Donde el alma habita Asier Tobalina Larrea
Š Asier Tobalina Larrea I.S.B.N.: 978-84-15649-59-5 Dep. legal: V-3368-2012 Edita:
Impreso en EspaĂąa Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicaciĂłn ni de su contenido puede ser reproducida, almacenada o transmitida en modo alguno sin permiso previo y por escrito del autor.
A mi familia
ÍNDICE 9
Prólogo de Mª de los Ángeles Pérez Ondiviela
13 Neuma 14 Voy contemplando los días 15 Vivencias 16 El camino de la verdad 17 Esperanza 18 Sentir que estamos vivos 19 Besar te beso 20 El peso de la memoria 21 Génesis de mi ser 22 Esta tarde de invierno 23 El rumbo de la palabra 24 Compañera 25 El abrazo del verso 26 Memoria robada a un sueño 27 Tus pies descalzos 28 Bajo la noche 29 Corazón sin patria 30 Inquietudes 31 Al mirarte 32 En clave de verso 33 De las horas quietas 34 Permite 35 Libertad 36 Cómo llegar a ti 37 El silencio 38 El día en que llegue el día 39 A través de los átomos 40 Versos prohibidos 42 Tu imagen 43 Está amaneciendo 44 Anoche 46 Cuestiones 47 A ti, corazón 48 Ningún oasis en el asfalto 49 Entre las calles 50 Confesiones 51 Edad que muero 52 Gira el mundo
53 54 55 56 57 58 60 62 63 64 65 66 67 68 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 95
Noche en blanco Purgatorio Nuestros labios Nuestro tiempo En busca y captura Réplicas El beso errante Ánima Sentimiento A tus labios Ángel y Demonio A ti sin ti Una vez más Perseguido por la tentación Mil noches y una pasión Las edades de tu cuerpo Parte de ti Atrapo el tiempo Día uno año cero Presa del sentimiento Ser Presencia la luz Fe última Hondo silencio 25 de Junio, año 11 Pesadamente Rescato la imagen Existe en ti Esperando al autobús Camino Huérfanas sin ti mis manos Silencios El placer nos sostiene Si algún día Hermana Quien te escribe 27 de Diciembre, año 2011 Aforismos
PRÓLOGO “Sin hablar, sin pensar, iré por los senderos: pero el amor sin límites me crecerá en el alma” Arthur Rimbaud
Cierto día mi hija Idoia me preguntó: “Mamá… ¿tú no recitaste en la presentación de los libros de un poeta llamado Asier? Es que un amigo mío tiene mucho interés en conseguir algún poemario suyo para regalárselo a su chica, a la que le encanta su poesía, y si pudieran estar dedicados por él, sería genial.” Sí, efectivamente, yo había recitado en la presentación de las obras de Asier Tobalina Larrea. Inmediatamente, me puse en acción y conseguí los ansiados poemarios. Ahora, solo tenía que contactar con Asier para la dedicatoria y así, cumplido mi objetivo, el amigo de mi hija podría contemplar gozoso la amplia y maravillosa sonrisa de agradecimiento de su amada. ¡Para que luego digan que la poesía no es de ninguna utilidad en la vida! Tras las correspondientes llamadas telefónicas, los libros fueron rubricados por el autor y entregados a tan devota seguidora, con la consiguiente satisfacción de todos los implicados en la trama poética. Esta anécdota fue la que motivó mi reencuentro con Asier y la remembranza de tiempos pasados. Por mi parte, pude comprobar que, pese a los avatares del destino, el amor a la poesía seguía incólume en su vida. Y es que Asier es poeta por predestinación. Jamás podrá abandonar el verso porque es inherente a su alma. Jamás dejará de percibir el hechizo de lo intangible… tan real para él. Jamás podrá caminar sobre el asfalto sin alzar