Étnia, Identidad e Historia un regreso a nuestras raíces
Santiago Lozano Rojas Sara Espitia Téllez Diego Alejandro Páez
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Étnia, Identidad e Historia un regreso a nuestras raíces
Santiago Lozano Rojas Sara Espitia Téllez Diego Alejandro Páez Fotografía e Historia 2017-1
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INTRODUCCIÓN
La pérdida de la identidad es uno de los problemas más grandes que enfrenta la sociedad colombiana en estos momentos. Por una cantidad incontable de tiempo se ha querido forjar una, imitando las tendencias europeas, influenciados por mentalidades externas, traídas por los españoles en la época de la colonia, generando la negación de nuestro pasado indígena. Hemos perdido costumbres que nuestros antepasados atesoraban: el amor y el respeto por la naturaleza. Todo ha quedado en el olvido. Destruimos, ensuciamos e ignoramos el legado tan grande de aquellos que vivieron en estas tierras antes que nosotros. Tener la oportunidad de observar, oír y sentir un ambiente donde prevalecen algunas de estas costumbres culturales, entre ellas la religión, el idioma e incluso algunos rituales, que permiten conectarnos más a la manera tradicional de vivir, es un inicio para aprender a apreciar las cosas que consideramos más simples, que hace tanto tiempo dejaron de ser importantes para nosotros.
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Somos un país mayoritariamente católico, la religión es un pilar fundamental en esta sociedad, nos enorgullecemos de esta y la respetamos. Pero como ya se ha visto, esta es una religión prestada, impuesta por aquellos que nos sometieron a sus creencias y costumbres, destruyendo las que ya había. Al inicio del viaje, las expectativas eran altas: al fin podríamos conocer de primera mano asentamientos indígenas, ser parte de las más antiguas tradiciones guardadas por los pocos miembros restantes de una comunidad que considerábamos extinta, adentrarnos en los mitos y leyendas y apreciar los más bellos paisajes que se encuentran en Guatavita y Sesquilé. En estas mágicas tierras, es imposible no quedar hipnotizado con la belleza tan grande que desprendían estos lugares. La majestuosidad con la que nos recibió Guatavita es indescriptible, invitándonos a empezar el trayecto con la mejor energía, y haciéndonos saber que estábamos ahí para disfrutar de un viaje lleno de aprendizajes. La leyenda del dorado está presente en nuestra cultura, sin embargo, estar en el lugar donde se originó todo, ver cómo en el museo del pueblo se exalta esta historia, nos devuelve la curiosidad que sentimos al escucharla por primera vez, hace tanto tiempo, y el hecho de admirarla nos hace dar cuenta por qué los conquistadores la creyeron en un principio. A lo largo de este foto-libro, se apreciarán estas mismas sensaciones a través de las imágenes, acercándonos a la historia, creencias y al conocimiento Muisca; además de los paisajes y vistas que nos brindan estos lugares. Se podrán evidenciar tres secciones que capturan la esencia de lo
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vivido a partir de la Arquitectura, que permite comprender la manera en la que ellos determinan el inicio del mundo, con la Espiral del Origen; la Naturaleza, como ya hemos resaltado antes, tienen una conexiรณn importante con su cultura; y las Personas, quienes son los encargados de preservar las tradiciones.
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De la oscuridad a la luz
La cultura muisca representa el origen del universo a partir de una espiral, que le da inicio a la vida, creando una conexiรณn con el entorno.
Foto: Sara Espitia
Arquitectura
Simple
Refleja lo insulso de la cotidianidad de los habitantes de Sesquilé. Aunque sin lujos, viven una vida mejor que la nuestra ; su riqueza está en lo natural
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Autor: Diego Páez
Tradiciรณn
Ubicada a unos pocos pasos del inicio del recorrido para ir a la laguna de la leyenda, nos hace rememorar como aquellas personas pasaban por este sitio para coronar a su nuevo cacique.
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Autor:: Santiago Lozano
Fuente Aunque el paso del tiempo es notable, algunas tradiciones permanecen en la mente de las personas, El uso de estos elementos demuestra como parte de ese legado continĂşa viviendo incluso hoy. Foto: Sara Espitia
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Prevalencia religiosa
Con la llegada de los españoles y la evangelización, se crearon iglesias como la de Sesquilé; sin embargo, el pueblo guarda sus raíces religiosas con resguardos muiscas. (Páginas 14 y 15)
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Autor: Sara Espitia
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Viveza
Autor: Diego Páez
En una sociedad casi apagada, ya sea por la falta de interés por parte del mundo exterior, o simplemente por el paso de los años, sobresale la energía de las casas de los habitantes.
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Religión
Autor: Diego Páez
Los Muiscas tomaban muy en serio sus ritos y todo en lo que creían. Son importantísimos los esfuerzos que se hacen para no dejar morir estas tradiciones.
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La Leyenda:
La laguna de Guatavita fue una de las más sagradas de los Chibchas, ya que allí se realizaba el ritual de investidura del nuevo Zipa o Cacique; quien iba en una balsa de juncos ricamente adornada; cosa que dio inicio a la leyenda del Dorado Autor: Diego Paéz
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Naturaleza
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Calma
Nuestras raĂces estĂĄn conectadas con la naturaleza, nuestros antecesores encontraban la paz, que desembocaba en un respeto absoluto.
