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LA SECUOYA GIGANTE Sequoiadendron giganteum (Lindl.) Buchh.
Es un árbol de gran altura que puede alcanzar 100 m, aunque siempre menor que las secuoyas rojas. El sistema radical no es muy profundo, pero puede extender sus raíces hasta más allá de 30 m de la base. El tronco es recto, muy ensanchado en la base, formando lo que se conoce como tronco de forma neiloide. Tiene la corteza muy gruesa, de hasta 60 cm de espesor, esponjosa, fibrosa, desprendiéndose en placas delgadas, de color marrón rojizo y después profundamente agrietada. La copa es estrecha y piramidal, muy compacta al principio, pero con la edad se hace ovoide, obtusa y casi irregular. Las ramificaciones primarias son numerosas y están inclinadas hacia abajo y formando a veces 45° con el tronco y las inferiores descansan sobre el suelo. Las yemas son pequeñas, están desprovistas de escamas y cubiertas por las hojas. Las hojas de las ramillas largas son aleznadas, espiraladas y con la base ensanchada. Las hojas de las ramillas cortas son aleznadas y con el ápice puntiagudo, rígido y no curvado hacia la ramilla, miden de 3 a 8 mm de longitud y presentan un color verde oscuro. Las inflorescencias masculinas son ovoide-globosas, de alrededor de 6 a 8 mm de longitud, se disponen terminales y aparecen al final de las ramillas. Las femeninas son ovoides, salen en posición terminal y se disponen de forma erecta durante el primer año. Las piñas son ovoides y salen solitarias y colgantes sobre largos pedúnculos. Miden de 4 a 8 cm de longitud, tienen de 25 a 40 escamas leñosas de escudetes rugosos, con una depresión y una punta caediza en la depresión. Tienen de 3 a 9 piñones por escama, con anchas alas laterales. Las piñas tardan dos años en madurar y persisten después varios años sobre el árbol.
De forma natural ocupa un área bastante limitada en algunos valles de Sierra Nevada en el centro de California. Se conoce en alrededor de 300 poblaciones aisladas, que están protegidas. El primer europeo que recorrió la zona fue el capitán español Bruno de Heceta aunque no hizo referencia a estos árboles. Este árbol gigante lo encontró el botánico escocés David Douglas por primera vez en 1831, pero nadie le creyó. En 1853 Lobb, un hábil coleccionista inglés, constató su existencia y envió semillas a Inglaterra, donde fácilmente germinaron. Allí lo denominaron y pasó al resto de Europa. Se encuentran ejemplares de más de 3500 años de edad. Hasta que se descubrió un ejemplar de Pinus longaeva con más de 4500 años de edad, se tenía a la secuoya gigante como el árbol vivo más longevo, pero recientemente ha aparecido una conífera en Tasmania (Lagarostrobus franklinii) que se estima tiene más 5000 años.
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Porte en el Parque del Oeste
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Conos
Requiere un suelo profundo y fresco en ambiente húmedo, tolera las heladas tardías pero rehuye los lugares demasiado secos. Crece bastante rápido en su juventud, pero a partir de cierta edad se ralentiza. La madera es blanda y se hace oscura en contacto con el aire. Se ha utilizado en la construcción y para hacer chapas, aunque es de escasa calidad. Se reproduce bien por semillas, siendo preferible la estratificación previa. También se propaga por estaquillas. Al darla a conocer al mundo los botánicos ingleses la denomina-
ron Sequoia wellingtonia en honor del Duque de Wellington. Con posteridad recibió el nombre científico de Sequoiadendron que viene a significar árbol secuoya. Evidentemente giganteum alude a sus dimensiones. El nombre común es obvio. Es frecuente encontrar ejemplares de esta secuoya, que en muchos casos tienen las partes altas muy claras o con ramas secas, quizás debido a la dificultad de la savia para llegar con normalidad. Son de destacar los ejemplares del Parque del Oeste. Asimismo se puede observar en jardines privados.
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LA SECUOYA DE HOJAS CAEDIZAS Metasequoia glyptostroboides Miki ex H.H.Hu & W.C.Cheng
Es un árbol de hojas caedizas, de 30 a 50 m de altura. El tronco es recto y grueso en la base, con la corteza de color gris rojizo o anaranjado, oscura y agrietada que se desprende en tiras delgadas. La copa es cónica y estrecha de joven, después, con el transcurso de los años, se hace irregular. La ramificación es opuesta, con las ramas ascendentes. Las ramillas son verdosas de dos tipos: largas y persistentes con acículas caedizas; o cortas, dísticas y con decurtación, es decir, se desprenden las ramillas completas. Las yemas son decusadas, ovoides o elipsoides, de alrededor de 5 mm de longitud, tienen color marrón amarillento reluciente, y aparecen debajo de las ramillas. Las hojas son aciculares, aplanadas, suaves y opuestas. Miden de 8 a 20 mm de longitud por 1 a 2 mm de anchura, con el haz de color verde glauco y el envés amarillento, con dos bandas de estomas. Antes de caer adquieren una tonalidad rojiza tostada o dorada, a partir de la extremidad de las hojas. Las flores salen al principio de la primavera, cuando aparecen las hojas. Las inflorescencias masculinas son pequeñas, de 7 a 8 mm de longitud, están ramificadas y presentan tonalidad amarillenta. Las inflorescencias femeninas aparecen solitarias, son globosas y tienen tonalidad verdosa. Los conos son subglobulosos y largamente pedunculados, de 1,5 a 2,5 cm de diámetro, están formados por escamas leñosas opuestas y se desprenden después de la madurez. La maduración es anual. Cada escama ampara de 5 a 9 piñones algo aplanados, de alrededor de 5 mm de longitud, con alas desiguales y opuestas. Es una especie originaria de China que se creía desaparecida hasta bien entrado el siglo XX y sólo se conocía en estado fósil. Procede del Período Plioceno, hace 2 millones de años. En 1945 se encontraron 4 árboles
junto a un templo de Sezchuan, en el valle del río Yangtze, y el profesor Hu se dio cuenta de que se trataba de una especie vegetal muy singular e hizo una expedición a aquellos parajes. En 1948 la expedición de E. Merrill y Chaney, del Arnold Arboretum (Estados Unidos), pudo comprobar que se trataba de la misma especie de los registros fósiles, que se creía extinguida desde hacía 130 millones de años. Los habitantes del lugar ya la conocían desde hacía más de 2000 años plantadas entre los arrozales, empleaban su follaje como alimento para el ganado y aprovecha-
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Porte en primavera en el Campo del Moro
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Las conĂferas
Porte en otoĂąo en el Campo del Moro
Porte en invierno en el Parque Juan Carlos I
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Hojas
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Árboles madrileños
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Ramillas en verano
Ramillas en otoño
Salida de las hojas
Ramillas y conos
ban su madera en la construcción y para la calefacción. En su lugar de procedencia se considera árbol sagrado, por lo que se planta próximo a los templos. Desde el Arnold Arboretum se ha distribuido por todo el mundo mediante semillas traídas de Hupeh (China). Es una especie bastante rústica, aunque las heladas primaverales pueden destruir las jóvenes ramillas, que se reponen fácilmente. Requiere una exposición muy soleada, pero en las primeras edades hay que protegerla de los primeros rayos del sol. Es poco exigente en cuanto a la naturaleza del suelo, pero precisa una cierta humedad para lograr un crecimiento rápido, así como una temperatura estival suficiente, desarrollándose mejor en terrenos profundos, frescos y bien drenados. En veranos muy secos presenta un cierto letargo, que desaparece con la humedad. En Europa los primeros ejemplares se sembraron en la década de los años cuarenta del siglo XX, por lo que apenas alcanzan los 30 m
de altura. Su crecimiento es bastante rápido, de alrededor de 75 cm por año. Se ha extendido en colecciones como árbol ornamental, especialmente por el colorido otoñal de su follaje. La reproducción es fácil por semillas, después de estratificación, así como por estaquillas del año, en cama fría bajo invernadero. El nombre genérico se compone del vocablo griego meta, semejante, y del género Sequoia, por su parecido con las secuoyas. El nombre específico hace referencia a su semejanza con plantas del género Glyptostrobus, de la misma familia botánica. La denominación común hace referencia a su parecido con una secuoya caducifolia. Existen pocos ejemplares en las áreas verdes madrileñas. A veces se pueden ver en jardines particulares de algunas urbanizaciones. Son de destacar los pies que se plantaron en los jardines de la remodelación del Complejo de La Moncloa y un ejemplar en los Jardines del Campo del Moro.
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Familia Cupresáceas
EL AHUEHUETE Taxodium mucronatum Ten. Es un árbol que puede alcanzar 37 m de altura. La corteza es delgada, blanda, rugosa, escamosa y de color marrón grisáceo oscuro. Presenta un característico porte de candelabro, ramas extendidas horizontalmente y ramillas delgadas, cilíndricas y largamente colgantes. Cuando el árbol crece en zonas húmedas las raíces emiten neumatóforos que aparentemente no se perciben en lugares secos. Las yemas son pequeñas y miden alrededor de 1 mm de longitud. Las hojas son lineares, de 1 a 2 cm de longitud, se disponen en dos planos divergentes, persisten sobre el árbol dos años y se desprenden junto con las ramillas completas, en un fenómeno que se denomina decurtación. Se considera que es una especie de hojas persistentes, aunque normalmente la mayoría se caen cuando salen las nuevas en primavera. Puede perder las hojas si se presenta una gran sequía. Las flores masculinas son ovoides, se disponen en racimos colgantes y desprenden el polen en febrero. Las flores femeninas aparecen solitarias dispuestas lateralmente. Florecen de marzo a abril. Los conos son leñosos, subglobulosos, de 12 a 15 mm de longitud y se componen de hasta 20 escamas espiraladas provistas de un pequeño mucrón caedizo. Maduran en octubre y se desprenden íntegros. Las semillas son angulosas, tienen color castaño y aparecen 2 por escama. Es originario de Méjico. En Santa María de Tule, a 12 km de Oaxaca, se encuentra un ejemplar que mide 41 m de altura, 14,36 m de diámetro y 36 m de perímetro y se tiene por uno de los árboles de mayor grosor del mundo, con una edad aproximada de 2000 años. En el parque de Chapultepec, en la ciu-
dad de Méjico, se encuentra el conocido árbol de Montezuma, un ejemplar que se estima tiene 700 años, con una altura de 52 m. Algunas civilizaciones mejicanas le consideraban árbol sagrado. Los aztecas empleaban su resina para la curación de heridas. Cerca de Coloni Popotla existía, hasta hace poco tiempo, el famoso Árbol de la noche triste, con más 600 años de edad. El 1 de julio de 1520 el conquistador español Hernán Cortés lloró y contempló bajo su sombra el paso de sus tropas durante la retirada de la Ciudad de Méjico, tras la sublevación azteca que ocasionó numerosas bajas a sus soldados. Parece que llegó por primera vez a España a través de los muelles de Triana en la Casa de la Contratación de Sevilla a principios del siglo XVII, procedente de Veracruz. Vive bien en cualquier tipo de suelo, con humedad suficiente y siempre bien drenado, siendo tolerante con la sequía. Requiere exposición soleada, no soporta los vientos y
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Porte en verano
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Árboles madrileños
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Ramillas
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tolera la contaminación ambiental. Es sensible a las bajas temperaturas. Tiene un crecimiento más rápido que el ciprés calvo y puede sobrepasar los 2000 años de edad. La madera es duradera, siendo utilizada en la fabricación de muebles y en la construcción en general. Se emplea como árbol ornamental y tiene utilizaciones medicinales. Se reproduce por semillas, que germinan prontamente cuando la humedad es la suficiente. También se puede multiplicar por esqueje e injerto. Tiene un transplante difícil, que debe realizarse en invierno. Taxodium proviene de nombre genérico Taxus y del sufijo griego eidos, semejante, por el parecido de sus hojas con las del tejo. Mucronatum procede del vocablo latino mucronatus, que tiene una pequeña punta, haciendo referencia al mucrón caedizo que presentan las escamas del cono. El nombre común procede de náhuhatl atl, agua y huehue, viejo, con el significado del viejo del agua, porque abunda a lo largo de los ríos.
En Madrid únicamente se encuentra el magnífico ejemplar del Parterre del Parque del Retiro, que fue construido por Le Cotte, jardinero de Luis XIV de Francia. Tiene una altura de 25 m y una circunferencia en la base de 6,40 m. Se dice que su plantación data de 1632, época en que se construyó la entrada a la calle Alfonso XII, denominada puerta de Felipe IV. Cuentan que en la Guerra de la Independencia las tropas francesas que acampaban en el Parque instalaron una pieza de artillería en su horcadura, siendo quizá este el motivo por el que se respetó el árbol, cuando la mayor parte del arbolado fue talado por los franceses. Este árbol se puede considerar como el más notable de Madrid y la Comunidad de Madrid declaró su protección mediante un Decreto del año 1992, concediéndole la categoría de Árbol Singular. Existen unos buenos ejemplares en los Jardines del Príncipe, en Aranjuez, cuyas semillas fueron enviadas por el obispo de Oaxaca en el siglo XVIII.
