Juan Miguel Cerdรกn Morales
Amor y Muerte
Juan Miguel Cerdรกn Morales
Amor y Muerte
Comenzaré mi historia por el final: ella se fue con otro. Eran finales de otoño, la ciudad, solitaria, vestía de marrón, un manto de hojas inundaban las aceras, el frío penetraba en cada rincón, en cada esquina de las calles y casas adentrándose en los huesos de todo aquel que las morase, y como no, en mi corazón. Recuerdo que fue un día normal y corriente, una tarde en la que ya se marchaba el sol y se vislumbraba la luna, cuando al fin me dejé llevar y di voz a mis pensamientos más profundos, aquellos a los que durante tanto tiempo mantuve ahogados en un océano de mentiras y autocompasión que terminó por secarse. En aquel instante fui consciente por primera vez que el error no radicaba en ninguna mujer, sino en mí. Sé que ahora mismo parece obvio y fácil de entender, pero hasta ese momento no lo vi. Yo era el culpable de los fracasos en mis relaciones, yo era quien me boicoteaba a mí mismo poniendo defectos en las demás cuando claramente era mi persona la que se negaba a dar esa oportunidad, nunca llegaría nadie mientras pensase en ella. ¿Y por qué pensaba tanto en ella? Sencillo, porque ella era Ella, la única que realmente me comprendía, la que confiaba ciegamente en mí, la que me quería más que nadie, incluso que yo mismo, la que se reía en mi boca y lloraba en mis ojos, simple y llanamente «mi esposa». ·5·
La mujer con la que iba a casarme, la futura madre de mis hijos, la compañera que permanecería a mi lado durante todo el largo viaje de eso que conocemos vulgarmente con el nombre de «vida», aquella que me hiciera tan feliz y con la que podía ser yo. La persona que me conocía perfectamente, que me entendía y complementaba, la luz que se encendió cuando sólo me rodeaba la oscuridad, la voz que me decía cada mañana que estaría ahí conmigo pasase lo que pasase, sin separarse jamás de mí, ni darme nunca de lado, Ella... Así que comprendí que debía de dejar de buscar, que no encontraría a nadie como ella y que lo único que conseguiría es hacer daño a otras. Decidí darme un tiempo, tratar de aclarar mis ideas y emociones, no iba a avanzar hasta cerrar definitivamente aquella puerta, por lo que fui a expresarle lo que habitaba en mí. Ella me escuchó, al fin oyó esas palabras que tanto y tanto tiempo esperó oír de mis labios, y cuando las obtuvo...calló. Juramentos y promesas quedaron rotas, deseos y sueños se marchitaron ya para siempre, y aunque pareció reciente fue el eco de lo que sucedió el día que se marchó de casa y que se diluyó poco a poco para terminar extinguiéndose en ese preciso instante.
i
·6·
La noche es algo más que oscuridad, es un sueño infinito, es un cielo repleto de estrellas, es donde me escondo y te miro. Es la noche por lo tanto mi aliada, la que me ayuda a conquistarte, la que aleja los rayos de sol de tu cara convirtiendo tus ojos en pequeños brillantes. Mostrando donde me aguardas, sin tú ni siquiera saberlo, mientras rezas cada noche a la luna por encontrar un amor sincero. Y yo cada noche te observo tratando de conseguir el valor, para dar un grito en el cielo y decir que aquel a quien buscas soy yo. Imagino día tras día ese momento en la que al fin te jure mi amor, en la que la noche será nuestro testigo de que Romeo y Julieta existió. Pero no será la familia quien nos separe, no terminaremos bebiendo veneno, tan sólo debo conseguir que tu corazón me ame y bajo un manto de estrellas nos besemos.
i ·7·
Amor y muerte el regreso de un adiós, un sueño que se convierte en pesadilla y una esperanza que ya se marchó. Amor y odio fue lo que nos ocurrió, a veces te necesitaba a mi lado, otras cuanto más lejos mejor. Amor y llanto ¿por qué tanto dolor? una lágrima por cada beso, un lago que de besos se llenó. Amor y cariño fue lo que nos faltó, yo quise haberte querido pero se apagó la pasión. Y ya tan sólo nos queda amor y muerte, un amor que no sé cómo entregarte y el tuyo que por mi culpa perece.
