Manolo ‘el Sereno’ y sus amigos
Manolo ‘el Sereno’ y sus amigos
Edita:
Asociación cultural “MAELSE”, Manolo ‘el Sereno’
Colaboran: Excmo. Ayuntamiento de Frailes Diputación Provincial de Jaén Diseña:
Paco Quirosa
El copyright de los textos y las fotografías pertenece a sus autores
Este libro ha contado con la “hospitalidad arcaica” de mucha gente, incluidos Juan Eslava Galán, Manuel Caño López, Jon Lee Anderson, Luis Aceituno, Salvador Compán, Francisco Martín Rosales, Mercedes García Castillo, Chris Stewart, Juan Antonio Díaz, Nieves Concostrina, Claudia Roden, Santiago Campos, Alicia Ríos, Paul Preston, Quique Andrés, Juan Infante, Jesús Pozo, Michael Jacobs y Paco Fernández.
Prólogo
do de la cultura, que tenemos unos recursos naturales que hay que poner en valor, que poseemos otros muchos culturales que habrá que plasmarlos en un futuro museo, etc. Si es así siento haberte defraudado Manolo, pero lo cierto es que creo que te mereces este pequeño homenaje que tus amigos te están preparando y en el que yo también voy a participar. Llegaste a Frailes ya hace tantos años y tu vocación fue desde siempre trabajar por este pueblo, todavía me acuerdo cómo el año pasado mientras veíamos cómo José Miguel el electricista (siempre a nuestra disposición) terminaba de colocar las luces para tu cumpleaños nos contabas cómo se pensó en su momento en hacer el grupo escolar, o el trato del actual Ayuntamiento o aquellas ampliaciones de calles y los problemas que aquello acarreaba, el lugar que se le buscó al consultorio e incluso cuando comprabas los caramelos para el día de los Reyes y por qué regalabas en la procesión del Corpus ese helado a todos esos niños vestidos de comunión. Recuerdo cómo me hablabas de que lo importante era escuchar en todo momento y valorar la opinión de otra gente que posiblemente no pensara lo mismo que nosotros, por todo ello y por aquellos momentos vividos creo que mereces seguir celebrando tu cumpleaños tal y como lo venías haciendo durante estos últimos años.
Hoy es sábado, pleno mes de julio y aquí estoy intentando escribir unas líneas para a un catálogo fotográfico sobre el que un grupo de amigos llevan trabajando algunos meses. La verdad es que lo que a primera vista podría ser un saluda más de los que durante estos años como Alcalde he realizado, pero no lo es ni mucho menos, se trata de escribir pensando ni más ni menos que en la figura de Manolo ‘el Sereno’. Es grande la responsabilidad y la admito, si hay algo de lo que me puedo arrepentir con respecto a mi amigo Manolo es de no haberlo conocido antes. Es cierto que nos saludábamos cuando nos veíamos por la calle, que nos invitábamos a un café si hacía falta, pero lo cierto es que hasta hace poco tiempo no llegué a conocer a un buen amigo, a Manolo ‘el Sereno’. No puedo tener más que palabras de agradecimiento para ti Manolo, posiblemente ahora que estoy sentado preparando estas pequeñas líneas tú debes estar pensando que estoy casi casi perdiendo el tiempo, que lo importante es preparar proyectos interesantes para Frailes, que tenemos que intentar hacer con los mínimos recursos posibles todo lo que se pueda y más, que debemos pensar un poco más allá en el tiempo y no a corto plazo, que la juventud es la que puede mover a todo un pueblo, que debemos rodearnos de grandes personalidades del mun-
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mundo de la cultura para que visitaran nuestro pueblo, hiciste que algún aventurero gran amigo tuyo se pensara que lo de seguir viajando está muy bien pero que como en Frailes no se vive en ningún sitio, en resumen lo conseguiste, pusiste a Frailes en el mapa. Desde aquí quiero dar las gracias a todos los que han colaborado en la edición de este catálogo y en particular al autor de las fotografías, como podrás ver no he nombrado a ninguno de ellos pero lo cierto es que pienso que aquí el importante eres tú, gracias Manolo. No me quiero despedir también sin agradecer la colaboración de Diputación Provincial de Jaén que junto al Ayuntamiento de Frailes hemos patrocinado.
