Pañol de la Historia # 71

Fascículo No.71 ISSN 1900-3447

Dirección de Comunicaciones Estratégicas

Presentación A los marinos de Colombia se dedica este trabajo de investigación sobre la historia naval, plasmado en crónicas que resumen las hazañas de aquellos que combatieron por todas las causas, navegando cargados de ilusiones y tiñendo el mar con su sangre.

Los PAÑOLES DE LA HISTORIA, son un homenaje al pasado que como el mar, es infinito e inescrutable, pretendiendo rememorar la historia, convirtiendo la pluma en espada, los argumentos en un cañón y la verdad en un acorazado.

Agradezco al señor Almirante Gabriél Alfonso Pérez Garcés, Comandante de la Armada Nacional, la deferencia de mantener la edición de estos resúmenes.

Este trabajo desea llevar el mensaje de la historia a aquellos hombres de mar y de guerra, que fueron arrullados por las olas y embriagados con su encanto.

JORGE SERPA ERAZO Vicepresidente del Consejo de Historia Naval de Colombia

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Complejidad en el rescate de exConastil en jul 1998 Almirante (RA) Edgar Romero Vásquez, ex Comandante ARC, MScEE, Ph.D - Diciembre 2020

Hay que partir de la necesidad de un Astillero para la Marina Nacional de un País. Dos hechos fueron cruciales en el contundente éxito de mi iniciativa de rescate de ex Conastil al ordenar, incluida mi directiva como COARC, reducción de burocracia, uso de estructura existente de la ARC, sin creación de cargos, empoderamiento de: a) El Fondo Rotatorio ARC (propietario porcentual de los bienes con el IFI), representante legal, con su Gerente el Cap de Navío Germán Sahid durante 1997 hasta obtener la propiedad de ex Conastil a fines de 1997. b) El Gerente del Proyecto de Recuperación, Cap de Navío Ricardo Pulido, como Comandante de la Base Naval ARC Bolívar hasta la puesta en operación básica del astillero en Mamonal, subiendo del agua una corbeta y lanzando al agua una nodriza fluvial, en Julio de 1998 (que implicó cuidadosos estudios y preparaciones durante 1997).

C) Esto no fue fortuito, sino resultado de aplicación de Ciencias de Complejidad, conocimiento que ha venido tomando fuerza desde los 1990. Para lo cual los mencionados señores oficiales fueron cuidadosamente escogidos como los indicados profesionalmente y personalmente para esas funciones en ese momento.

ALGUNOS ANTECEDENTES: Conastil en 1984 requirió refinanciación por el lFl, en 1990 la Asamblea de Accionistas convocó a concordato definitivo. La firma Schrader y Camargo compró a IFI y Proexpro sus acciones, quedando con el 80%; ARC 20% y GRAVÍSIMA SITUACIÓN. En abril 1994, Conastil quebró y los activos fueron saqueados, el 8 Junio 1994 con escritura pública de la Notaria de Bogotá se constituyó contrato de fiducia mercantil para venta.

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AÑO 1997 ETAPA DE VENTA POR OFERTA: El Contralmirante Edgar Romero V. fue nombrado Comandante ARC a fines de 1996, durante la Presidencia del Dr. Ernesto Samper, Mindefensa Dr. Juan C Esguerra y Cdte Gral FFMM Gral Harold Bedoya y posteriormente Gral Manuel J Bonnet; y en sus políticas de COARC, en enero 1997, estipuló el rescate del Astillero.

Analizadas posibilidades, como la de interesados en ex Conastil, p. ej: Conaval y Promotora de Astilleros del Caribe (marzo 1997), para el proceso de venta por la Fiducia, se decidió presentar propuesta de compra de ex- Conastil solamente Fondo Rotatorio ARC y con condición de arreglo del pasivo pensional, para no castigar el nuevo astillero.

EL PROYECTO MANEJADO COMO UN CASO COMPLEJO Complejidad es la exhibida por un sistema compuesto de partes interrelacionadas que como un conjunto muestran propiedades y comportamientos no evidentes a partir de las partes individuales-emergen propiedades, todo es mas que suma de partes. Las características de los sistemas complejos (como la interdependencia, la diversidad y la adaptabilidad de los agentes, etc.), desafían los supuestos básicos de las teorías tradicionales- solamente es posible manejo de riesgos.