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Familia Cupresáceas
EL CIPRÉS CALVO Taxodium distichum (L.) Rich. Es un árbol caducifolio que puede alcanzar de 30 a 45 m de altura, tiene tronco recto, con la corteza gruesa y fibrosa o escamosa, que se desprende en delgados filamentos de color pardo rojizo. La copa es piramidal en los ejemplares jóvenes, pero con la edad se extiende o redondea. La base del tronco está notablemente ensanchada con contrafuerte. A su alrededor aparecen unas protuberancias leñosas denominadas neumatóforos, huecas en su interior, que pueden alcanzar hasta 1 m de longitud. Son unas prolongaciones de las raíces que le sirven para respirar en los lugares encharcados, donde suele vivir y el oxígeno es escaso. Aparecen entre los 20 y 30 años. En los suelos secos no es habitual que emitan neumatóforos. La ramificación es más o menos horizontal, alterna y espiralada, con ramillas finas, estriadas, verdes al principio y después de color marrón rojizo. Las ramas y ramillas son numerosas, al principio se disponen desde bastante abajo y después se sitúan en el tercio superior. Las yemas son muy pequeñas, de alrededor de 1 mm de diámetro, presenta color marrón y están formadas por escamas apiculadas e imbricadas. Las hojas son aciculares y aplanadas y se disponen en 2 filas. Miden de 6 a 17 mm de longitud por apenas 1 mm de anchura, son suaves, de color verde amarillento claro y adquieren una tonalidad pardo-rojiza todos los años antes de caerse. Se desprenden las ramillas completas (decurtación). El envés de la hoja tiene dos rayas de color gris que forman un dibujo semejante a una raspa de pescado. Las yemas empiezan a dejar asomar las hojas a finales del mes de febrero. Las flores son de color amarillo claro. Las masculinas se disponen en largos racimos colgantes, de 10 a 12 cm de longitud y flore-
cen de marzo a abril. Las femeninas son globosas, aparecen aisladas y se disponen al final de las ramillas. Las piñas son subglobulosas y leñosas, de 2,5 a 3 cm de diámetro, tienen un corto pedúnculo y están formadas por pocas escamas gruesas, de caras rugosas y en forma de clavos. Maduran en el primer año. Los piñones son pequeños, de alrededor de 6 mm de longitud, son triangulares y están dispuestas por parejas en cada escama. Es originario de los terrenos pantanosos del sureste de Estados Unidos, que pueden estar inundados por espacio de varios meses o de forma permanente. Debido a esta circunstancia también se le denomina ciprés de los pantanos. En Europa se encontraba una especie semejante durante el periodo Mioceno, hace 5 millones de años, que ha aparecido de forma fosilizada. Se introdujo en
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Porte en primavera en el Parque del Retiro
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Las conĂferas
Porte en verano en el Parque del Retiro
Porte en otoĂąo en el Parque del Retiro
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Base del tronco en el Parque del Retiro
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Ramilla
Ramas y ramillas
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Ramillas y conos en otoĂąo
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Las coníferas
Tronco
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Europa en 1640 por el naturalista inglés John Tradescant (1608-1662), quien fundó el primer museo científico en Inglaterra. Este árbol precisa situarse a pleno sol y se desarrolla mejor en terrenos ácidos. Aunque vive en terrenos encharcados, puede tolerar suelos relativamente secos, con tal que las raíces tengan agua permanente. Resiste fríos y vientos fuertes. Tiene crecimiento lento y puede vivir de 5 a 6 siglos, aunque excepcionalmente existen ejemplares que se remontan a 3000 años. La madera es de excelente calidad, pero bastante blanda, fácil de trabajar, duradera y resistente a las enfermedades criptogámicas. Tiene color rojo oscuro. Es empleada para construcciones a la intemperie, cubas y depósitos de agua. Ha sufrido el vandalismo de personas que cortan los neumatóforos como recuerdo, lo que ha hecho que se protejan los lugares donde vive el árbol. Se cultiva como árbol ornamental, por la singularidad que supone poder vivir en zonas encharcadas, asomando las raíces por encima de la superficie del agua y por el atrac-
tivo colorido rojizo tostado que adquiere su follaje en otoño, antes de caer. Se reproduce por semillas que deben mantenerse en sus piñas hasta marzo o abril, para después sumergirlas en agua durante 15 días antes de sembrarlas, ya que poseen una gruesa cubierta resinosa. Las variedades se multiplican por estaquilla o injerto. Es de difícil transplante, siendo preferible hacerlo en contenedor. El nombre genérico alude a su parecido con el tejo y el específico procede del vocablo griego distichos, dispuesto en dos filas, haciendo referencia a la situación de las hojas en las ramillas. El nombre común alude a su parecido con un ciprés que desprendiera sus hojas. Son de destacar los magníficos ejemplares situados en el lago del Palacio de Cristal del Parque del Retiro, donde pueden apreciarse los neumatóforos cuando baja el nivel de las aguas. En los últimos años se ha plantado en diversas zonas ajardinadas privadas, como en las áreas verdes que se encuentran en el Paseo de la Castellana, esquina a la calle García de Paredes.
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Familia Cupresáceas
EL CEDRO DEL JAPÓN Cryptomeria japonica (L. f.) D.Don
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Es un árbol majestuoso de gran talla, siendo la conífera japonesa que alcanza mayores dimensiones, ya que puede llegar a superar los 60 m de altura en su área de procedencia. El tronco es recto, la corteza gruesa, blanda y fibrosa, de color pardo rojizo, con grietas longitudinales y tiras que se desprenden. La copa es densa, con porte estrechamente cónico, columnar con la edad. Con el paso del tiempo la parte alta se aclara y las ramas quedan desprovistas de hojas. Las ramas son patentes o erecto-patentes, se disponen verticiladas y las ramillas son finas, al principio verdosas y después de color marrón rojizo. Se caen con las hojas. Las yemas son diminutas, no tienen escamas y están ocultas por las hojas. Las hojas son aleznadas, de sección cuadrangular en la base, son flexibles y ligeramente curvadas, rodeando a la ramilla de forma espiralada; tienen estomas en todas las caras. Al principio miden de 6 a 8 mm de longitud, después de 12 a 25 mm por alrededor de 1,5 mm de grosor, con color verde claro. Persisten 4 o 5 años y se desprenden junto con las ramillas. Las flores masculinas son ovoides, de unos 3 mm de longitud y forman racimos axilares de alrededor de 1 cm de longitud, que se disponen al final de las ramillas. Tienen color marrón amarillento en invierno y desprenden el polen en febrero. Las flores femeninas son terminales, salen sobre ramillas más cortas y aparecen en árboles de 5 años, siendo abundantes en árboles de edad. Presentan color rosa verdoso y se disponen opuestas a las yemas. Son árboles monoicos. Las piñas son solitarias, globosas, pedunculadas y muy abundantes. Miden de 2 a 3 cm de diámetro y están formadas por una
treintena de escamas leñosas, que presentan puntas mucronadas en el dorso y el ápice y tienen color verde, que pasa a marrón en la madurez. Maduran en un año y permanecen leñosos y de color marrón oscuro durante un cierto tiempo sobre el árbol. Por cada escama tienen de 3 a 5 piñones de color marrón oscuro, que miden de 4 a 8 mm de longitud. Son oblongo-triangulares, ligeramente comprimidas y tienen alas estrechas. Esta especie habita en el centro del Japón y también es abundante en el sur de China. Los japoneses denominan a este árbol sugi. Se descubrió en Japón por Kaempfer en 1692 y en China por Cunningham en 1701. Los
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Hojas
Ramillas
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Ramillas y flores masculinas
Flores masculinas
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Las conĂferas
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Conos
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Conos maduros
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Árboles madrileños
Ramillas y flores femeninas
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japoneses lo plantaban alrededor de sus templos y como árbol de alineación. En 1825 ya se tenían noticias de la importancia de este árbol en las Indias Orientales, por lo que se tuvo interés en introducirlo en Europa. No fue posible hasta 1842, cuando el infatigable viajero Robert Fortune envió semillas recogidas por él en las provincias del norte de China. Los poetas japoneses le denominan el héroe de los bosques porque se dice que no cesa de luchar contra las tempestades y por ocupar un lugar preponderante en el País del Sol Naciente. Prefiere terrenos fértiles, profundos y frescos. Soporta bien la sombra y precisa clima dulce, húmedo y protegido de los vientos. Tiene crecimiento relativamente rápido pudiendo desarrollar ramillas de más de 1 m de longitud al año, siempre que el ambiente sea húmedo, decreciendo en climas secos y calurosos. Parece que algunos ejemplares pueden superar los 1000 años de edad.
Cono
La madera es blanquecina, resistente y ligera, tiene gran importancia forestal y es utilizada en la construcción de casas, puentes, barcos y carpintería en general. Produce una resina traslúcida de color marrón rojizo, muy aromática, de la que se obtiene un incienso utilizado por los monjes budistas. Se utiliza ampliamente como ornamental, existiendo diversos cultivares de jardinería. Se multiplica por estaquillas, esquejes y semillas que germinan bien sin necesidad de tratamiento previo. Se deben sembrar de marzo a abril. El nombre del género procede de los vocablos griegos kryptos, oculto, y meros, parte, de origen poco claro, puede que se refiera al hecho de que los conos parece que esconden parte del pedúnculo. Los viveristas le suelen denominar cedro del Japón. Se conocen varios ejemplares en la Ciudad Universitaria próximos a la Facultad de Filosofía y Letras B y un pie en el Parque del Retiro cerca del Palacio de Cristal.
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Familia Cupresáceas
LOS CIPRESES Y OTROS ÁRBOLES CUPRESÁCEOS
Ciprés común Parque del Retiro
Ciprés de Lawson Facultad de Filosofía y Letras
En general estas coníferas tienen una característica silueta piramidal o cónica, aun-
Ciprés de Arizona Facultad de Derecho
que algunas de ellas pueden ensanchar su copa.
Portes
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Ciprés común
Ciprés de Lawson
Ciprés de Arizona
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Árboles madrileños
Los verdaderos cipreses son las especies encuadradas dentro del género Cupressus. No obstante, de forma popular se denominan cipreses a aquellos árboles que tienen sus hojas en forma de escama, las ramillas más o menos cilíndricas y el follaje siempre verde. Todos ellos pertenecen a la familia Cupre-
sáceas. Por otra parte existe una serie de árboles de la misma familia, que tienen también las hojas escamiformes, pero en cambio las ramillas son de sección aplanada. Aunque las hojas en su mayoría están formadas por escamas pueden aparecer hojas aciculares especialmente en las primeras edades.
Ramillas
Biota
Sabina de Virginia
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Libocedro
Ciprés de Lawson
Ciprés de Cartagena
La característica de los cipreses es su follaje, sus pequeñas hojas en forma de escama, apretadas contra las ramillas sobre las que se insertan y bordean. De la mayor parte de los nuevos brotes únicamente se observa el verde de las hojas, que oculta completamente a la ramilla. Los árboles de esta familia son muy diferentes a otros, ya que no tienen la apariencia de crecer. No se pueden observar las ramillas que llevan las hojas, ni se ven las yemas. Sin ramillas y sin yemas presentan una uniformi-
Ciprés común
Tuya
dad muy singular, lo que les hace ser muy distinguibles de otras familias. En lugar de preparar sus yemas en el transcurso del verano para desarrollarse al año siguiente y protegerse con escamas durante el invierno, los cipreses solamente detienen su crecimiento durante la época invernal, para reanudarlo a partir de la primavera. Una escama se abre en su parte superior, se separa y de allí emergen nuevas escamas, que conforman una nueva ramilla. De esta manera tan singular y sencilla es como una
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Las coníferas
ramilla se forma y se da a conocer. Las escamas crecen unas sobre otras, ramificándose a medida que se desarrollan. Los cipreses por consiguiente, son árboles cuyas ramillas y la mayor parte de las ramas se dirigen en todas direcciones. Los árboles que también se incluyen como cipreses sin formar parte del género
botánico Cupressus son Chamaecyparis, Calocedrus, Thuja, Biota y Tetraclinis, algunos denominados falsos cipreses. También hay un grupo de árboles semejantes a los verdaderos cipreses que se denominan sabinas y que pertenecen al género botánico Juniperus. Sus semillas se encuentran dispuestas en conos de forma redondeada, generalmen-
Conos
Ciprés común
Ciprés Lawson
Libocedro
te leñosos denominados gálbulos, o a veces carnosos que responden al nombre de arcéstida. Las flores, que son unisexuales, se agrupan por separado en unos glomérulos situados al final de las ramillas, siendo más globosas las femeninas. Son poco llamativas, sin embargo en la época de la floración destacan las tonalidades más o menos amarillentas por su abundancia, especialmente de las inflorescencias masculinas. En general son especies más heliófilas, termófilas y xerófilas que otras coníferas. Son árboles resinosos, muy utilizados
Ciprés Cartagena
Tuya
Biota
desde tiempos antiguos por su valor ornamental. Pueden alcanzar gran longevidad, sobre todo en lugares cálidos y secos. Se multiplican por semillas, por estaquillas y las variedades por injerto. Los cipreses están asociados de forma invariable a los cementerios y es muy probable que esta vinculación se deba a los antiguos persas, que veneraban al verdadero ciprés, precisamente por vencer a la muerte, en el sentido de vivir largo tiempo. La denominación científica Cupressus parece que se deriva de la palabra griega kyparissos, que significa ciprés. 175
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El CIPRÉS DE ARIZONA
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Con este nombre se conocen 2 cipreses semejantes, que prácticamente sólo se diferencian por su corteza. Corresponden a especies diferentes, aunque algunos autores consideran que una es variedad de la otra: Cupressus arizonica Greene y Cupressus glabra Sudw. La primera tiene porte piramidal, con ramificaciones horizontales, una corteza
fibrosa y fisurada, con grietas estrechas, más o menos verticales y de color pardo grisáceo oscuro, y follaje verde glauco o grisáceo. La segunda tiene ramificaciones ascendentes, una corteza que se desprende en placas grisáceas, dejando al descubierto una superficie lisa de color pardo rojizo o verdoso y follaje muy glauco. Los demás caracteres son muy parecidos.