Hay algunas palabras que cruzamos estos últimos meses en los que nos sentábamos en tu terraza para tomar un café y que nunca voy a olvidar. También te puedo decir que en lo que a mí respecta voy a intentar cumplir. Recuerdo cómo te comenté algunas ideas a las que te sumaste sin pensarlo y cómo me ayudaste en alguna de ellas hasta que decidiste que nos dejabas y lo hiciste a tu estilo sin dar un ruido. Es cierto que nos quedaron muchas cosas por hacer, pero no lo es menos que algunos que saben y que conocen de qué va el asunto estoy seguro que nos ayudarán. En definitiva, y por ir terminando, te hacemos todo esto porque Frailes siempre estará en deuda contigo, has sido y serás para siempre el gran embajador de Frailes en el mundo, fuiste capaz de llevar nuestro nombre a muchos rincones de la geografía mundial, cautivaste a distintas personalidades del
Un fuerte abrazo.
José Manuel Garrido Alcalde de Frailes
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Introducción
ta de Sara Montiel a un cine abandonado de Frailes —un evento completamente surrealista, como se puede apreciar en el documental “Rewind: El último cuplé”, realizado por el actor y director de Hollywood John Shahnazarian. A partir de ese momento Manolo fue buscado por gente de todo el mundo y no paró de ser entrevistado, por periodistas de la prensa, de la radio y de la televisión, incluso por personalidades tan conocidas como Juan Echanove e Imanol Arias. Gracias a su carácter tan afable y sereno, su eterno espíritu joven, su gran sentido del humor y su infatigable fascinación con otra gente, su red de amistades aumentó enormemente y apareció en libros de autores tan renombrados como Salvador Compán, Chris Stewart o Almudena Grandes. La historiadora de cocina británica Claudia Roden le dedicó una gran parte de su libro “La cocina de España”, que fue bestseller en el Reino Unido y en los Estados Unidos. Conocido como cocinero sobre todo por su idiosincrático Remojón, dedicó muchos de sus últimos años a asociaciones gastronómicos como La cuchara de palo y sobre todo El Dornillo. Sirvió como embajador de la cocina jienense por toda España y Europa. La asociación que hemos formado en su honor, “MAELSE”, tiene como objetivo promocionar su espíritu a través de reuniones, publicaciones y una jornada anual en Frailes dedicada a la literatura in-
Manuel Ruiz López, mejor conocido como Manolo ‘el Sereno’, murió este año a la edad de ochenta y ocho años. Fue un hombre de múltiples talentos que hizo más que nadie por su pueblo adoptivo jienense de Frailes, donde estuvo viviendo durante más de sesenta años. Autodidacta, aprendió a hacer de todo, desde la arquitectura e ingeniería hasta la farmacéutica. Pero quizás, en lo que más desctacó fue en la creación de lo que, seguramente, es la almazara más pequeña del mundo, una construcción ingeniosa que mostró su enorme imaginación. Utilizó elementos tan variopintos como el barril de una máquina de lavar y el motor de una motocicleta. La almazara llamó la atención de expertos en aceite de toda España y también de muchos escritores, empezando con Juan Eslava Galán, con quien tuvo una gran amistad que duró hasta su muerte. Eslava Galán inmortalizó a Manolo y a su almazara en varios libros suyos, y consiguió que su fama empezara a difundirse muy lejos de Frailes e incluso de la comarca. Lo que empezó Eslava Galán fue continuado por el escritor británico Michael Jacobs, que se estableció en Frailes desde el año 1999 y se convirtió en un amigo inseparable de Manolo, que se comportó al inicio como su Sancha Panza y terminó transformándose en su Don Quijote. Manolo fue el protagonista del libro de Michael titulado “La fábrica de la luz”, que tiene como su última parte la visi-
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ternacional de viaje, un evento único en España. Durante este primer año de “MAELSE”, hemos tenido la suerte de haber podido colaborar con el fotógrafo jienense Paco Fernández, que nos ha ofrecido estas
magníficas fotos de Manolo y sus amigos. Uno de los más conocidos especialistas españoles en blanco y negro y el fotógrafo preferido de Frank Sinatra, Paco ha sido amigo de Manolo desde hace muchos años.
