Las perspectivas mineras de Salta

Desde la Cámara de la Minería de Salta, Carlos Ramos y Fernanda Fraga, compartieron los logros alcanzados y los desafíos pendientes para la provincia del NOA.

Carlos Ramos

La sola activación de la mina Lindero ha contribuido a robustecer las exportaciones salteñas. ¿Qué medidas es necesario tomar para ampliar estos beneficios y poner en producción nuevos proyectos?

Respecto a la importancia que ha tenido la activación de la Mina Lindero, creo que es el claro ejemplo de lo que significa el impacto de la minería en una provincia. Sin duda, el oro que exporta Lindero es el segundo producto de exportación en la provincia, lo que demuestra la importancia y el impacto económico que esto genera en nuestras exportaciones, en el empleo, en todos los efectos económicos.

Lo que debemos esperar hoy con precisión, a esta fecha, mes de Febrero, es la Seguridad Jurídica, de momento que no podemos seguir todos los días con algún tipo de declaración que nos intranquiliza, que nos pone en ascuas en algunos temas. Por ejemplo la Mesa del Litio, donde las Provincias de Catamarca, Jujuy y Salta, han hecho un planteo muy claro en cuanto a que quieren que se agregue valor y también apuntar a, de alguna manera, aprovechar o tomar algo de ganancias que consideran extraordinarias porque los precios del litio son muy altos. Lo primero que tenemos que entender sobre el ítem de agregar valor, es que si alguien está tomando salmuera en un Salar en 400 ppm, y a través de un sistema de piletas en el que ha invertido, construido, y utilizado mano de obra ha llevado ese valor a lo mejor a 4.000 ppm, para luego en una planta -con una inversión del orden de US$500 a US$700 millones- pueda acceder a un producto como carbonato de litio, fosfato de litio de una pureza mu- chísimo mayor, ciertamente lo está exportando a un precio en el que gana. Pero ha hecho inversiones importantísimas, y eso también se llama agregado de valor: no sólo hacer o construir una batería es agregar valor. Lo explicado precedentemente, a través de cifras multimillonarias, también es agregar valor.

Se están haciendo inversiones multimillonarias en todos los proyectos que se están construyendo, eso significa empleo registrado directo; también significa proveedores locales que se favorecen con contratos, que a su vez dan empleo registrado porque los controlan las propias mineras. Es decir, es dinero que queda en el país, que queda en nuestra propia provincia; todo esto lo tenemos que considerar como un impacto tremendamente positivo de la verdadera industria del litio.

Adicionalmente, algo que se ha planteado en esta Mesa, es la existencia de ganancias extraordinarias. Uno puede considerar que se generan ganancias extraordinarias en un momento de la historia de un mercado porque han aumentado mucho los precios, pero también tenemos que saber: ¿El Estado participa cuando hay pérdidas extraordinarias?, cuando caen las ganancias. ¿También hay resortes en los que ayuda el Estado? Desde la Provincia de Salta necesitamos una mejora notable e importante en todo lo que es infraestructura y que la Provincia participe e impulse como lo ha hecho hasta este momento, en seguridad jurídica, no estar permanentemente queriendo modificar reglas de juego en función a algunas circunstancias que parecen oportunas, porque eso, lo que va a impulsar, es la falta de inversión.

Otro pedido que queremos hacer a nivel Nacional es concluir con las restricciones cambiarias. La minería solicita esto: concluir con las retenciones de exportaciones, tener una verdadera estabilidad fiscal, de momento que no puede ser que haya em-

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ADHERENTE presas que han estabilizado con ciertos impuestos y hoy le están cobrando impuestos nuevos. Es por ello que están en juicio, los van a ganar, pero lo que debemos tener es una actitud positiva hacia la minería.

Otro de los problemas concretos que tenemos es el IVA de construcción, con demoras en el reintegro, implicando pérdidas del 30% o 40% en el recupero del IVA. Por lo tanto, cuestiones como restricciones cambiarias, retenciones, verdadera estabilidad fiscal y una mayor velocidad en el reintegro del IVA de construcción, sumado a una verdadera seguridad jurídica, es lo que necesitamos a nivel Nacional para ser un país atractivo.

