Imaginaria 19

Page 1



Lo acusaban de ser irreal, de no tener los pies en la tierra. Pero habĂ­a estado pensando, lo imaginario no era lo irreal. Lo imaginario era lo posible, lo que todavĂ­a no es, y en esa proyecciĂłn al futuro estaba, al mismo tiempo, lo que existe y lo que no existe. Esos dos polos se intercambiaban continuamente. Y lo imaginario es ese intercambio. Ricardo Piglia, Blanco nocturno, 2010.


CONTENIDO PRESENTACIÓN página 3 • Donde la cultura brilla Gustavo Baroja Narváez página 5 • Pichincha territorio de la cultura TRAS LA CULTURA página 9 • Cinematografía femenina: El poder narrativo Priscila Mancero Giler página 15 • «Hacer una película es saltar al vacío» Javier Lara Santos página 21 • El tiempo de la Pacha Warmi Mónica León Arroba e Inés Martínez Moreno página 25 • «Sobreviví gracias al rock» Entrevista a Diana Cardenas Pablo Rodríguez

DOSSIER página 35 • Pablo Barriga: Desacato y boicot de lo establecido Katy Muñoz página 65 • El dedo en la llaga Breves lecturas de la obra de María Belén Granda Patricio Dalgo página 73 • El cuerpo insumiso Panorama de la poesía escrita por mujeres en el Ecuador Milena Granda

CRÓNICA página 87 • Marco Rodríguez: El hombre que se mueve en una pequeña nave Javier Lara Santos


Donde la cultura brilla

L

a Dirección de Gestión de Cultura, continúa en el placer de producir la revista Imaginaria, que se ha convertido en una publicación esperada en la provincia y el país. Aunque su periodicidad aún no se regulariza, su calidad aumenta y se diversifica tanto en su contenido como en calidad gráfica. Una muestra es la espléndida edición del libro en gran formato Pichincha Territorio de la Cultura, publicado en marzo de 2017, que contiene una selección diversa de temas de la revista, donde la cultura brilla como la característica esencial de nuestra provincia. En este nuevo número de Imaginaria, se presenta y analiza el trabajo de la mujer en sus diversas facetas como creadora: curadora y chamán, artista plástica, intérprete y cantante, poeta y escritora, directora y productora de cine, que aun con los logros alcanzados, la sociedad todavía la mantiene en espacios segregados de poca difusión y reconocimiento. Se registra la actividad cinematográfica realizada por mujeres en el Ecuador; la vida desde la tradición ancestral como don y curación; la entereza femenina para asumir los retos en un ámbito machista, expresada con autenticidad por una reconocida cantante de rock; las sutilezas y evidencias de la obra artística contemporánea; y la voz insumisa en la expresión poética. En muestra gráfica significativa y de irrupción, «Desacato y boicot de lo establecido», se destaca el trabajo de Pablo Barriga, como un homenaje a su talentosa y larga trayectoria como artista. También, se rinde homenaje al trabajo anónimo y esencial de personas que son actores diarios de la dinámica funcional de nuestra institución, como «El hombre que se mueve en una pequeña nave». Sean bienvenidos, antes de entrar a participar de esta amplia y rica conversación.

GUSTAVO BAROJA NARVÁEZ Prefecto Gobierno Autónomo de Pichincha



L

a revista Imaginaria cumplió diez años y para celebrarlo editamos un libro antológico titulado Pichincha territorio de la cultura, que recoge lo mejor de los dieciocho números publicados. El volumen, de 360 páginas, en pasta dura, recoge el testimonio de cómo vive y palpita la cultura en el corazón de la diversidad, registra las múltiples actividades, artículos y comentarios sobre lo que se realizó en la provincia desde el año 2007 al 2015. Los trece capítulos, organizados por temas, van desde la arqueología

hasta la literatura, la fotografía de Miguel Flores, permanente colaborador de Imaginaria, destaca por su precisión narrativa. Constan nombres insgines en sus páginas, que maravillan con su arte y su sabiduría. Esperamos, con esta recopilación necesaria, que lo más notable de nuestra publicación quede preservado para deleite de nuestros lectores. Antonio Correa Losada Editor

5


6


7



CinematografĂ­a femenina: El poder narrativo Priscila Mancero Giler Investigadora


T

iempos modernos, tiempos bárbaros. los premios «MTV Movie & TV Awards» y es la Algo similar reza una canción española primera vez desde su creación en el año de 1992 que data del año 1982, y es la expresión que las categorías de mejor actuación en una peque en este momento se me ocurre para graficar lícula y mejor actuación en un «TV Show» no se lo que tengo en mente. Los de ahora son tiempos dividen por género. Así es, año 2017, finales de modernos y bárbaros. ¿Por qué? Antes de empe- la segunda veintena del siglo XXI, unos premios zar a contarle el por qué permítame indicarle lo tan «guay» y tan de «primer mundo», recién en siguiente: según el diario El Comercio en una el clímax de la era moderna deciden dar un gran noticia con fecha del pasado siete de mayo, en paso y dejar de dividir por género apenas un par el Ecuador una empleada gana en promedio 277 de categorías. Resultado de los premios: las acdólares y un empleado 354 dólares, algo que es trices británicas Emma Watson y Millie Bobby mejor conocido como brecha salarial de género. Brown son quienes se alzan, respectivamente, Y esto pasa aquí y en todos lacon los galardones a mejor acdos, no hay espacio ni esfera tuación en película y mejor acsocial que esté exenta de la intuación en show de televisión. equidad de género. Otra cosa Creo que queda bastante claro es que las inefables políticas que la calidad de un trabajo bien públicas se den de progresishecho no distingue géneros, y tas, igualitarias y bienhechoes precisamente esto lo que haré Las políticas ras e implanten, sobre todo a notar en las siguientes líneas. públicas nivel institucional, modelos implantan sociales, culturales y econóAllá por el año 2011 empecé modelos micos para erradicar la dispaa investigar qué pasaba con las para erradicar ridad de género, pero lo ciermujeres documentalistas en la la disparidad to es que en la vida concreta ciudad de Quito, cómo llevaban de género pero de las personas tal disparidad a cabo su trabajo y en qué ramas tal disparidad impera obscenamente. de esta labor se especializaban. La

impera

investigación me demostró que ¿Acaso no es esto bárbaro? No obscenamente las mujeres que trabajaban en en su acepción argentina, no, el mundo del documental eran sino en sentido estricto: salgrandes productoras y prolijas vaje. ¿Cómo es que en estos directoras de cine. Pero había tiempos modernos todavía algo que llamaba mi atención y exista tal barbarie? En los paíera el hecho de que las documenses denominados del primer talistas se encargaban de todo: mundo se supone que ya pasó investigación y preproducción, de moda la inequidad de géproducción ejecutiva, de campo nero y que ahora varones y mujeres son iguales; y general, dirección, además, muchas veces interellas, emancipadas, ellos —algunos—, hasta fratervenían en los procesos de edición una vez grabada nizando con algunas corrientes feministas. Y aquí, la película, para después encargarse de la difusión en los países denominados tercermundistas, imy distribución de sus producciones. portamos lo mejor que podemos sus modelos de equidad de género, sin embargo, no nos sale bien En este escenario, lo que las cineastas hacían (y la copia y es porque esta equidad es más mítica seguramente siguen haciendo) era trabajar en que fáctica. Aquí va un ejemplo de lo mencionado: red y colaborativamente; muchas de ellas fueron el siete de mayo de 2017 se celebró la entrega de rotando de producción en producción, es decir,

10


Retrato de Gabriela Calvac

Cin Cartel de la r la particu

emateca de

la CCE. Arc

he. Foto cortesía de Gab

riela Calvache.

hivo

además de haber trabajado en la elaboración de su propia película, tomaban la posta en la producción de alguna compañera y emprendían nuevamente su labor de productora, guionista o editora, por no mencionar labores de investigación antes de la producción o difusión y distribución después de la misma. Esta particularidad de poder especializarse en varias áreas en la elaboración de una película responde, según las conclusiones arrojadas en mi investigación, a la capacidad de la multitarea: la habilidad que las mujeres desarrollamos para encargarnos de varias cosas al mismo tiempo, y esto, a su vez, responde a una destreza que las mujeres hemos desarrollado a lo largo de la evolución humana debido a nuestras funciones de reproducción social, cultural y económica. No obstante, estas observaciones pertenecieron a una investigación de tipo social llevada a cabo durante los años 2011 y 2012, hoy en día, seguramente, se podrá decir mucho más sobre el trabajo de las mujeres en el cine y en otros espacios. Y ya que he anotado «documental», palabra muy vigente durante el mes de mayo en las ciudades

de Quito y Guayaquil, me detengo brevemente para indicar que en esta 16va edición del Festival Internacional de Cine Documental Encuentros del Otro Cine (EDOC), las siguientes son películas realizadas por mujeres ecuatorianas: Tierra de mujeres: Historias de vida de la mujer rural de Amaia Merino y Fernanda Sosa, Llanganati de Isabel Dávalos y Jorge Luis Anhalzer y los cortometrajes Aquí estoy otra vez de Andrea y Daniela Moreno Wray y Mateo Barriga, y El primo del norte de Andrea Arízaga y Andrés Arteaga. A medida que transcurren las ediciones de los EDOC contamos más directoras en la lista de películas. Lo propio ocurre para el caso de estrenos anuales, donde hay un notable aumento de documentalistas y productoras de este género. ¿Y qué hay de la ficción? En los últimos años el audiovisual ecuatoriano ha tenido un florecimiento significativo en cuanto a realización femenina en este género del cine; cada año se estrenan más ficciones realizadas por mujeres. Aun así lo que plantearé a continuación aplica para ambos géneros cinematográficos cuando

11


Re

ermida. Fotografí trato de Tania H

a de William Orel

lana, El Telégrafo

es que en la narrativa, señores y señoras, es donde recae toda la fuerza del cine femenino ecuatoriano: un impecable adentramiento en las historias contadas a través de una narrativa visual claramente feHay una sutileza y una delicadeza con las que las menina. Las cineastas son excelentes narradoras en cineastas manejan y representan historias y persoel sentido de construir delicada najes a través de la imagen. Hay y asertivamente sus personajes e una minuciosidad en los detahistorias. Son historias abordalles, en cierta poética para endas desde una mirada femenina volver los objetos y sujetos percon todas sus implicaciones de cibidos después con la mirada género: discriminación, materespectadora. Hay un delicado nidad y crianza, triple jornada acercamiento a sus personajes. laboral (tareas del cuidado en el El cine de Esto lo podemos constatar en mujeres es hogar, trabajo fuera del hogar, documental y ficción por igual más detallista y de nuevo, a la noche, tareas cuando quien dirige la película e intimista en el hogar), etc. es una mujer. de realización femenina se trata, un factor que se nos presenta de manera recurrente en el cine ecuatoriano hecho por mujeres.

Esta premisa, basada tanto en la mencionada investigación como en sondeos posteriores, descansa en el hecho de que el cine de mujeres es más detallista e intimista. Para darnos cuenta de ello, basta nombrar a Yanara Guayasamín (quiteña, gran representante del documental nacional), a Gabriela Calvache (ambateña, especializada en materia de género en sus películas), a Tania Hermida (cuencana, considerada como la directora de ficción más destacada). Pero hay algo más, y

12

Las suyas son películas que no necesariamente hablarán o denunciarán las realidades que afrontan las mujeres (menor ingreso realizando la misma tarea o trabajo que su par masculino en determinada actividad, acoso, violencia de género, objetualización sexual) pero hay un ineludible sentir femenino en el abordaje de las historias: cómo es la vida de una adolescente a cargo de sus hermanos en No robarás… (a menos que sea necesario) de Viviana Cordero, cómo es el


despertar de la homosexualidad en una joven en UIO: Sácame a pasear de Micaela Rueda, o cómo se da la transición hacia el mundo de la adultez en una niña que debe madurar precipitadamente en Alba de Ana Cristina Barragán. Son historias abordadas por mujeres y esto, de una u otra manera, influenciará en el desarrollo de personajes y en aquello ya mencionado, en ese —ciertamente alto— nivel de minuciosidad y detallismo para narrar visualmente.

Estas destrezas han sido atribuidas, muchas veces, a una sensibilidad «inherente» a las mujeres, pero esto responde más a un esencialismo y a un estereotipo de género que a una realidad concreta. No es cuestión de atribuir esta facultad a factores esencialistas (mujer-sensibilidad / varón-fuerza, mujer-naturaleza / varón-cultura, mujer-emociones / varón-razón) sino de reconocer en el cine femenino una inteligencia diferente para crear historias.

Esta destreza femenina para hacer películas con una clara singularidad narrativa y una gran calidad es apenas una de las tantas muestras de lo perfectamente capacitadas que están las mujeres para hacer del cine nacional un industria más fuerte y sólida y, sobre todo, para evidenciar cuán bárbaros son estos tiempos modernos donde el sistema patriarcal insiste en desvalorizar el aporte cultural, económico e histórico de las mujeres.

Todavía nos depara un largo camino de quiebre de paradigmas, esquemas, estereotipos y esencialismos de género que, aun cuando es innegable la genialidad femenina para abordar y contar historias en clave cinematográfica, fortalecen imaginarios patriarcales según los cuales las mujeres no se destacan tanto en realización de cine como lo hacen sus pares masculinos. Vayamos saliendo de una vez por todas de esta barbarie.

Documentales ecuatorianos referenciales dirigidos por mujeres:

Largometrajes ecuatorianos de ficción referenciales dirigidos por mujeres:

Llanganati (2017), Isabel Dávalos y Jorge Juan Anhalzer, 58 minutos.

Alba (2016), Ana Cristina Barragán, 94 minutos.

Tierra de mujeres: historias de vida de la mujer rural (2016), Amaia Merino y Fernanda Sosa, 60 minutos. Las mujeres deciden (2016), Xiana Yago (España), 60 minutos. La muerte de Jaime Roldós (2013), Lisandra I. Rivera y Manolo Sarmiento, 125 minutos. Soñarse muerto (2013), Micaela Rueda, 80 minutos. Tal y como somos (2012), Isabel Silva y José Zambrano Brito, 35 minutos. Con mi corazón en Yambo (2011), María Fernanda Restrepo, documental, 135 minutos.

Territorio (2016), Alexandra Cuesta, 66 minutos. UIO:

Sácame a pasear (2015), Micaela Rueda, 90 minutos.

La descorrupción (2015), María Emilia García, 76 minutos. Ochentaisiete (2014), Anahí Hoeneisen y Daniel Andrade, 88 minutos. Instantánea (2014), Catalina Arango Cadavid (Colombia), 75 minutos. No robarás... (a menos que sea necesario) (2013), Viviana Cordero, 95 minutos. En el nombre de la hija (2011), Tania Hermida, 102 minutos. Retazos de vida (2008), Viviana Cordero, 100 minutos.

Labranza oculta (2010), Gabriela Calvache, 66 minutos.

Qué tan lejos (2006), Tania Hermida, 92 minutos.

De la ciudad al tren (2007), Micaela Rueda.

Esas no son penas (2004), Anahí Hoeneisen y Daniel Andrade, 90 minutos.

Cuba, el valor de una utopía (2006), Yanara Guayasamín, 120 minutos. De cuando la muerte nos visitó (2002), Yanara Guayasamín, 86 minutos.

Tiempo de ilusiones (2003), Margarita Reyes y Germán Aguilar, 93 minutos. Un titán en el ring (2002), Viviana Cordero, 111 minutos.

13



«Hacer una película es saltar al vacío»

Javier Lara Santos Periodista y poeta


«A

lba tiene once años. Pasa la mayor parte de su tiempo en silencio y le gustan los animales diminutos. Una tarde, su madre es internada en el hospital y Alba debe mudarse con Igor, un padre a quien casi no conoce. Los intentos de Igor por acercarse a ella, las primeras amigas, el primer beso, las visitas a la madre en el hospital, son estímulos que marcan el camino de Alba hacia la entrada a la adolescencia y a la aceptación de su familia». Esta es la sinopsis de la primera película de la joven cineasta Ana Cristina Barragán, una historia íntima y universal al mismo tiempo. Ella nos cuenta un poco más sobre su proceso creativo, sobre la aventura que es hacer cine en Ecuador.

y muy autocrítico. Se trata de leer y releer la historia y eso es súper intenso, aparte, en la relectura del guión también sirven los consejos de otros amigos cineastas. Siempre una mirada exterior aporta a una historia.

¿Entonces desde un principio tenías claro el personaje?

Háblanos un poco de esta nueva historia.