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Las conĂferas
Cupressus arizonica
Tronco
Porte en el Parque del Oeste
Ramillas
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Amentos masculinos
Cono
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Ă rboles madrileĂąos
Cupressus glabra
Tronco
Flores masculinas
Porte en la calle Monforte de Lemos
Conos
Conos
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Las coníferas
Estos árboles pueden alcanzar 20 m de altura, con la copa densa cuando son jóvenes, para después aclararse. Las ramillas son de color marrón oscuro y marrón rojizo. Las hojas, escamiformes, tienen ápice agudo y saliente, están aplicadas sobre la ramilla, presentan un color verde grisáceo o azulado, con glándulas de resina y desprenden un fuerte aroma cuando se frotan. Las inflorescencias masculinas se disponen en posición terminal, son de color amarillento y están formadas por 12 a 20 escamas. Suelen madurar a finales de invierno o principios de primavera. Las inflorescencias femeninas son terminales, aparecen sobre ramillas cortas y tienen color verde en la floración. Las piñas son globosas u oblongas, de 2,5 a 3 cm de diámetro, están formadas por 6 a 10 escamas peltadas con ombligos poco marcados y se disponen sobre un pedúnculo robusto. Son más o menos azuladas y de color verde grisáceo cuando maduran. Contienen numerosas semillas que miden de 4 a 5 mm de longitud, con ala ancha, pudiendo tener hasta 120 por piña. Un kilo puede contener alrededor de 160.000 semillas. La maduración es bienal. Las piñas suelen aparecer en grupos y permanecer cerradas sobre el árbol durante un cierto tiempo. Este árbol es espontáneo en las regiones montañosas secas de Arizona, Nuevo Méjico, Texas y norte de Méjico. La especie más extendida, Cupressus glabra, se conoce vulgarmente como arizónica o ciprés arizónica y se encuentra en el centro de Arizona, donde se descubrió en 1907.
En cambio la otra especie, Cupressus arizonica, se descubrió antes, se introdujo en Europa hasta 1882 y se ha difundido menos. Estos cipreses son muy rústicos, muy resistentes tanto a las condiciones del suelo como a la sequía, perjudicándoles la humedad excesiva. Tienen crecimiento rápido. Pueden alcanzar los 2 siglos de edad, aunque es aconsejable sustituirlos antes de cumplir 100 años. Tienen el inconveniente de que su abundante polen tiene efectos alérgicos. La madera es blanda y ligera, tiene poco valor, siendo duradera en contacto con el suelo. Ha sido empleada localmente en construcción y para preparar postes y cercas. Se reproduce bien por semillas. El nombre específico arizonica hace referencia a su origen geográfico y glabra procede del latino glaber, sin pelo, refiriéndose a la corteza lisa. Vulgarmente se les conoce como cipreses de Arizona o, con más frecuencia, la especie glabra como arizónica. La especie más conocida es el Cupressus glabra, que se ha usado profusamente en las áreas verdes madrileñas, por lo que es fácil observarla. También se ha utilizado mucho para formar setos y barreras. Se ha acudido a él por su facilidad de cultivo, pero conviene recordar que con el tiempo se aclara en exceso su follaje lo que hace que pierda valores ornamentales. El Cupressus arizonica es difícil de observar en Madrid, se conocen unos ejemplares en el Parque del Oeste, cerca de los Jardines del Templo de Debod. 179
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EL CIPRÉS DE MONTERREY Cupressus macrocarpa Hartw. ex Gord.
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Este árbol puede medir unos 25 a 30 m de altura en su lugar de origen, pero fuera de su país puede alcanzar los 37 m. El sistema radical es potente. Tiene corteza delgada muy agrietada con placas de color pardo grisáceo que se desprende en fibras longitudinales. El tronco es grueso, está ensanchado en la base y, a veces, dividido en dos a partir de cierta altura. La copa es piramidal, abierta, muy ramosa y densa. La ramificación es ascendente, formando un ángulo de 45° con el tronco. Las ramas son largas, rugosas y de color marrón purpúreo, y las ramillas son bastante gruesas, cilíndricas o subtetrágonas y del mismo color, aunque algo más claro. Las hojas son escamiformes, bastante gruesas, de ápice obtuso no punzante y color verde oscuro. En las ramillas jóvenes suelen aparecer hojas aciculares de primera edad durante bastante tiempo. Al frotar las hojas desprenden olor a limón o mandarina. Las flores masculinas son amarillas y las femeninas verdosas, agrupándose en inflorescencias pequeñas sobre el ápice de los brotes, desde la primavera hasta principios de verano. Las piñas son globosas, de 25 a 35 mm de diámetro, presentan color marrón rojizo y grisáceo a la madurez y están formadas por 8 a 12 escamas provistas de salientes cortos y obtusos. Pueden permanecer cerrados en el árbol durante varios años, abriéndose con fuertes calores o si ocurre algún incendio. Contienen numerosas semillas, hasta 20 por escama, de 5 a 6 mm de longitud, con alas estrechas y diminutas ampollas de resina. Un kilo puede contener alrededor de 140.000 semillas. La maduración es bienal. El área natural está reducida a localidades de la bahía de Monterrey en California.
Fue descubierto por Lambert en 1838, quien envió semillas en 1839 a Gran Bretaña, desde donde se introdujo al resto de Europa. Se dice que fue introducido por primera vez en España por Carlos Adán de Yarza en Lequeitio (Guipúzcoa), a mediados del siglo XIX. Existen unos ejemplares de enorme tamaño en los aledaños del Convento de San Francisco en la localidad de Louro (Parroquia de Muros en La Coruña), lo que hace suponer que también los franciscanos introdujeron esta especie. No tolera grandes fríos, pues las heladas invernales le perjudican grandemente. Vive en cualquier tipo de suelo y aunque prefiere la humedad, soporta cierta sequía. Se desarrolla muy bien en las proximidades de los litorales, ya que es capaz de soportar vientos marinos. Tiene crecimiento muy rápido, de
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Las conĂferas
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Porte en los jardines del Museo de Arte ContemporĂĄneo
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Ă rboles madrileĂąos
Porte en el Museo de Ciencias Naturales
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Porte forma dorada en la calle VĂctor de la Serna
Tronco
Ramillas de la forma dorada
Ramillas con amentos masculinos
Ramillas
Cono
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Las coníferas
Ramillas con cono
más de 1 m por año en condiciones favorables. Generalmente puede alcanzar los 200 años de edad. La madera es pesada, fuerte, dura, duradera y aromática, pero con poco aprovechamiento comercial. Es muy empleado como árbol ornamental, para formar setos y barreras cortavientos y presenta diversas variedades de jardinería. Se multiplica por semillas, injertos y estaquillas. El nombre específico macrocarpa, proviene de la unión de macrós, grande, y karpós
fruto. Alude a que entre los cipreses americanos es el que tiene cono de mayor tamaño, pues el género tiene especies de conos más grandes fuera de América. El nombre común hace referencia a su lugar de origen. Es frecuente encontrar ejemplares de medianas dimensiones o en forma de seto en las áreas verdes. También se puede observar con frecuencia la forma de ramillas amarillas, denominada Cupressus macrocarpa lambertiana aurea o ciprés lambertiana. 183
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El CIPRÉS COMÚN Cupressus sempervirens L.
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Este árbol puede alcanzar 30 m de altura o algo más, con porte columnar o extendido. El sistema radical es muy ramificado y superficial. El tronco es recto bastante cilíndrico. Tiene una corteza delgada que no se exfolia, con largas fisuras longitudinales y color pardo grisáceo. La copa es bastante densa y tiene color verde oscuro negruzco. Las ramas son cortas, gruesas y horizontales y las ramillas son finas, cilíndricas o más o menos subtetrágonas, de alrededor de 1 mm de grosor, color verde oscuro mate y dispuestas alrededor de las ramas. Presenta dos variedades, la de porte columnar, que es la más frecuente, conocida como pyramidalis, con ramas más o menos erectas; y la de porte extendido y abierto, conocida como horizontalis, con ramas más o menos horizontales. Las hojas son escamiformes, delgadas, aplanadas, con punta obtusa, imbricadas, presentan color verde oscuro mate y carecen de glándulas resiníferas. Al frotarlas despiden un olor a resina. Las flores se disponen al final de ramillas cortas; las masculinas son de color pardo amarillento y las femeninas verdosas, solitarias o en pequeños grupos. Salen en primavera. Las piñas son ovoide-esféricas, de 20 a 35 mm de diámetro, aparecen con color verde, pero pasan al gris marrón reluciente en la madurez y están formadas por 8 a 14 escamas ligeramente mucronadas en el medio. Contienen de 8 a 20 piñones, que miden de 3 a 6 mm de longitud y tienen un ala estrecha. Pueden mantenerse cerradas sobre el árbol varios años. Un kilo puede contener alrededor de 120.000 semillas. La maduración es bienal. Su área de distribución natural no está bien determinada, ya que fue muy cultivado desde la antigüedad. Se le supone originario del Mediterráneo oriental: Persia y Asia Menor.
Es un árbol rodeado de múltiples leyendas. Simboliza la unión entre el cielo y la tierra por su porte columnar y elevado y desde siempre se ha considerado como símbolo funerario, con varios orígenes. Se dice que sus elevados portes verde-sombríos permanecen siempre verdes, siempre vivos y por ello las almas de los muertos pueden elevarse al cielo. También se indicaba que el ciprés estaba consagrado al Dios de los Muertos, porque no emite jamás brotes cuando se corta el tallo. Es uno de los árboles más mencionados en la Biblia donde se cita el Arca de Noé construida de la madera de este ciprés. También la Mitología griega lo cita con frecuencia, así la ninfa Calipso cantaba e hilaba con su rueca de oro en medio de un bosque de cipreses poblado de pájaros, reteniendo a Ulises. Los fenicios, los egipcios y después
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Las conĂferas
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Sacramental de Sta. MarĂa Porte piramidal
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Parque del Retiro. Formas enanas
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Porte horizontal en el Parque del Oeste
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Las coníferas
Flores masculinas
Conos
Flor femenina
los griegos y los romanos, utilizaron con frecuencia el ciprés para sus construcciones, muy especialmente para sus barcos. Con cipreses de Chipre y Fenicia estuvo hecha la flota del Eúfrates de Alejandro Magno. Vive en cualquier tipo de terrenos, con tal que no se encharquen. Es una especie muy tolerante a los fríos, los calores y la sequía. Tiene crecimiento rápido al principio, para después hacerse lento. Es un árbol de gran longevidad, se citan ejemplares de 2.000 años de edad. La madera es homogénea, compacta, duradera, aromática, imputrescible y soporta muy bien la humedad. Tiene múltiples aplicaciones, en construcción, carpintería, ebanistería, fabricación naval, tornería, esculturas, etc. Posee una gran durabilidad, como lo prueban la buena conservación de las puertas de la Basílica de San Pedro en Roma. Basado en la
incombustibilidad de su madera, diversos pueblos antiguos hicieron uso de ella para construir arcas funerarias. El aceite que se extrae de su madera se emplea en perfumería y antiguamente en aplicaciones terapéuticas. Como ornamental está extendida la forma columnar. Se reproduce por semillas. Tiene un transplante difícil, siendo aconsejable hacerlo preparando un buen cepellón. La denominación específica sempervirens hace referencia a ser una especie de follaje persistente. Es el ciprés más común y más conocido. En las áreas verdes madrileñas es un ciprés que se observa con relativa frecuencia, algunos de grandes dimensiones. Por supuesto los de mayor tamaño se ven en las Necrópolis antiguas. En el Parque del Retiro aparecen unos ejemplares recortados de pequeña talla y copa redondeada.
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El CIPRÉS FÚNEBRE Cupressus funebris Endl.
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Este ciprés puede alcanzar hasta 25 m de altura en su lugar de origen, pero en nuestras áreas no sobrepasa los 12 m. Tiene la corteza suave, poco gruesa, con grietas longitudinales y color grisáceo. Forma una copa amplia y clara con las ramas gruesas colgantes y las ramillas finas, irregulares y aplanadas, que le dan un porte llorón. Las hojas son escamiformes, tienen ápice libre y puntiagudo, de color verde azulado, están imbricadas en 4 filas y miden de 2 a 3 mm de longitud, muy apretadas a las ramillas. Las hojas de juventud son de color verde azulado y las adultas presentan color verde grisáceo. Las inflorescencias masculinas son amarillentas y se disponen al final de las ramillas jóvenes. Las femeninas presentan un color marrón verdoso. Las piñas son globosas, de 8 a 12 mm de diámetro y están formadas por 6 a 8 escamas peltadas, con ombligo deprimido y un mucrón curvado. Tienen color verde pasando a marrón oscuro en la madurez, que es bienal. Cada escama cubre de 3 a 5 semillas, con ala estrecha, de color castaño oscuro y alrededor de 3 mm de diámetro. Es especie originaria del sur y centro de China y de Vietnam, donde se planta frecuentemente en los cementerios y monasterios. Fue introducida en Inglaterra por Robert Fortune en 1848. Se cita un ejemplar que en la Lombardía italiana alcanzaba 34 m de altura y 119 cm de diámetro la base. Cerca del Templo del Dragón Negro, en el Yunnam chino, está plantado un viejo ciprés fúnebre que se dice tiene 800 años de edad. Crece bien en terrenos arcilloso-arenosos, pero no soporta la cal. Rehuye la sequía, no aguanta grandes fríos y es poco resistente a las heladas tardías. Se ha empleado como
árbol ornamental por su porte con ramillas largamente colgantes, por lo que también se le denomina ciprés llorón. La madera es dura, ligera, duradera y de interés en China, donde se emplea en carpintería, construcción de edificios y elaboración de aperos de labranza. Presenta un alto valor ornamental. El nombre específico hace alusión a su aplicación como árbol de adorno en los cementerios de su lugar de procedencia. La denominación común se deriva de la científica. Existe un buen ejemplar en los jardines de la antigua Casa de Fieras del Parque del Retiro. También se encontraban otros ejemplares en las zonas verdes del paseo de la Virgen del Puerto.
