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Eddigit
DICIEMBRE
2020
Revista
Bogotá D.C. · ISSN: 2390-0830 · Año 6 · Ejemplar No.71 · revista@cristovision.org
CELEBRAR LA NAVIDAD
o hay duda que las celebraciónes de fe han pasado de ser masivas a más personalizadas, familiares y comunitarias. No es fácil entender que la cantidad de fieles no garantiza propiamente el compromiso con el evangelio en una sociedad que sigue atrapada en la economía de mercado y las fiestas de fin de año. Para los creyentes “ la nueva realidad “ no la trae la pandemia, sino la vida nueva que nos trae el Señor desde que se encarna en las entrañas de la virgen María, nace en Belén y lleva a plenitud el Reino de su Padre. Esperamos que tanto esta revista, como todo el trabajo de nuestras plataformas de comunicación, le ayuden querido Cristovidente a vivir renovado por el misterio del Niño, el Mesías, el Señor. Un gran abrazo de todo el equipo que hace parte de CRISTOVISIÓN, una santa Navidad y un año 2021 sumergido en el amor de Dios. Padre: Ramón Zambrano Echeverri padreramon@cristovision.org @Padreramonzam Canal: Padre Ramón Zambrano 317 647 9531
María Madre del gran comunicador Venimos con profunda fe y humildad los cristianos del nuevo milenio para poner en tus manos al Canal Cristovisión. Infúndenos sabiduría para usar las nuevas tecnologías al servicio del evangelio que salva y da la auténtica felicidad. Tú, que contemplaste a tu hijo y adoraste cada una de sus palabras y acciones, enséñanos a ver el mundo con los ojos de Jesús. Bendice a todas las personas que colaboran con las obras de comunicación católica a través de la radio, la televisión, la internet y la prensa para que, con valor y perseverancia, no desfallezcan en el llamado que Dios les ha hecho de sembrar la semilla del Reino en el corazón del hombre de hoy. Ayúdanos Madre y Reina de Colombia a acercarnos, a escuchar y a dar esperanza a nuestros hermanos; así construiremos la paz y la reconciliación en nuestro país. Amén.
EDITORIAL
LA ESPERANZA: ¿ES POSIBLE HOY?
n medio de la pandemia, de los desastres ambientales, del enrarecido clima social, de la inestabilidad económica, ¿quién se atreve a hablar de esperanza?. En verdad nosotros, los discípulos de Jesús. De hecho hemos iniciado con el Adviento un nuevo año en la vida de la Iglesia. Levantamos nuestros ojos hacia el sol que nace de lo alto (Lc 1, 68-79), el Cristo que viene del Padre, humilde y misericordioso para salvarnos. Quienes lo conocemos, lo amamos y lo seguimos, tenemos puesta en Él nuestra esperanza. Nunca nos ha defraudado. Esperamos que Él venido a nosotros en el pasado, nos acompañe cada día y venga al final del tiempo vestido de gloria y salvación (Mt 28, 20). Solo Él tiene el poder de transformar el corazón humano y de hacernos sal y luz (Mateo 5,13-16), semilla y levadura. La Palabra del Señor, su vida y su amor habitando en la Iglesia y en cada cristiano dan razón de nuestra esperanza. Signo de esperanza es también María. Las luces que se encienden en la víspera del misterio de la Inmacula-
Mons. Julio Solórzano Director revista@cristovision.org
da Concepción quieren expresar que a través de ella, sin pecado concebida, llega a nosotros la plenitud de la luz de Dios. Ella corre aprisa para acompañarnos y evangelizarnos en medio de nuestras dificultades. Supliquémosle a Ella que interceda por nosotros para que por la obra del Espíritu no nos falten los dones de la fe, la esperanza y el amor. Este año cuando lleguemos juntos ante el pesebre tendremos como nunca el consuelo de contemplar al Señor que comparte nuestra fragilidad y nuestros dolores. Unámonos de corazón a la familia de Belén. Jesús, María y José viven la navidad en el silencio y la pobreza. Que ellos nos ayuden a profundizar en el misterio de amor de Dios de una manera más austera y espiritual. Que la falta de reuniones sociales no nos prive del gozo de vivir en la intimidad de la familia la fiesta de nuestra salvación.
En esta última
revista del año Cristovisión agradece todo su apoyo y solidaridad. Todas las personas que laboramos en el canal oramos por ustedes y les deseamos un año nuevo santo y feliz. | 1
Director: Monseñor Julio Solórzano Editores: Javier Hernando Aguillón Juan A. García R.
CONSEJO SUPERIOR • Conferencia Episcopal Colombiana • Arquidiócesis de Bogotá • Diócesis de Fontibón • Diócesis de Engativá • Diócesis de Soacha • Diócesis de Zipaquirá • Diócesis de Facatativá • Obispado Castrense • Orden de los Dominicos, Provincia de San Luis Bertrán de Colombia • Instituto Misionero Hijas de San Pablo • Orden Agustinos Recoletos • Sociedad Salesiana Inspectoría de Bogotá
Gerente: Rolfi Rozo Villamizar Director de Comunicaciones: Carlos Andrés Blanco Director CRM: Julián David Molina J. Diseño: Freang Restrepo N. Agradecemos la colaboración en las reflexiones de los evangelios: Padre Andrés Giovanny Macana Daza. A los servicios informativos de: Catholic.net, Vatican.va
• Corporación Minuto de Dios • Universidad Santo Tomás • Universidad Agustiniana • Comunidad Franciscana Provincia de la Santa Fe • Acción Cultural Popular, ACPO • Congregación de Padres Redentoristas • Padre Ramón Zambrano Echeverri
ión Eddicigital
Portada: Nacimiento del Señor Fiesta: 25 de Diciembre
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Oración a nuestra señora de Guadalupe
“Para los cristianos, las lentes que nos permiten descifrar la realidad no pueden ser otras que las de la buena noticia, partiendo de la «Buena Nueva» por excelencia: el «Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios»” (Mc 1,1).
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ios de poder y de misericordia, bendeciste las Américas en el Tepeyac con la presencia de la Virgen María de Guadalupe. Que su intercesión ayude a todos, hombres y mujeres, a aceptarse entre sí como hermanos y hermanas. Por tu justicia, presente en nuestros corazones, reine la paz en el mundo. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Distribución: Cristovisión Copyright © 2020.
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Calendario lecturas de la Santa Misa
Inmaculada Concepción de María 3 Símbolos de la navidad El papa en frases Novena de aguinaldos Padre, quiero hablar con usted: ¿y si se acaba el mundo? Catequesis del Papa Preguntas y Respuestas sobre nuestra fe Santo Rosario Lecturas mes de Diciembre Jornada de la pontificia unión misional San Francisco Javier, presbítero San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la iglesia San ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María San Juan Diego Cuauhtlatoatzin San Dámaso I, papa Bienaventurada Virgen María de Guadalupe Gaudete San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia Cumpleaños del Papa Francisco Inicia el tiempo de Navidad Inicia la octava de Navidad Nacimiento del Señor San Esteban, protomártir La Sagrada Familia de Jesús, María y José Santos Inocentes, mártires San Andres apóstol San Silvestre I, papa Coronilla de la Divina Misericordia Oración para hoy...
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de María La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia especial de Dios, ella fue preservada de todo pecado desde su concepción.
El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.
La Inmaculada Concepción de los Venerables, Bartolomé Esteban Murillo
“...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles...” (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciem‑ bre de 1854) La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.
¿Qué es una novena? La novena es una devoción de oración privada o pública de nueve días para obtener algu‑ na gracia o intención especial.
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La sucesión de nueve puede refe‑ rirse a días consecutivos (ej.:nueve días previos a una fiesta) o a nueve días específicos de la semana o del mes (ej.: nueve primeros viernes). Algunas novenas tienen una larga tradición asociada con la devoción a un santo o a una promesa recibi‑ da en revelación privada. Muchas novenas tienen recomen‑ dación eclesiástica pero no un lu‑ gar propio y establecido en la li‑ turgia. No son parte de la oración oficial de la Iglesia. Las novenas
nos ayudan en nuestra oración cuando están adecuadamente va‑ loradas en el contexto de una sóli‑ da doctrina. Al pedir la intercesión de un santo debemos desear imitar sus virtu‑ des. Para ello es necesario cono‑ cerlo. La novena puede conver‑ tirse en superstición si se limita a buscar un deseo personal sin abrir el corazón a Dios y someterse a su voluntad. Una novena bien hecha es un medio para intensificar la in‑ tercesión.
Novena a la Inmaculada Concepción (para todos los días)
Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las muje‑ res, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre. A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nues‑ tra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristia‑ na, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener).
Rezar aquí la oración del día que corresponda
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Inmaculada Concepción
(para todos los días)
Día 1
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísi‑ mo Redentor nuestro. así como preservaste a María del pecado, original en su Inmaculada Concepción, y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de libramos de él por medio de tu santo bautismo, así te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portamos siempre como buenos cristianos, regenerados en ti, Padre nuestro Santísimo. Terminar con las oraciones finales de todos los días.
Día 2
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísi‑ mo Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así te rogamos humil‑ demente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes por medio de una buena confesión. Terminar con las oraciones finales de todos los días.
Día 3
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísi‑ mo Redentor nuestro. así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más nuestras al‑ mas para ser dignos de ti, así te rogamos humilde‑ mente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y la de procurar y obtener cada día más pureza y delica‑ deza de conciencia. Terminar con las oraciones finales de todos los días.
Día 4
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benigní‑ simo Redentor nuestro: así como libraste a María de la inclinación al pecado y le diste dominio perfecto sobre todas sus pasiones, así te rogamos humilde‑ mente, por intercesión de María Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y destruyendo nuestras malas inclinaciones, para que te podamos servir, con verdadera libertad de es‑ píritu, sin imperfección ninguna. Terminar con las oraciones finales de todos los días.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagra‑ da María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Rezar tres avemarías. Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció ale‑ gría al universo mundo.
La Inmaculada Concepción, Francisco De Zurbarán,
Oración. Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Vir‑ gen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda man‑ cha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén
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Oraciones Finales
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Día 6
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benig‑ nísimo Redentor nuestro: así como, desde el primer momento, infundiste en María, con toda plenitud, las Virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu San‑ to, así te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia de estos mismos dones y Virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos. Terminar con las oraciones finales de todos los días.
Día 7
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísi‑ mo Redentor nuestro: así como diste a María, entre las demás virtudes, una pureza y castidad eximía, por la cual es llamada Virgen de las Vírgenes, así te supli‑ camos, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de la castidad, que tan‑ tos han conservado mediante la devoción de la Virgen y tu protección. Terminar con las oraciones finales de todos los días.
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Día 8
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísi‑ mo Redentor nuestro: así como diste a María la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre to‑ das las cosas, así te rogamos humildemente, por in‑ tercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero de ti, ¡oh Dios Señor nuestro!, nuestro verdadero bien, nuestro bienhechor, nuestro padre, y que antes queramos perder todas las cosas que ofen‑ derte con un solo pecado. Terminar con las oraciones finales de todos los días.
Día 9
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísi‑ mo Redentor nuestro: así como has concedido a María la gracia de ir al cielo y de ser en él colocada en el pri‑ mer lugar después de Ti, te suplicamos humildemen‑ te, por intercesión de María Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos Sacramentos, que expiremos sin mancha ninguna de pecado en la conciencia y vayamos al cielo, para siem‑ pre gozar, en tu compañía y la de nuestra Madre, con todos los que se han salvado por ella. Terminar con las oraciones finales de todos los días.
Virgen desatanudos
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Día 5
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísi‑ mo Redentor nuestro: así como, desde el primer ins‑ tante de su Concepción, diste a María más gracia que a todos los santos y ángeles del cielo, así te rogamos hu‑ mildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos inspires un aprecio singular de la divina gracia que tú nos adquiriste con tu sangre, y nos concedas el aumentarla más y más con nuestras buenas obras y con la recepción de tus Santos Sacramentos, especial‑ mente el de la Comunión. Terminar con las oraciones finales de todos los días.
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as fiestas grandes requieren grandes preparaciones, y cuando se vive la preparación adecuadamente el fruto de la fiesta se multiplica al infinito. Pero además cuando la realidad que festejamos es grande, cuan‑ do su significación espiritual es muy importante, la tradición de la Iglesia incorpora algunos sím‑ bolos materiales para preparar‑ nos mejor, para que tengamos un asidero que nos eleve a las realidades espirituales que con‑ templamos.
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En torno a la Navidad, han surgido a lo largo de la historia de la Iglesia algunos símbolos que todos usamos y reconocemos. Pero no siempre sabemos su historia, o cómo utilizarlos mejor para adentrarnos en la espiritualidad navideña.
EL ÁRBOL NAVIDEÑO Es el signo más visible y fre‑ cuente de la Navidad, pero no siempre le damos un sentido religioso. El mundo comercial
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3 SÍMBOLOS DE LA NAVIDAD
se ha apropiado del árbol como un signo de “las fiestas”, qui‑ tándole al nacimiento de Nues‑ tro Señor el protagonismo. En muchas casas se acostumbra que el niño más pequeño sea el que pone la estrella en la punta del árbol. Otras familias lo ar‑ man rezando los misterios de gozo, otros piden al párroco la bendición del pesebre y del árbol. No importa la tradición que usemos en nuestra familia, lo importante es recordar que el árbol de Navidad es un sím‑ bolo católico y que debemos recuperar su sentido.
LA CORONA DE ADVIENTO Otro símbolo de la antigua Euro‑ pa, y una hermosa costumbre (que afortunadamente se está recuperando mucho en América) es la corona de Adviento. Ésta nos ayuda a hacer un seguimiento más intenso del tiempo de los cuatro domingos anteriores a la Navidad. A me‑ dida que vamos prendiendo las velas, vamos preparándonos para recibir a Nuestro Señor. En cada domingo podemos hacer partici‑ par a toda la familia, preparando una pequeña liturgia, haciendo énfasis en un aspecto particular del tiempo de Adviento.
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"Antes de ir en busca de Dios, dejémonos buscar por Él, que nos busca primero" "Dale la bienvenida y la luz de la Navidad brillará en ti" "Dios no nos elige por nuestra "habilidad", sino precisamente porque somos y nos sentimos pequeños" "Necesitamos desarrollar esta conciencia de que hoy o nos salvamos todos o no se salva nadie"
EL PESEBRE O NACIMIENTO Esta es una tradición inicia‑ da por el gran San Francisco de Asís y que los franciscanos extendieron rápidamente por todo el mundo. En sus primeros años eran “pesebres vivientes” y luego se convirtió en una re‑ presentación a escala con figu‑ ras de barro cocido, yeso o cera. Cada familia vive el pesebre a su modo, algunas familias cada do‑
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mingo de Adviento le van agre‑ gando figuras teatralizando la historia para los más pequeños. El nacimiento es por supuesto, el símbolo emblemático del día de Navidad, cuando se pone fi‑ nalmente el niño en el nacimien‑ to, y la familia se congrega para cantarle villancicos y canciones típicas de cada país.
"Qué sería el mundo sin ese diálogo paciente de tantas personas generosas que han mantenido unidas a familias y a comunidades" "El perdón libre y sincero es una grandeza que refleja la inmensidad del perdón divino"
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Novena de
Aguinaldos
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a Novena de Navi‑ dad es una cos‑ tumbre católica que se reza durante nueve días, desde el 16 hasta el 24 de diciembre, re‑ memorando los meses previos al nacimiento de Jesús y terminando con su llegada en el pesebre de Belén. Con esta novena de navidad meditaremos las reflexiones de cada día preparando nues‑ tro corazón para la llegada del Niño Jesús
¿Cómo rezar la Novena? Se puede empezar cantando un Villancico. Se reza la oración a Dios Padre. Se reza la oración a la Santísima Virgen. Se reza la oración a San José. Se leen o cantan los Gozos. Se lee el día que corresponde (reflexión). Se reza la oración al Niño Jesús. Se cantan Villancicos y se comparte la natilla y buñuelos según nuestra tradición.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
para todos los días Por la Señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
a Dios Padre
(para todos los días)
Benignísimo Dios de infinita caridad que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro Hijo la mejor prenda de vuestro amor, para que siendo hombre en las entrañas de una Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo, en nombre de todos los mortales, os doy in‑ finitas gracias por tan soberano beneficio. Y en retorno de Él os ofrezco
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la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro Hijo humanado: suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Aquí se rezan tres Glorias en honor de la Santísima Trinidad, para dar gracias por la creación, la redención y la santificación de las almas.
en este punto se leen las consideraciones
a la Santísima Virgen (para todos los días)
Soberana María, que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por Madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma, y la de los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorable hijo. ¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que le aguardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
En honor a los nueve meses que el divino Niño habitó en el vientre de Nuestra Madre, recemos devotamente nueve Avemarías.
a San José
(para todos los días) ¡Oh santísimo José, esposo de María y Padre Putativo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan altos ministerios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abraséis en fervo‑ rosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le vea y le goce en el cielo. Amén.
Un Padre nuestro, un Avemaría y un Gloria, en honor a san José.
Feliz Navidad
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Gozos
(para todos los días) Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto! ¡Oh sapiencia suma del Dios Soberano que al nivel de un niño te hayas rebajado! ¡Oh divino infante ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios! Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto! ¡Oh Adonaí potente que, a Moisés hablando, de Israel al pueblo disteis los mandatos! ¡Ah! Ven prontamente para rescatarnos. y que un niño débil muestre fuerte brazo! Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!
¡Oh raíz sagrada de Jesé, que en lo alto presentas al orbe tu fragante nardo! Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!
¡Dulcísimo niño que has sido llamado Lirio de los Valles, bella flor del campo!
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Dulce Jesús mío, mi Niño adorado ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto! ¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas del regio palacio! ¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado! Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto! ¡Oh, lumbre de oriente, Sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos! ¡Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios! Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto! ¡Espejo sin mancha, Santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de Niño da al mísero amparo!
Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto! ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, de Israel anhelo, Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado, ya a la oveja arisca, ya al cordero manso! Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto! ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado, luce hermosa estrella, brota flor del campo! Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!
¡Ven que ya María previene sus brazos, do su Niño vean en tiempo cercano!, Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!
¡Ven que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario! Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto! ¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano! Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto! ¡Véante mis ojos, de Ti enamorados! bese ya tus plantas, bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra te tiendo los brazos, y aún más que mis frases te dice mi llanto! Dulce Jesús mío, mi Niño adorado ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto! ¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
¡Ven que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario!
Feliz Navidad
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al Niño Jesús
(para todos los días) Acordaos ¡oh dulcísimo Niño Jesús! que dijisteis a la Venerable Mar‑ garita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Vos ¡oh Jesús, que sois la misma Verdad! Venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una vida santa para conseguir una Eternidad bien‑ aventurada. Concedednos, por los méritos infinitos de vuestra Encar‑ nación y de vuestra Infancia, la Gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a Vos ¡oh Niño Omnipotente! seguros de que no que‑ dará frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divi‑ na promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén.
Día Primero
Consideración: La familia, Iglesia doméstica El mayor regalo que Dios nos ha dado a todos los hombres, después del regalo de la vida y de la fe, es el regalo de nacer en una familia. De hecho, Dios también es familia, y quiso tener en el seno de su Santísima Trinidad una Madre, la Madre que hoy nos invita a acompañarla hacia Belén, para que contemplemos a Dios —su Dios— recién nacido. En el tierno y divino misterio de la Navidad, vemos como la SAGRADA FAMILIA de Nazaret, modelo de todas las familias cristianas; recorre el camino que Dios les ha trazado, dentro del más estricto cumplimiento de la voluntad de Dios, haciendo acopio de todas las virtudes sobrenaturales,
humanas y esponsales, para que todos los esposos del mundo nos miremos en ese límpido espejo de amor y perfección. En la Iglesia de Dios hay un padre: nuestro Padre Dios; hay una madre: nuestra Madre, la santísima Virgen María; un esposo: nuestro Señor Jesucristo; una esposa: la Santa Iglesia Católica; unos hijos: todos los bautizados en la Santa Madre Iglesia, y un solo e infinito amor: el amor del Espíritu Santo, que del Padre y del Hijo procede. Los hijos que llegan como fruto del amor conyugal, antes que ser nuestros son de Dios y a Él deben regresar después de haber realizado el plan por Él encomendado.
Propósito del día: Rezar en familia por todos los niños que no tienen un hogar y pasan necesidades 20
Día Segundo
Consideración: La familia, santuario de la vida La educación de los hijos, debe ser una educación centrada en los preceptos de Dios y en los valores cristianos; además de la lucha y acompañamiento constantes, en la práctica de las virtudes humanas. Los hijos no son un derecho de los padres, sino un don de Dios; don que hace hermosa la vida, enriquece la vida doméstica y a la familia humana, concreta la misión de los padres y le da trascendencia a sus vidas; pues con el regalo de los hijos, los padres pasamos del yo y el tú, al hermoso nosotros; y ese nuevo nosotros nos impulsa a caminar unidos hacia nuestro Creador. Los hijos bien formados
se convierten así en un nuevo patrimonio de la Iglesia de Cristo, nuevos y eficaces miembros de la sociedad humana, almas santas e irreprochables llamadas a ocupar las moradas del Padre celestial. ¿Ves ahora por qué la familia es el santuario de la vida humana?, ¿te das cuenta del por qué no se deben cegar las fuentes de la vida?, ¿alcanzas a vislumbrar la magnitud de la misión de ser padres? La familia es la primera y más importante empresa que todo padre o madre puede y debe atender en este mundo.
Propósito del día: El compromiso de hoy será visitar al Señor en el Sagrario unos minutos.
Día Tercero
Consideración: Bautizar cuanto antes a los hijos Después de gozar del privilegio de la vida, es preciso que recibamos cuanto antes el don inefable del Bautismo. Con suma claridad le enseñó nuestro Señor a su amigo Nicodemo el amigo que lo buscaba de noche, cuando le explicó que lo nacido de la carne, es carne; pero que lo nacido del Espíritu, es Espíritu, refiriéndose a la necesidad inminente de que seamos bautizados en el Espíritu Santo, y que por tanto es necesario nacer de nuevo.
El Sacramento del Bautismo nos introduce en la única Iglesia de Cristo, nos hace miembros de su Cuerpo místico, nos borra la mancha del pecado original con el cual nacemos todos los hombres, nos confiere la Gracia santificante, nos inscribe en el libro de la vida, nos reviste con el traje de bodas, indispensable para entrar al banquete de las bodas del Cordero.
Feliz Navidad
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Vemos como la Sagrada Familia acudió a los ocho días después del nacimiento de Jesús a presentarlo
y consagrarlo al Padre, tal como lo prescribía la ley de Moisés. Qué ejemplo de obediencia, de docilidad a Dios, de fe y sujeción amorosa a sus leyes.
Propósito del día: Hacer esta novena en familia, como un acto de fe y cariño de hogar.
Día Cuarto
Consideración: Necesidad de hacernos niños ante Dios.
El Niño de Belén, nuestro Dios recién nacido, es la revelación palpable, deseada por el Padre desde la eternidad; Dios quiere habitar entre los hombres, para redimirnos, mostrarnos el ejemplo de perfección y permitirnos caminar junto a Él. El Niño de Belén es nuestro Dios cercano, puro, santo, inmaculado y sencillo, que desde su infinita humildad esconde su divinidad para que nos acerquemos a Él con confianza. No hace alarde de su condición de Dios y se somete en todo a las inclemencias de la carne. Jesús recién nacido es la delicia del Padre y del Espíritu Santo, también es la delicia de su
Madre y de José, la natividad de Dios entre los hombres es la delicia del cielo y de todos los santos que esperan la redención en el seno de Abraham. Toda la creación se goza ante tan inefable portento. Los niños no tienen la malicia del pecado y conservan intacta su inocencia, que les hace estar en comunión con Dios por medio de la Gracia santificante; confían plenamente en el cariño y la providencia de sus padres, no guardan rencores y tienen sus almas llenas de esperanza en Dios y en la vida, son audaces: no tienen miedo a pedir cosas grandes; son salvajemente sinceros, no sienten vergüenza y creen sin cuestionar.
Propósito del día: Apagar los celulares para rezar la novena con la familia, sin distracción alguna.
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Día Quinto Consideración: Enseñar y vivir la filiación divina Con la Encarnación, vida entre los hombres, pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo ‑el Niño de Belén‑, por voluntad de Dios, hemos sido hechos hijos de Dios, y al ser hijos, somos coherederos con el mismo Jesucristo del Reino de los Cielos. Una de las más importantes enseñanzas que los padres debemos transmitir a nuestros hijos es la de que son hijos de Dios, la condición de la filiación divina, realidad –que debe quedar plasmada en el alma‑ en la cual estriba la mayor dignidad de todo ser humano. Si los padres somos conscientes y si transmitimos a nuestros hijos desde temprana edad la trascendencia de la filiación divina, habremos hecho un gran servicio a Dios y a las almas, pues nadie, siendo consciente de tal Padre y de tal condición de hijo, querrá quebrantar sus
leyes o defraudar al Amor de los amores. En la filiación divina estriba el don del “santo temor de Dios”, que nos impide ofender a un Dios tan santo y tan bueno y que a la vez es nuestro Padre. También la filiación divina nos lleva al agradecimiento a Dios por toda su gratuidad: gracias Dios uno y trino por los dones divinos de la creación, la redención y la santificación de las almas. En la familia, los hijos debemos aprender, ante todo, que Dios es nuestro Padre y nosotros sus hijos. Allí debemos aprender a amar a los demás por amor a Dios, debemos aprender a dar gracias por todos los bienes recibidos, a perdonar, a bendecir y ser bendecidos.