¿Cómo ves ahora a la distancia la experiencia de haber hecho tu primera película?

Le tengo mucho cariño, es una obra a la que siempre voy a amar porque fue la primera y en la que aprendí muchas cosas. Creo que no existe una experiencia que se compare con la primera vez de una aventura así. Recuerdo también la ocasión en que la acabamos, fue algo fuerte porque en el último día de rodaje uno se da cuenta que ¿Qué te motivó para ha crecido y aprendido tanto realizar esta película? en ese camino. La película comenzó desde un lugar en el que Hice tres cortos antes de este no había nada, solo teoría, y largometraje, en los tres aborahora es real, está, aprendí mudaba el tema de la preadolesEn la cho, es saltar al vacío. Cuando cencia. Es un tema que me incinematografía veo la película siento que todas triga mucho, hay algo ahí que ecuatoriana las las cosas que no me gustaban siempre me ha llamado la atenmujeres no han quedaron afuera. Se fue puliención, esos tres cortos desemsido una minoría, do en el proceso de edición, bocaron en esta obra. Alba fue hay igual cantidad se depuró aquello que no me una exploración más profunda, de directores convencía, porque en definimás larga y compleja de lo que hombres que tiva la edición es uno de los ya venía trabajando. Escribí el mujeres procesos más importantes para guión en el último semestre de un filme. Y con esa distancia la universidad. El tema del film me veo a mí también en otra siempre fue algo que me intriedad, con otras preguntas, con gó mucho: El ver a una niña otras dudas. Y, aunque siempre crecer, en esa etapa de transime va a interesar esa edad de la ción, en que no se es niño ni preadolescencia, se pueden traadolescente, en que se adquiere bajar otros temas, otras edades, una nueva conciencia, donde se da un supuesto florecimiento, esta etapa que como el nuevo guión que estoy preparando, La piel pulpo. está llena de ansiedad fue lo que me motivó.

No, se fue desarrollando. Al principio el guión era mucho más superficial. Fue un camino largo

16

Es un proyecto que lo vengo trabajando hace algún tiempo —comencé a escribirlo cuando estaba editando Alba—, trata de la juventud y


Fotograma de la película Alba. Cortesía de Ana Cristina Barragán

la fraternidad, son tres hermanos de alrededor de 18 años y se desarrolla en una playa. Era pertinente aprovechar las puertas que mi primer largometraje nos estaba abriendo, así La piel pulpo obtuvo un fondo del cnCine y de Hubert Bals Fund —quienes apoyan en el mundo solo seis proyectos al año para guión—. Llevo un año trabajando la idea y estoy por el segundo borrador, seguimos tratando de conseguir más fondos en otros lados, porque la idea es comenzar a filmarla a inicios del verano del 2018.

¿La historia de La piel pulpo tiene alguna reminiscencia, un guiño con tu ópera prima, o quieres hacer algo completamente diferente?

¿Cómo es la cuestión del dinero en una película?

¿Cómo ves el cine y el hacer cine en Ecuador desde la perspectiva de una joven cineasta?

Es dura, el cnCine ha sido importante porque se puede ir aplicando a fondos concursables en diferentes procesos, en el guión, el desarrollo, la preproducción, la postproducción. No creo que hubiera podido hacer mi primer largometraje sin ellos. Hay fondos internacionales que son más competitivos; en Ibermedia, por ejemplo, se tiene que aplicar haciendo una coproducción, con Alba fue Ecuador-México. La piel pulpo será igual, Ecuador-México-Grecia.

La mirada siempre va a ser la misma, es un estilo. Cuando estoy pensando en una historia trato de ser lo más auténtica posible, aunque no me planteo una película que tenga mi firma no quiero hacer algo que no sea yo, que no tenga que ver con mi mirada, esta película será más madura y a la vez tendrá cosas que alguien podría relacionarlas con Alba.

Hay mucho por hacer, espacios por descubrir, historias por contar. No es lo mismo crear en lugares como Argentina o Francia, donde el cine está súper desarrollado, donde tiene tanta historia que no hay el espacio o el silencio para tu propia voz, eso es lo interesante de Ecuador. Siento que en la cinematografía ecuatoriana las mujeres han sido importantes, la historia de

17


Fotograma de la película Alba. Cortesía de Ana Cristina Barragán

nuestro cine no está escrita, como pasa en otros lugares, se sigue escribiendo. Las mujeres no han sido una minoría, al contrario, hay igual cantidad de directores hombres que mujeres. ¿Qué obstáculos concretos existen a la hora de hacer cine?

¿Con qué se ha identificado el público en Alba?

Es impactante proyectarla en un pueblito en alguna parte de Alemania, después ir a San Sebastián, luego a Colombia, Argentina, Nueva York o México y ver que en todos los lugares ha habido una conexión muy fuerte con lo que le está pasando al personaje, con el tema del bullying y la familia. Toca un tema universal aunque salió de muy adentro. Podría parecer que Nunca parto de los adolescentes se identificauna historia sino rían —al tratarse de una niña de una sensación, de once años—, pero me ha de una atmósfera sorprendido que la gente de la o del rasgo de un tercera edad se conecta muchípersonaje simo con la obra.

Un obstáculo puede ser el tiempo de la película, se demora porque se necesita más días para la edición, el cual es un proceso creativo, pero lo difícil es cuando esos tiempos se alargan no por lo creativo sino por falta de fondos, eso es un reto que debe ser superado. Otro reto es conseguir fondos, porque hacer una película es súper caro. En México, por ejemplo, algunas películas cuestan un millón de dólares, aquí la mayoría no superan los cuatrocientos o quinientos mil dólares y algunas son mucho más baratas.

¿Cómo es tu proceso de creación, cómo viene la idea para una nueva peli? El proceso creativo es íntimo y complejo. Nunca parto de una historia sino de

18


una sensación, de una atmósfera o del rasgo de un personaje, siempre debe ser algo que me mueva mucho, algo que soñé o algo que vi muy de cerca y me impactó. No necesariamente son autobiográficas, muchas veces no es algo consciente y premeditado, nunca me digo qué interesante sería hacer una película sobre tal o cual tema porque el tema viene de adentro.

Ficha técnica Título: Alba Dirección: Ana Cristina Barragán Producción: Ramiro Ruiz, Konstantina Stavrianou, Isabella Parra Guión: Ana Cristina Barragán Fotografía: Simón Brauer Montaje: Yibran Asuad, Juan Daniel Molero, Ana Cristina Barragán, José María Avilés Protagonistas: Macarena Arias, Pablo Aguirre, Amaia Merino, Isabel Borje, María Pareja, Mara Appel, Maisa Herrera País: Ecuador Año: 2016 Género: Drama Duración: 98 minutos Idioma: Español Compañías: Productora Caleidoscopio Cine, Leyenda Films y Graal Films

Como cinéfila ¿cuáles son tus influencias? Me gusta el trabajo de Lynne Ramsay, Lucrecia Martel, los hermanos Dardenne, Andrea Arnold, David Lynch, pero también hay películas que te marcan, por ejemplo cuando era pequeña vi Eduardo Manos de Tijera (Edward Scissorhands, Tim Burton, 1990) y marcó mucho mi infancia, a lo largo de la vida hay filmes que a una se le van quedando, no necesariamente toda la producción de un director sino ciertas obras. Desde pequeña tenía clara la idea de lo que quería hacer, no sabía que se llamaba cine, pero ya filmaba cosas, me aventuraba a jugar con la cámara.

Ana Cristina Barragán (1987). Estudió Dirección de Cine en la Universidad San Francisco de Quito. Ha escrito y dirigido tres cortometrajes. Despierta, su primer trabajo universitario, ganó tres premios a Mejor Corto Ecuatoriano en los festivales más importantes del país y viajó a más de diez países. Domingo Violeta, su segundo corto, se estrenó en competencia en el Festival de Cine de Locarno. Durante la etapa de postproducción de Alba, su primer largometraje, fue seleccionada entre las cinco mejores películas de latinoamérica para ser presentada en el Festival de Cannes y ganó también el fondo Ibermedia, obteniendo el mayor puntaje de Iberoamérica en el 2012. Alba se estrenó en la selección oficial del Festival de Cine de Rotterdam 2016, donde obtuvo el premio Lions Award. Formó parte de la selección Horizontes Latinos en el Festival de San Sebastián donde obtuvo una mención Especial del Jurado. La película ha obtenido 19 premios internacionales durante su recorrido en festivales, entre ellos destacan un Fipresci en el Festival de Toulouse y varios a mejor película. En marzo de 2017 fue parte de la cartelera de cine del MOMA (Museum of Modern Art) en Nueva York.

19



El tiempo de la Pacha Warmi Mónica León Arroba Inés Martínez Moreno


E

l día amaneció más temprano, por el empinado camino hacia las pirámides de Cochasquí varias mujeres avanzan con paso ligero a pesar de la carga que llevan a sus espaldas, otras, las más jóvenes, mochila al hombre no dejan de conversar y sonreír al fuerte viento. De rincones lejanos de nuestro país y desde Venezuela, Colombia, Bolivia y el norte de América siguen llegando mujeres diversas en sus rasgos étnicos, sus vestimentas, sus tonos de voz y sus maneras peculiares de expresión.

La atención del parto ocupa un lugar especial, el ser que nace debe ser bienvenido. De acuerdo a como venga a este espacio-mundo será su vida. Cada mama, según la región y localidad, tiene su propio procedimiento que empiezan desde que la mujer inicia su embarazo. El uso de alimentos y hierbas depende del lugar. En algunas comunidades de la sierra la partera llega a la casa de la parturienta en cuanto se inician los dolores. El baño en el agua de quince hierbas recogidas tras los cerros, es indispensable para provocar que el cuerpo se relaje y estimular el parto. La mama acomoda al niño que está en el vientre y lo coloca en posición vertical.

Alrededor de un círculo con flores y semillas Eulalia Huanacuni Mamani preside el ritual de la mama coca para abrir los caminos de la sabiduría y la hermandad en este Encuentro de Mujeres Sabias —Yachak Warmikuna TantaLa convivencia nakuy— realizado el 24 y 25 de en comunidad septiembre del 2016 en el Parsignifica cuidarnos que Arqueológico Cochasquí, desde la cuna durante la celebración de la feshasta la tumba, tividad ancestral del Kolla Killa en la vida en Raymi o Sitwa Raymi, fiesta de colectivo está la siembra de las semillas, una el secreto más de las cuatro grandes festividagrande para la des rituales del ciclo estacional salud humana andino. Es el tiempo de celebrar a la mama Killa, a la Pachamama y a todos los elementos femeninos de la naturaleza como símbolo de la fecundidad y fertilidad. Con la llegada de las lluvias se horadan los suelos y se depositan las semillas germen de la nueva vida. Como parte de la celebración decidimos regalarnos la palabra y escucharnos, nos convocamos a un intercambio de saberes; porque entendemos que nuestra fuerza y resistencia está en la sabiduría que desde tiempos inmemorables nos pertenece. Las sabias una a una nos enseñan a curar el espanto, a limpiar el mal de ojo, a cuidar el útero sagrado, armonizarse con las hierbas, los animales, las piedras, los kuyuris (ejercicios) que nuestros ancestros practicaban a la salida del sol.

22

Se prepara una escalera que servirá de apoyo al momento del pujo para que la parturienta en cuclillas permita una expulsión más rápida. El agua con canela y anís estrellado bien calientita da energía para la labor. En los últimos momentos una toma de agua de pepas de culantro con polvillo de cáscara seca de culebra, permitirá la expansión de la cadera y la salida del bebé. Una vez que el cordón umbilical deje de latir se lo corta con un pedazo de carrizo previamente pasado en el fuego.

El niño es arropado por una de las mujeres de la familia, mientras la partera espera la expulsión de la placenta, para lo cual coloca en la boca de la madre un pedazo de cebolla blanca asada. La criatura es bañada en agua con flores y devuelto a la madre. La placenta es cobijada para golpearla con ramas de chilca aconsejándole para que siga una vida derecha. La fuente de vida es enterrada en el fogón de la casa o debajo de un árbol cercano. El ombligo del recién nacido se lo deja secar junto a la tulpa, luego será convertido en polvo que sirve para preparar medicina para la cura de algunos males.


La misión de la partera no acaba allí, sigue atendiendo a la madre en lo relativo a la alimentación, el encaderamiento, para que el útero vuelva a su lugar y las enseñanzas del amamantamiento. La mama partera, la madre y abuela de la parturienta enseñan a la joven madre la manera de envolver al recién nacido usando bayetas —para que permanezca abrigado— y chumbis (fajas) que le darán firmeza para vencer los obstáculos que se presenten. La partera acompañará a la madre en la crianza de su hijo cuidando su salud y aconsejando a la familia.

está el secreto más grande para la salud humana, porque allí no hay abandono, ni exclusión. Ellas no son solo sanadoras, vienen de una larga historia de lucha por la tierra comunitaria, el agua y la salud integral. Terminada la jornada, un hermoso crepúsculo se cierne sobre Cochasquí, las sombras de la noche se toman la carpa donde aún mantienen su atención más de cien personas. Se ha producido un profundo silencio de reflexión. Somos una sola energía que fluye y se diversifica por todos los costados del planeta, tenemos profundas raíces entrelazadas al interior de la pachamama, somos millones y millones de voces que atraviesan el cosmos.

Ana María Guacho de Chimborazo y Rosa Cabrera de la Es la víspera del Equinoccio de comuna la Toglla, Pichincha, Verano, las Warmis (mujeres) son las últimas sabias del día se reúnen junto al pocllo, para en brindarnos su palabra, ellas Estamos en el un baño vivificador de limpieza narran la forma de cambiar la momento del de cuerpos y espíritus. La purienergía. Su saber no se remite Pacha-Warmi. ficación con la yakumama se solamente a curar un cuerpo Las fuerzas expande a la comunidad para individual enfermo; ellas viefemeninas sanar casas, caminos y plazas. nen de una práctica de salud están fluyendo comunitaria y espiritual. Enpara sanar, Al siguiente día se recibe al Taitienden desde el saber profuncrear, construir, ta Inti, para coger sus primeros do que en tiempos despiadados conocer, rayos que nutren de energía. cuyos males son: egoísmo, vareconocer, Las mujeres de todas las edades nidad e individualismo la cura armonizar… han juntado flores de los más es social. Las dos, en su modiversos colores para preparar mento, expresan esa necesidad la mesa del ritual y adornar sus de retomar del pasado el sencuerpos. tido de comunidad que hace posible seres sanos, donde soCuando llega el medio día, y el mos aceptados y cuidados, en la cual se cultiva la sol se pone recto, sobre la línea ecuatorial, los confianza mutua y donde la seguridad está dada churos y canunos anuncian el inicio de la nueva en la convivencia afectuosa; ellas saben que en la pacha (tiempo-espacio). La tierra acogerá en su comunidad que se extingue hay una pérdida de vientre la simiente para que en el eterno juego seguridad y eso debilita y resta la salud física y vital germinen las semillas. mental de manera inevitable. Los sabios afirman que estamos en el momento Nos invitan desde esta postura a entender la vida del Pacha-Warmi. Las fuerzas femeninas están desde su significado profundo, a amar la tierra y a fluyendo para sanar, crear, construir, conocer, recuidarla, recuperar la salud en la convivencia con conocer, armonizar, avanzar para que las energías bondad y generosidad, a cultivar la vida en comu- femeninas y masculinas puedan actuar complenidad que significa cuidarnos desde la cuna hasta mentariamente caminando juntos, sembrando y la tumba, nos enseñan que en la vida en colectivo cosechando vida en un eterno devenir.

23



«Sobreviví gracias al rock» entrevista a

Diana Cardenas Pablo Rodríguez Comunicador


D

iana Cárdenas, la voz femenina del rock ecuatoriano por excelencia, cuenta cómo del baile pasó al canto, y de ahí a ser un referente dentro de este arte1.

¿Cómo era tu entorno familiar cuando eras joven?

tan tierna (ríe con nostalgia). Mario me facilitó varias pistas con temas de diferentes géneros para ver por qué lado cogía, empecé a ensayar, aparecieron contratos para fiestas privadas, instituciones, como el Banco Central, Salvat5 y sin darme cuenta ya había empezado mi carrera como cantante.