La minería, para tener buenas inversiones, a nivel internacional, necesita seguridad jurídica. No va a haber inversiones en Argentina si no hay plena seguridad jurídica, y esa es la razón y la respuesta que nos tenemos que dar cuando decimos que en ejercicios anteriores Chile exportó US$58.000 millones, Perú US$39.000 millones, y Argentina US$3.300 millones. Estas cifras son los datos que tenemos de las últimas exportaciones, y eso es en parte por tener plena seguridad jurídica. No debemos estar cambiando reglas de juego, esto es Seguridad Jurídica.

Fernanda Fraga

Una de las aristas en las que decanta el despliegue de la actividad minera es la infraestructura, necesaria para asegurar condiciones eficientes de operación, ¿considera que el país cuenta con una infraestructura suficiente como para soportar un posible crecimiento de la actividad en los próximos años?

La situación en el país es disímil, pero es importante destacar que, en este sentido, el rol central es de la esfera del gobierno nacional. Se observa que hay provincias que han avanzado férreamente en los últimos años, mientras que otras siguen con sus obras postergadas.

Hoy, nos encontramos en una situación en que el crecimiento de la actividad superó ampliamente al de la infraestructura necesaria, lo cual redunda en aumento de costos y riesgos que las empresas deben absorber, en el primer caso, y mitigar en el segundo.

El tema del ferrocarril es emblemático. En 2023 aún no se tomaron decisiones efectivas para revertir la política que en los años ‘90 del siglo pasado, que redujo y desmembró la red ferroviaria argentina, la más extensa de América Latina. La cordillera nos sigue separando del acceso a los puertos del Océano Pacífico, tan relevantes para nuestros minerales.

Es necesario que como nación tomemos decisiones concretas y establezcamos una política de Estado que promueva el desarrollo minero, se invierta en la infraestructura necesaria para el crecimiento económico del país y de las regiones, de la calidad de vida de las futuras generaciones y las presentes. Hay que pasar de la declaración a la acción. Hoy, las empresas se organizan para amortiguar las consecuencias del desarrollo del sector sin caminos, energía, comunicación y logística acordes. Pero con un dedo no se tapa el sol.

¿Cómo puede articularse una buena polí- tica comunitaria desde el ámbito empresarial? ¿Qué debe y qué no debe hacer una empresa para hacer sostenible su relación con el entorno?

En primer lugar, hay que tener muy claro que las comunidades son stakeholders tan importantes como los accionistas, ya que sin el visto bueno de ambos no hay mina posible. Con esa premisa clara, la presencia en sitio de forma cotidiana es la siembra para cosechar confianza, entendiendo que la integridad y la coherencia son los pilares de una relación sólida. No siempre todo va a salir bien, van a haber errores y malentendidos, pero la historia compartida amalgama la relación. Este es el proceso de la licencia social.

La sostenibilidad también está relacionada con pasar del mapa al territorio. Teniendo en claro cuáles son las áreas donde, por diferentes criterios, no debe haber intervención sobre los componentes del ambiente y, en cuales ésta es posible, así como las condiciones que determinan la decisión. Los criterios de ordenamiento territorial sirven, en este sentido, como el camino hacia la gobernanza de los recursos naturales, como horizonte a alcanzar.

La reputación y la confianza son consecuencia de la historia creada por las decisiones cotidianas de la empresa en su totalidad hacia sus distintos stakeholders.

Las estadísticas de participación femenina en minería han mejorado con el correr de los años. ¿Cómo se observa este crecimiento desde adentro? ¿Es hoy la minería una actividad que abre las puertas a que las mujeres aporten todo su potencial?

Realmente la participación femenina ha mejorado y eso es consecuencia de la acción deliberada de las empresas del sector a través de políticas de inclusión. Desde mi lugar, me siento orgullosa de ser parte de esta gran familia minera que se agranda.

Las mujeres ganamos un terreno importante como fruto de nuestro compromiso con la industria, pero somos cada vez más conscientes de que hay aún mucho trabajo por hacer. La brecha existente no es sólo de inclusión, sino que tiene componentes que se encuentran un paso más abajo. El sesgo de selección que hace que menos mujeres estudien carreras STEM que sus pares hombres, así como que elijan puestos de trabajo que puedan congeniar sin problema con las tareas de cuidado. Ahí están nuestros más grandes desafíos, que requieren trabajo mancomunado y a largo plazo.