Propósito del día: Hacer un examen de conciencia y confesarse. Para recibir al Señor en esta Navidad con un corazón limpio.
Feliz Navidad
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Día Sexto Consideración: La misericordia de los hijos con los pa‑ dres. La navidad es eminentemente una fiesta de familia. Así como debe vivirse la misericordia entre herma‑ nos, y la misericordia de los padres con sus hijos; de igual manera es necesario –un necesario imperati‑ vo— que los hijos ejerzan misericor‑ dia con sus padres. Los hijos debemos tener mucha misericordia con nuestros padres, ya que la mayoría de sus errores son cometidos, no por maldad, sino por ignorancia, descuido,imprevisión, olvido, etc. Y cuando sus faltas son graves y hieren profundamente a los hijos, debemos decir como el Niño Dios cuando ya, adulto y Redentor, exclamaba desde el trono de su Cruz: Padre mío, perdónales porque no saben lo que hacen. Los padres, por muchos errores que
cometan contra sus hijos, siempre serán sus padres; y el primer favor que los hijos deben agradecerles es el haberles permitido vivir; máxi‑ me hoy, que tantos atentados hay contra la vida que comienza. Los padres, aunque pecadores, siempre nos aman, y están dispuestos a dar la vida por sus hijos. De hecho dan su vida poco a poco, mediante el esfuerzo continuo, en el trabajo hu‑ milde y constante de cada día. Los hijos, por misericordia, debe‑ mos ayudar y corregir a nuestros padres; siempre con caridad, cariño, respeto, objetividad y vene‑ ración. También los hijos estamos obligados a socorrerlos en sus nece‑ sidades y en la vejez.
Propósito del día: Vamos a dedicar un tiempo, sin celulares, para escuchar y acompañar a la persona mayor de nuestra familia, padres, abuelos, tíos.
Día Séptimo
Consideración: El amor conyugal Los esposos han recibido de Dios el don del amor a fin de que puedan cumplir los fines queridos por Él; fines que son trascendentes, que incluyen su felicidad terrenal y eterna, así como
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la salvación de los esposos y de los hijos; ese don de Dios es lo que llamamos gracia de estado, que es como la huella de Dios en las almas de los suyos. La estabilidad de la familia de‑
pende de la estabilidad en el amor de los esposos; por tanto, el amor conyugal hay que cuidarlo como si fuera la niña de los ojos de todo hogar. Es de vital importancia cuidar el amor, que se evidencia en pequeños detalles como: no de‑ jarlo arruinar por la rutina, cuidar los pequeños detalles, estar pen‑ diente de las necesidades de toda índole que requiera el cónyuge, no perderse el respeto, no reñir delante de los hijos, tener y procu‑ rar una misma línea de autoridad,
amar a la familia del otro, respetarse los espacios de intimidad personal, pedir al otro únicamente lo que pueda dar, dar al otro lo que le gusta o lo que necesita, comprender, disculpar, perdonar, etc. El amor de los esposos debe ser un amor alegre, pues nadie forma una familia para ser infeliz, al contrario: nuestros hogares deben ser lumino‑ sos y alegres, con la alegría de los hijos de Dios.
Propósito del día: Rezar una oración a la Virgen por la fidelidad y unidad de los hogares
Día Octavo Consideración: Obediencia a Dios Dios, siendo la misma Ley, la mis‑ ma autoridad, se somete humilde‑ mente a las leyes de los hombres. san José, cumplidor de los precep‑ tos de Dios y cabeza de su familia –la familia de Nazaret ; va con su esposa a Belén para cumplir lo establecido por la ley. En esta escena del empadronamien‑ to querido y ordenado por el gober‑ nante de turno, hay varios ejemplos de obediencia que no debemos dejar pasar desapercibidos. En primer lu‑ gar vemos el ejemplo de obediencia de Jesucristo al Padre, quien quiso valerse de esta circunstancia para que se cumplieran las profecías; en segundo lugar, la obediencia de san José, que acude de inmediato a la convocatoria del censo sin escatimar
las distancias, ni las circunstancias de gravidez de su esposa; en tercer lugar, y para destacar la santidad de la llena de gracia, la obediencia y sumisión de la santísima Virgen María, quien acompaña amorosa y confiada a su prudente y santo esposo. El pecado es la mayor desobedien‑ cia y también el mayor desamor. Todos los dolores y los desórdenes en el mundo se deben esencialmen‑ te a la desobediencia, tanto a Dios, como al orden establecido por Él, en su Iglesia, en las instituciones y, en la conciencia del hombre.
Feliz Navidad
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Propósito del día: Dar de comer a un necesitado y un rato de compañía, ojala en familia.
¨hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor.¨ Lucas 2-11
Día Noveno
Consideración: Caminar con la Sagrada Familia Ha llegado la noche esperada, la noche más luminosa sobre la tierra desde la creación del mundo. Ha nacido el Mesías esperado desde la caída de nuestros primeros padres en el Paraíso. Ya Dios habita en el mundo de los hombres, y como es el Hijo de la Esclava del Señor, duerme abnegado y escondido en un humilde pesebre. Allí está escondida toda su divini‑ dad y su humanidad está al alcance de los sencillos y pequeños del mundo. Ha traído la paz a todos los hombres de buena volun‑ tad. Vamos, vamos presurosos a adorarle; el buen José nos lo dejará estrechar contra nuestro pecho; su Madre ‑Madre nuestra también‑, estará feliz de que le llevemos nuestro corazón como regalo. Pero, debemos acompañarlo también en su destierro; debemos acompañar a estos santos despla‑ zados en su huída a un país lejano; debemos ayudar a conseguir un
empleo para José. No debemos permitir que la Sagrada Familia se tenga que parar a pedir en un se‑ máforo y que tal vez nosotros, por estar muy entretenidos en nues‑ tras cosas, no los reconozcamos y subamos el vidrio del automóvil diciendo: no tengo nada. La Sagrada Familia y también la familia humana ha sido despla‑ zada de la verdad y del bien. A la familia de hoy se le quiere privar del don de los hijos mediante el aborto, se le quiere destruir ata‑ cando la dignidad de la mujer, se lesiona la unidad familiar por causa del desempleo; pero, sobre todo, se destruye la familia por el alejamiento de Dios. Es preciso, hoy más que nunca, caminar en compañía de la Sagrada Familia de Nazaret para imitar, en san José el modelo de padre, en santa María el modelo de madre, y en Jesús el modelo de hijo.
Propósito del día: Regalar un juguete o una ropa a un niño que no lo tenga.
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Feliz Navidad
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Tomado de lasdosorillas.co
Y se endeude, porque qué cosa para tomar y parrandear la gente, ni siquiera por el covid dejan de alborotarse. Mire que, como me toca de celador en la noche y madrugada, pasan y pasan borrachos de todas las edades y no le cuento más de lo que uno ve en la noche, por no asustarlo padrecito. Pero sígame contando del adviento. Pues mire don Gerardo el Señor Jesús compara el adviento y las actitudes que tenemos que tener para celebrar la venida del Señor en Navidad con su profesión de vigilante, imagínese. ¿Cómo va a ser eso? Que nuestro Señor nos hable a los celadores, no sabía.
Padre, quiero hablar con usted: ¡tocó vigilar! ¡Con esta inseguridad toca estar abeja, mi padre! Padre Ramón Zambrano Director fundación Cristovisión
¿Mi padre, cómo está? Muy bien don Gerardo, gracias. ¿Le tocó el turno de la noche hoy? ¡Si señor, toca estar de vigilante toda la noche! Con esta inseguridad toca estar abeja mi padre! Si tiene razón esta temporada de adviento y Navidad en esos temas es complicado. 28 |
¿Adviento, qué es eso? Es el tiempo de preparación a la Navidad que realizamos en estas cuatro semanas. ¡Ah, yo pensé que estábamos en Navidad ya!
Si. Jesús habla de las cosas que valen la pena de una manera sencilla, partiendo de la vida diaria y de lo que hacemos en ella, para entender las cosas más profundas y hermosas de su Reino. Por ejemplo, empleamos en este primer domingo de adviento el evangelio de Marcos 13,33-37. Ahí es donde habla de los vigilantes. ¿Y qué dice padrecito Ramón? Pues dice que debemos aprender del vigilante que está pendiente, no se duerme, dispuesto a atender cualquier contratiempo o a que llegué el jefe.
Pues así es la actitud de los que nos preparamos a la venida del Señor, en Navidad y a su retorno glorioso. Estamos en vela, vigilantes, no permitimos que el mundo y su locura haga que vivamos tan relajados que nos olvidemos de nosotros y de los demás. Por ahí dicen “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente” no solo es en este trabajo en la vida. Tiene razón nuestro Señor, uno se descuida y empieza a cogerle la ventaja los vicios y las mañas. Se duerme uno en la familia y se relaja la relación con la esposa y con los hijos y después se acaba el hogar. En todo, padre, en todo es así. Mire que a la selección de fútbol le pasó, se durmieron y les metieron la goleada, jajajaj, hay que estar en vele, no dar papaya. Don Gerardo usted lo ha dicho, así es. Por eso el adviento es muy bonito, las lecturas bíblicas de estas semanas, la manera como celebramos la fe nos invita a no relajarnos. El adviento también nos recuerda que no podemos vivir de manera irresponsable como personas, como familia y como ciudadanos, debemos estar atentos a la llamada de Dios y a las necesidades de los hermanos que mas sufren. Pues a velar, padrecito A velar, don Gerardo.
Claro que si, imagínese donde uno se duerma y pase algo, lleva del bulto y tenga la sanción.
El mundo del comercio por supuesto habla de la temporada navideña y estimula mucho a que la gente compre, festeje… | 29
Las claves para imitar la oración de la Virgen María El Papa Francisco ha recorda‑ do que la Virgen María “esta‑ ba en continuo diálogo con Dios desde antes de la anunciación”, y que era una oración que tenía con‑ secuencias en la vida cotidiana. La Virgen rezaba. Cuando el mundo todavía la ignora, cuando es una sencilla joven prometida con un hombre de la casa de David, Ma‑ ría reza. Podemos imaginar a la joven de Nazaret recogida en silencio, en continuo diálogo con Dios, que pronto le encomendaría su mi‑ sión. Ella está ya llena de gracia e inmaculada desde la concepción, pero todavía no sabe nada de su sorprendente y extraordinaria vocación y del mar tempestuoso que tendrá que navegar. Algo es seguro: María pertenece al gran grupo de los humildes de corazón a quienes los historiadores oficia‑ les no incluyen en sus libros, pero con quienes Dios ha preparado la venida de su Hijo. María no dirige autónomamen‑ te su vida: espera que Dios tome las riendas de su camino y la guíe donde Él quiere. Es dócil, y con su disponibilidad predispone los grandes eventos que involucran a Dios en el mundo. El Catecismo nos recuerda su presencia constan‑ te y atenta en el designio amoroso del Padre y a lo largo de la vida de
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Jesús (cfr. CCE, 2617-2618). María está en oración, cuando el arcángel Gabriel viene a traerle el anuncio a Nazaret. Su “he aquí”, pequeño e inmenso, que en ese momento hace saltar de alegría a toda la creación, ha estado prece‑ dido en la historia de la salvación de muchos otros “he aquí”, de muchas obediencias confiadas, de muchas disponibilidades a la vo‑ luntad de Dios. No hay mejor forma de rezar que ponerse como María en una acti‑ tud de apertura, de corazón abier‑ to a Dios: “Señor, lo que Tú quie‑ ras, cuando Tú quieras y como Tú quieras”. Es decir, el corazón abierto a la voluntad de Dios.
Y Dios siempre responde. ¡Cuán‑ tos creyentes viven así su oración! Los que son más humildes de co‑ razón, rezan así: con la humildad esencial, digamos así; con humil‑ dad sencilla: “Señor, lo que Tú quieras, cuando Tú quieras y como Tú quieras”. Y estos rezan así, no enfadándose porque los días están llenos de problemas, sino yendo al encuentro de la realidad y sabien‑ do que en el amor humilde, en el amor ofrecido en cada situación, nos convertimos en instrumentos de la gracia de Dios. Señor, lo que Tú quieras, cuando Tú quieras y como Tú quieras. Una oración sencilla, pero es poner nuestra vida en manos del Señor: que sea Él quien nos guíe. Todos podemos rezar así, casi sin palabras. La oración sabe calmar la inquie‑ tud: pero, nosotros somos inquie‑ tos, siempre queremos las cosas antes de pedirlas y las queremos en seguida. Esta inquietud nos hace daño, y la oración sabe cal‑ mar la inquietud, sabe transfor‑ marla en disponibilidad. Cuando estoy inquieto, rezo y la oración me abre el corazón y me vuelve disponible a la voluntad de Dios. La Virgen María, en esos pocos instantes de la Anunciación, ha sabido rechazar el miedo, aun pre‑ sagiando que su “sí” le daría prue‑ bas muy duras. Si en la oración comprendemos que cada día donado por Dios es una llamada, entonces agranda‑ mos el corazón y acogemos todo. Se aprende a decir: “Lo que Tú quieras, Señor. Prométeme solo que estarás presente en cada paso de mi camino”. Esto es lo impor‑
tante: pedir al Señor su presencia en cada paso de nuestro camino: que no nos deje solos, que no nos abandone en la tentación, que no nos abandone en los momentos di‑ fíciles. Ese final del Padre Nuestro es así: la gracia que Jesús mismo nos ha enseñado a pedir al Señor. María acompaña en oración toda la vida de Jesús, hasta la muerte y la resurrección; y al final continúa, y acompaña los primeros pasos de la Iglesia naciente (cfr. Hch 1,14). María reza con los discípulos que han atravesado el escándalo de la cruz. Reza con Pedro, que ha ce‑ dido al miedo y ha llorado por el arrepentimiento. María está ahí, con los discípulos, en medio de los hombres y las mujeres que su Hijo ha llamado a formar su Comuni‑ dad. ¡María no hace el sacerdote entre ellos, no! Es la Madre de Je‑ sús que reza con ellos, en comuni‑ dad, como una de la comunidad. Reza con ellos y reza por ellos. La presencia de María es por sí misma oración, y su presencia en‑ tre los discípulos en el Cenáculo, esperando el Espíritu Santo, está en oración. Así María da a luz a la Iglesia, es Madre de la Iglesia. María está presente porque es Madre, pero también está presen‑ te porque es la primera discípu‑ la, la que ha aprendido mejor las cosas de Jesús. María nunca dice: “Venid, yo resolveré las cosas”. Sino que dice: “Haced lo que Él os diga”, siempre señalando con el dedo a Jesús. Esta actitud es típica del discípulo, y ella es la primera discípula: reza como Madre y reza como discípula.
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Catequesis del Papa
Especial para la Revista CristovisiĂłn Pbro. Omar BenĂtez Lozano
ÂżTodas las religiones reveladas son verdaderas? En una religiĂłn revelada es Dios quien busca al hombre y no el hombre a Dios. No todo el que dice que recibiĂł una revelaciĂłn de Dios ya le da fundamento a “suâ€? religiĂłn. Cualquier ideĂłlogo, filĂłsofo, teĂłlogo o ninguno de los dos, podrĂa inventarse una religiĂłn. TendrĂamos que tener unas pautas para saber si una religiĂłn es o no revelada, si es sobrenatural, que viene de Dios: porque solo esa es la religiĂłn verdadera. Tres pueden ser esas pautas: el fundador, la doctrina y las manifestaciones sobrenaturales. Primero: el fundador, su estilo de vida, si ha sido ejemplar, si puede ser puesto como modelo para todos los hombres, si no hay cosas de su vida rechazables‌ Segundo: la doctrina, si sus contenidos son para todos, si nada atenta contra la naturaleza del hombre, si no contiene discriminaciones o modos de proceder moralmente inaceptables, si no estĂĄn al alcance del ser humano, si son acordes con la dignidad del hombre‌ Tercero: manifes-
taciones sobrenaturales, que muestren que eso es de Dios —que no las puede hacer el hombre—, que Él ha intervenido, que se ha manifestado; y Dios se manifiesta, con su poder y con su naturaleza divina a travĂŠs de los milagros y a travĂŠs del cumplimiento de profecĂas. Esas tres pautas, sin duda, se encuentran en la religiĂłn cristiana. Por tanto, no hay duda de que es religiĂłn revelada. TendrĂamos que ver si encontramos en otra religiĂłn el cumplimiento de estas pautas.
Si una religiĂłn es la verdadera, deberĂa ser atractiva, Âżno? Depende de quĂŠ se entienda por atractivo. Si nos quedamos en lo superficial,
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guiarse por el atractivo de la presentaciĂłn exterior llevarĂa a juzgar por el
envoltorio o por la apariencia. SerĂa como interesarse por un libro, no solo en lo atractivo de la portada y la presentaciĂłn. O como distinguir entre un veneno y una medicina por lo agradable del color o del sabor (esto podrĂa ser incluso mĂĄs peligroso). O como quien se casa con una mujer solo por la apariencia externa. Lo atractivo tendrĂa que ser siempre la verdad. ÂżA quiĂŠn no le resulta atractiva la verdad? Es la verdad, sin prejuicios, lo que me hace realmente feliz. Entonces, cuando se trata de discernir entre lo verdadero y lo falso, y en algo tan importante como es la religiĂłn, conviene profundizar todo lo posible, para no quedarse en la apariencia externa, en “el envoltorioâ€?. La religiĂłn verdadera serĂĄ efectivamente la de mayor atractivo, si lo que se busca es la verdad, no
el gusto. SerĂĄ atractiva solo para quien tenga de ella un conocimiento suficientemente profundo. Si nos quedĂĄramos en “el envoltorioâ€? de la religiĂłn cristiana, nos encontrarĂamos con el sacrificio, con la cruz, y eso nos parecerĂa absurdo. Pero nuestra religiĂłn es mucho mĂĄs que eso: es el amor. Si me adentro en la bĂşsqueda sincera de la verdad, comprobarĂŠ que la religiĂłn verdadera es atractiva porque responde al ser del hombre, a sus bĂşsquedas, a su ansia de verdad y de felicidad. SabrĂŠ encontrar el lado atractivo aunque algunas de sus dimensiones aparentemente no lo parezcan. Si lo que busco es el gusto, me quedo en un plano muy subjetivo y superficial. Eso es muy reductivo.
Si la verdadera religión es la cristiana, la católica, entonces, ¿todos los que profesan otra religión estån completamente equivocados? Completamente, no. La adhesión a la verdad cristiana no es como el reconocimiento de un principio matemåtico. La Revelación de Dios es muy rica, y toda verdad parcial hace parte de esa Revelación, es semilla de fe: no tiene por quÊ ser un error. Esas otras religiones tienen una parte que es verdad y otra que contiene errores. Por esta razón, la Iglesia católica —lo ha explicado el Concilio Vaticano II— nada rechaza de lo que en otras religiones hay de verdadero y de santo. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir los preceptos y doctrinas. Aunque discrepan en
muchos puntos de lo que ella profesa y enseĂąa, reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres. La Iglesia honra cualquier verdad que pueda ser descubierta en el mundo de las religiones y de las culturas. PodrĂamos decir que esas verdades parciales que tienen otras religiones son cristianas, es como si las tuvieran en prĂŠstamo. De ahĂ nos podemos pegar para ayudarles a llegar a la verdad plena. Digamos que la religiĂłn catĂłlica, por ser la revelada por Dios, tiene toda la verdad; y las otras religiones tienen partes de verdad.
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nuestra fe.
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Inmaculada Concepción 8 de Diciembre La Inmaculada del Escorial, de Bartolomé Esteban Murillo. (Museo del Prado, Madrid)
Ritos iniciales
Antífona de entrada En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu.
O bien:
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes. Y con tu espíritu. Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.
Señor ten piedad
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
GLORIA
Lecturas Santa Misa 36
Diciembre
Gloria a Dios en el Cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te da-
El misal que ofrecemos es una guía para recitar todas las oraciones de la Misa, desde los Ritos Introductorios hasta la Bendición final. mos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Oración colecta
Amén. LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial Segunda lectura Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. ALELUYA O CANTO EVANGELIO El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Lectura del santo Evangelio según san N. Gloria a ti, Señor.
Acabado el Evangelio: Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
CREDO Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, En las palabras que siguen, hasta se hizo hombre,
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Ordinario de la Misa
• LITURGIA EUCARÍSTICA • Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida. Bendito seas por siempre, Señor. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación. Bendito seas por siempre, Señor. Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y suyo, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Oración sobre las ofrendas Amén.
Plegaria eucarística
El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario.
• Prefacio •
En verdad es justo y necesario, es nuestro
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deber y salvación darte gracias, Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado. Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María, la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor. En cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, Él extendió sus brazos en la Cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo. Por eso, con los Ángeles y los Santos, proclamamos tu gloria, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Este es el Sacramento de nuestra fe.
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación y te damos gracias, porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa N., con nuestro Obispo N., y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad. Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron con la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo San José, los Apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar sus alabanzas Por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.
RITO DE COMUNIÓN Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, viva-
mos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor. Señor Jesucristo, que dijiste a tus Apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos”. Amén. La paz del Señor esté siempre con ustedes. Y con tu espíritu. (DENSE FRATERNALMENTE LA PAZ.)
• CORDERO DE DIOS • Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz. Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
A n t íf on a C o m u ni ón Oración después de la Comunión Amén.
RITO DE CONCLUSIÓN
El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes. Amén. Pueden ir en paz. Demos gracias a Dios.
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todos se inclinan, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Feria
Primera lectura. Lectura del libro de Isaías 11,1-10 Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. No juzgará por apariencias ni sentenciará de oídas; juzgará a los pobres con justicia, sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra; pero golpeará al violento con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia será ceñidor de su cintura, y la lealtad, cinturón de sus caderas. Habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito,
el ternero y el león pacerán juntos: un muchacho será su pastor. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león como el buey, comerá paja. El niño de pecho retozará junto al escondrijo de la serpiente, y el recién destetado extiende la mano hacia la madriguera del áspid. Nadie causará daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país del conocimiento del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz de Jesé será elevada como enseña de los pueblos: se volverán hacia ella las naciones y será gloriosa su morada. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 71 R/. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente. V/. Dios mío, confía tu juicio al rey, / tu justicia al hijo de reyes, / para que rija a tu pueblo con justicia, / a tus humildes con rectitud. R/. V/. En sus días florezca la justicia / y la paz hasta que falte la luna; / domine de mar a mar, / del Gran Río al confín de la tierra. R/. V/. Él librará al pobre que clamaba, / al afligido que no tenía protector;
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/ él se apiadará del pobre y del indigente, / y salvará la vida de los pobres. R/. V/. Que su nombre sea eterno, / y su fama dure como el sol; / él sea la bendición de todos los pueblos, / y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 10,21-24 R/. Gloria a ti, Señor En aquella hora Jesús se lleno de la alegría en el Espíritu Santo y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el
Hijo se lo quiera revelar». Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Estamos en medio de una sociedad en la cual predomina y vale la información, es decir, la información se ha convertido en un poder que, lamentablemente, ha llegado a controlar y definir muchas decisiones personales y colectivas. Desde esta perspectiva, la información se puede considerar de varias maneras. Por una parte, se puede entender la información como el conocimiento de una profesión o técnica; por otro lado, también se piensa que la información consiste en tener muchos conocimientos académicos y, por otra parte, la información se relaciona con el saber de la vida de muchas personas o instituciones. En contraste a esta tendencia que presenta nuestra sociedad de conocerlo todo, Jesús alaba a los pequeños y humildes, es decir, a los no entendidos, a los que no tienen muchos conocimientos o información, pues a ellos se ha revelado el Padre celestial. Sólo quien es humilde y no se aferra a sus títulos y saberes, descubre que en lo sencillo de la vida actúa Dios, liberándonos de las cadenas del pecado y abriéndonos al servicio de los demás. Por ello, es importante que nos preguntemos: ¿de qué manera concreta he crecido en humildad? ¿Reconozco la acción de Dios en lo sencillo? ¿Soy libre a los apegos que me pueden generar los reconocimientos, títulos o cargos que he ido recibiendo en mi vida?
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TERCER DÍA DE LA NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
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1ª Semana de Adviento – 1ª del Salterio
Oración para Hoy
Martes · Morado
Dic
Primera lectura, Libro de Isaías 25,6-10a En aquel día, preparará el Señor del universo para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares exquisitos, vinos refinados. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el lienzo extendido sobre a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. Dios, el Señor, enjugará las lágrimas
de todos los rostros, y alejará del país el oprobio de su pueblo —lo ha dicho el Señor—. Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios. Esperábamos en él y nos ha salvado. Este es el Señor en quien esperamos. Celebremos y gocemos con su salvación, porque reposará sobre este monte la mano del Señor». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Feria
Salmo Responsorial, 22 R/. Habitaré en la casa del Señor por años sin término V/. El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar; / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R/. V/. Me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. / Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo, porque tú vas conmigo: / tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.