ATRACTORES: puede decirse que un atractor es un conjunto sobre el que todas las trayectorias cercanas convergen, un huracán requiere un centro de baja presión como atractor. Atractor es un conjunto de valores numéricos hacia los cuales un sistema tiende a evolucionar, dada una gran variedad de condiciones iniciales en el sistema. Un valor o conjunto de valores hacia el que las variables de un sistema dinámico tienden a evolucionar.

En la organización son atractores: Misión, Visión, Liderazgo y dirección exclusiva y directa por COARC, empleo del Centro de Investigación donde se centraliza todo el conocimiento, funciones jurídicas preservadas ejemplo Dirección Fondo Rotatorio ARC, independiente acuerdo normas, FINANZAS con correspondiente jefe, cooperacion sin interferencia de responsabilidades institucionales.

LA ORGANIZACIÓN ES COMPLEJA: Dinámica con interacciones ricas, Diferentes personas operando en diferentes niveles, Realimentación, No lineal Impredecible, Características emergen (todo es mas que suma partes), Pequeños cambios tienen grandes impactos.

Según Alfonso Cornejo Álvarez (1997): Tradicional vs Complejo: Control vs Atractor, Supervisión vs Auto organización, Cambio vs darwinismo social (con base en la idea de la supervivencia del más apto concebido como mecanismo de evolución social).

Entre el paradigma tradicional y el de complejidad, se pueden observar los cambios drásticos entre ambos haciendo claro que conceptos como control y supervisión no aplican, ante una característica de sistemas complejos como es la auto organización. Como sucede en sistemas de la naturaleza, no reciben ni control ni supervisión, pero son capaces de actuar y saber como actuar aún dentro del caos.

En la complejidad descubrir atractores en la situación es vital para ciertos resultados, por ejemplo, el clima, como sistema caótico, como un sistema impredecible dentro de un atractor que le confiere cierto orden a través de las estaciones; un huracán requiere un centro de baja presión como atractor, el buen navegante detecta y evita tales centros.

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Sin duda son atractores: el conocimiento, la visión y misión y los mejor preparados son las cabezas de la organización con años de manejo y experiencia en procesos, sin necesidad de imponerles nuevos e impreparados jefes en un proyecto que no tendrá nueva estructura, por no requerirla, y que usará la estructura existente de la ARC. Aproximación que ha funcionado exitosamente como es el caso del Mantenimiento Periódico de Corbetas.

FECHAS CLAVES EN EL AÑO 1997 PARA RECUPERACIÓN: 1) fines 1996: Comandante ARC CALM E.Romero-Min Defensa Dr. Juan Carlos Esguerra, Comandante General FFMM General Harold Bedoya; ERomeroV adelantaba desde 1990 la iniciativa del mantenimiento a las corbetas misileras en Colombia y gerenciaba el proyecto.

2) Enero 1997: Políticas de Comando VALM Romero: Necesidad estratégica construcción naval y mantenimiento buques– Astillero- conformación grupos de trabajo y asignación tareas. Adherencia estricta a Políticas de Comando sobre comportamiento en funciones y cargos.

3) Abril 1997: Participación FR- ARC subasta venta ex -CONASTIL. 4) 8 mayo 1997 Ordenes al CAP Pulido (Comandante Base Naval ARC Bolivar): oficio de CN Pulido a COARC entendimiento ordenes y cronograma Proyecto- Guía Técnica Costos y Cronograma Oficio CBN1 –COARC 00477 CBN1- 8 Mayo 1997.

5) Junio 1997: Falla oferta subasta de CONASTIL y se presenta opción dación pago, perdiéndose posibilidad obtención astillero para ARC. 6) Junio 1997: el Presidente Samper llama por teléfono al Valm Romero y le dice que al fracasar el proceso de subasta, se requería acción, pues no solo la ARC se quedaría sin astillero sino que el IFI se afectaba. Ordena al VAlm ERomeroV conformar empresa ARC e IFI. El Valm Romero solicita reunión con el Presidente y consciente de la necesidad de una solución que sirva a todas las partes propone, entregar activos del FR ARC (terrenos), en pago por ex Conastil INCLUYENDO PASIVO PENSIONAL; para evitar quiebra de IFI. El Presidente acoge la propuesta; y ordena negociación Valm Romero con IFI. 7) 01 Septiembre de 1997: se efectuó firma del ACUERDO COMPROMISORIO no. 000c/97 concretando permuta de bienes entre el CN Sahid Gerente del FR -ARC y el IFI. 8) Oct. 1997: DIRECTIVA de COARC 4767 CARMA 604- 03 Oct 1997-firmada VALM E ROMERO nombra Gerente Proyecto Recuperación ex –Conastil para la ARC a CN Pulido Comandante Base Naval ARC Bolívar. Se inician actividades preparación trabajos recuperación con fecha para ponerlo en operación básica el 24 de Julio de 1998.

