David Y Antinoo José María Sánchez «Kimbo»
David Y Antinoo José María Sánchez «Kimbo»
CANARIAS significa Canes(perros) y Área (lugar) = Área de canes. CUENTA la historia que los primeros hombres que llegaron a las islas vieron que estaban habitadas sólo por pájaros de cautivadores cantos y muchos perros de raza desconocida, por lo que dijeron que la isla era un «Canes Área». Con el tiempo la palabra fue cambiando, hasta convertirse en la que hoy conocemos como Canarias. ESTA historia que has empezado a leer pasó hace muchos, muchos años, en la bonita y afortunada isla de Las Palmas de Gran Canaria. NUESTRO protagonista es un jovencito de nueve años llamado David Sanchez. Hijo de José María, un negro cubano y Eveline una rubia holandesa. Por lo que el físico de David es: color de piel mulato claro con pelo negro acaracolado. De carácter alegre, amable y obediente, con una especial educación heredada de sus abuelos holandeses. Listo como pocos para su joven edad. Servicial y siempre dispuesto a ayudar a las personas mayores. Por lo que era muy apreciado por todos en su barrio. BIEN, si ya tenéis una imagen de cómo es: Empezaremos la historia en el colegio «Sagrado Corazón» al sur de la capital. M 5 N
LA señora Lola, directora del colegio, entró en el aula donde estudiaba David. Todos los niños se pusieron de pie. Miró a todos los alumnos y fué directa hasta donde estaba él. Muy seria le dijo: – ¡Ha llamado tu madre! Recoge tus cosas y puedes irte a casa». LOS demás niños le miraron con envidia. MIENTRAS David recogía sus cosas, sus dos mejores amigos, Emilio y Julio, preguntaron intrigados. ¿Que es lo que ha pasado? DAVID encogiéndose de hombros aseguró. – ¡No lo se! ¡que suerte! poder irte y nosotros no. CON una maliciosa sonrisa salió de la clase diciendo adiós con la mano. CUANDO llegó a su casa comprendió el porqué fué la salida del colegio. Su padre se había caído del andamio donde trabajaba de albañil y se había roto una pierna. EL medico aseguró que al menos durante dos meses no podría volver a trabajar. José María se lamentaba de su mala suerte. David se ofreció para empezar a trabajar y ayudar con algún dinero. Pero su padre se negó rotundamente a que abandonara el colegio. EVELINE trabajaba lavando la ropa de las vecinas del barrio y afirmó que ella buscaría gente más lejana del barrio, para lavarles también la ropa. M 6 N
DICEN que la mala suerte nunca viene sola y ellos lo pudieron comprobar. LA moderna invención en aquellos tiempos de las maquinas de lavar electricas, hicieron que la mayoría de las vecinas las compraran. Por lo que la madre de David apenas ganaba para vivir los tres, empezando las necesidades. CONSCIENTE de ello David volvió a pedir permiso a su madre para ayudarla a ganar algún dinero. Ante la insistencia de él, afirmando que no abandonaría el colegio y que lo podría hacer en las horas libres, sus padres terminaron por aceptar. COMO David era muy apreciado en el barrio no le costo mucho ganar algo de dinero en sus ratos libres. POR las mañanas, antes de ir al colegio David reparte los paquetes de periódicos en dos kioscos del barrio. Y por la tarde, después del colegio ayuda a don Gaspar, el dueño de un bar que está cercano a su casa, lavando los vasos y barriendo el local hasta las once de la noche. Los camareros reparten con David las propinas que han recogido durante la jornada, como un verdadero trabajador más. Las cosas empiezan a mejorarse para ellos. JUSTO enfrente de la catedral en una bonita plaza rectangular, haciendo honor al significado de Canarias, existen las estatuas perfectas y en tamaño natural, de cuatro perros típicos de la isla. CADA noche, David al salir del bar cruza esta plaza por delante de la catedral y suele sentarse al lado de uno de los perros a contar las propinas que se ha ganado y descansar un rato junto a este perro de piedra, al que acaricia y le cuenta como le ha ido. M 7 N
SUS padres están muy preocupados, saben que su hijo no duerme lo suficiente con tanto trabajar. Quieren que deje uno de los dos trabajos y que descanse un poco más. Pero David, se siente tan orgulloso de ser él quien pueda suplir la falta de dinero de su padre, que no quiere dejar ninguno de los dos trabajos. CIERTA noche que estaba barriendo el bar, a uno de los clientes al sacar el dinero del bolsillo para pagar, se le cayó un billete de mil pesetas (hoy serian seis euros). No se dio cuenta y se fué del bar dejando el dinero en el suelo. David que lo había visto cogió el billete de mil pesetas y salió detrás del cliente. Le devolvió el dinero, explicándole que se le había caído. AQUEL cliente, viendo la honradez de David le dijo que se lo quedará como premio a su honestidad, haciéndole prometer que no lo gastara en cosas inútiles: que lo usara en algo que le diese a ganar más dinero. David se lo prometió y dándole las gracias, el hombre siguió su camino. Los demás camareros le felicitaron por su acción y en premio a su honradez cada uno de ellos también le dio algo extra de sus propinas. ESA noche David se fue muy contento del bar y al pasar por la plaza de los perros se sentó delante de su perro escogido y empezó a contar el dinero. Un billete de mil pesetas e infinidad de monedas. ESTABA tan cansado que tenía que volver a empezar a contar las monedas por haberse equivocado. LAS campanas de la catedral comenzaron a tocar anunciando que eran las doce de la noche. Empezaba un nuevo día. M 8 N
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