HUAYLACAN: UNA PRIMERA APROXIMACION A SU VALORACION DESDE EL PAISAJE Y LA ARQUEOLOGIA

Page 1




Este libro fue editado por Paisaje Rural Investigación & Gestión de Proyectos Limitada. 100 ejemplares fueron impresos en Andros Impresores en noviembre de 2017 en Santiago de Chile. ISBN: 978-956-393-269-0 Registro de Propiedad Intelectual: Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o transmitida, mediante cualquier sistema. Publicación a cargo de: Ronald Caicedo Garay Coordinación del proyecto: Yoce Pinilla Alaniz Investigación Arqueológica: Javier Cárcamo Garcia Dirección editorial: Ronald Caicedo Garay Diseño y diagramación: Paisaje Rural Investigación & Gestión de Proyectos Limitada Ilustraciones: Alex Olave Hevia Imágenes en páginas 110,111,114,115 y 116: Fundación Pachamama. Elaboración maqueta 3D Jaime Martínez. El presente libro forma parte del proyecto “Arqueología del Paisaje: Las Colcas de Huaylacán en el Valle de Lluta”, financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Convocatoria 2017. Convenio aprobado por resolución exenta N°186 de fecha 17 de marzo de 2017.




ÍNDICE PRÓLOGO INTRODUCCIÓN

9 15

CAPÍTULO 1 VALORACIÓN DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO Y DE SU CONTEXTO INMEDIATO 1.1 Valoración del Paisaje: El valle de Lluta como contexto 1.2 Valoración etnohistórica, tecnológica y arquitectónica del sitio 1.3 Valoración arqueológica del Sitio 1.4 Valoración del sitio como recurso cultural y socioeconómico

19 21 29 35 37

CAPÍTULO 2 ESTADO DE CONSERVACIÓN: DIAGNÓSTICO Y VULNERABILIDAD 41 43 2.1 Fragilidad del Paisaje: Deterioros y vulnerabilidad del contexto 46 2.2 Descripción de los deterioros materiales del sitio arqueológico 2.3 Determinación de sus causas 47 48 2.4 Estado de conservación CAPÍTULO 3 LINEAMIENTOS GENERALES PARA SU INVESTIGACIÓN e intervención 3.1 Ordenación territorial: Desde el paisaje al sitio arqueológico 3.2 Filosofía de diseño de la intervención patrimonial del sitio 3.3 Procedimientos para la investigación arqueológica 3.4 Recomendaciones para la Intervención del sitio arqueológico

51

CAPÍTULO 4 INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA DEL SITIO 4.1. Presentación de la investigación 4.2. Prospección arqueológica en el sitio 4.3. Caracterización arqueológica subsuperficial 4.4. Interpretaciones preliminares del conjunto de datos 4.5. Alteraciones antrópicas y la necesidad del resguardo del sitio 4.6. Difusión del trabajo de campo

65 67 67 81 94 100 102

53 59 60 62

CAPÍTULO 5 PROPUESTA PAISAJÍSTICA, ARQUITECTÓNICA 107 Y PATRIMONIAL 5.1. Parque Arqueológico: Centro de Interpretación Arqueológica y Ambiental 109 5.2. Centro de Tecnológicas Precolombinas del Valle de Lluta 112 BIBLIOGRAFÍA

117



PRÓLOGO Un análisis interdisciplinario del sitio arqueológico Colcas de Huaylacán, ubicado en el tramo bajo el Valle de Lluta a unos pocos kilómetros del centro de la ciudad de Arica, es necesario y hasta urgente por varias razones. La primera es de carácter científico e histórico, ya que, siendo un yacimiento único en sus características, en medio de una región abundante de estudios arqueológicos, resultaba paradójico que sólo se habían realizado un registro superficial. Se trata de un gran conjunto de depósitos subterráneos para almacenar posiblemente la principal producción de este valle salobre: el maíz. Sin embargo, desconocemos aún si además se almacenó coca, ají y hasta incluso pescado seco. El número de depósitos, que alcanza las casi 800 unidades en 13 hectáreas, de diferentes características constructivas pueden indicarnos distintos periodos de construcción y uso, pero también las diferencias constructivas podrían estar relacionados con los diversos productos a almacenar. Lo que no cabe duda es el grado de organización que las sociedades prehispánicas tardías debieron tener para emprender esta empresa, que implica planificación, especialización y cierto grado de poder político a nivel local. Se ha asumido que estas colcas fueron construidas durante la relativamente breve presencia Inka en los valles de Arica, es decir, entre 1.400 y 1.570 años d. C. Sin embargo, los nuevos datos arqueológicos reunidos en este texto sugieren que las sociedades locales previas al Inka, la denominada Cultura Arica, presente desde el 1.000 d. C., pudo tener la capacidad y la necesidad de almacenar estos volúmenes. Una situación intermedia, y que ha sido detectado en otros sitios del Valle de Lluta, se relaciona a una intensa interacción entre las sociedades locales y los intereses estatales de personeros Inka, lo que permitió incrementar los excedentes locales mediante algunas modificaciones en las formas locales de organización social y económica. En consecuencia, las investigaciones arqueológicas que se inician abren nuevas líneas de investigación acerca de temas tecnológicos, sociales e ideológicas del más reciente pasado prehispánico en nuestra región, e incluso de una cooperación con la etnohistoria e historia. La segunda razón de la necesidad de este estudio tiene relación con la urgencia por diagnosticar y detener el franco deterioro que ha tenido el yacimiento, por diversas acciones antrópicas durante los últimos 30 años. Se reitera una situación paradójica, de diferente tipo y más grave: debido a la detección y difusión del valor científico y cultural del sitio arqueológico, sólo los propietarios del terreno toman conciencia de que dicha condición es incompatible con los usos normales de este tipo de terrenos en un valle que crecientemente intensifica su uso agrícola y productivo. 9


De esta forma, en el predio se detiene el desarrollo de prácticas productivas formales, pero se intensifican las prácticas informales, de extracción y procesamiento de áridos, y botadero de obras civiles de carácter público, que dañan igualmente el sitio arqueológico. Algo similar parece haber ocurrido en el área arqueológica de Acha, en el borde sur de la ciudad de Arica. Otro sitio arqueológico de enorme valor científico en donde no hubo interés en desarrollar proyectos productivos o inmobiliarios formales, pero que, dada su cercanía a la ciudad de Arica, se utilizó como vertedero de escombros, extracción de áridos de borde de río y últimamente se instaló una toma habitacional. El ejemplo de las Colcas de Huaylacán, junto con el símil de Acha, dan cuenta de los problemas de la Ley N° 17.288 de Monumentos Nacionales, y del accionar de las instituciones asociadas a su cumplimiento, para la protección efectiva del patrimonio cultural arqueológica. Cuando existe una presión urbana o suburbana sobre terrenos que tienen reconocidas evidencias arqueológicas pareciera que el desarrollo se congela hasta que alguna institución del Estado se haga cargo de su protección o al menos exprese las pautas para su uso. La tercera necesidad de este estudio tiene directa relación con el asunto de la protección efectiva reseñado recién. La investigación multidisciplinaria que conforma este volumen incluye disciplinas de planificación del territorio y la misma arqueología, explorando diferentes opciones para una gestión adecuada del bien arqueológico. De esta forma tras el análisis del paisaje cultural donde se emplaza en la actualidad el yacimiento de las Colcas de Huaylacán, se establece que la protección y desarrollo cultural del sitio arqueológico requiere de la ejecución de actividades complementarias, tales como el uso turístico y también iniciativas relacionadas con la agricultura de técnicas y productos tradicionales. Este ejercicio confirma lo que se hace cada vez más patente: que la existencia de una legislación de protección de algunos componentes del patrimonio cultural no asegura su amparo, sino que, al contrario, una particular normativa que carece de una secuencia de gestión, promoción y educación, provoca en la práctica un conflicto sin resolver entre los intereses del colectivo y los legítimos intereses de los privados para ejercer su derecho de propiedad. Por tanto, una de las salidas para esta coyuntura es la que se propone a partir del análisis efectuado por los autores: No hay protección más efectiva y sustentable que el uso planificado de los bienes culturales. Pero este uso debe ser previamente definido de manera interdisciplinaria y teniendo a la vista la mayor cantidad de antecedentes disponibles que aseguren que el sitio arqueológico pueda ser conservado de manera eficiente, tanto en términos técnicos, normativos y económicos. 10


En conclusión, el trabajo que nos presenta este equipo de arquitectos y arqueólogos liderado por Ronald Caicedo y la Fundación Pachamama, actuales propietarios del predio que entienden el valor cultural del sitio arqueológico y de todo el valle de Lluta, es un esfuerzo que sigue una línea de trabajo de importante utilidad y urgencia. Son pocos los trabajos que buscan iniciar el largo trabajo de la puesta en valor del patrimonio cultural arqueológico y que se centran en la primera etapa relativa a la recopilación de una serie de antecedentes técnicos fundamentales para las etapas siguientes. Felicitamos y agradecemos este trabajo de diagnóstico y propuesta, pues es un ejemplo que debería ser analizado en otros procesos de puesta en valor de sitios de interés cultural, de esta Región de Arica y Parinacota y en todo el desierto de Atacama. En estos territorios se registran abundantes sitios arqueológicos e históricos que, junto con su potencial científico, poseen un potencial museográfico y además están asociados a comunidades locales, las cuales permiten ampliar la interpretación cultural de estos bienes a través de sus percepciones del paisaje y de los procesos históricos. Alvaro Romero Arqueológo CMN - Región de Arica y Parinacota

11


PRÓLOGO A fines de 1994, tras una estadía por estudios de posgrado en Santiago, retorné a Arica imbuido de los nuevos conceptos turísticos, que comenzaban a revolucionar la forma de viajar en Chile: ecoturismo, turismo de naturaleza, etnoturismo, turismo arqueológico, turismo vivencial, turismo rural, turismo de intereses específicos, etc. Tenía la idea de emprender un proyecto tendiente a valorar, difundir y aprovechar, los importantes recursos eco-turísticos del extremo norte de Chile. Así nació Ecotour Expediciones (hoy Incatour). De gran importancia para el Proyecto, era contar con Guías Turísticos con sólidos conocimientos de la dinámica natural, socio-cultural y temporo-espacial de Arica y sus Altos. Los primeros contactados, fueron 2 destacados ex - alumnos de la carrera de Historia y Geografía de la Universidad de Tarapacá: mis amigos José Barraza y Ronald Cortez, quienes ese año, terminaban sus actividades curriculares con una tesis sobre un sitio arqueológico que me era absolutamente desconocido: Las Colcas de Huaylacán. Acorde con los parámetros del nuevo paradigma turístico que queríamos desarrollar, Ronald y José, me plantearon la posibilidad de incluir la visita a las Colcas de Huaylacán en la Excursión al Parque Nacional Lauca. Reunidos en la oficina del Maestro Luis Álvarez (quien había guiado dicha actividad de titulación), para conocer su opinión al respecto, respondió inmediatamente: … ¿y por qué no incluyen también los Petroglifos de Rosario de Peñablanca? Nadie de los allí presentes conocía el sitio. Lo recuerdo como se fuera hoy: …van por Lluta, pasan el Km 25, antes de llegar a la Estación de Ferrocarril de Rosario, miran a la derecha, en la base del cerro, “piedra pétrea, petrificante”: allí están”. Así surge la Historia Turística de dichos sitios arqueológicos y por qué no, la historia turística del Valle de Lluta, que sólo era conocido por la Iglesia de Poconchile. Como por arte de magia, dejaron de ser elementos del stock regional y se convirtieron en importantes recursos territoriales, para sustentar, una nueva e interesante actividad productiva no consuntiva. Durante todos estos años, los hemos visitado con miles de turistas nacionales y extranjeros. En Huaylacán, a pesar de lo impresionante de la experiencia, de tener la posibilidad de observar “corontas de maíz incaicas”, en excelente estado de conservación, trozos de cerámica, mucha “basura arqueológica”, y de sorprender a los visitantes con los avanzados adelantos tecnológicos alcanzados por las poblaciones andinas prehispánicas, siempre surgía el comentario de algún turista: ¿Cómo es posible que esto esté tan abandonado, y que las autoridades locales no hagan nada por protegerlo?, ¿Cómo no va a haber nadie dispuesto a invertir en esto?, …¡esto es una mina de oro!