9) Dic 1997: El Alcalde de Cartagena objeta negociación de ex Conastil planteando cuantiosa deuda haciendo imposible reactivación-VALM Romero con Dr. Miguel Torres Bodi (Asociación Ganaderos Bolivar) gestiona acuerdo con el Consejo de Cartagena, logrando que no se hiciera efectivo dicho monto y permitiera desarrollo del proyecto, según Acuerdo 32 del 18 de Dic de 1997.

10) 27 Dic 1997: En la plaza de la Aduana de Cartagena se protocoliza OTROSI al Acuerdo Compromisorio sobre permuta de bienes FR-ARC y el IFI, con presencia del Presidente de la República Dr. Samper.

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ASIGNACIÓN CARGOS Y FUNCIONES Se conforman grupos de trabajo. Base c/u elementos de la organización ARC. Bajo dirección directa de Coarc: CN Ismael Hidrobo y CF Carlos Velasco: efectividad-beneficio vs costos y riesgos. Centro Investigación ARC. CN Ricardo Bernal: Proyecciones financieras y lo relativo a Planeación ARC. CN Germán Sahid: Gerente Fondo Rotatorio ARC: todo lo relativo al IFI, subasta y negociación, Único autorizado y lo relativo a procedimientos administrativos: Procesos y autorizaciones de juntas directivas con actas y conceptos Jurídicos.

CN Ricardo Pulido: Comandante Base Naval ARC Bolívar- Gerente Proyecto de Recuperación. Larguísima experiencia en proyecto mantenimiento periódico de Corbetas (con la Gerencia del Proyecto por el CALM ERomeroV). Y manejo Proyectos: Nodrizas Fluviales, modificaciones buques ARC. Sr. Contralmirante (RA): Jorge Cadena: Asesor Coarc.

Asesoría Jurídica: Prieto y Carrizosa (Firma de Abogados) Se consideraron varias posibilidades de participación de otros oficiales, incluso de insignia, pero se decidió reducir burocracia y centralizar responsabilidades, empoderando a los responsables jurídicamente por cargos, necesario para reducir Incertidumbre por complejidad. Verificándose si eran apropiados para desempeño de tales cargos o debían reemplazarse. Fueron confirmados por extraordinarias aptitudes profesionales y personales.

Según ADMINISTRACIÓN DE LA COMPLEJIDAD A TRAVÉS DEL CAMBIO ESTRUCTURAL, Alfonso Cornejo Álvarez, 1997: “El Nuevo rol del Líder: Asegura la estabilidad de aquellas estructuras que no deberán cambiar… Garantiza… gente preparada y positiva”.

24 JULIO 1998 Según Oficio Cdo. BaseMayo 1997 y Directiva T. Cdo ARC, Oct 1997 Ceremonia puesta en operación astillero rescatado/ reactivado Fase Mínima

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Aunque es un caso específico, es muestra de posibilidades, Luhmann N, 1996: “Autoorganización es construcción de estructuras propias dentro del sistema. Como los sistemas están clausurados en su operación no pueden importar estructuras...en una conversación... lo que se ha dicho en el último momento es el punto de sostén para decir lo que se debe seguir diciendo... el concepto... deberá entenderse... como producción de estructuras propias mediante operaciones propias...”.

RESUMEN- CONCLUSIONES Lo mostrado tiene base en varios documentos y presentaciones de ERomeroV con los soportes documentales.

La clave del éxito fue la estructura con base en CN R. Pulido, Gerente Proyecto, y CN G. Sahid, Gerente Fondo Rotatorio ARC; y empleo de complejidad, resaltándose el esfuerzo, dedicación y entusiasmo de todo el personal de la ARC. VER PERSONAL-control click: https://www.dropbox.com/s/im4ep8tr9bp91uc/personal-24-julio-1998.pdf?dl=0 VER ALGUNOS ESTUDIOS: https://www.dropbox.com/s/rhqhp7u8g65wh4r/ALGUNOS-ESTUDIOS%20%281%29.pdf?dl=0

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Publicado por el periódico Vanguardia Liberal año 1974.