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Autor: Santiago Lozano
Vida
La vida se puede encontrar en incluso los más inesperados y pequeños lugares. La mosca, un insecto comúnmente no asociado con esto, poliniza la flor.
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Autor: Diego Páez
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Naturaleza Vs Urbanización
En esta época donde las tradiciones más arraigadas a nuestro pasado han desaparecido casi en su totalidad, es muy común ver como esos grandes paisajes han sufrido intervenciones del hombre.
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Autor: Santiago Lozano
Despliegue floral
Autor: Sara Espitia
La naturaleza marca fuertemente el territorio, con flores utilizadas tradicionalmente para la medicina en las comunidades.
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Paz
Autor: Diego PĂĄez
La Laguna de Guatavita es un lugar donde solo se escucha el agua pasar. Donde la naturaleza puede ser sin preocuparse de que la daĂąen
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Esplendor Natural
CombinaciĂłn de un gran panorama natural y algunos signos de urbanizaciĂłn. Sin embargo la predominancia del paisaje permite remontarnos a un pasado donde este tipo de belleza era comĂşn de ver. Autor: Santiago Lozano
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Majestuoso
Desde esta perspectiva se pueden apreciar las imponentes montaĂąas que revelan la belleza de la naturaleza.
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Autor: Diego PĂĄez
Atardecer
Para los Muiscas había un orden para todo, para entrar a algún sitio, para realizar un ritual, su concepción de vida y por ende todo lo que les rodeaba, dando como consecuencia que incluso el día más esplendido se opacara poco a poco.
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Autor: Santiago Lozano
Ventisca de paz
Para aquellos que vivieron y caminaron hace siglos por estos senderos, sentĂan que todo este maravilloso paisaje natural era un sitio de calma donde era posible encontrarse consigo mismo. Autor: Santiago Lozano
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La montaĂąa de la vida
Todo tiene un principio y un fin, para los Muiscas, es la espiral del origen; esta la podemos ver reflejada en todo. El dĂa y la noche son un ejemplo claro.
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Autor: Diego PĂĄez
Invasiรณn
Cada vez la naturaleza y los espacios respetados por el hombre se ven menos. En esta foto, se evidencia el poco respeto que se le tiene y la manera que tienen las plantas para reclamar lo que es suyo.
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Autor: Diego Pรกez
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Campo
Entre la naturaleza se asoman las casas de los campesinos que labran la tierra. Autor: Diego Pรกez
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Personas
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Raíces históricas
Las tradiciones culturales son transmitidas de generación en generación por los ancianos del territorio.
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Autor: Sara Espitia
JĂłvenes raĂces muiscas
Los jĂłvenes tienen la responsabilidad de aprender las tradiciones culturales y preservarlas.
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Autor: Sara Espitia
Conocimiento Ancestral
Los ancianos a partir de su condiciรณn como lideres muiscas, son el i}medio para transmitir la historia y tradiciones.
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Autor: Sara Espitia
CONCLUSIONES
En lenguaje nativo, “muisca” significa persona. Esta fue la enseñanza más significativa que nos llevamos de este lugar, porque esto nos representa a todos. Todos somos muiscas, sin embargo, muy pocos respetamos y entendemos lo que esto realmente simboliza. De Guatavita nos llevamos esta y muchos más aprendizajes que ayudan a encontrarnos y a vernos reflejados en una sociedad que vive de una manera tranquila, que se concentra en sacar las malas energías y en hacer una verdadera conexión con la tierra a partir de diferentes rituales realizados en su resguardo. Actualmente, la tecnología nos ha apartado de nuestro entorno, la conexión que alguna vez hubo con la naturaleza se ha perdido, y la hemos podido recuperar, así sea parcialmente, en esta salida. La ausencia de señal en las montañas más altas a las que escalamos nos hicieron apreciar el paisaje de una manera que hubiera sido imposible de otra manera. Cabe también mencionar que el ritual del que fuimos partícipes para, según ellos, poner los pies en la tierra y
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purificarnos, da una perspectiva diferente a la espiritualidad. Si se mira de una manera literal, no tendría sentido; inhalar tabaco directamente, para cualquier persona sería algo ilógico; sin embargo, desde el punto de vista muisca, la sensación de incomodidad, el repentino sentimiento de inestabilidad, es precisamente el que permite apreciar algo culturalmente rico. No obstante, lo más destacado, fue la laguna en sí. Sus colores, su leyenda, y su magnífica presencia hacen que el viaje haya completamente valido la pena. Sobre todo, para alguien que nunca ha estado ahí, conocer todo lo que alguna vez significó para tanta gente da contexto. Es increíble cómo en Colombia, un país con tanta historia, riqueza y cultura, el discurso nacionalista sea tan pobre. Nos limitamos a escoger ídolos que a la larga no pertenecen a nuestras verdaderas tradiciones, e ignoramos todo lo que nos ha llevado a lo que somos actualmente. Ojalá todos los colombianos pudieran sacar tiempo para conocer esta laguna, escuchar a los muiscas y sentirse parte de esta comunidad ya casi acabada por la misma indiferencia que trajeron consigo los colonizadores hace ya tanto tiempo.
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FotografĂa e Historia 2017-2
Autor: Santiago Lozano