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Porte en el Parque del Retiro
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Ramillas
Ramillas y flores masculinas
Ramillas y conos
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El CIPRÉS DE PORTUGAL Cupressus lusitanica Mill.
Este ciprés puede alcanzar 30 m de altura, con porte cónico, más o menos ensanchado según las condiciones de crecimiento. La corteza es gruesa, fibrosa, se hiende longitudinalmente y tiene color pardo rojizo que pasa a pardo grisáceo. La copa es globosa, algo apuntada al principio. Las ramas se disponen extendidas o ascendentes y las ramillas son cilíndricas o tetrágonas, miden de 1 a 1,5 mm de grosor y se sitúan más o menos colgantes. Las hojas son escamas verde-azuladas y están dispuestas en 4 filas. Son agudas, con una punta deprimida separada en el ápice y con una glándula resinífera poco visible. Las flores masculinas son de color pardo amarillo y las femeninas de color azulado, se disponen en inflorescencias pequeñas y aparecen sobre el ápice de los brotes a principios de primavera. Las piñas son globosas, de 1 a 1,5 cm de diámetro y están formadas por 6 a 10 escamas que tienen un ombligo saliente y un mucrón destacado. Son de color azul en el primer año y están cubiertas de pruina, después se tornan grisáceas. Mantienen de 6 a 8 piñones por escama, de alrededor de 4 mm de longitud, alados y con vesículas de resina. Un kilo puede contener alrededor de 160.000 semillas. Al principio son verdosas y con la madurez adquieren tonalidad marrón. La maduración es bienal. Es un ciprés originario de Méjico, Guatemala y Costa Rica. Fue introducido en Europa en el siglo XVII por los monjes españoles, que lo plantaron en Buçaco (Portugal), donde se encuentra un buen Jardín Botánico. Vive en cualquier tipo de suelo, prefiriendo terrenos sueltos y húmedos. Tolera fríos no muy intensos y calores estivales. Tiene crecimiento medio y puede superar los 2 siglos de edad. La madera es muy aromática y duradera, siendo muy utilizada en sus lugares de origen. Su nombre específico hace referencia a haberse difundido a través de Portugal.
191 Curiosamente este árbol se dio a conocer en Portugal, en los jardines de un Monasterio de Buçaco, cerca de Coimbra, de ahí su nombre popular. Los portugueses también lo naturalizaron en sus antiguas posesiones de Goa en la India. Por eso se le conoce además como Cedro de Buçaco y Cedro de Goa. Se conoce un ejemplar de buenas dimensiones cerca del acceso principal del parque de la Fuente del Berro, muy próximo a la entrada de la calle Enrique Almonte.
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Porte en el Parque de la Fuente del Berro
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Las conĂferas
Ramillas con cono
Tronco
Ramillas y flores masculinas
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Ramillas y conos
Conos
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El CIPRÉS DE CARTAGENA Tetraclinis articulata (Vahl.) Mast.
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Este árbol a veces puede superar los 15 m de altura, si bien en muchos casos no pasa de ser un arbusto o mata. El sistema radical es muy ramificado y potente. Tiene un tronco recto de corteza pardo-grisácea y copa clara que deja pasar la luz a su través, adquiriendo formas diversas, desde ovales a redondeadas. Las ramas son delgadas, curvadas hacia arriba como un candelabro y las ramillas salen en todas direcciones, son verdosas, delgadas, flexibles, aplanadas y aparentemente articuladas, por la forma de situarse las hojas sobre ellas. Caen por las articulaciones cuando se secan. Las hojas, que son escamiformes, miden de 5 a 10 mm de longitud, son opuestas, desiguales 2 a 2, de color verde reluciente y con pequeñas glándulas. Salen dispuestas en verticilos de 4. Suelen aparecer hojas azuladas aciculares de primera edad. Las flores masculinas se sitúan en el extremo de las ramillas. Las femeninas salen laterales. Constituyen inflorescencias pequeñas en el ápice de las ramillas cortas y son amarillentas. Florecen de otoño a invierno. Las piñas son leñosas, subglobosas, de alrededor de 1,5 cm de diámetro y están constituidas por 4 escamas en forma de corazón. De ellas 2 están truncadas y las otras 2 son puntiagudas, todas están provistas de un apéndice agudo y corto. Tienen color azulado blanquecino y contienen normalmente 6 semillas aladas por cada piña. Las piñas maduran al final del verano del año siguiente y desprenden sus semillas a continuación. Este árbol extiende su área natural por Argelia, Túnez, Marruecos y la isla de Malta. En España existe una pequeña población cerca de la bahía de Pormán (según Juan Ruiz de la Torre), en la Sierra de Cartagena.
Suele preferir terrenos calizos, con buen drenaje y requiere mucha luz, tolerando fuertes calores y no soportando grandes heladas. Su crecimiento es muy lento y puede alcanzar los 400 años de edad. Produce una madera de gran dureza, muy resistente, casi indestructible y muy aromática, lo que hace que sea apreciada en ebanistería y para fabricar diversas piezas de adorno. En las regiones áridas tiene importancia la extracción de la denominada resina sandaraca, que se consigue practicando pequeñas hendiduras en los troncos y se emplea para aplicaciones en barnices, productos farmacéuticos y como aromatizador. Los antiguos egipcios empleaban esta resina para los embalsamamientos. Se reproduce por semillas que germinan fácilmente sin tratamiento previo, aunque conviene ponerlas en remojo de 8 a 24 horas antes de la siembra. Se pueden sembrar en otoño o en primavera, teniendo lugar la germinación de 15 a 30 días después de la siembra. También se multiplica por estaquillas cor-
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Las conĂferas
Tronco
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Porte en la Ciudad Universitaria
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Ă rboles madrileĂąos
Ramillas y flores masculinas
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Ramillas y conos abiertos
Ramillas y conos
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Las coníferas
Cono de 1 año en formación
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Ramillas y conos de 1 año
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Árboles madrileños
Ramillas
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Cono de 1 año
Conos
tadas a finales de verano o principios de otoño. Brota fácilmente de cepa. Tetraclinis proviene del griego tetra, cuatro y klinís, lecho, asiento, en alusión a las cuatro valvas que sirven de asiento a las semillas. La denominación específica alude a la sensación de estar articuladas las ramillas. Se ha optado por el nombre común con que le conocen algunos viveristas, aludiendo a la zona donde aparece en
España y por su ligera semejanza con un ciprés. Su nombre común se refiere a su origen en la Península, pero también se denomina araar o Tuya de Berberia en sus localidades del norte de África. Se conocían unos ejemplares en la Ciudad Universitaria, próximos a la Facultad de Derecho sobre el talud hacia la Facultad de Filosofía y Letras B, Desaparecidos en el invierno de 2006.
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El LIBOCEDRO Calocedrus decurrens (Torr. ) Florin
Este árbol puede superar los 45 m de altura, aunque en nuestros parques y jardines apenas alcanza los 20 m. Tiene un porte columnar estrecho, con follaje denso, que suele redondearse en su ápice. El tronco es recto, cilíndrico y su corteza es de color marrón rojizo, escamosa, y se hace fibrosa y con grietas longitudinales y profundas con los años. Las ramas son cortas y erectas y las ramillas son aplanadas, al principio verdosas y después de color marrón rojizo. Se disponen en forma de abanico, más o menos paralelas al suelo. Las hojas son escamiformes, apuntadas y aplanadas, y se adhieren a las ramillas. Son más largas que anchas, con el ápice levantado y están dispuestas en 2 pares opuestos, dando la apariencia a la ramilla de estar articulada. Tienen color verde oscuro y exhalan un aroma resinoso al romperlas. La corteza es rojiza, se agrieta con la edad y se desprende en tiras. Las inflorescencias son pequeñas y están dispuestas al final de las ramillas. Las masculinas presentan color amarillento y aparecen en gran número y las femeninas son de color pardo rojizo. Las piñas tienen forma alargado-oblonga, miden 2,5 cm de longitud por 1 cm de anchura y están formadas por 3 pares de escamas, las inferiores, más pequeñas, están situadas en posición terminal, las del segundo par alargadas y con un mucrón en su ápice y las del par central soldadas formando un tabique. Se sitúan en posición terminal, colgantes, en gran número y son de color verde claro pasando al amarillento y pardo marrón cuando están maduras. Pueden contener de 2 a 4 semillas de 8 a 12 mm de longitud, provistas de 2 alas laterales de longitud muy des-
igual. Un kilo puede contener de 15.000 a 30.000 semillas. La maduración es anual y se desprenden prontamente las piñas después de madurar. Esta especie es originaria de las cadenas montañosas que bordean el Océano Pacífico, desde el sur de Oregón hasta la Baja California. Fue introducido en Europa en 1853 por el botánico escocés John Jeffrey, que recolectó plantas en el oeste de América del Norte. Para su buen desarrollo precisa humedad ambiental, tolera sequedad y es bastante amante de la sombra. Requiere suelos profundos y frescos. Soporta fuertes heladas. Su crecimiento es bastante rápido y puede alcan-
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Porte en los Jardines del Descubrimiento
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Las coníferas
Tronco
Libocedro dorado en los jardines del Hospital de Maudes
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Ramillas doradas
zar normalmente de 300 a 500 años, aunque se dice de la existencia de ejemplares con cerca del milenio. Posee una madera blanda, ligera, generalmente rojiza y muy duradera en contacto con el suelo. Ha sido utilizada en construcción, acabado interior de edificios y para la
Ramillas
fabricación de lapiceros. Se ha comentado que los habitantes de Vancouver hacían impermeables para la lluvia con la parte interior de la corteza, muy ligeros y manejables. Su corteza se quemaba como incienso, de aquí la denominación cedro del incienso. Asimismo la empleaban para fabricar velas,
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Árboles madrileños
Ramillas y flores masculinas
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Hojas
Ramillas con conos
Cono maduro
cuerdas y vestidos y también cubrían sus tejados. Se ha utilizado ampliamente como árbol ornamental en razón de su estrecho porte columnar y densidad de follaje. Existen diversas formas de jardinería, estando bastante extendidas las variedades de follaje dorado. Se multiplica por semillas, que generalmente germinan bien sin necesidad de tratamiento previo, debiendo de hacerse en invierno, o por estaquillas en julio o agosto. Las variedades se reproducen por injerto. Calocedrus proviene del vocablo griego kallos, hermoso, y de cedrus, cedro, aludiendo a la vistosidad de esta especie. El nombre
específico decurrens hace referencia a que las escamas son decurrentes sobre las ramillas. Se ha tomado la denominación común de castellanizar el antiguo nombre genérico, Libocedrus. Cada vez es más corriente observar este árbol, tanto en parques y jardines como en áreas verdes privadas, habiéndose difundido también una variedad vistosa de hojas amarillentas, a veces con un porte arbustivo. Existen buenos ejemplares en diversas zonas del Parque del Oeste, en la Ciudad Universitaria en los jardines del Paraninfo y en los Jardines del Descubrimiento de la Plaza de Colón.
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El CIPRÉS DE LAWSON Chamaecyparis lawsoniana (A. Murr.) Parl.
Es un árbol de forma piramidal muy cónica, que en su lugar de origen puede llegar hasta 60 m de altura, aunque en nuestras áreas verdes apenas alcanza los 20 m. El tronco es recto, cilíndrico, ensanchado en la base y su corteza es bastante gruesa, fisurada longitudinalmente en placas alargadas y de color pardo reluciente. La copa es densa, muy frondosa, piramidal o cónica y está provista de ramas desde la base que muchas veces descansan sobre el suelo, con la guía terminal más o menos inclinada. Las ramas son horizontales o colgantes, cortas y de color marrón. Las ramillas son aplanadas, están dispuestas en planos horizontales y al principio son de color marrón rosado aunque después purpúreas. Las hojas son escamiformes, muy pequeñas, de color verde claro y se disponen de forma opuesta sobre cuatro filas. Las ventraldorsales son aplanadas y las laterales plegadas con puntas algo separadas, lo que hace que las ramillas sean aplanadas. Los bordes de las hojas tienen unas líneas blanquecinas en la cara inferior. Las inflorescencias masculinas son de color rojizo y las femeninas más o menos azuladas, apareciendo en primavera en la extremidad de las ramillas. Las piñas son globosas, miden de 8 a 10 mm de diámetro, están dispuestas sobre un corto pedúnculo, varían de color verde azulado a marrón y están constituidas por 8 a 10 escamas peltadas cortamente mucronadas. Por cada escama contienen de 2 a 5 semillas muy pequeñas, provistas de ala larga. Un kilo puede tener de 150.00 a 1.000.000 de semillas. Esta especie es originaria del oeste de América del Norte en el sur de Oregón y norte de California. Fue descubierta en 1853 por el
vicecónsul francés en California, Boursier de la Rivière. Se introdujo en Europa en 1854 en los viveros de Edimburgo del economista escocés Sir Charles Lawson, por medio de unas semillas que le envió William Murray. De ahí procede su denominación específica. Es una especie de rápido crecimiento, resistente al frío y tolerante con la sombra, pero necesita humedad y le perjudican los ambientes secos. Puede alcanzar una longevidad de 600 años. La madera es blanda, duradera y muy aromática. Tiene gran importancia comercial y contiene un aceite que se ha utilizado como diurético. Es un árbol muy empleado como ornamental con más de 200 formas de jardinería de gran diversidad morfológica. Seguramente es la conífera que posee más variedades de adorno. Se reproduce muy bien por semilla, sin necesidad de tratamiento previo, debiendo
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Ă rboles madrileĂąos
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Porte en el Parque del Oeste
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Las conĂferas
Tronco
GuĂa terminal
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Ramillas de hojas escaniformes
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Árboles madrileños
Ramillas con conos
Conos
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sembrarse en primavera. Las variedades se multiplican por estaquilla o por injerto. El nombre genérico procede de los vocablos griegos chamae, sobre el suelo y kyparissos, ciprés, seguramente aludiendo a que las ramas bajas descansan sobre el terreno. El nombre nombre común alude a su semejanza
con un ciprés y a su denominación específica. En las áreas verdes madrileñas es frecuente observar a este ciprés, destacando los ejemplares de los Parques de la Fuente del Berro y del Oeste. En algunos casos se pueden observar bastante desprovistos de follaje, seguramente por falta de humedad.