Una crónica de mar Por Dr; Jorge A. Serpa Erazo

Es este el relato de un crucero de Cadetes Navales ocurrido hace 10 años. Tal vez tan rutinario ejercicio, no hubiera tenido nada de extraordinario ni de novedoso, a no ser porque se realizó en nuestra querida y vetusta fragata ARC “Almirante Padilla”. Mucho se ha escrito sobre las gloriosas y meritorias hazañas efectuadas en Corea por esa nave y sus valientes tripulantes. Por tanto, escribir sobre un tema militar en tiempos de paz no pasa de ser un intento atrevido y monótono.

En una tarde calurosa de marzo de 1964, la segunda Compañía de Cadetes de la Escuela Naval de Colombia abordó en los muelles de la base ARC, Bolívar de Cartagena la fragata. Para quienes procedíamos a instalarnos en los incómodos alojamientos del buque, no nos pasó por la cabeza la idea de que protagonizábamos el último embarque de Cadetes en la Almirante Padilla. Dos meses más tarde su heroico casco se encallaba para siempre en los traicioneros bajos de Cayo Bolívar. Los dormitorios de la fragata, que en el argot marino se denominan “ranchos”, albergaban en un reducido espacio veinte o treinta hombres, quienes, alumbrados por una débil bombilla roja soportaban de 25 a 30 grados de temperatura. Así, después de asignarnos la respectiva litera en tan caluroso aposento, procedimos a descargar la tula o talego minero donde habíamos empacado las prendas para la travesía.

Al atardecer, con nuestro uniforme blanco, formados en la cubierta, zarpamos sin ningún contratiempo cumpliendo, claro está, el rígido ceremonial marítimo que para el efecto se lleva a cabo en

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toda actividad naval, La unidad navegaba bajo las órdenes del capitán de Corbeta Sierra Sornoza y como comandante de la Compañía de Cadetes embarcada actuaba el Teniente de Navío Luis Carlos Jaramillo Peña.

Después de efectuada la maniobra del zarpe, el personal fue distribuido en tres grupos de guardia o jornadas de cuatro horas, con el fin de atender permanentemente a bordo las diferentes actividades de un buque de guerra en altamar. Quienes no quedamos en la guardia que entraba a operar en el momento, pasamos al comedor. La alimentación de abordo, aunque para la mayoría no era de su total agrado, no dejaba de tener algunas viandas exquisitas: el pan horneado en los buques de la armada por un verdadero experto, podría competir sin dificultad con cualquiera de los producidos en las mejores panaderías de la ciudad; el refresco que acompaña el almuerzo o la comida, de color rojizo, dejó una huella de bouquet en nuestro paladar que, para quienes pasamos por tan noble experiencia hoy lo añoramos. En un pasillo que desembocaba en la cocina con los comedores aledaños, se iniciaba la cola o fila para obtener, del cocinero y sus ayudantes, sobre una bandeja o palangana, la ración de alimentos. Después de la cena obligatoriamente pasamos a cubierta. El espectáculo de contemplar un hermoso cielo estrellado, acompañado del recuerdo de un ser querido o de algún episodio sentimental producían en cada uno de nosotros una extraña sensación de brillo en los ojos que aceleraba el pulso y generaba una irresistible corriente de emoción y patriótico orgullo. Este espectáculo bélico-romántico en algunas oportunidades, se complementaba oyendo las narraciones de viejos suboficiales y marineros sobre temas del mar, tragedias o tal cual acontecimiento de sus vidas. En estos relatos cabe añadir, la exageración siempre se acompaña de una buena dosis de misterio.

Dicho ambiente predominó hasta medianoche, cuando la guardia tenía que relevarse y el resto a voluntad se quedó en cubierta o bajó al piso inferior a descansar en la angosta litera. Como recuerdo indeleble de una noche en la Padilla, a eso de las 2 a 3 de la mañana me desperté extrañado por la cantidad de líquido que escurría por el mamparo aledaño a mi palanquín: se había empapado una buena parte del camastro. La primera idea que tuve en la semioscuridad fue observar si los ductos de agua o de vapor tenían algún escape. Cuál no sería mi sorpresa al descubrir que mi compañero, el que está en la litera superior sufría de un tremendo mareo y el efecto de este trastorno era el causante de la sorpresiva humedad. Una de las más duras lecciones aprendidas en esta escuela es la defamiliarizarse con el mareo propio o del prójimo.

