José Miguel Sánchez
BESTIARIO Y PÉTALOS DE ROSAS
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José Miguel Sánchez (Plasencia, 1980). El libro «Bestiario y Pétalos de Rosas» es un inventario de poesía y pensamientos ensimismados. Un libro de poesía no para cualquiera, solo para locos, a quienes el viento empuja… poesía interior.
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José Miguel Sánchez
BESTIARIO Y PÉTALOS DE ROSAS
A todos esos a quienes el viento empuja a pasar por el mismo escenario, el mismo teatro... No hay ventana al exterior, solo alumbra dentro un mĂsero tragaluz, y una butaca que conozco estĂĄ vacĂa.
¿Qué decían sus inscripciones? «Entrada no para cualquiera» y «Sólo para locos». Deseaba íntimamente que el encanto volviese a empezar, poder atravesar esa puerta. Allí quizás estuviera lo que yo anhelaba, allí tal vez tocaran música. «El lobo estepario», Hermann Hesse 1927.
© José Miguel Sánchez, 2018
Edita:
I.S.B.N.: 978-84-17068-77-6 Impreso en España Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación ni de su contenido puede ser reproducida, almacenada o transmitida en modo alguno sin permiso previo y por escrito del autor.
CONTENIDO
Norte.............................................................. 13 Ruido............................................................. 16 Presentimiento............................................... 18 Mar de betún.................................................. 20 Humana......................................................... 23 Una espantada................................................ 25 El metemuertos del señor Hyde...................... 26 Sin recursos, muchas gracias.......................... 29 Soliloquio a la hora del té (En la habitación acolchada)........................... 32 Confesión....................................................... 34 Al otro lado del sol......................................... 36 Escuchando.................................................... 38 ¡Vuela!............................................................ 41 Canto al fracaso.............................................. 43 Prisionera....................................................... 45 Mi carta.......................................................... 47
Poesía de contrabando.................................... 48 En mala compañía.......................................... 50 Otro martillazo del reloj................................. 53 Inútil.............................................................. 55 Enésima revolución........................................ 57 Escena 22....................................................... 58 En estado salvaje............................................ 60 Cada instante (segundo acto).......................... 63 De tanto en tanto............................................ 64 ¿Quieres la manzana?..................................... 67 Sonambulista.................................................. 68 La ilusión de tus ojos...................................... 71 Deja................................................................ 72 En el tronco de un ombú................................ 75 A quienes el viento empuja............................. 77 Luces de emergencia....................................... 78 ¡Quédense, señores!....................................... 81
BESTIARIO Y PÉTALOS DE ROSAS
NORTE Norte que no te puedo olvidar, que tras la despedida, ya sin abrazos, ya sin miradas, la distancia se interpuso con su fe desgarradora. Que en ese camino destruí mi calzado, también mi afilado orgullo, y el fugaz sentimiento de esperanza truncose como mi espalda, que al infierno a mirar me obliga, miserable sensación de que el final se acerca. Norte que no te puedo olvidar, que cuando ya con abrazos y con miradas nos despedimos, sin duda fue para alejarnos.
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Que con los zapatos hechos trizas ¿para qué sirve el orgullo? Si con los pies llenos de heridas no se puede regresar. Que al horizonte miro, pero no te encuentro. Norte que en mi cabeza sigo escuchando tu son como un entrechocar de jarras brindando siempre a la gloria. Que las tristezas se desvanecen junto a tu corazón. Que los antiguos pecados en el recuerdo quedan como orgullosas marcas de un mejor pasado.
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Norte que olvidarte no puedo. Que fuiste tú quien hundió en mi carne las uñas de la añoranza desafiando instintos, pasiones, distancias, señalando en algún lugar un punto para el regreso. Brillo tenue en la lejanía de la vela que indica el retorno. Norte que no te olvidaré, que en tu regazo quedó mi alma mecida cuando yo, sin saber que me amabas desgarré en mi pecho y partí la coraza. No te olvides de mí, Norte, que yo de ti no me olvido.
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RUIDO Ruido de los coches, subo las persianas, la vida comienza a sospechar de mi jugada: puedo defender lo indefendible hasta mañana, o puede que no vuelva a ver amanecer. Hay días que me sale demasiado bien y me doy cuenta. Hay días que me vuelvo del revés y se me pasan las horas muertas. Bajo al escenario gris de las aceras. Ya me he disfrazado previamente de persona. Transito por el carnaval que hay a mi alrededor, observo mientras camino, nada llama mi atención.
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Es difícil muchas veces conseguir complicidad, descubrir una mirada por encima de otras cosas… …se puede dejar a la imaginación volar, quizás así encuentre lo que busco.
Salgo de la marabunta de las calles, huyo del aturdimiento general. Caminando con la duda de si hacer el bien o el mal, a la conclusión llego enseguida de seguir improvisando.
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PRESENTIMIENTO Supe que venías, pues quedó todo en silencio. Supe que debiera resguardarme. Me estremecí al sentir que yo, calado hasta los huesos, nunca llegaría a ninguna parte. Y te eché de menos a mi lado, pero ya nunca podría volver atrás. A contra viento, siempre a contra viento. A contra viento, siempre contra el vendaval. Cien veces acabar no menos que sentado, cien veces tumbado y vuelto a levantar.
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A contra viento, siempre a contra viento. A contra viento, fuerte contra el vendaval. Levantarme aĂşn habiendo sido humillado, despojado hasta de mi humanidad. Ahora avanzo sabiendo que estarĂĄs conmigo a pesar de que nos barra el viento.
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MAR DE BETÚN Se cargaron mi capacidad para hacerles felices. Exploré dentro de mí, en el mar de betún. Una ráfaga de aire me hizo caer de bruces; cuando me levanté nada era igual. Rompí mi documentación y destruí mi ropa, arrastré las manos por el asfalto para que sangraran, y restregué en lejía mi mente desquiciada para borrar la identidad con que se ensuciaba.
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El alma aún no sé dónde está, y hecho pedazos el corazón podré volver a ser animal, pues también he perdido la razón. Adiós, no hay reguero de sangre si pretendes venir. Perdón, hace mucho tiempo que debí estar aquí. Valor, con el tiempo se perderá el recuerdo. Honor, ahora soy yo el que elige. Seré lo que no quiera ser, o lo que quiera ser, a decisión mía.
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HUMANA Hemos creado una conciencia común que apesta a deshumanidad; que no acepta a la naturaleza porque arrasa hasta con nosotros. Si bien aún existen valores en los que apoyarse y todavía son suficientes, suficiente no es bastante contra el riesgo que los amenaza. Hemos de crear una conciencia común basada en la aceptación de lo que somos, lo que aportamos, lo que nos queda, lo que dejamos.
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