V/. Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con perfume, / y mi copa rebosa. R/. V/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor / por años sin término. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 15,29-37 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar
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a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo
y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino». Los discípulos le dijeron: «¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?». Jesús les dijo: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces». Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti,,Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
En este tiempo de Adviento, que ahora iniciamos, valdría la pena que nos preguntáramos: ¿cuál es la imagen de Dios que tengo? ¿A qué Señor estoy esperando? Precisamente, comenzamos esta reflexión con dichas preguntas, puesto que es necesario realizar un examen interior acerca de nuestro seguimiento del Señor y de nuestra relación con Él. En este sentido, el Evangelio de hoy nos muestra una jornada apostólica del Señor Jesús, con el fin de que lo reconozcamos como nuestro Maestro y Señor. En primer lugar, Jesús rodea el lago de Galilea y se dirige al monte. Recordemos que en la Biblia el monte es el espacio de encuentro con Dios. Es más, el evangelista nos dice que Jesús se sentó allí, lo que significa que el Señor tiene toda la autoridad divina y que sus palabras y acciones provienen del Padre celestial. En segundo lugar, Jesús realiza todo tipo de curaciones, las cuales van dirigidas a dar gloria a Dios, es decir, a que reconozcamos a Jesús como el Hijo de Dios y el enviado para salvarnos. En tercer lugar, Jesús siente compasión hacia la multitud que se encuentra allí con Él y que lo ha acompañado en su jornada apostólica, de tal modo que multiplica los panes, esto es, los parte y comparte para que todos puedan saciar su hambre, no sólo física sino espiritual. En últimas, Jesús nos muestra con sus acciones que Él es el Hijo de Dios, el enviado del Padre para salvarnos, razón por la cual en este Tiempo de Adviento conviene que revisemos en qué medida nosotros hemos reconocido a Jesús como el Señor de nuestra vida y cómo nos estamos preparando para recibirlo en esta Navidad.
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CUARTO DÍA DE LA NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
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2
1ª Semana de Adviento – 1ª del Salterio
Oración para Hoy
Miércoles · Morado
Dic
JORNADA DE LA PONTIFICIA UNIÓN MISIONAL
La Pontificia Unión Misional, es la Obra del Papa que promueve el espíritu misionero de los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, novicios, novicias y laicos comprometidos, con la intención de trabajar unidos en la misión.
MEMORIA OBLIGATORIA
Su lema es: todos unidos por la misión universal. Santa Teresita del Niño Jesús, patrona universal de las misiones, nos enseña que la misión es ante todo cuestión de amor.
SAN FRANCISCO JAVIER, presbítero Nació en el año 1506, sacerdote de la Compañía de Jesús, evangelizador de la India y Japón. Luego de años de actividad misionera, separado del mundo civilizado, se embarcó en una rústica barca hacia el Japón, en donde, entre dificultades inmensas, formó el primer centro de cristianos. Su celo no conocía descansos: desde Japón ya miraba hacia China. Se embarcó nuevamente, llegó a Singapur y estuvo a 150 kilómetros de Cantón, el gran puerto chino. En la isla de Shangchuan, en espera de una embarcación que lo llevara a China, cayó gravemente enfermo. Murió a orillas del mar el 3 de diciembre de 1552, a los 46 años de edad. Es patrono de las misiones en Oriente y comparte el patronato universal de las misiones católicas con Teresa de Lisieux.
Primera lectura. libro de Isaías 26,1-6 Aquel día, se cantará este canto en la tierra de Judá: «Tenemos una ciudad fuerte, ha puesto para salvarla murallas y baluartes. Abrid las puertas para que entre un pueblo justo, que observa la lealtad; su ánimo está firme y mantiene la paz, porque confía en ti.
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Confiad siempre en el Señor, porque el Señor es la Roca perpetua. Doblegó a los habitantes de la altura, a la ciudad elevada; la abatirá, la abatirá hasta el suelo, hasta tocar el polvo. La pisarán los pies, los pies del oprimido, los pasos de los pobres». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 117 R/. Bendito el que viene en nombre del Señor. O bien: R/. Aleluya V/. Dad gracias al Señor porque es bueno, / porque es eterna su misericordia. / Mejor es refugiarse en el Señor / que fiarse de los hombres, / mejor es refugiarse en el Señor / que fiarse de los jefes. R/. V/. Abridme las puertas de la salvación, / y entraré para dar gracias al Señor. / Esta es la puerta del Señor: / los vencedores
entrarán por ella. / Te doy gracias porque me escuchaste / y fuiste mí salvación. R/. V/. Señor, danos la salvación; / Señor, danos prosperidad. / Bendito el que viene en nombre del Señor, / os bendecimos desde la casa del Señor; / el Señor es Dios, él nos ilumina. R/.
Lectura del Santo evangelio según, Mateo 7,21.24-27 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra
la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
En las relaciones interpersonales, un elemento que puede llegar a decepcionar de ciertas personas es la falta de coherencia. Si no somos consecuentes entre lo que decimos y lo que hacemos, es probable que vayamos perdiendo credibilidad frente a las demás personas, sobre todo si el escenario en el cual nos encontramos hace referencia a un trabajo o proyecto sobre el cual depende el futuro de muchas personas. De igual modo, Jesús nos invita a ser coherentes en nuestra vida de fe. No basta con decir “Señor, Señor” para entrar en el Reino de Dios, sino que es necesario respaldar nuestras palabras con nuestras acciones. El seguidor de Jesús se destaca por poner por obra todo lo que dice, siempre en favor de los demás. La persona coherente, por tanto, es aquella que edifica su vida sobre la roca firme, que es Jesucristo. Vale la pena que revisemos nuestra coherencia entre nuestras palabras y acciones y si éstas en verdad reflejan que nuestra base, es decir, nuestra roca firme, es Jesús.
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QUINTO DÍA DE LA NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
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1ª Semana de Adviento – 1ª del Salterio
Oración para Hoy
Jueves · Blanco
Dic
su palabra, ponen trampas al juez en el tribunal, y por una nadería violan el derecho del inocente. Por eso, el Señor, que rescató a Abrahán, dice a la casa de Jacob: “Ya no se avergonzará Jacob, ya no palidecerá su rostro, pues, cuando vean sus hijos mis acciones en medio de ellos, santificarán mi nombre, santificarán al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel”. Los insensatos encontrarán la inteligencia y los que murmuraban aprenderán la enseñanza». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 26 R/. El Señor es mi luz y mi salvación El Señor es mi luz y mi salvación, / ¿a quién temeré? / El Señor es la defensa de mi vida, / ¿quién me hará temblar? R/.
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Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 9,27-31 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando: «Ten compasión de nosotros, hijo de David». Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo: «¿Creéis que puedo hacerlo?». Contestaron: «Sí, Señor». Entonces les tocó los ojos, diciendo:
«Que os suceda conforme a vuestra fe». Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente: «¡Cuidado con que lo sepa alguien!». Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Primera lectura. Libro de Isaías 29,17-24 Esto dice el Señor: «Pronto, muy pronto, el Líbano se convertirá en vergel, y el vergel parecerá un bosque. Aquel día, oirán los sordos las palabras del libro; sin tinieblas ni oscuridad verán los ojos de los ciegos. Los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor, y los pobres se llenarán de júbilo en el Santo de Israel; porque habrá desaparecido el violento, no quedará rastro del cínico; y serán aniquilados los que traman para hacer el mal: los que condenan a un hombre con
el Señor, sé valiente, / ten ánimo, espera en el Señor. R/.
En el presente Evangelio, Jesús realizó la curación a dos ciegos. Llama la atención que en este milagro estén presentes dos personas necesitadas de sanación física, pues las dos personas vivían la misma enfermedad, igual de limitadas y, seguramente, también desorientadas, a quienes se les puede aplicar el refrán popular: “un ciego guiando a otro ciego”. Por lo anterior podemos darnos cuenta que la ceguera de estas dos personas representa la desorientación que ambas vivían y que, por ello, no les permitía tener un rumbo acertado en la vida. A nosotros también nos puede pasar algo similar que a estos dos ciegos, en la medida en que nos dejamos guiar por personas desorientadas o confundidas, o acudimos a adivinos, o escuchamos malos consejos. Por tanto la curación de Jesús no es sólo física, sino también espiritual. Jesús entra al corazón del ser humano y lo libera de todo tipo de cegueras y apegos, de tal manera que, libres de toda atadura, podamos ayudar a otras personas a ver la luz de la vida, Jesús el Señor. ¿De qué ataduras te ha liberado el Señor en tu vida? ¿Cuál es tu respuesta ante tanto amor que recibes de parte de Dios?
Una cosa pido al Señor, eso buscaré: / habitar en la casa del Señor/ por los días de mi vida; / gozar de la dulzura del Señor, / contemplando su templo. R/.
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Oración para Hoy
Feria o Memoria libre - Día penitencial.
Nació a mediados del siglo VII. Célebre por su santidad y por su doctrina, luchó valerosamente de palabra y por escrito contra el emperador de su momento para defender el culto de las sagradas imágenes. Murió en el año 749. San Juan Damasceno “es el primero que acometió la empresa de hacer una exposición sintética del dogma y una defensa general de los artículos del Símbolo, contra todas las herejías, realizando, más que una compilación, un resumen personal de los Padres griegos, cuya doctrina condensa con un esfuerzo genial en una lengua clara, firme y precisa. Eco fiel y poderoso de toda la literatura eclesiástica del Oriente antiguo, escribe el primer ensayo de Summa teológica, mereciendo ser llamado el primero de los escolásticos”.
Espero gozar de la dicha del Señor / en el país de la vida. / Espera en
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SEXTO DÍA DE LA NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN SAN JUAN DAMASCENO, presbítero y doctor de la Iglesia
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1ª Semana de Adviento – 1ª del Salterio
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Viernes · Morado o Blanco
Dic
Feria
Primera lectura. Libro de Isaías 30,19-21.23-26 Esto dice el Señor, el Santo de Israel: «Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, no tendrás que llorar, se apiadará de ti al oír tu gemido: apenas te oiga, te responderá. Aunque el Señor te diera el pan de la angustia y el agua de la opresión ya no se esconderá tu Maestro, tus ojos verán a tu Maestro. Si te desvías a la derecha o a la izquierda, tus oídos oirán una palabra a tus espaldas que te dice: “Éste es el camino, camina por él”. Te dará lluvia para la semilla que siembras en el campo, y el grano cosechado en el campo será abundante y suculento; aquel día,
tus ganados pastarán en anchas praderas; los bueyes y asnos que trabajan en el campo comerán forraje fermentado, aventado con pala y con rastrillo. En toda alta montaña, en toda colina elevada habrá canales y cauces de agua el día de la gran matanza, cuando caigan las torres. La luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, cuando el Señor vende la herida de su pueblo y cure las llagas de sus golpes». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 146 R/. Dichosos los que esperan en el Señor V/. Alabad al Señor, que la música es buena; / nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. / El Señor reconstruye Jerusalén, / reúne a los deportados de Israel. R/. V/. Él sana los corazones destrozados, / venda sus heridas. /
Cuenta el número de las estrellas, / a cada una la llama por su nombre. R/. V/. Nuestro Señor es grande y poderoso, / su sabiduría no tiene medida. / El Señor sostiene a los humildes, / humilla hasta el polvo a los malvados. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 9,35–10,1.6-8 En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia. Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como
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R/. Gloria a ti, Señor
ovejas que no tienen pastor». Entonces dice a sus discípulos: «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies». Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus
inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia. A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: «Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha
llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
En cualquier tipo de trabajo, pero en especial en aquellos que tienen una relación directa con otras personas, a modo de servicio, es imprescindible tener un profundo conocimiento de la realidad que lo rodea, para poder ofrecer soluciones prácticas y eficaces a las necesidades y problemáticas que se presentan. Este rasgo de conocimiento de la realidad lo podemos ver en Jesús. El Señor realiza una labor apostólica incansable y, en medio de su labor, descubre que la tarea de la evangelización, es decir, el anuncio del Reino de Dios, requiere de más discípulos y misioneros que continúen con la predicación realizada por Jesús. Ser obrero de la mies implica reconocerse un servidor de Dios, amado, llamado y enviado por Él, aún en medio de las limitaciones y fragilidades que le son propias al ser humano. Con todo, el obrero también siente una profunda confianza en que el dueño de la mies, Dios mismo, no lo va a dejar solo en la misión que Él le encomiende, sino que lo va a acompañar siempre y le va a conceder su gracia para llevar adelante su tarea de anunciar el Evangelio. Por lo mismo, la Palabra de Dios nos invita a que oremos por las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que cada una de las personas que han sido llamadas por Dios a seguirlo a través de este estilo de vida sean perseverantes en su llamado y puedan dar un testimonio alegre del amor misericordioso de Dios a la humanidad.
Transmitiremos desde el Santuario del Señor de los Milagros de Buga.
8:30 a.m. 12:00m. 6:30 p.m
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SÉPTIMO DÍA DE LA NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
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1ª Semana de Adviento – 1ª del Salterio
Oración para Hoy
Sábado · Morado
Dic
Antífona de Entrada Cf. Is 30, 19. 30 Pueblo de Sion: el Señor vendrá a salvar a los pueblos y hará resonar la majestad de su voz con alegría en vuestro corazón.
Oración Colecta
Dios todopoderoso, rico en misericordia, no permitas que, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, lo impidan los afanes terrenales, para que, aprendiendo la sabiduría celestial, podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
Se reza el Te Deum
Primera lectura. Libro de Isaías 40,1-5.9-11 «Consolad, consolad a mi pueblo, –dice vuestro Dios–; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.» Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los
hombres juntos –ha hablado la boca del Señor–.» Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios. Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.» V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 84 R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación Voy a escuchar lo que dice el Señor: / «Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.» / La salvación está ya cerca de sus fieles, / y la gloria habitará en nuestra tierra. R/. La misericordia y la fidelidad se encuentran, / la justicia y la paz
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se besan; / la fidelidad brota de la tierra, / y la justicia mira desde el cielo. R/. El Señor nos dará la lluvia, / y nuestra tierra dará su fruto. / La justicia marchará ante él, / la salvación seguirá sus pasos. R/.
Segunda lectura. Segunda carta del apóstol san Pedro 3,8-14 No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón. Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán abrasados, y la tierra con todas sus obras se consumirá. Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y apresurad la venida
del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Lectura del Santo evangelio según, Marcos 1,1-8 R/. Gloria a ti, Señor Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.”» Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una
correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Antífona de Comunión Bar 5, 5; 4, 36 En pie, Jerusalén, sube a la altura, contempla la alegría que Dios te envía.
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OCTAVO DÍA DE LA NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
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2ª Semana de Adviento – 2ª del Salterio
Oración para Hoy
Domingo · Morado
Dic
Lunes · Blanco
ÚLTIMO DÍA DE LA NOVENA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
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Cuando se realizan grandes eventos, por lo general se hacen actividades previas como preparación. De hecho, se lleva a cabo toda una campaña publicitaria con el fin de anunciar y dar a conocer a la opinión pública la realización del evento, con el fin de garantizar la asistencia masiva al mismo.
SAN AMBROSIO, obispo y doctor de la Iglesia
En nuestro camino de fe nos sucede algo similar al ejemplo anteriormente dicho, pues para recibir al Señor Jesús que viene a nuestra vida es necesario preparar el corazón y disponernos de manera adecuada. Por esta razón, el Tiempo de Adviento, además de ser un momento en el cual nos renovamos en la esperanza, también es una época propicia para “barrer y limpiar la casa” de nuestro corazón, de modo que acojamos con alegría y fe a Jesús.
Nació en el año 340. Obispo de Milán, y doctor de la Iglesia, murió el cuatro de abril del 397, fecha que en aquel año coincidía con la vigilia pascual, pero que se le venera en el día de hoy, en el cual, siendo aún catecúmeno, fue escogido para gobernar aquella célebre sede, mientras desempeñaba el oficio de Prefecto de la ciudad.
La predicación de Juan invita a la conversión, pero quizás podemos correr el riesgo de no comprender el significado de esta palabra, debido a que la utilizamos y escuchamos tan a menudo, que va perdiendo su valor. Convertirse quiere decir volver a Dios, es decir, soltar nuestros apegos y tener una claridad hacia dónde caminamos en la vida, toda vez que quien sigue al Señor sabe cuál camino recorrer para gozar de la vida eterna y ayudar a la salvación de sus hermanos.
Verdadero pastor y doctor de los fieles, ejerció preferentemente la caridad para con todos, defendió valerosamente la libertad de la Iglesia y la recta doctrina de la fe en contra de los arrianos, y catequizó el pueblo con los comentarios y la composición de himnos.
Por consiguiente, es necesario que nos fijemos en la manera de actuar y en la invitación a la conversión que realiza Juan el Bautista, pues con ello podemos purificar aquellas conductas y actitudes que quizás no están ayudando a acercarnos a Dios: ¿de qué manera me estoy preparando para recibir a Jesús que viene a renovar mi vida?
El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrará la estepa y florecerá, germinará y florecerá como flor de narciso, festejará con gozo y cantos de júbilo. Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Contemplarán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes; decid a los inquietos: «Sed fuertes, no temáis. ¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite, la retribución de Dios. Viene en persona y os salvará.» Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán; entonces saltará el cojo como un ciervo, y cantará la lengua del mudo, porque han brotado aguas en el desierto y corrientes en la estepa.
Oración
para bendecir a un Recién Nacido Señor nuestro Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, que engendrado antes de todos los siglos, en el tiempo quisiste ser niño y amas la inocencia propia de la infancia; Tú, Señor, que abrazabas con amor a los niños que te presentaban, y los bendecías, cuida a este niño con tierna bendición y no permitas que la malicia pervierta su corazón. Concédele, Señor, que, creciendo en edad, sabiduría y gracia, siempre te agrade. Tu que siendo Dios vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.
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Primera lectura. Libro de Isaías 35,1-10 El páramo se convertirá en estanque, el suelo sediento en manantial. En el lugar donde se echan los chacales habrá hierbas, cañas y juncos. Habrá un camino recto. Lo llamarán «Vía sacra». Los impuros no pasarán por él. Él mismo abre el camino para que no se extravíen los inexpertos. No hay por allí leones, ni se acercarán las bestias feroces. Los liberados caminan por ella y por ella retornan los rescatados del Señor. Llegarán a Sión con cantos de júbilo: alegría sin límite en sus rostros. Los dominan el gozo y la alegría. Quedan atrás la pena y la aflicción. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
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Oración para Hoy
Reflexión del Evangelio
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Dic
MEMORIA OBLIGATORIA
V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran, / la justicia y la paz
se besan; / la fidelidad brota de la tierra, / y la justicia mira desde el cielo. R/. V/. El Señor nos dará la lluvia, / y nuestra tierra dará su fruto. / La justicia marchará ante él, Y sus pasos señalarán el camino. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 5,17-26 R/. Gloria a ti, Señor Un día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones. En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo: «Hombre, tus pecados están perdonados». Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos: «¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?».
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo: «¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados —dijo al paralítico—: “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”». Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor, decían: «Hoy hemos visto maravillas». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Cuando una persona tiene clara la meta hacia dónde va en su vida, todas sus acciones son coherentes. De hecho, esta persona es capaz de dar generosamente más de lo que se le pide, siempre con excelencia y calidad. Este tipo de personas se convierten en ejemplo para los demás, sobre todo
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Sin duda alguna, el Señor Jesús es un modelo a seguir para todos los creyentes tanto por su coherencia de vida como por su claridad en la misión vital que se había trazado, la cual fue encomendada por su Padre del cielo: la salvación de la humanidad. Por lo mismo, Jesús realiza acciones que en principio no son comprendidas por el pueblo judío, pero que son la muestra de la claridad en su misión. Por ejemplo, el Evangelio de hoy nos narra la curación de un paralítico, pero antes de efectuar la sanación física el Señor le perdona los pecados. Esta acción causa controversia en el pueblo judío, pues para ellos sólo Dios puede perdonar los pecados. Sin embargo, con esta manera de curar, Jesús nos enseña que Él tiene la autoridad divina para sanar en el cuerpo y en el espíritu a la persona, es decir, Jesús cura de manera integral al ser humano, lo renueva y le da un sentido completo a su vida. De esta forma, Jesús nos muestra la importancia de sanar el corazón para poder curar la enfermedad y todo tipo de dolencias físicas. Cuando recibimos la paz interior y el perdón de nuestros pecados, nuestra vida adquiere un nuevo horizonte y se abre camino a la curación de todo tipo de males. Por ello, pregúntate: ¿estás abierto a la acción de Dios, quien viene a sanar tu vida?
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V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor: / «Dios anuncia la paz / a su pueblo y a sus amigos». / La salvación está cerca de los que lo temen, / y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.
porque se concentran en sus objetivos vitales, en vez de ir tras la búsqueda de reconocimientos y aplausos que pueden llegar a ser pasajeros.
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Salmo Responsorial, 84 R/. He aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvará.
2ª Semana de Adviento – 2ª del Salterio
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Día de precepto
Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: «¿Dónde estás?» Él contestó: «Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí.» El Señor le replicó: «¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?» Adán respondió: «La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí.» El Señor dijo a la mujer: «¿Qué es lo que has hecho?»
Ella respondió: «La serpiente me engañó, y comí.» El Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón.» El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 97 R/. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas
L
a Concepción Inmaculada de María es un dogma de fe, definido el 8 de diciembre de l854 por Su Santidad el Papa Pío IX con estas palabras: “Para honor de la santa e individua Trinidad, para gloria y ornamento de la Virgen Madre de Dios, para exaltación de la fe católica y acrecentamiento de la religión cristiana, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles “. La Virgen María fue “dotada por Dios con dones a la medida de su misión tan importante” (Lumen Gentium). El ángel Gabriel pudo saludar a María como “llena de gracia” porque ella estaba totalmente llena de la gracia de Dios. Dios la bendijo con toda clase de bendiciones espirituales, más que a ninguna otra persona creada. Ella es “redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo”. (LG, n. 53) La devoción a la Inmaculada Concepción es uno de los aspectos más difundidos de la devoción mariana. Tanto en Europa como en América se adoptó a la Inmaculada Concepción como patrona de muchos lugares.
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Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas: / su diestra le ha dado la victoria, / su santo brazo. R/. El Señor da a conocer su victoria, / revela a las naciones su justicia: / se acordó de su misericordia y su
fidelidad / en favor de la casa de Israel. R/. Los confines de la tierra han contemplado / la victoria de nuestro Dios. / Aclama al Señor, tierra entera; / gritad, vitoread, tocad. R/.
Segunda lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1,3-6.11-12 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente
nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
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Oración para Hoy
SOLEMNIDAD - Se reza el Te Deum
INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
Primera lectura. Libro del Génesis 3,9-15.20
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2ª Semana de Adviento – 2ª del Salterio
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Martes · Blanco
Dic
fin.» Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel.
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V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio Hoy en la Iglesia celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, es decir, de aquella quien tenía que concebir al Hijo de Dios, el Verbo encarnado. Este dogma de la Iglesia, esto es, una verdad de fe, la podemos comprender más fácilmente a partir de la realidad maternal de la virgen María. Precisamente, en María podemos reconocer a la mujer obediente al Señor que amó profundamente su misión de ser la madre del Hijo de Dios, pues quien ama lo que vive y lo que hace demuestra un cariño y una dedicación absoluta en cada una de sus acciones, hasta el punto de contagiar a otras personas de dicha pasión y entrega. En otras palabras, descubrimos que la Santísima Virgen fue una persona entregada a su misión encomendada por Dios, en la medida en que estuvo siempre presente en la vida de su Hijo, siendo un modelo para nosotros de Madre, discípula y creyente. Por otra parte, María dio lo mejor de sí para su Hijo Jesús. Por lo mismo, si Jesús fue en todo igual a nosotros, menos en el pecado, fue porque su Santísima Madre también estuvo preservada del pecado por parte de Dios, razón por la cual podemos decir que María también le regaló su pureza a Nuestro Señor, en esto consiste la fiesta que celebramos hoy.
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Oración para Hoy
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá
Por lo anterior, la solemnidad de la Inmaculada Concepción se nos presenta como una invitación de Dios a ser limpios y puros de corazón para recibir al Señor que viene a nuestra vida. Por eso, es importante que nos preguntemos: ¿de qué manera estoy limpiando mi corazón para acoger a Jesús?
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Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 1.26-38 R/. Gloria a ti, Señor
Martes
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2ª Semana de Adviento – 2ª del Salterio
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Vidente de la Virgen de Guadalupe
V/. Bendice, alma mía, al Señor, / y todo mi ser a su santo nombre. / Bendice, alma mía, al Señor, / y no olvides sus beneficios. R/.
Hoy, 9 de diciembre, recordamos la figura del indígena San Juan Diego, a quien se le apareció la Virgen de Nuestra Señora de Guadalupe. Hombre de fe simple, con firme confianza en Dios y en la Virgen, Juan Diego es un testimonio actual para todos los laicos.
Feria o Memoria libre
Salmo Responsorial, 102 R/. Bendice, alma mía, al Señor
V/. Él perdona todas tus culpas / y cura todas tus enfermedades; / él rescata tu vida de la fosa, / y te colma de gracia y de ternura. R/.