Bastante musical, mi mami, Magdalena Silva, cantaba y yo la veía con admiración, ella se dio ¿En qué momento te decides por cantar rock? cuenta y me incentivó a hacerlo también, en un principio tenía mucho recelo, pero con sus Creo tenía 14 años y cruzaba La Carolina, justo ánimos, empecé a soltarme en el canto. A ella le en la zona que hoy se conoce gustaba el rock and roll de los como la Cruz del Papa6 había años 50, mi papi, Nelson, escuun concierto donde tocaba un chaba Janis Joplin y el rock de grupo que se llamaba Nova, la los sesenta. Conforme crecía, vocalista tenía a su hijo a un sonaban en mi sala discos de costado del escenario y cantaQueen, Led Zepellin y eso me ba «Eye of Tiger», de Survivor, enganchó con el género. Pero con una fuerza increíble, me ya a mis cuatro o cinco años, cautivó, me paré a verla cantar Al adentrarme con unas amigas, hacíamos las y en ese momento me dije: «Yo en el mundo coreografías de Menudo, Los quiero hacer eso». Era Tania del rock sentí Chamos, Unicornio2. Becdach y estaba acompañada

los problemas

de Ramiro Acosta en la guiSolía ir a visitarnos el señor de ser mujer, tarra. A pesar de venir de una Mario Rivas3, quien me veía me veían como familia de artistas — tengo la bailar y cantar, un día nos un bicho raro ascendencia de Montalvo por invitó a su casa, dijo que tenía el lado paterno y mi mamá pistas de muchas canciones. es sobrina de Mercedes Silva En su estudio interpretó temas 4 Echanique7, compositora de de Fichamba y cosas así, de «Carnaval de la vida»8—, nunpronto me preguntó si quería ca se me había pasado por la cantar, yo me negué por recelo cabeza la idea de ser cantante (risas). No me presionó, fue a hasta que vi aquel concierto. tomarse un café y me dejó con un montón de pistas a la mano, Al adentrarme en el mundo del ya sola, me puse a buscar en rock sentí los problemas de ser mujer, me veían ellas y encontré la de «Hopelessly Devoted To como un bicho raro. Cuando cursaba el tercer You», que cantaba Olivia Newton John, en la curso, en el colegio se formó un grupo con Frepelícula Grease, entonces me cercioré de que ddy Carrillo, Fabián y Pablo Pinos, se llamaba no había nadie y la canté, después de un rato Mario retornó al estudio, me preguntó si quería Mutación y, como sabían de mi conocimiento del escucharme cómo había cantado y yo me quedé inglés, me pidieron que les ayude sacando algunas helada, no sabía que al salir dejó encendido un letras de Led Zeppelin, yo acepté y de paso les dije que me dejaran cantarlas, pero su reacción fue de grabador. sorpresa y burla: «¿Cómo? ¿Una mujer cantanEscuchamos el tema y no estaba mal, me do rock? ¡No! No podemos creer que una mujer entusiasmé, tenía 17 años y se me escuchaba quiera cantar rock». Me dejaron helada.

26


Me dio tantas iras —y yo cuando me enojo no es que lo exprese, sino que prefiero el silencio pero en mi interior pienso en cómo darle vuelta a lo que me molesta—, me propuse seguir adelante, me esforcé en mejorar mi técnica y en buscar a toda costa la oportunidad de tener mi banda. Una amiga argentina del colegio Anderson, Laura Prieto, me avisó que se estaba formando un grupo y necesitaban una cantante, eran los Tarkus, se dio el gran proceso con ellos. Logramos grabar tres temas: «Verde y blanco», «Trilogía» y «En este lugar», sin embargo, en ninguna radio los quisieron pasar jamás, ni siquiera en La Bruja, que disque daba unos premios a la música ecuatoriana. Ahora esto ha cambiado un poco y hay mayor espacio para la música que se hace en el país, incluso en el Internet, donde se difunde con entusiasmo lo que aquí se produce.

me gritaba desde atrás: «Dale Diana, dale», se armó el clímax, la gente no paró de gritar, yo me aferré al micrófono y me asusté por la euforia del público, el Edgar [Serrano, el bajista] tocaba con la boca abierta, fue memorable. Al final una chica se acercó a darme un beso, otra a pedirme autógrafos, la pareja que me insultaba me dio una flor, que la acepté de mala gana (risas), luego del concierto solo atiné a preguntarme, ¿qué pasó? Mi formación y mi ambición determinaron todo, en mi arte puse todo mi amor y mi entrega, aplico técnicas de respiración, muchos ejercicios para fortalecer los pulmones y ya casi no fumo, máximo dos cigarrillos al mes, antes de cantar bebo agua con hielo, dicen que el hielo afecta la voz, pero a mí me relaja. Hoy quizá eso se refleje en las personas que me siguen escuchando cada vez que canto.

De la definición de mi voz tengo una anécdota muy interesante que sucedió en ¿Recuerdas cómo los ensayos con fue tu debut con Tarkus, varias veuna banda de ces decidían subir rock? Diana Cárdenas con Tarkus. Cortesía de Diana Cárdenas el volumen de sus Tenso. Era la inamplificadores auguración de un y mi pobre micentro cultural cuyo nombre no me acuerdo9, crófono quedaba chiquito; tuve que esforzarme por la Villaflora, tocaron varias bandas, una de en darle a mi voz la potencia necesaria para que ellas Cancerbero. Nosotros cerrábamos y, cuan- pueda escucharse en medio de todo ese volumen, do salí al escenario, la gente de las primeras filas, ahora creo que parte de la potencia de mi voz se sobre todo una pareja, hacía comentarios negati- dio en esos ensayos a capela. vos, referentes a ser mujer y gorda. Lo único que hice fue subir, pararme en el centro del escenario e interpretar «Black Dog»10, pero antes de hacerlo ¿Te sentías mal vista por ser rockera? se me antojó patearles, es que estaban a la altura de mi bota, pude haberlo hecho pero me aguan- Sí, pero también por mi contextura, por eso, cuanté, no hice caso a sus ofensas y cuando canté la do estudiaba en el colegio Anderson, un tipo muy primera línea del tema: «Hey, hey mama, said the mala onda me decía «Moby Dick»11, aludiendo way you move…», la gente se paró, empezó a gri- a mi gordura y con el objetivo de pulverizar mi tar y el Nicolás [Rodríguez, baterista de Tarkus], autoestima; pero en lugar de cohibirme me dio

27


fuerza, lejos de intimidarme me identifiqué con la canción, la hice mía. Lo que el muchachito no sabía es que la canción de Led Zeppelin llevaba ese nombre y era una de mis preferidas, terminé enorgulleciéndome más de lo que soy, porque nunca fui una persona delgada, siempre fui más grande que el resto y con eso bastaba para que quisieran acomplejarme, felizmente el rock estuvo a la mano para blindarme de ese tipo de críticas, por eso le guardo gratitud, porque sobreviví gracias al rock. ¿Por qué bandas ha pasado tu voz?

Fue, no sé, como un rugido, como el tronar de los motores de un Boeing a punto de partir. Ese coliseo gritó tanto que estuve a punto de quedarme pasmada. El público me hizo repetirla y esa sensación fue indescriptible, fue uno de los momentos únicos que me ha dado la música. Canto lo que siento más que lo que me gusta.De hecho hay muchas canciones que me gustan pero que jamás las cantaré. Esto de cantar debe ser un acto de absoluta sinceridad, sino sería como un trabajo de oficina al que vas porque tienes que ir. Cuando canto «Moby Dick», es el más genuino ejemplo de sinceridad por lo que representa para mí ese tema.

¡Uy! no voy a poder acordarme de todas pero están Tarkus, Umbral, ¿Qué ha sido lo Soyuz Blues, Esmejor de tu carrera? te Lado Arriba, Que aún sigo Música Fuera de aquí, y eso creo Moda —con quieque es un reflejo nes hicimos Mede que hay algo morice y Celebration (festivales que hice bien. A musicales que se veces el público organizaron en la es ingrato, se olPlaza de Toros de vida del artista. Quito)—, Fasso Creo que por eso Diana Cárdenas. Cortesía de Diana Cárdenas Péndulo (los orisigo conversando ginales) en este con el público y grupo yo no quiellos me siguen se el protagonismo, así que pedí ser la corista, con alimentando con sus críticas. pandereta, hasta que un buen día Amaro Pallero se fue del grupo y nuevamente tuve que pasar También los amigos. Carlos Sánchez, Edgar Seal frente. En los noventa tuve un grupo que se rrano, bajista de Tarkus, Nicolás Rodríguez, ballamaba Diane, con Richard Rodríguez, Hittar terista del grupo. Cuesta y Moisés David. Ahora tengo un proyecto Y la participación de Tarkus en el concurso de como solista y edité un video llamado «La PuerMTV. Me parece que a partir de allí se visibilizó ta». Siempre busco espacios donde pueda hacer un poco más el trabajo del rock en Ecuador, sin sonar mi música. embargo no haber ganado nos dificultó las cosas, porque impidió que se nos abra la puerta un poquito. La historia de la banda habría tenido otro ¿Dónde cantaste tu mejor canción? fin, habríamos sonado en más radios, porque no En el coliseo Rumiñahui, cuando interpreté «I hacíamos un rock extremo (tenía su parte comerWill Always Love You», de Whitney Houston. cial) que pudo haber calado más en la gente.

28


Una vez que triunfaste con Tarkus, te hiciste un nombre en la escena rockera ecuatoriana, pasaste a ser una estrella, aunque el término no sea del todo adecuado, tuviste fans (y seguro más de uno se prendó de ti)… ¿Crees que eso te alejó de tu público? Creo que sí, porque aunque yo siempre he sido la misma en todo este tiempo. La gente te ve con otros ojos, hay una especie de cerco al llegar a ciertas, digamos, «categorías». Sin embargo, yo siempre fui muy abierta con mi público, varias veces incluso di mi teléfono. Así nacieron muchas amistades y también, como tiempo después me enteré, algunos amores platónicos.

¿Cuáles han sido los momentos más duros de tu carrera? En Estados Unidos me casé con una persona que no le gustaba la música. Cuando quería escuchar algo él apagaba el equipo y no me dejaba escuchar lo que quería, así que para pasar feliz en mi hogar decidí alejarme de la música. Pasaron tres años y un buen día sintonicé la radio, pasaban canciones que yo solía cantar, sentí el llamado nuevamente, como una voz que me decía vuelve, regresa, en eso llegó este tipo y me apagó la radio. Entendí que estaba sometida a un control mental, así que rompí con él y volví a Quito. Creo que la música es la mejor máquina del tiempo, puede regresarte a momentos especiales

Algunas mujeres se me acercaban y me decían cosas como: «Hola, tu eres amiga de fulanito ¿cierto?, pues yo soy su esposa, y me ha hablado mucho de ti, ¡mucho gusto!» Entre mi decía: «¡ooops!» Cuando volví de mi Si bien al segundo viaje a los Estados cantar estoy Unidos, ya con mis hijos y mi rodeada del familia, me encontré con un público a la amigo que me dijo: «Mira, todo vez estoy este tiempo estuve enamorado absolutamente de ti, pero nunca me atreví a expuesta decírtelo». Si lo hubiera hecho, tal vez la historia sería diferente, en fin… Sin embargo, en uno de mis regresos al Ecuador, se dio una oportunidad de cantar un tema en algún concierto del Carlos Sánchez, al subirme al escenario vi un público totalmente diferente. Al bajarme trataron de convencerme de que el público fue espectacular… me di cuenta de que ese público, que puso atención a lo que canté, eran los hijos de quienes me vieron años atrás en escena. Entender eso hace que tus ideas estén más claras, te proyectes de mejor forma. Entender que pasó el tiempo y para seguir hay que comprender nuevos lenguajes, no digo que hay que hacer lo que está de moda, pero si tener claro en qué punto están las cosas.

De vuelta al país —recuerda que durante tres años, no hice absolutamente nada relacionado con la música—, me cayó una propuesta de trabajo para grabar un comercial, fui al estudio, me metí en la cabina y, cuando debía cantar la voz no me salió. Me senté en un rincón y lloré a mares. Me costó mucho recuperarme. Entendí que la voz es un músculo más, que al estar fuera de ejercitación se entume, se queda quieta, había que volver a ponerla en su punto, me tomó un año y medio. Ahora cantó en todo lado, hasta en la ducha y si algún día vuelvo a ver a este tipo ¡no respondo! (risas).

¿Qué actitud tomaste para enfrentarte al machismo en nuestro medio? Yo no me considero una mujer en el rock y pido que no me malinterpreten, pero es que no me considero parte del movimiento rockero ecuatoriano desde el tema de género, sino desde la participación como persona, sin características especiales, por eso en las conversaciones entre

29


rockeros el trato es igual, sin obviar ciertas palabras sólo porque una mujer esté presente. No hablo desde la mujer ni desde el género, hablo desde la solidaridad, desde la participación conjunta, desde la amistad que nace al convivir con el rock. Creo que eso me ha dado la actitud para que no me afecte el tema de género. En resumen, yo no soy una mujer haciendo rock, sino una persona que canta la música que siente, con la que vibra y con la que se identifica. Actualmente ha bajado un poco el machismo, eso se refleja en las muchas cantantes que veo en la actualidad. Por ejemplo, en un rodaje con los Tigres del Chaulafán, vi a una chica que cantó espectacularmente. El problema es que como mujeres hay ciertas cosas en la vida que debemos afrontar y que nos hacen salir aunque sea por momentos de la escena musical. Si eres música, empiezas a ensayar, a tener varias presentaciones y llegas a tener una relación en la cual tu pareja no entiende eso. Te empieza a cortar las facilidades para desempeñarte, y por amor, por respeto incluso, decides allanarte a esa vida y te alejas de tu sueño haciendo cambios radicales. Eso que me pasó a mí, afecta determinantemente una carrera musical.

¿Tienes algo que sugerirle a la mujer rockera? Primero, que manden a la porra ese concepto del machismo, así de simple; segundo, no verse como una mujer haciendo rock, sino como una persona que canta lo que siente, lo que la hace sentirse identificada, y tercero, saber que habrá gente que se identificará con lo que haces, así como otra que no estará de acuerdo.

Otro elemento es la crítica. Con esto hay que tener una determinación, que aunque parezca un lugar común, es vital para evitar lo negativo de esto. Me refiero a distinguir entre la buena crítica y la crítica negativa. A esta última solo hay que dejarla pasar, de la otra hay que discernir lo mejor y de allí aplicar lo que La vida sea productivo.

del rock es dura y exige hacer mucho para poder conseguir algo

El ser auténtico es lo único que cuenta. Puedo citar dos casos, el de Dani Scalla (vocalista y letrista de Vomitorium) y Amanda Vizén, dos mujeres bien paradas que siguen en lo suyo, no dejan de rockear y no se transforman. Algunos hombres persiguen a la estrella, no a la persona. Se enamoran de lo que ven y, si logran algo, luego quieren someterla como si fuera de su propiedad. El reto es no darles chance y priorizar los sueños, sentirte bien contigo misma.

30

No está por demás recordar lo esencial de aplicar la disciplina y la constancia en la formación personal como música. De esta forma llegarás a ser alguien competente en esta carrera. Por otro lado veo que hay varios casos donde, tras unos cuantos aplausos, llegan a creerse unas rock stars, pero lo que no saben es que fuera de estas fronteras no son nadie. Así que por favor métanle ñeque, pero sean siempre conscientes de que esto no es cosa de llegar y ya. Exige esfuerzos que a veces deben ser duplicados porque la vida del rock es dura y exige hacer mucho para poder conseguir algo que tal vez funcione aquí, pero afuera no. Es una dosis de trabajo que podrás cumplir sólo si estás clara del esfuerzo. En mi vida musical aplique esto, por eso ahora puedo decir que yo, Diana Cárdenas, pude vivir del rock, pude vivir de la música.


Cuando se llega a tu estatus, puede haber sentimientos como la envidia, ¿lo has sentido? Yo creo en eso de «no hagas a los otros lo que no quieres que te hagan a ti». Así me he desenvuelto toda mi vida, sin embargo sí, he sentido envidias, malas vibras, a veces habladurías de gente que muchas veces ni he conocido o he conocido muy poco… lo que me extraña es que no se por qué me podrían envidiar si yo no tengo riquezas, ni propiedades ¡no tengo nada más que mi voz! Una vez me hice una limpia, quien la hizo me sugirió que cuando cante, constantemente levante la mano así (levanta la palma abierta en señal de alto), para de esa forma hacer que reboten las malas vibras que alguien pueda lanzarme en ese momento, es que justo allí es cuando más vulnerable soy, porque si bien estoy rodeada del público a la vez estoy absolutamente expuesta, lo hago siempre y creo que funciona.

