Leyenda “La calle de las tres cruces.” La calle de las tres cruces. Don Diego era tutor y tío de la hermosa Beatriz Moncada, que estaba custodiada y vivía bajo el verdugo de su tío, cuentan que el tío planeaba casar a Beatriz con Don Antonio, hijo único de Diego, que era un joven calavera que derrochaba el dinero a manos llenas, cuenta la leyenda que Diego quería casar a su sobrina con su hijo para no dar cuenta con la herencia de ésta. Ya hacía varias noche que Beatriz escuchaba el sonido de un violín, noche tras noche un dulce sonido, observo una silueta en el poste de un farol que apenas y alumbraba, y quien tocaba el bello instrumento era un indígena que fue recogido y educado por los religiosos del convento de San Agustín, que fue nombrado como Gabriel García; cuando Beatriz lo escucho tocar en una reunión de aristócratas, su alma vibró al compás de aquel violín, al verla, comprendió su mirada y e también cayo enamorado de esa hermosa peregrina; al poco tiempo Diego se enteró de este suceso, y un día que Gabriel se disponía a hablar con Beatriz, Diego le interrumpió el camino en su propia casa, le dijo que se marchara o que haría que sus criados lo sacaran a palos, Gabriel le dijo que el también era un caballero y se defendería con la espada; escaso fue el tiempo que paso para que se librara una gran pelea, donde Gabriel solo rechazaba los golpes del tío, uno de los criados que observaba la batalla cuando vio que Gabriel salió vencedor debido a que Diego se lanzó sobre la espada de Gabriel hiriéndose el mismo de muerte, entonces Gabriel se inclina sobre el cuerpo de Diego, así el criado aparece de la nada, y le entierra un puñal hiriéndolo de muerte, de pronto se escucha un grito, era Beatriz, que al estar observando la ardiente batalla se desmaya debido a la muerte de sus dos seres queridos, su cuerpo rompe el vidrio de la recamara donde observaba y cae sobre el violín de su amor; nadie sabe quién ni por qué, pero a la luz del farol de la casa se pintaron tres cruces aun lado de los cuerpos; tiempo después nombraron esta calle como Las tres cruces.
Anécdota personal Corazones nobles A principio de febrero del año 2105 Salí con mis amigas a festejar el cumpleaños de una de ellas, estábamos en portales esperando a otras que faltaban cuando paso el novio de una de ellas y pues al último se fue con su novio, como a mí no me gusta cargar bolsa guarde mi cartera y mis llaves en la bolsa de mi amiga pero no me acorde de que ella las traía hasta que ya se había ido.
Al día siguiente mi amiga me platico que había perdido su bolsa y pues entre las cosas que había estaba mi cartera, le dije que no se preocupara que no hubiera problema y pues así quedaron las cosas. Después de 3 días recibí una llamada al teléfono de mi casa y era una muchacha diciéndome que ella tenía mi cartera y que quería entregármela, así que nos pusimos de acuerdo para vernos en media hora cerca de mi casa. La muchacha llego muy puntual y se acerco conmigo me dijo que no había agarrado nada que solamente había visto la credencial para ver si estaba algún numero de teléfono. Yo revise mi cartera para agarrar dinero y darle algo de recompense pero la muchacha no acepto, la verdad fue algo muy noble de su parte fue un acto que me alegro mi día y me encanta contarlo.