V/. El Señor es compasivo y misericordioso, / lento a la ira y rico en clemencia. / No nos trata como merecen nuestro pecados / ni nos paga según nuestras culpas. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 11,28-30 R/. Gloria a ti, Señor
Nació hacía el año 1474. de la estirpe indígena nativa, varón provisto de una fe purísima, de humildad y de fervor, que logró que se construyera un santuario en honor de la Bienaventurada María Virgen de Guadalupe en la colina de Tepeyac, en la ciudad de México, lugar donde se le había aparecido la Madre de Dios. Murió en el año 1548.
En aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo: «Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio Primera lectura. Libro de Isaías 40,25-31 «¿Con quién podréis compararme, quién es semejante a mi?», dice el Santo. Alzad los ojos a lo alto y mirad: ¿quién creó esto? Es él, que despliega su ejército al completo y a cada uno convoca por su nombre. Ante su grandioso poder, y su robusta fuerza, ninguno falta a su llamada. ¿Por qué andas diciendo, Jacob, y por qué murmuras, Israel: «Al Señor no le importa mi destino, mi Dios pasa por alto mis derechos»? ¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído?
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El Señor es un Dios eterno que ha creado los confines de la tierra. No se cansa, no se fatiga, es insondable su inteligencia. Fortalece a quien está cansado, acrecienta el vigor del exhausto. Se cansan los muchachos, se fatigan, los jóvenes tropiezan y vacilan; pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas, corren y no se fatigan, caminan y no se cansan.
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SAN JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN
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2ª Semana de Adviento – 2ª del Salterio
En el Evangelio de hoy, Jesús nos invita a ir a Él y colocar en sus manos todo aquello que nos sobrecarga y angustia; la compensación es recibir su yugo “que es suave y su carga ligera”. Quizás estas palabras de Jesús puedan ser aceptadas en parte por nosotros, pues comprendemos el deseo de acudir a Jesús, pero a veces no entendemos aquello de cargar su yugo. En este sentido, el yugo no representa una carga adicional o una exigencia que Dios nos proponga. Al contrario, Dios nos libera de todas las ataduras que no nos permiten vivir en paz y armonía con los demás y con la crea‑ ción, de tal modo que su yugo es, más bien, la invitación a vivir al servicio bondadoso de los demás. Por lo anterior, Jesús nos invita en el Evangelio de hoy a ser libres, a no apegarnos a personas o cosas y a cargar su yugo, esto es, afrontar la vida con tenacidad y fortaleza, con todos los retos y sacrificios que ésta trae consigo, pues todo lo que se quiere de verdad siempre implicará un es‑ fuerzo de nuestra parte. Quien siga a Jesús, Él no lo abandonará y le dará su Gracia para salir adelante.
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
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Oración para Hoy
Miércoles · Morado o Blanco
Dic
Jueves · Morado Primera lectura. Libro de Isaías 41,13-20
Feria
Yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Haré brotar ríos en cumbres desoladas, en medio de los valles, manantiales; transformaré el desierto en marisma y el yermo en fuentes de agua. Pondré en el desierto cedros, acacias, mirtos, y olivares; plantaré en la estepa cipreses, junto con olmos y alerces, para que vean y sepan, reflexionen y aprendan de una vez, que la mano del Señor lo ha hecho, que el Santo de Israel lo ha creado. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 144 R/. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad. V/. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; / bendeciré tu nombre por siempre jamás. / El Señor es bueno con todos, / es cariñoso con todas sus criaturas. R/. V/. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, / que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado, / que hablen de tus hazañas. R/. V/. Explicando tus hazañas a los hombres, / la gloria y majestad de tu reinado. / Tu reinado es un reinado perpetuo, / tu gobierno va de edad en edad. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 11,11-15 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: «En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos
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sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo. El que tenga oídos, que oiga». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Lunes a Viernes 6:30 a.m. a 7:20 a.m. 63
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Yo, el Señor, tu Dios, te tomo por la diestra y te digo: «No temas, yo mismo te auxilio». No temas, gusanillo de Jacob, oruga de Israel, yo mismo te auxilio -oráculo del Señor-, tu libertador es el Santo de Israel. Mira, te convierto en trillo nuevo, aguzado, de doble filo: trillarás los montes hasta molerlos; reducirás a paja las colinas; los aventarás y el viento se los llevará, el vendaval los dispersará. Pero tú te alegrarás en el Señor, te gloriarás en el Santo de Israel. Los pobres y los indigentes buscan agua, y no la encuentran; su lengua está reseca por la sed.
Reflexión del Evangelio
Un rasgo que puede fortalecer las relaciones comunitarias consiste en reconocer la labor de los demás. En las empresas, por ejemplo, sirve generar estímulos en los trabajadores, resaltando su labor y su compromiso con el trabajo. De ello surge la confianza, la solidaridad y el sentido de pertenencia con la empresa. De igual modo, en las familias sirve reconocer los talentos, capacidades y logros de cada miembro, con el fin de fortalecer la fraternidad y el amor que se convierte en servicio mutuo. Bastan estos ejemplos para ayudarnos a comprender el mensaje del Evangelio de hoy, en el cual Jesús reconocer la misión de Juan El Bautista, como el precursor del Mesías. Y esto lo hizo el Señor para abrirle los ojos al pueblo judío, de tal manera que reconocieran a Juan el Bautista como el precursor del Salvador. Con su predicación se preparó el camino del Señor a través del llamado a la conversión. De esta manera, tanto la predicación como el testimonio de Juan el Bautista nos sirven a nosotros como ejemplos en nuestro camino de fe y muy especialmente en este tiempo de Adviento en que preparamos nuestro corazón para recibir al Salvador. Al finalizar sus palabras, Jesús hace un llamado al pueblo judío: “El que tenga oídos, que oiga”. Esto quiere decir que estamos invitados por el Señor a estar atentos a la Palabra de Dios, a no ser sordos a su llamado que se manifiesta en la predicación de los profetas y de todo aquel que ha sido enviado por Dios para preparar el camino del Señor, como fue el caso de Juan El Bautista. Y tú, ¿reconoces la voz de Dios que se manifiesta de diversas maneras en tu vida?
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2ª Semana de Adviento – 2ª del Salterio
Oración para Hoy
Dic
Nació hacia el año 305. Su pontificado comprende desde el año 366 al 384.
Feria o Memoria Libre - Día penitencial.
Durante su pontificado hubo una explosión de ritos, de oraciones, de predicaciones, con nuevas instituciones litúrgicas y catequéticas que alimentaron la vida cristiana. A la iniciativa de este Papa se deben los estudios para la revisión del texto de la Biblia y la nueva traducción al latín (llamada Vulgata) hecha por San Jerónimo, a quien San Dámaso escogió como secretario privado. Murió en el año 384.
Primera lectura Libro de Isaías 48,17-19 Esto dice el Señor, tu libertador, el Santo de Israel: «Yo, el Señor, tu Dios, te instruyo por tu bien, te marco el camino a seguir. Si hubieras atendido a mis mandatos, tu bienestar sería como
un río, tu justicia como las olas del mar, tu descendencia como la arena, como sus granos, el fruto de tus entrañas; tu nombre no habría sido aniquilado, ni eliminado de mi presencia». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 1 R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida. V/. Dichoso el hombre / que no sigue el consejo de los impíos, / ni entra por la senda de los pecadores, / ni se sienta en la reunión de los cínicos; / sino que su gozo es la ley del Señor, / y medita su ley día y noche. R/. V/. Será como un árbol / plantado al borde de la acequia: / da fruto
en su sazón / y no se marchitan sus hojas; / y cuanto emprende tiene buen fin. R/. V/. No así los impíos, no así; / serán paja que arrebata el viento. / Porque el Señor protege el camino de los justos, / pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 11,16-19 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: «¿A quién compararé esta generación? Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no
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habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un
comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
En el Evangelio de hoy, Jesús le llama la atención a los judíos por su falta de fe, que los llevaba a desconfiar del Señor Jesús. Confiar en Jesús implica la generosidad de dar todo lo que somos y ponerlo en las manos de Dios, como quien se coloca una venda en los ojos y se deja guiar por otra persona. Cuenta una antigua leyenda que en una época de gran calor una gran montaña nevada perdió su manto de nieve. La Luna, quiso ayudarla. Para esto, abrió un agujero en su base y sopló suave, para que una pequeña parte del mágico polvo blanco que le daba su brillo cayera sobre la montaña en forma de nieve. Una vez abierto, nadie alcanzaba a tapar ese agujero. Pero a la Luna no le importó. Siguió soplando y, tras varias noches vaciándose, perdió todo su polvo blanco. La montaña quiso devolver la nieve a la luna, pero como era imposible hacer que nevase hacia arriba, se incendió por dentro hasta convertirse en un volcán. Su fuego transformó la nieve en un denso humo blanco que subió hasta la luna, rellenándola un poquito cada noche, hasta que esta se volvió a ver completamente redonda y brillante. Pero cuando la nieve se acabó, el agujero seguía abierto en la Luna, lo que la obligaba de nuevo a compartir su polvo blanco hasta vaciarse por completo. Así como ocurrió con la luna en el cuento, nosotros estamos llamados por Dios a dar de lo mejor de nosotros mismos para servir a los demás, puesto que de esta manera expresamos nuestra confianza en el Señor, ya que la fe se muestra a través de las acciones y actitudes cotidianas. Por lo anterior, vale la pena que nos preguntemos: ¿qué somos capaces de dar para mostrar nuestra confianza en Dios?
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SAN DÁMASO I, papa
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2ª Semana de Adviento – 2ª del Salterio
Oración para Hoy
Viernes · Morado o Blanco
Dic
Sábado · Blanco
Dic
Fiesta - Se reza el Te Deum
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n sábado 9 de diciembre, el indio Juan Diego, recién convertido a la fe católica, se dirigió al templo para oír Misa. Al pie de un cerro pequeño llamado Tepeyac vio una nube blanca y resplandeciente y oyó que lo llamaban por su nombre. Vio a una hermosa Señora quien le dijo ser “la siempre Virgen María Madre de Dios” y le pidió que fuera donde el Obispo para pedirle que en aquel lugar se le construyera un templo. Juan Diego se dirigió a la casa del obispo Fray Juan de Zumárraga y le contó todo lo que había sucedido. El obispo oyó con admiración el relato del indio y le hizo muchas preguntas, pero al final no le creyó. De regresó a su pueblo Juan Diego se encontró de nuevo con la Virgen María y le explicó lo ocurrido. La Virgen le pidió que al día siguiente fuera nuevamente a hablar con el obispo y le repitiera el mensaje. Esta vez el obispo, luego de oír a Juan Diego le dijo que debía ir y decirle a la Señora que le diese alguna señal que probara que era la Madre de Dios y que era su voluntad que se le construyera un templo. De regreso, Juan Diego halló a María y le narró los hechos. La Virgen le mandó que volviese al día siguiente al mismo lugar pues allí le daría la señal. Al día siguiente Juan Diego no pudo volver al cerro pues su tío Juan
Bernardino estaba muy enfermo. La madrugada del 12 de diciembre Juan Diego marchó a toda prisa para conseguir un sacerdote a su tío pues se estaba muriendo. Al llegar al lugar por donde debía encontrarse con la Señora prefirió tomar otro camino para evitarla. De pronto María salió a su encuentro y le preguntó a dónde iba. El indio avergonzado le explicó lo que ocurría. La Virgen dijo a Juan Diego que no se preocupara, que su tío no moriría y que ya estaba sano. Entonces el indio le pidió la señal que debía llevar al obispo. María le dijo que subiera a la cumbre del cerro donde halló rosas de Castilla frescas y poniéndose la tilma, cortó cuantas pudo y se las llevó al obispo. Una vez ante Monseñor Zumarraga Juan Diego desplegó su manta, cayeron al suelo las rosas y en la tilma estaba pintada con lo que hoy se conoce como la imagen de la Virgen de Guadalupe. Viendo esto, el obispo llevó la imagen santa a la Iglesia Mayor y edificó una ermita en el lugar que había señalado el indio. Pio X la proclamó como “Patrona de toda la América Latina”, Pio XI de todas las “Américas”, Pio XII la llamó “Emperatriz de las Américas” y Juan XXIII “La Misionera Celeste del Nuevo Mundo” y “la Madre de las Américas”.
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U
BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE GUADALUPE
Oración para Hoy
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Primera lectura. Libro de Isaías 7, 10-14; 8, 10 cansan incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, les dará una señal: Miren: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 66 R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su Rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R/. Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. R/. La tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor, nuestro Dios. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. R/.
Lectura del Santo evangelio según, Lucas 1, 39-48
Gloria a ti, Señor
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: ─«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la Madre de mi Señor? En cuanto tu saludo
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R/.
Lunes a Viernes 11:50 a.m. a 12:20 p.m. 6:20 p.m. a 6:50 p.m.
llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá». María dijo: ─«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Oración para Hoy
Miren: la virgen está encinta En aquellos días, el Señor habló a Acaz: ─«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo». Respondió Acaz: ─«No la pido, no quiero tentar al Señor». Entonces dijo Dios: ─«Escucha, casa de David: ¿No les basta cansar a los hombres, que
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Benedicto XVI María, llevando en su seno a Jesús recién concebido, va a casa de su anciana prima Isabel, a la que todos consideraban estéril y que, en cambio, había llegado al sexto mes de una gestación donada por Dios (cf. Lc 1,36). Es una muchacha joven, pero no tiene miedo, porque Dios está con ella, dentro de ella. En cierto modo, podemos decir que su viaje fue la primera «procesión eucarística» de la historia. María, sagrario vivo del Dios encarnado, es el Arca de la Alianza, en la que el Señor visitó y redimió a su pueblo. La presencia de Jesús la colma del Espíritu Santo. Cuando entra en la casa de Isabel, su saludo rebosa de gracia: Juan salta de alegría en el seno de su madre, como percibiendo la llegada de Aquel a quien un día deberá anunciar a Israel. Exultan los hijos, exultan las madres. Este encuentro, impregnado de la alegría del Espíritu, encuentra su expresión en el cántico del Magníficat.
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2ª Semana de Adviento – 2ª del Salterio
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Sábado
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El tercer domingo de Adviento es llamado “domingo de gaudete”, o de la alegría, por la primera palabra del introito de la Misa: Gaudete, es decir, regocíjense.
En esta fecha se permite la vestimenta color rosa como signo de gozo, y la Iglesia invita a los fieles a alegrarse porque ya está cerca el Señor. En la Corona de Adviento se enciende la tercera llama, la vela rosada.
Antífona de Entrada
Fil 4, 4-5 Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. El Señor está cerca.
Oración Colecta
Oh, Dios, que contemplas cómo tu pueblo espera con fidelidad la fiesta del nacimiento del Señor, concédenos llegar a la alegría de tan gran acontecimiento de salvación y celebrarlo siempre con solemnidad y júbilo desbordante. Por nuestro Señor Jesucristo.
Se reza el Te Deum
Primera lectura. Libro de Isaías 61,1-2a.10-11 El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios:
porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, Lc 1,46-48.49-50.53-54 R/. Me alegro con mi Dios Proclama mi alma la grandeza del Señor, / se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; / porque ha mirado la humillación de su esclava. / Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. R/. Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: / su nombre es santo,
/ y su misericordia llega a sus fieles / de generación en generación. R/. A los hambrientos los colma de bienes / y a los ricos los despide vacíos. / Auxilia a Israel, su siervo, / acordándose de la misericordia. R/.
Segunda lectura. Primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 5,16-24 Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en
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toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de
vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y
que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Lectura del Santo evangelio según, San Juan 1,6-8.19-28 R/. Gloria a ti, Señor Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?» Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.» Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?» El dijo: «No lo soy.» «¿Eres tú el Profeta?» Respondió: «No.» Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los
que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?» Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías.» Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.» Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Antífona de Comunión Cf. Is 35, 4 Decid a los cobardes de corazón: sed fuertes, no temáis. He aquí nuestro Dios que viene y nos salvará.
Reflexión del Evangelio Meditación del Papa Francisco ¿Qué es lo que la Iglesia necesita hoy? Testigos, mártires, es decir, santos de todos los días, los de la vida ordinaria llevada adelante con la coherencia, pero también de quienes tienen el valor de ser testigos hasta el final, hasta la muerte. Todos son la sangre viva de la Iglesia. Son ellos los que llevan la Iglesia hacia adelante, los testigos; los que prueban que Jesús ha resucitado, y dan testimonio con la coherencia de vida y con el Espíritu Santo que han recibido como don.
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GAUDETE
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3ª Semana de Adviento – 3ª del Salterio
Oración para Hoy
Domingo · Morado o Rosado
Dic
MEMORIA OBLIGATORIA
Nació en 1542. presbítero de la Orden de los Carmelitas y doctor de la Iglesia, el cual, por consejo de santa Teresa, fue el primero de los hermanos que emprendió la reforma de la Orden, empeño que sostuvo con muchos trabajos, obras y ásperas tribulaciones, y, como demuestran sus escritos, buscando una vida escondida en Cristo y quemado por la llama de
su amor, murió en el año 1591. Lo canonizaron en 1726. Pío XI lo hizo doctor de la Iglesia en 1926. Su gran conocedor y admirador Juan Pablo II, lo nombró patrono de los poetas.
multiplica su simiente. Su rey es más alto que Agag, y descuella su reinado». Y entonó sus versos: «Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios y conoce los planes del Altísimo, que contempla visiones del Poderoso, que cae en éxtasis, y se le abren los ojos: Lo veo, pero no es ahora, lo contemplo, pero no será pronto: Avanza una estrella de Jacob, y surge un cetro de Israel». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 24 R/. Señor, instrúyeme en tus sendas V/. Señor, enséñame tus caminos, / instrúyeme en tus sendas: / haz que camine con lealtad; / enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.
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rectitud, / enseña su camino a los humildes. R/.
En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?». Jesús les replicó: «Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».
Ellos se pusieron a deliberar: «Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta». Y respondieron a Jesús: «No sabemos». Él, por su parte, les dijo: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 21,23-27 R/. Gloria a ti, Señor
Primera lectura. Libro de los Números 24,2-7.15-17a En aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos: «Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios, que contempla visiones del Poderoso, que cae y se le abren los ojos: ¡Qué bellas tus tiendas, oh Jacob, y tus moradas, Israel! Como vegas dilatadas, como jardines junto al río, como áloes que plantó el Señor o cedros junto a la corriente; el agua fluye de sus cubos, y con el agua se
V/. El Señor es bueno y es recto, / enseña el camino a los pecadores; / hace caminar a los humilles con
V/. Recuerda, Señor, que tu ternura / y tu misericordia son eternas; / acuérdate de mí con misericordia, / por tu bondad, Señor. R/.
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SAN JUAN DE LA CRUZ, presbítero y doctor de la Iglesia
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3ª Semana de Adviento – 3ª del Salterio
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
El evangelio de hoy describe el conflicto que Jesús tuvo con las autoridades religiosas de la época después de haber echado a los vendedores del Templo. Los sacerdotes y los ancianos del pueblo quieren saber con qué autoridad Jesús hacía esas cosas al punto de entrar en el Templo y expulsar a los vendedores (cf. Mt 21,12-13). No preguntan porque lo hizo, sino con qué autoridad lo hizo, las formas antes que el fondo del mensaje. Las autoridades se consideraban dueños de todo y pensaban que nadie poder hacer nada sin su permiso. Por eso, perseguían a Jesús y trataban de matarle. Hoy también, algunos que ejercen el poder, tanto en la sociedad como en la iglesia y en la familia, quieren controlar todo como si fueran ellos los dueños de todos los aspectos de la vida de la gente. A veces, llegan hasta perseguir a los que piensan de forma diferente. Todos tenemos alguna autoridad. ¿Cómo uso el poder, cómo ejerzo la autoridad: para servir y liberar o para dominar y controlar?
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Oración para Hoy
Lunes · Blanco
Dic
Esto dice el Señor: «¡Ay de la ciudad rebelde, impura, tiránica! No ha escuchado la llamada, no ha aceptado la lección, no ha confiado en el Señor, no ha recurrido a su Dios. Entonces purificaré labios de los pueblos para que invoquen todos ellos el nombre del Señor y todos lo sirvan a una. Desde las orillas de los ríos de Cus mis adoradores, los deportados, traerán mi ofrenda. Aquel día, ya no te avergonzarás
de las acciones con que me ofendiste, pues te arrancaré tu orgullosa arrogancia, y dejarás de engreírte en mi santa montaña. Dejaré en ti un resto, un pueblo humilde y pobre que buscará refugio en el nombre del Señor. El resto de Israel no hará más el mal, ni mentirá ni habrá engaño en su boca. Pastarán y descansarán, y no habrá quien los inquiete». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Feria
Salmo Responsorial, 33 R/. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó. V/. Bendigo al Señor en todo momento, / su alabanza está siempre en mi boca; / mi alma se gloría en el Señor: / que los humildes lo escuchen y se alegren. R/. V/. Contempladlo, y quedaréis radiantes, / vuestro rostro no se avergonzará. / El afligido invocó al Señor, / él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.
Jesús les dijo: «En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
Cuando abrimos el corazón en la verdad de nuestros pecados, es el lugar privilegiado del encuentro con Jesucristo. Reconocer nuestra miseria, reconocer lo que nosotros somos y lo que somos capaces de hacer o hemos hecho es precisamente la puerta que se abre a la caricia de Jesús, al perdón de Jesús, a la Palabra de Jesús «Ve en paz, tu fe te ha salvado», porque has sido valiente y has abierto tu corazón al único que puede salvarte. Jesús dice a los hipócritas que las prostitutas y los publicanos les precederán en el Reino de los Cielos. “¡Es fuerte esto! Porque los que se sienten pecadores abren su corazón en la confesión de los pecados, al encuentro con Jesús, que ha dado la sangre por nosotros.
V/. El Señor se enfrenta con los malhechores, / para borrar de la tierra su memoria. / Cuando uno grita, el Señor lo escucha / y lo libra de sus angustias. R/. V/. El Señor está cerca de los atribulados, / salva a los abatidos. / El Señor redime a sus siervos, / no será castigado quien se acoge a él. R/.
y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».
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Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 21,28-32 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero”.
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Pero después se arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue. ¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?». Contestaron: «El primero».
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Primera lectura. Profecía de Sofonías 3,1-2.9-13
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3ª Semana de Adviento – 3ª del Salterio
Oración para Hoy
Martes · Morado
Dic
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Feria
Primera lectura libro de Isaías 45,6b-8.18.21b-25 «Yo soy el Señor, y no hay otro, el que forma la luz, y crea las tinieblas; yo construyo la paz y creo la desgracia. Yo, el Señor, hago todo esto. Cielos, destilad desde lo alto la justicia, las nubes la derramen, se abra la tierra y brote la salvación, y con ella germine la justicia. Yo, el Señor, lo he creado». Así dice el Señor, creador del cielo —él es Dios—, él modeló la tierra, la fabricó y la afianzó, no la creó vacía, sino que la formó habitable: «Yo soy el Señor, y no hay otro.
—No hay otro Dios fuera de mí—. Yo soy un Dios justo y salvador, y no hay ninguno más. Volveos hacia mí para salvaros, confines de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro. Yo juro por mi nombre, de mi boca sale una sentencia, una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, por mí jurará toda lengua»; dirán: «Sólo el Señor tiene la justicia y el poder». A él vendrán avergonzados los que se enardecían contra él; Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 84 R/. Cielos, destilad desde lo alto al Justo, las nubes lo derramen. V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor: / «Dios anuncia la paz / a su pueblo y a sus amigos». / La salvación está cerca de los que lo temen, / y la gloria habitará en nuestra tierra. R/. V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran, / la justicia y la paz
se besan; / la fidelidad brota de la tierra, / y la justicia mira desde el cielo. R/. V/. El Señor nos dará la lluvia, / y nuestra tierra dará su fruto. / La justicia marchará ante él, y sus pasos señalarán el camino. R/.
Lectura del Santo evangelio según, Lucas 7,18b-23 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Juan, llamando a dos de sus discípulos los envió al Señor diciendo: «¿Eres tú el que ha de venir, o
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tenemos que esperar a otro?». Los hombres se presentaron ante él y le dijeron:
«Juan el Bautista nos ha mandado a ti para decirte: “¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?”». En aquella hora Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista. Y respondiendo, les dijo:
«Id y anunciad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. Y ¡bienaventurado el que no se escandalice de mí!».
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PRIMER DÍA DE LA NOVENA DE NAVIDAD
V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio Los discípulos de Juan tienen aquí un rol de primer plano; son ellos los que abren y cierran el pasaje; son ellos los que crean el vínculo comunicativo entre su maestro, detenido en la prisión de Herodes (cfr. Lc 3,19-20), y Jesús. Ellos informan al Bautista y dos de ellos son mandados de parte suya con una pregunta directa para el maestro de Nazaret: dos veces Lucas nos pone delante esta cuestión de capital importancia. Y la pregunta se enfoca en la espera. Juan sabe que alguien debe venir. El problema es entender si ese alguien es Jesús o si se necesita esperar a otro. El hecho que Juan mande a preguntarle explícitamente esto a Jesús, significa que él confía en él. Talvez él puede haber estado algo equivocado sobre el cumplimiento del balance judicial vinculado a la imagen bíblica del “día del Señor”, tema que se encuentra en el trasfondo de toda su predicación Un mensaje inequívoco para un hombre como Juan, sobre quien la Palabra de Dios había venido (cfr. Lc 3,2). Y, al final, el anuncio de una bienaventuranza que puede sonar extraña, porque aparece en forma negativa: bienaventurado el que no encuentra en Jesús ocasión de tropiezo, de obstáculo en el camino de la fe. ¿Cómo comprender esto? De hecho es una bienaventuranza que va más allá del mensaje para el Bautista, y que se dirige a todos nosotros.
