el cual fue descubierto el pozo petrolífero de Caño Limón. Más recientemente, en las décadas de los 70´s y 80´s ocurrió el último proceso colonizador masivo hacia zonas rurales del departamento. Las poblaciones campesinas beneficiaríais del proyecto (Botalón, Filipinas y Malvinas, del municipio de Tame y Caranal del municipio de Fortul) son el resultado de este proceso migratorio. Este último proceso está marcado por el inicio de la actual etapa del conflicto colombiano en el departamento: en 1980 llega el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), quien conformó un frente llamado “Domingo Laín”, en homenaje al sacerdote español, muerto en combate en 1974 en remedios Antioquia; por otro lado a mediados de los 80´s las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército Popular (FARC-EP) con los frentes 10 y 45; además después de un histórico proceso de olvido y descuido por parte del gobierno central61, el departamento se enfrenta con la masiva llegada de militares por la creación del complejo petrolero de Caño Limón, el cual inició exploraciones en 1983. En la actualidad en el departamento se encuentran la multinacional de origen estadounidense O.X.Y, la española REPSOL y recientemente la canadiense Pacific Rubiales. Por otro lado, es muy importante mencionar que en Arauca, ha sido histórico y relevante el movimiento social campesino del departamento, desde los 60´s producto de la colonización de la década anterior surgió el movimiento social campesino, el cual tras el abandono estatal, además de acciones como la construcción de viviendas, puntillos, caminos veredales, entre otras necesidades 61

Según fuentes orales del departamento se escucha una historia que cuenta, que cuando llegó en los 80´s el presidente Belisario Betancourt al departamento, en una escuela del municipio de Arauca al hacer el himno nacional, los niños y niñas cantaron el himno de Venezuela.

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básicas, luchó por los derechos agrarios del campesinado del departamento teniendo como uno de sus hitos principales el paro nacional de 1972. Entre estas organizaciones se destacan las que tienen su domicilio en el municipio de Saravena (Joel Sierra, Central Unitaria de Trabajadores, Asociación de Mujeres de Arauca y la Asociación Juvenil y Estudiantil Regional), además de la Asociación Campesina de Arauca y el Comité permanente de Derechos Humanos. A continuación se mencionaran las historias locales de poblamiento de los cuatro Distritos62 campesinos beneficiarios del proyecto ACPMC, junto con sus prácticas culturales más relevantes observadas. 6.2 Distrito de Botalón63: - Ubicación: El Distrito de Botalón se encuentra en el municipio de Tame al sur del rio Cusay. Lo componen las siguientes veredas: La Arabia, La independencia, Alto Cauca, Las Floridas I y II, La Hermosa, Puerto Miranda, Mesetas, Botalón, Puerto Nidia, Macaguansito, La Orqueta, Caño Claro, Piñalito, Nápoles, Tamacay, Bajo Cusay, Cravo Charo, y Corocito. Cuenta con aproximadamente 7567 hectáreas. Sus vías de acceso son: Una carretera destapada, elaborada por la comunidad, que viene desde Tame hasta la vereda el Botalón, son 50 minutos. Botalón- casco urbano municipio de Fortul: 50 minutos, Botalón-casco urbano municipio de Saravena: 90 minutos, Botalón- Puerto Jordán: 40 minutos. - Geografía y recursos naturales: El distrito se encuentra en el pie de monte llanero, tiene recursos hídricos, así como suelos con un alto grado de nutrientes y fertilidad, que genera buenas cosechas en tiempos más rápidos de los que se da en otras regiones del país; por este motivo (además del conflicto armado en otras regiones del país) es que han llegado la mayoría de campesinos a este sector. Cuenta con una importante biodiversidad de flora y fauna. También, cerca a Cravo Charo, según una lideresa de la vereda hay fuentes de petróleo sin explotar, motivo de preocupación para los/as habitantes de las veredas. - Poblamiento-asentamiento: Viven aproximadamente 602 familias, 1730 personas. La mayoría de estas personas tiene un origen rural, muchas vienen de 62

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Distrito es como se le nombra en las zonas rurales del departamento, es una vereda central que representa varias que se encuentran alrededor. Cuenta con una directiva. Información obtenida principalmente por medio del trabajo de campo: a partir de la elaboración del diario de campo, la cartografía social y las entrevistas semi-estructuradas a algunos/as líderes/as, asistentes a los talleres formativos de Planes de vida (talleres que se encuentran también en el marco del proyecto ACPMC), así como los planes de contingencia elaborados por La Federación Luterana Mundial, en el 2009. Tanto para este subcapítulo, como para los siguientes tres.

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los Santanderes y de Boyacá principalmente, otras son “criollas” o nacidas en el departamento. Las primeras familias llegaron en 1980, el primer nombre que tuvo el Botalón fue Los Guaduales. La Junta de Acción Veredal del Botalón se creó en 1995. El distrito cuenta con seis escuelas veredales y con el colegio “El Delirio”, en la vereda Botalón y El Parmenio Bonilla en Puerto Nidia. La gran mayoría de su población es mestiza. - Organizaciones comunitarias: Desde el arribo de las primeras familias y fundación de las veredas, los/as campesinos/as se organizaron en comités para la elaboración de los linderos, los caminos veredales, la elaboración de casas y puntillos y después la gestión de la luz eléctrica (la cual aún no llega a todas las veredas y sectores del distrito). En 1995 se creó personería jurídica de la Junta de Acción de la vereda el Botalón, además de la Asociación de Plataneros (PRODISAP 64), ese mismo año -1995-, los plataneros al ver la necesidad que tenían los/as campesinos/as de comercializar el excedente de plátano que se estaba perdiendo, y la intensión de tener una unidad productiva en la región, decidieron unirse para crear la empresa comunitaria y darle un valor agregado al producto. Los productos que ofrecen son de tres clases: Plátano empacado al vacío, patacones de plátano empacados al vacío y Snacks de pollo, limón, picante y natural. En el 2008 se creó la Coordinación del Distrito de Botalón, éste cuenta con un Coordinador, una Secretaría de Derechos Humanos, Secretaría de Deporte y Recreación y un Secretario. Los líderes del distrito, trabajan junto con las organizaciones sociales con sede en el municipio de Saravena, algunos habitantes del Distrito pertenecen a estas asociaciones comunitarias, como AMAR y ASOJER. - Economía: Las principales actividades económicas de la región son la ganadería, y los cultivos de plátano, cacao, pastos y en menor cantidad yuca y maíz. La mayoría de personas viven a partir de la venta y comercialización de sus productos. Es importante resaltar que en la actualidad se ha incrementado la fumigación a partir de insecticidas, plaguicidas además de los cultivos transgénicos, esto ha modificado las anteriores y sostenibles formas de agricultura, a partir del control de plagas con agentes biológicos naturales, así como de abonos naturales, a partir de materia orgánica. - Unidades habitacionales: Las veredas están compuestas por fincas esparcidas por el territorio, son casas elaboradas a partir de zinc el techo, las paredes son de 64

Procesadora y Distribuidora Agropecuaria del Piedemonte Llanero

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madera o de material –cemento-, tiene fogones de madera, cocinan con leña. Aquí cabe resaltar que la gastronomía tradicional de los llanos más cotidiana, se compone por caldos de costilla, papá, yuca, plátano, topocho, arroz, huevos de gallina, gallina, peces de rio y grandes cantidades de carne de res preparada de una manera que llaman “mamona”, ternera acompañada, o ternera a la llanera. En lo referente a las bebidas se destacan el café cerrero o sin dulce, el masato, el guarapo y la chicha; también se hay dentro de la gastronomía las hayacas, que son una especie de masa de maíz con carne, y verduras envueltas en hojas de plátano, los tungos que son envueltos a base de arroz molido, con cuajo de leche o a base de mazorca, mantequilla de leche, queso, sal y panela. La música característica es el Joropo65.

Evento de recuperación de la memoria histórica, Distrito de Botalón (municipio de Tame). Trabajo de campo marzo 2011.

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Aquí hay discrepancias entre los conceptos de las personas preguntadas, algunas incluso músicos. Algunos dicen que el joropo, el pasaje, el contrapunteo y los poemas son géneros musicales de algo que nombran música tradicional llanera; otros en cambio argumentan que el pasaje, el contra punteo y los poemas son subgéneros del Joropo.