12


Un extranjero me preguntó una vez: ¿Cuántas colcas dices que hay? Le respondí que más de 700. Me comentó con tono irónico: en mi país con 1 de estas, hacen un enorme museo, réplicas, surgen restaurantes con platos típicos en base a choclos, artesanos, tiendas de souvenirs, cabañas, etc. Mucha gente podría tener trabajo aquí. Todo este tiempo, no me he cansado de repetir que “Arica es la Capital Arqueológica de Chile”; me avala la riqueza patrimonial de 10.000 años de ocupación humana, que está allí, en los cientos de vestigios que se ocultan en rincones, quebradas, promontorios, aleros rocosos, ladera de cerros y a la vera de senderos troperos. Pero no basta sólo con que estén allí y sepamos que son potenciales recursos turísticos; hay que “ponerlos en valor”, esto es, procesarlos, como materia prima que se transforma en un producto final, en esta mal llamada Industria Turística, la Industria sin chimeneas. Ese es el gran valor de este estudio, el no ser un estudio más, sino una propuesta interdisciplinaria para poner en valor un sitio arqueológico y generar un proyecto de desarrollo turístico sustentable, en el que se generan ingresos, con equidad social y sustentabilidad ambiental. Se dice que inteligencia es conocer lo que se debe hacer, habilidad es saber cómo hacerlo, virtud es hacerlo. ¡Qué así sea! Oscar Valderrama

13


14


INTRODUCCIÓN La Puesta en Valor de las Colcas de Huaylacán contribuye a la valoración, investigación y utilización responsable del patrimonio arqueológico y cultural del Valle de LLuta. Éste como cuenca hidrológica de la región de Arica y Parinacota, es portador de una serie de importantes recursos culturales y de una biodiversidad de alta calidad paisajística, que deben ser valorados e investigados no sólo para garantizar su preservación material, sino además para vincularlos a iniciativas de desarrollo sostenible que genere beneficios sociales, económicos y culturales al territorio y su población. El sitio arqueológico Colcas de Huaylacán se emplaza a la altura del Km 5,5 de la Ruta 11 CH, donde comienza la Ruta secundaria A-131. Consiste en un conjunto de depósitos alimenticios subterráneos vinculados a la producción del maíz, cuya construcción se estima durante los denominados Desarrollos Regionales, entre 1.100 al 1.400 de nuestra era, y perfeccionados por el Inca mientras ocupó la región hacia 1.470. Cabe señalar, que los primeros reconocimientos arqueológicos efectuados al valle de Lluta, entre 1950 y 1980 no dieron cuenta sobre la presencia de este vasto yacimiento arqueológico. Es así, que la única descripción sistemática que existía antes de esta investigación, fue desarrollada por Barraza y Cortez en 1995. A partir de la evaluación del estado de conservación del yacimiento arqueológico generado por la Comisión Asesora Regional de Monumentos Nacionales, quedó en evidencia su avanzado grado de deterioro y distorsión. La investigación del sitio es el punto de partida para su puesta en valor como importante recurso cultural del Valle de Lluta, que gracias a su alto valor arqueológico, antropológico y estrecho vínculo con la agricultura tradicional local, se presenta como un sitio de interés especial para desarrollar un estudio de Arqueología del Paisaje. Es conocido que la arqueología del paisaje puede aportar conocimientos importantes para valorar, en perspectivas de larga duración, el alcance de problemas plenamente actuales como la preservación y correcta utilización de la diversidad natural y cultural de un territorio. Con esto, el presente busca establecer el espacio geográfico-cultural del Valle de Lluta como el contexto de la investigación arqueológica de las Colcas de Huaylacán, para una comprensión más global y completa de sus resultados. Actualmente existe un consenso internacional que la conservación arqueológica como disciplina y concepto, debe trascender la variable material y el enfoque netamente científico, e incorporar al análisis su vínculo con el paisaje y las tradiciones culturales actuales. Si bien obtener conclusiones determinantes y significativas que permitan establecer intervenciones concretas en el sitio y su contexto inmediato, implica un largo desarrollo y elevado costo, el siguiente documento busca determinar por medio de la investigación arqueológica, su uso científico y social, hacia su puesta en valor definitiva. 15


Debido a la inexistencia de una planificación territorial que considere el patrimonio y el paisaje como variables fundamentales para el desarrollo sostenible de la región, el sitio arqueológico y su contexto geográfico, es altamente vulnerable a la intervención humana. Es común ver en el valle de Lluta construcciones invasivas e improvisadas que rompen con la continuidad visual del paisaje, actividades económicas ilegales y ajenas a la agricultura tradicional que degradan el ambiente, y poco conocimiento sobre la calidad y potencial del patrimonio arqueológico que provoca su deterioro. Uno de los principales documentos relacionado con la conservación patrimonial que se ajusta a la problemática planteada, es la carta internacional ICOMOS para la gestión del patrimonio arqueológico de 1990. Ésta establece que la protección de sitios arqueológicos no puede basarse únicamente en la aplicación de técnicas arqueológicas, sino más bien, en una colaboración efectiva entre diversas disciplinas, exigiendo además, la cooperación permanente del sector privado y público. Otro documento interesante es la carta de Burra ICOMOS de 1979, la cual profundiza en las recomendaciones para la gestión e intervención de sitios con significación cultural, a partir del planteamiento de que la conservación como concepto trasciende lo material e incorpora a la sociedad y la naturaleza. Bajo este enfoque, se hace necesario identificar el conocimiento tecnológico transmitido desde el vestigio arqueológico hacia los actuales procesos productivos tradicionales. Para ello, es fundamental analizar este patrimonio desde tres variables: la arqueológica, la sociocultural y su vinculación al paisaje. Esto con el fin de establecer las consideraciones necesarias para la conservación tanto del sitio arqueológico como al fortalecimiento de la identidad rural y desarrollo sostenible de la región. Esto nos da pie para plantear lineamientos de conservación que permitan sensibilizar al mundo científico y de capacitar a las autoridades locales, comunidad y sector privado, en planificar a corto, mediano y largo plazo la conservación del patrimonio arqueológico como un instrumento de ordenación territorial. A esto lo llamamos arqueología del paisaje. Para lograrlo, es fundamental: - Promover la investigación arqueológica del sitio arqueológico Colcas de Huaylacán en favor de determinar su uso sociocultural, por medio de un proceso de concertación entre especialistas, privados y sector público. - Planificar la investigación e intervención de los componentes arqueológicos y contexto inmediato al yacimiento, en favor de potenciar sus valores culturales sin perjuicio de su significación cultural. - Difundir a nivel local, nacional e internacional el valor patrimonial del yacimiento, en favor de contribuir al fomento del turismo regional y fortalecer su identidad cultural. - Y, generar un modelo de gestión y conservación patrimonial coherente con los valores culturales del yacimiento, y las actividades complementarias de mantenimiento y uso social del mismo. 16


17



CAPÍTULO 1 VALORACIÓN DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO Y DE SU CONTEXTO INMEDIATO



1.1 Valoración del Paisaje: El valle de Lluta como contexto Es conocido que el concepto de paisaje ha sido utilizado en el tiempo en diversas áreas y revisado bajo diferentes enfoques. Esto ha generado que su definición cambie dependiendo de cómo es percibido por las distintas disciplinas que lo describen como un objeto ecológico, visual, cultural, estético o territorial. El estudio del paisaje como disciplina, hace comprensibles todos los procesos espaciales y estructuras que relacionan la naturaleza y la sociedad, ayuda a comprender mejor los procesos ecológicos de conservación de la biodiversidad de un área, y permite agrupar diferentes objetivos ambientales y culturales para ofrecer soluciones precisas a los problemas y necesidades territoriales. Desde un punto de vista cultural, paisaje es una configuración particular de topografía, cobertura vegetal, uso del suelo, y asentamientos que delimita una cierta coherencia de procesos y actividades naturales y humanas. Bajo este punto de análisis, destaca el concepto de Paisaje Cultural, como el término que recoge la gran variedad de manifestaciones de interacción entre la humanidad y su entorno natural. El Comité del Patrimonio Mundial1, lo define como el resultado del trabajo conjunto del hombre y la naturaleza, es decir, como resultante de la interacción de las actividades humanas en un territorio concreto y, como realidad compleja, está integrado por componentes naturales y culturales, tangibles e intangibles2 . Bajo esta premisa, el valle de Lluta como contexto puede ser considerado un paisaje cultural, debido a que es portador de un patrimonio arqueológico, arquitectónico y cultural relevante, y de una biodiversidad de alta calidad ecológica y paisajística. Lluta, por el hecho de recibir afluentes de aguas ácidas y sulfurosas como las de los ríos Colpitas y Azufre en el altiplano chileno, posee suelos con características salobres especiales, condición que limita la posibilidad de cultivos variados, restringiéndolo, sólo a sembrar aquellos vegetales que soportan la salinidad como es el caso del maíz, cereal cultivado desde épocas prehispánicas, y la alfalfa, una especie introducida por los españoles en América. De acuerdo con lo anterior el Valle de Lluta centra su producción agrícola en la explotación intensiva del maíz, utilizando hasta la actualidad técnicas tradicionales de cultivo.

1  Rössler Mechtild. 2001. Los Paisajes Culturales y la Convención del Patrimonio Mundial Cultural y Natural: Resultados de Reuniones Temáticas Previas. pp. 47. En Paisajes Culturales en los Andes, Memoria Narrativa, Casos de Estudio, Conclusiones y Recomendaciones de la Reunión De Expertos Arequipa y Chivay, Perú, del 17 al 22 de mayo de 1998. 2   Sánchez Pérez-Moneo Luciano. 2007. Una Nueva Orientación de la Ordenación del Territorio: Consideraciones en torno al Paisaje Cultural De Aranjuez. pp. 266. En Patrimonio Natural, Cultural y Paisajístico, Claves para la Sostenibilidad Territorial. Observatorio de la Sostenibilidad en España.

21


El valle presenta un clima desértico, en sus variantes desértico costero y normal. El primero presenta temperaturas homogéneas, con pequeña amplitud térmica diaria y anual debido a la influencia oceánica y al anticiclón del pacifico. El segundo domina hacia el interior, con gran sequedad atmosférica, fuerte oscilación térmica y cielos despejados durante todo el año. Como primer paso del análisis, es necesario interpretar la composición y distribución espacial del lugar, mediante la identificación de sus Unidades de Paisaje. Se entenderá por unidad de paisaje como la parte del valle caracterizada por una combinación específica de componentes paisajísticos de naturaleza ambiental, estética y cultural, sujeta a dinámicas espaciales claramente identificables que le confieren una identidad diferenciada del resto del territorio. En el territorio en análisis es posible identificar 4 unidades de paisajes principales: humedal, cuenca del valle cultivado, asentamiento humano rural y sitio arqueológico. a) Humedal. Tipología de ecosistema que se genera en zonas de baja pendiente cuya superficie se inunda de manera permanente o intermitentemente, que al cubrirse regularmente de agua, el suelo se satura, quedando desprovisto de oxígeno y dando lugar a un ecosistema híbrido entre los puramente acuáticos y los terrestres. (figura 1).

Figura 1: Humedal de Lluta.

22


b) Cuenca del Valle cultivado: A unos kilómetros de la costa y hasta alcanzar una altura de 3.000msnm, la cuenca de LLuta es apta para la agricultura. En las partes bajas es posible cultivar alfalfa, maíz, tomates y frutales, entre otras. Si bien el agua no es abundante y de características salubre, el conocimiento tradicional de las comunidades rurales asociadas al valle les ha permitido utilizarla de manera eficiente y controlada. El curso de agua ha erosionado de manera monumental la pampa, generando una cuenca desértica de grandes dimensiones y de gran sequedad atmosférica, convirtiéndose en un paisaje de extrema aridez y escasa vegetación. En las partes altas, entre los 2.000 a 3.000msnm, sus pendientes se acrecientan y aparece capa vegetal silvestre. En esta zona es posible la agricultura principalmente de cebollas, papas y orégano, y gracias a los pastizales silvestres que crecen en sus laderas, las comunidades practican la ganadería de cabras y ovejas. Por otra parte, debido a las condiciones geológicas del territorio y a la calidad de sus suelos se producen en superficie y de forma natural, cambios cromáticos y de textura de gran calidad visual (figura 2).

Figura 2: Cuenca del Valle de Lluta.

23


c) Asentamiento rural. En puntos estratégicos de la cuenca, donde se practica principalmente la agricultura, es posible encontrar una serie de poblados rurales asociados a esta actividad. Los más importantes son Guancare, Poconchile, Linderos, Molinos, entre otros. La mayoría de éstos corresponde a asentamientos prehispánicos que fueron modificados gradualmente durante la colonia española y la chilenización del territorio. Es fácil percibir su carácter rural, destacando su emplazamiento estratégico sobre las laderas y la homogeneidad de su estilo constructivo en tierra y piedra (figura 3).

Figura 3: Poconchile, Valle de Lluta

d) Sitio arqueológico: Geoglifos, petroglifos, construcciones prehispánicas El valle de Lluta y la región de Arica y Parinacota, ha sido por milenios escenario de un sinfín de desarrollos culturales que ha generado un patrimonio arqueológico único en Chile. Es conocido que durante el Período Arcaico (8.000-1.500 a.C.) grupos de cazadores recolectores habitaban las zonas precordilleranas del valle, mientras en la costa grupos de pescadores conformaban la denominada cultura Chinchorro. Durante el Período Formativo (1.500 a.C. -500 d.C.) en el altiplano se logra la domesticación de llamas y alpacas, consiguiendo un medio de transporte que transformó al valle en un importante corredor cultural entre los distintos pisos ecológicos de la región. En el Período Medio (500-1.100 d.C.) el Imperio Tiwanaku se expande hacia la costa influenciando para siempre en el paisaje cultural del valle. En el Intermedio (1.1001.400d.C.) surgen los denominados Desarrollos Regionales. En el Período Inca, hacia 24


1.470, la expansión del Tawantinsuyo integra la región dentro del mundo sur andino en torno a la red vial denominada Qhapaq Ñam. En conjunto, esta secuencia de manifestaciones culturales ha generado una serie importante de sitios arqueológicos que si bien, son un valioso material para la investigación científica, son además un aporte a la calidad del paisaje (figura 4).

