Octubre de 2013
Luz y vida Parroquia de Santa Lucía, Campeche Mensaje del Párroco: P. Joaquín López ¡Les saludo sabiendo del gran esfuerzo por darse un tiempo para leer! Les recuerdo queridos hermanos que hemos querido introducirnos un poco más a fondo en la emocionante aventura de la Biblia. Con motivo del Año de la Fe, la Biblia es un hermoso camino hacia Jesús, el fundamento de nuestra fe. La Biblia nos lleva a Jesús en sus varias manifestaciones: La principal, nos lleva a su presencia misteriosa y escondida en la Eucaristía. Jesús totalmente entregado para darnos vida. La Biblia habla de la noche en que Jesús nos dejó su presencia en el pan y vino (Jn 6, 51) consagrados por Él: “hagan esto en memoria mía.” (Lc 22, 19). La presencia de Jesús en el sacerdote y en la comunidad. La Biblia habla de cómo los cristianos somos la Iglesia, su Cuerpo, y de cómo los sacerdotes le representan (Lc 10, 17) como pastores de la comunidad (Lc 10, 16; Jn 21, 15-17). La presencia de Jesús en los pequeños y en los pobres (Mc 9, 33-37). La Biblia habla de cómo Jesús, el que se ha hecho pequeño por amor a nosotros los hombres, el juez que toca nuestras puertas con su clamor de amor, llega a nosotros y podemos no seguirle, incluso ignorarle. La Biblia nos lleva a Jesús que está presente de muchas maneras, esperándonos con su infinito amor por nosotros, y también sorprendentemente esperando como un mendigo a nuestra puerta que le demos nuestro amor. Sólo así el Año de la Fe se centra en su raíz. Jesucristo nos comparte la mirada de Dios para ver las cosas de un modo nuevo. En nuestro país estamos necesitados de una visión profunda de los problemas que nos afectan en todos los sentidos.