Comunidades virtuales de aprendizaje

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Fundamentos del diseño tecno- pedagógico Máster de Educación y TIC Ensayo:

“ Claves para el desarrollo de comunidades virtuales de aprendizaje que transformen la sociedad ”

Consultor: Antonio Segura

Alumno: Pablo Marín

Valencia, 11 de Enero de 2016

Existen numerosos ejemplos de centros educativos que han transformado su entorno a través de su reconfiguración como comunidades de aprendizaje. Por otro lado, son muchas las empresas que han desarrollado una comunidad de práctica con el objetivo de compartir conocimiento entre sus empleados. Sin embargo, el impacto social de estas comunidades suele limitarse a la propia empresa y sus miembros. En este ensayo se analiza la posibilidad de desarrollar comunidades virtuales capaces de fomentar no sólo el aprendizaje entre sus miembros sino el desarrollo de proyectos sociales independientemente de la distancia geográfica. Para ello, es fundamental que la comunidad se configure en base al enfoque conectivista del aprendizaje y esté en un continuo proceso de revisión y evaluación de su desarrollo.


Introducción La transformación de centros educativos en comunidades de aprendizaje ha sido una experiencia muy positiva en España especialmente en lugares con altos índices de exclusión y segregación social. La primera comunidad de aprendizaje se inició en La Verneda-SantMartí en 1978 en una escuela para adultos que a día de hoy sigue siendo un ejemplo de éxito del aprendizaje dialógico mediante grupos interactivos. La transformación de este centro educativo acabó resultando un puente para la generación de otras transformaciones en el barrio y en la sociedad. En la actualidad, la expansión de Internet y las innovaciones tecnológicas en materia de información y comunicación han hecho posible la creación de numerosas comunidades virtuales. No obstante, no todas las comunidades virtuales de aprendizaje son en realidad un ejemplo de interacción y participación y por supuesto , sólo una pequeña cantidad de ellas pretende producir un impacto social comparable con el de aquella escuela para adultos. A lo largo de este documento, algunos ejemplos de comunidades virtuales de aprendizaje van a ser analizadas a fin de detectar cuáles son los pilares fundamentales de su desarrollo. También se analizaran algunos casos que se caracterizan por una baja interacción entre miembros y que evidencian la sobreasignación actual del término. Por último, se plantearán las características fundamentales que hay que tener en cuenta durante el diseño tecno-pedagógico de estas comunidades para que sean capaces de transformar no sólo a los integrantes de ella

sino

también a sus entornos sociales. Fundamentación El concepto de comunidad de aprendizaje es uno de los mas analizados actualmente . La profesora de Información y Documentación de la UOC Sandra Sanz ( 2013), realiza una interesante distinción entre este tipo de comunidad y otras comunidades de valor como son las comunidades de interés y las comunidades de práctica. Las comunidades de aprendizaje se caracterizan por la participación e implicación de alumnos, profesores y otros en procesos de construcción activa de conocimiento. Por su parte, las comunidades de interés suelen limitarse al acto de compartir recursos e intercambiar información. Una simple revisión del espacio virtual permite detectar como a menudo se definen comunidades de aprendizaje cuando en realidad se trata de comunidades de interés. Por ejemplo, Ángel Fidalgo lidera una comunidad sobre innovación educativa en el dominio conectivismo.net en la que cerca de 12000 participantes comparten noticias, cursos y recursos. A pesar de que la aparición de


entradas es casi diaria,

se puede afimar que apenas se detecta interacción y construcción

colaborativa de conocimiento puesto que la mayor parte de entradas no son respondidas ni por un solo usuario. Por tanto, se trataría de una comunidad de interés según la clasificación de Sanz. En tercer lugar, Etienne Wenger (2002)