Figura 4: Geoglifo El Aguila, Valle de Lluta

La identificación de los distintos elementos naturales y las diferencias ecológicas del valle fue el principal criterio utilizado para delimitar sus unidades de paisajes. Sin embargo, la presencia de una cultura milenaria también ayudo. Entre los elementos que degradan las unidades de paisaje identificadas, predomina la acción antrópica mediante la mala integración de construcciones e infraestructura que distorsionan su calidad paisajística. Éstas sin ninguna planificación y normativa que las regule van degradando paulatinamente el paisaje del valle, poniendo en riesgo recursos naturales y culturales para una eventual ordenación del territorio. Por otra parte, es conocido que existen en trámite una serie de proyectos mineros a gran escala tanto para la precordillera como para el altiplano, que serán sin duda, una amenaza importante para la conservación del paisaje del valle, en especial por su afectación a la cantidad y calidad del agua del río. Para comprobar todo lo anterior, es necesario realizar la caracterización de cada unidad mediante la siguiente tabla:

25


26


Sabemos que tanto las unidades de paisaje como sus recursos paisajísticos deben ser valorados. Los principales atributos utilizados para valorar la calidad paisajística de un territorio son; el Valor Ambiental, merito al estado de conservación de los ecosistemas o a la presencia de componentes naturales excepcionales con respecto su contexto; el Valor Cultural, merito al testimonio de elementos de épocas pasadas o de prácticas ancestrales que sigan vigentes; y el Valor Perceptual, merito a los aspectos subjetivos inspirados por las características perceptuales del paisaje. En este contexto, el valor debe entenderse como un indicador de calidad cultural, ambiental y escénica. Cualquier alteración, sea positiva o negativa, afecta no sólo a los componentes estructurales sino también en las implicaciones emocionales, en especial a la identidad cultural del valle de Lluta. En definitiva, podemos sintetizar que la calidad visual del paisaje puede ser definida como el grado de excelencia o mérito para no ser alterado o destruido, en función de propiedades o características visuales del paisaje percibido, para así poder evaluar la importancia de los impactos derivados del proyecto de puesta en valor del sitio arqueológico en cuestión. Una de las principales herramientas disponible para la valoración cuantitativa del paisaje es el método BLM (Visual Resource Management Program Bureau of Land Management).

27


Este método permite determinar tres clases de calidad visual según la suma total de sus puntos; Clase A o calidad ALTA de 19 a 35 puntos; Clase B o calidad MEDIA de 12 a 18 puntos; y Clase C o calidad BAJA de 4 a 11 puntos. En la siguiente tabla se analizará la calidad visual de cada unidad de paisaje. Se utilizará el método BLM, el cual considera la calidad escénica, singularidad e intervención del paisaje. Cabe señalar que muchas de las recomendaciones internacionales indican que para obtener resultados más precisos, se deberá considerar las preferencias de la población. Sin embargo, la opinión de un experto será la guía fundamental para decidir junto a la comunidad y autoridades locales, las medidas de protección y/o gestión más adecuadas para la conservación de los valores ambientales, culturales y visuales del paisaje como conjunto. Este método permite determinar tres clases de calidad visual según la suma total de sus puntos; Clase A o calidad ALTA de 19 a 35 puntos; Clase B o calidad MEDIA de 12 a 18 puntos; y Clase C o calidad BAJA de 4 a 11 puntos. En la siguiente tabla se analizará la calidad visual de cada unidad de paisaje. Se utilizará el método BLM, el cual considera la calidad escénica, singularidad e intervención del paisaje. Cabe señalar que muchas de las recomendaciones internacionales indican que para obtener resultados más precisos, se deberá considerar las preferencias de la población. Sin embargo, la opinión de un experto será la guía fundamental para decidir junto a la comunidad y autoridades locales, las medidas de protección y/o gestión más adecuadas para la conservación de los valores ambientales, culturales y visuales del paisaje como conjunto.

28


Con esta valoración es posible determinar que el humedal en la costa con 31 puntos y los sitios arqueológicos con 21 puntos, son las unidades de paisajes más valiosas del valle. El humedal debido a la presencia de vegetación endémica y a su singularidad escénica, y los sitios por su rareza y exclusividad. Le siguen el valle y los asentamientos rurales. 1.2

Valoración etnohistórica, tecnológica y arquitectónica del sitio

Como señalaba anteriormente, el valle y la región poseen un rico patrimonio cultural, producto del esfuerzo de adaptación de miles de generaciones frente al ambiente extremo del norte chileno. Es un patrimonio único que sus comunidades andinas han transmitido desde tiempos milenarios, y que gracias a las técnicas tradicionales de producción todavía sobrevive. Este logro se debe a la capacidad creativa y esfuerzo de las comunidades en busca de un vínculo provechoso con su hábitat natural. Un ejemplo de la capacidad tecnológica del pueblo andino prehispánico son los depósitos de alimentos. Los depósitos arqueológicos consisten en almacenes o graneros que permitían en épocas pasadas, la conservación de víveres y otras mercancías para su posterior distribución según las necesidades de la población. El almacenamiento en los Andes siempre ha sido vital. En tiempos prehispánicos los métodos de preservación estaban basados en las condiciones geográficas y en el aprovechamiento de las diversas variaciones climáticas 3, constituyéndose en la base del éxito del desarrollo cultural de la región. Durante la ocupación Inca, el imperio del Tawantinsuyu percibió en el Valle de Lluta las condiciones adecuadas para ser anexado a su territorio, principalmente por la abundancia del recurso agua, condiciones climáticas y de suelo que aseguraba una producción de maíz a gran escala y en cualquier época del año, y contar con un importante porcentaje de mano de obra disponible para la obtención y mantenimiento del tributo estatal. Para dichos fines el Inca ideó la infraestructura necesaria, a objeto de poder almacenar la producción en los depósitos de alimentos 4.

3   Ravines Rogger, 1978, Tecnología Andina, Ediciones Instituto de Peruanos, p184. En “Los Depósitos de Alimentos en los Valles de Azapa y Lluta en el Periodo Prehispano Tardío”, Barraza J, Cortez R, 1995, p32. 4  Barraza J, Cortez R, op.cit, p20

29


Figura 5: Felipe Guaman Poma de Ayala (Quechua, ca. AD 1535–1616). Colcas (depósitos) y funcionarios Inka, 1615. El primer nueva corónica y buen gobierno, Biblioteca Real, Copenhague, GKS 2232 4°.

30


Figura 6: Tipología de Colcas Incas en la sierra peruana. Colcas de Raqchi, distrito de San Pedro, provincia de Chancis, Cuzco Perú.

Las características geográficas donde se ubica el sitio de las Colcas de Huaylacán son idóneas para la conservación del maíz, ya que no hay humedad, está alejada de los terrenos de cultivos, y se encuentra muy cerca del mar con presencia de vientos constantes que permiten su oxigenación y aireación. Por estas razones se estima que los Incas definieran este lugar como un importante centro de almacenamiento estatal. El Imperio Inca fue cantera de brillantes arquitectos y constructores de obras públicas, manifestación cultural que se propagó por todas las regiones de la expansión incásica. Por lo general, la arquitectura Inca presentaba grandes dimensiones, compuesta por caminos, pukarás, centros de adoración con sus respectivos templos, centros de hospedaje y almacenamiento. En lo que se refiere a las Colcas, Morris nos señala que éstas se distinguen del resto de las edificaciones por las condiciones topográficas donde fueron erigidas5 . Por ejemplo, en las zonas precordilleranas donde los suelos son rocosos, las colcas se construyeron sobre el nivel del suelo y en los sectores altos de los poblados, en donde se distribuían en hileras siguiendo el contorno de los cerros (figura 6). En cambio, en los valles bajos predominan los depósitos soterrados. 5  Morris Craig, 1983, Tecnología y Organización Inca del Almacenamiento de Viveres en la Sierra” En “Los Depósitos de Alimentos en los Valles de Azapa y Lluta en el Periodo Prehispano Tardío”, Barraza J, Cortez R, 1995, p77.

31


Se piensa que la presencia de depósitos subterráneos se debe principalmente a que el terreno es propicio para su construcción, al presentar suelos blandos fáciles de excavar 6. De esto último se desprende que la principal condición para la construcción de un depósito de estas características es contar con un suelo blando o sedimentario. El sitio en cuestión presenta un gran número de depósitos subterráneos (figura 7 y 8). No obstante, llama la atención que en este extenso espacio no haya evidencias de viviendas u otro tipo de construcción. Es posible que su ubicación haya estado en el borde de la terraza y que hoy no se observe, porque debió haber sido erosionada por la acción del río, o en su defecto el área habitacional, pudo estar en el sector disturbado o localizarse en sectores más distantes, como Rosario o Mollepampa, importantes sitios de filiación Inca relativamente cercanos al caso de estudio7.

Figura 7: Acceso a Sitio Arqueológico Colcas de Huaylacán.

6  Barraza J, Cortez R, op.cit, p65  7 Barraza J, Cortez R, op.cit, p97

32


Figura 8: Sitio Arqueológico Colcas de Huaylacán. Sector A.

Los depósitos de los sectores A y B, se caracterizan por ser subterráneos, presentar una forma circular o semicircular y tener paredes construidas con cantos rodados y unidos con argamasa de arcilla y de ceniza. Sin embargo existen algunas diferencias entre las colcas de ambos sectores. Las estructuras del sector B, cronológicamente correspondan a un momento cultural anterior a la ocupación del Tawantinsuyu, específicamente durante los Desarrollos Culturales Locales (figura 9). El Inca debió percibir las condiciones naturales del sitio para la conservación de alimento y de acuerdo a sus políticas de dominio, ocupó los mismos espacios de la población nativa del lugar, ampliando la zona de depósitos hacia el sector A. Éstas últimas presentan una mejor calidad constructiva, finos revoques de barro y un interesante sistema constructivo de cubierta (figura 10). Al observar la última hilada superior de piedras, ésta se encuentra a nivel del suelo no sobrepasando la superficie, a partir de ello, uno podría suponer que las colcas tuvieron algún tipo de tapa construida con fibras vegetales, pero al interpretar los resultados del sondeo arqueológico, no es posible ratificarlo como tal.

33


Figura 9: Colca del sector B.

Figura 10: Colca del sector A.

34


Es posible que Huaylacán haya sido un importante centro de aprovisionamiento de la zona, como parte del Qhapac Ñam. Tal vez fue el punto que sirvió para fortalecer la presencia Inca en el área, además de estar emplazado en un lugar clave para su control y protección, cercano a la red vial, que facilitaba el movimiento de los bienes y el abastecimiento de las aventuras políticas y militares del Inca hacia el sur y el altiplano. En la actualidad el sitio arqueológico de las Colcas de Huaylacán constituye un importante remanente cultural, testigo del desarrollo y ocupación del momento cultural Inca en el Valle. Por ello, urge generar la instancia de documentar, investigar e intervenir este importante patrimonio local. 1.3

Valoración Arqueológica del Sitio

El sitio arqueológico Colcas de Huaylacán se emplaza a la altura del Km 5,5 de la Ruta 11 CH, donde comienza la Ruta secundaria A-131. El yacimiento arqueológico se extiende sobre una terraza aluvio-fluvial caracterizada por la presencia de cantos rodados y sin cubierta vegetal (Figura 11). Cabe señalar, que los primeros reconocimientos arqueológicos efectuados al valle de Lluta, entre 1950 y 1980 no dieron cuenta sobre la presencia de este vasto yacimiento arqueológico. Es así, que la única descripción sistemática fue desarrollada por Barraza y Cortez (1995). A partir de dicha caracterización, se determina una dimensión del sitio de aproximadas 13 há, es decir, presenta una dimensión de 150 m de ancho en un eje N-S por 1.500 m de largo en un eje E-W. El sitio evidencia una cantidad de 756 colcas8 diferenciadas en dos sectores y redefinidas bajo catorce agrupamientos, a saber: seis grupos en el Sector A (Oeste), de aproximadamente 11.000 m² con un total de 438 colcas, mientras que el Sector B (Este) se definieron ocho agrupamientos, cuya extensión aproximada es de 15.000 m² con un total de 327 colcas. A partir de la actualización de los datos (Romero 2014), se estima que el yacimiento presenta una cobertura de material arqueológico de aproximadamente 29.000m² para el sector A (Oeste) y 23.300 m² para el sector B (Este).

8  Colca o Qollqa, alude a una palabra de origen Quechua que refiere a un tipo de estructuras usadas para almacenar (Romero 2011)

35


Figura 11: Representación espacial del polígono (amarillo) que delimita el emplazamiento del yacimiento arqueológico Colcas de Huaylacán. Fuente: Romero (2011).

Es necesario señalar que estas estructuras presentan una profundidad de 1 m a 1,5 m, y su construcción surge a partir de una oquedad en el subsuelo de perfil cilíndrico y boca circular. De igual manera, se registran otras colcas expuestas que fueron formadas por muros revestidos de cantos rodados del área, unidos con argamasa de arcilla y ceniza. Por último, se describen algunos depósitos con paredes finamente estucadas. Por otro lado, en términos de los componentes arqueológicos asociados, se registró la presencia de piezas y/o restos culturales vinculados a periodos de desarrollos regionales, Inka y sub-actuales. Es decir, se registraron restos de cordelería sobre lana, textil, fragmentos de cerámica asignable al estilo Arica, fragmentos de cestería, desechos de material lítico, restos bioantropológicos y restos de material orgánico. En términos de evidencias subactuales, se registró un sector que presenta un conjunto de estructuras solidas de forma cuadrangular, posiblemente correspondiente a un corral.