El caso «Factory» me quitó un gran amigo, compañero de colegio en el Anderson, el querido y siempre respetuoso Cuervo Machado, quien fue una de las víctimas mortales. Tras su muerte, y la de todos quienes se fueron en ese lamentable hecho, pensé que las cosas iban a mejorar para el rock en el país, desgraciadamente no fue así. Conseguir lugares donde tocar sigue siendo un problema, cuando hablo con amigos que están en la producción de conciertos veo que prácticamente hay que rogar para que nos dejen utilizar los escenarios. Me apena ver que tenemos que seguir mendigando por espacios. Ahora que abren tantas instituciones ¿será de pedir que inauguren un Ministerio del Rock para ser vistos con respeto?

Diana Cárdenas en el Telón de Acero. Archivo Pablo Rodríguez

Somos gente que trabaja. Gente honesta. A nadie le pedimos nada, por eso me da rabia ese maltrato, antes podíamos irnos a tocar en el parque, pero ahora tienes ahí a policías pidiéndote permisos solo por pararte en el lugar. Una cosa es ser rockero y otra ser relajero.

¿Cómo ves al rock de este país? Ha crecido, pero por momentos se estanca, aunque hay más gente que va a los conciertos; falta proyección hacia afuera pero se requiere de una certera inversión en promoción y producción, sin esa ayuda será muy difícil hablar de la internacionalización del rock ecuatoriano. Falta creer más en lo nuestro, pero esto no se soluciona con financiamiento sino más bien con educación. Si en casa no se cambian los patrones de enseñanza, difícilmente podremos pensar con proyección internacional.

Te ha dado la espalda el rock? Económicamente sí, por eso he tenido que trabajar en varias cosas relacionadas con la música a fin de poder vivir, de alguna forma, de la música.

¿A dónde te ha llevado el rock? A donde yo jamás esperé llegar, a ser la única. En su momento, la mejor, y a la vez me abrió muchas puertas como para poder subsistir ante mis primeros embates en la carrera.

31


Una vez fui donde un «maestro»12, del que no daré el nombre, para pedirle que me ayudara en mi carrera. El tipo me escuchó cantar, luego dijo que si bajaba unas 30 o 40 libras podía hacer algo por mí. «Si quiere una vedette, afuera hay muchas», le respondí y me alejé con mi primer fracaso por profesionalizarme en la música. Pero el rock, nuevamente, vino en mi ayuda, y fue cuando entré a cantar en Tarkus, con ellos di varios conciertos y en algunos me vio aquel «maestro». Le demostré que podía cantar. Luego me llamó, yo le dije que no pensaba rebajar ni una libra siquiera. Finalmente me invitó a participar en un par de proyectos. El rock me ayudó a superar la barrera de la imagen, me dio la actitud como para llegar y decir: «Aquí vengo a cantar, nada más, así que no me mires, solo escúchame». Sin el rock no hubiera tenido la seguridad con

la que me he desenvuelto en toda mi carrera. El ser rockera y rockero, implica tener una actitud y un carácter en los cuales no hay espacio para la pasividad y la resignación. Por eso un apodo, cuyo objetivo era devastarme como persona por ser gorda, terminó siendo un escudo que revirtió este hecho y lo puso a mi favor, de tal forma que mi aspecto físico se convirtió en mi seña de identidad. Una carta de presentación que hizo trizas a los cánones estéticos requeridos para ser aceptada por la sociedad.

¿Qué canción les dedicarías a tus hijos? Muchas. Conforme vayan creciendo, «Another Brick in The Wall», sería la más adecuada, para que entiendan que la decisión está en sus manos y que nadie puede decidir por ellos.

Diana Cárdenas con Tarkus y boleto de un concierto del grupo en 1987. Cortesía de Diana Cárdenas

Notas: Fragmento de la entrevista del libro inédito Charlas de Rock Vol. I, de Pablo Rodríguez, investigación que ganó el Fondo Concursable del Ministerio de Cultura y Patrimonio 20162017.

1

En los años ochenta aparecieron grupos de chicos apuestos bailando y cantando pop, lo que hoy se conoce como las boy bands.

2

Mario Rivas es padre del ingeniero de sonido Juan Pablo Rivas, considerado el ingeniero de grabación en rock más destacado del país, on él han trabajado Metamorfosis, Sal y Mileto, Ente, Can Can y muchos otros.

3

Jesús Fichamba, conocido cantante ecuatoriano que participó en el festival OTI 1985 con el tema «La Pinta, La Niña y la Santa María», tema también versionado por la banda de heavy metal progresivo guayaquileña Black Sun.

4

32

5

Editorial que tuvo amplia presencia en Ecuador.

Lleva ese nombre a partir de la misa campal que en ese sector dio el Papa Juan Pablo II en su visita a Ecuador en 1985.

6

7

Compositora quiteña, nacida en 1900 y fallecida en 1976.

8

Pasillo popularizado por Julio Jaramillo.

9

Es el hoy cerrado Teatro Casitagua.

10

Canción de Led Zepellin.

Moby-Dick (1851) es una novela de igual nombre del norteamericano Herman Melville, trata sobre la persecución enfermiza del capitán del barco ballenero Pequod a un cachalote blanco. 11

Término de respeto usado con directores musicales o músicos de reconocida trayectoria. 12


Scaner sonoro «Black Dog»

Led Zeppelin

El canto introductorio es una de las cosas que me hicieron amar al rock.

«Immigrant Song»

Led Zeppelin

La forma de cantar de Plant hace de este un gran tema.

«Somebody To Love»

Queen

Mercury es la referencia absoluta, con la particularidad de que en este tema alterna la voz con el teclado de forma precisa.

«Love of a Lifetime»

Firehouse

Tema que potencializó el concepto de las power ballads.

«Whole Lotta Rosie»

AC/DC

Para aprender a pisar un escenario cantando rock, este es el tema ideal.

«Move Over»

Janis Joplin

Para ser una mujer cantando rock, escuchar este tema es vital.

«Ride The Wind»

Poison

Un resumen de cómo debe tocarse el glam rock.

«Rock and Roll»

Led Zeppelin

Cuando haga la narración de mis primeros pasos sobre un escenario, este debe ser el tema de fondo. Ya ni sé cuántas veces canté esta canción en mis presentaciones.

«I Love It Loud»

Kiss

Energía pura y absoluta. Todo lo que debe tener una canción para sonar bien en estudio y sobre las tablas.

33


DOSSIER


Pablo Barriga: Desacato y boicot de lo establecido Katy Muñoz Historiadora del arte y artista visual

Pablo Barriga revisando su obra en la exposición antológica del CAC, 2017. Fotografía de Mateo Barriga


«Se pinta en acción directa con la vida y eso ensordece a cualquier canto de sirenas». Pablo Barriga (1986)

«La idea principal, cuando me consideraba un pintor abstracto, era tener la seguridad de que el cuadro tuviera una temática, un contenido y un punto de partida que mantuviera una cohesión en el cuadro». Pablo Barriga (Entrevista de Paola de la Vega, 2015)

«Creamos lo que en aquel entonces se llamó El arte en la calle: [lo] sacamos a las plazas, a los parques, íbamos también a colegios. Había un sentido romántico del joven que quiere que el arte esté al alcance de todos». Pablo Barriga (Entrevista de Paola de la Vega, 2015)

36


P

ablo Barriga es una gran interrogante en un medio donde el arte visual ha sido dominado por pintores, y en menor medida escultores, por casi todo el siglo XX y principios del XXI. Parece ser que para el discurso oficial, que han manejado —y aún manejan— los seudocríticos, curadores y académicos ecuatorianos, todo se reduce a «objetos» manufacturados con un valor monetario en el mercado, los cuales ganan plusvalía con el tiempo1.

los llamados Tzántzicos (1962), la Asociación de Escritores y Artistas Jóvenes del Ecuador (1964-1968), el Frente Cultural (1968), el Teatro Obrero, el grupo VAN (Vanguardia Artística Nacional), el Cine Club Universitario, la revista Indoamérica (1965), todos influenciados por una década donde la llamada «Contracultura» a nivel global fue la tónica en una juventud que estaba marcada por una contraposición ideológica entre el capitalismo y el socialismo real, donde la Revolución cubana, las guerrillas insurBarriga, por cierto, se sale del gentes en América Latina, cánon y nunca se ha preocuMayo del 68, el movimienpado por generar una obra to hippie, el movimiento matérica de esta naturaleza, por los derechos civiles en más bien ha sido un artista Pablo Barriga Estados Unidos, el Femienfocado en interrogar desse sale del nismo, la Liberación gay, la de sus propuestas, buscando cánon Revolución sexual y todas buscando siempre la reflexión a través las propuestas de oposición siempre la del boicot de lo establecido a las normas establecidas reflexión a para incomodar a todo y a contrastaban con la salvaje través del todos con diferentes técnicas boicot de lo e inmisericorde represión a que van desde el arte pictóestablecido cualquier reclamo social que rico hasta la instalación y el la juventud de la época puperformance, pasando por la diera hacer. Un mundo diviliteratura, sin encasillarse en dido por la lealtad hacia las ninguna tendencia. En este dos superpotencias surgidas sentido es un creador con después de la Segunda Guetodas las letras que, para forrra Mundial sólo engendró tuna de un país anclado en mayor brutalidad política, podemos nomconvencionalismos estéticos, se vuelve inclabrar ejemplos sobrecogedores como la guerra sificable y especialmente valioso para entende Viet Nam, las dictaduras del cono sur con der los procesos de la vanguardia. su interminable lista de muertos, desapareciNo es casual que a principios de los años se- dos y torturados, la Primavera de Praga, la tenta, siendo aún estudiante de artes, se haya masacre de Tlatelolco, la guerra de Angola, vinculado con la revista La bufanda del sol3, consecuentemente a finales de los setenta etapa tardía de la rebelión que encabezaron aparecieron grupos terroristas nacionalistas,

37


étnicos, políticos y religiosos que provocaron el terrorismo de estado y que, en una espiral de violencia sin sentido, ha evolucionado en la actual guerra global donde todos somos posibles víctimas.

Barriga, recién egresado de su carrera, permaneció ajeno al boom de las galerías de los años ochenta que catapultó a un limbo de «fama y fortuna» a numerosos creadores, incluso, con otros compañeros de la facultad de artes de la En este panorama, la rebelión cultural ecua- Universidad Central, llevaron sus obras fuera toriana había estado signada por su alinea- de la galería: «creamos lo que en aquel entonmiento hacia la Unión Soviética y especial- ces se llamó El arte en la calle: [lo] sacamos mente China, criticando duramente a sus pa- a las plazas, a los parques, íbamos también dres generacionales, de hecho ellos mismos a colegios. Había un sentido romántico del joven que quiere que el arte esté al alcance de se habían declarado «patodos»4. Y para mayor realrricidas» abiertamente. La ce de su posición al parecer propuesta de la mayoría fue fue expulsado de la iniciativa romper con el pasado para que ayudó a crear y que lueproponer nuevas formas de 3 asumir el arte , especialmengo se convertiría en la feria te con obras que se vinculaartística permanente de El Sus actos de ran al pueblo y socavaran la Ejido5. desacato en la comodidad de la burguesía, preservación Desde entonces no ha pase identificaron con los mode la obra, rado de experimentar con vimientos contraculturales evidencian diferentes técnicas, aunque del planeta difundiendo ya que el artista el registro de muchas de sus sea mediante mesas redonevoluciona en obras se ha perdido y las su provocación das, tertulias o en sus revispropias obras plásticas han tas —Pucuna, La bufanda sido «reutilizadas», por ello del sol, Indoamérica— las últimas propuestas, sobretodo la obra de Pablo Barriga no latinoamericanas (Nadaísmo se la puede encasillar en alde Colombia, Mufados de gunas piezas sino en un proArgentina, El techo de la baceso de crítica permanente, llena de Venezuela, Cinema Novo de Brasil). incluso de sus propias creaciones, todos sus No fue casual que un jovencísimo Pablo se performances —Tricolor (1988), Mordaza sintiera atraído por el espíritu contestatario a la cultura (1993), Barcos de papel (1993), de la época, sin embargo, al contrario de sus Barrida (1995), Pan con cuento (2006) entre pares, una vez diluida la rebeldía de la ge- otros— se enlazan con sus cuadros —la serie neración tzántzica, no se desprendió de su «Mapas», «Historia del Arte» o los «Libros de espíritu y prosiguió su camino buscando la artista»—, donde la noción de nación y tradición es cuestionada, el objeto artístico es adrenalina de la insurgencia en el arte.

38


desacralizado y convertido en un híbrido. De hecho el artista se ríe públicamente de si mismo cuando realiza la intervención mediática Todo hace pensar que son ellos (1988), donde sugiere quienes realmente pintan sus cuadros son sus hijos. Instalar su taller en el abandonado hospital Militar, convertir la edición de su libro Personalmente/público en instalación, desmembrar su publicación El arte y las palabras para convertirla en arte-objeto, dirigir una carta al director del Hospital San Lázaro para presentar en ese lugar «una serie de cuadros con el tema de montañas»6, son ejemplos de lugares, actos y objetos donde la obra —que tradicionalmente continúa su vida sin su creador— vuelve a él, Barriga se reapropia de sus creaciones, les otorga otro concepto, las cambia, no importa si es entendido o no, el arte no necesita ser explicado ni justificado. No escatima en burlarse de lo conservado, lo sagrado y lo considerado referencial como en el caso de «La pose en la temprana fotografía ecuatoriana» o «Pasado y Presente» —muestra realizada en el Museo de Arte Colonial—, donde su obra se ríe abiertamente tanto de los objetos como de quienes visitan el lugar. Sus actos de desacato en la preservación de la obra, evidencian que el artista evoluciona en su provocación, en Pintura de pared o Cumpleaños, donde no le tembló la brocha a la hora de pintar con un color gris metálico sus creaciones y así, veladas, «reutilizadas», devolverlas a las colecciones que le habían prestado las mismas para la muestra. Imagino, no sin cierto placer, el shock de él o la

funcionaria que recibió de vuelta el cuadro. Eso es simplemente arte, no la conservación museográfica que los curadores se afanan por mantener en sus climatizados cerebros. La obra de Barriga desafía, pero sobretodo obliga a pensar, nos saca del «cuadro» para ir en la búsqueda de ese escurridizo animal que es el arte, al cual sabemos nunca lo comprenderemos del todo y es precisamente esa indefinición lo que lo define. Por todo ello es extraño que en el 2015 haya ganado el «Mariano Aguilera a la trayectoria», más extraño aún quien le haya acreditado el galardón sea una institución que no se ha destacado por una labor muy lúcida en el apoyo a las artes contemporáneas7, es un síntoma saludable —aunque no sería muy optimista—, de que la apreciación del arte está cambiando de manos y por lo tanto la historia comienza a reescribirse8. Es probable, como ha sucedido antes, que aquellos que gozan de ser «referentes»9, en unos pocos años hayan sido olvidados, pues el arte no es quien sale más en los periódicos, ni quien gana más premios, ni quien es apadrinado por tal o cual papa de la crítica, el arte es un intangible que se va transformando e incide en la historia y cambia permanentemente nuestra apreciación de la realidad. Notas: 1 El Indigenismo en las artes plásticas ecuatorianas fue parte de un movimiento paternalista de reivindicación de los llamados «pueblos originarios» de América cuyos exponentes adoptaron el expresionismo europeo para pintar temas «indígenas» con el propósito de denunciar la opresión de un sector de la sociedad. Las grandes corrientes artísticas europeas y norteamericanas siempre

39


han influenciado a los artistas latinoamericanos, eso no significa que todo lo que se hace en esta imitación debe ser considerado «vanguardia». 2 La bufanda del sol en su segunda etapa duró de 1972 a 1977, la primera etapa había sido de 1964 a 1966. Barriga nos dice: «Empecé a escribir cuando tenía aún una imaginación fresca; ahora tengo una imaginación crítica. Efectivamente, escribí algunos cuentos. No hallaba dónde publicar y recuerdo que abrí uno de los primeros números de La bufanda del sol y encontré una sensibilidad que me interesó. Pensando en que podía gustarles mis cuentos, fui a dejarlos. Estaban Iván Égüez y Raúl Pérez Torres a cargo del Departamento de Cultura de la Universidad Central. Después de un tiempo, me respondieron diciéndome que yo era un escritor y me invitaron a las reuniones de la revista. Desde entonces, comencé a colaborar con el consejo editorial de La bufanda. Aprendí muchísimo porque en este espacio estaban Alejandro Moreano y Agustín Cueva, quien me tomó cariño, seguramente porque era el más guambra del grupo. Publiqué varios libros y después vino la crisis: dedicarme a las artes o seguir escribiendo». Entrevista de Paola de la Vega a Pablo Barriga, «Un lugar en el arte de Pablo Barriga». En revista La Barra Espaciadora, 11/05/2015. Recopilado el 13/06/2017 de: www.labarraespaciadora.com/ entrevistas/un-lugar-en-el-arte-de-pablo-barriga 3 «Nuestro planteamiento es de ruptura porque creemos que solamente mediante ella se puede apartar y sepultar a la blanda literatura y al arte artificioso; dejando y dando paso robusto a la auténtica expresión poética que busca recuperar este mundo mostrándolo tal como es: desnudo, trágico y a la vez alegre y esperanzado». Revista Pucuna, 1962. 4 Entrevista de Paola de la Vega a Pablo Barriga, op. cit. 5 «Según Pamela Cevallos, este proceso culminó con la expulsión de Barriga de su propio colectivo, que llegó a abarcar a alrededor de 60 artistas, pues éste movimiento desembocó en una práctica con fines comerciales y de una índole más artesanal, lo que hoy es la feria artística permanente de El Ejido. ¿Se puede decir que el presente de este parque es parte de la obra de Barriga, una obra que no se sale de manos de su creador sino que marcha en dirección contraria?» Guillermo Morán, «Pablo Barriga: Hilvanando la inmaterialidad de su obra». En revista Paralaje, 20/01/2017. Recopilado el 13/06/2017 de: www.paralaje.xyz/pablo-barriga-hilvanando-la-inmaterialidad-de-su-obra 6

Guillermo Morán, op. cit.