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- Religión: La mayoría de los habitantes es de religión católica, sin embargo se encuentra un número cada vez más creciente de creyentes de iglesias protestantes, como los adventistas y evangélicos66. 6.3 Distrito de Caranal: - Ubicación: El distrito de Caranal está compuesto por el centro poblado de Nuevo Caranal, y las veredas: Las Amapolas, Palmarito, El Mordisco, Islas del Cusay, Alto Bello, Bruselas, Los Jardines, Paraíso. Nuevo Caranal limita con las veredas Alto Bello, Orquídeas, Palmarito y Los Andes. Se encuentra ubicada en medio de los ríos: El tigre, Caranal y Cusay, tiene una extensión aproximada de 15 Km2, área rural; se encuentra a unos 10 Km2 de la cabecera municipal de Fortul y dista de 240 km2 de la capital de del departamento. - Geografía y recursos naturales: Ubicada en el pie de monte, cuenta con recursos hídricos provenientes de los ríos el Tigre, Caranal y Cusay, los que nacen en la cordillera oriental, además con fértiles tierras y pastos para la agricultura, así como minerales. - Poblamiento-asentamiento: Las primera familias llegaron a la vereda Los Jardines en 1971, de allí se empezaron a poblar y crear las demás veredas. Estos primeros pobladores llegaron a un terreno de monte, y abrieron los primeros caminos veredales a punta de machete y hacha, según cuentan los primeros pobladores y sus descendientes. Inicialmente el terreno donde se asienta el centro poblado de Caranal pertenecía a un señor llamado Pablo Roa, pero luego fueron llegando campesinos/as y conformaron la vereda que originalmente fue llamada Caranal Viejo. Este nombre se debe a una planta llamada Carana y al río. La mayoría de sus familias y pobladores aproximadamente viven allí hace 30 años, los fundadores llegaron a causa del desbordamiento del río. Hace 12 años, la gobernación les adjudicó el terreno, constituyéndose así el caserío; según estas escrituras el distrito pertenece al Municipio de Fortul, distribuyendo el terreno por lotes y manzanas. Cabe destacar que a diferencia de las veredas del alrededor del Distrito, las que tienen un patrón evidentemente rural, el centro poblado se encuentra en una transición de un asentamiento humano rural a uno urbano, se podría decir que es semi urbano, esto conlleva a una manifestación de prácticas culturales que obedecen a esa lenta pero evidente transición. Cuenta con aproximadamente 2000 familias y el centro poblado de Caranal es la población con mayor número de habitantes, después del casco urbano del 66

Esta misma situación se presenta en las demás poblaciones, por tal motivo no se incluye este ítem en los siguientes tres distritos.

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municipio de Fortul. Como en casi todo el departamento, la gran mayoría de su población es mestiza. - Organizaciones comunitarias: Las juntas de acción veredal se fueron formando y adquiriendo personería jurídica, la junta directiva del distrito se formó en el año de 2008. También trabajan sus líderes y lideresas con las organizaciones sociales con sede en la antigua Asociación de Usuarios Campesinos (ADUC). Cómo en los demás Distritos y veredas del departamento, fueron las organizaciones comunitarias campesinas de base, conformadas por veredas las que con el objetivo de la construcción de los caminos veredales, las casas, la gestión de centros educativos y de salud, así como los servicios básicos: la electricidad y el alcantarillado, dotaron de servicios las veredas del Distrito; éste cuenta además con lagunas de oxidación para aguas negras, aguas lluvias y pozos, un acueducto con tuberías gruesas, tanques en la cabeceras para almacenamiento y una planta para tratamiento de aguas. La vereda Palmarito tiene una represa. La JAC del centro poblado de Caranal está integrada por el Presidente, el Tesorero, el Fiscal y la Secretaria, no cuenta con vocales. Cuenta con los comités de Derechos Humanos, medio ambiente, acueducto, trabajo, mujeres, salud, peceros y deportes. Se reúnen cada tres meses en asambleas ordinarias. - Economía: La economía del Distrito se basa en la venta de servicios básicos (como la mano de obra asalariada) primarios y de bienes; la transformación de algunas materias primas como cacao y plátano, además de ganadería y un pequeño pero creciente comercio organizado de bienes y consumo. También posee micro empresas de transformación de lácteos. - Unidades habitacionales: Se encuentran dos tipos: en el centro poblado predomina la casa de material, techo de zinc y piso de cemento; mientras que en las veredas y zonas rurales, además de este tipo de vivienda descrita, aún es muy común encontrar unidades habitacionales elaboradas las paredes con madera y el piso es de tierra. 6.4 Distrito de Malvinas: - Ubicación: El distrito de Malvinas se encuentra en pleno pie de monte Araucano. Se encuentra entre los ríos Tamacay, El tigre, El Ele y Cabalalia en el municipio de Tame. La vereda Tamacay (primera desde Tame) está a 30 Km 2 aproximadamente, 30 minutos por carretera, una vía destapada (interna). La vereda de Tamacay tiene un área aproximadamente de 8Kms y la vereda Malvinas cuenta con 40 Km 2. El Distrito está compuesto principalmente por las

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veredas: Naranjos, Naranjos Uno, Morichal, Aguas Claras, Bajo Tamacay, Alto Tamacay, Alto Cabalalia y Caño Grande. Se encuentra a una distancia de 218 km aproximadamente de la capital, cerca al Distrito se encuentra el resguardo indígena de Laguna Tranquila, de la etnia U´wa. - Geografía y recursos naturales: Esta zona por su cercanía a la cordillera oriental, al igual que los Distritos ya mencionados, cuenta con una gran riqueza de recursos hídricos. Algunos líderes comentaron temerosos, que según las exploraciones petrolíferas indican que tiene considerables cantidades de crudo en sus territorios. Igualmente se encuentran diferentes especies de árboles maderables, así como una gran diversidad de flora y fauna. - Poblamiento-asentamiento: Las primeras familias arribaron al lugar en 1966, la Junta de Acción veredal se legalizó en 1982, con el nombre de Malvinas. Cuentan sus pobladores que este nombre se le dio por la confrontación bélica que estalló ese año entre Argentina y el Reino Unido, por las islas del sur del Archipiélago de la provincia de Tierra de Fuego67; la vereda se nombró también así oficialmente en 1984. Como en los demás lugares la organización comunitaria creó los caminos veredales, el acueducto, la luz eléctrica, los centros educativos y de salud. El Distrito entre las dos principales veredas de Malvinas y Tamacay, tiene 432 personas y 101 familias aproximadamente. Al igual que en todo el departamento y el municipio de Tame, la gran mayoría de su población es mestiza. - Organizaciones comunitarias: Se encuentra como un referente importante de organización comunitaria además de las Juntas veredales y del Distrito, el colegio agroecológico Joel Sierra, creado en 1997. En este centro educativo se encuentran varios procesos comunitarios ecológicos interesantes, como la siembra de pantas medicinales, a partir de la elaboración de las eras con botellas de plástico reutilizables; así mismo cuentan con procesos de elaboración de abonos orgánicos; e igualmente se encuentra la micro empresa de agua potable Joel Sierra. Como en los anteriores dos distritos, se encuentran dentro del área de influencia y gestión de las organizaciones sociales ubicadas en Saravena. - Economía: La actividad económica principal del Distrito es definitivamente la ganadería, principalmente en las veredas de menor altitud. Cuentan con una microempresa de lácteos; se explota la pesca de los ríos aledaños, y en menor medida se da la explotación y comercialización de la madera.

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Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del sur.

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Asado típico llanero (mamona). Distrito de Malvinas, municipio de Tame. Trabajo de campo mayo 2011

- Unidades habitacionales: Las casas son en su mayoría elaboradas con techo de zinc, paredes de tabla (algunas de material) y piso de cemento, con la cocina en el interior.

6.5 Distrito de Filipinas: - Ubicación: El Distrito de Filipinas, con su centro poblado y veredas aledañas, pertenece administrativamente al municipio de Arauquita, sin embargo geográficamente se encuentra mucho más cerca del casco urbano del municipio

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de Tame, lo cual hace que acudan más los habitantes a este municipio ya que les es más asequible para asuntos de salud, educación, registro de menores, comercio (entre otros asuntos básicos). Actualmente se encuentra en discusión jurídica y política si pertenecen las veredas del Distrito al Municipio de Tame o al Municipio de Arauquita. Se encuentra después del caserío de Puerto Jordán en dirección hacia la vereda la Arenosa, está a 70 km de la cabecera municipal de Tame. Tiene una extensión (entre las veredas de Filipinas, Laureles uno, Galaxias, Lejanías y el Rincón) de 62 km2 aproximadamente. El Distrito de Filipinas está constituido por las veredas de: centro poblado de Filipinas, veredas Santo Domingo, Caño Guayabo, Arenosa, Baja Arenosa, El Rincón, Laureles I y II, Caño Azul, Caño Claro, El César. El Milagro, Caño Tigre Bajo, Caño Tigre Bajo, Galaxias, Lejanías y Normandía. - Geografía y recursos naturales: El distrito se encuentra geográficamente ubicado en una zona que podemos llamar intermedia o de transición entre la región de piedemonte y la región conocida como selvas del Lipa. Cuenta con recursos hídricos de los ríos Arenosa y Cusay. Igualmente se encuentra una gran biodiversidad en flora y fauna, entre la que se destacan chigüiros, babillas e iguanas. La zona de las veredas Caño Azul y Galaxias cuenta con pequeñas selvas cercanas al ecosistema particular de Bocas del río Ele. - Poblamiento-asentamiento: Los primeros fundadores llegaron en 1981, familias provenientes de Santander, Boyacá, Casanare, Cesar, Caldas y Antioquia. Fundadores que abrieron un camino desde Filipinas pasando por caño la Arenosa, buscando salida a Pueblo Nuevo (Puerto Jordán). En 1985 se construyó la escuela, y la Junta de Acción Comunal se creó en 1987 y al año siguiente se creó el caserío de Filipinas. La gran mayoría de su población es mestiza. - Organizaciones comunitarias: Las JAC del centro poblado de Filipinas, así como la Junta del Distrito trabajan conjuntamente con la Asociación Campesina de Arauca (ACA). Esta organización comunitaria ejerce influencia en el Distrito de Filipinas así como en otras zonas del departamento, y es la que los representa en escenarios políticos ante organizaciones e instituciones de carácter regional, nacional e internacional. Como en muchos otro casos, las JAC, crearon los caminos veredales y gestionaron las escuelas veredales; el servicio de luz se encuentra principalmente en el centro poblado de Filipinas y en algunas veredas del Distrito pocas casas la han logrado conectar, pero no en todas. También en el Distrito se encuentra la Asociación de Arroceros de Galaxias

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- Economía: Las principales actividades productivas de las y los pobladores de Filipinas son: en primer lugar la ganadería, además del cultivo de plátano, cacao, yuca, piña, aguacate, piscicultura y arroz. - Unidades habitacionales: Las casas son en el casco poblado de zinc el techo, las paredes de madera y el piso de cemento a diferencia de las veredas aledañas en las que el piso es de tierra, el fogón es de madera y se encuentra adentro de la unidad habitacional. Tiene por lo general un puntillo contiguo a la casa, del cual se abastecen de agua para sus necesidades básicas.