La directiva de ”MAELSE”
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Juan Eslava Galán Querido Manolo: Llevaba años sin verte y ahora que preparaba nuestro reencuentro y que te llevaba, como una sorpresa, mis dos últimos libros en los que hablo de ti, me encuentro con que ya no estás. Sigues en nuestro recuerdo y seguirás en nuestros libros, claro. Ahora solo quiero enviarte estas letras que ya no leíste, en un encuentro que solo ocurrió en la ficción, aunque nunca se sabe, a lo mejor podemos ensayarlo en otra vida. Con un abrazo.
REMOJÓN DE MANOLO ‘EL SERENO’
(Del libro de Juan Eslava Galán, “Ciudades de la Bética”, Fundación José Manuel Lara, Sevilla, 2012. Reproducido en Cocina sin tonterías, Planeta, Barcelona, 2013).
—Vamos a pernoctar en Frailes —propone Bonoso—. Tengo allí un amigo, Manolo Ruiz, ‘el Sereno’, que nos ofrece albergue. Frailes es un pueblecito pintoresco de la Sierra Sur de Jaén, arrimado a una peña a cuyo pie discurre un rumoroso riachuelo. Es un pueblo generoso de aguas, en el que uno encuentra fuentes por doquier. Manolo Ruiz, un doctorado en la escuela de la vida, generoso y trabajador, vive, ya jubilado, en una mansión encaramada sobre el peñasco que domina el pueblo, en medio de un gran jardín arbolado. Los hace aparcar dentro de la finca, junto al laurel más aromático que se conoce en estos contornos, y los lleva a cenar al merendero particular del jardín, casi un balcón con vistas a la sierra, en el que ya esperan Mercedes, Manolo y otros amigos de las cofradías gastronómicas de La Cuchara de Palo y El Dornillo. Con una copa de vino del país, conversan de lo divino y de lo humano, especialmente de lo humano. —Manolo, cuéntale a Angus cuando rescataste por la ventana a Sara Montiel. —Manolo, que no se marche Angus sin ver la fábrica de aceite más pequeña del mundo. Manolo se ha construido una almazara en miniatura debajo de la escalera de su mansión. La batidora es un barril de cerveza reaprovechado al que Manolo ha acoplado el motor de una lavadora reciclada. —Manolo cuéntale... La cena está estupenda. Manolo ha preparado para la colectividad un remojón, la ensalada veraniega típica de estas tierras: naranja, bacalao, aceitunas, huevos, cebolletas, ajo, vinagre, pimentón, y patata cocida. —¡Que cosa más rica —reconoce Angus—, cuando yo cuente en Escocia lo bien que ligan el bacalao y la naranja!
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Manolo Caño
Después de seis meses, desde que Manolo se fue, aún no nos ha dejado, pues cada día está presente en nuestras conversaciones. Me acuerdo de algunas cosas nada gratas acerca de este amigo que se fue como vivió, sin hacer ruido. Las cosas que menos me gustaban de él, eran: ese machismo exacerbado, una hipocresía natural, un individualismo manifiesto y múltiples defectos, como cualquier ser humano. Pero todos ellos los contrarrestaba con un cuidado exquisito de la mujer, un saber estar y una prudencia inmensa, un cuidado de sus amistades que llegaba hasta un límite insultante, etc. Su manera de promediar en las discusiones ha quedado como un lema entre nosotros, “no vale la pena discutir por eso”, nos decía asíduamente. Por otro lado, aunque no organizó su marcha —pensaba que nunca se iría—, ya ha conseguido que nazca “MAELSE”, una Asociación Cultural que tiene como principal objetivo continuar con la filosofía de vida de Manolo ‘el Sereno’, y así poder perpetuar su presencia entre nosotros, a través de la vida asociativa que tanto apoyaba. La creación de una reunión literaria anual como era su ilusión es otro de los objetivos que van a ver la luz este año y sucesivos. Por supuesto, Manolo, creo que estarías orgulloso del equipo que ha quedado después de irte, y de toda la ilusión con que se vuelven a realizar los sueños que nos vuelven a surgir. ¡No despertaremos hasta que no se nos acaben estos sueños! Un abrazo y muchos recuerdos.