ha sido uno de los principales analistas de las

comunidades de práctica junto con McDermott y Snyder. Estos definen estas comunidades como “ un grupo de personas que comparten un interés, un conjunto de problemas, o una pasión sobre un tema, y quienes profundizan su conocimiento y experiencia en el área a través de una interacción continua que fortalece sus relaciones”. Mientras que la comunidad de aprendizaje suele estar asociada a un ámbito docente de construcción de conocimiento, la comunidad de práctica suele vincularse con el ámbito profesional. Para Wenger existe una serie de principios fundamentales a la hora de desarrollar una comunidad de práctica: En primer lugar, las comunidades deben diseñarse para que evolucionen como si fueran organismos vivos. Además , la comunidad debe estar abierta tanto a perspectivas internas como a externas y respetar que dentro de ella misma hay diferentes niveles de participación. Resulta importante que se posibiliten interacciones públicas y privadas entre sus miembros siempre teniendo en el centro del diseño el interés concreto de cada uno de sus integrantes. Por último, la comunidad debe ser capaz de combinar momentos de alta actividad con momentos de baja actividad, impidiendo dos emociones negativas: la saturación y el desinterés. Una vez distinguidos los tres tipos de comunidades vivas se puede analizar como a menudo, una comunidad puede definirse a partir de la combinación de modelos de comunidad. Este es el caso de las comunidades de aprendizaje profesional mencionadas por Stoll ( 2005) en las cuales el personal docente y auxiliar de un centro escolar aprende acerca de las nuevas corrientes pedagógicas o de innovación tecnológica puesto que se sienten corresponsables del progreso y aprendizaje de sus alumnos. Son conscientes que su profesión requiere una formación continua y el desarrollo

de una comunidad les permite aprender y poner en práctica lo aprendido,

favoreciendo el compañerismo y la relación incluso externa con otros centros. En este tipo de comunidades se detecta un deseo comunitario profundo de que la realidad social sea tansformada desde la aplicación de lo aprendido y compartido. Pazos, Pérez y Salinas ( 2001) analizan la evolución del concepto de comunidad de aprendizaje profesional y concluyen que la definición de objetivos concretos comunes permite que la comunidad pase del mero intercambio e intercomunicación al aprendizaje y al desarrollo comunitario. Otro ejemplo es la RedIRIS, red que permite el intercambio de conocimientos y experiencias dentro de un sector de la comunidad científica nacional. Los miembro de la red emplean herramientas de aprendizaje colaborativo y la propia red promueve la realización de


proyectos de innovación. De nuevo, en este caso se ve como lo que empieza como una comunidad de aprendizaje puede derivar en comunidad de práctica o viceversa. Tanto en las comunidades de aprendizaje como en las comunidades de práctica es esencial la figura de un facilitador o líder. Sin embargo, los alumnos o miembros de la comunidad tienen el control absoluto de las metas, resultados y progresos, al estar enmarcadas ambos tipos de comunidades

en un paradigma

sudeste dentro de la clasificación definida por Coomey y

Stephenson ( 2001). El líder por tanto no controla ni manda, pero estimula, anima y su voz representa la voz de la comunidad tal y como lo define Allan y lo recoge Santamaría ( 2008) en su blog . Allan, doctor en química y apasionado del aprendizaje online menciona la importancia de profundizar en la narrativa personal, añadir proximidad y favorecer la creación de identidad dentro de la comunidad a partir de compartir vivencias y experiencias personales. El conocimiento informal no es el único indicador de fortaleza de una comunidad: Mas et al (2006), definen otros indicadores como la interacción activa, el aprendizaje colaborativo, la construcción de significado socialmente , el compartir recursos y el intercambio de expresiones de apoyo. Por último conviene destacar a Siemens ( 2004) y sus enfoques conectivistas del aprendizaje que deben ser tenidos en cuenta en el diseño de una comunidad de este tipo. Desarrollo Las nuevas tecnologías han revolucionado la forma en la que las personas nos comunicamos e interaccionamos . Aunque hay muchos que creen que ha supuesto un enfriamiento y una desnaturalización de las relaciones humanas, es innegable que pueden ser excelentes aliadas para conectar y poner en comunión a personas que viven a miles de kilómetros de distancia. Cuando se vencen las barreras físicas y geográficas, se pueden encontrar personas con las que compartir aprendizaje y provocar un impacto social. ¿ Es posible generar una comunidad de aprendizaje que acabe derivando en una comunidad de práctica dispuesta a transformar una realidad? ¿ Cuáles son los límites de actuación de una comunidad virtual si dispone de un buen diseño tecnopedagógico y hace un uso efectivo de la tecnología? Nosotros pensamos que los límites los ponemos los propios miembros de las comunidades ya que actualmente somos capaces de generar estructuras virtuales que aunan aprendizaje y práctica siendo capaces de transformar zonas alejadas geográficamente. Para ello, es imprescindible compartir conocimientos y experiencias y trabajar cooperativamente por el bien común. Imaginemos por ejemplo a un conjunto de médicos de un país europeo que quiera impulsar proyectos de cooperación entre ellos y compañeros de una región en África.