Presidentes de tres JAC, Distrito de Filipinas (municipio de Tame). Trabajo de campo septiembre de 2011.

6.6 Problemáticas comunes de los cuatro Distritos En el departamento de Arauca, al igual que en el resto del país, el difícil acceso a la educación, a la salud, a servicios básicos y las precarias o inexistentes vías de acceso, han sido una constante, más aún en las zonas rurales donde el Estado no se ha preocupado por garantizar los derechos de la población rural.

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Por ejemplo, en el caso de la educación de las comunidades beneficiarias del proyecto ACPMC, como se mencionó en algunos de los casos anteriormente nombrados, los que se han encargado de gestionar y construir una escuela para las niñas y los niños de los distritos ha sido la misma comunidad, sin el apoyo financiero ni técnico del Estado ni sus gobiernos de turno, tanto a nivel nacional como departamental y municipal. En todos estos distritos existe hoy en día, un colegio ubicado en el centro poblado de cada uno de ellos. Sin embargo, no todas las niñas y los niños de las otras veredas de cada distrito pueden llegar hasta el centro poblado a estudiar, pues hay recorridos que pueden ser de dos o más horas a caballo (y no todas las familias tienen caballo o burro para transportarse) en cada trayecto. Algunas veredas tienen escuelas que cuentan con uno o dos profesores que deben hacerse cargo de los grados con los que cuenta la escuela (puede ser hasta tercero, cuarto o quinto). Entre los principios del derecho a la educación encontramos: Gratuidad, Cobertura, Acceso, Permanencia y Calidad.68 Es más que evidente que en estas regiones de Arauca, el Estado colombiano no se ha preocupado por garantizar a cabalidad este importante derecho y sus principios. Gratuidad, en muchos casos se les cobran matriculas u otros rubros, que son consideradas como aportes al sostenimiento de los establecimientos educativos, ya que no hay recursos públicos que aporten a esto. Cobertura, como se mencionó anteriormente, no todas las veredas tienen escuela, y no todos los centros educativos tienen todos los grados. Acceso, tanto por las distancias tan largas, como por la calidad de las carreteras, o la facilidad de tener un medio de transporte (en muchos casos rurales de difícil acceso no hay rutas escolares que transporten a las niñas, niños y jóvenes). Otro factor que afecta directa y gravemente el acceso a la educación, es la situación de conflicto armado que vive el departamento, ya que muchas familias temen por la vida y la integridad de sus hijos/as al tener que desplazarse desde las fincas hasta los centros educativos sin garantías, temen ser víctimas de minas, de enfrentamientos, de reclutamiento, de violaciones y abusos sexuales, entre otras formas de victimización. Permanencia, Por la misma situación de conflicto de la región, muchas veces las familias se ven obligadas a desplazarse y movilizarse de un lado a otro durante el año, lo que hace que se pierda la continuidad de los procesos formativos, sumado a otras problemáticas como las traídas por olas invernales, la inestabilidad económica de las familias que deciden poner a trabajar a niñas, niños y jóvenes para que aporten en el sustento económico del hogar, o la problemática de permanencia de las y los docentes en las escuelas. Calidad, al 68

UNICEF- Colombia; 2000.

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tener pocos docentes a cargo de varios grupos es evidente que la calidad de la educación no es la mejor, además no hay recursos para herramientas pedagógicas ni para la capacitación y actualización de las y los docentes. Es de resaltar que si hoy en día algunos colegios de estos distritos cuentan con condiciones dignas, adecuadas y coherentes con las necesidades de la comunidad, para garantizar el derecho a la educación, ha sido gracias a la constante lucha de las comunidades y los resultados que ellos mismos han forjado; hoy en día siguen en la labor de exigirle al Estado que responda por garantizar el derecho a la educación de estas comunidades rurales de Arauca. En cuanto al tema de la Salud, también es de resaltar que estos cuatro distritos han tenido grandes dificultades. En muchos casos no cuentan ni siquiera con puestos de salud básicos, ni con auxiliares o profesionales de salud. En el caso de las veredas de Tame sólo existe una (Filipinas) con auxiliar de enfermería por parte del hospital público, quien lleva años con problemas de contratación y no pago de sus servicios por parte del Estado, por lo que su labor ha sido fundamentalmente un servicio comunitario. En los casos donde existe el puesto de salud, ha sido la misma comunidad quien lo ha gestionado y levantado, o falsas promesas por parte del Estado y algunas multinacionales69, que le prometen un puesto de salud, pero no se comprometen con su funcionamiento ni sostenimiento, por lo cual terminan por cerrarse y quedan en el olvido. No hay casi brigadas de salud públicas (son muy esporádicas, máximo dos o tres por año), ejecutadas a través de IPS privadas o por el hospital, pero no hay claridad ni garantía frente a la entrega de medicamentos, razón por la cual estas jornadas se convierten en un servicio a medias, y no garantiza realmente el derecho a la salud. Los puestos de salud tampoco tienen medicamentos básicos para la atención de emergencias. Algunas de estas comunidades, cuentan que quienes han suplido en gran parte sus necesidades referentes a la salud, ha sido el organismo internacional Médicos Sin Fronteras, quienes realizaron brigadas de salud que incluían tratamientos completos. Sin embargo, a partir del 2012 este organismo ya no tendrá presencia en Arauca, lo cual tiene muy preocupada a las comunidades, que insisten en que el Estado no responde en la garantía del derecho a la salud. En muchos casos salir de una vereda lejana a una unidad de atención de salud de nivel básico pueden tardar cuatro horas o más, corriendo el riesgo después del largo recorrido de llegada, que éste se encuentre cerrado, que no lo atiendan porque su carnet del SISBEN o su sede no corresponde al lugar y/o esté en paro, porque a los 69

En el caso de Malvinas, el Estado junto con una petrolera como parte de su “inversión social” prometieron un puesto de salud, que realmente fue construido con la mano de obra, el sudor y el compromiso de la comunidad, y que hoy en día se encuentra cerrado y caído por falta de recursos para su funcionamiento y mantenimiento.

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profesionales de la salud les adeudan entre 6,7 u 8 meses de salario, en un departamento que recibe miles de millones en regalías para la salud. Frente a servicios básicos como agua, alcantarillado, luz, también hay que decir que ha sido la misma comunidad la que ha tenido que autoabastecerse. El agua la sacan de puntillos, que gracias al nivel freático de la región son fáciles de instalar, y de allí se abastecen del agua que necesitan tanto para el consumo, como para el aseo personal y del hogar. No obstante, al no existir sistema de alcantarillado, las aguas sucias no son controladas de tal forma que no contaminen el agua que se saca del subsuelo. Los pozos sépticos de las casas en muchos casos quedan a menos de cinco metros de distancia, lo cual genera grandes problemas de salubridad. Por otra parte, cuentan las comunidades que la luz la han tenido que “cablear” ellos mismos, sin la ayuda ni del Estado ni de las empresas prestadoras del servicio, que si se aparecen muy puntuales en el momento de cobrar los recibos, que por la no costumbre de las comunidades del pago de estos servicios , llegan a tener facturas de hasta 7 millones de pesos, superando incluso el valor de su casa y su terreno. Finalmente, para nadie es un secreto ni una sorpresa que las vías de acceso a estas veredas, al igual que en la mayoría de las zonas rurales del país, han sido construidas por las y los campesinos de la región, sin apoyo ni económico ni técnico del Estado, y en el caso araucano además en algunas de las zonas con la ayuda del grupo guerrillero de influencia territorial. Las comunidades deben hacer mingas cada año, en las que el objetivo común es hacerle el mantenimiento a las vías que son la única forma de acceso y comunicación con los otros centros poblados, para así poder vender sus productos agropecuarios, que les da el sustento, así como acceder a la salud, y a otras necesidades básicas. Lo anterior es tan sólo una muestra más del grado de abandono estatal, que viven las comunidades de los cuatro distritos beneficiarios del proyecto ACPMC, como muchas otras comunidades del departamento y del país, donde el Estado no ha garantizado los derechos de la gente del campo, pues como se ha ya mencionado y se verá también en el siguiente capítulo, la presencia estatal ha estado concentrada sólo en la militarización del departamento, para la defensa de unos intereses económicos que están quedando en manos de transnacionales y particulares, pues ni siquiera con los recursos de las grandes regalías de Arauca hay inversión social en estas cuestiones de necesidades básicas que permitan una vida digna con plena garantía de derechos. Antes de cerrar este capítulo, hay que resaltar nuevamente la ardua y constante actitud de lucha por sus derechos que han llevado durante años estas

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comunidades, esto es lo que les ha permitido autogestionarse algunas de estas necesidades en aras de poder llevar una vida digna; esto gracias al nivel de organizaciĂłn comunitaria y social, que ha caracterizado al departamento y que permanentemente ha levantado la voz para exigir sus derechos.