36


1.4

Valoración del sitio como recurso cultural y socioeconómico

Actualmente existe un consenso internacional que la conservación arqueológica como disciplina y concepto, debe trascender la variable material y el enfoque netamente científico, e incorporar al análisis su vínculo con el paisaje y las tradiciones culturales actuales. Esto, no solo para garantizar la preservación tangible del patrimonio sino además, para su valoración como componente fundamental en la planificación del territorio. Uno de los principales documentos relacionado con la conservación del patrimonio que se ajusta a la problemática planteada es la carta internacional ICOMOS para la gestión del patrimonio arqueológico de 1990. Ésta establece que la protección de sitios y yacimientos arqueológicos no puede basarse únicamente en la aplicación de técnicas arqueológicas, sino más bien, en una colaboración efectiva entre especialistas de diversas disciplinas. Exige también la cooperación permanente de empresas privadas e instituciones públicas. Otro documento interesante es la carta de Burra ICOMOS de 1979, la cual profundiza en las recomendaciones para la gestión e intervención de sitios con significación cultural, a partir del planteamiento de que la conservación como concepto trasciende lo material e incorpora a la sociedad y la naturaleza, variables fundamentales en la conceptualización del patrimonio. Bajo esta tendencia integradora, de que la conservación del patrimonio cultural no sólo involucra su dimensión material sino además su vinculación con el territorio, se hace necesario identificar para el caso de estudio, el conocimiento tecnológico transmitido desde el vestigio arqueológico hacia los actuales procesos productivos tradicionales. Para ello, es fundamental analizar este patrimonio desde tres variables indisociables: la sociocultural, la tecnológica-material y su vinculación con el territorio, esto con el fin de establecer las consideraciones necesarias para la conservación tanto de los bienes arqueológicos en cuestión, como al fortalecimiento de la identidad rural y desarrollo sostenible de la región. Esto da pie para plantear lineamientos de conservación arqueológica que permitan sensibilizar no sólo al mundo académico y científico, sino además de capacitar a las autoridades, comunidad y privados en planificar a corto, mediano y largo plazo la conservación del patrimonio arqueológico como un instrumento de ordenación territorial. Para lograrlo, es necesario reconocer a los vestigios arqueológicos y su conocimiento tecnológico asociado, como herramienta y posibilidad real de desarrollo sostenible.

37


Bajo este enfoque, es posible dar cumplimiento de los objetivos que se ha trazado el Gobierno para el desarrollo sostenible de la región. En este sentido, se recoge la urgencia planteada por la Estrategia Regional de Desarrollo Periodo 2009-2020, que ha identificado los graves efectos que produce el éxodo de los sectores rurales en la planificación territorial. Además, en el documento Política Cultural Regional 20112016, se establece que es posible convertir al arte, la cultura y el patrimonio en un nuevo eje de desarrollo económico y social. Por último, la Estrategia Nacional de Turismo 2012-2020 apunta a la valoración de los sitios nacionales de alto contenido histórico, arqueológico y/o natural y, con ello, a la valoración de las identidades culturales para el desarrollo del turismo cultural. En definitiva, las características tecnológicas del sitio arqueológico y su estrecha relación con la actividad agrícola del valle, nos permite determinar que su posibilidad de uso como recurso cultural, estará vinculada principalmente con el turismo cultural. Sin embargo, para el éxito de destinar el yacimiento y su contexto inmediato como un nuevo foco de desarrollo turístico en la región, es necesario considerar la elaboración de un plan de acción patrimonial capaz de generar lineamientos y procedimientos no solo de investigación, conservación e intervención arqueológica, sino además de integración e implementación y financiamiento de actividades económicas asociadas al turismo y fortalecimiento de la producción agrícola tradicional.

38


39


40


CAPร TULO 2 Estado de conservaciรณn del yacimiento arqueolรณgico



2.1

Fragilidad del Paisaje: deterioros y vulnerabilidad del contexto

El contexto del yacimiento arqueológico sin una planificación territorial que considere el patrimonio y el paisaje como variables fundamentales para el desarrollo sostenible de la región, es altamente vulnerable a la intervención humana. Es común ver en el valle de Lluta construcciones invasivas e improvisadas que rompen con la continuidad visual de la cuenca, actividades económicas ilegales y ajenas a la agricultura tradicional que degradan el ambiente, y poco respeto o conocimiento sobre la calidad y potencial del patrimonio arqueológico que facilita la intervención destructiva. Frente a este escenario, se hace urgente determinar cuantitativamente la fragilidad del valle como paisaje. Determinar la fragilidad del paisaje consiste en asignar valores a una serie de factores que interactúan en su manifestación visual. Estos factores pueden ser biofísicos, de visualización, singularidad y accesibilidad, incluidos en 3 parámetros; Fragilidad Visual de la Unidad de Paisaje, es el resultado de la integración de las variables vegetación e índice topográfico; Fragilidad Visual del Entorno, es el resultado de la integración de las variables de la cuenca visual; y Singularidad como aquellas partes del territorio que presentan elementos únicos y diferenciados, a los que se les otorga una mayor fragilidad.

43


La suma total de puntos determinan tres clases de fragilidad visual del paisaje; Clase I: el paisaje tiene una ALTA fragilidad (24 a 33 puntos); Clase II: el paisaje tiene MODERADA fragilidad (18 a 23 puntos); y Clase III: el paisaje tiene BAJA fragilidad (11 44


a 17 puntos). Uniendo los modelos de calidad visual y fragilidad de cada unidad de paisaje en estudio, permite definir y delimitar las zonas más vulnerables o de mayor sensibilidad visual.

Baja = Actividades de bajo impacto; Calidad Baja + Fragilidad Alta = Restauración; Calidad Baja + Fragilidad Media = Actividades de impacto moderado; Calidad Baja + Fragilidad Baja = Actividades de impacto.

Estas zonas de sensibilidad visual quedan resumidas así; Calidad Alta+ Fragilidad Alta = Conservación; Calidad Alta + Fragilidad Media y Baja= Actividades de bajo impacto; Calidad Media + Fragilidad Alta y Media = Restauración; Calidad Media + Fragilidad Baja = Actividades de bajo impacto; Calidad Baja + Fragilidad Alta = Restauración; Calidad Baja + Fragilidad Media = Actividades de impacto moderado; Calidad Baja + Fragilidad Baja = Actividades de impacto. El resultado: debido a las características geográficas y fragilidad de la vegetación todas las unidades de paisaje son altamente vulnerables. Con esto y determinada la calidad visual de cada unidad de paisaje (revisar punto 1.1.) es posible establecer de manera preliminar, el tipo de acción que debe realizarse para conservar o restaurar sus valores y/o de mitigar los efectos de las intervenciones sobre el paisaje.

45


Sin embargo, este cuadro solo determina criterios de intervención a nivel de contexto, que serán profundizados más adelante. A continuación analizaremos los deterioros y sus posibles causas, que afecta directamente al sitio arqueológico en cuestión. 2.2 Descripción de deterioros materiales del sitio arqueológico A partir de la evaluación y reactualización del estado de conservación del yacimiento Colcas de Huaylacán generado por la Comisión Asesora Regional de Monumentos Nacionales, planteamos lo siguiente: En términos operativos, establecemos tres categorías de clasificación de daños para presentar los grados alteración o disturbación del contexto arqueológico del yacimiento. ͳͳ Alto grado de disturbación: Se considera a las intervenciones antrópicas y/o naturales que han alterado fuertemente provocando un daño irremediable al contexto arqueológico, modificando su conformación original a nivel superficial y de subsuelo. ͳͳ Medio grado de disturbación: Alteración antrópica y/o natural que modifica parcialmente el contexto arqueológico original del yacimiento. ͳͳ Bajo grado de disturbación: Leve o nula alteración antrópica y/o natural del contexto arqueológico.

46


Finalmente, constatamos que todo el yacimiento está afectado directa o indirectamente por actividades que han alterado su contexto, ya sea por cuestiones públicas y/o privadas (Figura 12).

Figura 12: Registro fotográfico del área intervenida por obras de canalización, próximo al agrupamiento A2. Nótese acumulación y disposición de grava producto de una pala mecánica. Fuente: Romero (2014).

2.3 Determinación de causas Considerando lo expuesto por Romero (2011, 2014), y la información levantada en el proceso de prospección y sondeo del sitio, entendemos que el gran deterioro que ha sufrido el yacimiento, ha sido causa de la nula delimitación y protección que merece este importante sitio arqueológico del Valle de Lluta. Por lo tanto, a quedado expuesto a la acción indiscriminada de diferentes tipos de actividades de origen antrópico, desde faenas particulares para la extracción de áridos, áreas de botaderos de escombros para distintas obras civiles, tales como obras viales y de encauzamiento del río Lluta, además de huellas vehiculares producto del tránsito al interior del yacimiento. Por otro lado, inferimos que las posibles causa naturales que afecten al yacimiento, no configuran como un daño que hayan alterado el contexto arqueológico, sino más bien como un agente bioturbador que complementa el registro al momento de realizar un análisis especifico de cada elemento asociado. 47


Por último, es necesario considerar la protección del yacimiento, a partir de su caracterización sistemática mediante estrategias de prospección arqueológica, diagnóstico del subsuelo mediante pozos de sondeos arqueológicos y posteriores rescates del yacimiento con objeto de resguardar la historia cultural del Valle de Lluta. De tal manera, que no se exponga a acciones indiscriminadas que solo deterioran su integridad y estado de conservación. Con esto, se pondría en valor el sitio y potenciaría el área como un espacio de desarrollo productivo vinculado a una estrategia de turismo científico, más allá de lo que actualmente significa social, cultural y económicamente el valle de Lluta 9.

2.4

Estado de Conservación

El sitio arqueológico colcas de Huaylacán posee un gran valor cultural para la prehistoria tardía de la región de Arica y Parinacota. Por lo tanto, requiere de una protección tanto por parte de la comunidad como por los agentes especialistas. Pues su deplorable estado de conservación provoca un desconocimiento sobre el pasado prehispánico tardío, imposibilitando el desarrollo de estrategias económicas y culturales vinculadas a un manejo integral del conocimiento de la historia cultual de este espacio geográfico. Por esto, es que consideramos estrictamente necesario la realización de la puesta en valor del yacimiento, de acuerdo a las estrategias arqueologías pertinentes para su evaluación y difusión patrimonial. Ya que buscamos significar este yacimiento, como un recurso sociocultural que potenciara la perspectiva histórica de la región.

9  Espacio geográfico vinculado a estrategias económicas de producción agrícola.

48


49


IMAGEN

50


CAPÍTULO 3 LINEAMIENTOS GENERALES PARA SU INTERVENCIÓN



3.1

Ordenación Territorial: desde el Paisaje al Sitio Arqueológico

Toda recomendación internacional establece que una vez valoradas las unidades de paisaje, y determinada su fragilidad visual, se debe definir sus objetivos de calidad paisajística. Esto permite no solo definir el carácter de intervención a nivel paisajístico, sino además aproximarse al nivel de restricción de las acciones a realizar para la protección, conservación y utilización del sitio arqueológico. Para ello debemos tener presente las siguientes tablas:

Entonces;

53


Una vez determinado el objetivo de calidad para cada unidad de paisaje identificada, es recomendable realizar un análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas, oportunidades). Gracias a este tipo de análisis es posible reflexionar, evidenciar y explicitar los aspectos positivos y negativos que se encuentran presentes en el paisaje y en el sitio arqueológico. A través de este es posible determinar las debilidades como los aspectos que limitan o reducen la capacidad de desarrollar las estrategias de protección y/o gestión, las amenazas como toda fuerza del entorno que puede impedir la implantación de las estrategias, las fortalezas como las capacidades, recursos y ventajas que pueden servir para explotar las oportunidades, como aquello que permitiría generar a mediano y largo plazo desarrollo sostenible del territorio. a)

Factor Interno Negativo: Debilidades Del Paisaje ͳͳ Perdida del conocimiento tradicional. Si bien las transformaciones socioculturales más importantes que ha sufrido la región se arrastran desde la conquista española, es durante el siglo XX con la chilenización de la región, que el territorio se ve debilitado culturalmente para siempre. Este fenómeno vigente en la actualidad ha generado la pérdida paulatina de la identidad cultural de la región propiciando el abandono del territorio y la pérdida de los saberes ancestrales que utilizaban de manera eficiente y respetuosa los recursos naturales disponibles. ͳͳ Abandono del lugar. Como señalaba, desde principios del siglo XX que esta zona se ve bajo un constante proceso de migración poblacional desde el valle hacia Arica en busca de trabajo estable. ͳͳ Desconocimiento de los valores culturales y ambientales del valle. En consecuencia de las transformaciones socioculturales señaladas en los puntos anteriores, la población local y la sociedad chilena en general, desconoce y no reconoce la importancia de los recursos naturales y culturales como material para propiciar el desarrollo sostenible. ͳͳ Escasa cooperación gubernamental. Si bien existen programas puntuales de conservación cultural y fomento para el desarrollo sostenible, la mala gestión local y la distancia de la región con respecto a la ciudad de Santiago, ha ocasionado que la inversión pública en el valle sea insuficiente. ͳͳ Falta de normativa. No existe una normativa clara a nivel nacional, regional y local que promueva la conservación de los recursos naturales y culturales de manera conjunta bajo el análisis del paisaje. ͳͳ Insuficiente aprovechamiento del potencial turístico y cultural de la región. Si bien existen esfuerzos puntuales, a causa de la escasa infraestructura disponible y baja sensibilidad por parte de la población y las autoridades locales, la inversión pública y privada en turismo ecológico y cultural es insuficiente.

