Estrellas del hogar Angélica María Herrera Guerra María de Lourdes Guerra Guillermo
© Angélica María Herrera Guerra © María de Lourdes Guerra Guillermo
pasionporloslibros Edita:
pasionporloslibros www.pasionporloslibros.es
pasionporloslibros ISBN: 978-84-15344-07-0 DL: V-1800-2011 Imagen fondo portada: © innovari - Fotolia.com Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación ni de su contenido puede ser reproducida, almacenada o transmitida en modo alguno sin permiso previo y por escrito de las autoras.
Índice
Prólogo
7
Pájaros nuevos
9
La Musa
13
Beso del alba
33
Amor
14
Antítesis
34
Palomas
15
Respuestas que callan
35
Sinsonte
16
Génesis
36
La rosa
17
Pájaros nuevos
37
Nuez
18
Veloz el tiempo
38
Un niño
19
Perdidos
39
Candy
20
Naufragios
40
Rosy
21
Razones
41
Alas
22
Más allá
42
Entrega
23
Odisea
43
Libro
24
Mitos
44
Siempre sabrás
25
Sombras de luz
45
El mar
26
Mide tu voz
46
En el viento
27
Más acá de la muerte
47
Llanto
28
Conflictos de una rosa
48
Las rejas del cielo
29
¿Por qué telarañas?
49
El beso
30
Última noche de un
Miedo
31
catorce de febrero
50
Beso de luz
32
Epílogo de la Madre
51
5
Sobre una Estrella
53
Blanco te prefiero
57
Ruido de silencios
80
Ya sabrás que puedes
58
Sin perder la razón
81
Hombre exacto
59
Allí donde se enciende
82
Redes
60
Dudas
83
Esa llama
61
Umbral del viento
84
Espectros
62
Tambores Huecos
85
Verano ciego
63
Parto diferente
86
Urgencia
64
Ecos de premura
87
Yo pudiera
65
No sabrás
66
Yo subiré
88
Antojos
67
En los tallos del aire
89
Razones
68
Grito en ascuas
90
Cristal en mi garganta
69
Dagas en fulgor
91
Llorar es siempre
70
Sed de mi inconsciente
92
Puedo
71
Sobre una estrella
93
Místico
72
Reto
94
Incógnitas
73
No basta
95
Voces del silencio
74
Ocaso de mi sombra
96
Madera Trunca
75
Allí naceré
97
Todavía
76
Reencarnación
98
Pájaros que sueñan
77
Florece el vino
99
Sobre estos aires
78
Estrella del hogar
Pies de antes
79
(Epílogo de la hija)
6
100
Prólogo
La luz de la poesía está en cada pequeño rincón del mundo que nos rodea, está dentro de nosotros mismos, a veces sin darnos cuenta, pero cuando esa pequeña llama surge en nuestro propio hogar, con intensidad suficiente para poder expresarla en versos y son dos las voces que se unen en el concierto, madre e hija, la luz de la poesía se convierte en una cálida hoguera de amor, donde se funden los más diversos sentimientos: los asombros, ternuras e inquietudes en que una niña descubre el mundo y las contradicciones, cuestionamientos de una mujer intensa que intenta descifrar los enigmas del amor y la muerte. Todo esto encontramos en esta Antología que fusiona armónicamente el tránsito de Angélica María Herrera Guerra por la poesía, entre los 6 y 14 años, descubriendo pájaros nuevos a cada paso y una muestra poética del quehacer de su madre, María de Lourdes Guerra Guillermo, la cual escoge para expresarse la rigurosa estructura del soneto, en el cual se mueve con acierto y desenfado. Dejamos a los lectores este regalo de dos estrellas del hogar, que se unen para brindarnos su cálida luz, esperando que llegue a sus corazones. Por mi parte, sólo he tenido el honor de guiarlas en su tránsito por la poesía, no sé desde cuántos años luz, pero de alguna manera, ellas han guiado también mi sendero. Rosa María García Garzón.
7
Pájaros nuevos AngélicA MAríA HerrerA guerrA
Mi boca es un pájaro que escapa, tiene sed de palabras arcoiris. Rosa María García
Para mi mamita, la diosa que sostiene mi alma y a quien le debo los afanes de este libro. Para Roland, mi padre grande, de su Acilegna. Para mi abuela Chela, por todo su amor, cuidado y paciencia. Para los dos Emilio, mi abuelo que me cuida desde alguna estrella, siempre en mi corazón y mi tío, siempre cerca. Para Rosa María, que supo cultivar en mí la magia de la poesía, con todo mi cariño. Para todos aquellos que quiero y me han sabido guiar y querer.
11
La Musa Este es un día en que la musa no me baja, no me sube ni se va para un rincón ni otro. ¡Qué caprichosa! Ayer traté de hacer una poesía, pero no pude. Ahora escribí unos versitos que dicen así: La flor perfuma la mariposa que se posa sobre la rosa… ¡Ay, qué de consonantes! Algo anda mal aquí, esta no es mi musa de otras veces, pero insistiré hasta que baje. Antes, cuando la atendía, se iba, pero cuando me olvidaba de ella, no me dejaba jugar, dormir, comer ni bañarme. A veces me dejaba a mitad del baño y también tenía que parar el juego, porque ella llegaba de repente. Lo mismo digo con la comida, por eso es que les cuento lo caprichosa que es la musa mía. También es posible que esté de vacaciones, para la playa o el campismo, puede que se haya ido hasta las Islas Canarias. Si es así, le enviaré una carta: Querida Musa: Espero que te encuentres bien, pero necesito que vengas pronto o si no, me consigues pasaje para irme contigo. Yo te espero, Musaraña, para juntas hacer poesías y soñar como tú sabes. Ven rápido, corre, vuela como te enseñé o coge el avión ahora mismo. Musita mía, tú sabes que sin ti ya no soy Angélica María. Esta es la carta que le hago, ahora veremos dónde está para poder enviarla. Sé que me responderá pronto y me sentiré contenta, porque gracias a ella soy grande dentro de mí.
13
Amor Hay un pรกjaro, palomas, hay un รกngel, hay un sol.
Hay una madre, una abuela, una familia, una flor.
14
Palomas Las palomas son estrellas blancas como la luna, como el lucero blanco del amor. Unas palomas grandes mis amores son.
15
Sinsonte Sinsonte de la mañana, ve volando en la neblina y dejarás perfumadas las flores que tú querías.
16
La rosa La rosa es una paloma que vuela en las nubes blancas, la rosa es como la brisa que juega entre las monta単as.
La rosa es como una pluma que besa tus labios claros, la rosa es como la palma que mueve el penacho alto.
17
Nuez Entre mis manos desnudas nació una pequeña nuez y en su capullito rojo, cabía un niño de miel.
18
Un niño Cuando se dice niñez, se dice todo perfecto; se dice amor, alegría y un corazón siempre honesto.
Un niño es como una flor que desde el suelo se abre; un niño es un libro abierto con poemas y rosales.
19
Candy Tengo una muñeca en casa, con flores en el cabello; de lirios hice su cara; de algodón, todo su cuerpo; mi muñeca extraordinaria, con pétalos la alimento. Por nombre le puse Candy, por eso es la que más quiero.
20
Rosy (Para Rosa María, mi asesora literaria.)
Eres rosa y como Rosa, así siempre te mantienes; con tus pétalos de rosa, tu perfume nunca hiere.
Tú me inspiras la alegría y eres gotica de amor, una imagen de rocío que inunda mi corazón.
21