40

El premio Mariano Aguilera sufrió innumerables críticas por parte de artistas y gestores culturales desde principios del siglo XXI hasta que cambió su formato al actual, con un galardón a la Trayectoria Artística y becas para proyectos de arte contemporáneo en cinco categorías —Creación artística, Investigación, Curaduría, Nuevas pedagogías del arte y Edición y publicación—, lo cual ha refrescado y prestigiado su nombre. Sin embargo siguen imponiéndose difusas formas de escoger a sus autoridades, curadores y jurados, y yo no puedo sino preguntarme: ¿Quién los escoge? ¿Están capacitados para escogerlos? Lo dudo mucho pues, hasta la fecha, el Centro de Arte Contemporáneo de Quito, el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo de Guayaquil, la Universidad de las Artes, la Bienal de Cuenca y los diferentes salones del país, reclutan a su personal en la vieja tradición del «a dedo», sin ninguna clase de convocatoria pública. Ustedes dirán: ¿Es que quieren un jurado del jurado? Pues sí, eso queremos.

7

Sin menospreciar a quienes han ganado los galardones Mariano Aguilera, y otros premios del país, insisto: ¿Quién selecciona a los jurados? ¿Quién a los curadores y comisarios? ¿Con qué criterios? ¿No sería lógico llamar a elecciones libres para escogerlos?

8

En el Ecuador no existe, hasta la fecha, un estudio serio y minucioso sobre las artes plásticas y visuales, menos todavía sobre otras manifestaciones. Hernán Rodríguez Castello intentó un «diccionario» enciclopédico del quehacer plástico (que excluye a muchos jóvenes valores). Se ha aproximado Eduardo Kignman y han sido positivas multitud de tesis sobre el arte emergente en diferentes universidades del país. Pero aún debemos contentarnos con los mamotretos en pasta dura que algunos «comentadores del arte» han escrito sin ningún criterio y con loas exageradas a sus compilados. Todo esto amén de un mar de discursos y ensayos incomprensibles de «historiadores del arte», «curadores» y «críticos», que incluyen retazos de teorías y modas extranjeras y, a falta de una respuesta organizada de los creadores y gestores culturales, con esta verborrea seudo académica son y han sido comisarios, profesores, coordinadores, directores y siempre «lores» de las instituciones públicas ejerciendo una prepotente dictadura donde el resto deben siempre inclinarse ante su benevolencia si quieren en el futuro recibir las migajas de su eterno banquete de buenos sueldos pagados con los impuestos de todos.

9


«Los tiempos son malos para la cultura en Ecuador. Y, desde mi lugar de artista, quiero demostrar mi descontento. Entonces decido cubrir con vendas el retrato en escultura de Benjamín Carrión. Pienso que vivimos una cultura de silencio, sin un pensamiento crítico, sin espacios de reflexión, ni gestos de ruptura. Vivimos cubiertos por vendas y temores. Y pensando así, voy cubriendo —con tranquilidad y esmero— el retrato de Carrión. Termino mi tarea y abandono la tarima». Pablo Barriga (1993)

Mordaza a la cultura, registro fotográfico de performance realizado en la Casa de la Cultura Ecuatoriana de Quito, 1993. Archivo Pablo Barriga

41


«Estamos junto a la laguna del parque. He dicho al grupo de niños que vamos a pintar un país de sueños, un país arcoriris, un país que quisiéramos tener. Nos sentamos en la hierba y empiezo a distribuir los materiales que he traído de mi casa. Los niños hablan de qué colores usar, de qué personas y paisajes dibujar. Los pliegos de papel se llenan de colores y cada niño muestra con orgullo lo que hizo. Y ahora, ¿qué vamos a hacer?, preguntan. Con nuestras pinturas hacemos barcos de papel y los ponemos sobre el agua, el barco es el país y la laguna el futuro, les digo. Los niños aceptan la idea y en pocos minutos los barcos de papel están sobre el agua». Pablo Barriga (1995)

Barcos de papel, registro fotográfico de performance realizado en el parque La Carolina 1995. Archivo Pablo Barriga

42


«Estoy en el parque de La Carolina una mañana de domingo. Voy vestido como lo hacía mi abuelo: pantalón de bastas amplias, camisa de corbata, zapatos puntiagudos. Atadas a mis tobillos llevo largas cintas blancas que envuelven varias cosas traídas de mi casa. Lazos tricolores cubren partes de mi cuerpo. En un sendero de tierra empiezo a caminar a pasos lentos. Con las cintas arrastro las cosas y también mis sentimientos. dudo que la realidad que conozco sea la mejor de todas. Y hago de cada paso un acto de inconformidad con el país en el que vivo. No sé cuánto tengo que caminar ni a dónde me conduce el sendero. Soy artista y nada tengo por seguro». Pablo Barriga (1995)

Tricolor, registro fotográfico de performance realizado en el parque La Carolina, 1995. Archivo Pablo Barriga

43


Pan con cuento, registro fotográfico de performance realizado en el parque de La Floresta, 2006. Fotografía de Mateo Barriga

«Me propongo instalar un pequeño negocio en La Floresta. Voy a la panadería y compro veinticinco rosas de agua a 12 centavos cada una. Voy a la fotocopiadora y pago75 centavos por veinticinco copias de un cuento que he escrito. Hago veinticinco sánduches con el pan y el cuento, y los vendo a 10 centavos cada uno. El negocio me funciona. En pocas horas hay veinticinco personas que leen mi escrito». Pablo Barriga (2006)

44


De la serie «Mapas», acrílico sobre madera, 180 x 120 cm., 1992. Archivo Pablo Barriga

«Mapas, Arquitecturas e Inquisiciones», Colegio de Arquitectos, 1992. Archivo Pablo Barriga

«Pablo revisa otro aspecto de nuestra historia: aquel de los sucesivos recortes territoriales. […] Es evidente que los “Mapas” son representaciones pictóricas de una historia nacional fragmentada y con heridas aún abiertas pero que a su vez son críticas al relamido discurso oficial que el artista desmitifica a través de la ironía». Trinidad Pérez (1992)

45


Montaje de la exposición «Pabellón 6» (1995) en el antiguo Hospital Militar de Quito. Archivo Pablo Barriga

«Los visitantes llegan al pabellón del viejo Hospital Militar. Yo barro la sala haciendo a un lado el polvo del piso, los pedazos de carrizo que caen desde el techo, la pintura que se desprende de las paredes. Es un día de sol pero el viento entra por las ventanas. Los visitantes se agrupan a la entrada. No saben si pueden pasar o esperar a que yo les invite. Yo no miro a nadie. Sigo barriendo en dirección a la puerta hasta que el piso queda limpio y ordenado. Es mi manera de dar la bienvenida a quienes vienen a ver mi último trabajo. Sin decir palabra salgo del pabellón, dejo la escoba y me voy para mi casa». Pablo Barriga

Espacio viejo, obras nuevas, intervención, dimensiones variables, 1995. Archivo Pablo Barriga

(Performance Barrida, 1995)

Frascos con polvo y otros desechos, obra no mostrada en la exposición «Pabellón 6», 1995. Archivo Pablo Barriga

46


Invitación de la exposición «Pabellón 6» (1995). Archivo Pablo Barriga

Vista general de la exposición «Pabellón 6» (1995) en el antiguo Hospital Militar de Quito. Archivo Pablo Barriga

«[…] me di cuenta de que lo que me interesaba era el proceso, no tanto los resultados, porque estos podían ser efímeros y no comerciales. Es decir, la experimentación como un trabajo profesional, no de aprendizaje». Pablo Barriga (Entrevista de Paola de la Vega, 2015)

47


Registro de la exposición «Pasado y presente», Museo de Arte Colonial, 1995. Archivo Pablo Barriga

«La exposición consta de diez obras inéditas, instaladas en diversos lugares del interior del Museo de Arte Colonial en el Quito viejo. La idea de esta muestra es ir más allá de una ambientación de obras actuales entre obras de arte colonial. La idea, principalmente, es destacar el aspecto comparativo que hay entre unas y otras. […]

De esta manera, el difícil problema de definir lo que es una obra de arte puede tener más significados que lo ofrecido por el autor». Pablo Barriga (1995)

48


«[…] desde hace un par de años mi interés en el arte ha sido crear objetos relacionados a la cultura popular urbana. A veces considero que esto puede tener un color romántico. Aún así, no quedan fuera ni la aproximación realista ni el distanciamiento irónico. Posiblemente, todavía estoy en medio de los extremos». Pablo Barriga (1985)

Registro de la exposición «Cosas de artista» (1996), Art Forum. Archivo Pablo Barriga

S/T,

objetos, intervenciones realizadas en el parque del barrio San Juan, Quito, 1998. Archivo Pablo Barriga

49


Registro de la intervención «Lectura o mirada», Biblioteca de la Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, 2013. Archivo Pablo Barriga

«Su trabajo con los libros no se ha limitado a escribirlos y leerlos. Los recorta, ensambla, mutila, les añade objetos, los apila y amontonona, separa todas las páginas y las enfila, enrolla o cuelga. Transgrede las prácticas de lectura y nos propone unas nuevas maneras de aproximarnos al objeto libro». Pamela Cevallos

S/T,

instalación, óleo sobre papel, 1991. Archivo Pablo Barriga

50


«Al inicio de su trayectoria varios críticos pensaron que consolidaba un camino en el neoexpresionismo, sin ambargo, Pablo desafió el esquema modernista del estilo y las agrupaciones generacionales pues su práctica se volvió inclasificable». Pamela Cevallos

María, óleo sobre lienzo, 50 x 70 cm., 1972. Archivo Pablo Barriga

«¿Dónde la sinrazón de nuestro tiempo? ¿Dónde la equivocación de caminos? ¿En las montañas que agitan el paisaje? ¿En los seres desquiciados por una vida dura e injusta? Las pinturas de montañas a ser expuestas en el patio interno del hospital siquíatrico San Lázaro son parte de estas preguntas. Sin embargo, no hay pintura alguna que abarque todas las interrogantes. La sinrazón desborda cualquier intento de señalarla». Pablo Barriga

Carta de la exposición de paisajes «Montañas», realizada en el hospital psiquíatrico San Lázaro, Quito, 1999. Archivo Pablo Barriga

51


London bus, mixta sobre lienzo,180 x 160 cm., 1983. Archivo Pablo Barriga

«En cierto sentido, pintar es como cocinar; el cuadro tiene un punto al que hay que llegar y del cual no se debe pasar, so pena de echarlo todo a perder, como un guiso que tienes que sacarlo del fuego a tiempo. Lo que viene después ya es un asunto del paladar». Pablo Barriga (Entrevista de Rodrigo Villacís Molina, 1985).

52


London bus, mixta sobre lienzo,180 x 160 cm., 1983. Archivo Pablo Barriga

«Se destruyen unas formas acambio de otras nuevas, se manchan los colores en busca de armonías, se experimenta con los planos y los límites pictóricos. Obviamente, hay aciertos y equivocaciones. Y lo que queda es una muestra de un acto creativo». Pablo Barriga (1986)

53


De la serie «Historia del Arte», óleo sobre lienzo, 140 x 140 cm., 1990. Archivo Pablo Barriga

«[…] la motivación de mi pintura parte de hechos reales, entre los que se hallan no sólo las cosas negativas, sino también el amor, la amistad, la risa de mi hijo […] he aprendido a pintar destinando más tiempo a reflexionar frente a lo que estoy haciendo, viendo el cuadro y pensando qué hacer, como el ajedrecista antes de la jugada». Pablo Barriga (Entrevista de Rodrigo Villacís Molina, 1985)

54


Enana embarazada, óleo sobre lienzo, 140 x 140 cm., 1998. Archivo Pablo Barriga

La trayectoria de Pablo Barriga es clave en la configuración de la escena artística local, ya que jugó un rol esencial —como pintor, escritor y educador— en la transformación que derivó en el posicionamiento del arte contemporáneo en Quito. Eduardo Carrera

55


Cumpleaños, detalle de la exposición realizada en Arte Actual FLACSO, 2009. Archivo Pablo Barriga

«Considero que esta no es una acción lúdica (es difícil jugar a esta edad), más bien es proponer resultados al esfuerzo emocional y reflexivo en deshacer la obra que uno hizo en otro tiempo». Pablo Barriga (2009)

Cumpleaños, detalle de la exposición realizada en Arte Actual FLACSO, 2009. Archivo Pablo Barriga

56


«Busco que las pupilas estén bien abiertas y respondan con sensibilidad a una pareja de colores que se multiplican en el espacio de exhibición. Me veo como resultado de un proceso pictórico que me llevó de un abstraccionismo expresionista a uno más depurado de emociones y colores que finalmente, ahora, se muestra en lo monocromático. No ha sido esta una posición estética o una postura a favor o en contra de algún movimiento o tendencia. Ha sido algo personal».Pablo Barriga (2013)

Pintura de pared, vista general de la exposición realizada en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito, 2012. Fotografía de Mateo Barriga

Pablo Barriga. Quito, Ecuador, 1949. Licenciado en Artes Plásticas por la Facultad de Artes de la Universidad Central del Ecuador (1980). Recibió una beca del British Council para realizar un curso en Pintura Avanzada en Saint Martin´s School of Arts (Londres, 1984). En 1990 fue artista visitante en el Empire State Collage, Nueva York, gracias a una beca Fulbright. En 1993 recibe una beca de la Korean Foundation y de la OEA para realizar estudios de arte coreano en Seúl. En el 2000 se hace acreedor a una seguda beca Fullbright y viaja a Estados Unidos para realizar un masterado en la Universidad de Cincinnati. Trabajó como docente en la Carrera de Artes Visuales de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y en la Carrera de Artes Plásticas de la Universidad Central del Ecuador. Fundador del proyecto «Arte en la calle» en varios parques y plazas de Quito (1981-1982). Ha participado en la V Bienal Iberoamericana de Arte (México DF, 1986); Bienal Internacional de Pintura de Cuenca I y II (1987 y 1989); «Quicentenary» (Hillwod Art Museum, Nueva York, 1992). Entre sus exposiciones más importantes destacan: «Cuadros abstractos», (CCE, Quito 1988); «Mapas, Arquitecturas e Inquisiciones» (Colegio de Arquitectos de Quito, 1992); «Instalaciones, pinturas y collages» (Art Forum, Quito, 1994); «Pasado y presente» (Museo de Arte Colonial, Quito 1995); «Pabellón 6» (antiguo Hospital Militar de Quito, 1995), «Cosas de artista» (Art Forum, Quito, 1996); «Montañas» (patio del hospital psiquiátrico San Lázaro, Quito, 1997); «Biblioteca» (El Conteiner, Quito, 2004); «Cumpleaños» (Arte Actual, Quito, 2010); «Pintura de pared» (CAC, Quito, 2012); «Lectura o mirada» (Biblioteca de la Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, 2013); Exposición Antológica Pablo Barriga, Premio Mariano Aguilera a la Trayectoria Artística 2015 (CAC, Quito, 2017).