Bendita sea tu pureza.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
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3ª Semana de Adviento – 3ª del Salterio
Oración para Hoy
Miércoles · Morado
Dic
CUMPLEAÑOS DEL PAPA FRANCISCO
FERIA PRIVILEGIADA
En la capital argentina nació el 17 de diciembre de 1936, hijo de emigrantes piamonteses: su padre, Mario, era contador, empleado en ferrocarril, mientras que su madre, Regina Sivori, se ocupaba de la casa y de la educación de los cinco hijos. El 13 de diciembre de 1969 recibió la ordenación sacerdotal. Hasta el inicio de la sede vacante era miembro de las Congregaciones para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para el clero, para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica; del Consejo pontificio para la familia y de la Comisión pontificia para América Latina. FELIZ CUMPLEAÑOS QUERIDO PAPA FRANCISCO.
Primera lectura libro del Génesis 49,1-2.8-10 En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo: «Reuníos, que os voy a contar lo que os va a suceder en el futuro; agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob, oíd a vuestro padre Israel: A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, pondrás la mano sobre la cerviz de tus enemigos, se postrarán ante ti los hijos de tu padre. Judá es un león agazapado, has
vuelto de hacer presa, hijo mío; se agacha y se tumba como león o como leona, ¿quién se atreve a desafiarlo? No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 71 R/. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente. V/. Dios mío, confía tu juicio al rey, / tu justicia al hijo de reyes, / para que rija a tu pueblo con justicia, / a tus humildes con rectitud. R/.
V/. En sus días florezca la justicia / y la paz hasta que falte la luna; / domine de mar a mar, / del Gran Río al confín de la tierra. R/.
V/. Que los montes traigan paz, / y los collados justicia; / defienda a los humildes del pueblo, / socorra a los hijos del pobre. R/.
V/. Que su nombre sea eterno, / y su fama dure como el sol; / él sea la bendición de todos los pueblos, / y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R/.
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Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 1,1-17 R/.
Gloria a ti, Señor
Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés engendró a Esrón, Esrón engendró a Aran, Aran engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey. David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós
engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia. Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
Una vez oí que alguien decía: ‘¡Esta cita del Evangelio parece la lista telefónica!’ Y no, es otra cosa: esta cita del Evangelio es historia y tiene un argumento importante. Es pura historia porque como decía san León Papa, Dios ha enviado a su Hijo. Y Jesús es consustancial al Padre, Dios, pero también consustancial a la Madre, una mujer. Y esta es la conustancialidad de la Madre. Dios se ha hecho historia. Dios se ha querido hacer historia. Está con nosotros. Ha hecho el camino con nosotros.? Después del primer pecado en el paraíso Él tuvo esta idea: hacer el camino con nosotros. Ha llamado a Abraham, el primer nombrado en esa lista y lo invitó a caminar. Y Abraham comenzó ese camino. Después Isaac, Jacob, Judá. Así va este camino en la historia. Dios camina con su pueblo. Dios no ha querido venir a salvarnos sin historia. Él ha querido hacerse historia con nosotros. Una historia que va de la santidad al pecado. En esta lista hay santos, pero también hay pecadores.
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SEGUNDO DÍA DE LA NOVENA DE NAVIDAD
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3ª Semana de Adviento – 3ª del Salterio
Oración para Hoy
Jueves · Morado
Dic
FERIA PRIVILEGIADA –Día penitencial.
Primera lectura Libro de Jeremías 23,5-8 Mirad que llegan días —oráculo del Señor— en que daré a David un vástago legítimo: reinará como monarca prudente, con justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y le pondrán este nombre: «El-Señor-nuestra-justicia».
Así que llegan días —oráculo del Señor— en que ya no se dirá: «Lo juro por el Señor, que sacó a los hijos de Israel de Egipto», sino: «Lo juro por el Señor, que sacó a la casa de Israel del país del norte y de los países por donde los dispersó, y los trajo para que habitaran en su propia tierra». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 71 R/. En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente. V/. Dios mío, confía tu juicio al rey, / tu justicia al hijo de reyes, / para que rija a tu pueblo con justicia, / a tus humildes con rectitud. R/. V/. Él librará al pobre que clamaba, / al afligido que no tenía protector; / él se apiadará del pobre y del
indigente, / y salvará la vida de los pobres. R/. V/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, / el único que hace maravillas; / bendito por siempre su nombre glorioso; / que su gloria llene la tierra. / ¡Amén, amén! R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 1,18-24 R/. Gloria a ti, Señor La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del
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Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por medio del profeta: «Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”». Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
También san José tuvo la tentación de dejar a María, cuando descubrió que estaba embarazada; pero intervino el ángel del Señor que le reveló el diseño de Dios y su misión de padre putativo; y José, hombre justo, “tomó consigo a su esposa” y se convirtió en el padre de la familia de Nazaret. Toda familia necesita al padre. Hoy nos detenemos sobre el valor de este rol, y quisiera iniciar por algunas expresiones que se encuentran en el Libro de los Proverbios, palabras que un padre dirige al propio hijo y dice así: “Hijo mío, si tu corazón es sabio, también se alegrará mi corazón: mis entrañas se regocijarán, cuando tus labios hablen con rectitud”. No se podría expresar mejor el orgullo y la conmoción de un padre que reconoce haber transmitido al hijo lo que cuenta de verdad en la vida, o sea, un corazón sabio. Este padre no dice: “Estoy orgulloso de ti porque eres igual a mí, porque repites las cosas que digo y que hago”. No, no dice eso. Le dice algo más importante, que podríamos interpretar así: “Estaré feliz cada vez que te vea actuar son sabiduría, y estaré conmovido cada vez que te escuche hablar con rectitud. Esto es lo que he querido dejarte, para que se convirtiera en una cosa tuya: la costumbre de escuchar y actuar, de hablar y juzgar con sabiduría y rectitud. Y para que tu pudieras ser así, te he enseñado cosas que no sabías, he corregido errores que no veías. Te he hecho sentir un afecto profundo y a la vez discreto, que quizá no has reconocido plenamente cuanto eras joven e incierto.
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TERCER DÍA DE LA NOVENA DE NAVIDAD
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3ª Semana de Adviento – 3ª del Salterio
Oración para Hoy
Viernes · Morado
Dic
Primera lectura. Libro de los Jueces 13,2-7.24-25a
En aquellos días, había en Sorá un hombre de estirpe danita, llamado Manoj. Su esposa era estéril y no tenía hijos. El ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo: «Eres estéril y no has engendrado. Pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora guárdate de beber vino o licor, y no comas nada impuro, pues concebirás y darás a luz un hijo. La navaja no pasará por su cabeza, porque el niño será un nazir de Dios desde el seno materno. Él comenzará a salvar a Israel de la mano de los filisteos». La mujer dijo al esposo:
«Ha venido a verme un hombre de Dios. Su semblante era como el semblante de un ángel de Dios, muy terrible. No le pregunté de dónde era, ni me dio a conocer su nombre. Me dijo: “He aquí que concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, pues, no bebas vino o licor, y no comas nada impuro; porque el niño será nazir de Dios desde el seno materno hasta el día de su muerte”». La mujer dio a luz un hijo, al que puso de nombre Sansón. El niño creció, y el Señor lo bendijo. El espíritu del Señor comenzó a agitarlo. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 70 R/. Que se llene mi boca de tu alabanza, y así cantaré tu gloria. V/. Sé tú mi roca de refugio, / el alcázar donde me salve, / porque mi peña y mi alcázar eres tú. / Dios mío, líbrame de la mano perversa. R/. V/. Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza / y mi confianza, Señor, desde mi juventud. / En el vientre
materno ya me apoyaba en ti, / en el seno tú me sostenías. R/. V/. Contaré tus proezas, Señor mío; / narraré tu justicia, tuya entera. / Dios mío, me instruiste desde mi juventud, / y hasta hoy relato tus maravillas. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 1,5-25 R/.
Gloria a ti, Señor
En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.
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Una vez que Zacarías oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.
Pero el ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, “para convertir los corazones de los padres hacía los hijos”, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto». Zacarías replicó al ángel: «¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada». Respondiendo el ángel, le dijo: «Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado
para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno». El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo. Al cumplirse los días de su servicio en el templo, volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir de casa cinco meses, diciendo: «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando se ha fijado en mi para quitar mi oprobio ante la gente». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Benedicto XVI ¿De dónde viene esta vida, esta interioridad tan fuerte, tan recta, tan coherente, gastada así completamente por Dios, y preparar el camino para Jesús? La respuesta es simple: de la relación con Dios, de la oración, que es el hilo conductor de toda su existencia. Juan es el don divino por mucho tiempo invocado por sus padres, Zacarías e Isabel; un don inmenso, humanamente inesperado, porque ambos eran de edad avanzada y Isabel era estéril; pero nada es imposible para Dios. El anuncio de este nacimiento se produce en el lugar de la oración, en el templo de Jerusalén, es más, sucede cuando a Zacarías le toca el gran privilegio de entrar en el lugar santísimo del templo para quemar incienso al Señor. También el nacimiento de Juan el Bautista estuvo marcado por la oración: el canto de gozo, de alabanza y de acción de gracias que Zacarías eleva al Señor, y que recitamos cada mañana en los Laudes, el “Benedictus”, exalta la acción de Dios en la historia y muestra proféticamente la misión de su hijo Juan: preceder al Hijo de Dios hecho carne, para preparar sus caminos. Toda la existencia del Precursor de Jesús es alimentada por una relación con Dios, especialmente el tiempo de permanencia en el desierto.
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CUARTO DÍA DE LA NOVENA DE NAVIDAD
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FERIA PRIVILEGIADA
19
3ª Semana de Adviento – 3ª del Salterio
Oración para Hoy
Sábado · Morado
Dic
Antífona de Entrada
Is 45, 8 Cielos, destilad desde lo alto; nubes derramad al Justo; ábrase la tierra y brote al Salvador.
Oración Colecta
Derrama, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que, quienes hemos conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de Cristo, tu Hijo, lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Se reza el Te Deum
Primera lectura. segundo libro de Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16
Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.» Natán respondió al rey: «Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.» Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y dile a mi siervo David: “Así dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a
los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo, lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y, cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mí presencia; tu trono permanecerá por siempre.» V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor Salmo Responsorial, 88 R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, / anunciaré tu fidelidad por todas las edades. / Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, / más que el cielo has afianzado tu
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fidelidad.» R/. «Sellé una alianza con mi elegido, / jurando a David, mi siervo: / “Te fundaré un linaje perpetuo, / edificaré tu trono para todas las edades.”» R/.
Él me invocará: «Tú eres mi padre, / mi Dios, mi Roca salvadora.» / Le mantendré eternamente mi
favor, / y mi alianza con él será estable. R/.
Segunda lectura. Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 16,25-27 Al que puede fortaleceros según el Evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús, revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en los escritos proféticos, dado a conocer por
decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe al Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 1,26-38 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no
tendrá fin.» Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Antífona de Comunión Is 7, 14 Mirad: la Virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel.
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QUINTO DÍA DE LA NOVENA DE NAVIDAD
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4ª Semana de Adviento – 4ª del Salterio
Oración para Hoy
Domingo · Morado
Dic
Meditación del Papa Francisco La voluntad de Dios es la ley suprema que establece la verdadera pertenencia a Él. María instaura un vínculo de parentesco con Jesús antes aún de darle a luz: se convierte en discípula y madre de su Hijo en el momento en que acoge las palabras del Ángel y dice: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Este ““hágase” no es sólo aceptación, sino también apertura confiada al futuro. ¡Este “hágase” es esperanza! María es la madre de la esperanza, la imagen más expresiva de la esperanza cristiana. Toda su vida es un conjunto de actitudes de esperanza, comenzando por el “sí” en el momento de la anunciación. María no sabía cómo podría llegar a ser madre, pero confió totalmente.»
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SEXTO DÍA DE LA NOVENA DE NAVIDAD Primera lectura. Libro del Cantar de los Cantares 2,8-14
¡La voz de mi amado! Vedlo, aquí llega, saltando por los montes, brincando por las colinas. Es mi amado un gamo, parece un cervatillo. Vedlo parado tras la cerca, mirando por la ventana, atisbando por la celosía. Habla mi amado y me dice: «Levántate, amada mía, hermosa mía y ven. Mira, el invierno ya ha pasado, las lluvias cesaron, se han ido. Brotan las flores en el campo, llega
la estación de la poda, el arrullo de la tórtola se oye en nuestra tierra. En la higuera despuntan las yemas, las viñas en flor exhalan se perfume. Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente. Paloma mía, en las oquedades de la roca, en el escondrijo escarpado, déjame ver tu figura, déjame escuchar tu voz: es muy dulce tu voz y fascinante tu figura». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
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Reflexión del Evangelio
Lunes · Morado
Dic
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4ª Semana de Adviento – 4ª del Salterio
V/. Dad gracias al Señor con la cítara, / tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; / cantadle un cántico nuevo, / acompañando los vítores con bordones. R/. V/. El plan del Señor subsiste por siempre; / los proyectos de su corazón, de edad en edad. /
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, / el pueblo que él se escogió como heredad. R/. V/. Nosotros aguardamos al Señor: / él es nuestro auxilio y escudo; / con él se alegra nuestro corazón, / en su santo nombre confiamos. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 1,39-45 R/. Gloria a ti, Señor
Lunes a Sábado 9:00 a 9:30 a.m. y 1:00 a 1:30 p.m. Lunes a Domingo de 4:30 a 5:00 p.m. 86
En aquellos días, María se levantó y puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres, y
bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
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Oración para Hoy
Salmo Responsorial, 32 R/. Aclamad, justos, al Señor; cantadle un cántico nuevo.
4ª Semana de Adviento – 4ª del Salterio
Comunión Espiritual
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Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Benedicto XVI,
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti.
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Como primera y perfecta discípula de su Hijo, siempre ha mostrado, acompañando el camino de la Iglesia, una especial solicitud por los que sufren. De ello dan testimonio los miles de personas que se acercan a los santuarios marianos para invocar a la Madre de Cristo y encuentran en ella fuerza y alivio. El relato evangélico de la Visitación (cf. Lc 1, 39-56) nos muestra cómo la Virgen, después de la anunciación del Ángel, no retuvo el don recibido, sino que partió inmediatamente para ayudar a su anciana prima Isabel, quien llevaba seis meses gestando a Juan. En el apoyo ofrecido por María a su familiar que vive, en edad avanzada, una situación delicada como el embarazo, vemos prefigurada toda la acción de la Iglesia en apoyo de la vida necesitada de cuidados.
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Primera lectura. libro de Samuel 1,24-28
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En aquellos días, una vez que Ana hubo destetado a Samuel, lo subió consigo, junto con un novillo de tres años, unos cuarenta y cinco kilos de harina y un odre de vino. Lo llevó a la casa del Señor a Siló y el niño se quedó como siervo. Inmolaron el novillo, y presentaron el niño a Elí. Ella le dijo: «Perdón, por tu vida, mi Señor, yo
soy aquella mujer que estuvo aquí en pie ante ti, implorando al Señor. Imploré este niño y el Señor me concedió cuanto le había mi pedido. Yo, a mi vez, lo cedo al Señor. Quede, pues, cedido al Señor de por vida». Y se postraron allí ante el Señor. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 1S 2,1.45.6-7.8abcd R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador V/. Mi corazón se regocija en el Señor, / mi poder se exalta por Dios. / Mi boca se ríe de mis enemigos, / porque gozo con tu salvación. R/. V/. Se rompen los arcos de los valientes, / mientras los cobardes se ciñen de valor. / Los hartos se contratan por el pan, / mientras los hambrientos engordan; / la mujer estéril da a luz siete hijos,
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Lo que nos hace entender en la familia lo que es verdaderamente la comunicacio?n como descubrimiento y construccio?n de proximidad es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompan?arse, descifrar las miradas y los silencios, rei?r y llorar juntos, entre personas que no se han elegido y que, sin embargo, son tan importantes las unas para las otras. Reducir las distancias, saliendo los unos al encuentro de los otros y acogie?ndose, es motivo de gratitud y alegri?a: del saludo de Mari?a y del salto del nin?o brota la bendicio?n de Isabel, a la que sigue el belli?simo canto del Magnificat, en el que Mari?a alaba el plan de amor de Dios sobre ella y su pueblo. De un “si?” pronunciado con fe, surgen consecuencias que van mucho ma?s alla? de nosotros mismos y se expanden por el mundo.
/ mientras la madre de muchos queda baldía. R/. V/. El Señor da la muerte y la vida, / hunde en el abismo y levanta; / da la pobreza y la riqueza, / humilla y enaltece. R/. V/. Él levanta del polvo al desvalido, / alza de la basura al pobre, / para hacer que se siente entre príncipes / y que herede un trono de gloria. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 1,46-56 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava”. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
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SÉPTIMO DÍA DE LA NOVENA DE NAVIDAD
“derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia” —como lo había prometido a “nuestros padres”— en favor de Abrahán y su descendencia por siempre». María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Oración para Hoy
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4ª Semana de Adviento – 4ª del Salterio
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Martes · Morado
Dic
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Primera lectura. Profecía de Malaquías 3,1-4.23-24 Esto dice el Señor Dios: «Voy a enviar a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí. De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo. ¿Quién resistirá el día de su llegada? ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como el fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el
Señor recibirá ofrenda y oblación justas. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño. Mirad, os envío al profeta Elías, antes de que venga el Día del Señor, día grande y terrible. Él convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir a castigar y destruir la tierra». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 24 R/. Levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación. V/. Señor, enséñame tus caminos, / instrúyeme en tus sendas: / haz que camine con lealtad; / enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/. V/. El Señor es bueno y es recto, / y enseña el camino a los pecadores; / hace caminar a los humildes con
rectitud, / enseña su camino a los humildes. R/. V/. Las sendas del Señor son misericordia y lealtad / para los que guardan su alianza y sus mandatos. / El Señor se confía a los que lo temen, / y les da a conocer su alianza. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 1,57-66 R/. Gloria a ti, Señor A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella. A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre intervino diciendo:
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«¡No! Se va a llamar Juan». Y le dijeron: «Ninguno de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos se quedaron maravillados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y
todos los que los oían reflexionaban diciendo: «Pues ¿qué será este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
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OCTAVO DÍA DE LA NOVENA DE NAVIDAD
Meditación del Papa Francisco Isabel y su hijo se regocija en el vientre al escuchar las palabras de María. Es todo alegría, la alegría que es fiesta. Los cristianos no estamos tan acostumbrados a hablar de la alegría, del gozo, creo que muchas veces nos gustan más las quejas. Él que nos da la alegría es el Espíritu Santo. Es el Espíritu el que nos guía. Él es el autor de la alegría, el Creador de la alegría. Y esta alegría en el Espíritu Santo, nos da la verdadera libertad cristiana. Sin alegría, nosotros los cristianos no podemos ser libres, nos convertimos en esclavos de nuestras tristezas. El gran Pablo VI dijo que no se puede llevar adelante el evangelio con cristianos tristes, desesperanzados, desanimados. No se puede. Esta actitud un poco fúnebre, ¿no? Muchas veces los cristianos tienen un rostro que es más bien para ir a una procesión fúnebre, que para ir a alabar a Dios, ¿no? Y de esta alegría viene la alabanza, esta alabanza de María, esta alabanza que dice Sofonías, la alabanza de Simeón, de Ana: ¡la alabanza de Dios! El corazón alaba a Dios ¿Y cómo se alaba a Dios? Se alaba saliendo de sí mismos, gratuitamente, como es gratuita la gracia que Él nos da. Usted que está aquí en la misa, ¿alaba a Dios, o solo le pide a Dios y le agradece? ¿Acaso alaba a Dios? Aquello es una cosa nueva, nueva en nuestra vida espiritual. Alabar a Dios, salir de nosotros mismos para alabar; perder el tiempo alabando.
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4ª Semana de Adviento – 4ª del Salterio
Oración para Hoy
Miércoles · Morado
Dic
Después de la celebración anual del Misterio Pascual, nada tiene en mayor estima la Iglesia que la celebración del Nacimiento del Señor y de sus primeras manifestaciones: esto tiene lugar en el Tiempo de Navidad. El Tiempo de Navidad abarca desde las primeras Vísperas de Navidad hasta el domingo después de Epifanía, o sea, el primer domingo siguiente al 6 de enero, inclusive.
FELIZ NAVIDAD FERIA PRIVILEGIADA
Primera lectura. Libro de Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16 Cuando el rey David se asentó en su casa y el Señor le hubo dado reposo de todos sus enemigos de alrededor, dijo al profeta Natán: «Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios habita en una tienda». Natán dijo al rey: «Ve y haz lo que desea tu corazón, pues el Señor está contigo». Aquella noche vino esta palabra del Señor a Natán: «Ve y habla a mi siervo David: “Así dice el Señor: ¿Tú me va a construir una casa para morada mía? Yo te tomé del pastizal, de andar tras el rebaño, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. He estado a tu lado por donde quiera que has ido, he suprimido a todos tus enemigos ante ti y te he hecho tan famoso como
los grandes de la tierra. Dispondré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que resida en él sin que lo inquieten, ni le hagan más daño los malvados, como antaño, cuando nombraba jueces sobre mi pueblo Israel. A ti te he dado reposo de todos tus enemigos. Pues bien, el Señor te anuncia que te va a edificar una casa. En efecto, cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su reino. Yo seré para él un padre, y él será para mi un hijo. Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmes ante mi; tu trono durará para siempre”». V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 88 R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, / anunciaré tu fidelidad por todas
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las edades. / Porque dijiste: «La misericordia es un edificio eterno», / más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R/.
V/. «Sellé una alianza con mi elegido, / jurando a David, mi siervo: / Te fundaré un linaje perpetuo, / edificaré tu trono para todas las edades». R/.
V/. «Él me invocará: “Tú eres mi padre, / mi Dios, mi Roca salvadora”; / Le mantendré eternamente mi favor, / y mí alianza con él será estable». R/.
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ÚLTIMO DÍA DE LA NOVENA DE NAVIDAD INICIA EL TIEMPO DE NAVIDAD
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 1,67-79 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, se llenó de Espíritu Santo y profetizó diciendo: «“Bendito sea el Señor, Dios de Israel”,porque ha visitado y “redimido a su pueblo”, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la “misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza” y “el juramento que juró a nuestro padre Abrahán”
para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante “del Señor a preparar sus caminos”, anunciando a su pueblo la salvación por el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz». V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
En esta noche, como un haz de luz clarísima, resuena el anuncio del Apóstol: “Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres”. La gracia que ha aparecido en el mundo es Jesús, nacido de María Virgen, Dios y hombre verdadero. Ha venido a nuestra historia, ha compartido nuestro camino. Ha venido para librarnos de las tinieblas y darnos la luz. En Él ha aparecido la gracia, la misericordia, la ternura del Padre: Jesús es el Amor hecho carne. […] Nuestro Padre tiene paciencia con nosotros, nos ama, nos da a Jesús como guía en el camino a la tierra prometida. Él es la luz que disipa las tinieblas. Él es la misericordia. Nuestro Padre nos perdona siempre. Y Él es nuestra paz.»
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4ª Semana de Adviento – 4ª del Salterio
Oración para Hoy
Jueves · Morado
Dic
SOLEMNIDAD - Se reza el Te Deum
NACIMIENTO DEL SEÑOR
Cumplidos los acontecimientos que debían preceder al advenimiento del Mesías, de acuerdo con los vaticinios de los antiguos profetas, Jesús llamado el Cristo, Hijo de Dios eterno, se encarnó en el seno de la Virgen María y, hecho hombre, nació de ella para la redención de la humanidad. Por aquel entonces, el Emperador Augusto emitió un decreto para llevar a cabo un censo en el cual todas las personas debían registrarse en un lugar determinado según sus respectivas provincias, ciudades y familias. Hasta Belén, cerca de la ciudad de Jerusalén, llegaron San José y la Virgen María procedentes de Nazaret, y estando allí, le llegó la hora de dar a luz de la Virgen, trayendo al mundo a su divino Hijo a quien envolvió en lienzos y lo recostó en la paja del pesebre. Navidad es un término de origen latino que significa nacimiento, y da nombre a la fiesta que se realiza con motivo de la llegada de Jesucristo a nuestro mundo. El término también se utiliza para hacer referencia al día en que se celebra: el 25 de diciembre (para las iglesias católicas, anglicanas, ortodoxa rumana y algunas protestantes) o el 7 de enero (para las iglesias ortodoxas que no adoptaron el calendario gregoriano). San Jerónimo queriendo explicar que el nacimiento de Cristo debe ser celebrado el 25 de diciembre dice: “Hasta aquel día (25 de diciembre) crecen las tinieblas y desde aquel día disminuye el error y viene la verdad. Hoy nace nuestro sol de justicia” ( Sermón, in Anecd. Mared III 2, 297). Y San máximo de Turín (mitad del s. IV) afirma: “Es un cierto Y tiene razón en este día el nacimiento de Cristo vulgarmente dicho el nuevo sol ... Con gusto aceptamos este modo de hablar porque con el nacimiento del Salvador resplandece no sólo la salvación del género humano, sino también la luz del sol” (Sermón 2, PL. 57, 537).