54


Del Sitio ͳͳ Situación de abandono. Si bien el sitio está parcialmente investigado y catalogado como Monumento Arqueológico por el Consejo de Monumentos Nacionales, no presenta ninguna medida de protección, lo que ha generado la pérdida progresiva de sus valores culturales. ͳͳ Fragilidad de las propiedades físicas de los materiales utilizados en la construcción de las colcas. Es conocido que los morteros, revoques y pigmentos de tierra son vulnerables a la intemperie, en especial si no existe un mantenimiento adecuado. Similar situación ocurre con otro tipo de vestigios, como elementos constructivos y utensilios de madera, textiles, etc. ͳͳ Falta de un Plan de Gestión Patrimonial. No existe ninguna institución pública o privada a cargo del sitio que facilite su investigación y gestione su protección y uso. Este requerimiento será fundamental para el éxito de cualquier iniciativa que plantee la conservación patrimonial del sitio arqueológico. b) Factor Externo Negativo: Amenazas Del Paisaje ͳͳ Transformación sociocultural. A causa de la homogeneización sociocultural y económica del país, se produce un abandono de las tradiciones culturales, generando un distanciamiento de la población local con la vida rural, fundamental para garantizar la calidad paisajística del valle y la región. ͳͳ Integración deficiente de nueva infraestructura por falta de planificación territorial. Las más comunes son la instalación de antenas y tendidos eléctricos de alto impacto visual, y la construcción de carreteras y nuevas construcciones sin criterios paisajísticos básicos que les permita integrarse de manera coherente con el entorno natural y cultural. ͳͳ Implementación de proyectos mineros a gran escala. Es conocido por la comunidad local que existen distintas iniciativas de exploración de recursos mineros en la región. El resultado positivo de éstas daría inicio a un importante conflicto ambiental entre las empresas mineras y comunidades rurales agrícolas en relación con la contaminación de las aguas del rio. ͳͳ Bajo control y prevención de los efectos generados por la acción catastrófica de sismos e inundaciones. El norte de Chile es una zona altamente sísmica, y durante el fenómeno del invierno boliviano se ve afectado por la drástica bajada de aluviones hacia la costa. Pese a esta constante amenaza, no existen políticas públicas claras que busquen mitigar o prevenir la pérdida patrimonial a causa de catástrofes naturales.

55


Del Sitio ͳͳ Exposición a agentes de deterioro naturales. Relacionado principalmente con las condiciones climáticas del valle y el riesgo sísmico del territorio. Su acción sin control o medidas de mitigación, conllevan al deterioro y pérdida definitiva del sitio arqueológico. ͳͳ Intervención antrópica. La presencia de actividad humana en el sitio, es una de las causas principales de su deterioro. Huellas de vehículos, acopio de basura, extracción de árido y saqueo del sitio son algunas de ellas. Muchos de estas acciones son consideradas delitos por parte de la legislación chilena, al violar lo establecido en la ley nº17.288 de Monumentos Nacionales, sin embargo, la baja fiscalización y protección del sitio ha permitido que este tipo de hechos quede impune. c) Factor Interno Positivo: Fortalezas Del Paisaje ͳͳ El valle de Lluta se destaca por contener una biodiversidad de gran complejidad. Consiste en un lugar con potencialidades evidentes para el desarrollo del turismo cultural y el fortalecimiento de la vida rural mediante la promoción de su producción agrícola tradicional. ͳͳ Presencia de un patrimonio histórico, arqueológico y cultural de alto valor. Un recurso que se ha conservado por siglos para generar iniciativas de carácter educacional y de fortalecimiento de la identidad cultural. ͳͳ Tendencia por parte de algunas comunidades y organizaciones públicas y privadas, en conservar y fomentar el uso responsable de los recursos naturales y culturales para beneficio de toda la población. ͳͳ Presencia de ecosistemas de carácter excepcional en la región. El humedal en la costa es reserva de una importante biodiversidad, cuya pérdida no sólo significaría un grave deterioro ambiental para la región, sino para el continente. Del Sitio ͳͳ Centro de preservación histórica, tecnológica y antropológica del valle de Lluta. Al igual que otros sitios arqueológicos de la región, el sitio en análisis es un vestigio único que tiene la capacidad de generar a través de la investigación arqueológica, conocimiento científico del desarrollo humano en el valle, y con ello fortalecer la identidad cultural de su población. Por lo mismo, tiene el potencial de vincularse con iniciativas de desarrollo socioeconómico sostenible, en especial con el turismo cultural y el fortalecimiento de la producción agrícola tradicional.

56


d) Factor Externo Positivo: Oportunidades Del Paisaje ͳͳ Aplicación de la legislación medio ambiental y de conservación patrimonial vigentes en Chile. Si bien la normativa existente no es suficiente para garantizar una ordenación adecuada del paisaje, de igual manera debe ser aplicada para mitigar los efectos de las amenazas planteadas anteriormente. ͳͳ Fomentar la implementación del turismo ecológico y cultural como alternativa económica para el desarrollo sostenible del territorio. Es posible, mediante los instrumentos de planificación territorial como los Planes Reguladores Comunales, desarrollar en conjunto con la comunidad y el mundo privado distintas rutas turísticas que promuevan los atractivos naturales y culturales de la región. ͳͳ Fomentar la producción tradicional como otra alternativa económica para el desarrollo sostenible de la región y el fortalecimiento de la vida rural. Esto es posible mediante la promoción de la rehabilitación de zonas de cultivos abandonadas. ͳͳ Fomentar los procesos de sensibilización y capacitación de la comunidad por la conservación del patrimonio natural y cultural de la región. Se deberá considerar la aplicación de los distintos programas de gobierno que buscan generar empleos en zonas rurales mediantes capacitación y apoyo a emprendimientos de pequeñas empresas. ͳͳ Declarar como Zona Típica los poblados mejor conservados y/o Monumentos Históricos sus principales edificaciones, Sitios Arqueológicos y Santuarios de la Naturaleza las áreas naturales no protegidas en la actualidad. Del Sitio ͳͳ Aplicación de la legislación vigente en Chile. Declarado Monumento Arqueológico, el sitio está protegido por la ley nº17288 de Monumentos Nacionales. Sin embargo, ésta no es suficiente para garantizar su conservación material, la falta de fiscalización frente a las intervenciones humanas ha degradado de forma irreversible sus valores culturales, por lo cual aplicarla con todo su rigor legal es fundamental. ͳͳ Fomentar la implementación del turismo cultural como alternativa económica para financiar su conservación y contribuir en el desarrollo sostenible del valle. ͳͳ De manera asociada al sitio, es esencial vincular los predios vecinos al fomento de la producción tradicional mediante un centro de tecnologías precolombinas.

57


Gracias al análisis DAFO es posible elaborar un Plan Preliminar de Ordenación del Paisaje que incorpore el sitio arqueológico. La ordenación del paisaje significa identificar, distribuir, organizar y regular las actividades humanas en él de acuerdo con ciertos criterios y prioridades para dar cumplimiento a una serie de objetivos territoriales propuestos por el Gobierno Regional de Arica y Parinacota. Los más comunes son fomentar el desarrollo socioeconómico equilibrado y sostenible del territorio y mejorar la calidad de vida de la población, a través de garantizar su acceso al uso de los servicios e infraestructuras públicas y del patrimonio natural y cultural. Para ello, será fundamental planificar la gestión democrática, equitativa y responsable de los recursos naturales y culturales del paisaje. Desde el punto de vista de la ordenación del territorio, la planificación es el instrumento básico para ejercer el proceso ordenador10. Por tanto, es una herramienta que permite establecer una visión estratégica para un área, que refleje los objetivos y aspiraciones de la comunidad. De este modo, la planificación es un proceso en que se definen metas y los medios necesarios para alcanzarlos, y debe proveer la información necesaria para la toma de decisiones apropiada, democrática e informada. Con los antecedentes recopilados es posible determinar qué tipo de actuaciones serán necesarias para planificar de manera preliminar el paisaje como contexto del sitio arqueológico11. Como señalaba anteriormente, gran parte de este territorio se encuentra en evidente estado de abandono por la falta de trabajo estable en la zona. Por ello, una de las principales actuaciones que se deben considerar en la planificación de actuaciones es la restauración de estos espacios degradados para recuperar su carácter rural y mantener su identidad cultural. Para asegurar y rentabilizar la inversión, las acciones recomendadas a continuación, deberán acompañarse de una serie de lineamientos, consideraciones y recomendaciones a través del diseño de un plan de gestión o manejo, que regule las maneras de modificar el paisaje sin perjuicio de sus valores visuales, ambientales y culturales. Por otra parte, se deberá considerar que existen además áreas naturales excepcionales que no han sido intervenidas de manera drástica, pero sí muy vulnerables a la acción antrópica no planificada. Para estas zonas de alto valor ambiental se deberá considerar su declaración como parque nacional o santuario de la naturaleza, para así garantizar su protección legal y conservación. 10  Antón y González, 2004. En Modulo 1: Instrumentos de Ordenación del Paisaje, Dr. Gonzalo de la Fuente, FONDOVERDE, Editorial Ambiental, España. 11  Hall y Page, 1997. En Modulo 1: Instrumentos de Ordenación del Paisaje, Dr. Gonzalo de la Fuente, FONDOVERDE, Editorial Ambiental, España.

58


3.2

Filosofía de diseño del proyecto de intervención patrimonial

Definir una filosofía de diseño para el proyecto de Puesta en Valor del Yacimiento Arqueológico Colcas de Huaylacán mediante una metodología de intervención que sea responsable con el valor arqueológico del sitio, y coherente con su potencial para el desarrollo de iniciativas de turismo cultural. Se entiende que un sitio con carácter arqueológico no tiene una función habitable, por lo cual, al momento de proponer su intervención, es esencial aplicar el principio de la mínima intervención. Esto se debe, a nuestra responsabilidad como especialistas de garantizar su autenticidad como vestigio arqueológico. Sin embargo, su intervención no sólo debe considerar la investigación arqueológica sino además potenciar sus capacidades para el desarrollo sostenible de su contexto inmediato. El sitio arqueológico se inscribe dentro de un paisaje cultural vivo, dinámico, pero muy debilitado. Es por ello que el proyecto de intervención patrimonial propone como uno de sus objetivos principales transformar la conservación patrimonial del sitio en una alternativa de desarrollo socioeconómico para la sociedad, y con ello, promover la recuperación progresiva del valle. En este sentido se hace fundamental establecer cierta ponderación que pretenda dar tanta significación a la investigación arqueológica como a la utilización del sitio como recurso cultural. Una suerte de complementariedad o dialéctica que en esencia tienen el mismo propósito: la conservación patrimonial, dentro de un contexto de funcionalidad y respeto por la autenticidad del sitio y el contexto. Frente a estos antecedentes proponemos las siguientes actividades principales:

59


ͳͳ Prospección Arqueológica: Considera la primera etapa de la investigación arqueológica y buscó recuperar la mayor cantidad de información del área ediante la inspección superficial del terreno (EJECUTADO). ͳͳ Sondeo Arqueológico: Segunda etapa de la investigación. Se realizaron en lugares en los que presumiblemente podrían localizarse restos arqueológicos, ante las evidencias encontradas en la etapa de prospección. El resultado de los sondeos arqueológicos puede propiciar la liberación del espacio o bien la ampliación de la intervención ante el hallazgo de evidencias de carácter arqueológico (EJECUTADO). ͳͳ Caracterización del Sitio Arqueológico: Consiste en la interpretación de los datos levantados en las etapas anteriores. Esta etapa es fundamental para conocer la calidad de los hallazgos y definir la primera aproximación museográfica del sitio (EN EJECUCIÓN). ͳͳ Restauración Arqueológica por Liberación: Medida básica en toda intervención patrimonial. Facilitará la legibilidad y comprensión integral de las colcas, y se ejecutará de manera controlada, registrando arqueológicamente cada material a retirar o remover. ͳͳ Restauración Arqueológica por Consolidación: Bajo un enfoque arqueológico la restauración buscará conservar la materialidad de las colcas, sin embargo se deberá considerar la estabilidad de la estructura. Para este tipo de actividades se recomienda registrar los materiales que serán restituidos y definir los que serán integrados, siempre bajo la supervisión del arqueólogo. ͳͳ Restauración Arqueológica de Reintegración: En la eventualidad de recuperar una colca a su situación original como parte del guion museográfico del sitio, es posible considerar la restitución de ciertos elementos. ͳͳ Restauración Arqueológica de Innovación: Como resultado de la investigación arqueológica, se considerará la aplicación de un guión museográfico que permita comprender el valor patrimonial del bien, y generar alternativas de desarrollo a la comunidad. Esto implica el trazado de un circuito peatonal por el sitio y la construcción de un centro de interpretación, con dependencias para conservar, exponer y difundir los vestigios arqueológicos levantados en etapas anteriores. 3.3