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Jon Lee Anderson
Manolo ‘el Sereno’ fue un hombre espléndidamente genial y caballeroso, con un amor especial y palpable por su pueblo, Frailes. Asumía con entera naturalidad la noción de que Frailes era una metrópolis singularmente bendita de este universo, y mientras vivió sin duda lo fue.
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HOMENAJE PÓSTUMO A MANOLO ‘EL SERENO’ A SUS 89 CUMPLEAÑOS Luis Aceituno
Para mí, Manolo ‘el Sereno’ es el recuerdo emocionado de hechos y situaciones vividas junto a él. Siempre alegre, imaginativo, sorprendente y divertido, impregnado de generosidad con un toque de despiste. Yo, que apenas he vivido junto a él, puedo escribir un libro. Juntando lo vivido por todos sus amigos tendríamos, salvando las distancias, “El Quijote” del siglo XXI. En nuestros recientes viajes a Santander y Portugal, creo haber captado la esencia de su visión de la vida. En Santander, le hablé de la necesidad de dejar las cosas atadas para después. Me miró como si la cosa no fuera con él. En Portugal, como si de un chaval se tratara, pidió la dirección a dos jóvenes orientales a las que prometió que iría a visitar en Hong Kong. No sé si creía en la otra vida, nunca hablamos de ello, pero tengo el convencimiento de que, si no creía, era porque no pensaba morirse nunca. Hoy me imagino a Manolo insistiéndole a San Pedro para que le deje venir a ver a sus queridos amigos. Y a San Pedro diciéndole: “Manolo, no insistas, te he dicho que hasta que no acabe el periodo de instrucción, no se da permiso a nadie”. Querido amigo Manolo, aquí estamos, hasta siempre.
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PARA LOS OJOS DE MANOLO Salvador Compán
Los ojos de ‘el Sereno’ tienen la transparencia del agua profunda que mana sin escorias. Los abre y los cierra con la delicadeza del que quiere fotografiar por primera vez la vida, con lenta sorpresa, como si con cada mirada estuviera todavía aprendiendo el contorno de las personas, de los árboles o de las cosas. Si pudiéramos ver lo que fotografía su mirada, seguro que observaríamos retratos hechos con luces pastel, campos recién sembrados, paisajes de hombres sin encono, alegres palabras dibujadas en forma de serpentina. No hay aristas en lo que fotografía su mirada. Solo una luz azul, del mismo color de sus ojos, que parece reconciliar a todo lo mirado.
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FORJANDO LAZOS EN LAS SIERRA SUR Francisco Martín Rosales
Manuel López Ruiz ocupa el lugar privilegiado de agrandar aquella abadía de Alcalá la Real y las tierras del conde de Alcaudete mediante el abrazo que forjó entre muchas gentes de las tierras de la comarca de la Sierra Sur (desde los Villares hasta la aldea de Ermita Nueva). Curiosamente, sus manos no emplearon los fines legítimos de la política, como lo hicieron muchos personajes de estas tierras. Manolo, haciendo gala de la virtud de su apelativo “Sereno”, empleó otras artes para atraer a su patria adoptiva el optimismo vital, la generosidad compartida y la pasión por lo auténtico. Cualquiera de los muchos que han conocido a Manolo podría rememorar muchas anécdotas acaecidas con su persona, o divulgar historias, relatos y reminiscencias de costumbres que transmitió a eruditos, artistas y viajeros de la Sierra Sur. Tuve la fortuna de conocerlo allá por los años setenta, y siempre me quedé cautivado de su generosidad y de su alma de servicio hacia los demás. Fue, con motivo del descubrimiento de una tumba romana en el límite de Alcalá la Real y Frailes. En aquel encuentro descubrí que Manolo reflejaba pasión por el conocer y el saber, capacidad para escuchar y empapar los frutos del espíritu y solidez para valorar la cultura. Este encuentro se encadenó en otros muchos momentos, de generosidad compartida en las citas culturales de la comarca, en los ágapes fraternales de su privilegiada casa, más bien de su mansión de todos; en los actos que organizó como mecenas poniendo a disposición de muchas personas todo lo suyo; y, sobre todo, aportando la sonrisa de sus labios sin caer nunca en el desaliento. Hace unos días leía estos versos de Nacha Guevara, que me recordaban su actitud ante la vida: Cuando no hay más que amor / para abrir el camino / y forzar el destino / en cualquier ocasión, / Así habrá que forjar/ nuestro mundo y luchar / sin tener nada más / que la fuerza de amar./ Ahora me viene a la mente que siempre que nos adentremos por los bellos parajes de la villa de Frailes, tu espíritu volará entre sus callejas dando abrazos y saludos de amor. Pues, no sólo hiciste comarca sino que forjaste la intrahistoria del estallido diario de tantos encuentros, cooperaste en efusiones de alegría compartidas, fraguaste mañanas de proyectos humanistas entre pueblos y armonizaste un coro de manos entrelazadas porque, como decía la anterior poeta , ”cuando no hay más que amor / como única sed, como única fe, como único don...” la deuda con tu persona será un reto para los hombres de la Sierra Sur.