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El CIPRÉS DE LEYLAND Cupressus x leylandii (A.B.Jacks. & Dallim.) Dallim.) & A.B.Jacks.
Es un árbol que puede alcanzar hasta 30 m de altura. La corteza es de color marrón grisáceo, con hendiduras longitudinales. Tiene porte columnar o piramidal, es denso y frondoso, con ramificación compacta y está provisto de ramas ascendentes desde la base. Las ramillas son largas, finas, aplanadas o algo tetragonales. Las hojas son escamiformes, muy pequeñas, de ápices puntiagudos, color verde oscuro por el haz y más pálido por el envés y aparecen dispuestas irregularmente formando ramillas planas. Son poco aromáticas al romperse. Las inflorescencias masculinas presentan color amarillo y las femeninas color verde. Ambas son pequeñas y salen al final de las ramillas en primavera. Las piñas son redondeadas, de 12 a 20 mm de diámetro, usualmente tienen 8 escamas y son de color verde azulado, que pasa a marrón reluciente al madurar. Por escama contienen alrededor de 5 semillas con tubérculos que miden cerca de 5 mm de anchura. En 1888 el viverista C.J. Leyland sembró semillas procedentes de un ejemplar de Chamaecyparis nootkatensis que había crecido cerca de un ejemplar de Cupressus macrocarpa. Las plantas que surgieron se trasplantaron a los jardines del castillo de Haggerston y no se les prestó más atención. En 1911 el capitán J.M. Naylor, sobrino de C.J. Leyland, cultivó en Leighton Hall otros híbridos semejantes, pero esta vez procedentes de semillas de Cupressus macrocarpa. Pero a pesar de la existencia de estos ejemplares no fue hasta 1925 cuando W. Dallimore y A.B. Jackson repararon en la existencia de estos árboles diferentes y publicaron en el boletín del Jardín Botánico de Kew la descripción de un nuevo taxon, Cupressus leylandii, en honor del vive-
rista. En 1938 ya le designaron como híbrido intergenérico Cupressocyparis leylandii. No fue hasta 1964 cuando se empezó a comercializar este falso ciprés. Este árbol requiere terrenos profundos, fértiles, bien drenados y ligeramente ácidos, si bien puede tolerar suelos algo alcalinos. Se debe situar a pleno sol o a sombra ligera. Tiene rapidez de crecimiento. Resiste bien los ambientes contaminados. Precisa humedad y no resiste la sequedad ambiental. Tiene un gran empleo como árbol ornamental, así como para la formación de setos. Se reproduce por estaquillas en ambiente húmedo o por acodo. Tanto la denominación científica como la común hacen referencia a su origen. No es muy frecuente, aunque en los últimos años se ha comenzado a introducir en algunas calles y jardines. Son de destacar los de la mediana del paseo de Extremadura y los de los Jardines del Campo del Moro.
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LA BIOTA Thuja orientalis L.
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Es un arbusto o pequeño árbol que puede alcanzar hasta 12 m de altura, con el porte piramidal y la copa densa (si las condiciones no son favorables la copa es clara). La corteza es poco gruesa y de color marrón rojizo, está finamente agrietada, tiene costillas estrechas y se desprende en tiras. Las ramas y ramillas salen en disposición erecta, presentan ramificación dística y se sitúan en planos verticales. Las hojas son escamiformes y están insertas en 4 filas, las del par interior divergentes con la punta algo separada de la ramilla. Tienen color verde por ambas caras, tomando una tonalidad marrón bronceada en invierno. Despiden un olor aromático cuando se frotan. Las inflorescencias masculinas son muy pequeñas, tienen color amarillento y están dispuestas al final de las ramillas. Las femeninas son verdosas y se sitúan erectas, también en el extremo de las ramillas. Ambas aparecen en primavera. Las piñas son ovoides, de 1,5 a 2,5 cm de diámetro, algo carnosas y pruinosas al principio, están formadas por 6 a 8 escamas provistas de ganchos revueltos y presentan color glauco antes de la madurez, que alcanzan en verano. Al abrirse, las piñas adquieren una tonalidad castaño-rojiza y desprenden de cada escama de 1 a 3 piñones sin ala. Un kilo puede contener de 30.000 a 40.000 piñones. Produce gran cantidad de piñas. Es una especie procedente del norte de China, Manchuria y Corea. Se cultivó en Holanda desde el siglo XVIII, introducido por el médico y botánico alemán Engelbert Kaempfer. Después, hacia 1740, los misioneros franceses enviaron semillas desde Pekín a Paris. Más tarde fue reintroducida por el botánico escocés Robert Fortune en 1861.
Es poco exigente en cuanto la naturaleza de los suelos, temiendo los ligeramente calizos o muy ácidos. Tolera calor y sequía, pero rechaza el exceso de humedad. Aunque resiste fríos suele ser sensible a las bajas temperaturas invernales. Tiene crecimiento muy lento y es bastante longeva, alcanzando más edad en terrenos calizos. La madera es de calidad y admite fácilmente el pulimento, y ha sido empleada especialmente en su lugar de origen. Es una planta muy utilizada como ornamental, muchas veces para formar setos, si bien debido a que las ramillas se sitúan en planos verticales no son setos tupidos que puedan evitar vistas totales. Posee muchas variedades y formas de jardinería. Ha sido ampliamente plantada en
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Porte en la calle Arturo Soria
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Flores masculinas
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Las coníferas
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los jardines y cementerios de China y también en Japón, a pesar de no ser autóctona allí. Se multiplica por semillas con facilidad sin necesidad de tratamiento previo, saliendo a las 3 o 4 semanas después de la siembra, que suele hacerse en primavera. Las variedades se reproducen por injerto o por estaquillas en ambiente húmedo. Su nombre genérico procede del vocablo latino thya, sustantivo utilizado para designar un árbol odorífero, convertido en thuja en la ortografía germánica. Durante mucho tiempo ha sido considerada como Biota orientalis, que procede del vocablo griego biotes, vida, aludiendo a su gran longevidad. Actualmente
algunos autores la denominan Platycladus orientalis, de los vocablos griegos plat´ys, extendido, y kladós, rama, en alusión a que las ramas se disponen en planos. La denominación específica hace referencia a su procedencia geográfica en relación con Europa. Se ha optado por el nombre común biota, por el que se le ha conocido durante mucho tiempo, aunque algunos viveristas llaman tuya, confundiéndole con ejemplares del verdadero género Thuja. En las áreas verdes madrileñas es muy frecuente, tanto como árbol aislado, en sus diferentes variedades de jardinería, como formando setos.
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LA TUYA Thuja plicata D. Don
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Este árbol alcanza de 20 a 30 m de altura, aunque en su país de origen puede sobrepasar los 50 m y llegar hasta los 80 m. La corteza es delgada, de color pardo rojizo, y se exfolia en largas tiras. Las ramas son numerosas, horizontales o extendidas, a menudo colgantes en sus extremos y conforman una copa de color verde intenso, cónica, ancha, irregular y densa, que se aclara con la edad. Las hojas son escamiformes, agudas y de color verde brillante, con manchas blanquecinas bien notorias en la parte inferior. Las ramillas son aplanadas, están cubiertas completamente por las hojas y se disponen en planos horizontales. Las hojas despiden un olor a limón o manzana al romperlas. Las inflorescencias masculinas son de color rojizo negruzco, y de color amarillo al abrirse. Las femeninas son de color amarillo. Ambas aparecen separadas al final de las ramillas del mismo ejemplar. Las piñas son ovado-oblongas, más o menos fusiformes, de 12 a 18 mm de longitud, tienen color verde que pasa a marrón claro en la madurez y están formadas por 8 a 12 escamas oblongas y mucronadas en el ápice. Cada escama cubre de 2 a 3 semillas, con alas membranosas y laterales. Es una especie muy extendida desde el sur de Alaska hasta el norte de California y desde el litoral del Océano Pacífico hasta las Montañas Rocosas. La tuya fue descubierta por David Douglas y se introdujo en Europa en 1853, extendiéndose rápidamente por el Continente. Es un árbol poco exigente con el suelo, siempre que los terrenos sean profundos, frescos y húmedos. Precisa cierta humedad ambiental, no admitiendo la sequedad ambiental y tolera bajas temperaturas. Su cre-
cimiento es rápido, pudiendo alcanzar 80 cm al año. Puede vivir de 200 a 500 años y se han encontrado ejemplares que se cree tienen de 800 a 1000 años de edad. En su lugar de origen se conoce como árbol de la vida, seguramente por esta longevidad. Tiene una madera aromática, blanda y resistente sobre todo a la intemperie y la humedad, fácil de trabajar, de extensa utilización comercial. Los indios la usaban para fabricar canoas, totems y cercas. La tuya es un árbol de adorno de primer orden, existiendo diversas variedades de jardinería entre las que destacan las de follaje dorado.
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Porte en la Ciudad Universitaria
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Las coníferas
Ramillas y conos
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Hojas escamiformes
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Se multiplica fácilmente por semillas, que nacen durante las 5 a 7 semanas después de la siembra, normalmente realizada en primavera. Las variedades se reproducen por injerto. El nombre específico hace alusión a las hojas aplicadas sobre las ramillas. El ape-
lativo común se deriva del genérico, aunque a veces también se aplica a Thuja orientalis. No es una especie frecuente. Son de destacar los ejemplares que se encuentran en los jardines del Complejo de la Moncloa y en los jardines del Campo del Moro.
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LA SABINA DE VIRGINIA Juniperus virginiana L.
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Este árbol alcanza de 15 a 30 m de altura en su lugar de origen, aunque raras veces sobrepasa los 15 m en nuestras áreas verdes. El tronco es recto, bastante fuerte, con la corteza delgada, de color marrón rojizo, que se exfolia en tiras alargadas. La copa es cónica en las primeras edades, pero después se ensancha al extenderse las ramas y adquiere una disposición ascendente. Las ramas laterales son más o menos colgantes y las ramillas son delgadas, cilíndricas y a veces toman coloración rojiza en invierno. Las hojas adultas son escamiformes, de color verde grisáceo. Las últimas ramificaciones son muy finas, de alrededor de 0,75 mm de diámetro. Es una de las cupresáceas de hojas más delgadas, lo que facilita su identificación. Presentan heterofilia, es decir, las hojas jóvenes son diferentes a las adultas. Sobre los ejemplares jóvenes aparecen hojas aciculares, que a veces están presentes en árboles adultos. Son punzantes, opuestas y ternadas, miden de 5 a 6 mm de longitud, presentan color verde en la cara externa y están provistas de una glándula dorsal. A veces las hojas aciculares permanecen 5 o 6 años sobre las ramillas. Las hojas escamiformes se presentan en 4 filas formadas por pequeñas escamas que miden de 1,5 a 2 mm de longitud y están aplicadas a la ramilla con la punta libre. Las inflorescencias son muy pequeñas. Las masculinas son de color amarillo y las femeninas verdosas, se disponen en el extremo de las ramillas generalmente sobre ejemplares separados y aparecen de abril a mayo. A veces aparecen flores con ambos sexos. En otoño maduran los conos, que son carnosos, muy aromáticos, de forma ovoide-
esférica y alrededor 5 mm de diámetro. Tienen color verde claro que pasa a marrón violeta y son pruinosos en la madurez, que alcanza al final del primer año. Contienen 1, 2 o raras veces 3 o 4 semillas muy pequeñas, sin alas y de color marrón castaño. Suele dar una buena producción cada 2 o 3 años, con capacidad germinativa alrededor de la tercera parte. Un kilo contiene de 60.000 a 100.000 semillas. Su área se extiende ampliamente por colinas calizas, secas y rocosas del este de Estados Unidos, desde el sureste de Canadá hasta el este de Texas. Posiblemente esta sabina se introdujo en Europa antes de 1664. Los franceses de Canadá le llamaron baton rouge a su madera y al encontrarse el mismo árbol en Louisiana denominaron Baton Rouge a la capital del Estado. Es una especie rústica, poco exigente en cuanto la naturaleza mineralógica del
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Las coníferas
Ramillas y flores femeninas
Ramillas y flores masculinas
suelo, sobre todo si es profundo y resistente al frío. Tiene crecimiento lento y una gran longevidad, que puede superar los 300 años. La madera es blanda, olorosa, rojiza y de grano apretado. En su país de origen ha sido utilizada en carpintería, ebanistería, cosmética, fabricación de lapiceros y para la obtención de un extracto de aceite, denominado impropiamente aceite de cedro. Es una planta muy difundida como ornamental, existiendo diferentes variedades de jardinería. Se reproduce difícilmente por semillas, ya que generalmente germinan al segundo o tercer año. Precisa un tratamiento especial,
pero solo se logra un poder germinativo del 25 a 30%. La mejor manera de multiplicación es la agámica. Juniperus es el antiguo nombre latino del enebro, ya utilizado por Virgilio y Plinio. Las especies de este género con hojas escamiformes se denominan sabinas. El nombre específico alude al Estado de Virginia, donde crecen ejemplares de esta sabina, al igual que su denominación común. Se encuentra en diversos parques, destacando los ejemplares del Parque del Retiro, en los jardines de la antigua Casa de Fieras. Asimismo se puede observar un ejemplar próximo a la Facultad de Farmacia.