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CAPÍTULO 7: SITUACIÓN DERECHO AL TERRITORIO Y LA TIERRA, DE LAS COMUNIDADES CAMPESINAS DE ACPMC. PERIODO DE LA “SEGURIDAD DEMOCRÁTICA” 2002-2011.

“…hemos venido a defender la vida y la Madre Tierra. Hemos comprobado que la única opción de vida no es el consumismo, la adicción al petróleo, la destrucción de la naturaleza y la economía impulsada por la guerra. Los aquí presentes ya venimos construyendo la alternativa: territorios gobernados por las comunidades, relaciones sociales y de trabajo equitativas e igualitarias, economías sustentables donde impera el uso respetuoso de los bienes de la naturaleza y la decisión autónoma sobre la producción de alimentos…” Declaración Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías. Cali octubre 2011.

7.1 Qué es tierra y territorio para las comunidades campesinas: Para los y las campesinas y pobladores rurales de las comunidades de Arauca, la tierra es un bien y una herramienta de producción, donde pueden vivir y realizar la principal labor que los caracteriza cómo campesinos/as: la agricultura, la domesticación de las plantas. De ésta sacan la alimentación de los seres humanos y de los animales domesticados, es fuente de materia prima para la construcción de sus casas, elaboración de herramientas, así como el lugar donde se asienta la familia (a nivel privado) y la comunidad (a nivel público y colectivo) para llevar a cabo las labores y prácticas culturales de la vida diaria. “La tierra es un recurso vital para la mayoría de comunidades rurales, no sólo para la realización de sus derechos económicos, sociales y culturales (alimentación, vivienda, trabajo, vida cultural), sino también para el goce de los derechos civiles y políticos (a la vida, a ser libre de servidumbre, a la protección judicial, a la participación política, etc.).” (Monsalve, ob. cit., 41).

Así como con las comunidades indígenas (aunque a niveles distintos), la tierra es un medio físico para la producción, y el “territorio” son todos los referentes simbólicos que se hacen culturalmente de este espacio, que se vive y se habita,

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este es el espacio que genera las tareas tradicionales que define al “criollo” o al “veguero”70 a diferencia del “guate”, la persona del pueblo o de la ciudad. Por tal motivo la tierra y el territorio, son referentes importantes a la hora de caracterizar la identidad colectiva de las comunidades rurales del departamento y en general del país, aunque no adquieren un carácter “sagrado” como en las comunidades indígenas, si está en la base de su cultura y producción. “La tierra para nosotros es el patrimonio que hemos adquirido durante nuestra vida, es el único que tenemos. Por eso la queremos y créame que es lamentable, nos da tristeza tener que abandonar nuestras tierras y venirnos acá al caserío donde uno está acostumbrado a estar en el campo. La tierra para nosotros es importantísima, cultivarla y trabajarla.” (Trabajo de campo, entrevista semi estructurada líder vereda Galaxias, Distrito de Filipinas, junio 2011). 7.2 Legislación nacional e internacional sobre derecho a la tierra y al territorio. En comunidades campesinas: En el Pacto Internacional Derechos Económicos Sociales y Culturales71 un derecho de gran relevancia es respetar y proteger los derechos a la tierra, que está recogido en el artículo 1 y es “el derecho de los pueblos a la libre determinación para establecer su desarrollo económico, social y cultural, y a no ser privados en ningún caso de sus propios medios de subsistencia”. (Monsalve, ob. cit., 44,45). Otro referente importante para los derechos a la propiedad y posesión de la tierra de los pueblos es el Convenio 169 de la OIT de 1989, específicamente sus Artículos 14 al 17. En Colombia el goce efectivo de los pueblos a disfrutar sus derechos a la tierra y al territorio, ha estado truncado por una especie de contra reforma agraria permanente. Desde las guerras civiles del siglo XIX, que generaron una mayor acumulación de tierras para los terratenientes y los latifundios, pasando por el actual conflicto de Colombia, la posesión, acumulación y el ampliamente inequitativo acceso a la tierra, han marcado el acontecer social, político y económico del país, desde su creación como Estado-nación, hace dos siglos. Este además heredado de la Colonia española: “La tierra es un elemento de vital importancia para la población de nuestro país. Los conflictos por la tierra han marcado la historia de los pueblos de América Latina. Incluso hoy, el conflicto armado que vivimos en nuestro país 70

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Actividades derivadas del trabajo y las labores agropecuarias, como cuidar y alimentar los animales, sembrar y cosechar el cultivo. Propias de la vida en las zonas rurales. Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966, y entra en vigor: 3 de enero de 1976, de conformidad con el artículo 27.

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tiene unas profundas raíces en las problemáticas agrarias, que aún no se han solucionado. El proceso que conlleve a la búsqueda de la paz en nuestro país deberá necesariamente transformar el panorama rural colombiano, que se caracteriza por la alta concentración de la tierra y que se ha mantenido casi intacto desde los tiempos de la Colonia. Darío Fajardo nos indica que la alta concentración de la tierra en Colombia tiene sus raíces en las formas coloniales de repartición de las mismas, que ha estado condicionada por las demandas de los mercados externos, el desplazamiento de la población rural y la colonización de las zonas de selvas y bosques.” (Coronado, ob. cit.,

17). Es de suma importancia, con el fin de generar mecanismos de acceso y goce efectivo de los derechos a la tierra y el territorio, que el Estado genere leyes y procesos encaminados a unas políticas públicas que, en primer lugar salden la ya no vieja sino arcaica deuda de una verdadera reforma agraria, más equitativa para el sector rural; sin embargo, esto no ha sido una prioridad para ningún gobierno colombiano y menos aun las últimas dos administraciones 72 . La acumulación histórica de la tierra en Colombia, hace que sea uno de los países más inequitativos del mundo y esto es en gran parte una de las causas del surgimiento, desarrollo y mantenimiento del contemporáneo conflicto armado. Colombia presenta unas cifras sumamente desiguales, en cuanto a ingresos y posesión de la tierra: “…si echamos una mirada a la distribución del ingreso en Colombia descubrimos que en 2004 el 50% más pobre de la población (22,3 millones de personas) disfrutaban sólo del 14,6% del ingreso en los hogares, mientras el 10% más rico (4,4 millones de personas) se apropiaba del 42,1% del ingreso. La diferencia entre el ingreso del 10% de los hogares más rico frente al 10% de los hogares más pobres es de 53 veces. Esto se explica por la alta concentración de la riqueza en Colombia: 4 grupos financieros controlan más del 90% de los activos del sector; 50 grupos económicos, asociados a multinacionales dominan cerca del 80% del valor generado por la industria, el comercio, los servicios, la agricultura y el transporte, y el 1,3% de los propietarios poseen 48% de la tierra.” (Sarmiento, ob. cit., 22-23).

Por estos motivos, el respecto al derecho a la tierra y el territorio, deben ser fundamentales en la construcción de sociedades más justas y equitativas. 72

Se hace necesario referenciar las “Zonas de Reserva Campesinas”. Estas se crearon bajo la Ley 160 de 1994 referida al Sistema Nacional de Reforma Agraria; la cual se creó con el fin de detener y evitar el latifundismo, después de décadas de protestas y luchas del movimiento campesino colombiano. Esta ley fue sin embargo suspendida el 10 de abril de 2003, mediante resolución N° 046 por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. El actual gerente del INCODER, Juan Manuel Ospina, bajo su administración le vuelve a dar vida jurídica a las Zonas de Reserva Campesinas; en algunos sectores se argumenta que es una estrategia por parte del gobierno nacional, para “restituir” las tierras despojadas a los campesinos y campesinas, con terrenos de menor rentabilidad y precio del original, en otras zonas del país, como una especie de legalización del despojo. Sin embargo es en la actualidad, considerada una importante herramienta para la restitución de los derechos colectivos de posesión y acceso a la tierra para una parte del movimiento campesino, es en este momento la propuesta comunitaria y popular de la Asociación Campesina de Arauca.

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Recordemos que estos derechos se legalizan a partir de las leyes y acuerdos de los Estados, así como se garantizan y respetan por parte de estos; sin embargo su legitimidad transciende las lógicas estatales, se reivindican y surgen desde los pueblos y las comunidades, por eso estos derechos no se crean, ni se limitan ni se agotan con la seguridad jurídica de la tenencia. Muchas de las áreas históricamente pobladas por la colonización en el departamento, fue a partir del asentamiento y no por posesión de un titulo. La garantía del acceso a la tierra necesita, prioritariamente también que los/as campesinos/as y demás pobladores rurales victimas del desplazamiento forzado por la violencia, sean reparados por medio de la titulación de las tierras que ocupaban, que se definan mecanismos para garantizar su permanencia en las tierras y la no repetición de los hechos de violencia que produjeron el desplazamiento y despojo. El presente año (junio 2011) el gobierno de Juan Manuel Santos, sacó la Ley 1448, conocida como “Ley de víctimas”, diferentes organizaciones de derechos humanos, víctimas del conflicto colombiano, sociales y comunitarias, así como colectivos de abogados, han denunciado los problemas y desaciertos de dicha ley. Entre estas se encuentra el informe de la Comisión Colombiana de Juristas, la cual expone las siguientes críticas al proyecto de ley, desarrolladas en varios puntos de su informe: “1. El Proyecto de Ley de Restitución no reconoce la condición de las víctimas del desplazamiento forzado y el despojo. 2. El proyecto de ley de restitución de tierras ignora la existencia del conflicto armado y de las estructuras paramilitares que se mantienen activas en el despojo de las tierras a la población desplazada. 3. El proyecto de ley de restitución de tierras no ofrece garantías de norepetición. 4. El proyecto de ley no se ajusta a los parámetros internacionales para el derecho de restitución 5. El Proyecto de ley adopta una definición restringida de despojo. 6. El Proyecto de ley sobre restitución de tierras es discriminatorio. 7. El Proyecto de ley de restitución no contribuye al fortalecimiento de la institucionalidad que tiene a su cargo la cuestión de las tierras de la población desplazada. 10. El Proyecto de ley de restitución no garantiza la igualdad para mujeres y hombres.