i
·8·
¿Por qué es tan complicado el amor? ¿por qué siempre me toca perder? entregué mi alma en esta relación para no recibir nada de él. Yo no quería enamorarme, me negaba a volver a sufrir, aunque al final me conquistaste y en tus brazos rendida caí. Te di todo lo que tenía, incluso lo que ya no había en mí, rompí mi palabra de volverme fría para de nuevo volver a sentir. Recobrar la ilusión por alguien, despertarme con una sonrisa, pensar en ti a cada instante, soñar que esta vez funcionaría. ¿Y todo esto para qué? ¿por qué jugaste conmigo? sabías que no me podías querer para ti sólo fui un capricho. Y ahora me toca levantarme, renacer de mis propias cenizas, hacerme más fuerte y olvidarte, y continuar yo sola con mi vida.
i ·9·
Miro tus fotos de joven y observo fijamente tus ojos, es tal el parecido que veo que parece que sea mi rostro. Mis gestos son tu reflejo, mis posturas una vez fueron tuyas, parece que fuese yo un espejo donde tu imagen perdura. Me encuentro en tus palabras, en cada expresión que utilizas, en la forma en la que hablas incluso hasta en tu sonrisa. Tus errores guiaron mis pasos, tu experiencia trazó mi camino, tus fracasos me enseñaron a nunca darme por vencido. Tenemos el mismo carácter, pecamos de la misma actitud, hablamos sin pensar las consecuencias, de ser moneda seriamos cruz. Treinta y dos años nos separan, eres mi padre y yo tu hijo y es que aunque tú no lo sepas eres la persona que más admiro.
i · 10 ·
No hay nada escrito, el futuro se puede cambiar, no vivas sumido en el vacío donde no hay vuelta atrás. Cierra tus ojos al dolor, escapa de la cárcel de tu mente, huye de cualquier imposición y no hagas lo que dicta la gente. Forja tu propio destino, construye a tu gusto un mañana, cree en lo que nunca has creído vence donde otros fracasan. No seas tan sólo uno más, el mundo está lleno de donnadies, demuestra quien eres en realidad y que nada en esta vida te pare. Grita al cielo tu nombre, haz que se escuche tu voz, deja el lugar donde siempre te escondes y recorre un camino que aún no se vio.
i
· 11 ·
Esta noche duermo solo, la melancolía invade la cama, me acostumbré a tu presencia y ahora me toca añorarla. Debo de pasar la semana sin ti contando las horas para volverte a ver, y el teléfono se convierte en mi amante hasta que el reloj te traiga otra vez. Y de nuevo nos besaremos, y podré tenerte en mis brazos, volveremos a estar juntos y juntos volveremos a acostarnos. Y ya no tendré que añorarte pues estarás a mi lado hasta que de nuevo partas y tengamos que separarnos. Y el ciclo se repetirá y volveré a sentirme vacío, pero la verdad no me importa mientras regreses conmigo. Y sé que lo harás.
i
· 12 ·
No pienses que no te amo, no creas que ya no te quiero, no digas que te he olvidado porque sabes que no es cierto. Podrá parecer otra cosa, que al fin rehíce mi vida pero la procesión va por dentro y un amor nunca se olvida. Aun sueño contigo, todavía oigo tu voz, a veces creo verte a lo lejos, aunque sólo es una ilusión. No consigo olvidarte niña, no logro escapar de tu recuerdo, no tengo manera de borrar las huellas que dejaste en mi cuerpo. Ahora vivo con ellas, como castigo de lo que fue, evocando cada momento que no volverá a suceder.
i
· 13 ·
¿A qué se le debe de hacer más caso?, ¿a la cabeza o al corazón? ¿cómo saber que deseamos? ¿y si ninguno tiene razón? ¿Cómo escuchar a quien no habla? ¿cómo sentir al que sólo piensa? ¿qué hacer cuando no sabes nada? ¿cómo vivir entre tantas tinieblas? Muchos caminos que tomar, demasiadas direcciones marcadas, ninguna decisión que traiga paz y cada vez más tiempo pasa. Y ella se aleja de mí, y ella nunca volverá, a ella no la conocí, a ella que más le da. Juega conmigo, yo juego con ella, decidimos ser amigos, algo que no se supera.
· 14 ·