ORACIÓN ANTE EL PESEBRE INICIA LA OCTAVA DE NAVIDAD Como es tradición en la Iglesia, la noche del 24 de diciembre se empieza a celebrar de manera solemne la Natividad del Señor y luego siguen ocho días llamados “Octava de Navidad”, que comienza el 25 de diciembre y concluye el 1 de enero, en los que igualmente se festeja el nacimiento del Niño Dios. La celebración de la “Octava” tiene sus raíces en el Antiguo Testamento, en el que los judíos festejaban las grandes fiestas por ocho días. Asimismo, tal como se lee en el Génesis (17, 9-14), hace muchos siglos Dios hizo una alianza con Abraham y su descendencia cuyo signo es la circuncisión al octavo día después del nacimiento.
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Querido Padre, Dios del cielo y de la tierra: En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor. Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar. Gracias por las personas que trabajan con nosotros. Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza. Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas. Hoy al contemplar el pesebre recordamos especialmente a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad. Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar.
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Día de precepto.
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Viernes · Blanco
Oración para Hoy
Dic
¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: «Tu Dios es rey!» Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión. Romped a cantar a coro, ruinas
de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén; el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 97 R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas: / su diestra le ha dado la victoria, / su santo brazo. R/. El Señor da a conocer su victoria, / revela a las naciones su justicia: / se acordó de su misericordia y su fidelidad / en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado / la victoria de nuestro Dios. / Aclama al Señor, tierra entera; / gritad, vitoread, tocad. R/. Tañed la cítara para el Señor, / suenen los instrumentos: / con clarines y al son de trompetas, / aclamad al Rey y Señor. R/.
Segunda lectura Carta a los Hebreos 1,1-6 En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo. Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de su
majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado. Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», o: «Yo seré para él un padre, y el será para mí un hijo»? Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios.» V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en
el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se
Lectura del Santo evangelio según, San Juan 1,1-18 R/. Gloria a ti, Señor
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ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano,
sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: “El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo.”» Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
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Primera lectura. Libro de de Isaías 52,7-10
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Viernes
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco La Biblia es muy clara: “No había alojamiento para ellos”. Me imagino a José, con su esposa a punto de tener a su hijo, sin un techo, sin casa, sin alojamiento. El Hijo de Dios entró en este mundo como uno que no tiene casa. El hijo de Dios entró como un homeless. El Hijo de Dios supo lo que es comenzar la vida sin un techo. Imaginemos las preguntas de José en ese momento: ¿Cómo el Hijo de Dios no tiene un techo para vivir? ¿Por que? estamos sin hogar, por que? estamos sin un techo? Son preguntas que muchos de ustedes pueden hacerse a diario. Y se las hacen. Al igual que José se cuestionan: Porque estamos sin un techo, sin un hogar. A los que tenemos techo y hogar son preguntas que nos hará bien hacernos también: ¿Por que? estos hermanos nuestros están sin hogar, por qué estos hermanos nuestros no tienen un techo? Las preguntas de José siguen presentes hoy, acompañando a todos los que a lo largo de la historia han vivido y están sin un hogar. José era un hombre que se hizo preguntas pero, sobre todo, era un hombre de fe. Fue la fe la que le permitió a José poder encontrar luz en ese momento que parecía todo a oscuras; fue la fe la que lo sostuvo en las dificultades de su vida. Por la fe, José supo salir adelante cuando todo parecía detenerse. Ante situaciones injustas, dolorosas, la fe nos aporta esa luz que disipa la oscuridad. Al igual que a José, la fe nos abre a la presencia silenciosa de Dios en toda vida, en toda persona, en toda situacio?n. E?l esta? presente en cada uno de ustedes, en cada uno de nosotros.
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Oración para Hoy
Inicia la octava de Navidad
Fiesta - Se reza el Te Deum
SAN ESTEBAN, protomártir
San Esteban es el primer mártir del cristianismo y representa a todos los que murieron por Cristo voluntariamente. Como Cristo, los apóstoles fueron inmediatamente víctimas de la humillación, los azotes y la cárcel, pero tan pronto quedaban libres, continuaban la predicación del Evangelio. Entre éstos sobresalía el joven Esteban, quien, a más de desempeñar las funciones de administrador de los bienes comunes, no renunciaba a anunciar la buena noticia, y lo hizo con tanto celo y con tanto éxito que los judíos “se echaron sobre él, lo prendieron y lo llevaron al Sanedrín. Después presentaron testigos falsos, que dijeron: Este hombre no cesa de proferir palabras contra el lugar santo y contra la Ley; pues lo hemos oído decir que este Jesús, el Nazareno, destruirá este lugar y cambiará las costumbres que nos transmitió Moisés”. Doblando las rodillas bajo la lluvia de piedras, el primer mártir cristiano repitió las mismas palabras de perdón que Cristo pronunció en la cruz: “Señor, no les imputes este pecado”.
Primera lectura. Libro de los Hechos de los apóstoles 6,8-10;7,54-60 En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: «Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios.»
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Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.» Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado.» Y, con estas palabras, expiró. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Sé la roca de mi refugio, / un baluarte donde me salve, / tú que eres mi roca y mi baluarte; / por tu nombre dirigeme y guíame. R/. A tus manos encomiendo mi espíritu: / tú, el Dios leal, me librarás. / Tu misericordia sea mi
gozo y mi alegría. / Te has fijado en mi aflicción. R/. Líbrame de los enemigos que me persiguen; / haz brillar tu rostro sobre tu siervo, / sálvame por tu misericordia. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 10,17-22 R/. Gloria a ti, Señor En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que
decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio Meditación del Papa Benedicto XVI Donde se atropella la dignidad y los derechos de la persona humana; donde los egoísmos personales o de grupo prevalecen sobre el bien común; donde se corre el riesgo de habituarse al odio fratricida y a la explotación del hombre por el hombre; donde las luchas intestinas dividen grupos y etnias y laceran la convivencia; donde el terrorismo sigue golpeando; donde falta lo necesario para vivir; donde se mira con desconfianza un futuro que se está haciendo cada vez más incierto, incluso en las naciones del bienestar: que en todos estos casos brille la Luz de la Navidad y anime a todos a hacer su propia parte, con espíritu de auténtica solidaridad. Si cada uno piensa sólo en sus propios intereses, el mundo se encamina a la ruina.
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Salmo Responsorial, 30 R/. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu
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Segundo día de la Octava de Navidad
Oración para Hoy
Sábado · Rojo
Dic
Domingo · Blanco
Dic
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Oh, Dios, que nos has propuesto a la Sagrada Familia como maravilloso ejemplo, concédenos, con bondad, que, imitando sus virtudes domésticas y su unión en el amor, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hoy se celebra la fiesta de la Sagrada Familia y la Iglesia nos invita a mirar a José, María y al Niño Jesús, quienes desde un principio tuvieron que enfrentar peligros y el exilio a Egipto, pero demostrando que siempre el amor puede más que la muerte. Ellos son reflejo de la Trinidad y modelo de toda familia.
El 14 de junio de 1992 se ha celebrado el centenario de la Carta apostólica “Néminem fúgit” de León XIII, escrita para incrementar el culto a la Sagrada Familia. Pues bien, no es posible promover eficazmente la santidad de la familia cristiana sin un verdadero conocimiento e imitación de la santa Familia, que es por naturaleza “el prototipo y ejemplo de todas las familias cristianas” (RC, n.7).
Primera lectura. Libro del Eclesiástico 3,26.12-14 Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo
ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA Sagrada Familia de Nazaret; enséñanos el recogimiento, la interioridad; danos la disposición de escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad del trabajo de reparación, del estudio, de la vida interior personal, de la oración, que sólo Dios ve en los secreto; enséñanos lo que es la familia, su comunión de amor, su belleza simple y austera, su carácter sagrado e inviolable. Amén.
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escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 127 R/. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos Dichoso el que teme al Señor / y sigue sus caminos. / Comerás del fruto de tu trabajo, / serás dichoso, te irá bien. R/. Tu mujer, como parra fecunda, / en medio de tu casa; / tus hijos, como
renuevos de olivo, / alrededor de tu mesa. R/. Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. / Que el Señor te bendiga desde Sión, / que veas la prosperidad de Jerusalén / todos los días de tu vida. R/.
Primera lectura. carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3,12-21 Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
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Fiesta - Se reza el Te Deum
Oración Colecta
Oración para Hoy
Lc 2, 16 Los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
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Antífona de Entrada
LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ
La fiesta de la Sagrada Familia, que se celebra dentro de la Octava de Navidad, es una celebración que motiva a profundizar en el amor familiar, examinar la propia situación del hogar y buscar soluciones que ayuden al papá, la mamá y los hijos a ser cada vez más como la Familia de Nazaret.
Tercer día de la octava de Navidad
Domingo
V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 2,22-40 R/. Gloria a ti, Señor Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.» Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»
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Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.» Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Antífona de Comunión
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Bar 3, 38 Nuestro Dios apareció en el mundo y vivió en medio de los hombres.
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
El Evangelio viene a nuestro encuentro con una imagen muy bonita, conmovedora y alentadora. Es la imagen de Simeón y de Ana, de quienes nos habla el Evangelio de la infancia de Jesús, de san Lucas. Eran realmente ancianos, el “viejo” Simeón y la “profetisa” Ana que tenía 84 años. No escondía la edad esta mujer. El Evangelio dice que esperaban la venida de Dios cada día, con gran fidelidad, desde hacía muchos años. Querían verlo precisamente ese día, recoger los signos, intuir el inicio. Quizá estaban también un poco resignados, ya, a morir antes: esa larga espera continuaba sin embargo ocupando su vida, no tenían compromisos más importantes que este. Esperar al Señor y rezar. Y así, cuando María y José llegaron al templo para cumplir la disposición de la Ley, Simeón y Ana se movieron impulsados, animados por el Espíritu Santo. El peso de la edad y de la espera desapareció en un momento. Reconocieron al Niño, y descubrieron una nueva fuerza, para una nueva tarea: dar gracias y dar testimonio por este Signo de Dios. Simeón improvisó un bellísimo himno de júbilo. Ha sido un poeta en ese momento. Y Ana se convierte en la primera predicadora de Jesús: “hablaba del niño a quienes esperaban la redención de Jerusalén”.
Hora Santa
8:00 a 9:00 a.m.
6:00 a 7:00 a.m.
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vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.
Oración para Hoy
Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres,
Hoy conmemoramos a los Niños Inocentes que el cruel Herodes mandó matar. Según señala el Evangelio de San Mateo, Herodes llamó a los Sumos Sacerdotes para preguntarles en qué sitio exacto iba a nacer el rey de Israel, al que habían anunciado los profetas. Ellos le contestaron: “Tiene que ser en Belén”. Entonces Herodes se propuso averiguar exactamente dónde estaba el niño, para después mandar a sus soldados a que lo mataran. Y fingiendo dijo a los Reyes Magos: - “Vayan y averigüen acerca de ese niño, cuando lo encuentren regresan y me lo informan, para ir yo también a adorarlo”. Los magos
se fueron a Belén guiados por la estrella que se les apareció otra vez, al salir de Jerusalén, y llenos de alegría encontraron al Divino Niño Jesús; lo adoraron y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. En sueños recibieron el aviso divino de que no volvieran a Jerusalén y regresaron a sus países por otros caminos, y Herodes se quedó sin saber dónde estaba el recién nacido. Esto lo enfureció hasta el extremo, por lo que rodeó con su ejército la pequeña ciudad de Belén, y dio la orden de matar a todos los niñitos menores de dos años, en la ciudad y alrededores.
Primera lectura. Primera carta del apóstol san Juan 1,5–2,2 Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos
perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 123 R/. Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, / cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos: / tanto ardía su ira contra nosotros. R/. Nos habrían arrollado las aguas,
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/ llegándonos el torrente hasta el cuello; / nos habrían llegado hasta el cuello / las aguas espumantes. R/. La trampa se rompió, y escapamos. / Nuestro auxilio es el nombre del Señor, / que hizo el cielo y la tierra. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Mateo 2,13-18 R/. Gloria a ti, Señor Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.» José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por los
magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
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SANTOS INOCENTES, mártires
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Fiesta - Se reza el Te Deum
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Cuaro día de la octava de navidad
Meditación del Papa Francisco
En los relatos evangélicos de la infancia, es emblemático en este sentido el rey Herodes, que viendo amenazada su autoridad por el Niño Jesús, hizo matar a todos los niños de Belén. La mente vuela enseguida a Pakistán, donde hace un mes fueron asesinados cien niños con una crueldad inaudita. Deseo expresar de nuevo mi pésame a sus familias y asegurarles mi oración por los muchos inocentes que han perdido la vida. Así pues, a la dimensión personal del rechazo, se une inevitablemente la dimensión social: una cultura que rechaza al otro, que destruye los vínculos más íntimos y auténticos, acaba por deshacer y disgregar toda la sociedad y generar violencia y muerte. Lo podemos comprobar lamentablemente en numerosos acontecimientos diarios, entre los cuales la trágica masacre que ha tenido lugar en París estos últimos días. Los otros “ya no se ven como seres de la misma dignidad, como hermanos y hermanas en la humanidad, sino como objetos”. Y el ser humano libre se convierte en esclavo, ya sea de las modas, del poder, del dinero, incluso a veces de formas tergiversadas de religión. Sobre estos peligros, he pretendido alertar en el Mensaje de la pasada Jornada Mundial de la Paz, dedicado al problema de las numerosas esclavitudes modernas. Todas ellas nacen de un corazón corrompido, incapaz de ver y de hacer el bien, de procurar la paz. Constatamos con dolor las dramáticas consecuencias de esta mentalidad de rechazo y de la “cultura de la esclavitud” en la constante proliferación de conflictos.
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Oración para Hoy
Lunes · Rojo
Dic
En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él debe vivir como vivió él. Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la
palabra que habéis escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo –lo cual es verdadero en él y en vosotros–, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya. Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 95 R/. Alégrese el cielo, goce la tierra Cantad al Señor un cántico nuevo, / cantad al Señor, toda la tierra; / cantad al Señor, bendecid su nombre. R/. Proclamad día tras día su victoria. /
Contad a los pueblos su gloria, / sus maravillas a todas las naciones. R/. El Señor ha hecho el cielo; / honor y majestad lo preceden, / fuerza y esplendor están en su templo. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 2,22-35 R/. Gloria a ti, Señor Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.» Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y
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piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu
Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.» V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco
El Pueblo de Dios es invitado en cada época histórica a contemplar esta luz. Luz que quiere iluminar a las naciones. Así, lleno de júbilo, lo expresaba el anciano Simeón. Luz que quiere llegar a cada rincón de esta ciudad, a nuestros conciudadanos, a cada espacio de nuestra vida. “El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz”. Una de las particularidades del pueblo creyente pasa por su capacidad de ver, de contemplar en medio de sus “oscuridades” la luz que Cristo viene a traer. Ese pueblo creyente que sabe mirar, que saber discernir, que sabe contemplar la presencia viva de Dios en medio de su vida, en medio de su ciudad. Con el profeta hoy podemos decir: el pueblo que camina, respira, vive entre el “smog”, ha visto una gran luz, ha experimentado un aire de vida. [...] ¿Cómo es esta luz que transita nuestras calles? ¿Cómo encontrar a Dios que vive con nosotros en medio del “smog” de nuestras ciudades? ¿Cómo encontrarnos con Jesús vivo y actuante en el hoy de nuestras ciudades pluriculturales?
Oración
A Santa María
Acordaos.
Te doy gracias, Dios mío, por haberme creado, redimido, hecho cristiano y conservado la vida. Te ofrezco mis pensamientos, palabras y obras de este día. No permitas que Te ofenda y dame fortaleza para huir de las ocasiones de pecar. Haz que crezca mi amor hacia Ti y hacia los demás.
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Primera lectura. Primera carta del apóstol san Juan 2,3-11
siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.» Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Oración para Hoy
Feria - Se Reza el Te Deum
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Quinto día de la octava de navidad Ir al índice
Martes · Blanco
Dic
30
Familias de los pueblos, aclamad al Señor, / aclamad la gloria y el poder del Señor, / aclamad la gloria del nombre del Señor. R/.
Nació en Betsaida y tuvo el honor y el privilegio de haber sido el primer discípulo que tuvo Jesús, junto con San Juan el evangelista. Los dos eran discípulos de Juan Bautista, y este al ver pasar a Jesús (cuando volvía el desierto después de su ayuno y sus tentaciones) exclamó: “He ahí el cordero de Dios”. Andrés se emocionó al oír semejante elogio y se fue detrás de Jesús, Jesús se volvió y les dijo: “¿Qué buscan?”. Ellos le dijeron: “Señor: ¿dónde vives?”. Jesús les respondió: “Venga y verán”. Y se fueron y pasaron con Él aquella tarde.
Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas, / postraos ante el Señor
Decid a los pueblos: «El Señor es rey, / él afianzó el orbe, y no se moverá; / él gobierna a los pueblos rectamente.» R/.
Primera lectura. Primera carta del apóstol san Juan 2,12-17 ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en él el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo –las pasiones de la carne, y la codicia de los ojos, y la arrogancia del dinero–, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo. Y el mundo pasa, con sus pasiones. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la
liberación de Jerusalén. Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
Meditación del Papa Francisco «Jesús nos recuerda hoy que la espera de la beatitud eterna no nos dispensa del compromiso de hacer más justo y más habitable el mundo. Es más, justamente nuestra esperanza de poseer el Reino en la eternidad nos impulsa a trabajar para mejorar las condiciones de la vida terrena, especialmente de los hermanos más débiles. Que la Virgen María nos ayude a no ser personas y comunidades resignadas con el presente, o peor aún, nostálgicas del pasado, sino orientadas hacia el futuro de Dios, hacia el encuentro con Él, nuestra vida y nuestra esperanza.»
Oración
Comunión Espiritual.
Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu santísima Madre; con el espíritu y fervor de los santos.
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Lectura del Santo evangelio según, San Lucas 2,36-40 R/. Gloria a ti, Señor
Esa llamada cambió su vida para siempre. El día del milagro de la multiplicación de los panes, fue San Andrés el que llevó a Jesús el muchacho que tenía los cinco panes. El santo presenció la mayoría de los milagros que hizo Jesús y escuchó, uno por uno, sus maravillosos sermones, viviendo junto a él por tres años. En el día de Pentecostés, San Andrés recibió junto con la Virgen María y los demás Apóstoles, al Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, y en adelante se dedicó a predicar el evangelio con gran valentía y obrando milagros y prodigios. La tradición coloca su martirio el 30 de noviembre del año 63, bajo el imperio de Nerón.
Os escribo, hijos míos, que se os han perdonado vuestros pecados por su nombre. Os escribo, padres, que ya conocéis al que existía desde el principio. Os escribo, jóvenes, que ya habéis vencido al Maligno. Os repito, hijos, que ya conocéis al Padre. Os repito, padres, que ya conocéis al que existía desde el principio. Os repito, jóvenes, que sois fuertes y que la palabra de Dios permanece en vosotros, y que ya habéis vencido al Maligno. No améis al mundo
en el atrio sagrado, / tiemble en su presencia la tierra toda. R/.
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Salmo Responsorial, 95 R/. Alégrese el cielo, goce la tierra
San Andres apóstol
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Sexto día de la octava de navidad
Oración para Hoy
Feria - Se reza el Te Deum
Miércoles · Blanco
Dic
El pontificado de San Silvestre (del 314 al 335) transcurrió paralelo al gobierno del emperador Constantino, época muy importante para la Iglesia que acababa de salir de la clandestinidad y de las persecuciones.
Primera lectura. Primera carta del apóstol san Juan 2,18-21 Hijos míos, es el momento final. Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es el momento final. Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que
no todos son de los nuestros. En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis. Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira viene de la verdad. V. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor
Salmo Responsorial, 95 R/. Alégrese el cielo, goce la tierra Cantad al Señor un cántico nuevo, / cantad al Señor, toda la tierra; / cantad al Señor, bendecid su nombre, / proclamad día tras día su victoria. R/. Alégrese el cielo, goce la tierra, / retumbe el mar y cuanto lo llena;
/ vitoreen los campo y cuanto hay en ellos, / aclamen los árboles del bosque. R/. Delante del Señor, que ya llega, / ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con justicia / y los pueblos con fidelidad. R/.
Lectura del Santo evangelio según, San Juan 1,1-18 R/.
Gloria a ti, Señor
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se
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ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para
dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del
Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: “El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo.”» Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer. V. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión del Evangelio
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SAN SILVESTRE I, papa
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31
Séptimo día de la octava de navidad
Meditación del Papa Francisco
La Biblia es muy clara: “No habi?a alojamiento para ellos”. Me imagino a Jose?, con su esposa a punto de tener a su hijo, sin un techo, sin casa, sin alojamiento. El Hijo de Dios entro? en este mundo como uno que no tiene casa. El hijo de Dios entró como un homeless. El Hijo de Dios supo lo que es comenzar la vida sin un techo. Imaginemos las preguntas de Jose? en ese momento: ¿Co?mo el Hijo de Dios no tiene un techo para vivir? ¿Por que? estamos sin hogar, por que? estamos sin un techo? Son preguntas que muchos de ustedes pueden hacerse a diario. Y se las hacen. Al igual que Jose? se cuestionan: ¿Por que? estamos sin un techo, sin un hogar? A los que tenemos techo y hogar son preguntas que nos hara? bien hacernos también: ¿Por que? estos hermanos nuestros esta?n sin hogar, por que? estos hermanos nuestros no tienen un techo? Las preguntas de Jose? siguen presentes hoy, acompan?ando a todos los que a lo largo de la historia han vivido y esta?n sin un hogar. Jose? era un hombre que se hizo preguntas pero, sobre todo, era un hombre de fe. Fue la fe la que le permitio? a Jose? poder encontrar luz en ese momento que pareci?a todo a oscuras; fue la fe la que lo sostuvo en las dificultades de su vida. Por la fe, Jose? supo salir adelante cuando todo pareci?a detenerse. Ante situaciones injustas, dolorosas, la fe nos aporta esa luz que disipa la oscuridad. Al igual que a Jose?, la fe nos abre a la presencia silenciosa de Dios en toda vida, en toda persona, en toda situacio?n. E?l esta? presente en cada uno de ustedes, en cada uno de nosotros.
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Oración para Hoy
Feria - Se reza el Te Deum
Miércoles · Blanco
Dic
CORONILLA DE LA DIVINA
MISERICORDIA
alabras de Jesús Misericor‑ dioso a Santa Faustina sobre la coronilla y cómo rezarla
El viernes 13 de septiembre de 1935, el Señor le reveló a santa Faustina un poderoso medio para obtener la misericordia de Dios para el mundo. Ella lo describió así:
En la noche, cuando estaba en mi celda, vi un Ángel que era el eje‑ cutor de la justicia de Dios. Estaba vestido con una túnica brillante, su cara gloriosamente iluminada y una nube bajo sus pies. En sus manos tenía truenos y relámpa‑ gos. Cuando vi las señales de la
ira divina, con las cuales cierto país de la tierra sería castigado de una manera particular, imploraba al Ángel, pero noté enseguida que mis plegarias eran impotentes contra la ira de Dios... En el mis‑ mo momento vi a la “Santísima Trinidad”, que irradiaba Majes‑ tad y Santidad incomparables. Al mismo tiempo oí interiormente palabras, con las cuales empecé a implorar fervorosamente por la salvación del mundo. Y ¡Oh mila‑ gro! el Ángel era impotente contra esta oración y no podía ejecutar el justo castigo. Las palabras con las que imploraba la misericordia de Dios eran las siguientes:
“Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo y Señor Nuestro Jesucristo por nuestros pecados y los pecados del mundo entero. Por su dolorosa pasión, ten mi‑ sericordia de nosotros y del mundo entero. “Cada vez que entres en la capilla, inmediatamente recita la oración que te enseñé ayer”. “Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte”. “A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en vida y especialmente a la hora de la muerte”. “Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta co‑ ronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta coronilla”. “Escribe: cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso”.
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P
Esta es la coronilla que Jesús le pidió a santa Faustina introdu‑ cir a su comunidad y al mundo entero. En 1936, el Padre Mi‑ guel Sopocko hizo imprimir esta corona (en la Editorial Cebolski en Cracovia) en el reverso de la estampa con la imagen de la Divina Misericordia que Eugenio Kasimierwsko pintó.
Cómo Rezar la Coronilla 1
P A DRE NU E S TRO
2
A V E M A RÍ A
3
CRE DO
4
GL ORI A
6
Decir después
Cuentas del rosario corres‑ pondientes al AVEMARÍA:
V. Por su dolorosa Pasión.
5
Decir después
Cuentas del rosario corres‑ pondientes al
R. Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
PADRENUESTRO :
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.
ORACIÓN FINAL Santo Dios, Santo Fuer‑ te, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. Oh sangre y agua que bro‑ taron del Corazón de Jesús como manantial de misericordia para nosotros, En Ti Confío.
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1
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Himno De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido. El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido. Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegría, el Señor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María.
