Estos meses de confinamiento obligatorio, a causa de la pandemia por el COVID-19, nos han dado tiempo para pensar en aquello que dábamos por sentado. Nos obliga a reflexionar sobre la manera como nos relacionamos con la naturaleza y en los efectos de nuestras acciones. El cese de las actividades, de los desplazamientos, del movimiento, nos ha permitido un tiempo necesario para hacer consciencia sobre los años de abuso y contaminación a los que hemos sometido el planeta. Este daño también se traduce en sonido, o más bien, en las ausencias de algunos sonidos que estamos condenando a desaparecer y otros que surgen de la mano del progreso. Esta pausa, sin embargo, nos ha permitido volver a escuchar sonidos de naturaleza que persisten, a pesar de las adversidades.
En esta edición de la revista nos dedicamos a explorar el sonido como una herramienta poderosa para explorar nuestros entornos. Les invitamos a explorar las páginas de nuestra nueva edición de la revista.