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11. El Proyecto de ley de restitución de tierras no reforma el marco legal desfavorable para derecho a la tierra.” (CCJ; 2010).

7.3 Violación sistemática derecho a la tierra y el territorio, en comunidades campesinas: Como se expuso ya en el capítulo 5 de este libro, el derecho a la tierra y al territorio de las comunidades es en gran medida la base fundamental para que otros derechos sean reconocidos y respetados. Así mismo al vulnerarse otros derechos como a la vida, a la libertad, a la integridad, entre otros, hay evidentemente una relación directa que afectará a su vez el derecho al territorio. Es decir, cómo se plantea desde muchas interpretaciones sobre los DDHH, estos están íntimamente relacionados entre sí, son integrales e interdependientes. Así, en esta investigación se entiende y asume que si se da una violación a algún derecho, como a la vida o a la integralidad de las personas, hay directamente una afectación sobre el derecho a la tierra y al territorio. Esto es aún más evidente, cuando en un contexto de conflicto armado en una comunidad ocurren actos como ejecuciones extrajudiciales o amenazas y hostigamientos por parte de las fuerzas estatales, que generalmente causa desplazamientos masivos, familiares o individuales. Y no es casualidad, la fuerza pública, y los otros actores armados, en su accionar estratégico tiene ya identificadas las practicas que les permiten generar terror sobre las comunidades y a partir de este miedo, ejercer el control parcial o total del territorio en determinadas zonas que son de alto valor estratégico. Es en este sentido, se relatarán a continuación diferentes formas como se ha atentado contra los DDHH y el DIH en el departamento de Arauca, que directamente han afectado a las comunidades beneficiarias del proyecto ACPMC, y han aumentado la situación de vulnerabilidad de las comunidades campesinas, ligado a la pérdida de territorio que es su sustento de vida. Por otra parte, es importante resaltar que la fuente principal para la elaboración de este capítulo son las voces de las comunidades, que se han recogido precisamente del trabajo de campo; por lo cual si hay casos que no se incluyen no es porque no se reconozcan como graves violaciones a los DDHH e infracciones DIH, sino porque no han sido resaltadas en los relatos y las voces de quienes son los protagonistas de estas historias: las comunidades campesinas de Arauca beneficiarias del proyecto. - Botalón, Caranal y Malvinas: Para el año 2004, en la vereda Cravo Charro hubo una masacre de 12 personas, y posteriormente hubo intimidación y hostigamientos a la población civil 101


sobreviviente. Este acto fue realizado por los grupos paramilitares del Bloque Vencedores de Arauca, que hacían presencia para ese entonces en la zona, con el consentimiento y la complicidad del Ejército, quienes además de no hacer nada ni para evitarla ni para pararla, prestaron helicópteros y otras ayudas técnicas para la ejecución de dicha masacre. Bajo la excusa de que eran guerrilleros, los paramilitares con el apoyo del Ejército imponen el terror en la vereda. Una de las personas entrevistadas dice que “ellos nos acusaban a nosotros que éramos guerrilleros y nosotros comentamos varias veces a gritos que los guerrilleros no tenían techo, no tenían casa ni tenían hogares y que las personas que asesinaron eran campesinos. Mi hermano tenía casa, tenía su hogar, tenía tres hijos, estaba viviendo en la misma vereda donde fue nacido y criado.” (Trabajo de campo, entrevista semi estructurada, líder de Botalón, Agosto7 de 2011). Esta información es corroborada por el informe sobre DDHH y DIH de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra del 2009: “El mellizo relato la masacre de Flor Amarillo y Cravo Charro, veredas de Arauca, donde los “paras” mataron a 12 personas entre el 19 y el 20 de mayo de 2004…El ex jefe “para” aseguró que el operativo fue planeado con la Brigada Móvil Cinco del Ejército al mando del coronel William Cruz. El oficial les entregó un computador con mapas de la región en los que indicaba los sitios donde estuvieron sus tropas los días de la masacre. El coronel además repartió celulares a los “paras” para que pudieran comunicarse con él en cualquier momento para coordinar las maniobras. El Ejército se comprometió a tapar las salidas de la zona para que los presuntos auxiliares de la guerrilla no se pudieran escapar.” (Fundación de DDHH Joel Sierra; 2009:32).

Cuentan otros líderes que: desde hace muchos años las comunidades de esta región han estado luchando porque se les reconozca el derecho sobre esas tierras, que llevan trabajando durante muchos años; y que esta lucha por su derecho a la tierra y al territorio les ha llevado a que la fuerza pública los estigmatice y haga falsos señalamientos sobre las personas incluso por medios de comunicación públicos, lo cual ha generado una difícil situación de inseguridad, amenazas, persecución y estigmatización pública, con el fin de generar un desplazamiento masivo; cuenta la comunidad que debido a los intereses mega económicos de la zona (petróleo y monocultivo de palma). Junto con esto, cuentan otros líderes de otras veredas, que en sus territorios han sucedido historias muy similares. Desde el 2002 las desapariciones, amenazas, asesinatos, hostigamientos y el desplazamiento han aumentado, como consecuencia de una estrategia estatal por el control territorial. Y cuentan que dichas situaciones se agudizaron con la entrada de los grupos paramilitares en

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estas zonas, apoyados y articulados con la fuerza pública, con el fin de imponer el terror y demarcar un supuesto control territorial. Por otra parte, dicen las comunidades que otra situación que los afectó mucho fue la guerra que se dio durante el 2005 y el 2010 entre las dos guerrillas. Donde cuentan que la población civil se vio muy afectada, o bien porque quedaban en medio de combates y otras acciones bélicas directas, o bien porque aun siendo campesinos los trataban de involucrar y relacionar con un bando o con el otro, lo cual generó también desplazamientos, y por lo tanto pérdida de sus tierras, del territorio que les daba su sustento. Como ya se refirió, en gran medida el interés estatal por el desplazamiento y posterior control territorial en esta zona se debe a intereses geoestratégicos y económicos; al respecto una lideresa menciona que en esta región del departamento hay rumores de que posiblemente existen al menos 24 pozos petroleros para la explotación, según estudios de sísmica que ya han sido realizados. Entonces paradójicamente el petróleo, el agua, y la fertilidad de la tierra que habitan estos campesinos, han pasado de ser una riqueza y una fortaleza a ser razón de disputa, destierro, muerte y dolor, por el afán económico de unas elites nacionales e internacionales protegidas y avaladas por el Estado y sus fuerzas militares. Sin embargo, su lucha continua siendo por sembrar y cosechar una vida digna. Hay también temor en los habitantes del Distrito de Malvinas, por su riqueza hídrica y por el rumor de tener yacimiento de petróleo, lo anterior genera miedo e intranquilidad a los habitantes de la zona.

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Filipinas:

En este distrito del departamento de Arauca, la situación no ha sido muy diferente, no son menos dolorosas las historias, por el contrario son una muestra más de que en esta atroz guerra las victimas las está poniendo principalmente la población civil y en estos casos particulares el campesinado araucano. Cuentan líderes de las comunidades de las veredas del Distrito de Filipinas, que por ejemplo desde el año 2002, con la directa implementación de la política de “Seguridad Democrática” (especialmente las llamadas Zonas de Rehabilitación y Consolidación), los casos de abuso y violaciones a los DDHH e infracciones DIH por parte del Estado, aumentaron considerablemente. Asesinatos indiscriminados,

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ejecuciones extrajudiciales, ocupación de casas y escuelas incluso en medio de combates, amenazas, falsos señalamientos, montajes judiciales, entre otros, han sido situaciones muy constantes desde el año 2002 en el departamento de Arauca. Si bien en el año 2003 fueron declaradas inconstitucionales las Zonas de Rehabilitación y Consolidación, la fuerza pública siguió implementando muchas de las medidas de dichos decretos, como lo son: los allanamientos sin los procedimientos legales indicados y los “empadronamientos”. No siendo suficiente toda esta política de persecución y de criminalización del campesinado Araucano, por parte del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez apoyado por las fuerzas militares del Estado, se alían también con fuerzas paramilitares que se fortalecieron en la región tras la posesión del ex presidente en mención. Así, los campesinos cuentan en las entrevistas realizadas, que en este distrito de Filipinas particularmente, tuvieron que vivir varios ataques por parte de los paramilitares, así como amenazas y desplazamientos. Cuentan de varios casos en los cuales campesinos conocidos y respetados por la comunidad, han sido asesinados por parte del Ejército, quienes luego les cambian la ropa vistiéndolos de camuflado, y haciéndolos pasar por guerrilleros, cuando la comunidad entera podía dar cuenta de que eran, campesinos trabajadores de la tierra. “Las ejecuciones extrajudiciales, que en los últimos años alcanzaron en Colombia la dimensión de una práctica generalizada y sistemática, han sido realizadas con tal grado de sofisticación y planeamiento que produjeron la muerte de miles de colombianos asesinados bajo la modalidad de "falsos positivos", es decir "ejecuciones ilegales de civiles manipuladas por la fuerzas de seguridad para que parezcan bajas legítimas de guerrilleros o delincuentes ocurridas en combate", según ha sido reportado por diversas instancias internacionales, tanto de las Naciones Unidas como del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.” (Coordinación Colombia-Europa-