su mirada hacia las nubes. Corría el año 2002, cuando me llamaron para recitar en la presentación del segundo poemario de un joven poeta, Asier Tobalina Larrea, titulado: “La voz del silencio”. Su epígrafe ya me hizo presentir que iba a conocer a un autor singular. Recuerdo que me sorprendió la fuerza y entusiasmo que reflejaban sus ojos y la entrega con la que recitaba sus poemas, como si en cada uno de ellos estuviera volcado su yo más profundo, y así era, ya que la poesía es vital en la existencia de Asier. Los versos fluyen de su interior como de un volcán incontenible. En el 2004 le acompañé en la presentación de su tercer poemario: “Quiero vivir lo que he muerto”. Han quedado presentes en mi memoria los ensayos previos al acto, donde el
9
halo de la poesía nos envolvía, y voz, música y sentimiento formaban un nexo de unión que nos elevaba más allá del mundo cotidiano. Como escribe en su poema “POETAS”: “Somos portadores del alma, / portadores de sentimiento / portadores de amor y nostalgia / y nos entregamos a la palabra / al verso / a la misteriosa senda / de la poesía”. La lectura y recitación de su obra hicieron que su nombre quedase grabado a fuego en mi lista de autores preferidos. Hoy nos presenta un proyecto hecho realidad, este libro que el lector tiene en sus manos: “Donde el alma habita”. Asier vuelve a embarcarse en la aventura de ofrecernos un nuevo poemario, con el ardor de su irrefrenable impulso creador. “Sucede que aflora / el ansia de surcar/ nuevos horizontes, / mares en cuyas olas / la música se divisa, / cielos donde la nube / algodone el alma.” Son más de cuatro años de su vida condensados en 75 poemas y otros tantos aforismos los que conforman éste trabajo, en el que el autor ha vertido tanta ilusión. Pablo Neruda dejó escrito: “Si me preguntan qué es mi poesía debo decirles no sé; pero si le preguntan a mi poesía, ella les dirá quién soy yo.” ¿Podemos aplicar este argumento a la obra de Asier? Al adentrarnos en sus poemas nos sacude un torbellino de sensaciones donde el amor, la duda, el desencanto, la sensualidad, la esperanza, la belleza, el dolor, la ternura, forman un lazo de unión que nos conmueve, y su poesía pasa a formar parte de ese mundo interior que rige el sentido de nuestra vida. Pero Asier no oculta las incógnitas que inevitablemente subyacen en el hombre y nos muestra su lucha por atravesar esa nebulosa en la que, a veces, parece estar atrapado. “Sin tiempo para ser/me dejo seducir por el abrazo del verso / Sin tiempo para comprender /cultivo la huella que en el aire está escrita, / y me dejo envolver / por la duda que me sostiene…/ a la que, a veces / llamo poesía”, nos confiesa en “El abrazo del verso.” Sí, podemos decir quién es Asier, pero asumiendo el misterio insondable de su alma desnuda que busca incansable la esencia de su ser. Cuando reparamos en los títulos de los poemas que contiene este libro, observamos su gran riqueza temática: “El camino de la verdad”, “Sentir que estamos vivos”, “Génesis de mis ser”, “A través de los átomos”, “Libertad”, “A tus labios”. El autor nos abre su corazón y vuelca su caudal poético en la luminosidad de su lenguaje puro, más allá de la vida y la muerte, del espacio y del tiempo, del espíritu y la materia. El amor, como no podía ser de otra forma, ocupa un lugar relevante en su poética.