57


Personalmente/Público (1998) Pablo Barriga, además de artista visual es cuentista, ensayista, ilustrador y caricaturista, ha publicado Barriocito y otros cuentos (1974), Tres mujeres lejanas (1980), Historietas (1984), El arte y las palabras (1995), Personalmente/Público (1998), Relatos breves (2003), La amiga imaginaria (2015), libros que en ocasiones han sido parte de sus instalaciones, como es el caso de Personalmente/Público, el cual, además, por su experimentación y su propuesta de diseño es quizá una obra de arte visual más que de ensayo. Imaginaria incluye a continuación una selección de esta obra y de Historietas.








El dedo en la llaga breves lecturas de la obra de MarĂ­a BelĂŠn Granda Patricio Dalgo Artista visual


Con guantes de operar, hago un pequeño bolo de lodo suburbano. Lo echo a rodar por esas calles: los que se tapen las narices le habrán encontrado carne de su carne. Pablo Palacio

«E

l sueño de la razón produce mons- e informativos preestablecidos, textos para edutruos», conocida sentencia procla- car, imágenes de formación paterna, manuales, mada en el «Capricho 43», agua- guías de masiva circulación, etcétera. fuerte de Goya nos expone ante una descarnada situación. Entendiéndolo como metodología del Tejiendo con cada propuesta, una parte más de pensamiento no como una ideología, el razona- una tela de duda con respecto a la comunicación, miento dormido, da cabida a un mundo arropa- los mensajes morales, la idea de los modelos edudo por lo sombrío, lo temible. Pero la imagen del cativos y lo socialmente aceptado. Proponiendo grabado no se queda en una simple deducción así relecturas particulares con una incisiva agudeza trabajando con base en literal frente a tal imagen de narelecturas críticas de los conturaleza ambigua, polisémica; nos plantea además cuestionatenidos de objetos e imágenes, mientos con respecto a qué es sus usos, significaciones y lo lo «racional» y lo «monstruoso» socialmente aceptado. María Belén y cómo la razón a su vez no María Belén Granda reflexioGranda, desde puede existir sin su alteridad. su característico na críticamente a través de En este sentido destacan en humor poco la apropiación de imágenes María Belén los usos de una convencional, encontradas a la vez que conrelación asociativa de intercamplantea una jetura significantes en objebios referenciales con los objeiconoclasta tos caseros y cotidianos para tos e imágenes, llevándonos a postura ante cuestionar modelos sociales. lugares de inflexión donde se las estructuras Formula cuestionamientos en pone en cuestionamiento las eseducativas y relación a cómo se configutructuras que los legitiman. En su producción ran, y las maneras en que los palabras de la artista: «…trabacultural mensajes implícitos pueden ser jo haciendo uso de la desconsubvertidos. textualización de las imágenes y alterando sus contenidos origiCon una libre apropiación de nales, con lo cual busco realizar la imaginería cultural educauna crítica a las estructuras sotiva, involucra al espectador ciales. Hablando de la sociedad en propuestas conceptuales de a partir de los elementos que ésta misma produce refinada interpretación, relaciones dicotómicas, para moldear y/o educar a sus individuos». desde un acertado desdoblamiento de las imáEn su trabajo tanto objetos como imágenes son genes resultado de observar los textos educativos usados como palabras para determinar conjeturas como una realidad ambivalente y multiforme, de conceptos no evidentes, planteando un pen- así, desde su característico humor poco convensamiento que debate la esencia de las cosas desde cional, plantea una iconoclasta postura ante las ciertos tópicos hallados en lenguajes pedagógicos estructuras educativas y su producción cultural.

66


En su serie de objetos, la temática de la forma- Un asunto que recorre toda su obra es el razoción social es abordada mediante títulos, relacio- nar con lo monstruoso de una sociedad, no sólo nándolos con la experiencia cotidiana y la fuerza como una invención infantil. Entiende como simbólica que estos poseen. Sus objetos nos ha- un gran enemigo de la sociedad a la violencia, cen transitar por escondrijos sobretodo en etapas formativas de lo doméstico, incisivas indel ser, lanzando con sus protervenciones que nos plantean puestas certeros dardos a una una circulación por lo marcamoralizante educación social. do, desgastado, rearmado; en Las roturas y En consecuencia no debemos diálogo con la filosofía del kintreparaciones caer en interpretaciones psisugi, el tradicional arte japonés forman parte de coanalíticas y psicodramáticas que plantea que: las roturas y la historia de un asociadas a la biografía de la reparaciones forman parte de objeto y deben artista. Su trabajo lanza recula historia de un objeto y demanifestarse rrentes preguntas al espectador ben manifestarse en lugar de en lugar de de un modo que no sólo es disimularse, precisamente en disimularse imposible de evadir, sino que este intersticio donde el arte y además hace al público plenalo cotidiano convergen es de mente consciente del papel que donde saca sus potenciales para cumple como individuo, parte resemantizar los componentes de un conglomerado social. de su universo, realizando un Nos proponen una invitación descolocamiento de lo habitualmente percibido, las ideas en estos objetos a desautorizar lo comúnmente no cuestionado, atañen a profundo tratamiento conceptual, pero aquello que se da por sentado. Poniendo en evidencia el lado perverso de las imágenes. con un añadido poético y desencajante.

María Belén Granda (Quito, 19842014) artista multimedia, realizó importantes muestras dentro y fuera del país, de las que caben anotar La Joven Estampa, La Habana, Cuba, 2006; +/Esperanza, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, San José, Costa Rica, 2010; Muestra N/N, Quina Galeria, Belo Horizonte, Brasil. En 2009 obtiene una Mención de Honor por su trabajo de titulación para el grado de Licenciatura en Artes por la Universidad Central del Ecuador, en el año 2010 forma parte de Escuelab como investigadora asociada. Del 2004 al 2010 formó parte de colectivos artísticos Carne de Cañón e Hijos de vecina S.C.C. Desarrolló además un trabajo ligado a las pedagogías escolarizadas y no escolarizadas.

67


El caso de la salchicha, políptico, óleo sobre madera, apropiación del libro Primeros auxilios infantiles, 2013


La cena esta servida, chupones, alfiler, cinta, cabellos, 2013

Contenciรณn del aliento, taza de cerรกmica y pieza torneada de metal, 201


Hogar dulce hogar, vajilla de vidrio reensamblada, alacena de madera, 2007

Hogar dulce hogar (detalle), 2007


La importancia del nada, รณleo sobre lienzo, apropiaciรณn del libro Primeros auxilios infantiles, 2014



El cuerpo insumiso Panorama de la poesĂ­a escrita por mujeres en Ecuador Milena Granda Ensayista y cuentista

Femicidio boca ariba, Pamela PazmiĂąo1, tinta, espray y collage, 60 X 150 cm., 2013


De la poética femenina

género masculino que destacan en la época, aunque los estudios ensalcen un cosmos con innuablar de una poesía femenina ha servi- merables nombres yo apenas rescataría una dodo para visibilizar a las creadoras que cena2. Esta selección responde a un análisis muy sistemáticamente han sido apartadas superficial, escrito a pedido de la revista Imagien todas nuestras culturas patriarcales, más no es naria, no pretende profundizar en los vericuetos sino una posición política para luchar contra un lingüísticos de la poesía y, por supuesto, la hago orden de segregación hacia la mujer, puesto que desde mi apreciación personal como investigano existe una «poesía femenina» como tal, sino dora pero también artista sensible y tiene como poesía escrita por mujeres u hombres que aborda fin establecer un parámetro de creadores que han temas femeninos más no por ello son exclusivos cambiado nuestra visión de las letras del país con del género, de lo contrario la poesía de Safo no absoluta originalidad e independencia de modas podría ser entendida ni apreciada por la huma- o movimientos político-sociales. Probablemente nidad masculina. En una época donde la revolu- quedarán fuera muchas poetas que otros consideción feminista de los años setenta del siglo XX ha ran «importantes». La selección está conceptualogrado, definitivamente, el acceso a las mujeres a lizada desde la importancia y todas las áreas del arte y el saber trascendencia de su obra poéhumano, así como a la mayoría tica en los albores del siglo XXI de instancias del poder, todavía y, como ya he mencionado, en somos sensibles a un abuso y su contexto como poesía que acoso cotidiano donde nuesaborda temas femeninos, por tra contraparte masculina se lo tanto me interesa más la Es irónico que esfuerza por irrespetar a quiepermanencia de sus obras que siendo más que nes, al menos en cifras, consla influencia del sujeto artista y los varones nos sus avatares históricos. tituimos más de la mitad de la sintamos como humanidad pues las mujeres no una minoría Por ello dejaré de mencionar somos una minoría pero somos discriminada algunos casos interesantes en tratadas como tales. Esta situael imaginario ecuatoriano, emción hace que persista el miedo pero cuyas obras, a la luz de la por la forma en que están eshistoria, ya no poseen el peso tructuradas nuestras sociedades estético que tal vez apreciaron —más aún en aquellas culturas sus contemporáneos. donde la mujer está sometida al dominio absoluto del varón, como sucede en medio oriente o ciertas culturas de los pueblos originarios de América—, miedo Albores que lo sentimos diariamente, miedo a ser manoseadas, ultrajadas, blanco de palabras y diatribas La literatura femenina ecuatoriana empieza con soeces e incluso miedo a ser consideradas ciuda- una narradora y una poeta, dos mujeres referendanas de segunda clase para cualquier trámite ci- ciales que expresan la dicotomía entre la mujer vil o privado, lo cual socava nuestra autoconfian- rebelde, dueña de sí misma, y aquella otra marcaza y nos convierte en una minoría discriminada. da por una cultura que la sobaja a la total pérdida de autoestima, que ni tan siquiera el arte puede Esta breve artículo pretende rescatar las voces reparar. poéticas femeninas ecuatorianas más importantes desde mediados del siglo XX hasta principios del Ellas son Marietta de Veintemilla (1855-1907) siglo XXI, no son muchas, como tampoco, desde y Dolores Veintimilla (1829-1857), mal llamada mi punto de vista, son demasiados los poetas de «de Galindo», como si hubiera sido propiedad

H

74


de su marido. No pueden ser más disímiles entre ellas, como si la «e» y la «i» en el medio de sus apellidos las distanciara irreparablemente. La primera ostentó el poder casi absoluto gracias al despotismo de su tío Ignacio de Veintemilla, fomentó las artes, fue una figura de enorme peso en la historia nacional e incluso se hizo celebre en la defensa del régimen tomando las armas, por lo cual fue apodada «La Generalita», evocando, por su resolución, a otra quiteña que fue siempre insumisa al machismo en su época, Manuela Sáenz. La segunda es un caso trágico, su suicidio3, aparentemente provocado por el acoso de los clérigos Ignacio Marchán y Vicente Solano, denota una personalidad opuesta a la primera, pero evidencia la presión a la que estaban sometidas las mujeres a finales del siglo XIX. Ninguna de las dos son creadoras notables, han sido anotadas en la historia por sus peculiares vidas.

Dos mujeres en los sesenta Desconozco la producción de más de medio siglo y llego a Ilena Espinel (1933-2001), cuya obra más interesante despunta en los años sesenta (más no por ello estará inscrita en la vanguardia de la época) anclada en el posmodernismo rescato el libro Triángulo (1960), donde alcanza alturas interesantes con su lírica: Que una mosca divina se ha bebido el secreto final de las arterias. Y que las cinco letras de tu nombre —con amarga dulzura— brillan en el estiércol de mis lágrimas. Y Alicia Yánez Cossío (1928), más importante por su producción como novelista, especialmente por Bruna, Soroche y los tíos (1972), Más allá de las islas (1980) y Memorias de la Pivihuarmi Cuxirimay Ocllo (2008); aunque podemos destacar sus libros De la sangre y el tiempo (1964) y Poesía (1974). Recojo de ella los versos que me hicieron escribir mi primer libro:

75


La mujer es un mito: lleva a cuestas el fardo de su carne en el mísero comercio del prostíbulo. Cada noche de sus manos ávidas el amor se le va, sin darle nada… Mujeres como cáscaras, mujeres como esponjas mujeres como tumbas olvidadas.

La lluvia simplemente y para después un sincero intercambio de escalofríos cada vez que sea el día de los huesos. O cuando gira totalmente el concepto de los amantes de Sumpa — ­ tema que también han tratado Jorge Enrique Adoum e Iván Carvajal—, en el poema «Abrazos arqueológicos»:

Desacralización de lo cotidiano Sonia Manzano (1947), también pianista, ensayista y narradora, publica ya en 1972 El nudo y el trino, más serán sus obras de madurez Patente de corza (1997) y Último regreso a Edén (2007), las que la destaquen como poeta. Su lírica es fundamental por la violenta desacralización de lo cotidiano, así, en el poema «Una sociedad que no tiene nada de anónima», nos recuerda lo mejor de las vanguardias contestarías del siglo XX, especialmente al Nadaísmo colombiano: El sin sentido de tu cara de paraguas le va muy bien a mi oficio de aguafiestas. Asociémonos y pongamos una funeraria o escribamos las crónicas torrenciales que se le olvidaron al diluvio. Pero por favor: nada de arcas, ni de parejas disparejas, ni de enredos bicolores (eso está bien para los geranios).

76

Dos esqueletos juntos no hacen un amor /prehistórico, huesos ávidos de sí mismos no hacen abrazos arqueológicos. No necesariamente quienes ponen las /mismas palabras sobre la mesa mueren juntos en la misma cama. Dos ausencias unidas por la espalda duermen en un solo olvido. Más piedras sobre estos huesos hubieran /impedido siglos de imprecisiones históricas.


La «poesía erótica ecuatoriana», promulgó una obra basada en el cuerpo y la sexualidad como instrumento de reflexión en una sociedad conservadora

O el brutal «Atropellar a un pájaro», clímax de su irreverencia, donde su existencialismo nos recuerda al beatnik Gregory Corso: Atropellar a un pájaro es meter la mano de un niño en la licuadora, es provocar un deslave encima de una escuela, es caerle a martillazos a los huevos indefensos de una granja vecina. […]

Atropellar a un pájaro es torcerle el brazo a una viejita con una llave china, es aplicarle a un inválido todo el rigor de las muy bien llamadas artes marciales. […]

Atropellar a un pájaro es pasarle por encima las llantas a un pájaro retroceder y volverlo a matar atropellándolo. La «poesía erótica ecuatoriana» En los años ochenta muchos jóvenes artistas se vincularían a los denominados «talleres de literatura», dirigidos por escritores con cierto renombre, o de jóvenes disconformes como quienes integraron La pequeña Lulupa, de ese crisol nacería la «poesía erótica ecuatoriana», un movimiento surgido en los años noventa del siglo XX que promulgó una obra basada en el cuerpo y la sexualidad como instrumento de reflexión en una sociedad conservadora, intentó romper con los estigmas sobre el sexo y las minorías sexuales y tendió lazos con las religiones de los pueblos originarios del Ecuador. Sus integrantes fueron mayoritariamente mujeres. Como en todo movimiento pocos han descollado por su valor estético, y su obra

ha sido bastante predecible y plagada de lugares comunes4. Sheyla Bravo (1953-2011), instigadora de la «poesía erótica ecuatoriana», publicó una extensa compilación: La voz de Eros, dos siglos de poesía erótica de mujeres ecuatorianas (2006), que recoge y redescubre, importantes creadoras, aunque la selección no es rigurosa. Su lírica, desde la publicación de su primer libro Yo mujer (1971), es irregular en hallazgos poéticos, se enfocará en una preocupación permanente por la muerte siempre en diálogo con el cuerpo y el amor, la publicación póstuma de su obra en seis tomos Obra poética completa de Sheyla Bravo Velásquez, permite comprender estas divergencias en su creación, rescato estos fragmentos:

77


Acéptame también como demonio Como buitre que ronda su propia muerte Como encarnación de lo siniestro como al mal Acepta mi parte oscura mi ser malvado y los errores producidos por mi sombra […]

Acéptame como bruja como manipuladora de mí misma y de mis semejantes con este rostro mío sarcástico que se burla de mí desde mi propia mente por mis ansiosos deseos de alcanzar la /santidad acepta la locura que me corroe que me lleva a disfrazarme de tantos /personajes confusos a la vez

Natasha Salguero (1952), quien produjo una novela interesante en 1990, Azulinaciones, con la cual se hizo acreedora al premio Aurelio Espinoza Pólit, sin embargo no ha perseverado en su quehacer como narradora. Entre lo más relevante de su producción poética está Nave palabra (2001), tal vez donde describe en el poema «País» el sino de ser mujer en el Ecuador:

