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Vitiligo, la enfermedad que pocos conocen
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la enfermedad de la que pocos conocen
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Bloqueador, cremas y constantes tratamientos… así es el día a día de una persona con vitiligo
Por: Santiago EStuPiñán m.
No es común oír información de ella y mucho menos casos de personas que la padezcan. El vitíligo es una enfermedad que afecta directamente la piel; en palabras breves, y para entenderla, es la falta de pigmentos en el cuerpo, esto debido a que la melanina (pigmento de la piel) no se regenera con normalidad, causando la pérdida de color y una impresión de pequeñas manchas blancas. El impacto visual que genera en las personas que no conocen de ella es alto, debido a que es una enfermedad con síntomas muy notorios y llamativos al ojo humano; sin embargo, hay varios puntos esenciales que se deben tener en cuenta para no caer en falacias o mitos que se crean comúnmente.
Uno de los puntos más importantes a saber, es que el vitiligo no es contagioso
Uno de los puntos más importantes a saber y tener en cuenta es que esta enfermedad no es contagiosa. Un estudio realizado por la universidad autónoma de Barcelona, en cabeza del doctor Jaime Piquero Casals ha comprobado que el contacto con una persona que padezca vitiligo no genera ningún tipo de transmisión o alteraciones. Su padecimiento aún no tiene un panorama claro, sin embargo, las investigaciones afirman que se da debido a problemas del sistema inmune del organismo, aunque también diversas encuestas y estudios han mostrado que una de cada cinco personas con la enfermedad tiene un pariente que también la padece. No se ha descartado la opción de que sea una enfermedad genética que se puede heredar entre generaciones.
Al ver estas “manchas blancas”, como se le conoce, se pensaría que genera algún tipo de dolor o ardor en la piel, cosa que es totalmente falsa: si bien es una enfermedad que se debe tratar con cuidados muy estrictos, como el uso diario
de bloqueador o medicamentos en algunos casos, no genera ningún tipo de malestar y mucho menos afecta otros órganos del cuerpo. En la actualidad, con el avance de la tecnología, se han podido crear algunos tratamientos que tienen el fin de regresarle ese pigmento perdido a la piel, sin embargo, se hace más por estética que por salud, ya que una cura comprobada y eficaz, hasta el momento, no existe.
También hay diversas cremas que recomiendan los dermatólogos bajo fórmula médica para prevenir el aumento de la despigmentación. Uno de los grandes problemas del vitiligo va más allá de sus síntomas. Tratarla en un país como Colombia es complicado, pues los centros especializados únicamente están ubicados en las grandes urbes, con dermatólogos expertos, por ello quienes la padecen ven cómo uno de los problemas más grandes la falta de avances y las fallas en el sistema médico, que no se encuentra bien preparado, todo esto dicho bajo el testimonio de Tim Zúñiga, una persona que padece esta enfermedad y ha sufrido por la falta de adaptaciones en centros médicos.
Finalmente, uno de los cuidados que más recomiendan los doctores para tratar el vitiligo y evitar complicaciones más grandes a futuro es evitar en lo posible el contacto directo con los rayos del sol, y si se hace, aplicarse una buena cantidad de bloqueador solar anteriormente formulado. La sobreexposición solar puede generar un daño mayor en la piel que conllevaría a problemas más graves.
Foto tomada de Freepick
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Albinismo, discriminación y prejuicios
El color de piel es la principal causante de racismo. Los albinos, debido a su condición, sufren muy a menudo de discriminación y rechazo.
Por: DiEgo SalinaS r.
Diana Sanabria es aquella chica que se roba las miradas de todos los transeúntes al caminar por las calles, ya que resalta entre todas las pieles que hay a su alrededor. Por su condición de albina la llaman extraña, rara, cuatro ojos y demás adjetivos despectivos que lo único que hacen es fomentar el odio por medio del prejuicio. Sin embargo, para la otra mitad de los caminantes que la observan, destaca como una chica única, resplandeciente, sonriente, y para aquellos que cuentan con la suerte de relacionarse personalmente con ella, representa esa mujer a la que nunca le negarían un café.
Diana cuenta con albinismo, una anomalía genética que se caracteriza por la deficiencia de melanina en los genes, lo que conlleva a la falta de pigmentación en la piel y en los ojos (en muchos casos), afectando también la vista. Al carecer de pigmento, la hace mucho más delicada de la piel, pues no tiene ese protector natural para los rayos del sol y necesita de bloqueador y demás productos para evitar que sufra su piel.
Desde muy pequeña, cuenta Diana, ha tenido que soportar el rechazo y discriminación de las demás personas. En su infancia, durante su estancia en el colegio, pasó por etapas muy duras, pero a su vez decisivas. En prejardín y primaria, por lo general, sus compañeros le huían, era la “rarita” del salón, no le era fácil socializar con sus amigos por el mismo miedo al rechazo, en los descansos eran muy pocas las ocasiones en las que jugaba con alguien, solía caminar por pasillos de su colegio preguntándose: “¿Por qué soy diferente?”
Las ganas de sentirse incluida en los grupitos de niños la hicieron esforzarse para ser la mejor del salón y ver su nombre en el primer puesto del cuadro de honor; efectivamente, contra todo pronóstico, pues sus padres y maestros también
Una de cada 17.000 personas nacen con albinismo
Foto tomada de Freepik
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desconfiaban de sus habilidades, no obstante, terminó siendo la primera de la clase. Aunque no haya conseguido los amigos que esperaba, sí conoció, en Quinto grado, a su mejor amiga, quien la iba a apoyar y guiar durante su bachillerato y vida universitaria.
Durante su última etapa para terminar el colegio, Diana ya había pasado poco a poco por un duro proceso de aceptación personal, en el que no se consideraba extraña ni diferente, sino única. Comenzó a afrontar con gran valentía y esfuerzo su realidad, una sociedad discriminatoria que le proporcionó muchos momentos amargos durante su niñez y adolescencia, pero, al mismo tiempo, la fortaleció mental y físicamente para siempre dar lo mejor de sí misma. En su juventud y adultez, hasta ahora, ha sido partícipe de múltiples proyectos: se graduó como bióloga y microbióloga de la universidad, además de hacer su maestría. Trabajó como profesora en el Chocó, una experiencia bastante curiosa e interesante para ella, ya que la diferencia del color de piel era muy notoria. Inició con su fundación Albinos por Colombia junto a un oftalmólogo que patentó lentes de contacto para albinos, así, desde su experiencia, ha ayudado a decenas de albinos en el país. Hoy en día se encuentra en Australia realizando su doctorado, país en que, según ella, su condición pasa desapercibida.
El llamado que realiza a la sociedad es que vayamos más allá de lo visual, de lo superficial, que conozcamos a las personas antes de juzgar, y es ahí donde está la verdadera esencia del ser humano, en el corazón.
En Tanzania, los niños albinos deben estar internados en colegios especiales, ya que se tiene la creencia que son de buena suerte y son vendidos y asesinados.