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LA SABINA DE CHINA Juniperus chinensis L.
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Este árbol puede alcanzar de 20 a 30 m de altura, aunque en nuestros parques y jardines apenas sobrepasa los 5 m y en el resto de Europa los primeros ejemplares que se introdujeron en el año 1804, todavía no han sobrepasado los 20 m. A veces se presenta como un arbusto, incluso de porte rastrero. La copa es piramidal o cónica, con ramas ascendentes o a veces extendidas, ramificación densa y ramillas oscuras, subcilíndricas, más bien delgadas. Las hojas adultas son escamiformes, opuestas y aparecen en cuatro filas aplicadas a las ramillas. Son oscuras, obtusas, estrechamente rómbicas, de alrededor de 1,5 mm de longitud y presentan glándulas. Las hojas jóvenes son aciculares, de 8 a12 mm de longitud, están acabadas en punta pronunciada, tienen dos bandas blancas en la parte superior y se disponen opuestas decusadas o en grupos de tres. A veces pueden verse hojas circulares al final de ramillas escamiformes. Las inflorescencias masculinas y femeninas aparecen sobre ejemplares diferentes. Los amentos masculinos son de color amarillo reluciente y muy numerosos. Desprenden el polen en abril. Los conos son globosos u oblongos, de 5 a 7 mm de longitud y están constituidos por escamas carnosas, opuestas, de color verde en el primer año, más adelante pruinosas de color azul blanquecino y después, cuando maduran al cabo de dos años, de color marrón oscuro. Contienen dos o tres semillas oblongo-obtusas o con tres ángulos, de color marrón reluciente. Se extiende por el suroeste de China, Mongolia y Japón. En razón de su gran rusticidad y sus esca-
sas exigencias sobre la naturaleza del suelo, se han obtenido numerosos cultivares de jardinería, muy utilizadas como ornamentales, especialmente las formas rastreras. El nombre específico hace referencia su área de origen, así como el común. Se pueden ver en diversas áreas verdes, especialmente en el Parque del Retiro y en el Parque del Oeste.
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Porte en el Parque del Retiro
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Ramilla con conos
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Familia Cupresáceas
LOS ENEBROS
Son arbustos o pequeños árboles siempreverdes, de troncos rectos y gruesos y cortezas fibrosas. Las hojas son aciculares, con dos bandas blanquecinas por el haz y forman verticilos de tres sobre las ramillas de tal manera que cada hoja viene a ser la bisectriz del ángulo que forman las hojas del verticilo superior e inferior. Presentan maderas duras y casi inco-
rruptibles. En la capital se encuentran dos especies escasamente representadas. Juniperus procede del nombre latino del enebro, iuniperus, que se cree derivaba del vocablo latino iuncus, junco, ya que se utilizaban las ramillas del enebro para hacer ataduras lo mismo que los juncos. De aquí se deriva el nombre común de enebro.
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El ENEBRO DE SIRIA Juniperus drupacea Labill.
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En la explanada baja del Parque de la Fuente del Berro se puede ver una cupresácea singular, ya que es el único lugar de Madrid donde se encuentra, y además es difícil contemplarla en otra localidad de España. Se trata del enebro de Siria, que aparece aislado o en pequeños grupos en zonas montañosas de Asia Menor (Turquía, Siria y Líbano), con una pequeña representación en el Peloponeso griego. En la zona de procedencia puede adquirir hasta 20 m de altura, aunque el ejemplar madrileño apenas supera los 9,5 m. Tiene un porte columnar, con el tronco derecho y las ramas ascendentes, y una corteza de color marrón rojizo, gruesa, fibrosa y agrietada, que se exfolia en tiras verticales. Las ramas y ramillas son colgantes. Las ramillas son de sección triangular, con costillas. Al principio presentan un color verdoso y a los 2 años adquieren una tonalidad marrón. Hace unos años las ramas salían muy cercanas al suelo, pero, con el paso del tiempo y de los visitantes del Parque, actualmente se puede apreciar una parte extensa del tronco desprovista de ramas. Las hojas tienen forma de triángulo isósceles muy estrecho, de 10 a 25 mm de longitud y alrededor de 5 mm en la base, siendo bastante pinchudas en el ápice. Son aplastadas, de color verde oscuro con 2 anchas bandas blanquecinas a cada lado del nervio principal en la cara superior, y de tonalidad verdosa uniforme, a veces azulada, en la cara inferior. Se disponen sobre las ramillas de manera perpendicular y salen 3 a la misma altura, formando entre ellas ángulos de 120º. Esta especie tiene flores unisexuales que se sitúan en ejemplares diferentes, por lo que existen pies masculinos y femeninos. Las flo-
res aparecen en la inserción de las hojas con las ramillas, son muy pequeñas y forman glomérulos. Los conos salen a los dos años y son ovoides o globosos, de 15 a 30 mm de diámetro, algo carnosos y están formados por 6 a 9 escamas soldadas, de color marrón rojizo y cubiertas de una cera violeta. Se disponen sobre un corto pedúnculo de 5 a 8 mm de longitud. Contienen de 1 a 3 semillas de alrededor de 5 mm de diámetro, que suelen soldarse. En este ejemplar no se pueden apreciar conos, pues se trata de un pie masculino, que es el más extendido por cultivo. En sus lugares de origen los conos son comidos por los habitantes locales. Es un enebro muy interesante por su rusticidad, por su gran tolerancia a la sequía y por adaptarse a cualquier tipo de suelos, aunque vegeta mejor en los calizos. Precisa que los terrenos estén bien drenados. También soporta heladas no muy intensas. Como todos los enebros es longevo, pudiendo alcanzar varios siglos de edad. Nuestro ejemplar tiene una edad cercana a los 100 años. Por otra parte su forma columnar le propor-
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Porte 2005
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Las coníferas
Acículas
ciona valor ornamental, siendo extraño que no se haya extendido más en jardinería. En el cementerio de la ciudad turca de Kalekaya existe un ejemplar muy especial, plantado entre cedros del Líbano. Alcanza un tamaño excepcional para los enebros, 40 m de altura, por lo que puede considerarse el enebro más alto del mundo. Juniperus es el antiguo nombre latino del enebro, ya utilizado por Virgilio y Plinio. El nombre específico hace referencia al aspecto del cono por su parecido con una drupa. El nombre
Flores masculinas
común alude a uno de los lugares de origen. Con motivo de la celebración del Día Forestal Mundial el 21 de marzo de 1992, la Comunidad de Madrid promulgó un decreto de protección de árboles singulares y entre ellos se incluyó este enebro. A partir de entonces el Ayuntamiento de Madrid estableció una pequeña cerca en el entorno del ejemplar para lograr que el público visitante del Parque no pudiera acercarse y evitar que se compactase el suelo con el pisoteo, lo que perjudicaría su persistencia.
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EL ENEBRO DE LA MIERA Juniperus oxycedrus L.
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Es un arbusto o arbolillo de hojas persistentes que puede alcanzar 8 m de altura incluso a veces llegar a los 10 m de alto por 1 m de diámetro. Presenta un tronco grueso, derecho, ramoso y con una corteza delgada y fibrosa, que se desprende en placas y tiras. Al principio la ramificación surge desde la parte baja para después dejar el tronco limpio, con ramillas jóvenes ligeramente angulosas, de sección casi triangular, y ramas extendidas o algo colgantes y redondeadas. La copa, densa y muy ramificada, es polimorfa, pues se presenta más o menos esférica en los pies aislados, e irregular, extendida o aparasolada en los ejemplares de edad, acabando generalmente en punta. Las ramas son patentes, algo colgantes y las ramillas de último orden son muy colgantes, propiciando un porte llorón. Al principio las hojas son ericoideas, para después ser aciculares, rígidas y pinchudas, disponiéndose en verticilos de 3 de forma decusada. Están articuladas en su inserción con las ramillas, son acanaladas y tienen dos líneas blancas por el haz separadas por una verdosa, siendo verdes y aquilladas por el envés. Miden de 0,5 a 2,5 cm longitud por 1 a 2,5 mm de anchura y forman un ángulo casi recto con las ramas. El conjunto del follaje es de color glauco, al estar cubiertas por un polvillo blanco azulado que pierden al frotar. Las hojas perduran varios años. A veces aparecen unos abultamientos piriformes constituidos por un conjunto de escamas parecidas a hojas que en realidad son agallas provocadas por la picadura de unas pequeñas avispas. Las flores son unisexuales y están dispuestas en las axilas de las hojas en ejemplares diferenciados. Los masculinos tienen flores solitarias, más o menos globosas, de color
rojizo amarillento, mientras que los femeninos son globosas u ovoides, verdosas, pequeñas y carnosas. Florecen en invierno o principios de primavera. Los conos están maduros a los dos años, miden de 7 a 12 mm de diámetro y están constituidos por escamas soldadas que aparentan una falsa baya redondeada, globosa, carnosa e indehiscente, con un pequeño triángulo en la parte superior. Al principio son verdes para adquirir después un color rojizo lustroso cubierto de una pruina azulada. Contienen de 1 a 3 semillas angulosas y ovales. Es un enebro que presenta un área natural muy extensa, desde el occidente de Asia hasta el sur de Europa y norte de África. En España aparece en casi todas las provincias a excepción de Galicia, Vizcaya y Guipúzcoa. Es una especie que vive en casi toda clase de terrenos, excepto los demasiado húmedos. Es resistente al frío y la sequía y aunque se sitúa en casi todas las exposiciones, prefieren las solanas. En general es muy resistente, generalmente cuando aparece en exclusiva es porque otras especies no han podido resistir las condiciones del lugar y solamente ésta ha persistido. Actualmente es notorio comprobar como en algunos lugares
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Porte en el Olivar ChamartĂn
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Árboles madrileños
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próximos a la Sierra los enebros se extienden por terrenos abandonados al cultivo o la ganadería. Es de crecimiento muy lento y presenta una gran longevidad. Se reproduce bien por semilla aunque tarda bastante en germinar, a veces 2 o 3 años. Asimismo se reproduce bien por acodo y algo peor por estaca. La madera es rojiza, compacta, de grano fino, casi incorruptible y duradera, desprende un aroma agradable y es muy apreciada por ebanistas y torneros debido a su atractivo veteado. Ha sido empleada en la fabricación de lapiceros, utilizada para formar vigas debido a su resistencia y robustez así como para constituir pilares, puntales y dinteles de puertas y ventanas. Asimismo proporciona un buen carbón y de los ejemplares viejos, sobre todo de troncos y raíces gruesas, se obtiene un producto conocido como miera de enebro o aceite de cada de color negruzco y olor resinoso, que se ha empleado como medicinal o con fines veterinarios. También de sus bayas procede un aceite esencial que se utiliza en medicina. Tiene un gran valor orna-
mental, pues su porte natural es muy decorativo por su polimorfia, pudiendo emplearse aislado o formando setos. La denominación específica procede del término griego oxys, punzante, aludiendo a las hojas y del nombre griego kédros para designar a los actuales cedros. En el origen de su denominación específica se consideró que era un cedro punzante, que era como lo refería Dioscórides. El nombre común hace referencia al producto que se obtiene por destilación. Se conoce un buen ejemplar en los jardines de la casa donde vivió Ramón Menéndez Pidal, que parece fue plantado por este insigne escritor que era aficionado a introducir plantas autóctonas de la Sierra. Esta finca se encuadra en lo que se denomina El Olivar de Chamartín, resto que perdura de lo que conformó el olivar de Chamartín donde las tropas de Napoleón acamparon según se cita en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. También existe un pequeño ejemplar en los Jardines del palacio de la Moncloa.
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Familia Araucariáceas
LAS ARAUCARIAS
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Son árboles de gran talla en su lugar de origen, aunque en Madrid los ejemplares que se encuentran tienen pequeña altura. Tienen hojas persistentes, aciculares, alesnadas o planas y por lo general las ramas se disponen
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Colegio del Pilar
en verticilos, como formando pisos. Apenas se ven las yemas. Los árboles jóvenes mantienen ramas casi hasta ras del suelo y los árboles de edad presentan una copa aplanada en su ápice.
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Las coníferas
Las primeras hojas están dispuestas de forma espiralada y suelen ser aciculares, delgadas y ligeramente imbricadas. Las hojas
adultas son más o menos escamiformes, a veces lanceoladas y agudas y permanecen largo tiempo sobre el árbol.
Pino de pisos
Araucaria de Chile
Las flores se disponen en inflorescencias cónicas, generalmente las de cada sexo en árboles diferentes. Después de la fecundación las inflorescencias femeninas se transforman en piñas grandes con numerosas escamas, que suelen madurar a los dos o tres años. Generalmente los piñones son muy
voluminosos y alados. El nombre del género se basa en la tribu de los araucanos de Chile, así como el de la familia Araucariáceas y el común. Constituyen una serie de árboles del Hemisferio Sur (América del Sur y Oceanía).