Estados Unidos-CCEEU-, 2011)73. Otro caso reiterativo de hostigamiento por parte de la fuerza pública, son los bombardeos indiscriminados sobre zonas habitadas por campesinos. Cuentan por ejemplo que para el 26 de julio de 2009 hubo un bombardeo muy fuerte a los alrededores cercanos de la vereda Filipinas, acciones militares que duraron varios días. También mencionan un bombardeo en el año 2008, donde incluso mataron unos animales de fincas de campesinos, y lo más grave, un muchacho que 73

Consultado en la página web de la Corporación Jurídica Humanidad Vigente: http://www.humanidadvigente.net/index.php?option=com_content&view=article&id=326:ejecucionesextrajudiciales-no-son-actos-de-servicio-militar-cceeu-&catid=7:ddhh&Itemid=10.

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trabajaba como obrero en una de las fincas bombardeadas sufrió daños a su integridad física pues se le fracturaron unas costillas y los brazos. No han sido las únicas acciones de ametrallamientos y bombardeos sobre fincas campesinas, sobre veredas del distrito. Durante los 8 años del Gobierno de Uribe, y lo que ha corrido del gobierno de Santos, han sido varias las ocasiones en las que se bombardean veredas del distrito, con la excusa de que ahí viven son guerrilleros, de que ellos son cómplices y los protegen, al respecto un líder cuenta: “Por ejemplo, en su afán por acabar la guerrilla, las fuerzas militares se enfrentaban y disparaban indiscriminadamente matándonos ganado, acabando plataneras, yuqueras, mejor dicho, agricultura en general, que con eso es que nosotros los campesinos subsistimos. Después de eso, nos atropellaban diciéndonos que nosotros éramos colaboradores de la guerrilla, que nosotros los teníamos bajo techo, siendo una gran mentira. Como ellos no conseguían el objetivo que necesitaban se disculpaban con nosotros, se arremetían contra nosotros los campesinos tratándonos mal y maltratándonos verbal y psicológicamente con nuestros niños, nuestras esposas. Nos habían impuesto que no podíamos andar de noche. Eran cosas arbitrarias que nosotros los campesinos, acostumbrados a andar a la hora que queramos ya con las fuerzas militares acá nos imponen que después de las ocho de la noche no podíamos andar porque no respondían con nosotros. En el trabajo nos decían que si era que estábamos poniendo cuidado a ellos, nos preguntaban dónde se hacían y dónde se ubicaban para poder ir contra la guerrilla, para que ellos los atacaran. Ésa era una gran mentira, nosotros salíamos era al trabajo cotidiano. A todos nos pasaba, el desplazamiento incluso. A los que vivíamos en el campo tocó irnos hacia el pueblo por los ametrallamientos que se presentaban. Empezaban a ametrallar a las siete u ocho de la noche, a bombardear, al otro día resultaban dos o tres animales muertos. Por ese motivo nos tocó dejar la finca e irnos para el caserío de acá, de Filipinas. En las fincas corríamos peligro. Estaban aquí acantonados, a la salida, y empezaban a disparar hacia abajo, hacia la finca de nosotros, de noche, porque se les daba la gana creo yo. Incluso estropearon gente, les pegaban, los trataban de guerrilleros…Fue en 2009. Cada ocho días o cada quince días se presentaban esos ametrallamientos hacia el aire creo yo, porque no había nadie por allí, o hacia nosotros los campesinos.” (Entrevista con líderes campesinos del Distrito de Filipinas. Julio 24 de 2011). Los mismos líderes campesinos consideran que dichos bombardeos y ametrallamientos, más que una lucha contra la guerrilla, es una lucha por el control territorial, ya que es una zona rica en petróleo, y con gran potencial también para mega proyectos de monocultivos como el de la palma africana.

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Sin embargo, las campesinas y los campesinos de este distrito, también enfatizan en que no fue sólo bajo el Gobierno de Uribe los bombardeos por parte de los militares, no hay mayores cambios con el Gobierno de Santos, pues son políticas de Estado. Cuentan por ejemplo, que en los últimos meses antes de la entrevista hubo bombardeos fuertes tanto en la vereda Galaxias, como en la Esperanza. Por lo que para ellos no hay mayores diferencias entre un Gobierno y el otro, son Entre otros actos de violaciones a los DDHH, cuentan que de varias detenciones arbitrarias y sin el debido proceso. El hijo de una de las líderes entrevistadas fue llevado preso un día que salió al casco urbano de Tame por un dolor de muela, y le acusaron de que estaba en el pueblo era llevando información de la guerrilla, cuando el muchacho acababa de salir de una cirugía de muela. Así han sido muchos los casos de montajes judiciales de campesinos de la región, los últimos que cuentas que habían cogido presos fueron 11 campesinos del distrito, que justo 8 días antes de la entrevista se los habían llevado de sus casas y veredas, con dolor un líder cuenta: “Yo miro que este gobierno nos está acabando hasta con todo, nos están agarrando hasta la gente, nos están llevando todos los campesinos. Tenemos once campesinos que los agarraron el domingo, gente trabajadora, gente amable. Entonces le digo yo que este gobierno no nos trae cosa buena para nosotros ni en lo social ni en lo integral, ni en lo físico para nadie.” (Ibíd.). El Ejército llega a las fincas de las campesinas y los campesinos, mientras ellos se encuentran realizando sus labores del campo, muchas veces llegan en helicópteros, sin órdenes de captura maltratan a las personas física y psicológicamente y finalmente se los llevan presos, siendo vecinos y campesinos conocidos por la comunidad, quienes aseguran que no tienen ningún vínculo ni relación con la guerrilla. Estas situaciones han llevado a que inocentes duren años en la cárcel por delitos que no han cometido, y después de mucho tiempo que se demuestra que no eran ni delincuentes ni guerrilleros salen, pero al volver a sus veredas siguen siendo señalados y hostigados por la fuerza pública, aun cuando se demostró que eran inocentes. Así, se evidencia como en estas veredas de Arauca no es válido el lema jurídico internacional de que “la persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario”, sino que el lema que aplican a estas campesinas y campesinos es que “son culpables hasta que no se demuestre lo contrario”. Frente a estos casos de ejecuciones extrajudiciales, cuentan además que el Ejército engaña a los campesinos para luego asesinarlos y hacerlos pasar por guerrilleros. Para el año 2005: “En el 2005, en esta vereda, unos señores llegaron armados a la casa y obligaron a cuatro señores que se reunieran y fueran a

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recoger un cadáver que había allí botado. Había un combate y los señores se llevaron un chinchorro y un palo, lo recogieron y lo llevaban al hombro cuando los emboscaron a bala y mataron a dos señores, los más mayores. Uno se llamaba Alirio y el otro se llamaba Jaime. Eran líderes de la comunidad. Los otros dos quedaron heridos. Los camuflaron, se los llevaron en el helicóptero y los pasaron por guerrilleros.” (Entrevista con líderes campesinos del Distrito de Filipinas. Septiembre 19 de 2011). Dos casos muy simbólicos y que afectaron mucho a la comunidad fueron los asesinatos de Jaime Leal y de Alirio Carreño, líderes comunales de la vereda Laureles 1, quienes fueron asesinados por el Ejército, luego vestidos como guerrilleros, y como dice la gente del distrito, ellos eran líderes de la JAC de la vereda y trabajaban por las causas de la comunidad. Esto da cuenta también de la sistemática persecución por parte de las fuerzas del Estado hacia la población campesina, y en especial hacia los movimientos y organizaciones sociales y comunitarias. Dice una líder: “…así sucede. A ellos los matan y para cubrir ese delito entonces los camuflan, se los llevan y dicen que son guerrilleros y como tal, así quedan tildados. No hay quien diga que realmente son campesinos, no hay quien defienda al campesino, es lo que el gobierno diga o los soldados digan.” (Ibíd.). Igualmente cuentan uno de los múltiples casos de bombardeos y de hostigamiento a la población civil ocurrido en el 2009, un muchacho joven que fue a ver su maicera y de repente le dispararon, “Lo agarraron por las botas y lo arrastraron, le metieron un cuchillo por la camisa y le quitaron pa’ colocarle una camuflada y decir que era un guerrillero. El papá se dio cuenta del tiro, salió corriendo y miró que lo estaban arrastrando, ya le habían rompido, la camisa y se lo quitó a los soldados. Dijeron que lo llevaban pa’ Arauca porque era un guerrillero. El papá se fue con él, lo llevaron al hospital y le dijeron que cuánto necesitaba de plata para que no los denunciara, para que no hiciera bulla, no le dijera a nadie. Él no recibió la plata, denunció y el muchacho lo tuvieron como cinco meses hospitalizado. Se recuperó, pero siguió enfermo porque el tiro le pasó por el bordo del corazón y el pulmón. Le tocó estar un poco de tiempo sin trabajar, pero se salvó.” (Ibíd.). Otro caso que cuentan los líderes, fue justo para un evento comunitario que había en la vereda para celebrar el día de las madres. En la madrugada del día del festejo, un grupo de campesinos salió en busca de la novilla que iban a sacrificar para preparar mamona. Sobre las tres de la mañana que salieron los campesinos sintieron que un avión los sobrevolaba y les disparaba. Afortunadamente ninguno resultó herido. Sin embargo ese mismo día el avión disparó a unas fincas, y en una de ellas las balas caían sobre la misma casa, en el techo y en el patio. Luego