78

Algunas mujeres madrugan a la misa, o como sonámbulas aves se van posando en las oficinas. Otras, las estáticas, abren los desmesurados /ojos para vivir ajenas vidas, o lavan arduas mañanas de polvo y fogones. En No me digas que me amas (2005) dará rienda suelta a su pasión por la música y el baile, viva expresión del erotismo femenino: Bailamos el amor imposible, el abandono y otros boleros entre la hojarasca de todos los poetas borrachos de palabras, ahítos de vodka. Aleteando dos gardenias abismando cada vez más los besos al compás de la vieja victrola nuestros cuerpos se buscan. Jennie Carrasco (1955), relacionada en los años ochenta con los talleres de La pequeña Lulupa, también es narradora. Se afianza en la lírica nacional con sus obras De noche el negro sueño (2010) y Confesiones apocalípticas (2011). Este último libro nos enfrenta a una poeta que se distancia de la «poesía erótica ecuatoriana», para entregarnos una expresión distinta, incluso que parece renegar de sus anteriores creaciones, entre el desen-


canto y la muerte. Por ejemplo este fragmento de «Posesión»: Sal de mi cuerpo, salgan todos ustedes, hombres que me han poseído, o echaré veneno en cada arteria, sosa cáustica, mangueras de agua, bombas. O este otro de «Por vía aérea»: Nada. Una nada verde y solitaria. Se acabaron las bengalas, se detuvo el vuelo de las aves, cerveza sin espuma, niña sin dientes, risa perdida. Los pies no sienten el cristal esparcido por la tierra, todo se vuelve rojo, sangre que chorrea desde el piso superior. La niña aspira polvo blanco, infla un globo y se lanza al vacío. […] Finalmente de «La mancha de su beso»: El encontró lo opuesto imaginado: ella no era la dama de sonrisa pintada, prefería andar descalza y tejer su vida fuera del mundo. Y él tuvo miedo. No comió por temor a ser envenenado, no bebió pues le pareció ver en el agua la peligrosa turbiedad del enemigo. Sara Vanegas Coveña (1950) y Aleyda Quevedo (1972) se configurarán como las más significativas poetas de finales del siglo XX y principios del XXI. Ambas producen sus obras esenciales a partir de los años noventa, Vanegas, desde PoeMAR (1994) hasta sus últimas producciones no cejará en una obra que la ha convertido en una de las creadoras más importantes de nuestra época. Poeta universal, en equilibrio entre el mar y el desierto, como si la costa del Pacífico, sequedad y humedal, hubieran labrado su arte, aborda todos los temas posibles, «Café» es un ejemplo de su destreza:

y agua compartimos el pan la soledad la muerte de rodillas en un poemas gris/ desubicado O «Exilio», breve, pero profundo como una pincelada: vienes del otro lado de las aguas tras la huella pavorosa de un adolescente muerto para amar su ceniza vienes, hermano mío, a refugiarte en el antiguo misterio de la tarde y el bosque en llamas te devuelve una vez más su rota cabellera

Sara Vanegas y Aleyda Quevedo se configurarán como las más significativas poetas de finales del siglo XX y principios del XXI

mientras espero el día Alejandra y Alfonsina y Safo se acercan a mi mesa ordenan café negro

79


O estos cuatro versos que parecen expandirse al infinito: como en los viejos tiempos: tu corazón será enterrado en medio del desierto para que los pájaros recuerden su ruta más allá del mar Y siempre será PoeMAR su obra más ambiciosa y estructurada, les dejo un fragmento: te aferrabas a las velas el barco ya no estaba el mar tampoco tu propia voz es una alucinación mientras el tamborileo de las aguas recuerda alas en el torso de una mujer /acuática y sientes el sabor verdoso de sus cabellos estás sola frente al mar y el mar es una alucinación Quevedo —su primera obra la publicó cuando aún tenía 16 años5—, se afianza con su libro Algunas rosas verdes (1996) y alcanza profundidad poética con Espacio vacío (2001) y Soy mi cuerpo (2006). Por su temática ha sido vinculada con la «poesía erótica ecuatoriana». Centrará su quehacer siempre desde el cuerpo, como ejemplo su poema «Los jadeos»:

Pulsan sus sexos húmedos y tibios Otra vez los jadeos los arcos perfectos de las nalgas El cansancio que produce la agitada posición Y la calma final que abre la puerta. O cuando se mira a sí misma: En mitad del cuerpo tengo un lago absoluto Tú lo conoces bien porque sabes de mis perversiones Quevedo no escatima en hacer de su poesía un arma perfecta: Debo llegar a mis hondos animales Esas bestias angelizadas que intuyen por /mí y me vuelven bondadosa, callada y pálida Siempre consciente de su género: Obedezco al llamado de las cenizas de la mujer enterradas al borde del cielo son los restos de Alejandra Pizarnik que descansan en mi territorio

80


Alrededor del año 2010 se produce una explosión de nuevos valores en las letras

La constelación del año diez Alrededor del año 2010 se produce una explosión de nuevos valores en las letras, desorganizados como generación —todavía—, pero de fuerza indiscutible. Lo mejor de su poética probablemente está por venir, in desconocer lo que han editado. Destaca, en todas ellas, su tenacidad para investigar y divulgar la obra de otras artistas6. Maríaluz Albuja (1972), también novelista, de quien destacaré los libros La pendiente imposible (2008) y Detrás de la brisa (2012), este fragmento dice mucho de su universo: Si el bisabuelo aún viviera escondería en su cajón la última pizca de /morfina —en confidencia de celoso boticario— «para la nena», pensaría en su sordera /taciturna… Mas quien me iba a comprender ese dolor si en la niñez la vida es algo irrefutable. María Augusta Correa (1976), también ensayista y narradora, ha escrito a la fecha dos libros de poesía, La esfera de Penélope (2011) y Mestiza (2014); su obra evoluciona hacia una introspección donde poco a poco se desprende de los temas clásicos

«femeninos», o al menos eso es lo que yo quisiera, como la siguiente composición: naturaleza humana los títeres yacían en el suelo confusión de trapos de colores, sobre el proscenio giraba lenta una manzana roja suspendida del encuentro de las vigas: ellos algo tenían de nosotros María Paulina Briones (1979), es además narradora, periodista, directora de la Casa Morada y del sello editorial Cadáver Exquisito. Su libro Tratado de los bordes o la cercenación del estero indaga una temática erótica intensamente urbana, rayana en lo político, del poema «Instrucciones para usar objetos cortopunzantes», he seleccionado este fragmento: El torturador sabe que no es cuestión de tiempo sino de estrategia.

81


Otras carnes nobles recibirán este trozo de brazo arrancado de mi cuerpo. Noble es la carne que me alimenta; también la que me envenena. Pronóstico: la muerte. María Auxiliadora Balladares (1980), ensayista y narradora, ha publicado el interesante estudio Todos creados en un abrir y cerrar de ojos. El claroscuro en la obra poética de Blanca Varela (2015). Su primer libro de poesía es Animal (2017), lírica desenfada y provocadora, les recomiendo visitar la página creada por Fernando Escobar —también poeta y cuentista de su generación—, «El hombre aproximativo», de la cual he seleccionado un fragmento: «En esta foto somos hermanas» Ya sabes que me gusta montarte Con desesperación Y en cualquier lado Que un comentario así Solo responde a La necesidad de ser sórdida Que se instala entre una sien y otra O quizás niega la posibilidad De un incesto aún más tremendo —barbaridad— Que seas tú mi madre Que la vagina que me parió sea la misma En la que mis dedos juegan Y mi boca Y mis senos Y mis pies Y mi puño ¿Madre o hermana? A veces madre A veces hermana Insensatez desear lo que ya se tiene Melancolizar en torno a la persona que /está al lado de uno Comiéndose las uñas Yo a veces me las corto pensando Que quizás te penetre por atrás con uno /de mis dedos

82

Y que no quisiera lastimarte Solo que sientas mis yemas Como si el mar te invadiera hacia dentro Yemas como mar como balas Andrea Crespo Granda (1983), con tres libros, dos de estos últimos premiados: L.A. Monstruo (2013), Registro de la habitada (2016) y Libro Hémbrico (2017), se configura como una creadora ecléctica, que explora sin temor al error. Un fragmento de su poema « Tiempo c»: Melancolía del puerto. a, despertó temprano para poder acercarse a su ansiedad de animal aturdido. Preparó café, se envolvió en el silencio del cuarto. Normalmente a. divaga en el pasado, es como un péndulo.vacila entre la niñez y las probabilidades. El olor del caos es lo único que le permite sobrevivir sin descubrirse la máscara. Olor.- Sal, un rastro de insectos que se cuajan en las alcantarillas, los hilos de las palabras cubren el horizonte. Todo comulga sobre las cabezas.


Dina Bellrham (1984-2011), su verdadero nombre era Edelina Adriana Beltrán Ramos. El libro póstumo De Je suis malade (2012), nos deja una poesía marcada por la sombra de la muerte y la desesperación:

Para dejar crecer más allá del cielo las flores.

La tos es la muerte del amor de cantinas. La tos no escatima súplicas a la afonía verde de los insectos.

El hombre se inicia en un poema cuando se sienta sobre el mar y lo reescribe.

Y pensar que siempre quiero marcharme dejando las maletas debajo del catre, y el abrigo puesto en el cuerpo de otra. Gabriela Vargas Aguirre (1984), quien es además diseñadora gráfica, como algunas creadoras de esta generación no posee aun un libro editado*, más sus textos publicados en revistas y antologías parecen el rumor de un río que inundará la llanura de la poesía, este fragmento del poema «R», dedicado al poeta cubano Reinaldo Arenas, ha llamado mi atención: El hombre se inicia en un poema cuando se ensucia las manos, se astilla y sangra, ese encuentro con la ruptura que es conversa, que es confusa que es el inicio de los que no pueden ver ni tocar una burbuja que es una canción que escapó de mi para robarte: Para soñar con ser esos niños que atrapan el mar y se lo guardan todo en el pecho.

Para permanecer de pie contra todas las fauces.

Andrea Torres Armas (1985), ensayista y narradora, su único libro en poesía, Ubicación geográfica de los sucesos (2015), está basado en el feminicidio, en 2013, de Vanessa Landínez en un hotel de Ambato. Su obra la ubica como una promesa en la lírica de nuestro país, rescato un fragmento de «Epitafio Pop»: Haría que aprender a morir como Amy Winehouse she died a hundred times o como el prestamista machaleño: con show mediático incluido, llanto sobre el difunto y epitafio pop «aquí yace el pinga de oro». Carla Badillo Coronado (1985), también es novelista, periodista y traductora, ha ganado importantes premios con todos sus libros publicados, en poesía Belongings | Pertenencias (2009), Partituras Incompletas (apuntes de música y otras obsesiones) (2011) y El color de la granada (2015).

83


Su obra, siempre intertextual en el argumento, le ha ganado ya un espacio en las letras, reproduzco «Midnight Blues», basada en la composición homónima de Snowy White: Él extiende la noche con sus cantos pues sabe que me iré a la madrugada cuando espíritus de viejos lobos vengan a buscarme nuevamente.

Y desde allá arriba gritaré que te odio y /dañaré mi himen a puñetazos. Porque nadie merece manjar sin antes /probar el infierno. Porque no es cuestión de meter y sacar, si /de todas formas me dejas jodida.

Entonces miraré de lejos sus labios pálidos sobre la armónica y un blues atravesará mi espalda como un rayo que parte en dos al cadáver que se niega a morir. Y este breve poema, reclamo sin miramientos al amante perdido: Hubiese sido más romántico que mueras atorado con mi lengua o asfixiado, sofocado al interior de mi boca. Así sabría dónde están tus restos. Así me hubiese convertido al fin en tu última morada Leira Araújo (1990), es también actriz, en 2015 ganó el Premio de Poesía Ileana Espinel con Última noche en el país de los hoteles, su intenso fraseo nos recuerda un poco el hip hop, de su libro Caníbales (2015) he seleccionado este fragmento:

Yuliana Marcillo (1987), también narradora, ha publicado No debería haber mujeres buenas (2010), su poesía bronca, salvaje, se irá puliendo con el devenir, rescato un fragmento de su primer libro: Libertad o sangre, me dices. Poesía o muerte te digo yo. Que sea la muerte entonces, deja que ella /venga despacito. Se disfrace de Dios y nos embriague de /placer. Deja que termine en mi ombligo y limpie /los canales que vomitan pescados.

84

Yo creía que al menos tendría alas y oro cubriéndome la frente pero entre fotogramas viví el pánico del acero quirúrgico negociando los pulmones de mi madre con frascos coloreados al azar e intravenosas que le sacudían la infancia. Entonces ella gritaba a mi abuela, yo le gritaba a mi abuela, mi hermana le gritaba a mi abuela, la tía le gritaba a la abuela. Se tenía que hacer pública aquella hipótesis de que la abuela era abuela pero era mala madre. Lo logramos. La partimos. Nos comimos sus piernas pequeñitas y su boca que se sostenía sobre el mentón de los besos infinitos del 96. Los caníbales celebramos cumpleaños y fiestas de guardar.


La última generación aun está configurándose y el panorama no es claro, probablemente más de una es todavía desconocida, sin embargo he situado a aquellas que por lo pronto han dejado ya una huella, con su obra, en el cambiante mundo de la poesía, con seguridad, como ha pasado con otras generaciones, el tiempo hará su trabajo. Notas: Pamela Pazmiño (1984), artista plástica y visual, cofundadora del Colectivo de Artes Visuales La Emancipada (2009). Ha sido productora del Primer Encuentro de Arte Mujeres Ecuador (2012). Obtuvo el primer premio del Salón de Arte Contemporáneo Mariano Aguilera 2006, segundo lugar en la Bienal de Grabado «La estampa joven», Cuba, y el Premio Fondo SECU a la creación artística (2014).

1

Aunque la generación modernista y postmodernista han sido citadas como fundamentales en las letras ecuatorianas, las considero bastante pobres en cuanto a hallazgos poéticos. Propongo una lista muy escueta de creadores que se deben considerar esenciales. Empezaría con Alfredo Gangotena (1904-1944), situado en las antípodas de las corrientes de la época, dueño de un lenguaje personal cifrado en su propio universo, quien se relacionó con un sector de la intelligentsia francesa divergente de los grandes movimientos de los años veinte como el surrealismo. Su obra, de una filigrana excepcional, está escrita casi enteramente en francés y ha sido rescatada recientemente por sendos estudios de investigadores, que lo han posicionado como una de las voces más importantes del siglo XX. Seguiría con Jorge Enrique Adoum (1926-2009), quien en cambio, se involucrará en el Indigenismo y posteriormente será parte de la generación contestataria de los sesenta, manteniendo hasta su deceso una posición beligerante como crítico del sistema, y poeta de inmensa riqueza y profundidad.

2

La generación tzántzica de los años sesenta producirá solo dos poetas importantes, Humberto Vinueza (1942-2017) e Iván Carvajal (1948), quienes se destacarán con sus obras a partir de los años ochenta. Carvajal con Los amantes de Sumpa (1983), En los labios / la celada (1996), Inventando a Lennon (1997) y su espléndida antología Tentativa y zozobra (2001). Vinueza con Poeta tu palabra (1988), Alias lumbre de acertijo (1991) y Tiempos mayores (2001), más una obra antológica post mortem corregida por el propio autor y publicada por la editorial Eskeletra en este año, De la voz y del silencio.

El suicidio ha sido un patrón en muchos creadores sensibles, sean hombres o mujeres, basta señalar la generación modernista ecuatoriana, César Dávila Andrade, o los más recientes casos de Cecibel Ayala (1986-2013), Dina Bellrham (1984-2011) y Kelver Ax (1985-2016). 3

Es una leyenda que Safo se quitó la vida arrojándose al mar, muchos suicidas lo hicieron porque no tenían opción, como es el caso de Walter Benjamin, cuando supo sería entregado a la Gestapo por la policía franquista, o Vladimir Maiakovski que reinvindicó su libertad frente a la opresión estalinista, se me ocurren algunos creadores notables del siglo XX como Georg Trakl, Alfonsina Storni, Violeta Parra, Sylvia Plath, José María Arguedas, Paul Celan, Alejandra Pizarnik, Primo Levi, Virginia Woolf, Yukio Mishima que cometió seppuku, entre otros ilustres de las letras mundiales. Entre sus principales exponentes estarán Sheyla Bravo (1953-2011), Natasha Salguero (1952), Jennie Carrasco (1955), Margarita Laso (1963), María Fernanda Espinosa (1964), Catalina Sojos (1951), Carmen Vásconez (1958), Aleyda Quevedo (1972), Ana María Iza (1941-2016), Raúl Vallejo (1959), Thalía Cedeño (1951), Cristóbal Zapata (1968), Patricia Noriega (1976), entre otros. Sheyla Bravo menciona en su introducción a los artistas plásticos Luiggi Stornaiolo, Fabiano Cueva, Ana Fernández e Ismael Olabarrieta que «pintaban cuadros eróticos como telón de fondo de nuestros versos». La voz de eros, 2006, p. 5.