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LA ARAUCARIA DE CHILE Araucaria araucana (Mol.) K. Koch
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Es un árbol que en su lugar de origen puede alcanzar hasta 50 m de altura. Tiene tronco cilíndrico y porte columnar, con corteza gruesa, rugosa y resinosa de color grisáceo, con anillos horizontales. Está provisto de ramaje en las primeras edades y forma una copa aparasolada en el estado adulto, quedando sin ramas en la parte baja. Las ramas se disponen horizontales en verticilos de 5, con las ramillas opuestas. Las ramas inferiores son horizontales o ligeramente colgantes. Las ramas laterales son largas, rígidas, cilíndricas, horizontales o inclinadas y levantadas en sus extremos. Suelen aparecer en verticilos de 4 a 8, pero generalmente de 5. Esta disposición hace que el árbol tenga la apariencia de un candelabro con varios brazos. Las hojas, que cubren totalmente las ramas, son imbricadas, coriáceas y punzantes. Tienen forma aovado-lanceolada u ovoide con base plana, miden de 2 a 5 cm de longitud por de 0,8 a 2,5 cm de anchura en la base y son de color verde reluciente. Pueden permanecer verdes de 10 a 15 años y largo tiempo con escamas de color marrón. Sobre la base de las ramas se pueden observar las cicatrices en forma espiralada. Las inflorescencias son unisexuales y suelen aparecer en árboles diferentes. Las masculinas son oblongo-cilíndricas, de color rojizo y se disponen de forma lateral, solitarias o en grupos. Las femeninas son ovoides o subglobulosas, tienen color verde y aparecen en las partes altas del árbol. A los 2 o 3 años se transforman en piñas subglobulosas, de color marrón oscuro que miden de 14 a 20 cm de longitud. Las piñas encierran de 120 a 200 piñones que están íntimamente soldados a las escamas, tienen color castaño y miden hasta 5 cm de longitud. Las piñas permane-
cen sobre el árbol de 2 a 3 años, desarticulándose en la madurez. Se reproduce fácilmente por semillas, germinando en 1 o 2 meses, pero, al precisar la existencia cercana de ejemplares de ambos sexos para su fecundación, en ocasiones hay que acudir a la multiplicación vegetativa mediante estaquillas de brotes laterales. Este árbol forma bosques más o menos densos y puros o en mezcla con frondosas, en la cordillera de los Andes, entre 800 y 1600 m de altitud. Resiste temperaturas bastante bajas, aunque le puede perjudicar el frío en las primeras edades. Precisa una cierta humedad ambiental, con suelos húmedos pero bien drenados, gran luminosidad y terrenos no calizos. No tolera los vientos secos ni los ambientes contaminados. Mantiene un crecimiento lento y puede alcanzar gran longevidad, hasta 1000 años. Produce una buena madera de color amarillo pálido y de importancia forestal, que
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Árboles madrileños
Tronco
Salida de hojas nuevas
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ha sido utilizada en la fabricación de chapas y para pasta de papel. Desde tiempos antiguos se utilizan sus troncos para fabricar mástiles de embarcaciones. La corteza segrega una resina blanquecina de olor semejante al incienso que los indios araucanos usaban como medicamento. Los piñones son muy ricos en hidratos de carbono, con un sabor que recuerda a las castañas, tienen un alto
Hojas
valor alimenticio y son considerados como un fruto comercial. Tiene un gran valor ornamental. En la actualidad sus bosques originales están protegidos. Esta araucaria fue observada por primera vez en 1780 por los españoles, que buscaban en Chile árboles para construcción naval. Fue Francisco Dendariarena quien se fijó en este árbol para reparar su flota, anclada en el puer-
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Ramillas con piñas
Piñas
to de Talcaguano (Chile). En 1782 el político naturalista Molina le dio el nombre de Pinus araucana. En 1797 Pavón, analizando sus flores lo denominó Araucaria imbricata en las Memorias de la Academia de Medicina de Madrid. El virrey de Chile ofreció piñones de araucaria como postre de una comida que ofreció al escocés Archibald Menzies, médico que acompañó la expedición de Vancouver, y éste se guardó algunos de ellos, que fueron plantados en Inglaterra donde germinaron. Los primeros ejemplares de esta araucaria se
plantaron en 1808 en el continente europeo. Su nombre procede de los indios araucanos o mapuches de América del Sur, así como la denominación común hace referencia a su lugar de origen. Se encuentran ejemplares de pequeño porte (por lo que no producen piñas todavía) en el Parque del Retiro, próximos a la entrada por la Puerta de Pacífico. Han desaparecido los que se plantaron en los Jardines del Descubrimiento en la plaza de Colón.
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EL PINO DE PISOS Araucaria heterophylla (Salisb.) Franco
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Es un árbol que puede alcanzar 50 m o más de altura, con porte piramidal. El tronco es recto y la corteza es delgada, de color marrón grisáceo, algo rugosa y se exfolia en pequeñas escamas. Las ramas se disponen en planos horizontales, a veces colgantes, y las ramillas salen en verticilos de 4 a 7. Las hojas jóvenes son aleznadas, suaves, de color verde reluciente, miden hasta 12 mm de longitud, están curvadas y separadas de la ramilla. Las hojas definitivas son más cortas, adosadas y recurvadas hacia la ramilla. Tiene flores unisexuales que se disponen en ejemplares separados. Las inflorescencias masculinas están situadas en la extremidad de las ramillas, son cilíndricas u ovoides, de 4 a 5 cm de longitud y color marrón amarillento o rojizo. Las femeninas son más anchas que largas y aparecen aproximadamente a partir de los 15 años de edad, mientras que las masculinas no lo hacen hasta los 40 años. Las piñas son globosas, de 12 a 15 cm de longitud y están formadas por escamas con un pequeño mucrón terminal. Cada escama contiene una semilla de 3 a 4 cm de longitud y 2 alas anchas. Esta especie fue observada, hacia 1780, por el capitán James Cook cuando descubrió la isla de Norfolk, a unos 1500 km al este de Australia. En un principio se pensó en su utilización para mástiles de barcos, pero pronto se desistió de esta idea por la baja calidad de su madera. Se introdujo en Europa en 1793. En el momento de su descubrimiento la isla estaba cubierta por una densa vegetación, que actualmente ha desaparecido. Las araucarias están refugiadas en un Parque Nacional para mantener su protección. Esta isla es famosa porque en ella se asentaron, en 1856, descendientes de los marineros de la célebre rebelión de la Bounty, que transportaba
árbol del pan desde el Pacífico a las colonias americanas. Necesita humedad ambiental, pero no soporta suelos encharcados ni grandes fríos. Precisa una situación bastante luminosa y tolera algo de sombra. Requiere terrenos sueltos y profundos. Es resistente a los vientos. Tiene crecimiento relativamente rápido cuando las condiciones son favorables y alcanza varios siglos de edad. La madera es blanda, de aspecto de pino, nudosa, no comercial, pero fue muy utilizada en los primeros asentamientos en Australia. Es un árbol muy difundido como ornamental, especialmente en las zonas costeras. También se emplea mucho como planta de interior, donde precisa bastantes riegos y presenta crecimiento lento. En algunos países se utiliza como árbol de Navidad. Desde 1980 el árbol está en la bandera oficial del Estado independiente de la isla de Norfolk, sustituyendo a la bandera anterior que mantenía el león británico y un canguro, animal no natural en la isla. Se reproduce bien por semillas, pero también frecuentemente por estaquillas de las ramillas terminales. El nombre específico se compone de los vocablos griegos heteros, variado, y phyllos, hoja,
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refiriéndose a diversidad de sus hojas. La denominación vulgar alude a la disposición de sus ramas y ramillas. Es un árbol que no resiste bien la climatología madrileña, pero se pueden observar unos
ejemplares de pequeño porte en los jardines del Colegio del Pilar entrando por la calle Castelló, que seguramente deben su supervivencia, por el momento, a estar protegidos por la fachada del edificio.
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Familia Podocarpáceas
EL PODOCARPO Podocarpus neriifolius D. Don Es un árbol de 15 a 30 m de altura, que en su país de origen puede alcanzar 40 m, aunque en nuestras zonas verdes apenas pasa de talla arbustiforme. Tiene la corteza lisa, de color pardo grisáceo a rojizo que se pela en tiras. Está muy ramificado, con el porte majestuoso, la copa en forma de domo y las ramas extendidas lateralmente y dispuestas en verticilos. Las ramillas son lampiñas. En el entorno de su base pueden aparecer retoños. Las hojas son persistentes, coriáceas y gruesas, se disponen muy próximas de forma extendida o erecta, están esparcidas, a veces son falciformes y siempre terminan en una punta punzante. Miden de 10 a 24 cm de longitud por alrededor de 1 cm de anchura, tienen color verde oscuro reluciente por el haz y verde amarillento por el envés, con un nervio central prominente por ambas caras. El pecíolo es corto, de alrededor de 6 mm de longitud. Suelen ser de mayor longitud en los ejemplares viejos. El follaje es muy abundante. Las flores masculinas se agrupan en inflorescencias de color amarillo verdoso, mientras que las femeninas salen solitarias y son de color marrón. Aparecen sobre ejemplares diferentes. Florecen de mayo a junio. Las semillas son ovoides, aparecen solitarias y miden de 6 a 8 mm de longitud. Están dispuestas sobre un receptáculo oblongo que se hace carnoso y que se alarga, con una pequeña bráctea subulada y recurvada en la base. Presentan color verdoso amarillento, que pasa a rojo violáceo oscuro y tiene algo de pruinosidad. En su conjunto semilla y receptáculo miden de 1 a 1,5 cm de longitud. Se sitúan sobre un pedúnculo carnoso. Su área natural es muy extensa, desde el Himalaya hasta el suroeste de China y Filipinas, Nueva Guinea, islas Salomón e islas
Fidji, pudiendo vivir desde el nivel del mar hasta 2.100 m de altitud. Es una planta que requiere suelos frescos con humedad, de cualquier naturaleza y lugares soleados o de media sombra, protegidos de las heladas, ya que no soporta grandes fríos. Tolera la contaminación urbana. Su crecimiento es muy lento y puede sobrepasar el medio milenio de edad. La madera es de buena calidad, ligera y amarillenta. Se utiliza en construcción. En Birmania es muy empleada para carpintería. Los receptáculos de las semillas son comidos en Nepal. Se emplea como planta ornamental. Se reproduce por semillas, aunque no son frecuentes las fértiles. También por esquejes y por estaquillas con leño de unos 15 cm y se eliminan las hojas de la base. El transplante es difícil y debe hacerse en primavera u otoño. El género debe su nombre a los vocablos griegos podos, pie y karpós, fruto y alude dis-
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Ramillas
posición de la semilla sobre un receptáculo que asemeja a un pie. El nombre específico se refiere a que las hojas recuerdan a las de la adelfa (Nerium oleander). Los viveristas lo conocen como podocarpo.
Es una planta muy rara en las áreas verdes de Madrid. Hay unos pequeños ejemplares arbustiformes en el Parque del Retiro, próximos a la entrada de la Puerta de Pacífico.
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Familia Texáceas
LOS TEJOS En este grupo incluimos pequeños árboles o arbustos bastante semejantes, de hojas aciculiformes, que se disponen en dos planos, apuntadas en su ápice y con bandas en
su parte inferior. Pertenecen dentro de las Gimnospermas a Clases botánicas diferentes (Taxopsida y Coniferopsida) y por tanto a familias diferentes.
EL TEJO COMÚN Taxus baccata L.