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CON MANOLO ‘EL SERENO’ Merce García
Querido Manolo, aunque físicamente no te vemos, sigues estando con nosotros. Te cuento cómo, cuándo y por qué: Cada mañana, cuando subo al trabajo, aparco el coche frente a tu portón con la paloma de la paz, y te digo “buenos días, Manolo”. No hay día que tu nombre no se diga. En el carnaval, Manolo no puede faltar. Vamos a comer a un restaurante, Manolo tiene una silla. Se hace el III Congreso de FECOAN, todos hablamos de Manolo. Se abre la cueva, Manolo la prueba. Llega el día del vino y... Manolo aquí vino. Vamos al Sierra’s y Manolo que no se lo pierda. Se celebra el aniversario de El Dornillo, Manolo es el centro del evento. Es la comunión de Ligia Nayeli, “Antoñita la Fantástica” y... tu casa abre las puertas. ¿Qué te parece Manolo? Pues “ná”, que llega el día del Señor y en nombre de Manolo a los niños de comunión se les reparten helados un montón. Llega Pepe Oneto con ADSUR y aquí estas tú. Debutan como cantante, Pilar Chica y, a la guitarra, Custodio López. También está Manuel Ruiz López. Se van, Sara Montiel e Inmaculada Torres, con Manolo ‘el Sereno’ estarán. Pues esto no es “tó”: Hemos creado una asociación cultural con tu nombre: “MAELSE”. Y... como no podía ser de otra manera, celebramos tu 89 cumpleaños el 24 de agosto como a ti te gusta, con gente importante que da relevancia a nuestro querido Frailes. Manolo, ¿por qué sigues estando con nosotros?, fácil: porque tú no eres ni de aquí ni eres de allá, no tienes edad ni porvenir y ser feliz es tu color de identidad.
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MANOLO ‘EL SERENO’ Chris Stewart
Ay Manolo... No sé lo que has hecho con tus restos corporales, pero en cualquier caso su investigación hubiera sido de enorme beneficio a la Ciencia, y a tus compañeros de viaje por los caminos de esta vida. Un estudio de tus miembros nos daría un idea de tus casi míticas fuerzas y tu vigor incansable; un estudio de tu mente nos revelaría los secretos de tu honestidad, honradez y falta de rencor; al estudiar tu corazón aprenderíamos cómo ser amado y amable como tú. E indagar tu cerebro nos iluminaría sobre cómo conseguiste combinar estas cualidades y fuerzas para componer esta criatura tan extraordinaria y admirable que fuiste. Todos somos únicos, Manolo, pero tu fuiste un poco más único que los demás.