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cogieron a la hija del dueño de la finca, campesinos de la vereda, y amenazaron con matarla. Entraron en la casa de ellos y les esculcaron todo sin ninguna orden de allanamiento. Finalmente no hubo víctimas mortales, sin embargo el terror acabó con el festejo comunitario, y en vez de mamona y baile, los campesinos y campesinas estuvieron en sus casas asustados, esperando que ni las balas ni las bombas que siguieron lanzando desde los aviones y helicópteros todo el día, no fueran a caer sobre ellos. Por otra parte, cuentan que la presencia de grupos guerrilleros que se enfrentan con la fuerza pública los ha afectado también en su tranquilidad, su seguridad y su derecho a un territorio. Pues uno de los principales problemas, además de los enfrentamientos entre estos grupos, es la problemática de las MAP (Mina Anti Persona) y las MUSE (Munición Sin Explotar). Además los/as campesinos/as entrevistados/as cuentan el caso reciente en el que el 11 de julio del 2011, un menor de edad recogió del campo una MUSE y al manipularlo en su casa estalló hiriendo gravemente a su madre, a una menor de seis años y a él. Igualmente por esos días en la vereda Galaxias un muchacho que venía de pastorear el ganado pisó una MAP. Además, la presencia de los grupos armados al margen de la ley ha generado que muchos campesinos de la región se vean afectados bien sea por enfrentamientos entre las guerrillas y el Ejército, en los cuales las fincas y escuelas de la comunidad quedan en medio de fuego cruzado; o bien sea por la guerra que se dio entre las FARC-EP y el ELN, que desplazó a muchas familias. “La problemática es ahorita, con la cuestión del desplazamiento, que se pelean las dos guerrillas, las dos organizaciones. Eso nos ha creado problemas…Por ejemplo, la vereda Laureles 1 quedó casi completamente vacía, no quedamos sino como cinco familias. La mayoría salió. A unos los corrieron desplazados, ésos fueron desplazados realmente porque las FARC los corrió, otros simplemente se fueron por el miedo. Eso es algo natural, el miedo es algo que lo invade a uno y deja todo y se va. Eso ha creado mucha pobreza, incertidumbre, soledad.” (Entrevista con líderes campesinos del distrito de Filipinas. Septiembre 19 de 2011). Esta guerra entre las dos guerrillas generó mucho desplazamiento y temor, al punto de que en veredas como el Milagro quedaron tan pocas familias, que la escuela se cerró por que no habían sino cuatro niños, y al profesor le tocó irse también. “Hubo mucha soledad, en un tiempo las familias que quedaron eran muy pocas. Un poco se ha ido calmando y la gente ha vuelto a seguir trabajando. Estamos abandonados todavía por parte del Estado, no tenemos ninguna ayuda ni nada”. (Ibíd.).

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Es así como cuentan, que si bien la guerra entre las guerrillas ha bajado y disminuido sus efectos, especialmente el desplazamiento, la población campesina del departamento sigue siendo muy vulnerable, y abandonada por el Estado. Los gobiernos de turno no se han preocupado nunca por velar ni por el derecho al agua, ni por la salud o la adecuada educación de las campesinas y los campesinos. La única presencia Estatal en las veredas de esta región araucana ha sido el Ejército, que en vez de protegerlos los persigue, bombardea, asesina y los convierte en escudo humano, objetivo militar para los otros grupos armados. Dicen por ejemplo, que ha sido común que el Ejército acampe en las escuelas o fincas de los campesinos y campesinas de este distrito, generando miedo y zozobra en la población, pues se convierten en objetivo militar de los otros actores armados. “los soldados tienen una costumbre que ellos llegan, se acampan y se instalan en un caserío y bombardean hacia un lado, una montaña o un sitio en la tarde o en la noche. A veces las comunidades les han preguntado por qué hacen eso, porque allá viven personas y les han contestado que están marcando el área o haciendo algo. Siempre sacan excusas. Eso es un peligro para los que viven cerca de ese lugar, les matan el ganado, acaban con los animales y allí es que pierde el campesino.” (Ibíd.). Entre otras afectaciones que contaron los líderes entrevistados, fue como se involucran a las niñas y jóvenes en el conflicto, ya que en algunos casos los soldados han tratado de “enamorarlas” con el fin de involucrarlas como informantes “se ven casos de los soldados que siguen mucho a las muchachas, que toman a las jovencitas y a veces como que las enamoran, de pronto con el fin de hacerles daño en ese sentido”. (Ibíd.). Además cuentan con indignación y dolor también, cómo los afectó la política de fumigaciones, ya que con los aviones pasaban fumigando lo que hubiera, fueran fincas, cultivos, ríos, gente, “las fumigaciones empezaron como el 12 de septiembre de 2003. Nos afectaron mucho, nos acabaron lo que es fincas, pastos, todo. Los racimos de plátanos de 30-40 kilos, se secaron y sólo pesan 4 0 6 kilos.” (Trabajo de campo, entrevista, Cartografía social, septiembre 23 de 2011).

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Mural en contra de las fumigaciones con glifosato de cultivos, municipio de Saravena. Trabajo de campo mayo 2011.

Finalmente resaltar que a pesar de todo, estos campesinos y campesinas de las tierras araucanas son ante todo luchadores y emprendedores, a pesar del dolor no dejan de persistir en la defensa de sus territorios y de sus derechos: “los campesinos tenemos que defender a capa y espada, con nuestras propias vidas, nuestro territorio, nuestra tierra porque allí nacimos. Nuestros padres, nuestros abuelos nos han dejado nuestros frutos que es nuestra tierra, y no nos vamos a dejar robar de las multinacionales o de otras personas desconocidas que vengan de donde sea a quitarnos nuestra tierra”. (Entrevista con líderes campesinos del distrito de Filipinas. Julio 24 de 2011). 7.4. Estrategias de resistencia y de exigibilidad. Pasos en la construcción de un mundo en el que quepan muchos mundos: Como se ha expuesto en los capítulos anteriores, así como los pueblos indígenas de Arauca, las comunidades campesinas del departamento aunque lleven menos tiempo habitando estos territorios, han sido víctimas reiteradas veces. Sus derechos han sido vulnerados y violentados, pero han sido comunidades que han sabido mantenerse unidas, resistiendo y exigiendo que se les respeten sus derechos. Tras la estrategia de estigmatización y señalamiento que se agudizó en la década del 2002 al 2011, las comunidades campesinas no desfallecieron, por el contrario continuaron aun en los momentos más críticos apoyándose entre ellos y

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asociándose para colectivamente luchar por sus derechos y la defensa de su territorio. Diferentes organizaciones campesinas y defensoras de derechos humanos de la misma región les ha permitido hacer frente a una estrategia de vulneración de derechos que pretende despojarlos no sólo de sus territorios, sino del manto de su dignidad. A través de estas organizaciones se han pronunciado con denuncias, exigencias, protestas, giras de defensores de DDHH de Arauca a nivel nacional e internacional, e incluso paros, que pretenden dar a conocer al país y en lo posible el mundo entero de la difícil situación que atraviesa el departamento debido al conflicto armado y a la lucha por el territorio, en gran parte debido a los intereses petroleros, económicos y geoestratégicos. Al igual que con las comunidades indígenas, estas manifestaciones de indignación, resistencia y lucha han tratado de ser acalladas e invisibilizadas por el Estado y por los medios masivos de comunicación, pero esto no ha sido motivo para dejarse caer, por el contrario, los llena de más argumentos para continuar labrando el camino que oriente la construcción de un mundo donde quepan muchos mundos. Esto debe seguir siendo apoyado y articulado con las estrategias de otros gremios y comunidades (indígenas, estudiantes, trabajadores, maestros, organizaciones campesinas del resto del país), como lo han venido haciendo, pero procurando que sea una articulación más permanente y no sólo coyuntural, que se convierta en una estrategia permanente de trabajo colectivo que les permita visibilizar y exigir el respeto de sus derechos, su dignidad y su territorio. En lo recorrido del año (2011) hubo movilizaciones, paros, huelgas y protestas; entre las que se destacan: 1. Toma de las vías principales del departamento, por parte del gremio de los transportadores y apoyada posteriormente por el movimiento comunal (Mayo-Junio). Esta se levantó después de llegar a acuerdos con delegados del Ministerios de transporte, Instituto Nacional de Vías, asamblea departamental y el gobernador; que prometieron inversión ese mismo año (2011) en las vías. 2. Las Organizaciones Sociales del departamento de Arauca, declararon y convocaron del 1 hasta el 17 de junio (2011), un cese de labores del sector salud y vincularon a las entidades que prestan el servicio (IPS´s y EPS´s subsidiadas que trabajan en el departamento); así mismo, la comunidad en general se unió a la protesta siendo consientes de la crisis humanitaria generada por la violación del derecho a la salud, y la transformación de este en una mera mercancía, además de exigirle al Estado y concretamente a