Procedimientos para la investigación arqueológica

Para la ejecución de una investigación arqueológica en el yacimiento y de acuerdo a la normativa del Consejo de monumentos Nacionales ley nº 17.288, se propuso desarrollar las siguientes etapas: Prospección Arqueológica pedestre: a partir de los antecedentes relevados por la comisión asesora del CMN, se determinó el polígono a prospectar, considerando una 60


cobertura e intensidad de un 100% del yacimiento (Gallardo y Cornejo 1986, Fish y Kowalewsky 1990), a partir de transectas paralelas distanciados entre si cada 20 m. Para la ejecución de esta actividad, fue necesario considerar entre dos a cuatro profesionales arqueólogos para una prospección sistemática que se ejecutó entre a dos a tres días. (EJECUTADO). Posteriormente, ante los hallazgos de restos culturales, se describió y registró de acuerdo a los lineamientos establecidos por el CMN a través del “Sistema Unificado de Registro de Patrimonio Arqueológico, SITUS”. Finalmente, la información relevada se procesó en gabinete, siendo analizada y expuesta en un informe con copia al CMN, donde se dio cuenta del estado de conservación actual del yacimiento y de sus componentes arqueológicos asociados. Además se sugierió, los potenciales sectores a caracterizar mediante pozos de sondeos. Pozos de sondeo Arqueológico: a partir de la inspección pedestre realizada al terreno, el CMN determinó el porcentaje y sectores a caracterizar. Ahora bien, dicha caracterización del subsuelo, se desarrolló a partir del trazado de unidades estratigráficas de 0,5 x 0,5 m², excavadas manualmente según niveles artificiales de 10 cm, con un máximo de dos niveles estériles, es decir, estratos sin presencia de material artefactual y/o ecofactual. En esta etapa, se realizó la clasificación y registro de los materiales obtenidos durante el proceso de excavación, consignados en una ficha definida para cada pozo. Posteriormente, a la etapa de sondeos se desarrolló el proceso de análisis de cada material relevado, siendo derivado a los arqueólogos especialistas en cada materialidad. Pues, considerando los antecedentes del yacimiento, consignamos que se requerirán al menos seis tipos de análisis de material arqueológico, a saber: Análisis Arquitectónico, Lítico, Cerámico, Arqueobotánico, Textil y Bioantropológico, entre otros que se evidencien el subsuelo. (EJECUTADO). Caracterización del sitio: cada dato procesado se expone en un informe final que detalla el proceso de caracterización del sitio y el análisis de los datos obtenidos. Es importante señalar que todos los restos culturales obtenidos se derivan a una institución museográfica pertinente que presente los estándares adecuados para su conservación, registro y almacenamiento, de acuerdo a los criterios establecidos por la DIBAM (Dirección de Bibliotecas, Museos y Archivos). En consecuencia, con la caracterización del sitio el CMN sugiere el porcentaje y área a rescatar con el objeto de liberar un área, investigar y/o proteger sistemática y metodológicamente el yacimiento. Finalmente es necesario indicar que la tramitación para la presente intervención del yacimiento arqueológico, se realizó según lo estipulado en la ley nº17.288 de 61


Monumentos Nacionales, mediante la solicitud de intervenciones y/o excavaciones de sitios arqueológicos y/o históricos. Es decir, fue necesario esperar la aprobación del CMN para iniciar la ejecución de las actividades de sondeo (EN EJECUCIÓN).

3.4

Recomendaciones para la intervención del sitio arqueológico

En primer lugar, es preciso entender que por normativa cualquier espacio o territorio que presente evidencias patrimoniales, sean arqueológicas, paleontológicas, antropológicas, artísticas o históricas, están protegida por la ley de Monumentos Nacionales nº 17.288, por tanto, para desarrollar cualquier actividad en estos espacios, es necesario evaluar el terreno a partir de prospecciones oculares pedestres y luego definir áreas para su caracterización a partir de pozos de sondeos. Es decir, que para señalar que un área está libre de presencia de material cultural, los pasos a seguir por regulación corresponden a una inspección y diagnóstico arqueológico. Posteriormente según la densidad de evidencias se procede al rescate, quedando efectivamente el área libre para actividades de cualquier tipo. No obstante, independientemente que se solicite un espacio que superficialmente no registre evidencias de material cultural, no implica que en el subsuelo no existan evidencias. Además, por asociación a un yacimiento de tales características como lo es el sitio arqueológico Colcas de Huaylacán, es muy probable que se encuentren, diversos tipos de evidencias arqueológicas, desde fragmentos aislados de desechos líticos, dispersión de cerámica y probablemente restos bioantropológicos (osario o cementerio). Ahora bien, habiendo aclarado el proceso de intervención arqueológica, se sugiere desarrollar una propuesta de carácter museográfica in situ que exponga el contexto arqueológico rescatado. Un lineamiento aproximado, sería en primer lugar, la conservación y restauración de las estructuras arquitectónicas denominadas Colcas. Con el objeto de caracterizar su funcionalidad y uso correspondiente a su periodo cultural. Para dar sustento empírico al yacimiento, se sugiere tomar muestras para fechar el sitio, y poder situarlo temporalmente en la cronología de la historia cultural de la región. Además, se propone gestionar, una sala de exposición con los estándares DIBAM para la exposición y conservación de las piezas obtenidas durante las distintas etapas de investigación arqueológica. Finalmente, es importante recordar y precisar que para cualquier tipo de actividad que implique la restauración de las colcas, requiere evaluar la factibilidad de dicho proceso, ya sea como conjunto arquitectónico o como unidad. Puesto que en primer lugar las actividades deben orientarse a esclarecer los contextos, a partir de los diagnósticos arqueológicos, es decir, desde la ejecución de los sondeos y posteriormente rescates. 62




CAPÍTULO 4 INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA DEL SITIO



4.1

Presentación de la investigación

En este capítulo se presentan los resultados de las actividades arqueológicas realizadas en el sitio Colcas de Huaylacán durante los años 2016 y 2017. El objetivo de estas actividades fue generar un campo de datos que sustenten la puesta en valor y resguardo del sitio arqueológico Colcas de Huaylacán. La primera actividad realizada fue la prospección arqueológica del yacimiento en su totalidad, es decir, se inspeccionaron dos polígonos definidos como parte del yacimiento. Durante esta etapa, se documentó la presencia de una gran cantidad de evidencias culturales en superficie, asociadas a múltiples conjuntos de colcas. Entre las colcas, pudimos corroborar la existencia de varios tipos de expresiones técnicas de su manufactura, a saber: colcas selladas, colcas expuestas delimitadas por guijarros con y sin argamasa. A partir de los datos obtenidos de la prospección arqueológica, se planteó realizar una caracterización subsuperficial los contextos evidenciados, a partir de una serie de pozos de sondeos arqueológicos. Es así como, se planteó un conjunto de pozos de sondeos distribuidos entre los conjuntos de colcas y en las áreas que evidenciaron mayor diversidad y densidad de elementos culturales en superficie. La segunda actividad expuesta en este capítulo son los resultados preliminares del proceso de excavación arqueológica efectuada en el sitio. Es importante mencionar que este proceso se configura como la primera actividad científica y sistemática desarrollada en el sitio. Cuyos resultados preliminares nos permiten señalar que la ocupación humana de este sitio se vincula a la presencia de un grupo cultural local, denominado Cultura Arica que habitó durante el Período Intermedio Tardío () Por último, se presenta una breve reflexión sobre la importancia de cuidar, resguardar y poner en valor los contextos arqueológicos, considerando la alta afectación del sitio por el tránsito de vehículos y acumulación de basura actual. También, se expone como las actividades de difusión arqueológica permiten clarificar y contextualizar el significado del patrimonio cultural y su alcance social más allá de la visión académica de la disciplina. 4.2

Prospección arqueología en el sitio

El sitio Colcas del Huaylacán se emplaza en la vertiente Norte del Valle de Lluta a la altura del km 5 ½ de la Ruta 11 CH, justo en la intercesión con la Ruta A-131. El yacimiento arqueológico se extiende sobre una terraza aluvio-fluvial caracterizada 67


por la presencia de cantos rodados y sin cubierta vegetacional. El sitio está dividido en dos sectores el Este y Oeste. La muestra de estudio se definió a partir de criterios culturales, es decir, según la distribución del conjunto de rasgos, artefactos y ecofactos presentes en el área de estudio, correspondiendo a dos polígonos: A y B (figura 13). El polígono A se ubica en el sector este del sitio que comprende el conjunto total del yacimiento Colcas de Huaylacán y presenta un área de 17.704 m², sobre una superficie arenosa con presencia de guijarros de distintos tamaños. Por su parte, el Polígono B se ubica en el sector oeste del mismo espacio y presentó un área de 22.520 m², sobre una similar matriz superficial arenosa con abundantes inclusiones de guijarros de distintos tamaños.

Figura 13. Emplazamiento de los polígonos. Polígono A sector E, polígono B sector W.

Metodología prospección arqueológica Se realizó una prospección arqueológica pedestre, intensiva y dirigida, a partir de transectos paralelos, para ambos polígonos, distanciadas entre sí cada 20 a 30 m. 68


Además, dirigimos la prospección hacia los sectores con mayor densidad de rasgos, de manera de generar unidades internas de muestreo en cada polígono. Por otra parte, la prospección directa, nos permitió reevaluar, diagnosticar y caracterizar el estado del yacimiento y de sus unidades materiales asociadas. Cabe señalar, que esta estrategia metodológica forma parte de otras técnicas, ya sea la utilizada en este estudio la prospección pedestre o superficial y la prospección subsuperficial mediante sondeos manuales o mecánicos. El relevamiento y registro de información se estableció a partir de transectos lineales distantes entre sí cada 20 a 30 metros, resultando una cobertura total de los polígonos. En cuanto, a la recuperación de los datos se utilizó un equipo de navegación satelital GPS modelo Garmin 62Smap, con la función tracklog configurada para la toma sistemática de los datos, siendo estos más preciso y continuos, presentado un rango de error constante de ± 3 metros. Los datos relevados, se relevaron en coordenadas UTM y fueron procesadas en el software Basecamp Garmin, junto al uso de imágenes satelitales del Software Google Earth Pro, bajo el sistema de Coordenadas UTM y Datum WGS 1984. Por último, se realizó un registro fotográfico del emplazamiento de los polígonos, de los conjuntos muestreados, de las unidades registradas y de las áreas afectadas por alteraciones antrópicas actuales. Resultados prospección arqueológica en el Polígono A, Sector Este El polígono A presento un área de 17.727 m² (1,77 há). Para su cobertura, se realizaron 8 transectos paralelos intensivos, conformando un total de 2.800 metros lineales recorridos. Se registró un universo total de 12 evidencias superficiales, categorizadas en tres tipos de evidencias: a) Conjuntos de colcas, b) dispersiones de material cultural y c) hallazgos aislados. Conjunto de Colcas Se registró un total de 6 conjuntos de colcas y una aislada, todas ellas asociadas a una amplia variedad de materiales culturales: fragmentos decorados y no decorados de cerámica, restos malacológicos, desechos de material lítico (núcleo, lascas y matrices bifaciales), restos faunísticos, orgánicos (coronta de maíz y totora) y restos bioantropológicos. En términos culturales, pudimos corroborar la existencia de una diferenciación constructiva de colcas. Pues pudimos categorizarlas en dos grupos, a saber: Colcas selladas por sedimento levemente delimitadas por una oquedad (Figura 14) y Colcas abiertas (expuestas) delimitadas por guijarros con y sin argamasa (Figura 15 y Figura 16).

69


Figura 14. Registro del tipo “Colca sellada por sedimento�.

Figura 15. Registro de una colca del tipo delimitada por guijarros y argamasa.

70


Figura 16. Registro de una colca del tipo delimitada por guijarros.

Figura 17. Registro del hallazgo aislado, correspondiente a dos fragmentos de cerรกmica no decorada. 71


Figura 18. Registro del hallazgo aislado, correspondiente a un fragmento de cordelerĂ­a bicroma.

Figura 19. Registro del hallazgo aislado, correspondiente a una matriz bifacial con corteza.

72


Resultados prospección arqueológica en el Polígono B El polígono B presento un área de 22.082 m² (2,21 há). Para su cobertura, se realzaron 15 transectos paralelos intensivos, conformando un total de 3.400 metros lineales recorridos. A partir de este registro, se determinó un universo total de 23 evidencias superficiales, categorizadas en cuatro tipos de evidencias: a) Conjuntos de colcas, b) dispersiones de material cultural, c) hallazgos aislados y d) perfiles expuestos. Conjunto de Colcas Se registró un total de 3 conjuntos de colcas (), todas asociadas a una amplia diversidad de material cultural: fragmentos de cerámica decorados y no decorados, restos malacológicos, desechos de material lítico, restos faunísticos, material orgánico (coronta de maíz y totora) y restos bioantropológicos. Además, pudimos identificar y definir dos grupos para el conjunto de colcas, a partir de sus diferencias tipológicas: Colcas selladas por sedimento () y colcas expuestas, delintadas por guijarros con y sin argamasa (Figura 10, Figura 11 y Figura 12).

Figura 20. Registro de un conjunto de colcas selladas por sedimento del polígono B.

73


Figura 21. Registro de una colca delimitada por guijarros.

Figura 22. Registro de una colca delimitada por guijarros y argamasa. Presenta material bioantropolĂłgico en su interior (fragmento de coxal, tibia y fĂŠmur). 74


Dispersión de material cultural Se registró un conjunto total de nueve tipos de dispersiones de material cultural, correspondientes a fragmentos de cerámica no decorada (Figura 23) y decorada (Figura 24), desechos de material lítico, restos malacológicos, restos orgánicos, fragmentos de textil y restos bioantropológicos (Figura 25 y Figura 26).

Figura 23. Dispersión de material cultural: fragmentos cerámicos (cuerpo y asa) y lítico (núcleo).

75


Figura 24. Fragmento de cerรกmica decorada, correspondiente a la Cultura Arica (Gentilar).