10
“Desnudar el tacto de tu piel, / escuchar la música / que en tu cuerpo late /para que el débil eco de mi corazón / sobre el algodonado sentimiento / de tu pecho descanse”. Octavio Paz dijo: “El arte aspira a la transparencia”. Así podríamos denominar a la poesía de Asier: transparente. Nos la muestra sin artificio, con la misma valentía que el poeta encara la vida. En una entrevista que le hicieron hace años sintetizaba su obra como “una simbiosis entre el pensamiento, el corazón y el alma. La poesía es el espejo de mí mismo”. Un espejo que él nos muestra generoso. Pero Asier no es hombre que viva permanentemente encerrado en su burbuja onírica, ajeno al rumbo del mundo que le rodea, por el contrario vuelve su mirada hacia el hombre que sufre ofreciendo las palabras que nacen de su conciencia. “Está amaneciendo, /quisiera que esta luz / iluminase hasta el último / corazón desatendido, / la primera pena / la última tristeza.” A la vez, la libertad es algo que Asier tiene muy presente en su vida y sus versos son un ejemplo de ello. Un fragmento de su poema “Libertad”: “No detengas la palabra / que permite el caminar / al torpe paso de mi escritura; / alambradas ni muros detengan / mi peregrinar por el mundo. El poeta en ésta, su última publicación, se expresa sin trabas de reglas métricas que lo condicionen. Desde la adopción de determinadas estrofas de versos semilibres de mayor y menor extensión, hasta el verso libre, en un deseo de transmitir sus emociones sin ningún freno. Verso libre, sí, pero necesariamente sujeto a ciertas pautas como son el ritmo y la musicalidad que confieren al poema su propio código y orden interno. La poética de Asier encuentra el cauce perfecto en dicho estilo, cuyos precursores (Walt Whitman, los poetas simbolistas franceses y nuestro Premio Nobel Juan Ramón Jiménez…), inspiraron a muchos autores, desde la generación del 27 hasta nuestros días. Los Aforismos con los que Asier cierra el poemario, son un cúmulo de sabiduría y forman quizá la parte más genuina del poeta. Yo he podido comprobar cómo el autor se quedaba sorprendido de su propia escritura al dedicar los libros, como si un ente sobrenatural se lo dictase. Como dijo García Lorca: “La creación poética es un misterio indescifrable. Se oyen voces, no se sabe de dónde, y es inútil analizar de dónde provienen”. Felicitémonos por este nuevo libro: Donde el alma habita que Asier pone a nuestro alcance, en la seguridad de que no será el último. ¡Que así sea! Mª de los Ángeles Pérez Ondiviela. Bilbao, Diciembre de 2011
11
NEUMA
Sucede que aflora el ansia de surcar nuevos horizontes, mares en cuyas olas la música se divisa, cielos donde la nube algodone el alma. Ocurre que la vida pretende quien la viva, luz que sombra ilumine, sonrisa que la boca esgrima. Se mudan las edades, en lo más hondo del ser a la existencia permanece fiel el sueño acunado por los brazos de la noche más profunda.
13
VOY CONTEMPLANDO LOS DÍAS
Voy contemplando los días y noches de tacto invisible, reviviendo caricias del ayer, cortejando los estímulos del alba, ciego ocaso, caricia amada. En el habitable crepúsculo en que la vida un destello irradia ha de brotar la esencia de tu canto, estela que perdura en la penumbra, cálida lluvia que la tierra espera. Descienden por los versos del aire ya tuyos los besos que te robé, he de contemplar el camino, en la distancia permanece quien ve.
14
VIVENCIAS
Hay momentos ligados a la vida, los que merecen la virtud de la memoria, los que no se marchitan y que venciendo las inclemencias de la edad resisten a doblegarse ante el silencio y dominios del olvido. Hay momentos de la vida, los que emergen hasta el nivel Ăşltimo del pensamiento que nos trasladan a otros tiempos; revivirlos aun ausentes de tanto es tanto sentir que hasta el vivir resulta extraĂąo. Hay momentos en la vida que por el contrario se deslizan por las vertiginosas escalas del recuerdo, hasta desvanecerse, como si de la sigilosa llamada del agua se evadiese el blanco invierno.