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Es un pequeño árbol o arbusto, permanentemente verde, no resinoso, que puede alcanzar de 10 a 15 m de altura, aunque los ejemplares de Madrid son más pequeños. El tronco generalmente es corto, a veces muy grueso y la corteza es de color marrón rojizo, delgada y con la edad se deshilacha y se desprende en escamas rojizas. El tronco acaba por pudrirse y ahuecarse porque la corteza no es suficientemente protectora y resistente. La copa es densa, ancha y está compuesta de varios tallos y numerosas ramas extendidas o colgantes. Las ramas son abundantes y las ramillas son muy numerosas, patentes o colgantes, están rodeadas en la base por escamas marrones y son verdosos en el primer año. Las yemas son ovoides, pequeñas, de 2 a 3 mm de longitud y de color marrón. Las hojas son aciculares con un pequeño rabillo y se disponen en dos planos. Son rectas o arqueadas, agudas o mucronadas, no punzantes, suaves, flexibles y decurrentes sobre las ramillas. Miden de 2 a 4 cm de longitud por 2 a 3 mm de anchura, tienen color verde oscuro por el haz y verde con 2 bandas verde-amarillentas por el envés. En las ramillas verticales la disposición suele ser radial. Suelen permanecer sobre el árbol de 6 a 9 años. Habitualmente nacen ramillas del tronco. Las flores masculinas y femeninas aparecen en árboles diferentes. Las masculinas forman inflorescencias globosas de alrededor de
4 mm de diámetro y se disponen en las axilas de las hojas. Las femeninas aparecen solitarias, también en las axilas de las hojas, constituidas por un óvulo rodeado de brácteas. En la madurez la semilla es ovoide, de 6 a 7 mm de longitud y se rodea de un arilo rojo vivo de alrededor de 1 cm de diámetro, que cae prontamente. Florecen en primavera y las semillas maduran en otoño. Ocupa un área geográfica muy extensa, por toda Europa, norte de África y oeste de Asia. En España aparece en casi todas las provincias, pero cada vez escasea más, por lo que está protegido en todas las Comunidades
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Porte en el Campo del Moro
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Porte en el Parque en la Fuente del Berro
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Forma tallada en el Parque del Retiro
Forma ‘fastigiata’ en el Campo del Moro
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Ramilla con semillas
Ramilla con semillas
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Tejo de hojas doradas
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Autónomas. Puede crecer tanto a la sombra como a plena luz, y sobre suelos silíceos o calizos, aunque parece preferir estos últimos. Soporta muy bien los fríos. Le perjudican los suelos muy secos o muy húmedos. Tolera bastante bien la contaminación urbana. Su crecimiento es relativamente lento. Es una planta muy longeva, se dice que puede alcanzar los 3000 años, siendo difícil saber su edad ya que los anillos se cuentan mal. La madera es dura, de excelente calidad, tiene color marrón anaranjado y resiste muy bien la intemperie. Fue muy utilizada en la Edad Media para la manufactura de arcos por su elasticidad. Los torneros, escultores y ebanistas la apreciaban mucho. El tejo es muy utilizado como ornamental tanto como árbol aislado, como formado setos o figuras, ya que tolera estóicamente las fantasías de los poda-
dores. Presenta gran variedad de formas de jardinería, destacando la forma piramidal o columnar, con ramillas muy verticales y la forma de hojas doradas. Las partes verdes, flores y frutos son venenosos, salvo la envoltura de la semilla que es muy apetecida por los pájaros, responsables por este motivo de su dispersión. El tejo tiene múltiples leyendas sagradas, ya que se plantaba en Europa en los cultos paganos, antes que los cristianos edificaran sus iglesias. Se pensaba que por sus tonalidades oscuras, por vivir bien a la sombra y por su longevidad, estaban consagrados a los dioses subterráneos. Por su longevidad se le ha considerado símbolo de la eternidad, por lo que en la mitología escandinava se le consideraba el árbol del mundo. De aquí viene la costumbre de plantarlos en los cementerios. Los guerreros galos y vascos elaboraban pócimas de tejo para impregnar sus flechas, a causa de sus propiedades tóxicas. Se reproduce por semillas. Una vez recolectadas hay que secarlas, después estratificarlas y sembrarlas al otoño siguiente, siendo conveniente tratarlas con ácido sulfúrico. A veces salen al tercer año. También se pueden multiplicar por estaquillas verdes, bajo campana y con hormonas. Las variedades por injerto. El enraizamiento tarda de 5 a 11 meses. Taxus es el antiguo nombre latino del tejo, empleado por Virgilio y Plinio y derivado de la palabra griega Taxon, que utilizó Dioscórides. Algunos autores creen que se deriva de toxicum, veneno, en alusión a sus propiedades venenosas. Baccata procede de la voz latina bacca, baya, aludiendo a la envoltura de la semilla. El nombre común procede del latino. Es bastante frecuente en parques y jardines públicos, así como en áreas verdes privadas, especialmente las de antiguo diseño, destacando un buen ejemplar en la explanada intermedia del Parque de la Fuente del Berro y los ejemplares del Parque del Campo del Moro, alguno de la forma columnar ‘fastigiata’.
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Familia Cefalotaxáceas
EL TEJO DE HOKKAIDO Cephalotaxus harringtonia (Forbes) Koch var. drupacea (Sieb. & Zucc.) Koidz. Es un pequeño árbol siempreverde, que puede alcanzar 10 m de altura, aunque en nuestros parques y jardines apenas pasa de talla arbustiva. El tronco está muy ramificado, con corteza de color marrón grisáceo a marrón rojizo, agrietada, que se desprende en tiras alargadas e irregulares. La copa es redondeada, espesa y más densa en los ejemplares masculinos. Las ramas salen erectas o ligeramente arqueadas y presentan un color marrón oscuro. Las ramillas son verdosas al principio y más tarde de color marrón rojizo. Las yemas son ovoides, recubiertas de escamas numerosas y muy pequeñas. Las hojas son aciculares, coriáceas y aunque salen espiraladas se sitúan de manera subdística sobre un corto rabillo, están dispuestas en V a cada lado de las ramillas y se presentan revueltas hacia la parte superior. Miden de 2 a 5 cm de longitud por 3 a 4 mm de anchura, estrechándose bruscamente hacia el ápice, y son de color verde oscuro reluciente por la cara superior, con 3 bandas verdosas y 2 bandas blanquecinas en la parte inferior. Las flores forman grupos y aparecen en plantas diferentes, son abundantes y amarillentas o blanco-cremosas y salen en las ramillas del año anterior. Es una especie dioica. Las inflorescencias masculinas son globosas o redondeadas, miden hasta 10 mm de longitud y se disponen sobre un corto pedúnculo que se sitúa en las axilas de las hojas. Desprenden el polen de marzo a mayo. Las femeninas son de color verdoso, están compuestas de dos carpelos rodeados de escamas y situadas al final de las ramillas. La formación fructífera está formada por escamas carnosas, tiene el aspecto de una aceituna de 2 a 3 cm de longitud por 1,5 a 2
cm de anchura, se dispone sobre un pedúnculo de 5 a 12 mm de longitud y tiene color verde oliva que después se vuelve marrón rojizo. En su interior encierra una semilla elíptica. La maduración suele ser en septiembre del segundo año. Es una especie originaria de las montañas de China, del sur de Corea y de Japón. Parece que se introdujo en Europa en 1829, donde se describió a través de un ejemplar masculino procedente de Japón, que envió el Dr. von Siebold a Gante. Prefiere terrenos ligeros, poco calizos y bastante frescos. Vive bien en cualquier tipo de suelos, aunque los prefiere húmedos y con buen drenaje. Se desarrollan a pleno sol, pero también soporta la sombra de árboles grandes, y se deben proteger de los vientos. Tolera los calores mejor que el tejo. Rebrota de cepa. Tiene crecimiento lento pudiendo vivir varios siglos, pero sin alcanzar la longevidad del tejo. Tiene madera de color amarillo y moderadamente dura, pero poco apreciada. Sus
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Las coníferas
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Flores masculinas
253 semillas son populares en Japón, donde se comen e incluso hay plantaciones de ejemplares femeninos con este propósito. Se cultiva por su valor ornamental, aislado o en forma de seto pues admite muy bien el recorte. Existen diferentes variedades de jardinería, siendo la más corriente la forma columnar que, a veces, puede confundirse con el tejo común. Tiene la copa compacta, de ramas y ramillas verticales que pueden inclinarse con la edad y follaje de hojas más cor-
tas y de color verde oscuro, casi negro, que se disponen de forma radial alrededor de las ramillas. Se multiplica poniendo en tierra las semillas inmediatamente después de la recogida o después de estratificarlas en tierra de brezo. La germinación puede tardar 18 meses o más. Se pueden estaquillar las ramillas terminales en marzo en cama templada, o en agosto en cama fría. Las ramillas laterales no arraigan fácilmente. Las variedades se reproducen por
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Árboles madrileños
Flores femeninas y conos
injerto. Tiene la facilidad de emitir muchas raíces, por lo que forma un buen cepellón. Su nombre científico procede del vocablo griego kephalos, cabeza, aludiendo a la forma de sus inflorescencias masculinas y de taxus, por su semejanza con el tejo. Está dedicado al conde de Harrington, inglés protector de las 254
Conos
ciencias en el siglo XIX. La denominación común hace referencia a su semejanza con el tejo y a una de las islas de origen. Esta planta es poco corriente en los parques, donde destacan los ejemplares del Campo del Moro y otros de menor talla en el paseo que bordea la Rosaleda del Parque del Retiro.
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Familia Gingoáceas
EL GINGO Ginkgo biloba L. Es un árbol caducifolio que puede alcanzar de 20 a 40 m de altura. Tiene tronco recto. La corteza es de color marrón grisáceo y poco agrietada en los ejemplares jóvenes, pero corchosa con costillas anchas y grietas profundas con la edad. La copa es cónica o piramidal, con follaje claro y ramas gruesas casi horizontales. Las ramillas son cortas, muy gruesas, están rodeadas completamente de cicatrices y tienen color verdoso al principio, que pasa después marrón rojizo. Las yemas son cónico-aplastadas, presentan color marrón rojizo, miden de 4 a 6 mm de longitud y se disponen sobre ramillas cortas. El crecimiento de las ramillas se produce a la vez por alargamiento y por la aparición de braquiblastos. Las hojas parecen pequeños abanicos, más o menos escotados en el ápice, con la base siempre cuneada en la confluencia con el pecíolo. Miden de 10 a 12 cm de longitud por 4 a 8 cm de anchura con el borde entero, numerosas nervaduras dicotómicas y un largo pecíolo de alrededor de 2 cm de longitud. Se disponen en fascículos sobre cortas ramillas laterales. Son algo gruesas y tienen una consistencia firme y coriácea, dando la apariencia de persistentes, sin embargo se caen al final de cada otoño, después de adquirir unas tonalidades amarillas o doradas resplandecientes. Las flores son pequeñas y amarillentas que responden a un modelo primitivo de organización estructural. Las masculinas aparecen en racimos estrechos alargados, mientras las femeninas quedan reducidas a dos pequeños óvulos sostenidos por un largo pedúnculo. Los sexos se disponen en árboles diferentes. La semilla asemeja a una pequeña ciruela de color marrón grisáceo o amarillento
parecida a una drupa, que mide de 2,5 a 3,5 cm de diámetro, tiene pulpa carnosa y exhala un olor desagradable algo repugnante, semejante al de la mantequilla rancia por el ácido butírico que contiene. Se caen pronto al suelo. Un kg puede contener de 400 a 1.100 semillas. Florecen a principios de la primavera y las semillas maduran al final del verano. El gingo se encuentra en los bosques montañosos de Chekiang, al este de China y en el Szechuan, en el extremo oeste, formando pequeños rodales en el seno de formaciones caducifolias, donde son muy respetados. En Europa se habló de él por primera vez en 1690, después de que el botánico Kaempfer regresara de una visita a Japón. En 1730 llegó la primera planta a Europa en la ciudad de Utrecht y en 1754 se plantó un ejemplar en el Jardín de Kew que todavía vive.Parece que el primer ejemplar se adquirió por 40 escudos. De ahí la denominación de árbol de los 40 escudos. En 1808 ya se citó en los Jardines de Aranjuez. En China y Japón se le otorga un valor sacro y simbólico. El gingo ha sido considerado como el fósil viviente más antiguo. Se dice que formaba parte de la tierra desde hace más de 250
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Porte en los jardines de la Avda. de Valladolid
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Las coníferas
Porte en el Parque del Oeste
Porte en la calle Príncipe de Vergara
Tronco
Hojas en otoño
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Ramilla y braquiblastos
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Apertura de yemas
Hojas en primavera
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Porte en invierno en el Parque del Oeste
Semillas
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Las coníferas
millones de años. Se pensaba que había desaparecido y los ejemplares existentes procedían de los que estaban plantados en el entorno de los monasterios budistas y los jardines de los palacios desde tiempos antiguos. Un autor chino ya lo menciona en el siglo VIII, y es corriente en la antigua literatura china, así como en la japonesa. Debido a su antigüedad los chinos lo denominan “alimento de los dinosaurios”, porque piensan que sus semillas eran comidas por estos animales. Prefiere terrenos neutros o calizos, con buen drenaje. Tolera heladas, pero requiere sol y calor en verano. Su crecimiento es muy desigual, haciéndose lento durante algunos años. Es un árbol muy longevo que puede alcanzar hasta 2000 años de edad. Una de las ventajas de continuar vivo desde su época se debe a que prácticamente carece de enemigos por lo que se dice que es un árbol que ha sobrevivido a sus plagas. Es muy resistente, tolera el ambiente contaminado de las ciudades, incluso un ejemplar pudo superar las consecuencias de la explosión atómica de Hiroshima. La madera es bastante dura, resistente a los insectos pero fácil de trabajar. En China es empleada desde la antigüedad para hacer mesas y altares en los templos budistas. Asimismo se ha utilizado para fabricar pequeños artículos de ebanistería, esculturas, tableros de ajedrez y diferentes utensilios para la ceremonia del té. Desde los primeros momentos en China era considerado como un árbol medicinal. Curiosamente todos los atributos curativos han sido plenamente confirmados por la ciencia occidental y hasta el momento se han identificado unos 140 compuestos distintos de la planta utilizados en farmacopea. Es un árbol muy estimado como
ornamental, especialmente por sus tonalidades amarillentas en otoño y sus escasas necesidades de riego. Asimismo se considera especie muy ignífuga por lo que a veces se ha utilizado para formar barreras contra incendios. Se reproduce por semillas sembradas después de la recogida o bien en primavera después de estratificación realizada en ambiente seco y a temperatura ambiente. También se multiplica por injerto de marzo a abril. Es recomendable emplear ejemplares masculinos para evitar el desagradable olor de las semillas. Por eso muchos árboles son ejemplares masculinos injertados. Su nombre científico procede del vernáculo chino Gink-Go o Gin-ki-Go, palabras que significan árbol sin hojas en invierno. En 1771 Linneo le añadió el epíteto biloba, haciendo referencia a los dos lóbulos de las hojas. Se ha adaptado gingo como nombre común, que es como popularmente se le conoce. El sexo de los ejemplares no se reconoce fácilmente, por lo que a veces hay que esperar a que florezcan. Se dice que las hojas de los ejemplares femeninos tienen las hojas menos profundamente hendidas, asimismo se comenta que en los árboles jóvenes los ejemplares femeninos florecen dos o tres semanas después de los masculinos y que las hojas de los femeninos caen más tarde en otoño. Estos árboles son muy frecuentes, sobresaliendo los del Parque del Oeste, los de los jardines del Palacio de Buenavista, los de la plaza del Conde del Valle Suchil y los del Parque de la Fuente del Berro. Se han plantado ejemplares en diferentes partes de la ciudad, destacando los de la mediana de la calle Príncipe de Vergara, cuyo futuro es incierto cuando ensanchen su copa.
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