Si se fuera a destruir toda la arquitectura moderna del mundo, pero se te permitiera salvar sólo a uno, ¿cuál salvarías y por qué?
La cantidad de obras que nacieron durante el movimiento moderno han generado un sinfín de debates sobre su belleza, función, relevancia y trascendencia. Algunas trascendieron por las razones correctas mientras que otras son ejemplos de los errores del movimiento. Muchos pensarían que escoger salvar solo a una sería un proceso imposible. Este no es mi caso ya que hay un edificio que, para mí, destaca entre todas las obras del movimiento moderno. Estoy hablando del Instituto Salk por el arquitecto Louis Kahn. Considero que la obra de Kahn representa varios ideales de la arquitectura moderna. Sin embargo, el Instituto Salk presenta ideas y estrategias que elevaron el proyecto a otro nivel. González Capitel afirma que “la obra de Kahn apareció en la escena internacional corno algo frontalmente opuesto a una dilución: corno una poderosa afirmación de los valores más genuinos y puros de la disciplina arquitectónica, que proclamaba así su autonomía de pensamiento y acción, su propia racionalidad interna e independiente de otras racionalidades científico-técnicas o culturales.” (p. 476) Comenzando por la materialidad, la modernidad se caracterizó por utilizar nuevos materiales tales como el hormigón y el acero. Consideraban al hormigón como una puerta que abría diversas posibilidades estructurales. En el Instituto Salk, Kahn utiliza el hormigón armado para construir los dos edificios. Sin embargo, el uso del material no queda en un simple sistema estructural, Kahn le brinda otro nivel cuando piensa en la textura del material y los bordes y líneas dejados por el encofrado de los muros. Otros arquitectos simplemente hubieran escondido esta característica única del material, pero Khan decide exponerlo ya que consideraba que no se debía esconder la realidad del material; convirtiéndolo en un ornamento sutil pero moderno. Esto hace que cada una de las paredes del instituto sea distinta. Esto es una de las tantas partes que me lleva a elegir este edificio sobre los demás. Otra razón por la cuál salvaría el edificio es porque es una clara representación de la perfecta interrelación entre la estética y la funcionalidad. Sabemos que el modernismo se caracterizó por diseños que seguían la función. Kahn logra diseñar un instituto correctamente funcional. Introduce la teoría de espacios servidos y servidores, sigue el punto de planta libre y busca que todas las necesidades puedan ser realizadas de forma correcta. Desde el punto de vista funcional, es correcto y sigue los parámetros de la modernidad. Otros arquitectos modernos seguramente culminaban el proyecto ahí, con lo indispensable para el funcionamiento de la institución. Sin embargo, Kahn incluye estrategias de diseño innecesarias desde un punto de vista estructural pero que elevaron la estética del edificio. Por ejemplo, aprovecha la gran posición del área destinada al edificio que mira directamente al mar y genera ángulos para que todas las oficinas tengan una vista directa a este. Asimismo, este gesto se repite en los muros del primer nivel y a lo largo del día genera un juego de luces constante. Pero lo que hace diferente al instituto de otros es el patio central. Pisos de traventino, una pileta central, el mar y el cielo. Estos elementos juntos crearon un espacio que de cierta forma replica la sensación de ingresar a una iglesia gótica. Khan lo denominó como una pieza mística en dónde la arquitectura alcanza una nueva etapa. Es importante reconocer el aporte de Luis Barragán que le dijo a Kahn “Yo no pondría un árbol ni una sola brizna de hierba en este espacio. Esto debería ser una plaza de piedra, no un jardín. Si Ud. construye esta plaza, ganará una fachada, una fachada hacia el cielo.” (Amado Lorenzo, p.129) Khan pensó en la experiencia, en lo que iba a sentir la persona al estar parado en ese lugar. Por esto, considero que el Instituto Salk posee cualidades que otras obras modernas no. Significa salvar algo distinto; una obra destinada a beneficiarse por el paso del tiempo. Es por estas razones que elegiría el Instituto Salk Amado Lorenzo, Antonio. KAHN AND BARRAGÁN. Convergence in the Salk Institute plaza. En: “Expresión gráfica arquitectónica”. https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/19055/1364-3693-1-SM.pdf?sequence=1 González Capitel, Antón (1996). La alternativa a la modernidad convencional: la arquitectura de Louis Kahn. En: "Arquitectura europea y americana después de las vanguardias". Espasa-Calpe, Madrid, pp. 475-508. ISBN 84-239-5484-6.