4

Tres testigos textuales (1989), libro que incluía al también poeta Edwin Madrid, quien sería luego su esposo.

5

Ramiro Oviedo (1952), Fernando Balseca (1959) y Vicente Robalino (1960) han sido autores de una producción sólida y transformadora.

Destacaría la labor de Daniela Alcívar Bellolio (1982) y Solange Rodríguez Pappe (1976) como ensayistas y difusoras de los nuevos valores de lo que empieza a ser un boom de los escritores nacidos alrededor de los ochentas. Otras investigadoras importantes de esta ola son Cristina Burneo (1977) y María Helena Barrera-Argawal (1971). En narrativa se debe mencionar a Mónica Ojeda Franco (1988), Silvia Stornaiolo (1988), Sandra Araya (1980) y la propia Solange Rodríguez.

Luis Carlos Mussó (1970), Pedro Gil (1971), César Eduardo Carrión (1976), Ernesto Carrión (1977), Juan José Rodríguez (1979), Santiago Vizcaíno (1982) y Andrés Villalba (1981), corresponden la constelación del año diez, generación sin ningún vínculo de movimiento, pero interesantes en cuanto a su rigurosidad.

* N. del E.: Gabriela Vargas Aguirre apareció en la antología Mujeres que hablan. Literatura ecuatoriana contemporánea. Editado en la colección Línea de Volcán (2015) por el Gobierno de la Provincia de Pichincha. En julio de 2017 publicó su primer libro La ruta de la ceniza, en Editorial La Caída.

6

85



Marco RodrĂ­guez: El hombre que se mueve en una pequeĂąa nave Javier Lara Santos Periodista y poeta


L

as puertas se abren y la buena música invade el ambiente llenándolo de buenas vibras, esto sucede en uno de los ascensores del Consejo Provincial en la ciudad de Quito, en donde podemos encontrar a Marco Vinicio Rodríguez Aguilar, más conocido por todos los que trabajan ahí o frecuentan estas instalaciones, simplemente como Marquito, así, con un cariño que ha sabido ganarse día a día. Él es el encargado de transportar a cientos de personas diariamente por los diferentes pisos del alto edificio, y también se encarga de transportarlas a otro lugar, dentro de ellos mismos, o dentro de sus sensaciones o recuerdos, cuando suena la música que él mismo recopila de Internet para ponerla en el cubículo, ritmo que sube y baja, que oscila entre pisos, que abre y cierra las puertas mientras el día sucede y la vida pasa en aquella nave de sonidos y conversaciones, de bromas y sonrisas, de amistad y recuerdos. El ascensor es un pequeño mundo dentro del mundo del edificio, y Marco es el piloto de esa nave. Ahora la puerta se abre en el piso 18, aunque podría ser cualquier otro piso, la gente ingresa, Marco sonríe, le comentan cómo va la Liga de Quito en el campeonato nacional, discuten de fútbol amablemente, en el fondo se escucha una canción de Ray Charles, «Hit the Road Jack», mientras la gente sigue entrando. Con su grabadora, su música y su buen humor, pone el color que no tienen otros ascensores en otros edificios ni en otras ciudades frías, «de lunes a jueves pongo rock clásico: Deep Purple, Led Zeppelin, Louis Armstrong, Kiss, Gary Glitter, Matt Monro, Frank Sinatra, Electric Light Orchestra, Tina Turner, los martes a veces pongo reggae: Bob Marley, Alpha Blondie, UB40» comenta Marquito mientras maneja los botones del ascensor de una manera automática, le sale tan natural como hablar o reír. Toda la música que tiene la baja de internet, y continúa explicando su hobby: «Eso me gusta hacer algunas tardes. Yo salgo de aquí a la 1 pm. Tengo en mi tarjeta de memoria al menos unas dos mil canciones, por ejemplo, los viernes

88

pongo salsa, pero no a todos les gusta, algunos ya están acostumbrados al rock clásico y me bromean diciéndome que de lunes a jueves viajan conmigo, pero el viernes tomarán otro ascensor (risas), también tengo pasillos, pero esos nunca los pongo acá, sino que los utilizo por ejemplo cuando estoy arreglando o limpiando mi casa. Yo me acuerdo que cuando vendía chicles por la avenida Amazonas había un barcito tipo discoteca, que se llamaba Barrabás, recuerdo que yo me sentaba en un rinconcito a escuchar la música, yo tendría unos nueve o diez años, y desde allí me enamoré de la música en inglés y sobre todo del rock clásico». Marco Rodríguez lleva ya treinta y ocho años en el sector. Treinta y dos de los cuales tuvo la profesión de limpiar zapatos en las afueras del edificio. Y dentro del Consejo Provincial, como ascensorista lleva ya seis años. Mientras el ascensor oscila entre las alturas, él comenta que está aquí desde la inauguración del edificio «en esta esquina había una casa de estudiantes —mientras señala hacia el este, hace memoria y continúa— más allá, entre un restaurante y una zapatería, había bodegas de otavaleños que vendían ponchos y artesanías, donde actualmente es el parqueadero había la empresa llamada Guimsa, una heladería, y una cantinita de fritadas y cerveza, también estaba el colegio 18 de septiembre, y la esquina de la virgen, en la calle Ante y avenida 10 de agosto». Pareciera que sus ojos miran lo que señala en la memoria desde el ascensor hacia los puntos cardinales, entonces se vuelven limpios, luminosos.

Mi tío, alma bendita Luego de una pausa, continúa recordando desde su asiento, desde su cabina de piloto de la nave: «Yo trabajaba en una mecánica industrial, fue mi primer trabajo, con 300 sucres semanales le daba a mi mamá 200 y yo me quedaba con 100, qué gusto era recibir mi primer sueldo. Después vendía chicles en la avenida Amazonas, por esos tiempos ya comencé a ver cómo este edificio se


transformaba poco a poco, y mi tío, alma bendita, trabajaba en el Consejo. Un día mi mamá me dijo: «Marco ¿por qué no hablamos con mi hermano para ver si te consiguen el puestito para limpiar zapatos ahí?», por ese entonces había un señor de apellido Recalde, que era el único lustrabotas, ahora hay como veinte personas, es que antes había solo una torre del edificio, era pequeño, ya que la torre grande era el Conades, el presidente Roldós formó el Consejo Nacional de Desarrollo como entidad técnica para la planificación del país», afirma.

comencé limpiando zapatos, los lunes hacía diez turnos, la gente me buscaba para lustrarse conmigo, yo siempre he sido bien conversón, tenía bastante trabajo, y a veces los compañeros de al lado no tenían mucho, tal vez sería por la buena atención, el compromiso, hacerlo con amor. Sea lo que sea que uno haga hay que saber hacerlo con cariño. Por ejemplo venían muchas mujeres a lustrarse su calzado, yo no les hacía alzar la pierna hasta el montículo de limpieza, sino que les pedía amablemente que se saquen el zapato, para limpiarlos en mi mano, son detalles que le gustaba a la gente. De la misma gente he aprendido muchas cosas, de sus conversaciones, sus anécdotas y experiencia, esto ha sido una especie de universidad de la vida, poder escuchar cada opinión».

«El esposo de mi mamá fue el que me hizo mi primer cajón, de dos pies, para instalarme ahí, me traje un sillón que me regaló mi tío, un sillón de fierro, antiguo, comencé a cobrar un sucre con cuarenta centavos, llegué en noviembre del Claro que siempre hay una per78, mi hermano fue el primero sona pícara y de buen humor que limpió un par de zapatos, que pone la alegría en situaciopues fue él quien me dio colones cotidianas, una anécdota, Sea lo que cando el carrito, yo me hacía de entre tantas que Marquito sea que uno una cosa de 20 sucres diarios, recuerda, es la ocasión en la haga hay que me parece, y con el tiempo fui que una señora del Conades saber hacerlo tomando experiencia, trabajafue a limpiar su calzado con él, con cariño ba desde las seis de la mañana cuando Marco le dijo: «Tenga hasta las cuatro o cinco de la la bondad, sáquese», la señotarde, a veces hasta las siete, mi ra, sin decir palabra, se da la papá y mi hermano me traían vuelta, se desabrocha un poco la comida. En la puerta de viy dice, ¿la falda? Marco se quedrio me bajaban un alambre dó perplejo, sin saber qué decir, de luz con toma corriente, yo solo reía. Así mismo, cuando tenía un televisor chiquito para ya era ascensorista: «Una doctora del piso 18 una ver el mundial, vi tres, el de España 82, el de México 86 y el de Italia 90, muchos bajaban a ver el vez me dice, «Marquito lléveme al cuarto», y pues fútbol en mi puesto, al medio día, algún abusivo yo le digo, jefa ni soñando eso… a lo que ella me se sentaba en el sillón para limpiar zapatos y yo dice, ¿qué me dijo? Y le dije que mejor hablemos le decía, compañero por favor, traiga su propio con propiedad… la doctora sonrió, fue una brosillón de arriba». ma con mucho respeto».

Buena atención, anécdotas y zapatos «Gracias a dios todos me conocen aquí, cuando me tomo algunos tragos con los amigos, suelo ser muy tranquilo, me aprecian porque en todos estos años siempre he sido respetuoso. Cuando

Pero en otras ocasiones, por ejemplo, algún conocido del mismo Consejo le traía maletas de zapatos, como veinte pares, de los hijos, de la familia, de toda marca y color, le dejaba larga tarea, se quedaba hasta las siete de la noche y dejaba de asistir a la Federación de Ligas Barriales a la que perteneció por muchos años.

89


De la costa a la sierra, el arquero, el organizador Marco nació en el sector de La Colmena, pero su infancia la pasó en el barrio de San Roque, cerca de la Cervecería Victoria, «soy bautizado en la iglesia de San Roque, mi madrina hacía las originales empanadas de morocho en fogones hechos de ladrillo, y las vendía en el estadio».

pidieron ayuda para ir a las sesiones, tenía yo 17 años, leí los reglamentos, y me tomaron en cuenta, me gustó, mi apodo era «Patitas», y fue allí que me propusieron hacer un equipo barrial, mi tía en ese entonces trabajaba en Ecuapunto, ella nos donó unas telas». Marco jugaba de arquero, pero sobre todo fue dirigente deportivo por casi quince años. «Yo creo que me hubiera comprado un departamento o algo con la plata que gané». Reflexiona. «En mi barrio, en La Patagonia, organizaba campeonatos todos los años, llegamos a tener 54 equipos».

De San Roque salió como a los doce años para irse a vivir a Guayaquil con su papá. Ahí estuvo cinco años vendiendo chicles y conociendo los recovecos de la ciudad. Como no puede faltar un drama familiar, sus padres se separaron. Pensaban quedarse a vivir allá, pero nunca se acostumbró. «Mucho calor. En La Rotonda, por ejemplo, una vez De siete de la me arrimé a uno de los árboles mañana a una y sentí que me cae un palito en de la tarde, el brazo, cuando lo vi bien ¡era podrán verlo un insecto en forma de palo! manejando Me pegué un susto tremendo. esa nave que O, por ejemplo, cuando algusube y baja, na vez me quedé a dormir en el siempre con césped, me llené de hormigas y música, todos esos guayacos se me gosiempre con zaban». Dice entre risas.

El campeonato de «Los Chupanditos», comenzó con siete equipos de gente del barrio que los unía cierta bohemia. Marco y sus amigos hicieron la inauguración con todas las de ley, consiguieron camisetas y uniformes. «Todos los del barrio vinieron a ver lo que habíamos organizado, lo hicimos con trofeos y conseguimos un cerdo hornado para repartirlo entre todos, ni los chicos sobrios del barrio habían organizado algo así. El reglamento era: el que buen humor no entra con olor a trago no Luego de esas experiencias de puede jugar, el que está demaencuentros cercanos del tipo siado borracho, tampoco puede bicho, decidió volver a Quito, jugar. Y así comenzó a llegar la el viaje de regreso era toda una gente a ver esos partidos, había aventura, iban con su padre de buenas contiendas. Hicimos Guayaquil a Durán en barco, un segundo campeonato y fue con 17 equipos, eso les tomaba como un par de horas, y luego en tren a Chimbacalle, venían sentados arriba, imagínense cuánto ebrio jugando fútbol». admirando el paisaje y sus colores cambiantes mientras subían a la sierra, «nos hacíamos unas ocho horas, era fantástico pasar por la Nariz del El mayor de once hijos Diablo, los paisajes, los abismos». Pero no todo es trabajo y fútbol, a Marquito En ese regreso, ya cerca de cumplir los 18 años fue también le gusta la conversación entre amigos, a vivir al sector de Los Dos Puentes y comenzó su y qué mejor si ésta va acompañada de una buena derrotero por caminos deportivos. «Ahí había el bebida que caliente un poco el seso, «en la casa equipo Amazonas Junior, de la liga La Libertad. de don Olivo, a la vuelta de la esquina, en la Juan Yo iba a la cancha, me gustaba conversar con los Larrea, todos los choferes antiguos del Consejo amigos del barrio, hablábamos de fútbol, de cómo se pegaban los tragos, el típico trago de ahí eran jugaba tal o cual equipo, de estrategias, y luego me los dos dedos verticales de trópico con Güitig,

90


prácticamente el vaso lleno, yo entré a esa hueca algunas veces, y en un par de ocasiones me atreví a querer igualarme con ellos en la tomadera… ahí me dejaron dormido». Marco es soltero, es el mayor de once hijos, el mimado de su madre, como él lo reconoce: «Si alguna vez me rompió un palo en la cabeza —dice—, fue por alguna discusión tonta porque yo me quería ir de la casa de muy joven y ella, como me quería mucho, pues no supo expresarlo bien», ríe. «Mi madrecita, que en paz descanse, murió de cáncer hace ya cerca de seis años, y como nos tocó pagar cerca de quince mil dólares a los médicos, pues hice una rifa solidaria, comencé a ofrecer boletos a los compañeros del Consejo, y ahí fue que sentí la solidaridad de la gente de aquí, todos me compraban, me daban ánimo, algunos incluso me compraron boletines enteros». Su padre tuvo otra historia, murió en un hospital a causa de un golpe por tratar de evitar que le roben el dinero ganado en su profesión de comerciante, eso pasó hace veinte años, Marco recuerda a su padre con el afecto de un amigo, de un compañero de viaje, de un colega y maestro al mismo tiempo. Ahora vive con su hermana, en una casa que rentan por el sector de Quitumbe. Sumergirse en la música y los años El ascensor se detiene por un momento, pareciera que la gente se ha dado un descanso, pero es sólo

una ilusión de tiempo, pues en seguida entra alguien y toca reactivar las máquinas, la nave, para llevarlo a la planta baja. No pierde la oportunidad para iniciar una conversación. Y de tanto conversar por años con los colegas de la torre, ahora a él, a veces, le gusta dar consejos, a veces le consultan cosas, otras simplemente charlan con él para distender un poco el día, la rutina, no hace falta ser un PhD para tener conocimientos sobre la vida, como dice él mismo: «Estudié en el colegio Central Técnico hasta cuarto año, luego, dije, ya sé leer y escribir, ya sé lo que se necesita para vivir, y entonces me dediqué a trabajar». Quienes frecuenten las instalaciones del edificio de siete de la mañana a una de la tarde, podrán verlo ahí, sentado, manejando esa nave que sube y baja, siempre con música, siempre con buen humor. «A mí nunca me ha gustado que abusen de mí y por eso yo nunca abuso de nadie», dice mientras recuerda que al señor que ahora tiene su puesto de betunero, Marco no le exigió nada, incluso le regaló el carrito para que trabaje, comenta, mientras afuera la gente sigue en espera de que se abra la puerta. Marco Rodríguez acaba su turno, la tarde es luminosa, como para ir por una cerveza, o tal vez sumergirse en Internet en busca de otras joyas musicales para compartir con sus compañeros de viaje entre los pisos, la amistad y los años.

91


PĂĄgina WEB: www.pichincha.gob.ec Manuel Larrea N13-45 y Ante Quito, Ecuador Para este nĂşmero se han usado caracteres Garamond creados por Claude Garamond (1490-1561) y Gill Sans de Eric Gill (1882-1940) Descarga Imaginaria gratuitamente en: www.issuu.com o en: www.pichinchauniversal.com.ec




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.