En 1937 se fundó el Taller de Gráfica Popular. Era un año álgido para México y el mundo se encontraba al borde de la Segunda Guerra
Mundial. La Unión Soviética cumplía sus primeros veinte años de vida y el socialismo se vislumbraba como esperanza para un mundo más justo y fraterno. En 1939, México recuperaba la riqueza del subsuelo expropiado a las compañías petroleras. Los avances de nuestra revolución entusiasmaban a los artistas del taller. Se hicieron
infinidad de carteles y conferencias en la lucha contra el fascismo, carteles que se imprimían en una modesta prensa litográfica que tenía el abolengo de haber nacido en los días de la Comuna de París (1871). El trabajo colectivo de los miembros se discutía y preparaba en reuniones semanarias, todos los viernes por la noche, con la
participación de dirigentes sindicales, escritores y amigos del taller.