Los embarques, por lo tanto, no sólo sirven para adiestrar al hombre con las faenas de la guerra marítima si no para domar y acostumbrar el hígado. Las ratas, polizones tradicionales de cualquier nave, configuran otro tipo de mortificación para quienes no soportan la presencia de tan desagradables roedores. Solo la rutina y los constantes e inesperados encuentros con estos bichos permiten transformar en poco tiempo la aversión por una especie de camaradería o tolerancia. Cuando el sueño se había apoderado del turno durmiente, sonó con gran escándalo y resonancia una sirena acompañada de una vos grave que indicaba a la tripulación el tipo de zafarrancho de combate, para que ésta, se

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aprestara a ocupar rápidamente el puesto respectivo en las diferentes piezas bélicas de la unidad: si el combate anunciado es con otro buque de superficie, el personal se moviliza al lugar donde operan los cañones o artillería. Así se informan que el encuentro es con un submarino, en lugar de operar los cañones se procede a utilizar las cargas de profundidad y el erizo, armas para esta clase de combate. El zafarrancho de combate llega a ser un ejercicio tan rutinario, como lo pueden ser las misas de un seminario. En el transcurso del día se pueden efectuar cuatro o cinco y la hora no es obstáculo para su ejecución.

La circulación en un buque de guerra tiene ciertas normas especiales: para ir de popa a proa solo se puede transitar por el lado de estribor y el movimiento contrario se debe ejecutar por babor. Cualquier infracción, es motivo de una buena reprimenda por parte de los oficiales, que, en su elemento, el mar, son más temidos que los “gorilas” del Dr. Aquiles Torres un viernes cultural, cuando sorprenden a algún conductor en contravía.

Al otro día por la mañana, el personal disponible pasó a las duchas, donde un débil chorro, producto del racionamiento a que está sometido tan codiciado elemento en el mar, solo alcanzaba para efectuar un ligero y no muy escrupuloso aseo. El desayuno realizado con la misma formalidad de la comida se diferenciaba por que en lugar de admirar el hermoso cielo nocturno al finalizar la matinal vianda, se asiste a una formación en cubierta donde, el Comandante de la Compañía embarcada pasa ceremoniosamente revista al personal, luego regaña, después aconseja y por último ordena las labores de instrucción que se adelantarán durante el día. Los seleccionados para ingeniería bajaron al cuarto de las máquinas y calderas, cuyo calor se diferenciaba del infierno por tener 2° menos. Los designados para laborar en el área operaciones se dirigieron unos al puente, otros al CIC (Centro de Información y Combate) y el resto al cuarto de radio. Esa faena era la más cómoda y la que ofrecía más confort. Así trascurrió la mañana con uno o dos zafarranchos hasta la hora de almuerzo el cual podía ser interrumpido por otro ejercicio de combate.

Por la tarde; muy temprano, la digestión se acompañó con el estruendo y el cimbrear de los cañones; los ejercicios de tiro naval constituían uno de los atractivos del crucero. Este entrenamiento bélico ofrecía para nosotros una marcialidad del trueno. Es el canto de la guerra, ejecutado por el instrumento que simboliza la muerte y la gloria. En este instante nuestros espíritus adquirían fortaleza, resistencia, valor, arrojo, combatividad. Al caer la tarde, la experiencia adquirida en el día, dejó una huella en la vida de cada marino. Esta huella posiblemente nunca sería la expresión guerrera para

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la que nos estábamos entrenando, era el molde y el temple que forjaron nuestro espíritu en las rígidas leyes del honor y del mar. Así como pasó este primer día del último crucero de Cadetes realizado en la fragata Almirante Padilla, fueron los siguientes, con tal o cual hecho que, según su significación, podía alterar ligeramente la rutina. Cuando regresamos, al desembarcar de la Fragata, en el portalón saludamos militarmente el pabellón izado en la popa y despedimos para siempre una de las unidades de guerra más queridas de nuestra Armada.

No importó la estoica incomodidad soportada en su casco, ni los posibles contratiempos y castigos sufridos por faltar a la severa disciplina. Algo de nuestro ser quedó en el viejo bajel.

Hoy, 10 años después del crucero, los integrantes de esta travesía sabemos que tenemos una parte de nosotros en el océano. Allá en Cayo Bolívar, cerca de las islas de San Andrés están los restos carcomidos por la sal y el tiempo de la fragata. Es un monumento solitario y mudo que tiene como fondo el más grande y majestuoso escenario: la inmensidad del mar, un hermoso cielo estrellado y la gratitud de nuestros corazones.

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