Los conocimientos sobre nuevas tecnologías médicas pueden ser complementados con los conocimientos en gestión de pandemias de los homólogos africanos. Juntos pueden desarrollar proyectos en común aplicando el aprendizaje que han adquirido unos de otros. Imaginemos también una comunidad virtual formada por ingenieros agrónomos de varios paises interesados en la cooperación internacional, que quieran desarrollarse profesionalmente desarrollando en común, proyectos de intervención agraria en zonas que lo necesiten. Hay mucho trabajo que puede articularse en la comunidad virtual sin necesidad de pisar el terreno. Y por otro lado hay mucho aprendizaje a obtener tras el desarrollo de este tipo de proyectos. Estos son sólo dos ejemplos, pero las posibilidades de este tipo de comunidades virtuales mixtas, que unifiquen aprendizaje e intervención profesional, son inimaginables. No obstante, para que tengan éxito, es importante que se caractericen de la siguiente forma:

Una comunidad conectada Es indudable que el conectivismo de Siemens queda perfectamente representado en una comunidad virtual y debe ser uno de los elementos fundamentales a tener en cuenta durante su desarrollo. A partir de los principios de esta teoría se puede plantear que esta comunidad mixta debería tener la interacción entre nodos como un pilar fundamental para su desarrollo. Hablar de nodos no es únicamente hablar de todos sus miembros, sino conectar también sus miembros a otros nodos especializados ya sean en forma de expertos o en forma de recursos web. Cuanto mayor interacción haya en la comunidad, mayor probabilidad de aprendizaje ya que incluso de simples conversaciones se puede estar fomentando el aprendizaje informal. La diversidad de experiencias profesionales permite también la generación de diversidad de opiniones y puntos de vista que de acuerdo con el conectivismo son parte fundamental del proceso de contraste y aprendizaje. Es probable que exista un cierto recelo al inicio dentro de la comunidad ya que puede que sus miembros lleven años haciendo “ la guerra” por su cuenta o consideren que sólo estando en su realidad es posible comprenderla y actuar sobre ella. Por ello, es fundamental que dentro de la comunidad aparezcan personas con la suficiente habilidad para ver el potencial y las posibilidades de conexión dentro de la red. Para incentivar la conexión entre nodos será por tanto fundamental el desarrollo de trabajos colaborativos o proyectos en común donde se pueda poner en práctica los conocimientos y capacidades personales y grupales. La comunidad mixta a desarrollar debería estar enmarcada por tanto en un modelo de learning by doing y no sólo basarse en un intercambio de información o propuestas que no se vayan luego a realizar.


