Crujidos
Soledad Pedraz Derqui
Crujidos Soledad Pedraz Derqui
Vida
Para ti la vida porque la sientes, la presientes, la paladeas y la devoras. Para ti la vida porque la recuerdas, la sueñas, la ríes y la lloras. Para ti la vida con los cinco sentidos porque la utilizas, la acaparas, la compartes y la regalas. Para ti la vida en su esplendor, a todo o nada.
I
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Así te quiero
Te quiero con el corazón, el que late ansioso por ti y languidece en tu ausencia. El que te lleva siempre con él y se haría añicos si te perdiera. Te quiero con mis ojos, que miran dentro de ti, con mis manos, que te acarician, con mi boca, llena de tus besos, con mi lengua, que te lame golosa, y con mi cuerpo que se abre para acogerte. Así es como yo te quiero. Con el alma… Con el alma no puedo, se la vendí al diablo a cambio de tu amor para siempre.
I
·6·
Atardecer
Dulce y tímida luz de atardecer, ligero escalofrío en el cuerpo. Se aleja el sol y llega la penumbra, los colores del cielo parpadean diferentes, sorprendentes. El horizonte en el mar, más cercano templado el sol y el viento, es momento de calma en el alma. Atardecer en la playa
I
·7·
Ocaso
Es el principio del fin del día, la luz se va escapando lentamente. La mar en plata, el cielo en rojo, el embrujo del momento nos abraza y mar adentro nos llevan nuestros pasos. Revolotean las olas entre los cuerpos, dulce sabor de besos salados, cristales de agua en tu espalda, escalofríos de ternura. En el horizonte el sol, tú en mí.
I
·8·
Vivir hasta el final
Cansado ya el cuerpo y anochecido un trocito de cielo entra por su ventana y le dice cada noche, hasta mañana. Y cada mañana abre los ojos, lo mira de nuevo y se sabe viva, a pesar de todo. Y a pesar de todo agradece otro día, el de hoy pleno de colores de primavera. La lucha a muerte, le merece la pena. Así de grande es ella.
I Para Julia
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Dignidad
Qué áspera la injusticia y la desesperanza. Qué áspera su indiferencia y su desprecio, su altanería, su inmoralidad y su caridad. Qué áspera la ley, su ley. Qué áspera la rabia y la decepción, mi impotencia y su manipulación. Solo nos salva lo que nos diferencia: Nuestra dignidad.
I
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Dolor
Eres oscuro, frío, despiadado y profundo. Confundes la mente y el cuerpo, me desvencijas, me nublas me arrinconas, ahogas mi voz y me ensordeces. Doblégate, devuélveme mi vida.
I
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El práctico del puerto
Con tu “capote” marinero, que no de matador. Con tus botas de agua, que no de pescador, te alzabas sobre el mar. Un pie tras otro, con tiento sobre la escueta escala hasta arriba, a bandazos con la fuerza de tus brazos y los huesos calados. Bienvenido a bordo, capitán.
I A mi padre
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El soñador
Se durmió soñando y soñó que se dormía. Flotaba su cuerpo y se desvaneció la realidad. Soñó que era otro. Soñó en otra vida. El sueño le envolvió y su miedo se alejó.
I
· 13 ·