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MANOLO ‘EL SERENO’. UN CANTO A LA AMISTAD Juan Antonio Díaz
Escribir de Manolo ‘el Sereno’ cuando ya no está no es una tarea fácil. Todavía sentimos el vacío que ha dejado y nos sentimos un mucho huérfanos. Pero este mes de agosto vamos a celebrar su cumpleaños y él va a estar con nosotros y vamos a tener su energía, su alegría de vivir, su amistad y su sentido del humor. Él estaba muy ilusionado con la celebración de este cumpleaños. Había invitado a casi todos los médicos y enfermeras del hospital que tuvo que visitar esos últimos días. Así era Manolo. Un personaje real por su vida y de ficción desde que Michael decidió escribir la vida exagerada de un hombre sencillo y singular, un Sancho cervantino que nos regaló siempre su amistad y su sabiduría aquilatada con la experiencia. Un hombre tranquilo, lleno de generosidad y sentido del humor que nos brindaba todo lo que tenía: su exclusivo aceite, su remojón, sus tostadas, sus cerezas, su casa y sobre todo la sombra de su nogal que ha sido testigo de celebraciones irrepetibles, la presentación del libro de la Alhambra, las múltiples sesiones del dornillo con la complicidad de Juan Infante, Manolo Caño y Merce, el hermanamiento con Grecia, con la colaboración de Juan Matías y de Lola Flores, el rodaje del documental sobre Frailes, las sesiones de fotos con Paco Fernández y muchos eventos más. Manolo derrochó en su vida toda su humanidad y sus amigos nos sentimos privilegiados por haberlo conocido, tocados por su gracia, por su generosidad y por un verdadero sentido de la amistad. Él ha sido un maestro en casi todo lo importante, desde el vuelo sin motor con Michael hasta la gastronomía tradicional con Alicia Ríos, y cada día vamos a recordarlo cuando no podamos saborear su aceite virginal y sus cerezas. Nos quedará la alegría de que él nos considerara amigos suyos. Eso nos servirá de consuelo y nos ayudará a superar su ausencia Personajes como él son necesarios y habría que clonarlos para no sentirnos tan solos. Gracias Manolo y feliz cumpleaños.
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Nieves Concostrina
ÂżSabes... Manolo? Me gustaba la dualidad incoherente de tu nombre. El Sereno. Vigilando sin tregua a la vida para que no se escapara sin sentirla. Entusiasmado con cada minuto del dĂa y a cada paso por la Sierra Sur. Siempre alerta, siempre apasionado.
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UNAS PALABRAS PARA MANOLO Claudia Roden
Mi estancia con Manolo fue uno de los momentos más memorables mientras estaba escribiendo mi libro “La comida española”. Fue el anfitrión más cálido, interesante y generoso, y nunca olvidaré los días que pasé con él, escuchando sus fascinantes historias, conociendo a sus amigos, llevándome de un sitio para otro y ayudándole a preparar su receta de ajoblanco. Para mi, él representa lo mejor de lo que tiene España.
A FEW WORDS ABOUT MANOLO My stay with Manolo was one of the greatest highlights of my time researching The Food of Spain. He was the warmest, most generous and most interesting host. I will never forget the days spent with him – hearing his fascinating stories, meeting his friends, being taken around to see the area, helping him make ajo blanco. He represents for me so much of what is beautiful about Spain.
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MANOLO HA VUELTO Santiago Campos
Estaba sentado en mi silla del Ayuntamiento cuando escuché una voz muy familiar que no me inquietó. ¡Mirad! he salido en una revista con mi fabriquilla, y ahora quiero ir con El Dornillo a Italia, allí me lo pasaré como los ángeles. Ahora voy a ir a Alcalá, quiero arreglarme los dientes pero con esa nueva técnica de titanio y también quiero hablar con el alcalde, quizás voy hacer un testamento nuevo para donar mi casa al Consistorio para la posteridad, este muchacho parece que lo está haciendo bien. Ahora mismo voy a llamar a Michael, búscame el número en mi teléfono es que ya no veo los números, seguro que estará en Colombia porque parece que está escribiendo un nuevo libro pero el puñetero siempre lo escribe en inglés. Voy a decirle a Richard que quiero arreglar la terraza del tajo y ahora me he dejado puesto un potaje en la lumbre, yo hago una olla grande y lo que me sobre lo congelo y lo meto allí y siempre tengo comida. Este fin de semana