Una comunidad constructora Al diseñar esta comunidad mixta es importante que se tengan en cuenta los conocimientos previos de cada elemento de la red o comunidad. Dependiendo de la naturaleza de la comunidad, se pueden encontrar diferentes niveles de conocimientos previos. Por tanto, conviene diseñar propuestas de aprendizaje para aquellos participantes que no alcancen unos conocimientos mínimos. Para que una comunidad mixta como la planteada funcione, es fundamental desarrollar un sistema de participación horizontal. Por tanto, no sería conveniente que determinados nodos o miembros de la comunidad , adquiriesen un rol docente transmisivo. Sin embargo, un facilitador podría mostrar nodos externos, personas o recursos, a la comunidad que sirivieran para alcanzar ese nivel mínimo generalizado. Tras esto, es fundamental analizar qué contenidos o competencias

pueden ser progresivamente adquiridos. Si algún

miembro de la comunidad plantease un proyecto de gran envergadura habría que evaluar si la comunidad está preparada para llevarlo a la práctica. En ese caso, la división del proyecto en fases y en pequeños subproyectos puede ser beneficioso para favorecer el trabajo cooperativo y el feedback entre grupos dentro de la comunidad. Por último, es necesario que los miembros de la comunidad desarrollen la habilidad suficiente para razonar qué conocimientos y aprendizajes están poniendo más en práctica, en cuáles tienen que seguir creciendo y en qué otros pueden ser impulso para otros miembros de la comunidad. Una común unidad Como decíamos anteriormente, esta comunidad mixta nacería con el propósito de que sus miembros sigan aprendiendo y para llevar a la práctica lo aprendido en un ámbito profesional con el objetivo de transformar la sociedad. Tener este objetivo común puede que no sea suficiente para que exista verdadera unión entre la comunidad. Posibilitar encuentros, presenciales o digitales, de forma sincrónica pueden ser una excelente oportunidad para promover el conocimiento de las personas dentro de la red lo cual luego puede ser un excelente catalizador de aprendizajes tácitos y de un aumento en los niveles de interacción y en la calidad de estas interacciones y cooperaciones entre miembros. Si los miembros de la nueva comunidad no han tenido experiencias previas de pertenencia a una comunidad virtual , es fundamental que alguien les anime a desarrollar sus identidades virtuales y también diseñar espacios permanentes como foros, donde los miembros de la comunidad puedan construir comunidad sin necesidad de estar construyendo o aprendizaje o puesta en práctica del aprendizaje.


Una comunidad en proceso En una comunidad de este tipo, el control de los contenidos, las tareas y del propio proceso de aprendizaje y puesta en práctica es responsabilidad de sus miembros. No obstante, la democratización de la red de aprendizaje no debe confundirse con el inicio de una etapa de anarquismo en el desarrollo de la red. El modelo ADDIE para el diseño tecno-pedagógico sigue teniendo validez en este tipo de estructuras formativas. Los miembros de este tipo de comunidad mixta , deben estar siempre atentos para analizar cuáles son las necesidades formativas que deben de ser cubiertas, deben ser capaces de decidir de qué forma van a alcanzar sus objetivos y establecer los protocolos y procedimientos a seguir. Una comunidad de este tipo, debe ser capaz de reconocer si está siendo un espacio de intercambio efectivo, de aprendizaje cooperativo y debe evaluar qué impacto está teniendo en la sociedad y qué grado de influencia está teniendo el desarrollo de esta comunidad en el contexto social de los miembros de la misma. La existencia dentro de la comunidad de una figura o figuras experta en e-learning y en particular en desarrollo de comunidades virtuales es fundamental incluso aunque no tenga conocimientos específicos en el ámbito específico de la comunidad. Este rol debe ser capaz de orientar a la comunidad y enseñarle cómo maximizar la interacción, la cooperación y el aprendizaje social por medio de las herramientas tecnológicas que la comunidad disponga. Los miembros de la comunidad deben ser conscientes de la importancia del aprendizaje permanente y animarse entre ellos para continuar su tarea de proyección de sus conocimientos en la realidad. Una comunidad en proceso, es una comunidad que no se pone límites, y que trata de maximizar la interacción e interconexión para maximizar el conocimiento común dentro de la red y maximizar el beneficio general fuera de la red. La evaluación frecuente de todos estos elementos debe hacerse de forma comunitaria, habilitando un espacio que favorezca el contraste de opiniones y donde tras cada evaluación, se proyecten los aspectos a mejorar dentro de la comunidad y se planteen los objetivos a desarrollar en las próximas semanas o meses. En los casos en los que esta comunidad esté organizada por una institución, ésta podría liderar estas sesiones de evaluación a fin de ser garante de la calidad de los aprendizajes impulsados en la comunidad y controlar a largo plazo los frutos que está teniendo esta red.