15
EL CAMINO DE LA VERDAD
Al morar en tu perfumada tierra, cara a cara, piel contra piel, alma contra alma, lecho contra pecho, descubrí el camino de la verdad, la inquietante visión sin mordazas, rasgando paso a paso las sofocantes vestiduras que la sociedad impone; palpando la piel del aire, descifrando el rumor de los árboles, el canto del ave, el lenguaje del agua, el ritmo del cielo, el mensaje que la tierra esboce, la danza de las nubes, el cortejo de los animales. Al desprenderme de ti sentí arrancarme del alma el alma y tu llamada no deja de estimular mis sentidos. Aún tenemos que vivirnos, furtivamente sentirnos, y si soy digno de merecerte, amada tierra por tu amor eterno, acógeme de nuevo en tus verdes senos cuando llegue el momento que soy más tuyo que mío este lamento. 16
ESPERANZA
Si tú me abandonases qué sentido tendría alentar los días en que un laberinto parece ser el camino más recto.
17
SENTIR QUE ESTAMOS VIVOS
Aliarse con el recuerdo, con el pulso del tiempo, con las señales de los sueños. Ahondar en los caminos que cultivan el pensamiento, surcar la senda de los impulsos. Alimentar el alma con la música de la naturaleza que al espíritu corteja. Aprender del interior de los rostros, comunicar con los sentidos sin desear lo que ya es tenido y al caminar, al caminar sentir que estamos vivos.
18
BESAR TE BESO
Mis recuerdos, besando, son ya lejanos, en cambio, besar te beso hasta el dĂa que aĂşn no ha llegado.
19
EL PESO DE LA MEMORIA
AquĂ y ahora, en el momento justo en que sostengo el peso de la memoria entre los dedos que una vez te amaron fluyen las palabras que transcribe el tiempo; palabras que hasta al aire inquietan arden en la hoguera del vasto amor, palabras que se escuchan donde el silencio nace, allĂ donde al sentirte verso es tu cuerpo.
20
GÉNESIS DE MI SER
El aire que respiro parece haberse agotado a mi alrededor, oxígeno apenas bombea mi sangre, una poderosa angustia siento querer arrancarme como la muerte la vida del pecho el alma a jirones. Desconozco ya el nombre de este dolor, desconozco la razón de esta elegía, desconozco el motivo de éste mi desaliento. Una sombra recorre mi interior, en busca de la última luz que atesoro como génesis de mi ser y que ya parpadea por tanto y más; sólo espero a que de mí se apiade dejando al menos un amanecer al que poder sentir y contemplar para decirle que no me abandone al sufrimiento y que en momentos como éste avive la luz que ilumina los oscuros miedos que habitan en mi cuerpo.
21
ESTA TARDE DE INVIERNO
Esta tarde de invierno, mirando a través de un hilo que me une a la vida que trazo, estudio la manera de rescatar una imagen, fracturada memoria, una imagen que permanezca más de tres segundos en mi mente y que no se desvanezca como hecho que ignora la historia. Rebusco tiempo adentro, avivo las entrañas de la existencia, los aromas, el tacto; escarbo con hambre insaciable entre las escurridizas raíces del pensamiento, he de capturar las formas, el contorno de los sueños donde liberar mi cuerpo, o quizás, por el contrario, correr batiendo los brazos para resurgir como ave que decora los cielos.
22
EL RUMBO DE LA PALABRA
Si no puedes guiarme al amar, al menos permite que versos te escriba, o por el contrario, sin el rumbo de la palabra vagarĂŠ eternamente.
23
COMPAÑERA
Compañera de calmas e inquietudes, de mágicos silencios, de tempestades, acompañas nota a nota la estrofa de nuestras vidas procurando voz al tiempo y etérea melodía al aire, deshojas las floridas ramas de los sentimientos a la vez que desenmascaras de la pureza del querer lo incierto; allí donde se ha instalado la tristeza puede al menos la voluntad de tu caricia dar descanso al agudo compás del dolor. Compañera de lunas y prisiones, aguárdame si presientes mi llegada, permite que mis oídos te escuchen, no dejes de esculpir mi alma.