voy a ir a la comunión de la niña de Mónica y de Ernesto que la van hacer en la Casilla, allí hay sitio para todos los que vengan. Y ya sabes que Juan Infante me ha dicho que tienes que ir a la próxima comida del Dornillo para que luego lo escribas en el periódico. Seguro que también vendrá Juan Antonio y Matilde y Paco Fernández, ese sí que hace unos fotos..., aunque algunas de los que me hizo no me las ha mandado, claro, está tan ocupado. El otro día estuve en la Cueva jugando a la escalera, iba con los vaqueros, esos que tienen agujeros y me dijo uno si es que no tenía dinero para tener unos nuevos, serán chalaos, si esto es lo que se lleva ahora. Para colmo, di un tropiezo en la escalerillas del tajo y tengo un dolor en la espalda que llevo tres días que duermo poco. Alejandro y Merce me llamaron para que fuera a su casa, pero no he tenido ganas, la Feli me limpia lo que puede, aunque yo ensucio mucho, cuando hago la comida. El niño de Joel cada vez está más grande, le gusta estar en Frailes. Pero niño yo no sé lo que va a pasar en España, claro que siempre ha habido listillos, menos mal que ahora, al menos podemos hablar. Niño, el Nootemboom ese no para de escribir libros y a mí me los manda casi todos, hay que ver qué bien escribe y a Juan (Eslava) lo voy a llamar, quiero mandarle unas setas que a él le gustan mucho. Bueno, allí te espero ahora, para desayunar, aunque yo ya me he hecho un zumo con naranja, manzana, yogur, cerezas, le echo todo lo que pillo y eso me mantiene una cosa.
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A MANOLO ‘EL SERENO’ A quien le dedico mi Hortus Conclusus domiciliar y el Tapiz vertical vegetal que él me inspira Alicia Ríos Ivars
Bajo sus cejas pobladas, que le ayudan a enfocar lo esencial, primero su mirada escrutadora que te llega hasta la médula. Después, su sonrisa infinita que te conecta con toda la humanidad de la que Manolo ‘el Sereno’ es la síntesis. Su rendida admiradora.
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Paul Preston
Descubrí a Manolo ‘el Sereno’ gracias al magnífico libro de Michael Jacobs, “La Fabrica de la Luz” que convirtió a Frailes en un pueblo mítico como el Macondo de Gabriel García Márquez. De la misma forma, convirtió a Manolo en una figura legendaria del pueblo. Siendo así, fue una experiencia inolvidable poder ir a su casa hace unos años, conocerle y disfrutar de su maravillosa conversación y sus explicaciones de cómo hacía aceite de oliva en su casa. Siempre albergaba la esperanza de poder volver y conocerle mejor. Desgraciadamente, no será posible pero celebro que su nombre será inmortalizado en el libro de Michael y en el festival que se inaugura.
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A MANOLO Quique Andrés
Sin esperar, porque no me hace falta pensar demasiado para que me vengan a la cabeza cosas de Manolo. La casa del Magistrado casi es lo primero que aparece, qué seguridad mutua nos daba, a él saber que tenía detrás a un arquitecto que corroboraba todas sus decisiones y a mí el saber que daba un poco igual lo que yo dijera, tenía un sabio por director de obra, creo que cuando me consultaba algo era para hacerme sentir imprescindible, pero el sabía mejor que yo el camino correcto y al final una casa. La casa del Magistrado.
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MANOLO ‘EL SERENO’ Y “EL DORNILLO” Juan Infante
En la última década de su vida, la historia de Manolo ‘el Sereno’ ha estado escrita entre la gastronomía tradicional de la Sierra Sur de Jaén y un grupo de amigos de la misma. Como abanderado de la Cofradía Gastronómica “El Dornillo” ha conseguido, no sólo difundir nuestra cocina en la comarca, sino que ésta fuera conocida en otros lugares del mundo. ‘El Sereno’, dechado de curiosidad, energía, ingenio, experiencia y generosidad, nunca quiso tener muchos amigos. Quiso ser un amigo.
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Jesús Pozo
Tengo un relicario en mi casa con parte de sus cenizas. Un botecillo “Serenoliva”, flor de aceite de oliva virgen extra. Variedades Picudo, cordobés, carrasqueño y otros. Sus propiedades entre otras muchas son regulador de la secreción biliar, controlador del colesterol, protector del corazón, laxante magnífico, cosmético excepcional. Elaborado artesanalmente para consumo particular por Manuel Ruiz López. Frailes. Jaén. Gran epitafio.