Conclusiones A lo largo de este ensayo hemos planteado las características que debería tener una comunidad con elementos propios de una comunidad de aprendizaje y de una comunidad de práctica. Se ha visto como esta configuración comunitaria podría resultar efectiva para la promoción del aprendizaje permanente de sus miembros y para la transformación social de una o varias regiones. No obstante, para conseguir estos dos objetivos, la comunidad no puede limitarse al intercambio de información ni debe gestionarse sin ningún tipo de diseño. Si la comunidad es formada por iniciativa de una organización: un país , una ONG o una empresa, ésta debería de proporcionar un facilitador experto en diseño tecno-pedagógico que vele por el buen desarrollo de la comunidad. A pesar de que son los miembros de la comunidad los responsables de los contenidos, las tareas y los procesos, este rol sería fundamental para orientar a la comunidad en las diversas formas de interacción, para enseñarles a comunicarse y trabajar eficazmente de forma asincrónica y para promover la participación de todos los miembros de la comunidad. Este tipo de estructuras sociales virtuales son lo suficientemente potentes como para ser capaces de articular procesos de aprendizaje y aplicación profesional en un ámbito incluso multidisciplinar. La comunidad por tanto fomentaría aprendizajes transversales y permitiría desarrollar proyectos de mayor envergadura e impacto. Bibliografía Coomey, M. y Stephenson, J., (2001) Online learning: it is all about dialogue, involvement, support and control-according to research. En Stephenson, J. (Ed), Teaching and Learning Online: Pedagogies for New Technologies, Kogan Page, Londres. Mas, O., Jurado, P., Ruiz, C., Fernández, E., Navío, A., Sanahuja, J. y Tejada, J. (2006). Las comunidades virtuales de aprendizaje. Nuevas fórmulas, viejos retos en los procesos educativos. Current

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Pazos,M; Perez,A. y Salinas,J. (2001). Comunidades virtuales: de las listas de discusión a las comunidades de aprendizaje. Comunicación. Edutec’01. V Congreso Internacional de Tecnología, Educación

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http://gte.uib.es/pape/gte/sites/gte.uib.es.pape.gte/files/COMUNIDADES%20VIRTUALES-%20De %20las%20listas%20de%20discusi%C3%B3n%20a%20las%20comunidades%20de %20aprendizaje.pdf Santamaría, F. ( 2008, Enero 24) Trabajando con comunidades de aprendizaje online. [Web blog post]. Recuperado de:http://fernandosantamaria.com/blog/2008/01/trabajando-con-comunidadesde-aprendizaje-online/ Sanz , S. (2013).Las comunidades de práctica son tendencia . Comein, 19. Recuperado de

http://www.uoc.edu/divulgacio/comein/es/numero19/articles/Article-Sandra-Sanz-Martos.html Siemens, G. (2004). Conectivismo: una teoría de aprendizaje para la era digital. Recuperado de: https://docs.google.com/document/d/1ZkuAzdx1l9lDgcC1E_XSmPTOk6Gu1K2SEvXtduG3gc/edit?pref=2&pli=1 Stoll, L. ( 2005). Creando y manteniendo comunidades de aprendizaje profesional efectivas. Recuperado de http://www.fracasoescolar.com/conclusions2005/stoll.pdf Wenger, E;McDermott, R.Snyder, W (2002).Cultivating Communities of Practice: A Guide to Managing Knowledge (en inglés). Boston, Massachusetts: Harvard Business School Press Enlace a Symbaloo: https://www.symbaloo.com/mix/ensayouoc


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