Figura 25. Registro de material cultural disperso, fragmentos cerรกmicos y fragmentos bioantropolรณgicos. 76


Figura 26. Fragmento รณseo humano (radio) en muy mal estado.

Hallazgos aislados Para este tipo de evidencia, se registrรณ una frecuencia de 4 elementos, a saber: Peine para la extracciรณn de piojos, fragmentos de cerรกmica no decorada, fragmentos de asa y cuerpo, y tres fragmentos de soporte de molienda. Es necesario precisar que en los sectores donde se registran perfiles expuestos, fue el espacio de mayor evidencia diagnostica (Figura 27, Figura 28 y Figura 29).

77


Figura 27. Peine arqueolรณgico simple o sin decoraciรณn para la extracciรณn de piojos.

.

78

Figura 28. Fragmento de asa correspondiente a la Cultura Arica .


Figura 29. Fragmentos de soportes de molienda.

Figura 30. Registro de un perfil compuesto por material orgรกnico, asociado a fragmentos cerรกmicos. 79


Perfiles expuestos Se registró un conjunto total de siete perfiles expuestos, donde dos cuadrantes son los que concentraron la mayor presencia de estos. Nos referimos al sector NE y NO que presentan un total de seis conjuntos de perfiles expuestos. Mientras que en el cuadrante SE solo se registró uno. Respecto a la evidencia de material cultural registrada, pudimos consignar la presencia de eventos de quema, capas orgánicas compuestas principalmente de totora, junto a fragmentos de cerámica incrustada, restos textiles (un posible chinguillo y cordelería), valvas de mytilidos y restos faunísticos (Figura 30, Figura 31 y Figura 32). Por último, es necesario señalar que todos los sectores asociados al emplazamiento de los perfiles han sido afectados por el ingreso de maquinaria y el tránsito de vehículos menores. Producto de este tipo acciones, se han expuesto y dejado una amplia diversidad de materiales artefactuales y/o ecofactuales visibles, tanto para alteraciones antrópicas actuales como el huaqueo o como para una mayor alteración de agentes tafonómicos sobre los restos.

Figura 31. Registro contextual de materiales culturales asociados a un perfil expuesto.

80


Figura 32. Registro detallado de un evento de quema, asociados a valvas incrustadas y fragmento de cerámica.

4.3

Caracterización arqueológica subsuperficial

La caracterización arqueológica subsuperficial considero la ejecución de 21 pozos de sondeo distribuidos en el polígono oeste del sitio (Figura 33). Dicho proceso considero los distintos emplazamientos del sitio homónimo con el objetivo de caracterizar horizontal y verticalmente toda el área arqueológica. En este contexto, los pozos fueron distribuidos entre los conjuntos de colcas y en los sectores de mayor abundancia de elementos culturales, en ningún caso, al interior de las colcas. Metodología del proceso de caracterización subsuperficial. Los pozos de sondeo fueron trazados a partir de una extensión de 0,5 m por 0,5 por lado, emplazados entre los conjuntos de colcas y en las áreas de dispersiones de material cultural previamente documentadas. Las excavaciones de las unidades de estudio se realizaron decapando según estratigrafía o capas naturales hasta consignar dos niveles culturalmente estériles de 10 cm cada uno. Es así como, las capas naturales fueron definidas por su composición edáfica (sedimentaria) como por la presencia de elementos culturales depositados en ella. Los sedimentos extraídos durante el proceso de excavación de los pozos fueron harneados con mallas de 0,25 y 0,5 cm de espesor con el objetivo de recuperar la 81


mayor cantidad de elementos culturales. Dichos materiales culturales recuperados, fueron embalados en bolsas con sus respectivas etiquetas de registro, donde se consignó la siguiente información: ͳͳ ͳͳ ͳͳ ͳͳ ͳͳ ͳͳ ͳͳ

Nombre del sitio Unidad de excavación Capa/Nivel Material Fecha Responsable Observaciones

Precisar que, el registro en planta de cada hallazgo y de cada capa/nivel se realizó con niveles de lienza (profundidad y orientación) hasta el cierre de cada unidad. Además, todo el proceso fue documentado mediante notas de campo, fichas de registro, fotografías, croquis y dibujos de perfil de todas las unidades intervenidas. En consecuencia, al finalizar la excavación de cada pozo de sondeo, determinado por la presencia de dos niveles estériles, y después de la realización de los dibujos de perfil, se deposita una ficha de cierre de excavación junto a una malla Rachel para reingresar los sedimentos extraídos y cerrar todas las unidades intervenidas. Por otra parte, señalar que el registro topográfico del sitio y de cada pozo de sondeo fue desarrollado a partir de foto-aereogrametría. Para terminar, es necesario indicar que en algunos casos se tuvieron que ampliar las unidades de muestreo con el objetivo caracterizar correctamente la distribución de los contextos. Asimismo, es que se planteó una columna de muestreo cuantitativo para poder precisar la abundancia y diversidad horizontal y vertical de los contextos zooarqueológicos y arqueobotánicos evidenciados en el sitio. Resultados caracterización subsuperficial En la caracterización subsuperficial del sitio arqueológico Colcas de Huaylacán, se ejecutaron 21 pozos sondeos emplazados y distribuidos entre los conjuntos de colcas y áreas de mayor densidad de elementos culturales registrados en el polígono oeste (Figura 34, Figura 35, Figura 36, Figura 37 y Figura 38). Por otra parte, es importante precisar que entre los materiales culturales recuperados durante el proceso de excavación se documentan de manera similar, los siguientes elementos: macrorestos vegetales (chala y coronta de maíz, semillas, totora, fibra vegetal); restos malacológicos, ictiológicos, carbón, restos óseos de animal, textil (tejido y cordelería), lítico, cerámica y restos bioantropológicos (diente). En consecuencia, podemos inferir preliminarmente que la adscripción temporal 82


y cultural de este sitio, nos indica una ocupación del espacio hacia momentos de transición entre el Periodo Intermedio Tardío y Tardío (1.000 al 1.450 d.C). Pues, de la evaluación in situ, efectuada sobre la alta presencia de fragmentos de cerámica, asignables a la cultural Arica, señalamos una efectiva ocupación del periodo intermedio tardío hacia el periodo tardío. En términos económicos, indicamos un efectivo uso sociocomercial y subsistencial de este espacio. Documentado por la alta presencia de restos malacológicos (bivalvos y gastropodos marinos), Ictiológicos (diferentes especies) y restos vegetales (maíz), además de posibles restos vertebrados de Camélidos.

83


Figura 33. Distribuciรณn y emplazamiento del conjunto de pozos de sondeo.

84


85 Figura 34. Registro del emplazamiento y distribuciรณn de los pozos de sondeo.


Figura 35. Registro del emplazamiento de un pozo de sondeo, asociado a un conjunto de colcas.

Figura 36. Registro contextual del emplazamiento de un pozo de sondeo.

86


Figura 37. Registro contextual del hallazgo en planta de una vasija muy fragmentada, de paredes internas y externas tiznadas.

Figura 38. Registro de una ampliaciรณn correspondiente a cuatro pozos de sondeo.

87


Materiales arqueológicos relevados Durante el proceso de excavación arqueológica, se documentó la presencia continua de fragmentos de cerámica decorada (Cultura Arica) y no decorada, restos malacológicos, restos vegetales (maíz, fibras y semillas), textiles principalmente cordelería, restos ictiológicos, fauna vertebrada terrestre y en menor medida desechos líticos, además de un incisivo humano (Figura 39, Figura 40, Figura 41, Figura 42, Figura 43, Figura 44, Figura 45, Figura 46, Figura 47, Figura 48 y Figura 49). Cabe precisar que, los contextos culturales relevados se registraron en superficie como en estratigrafía. No obstante, destaca una mayor representación de contextos alfareros, ictiológicos y vegetales en el subsuelo, junto a restos de cordelería.

Figura 39. Fragmento de cuerpo de una cerámica, correspondiente a la Cultura Arica.

88


Figura 40. Registro de un fragmento de cerรกmica, asociada a la cultura Arica.

Figura 41. Registro de fragmento de cerรกmica decorada perteneciente a la Cultura Arica. 89


Figura 42. Registro de un fragmento de asa decorada, asociada a la Cultura Arica.

Figura 43. Registro de una madera embarrilada con cordelerĂ­a. 90


Figura 44. Registro de un fragmento de textil.

Figura 45. Registro fragmento de cordelerĂ­a. 91


Figura 46. Registro de un fragmento de cordelerĂ­a.

Figura 47. registro de una cordelerĂ­a.

92


Figura 48. Registro de un incisivo, deciduo o de leche.

Figura 49. Registro de un artefacto lĂ­tico, corresoniente a un lito registrado en estratigrafĂ­a, preveniente de la unidad URS-15.

93


4.4

Interpretaciones preliminares del conjunto de datos

El sitio arqueológico Colcas de Huaylacán, se define como un espacio de articulación de redes de intercambio, interacciones sociales y lazos comerciales. Este yacimiento, ha sido escasamente investigado por la arqueología regional. No obstante, las evaluaciones y/o inspecciones realizadas han intentado de situar temporalmente a este yacimiento en un Periodo Tardío o Inca (Fecha). A pesar de no contar con fechados absolutos para este sitio, constatamos que hay una continuidad ocupacional que recorre el Periodo Intermedio Tardío (Cultura Arica) hacia una transición con el Periodo Tardío. Por otra parte, los datos relevados en el marco del presente proyecto nos permiten caracterizar y precisar que la ocupación y/o transito indígena de este espacio se configuro a partir de procesos de intercambio comercial/subsistencial e interacciones socioculturales. En este sentido, el sitio Colcas de Huaylacán se configura como un espacio de síntesis y de confluencia de grupos culturales de distintos pisos ecológicos, tales como: colonias altiplánicas, grupos precordilleranos, y grupos de tierras bajas (valles y costa), contacto o interacción evidenciada mediante la presencia de los distintos elementos culturales registrados en este sitio. Pues bien, una de las evidencias que permiten sostener una efectiva interacción de los distintos grupos culturales durante el periodo intermedio tardío, son las evidencias de tráfico caravanero, asociadas a la amplia presencia de representaciones rupestres en distintos soportes (petroglifos y geoglifos) como la presencia de huellas troperas orientadas a conectar vialmente los valles y la costa con las tierras altas. Es en este contexto de redes y estrategias donde se emplaza el sitio Colcas de Huaylacán.

94


Figura 50. Representaciรณn grรกfica de la construcciรณn de una colca y como se almacenaban los productos alimenticios en su interior.


Figura 51. Representaciรณn grรกfica del intercarmbio comercial y sociocultural que se viviรณ en el sitio arqueolรณgico. Se puede apreciar la interacciรณn entre individuos de la costa, valles y y altiplano.


Figura 52. RepresentaciĂłn grĂĄfica de las caravanas de llamas por la huella tropera emplazada en la ladera sur del valle de Lluta, a los pies del los geoglifos El Ă guila.


Figura 53. Representación gráfica de la cosecha del maíz en el valle y de la recolección de fibras vegetales y productos marinos en la ribera del rio Lluta y costa Pacífico.


Interacciones sociales, culturales y simbólicas Entendiendo que el sitio Colcas de Huaylacán se define como un espacio de almacenamiento de recursos alimenticios e intercambio comercial, los indicadores materiales que plantean un vínculo de interacción con otros espacios ecológicos son la presencia de elementos vinculados a otros pisos ecológicos, ya sean evidencias artefactuales o recursos alimenticios. Entre los elementos de interacción destaca la presencia de restos de cerámica de pasta altiplánica, recursos faunísticos de altura (restos óseos de camélidos). A nivel del valle o local, destaca la presencia de cerámica asociada a la Cultura Arica con la abundante presencia de restos vegetales correspondientes a semillas de algodón, fibras de totora y maíz (corontas y fibras). Mientras que, del sector costero se documenta una amplia diversidad de recursos malacológicos (Mytilidos, Chiton sp, Trophon sp, Fissurella sp, Concholepas concholepas, Tagelus dombeii, Tegula atra) e ictiológicos (otolitos, espinas y vertebras). Prácticas y estrategias de subsistencia Las evidencias relevadas nos permiten sostener que las actividades económicas desarrolladas en este espacio se orientaron al consumo de recursos cultivados (agricultura) y a la explotación de recursos marinos y ribereños, es decir, practicaban un sistema agro-marítimo. Entre los cultivos más comunes para el valle y ampliamente representado en el sitio, fue el maíz y en menor medida calabaza. Asimismo, se evidencio la presencia de algodón y otras semillas. En la categoría de otras semillas, nos referimos posiblemente a frutos silvestres, tales como: molle, algarrobo, totora y junquillo. Siendo representados para este sitio el molle y la totora. Esta última, registrada en la actualidad en la ribera del río Lluta. Cabe agregar que, no solo fue la agricultura la estrategia que predominó en este periodo, sino también, la explotación, uso y consumo de recursos costeros, tal como lo evidencia el sitio Colcas de Huaylacán, donde se registra una diversidad de recursos malacológicos en superficie y en el subsuelo, sumado a la gran cantidad de recursos ictiológicos.