24
EL ABRAZO DEL VERSO
Pregunto a la duda que me sostiene sobre el sentido y la existencia... Aturdido por el silencio dirijo la mirada al cegador azul del cielo, sin tiempo para ser me dejo seducir por el abrazo del verso, sin tiempo para comprender cultivo la huella que en el aire estĂĄ escrita y me dejo envolver por ĂŠsta duda que me sostiene a la que, a veces, llamo poesĂa.
25
MEMORIA ROBADA A UN SUEÑO
Desde que soy algo que dice ser pertenezco a la imagen indomable, a la lluvia dormida, desde que soy siendo, hasta mi nacimiento. De nuevo, me encuentro. Me encuentro, de nuevo, hasta mi nacimiento. Dije ser y fui, olvido siendo, y quizás en lo más hondo de mi pasado puedan conservarse rasgos de mi juventud. Ahora bien, soy antes del mañana, de la causa vencida en cuya forma a veces te encuentro, donde creo poder alcanzar tu mano, al igual que un sueño en que al tocarte se desvanece tu imagen de mi lado.
26
TUS PIES DESCALZOS
Una vez, regresando del cálido manto de tus brazos olvidé contemplar tus manos. Descendí por uno de tus cabellos hasta quedar suspendido sobre tus caderas. Olvidé en el latir de tu pecho hacerte sentir el pulso de mis labios. En el arqueado enigma de tu espalda olvidé respirar hasta que alcancé las aterciopeladas al tacto estaciones de tus piernas y cuando quise darme cuenta de que tan sólo fue un sueño, recuperé el aliento, cerré los ojos, trepé hasta donde alcanzó la imaginación, olvidé mi nombre, y hasta pude escuchar la angelical presencia de tus pies descalzos... 27
BAJO LA NOCHE
Bajo la noche, ya iluminado el r铆o por el blanco sentir de la luna. Bajo la noche, ya nocturna la visi贸n que diluye toda duda razonable. Bajo la noche, ya agudizados los sentidos que la natura rescata. Bajo la noche, sentado a lomos de la tierra, ocupando un lugar en el mundo, a un suspiro del latido necesario que esboza tras la mente la libertad absoluta... Bajo la noche, bajo la noche. Bajo la noche.
28
CORAZÓN SIN PATRIA
Es tan extrema la manera de sentir, tan solitario el mudo silencio que impide hablar a mi persona, tan desgarrador el motivo por el que he de amar, tan dolorosa la carga, rumbo y aliento que sostengo en el alma que ya el eco de mis latidos retumba en las entrañas de este corazón sin patria
29
INQUIETUDES
Hacia dónde van los pensamientos que no se desvelan, dónde reposa su vasto silencio, qué lugar habita la no presencia. Hacia dónde mira el presente, qué ciega el pasado que el futuro esclarece. Hacia dónde camina la nube errante, dónde muere la mar herida, dónde nace el aire. Hacia dónde migra el sueño del ave, la fe en el olvido, la mente y la imagen.
30
AL MIRARTE
Cuando llegue el momento, al mudar las sรกbanas del cielo en el horizonte quedarรกn inmortalizados mudos deseos y desnudas pasiones. En la paz de los bosques, lejos del sonido gris crecerรกn nuevos silencios, verdes esperanzas, puras y majestuosas ilusiones. Tras la huella del tiempo no habrรก lugar para el dolor habitable. Cuando llegue el momento poder contemplar el horizonte y el nacimiento de la estrella que parpadea al mirarte.
31
EN CLAVE DE VERSO
Te llamaré de otra manera, no por tu nombre mencionaré lo que únicamente los arbóreos centinelas, los astros de la noche conocen, de otra manera te llamaré. Te llamaré por ejemplo tierra, porque me enseñaste a crecer, a escuchar la brisa de la hierba, a mudar las cortezas de mi ser. Te llamaré como tú y yo llamábamos a la puerta del querer y las emociones; la pasión era nuestra llave, del amor justos anfitriones. Te llamaré por ejemplo Clave porque en clave de verso te escribo y valga tu nombre sin nombrarte porque para delatar basta el testigo.
32