Preces El Señor, Padre todopoderoso, tenderá otra vez su mano, para rescatar al resto de su pueblo; supliquémosle, pues, confiados: Venga a nosotros tu Reino, Señor Concédenos, Señor, dar aquel fruto que pide la conversión, para que podamos recibir tu reino que se acerca. Prepara, Señor en nuestros corazones, un camino para tu Palabra que ha de venir: así tu gloria se manifestará al mundo por medio de nosotros. Abaja los montes y las colinas de nuestro orgullo y levanta los valles de nuestros desánimos y de nuestras cobardías. Destruye los muros del odio que divide a las naciones y allana los caminos de la concordia entre los hombres.
Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su Hijo y Espíritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. Amén.
Final
Lectura Gn 49,10
Señor y Dios nuestro, acoge favorablemente nuestras súplicas y ayúdanos con tu amor en nuestro desvalimiento; que la presencia de tu Hijo, ya cercano, nos renueve y nos libre de volver a caer en la antigua servidumbre del pecado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga el que ha de venir, y le rindan homenaje los pueblos.
Amén.
V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti.
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Martes
R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Himno De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido. El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido. Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegría, el Señor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María. Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su Hijo y Espíritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. Amén.
Lectura Is 7,14b-15
Mirad: La Virgen está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (que significa «Dios-con-nosotros»). Comerá requesón con miel, hasta que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien.
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2
Preces Cristo, Palabra de Dios, ha querido acampar entre nosotros para que contemplemos su gloria; alegres, pues, con esta esperanza, digamos: Quédate con nosotros, Oh Emmanuel Príncipe de la justicia y de la rectitud, haz justicia a los pobres y desamparados. Rey de la paz, que de las espadas forjas arados y de las lanzas podaderas, convierte nuestras envidias en amor y nuestra hambre de venganza en deseos de perdón. Tú que no juzgas por apariencias, discierne quiénes son los que realmente te pertenecen. Cuando vengas en una nube con gran poder y gloria, haz que podamos mantenernos en pie delante de ti.
Final Señor y Dios nuestro, prepara nuestros corazones con la fuerza de tu Espíritu, para que cuando llegue Jesucristo, tu Hijo, nos encuentre dignos de sentarnos a su mesa y él mismo nos sirva en el festín eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Miércoles
V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Cristo, cabeza, rey de los pastores, el pueblo entero, madrugando a fiesta, canta a la gloria de tu sacerdote himnos sagrados. Con abundancia de sagrado crisma, la unción profunda de tu Santo Espíritu le armó guerrero y le nombró en la Iglesia jefe del pueblo. Él fue pastor y forma del rebaño, luz para el ciego, báculo del pobre, padre común, presencia providente, todo de todos. Tú que coronas sus merecimientos, danos la gracia de imitar su vida, y al fin, sumisos a su magisterio, danos su gloria. Amén.
Lectura Hb 13,7-9ª Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre. No os dejéis arrastrar por doctrinas complicadas y extrañas. V/. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas. R/. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas. V/. Ni de día ni de noche dejarán de anunciar el nombre del Señor. R/. He colocado centinelas. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
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Demos gracias a Cristo, el buen Pastor que entregó la vida por sus ovejas, y supliquémosle, diciendo: Apacienta a tu pueblo, Señor Señor Jesucristo, que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor, haz que por ellos continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa. Señor Jesucristo, que a través de los santos pastores sigues siendo el único pastor de tu pueblo, no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos. Señor Jesucristo, que por medio de los santos pastores eres el médico de los cuerpos y de las almas, haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas de una vida santa. Señor Jesucristo que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos, haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Final
Señor y Dios nuestro, tú has querido que numerosas naciones llegaran al conocimiento de tu nombre por la predicación de san Francisco Javier; infúndenos su celo generoso por la propagación de la fe, y haz que tu Iglesia encuentre su gozo en evangelizar a todos los pueblos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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3
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Jueves
Preces
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Oración para hoy
Dic
Viernes
4
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Preces Por medio de su Hijo, Dios ha manifestado su gloria a los hombres. Démosle gracias con gozo, diciendo: Glorificado sea tu nombre, Señor
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Oración para hoy
Dic
Señor, haz que sepamos acogernos mutuamente,
Himno
Con tu bondad y tu inmensa compasión, ven, Señor, en ayuda de todos y sal al encuentro de los que te desean aun sin saberlo.
De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido. El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido. Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegría, el Señor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María. Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su Hijo y Espíritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. Amén.
Tú que llamas y santificas a los que eliges,
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como Cristo nos acogió a nosotros para dar gloria a Dios.
llévanos a nosotros, pecadores, a tu felicidad y corónanos en tu reino.
Lectura Jr 30,21-22
Despierta tu poder y ven, Señor; que tu brazo liberador nos salve de los peligros que nos amenazan a causa de nuestros pecados. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
Esto dice el Señor: «Saldrá de Jacob un príncipe, su señor saldrá de en medio de él; me lo acercaré y se llegará a mí; vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios.»
Amén.
V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Final
Sábado
5
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse)
Preces Oremos a Dios Padre, que trazó desde antiguo un plan de salvación para su pueblo, y digámosle:
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Oración para hoy
Dic
Guarda a tu pueblo, Señor Oh Dios, que prometiste a tu pueblo un vástago que haría justicia,
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
vela por la santidad de tu Iglesia.
Himno
y afianza la santidad de tus fieles.
Ruega por nosotros, Madre de la Iglesia. Virgen del Adviento, esperanza nuestra, de Jesús la aurora, del cielo la puerta. Madre de los hombres, de la mar estrella, llévanos a Cristo, danos sus promesas. Eres, Virgen Madre, la de gracia llena, del Señor la esclava, del mundo la reina. Alza nuestros ojos hacia tu belleza, guía nuestros pasos a la vida eterna.
Por tu Espíritu consérvanos en el amor,
Brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor.
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para que podamos recibir la misericordia de tu Hijo que se acerca. Haz que nos mantengamos firmes, Dios de clemencia, hasta el día de la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.
Final Señor Dios, que para librar al hombre de la antigua esclavitud del pecado enviaste a tu Hijo a este mundo, concede a los que esperamos con devoción su venida alcanzar la gracia de la libertad verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Lectura Is 11,1-3ª
Inclina, oh Dios, el corazón de los hombres a tu palabra
Domingo
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Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse)
R/. Ten piedad de nosotros. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. Preces Roguemos, hermanos, al Señor Jesús, juez de vivos y muertos, y digámosle:
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Oración para hoy
Dic
Ven, Señor Jesús Señor Jesucristo, que viniste a salvar a los pecadores,
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líbranos de caer en la tentación. Tú que vendrás con gloria para juzgar a tu pueblo,
Himno
muestra en nosotros tu poder salvador. Ayúdanos a cumplir con fortaleza de espíritu los preceptos de tu ley,
De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido. El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido. Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegría, el Señor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María.
para que podamos esperar tu venida sin temor. Tú que eres bendito por los siglos, concédenos por tu misericordia, que, llevando ya desde ahora una vida sobria y religiosa, esperemos con gozo tu gloriosa aparición.
Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su Hijo y Espíritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. Amén.
Final
Lectura Rm 13,11b-12
Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas, y pertrechémonos con las armas de la luz.
Amén.
V/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V/. Tú que has de venir al mundo
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V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
(Santiguarse)
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia Himno Experiencia de Dios fue vuestra ciencia, su Espíritu veraz os dio a beberla en la revelación, que es su presencia en velos de palabra siempre nueva. Abristeis el camino para hallarla a todo el que de Dios hambre tenía, palabra del Señor que, al contemplarla, enciende nuestras luces que iluminan. Saber de Dios en vida convertido es la virtud del justo, que, a su tiempo, si Dios le dio la luz, fue lo debido que fuera su verdad, su pensamiento. En nuestro corazón de criaturas, no se encendió la luz para esconderla, que poco puede andar quien anda a oscuras por sendas de verdad sin poder verla. Demos gracias a Dios humildemente y al Hijo, su Verdad que a todos guía, dejemos que su Luz, faro esplendente, nos guíe por el mar de nuestra vida. Amén. Lectura Sb 7,13-14 Aprendí la sabiduría sin malicia, la reparto sin envidia y no me guardo sus riquezas. Porque es un tesoro inagotable para los hombres: los que la adquieren se atraen la amistad de Dios, porque el don de su enseñanza los recomienda.
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Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
V/. Que todos los pueblos proclamen la sabiduría de los santos. R/. Que todos los pueblos proclamen la sabiduría de los santos. V/. Y que la asamblea pregone su alabanza. R/. La sabiduría de los santos. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Que todos los pueblos proclamen la sabiduría de los santos.
Preces Demos gracias a Cristo, el buen Pastor que entregó la vida por sus ovejas, y supliquémosle, diciendo: Apacienta a tu pueblo, Señor Señor Jesucristo, que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor, haz que por ellos continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa. Señor Jesucristo, que a través de los santos pastores sigues siendo el único pastor de tu pueblo, no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos. Señor Jesucristo, que por medio de los santos pastores eres el médico de los cuerpos y de las almas, haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas de una vida santa. Señor Jesucristo que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos, haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Final Señor y Dios nuestro, tú que hiciste al obispo san Ambrosio doctor esclarecido de la fe católica y ejemplo admirable de fortaleza apostólica, suscita en medio de tu pueblo hombres que, viviendo según tu voluntad, gobiernen a tu Iglesia con sabiduría y fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén
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Lunes
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse)
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8
Mas vos, Virgen, no caíste como los otros cayeron, que siempre la mano os dieron con que preservada fuiste.
Preces Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María Virgen, y digámosle: Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros Oh Sol de justicia, a quien la Virgen inmaculada precedía cual aurora luciente, haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu presencia. Salvador del mundo, que, con la eficacia de tu redención, preservaste a tu Madre de toda mancha de pecado, líbranos a nosotros de toda culpa. Redentor nuestro, que hiciste de la Virgen María tabernáculo purísimo de tu presencia y sagrario del Espíritu Santo, haz también de nosotros templos de tu Espíritu. Rey de reyes, que elevaste contigo al cielo en cuerpo y alma a tu Madre, haz que aspiremos siempre a los bienes del cielo
Yo, cien mil veces caído; os suplico que me deis la vuestra, y me levantéis porque no quede perdido.
Final
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. La Inmaculada Concepción de la Virgen María, solemnidad
Himno Ninguno del ser humano como vos se pudo ver; que a otros los dejan caer y después les dan la mano.
Y por vuestra concepción, que fue de tan gran pureza, conserva en mí la limpieza del alma y del corazón, para que de esta manera suba con vos a gozar del que solo puede dar vida y gloria verdadera. Amén.
Lectura Is 43,1
Oh Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Así dice el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: «No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú eres mío.» V/. Dios todopoderoso me ciñe de valor.
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Martes
R/. Dios todopoderoso me ciñe de valor. V/. Y me enseña un camino perfecto. R/. Me ciñe de valor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Dios todopoderoso me ciñe de valor.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse)
Preces Oremos, hermanos, a nuestro Señor Jesucristo, que en su misericordia nos visita, y digámosle con insistencia: Ven, Señor Jesús
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Tú que viniste del seno del Padre para revestirte de nuestra carne mortal,
Himno
Tú que cuando vengas al final de los tiempos aparecerás glorioso ante tus elegidos,
De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido.
al venir ahora muéstrate clemente y compasivo con los pecadores.
El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido.
visítanos, pues, con tu salvación.
Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegría, el Señor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María.
haz que te agrademos también con nuestras obras.
Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su Hijo y Espíritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. Amén.
Lectura Is 7,14b-15 Mirad: La Virgen está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (que significa «Dios-con-nosotros»). Comerá requesón con miel, hasta que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien.
libra de toda corrupción a nuestra naturaleza caída.
Nuestra gloria, oh Cristo, es alabarte;
Tú que por la fe nos has llevado a la luz,
Final Señor, Dios todopoderoso, que nos mandas abrir camino a Cristo, el Señor, no permitas que desfallezcamos en nuestra debilidad los que esperamos la llegada saludable del que viene a sanarnos de todos nuestros males. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
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Miércoles
R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno
De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido. El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido.
Preces Imploremos, hermanos, a Dios Padre, que ha enviado a su Hijo para salvar el mundo, y digámosle suplicantes: Muéstranos, Señor, tu misericordia Padre lleno de amor, no permitas que nuestra vida y nuestras obras rechacen a Cristo, tu enviado, pues nuestra lengua lo proclama con fe plena. Tú que enviaste a tu Hijo para salvación de los hombres, aleja de nuestra nación y del mundo entero toda desgracia y todo dolor. Que la tierra entera, que se alegra por la venida de tu Hijo, experimente más aún el júbilo de poseerte plenamente. Concédenos, por tu misericordia, llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa,
Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegría, el Señor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María.
mientras aguardamos la dichosa esperanza, la aparición gloriosa de Jesucristo.
Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su Hijo y Espíritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. Amén.
Final
Lectura Is 45,8 Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al Justo; ábrase la tierra y brote la salvación, y con ella germine la justicia.
Despierta, Señor, nuestros corazones y muévelos a preparar los caminos de tu Hijo, para que por el misterio de su venida podamos servirte con pureza de espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor.
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Jueves
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido.
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Preces Oremos, hermanos, a Cristo, nuestro Redentor, que ha venido para darnos la justificación, y digámosle con júbilo: Ven, Señor Jesús Señor, cuya venida en la carne anunciaron los profetas,
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Viernes
R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
haz germinar en nosotros la semilla de las virtudes. Concede a los que anunciamos al mundo tu salvación,
El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido.
que la encontremos también en ti.
Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegría, el Señor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María.
cura las dolencias de los que sufren.
Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su Hijo y Espíritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. Amén.
absuélvenos de toda condenación cuando vengas como juez.
Tú que viniste a librar a los oprimidos,
Tú que reconciliaste al mundo con Dios en tu primera venida,
Final Lectura Jr 30,21-22 Esto dice el Señor: «Saldrá de Jacob un príncipe, su señor saldrá de en medio de él; me lo acercaré y se llegará a mí; vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios.» V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti.
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Señor, que tu pueblo permanezca en vela aguardando la venida de tu Hijo, para que, siguiendo las enseñanzas de nuestro Salvador, salgamos a su encuentro, cuando él llegue, con las lámparas encendidas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Ruega por nosotros, Madre de la Iglesia. Virgen del Adviento, esperanza nuestra, de Jesús la aurora, del cielo la puerta. Madre de los hombres, de la mar estrella, llévanos a Cristo, danos sus promesas.
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Preces
Oremos, hermanos, con todo nuestro espíritu a Cristo redentor, que vendrá con gran poder y gloria, y digámosle: Ven, Señor Jesús
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Sábado
V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
Señor Jesucristo, que vendrás con poder desde el cielo, mira nuestra pequeñez y haznos dignos de tus dones. Tú, que viniste a anunciar la Buena Noticia a los hombres, danos fuerza para que también nosotros anunciemos el Evangelio a nuestros hermanos. Tú que desde el trono del Padre todo lo gobiernas,
Eres, Virgen Madre, la de gracia llena, del Señor la esclava, del mundo la reina.
haz que aguardemos con alegría la dicha que esperamos, tu aparición gloriosa.
Alza nuestros ojos hacia tu belleza, guía nuestros pasos a la vida eterna.
Consuela, Señor, con los dones de tu divinidad, a los que anhelamos la gracia de tu venida.
Lectura Is 11,1-3a Brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Final Dios todopoderoso, que amanezca en nuestros corazones el resplandor de tu gloria, Cristo, tu Hijo, para que su venida ahuyente las tinieblas del pecado y nos manifieste como hijos de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno
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Preces Oremos a Dios Padre, que nos concede la gracia de esperar la revelación de nuestro Señor Jesucristo, y digámosle confiados: Muéstranos, Señor, tu misericordia
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Domingo
V/. Tú que has de venir al mundo R/. Ten piedad de nosotros. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Santifica, Señor, todo nuestro espíritu, alma y cuerpo,
De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido.
y guárdanos sin reproche hasta el día de la venida de tu Hijo.
El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido.
y llevemos una vida sobria, honrada y religiosa.
Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegría, el Señor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María.
y a llenarnos del Espíritu Santo.
Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su Hijo y Espíritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado.
el día de la manifestación gloriosa de tu Hijo.
Amén.
Final
Lectura Rm 13,11b-12
Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas, y pertrechémonos con las armas de la luz.
Haz que durante este día caminemos en santidad,
Ayúdanos a vestirnos del Señor Jesucristo,
Haz, Señor, que estemos preparados
Amén.
V/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
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Oración para hoy
Dic
Lunes
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Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse)
adquieren se atraen la amistad de Dios, porque el don de su enseñanza los recomienda.
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Oración para hoy
Dic
V/. Que todos los pueblos proclamen la sabiduría de los santos. R/. Que todos los pueblos proclamen la sabiduría de los santos. V/. Y que la asamblea pregone su alabanza. R/. La sabiduría de los santos. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Que todos los pueblos proclamen la sabiduría de los santos.
Himno Experiencia de Dios fue vuestra ciencia, su Espíritu veraz os dio a beberla en la revelación, que es su presencia en velos de palabra siempre nueva. Abristeis el camino para hallarla a todo el que de Dios hambre tenía, palabra del Señor que, al contemplarla, enciende nuestras luces que iluminan. Saber de Dios en vida convertido es la virtud del justo, que, a su tiempo, si Dios le dio la luz, fue lo debido que fuera su verdad, su pensamiento. En nuestro corazón de criaturas, no se encendió la luz para esconderla, que poco puede andar quien anda a oscuras por sendas de verdad sin poder verla. Demos gracias a Dios humildemente y al Hijo, su Verdad que a todos guía, dejemos que su Luz, faro esplendente, nos guíe por el mar de nuestra vida. Amén.
Lectura Sb 7,13-14 Aprendí la sabiduría sin malicia, la reparto sin envidia y no me guardo sus riquezas. Porque es un tesoro inagotable para los hombres: los que la
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Preces Demos gracias a Cristo, el buen Pastor que entregó la vida por sus ovejas, y supliquémosle, diciendo: Apacienta a tu pueblo, Señor Señor Jesucristo, que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor, haz que por ellos continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa. Señor Jesucristo, que a través de los santos pastores sigues siendo el único pastor de tu pueblo, no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos. Señor Jesucristo, que por medio de los santos pastores eres el médico de los cuerpos y de las almas, haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas de una vida santa. Señor Jesucristo que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos, haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Final Dios, Padre nuestro, que hiciste a tu presbítero san Juan de la Cruz modelo perfecto de negación de sí mismo y de amor a la cruz, ayúdanos a imitar su vida en la tierra para llegar a gozar de tu gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia
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V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
(Santiguarse)
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido. El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido. Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegría, el Señor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María. Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su Hijo y Espíritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. Amén.
Lectura Gn 49,10 No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga el que ha de venir, y le rindan homenaje los pueblos.
El Señor, Padre todopoderoso, tenderá otra vez su mano, para rescatar al resto de su pueblo; supliquémosle, pues, confiados: Venga a nosotros tu Reino, Señor Concédenos, Señor, dar aquel fruto que pide la conversión, para que podamos recibir tu reino que se acerca. Prepara, Señor en nuestros corazones, un camino para tu Palabra que ha de venir: así tu gloria se manifestará al mundo por medio de nosotros. Abaja los montes y las colinas de nuestro orgullo y levanta los valles de nuestros desánimos y de nuestras cobardías. Destruye los muros del odio que divide a las naciones y allana los caminos de la concordia entre los hombres.
Final Señor y Dios nuestro, que por medio de tu Hijo nos has transformado en nuevas criaturas, mira con amor esta obra de tus manos y, por la venida de Cristo, tu Unigénito, límpianos de las huellas de nuestra antigua vida de pecado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
Preces
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Martes
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen de su carne se ha revestido. El amor hizo nuevas las cosas, el Espíritu ha descendido y la sombra del que todo puede en la Virgen su luz ha encendido. Ya la tierra reclama su fruto y de bodas se anuncia alegría, el Señor que en los cielos habita se hizo carne en la Virgen María. Gloria a Dios, el Señor poderoso, a su Hijo y Espíritu Santo, que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. Amén.
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Preces Cristo, Palabra de Dios, ha querido acampar entre nosotros para que contemplemos su gloria; alegres, pues, con esta esperanza, digamos: Quédate con nosotros, Oh Emmanuel Príncipe de la justicia y de la rectitud, haz justicia a los pobres y desamparados. Rey de la paz, que de las espadas forjas arados y de las lanzas podaderas, convierte nuestras envidias en amor y nuestra hambre de venganza en deseos de perdón. Tú que no juzgas por apariencias, discierne quiénes son los que realmente te pertenecen. Cuando vengas en una nube con gran poder y gloria, haz que podamos mantenernos en pie delante de ti.
Final Lectura Is 7,14b-15 Mirad: La Virgen está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (que significa «Dios-con-nosotros»). Comerá requesón con miel, hasta que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien.
Concédenos Dios Todopoderoso, que la fiesta ya cercana del nacimiento de tu Hijo nos reconforte en esta vida y nos obtenga la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti.
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Miércoles
R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Ya muy cercano, Emmanuel, hoy te presiente Israel, que en triste exilio vive ahora y redención de ti implora. Ven ya, del cielo resplandor, Sabiduría del Señor, pues con tu luz, que el mundo ansía, nos llegará nueva alegría. Llegando estás, Dios y Señor, del Sinaí legislador, que la ley santa promulgaste y tu poder allí mostraste. Ven, Vara santa de Jesé, contigo el pueblo a lo que fue volver espera, pues aún gime bajo el cruel yugo que lo oprime. Ven, Llave de David, que al fin el cielo abriste al hombre ruin que hoy puede andar libre su vía, con la esperanza del gran día. Aurora tú eres que, al nacer, nos trae nuevo amanecer, y, con tu luz, viva esperanza el corazón del hombre alcanza. Rey de la gloria, tu poder al enemigo ha de vencer, y, al ayudar nuestra flaqueza, se manifiesta tu grandeza. Amén.
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V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Jueves
Lectura Is 11,1-3a Brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor.
Preces Oremos a Dios Padre, que trazó desde antiguo un plan de salvación para su pueblo, y digámosle: Guarda a tu pueblo, Señor Oh Dios, que prometiste a tu pueblo un vástago que haría justicia, vela por la santidad de tu Iglesia. Inclina, oh Dios, el corazón de los hombres a tu palabra y afianza la santidad de tus fieles. Por tu Espíritu consérvanos en el amor, para que podamos recibir la misericordia de tu Hijo que se acerca. Haz que nos mantengamos firmes, Dios de clemencia, hasta el día de la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.
Final Dios, creador y restaurador del hombre, que has querido que tu Hijo, Palabra eterna, se encarnase en el seno de María, siempre Virgen, escucha nuestras súplicas, y que Cristo, tu Unigénito, hecho hombre por nosotros, se digne hacernos partícipes de su condición divina. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Ya muy cercano, Emmanuel, hoy te presiente Israel, que en triste exilio vive ahora y redención de ti implora. Ven ya, del cielo resplandor, Sabiduría del Señor, pues con tu luz, que el mundo ansía, nos llegará nueva alegría. Llegando estás, Dios y Señor, del Sinaí legislador, que la ley santa promulgaste y tu poder allí mostraste. Ven, Vara santa de Jesé, contigo el pueblo a lo que fue volver espera, pues aún gime bajo el cruel yugo que lo oprime. Ven, Llave de David, que al fin el cielo abriste al hombre ruin que hoy puede andar libre su vía, con la esperanza del gran día. Aurora tú eres que, al nacer, nos trae nuevo amanecer, y, con tu luz, viva esperanza el corazón del hombre alcanza. Rey de la gloria, tu poder al enemigo ha de vencer, y, al ayudar nuestra flaqueza, se manifiesta tu grandeza. Amén.
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Ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas, y pertrechémonos con las armas de la luz. V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
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Viernes
Lectura Rm 13,11b-12
Preces Roguemos, hermanos, al Señor Jesús, juez de vivos y muertos, y digámosle: Ven, Señor Jesús Señor Jesucristo, que viniste a salvar a los pecadores, líbranos de caer en la tentación. Tú que vendrás con gloria para juzgar a tu pueblo, muestra en nosotros tu poder salvador. Ayúdanos a cumplir con fortaleza de espíritu los preceptos de tu ley, para que podamos esperar tu venida sin temor. Tú que eres bendito por los siglos, concédenos por tu misericordia, que, llevando ya desde ahora una vida sobria y religiosa, esperemos con gozo tu gloriosa aparición.
Final Concédenos, Señor, a los que vivimos oprimidos por la antigua esclavitud del pecado ser liberados por el nuevo y esperado nacimiento de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Preces Oremos, hermanos, a Cristo, el redentor, que viene a librar del poder de la muerte a los que se convierten a él, y digámosle:
Himno Ya muy cercano, Emmanuel, hoy te presiente Israel, que en triste exilio vive ahora y redención de ti implora.
Ven, Señor Jesús
Ven ya, del cielo resplandor, Sabiduría del Señor, pues con tu luz, que el mundo ansía, nos llegará nueva alegría.
Que la Iglesia, que tú fundaste,
Llegando estás, Dios y Señor, del Sinaí legislador, que la ley santa promulgaste y tu poder allí mostraste.