99


4.5

Alteraciones antrópicas actuales y la necesidad del resguardo del sitio

Es necesario señalar que las colcas han sido afectadas por acciones antrópicas actuales, a saber: delimitación de un sendero y de un conjunto de colcas con guijarros pintados de blanco, huellas vehiculares, zanjas y basura Subactual. Además, se sigue observando el uso de espacio como botadero y área de extracción de áridos, situación que deja en manifiesto, la precaria situación de este yacimiento arqueológico, donde cuidado cultural carece de conciencia y respeto. De la misma manera impacta el tránsito de los turistas al interior del yacimiento, pues la alta presencia y distribución de elementos culturales en superficie queda totalmente expuesta a la descontextualización, tanto por el transito pedestre del área como del vandalismo. Es en este contexto, cuando se hace necesario poner en valor y resguardar el patrimonio cultural. Pues el potencial que se puede generar por el cuidado de los yacimientos arqueológicos se puede asociar a distintas acciones o gestiones, tales como: gestión patrimonial (Turismo de Intereses Específicos) e investigaciones científicas interdisciplinarias, donde el objeto patrimonial no configura un valor económico, sino directamente social y cultural.

Figura 54. Registro un conjunto de colcas delimitas con guijarros pintados, alteración antrópica actual. 100


Figura 55. Fotografía aérea del conjunto de colcas delimitadas por guijarros y huellas vehiculares asociadas

Figura 56. Vista al norte de un conjunto de colcas delimitadas por guijarros, alteración antrópica actual. 101


4.6

Difusión del trabajo de campo

Durante el proceso de excavación del sitio, pudimos corroborar como todos los días es visitado por turistas nacionales que transitan en un circuito turístico que considera una parada en las Colcas de Huaylacán. Es así como, se coordinó una visita en el momento que se estaban realizando algunas excavaciones arqueológicas, permitiéndonos presentar parte de nuestro quehacer y del trabajo realizado en el marco del proyecto de puesta en valor del sitio (Figura 43 y Figura 44). En este contexto, contamos con la presencia de turistas locales y niños (Figura 45 y Figura 46), a quienes se les explico, en parte, en que consiste una excavación arqueológica y el objetivo de este trabajo. Cuyos resultados, permitirán contar con un campo de antecedentes empíricos que permitan poner valor y resguardar los contextos arqueológicos evidenciados en el yacimiento arqueológico Colcas de Huaylacán.

Figura 57. Registro de la visita de turista locales al sitio.

102


Figura 58. Registro de la visita de turista locales al sitio.

Figura 59. Registro de difusi贸n, proceso de explicaci贸n de una excavaci贸n arqueol贸gica.

103


Figura 60. Actividad de difusión, visita de niños a una unidad de excavación arqueológica.

104




CAPÍTULO 5 PROPUESTA PAISAJÍSTICA, ARQUITECTÓNICA Y PATRIMONIAL



5.1

Parque Arqueológico: Centro de Interpretación Arqueológica y Ambiental

Para dar cumplimiento a los objetivos trazados por el proyecto Puesta en Valor del Yacimiento Arqueológico Colcas de Huaylacán se consideró elaborar una propuesta arquitectónica y paisajística que permita implementar en el sitio, infraestructura vinculada a la conservación patrimonial del sitio y desarrollo sostenible del valle. Las características tecnológicas del sitio arqueológico y su estrecha relación con la actividad agrícola del valle, nos permite determinar que su posibilidad de uso como recurso disponible, está vinculada principalmente con el turismo cultural. Para lograr este propósito, es necesaria la elaboración de un Plan de Acción y Manejo Patrimonial capaz de generar lineamientos y procedimientos no solo de investigación, conservación e intervención arqueológica, sino además de difusión, integración, implementación y financiamiento de actividades económicas asociadas al turismo y fortalecimiento de la producción agrícola tradicional. El sitio arqueológico se inscribe dentro de un paisaje cultural vivo, dinámico, pero muy debilitado. Es por ello que el proyecto de intervención patrimonial propone como uno de sus objetivos principales transformar la conservación patrimonial del sitio en una alternativa de desarrollo socioeconómico sostenible para el valle de LLuta, y con ello, promover la recuperación progresiva de este lugar a través de la investigación arqueológica e intervención patrimonial del sitio (restauración arqueológica, museografía e Innovación). El principal criterio que fundamenta la propuesta es la mínima intervención. Esto implica minimizar el impacto en el suelo y subsuelo del sitio, y de conservar la percepción visual del lugar. Para ello, se contempla realizar mininas y necesarias excavaciones y construir edificios de baja altura y semienterrados. Además de utilizar sistemas constructivos tradicionales y acordes al paisaje rural local. La iniciativa contempla trazar un circuito peatonal que recorra de manera estratégica e ilustrativa las concentraciones de colcas, sin implicar excavaciones mayores y degradación del lugar. Parte de los senderos del recorrido se elevan gradualmente mediante rampas-taludes para facilitar la apreciación espacial de los conjuntos de colcas. Otro elemento proyectado en el lugar, es una serie de muelles-miradores de madera que relacionan el sitio arqueológico con el valle y los geoglifos más cercanos. La estructura considera cimientos aislados de hormigón armado, muros de madera rolliza debidamente tratada para resistir ataques xilófagos y la radiación solar, fijaciones metálicas y entablados de madera. Las sombras serán de esteras de totoras debidamente tratadas.

109


Dentro del sitio se contempla además, una edificación aislada para la implementación de un laboratorio arqueológico y recepción de visitantes. Se proyecta con cimientos y sobre-cimientos de mampostería en piedra con argamasa de cal y cemento, estructura de muros de madera, y rellenos y revestimientos de tierra. Para la techumbre se considera armadura de madera rolliza, trama de coligue, estera de totora y torta de barro. Sin embargo, el barro utilizado para este caso, debe ser tratado con aditivos impermeabilizantes naturales o químicos, que permita garantizar resistencia a la humedad. Adosado al laboratorio se contempla un corral de pirca de piedra con argamasa de barro. Su altura máxima será de 1,5m. En este espacio se considera habilitar un parque temático arqueológico que contenga representaciones de la cultura Arica. Además la restauración integral de un par de colcas, con el objetivo de ilustrar de manera ilustrativa su calidad constructiva original. Como remate, se considera la edificación de un centro de interpretación donde almacenar y exhibir, bajo un guion museográfico, los vestigios rescatados en el proceso de la investigación arqueológica del sitio y de otros yacimientos arqueológicos de la región. El sistema constructivo para este edificio es similar a los anteriores, estructura de madera con rellenos y revoques de barro. No obstante, las dimensiones consideradas en su diseño implican un estudio de cálculo más complejo. Por lo tanto, se deberá trabajar en base a muros de contención de piedra con reforzamientos de acero y morteros de hormigón, estructura de madera laminada y fijaciones metálicas.

Figura 61. Vista superior del parque arqueológico. 110


Figura 62. Vista interior del Parque Arqueol贸gico. Se distingue laboratorio, corral con colcas restauradas, y pasarelas de madera.

Figura 63. Vista general del Centro de Interpretaci贸n Arqueol贸gica y Ambiental. Construcci贸n semi-enterrada con frente hacia el rio Lluta. 111


5.2 Centro de Tecnologías Precolombinas del Valle de Lluta Para cumplir con el propósito de utilizar responsablemente el patrimonio cultural y ambiental del Valle de Lluta, surge el Centro de Tecnologías Precolombinas del Valle de LLuta. Ubicado a un costado del sitio arqueológico Colcas de Huaylacán. El proyecto considera dar cabida a actividades económicas que contribuyan al fomento del turismo cultural y a la innovación y producción agrícola tradicional. Los principales objetivos del proyecto son: ͳͳ Propiciar el desarrollo sostenible de la región mediante la innovación, producción, almacenamiento y comercialización de productos agrícolas tradicionales del valle. ͳͳ Implementar infraestructura de bajo impacto ambiental y paisajístico, que no atente con los valores patrimoniales del contexto cultural inmediato. ͳͳ Facilitar la investigación de las especies cultivables y endémicas del valle, y de las técnicas agrícolas tradicionales precolombinas de producción. ͳͳ Contribuir al fomento del turismo cultural y la producción tradicional como herramientas de gestión para la conservación del yacimiento arqueológico colindante y correcto uso comercial del contexto. El eje principal de la propuesta, es la proyección de un centro productivo para la investigación, comercialización y fortalecimiento de la producción agrícola tradicional del valle. Se proyecta el diseño de edificios que minimicen en su construcción, mantenimiento y funcionamiento el impacto ambiental y paisajístico del contexto de su emplazamiento. Por ello, la reinterpretación de tipologías arquitectónicas y constructivas tradicionales será fundamental en la propuesta. Se considera además de los elementos paisajísticos, la destinación de áreas sin intervención arquitectónica a cultivos de maíz y de fortalecer la vegetación silvestre hacia la ribera del río. En los predios vecinos, contexto inmediato del yacimiento, se pretende implementar infraestructura vinculada al turismo cultural, ecológico y gastronómico. Gracias a su proximidad con la línea férrea Arica-La Paz, recurso cultural con altas probabilidades de recuperase en el corto plazo con fines turísticos, se proyectó una estación de tren con fácil acceso al sitio y a un restorán de comida regional. Estos últimos también construidos en madera laminada con rellenos y revestimientos de barro. Mientras la estación reinterpreta en su diseño las estaciones de principio de siglo XX, el restorán busca asimilarse a una gran construcción de estilo vernáculo local. Además, en el sector más relacionado con el río, se contempla habilitar un sector para camping y hospedaje. Se proyecta dos tipos de hospedaje: cabañas y domos. Las cabañas se proyectan mediante dos cuerpos principales, uno de adobe que considera 112


la cocina, y otro de quincha que contiene las otras dependencias. Los domos serán prefabricados en madera y revestidos con placas de madera aglomerada y revoques de barro por el exterior. A nivel paisajístico, el principal criterio utilizado es no obstaculizar la visibilidad del valle y geoglifos desde la carretera. Por lo cual, la concentración de nuevos edificios y tránsitos vehiculares se emplazan hacia el borde sur de la terraza fluvial. Incluso se pretende enterrar parcialmente los volúmenes construidos, para que desde el camino solo se perciba edificios de un solo nivel mimetizados con el lugar por su materialidad. Otro elemento paisajístico importante es destinar toda área sin intervenir y que no sea parte de los polígonos de protección de la zona arqueológica, a cultivos de maíz. Los cultivos son parte importante del paisaje de Lluta, por ello, considerarlos como un elemento no tan solo productivo sino además paisajístico y ornamental genera mayor valor al proyecto. En las zonas más próximas al rio, se considera generar áreas verdes con especies silvestres, extraídas desde el borde del cauce. En resumen, el proyecto considera: Área Productiva - Edificio para oficinas administrativas y ventas. - Edificio para la innovación y producción experimental agrícola y ganadera. - Galpones para la comercialización de la producción tradicional. - Implementación de sistemas de energía no convencionales. - Áreas cultivables y sectores para la acumulación y tratamiento de agua. - Área de estacionamientos. Área Turística - Área para espectáculos culturales con tiendas y restoranes. - Área para feria agrícola y/o gastronómica. - Área de camping y cabañas - Estación turística Ferrocarril Arica - La Paz Área de Protección Arqueológica - Áreas de protección para colcas fuera de las zonas arqueológicas. - Áreas de amortiguamiento colindante con las zonas arqueológicas.

113


Figura 64. Predios vecinos. Vista hacia el restaurant y estación turística. Se distingue corral de protección arqueológica e intervención paisajística con cultivos de maíz.

Figura 65. Vista hacia el área para espectáculos culturales con tiendas y restoranes, del Centro de Tecnologías Precolombinas. 114


Figura 66. Vista del área de camping y cabañas.

Figura 67. Vista de los galpones para la comercialización de la producción tradicional.

115


Figura 68. Vista del edificio para la innovación y producción experimental agrícola y ganadera.

Figura 69. Vista general del proyecto.

116


BIBLIOGRAFÍA ͳͳ ͳͳ ͳͳ ͳͳ ͳͳ ͳͳ ͳͳ ͳͳ

Gonzalo de la Fuente. 2015. Curso: Instrumentos de Ordenación, Planifi cación y Proyectos en el Paisaje. FONDOVERDE. España. Instituto Internacional para el Medio Ambiente y Desarrollo (IIED). 2001. Protección de Conocimiento Tradicional y Patrimonio Cultural el Concepto del Patrimonio Bio-Cultural Colectivo, Lima Perú. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) .2008. Desarrollo Humano en Chile Rural. Seis Millones por Nuevos Caminos. Santiago de Chile. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Barraza, J. y R. Cortéz. 1995. Los Depósitos de Alimentos en los Valles de Azapa Lluta en el Periodo Prehispano Tardío. Seminario para optar al Título de profesor de Educación Media en Historia y Geografía. Universidad de Tarapacá, Arica. Fish, S. y Kowalewski, s. 1990. In Fish, S. y Kowalewski, S., editors, The Archaeology of regions: A Case for Full-Coverage Survey, pages 1-5. Smithsonian Institution Press, Washington, D.C. Gallardo, F. y L. Cornejo. 1986. El Diseño de prospección arqueológica: un caso de estudio. En Chungara 16-17:409-420. Romero, Á. 2011. Informe Arqueológico 07-2011: Yacimientos Arqueológicos en el Loteo de la Cooperativa Valle Hermoso, Sector Colcas de Huaylacán, Valle de Lluta. En Comisión Asesora de Monumentos Nacionales, Arica. Romero, Á. 2014. Informe Arqueológico 02-2014: Actualización de la Zonificación del yacimiento Arqueológico Colcas de Huaylacán, Valle de Lluta. En Comisión Asesora de Monumentos Nacionales, Arica.

117




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.