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las administraciones departamentales, municipales, la Unidad Administrativa Especial de Salud de Arauca, la ESE Moreno y Clavijo calidad y cobertura en el servicio, la estabilidad laboral, pago de los salarios de los funcionarios, la recuperación de la autonomía administrativa y financiera de la red pública hospitalaria, y el buen manejo de los recursos públicos; ya que hay múltiples casos de corrupción, ante la mirada pasiva y cómplice de los entes de control como la Contraloría y la Procuraduría. 3. El 29 de Junio (2011) se realizó en Saravena el Cabildo Abierto por los Derechos Humanos, la justicia y la vida; organizado por las organizaciones sociales del centro oriente del país. 4. Debido a la constante privatización de la educación en el departamento (concretamente la educación primaría y la media vocacional), lo que ha llevado a un abandono por parte del Estado y se ha reflejado en desmejoras de la calidad, las instalaciones educativas, dotación de laboratorios y salas de sistemas, la alimentación y el transporte de los/as estudiantes, debido a que estos recursos se malgastan en contratistas intermediarios y corrupción; llevó a que en el mes de agosto (2011) los estudiantes tomaran las vías de hecho y la movilización social decretando un paro y tomándose algunas vías en los municipios de Arauquita, Fortul y Saravena. Después de llegar a acuerdos con los entes territoriales, que prometieron cumplir con las propuestas de los/as estudiantes. 5. Por último, es necesario nombrar las diversas jornadas por la memoria histórica de las víctimas de crímenes de Estado. Entre estas, destacan: Conmemoración del 13vo aniversario de la masacre de Santo DomingoTame por el bombardeo de la Fuerza Aérea, 13vo aniversario de la masacre cometida por el Ejército Nacional contra pobladores de la vereda La Cabuya-Tame, 9no aniversario del asesinato del defensor de Derechos Humanos José Rusbell Lara en Tame, 7mo aniversario de la masacre de tres dirigentes campesinos y sindicales realizada por el Ejército Nacional en la vereda Caño Seco-Saravena y el 1er aniversario de la tortura, violación y asesinato de los niños de Tame por miembros del Ejército.

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Conmemoración del primer año de la violación, tortura y asesinato de los niños y niña de Tame. Vereda Flor Amarillo. Trabajo de campo octubre de 2011.

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Conmemoración del primer año de la violación, tortura y asesinato de los niños y niña de Tame. Vereda Flor Amarillo. Trabajo de campo octubre de 2011.

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REFLEXIONES FINALES Después de la realización de este ejercicio investigativo, surgen inevitablemente algunas reflexiones finales74 para el análisis sobre la situación del derecho a la tierra y al territorio, en las comunidades indígenas y campesinas beneficiarias del proyecto ACPMC: 1. Se puede argumentar que la sociedad araucana, está actualmente determinada por el conflicto armado de Colombia. El cual constantemente genera infracciones al DIH y violaciones a los DDHH, por parte de todos los grupos armados involucrados en el mismo. En primer lugar el Estado colombiano, por medio de la Fuerza Pública y los grupos paramilitares, los cuales registran los más altos niveles de vulneraciones a los DDHH por un lado75, así como el histórico descuido hacia la población civil del departamento y la falta de garantías y mecanismos de protección, siendo la entidad responsable de proteger y garantizarle los derechos a la población. Por otro lado, también los grupos guerrilleros de las FARC-EP y ELN, han generado circunstancias que exponen y afectan a los y las habitantes campesinos e indígenas de Arauca. Esta situación de confrontación entre los diversos grupos armados genera desplazamientos, muertes, atentados, miedo y zozobrada contra la población civil. 2. Se evidencia como con las comunidades indígenas, siguen la situación de despojo y usurpación de sus tierras. Aunque los métodos hayan cambiado, sigue la explotación de los recursos naturales de las comunidades indígenas del departamento de Arauca y en general de Colombia, así como un sistema simbólico que justifica el racismo y el rechazo cultural hacia los pueblos indígenas (en especial las etnias de la familia lingüística Guahibo) por parte de un sector de la sociedad mestiza araucana. 3. Toda la urdimbre cultural y las tradiciones de los pueblos indígenas de Arauca (en espacial las etnias Makaguán y Sikuani, participes de la investigación), están siendo afectadas y perdidas por el contacto con la sociedad mayoritaria occidental, ya sea con colonos/as, multinacionales e instituciones estatales así como internacionales; que no han respetado sus tradiciones culturales, ni han hecho 74

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Se prefiere el término de reflexiones finales y no el tradicional “conclusiones”, en la medida en la que no se considera este trabajo de investigación social terminado ni concluido, está abierto a futuras investigaciones y debates, no es una verdad absoluta ni está agotado. Según datos del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), el Estado colombiano es por mucho el mayor violador de los DDHH en el departamento. Entre el periodo del 2002-2010 hubo 793 violaciones a los DDHH en Arauca, repartidos así: Estado colombiano 85% (Ejército 35%, Paramilitares 31%, Policía 12%, DAS 3%, CTI 2%, Fiscalía 1%, Fuerza Aérea 1%), FARC 12% y el ELN 3%. Esta información se encuentra en la página web www.nocheyniebla.org, consultada el 1 de agosto del 2011.

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efectivos el enfoque diferencial y el derecho a la consulta previa, agravado más aun por los grupos armados enfrentados en el conflicto colombiano. 4. Los derechos a la tierra y al territorio han sido sistemáticamente violados, principalmente por el desplazamiento forzado de las comunidades Cuilotos I, Caño Claro, La Esperanza, (etnia Makaguán) e Iguanitos (etnia Sikuani); así como a las demás comunidades y etnias indígenas de Arauca (en especial los Hitnü, de selvas de Lipa, con el actual proceso de exploración petrolera) por la explotación de los recursos naturales, en especial el petróleo por las empresas OXY, REPSOL y Pacific Rubiales, cerca o dentro de sus resguardos. Se dan problemas de pérdida de la gobernabilidad, alcoholismo, desunión, maltrato intrafamiliar, problemas de salud, inseguridad alimentaria, conflictos interétnicos e intercomunitarios, entre otros; lo que dramática y preocupantemente sigue teniendo a estas comunidades en peligro de exterminio físico y cultural. 5. La oferta estatal por medio del Ministerio del Interior, Acción Social (actual Departamento para la “Prosperidad” Social), ICBF, Gobernación de Arauca y Alcaldía del Municipio de Tame, es insuficiente para solucionar estructuralmente las problemáticas que aquejan a las comunidades indígenas, así como no se han cumplido las exigencias de los Autos 004 y 382. Las acciones del Estado desconocen el enfoque diferencial y en muchos casos irrespetan la consulta previa. 6. Los distintos procesos de colonización del departamento por parte de las comunidades campesinas, han sido en parte el resultado del conflicto armado surgido en Colombia a finales de los 40´s, así como de una inadecuada planificación del Estado en políticas públicas para la colonización del departamento. Lo que ha ocasionado conflictos interétnicos con los pueblos indígenas, así como un desastre ambiental, por la deforestación y la quema de pastizales para la ganadería principalmente. 7. Con la exploración y explotación del complejo petrolero Caño Limón por parte de la multinacional OXY, se secó la laguna de Lipa, uno de los lugares más sagrados para las comunidades aborígenes, además se generó el actual conflicto armado, con la llegada masiva de soldados para proteger intereses de las elites nacionales y del gran capital internacional. 8. La política de “Seguridad Democrática” (2002-2011), ha recrudecido el conflicto armado en las zonas rurales campesinas del departamento. La llegada de más soldados, con el argumento de la seguridad ha traído asesinatos (ejecuciones extrajudiciales), abusos sexuales, torturas, constantes bombardeos, arrestos

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selectivos de líderes campesinos e indígenas, amedrentamientos, amenazas, intimidaciones por parte de los miembros del Ejército Nacional (y del paramilitarismo). Durante este periodo la población civil también ha estado expuesta a las acciones de los grupos guerrilleros, especialmente en la confrontación bélica entre ambos (2005-2010), lo que generó entre varias afectaciones el desplazamiento masivo de las comunidades indígenas de Tame. 9. Definitivamente el conflicto armado colombiano no se soluciona, ni se solucionará (tanto en Arauca, como en todo el país), dándole más dinero y hombres a la guerra; sino en inclusión social, igualdad de condiciones, inversión para los pobladores de las zonas urbanas y rurales, salud, educación y servicios básicos. 10. A pesar de todas las problemáticas y de los atropellos generados por todos los grupos armados, las comunidades indígenas y campesinas de Arauca siguen luchando y resistiendo para defender su legítimo derecho de permanecer en el territorio y de realizar sus planes de vida y proyectos de desarrollo alternativos comunitarios.

Asociación Campesina de Arauca, marcha 1 de mayo 2012. Fotógrafa: Irene Lara.

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Cabildo Abierto de DDHH, Saravena. Trabajo de campo junio 2011.

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Esta obra se imprimi贸 en Bogot谩 D.C. en los talleres de O.V.M. Noviembre de 2012

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