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EPÍLOGO: MANOLO EN COLOMBIA Michael Jacobs
Recién llegado a Frailes, después de un largo viaje desde Inglaterra, recibí un mensaje urgente desde Colombia. “Michael, ¿te apetece ir a Cartagena de Indias en tres días?”. Estaba un poco cansado, tenía ganas de quedarme tranquilo en Frailes una larga temporada y también tenía el vago presentimiento de que algo raro iba a pasar si hacía el viaje. “Déjame pensarlo un poco”, contesté. Luego llegó otro mensaje. “Michael, te pagamos el vuelo en clase Ejecutiva y te alojaremos en uno de los hoteles más lujosos de Sudamérica”. Yo estaba en ese momento en la casa de Manolo ‘el Sereno’, sin saber todavía lo que iba a hacer. “Maiquel”, me insistió, “tienes que irte. Pero, ¿puedo ir contigo?”. Manolo, siempre ansioso de conocer nuevos lugares, tenía un interés especial en América, y en particular en esas tierras ecuatorianas donde Humboldt había localizado la fuerza y el origen de la vida. “Manolo”, tuve que decirle, “sería maravilloso si vinieras conmigo, pero me voy solamente cinco días, y te va resultar carísimo y una paliza”. “Vale”, me dijo, con un tono casi de tristeza, “pero te acompañaré en otra ocasión”. Y así lo dejamos. Y el día antes de marcharme, un día de nieve, decidimos hacer migas en la lumbre de mi casa. Él desmigó el pan, y con su consideración hacia la otra gente, preparaba aparte los ajos, “por si acaso haya alguien que no les guste”. Las migas salieron mejores que nunca aquel día, y las comimos con un vino exquisito del terreno tomado directamente de la bota. Fue una comida llena de risas y de alegría, que terminó con la salida habitual de Manolo para jugar a las cartas con sus amigos del bar La Raja. Se despidió de mí con las palabras “nos vemos el miércoles”. Esas palabras serían su despedida final. Cuatro días más tarde, cuando estaba a punto de dar una charla improvisada en uno de los teatros más bellos de América, me avisaron del grave estado de Manolo. Esta noticia tan inesperada me despistó tanto que no sabía si sería posible hablar a un público tan grande y expectante. Casi no podía articular palabra. “Maiquel”, insistió la voz imaginada de Manolo, “tienes que hacerlo”. Y lo hice, pero llamando a Frailes inmediatamente después para enterarme de la salud de mi amigo. Me aseguraron que Manolo se encontraba muchísimo mejor, hasta el punto que hacía chistes y hablaba de las enfermeras que había invitado a su cumpleaños el 24 de agosto. Aliviado, participé más tarde aquella misma noche en una fiesta desbordada en uno de mis bares preferidos de Cartagena, El Quiebracantos. Manolo hubiera estado allí en la gloria, rodeado de escritores, y de gente joven tan animada y acogedora. Y justo cuando pensaba en él, en medio de tanta alegría, en medio de una cumbia que bailaba con mi ritmo inglés pero “como si fuera la última vez”, sonó mi móvil con la noticia de su muerte. No lo pude creer. Sigo sin poder creerlo. Manolo nunca hubiera hecho una cosa tan egoísta como morirse. Pare-
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cía imposible que no fuera a ver más a una persona que fue para mí un padre, un hermano, uno de mis mejores amigos, mi gran profesor de la vida, mi Sancho Panza y, últimamente, mi Don Quijote. “Pero Maiquel”, me dijo una voz interior, “¿no ves que estoy aquí, bailando a tu lado? Te prometí que iba a acompañarte un día a Colombia”. Y en medio de la tristeza tan desoladora, me consoló el pensamiento de que Manolo estaba conmigo, y que siempre estará donde hay alegría, amistad, convivencia, tolerancia, y el disfrute al máximo de la vida. Manolo, nos vemos el miércoles.
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FOTOGRAFร AS Paco Fernรกdez
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Este libro se terminó de imprimir en los talleres de Artes Gráficas Tres Impresores Sur,
el día 24 de agosto de 2013, cumpleaños póstumo de Manolo ‘el Sereno’.