Que al anunciar tu venida, Señor, nuestro corazón se sienta libre de toda vanidad. glorifique, Señor, tu nombre por todo el mundo. Que tu ley, Señor, sea luz para nuestros ojos, y sirva de protección a los pueblos que confiesan tu nombre. Tú, que por la Iglesia nos anuncias el gozo de tu venida,
Ven, Vara santa de Jesé, contigo el pueblo a lo que fue volver espera, pues aún gime bajo el cruel yugo que lo oprime.
concédenos también el deseo de recibirte.
Ven, Llave de David, que al fin el cielo abriste al hombre ruin que hoy puede andar libre su vía, con la esperanza del gran día.
Final
Aurora tú eres que, al nacer, nos trae nuevo amanecer, y, con tu luz, viva esperanza el corazón del hombre alcanza. Rey de la gloria, tu poder al enemigo ha de vencer, y, al ayudar nuestra flaqueza, se manifiesta tu grandeza. Amén. Lectura Is 2,3
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Sábado
V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
Dios y Señor nuestro, que en el parto de la Virgen María has querido revelar al mundo entero el esplendor de tu gloria, asístenos con tu gracia, para que proclamemos con fe íntegra y celebremos con piedad sincera el misterio admirable de la encarnación de tu Hijo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Ya muy cercano, Emmanuel, hoy te presiente Israel, que en triste exilio vive ahora y redención de ti implora. Ven ya, del cielo resplandor, Sabiduría del Señor, pues con tu luz, que el mundo ansía, nos llegará nueva alegría. Llegando estás, Dios y Señor, del Sinaí legislador, que la ley santa promulgaste y tu poder allí mostraste. Ven, Vara santa de Jesé, contigo el pueblo a lo que fue volver espera, pues aún gime bajo el cruel yugo que lo oprime. Ven, Llave de David, que al fin el cielo abriste al hombre ruin que hoy puede andar libre su vía, con la esperanza del gran día. Aurora tú eres que, al nacer, nos trae nuevo amanecer, y, con tu luz, viva esperanza el corazón del hombre alcanza. Rey de la gloria, tu poder al enemigo ha de vencer, y, al ayudar nuestra flaqueza, se manifiesta tu grandeza. Amén.
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Ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas, y pertrechémonos con las armas de la luz. V/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V/. Tú que has de venir al mundo R/. Ten piedad de nosotros. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
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Domingo
Lectura Rm 13,11b-12
Preces Roguemos, hermanos, al Señor Jesús, juez de vivos y muertos, y digámosle: Ven, Señor Jesús Señor Jesucristo, que viniste a salvar a los pecadores, líbranos de caer en la tentación. Tú que vendrás con gloria para juzgar a tu pueblo, muestra en nosotros tu poder salvador. Ayúdanos a cumplir con fortaleza de espíritu los preceptos de tu ley, para que podamos esperar tu venida sin temor. Tú que eres bendito por los siglos, concédenos por tu misericordia, que, llevando ya desde ahora una vida sobria y religiosa, esperemos con gozo tu gloriosa aparición.
Final Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Mirad: La Virgen está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (que significa «Dios-con-nosotros»). Comerá requesón con miel, hasta que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien. V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
Presentación de la Santísima Virgen, memoria obligatoria Himno Ya muy cercano, Emmanuel, hoy te presiente Israel, que en triste exilio vive ahora y redención de ti implora. Ven ya, del cielo resplandor, Sabiduría del Señor, pues con tu luz, que el mundo ansía, nos llegará nueva alegría. Llegando estás, Dios y Señor, del Sinaí legislador, que la ley santa promulgaste y tu poder allí mostraste. Ven, Vara santa de Jesé, contigo el pueblo a lo que fue volver espera, pues aún gime bajo el cruel yugo que lo oprime. Ven, Llave de David, que al fin
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Preces el cielo abriste al hombre ruin que hoy puede andar libre su vía, con la esperanza del gran día. Aurora tú eres que, al nacer, nos trae nuevo amanecer, y, con tu luz, viva esperanza el corazón del hombre alcanza. Rey de la gloria, tu poder al enemigo ha de vencer, y, al ayudar nuestra flaqueza, se manifiesta tu grandeza. Amén.
Oremos, hermanos, a nuestro Señor Jesucristo, que en su misericordia nos visita, y digámosle con insistencia: Ven, Señor Jesús Tú que viniste del seno del Padre para revestirte de nuestra carne mortal, libra de toda corrupción a nuestra naturaleza caída. Tú que cuando vengas al final de los tiempos aparecerás glorioso ante tus elegidos, al venir ahora muéstrate clemente y compasivo con los pecadores. Nuestra gloria, oh Cristo, es alabarte; visítanos, pues, con tu salvación. Tú que por la fe nos has llevado a la luz, haz que te agrademos también con nuestras obras.
Final Escucha, Señor, la oración de tu pueblo, alegre por la venida de tu Hijo en carne mortal, y haz que cuando vuelva en su gloria, al final de los tiempos, podamos alegrarnos de escuchar de sus labios la invitación a poseer el reino eterno. Amén.
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Lunes
Lectura Is 7,14b-15
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al Justo; ábrase la tierra y brote la salvación, y con ella germine la justicia. V/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor. V/. Su gloria aparecerá sobre ti. R/. Amanecerá el Señor. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
Jesucristo, Rey del Universo Preces Himno Ya muy cercano, Emmanuel, hoy te presiente Israel, que en triste exilio vive ahora y redención de ti implora.
Ven, Llave de David, que al fin el cielo abriste al hombre ruin que hoy puede andar libre su vía, con la esperanza del gran día.
Ven ya, del cielo resplandor, Sabiduría del Señor, pues con tu luz, que el mundo ansía, nos llegará nueva alegría.
Aurora tú eres que, al nacer, nos trae nuevo amanecer, y, con tu luz, viva esperanza el corazón del hombre alcanza.
Llegando estás, Dios y Señor, del Sinaí legislador, que la ley santa promulgaste y tu poder allí mostraste.
Rey de la gloria, tu poder al enemigo ha de vencer, y, al ayudar nuestra flaqueza, se manifiesta tu grandeza. Amén.
Ven, Vara santa de Jesé, contigo el pueblo a lo que fue volver espera, pues aún gime bajo el cruel yugo que lo oprime.
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Imploremos, hermanos, a Dios Padre, que ha enviado a su Hijo para salvar el mundo, y digámosle suplicantes: Muéstranos, Señor, tu misericordia Padre lleno de amor, no permitas que nuestra vida y nuestras obras rechacen a Cristo, tu enviado, pues nuestra lengua lo proclama con fe plena. Tú que enviaste a tu Hijo para salvación de los hombres, aleja de nuestra nación y del mundo entero toda desgracia y todo dolor. Que la tierra entera, que se alegra por la venida de tu Hijo, experimente más aún el júbilo de poseerte plenamente. Concédenos, por tu misericordia, llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, mientras aguardamos la dichosa esperanza, la aparición gloriosa de Jesucristo. Final Señor Dios, que con la venida de tu Hijo has querido redimir al hombre sentenciado a muerte, concede a los que van a adorarlo, hecho niño en Belén, participar de los bienes de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Martes
Lectura Is 45,8
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Himno Ya muy cercano, Emmanuel, hoy te presiente Israel, que en triste exilio vive ahora y redención de ti implora.
Aurora tú eres que, al nacer, nos trae nuevo amanecer, y, con tu luz, viva esperanza el corazón del hombre alcanza.
Ven ya, del cielo resplandor, Sabiduría del Señor, pues con tu luz, que el mundo ansía, nos llegará nueva alegría.
Rey de la gloria, tu poder al enemigo ha de vencer, y, al ayudar nuestra flaqueza, se manifiesta tu grandeza. Amén.
Llegando estás, Dios y Señor, del Sinaí legislador, que la ley santa promulgaste y tu poder allí mostraste. Ven, Vara santa de Jesé, contigo el pueblo a lo que fue volver espera, pues aún gime bajo el cruel yugo que lo oprime. Ven, Llave de David, que al fin el cielo abriste al hombre ruin que hoy puede andar libre su vía, con la esperanza del gran día.
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Brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. V/. Mañana quedará borrada la iniquidad de la tierra. R/. Mañana quedará borrada la iniquidad de la tierra. V/. Y sobre nosotros reinará el Salvador del mundo. R/. Quedará borrada la iniquidad de la tierra. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Mañana quedará borrada la iniquidad de la tierra.
Preces Oremos, hermanos, con todo nuestro espíritu a Cristo redentor, que vendrá con gran poder y gloria, y digámosle: Ven, Señor Jesús Señor Jesucristo, que vendrás con poder desde el cielo, mira nuestra pequeñez y haznos dignos de tus dones. Tú, que viniste a anunciar la Buena Noticia a los hombres, danos fuerza para que también nosotros anunciemos el Evangelio a nuestros hermanos. Tú que desde el trono del Padre todo lo gobiernas, haz que aguardemos con alegría la dicha que esperamos, tu aparición gloriosa. Consuela, Señor, con los dones de tu divinidad, a los que anhelamos la gracia de tu venida Final Apresúrate, Señor Jesús, y no tardes, para que tu venida consuele y fortalezca a los que esperan todo de tu amor. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Miércoles
Lectura Is 11,1-3a
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Himno Ya muy cercano, Emmanuel, hoy te presiente Israel, que en triste exilio vive ahora y redención de ti implora.
Ven, Llave de David, que al fin el cielo abriste al hombre ruin que hoy puede andar libre su vía, con la esperanza del gran día.
Ven ya, del cielo resplandor, Sabiduría del Señor, pues con tu luz, que el mundo ansía, nos llegará nueva alegría.
Aurora tú eres que, al nacer, nos trae nuevo amanecer, y, con tu luz, viva esperanza el corazón del hombre alcanza.
Llegando estás, Dios y Señor, del Sinaí legislador, que la ley santa promulgaste y tu poder allí mostraste.
Rey de la gloria, tu poder al enemigo ha de vencer, y, al ayudar nuestra flaqueza, se manifiesta tu grandeza. Amén.
Ven, Vara santa de Jesé, contigo el pueblo a lo que fue volver espera, pues aún gime bajo el cruel yugo que lo oprime.
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Brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. V/. Mañana quedará borrada la iniquidad de la tierra. R/. Mañana quedará borrada la iniquidad de la tierra. V/. Y sobre nosotros reinará el Salvador del mundo. R/. Quedará borrada la iniquidad de la tierra. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Mañana quedará borrada la iniquidad de la tierra.
Preces Oremos, hermanos, con todo nuestro espíritu a Cristo redentor, que vendrá con gran poder y gloria, y digámosle: Ven, Señor Jesús Señor Jesucristo, que vendrás con poder desde el cielo, mira nuestra pequeñez y haznos dignos de tus dones. Tú, que viniste a anunciar la Buena Noticia a los hombres, danos fuerza para que también nosotros anunciemos el Evangelio a nuestros hermanos. Tú que desde el trono del Padre todo lo gobiernas, haz que aguardemos con alegría la dicha que esperamos, tu aparición gloriosa. Consuela, Señor, con los dones de tu divinidad, a los que anhelamos la gracia de tu venida.
Final Apresúrate, Señor Jesús, y no tardes, para que tu venida consuele y fortalezca a los que esperan todo de tu amor. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Jueves
Lectura Is 11,1-3a
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
(Santiguarse)
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. Natividad del Señor, solemnidad
Himno Hermanos, Dios ha nacido sobre un pesebre. Aleluya. Hermanos, cantad conmigo: “Gloria a Dios en las alturas.” Desde su cielo ha traído mil alas hasta su cuna. Hermanos, cantad conmigo: “Gloria a Dios en las alturas.” Hoy mueren todos los odios y renacen las ternuras. Hermanos, cantad conmigo: “Gloria a Dios en las alturas.” El corazón más perdido ya sabe que alguien le busca. Hermanos, cantad conmigo: “Gloria a Dios en las alturas.”
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El cielo ya no está solo la tierra ya no está a oscuras. Hermanos, cantad conmigo: “Gloria a Dios en las alturas.” Amén.
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo. V/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya. R/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya. V/. Su salvación. R/. Aleluya. Aleluya. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya. Preces Glorifiquemos a Cristo, Palabra eterna del Padre, engendrado antes de los siglos y nacido por nosotros en el tiempo, y aclamémosle, diciendo: Que se goce la tierra, Señor, con tu venida Cristo, Palabra eterna, que al venir al mundo anunciaste la alegría a la tierra, alegra nuestros corazones con la gracia de tu visita. Salvador del mundo, que con tu nacimiento nos has revelado la fidelidad de Dios, haz que nosotros seamos también fieles a las promesas de nuestro bautismo. Rey del Cielo y de la tierra, que por tus ángeles anunciaste la paz a los hombres, conserva nuestras vidas en tu paz. Señor, tú que viniste para ser la vid verdadera que nos diera el fruto de vida, haz que permanezcamos siempre en ti y demos fruto abundante. Final Concede, Señor todopoderoso, a los que vivimos inmersos en la luz de tu Palabra hecha carne, que resplandezca en nuestras obras la fe que haces brillar en nuestro espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Viernes
Lectura Hb 1,1-2
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. San Esteban, protomártir Himno «Quien entrega su vida por amor, la gana para siempre», dice el Señor. Aquí el bautismo proclama su voz de gloria y de muerte. Aquí la unción se hace fuerte contra el cuchillo y la llama. Mirad cómo se derrama mi sangre por cada herida. Si Cristo fue mi comida, dejadme ser pan y vino en el lagar y en el molino donde me arrancan la vida. Lectura Hch 6,2b-5a «No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de
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Preces Celebremos, amados hermanos, a nuestro Salvador, el testigo fiel, y, al recordar hoy a los santos mártires que murieron a causa de la palabra de Dios, aclamémoslo, diciendo: Nos has comprado, Señor, con tu sangre Por la intercesión de los santos mártires, que entregaron libremente su vida como testimonio de la fe, concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu. Por la intercesión de los santos mártires, que proclamaron la fe hasta derramar su sangre, concédenos, Señor, la integridad y la constancia de la fe. Por la intercesión de los santos mártires, que, soportando la cruz, siguieron tus pasos, concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida. Por la intercesión de los santos mártires, que lavaron su manto en la sangre del Cordero, concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne.
Final Concédenos, Señor, la gracia de imitar a tu mártir san Esteban y de amar a nuestros enemigos, ya que celebramos la muerte de quien supo orar por sus perseguidores. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Sábado
buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea: nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra.» La propuesta les pareció bien a todos. V/. El Señor es mi fuerza y mi energía. R/. El Señor es mi fuerza y mi energía. V/. Él es mi salvación. R/. Y mi energía. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. El Señor es mi fuerza y mi energía.
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Oración para hoy
Dic
V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Honra a tu padre y a tu madre: así se prolongaran tus días, y te irá bien en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. V/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V/. Tú que fuiste obediente a María y a José. R/. Ten piedad de nosotros. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
Sagrada Familia, fiesta
Preces
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse)
Himno Mirad qué aposentadores tuvo la divina cámara: verdín por tapicerías y por cortinajes zarzas. Pobre, desnudo, sin fuego, quien fuegos nos abasta, está aquí el Niño. Un pesebre de humildes bestias por cama. Ved, puro Amor, que sois fuego y estáis sobre un haz de pajas. La Virgen, llanto en los ojos: a incendio tal, tales aguas. José, que goza y que gime agridulces de naranja, riéndose ya ha quedado dormido bajo su capa. Amén.
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Adoremos a Cristo, Hijo del Dios vivo, que quiso ser también hijo de una familia humana, y supliquémosle, diciendo: Señor Jesús, tú que quisiste ser obediente, santifícanos Oh Jesús, Palabra eterna del Padre, que quisiste vivir bajo la autoridad de Maria y de José, enséñanos a vivir en la humildad y en la obediencia. Maestro de los hombres, que quisiste que Maria, tu madre, conservará en su corazón tus palabras y tus acciones, enséñanos a escuchar con corazón puro y bueno las palabras de tu boca. Oh Jesús, que en el seno de tu familia de Nazaret creciste en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres, concédenos crecer siempre en ti, que eres nuestra cabeza.
Final Dios, Padre nuestro, que has propuesto a la Sagrada Familia como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos, te rogamos, que, imitando sus virtudes domésticas y su unión en el amor, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Domingo
Lectura Dt 4,16
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Una voz se escucha en Ramá: gemido y llanto amargo: Raquel está llorando a sus hijos, y no se consuela, porque ya no existen. V/. Los santos y los justos viven eternamente. R/. Los santos y los justos viven eternamente. V/. Reciben de Dios su recompensa. R/. Viven eternamente. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Los santos y los justos viven eternamente. Preces
Los Santos Inocentes, fiesta Himno Tanto al tirano le place hacer de su orgullo ley, que por deshacer a un Rey un millar de reyes hace. Hace reyes de excelencia con cabezas coronadas, pues son coronas logradas el martirio y la inocencia. Con los niños desvalidos hace de su fuerza alarde y, como es sólo un cobarde, no espera a verlos crecidos. Por matar a un enemigo siembra de sangre Belén, y en Belén, casa del trigo, no muere un Rey, nacen cien. Y así su cólera loca
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no puede implantar su ley, pues quiere matar a un Rey y corona a cuantas toca. La furia del mal así no puede vencer jamás, pues, cuando me hiere a mí, estás tú, Señor, detrás. Estás para convertir en corona cada muerte, para decirnos que el fuerte es el que sabe morir. Amén.
Celebremos la gloria de Cristo, que, sin escuadrones de hombres armados, sino sólo con una blanca milicia de niños, venció al tirano, y aclamémosle: Te ensalza, Señor, el blanco ejército de los mártires Cristo, de quien los Inocentes, no de palabra, sino con su sangre, dieron testimonio, concédenos confesarte, de palabra y de obra, ante los hombres. Tú que hiciste dignos del laurel de la victoria a los que aún no estaban preparados para la lucha, no nos dejes caer a los que hemos recibido tanta ayuda para vencer. Tú que lavaste con tu sangre los vestidos de los Inocentes, líbranos de todo pecado. Tú que has colocado a los niños los primeros en el reino de los cielos, no nos excluyas del banquete eterno. Tú que en la infancia sufriste persecución y destierro, guarda a los niños que hoy sufren por el hambre, la guerra o la injusticia de los mayores. Final Los mártires Inocentes proclaman tu gloria en este día, Señor, no de palabra, sino con su muerte; concédenos, por su intercesión, testimoniar con nuestra vida la fe que confesamos de palabra. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Lunes
Lectura Jr 31,15
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme.
Himno Eres niño y has amor: ¿qué farás cuando mayor? Pues en tu natividad te quema la caridad, en tu varonil edad, ¿quién sufrirá su calor? Eres niño y has amor: ¿qué farás cuando mayor? Será tan vivo su fuego que, con importuno ruego, por salvar el mundo ciego te dará mortal dolor. Eres niño y has amor: ¿qué farás cuando mayor? Arderá tanto tu gana que por la natura humana querrás pagar su manzana con muerte de malhechor.
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Eres niño y has amor: ¿qué farás cuando mayor? ¡Oh amor, digno de espanto! Pues que en este niño santo has de pregonarte tanto, cantemos a su loor: Eres niño y has amor: ¿qué farás cuando mayor?
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo. V/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya. R/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya. V/. Su salvación. R/. Aleluya. Aleluya. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya. Preces Ya que Dios en su misericordia nos ha enviado a Cristo, príncipe de la paz, digamos con toda confianza: Concede, Señor, la paz a todos los hombres Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, en estos días en que la Iglesia celebra tu amor salvífico, dígnate acoger benigno nuestras alabanzas. Tú que desde el principio prometiste que, por Cristo, darías tu victoria a los hombres, haz que todos los pueblos sean iluminados por la luz del Evangelio. Para gloria de tu Hijo, cuyo día Abraham contempló lleno de alegría, los patriarcas esperaron, los profetas anunciaron y todos los pueblos desearon, haz que el pueblo de Israel alcance la salvación. Tú que quisiste que el nacimiento de tu Hijo fuera anunciado por los espíritus celestes y celebrado por los apóstoles, los mártires y los fieles de todos los siglos, concede a la tierra aquella paz que anunciaron los ángeles.
Final Dios todopoderoso, a quien nadie ha visto nunca, tú que has disipado las tinieblas del mundo con la venida de Cristo, la luz verdadera, míranos complacido, para que podamos cantar dignamente la gloria del nacimiento de tu Hijo. Amén.
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Martes
Lectura Hb 1,1-2
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Oración para hoy
Dic
Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas (Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. San Andrés, apóstol
Preces
Himno Decid a la noche clara tome en sus manos el arpa, y salmos de David cante, cante con la Virgen santa.
Al Hijo de Dios cantemos, ¡ay, gracia desenfrenada!, ni los cielos sospecharon que el mismo Dios se encarnara.
Ángeles del cielo vienen, de luz son las bellas alas, y un canto divino traen para estas nupcias sagradas.
¡Oh gracia para adorar, que nunca cupo más alta! Tú, para hacernos divinos, humano a nosotros bajas.
Y, al amanecer, las aves y el alba que se levanta, con silbos del universo cantadle vuestra alabanza.
Cantad, criaturas todas, que todas estáis salvadas, y con la boca quedaos al Padre diciendo: “¡Gracias!” Amén.
Del Padre eterno nacido, nace en carne la Palabra, con nosotros vida y muerte, y una muerte ensangrentada.
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Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva a hombros el principado, y es su nombre: Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la Paz. V/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya. R/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya. V/. Su salvación. R/. Aleluya. Aleluya. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya.
Oremos a Cristo, el Señor, en quien el Padre ha querido recapitular todas las cosas, y digámosle: Hijo amado de Dios, escucha nuestra oración Hijo de Dios que en el principio estabas junto al Padre y, en el momento culminante de la historia, has querido nacer como hombre, haz que todos nos amemos como hermanos. Tú que te has hecho pobre para que, con tu pobreza, nosotros nos hagamos ricos y te despojaste de tu rango para que, con tu humillación, nosotros resucitáramos y llegáramos a participar de tu gloria, haz que seamos anunciadores fieles de tu Evangelio. Tú que nos has iluminado cuando vivíamos aún en tinieblas y en sombra de muerte, concédenos también la santidad, la justicia y la paz. Otórganos un corazón recto, y sincero que atienda siempre a tu palabra, y lleva a plenitud en nosotros y en todos los hombres tu plan de salvación.
Final Dios todopoderoso, por este nuevo nacimiento de tu Hijo en nuestra carne, líbranos del yugo con que nos domina la antigua servidumbre del pecado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Miércoles
Lectura Is 9,5
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Oración para hoy
Dic
(Santiguarse) V/. –Dios mío ven en mi Auxilio. R/. –Señor date prisa en socorrerme. San Silvestre I, papa
Preces Himno Entonad los aires con voz celestial: «Dios niño ha nacido pobre en un portal.» Anúnciale el ángel la nueva al pastor, que niño ha nacido nuestro Salvador. Adoran pastores en sombras al Sol, que niño ha nacido, de una Virgen, Dios. Haciéndose hombre, al hombre salvó. Un niño ha nacido, ha nacido Dios. Amén.
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Estas oraciones para cada día, son tomadas del oficio de la Liturgia de las Horas
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Jueves
Lectura Is 4,2-3 Aquel día, el vástago del Señor será joya y gloria, fruto del país, honor y ornamento para los supervivientes de Israel. A los que queden en Sión, a los restantes en Jerusalén, los llamarán santos: los inscritos en Jerusalén entre los vivos. V/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya. R/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya. V/. Su salvación. R/. Aleluya. Aleluya. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. El Señor ha revelado, Aleluya. Aleluya.
Oremos a Cristo, cuya gracia ha aparecido a todos los hombres, y digámosle con humilde confianza: Señor, ten piedad de nosotros Oh Cristo, nacido del Padre antes de todos los siglos, reflejo de su gloria e impronta de su ser, que sostienes el universo con tu palabra, te pedimos que vivifiques nuestro día con tu Evangelio. Tú que naciste en el momento culminante de la historia para salvación del género humano y liberación de toda criatura, concede a todos los hombres la verdadera libertad. Oh Cristo, Hijo consubstancial del Padre, engendrado antes de la aurora, que naciste en Belén para que se cumplieran las Escrituras, haz que tu Iglesia realice los planes del Padre viviendo en pobreza. Tú, Señor, eres Dios y hombre, Señor de David, y también hijo suyo, y en ti se han cumplido todas las profecías, haz que Israel te reconozca como su Mesías.
Final Dios todopoderoso y eterno, que has establecido el principio y plenitud de toda religión en el nacimiento de tu Hijo Jesucristo, te suplicamos nos concedas la gracia de ser contados entre los miembros vivos de su Cuerpo, porque sólo en él radica la salvación del mundo. Amen.
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Oración para hoy
Dic
CRISTOVISIÓN TE DESEA
ORAMOS POR UN 2021 MEJOR PARA TI Y TODOS TUS SERES QUERIDOS. SIGUE CONTANDO CON NOSOTROS EN ESTE NUEVO AÑO Y NOSOTROS SEGUIMOS CONTANDO CONTIGO PARA CONTINUAR ADELANTE CON ESTA OBRA EVANGELIZADORA.
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